Você está na página 1de 5

JUVENILIA 1

El tema de la obra es la evocación de los años de estudiante del narrador,


internado en el Colegio Nacional de Buenos Aires tres meses después de la
muerte de su padre:

El Colegio Nacional acababa de fundarse sobre el antiguo seminario, con una


nueva organización de estudios.

Su ingreso en "los oscuros y helados claustros del antiguo convento" no


es feliz:

Silencioso y triste, me ocultaba en los rincones para llorar a solas. recordando el


hogar, el cariño de mi madre, mi independencia, la buena comida y el dulce
sueño de la mañana.

El régimen disciplinario del establecimiento le resulta arduo, demasiado


severo e intransigente:

Durante los cinco años que pasé en esa prisión, aun después de haber hecho
allí mi nido y haberme connaturalizado con la monotonía de aquella vida, sólo
dos puntos negros persistieron para mí: el despertar y la comida.

Entonces trata de sofocar su desolación, su fastidio, con lecturas que lo


sumergen en un "mundo de aventuras, amores, estacadas, amistades sagradas,
brillo y juventud".

Así lee Los tres mosqueteros y Luis XIV y su siglo, de Alejandro Dumas,
"multitud de novelas españolas" y tantas otras obras que enriquecen su
imaginación. Pero también llega la hora de las travesuras, de las "escapadas
nocturnas", de las "cenas furtivas".

Junto al arrollador ímpetu de la edad, la serena costumbre de velar noche a


noche al primer rector del Colegio, el canónigo Eusebio Agüero, "hombre de alma
buena, pura y cariñosa", quien, tendido "sobre un inmenso sillón", escucha
atentamente la lectura de "la vida de un santo" hasta adormecerse.

1
noción latina que significa cosas de la mocedad (juventud)
Más tarde, la llegada de un nuevo rector pone fin a la caótica organización
interna del establecimiento y al deplorable estado de sus estudios. Se llama
Amedée Jacques y es -a sus ojos- "el hombre más sabio que hasta el día haya
pisado tierra argentina". Todas las páginas que le dedica en Juveniliareflejan esa
veneración y ese respeto profundos que sólo despiertan los grandes hombres
dotados de inteligencia y pureza espiritual: "Su influencia se hizo sentir
inmediatamente entre nosotros".

M. Jacques era áspero, duro de carácter, de una irascibilidad nerviosa, que se


traducía en acción con la rapidez del rayo, que no daba tiempo a la razón para
ejercer su influencia moderadora.

Jacques, "irritado como Neptuno contra las olas", sofoca la "revolución" que
organizan contra la "tiranía" del vicerrector José M. Torres y expulsa al narrador,
su cabecilla, con inquebrantable firmeza. Pero, a pesar de su mal genio, siempre
lo tienen a su lado; si falta algún profesor, él da la clase -química, física,
matemática, retórica, historia, literatura, latín- "sin vacilación, con un método
admirable", y atrapa la inconstante atención de los jóvenes, quienes hasta
renuncian al codiciado recreo para seguir escuchándolo. Por eso, cuando muere,
ellos también quieren acompañarlo y, desoyendo la estricta prohibición de que
abandonen el colegio, corren hacia la casa del querido maestro -"muchos sin
sombrero"- para darle el último y efusivo testimonio de su gratitud.

Entre el júbilo y el dolor pasan los días hasta que llegan los exámenes y los
fracasos:

Estudiábamos seriamente en el Colegio, sobre todo los tres meses que


precedían los exámenes, en los que el gimnasio y los claustros perdían su
aspecto bullicioso para no dejar ver sino pálidas caras hundidas en el libro.

La enemistad entre provincianos y porteños genera expulsiones e


insoportables encierros en "una pieza baja, de bóveda", de sólo cuatro metros
cuadrados: "iOh!, las horas mortales pasadas allí dentro ... "

La pluma de Cané corre "inconscientemente" rápida para rescatar del olvidolos


bailes que les organiza el jesuita Francisco Majesté "en el dormitorio"; la imagen
de la enfermería, "morada deliciosa", regida por un enfermero italiano -"Acabo
de dejar la pluma para meditar y traer su nombre a la memoria sin conseguirlo"-
, de cuerpo "enjuto, vientre enorme y débiles piernas", cuyo cabello semeja "la
confusa y entremezclada vegetación de los bosques primitivos del Paraguay"; la
clase de literatura que origina la fundación de diarios manuscritos y no pocas
reyertas.

Acabadas las clases, gozan de las vacaciones, de la vida de campo, en la Chaca-


rita de los Colegiales:

Pocos puntos hay más agradables en los alrededores de Buenos Aires. Situado
sobre una altura, a igual distancia de Flores, Belgrano y la capital·, el viejo edificio
de la Chacarita, monacal en su aspecto, pero grande, cómodo, lleno de aire,
domina un paisaje delicioso, al que las caprichosas ondulaciones del terreno dan
un carácter no común en las campiñas próximas a la ciudad.

Libres de la rígida disciplina de los claustros, se sienten impulsados a cometer


nuevas travesuras, como la del infructuoso robo de las sandías en la chacra de
los vascos o la del baile, un sábado por la noche, después de dejar "cada uno
en la cama respectiva [ ... ] un muñeco con una peluca de crin", para que no se
descubriera su ausencia.

Finalmente, el narrador recuerda los últimos tiempos pasados en el


Colegio,"cuando ya la adolescencia comenzaba a cantar en el alma". Un mundo
nuevo, desconocido, los atrae. Confiesan su escepticismo; aman la música como
evocadora de sentimientos o de hechos; sienten también la necesidad de cariño
y sueñan con el amor.

Un día deja el Colegio y, en él, su infancia entera: " ... y, abriendo valerosamente
las alas, me dejaba caer del nido, en medio de las tormentas de la vida". Pero,
años más tarde, vuelve a frecuentarlo como profesor.

Se halla entre dos mundos y la evocación del ayer despierta, entonces, la


profunda reflexión del adulto de hoy:

Bendigo mis años de Colegio; y ya que he trazado estos recuerdos, que la última
palabra sea de gratitud para mis maestros, y de cariño para los compañeros que
el azar de la vida ha dispersado a todos los rumbos.
Hombre del 80, Miguel Cané se muestra en sus obras como un espíritu inquieto,
curioso y como un lector culto, que busca en la escritura -lejos de todo prurito de
perfección sintáctica- la afinidad con la charla, para ofrecer llanamente la
idiosincrasia de las cosas y de los hombres de su época.

Miguel Cané nace en Montevideo, el 27 de enero de 1851, durante el exilio


voluntario de sus padres, Miguel Cané y Eufemia Casares. Hereda de don
Miguel la nacionalidad argentina y la vocación por la literatura .

Después de Caseros, la familia viaja a Buenos Aires. En 1863 muere su padre e


ingresa en el Colegio Nacional, hecho que evocará, luego, en las páginas
de Juvenilia (1884).

Hacia 1870 realiza su primer viaje a Europa, centro cultural para todos los de su
generación. Cuando regresa, inicia su labor periodística . Dos años después
emprende su segundo viaje a Europa. El retorno significa el comienzo de una
activa vida política, pues es elegido diputado provincial.

En 1875 se casa con Sara Beláustegui, de la que tiene un hijo. Al año siguiente
se desempeña como senador en el Congreso Nacional, junto a Mansilla, Wilde
y Vicente Fidel López. Edita sus Ensayos (1877).

Hacia 1878 recibe el título de abogado y en 1882 publica A distancia.

Múltiple, como sus contemporáneos , además de los cargos señalados, actúa


como Director general de Correos y Telégrafos, como intendente municipal de
Buenos Aires, ministro de Relaciones Exteriores, ministro del Interior y decano
de la Facultad de Filosofía y Letras (1900).

Sus viajes y su misión diplomática le permiten conocer diversos países (Austria,


Hungría, Francia, Alemania, España, Colombia, Venezuela, Chile, Perú). En
viaje (1884) es espejo de esos recuerdos. En 1885 publica Charlas literarias.

En 1901 hace su última visita a Europa y da a conocer sus Notas eimpresiones.

Juvenilia nos permite pensar las tensiones que anidaban en la sociedad de 1942
debido a la masiva llegada de migrantes internos que dejaban el campo por la
ciudad
Juvenilia (Película- 1943)

0 a 2’: arquitectura del colegio, el ingreso de los alumnos, celador.

Ingreso en fila, orden, disciplina. [Disciplina de los cuerpos]

Celador que ejerce control

3’ conversación

16:30 – 24:30: Jacques, alumnos en el recreo. Ingreso a clase, Jacques

34:40 – 38’: revuelta estudiantil

Você também pode gostar