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OSCAR PETERSON Soberbio piano de Jazz

Grabado en el estudio privado de su amigo Has Georg Brunner Schwer este álbum es en mi
opinión uno de los mejores (si no el mejor) disco de piano con canciones de Jazz editados
jamás.

El estilo de Oscar Petersen se nutre de varias fuentes incluyendo a Nat King Cole, Geroge
Shearing, James P. Johnson y el mismísimo Art Tatum.

Oscar es un pianista muy ecléctico (al igual que Bach), y a la historia no le importa quién hizo
algo primero sino quién lo hizo mejor. Es por esta razón por la que creo que Peterson es uno
de los grandes pianistas de la historia, ya que hizo lo que sus predecesores pero mejor. Toca
los “runs” de Tatum pero más rápido, con más emoción, con mayor rango estilístico y con más
“swing”.

Este álbum se grabó gracias a Hans Georg Brunner Schwer, que siendo gran admirador de
Oscar, esperó hasta que éste se libró de un contrato con un sello discográfico americano para
lanzar cuatro álbumes de Peterson con su trio para su sello MPS.

A la hora de la edición del en el estudio privado de Hans, se dieron cuenta de que no tenían
material libre suficiente para publicar un cuarto álbum, ya que los derechos de muchas de sus
canciones ya grabadas pertenecían al sello discográfico anterior y es por esto que Hans le
propuso a Oscar el grabar un “Vol IV” sólo con él al piano, a lo Oscar aceptó sin dudarlo.

Sólo en un álbum en solitario se podía haber plasmado el talento de este gran pianista y el
alcance de su técnica. Es un gigante. Cómo controla el desempeño del “swing” sin una sección
rítmica que le acompañe es acojonante.

En la balada “Who can I turn to” se demuestra que es uno de los mejores pianistas de baladas
de Jazz, ¡y tocando con emoción!

Y qué decir de la calidad de la grabación, tan sólo decir que se puede oír a Oscar disfrutando y
marcando el ritmo con el pie en los pasajes más animados…
En el mes de diciembre del año 2007 murió en Mississauga, una ciudad cercana a Toronto
(Canadá) el pianista Oscar Peterson. Se le podría calificar como aquel que usaba el silencio
como herramienta musical, pero que no abusaba de ellos porque su inventiva era capaz de
llenar horas de improvisación.

Recuerdo que en varias ocasiones le pedí a un profesor de piano-jazz que tocara “a lo Oscar
Peterson”. No sé si su estilo tendrá un nombre concreto (no me refiero al estilo de jazz que
practicaba, sino a su estilo personal), pero para mí es diferente y fácil de distinguir del de otros
músicos.

El jazz no es un género muy popular en la actualidad, pero es indiscutible, aunque pueda


parecer exagerado, que quienes dicen que es el maharajá del piano (calificativo que le dio el
no menos admirado Duke Ellington) no van desencaminados.

Oscar Peterson nació en Montreal. Esta ciudad es conocida mundialmente entre los
aficionados al jazz por su excelente festival, que ostenta el récord Guiness como el festival de
jazz más importante del mundo (3000 músicos, 650 conciertos y más de 2.5 millones de
espectadores). Esto no es que pudiera resultar premonitorio o influyente para su carrera
porque Peterson nació en 1925 y el festival se hace desde 1980.

Empezó a recibir clases siendo niño, en primer lugar de su padre y posteriormente de Marky,
un discípulo de István Thomán, quien había sido alumno de Franz Liszt. Sus primeros pasos en
el piano fueron aprendiendo lo que solemos llamar música clásica. Más tarde fue cautivado
por el boogie-woogie y el ragtime.

Sobre su vida y obra se puede leer mucho en diferentes fuentes, y su artículo en la wikipedia
en inglés es bastante completo. Es más importante reseñar en este artículo las sensaciones
que él transmite que citar sus premios, discos y giras que son accesibles en muchas partes si el
lector tiene interés.

Peterson mostraba a través del sonido una personalidad abierta, desenfadada, espontánea e
imaginativa. Cuando parecía que no era capaz de hacer algo diferente e innovador lo
conseguía, todo en cuestión de segundos sacando de la chistera un giro armónico o rítmico.
Oscar Peterson era capaz de tocar un blues lento y apasionado pero también un tema de
bebop acelerado y que requería de una técnica musical muy avanzada. Por eso algunos decían
que era un maharajá o un mago del piano.

Una de sus cualidades, que aparece referida en el título de este artículo, tiene que ver con el
swing. Peterson era capaz de dar su sentido personal a la música, y este tenía mucho que ver
con el swing, entendiendo este más como fraseo (shuffle) que como estilo concreto del jazz. Se
podría comparar esta forma de swing con ese duende que se atribuye a ciertos cantaores o
músicos de flamenco. Esa milésima de segundo que es tan fácil de percibir y entender pero
que es casi imposible imitar o explicar.

Oscar Peterson, maestro del jazz y mago pianístico del 'swing'

El músico canadiense grabó con las más destacadas figuras

Iker Seisdedos

26 DIC 2007

Con Oscar Peterson, fallecido el domingo en su casa de Ontario (Canadá) a los 82 años a causa
de un fallo renal, desaparece la contagiosa alegría del swing, el piano como instrumento
exuberante de emoción y el jazz comercial entendido como una de las más elevadas artes.

Intérprete dotado y generoso y optimista incorregible, Peterson era uno de los últimos
representantes de la era gloriosa del mainstream jazz, aquella inolvidable generación que en
los cincuenta y sesenta introdujo de estraperlo el mejor jazz bajo la apariencia de una música
para todos.

Nada venía siendo lo mismo desde 1993, cuando el pianista canadiense sufrió un ataque al
corazón que le mantuvo dos años fuera de la escena. En términos de un estajanovista del
swing como él (existen decenas de grabaciones a su nombre o al servicio de otros) equivale a
decir media docena de álbumes. A su vuelta, prácticamente tuvo que aprender de nuevo a
tocar, con maneras ralentizadas (eran legendarias su rapidez, su claridad expositiva y su
fuerza) pero con el entusiasmo intacto.

Hijo de un ferroviario, nació en Montreal en 1925. Como en el manual de uso del perfecto
canadiense de talento musical, Peterson tuvo que emigrar y se plantó con su enorme figura a
finales de los cuarenta en la escena neoyorquina, entonces un incandescente volcán creativo
que caminaba a lomos de los endiablados solos de los genios del bebop, un estilo que vino a
cambiar el paradigma jazzístico para siempre.

Emparentado estilísticamente con Art Tatum, Nat King Cole o Bud Powell, Peterson se pondría
pronto a las órdenes del productor Norman Granz, que lo convirtió en emblema de sus muy
rentables sellos (Clef y Norgran, que dejaron paso en 1956 a Verve). Los discos firmados por el
trío que formó con Ray Brown, bajista, y Ed Thigpen, batería, bastarían para hacerlo ingresar
en la historia del swing.

Cuando la "América del cóctel" despertó de la resaca y el jazz se vio desplazado por el pop en
los corazones de los adolescentes, Peterson se llevó su maestría con las 88 teclas al sello
alemán MPS (en español, El Sonido más Perfecto), una discográfica que, desde Villingen, un
pequeño pueblo de la Selva Negra alemana, fue capaz de marcar época con sus producciones.
En los setenta, el jazz cogió discutibles derivas hacia la fusión y la contaminación con otros
estilos, y el pianista entró a formar parte de los viejos resistentes (Ella Fitzgerald o Dizzy
Gillespie son sólo dos ejemplos) que, desde el sello Pablo, también propiedad de Norman
Granz, crearon una música que ellos mismos habían forjado y no veían por qué tenían que
dejar de hacer: un jazz amable, con el infalible sabor de las cosas reconocibles.

El ataque al corazón, en 1993, le dejó tocada la mano izquierda, con la que sabía llevar el ritmo
como nadie, verdadero puntal de su estilo percusivo. Con todo, volvió a los escenarios y a los
estudios (en los últimos años estuvo unido al sello Telarc) y, cumplidos los 80 -en 2005 y
rodeado de deudores declarados como la pianista Diana Krall-, practicó el swing con el
entusiasmo contagioso de sus tríos de los mejores tiempos hasta su muerte, ocurrida el
pasado domingo.

viernes

OSCAR PETERSON (1925-2007) ALAS EN LOS DEDOS

PERSONAJE: Es cierto que hay muchas personas dotadas para destacar, pero hace falta un
inmenso esfuerzo para lograrlo. Oscar Peterson decía:

"Practicaba unas 18 horas diarias. De nueve de la mañana hasta la hora de comer, y después
de comer hasta las siete de la tarde; recién acabada la cena volvía ante el piano hasta que mi
madre literalmente me despegaba de la banqueta"

Ese esfuerzo lo continuó repitiendo a lo largo de toda su vida, siempre buscando el "más difícil
todavía" y defendiendo frases musicales largas y extraordinariamente veloces frente a la
tendencia general. Yo personalmente, si tuviera que elegir entre alguna de sus versiones, me
quedo con su "Corcovado".
BIOGRAFÍA: Oscar Emmanuel Peterson nació el 15 de agosto de 1925 en Montreal (Canadá).
Rodeado de un entorno musical, ya que su padre y sus hermanos tocaban el piano y el órgano,
el se aficionó a la trompeta pero lo tuvo que dejar por culpa de una tuberculosis.

Está claro que su destino era el piano, y tenía gran facilidad, ya que consiguió ganar un
concurso a los 14 años. Le gustaba mucho Teddy Wilson de quien llegó a memorizar su
repertorio. El maestro Paul de Marquis, húngaro de origen, le dio clases particulares.

En 1944 empezó a tocar en la famosa orquesta canadiense de Johny Holmes, pero su gran
salto se produjo en 1949 cuando el célebre productor Norman Granz le contrató para el JAZZ
AT THE PHILARMONIC (J.A.T.P.), debutando en el Carnegie Hall de Nueva York. Gracias a ello
tuvo la oportunidad de tocar con los músicos más famosos de su época. Su gran velocidad al
piano llamaba mucho la atención aunque también fue criticado por excederse en su
pretendida demostración de virtuosismo. Yo me decanto por que cada músico es diferente y
hay que respetar eso.

En 1951 formó un trío en el que figuraba Ray Brown (contrabajista) y Barney Kessel
(guitarrista). Sin duda la idea era similar al estilo de Art Tatum y al NAT KING COLE TRIO pero
dándole su propia personalidad y convirtiéndose en referencia del jazz entre 1953 y 1958, año
en que Kessel fue sustituido por el batería Gene Cammage primero, y Ed Thigpen después.
Esto fue convirtiendo su música en más individualista, con largos pero brillantes solos.

En 1964 firmó por el sello MPS consiguiendo memorables grabaciones como la serie de
álbumes "Exclusively For My Friends" (especialmente "My Favorite Instrument"). En 1973
volvió a trabajar para la organización Granz, realizando un extensísimo trabajo. Un derrame
cerebral en 1993 le afectó el lado derecho de su cuerpo pero su gran fuerza de voluntad le
ayudó a recuperarse bastante bien. Finalmente, una insuficiencia renal acabó con su vida el 23
de diciembre de 2007 en Mississauga (Canadá). Adiós Oscar, gracias por tu música.

Oscar Peterson es uno de los mejores pianistas de jazz de todos los tiempos. Un pianista con
una técnica fenomenal en el nivel de su ídolo Art Tatum.

La velocidad de Peterson, la destreza y habilidad para los swings en cualquier tempomusical ha


sido asombrosa. Muy efectivo en grupos pequeños, y acompañando a cantantes. Oscar es
perfecto cuando acompaña a solistas instrumentistas. Su estilo original no trata sobre un
idioma musical específico. Como Erroll Garner y George Shearing, las características del músico
al tocar se formaron durante la mitad de los cuarenta y son un tipo especial dentro del género
del swing y del bop.

Peterson ha sido criticado a lo largo del tiempo porque usaba muchas notas, que su música no
evolucionó desde 1950 y por grabar un gran numero de álbumes. Quizás es porque las críticas
no lo favorecen en su carrera es que probablemente se puede decir que este pianista tocaba
cien notas cuando otros pianistas a lo mejor usan solo diez; pero esas cien usualmente son
adecuadas, y no hay nada de malo en mostrar la técnica personal cuando se toca la música.
Oscar Peterson

Como con Johnny Hodges y Thelonious Monk, para nombrar dos, Oscar pasó su carrera
creciendo con su estilo con bastantes cambios importantes ya que una vez que su grupo
estaba fijado, probablemente encontraba una manera aceptable de manejar su carrera.
Porque Norman Granz era su pianista favorito, junto con Tatum, fue un motivo que lo llevo a
grabar algunas de sus grandes obras de arte. No todos eran esenciales, y muy pocos eran de
rutina, pero la gran mayoría eran excelentes y hay docenas de clásicos.

Oscar comenzó con las lecciones clásicas de piano cuando tenía seis años de edad y se
perfecciono rápidamente. Después de ganar un show de talentos a los catorce, Oscar comenzó
a brillar en un programa de radio semanal en Montreal. Peterson adquirió muy pronto la
experiencia de un pianista adolescente con la orquesta de Johnny Colmes.

Desde 1945 hasta 1949, Oscar grabó 32 selecciones para Victo en Montreal. Aquellas
actuaciones del trío encontraron en este músico a una persona con afecto al Boggie-Woogie,
que pronto descartaría y haría evolucionar, y el estilo del swing de Teddy Wilson Y Nat King
Cole.

Su técnica fue brillante incluso en ese primer período y aunque la influencia del bop todavía no
lo había sorprendido, ya era un impresionante pianista. Durante algún corto tiempo estuvo
vinculado con el cantante de jazz Louis Armstrong el cual grabó en esos tiempos algunas de sus
canciones mas exitosas.

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