INTELIGENCIA EMOCIONAL

La inteligencia se la define como un conjunto habilidades que nos permite, entre

otras cosas, tomar las riendas de nuestros impulsos emocionales, comprender los
sentimientos más profundos de nuestros semejantes y manejar amablemente
nuestras relaciones. Una persona emocionalmente inteligente es aquella capaz de
gestionar satisfactoriamente las emociones para lograr resultados positivos en sus
relaciones con los demás.
Podemos afirmar que la inteligencia emocional es una forma de interactuar con el
mundo que nos rodea por medio de nuestros sentimientos, habilidades,
entusiasmo, perseverancia, empatía y agilidad mental, entre otros aspectos.
Es de gran importancia el desarrollo de habilidades prácticas en el momento de
manejar nuestra inteligencia emocional en los distintos entornos que nos
desenvolvamos, como en los vínculos laborales, familiares, sentimentales, entre
otros; siendo la clave a la hora de tener éxito en estas, manejando habilidades
tales son como autoconocimiento emocional, también llamada autoconciencia
emocional, hace referencia a la capacidad para reconocer nuestras propias
emociones y cómo afectan a nuestro estado de ánimo. Las personas con esta
habilidad bien desarrollada muestran: confianza en sí mismo, una autoevaluación
realista y un sentido del humor autocrítico; autorregulación emocional, Las
personas con altas capacidades de autocontrol suelen tener altos niveles en
confiabilidad, apertura al cambio o conformidad con la ambigüedad;
automotivación, estas personas suelen tener un alto impulso hacia el logro y un
gran compromiso en los proyectos en los que se envuelven; empatía, es el
reconocimiento de las emociones ajenas. Saber cómo se siente la otra persona
por sus expresiones, gestos nos ayudará a mantener unas buenas relaciones
sociales y las relaciones interpersonales, son clave para el desarrollo personal y
profesional. Es evidente que mantener relaciones sociales saludables repercute
positivamente en nuestra vida, ser simpático ayuda, ser comunicativo de manera
asertiva, ayuda.
La vida se encuentra llena de circunstancias que no podemos controlar, sin
embargo, sí podemos controlar nuestras emociones, así se obtendrá un mejor
equilibrio mental con nosotros mismos y con aquellos que rodean nuestro entorno.
Por tanto, queda bastante claro que el éxito laboral y personal no pasa
exclusivamente por sacar buenas notas en matemáticas en el colegio, sino por
cultivar nuestra inteligencia emocional.
Actividades de apropiación del conocimiento (Conceptualización y
Teorización).
Haga un análisis reflexivo de la manera como usted expresa sus emociones
positivas y negativas y redacte un ensayo. Su ensayo debe cumplir 6 condiciones
básicas que son:
a. Un título.
b. Primer párrafo: escriba una introducción breve
c. Segundo párrafo: escriba un análisis de la manera como usted expresa sus
emociones positivas y negativas.
d. Tercer párrafo: describa un ejemplo de la forma como expresa sus emociones
positivas y negativas, desde sus propias vivencias.
e. Cuarto párrafo: Argumentar de qué manera convertirías tus emociones
negativas en positivas.
f. Quinto párrafo: Conclusión

ANÁLISIS DE EMOCIONES
En nuestra vida cotidiana las emociones juegan un papel muy importante, los
seres humanos percibimos el mundo en términos de emociones positivas,
negativas, y tanto las agradables como las desagradables están profundamente
arraigadas en nuestra biología. Las emociones negativas son nuestra defensa en
contra de amenazas externas, y nos ayudan a enfrentarlas. El miedo es una señal
de defensa frente a un peligro, la tristeza es una respuesta adaptativa ante una
perdida, y el enojo surge cuando alguien nos ataca o invade y las emociones
positivas como la alegría, el placer, o la tranquilidad, permiten construir reservas
que nos ayudan a enfrentar amenazas, se puede afirmar que el mundo sin las
emociones no tendría gran sentido.
Por lo general en la vida cotidiana me enfrento a diversas situaciones, en el
entorno académico, familiar, laboral, etc., los cuales pueden incurrir en la
estabilidad emocional, ya sea de una manera positiva o negativa, en lo que
siempre me enfoco en encontrar la solución que se adecue más a la situación que
se presente, que en la mayoría de casos me funciona la calma o serenidad,
teniendo en cuenta auto-control, pero no siempre es color de rosa, existen
situaciones en las cuales las emociones negativas me juegan una mala pasada,
truncándome la posibilidad o expresar mis emociones frente a algún objetivo o
frente a personas.
Un ejemplo clave en mi vida sería mi relación con mi pareja, se podría mencionar
mi falta de entendimiento frente al manejo emocional, en el cual el auto-control
emocional que manejo es bastante variable, para hacer frente a conflictos, que en
su mayoría los produce su falta de palabra y la impuntualidad, cabe resaltar que
soy algo psicorrigida con la puntualidad en especial, pero con él siempre me
encuentro con el mismo inconveniente, actualmente he optado por manejar
adecuadamente mis reacciones frente a esta situación, con auto-control y
empatía, encontrando palabras más adecuadas, manejando otro tipo de
estrategias para ya notar mejoría sustancial, en los dos, siendo un punto a
favorable para las relación de pareja, después de un proceso algo largo. .
Las emociones forman parte de nuestra existencia. Todos tenemos emociones
negativas y positivas, y ambas son necesarias para nuestra supervivencia. Eso sí,
las emociones positivas son mucho más deseables y, sentirlas, nos hace estar
felices y contentos, al contrario de lo que sentimos cuando experimentamos
emociones negativas. Debido al gran impacto que tienen las emociones en
muchos aspectos de la vida, es necesario reflexionar sobre ellas, para ser
capaces de identificarlas y comprenderlas. Así mismo, es importante aprender a
transmitir las emociones de manera asertiva. Interpretar los sentimientos y vivirlos
adecuadamente nos permite estar más preparados, teniendo el control de ellas y
no dejarnos arrastrar por los impulsos.
Todas las personas pueden tener la habilidad para manejar sus emociones, para
cambiarlas, estimularlas, redirigirlas o frenarlas, sin que dependan de las
circunstancias que se esté viviendo, por ellos se deben saber entender, asimilar y
comprender adecuadamente las emociones en el momento en que éstas se
presentan.