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SEDE B
JULIO 13 DE 2018
“Los padres tienen la responsabilidad de velar por sus hijos, proporcionándoles amor, seguridad,
educación, salud y un ambiente emocional sano. Ellos lo saben, aunque en muchas ocasiones los
confundan con cuestiones económicas y en el afán de que no falte nada al hijo, ambos padres dedican
la mayor parte del tiempo al trabajo y descuidan la parte más importante, la atención que se debe
dar a los hijos en calidad y cantidad.
Esta atención se acentúa cuando los hijos empiezan la educación básica, con todas las necesidades
que traen asociadas y que exige un gran compromiso por parte de los padres.
No es ningún secreto que el éxito de los hijos es los estudios está íntimamente ligado al apoyo e interés
que los padres les prestan a lo largo de la vida escolar, que es cuando más lo necesitan.
Existen actitudes y conductas en aquellos padres cuyos hijos son exitosos en los estudios.
1. EN EL HOGAR: Empieza con una actitud positiva de los padres hacia la educación, la
escuela y el respeto a los maestros. Procuran que los hijos no falten a clases, que
lleguen a tiempo de acuerdo a los horarios establecidos, fomentando desde la infancia
valores como el respeto y normas como la puntualidad, porque saben que cada día de
ausencia o momento de clase sin estar presente, se convertirá en una laguna que afectará su
aprendizaje. Les proporcionan el espacio y los materiales, tiempo para realizar tareas y
organizar sus útiles. Establecen rutinas de aseo, comidas, sueños y controlan tiempos y
programas de televisión.
2. CON LOS HIJOS: Existe una buena comunicación y se comenta lo que sucede en la escuela.
Los padres están enterados de quienes son sus maestros y compañeros. Suelen ser buenos
lectores y fomentan en sus hijos éste hábito. Están pendientes de su progreso académico;
les programan actividades extraescolares que les permiten desarrollar otra área de
formación, dejando establecido que cualquier actividad que se inicie debe ser terminada.
3. CON EL MAESTRO: La actitud hacia él debe ser de respeto y confianza. Acuden a presentarse
desde el inicio del ciclo escolar. Los padres también saben que el maestro es su mejor
aliado en la educación, por eso confían en su trabajo y profesionalismo, evitando emitir
comentarios negativos delante de los hijos.
La colaboración de los padres en la escuela habla del interés que estos tienen en todo lo que tenga
que ver con la educación de sus hijos “un sistema escolar que no tenga a los padres como cimiento es
igual a una cubeta que se quiera llenar de agua y tenga agujeros en el fondo”
JESSE JACKSON
Tampoco pueden ampararse en el cansancio con el que llegan del trabajo, porque su papel de
proveedores no suplirá las carencias con las que se irán desarrollando.