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INTRODUCCION
En las aves domésticas, la anatomía y la fisiología del tracto gastrointestinal difieren de
las especies de mamíferos (Anadón et al., 1993) (Figura 1). A diferencia de los
mamíferos el esófago de las aves esta dividido en dos partes, cervical y torácica. En
muchas especies aviares, pero no en todas, el esófago cervical se ensancha a un
buche. La absorción de fármacos en el buche prácticamente no existe o es mínima.
Además, dependiendo de la consistencia del pienso, el vaciamiento del buche en los
pollos puede variar de 2 hasta 18 y 20 horas. El buche presenta una contracción cada
minuto y medio, movimientos que se correlacionan con el proventrículo y la molleja y
que influyen en la velocidad de paso de un determinado medicamento a través del
tracto digestivo, lo que tiene un impacto importante sobre el modelo de absorción de los
medicamentos que se administran por vía oral (Dorrestein y Van Miert, 1988). La
velocidad de paso a través del tracto digestivo de un medicamento en primer lugar
puede estar influenciada, según la constitución de la sustancia que se ingiere, por el
volumen de saliva segregada (en gallinas adultas es de unos 20 ml/hora) y por la
cantidad de agua consumida (se conoce la correlación que existe entre el agua
consumida y la velocidad de paso de los alimentos). Es común admitir que en 12 horas
la mayoría de los medicamentos pueden haber pasado por el tubo digestivo y haber
sido absorbidos, incluso en aquellos casos que se piensen desfavorables.
Puesto que la mayoría de los medicamentos son moléculas de carácter ácido o básico
débiles, el pH en el lugar de absorción puede influir en que estén o no ionizados. Para
el caso específico de las aves el pH de las diferentes regiones del tubo digestivo
depende principalmente de la cantidad de ácido clorhídrico segregado en el
proventrículo y de la acción de la bilis y el jugo pancreático. En las aves todas las partes
del canal alimenticio son ácidas. Los pH más bajos registrados son en la molleja (2-2,5)
y los más altos en la mitad inferior del intestino delgado (5,59-6,87). El intestino grueso
es en muchos casos ligeramente alcalino. La bilis en las aves tiene un pH de 5-6,8 en
comparación con los mamíferos donde es alcalina (pH, 7,5-8,5) diferencia que podrá en
parte explicar el pH mas alto en el tracto intestinal de los mamíferos en comparación
con las aves (Anadón et al., 1993).
Otro factor a estudiar es la velocidad de paso a través del duodeno, ésta se viene
valorando como un parámetro indicativo de la afluencia de los alimentos en el estómago
y suele alcanzar cifras de 40-44 ml/hora inmediatamente después de la ingestión de los
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Esofago
Ileon Buche
Divertículo Meckel
Higado
Proventr iculus
Istm o Vesicular biliar
Molleja
Duodeno distal
D uodeno
Pan creas
proximal
Union ileo-
Colon cecal
Ciego Ciego
Cloaca
Bolsa
Fabricius
Como en los mamíferos, los fármacos en las aves se eliminan principalmente por
biotransformación (principalmente hepática) y excreción renal (Vermeulen et al., 2002).
Con respecto a la excreción, de todos es conocido que las aves tienen riñones y
uréteres que transportan la orina a la cloaca, desde donde se evacuan junto con las
heces. La excreción renal se efectúa a través de las nefronas. El riñón de las aves tiene
fundamentalmente tres tipos de nefronas (de asa larga, de asa corta y la llamada
“reptiliana”) con valores en la depuración o eliminación urinaria más bajos en
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comparación con los mamíferos; así mismo la eliminación de iones (cifra muy variable
en las distintas aves) también es más baja en las aves que en los mamíferos.
En las aves, únicamente el 20-30% de todas las nefronas poseen asas de Henle. Si
consideramos la circulación sanguínea, en la mayoría de las aves el 50% del flujo
sanguíneo procede del sistema arterial y la otra mitad del sistema portal renal. También
la sangre que procede de la vena iliaca externa puede ir directamente a la vena portal
renal. Como resultado de ello, una gran cantidad de fármacos se eliminan directamente
por vía renal sin entrar en el compartimiento sistémico. Este mecanismo de “by-pass” no
está presente en las especies de mamíferos. Para las especies aviares generalmente
se acepta que el índice de filtración glomerular es la mitad que en las especies de
mamíferos. La filtración glomerular no es constante en las aves como ocurre en los
mamíferos. Las potenciales diferencias que se evidencian en los mecanismos de
aclaramiento se deben a la diferencia anatómica entre los mamíferos y las aves (Frazier
et al., 1995). La función renal también varía con el ciclo reproductivo, complicando el
proceso de selección de la dosis (Frazier et al., 1995).
En las aves, no existe o es baja la reabsorción tubular de los fármacos. Entre las
especies aviares la función renal es similar por lo que cuando aplicamos sustancias
polares como los antibióticos aminoglucósidos se observan pocas diferencias en su
índice de excreción y vida media de eliminación.
es de 218 ml/kg/min; esto da lugar en esta especie a un output cardiaco del 6,7% para
el hígado. Este porcentaje del output cardiaco es unas tres veces mas bajo que en ratas
o perros (Purton, 1975).
En las aves, se han identificado las reacciones de Fase I y de Fase II, y para ciertos
tipos de fármacos las vías o rutas metabólicas pueden diferir totalmente. Hasta hace
pocos años en aves se han caracterizado muy pocas formas de enzimas del citocromo
P450 (Walter, 1998). Para las reacciones de Fase II, se conoce que en las anseriformes
(pato, oca) y galliformes (pollo, pavo) la reacción con ornitina es mas importante que la
vía de acido glucurónido. Por el contrario, la conjugación con ornitina parece no existe
en la paloma mientras que la conjugación con glicina es predominante en esta especie
aviar (Williams, 1959).
ANTIMICROBIANOS EN AVES
El término ingles de “Poultry” define colectivamente a las aves domésticas que incluyen
a su vez a los pollos, patos, ocas, pintadas, faisanes y pavos, entre otras. Los
antibacterianos y coccidiostáticos representan las mayor proporción de antimicrobianos
utilizados en las aves domésticas. Desde hace más de diez años, se está observando
en avicultura un cambio global en la vía en que los antibióticos se usan, aunque quizás
más en la Unión Europea (UE).
Los tratamientos terapéuticos se destinan a los animales que están enfermos. En aves,
se pueden tratar los animales de forma individual (es decir, por inyección o
administración oral), pero a menudo es más eficiente tratar parvadas enteras mediante
la aplicación masiva en el agua de bebida (principal vía de administración) o pienso
(usado sobre una base limitada). Ciertos procedimientos de medicación masiva,
denominados de metafilácticos, tienen como objeto el tratar animales enfermos
mientras que se medican otros animales en el lote para prevenir la enfermedad
(Tanner, 2000; Anadón et al., 2009).
Los problemas de palatabilidad pueden aparecer con cualquier fármaco, siendo el sabor
más evidente en el agua que en el pienso. Además existe una variabilidad inter-
individual durante el tratamiento profiláctico o metafiláctico de la manada debida
principalmente a la competición entre las aves para el acceso al pienso o la variabilidad
en el consumo del agua medicada.
con la dosis más alta recomendada y administrada durante el periodo mas largo
recomendado.
La determinación del régimen de dosificación final tras determinar los principios PK-PD
descritos varía entre los países. Un ejemplo puede ser la directriz de la UE (EMEA-
CVMP), que recomienda el uso de modelo de enfermedad clínicamente relevante en las
especies-diana y estudios de titulación/determinación de la dosis. Estos pueden ser
llevados a cabo separadamente para cada vía de administración, dosis propuesta e
indicación de enfermedad. El índice que proporciona la mejor respuesta a la dosis más
baja siguiente, pero no a la dosis más alta siguiente; es el que se selecciona para un
posterior estudio que confirme la dosis realizándose de nuevo en un modelo de
enfermedad o en parámetros clínicos.
Área bajo la curva del antibiótico: En general, en un período de 24 horas, dividido por
la MIC del microorganismo (AUC/ MIC). Este parámetro es el que más se relaciona con
la eficacia de los siguientes antibióticos: fluoroquinolonas, aminoglucósidos,
azitromicina, tetraciclinas, glucopéptidos (antibióticos concentración-dependientes)
Tiempo por encima de la MIC (T > MIC). Tiempo durante el cual la concentración del
antibiótico supera la MIC del microorganismo. En este caso, este parámetro predice la
eficacia de los β-lactámicos, los macrólidos (excepto la azitromicina), la clindamicina y
las oxazolidinonas (antibiótico tiempo-dependientes).
otras especies de aves no es la vía mas apropiada para establecer una terapia
adecuada.
Cuando la historia de la granja, la sensibilidad in vitro y/o juicio clínico garantiza el uso
de antimicrobianos de la Clase II, su utilización deberá estar de acuerdo con las
instrucciones señaladas en el material de acondicionamiento antes de considerar
cualquier uso “extra-label”.
Con cualquier régimen de tratamiento con las Clases II o III, se recomienda el uso de
antimicrobianos de espectro reducido y evitar el uso excesivo de antimicrobianos de
amplio espectro.
Cuando existen múltiples galpones en una granja con una enfermedad, cada parvada
en cada galpón o caseta debe evaluarse individualmente para definir el estado de la
enfermedad. Solo deben tratarse las aves de cada galpón afectado. También debe
evaluarse estrechamente la morbilidad y mortalidad para determinar los protocolos de
tratamiento. Se debe tratar el número de aves enfermas más pequeño y las aves “de
riesgo”.
- Usar los antimicrobianos tan pronto como aparecen los signos premonitorios de
enfermedad. En explotaciones intensivas de aves, es vital minimizar la propagación
posterior de la enfermedad a parvadas adyacentes y granjas vecinas.
De acuerdo con el Reglamento (CE) No. 1831/2003 del Parlamento Europeo y del
Consejo de 22 de septiembre de 2003 sobre los aditivos en la alimentación animal (DO
No. L 268, 18.10.2003). El presente Reglamento no se aplicará a los medicamentos
veterinarios, tal como se definen en la Directiva 2001/82/CE, excepto los
coccidiostáticos y los histomonóstatos usados como aditivos para piensos. Los
coccidiostáticos y los histomonostatos son una categoría de aditivos para alimentación
animal y son sustancias destinadas a eliminar o inhibir protozoos. En la actualidad
existen varios coccidiostaticos antimicrobianos para especies de pollos y pavos y bajo
ciertas condiciones de uso. Estos coccidiostáticos se pueden agrupar en dos tipos
principales. En el primer grupo están los ionóforos poliéteres que están producidos por
fermentación con varias estirpes de Streptomyces spp and Actinomadura spp)
comprendiendo las siguientes sustancias: monensina sódica, lasalocid sódico,
maduramicina de amonio, narasina, salinomicina sódica y semduramicina sódica. Este
grupo de ionóforos poliéteres pueden interaccionar con otros grupos de antibióticos
cuando se administran al mismo tiempo (Anadón y Reeve-Johnson, 1999). El segundo
grupo incluye otros productos sintéticos no-ionóforos: decoquinato (compuesto que
pertenece al grupo químico de las quinolonas), robenidina clorhidrato (grupo químico
guanidinas), halofuginona (grupo químico quinazolinonas), diclazurilo (grupo químico
benceno acetonitrilos) y nicarbazina. Actualmente no existen productos autorizados
como histomonostatos y usados como aditivos alimentarios en la UE.
misma línea de producción, se tienen que fabricar distintos piensos compuestos que
tienen que ser elaborados uno después del otro. Cuando un producto entre en contacto
con el siguiente, es inevitable que trazas del primero permanezcan en la línea de
producción y en el inicio de la elaboración del producto siguiente. Esta transferencia de
un lote de producción al siguiente se denomina “contaminación cruzada o carry-over /
cross-over” (Strauch, 2002a, 2000b, 2003). Así, los piensos compuestos pueden
contener trazas de contaminación de otras sustancias debido a una “contaminación
cruzada” durante la producción. Las propiedades de un aditivo o premezclas para la
alimentación animal como el poder adhesivo (adhesión a las paredes, tamaño de
partícula y densidad, “carrier”, sustancia) y las propiedades electrostáticas de algunos
fármacos, particularmente los que se usan en forma de polvo, agravan el problema del
comportamiento de la “contaminación cruzada” haciendo difícil la limpieza del equipo
entre lotes. La contaminación de piensos es dependiente de un número de factores
incluyendo los errores humanos, las prácticas de producción y los procedimientos de
manejo en la fábrica de piensos, durante el transporte, y en la granja (Anadón et al.,
2009).
Son pasos obvios que pueden reducir la contaminación cruzada del pienso, el uso de
formas farmacéuticas granulares menos electrostáticas y equipos más modernos para
la fabricación de piensos (que tienen menos espacios muertos para la acumulación de
cantidades residuales de pienso medicado). Son medidas preventivas importantes en
camiones y en granjas el vaciamiento de las tolvas de pienso y la separación estricta
del pienso medicado y no medicado (Strauch, 2003).
inevitable de estas sustancias en los piensos a los que no están destinados (DOUE L
40/7, 11.2.2009), estas sustancias activas cuando están presentes en piensos a los que
estos aditivos no están destinados debido a la transferencia inevitable deben
considerarse como sustancias indeseables en la alimentación animal conforme a la
Directiva 2002/32/CE. La existencia de una transferencia inevitable de coccidiostáticos
e histomonóstatos en piensos a los que no están destinadas estas sustancias, aún en
cantidades inferiores a los contenidos máximos establecidos en el marco de la Directiva
2002/32/CE, puede resultar en la presencia de residuos de estas sustancias en los
alimentos de origen animal. Por eso, con el objeto de proteger la salud pública, y en la
medida en que todavía no se haya fijado ningún límite máximo de residuos para el
alimento en cuestión en el marco del Reglamento (CEE) Nº 2377/90 del Consejo, de 26
de junio de 1990, por el que se establece un procedimiento comunitario de fijación de
los límites máximos de residuos de medicamentos veterinarios en los alimentos de
origen animal (DOCE L 224, 18.8.1990) recientemente derogado por el Reglamento
(CE) 470/2009, o en el marco del Reglamento (CE) Nº 1831/2003 del Parlamento
Europeo y del Consejo de 22 de septiembre de 2003 sobre los aditivos en la
alimentación animal (L 268/29, 18.10.2003), se han establecido “tolerancias máximas”
para las sustancias activas de los coccidiostáticos y los histomonóstatos en los
alimentos de origen animal (lasalocid sódica, narasina, salinomicina sodica, monensina
sódica, semduramicina, maduramicina, robenidina, decoquinato y halofuginona. Sin
embargo, otros antimicrobianos usados como premezclas medicamentosas para
piensos aún no han sido evaluados para cumplir con estos objetivos (Anadón, 2009).
Agradecimientos.-
Este trabajo ha sido soportado por el Ministerio de Educación y Ciencia, Proyecto
Consolider-Ingenio 2010 CSD/2007/00063 (FUN-C-FOOD), Madrid, Spain.
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