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¿Cómo hizo Jesús sus discípulos? Puedes pasar toda tu vida tratando de responder esta pregunta. Observemos lo que se registra en las
Escrituras. Jesús pasó tiempo con sus discípulos: Comieron, hablaron,
caminaron y compartieron la vida por 3 años. Jesús les hizo preguntas,
les dio tareas imposibles, deliberadamente rompió tradiciones y desafió
su forma de pensar. Hizo enojar a los líderes religiosos y les dio la
bienvenida a los marginados. Sanó en sábado y les pidió alimentar a
5.000 personas. Les hizo ver milagros en las bodas y en lechos de
muerte. A veces dejó que fallaran y les ayudó a aprender. A veces les
permitió tener éxito, pero les dijo que no pusieran su confianza en sus
éxitos. Él demostró que tenía autoridad absoluta sobre el clima y los
demonios, y sobre la vida misma. No se trató de una "teoría acerca de
Dios”. Fue una interacción constante con Dios, que a veces incluso
infundía miedo, pero que transformaba vidas. Bienvenido a los 40 días
de discipulado: un minuto por día.
Hemos elegido 40 días para esta actividad ya que en la Biblia el número 40 representa un tiempo de prueba durante el cual ocurre algo
significativo. Hubo 40 días de lluvia en el tiempo de Noé. Moisés estuvo 40 días con Dios cuando recibió los 10 mandamientos. El
pueblo de Israel estuvo 40 años en el desierto. Jesús fue tentado por
Satanás durante 40 días. Un embarazo es de 40 semanas de duración, al
cabo de las cuales nace una nueva vida. 40 días, casi 6 semanas, es la
duración de la Cuaresma, que se utiliza tradicionalmente para la
reflexión como preparación para la Pascua. Para ti podrá ser un periodo
de tiempo suficientemente largo para desafiarte y suficientemente corto
para que puedas concentrarte sin verlo como un compromiso
irrealizable. Ora y pídele a Jesús que te de un deseo cada vez más
profundo de aprender de Él durante estos 40 días. Y no te preocupes por
"entenderlo todo" en el primer intento. Ofrecemos una segunda serie
que revisa lo que cubrimos aquí con retos adicionales.
Jesús dijo: "Id y haced discípulos". No como una sugerencia opcional sino como la principal forma en que su reino crecería y bendeciría
al mundo. No era una opción avanzada para los verdaderamente comprometidos, sino el patrón normal para que la gente normal
creciera.
Ser discípulo de Jesús implica saber algo, ser algo y hacer algo. Nosotros
seguimos su ejemplo y aprendemos sus métodos. Es personal pero no
individualista. No es un curso sino un estilo de vida. No es simplemente
información, sino más bien experiencia aplicada.
En la forma más simple, los discípulos son aprendices que viajan juntos
siguiendo a un maestro en un proceso relacional, para luego repetir el
mismo patrón con los demás. Jesús es el maestro y el tema mismo.
Aprendemos de Él y acerca de Él. Dios usa las Escrituras, a otras
personas y las circunstancias de la vida para ayudarnos a aprender a
cambiar y ser más como Él. Se trata de saber, ser y hacer con Jesús como
nuestro maestro.
¿Quién te ha ayudado hasta ahora en tu viaje de aprendizaje con Dios? ¿De qué forma han ‘estado contigo’?
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¿Quién podría conectarse contigo para hacer este aprendizaje más significativo? ________________________________
Día 05 Como aprendiendo a andar en bicicleta
1 Juan 3:18
Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad.
El discipulado es como aprender a andar en bicicleta. Necesitas saber cómo funcionan los frenos, los pedales y el manillar. Necesitas
mantener el equilibrio mientras pedaleas y usas el manillar. Pero, ¿cómo se aprende realmente a andar en bicicleta? Cuando estás
aprendiendo a menudo alguien anda al lado sosteniendo la bicicleta y diciéndote lo que debes hacer, y gradualmente te va soltando.
Puede que te pongan rueditas de entrenamiento como una ayuda
temporal para mantener el equilibrio. Con ellas la bicicleta no funciona
tan bien, pero te da una sensación de seguridad acerca de la experiencia
de montar en bicicleta hasta que tienes la suficiente confianza para
quitarlas. Estos 40 días son como ruedas de entrenamiento espirituales
o como tener a alguien a tu lado sosteniéndote. Estos ejercicios te
ayudarán, pero no son más que ruedas de entrenamiento. A medida que
adquieras confianza descubrirás tus mejores patrones para aprender
acerca de Dios más libremente. Tal como cuando andas en bicicleta,
sentirás el viento en la cara, explorarás su creación y descubrirás un
caminar más profundo con el Señor.
La gente necesita alimento para crecer. Un bebé necesita leche pura. 1 Pedro 2: 2 dice: "desead, como niños recién nacidos, la leche
espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación." El interactuar con las Escrituras nos proporciona leche espiritual que
nos ayuda a crecer. La leche que proviene de una madre lactante es la leche pura. Es limpia y no está diluida. Es fácil de digerir.
Además tiene anticuerpos de la madre que ayudan a combatir las
infecciones y no está adulterada con agua sucia.
¿Cómo se relaciona la leche materna al discipulado? En primer lugar,
tenemos que leer las partes más simples de las Escrituras, como por
ejemplo los Evangelios que hablan de Jesús. Un recién nacido come
muchas veces al día en cantidades pequeñas que resultan más fáciles de
digerir. Estos pasajes serán la leche que te ayudará a crecer, sobre todo
si reflexionas sobre los versículos y de alguna manera respondes a ellos.
Te puede tomar algún tiempo, pero verás la diferencia.
Si la alimentación con biberón fuera permanente durante toda la vida de una persona, sería muy extraño. Imagina a un grupo de
personas de 60 años de edad tomando biberón. Normalmente los bebés poco a poco empiezan a comer alimentos sólidos hacia los 6
meses de edad. Comienzan con alimentos blandos y es un proceso medio caótico. Los bebés aplastan la comida con sus dedos y la
frotan contra su pelo y untan todo. Pero eventualmente aprenden a
alimentarse.
Tenemos que hacer lo mismo con el discipulado. Puedes comenzar con
los versículos cortos que aparecen en esta herramienta. Luego lees todo
el capítulo de dónde provienen los versículos y tratas de entender todo
ese libro de la Biblia. En algún momento desearás leer toda la Biblia.
Esta es una parte natural del proceso de crecimiento. Puedes abrir las
referencias de los versículos o leer todo el capítulo para entender el
versículo en su contexto. Pruébalo cuando sientas la necesidad de más y
experimenta para descubrir lo que mejor funciona para ti.
Así como el ADN lleva el código genético de nuestros cuerpos para que las células crezcan y se reproduzcan, nosotros podemos pensar
en los pasos que nos ayudan a tener un plan de crecimiento en el discipulado. En el ADN del discipulado,
En nuestro ADN espiritual: la D significa “verdad Divina” a medida que interactuamos con las Escrituras. La N significa el
establecimiento de relaciones Nutritivas, las cuales vamos desarrollando reflexionando juntos haciéndonos preguntas.
La A es para la misión Apostólica. Los apóstoles fueron los enviados por Dios. Nos unimos en la misión de Dios, orando por obreros para
la cosecha. En Lucas 10: 2 Jesús dijo: "La mies a la verdad es mucha, más
los obreros pocos; por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe
obreros a su mies". Es un mandato extraño, pero Jesús dijo que
debemos orar de esta manera.
Una herramienta para acordarte de orar es poner la alarma de tu
teléfono celular a las 10:02 según Lucas 10:2. No subestimes esta
sencilla oración ya que Dios comenzará a hacer cosas increíbles a
medida que ores por más obreros.
¿Alguna vez te ha parecido difícil poner tus palabras en oración? Las Escrituras dicen que no sabemos cómo orar como debiéramos,
pero el Espíritu pide por nosotros con gemidos demasiado profundos para las palabras. Las Escrituras también dicen que tenemos un
gran sumo sacerdote, Jesús, que vive para interceder por nosotros. Esto
es un verdadero consuelo. Ni tu oración ni la mía llegarían a ninguna
parte si no fuera por el Espíritu Santo y por la ayuda de Cristo. No
tenemos que preocuparnos por decir las cosas de la manera exacta para
que sean efectivas. Podemos ser como niños pequeños hablando con
nuestros padres. Ellos entienden lo que queremos decir así no
pronunciemos las palabras correctamente. El Espíritu Santo cambia
nuestras palabras en oraciones aceptables.
Detente por un momento antes de orar para tomar conciencia de que
tus palabras no son nada sin Cristo. Sin embargo, a través de Él podemos
acercarnos confiadamente a la presencia de Dios. Toma conciencia de
que Él ha hecho todo lo necesario a través de su muerte, resurrección y
ascensión al cielo para que nuestras oraciones lleguen a Dios. Gracias a
Dios por semejante Salvador que tenemos! Mañana vamos a aprender a
practicar la oración conversacional.
La oración conversacional es como cualquier conversación. Alguien habla y alguien escucha y responde de acuerdo al tema. Una
persona no habla todo el tiempo. La gente no tiene que repetir lo que dice para ser escuchada. La conversación fluye entre todos los
participantes.
Una forma de practicar la oración conversacional como grupo es decidir
hacer oraciones MUY cortas con pausas entre las oraciones para
escuchar. Esto evita tener que decir oraciones que "suenen bien". Para
practicar, es bueno hacer las oraciones MUY cortas, según lo que cada
persona puede decir con comodidad y sin necesidad de tomar aire para
respirar. Luego se hace una pausa breve en silencio y se deja que otra
persona continúe. No hay que tenerle miedo al silencio. Encontrarás que
así es más fácil mantener al grupo involucrado, prestar atención y sentir
a Dios guía nuestro tiempo de oración. Hay muchas maneras diferentes
de orar, entonces puedes hacer la siguiente invitación de manera muy
sencilla para que las personas nuevas se sientan cómodas con la oración
en voz alta: "Vamos a orar de manera conversacional".
¿Por qué decimos “En el nombre de Jesús" cuando terminemos una oración? ¿Será que cualquier oración de repente se vuelve
aceptable porque agregamos “en el nombre de Jesús" al final?
Decir “En el nombre de Jesús” cuando oramos es un recordatorio de que
estamos pidiendo lo que creemos que Jesús quiere y merece en esa
situación. Estamos pidiendo de acuerdo al mérito de su victoria en la
cruz. Él murió para que nuestras oraciones sean contestables. Así que
debemos pensar eso cuando pedimos.
En algunos países, los niños van a la tienda de la esquina a hacer
compras por cuenta de sus padres. Si piden un litro de leche o una barra
de pan, lo consiguen. Si piden 5 kilos de caramelos, no lo obtienen. Al
pedir a nombre de sus padres, el dueño de la tienda les da lo que él sabe
que sus padres les permitiría comprar.
Cuando leemos la Biblia, nos enteramos acerca de lo que Dios quiere, y
esto nos guía a pedir en el nombre de Jesús.
¿Te has preguntado por qué agregamos “en el nombre de Jesús” al final
de nuestras oraciones?
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¿Cuál es el valor de repetir esta frase en tu oración?
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Día 15 Padre Nuestro
Mateo 6:9-13
Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.
Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.
Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.
Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.
Evalúa tu progreso pensando en lo que has hecho con el material de cada día. Puede ser útil saber con qué frecuencia estás leyendo las
Escrituras. Observa lo que sucede si cambies la hora cuando lees las Escrituras o si pruebas otra dinámica en tu tiempo devocional.
(Recuerde la D de la verdad Divina).
Las preguntas para crecer en el área de relaciones Nutritivas son las
siguientes:
¿Cómo has percibido la presencia de Dios esta semana?
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¿Cómo has respondido?________________
¿Qué riesgos has tomado por fe?________________
¿Qué estás aprendiendo?________________
¿Cómo podemos ayudarte?________________
Trata de usar estas preguntas con alguien esta semana. (Recuerde la N
de relaciones Nutritivas.)
¿Has estado orando todos los días para que Dios envíe más obreros? La
alarma en tu teléfono móvil te recuerda que debes hacer una pausa
durante unos segundos y pedirle a Dios más obreros. ¿Has notado algo
cuando oras así como Jesús lo indicó? (Recuerde la A de misión
Apostólica).
¿Qué quieren decir las siglas A.D. N.?
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¿Es este un patrón útil para usar?
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Día 17 Integridad
Mateo 7:24-27
“A cualquiera, pues, que me oye estas palabras y las pone en práctica, lo compararé a un hombre prudente que edificó su casa sobre la
roca. Descendió la lluvia, vinieron ríos, soplaron vientos y golpearon contra aquella casa; pero no cayó, porque estaba cimentada sobre
la roca. Pero a cualquiera que me oye estas palabras y no las practica, lo compararé a un hombre insensato que edificó su casa sobre la
arena. Descendió la lluvia, vinieron ríos, soplaron vientos y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina.”
La transparencia es otra característica del aprendiz de Jesús. Nunca podemos ocultar de Dios la forma en que realmente somos. Sus
Escrituras pueden cortar hasta la médula de nuestros huesos para mostrarnos cómo somos. Cuando somos transparentes, otros
pueden ver lo que nos está pasando y nos animan. Esto significa que no
tenemos que aparentar ser algo que no somos. Podemos ser sinceros
acerca de nuestras luchas y nuestras esperanzas. Podemos aceptar a las
personas por lo que realmente son y aceptarnos a nosotros mismos, ya
que Dios nos ha aceptado en Jesús.
La transparencia es necesaria si queremos realmente animarnos los unos
con otros para amar y hacer buenas obras. Si dejamos que su luz brille
en nuestras vidas, recibimos motivación y dirección. No tenemos que ser
como Adán y Eva, que se escondieron de Dios después de haber pecado.
Debemos mantener límites saludables, pero permaneciendo abiertos a
aprender. Reflexionemos sobre quienes somos en Cristo en la confianza
y la seguridad de nuestra comunidad de fe. Oh, Señor: Haz brillar tu luz a
través nuestro para Tu gloria.
La vulnerabilidad es la tercera característica de un aprendiz. Ser vulnerable significa estar abiertos al cambio, aunque podamos salir
lastimados. En los momentos apropiados, compartimos nuestras luchas, nuestros sentimientos y nuestras esperanzas. Debido a que
somos vulnerables, tenemos que aprender a ser amables con los demás y respetuosos con las personas que han depositado su
confianza en nosotros. Tenemos que tener cuidado de cómo hablamos
entre nosotros y debemos evitar el chisme. Hay muchos mandamientos
en el Nuevo Testamento que mencionan las cosas que debemos hacer
entre nosotros: amarnos, perdonarnos, apoyarnos, no juzgar, servir,
presentar y exhortar. Estas acciones solo podemos practicarlas con
otras personas ya que es imposible hacérnoslas a nosotros mismos. No
es el trabajo de otra persona, sino el mío propio. Tampoco se trata de un
programa ni de una práctica semanal.
La integridad, la transparencia y la vulnerabilidad son tres marcas de un
aprendiz de Jesús y son evidencia de una vida que está siendo
transformada por Él. Estas características nos deben describir como
aprendices y deben afectar todo lo que somos y hacemos.
¿Qué diría Jesús sobre tu aprendizaje hasta ahora? Imagínate que estás sentada o sentado al otro lado de la habitación y él te pregunta
acerca de tu jornada. Te pregunta si estás cansada o cansado. Él te promete descanso. Él dice que es manso y humilde de corazón. Él
entiende tu debilidad y tus luchas. ¿Cómo responderías en términos de
integridad, transparencia y vulnerabilidad? ¿Hay algún área de tu vida a
la que puedas a invitar a Jesús a ser parte? Piensa en áreas en las que
quizás has sentido que él ha estado ausente o quizás indiferente.
Jesús comparó nuestra relación con él con un "yugo" que dos bueyes
tiran juntos. Él dijo que él haría que las cosas difíciles fueran fáciles de
llevar. Con un yugo, dos animales pueden tirar más del doble de lo que
cada uno puede hacer solo. Es como andar en bicicleta tándem. La idea
es caminar con Jesús y ser co-partícipes de los planes que Dios nos
revela a través suyo.
La cosecha de cultivos es buena porque alimenta personas. Este tipo de trabajo puede ser agotador pero tiene una gran recompensa.
Jesús dijo que cuando oráramos por obreros para la cosecha le pidiéramos a Dios “arrojarlos” a la cosecha. En el idioma Griego, este
es el mismo verbo usado para echar fuera demonios. Es violento y desordenado. Es abrupto y repentino. No es algo a lo cual cedemos
fácilmente. Somos lanzados a la cosecha. No podemos elegir la parte
menos profunda. Al contrario, generalmente terminamos en la parte
más profunda. Esto es algo que no necesariamente podemos controlar
ni dirigir. Simplemente pasa. Así que mantén los ojos abiertos. Puede
que seas enviada o enviado a una nueva situación donde dejas de ser un
consumidor de la verdad religiosa y empiezas a depender
desesperadamente de Dios, lejos de tu zona de comodidad. Orar por
obreros para la cosecha es una oración arriesgada porque a través de
ella el Señor nos invita a decir como Isaías: "Heme aquí, envíame a mí!"
Felicitaciones por llegar a la segunda mitad de los 40 días. Mira a tu alrededor y busca algo inesperado: una nueva oportunidad, un
nuevo deseo, una nueva capacidad, una nueva conexión, una nueva posibilidad, un nuevo entendimiento, una nueva relación. Lo viejo
ha quedado atrás! Dios está haciendo nuevas todas las cosas. ¿Cómo se ve eso? ¿Qué nuevos patrones ves? ¿Qué estás haciendo con
estos patrones?
Quizás algunas cosas siguen pareciendo iguales, ¿pero tal vez las estás
entendiendo de una manera nueva? La vida es difícil y a veces muy
dolorosa.
¿Dónde está haciendo Dios algo nuevo dentro de lo viejo? ¿Cómo
puedes orar de manera diferente? Gracias a tu lectura bíblica, llegan a ti
pensamientos que te ayudan a entender estas situaciones de una
manera nueva ¿Qué cosas que pueden ser invisibles para el ojo humano
sospechas que Dios está haciendo? ¿Cómo te das cuenta de eso?
El discipulado es un maratón de aprendizaje. Dura toda nuestra vida y la transforma. Es notable que Dios use algo tan simple como leer
y responder a las Escrituras para que esto ocurra. ¿Qué has leído hoy que te esté invitando a la acción?
Las promesas de Dios son así. A menudo vienen con una bendición y una
condición. Algo hay que hacer, pedir, contar o creer. A veces la condición
es clara, como en este ejemplo "Quien tiene sed, venga a mí y beba y
desde su interior correrán ríos de agua viva".
Tienes que tener sed. De ser así, tienes que venir a Jesús y tienes que
beber; ENTONCES ocurre un tipo de desbordamiento espiritual: el
Espíritu brota y fluye de ti como un río. ¿Has sentido alguna vez esto?
¿Cómo puedes comparar tu relación con Jesús con el agua y con una
persona sedienta?
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Día 24 Sí y Amén
2 Corintios 1:20
Porque todas las promesas de Dios son en él «sí», y en él «Amén», por medio de nosotros, para la gloria de Dios.
Mantén tus ojos abiertos esperando las promesas bíblicas a través de la cuales Dios se compromete a hacer algo. Esto debe captar
nuestra atención de manera inmediata. Somos coherederos con Cristo, lo cual significa que muchas de las cosas que le pertenecen a
Jesús también pueden ser nuestras. Las promesas de Dios nunca se agotarán, por lo cual siempre estarán plenamente disponibles, sin
importar que una sola persona o un millón de personas las reclamen. Siempre habrá suficiente porque Dios nunca se verá limitado por
la cantidad de bendiciones pedidas.
Cuando veas una promesa cuya condición se cumple en Cristo, escribe
la fecha en el margen de tu Biblia y ora pidiéndole a Dios que te conceda
esa promesa. Las promesas tienden a operar en torno a una relación
más profunda con Dios, a una mayor influencia en ayudar a otros y en
dejar un legado espiritual que afecte a las naciones. Mantén tus ojos
abiertos aguardando estas promesas. Puede ser que pase bastante
tiempo antes de que veas los resultados, pero todas las promesas de
Dios son "Sí" y "Amén" en Jesús.
¿Cuáles no entiendes?
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Día 25 Inspirada por Dios
2 Timoteo 3:16-17
Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre
de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
El apóstol Pablo dijo a Timoteo que "toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para
instruir en justicia." Dios inspiró a los autores cuando ellos escribieron las Escrituras y nos inspira a nosotros cuando las leemos. Así es
que llegamos a conocer el camino de Jesús. Es así como también
podemos volver a su senda cuando nos apartamos de ella y podemos
disfrutar el resultado de ver nuestras vidas cambiadas.
Hay diferentes maneras en que recibimos las Escrituras: escuchando,
leyendo, estudiando, memorizando y meditando. Necesitamos practicar
estas 5 formas, pero especialmente la meditación. Al igual que una vaca
que rumia hierba, nosotros debemos “masticar” muy lentamente los
pasajes que leemos de las Escrituras, debemos pensar en ellos
continuamente. Esto alimenta nuestra alma y nos enseña a pensar, a ser
y a hacer. Nuestro teléfono móvil nos puede recordar que debemos ir a
las Escrituras. Podemos seleccionar diferentes horas del día para
nutrirnos de ellas.
¿Cómo has percibido la presencia de Dios esta semana? El profeta Elías estaba muy desanimado y necesitaba escuchar la voz de Dios.
Las Escrituras dicen que pasaron un terremoto, un fuego y un viento
poderoso pero Elías no pudo oír a Dios en ellos. Luego Elías escuchó una
voz suave y apacible que le hablaba. Dios le preguntó: "¿Qué haces
aquí?" Elías le explicó y recibió nuevas instrucciones. ¿No es asombroso
que Dios nos hace preguntas para ayudarnos a pensar y para que
estemos abiertos a nuevas ideas? A veces, como se lee, es sólo un
susurro, un empujón, un nuevo pensamiento o una pregunta. A veces se
conecta un pensamiento anterior a una nueva idea. A veces es
escribiendo algo o explicando nuestro pensamiento a otra persona que
logramos entender lo que Dios está diciendo.
¿Qué otra palabra usarías para describir la forma en que Jesús te habla?
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Día 27 El riesgo es la fe aplicada
Hebreos 11:6
Pero sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que él existe y que recompensa a los que lo
buscan.
Relaciones Nutritivas significa tomar riesgos. Nos arriesgamos cuando le decimos a alguien que lo amamos. Nos arriesgamos cuando
nos hacemos vulnerables. El riesgo es una acción que demuestra que nuestra fe es real. Si creyera que una silla me puede sostener, por
fe podría decir "sí, es lo suficientemente fuerte", pero en realidad sólo
tomando el riesgo de sentarme en la silla puedo demostrar que mi fe es
genuina. A veces creemos ciertas cosas por fe, como el amor de Dios por
nosotros y su perdón. Esto nos lleva a arriesgarnos siendo amorosos o
perdonando a otras personas. Entre más riesgos tomes por fe, más
conciencia tendrás acerca del obrar de Dios a tu alrededor. Riesgos
como ayudar a alguien que está en necesidad, o sugerirle algo útil, u
ofrecerte a hacer algo por esa persona. Estos riesgos profundizan
nuestra relación tanto con Dios como con los demás.
¿Cómo nutrimos las relaciones? Cultivamos relaciones estando con otro, escuchando, y orando regularmente por esa persona.
Podemos darle seguimiento más tarde preguntando cómo va la situación. Dios te puede dar un pasaje bíblico durante tu lectura, el
cual puedes marcar como favorito y compartir con alguien para animar a la esa persona,. A veces ayudamos al escuchar la confesión de
otro y oramos y hablamos sobre el perdón de Dios. Dios nos puede
mostrar una manera de servir a la persona, como por ejemplo llevarla a
algún lugar en el auto, o ayudándole a pagar algo, cocinando para ella o
ayudándole a limpiar o a arreglar algo. También podemos pensar en una
pregunta que nos ayude a entender mejor su problema. O podemos
decirle cuánto nos importa y la queremos. Estas acciones hacen el amor
real y nos ayudan a llevar las cargas de otros, lo cual según Pablo nos
permite cumplir la ley de Cristo.
No hace falta que entiendas de nutrición para que comas. Y ciertamente puedes morir de hambre si sabes de nutrición pero no comes.
Esto también es cierto acerca del crecimiento espiritual. No siempre entendemos las Escrituras, pero aun así pueden ayudarnos a
crecer. O todo lo contrario, podemos entender las Escrituras pero estar
muertos de hambre porque no estamos "comiendo" el pan de vida
regularmente.
Cuando leo un pasaje, me resulta útil concentrarme en lo que me es
claro. Quizás puedo ver un área en la que debo crecer, o una verdad
alentadora acerca de Dios a la cual me puedo aferrar. O tal vez puedo
ver un buen ejemplo a imitar o un ejemplo de algo que debo evitar, o
encontrar una promesa que puedo reclamar, o un mandamiento
específico que debo obedecer. Mi imaginación puede activarse
pensando acerca de cosas que Dios ha hecho en el pasado. Permite que
tu lectura bíblica sea alimento que te ayude a mantenerte en
crecimiento.
No tienes que comer comida deliciosa todo el tiempo para nutrirte. A veces la lectura bíblica puede parecernos un poco seca. Esto no
quiere decir que no sea nutritiva. A veces sentimos que deberíamos tener algunos conocimientos profundos de las Escrituras para
compartir o que deberíamos haber experimentado manifestaciones dramáticas de la presencia de Dios. Nos sentimos decepcionados
cuando no es así. A veces la vida normal crece silenciosamente sin
demasiada algarabía. Se trata de seguir dando un paso tras otro paso en
una larga travesía. Puede ser simplemente decir "no" a algo que es
nocivo. Se trata de seguir firme en lugar de rendirse. Está bien no tener
un conocimiento dramático o no tener historias extraordinarias porque
aun así podemos estar bien nutridos leyendo las Escrituras
continuamente. Hemos tratado de ser fieles en el presente. Esto
también es milagroso.
Si estás haciendo estos 40 días y estás teniendo problemas para encontrar compañerismo significativo, trata de aprender a hacer más
preguntas. A veces sentimos que nadie se preocupa por nosotros. Podemos visitar iglesias donde el ambiente es frío o la gente parece
antipática. Podemos entrar y salir sin que nadie nos salude. Nadie se preocupa o las personas están demasiado ocupadas hablando con
sus amigos. Podemos encontrar un grupo pequeño, pero se necesita
tiempo para poder sentirnos como en casa. Algo que podemos hacer es
hacerle más preguntas a la gente, escuchar sus historias y descubrir qué
los hace únicos. También es bueno buscar experiencias comunes y estar
abiertos a aprender lo que más se pueda acerca de sus vidas. Hacer
buenas preguntas es un arte que viene con la práctica. Si perseveramos
vamos a encontrar a otros que quieren crecer y nos podemos animar
mutuamente. Una pregunta oportuna puede ser más útil que una
respuesta correcta.
Si quieres aprender, busca patrones. Una gran parte de nuestro aprendizaje consiste en encontrar e imitar los patrones de las formas
de pensar, ser y hacer. La mayor parte de lo que aprendemos es lo que captamos y no tanto los que nos enseñan. ¿Alguna vez has
notado cómo los niños pueden caminar, hablar y reír como sus padres? Nunca se les dio lecciones de cómo hacerlo. Es muy útil
observar los patrones en la vida de Jesús y aplicarlos para guiar nuestras
respuestas a las diferentes circunstancias: qué pensar, qué decir y qué
hacer. ¿Qué hizo Jesús cuando estaba cansado o desanimado? ¿Cómo
les respondió a los necesitados y a los auto-suficientes? ¿Cómo hablaba
con sus discípulos y con los líderes religiosos? ¿Cómo usó historias y
preguntas? ¿Cómo usó las Escrituras y la oración? Todo esto
proporciona patrones que podemos aprender e imitar en nuestro
discipulado.
No hay que subestimar el valor de los pequeños hábitos saludables puestos en práctica durante un período extendido de tiempo. Esto
es cierto en cuanto a nuestra forma de comer, hacer ejercicio o crecer como aprendices de Jesús. La lectura de las Escrituras, aun si se
hace tan breve como 7 minutos diarios con Dios, genera beneficios a lo largo del tiempo. Una oración diaria por obreros toma unos
segundos, pero mantén los ojos abiertos para ver lo que Dios puede
hacer. Invita y alienta a otros a compartir un encuentro semanal para
hablar sobre lo que están aprendiendo juntos, usando preguntas que
permitan nutrir las relaciones. Esto puede tener un impacto enorme
estableciendo una base espiritual que puede ser una inversión de
tiempo muy valiosa. Por supuesto que sin Jesús en el centro, estas
actividades pueden carecer de significado, pero con Jesús en el centro,
estos hábitos pueden ayudarnos a profundizar significativamente en
nuestra vida como discípulos.
¿Cómo hacer para evitar que estos hábitos se vuelvan un simple estudio
religioso?
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Día 34 Jesús es la vid
Juan 15:5
Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí y yo en él, éste lleva mucho fruto, porque separados de mí nada podéis
hacer.
Hemos explicado el ADN del discipulado, pero sin Jesús estas cosas son sólo una actividad religiosa. Piensa que Jesús es nuestra vida.
Piensa en cómo Él nos salva y nos libera de las obras del diablo. Cómo trabaja en nosotros, nos guía, nos enseña, y ruega por nosotros.
Él nos llama amigos. Debemos permanecer en Él y dejar que Él viva su
vida a través de nosotros. Debemos obedecer lo que nos enseñó y
permitirle ser la roca sobre la cual construimos nuestras vidas. Debemos
imitarlo incluso hasta el punto de tomar la cruz, identificándonos con su
muerte y viviendo la nueva vida que Él nos ofrece. Tenemos que estar
seguros de construir nuestro aprendizaje en torno a Jesús y no hacer de
las actividades de discipulado el fin mismo. Este es el reto en la
formación espiritual: mantener a Cristo en el centro.
El Espíritu Santo es nuestro maestro. Esta es una buena noticia, porque Él siempre está con nosotros, se hace presente a nuestro lado y
nos enseña todo lo que necesitamos. Cuando Jesús se fue, él envió al Espíritu Santo para que tomara su lugar y estuviera
universalmente presente con su pueblo. Jesús dijo que esto era mejor a
que Él mismo se quedara. Esto significa que nuestra interacción con Dios
no es sólo histórica sino continua, dándose en cada y en todo momento.
Esto es espectacular en cuanto a alcance y apunta a una intimidad
continua y a una guianza personal y transformadora. El Espíritu Santo es
todo lo que necesitamos, justo a tiempo, y en la cantidad adecuada.
Nunca debemos sentirnos solos ni olvidados. Nuestra situación está
siempre a su vista. Él ya está trabajando a nuestro alrededor y nos invita
a participar. En esto consiste el aprender de Dios.
Practica algo de lo que aprendes. La experiencia ayuda a cimentar la verdad y da una gran satisfacción al aprendizaje. Esto parece
obvio, pero cuanto más utilizamos activamente lo que aprendemos, más alentador y verdadero resulta nuestro aprendizaje. Debemos
ser hacedores de la Palabra y no sólo oidores. No ganamos favor poniendo en práctica la verdad, pero ganamos el beneficio de ver la
verdad activada según los propósitos previstos. Aunque nuestra
experiencia puede ser un conjunto de pasos prácticos incompletos, sirve
para ayudarnos a avanzar en la dirección correcta. Combinar esta
práctica con la reflexión de tal forma que podamos relacionar la
experiencia con las Escrituras, es algo verdaderamente transformador.
El aprendizaje se convierte en un viaje útil y satisfactorio.
¿Quieres ser un mejor aprendiz? ¿Quieres aprender a prestar más atención a lo que Dios dice y hace? ¿Quieres aumentar el factor de
riesgo? ¿Tienes hambre de más? ¿Qué ideas tienes sobre los próximos pasos? ¿Dónde puedes responder con más de tu corazón y de tu
alma? ¿Cómo sería si Dios hiciera exactamente lo que le has estado pidiendo? Considera tomar la segunda serie de los 40 Días de
discipulado en los 5 verbos de aprendizaje. La serie siguiente también
será un sólo un minuto al día, pero te ayudará a animar a otra persona a
iniciar los 40 días con Dios. Aprenderás a profundizar aún más en los
patrones del A.D.N., tanto a nivel personal como de la otra persona.
Serán alentados a reunirse semanalmente para hablar sobre aquellas
preguntas que ayudan a construir relaciones nutritivas. Descubrirás
cómo Dios quiere revelar su reino a través de ti en nuevas formas
sorprendentes. Cuando estos cuarenta días terminen, selecciona la
siguiente serie si quieres continuar.
¿Le diste lugar a Dios para que por este medio te esté acompañando en
estos 40 días? ¿Qué es lo que el pasaje mencionado nos hace saber?
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Día 39 El Desafío de un Millón de Obreros
1 Tesalonicenses 5:11
Por lo cual, animaos unos a otros y edificaos unos a otros, así como lo estáis haciendo.
Aquí ponemos el Desafío del Millón de Obreros a consideración tuya. En los próximos 4 años queremos ayudar a 1.000.000 de
seguidores de Jesús a encontrar una manera de servirle a Dios como voluntarios. Ellos pueden hacer algo tan simple como ayudar a
alguien a interactuar con las Escrituras. Pueden animar a alguien a crecer y apoyarlo en oración. Pueden dialogar sobre las preguntas
que permiten construir relaciones nutritivas y compartir aspectos
destacados de las lecturas bíblicas durante toda la semana. Ellos no son
expertos, sólo compañeros de estudio. Si a alguno se le plantea una
pregunta difícil de responder, puede decir: "Yo no sé la respuesta, pero
puedo tratar de averiguarla". Su propia vida se convierte en un ejemplo
y un modelo que los demás pueden imitar.
Felicitaciones para terminar estos 40 días. Hemos examinado el ADN del discipulado (misión Apostólica, verdad Divina y relaciones
Nutritivas) y hemos practicado el ser, el hacer y el pensar de acuerdo a nuestra fe en Jesús. Al principio dijimos que estos 40
días serían un tiempo de prueba en el que algo importante iba a
suceder. ¿Tienes alguna idea de lo que podría ser? No te preocupes si
todavía no está claro porque a veces el crecimiento es invisible. A veces
es algo que otros pueden ver, pero no nosotros mismos. A veces es un
sentimiento o una convicción, pero a veces se trata simplemente de
haber sobrevivido a la prueba. Cuales quieran que sean los resultados,
¡regocíjate! ¡Dale gracias a Dios! Celebra este logro. Dile a otra persona
como su perseverancia puede ser de gran estímulo para ti y un ejemplo
a seguir. Y expresa tu gratitud a Dios por tener un Salvador como
Jesucristo. No olvides inscribirte en el próximo serie. El enlace se
encuentra más abajo.