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En la actualidad el mundo avanza exigiéndole a las personas cambiar a la

misma velocidad, responder a las demandas sociales, profesionales y


académicas continuamente; es entendido entonces que toda la acumulación
de responsabilidades y eventos cambiantes generan en las personas cuadros
de estrés. Este, es entendido desde varias perspectivas, como una situación
donde el ser humano se siente incapaz de responder a las eventualidades
que se le presentan debido a que no cuenta con lo necesario para hacerlo. El
estrés también es considerado como una respuesta biológica adaptativa de
los seres humanos ante estímulos que puedan alterar la homeostasis del
organismo.

A través del documento de “El estrés y sus efectos en el metabolismo y el


aprendizaje”se determinó como el estrés puede generar interferencia con las
actividades de aprendizaje y memoria. Bajos o excesivos niveles de estrés
afectan considerablemente los procesos de consolidación y recuperación de
la memoria. Sin embargo, niveles moderados, los facilitan y optimizan. Se
determinó además, que las bases neurológicas del aprendizaje y la memoria,
junto con otras habilidades cognitivas como la atención, la percepción, la
toma de decisiones etc., se ven drásticamente interferidos por acción de los
glucocorticoides circulantes, liberados como una respuesta del estrés,
entonces la exposición de agentes estresantes, pueden generar daños
progresivos en las áreas de asociación del aprendizaje y la memoria.

En cuanto a el aprendizaje y la memoria, se define que se encuentran


íntimamente involucrados entre sí, un aprendizaje es almacenado en la
memoria, la cual debe ser consolidada para posteriormente poder se evocada
o recordada; es decir, pasar de ser memoria a corto plazo, a memoria de
largo plazo. Estos procesos involucran diferentes áreas corticales, tales como
el hipocampo, la amígdala cerebral, la corteza prefrontal, la corteza entirronal
etc., las cuales se encuentran conectadas bidireccionalmente, es decir,
emiten proyecciones unas a otras, modulando así estos procesos. Cuando se
adquieren nuevos conocimientos o se forjan nuevos recuerdos, o memorias,
se establecen nuevas conexiones neuronales; el acto de aprender genera,
por tanto, el aumento de nuevas dendritas y conexiones, lo que finalmente
con lleva a que cambie el cerebro en toda la literalidad de la palabra, en
cuanto más conocimiento se adquiere, más densas serán las conexiones
neuronales, y si se evocan saberes o memorias constantemente se
aumentara la velocidad y la fuerza de dichas conexiones, y hay que resaltar el
ámbito educativo; en las aulas, se encuentran múltiples estresores que
pueden desencadenar que se altere en los estudiantes los procesos de
aprendizaje, haciendo que estos puedan ser menos significativos. Sin lugar a
dudas, actos como la evaluación, hablar en público, o la acumulación de
trabajos puede causar estrés, alterando como ya se sabe, los procesos de
recuperación de la memoria, la toma de decisiones y la resolución de
problemas, desencadenando que el sujeto cumpla con mayor efectividad su
tarea (en el caso de que los niveles de estrés sean moderados) o fracase
completamente en ella, (si los niveles de estrés son demasiado altos).

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