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2- ¿Cuáles son las fases y los elementos que deben considerarse en el proceso de la
producción radiofónica?
Según Rodero Anton, las fases en el proceso de producción radiofónica son:
a. Concepción: conocimiento teórico y técnico y recolección de elementos productivos;
b. Selección: elección de elementos productivos;
c. Diseño: combinación y estructuración de elementos productivos;
d. Realización: materialización del producto final.
La autora señala que los elementos que intervienen en la producción radiofónica son: primero, el
conocimiento teórico de los componentes de la producción, es decir, el sonido y los elementos del
lenguaje radiofónico, así como la destreza para manejarlos y combinarlos; y segundo, conocimiento
técnico de las herramientas de la producción radiofónica, es decir, la tecnología como mediación
imprescindible en la construcción del producto radiofónico.
Según Pansarasa, las etapas en el proceso de producción son:
a. Pre-producción: según el tipo de programa que se desea realizar, lo primero a definir es el eje
temático del mismo, en tanto contenidos textuales como musicales. Luego, se recolecta
información pertinente y se selecciona que contenidos serán volcados en el guión, de manera
que, se pueda mantener una coherencia y se supere cualquier imprevisto que se presente.
b. Producción: en la cual intervienen actores como locutores, conductores, operadores, etc.,
consiste en la ejecución del guión por parte de todos los que participan en la salida al aire. Sin
embargo, existe la posibilidad de los imprevistos, los cuales se pueden superar apelando a la
seguridad de quienes llevan a cabo la puesta en marcha del programa.
c. Post-producción: evaluación de lo que se hizo, del contenido y de los concreción de los
objetivos que se plantearon desde el comienzo de la labor.
GUÍA N° 2
2- ¿Qué elementos diferenciales encuentra con otros géneros radiofónicos siguiendo el texto
de María del Pilar Martínez y de Susana Sanguinetti?
Según lo marcado por ambas autoras, los elementos que marcan una diferencia entre géneros
periodísticos y géneros radiofónicos están vinculados a los objetivos que persiguen cada uno de ellos.
En principio porque en radio se tienen tres objetivos fundamentales: informar, educar y entretener; al
mismo tiempo, y al igual que los géneros periodísticos, buscan informar, opinar, narrar y persuadir. El
informar conlleva proporcionar el distanciamiento reflexivo necesario para la comprensión de un
acontecimiento. El periodista radiofónico, además de contar con la información, narra, indaga, escribe,
explica, interpreta y compara. La radio como medio informativo juega un papel diferente porque más
allá de transmitir lo más rápido posible los acontecimientos actuales, permite aumentar la compresión
pública a través de la explicación y el análisis. Además, informar en radio se genera opinión, estos
textos de opinión se basan en la interpretación razonada del tema actual sobre el cual, el periodista,
aporta valoraciones y juicios alejándose de lo puramente informativo. En los géneros de opinión se
puede intentar convencer a la audiencia sobre un tema y allí, el objetivo es persuadir, es decir, la voz
y el texto apelan al instinto, los sentimientos o los intereses del oyente para que su acción esté puesta
en un determinado sentido. Los elementos que toman protagonismo en los géneros radiofónicos son
la voz o la palabra, o bien, el decir, los recursos sonoros que acompañan a ese decir y obviamente, el
oído del oyente que es quién en definitiva decodifica el mensaje, lo interpreta, adhiere a la opinión o la
rechaza.
3- ¿Qué implica la objetividad y la veracidad en el periodismo?
La objetividad está vinculada al respeto por la verdad de los hechos, y toda la información que se
transmite se expresa está bajo este punto de vista. Sin embargo, la objetividad en el periodismo es
casi inexistente puesto que siempre existe la subjetividad; es decir, que a todo mensaje se lo codifica,
se le da forma, hay una construcción afectiva, por lo tanto la información no es ni objetiva ni exacta,
ya que las noticias son producto de un juicio, son una reconstrucción de un hecho de interés público
sobre el cual, el periodista interpreta según sus consideraciones personales. Si bien la objetividad es
más abstracta, existe lo que se llama la honradez del punto de partida. La objetividad y la imparcialidad
no deben ser entendidas como dimensiones en el contexto de los restantes principios establecidos en
la tarea de informar (novedad, actualidad, interés, importancia, proximidad, implicación). La opiniones
deben ser identificadas y respetar el principio del pluralismo, esto permite dar cuenta de los diferentes
puntos de vista significativos y el eco social que las mismas son capaces de suscitar. La proximidad
territorial en la que se produce un hecho es la que también determina su valor e interés dentro de una
comunidad.
Por otra parte, el término veracidad se emplea cuando se quiere dar cuenta que alguna cuestión, un
hecho, una declaración, entre otras cuestiones, guardan estricta conformidad con la verdad. Es decir,
la veracidad es algo así como la condición que ostentará un juicio o un razonamiento, que expresará
fehacientemente lo que opina quien lo emite. La veracidad está estrechamente vinculada con
conceptos de buena fe, honestidad y sinceridad, y por ello, es que se opone ciertamente a la
hipocresía, a la especulación, al rumor y a la mentira.
En el caso de ejercicio del periodismo, especialmente en el marco de la comunicación de masas, el
poder de llegar a una audiencia de millones de personas que resultará tan pero tan heterogénea,
también demandará al profesional observar una responsabilidad extrema a la hora de la difusión de
noticias y mucho más, cuando las mismas se refieren a algún tema muy sensible para la sociedad.
Asimismo, en lo que concierne a la intimidad y al buen nombre de las personas es importantísimo que
los comunicadores sociales guarden respeto porque ambas cuestiones resultan ser muy sensibles y
pueden acarrearle al individuo afectado por informaciones inexactas muchas complicaciones.
4- ¿Cuáles son los tres grupos en que puede dividirse el género periodístico?
Los géneros periodísticos pueden dividirse en tres grandes grupos basados en el enfoque especial en
el cual se efectúa la información.
Género periodístico informativo: implica todos los textos cuyo contenido es el hecho o suceso en
sí, los protagonistas cuando ellos son sucesos. Pueden también narrarse la forma, el lugar y el tiempo
de realización de un hecho. Para que la información sea objetiva, debe ser verificada y se debe evitar
los juicios de valor.
Género periodístico interpretativo: implica todos aquellos textos cuyo contenido sigue siendo el
hecho pero teniendo en cuenta su contexto. El hecho se analiza desde distintos ángulos y se exponen
todos los elementos que se relacionan con los antecedentes, causas y posibles resultados, dando
lugar a un panorama más global. Asimismo, se expone al hecho de manera impersonal, tomando una
distancia mediadora entre él y la opinión pública, esto permite que el receptor saque sus propias
conclusiones.
Género periodístico de opinión: implica todos aquellos textos cuyo contenido también es el hecho
pero que se expone a través de apreciaciones, juicios y opiniones del observador. El discurso
argumentativo se construye con la finalidad de persuadir y convencer al receptor de manera que este
adhiera a lo que el emisor dice.
GUÍA N° 4
GUÍA N° 5
Para organizar su experiencia, representarse en el mundo y vincularse con los que lo rodean, el
hombre utiliza la lengua, es decir, diversas estructuras lingüísticas o modalidades discursivas, las
cuales son modalidades cognitivas (modos de representarse el mundo). La Narración constituye uno
de ellos ya que es una modalidad discursiva que permite al sujeto incidir, a través de emociones y
sentimientos que provoca sobre valores, opiniones y actitudes, y orientar su cognición con el fin de
que comparta sus modelos mentales o representaciones del mundo. Todo relato nace de la necesidad
que tiene el hombre de ordenar la experiencia real o imaginada y darle sentido. La narración se
constituye como uno de los modos de organización de su discurso y el esquema mental que permite
comprender el mundo. La narración es un medio de conocimiento porque muchas de las preguntas
que se formula el hombre en su afán por indagar sobre la realidad se responden por medio de ella.
Por otro lado, a través de la narración, cierta información o saber se torna más accesible, permite
acercarse hacia lo que se desconoce y no es explicado. Toda comunidad y toda cultura se fundan en
la capacidad de organizar y comunicar la experiencia en una forma narrativa, porque si bien la cultura
crea e impone lo previsible, sólo conserva los casos que contradicen sus normas y que exigen ser
explicados. Es a través de la narración que un sujeto o una comunidad pueden dar cuenta de sus
orígenes y de su historia. Convertida en género la experiencia individual se inscribe en la cultura de
una comunidad, aquí la narración de lo inusual puede interpretarse y cobrar significado.
En forma oral, escrita o cantada, la narración atraviesa los ámbitos más diversos como la canción, la
anécdota, el chiste en la conversación, o como la noticia, la crónica periodística en los medios de
comunicación. Describir y distinguir la actividad narrativa ayuda a transformar al lector ingenuo en un
lector crítico capaz de adquirir control sobre el relato, y así descubrir la multiplicidad de niveles de
significación que lo constituyen.
2- Siguiendo el texto de Emma Rodero Antón responda
a- ¿Qué son los géneros de ficción? ¿Cómo se los distingue de los géneros informativos?
Los géneros de ficción aparecen en radio como una nueva modalidad para narrar que apartada de la
realidad o de la actualidad, se ofrece como un género intemporal diferente a los periodísticos. Se
convierten en un producto radiofónico de calidad que se sustenta en un tratamiento formal elaborado,
que incluye un cuidado especial por la locución y por el montaje sonoro.
Los géneros de ficción se diferencian de los géneros informativos porque:
1) Son contenidos variados no necesariamente sujetos a la actualidad. La radio actual ofrece una
agenda bastante reducida, circunscrita en su mayor parte siempre a la información de actualidad,
como principal característica, y no sólo en los programas puramente informativos. Frente a ellos,
los contenidos de ficción se presentan como géneros que pueden alejarse a voluntad de esa
realidad informativa a la que se encuentra tan apegada el medio radiofónico actual.
2) Son contenidos presentados en un género distinto a los actuales. De esta manera, se recupera un
formato abandonado hace tiempo por la radio y, con ello, se enriquece una oferta actual centrada
en los géneros informativos (noticia, informe, crónica y entrevista) y de opinión (tertulia y
comentario). La radio debe ofrecer historias modernas, acordes con los tiempos que vivimos. Se
trata entonces una renovación de temas y formas de presentación de lo que hemos conocido
tradicionalmente como géneros dramáticos. En definitiva, se impone una modernización, como el
radioteatro y la radionovela.
3) Son contenidos con un tratamiento formal y un montaje más complejo. Es indudable que un
tratamiento sonoro más elaborado provoca una mayor satisfacción en la audiencia. Y, por eso, los
géneros de ficción suelen ser muy bien acogidos. Se sustentan en combinaciones más elaboradas
de los elementos del lenguaje radiofónico y, sin duda, en un montaje más complicado. En primer
lugar, nos ofrece una calidad excepcional de sonido que permite disfrutar y apreciar cada uno de
los elementos del lenguaje radiofónico, sin interferencias, ni ruidos. Pero, en segundo lugar, ya
contamos con programas informáticos con los que se pueden producir montajes radiofónicos muy
complejos en muy poco tiempo y con una gran facilidad de uso. Por tanto, nunca como ahora resultó
tan sencillo producir unos géneros, los de ficción, que son por definición más complicados de
realizar.
4) 4) Son contenidos idóneos para presentar como almacenados. Las nuevas tecnologías favorecen
un acceso directo e inmediato a un contenido demandado por el usuario, lo cual facilita el ofrecer
contenidos grabados. En este sentido, los géneros de ficción son idóneos para presentarlos como
formatos de contenido almacenado, aislados, sin necesidad de estar insertos en un determinado
programa. Una buena historia de radio no necesita un marco determinado para emitirse. Se puede
presentar como contenido autónomo, enlatado y ajeno por completo a una programación.
b- ¿Cómo se clasifican?
1) Radionovela: género narrativo amplio, supone una historia de ficción de manera serializada,
y mantiene las características del relato.
2) Géneros de diálogo:
Radioteatro: es un formato que comienza y termina en una sola emisión. Presenta conflicto,
nudo y desenlace. Tiene varias escenas y personajes. Su duración es variada (minutos u
horas). Se pueden distinguir dos tipos de personajes:
Personificación: un actor o locutor crea un personaje con ciertas características, por lo general
con fines humorísticos;
Imitación: se imita la voz de una personalidad reconocible por la audiencia, los imitadores
pueden realizar monólogos o dialogar con el conductor.
Sketch: formato humorístico breve de pocos personajes. Es una escena que se caracteriza
por diálogos cortos, pies y remates que proponen los personajes. Se basa mucho en diálogo
más que en la narración.
Parodia: formato que se emplea para el humor y la crítica. Se copia de manera caricaturesca
el formato de otro programa, lo deforman y se lo lleva al absurdo.
Monólogo: es un texto en primera persona, se habla con uno mismo y con el oyente. Sigue
cualquier estructura dramática, el personaje pone en juego un conflicto que lo aqueja, tiene
algo que resolver o contarnos. Es un formato breve y puede estar acompañado de música y
efectos sonoros
3) Géneros mixtos:
Adaptación literaria: amolda una obra literaria a las particularidades de la radio pero tanto su
duración como la estructura son similares a las del género que adapta.
Recreación: recrea un suceso de actualidad o histórico y lo recrea. Puede adoptar la forma de
radionovela, radioteatro o representación. Su contenido mezcla datos reales y datos ficticios y
según el formato radial al que se adapte, se determinará su estructura.
El relato radiofónico es una narración ficcional extensa que puede alcanzar 15 o 10 minutos. Su
extensión permite ampliar el número de personajes, escenarios y acciones. En cuanto a las acciones
se pueden ampliar hasta dos principales. La estructura del relato amplía tanto el tiempo como la
complejidad temática. El planteamiento puede durar un minuto y medio, el desarrollo puede rondar los
siete minutos, y el cierre es breve, no debe ir más allá de un minuto.
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La ciberradio amplía su acción y enlaces con otros sonidos, generados dentro de la red, que van siendo
incorporados, como sinergias, y de forma directa o indirecta, en la ciberradio, incrementando y
transformando así su modo tradicional de expresión auditiva. Una innovación sonora que puede
funcionar de manera autónoma o integrada en el conjunto de servicios de la ciberradio y que concierne
no sólo al elemento musical sino también a la voz. En el caso de la música, ésta cuenta con diversas
vías de expansión en Internet, no sólo como contenido propio sino como ofertas radiofónicas de música
especializada que servirán de opción a las descargas que podrán realizar los oyentes. Se produce una
convergencia entre distintos grabadores- reproductores y la ciberradio, a través del canal Internet.
Asimismo, la aplicación de la informática a todos los procesos productivos, desde el servicio de
documentación hasta la edición, pasando por la comunicación a través de sistemas on line, es ya hoy
una condición imprescindible de eficacia y un rentable instrumento en la medida en que permite
mejorar la calidad de los productos radiofónicos.
Sin embargo, las radios convencionales siguen presentando en la red el mismo estilo y formato
radiofónico, ofreciendo una agenda muy reducida circunscrita a la información de actualidad y
repitiendo los mismos temas relacionados con el momento político, económico, cultural o deportivo y,
en cuanto al contexto social, ciñéndose en las crónicas de sucesos cotidianos y prensa rosa. En cuanto
a las radios especializadas, su oferta es también muy poco variada y sujeta a poca especialización,
sobre todo en las radios musicales donde casi todas ellas se centran en los mismos géneros y estilos.
Entre los géneros y subgéneros informativos más utilizados se marca la noticia, en primer lugar,
seguida del informe y la crónica. Entre los de opinión, la tertulia y comentario. Asimismo, existe una
semejanza entre los géneros de participación en el sistema tradicional e Internet, casi siempre
vinculada a los temas de actualidad. Los reportajes y los programas creativos son cada vez menos
frecuentes tanto en la programación radiofónica convencional como en la ciberradio.