GRUPO METAFÍSICO DE MANTA ARCÁNGEL MIGUEL

LOS SIETE PLANOS

Sabemos que cada ámbito de los Siete Reinos vibra a una rata diferente. El Reino de la
Tierra y el del Agua tienen la acción vibratoria más lenta, y los Reinos del Aire y del
Éter están por encima de los primeros. De allí pasamos a los tres Reinos internos del
Fuego Sagrado: el Plano del Santo Cristo, el Causal, y el Plano de la Presencia Pura.
A medida que la Luz Divina desciende desde el Corazón de Dios, pasa a través y
alimenta cada lugar, tomando la forma de la sustancia del plano en que vibra por
primera vez, siendo entonces transmutada a una acción vibratoria inferior para
enriquecer el plano abajo. Cada plano reviste a la Esencia de Luz Pura con los átomos
de su propia esfera, y de esta manera el descenso ordenado de la Luz de Dios procede
dentro de las formas manifiestas de Tierra, Agua, Aire y Fuego.
Mano a mano con la evolución de una humanidad va la evolución de la
Naturaleza, así como la de los siete planos que pertenecen a la cadena de esa raza. El
hombre, en su descenso dentro de estos siete planos, al identificarse con la sustancia
elemental que compone dichos planos (al aceptar y moldear vestiduras hechas de la
esencia de dichos planos), tenía la intención de ser el poder irradiante para elevar el
estrato entero al Elemento Fuego. Esto ha sido hecho por los Seres en el Sol y en Venus
—el Cinturón Electrónico, re-presentado como un acordeón cerrado o una taza de papel,
la esencia purificada de cada plano siendo atraída hacia arriba dentro del interior del
Elemento Fuego. Ustedes han visto la imagen del anillo alrededor de Saturno o
Mercurio, y ése es el Halo Esencial del planeta. Cuando los siete cuerpos del Hombre
Perfeccionado son atraídos dentro del Electrónico, ocurre lo mismo pero en una escala
más pequeña.
Sin embargo, al identificarse el hombre con los cuerpos en vez de mantener un
contacto con la Voluntad Divina, dejó de ser capaz de ejercer presión alguna mediante
la cual la Luz Divina pudiera entrar a los cuatro planos inferiores con una intención
constructiva. Se volvieron parte de la masa de efluvia del planeta y, al igual que barcos
en el mar, dejaron de ser capitanes, siendo capitaneados en vez por la sustancia
elemental que vinieron a resucitar y purificar.
Recrear mentalmente (y de hecho moldear de la sustancia del elemento agua, del
etérico, de la tierra y del aire) vestiduras lo más aproximado posible a la comprehensión
que tengan ustedes de la Presencia “YO SOY”, y entonces practicar mentalmente la
Presencia de Dios a través de sí, irradiando como un sol la Luz Divina de Pureza, Amor,
Sanación, Misericordia y Paz dentro de estas siete esferas, es recrear el Patrón
Electrónico del Plan Divino. Esto los desconectará de la influencia de los planos
inferiores, y los convertirá en la influencia a través de ellos.
CONÓCETE A TI MISMO
Cuán ha menudo los miembros de la raza humana no habrán oído estas
importantes palabras: "Conócete a ti mismo". Permítanme ayudarles, a todos y cada uno
de ustedes, a que se conozcan a sí mismos; y en este conocimiento, traer sanación,
armonía y la liviandad del gozo a su vida.
El cuerpo físico está compuesto de diminutas partículas de sustancia de luz que
el mundo de los hombres ha decidido llamar "electrones". Estos electrones son emitidos

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desde el Cuerpo de Dios, y se le prestan a la corriente de vida individual para crear una
vestidura de carné "a imagen y semejanza" del Santo Ser Crístico.
El Santo Ser Crístico proyecta un patrón de Luz de Sí Mismo dentro de la
Sustancia Lumínica Universal de este mundo físico, y en el centro de dicho patrón
proyecta el poder cohesivo de Amor, que se conoce como la Llama Triple. Luego, de la
Sustancia Lumínica Universal a su alrededor, esta Llama Triple toma los electrones para
hacer el cuerpo de carne o forma física.
Los electrones están en movimiento constante, orbitando una y otra vez en el
cuerpo; y si ustedes tuvieran una visión lo suficientemente microscópica, observarían
que lo que aparenta ser una pierna o un brazo es, de hecho, un mar constante de Luz
moviente girando en una órbita; y que, al igual que las mareas del océano, "sólo se le
permite ir hasta un punto y no más allá" de la periferia de su lindero particular. Estos
electrones circulantes forman lo que denominamos los "miembros" del cuerpo.
La maravilla del hombre es el poder cohesivo del Amor que mantiene a los
electrones circulando año tras año en sus órbitas individuales. Es ese poder lo que hace
que, en el compuesto de partes que conforman la mano o la cabeza o el brazo o algún
órgano, ninguno de los electrones pierda su identidad o sea absorbido por algún otro
miembro.
La acción vibratoria de todo el cuerpo es determinada por la LLAVE TONAL de
la corriente de vida.
La acción vibratoria de la humanidad está muy por debajo de su armonía natural,
y los electrones en el cuaternario inferior se están moviendo bastante más despacio que
lo que es su expresión natural. Cuanto más lentamente se muevan, tanto más denso
serán el cuerpo y la mente. Cuanto más rápido se muevan, tanto más liviano será el
cuerpo. En los vehículos de los Maestros Ascendidos, los electrones vibran tan
rápidamente que son como las hélices de un avión en rápido movimiento.... invisibles a
la vista física.
El proceso de evolución a través de la atención a la Luz acelera el paso de los
electrones en todos y cada uno de los átomos y células del propio ser, y cuando la
propia atención se pone sobre la Luz, la armonía total de su sistema solar individual se
aumenta más allá de toda medida externa de velocidad.
En el caso de un "miembro" herido o enfermo, cuanto más Luz se dirija
conscientemente al interior de los electrones de dicho "miembro", tanto más
rápidamente se dará la curación. Un miembro fracturado, por ejemplo, implica que la
órbita natural de la vida electrónica en ese miembro ha sido despedazada
temporalmente, y un nuevo núcleo de Amor tiene que establecerse a través del eje
central del hueso para que los electrones puedan una vez más ser atraídos en armonía
alrededor de dicho núcleo.
Se sorprenderían, mis amados, ante lo que cantarle con amor a estas pequeñas
vidas en un hueso roto o miembro enfermo haría por ustedes.
Sepan, hijos de Mi Corazón, que Mi Entendimiento y Mi Curación y Mi Amor
son suyos para que por siempre puedan nutrirse de ellos.

MaháChohán