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Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora
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Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora
PRESENCIA EDUCATIVA DE
LOS
HERMANOS DE LAS
ESCUELAS
CRISTIANAS
EN LA IGLESIA CHILENA
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Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora
1° Edición.
Temuco Chile 2018
lSBN- en trámite
Depósito legal: en trámite
A mi madre y a mi
Congregación Religiosa
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Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora
En Temuco a 21 de octubre de 2018, en la fiesta de los HH. en Chile del Santo Hno. Miguel Febres-
Cordero M.
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7
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora
INDICE
INDICE……………………………………………………………………………………..8
INTRODUCCIÓN…………………………………………………………………………9
PRIMERA PARTE
ORIGENES DE LOS HERMANOS D E LAS ESCUELAS CRISTIANAS…………..11
SEGUNDA PARTE
LOS HERMANOS DE LAS ESCUELAS CRISTIANAS EN CHILE…………………50
CONCLUSIÓN ………………………………………………………………………….78
BIBLIOGRAFIA ………………………………………………………………………...80
8
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[01] INTRODUCCIÓN
Esta memoria nació de la inquietud por investigar y dar a conocer en nuestro medio
el aporte que han efectuado los Hermanos de las Escuelas Cristianas a la educación de
nuestro país,
Debido a que no se encuentran estudios previos entre nosotros con este objetivo, no
fue tarea fácil el diseñar el temario que permitiese llegar a lograr esta meta. Finalmente opté
por dividir el material en dos partes: los orígenes de la Congregación en Francia y su
desarrollo en Chile.
En lo que se refiere a las fuentes consultadas, en la primera parte del trabajo fueron
relativamente fáciles de encontrar: la Congregación lasallista ha dedicado notables esfuerzos
a investigar el pensamiento y la obra de su fundador, lo que se ha traducido en trabajos
divulgados profusamente en las comunidades religiosas del Instituto lasallano. Otro tanto
sucede con las obras del Fundador: los textos por él escrito se han publicado numerosas veces,
algunos de ellos con traducciones al castellano y se ha editado todos los textos manuscritos
e impresos originales conocidos, en una excelente colección llamada Cahiers lasalliens, a la
cual haré referencia numerosas veces.
9
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[03] La bibliografía que proporciono al final, incluye todos los textos consultados en
el presente trabajo. Las traducciones de textos franceses son de mi exclusiva responsabilidad.
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PRIMERA PARTE
ORIGENES DE LOS
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CAPITULO I
LA FRANCIA DEL SIGLO XVII Y SU SISTEMA EDUCACIONAL
a) La situación rural.
1
Cf. ED. ESPASA-CALPE S.A - Enciclopedia Universal Ilustrada Europea-Americana" - Madrid 1978; Tomo XXIV pp. 954; GAXOTTE, Pierre
- Histoire des France - Ed. Flammarión, Francia 1951; volumen II pp. 140
2
Cf. POUTET, Yve-PUNGIER, Jean - Un educador y un santo frente a los desafíos de la sociedad de su tiempo - Ed. Mulcograf S.A.; Lima
1980; pp. 16
3
Cf. GAXOTTE, Pierre op. cit.; pp. 140
4
Cf. POUTET, Yves-PUNGIER, Jean op. cit.; pp. 18
12
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bastantes popularizados en otros países, aún no son ocupadas por el campesino francés. Como
la quinta parte del terreno pertenece a pequeños propietarios (constituyendo los cuatro
quintos de la población), un francés sobre siete no tiene terreno suficiente para alimentar a
su familia, quedándole a éste la solución de "alquilar" su fuerza de trabajo a los terratenientes.
Es te sistema afecta también la poca diversificación de los cultivos, que trae como
consecuencia que un mal año agrícola sea ocasión de hambre irremediable.5
b) La situación de la urbe.
5
Cf. Ibid.
6
Cf. RIGAULT, George - Histoire Genérale de L'Institut des fréres des écoles chrétiennes - Ed. Librairie Plon; París 1947; Tomo I pp. 33 ss.
7
POUTET, Yve-PUNGIER ; Jean op. cit. pp. 26
8
Ibid
13
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Se dejan sentir voces que protestan y tratan de atenuar las desigualdades: Vauban
escribe:
Me ha parecido que nunca se han tenido bastantes consideraciones
en Francia para el pueblo humilde…
Es la parte más arruinada… del reino; sin embargo ella es la más
considerable por su número y por los servicios reales y efectivos que
le rinde…. Es también la parte más baja del pueblo que, por su
trabajo y su comercio… lo enriquece…
Es ella (la clase baja), que le proporciona (a la clase alta)… los
mercaderes… las artes y oficios… los agricultores, viñateros y
braceros o peones..., que hace todos los grandes y pequeños trabajos
del campo y de las ciudades…
Los reyes… nunca harían demasiado por cuidar la conservación y el
aumento de este pueblo que debe serles muy querido.9
[08] Por otra parte, una burguesía generosa busca la prosperidad de la nación y el
alivio de la miseria. Es común que familias pudientes reserven en sus banquetes o fiestas la
parte del pobre. Todos los habitantes no indigentes, pagan un impuesto de los pobres. Los
jueces imponen como pena a los ricos, fuertes multas que se destinan a las Oficinas de Pobres,
Hospitales para los mismos, etc… Y un edicto real hace de obligación estricta el recibir
gratuitamente en las escuelas que mantienen el gremio de los "maestros de escuelas" a los
niños pobres.10
Con todo, no se debe interpretar lo anteriormente descrito, como que los pobres son
aceptados y atendidos. Lo concreto es que las familias pudientes tratan de evitar que sus hijos
se mezclen con los hijos de los pobres, que se caracterizan por el vestir andrajoso, el lenguaje
9
Ibid, pp. 25; Vauban es un sacerdote francés, que organiza un grupo de oración para pedir por escuelas para pobres.
10
POUTET, Yve-PUNGIER ; Jean op. cit. pp.27
11
Cf. Ibid.
14
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inculto y un cuerpo con parásitos. Esto también se observa en las relaciones entre los
mayores. A los pobres se les mira con desprecio, considerándolos como seres inferiores.
Baste como ejemplo el recordar las repugnancias que tiene San Juan Bautista de La Salle al
tratar de vivir junto a los maestros.12
Las de tercer tipo, que atendían a los indigentes, eran raras, ya que con frecuencia faltaban
12
Cf. BLAIN, Jean Baptiste - La Vie de Monsieur Jean - Baptiste de La Salle, Instituteur des Fréres des Ecoles chrétiennes, par Monsieur -
Rouen, 1733; Tomo I pp. 169, publicado en Cahiers Lasalliens N° 7.
13
Cf. RIGAULT, George op. cit.; pp. 41; BABEAU, Albert - La Ville sous l'ancien régime - París 1884; Tomo II pp. 284 ; Cf. SAUVAGE, Michel,
f.s.c - Catéchése et laicat - Ligel; París 1962; pp. 407-409
15
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Esta visión sinóptica sobre la situación francesa, tanto en sus aspectos generales como
en relación con algunas realidades que afectan al aspecto educativo, resulta significativo para
explicar y valorar mejor el aporte que la visión y la sensibilidad de San Juan Bautista de La
Salle hará a la educación cristiana de su época, como una manera de mejorar la situación
descrita.
14
Cf. POUTET, Yves-PUNGIER, Jean op. cit. pp. 9-14 ; BABEAU, Albert op. cit, pp. 284
15
Cf. MAILLEFER, Francisco Elías - La vida del Sr. Juan Bautista De La Salle, sacerdote, doctor antiguo canónigo de la Catedral de Reims,
fundador de los Hermanos de las Escuelas Cristianas - Ed. Stella; Bogotá 1977; pp. 17
16
Cf. PROCURE GEBNERAL F.S.C. - Compendio de la Historia del Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas - versión castellana,
France 1937; pp. 11
17
Cf. Ibid., pp. 12
16
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[11] CAPITULO II
JUAN BAUTISTA DE LA SALLE: FUNDADOR DE ESCUELAS GRATUITAS Y
FORMADOR DE MAESTROS CRISTIANOS
A mediados del s. XVII, los intentos por fundar una congregación de maestros
cristianos en favor de la niñez desvalida, no habían tenido éxito. Un párroco de París, el padre
Bourdoise, decía estas célebres palabras: En cuanto a mí, de
buenas ganas iría de puerta en puerta pidiendo limosna para
asegurar la subsistencia de un verdadero maestro de
escuela… Me parece que si San Dionisia (el primer apóstol
de la región parisiense) y San Pablo volvieran a este mundo,
se dedicarían a la profesión de maestros de escuela con
preferencia a cualquier otra… Creo que un sacerdote que
El hotel de la Cloche, Reims. Casa en tuviese la ciencia de los Santos, se haría maestro de escuela
donde nació el Santo.
y así lograría hacerse canonizar.18 Incluso se pedía a Dios
con fervientes oraciones para que enviara los maestros que se necesitaban.19 Poco después
estos ruegos eran escuchados y el 30 de abril de 1651, nacía en Reims, San Juan Bautista de
La Salle.
Juan Bautista era el mayor de diez hermanos, tres de los cuales murieron
prematuramente. Su padre, Luis de La Salle, era consejero de la Audiencia de Reims, y su
madre, Nicolasa Moet de Brouillet, provenía de una noble familia. Ambos eran cristianos
muy devotos y educaron a sus hijos tan cristianamente que tres de ellos se ordenaron
sacerdotes y una hija profesó de religiosa.
18
Ibid., pp. 17
19
Cf. Ibid., pp. 18
17
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Gracias a sus excelentes virtudes, Juan Bautista fue nombrado canónigo de la catedral
de Reims cuando sólo contaba con quince años. En 1669 se gradúa de Maestro en Artes. Da
comienzo a sus estudios de teología en Reims, prosiguiéndolos luego en París, en el
Seminario de San Sulpicio. Allí, como seminarista, compenetrado en la oración y en las
virtudes eclesiásticas, comprende paulatinamente la realidad que le rodeaba: la pobreza
ignominiosa de muchos y el espíritu decadente de algunos dignatarios eclesiásticos como
también la inmensa renovación espiritual que comenzaba a forjarse en el interior de la Iglesia;
hombres como el noble Francisco de Sales y el plebeyo Vicente de Paul, mostraban con sus
vidas la importancia de la oración y el amor real hacia los pobres, como Cristo lo había hecho.
Y siendo el Seminario de San Sulpicio también un centro de renovación, Juan Bautista llevará
en él una vida, que le permitirá prepararse mejor para el papel que Dios le reservaba en la
Iglesia.20
20
Cf. MAILLEFER, Francisco Elías op. cit.; pp. 10 ; PROCURE GENERAL DE LOS F.S.C. op. cit.; pp. 20; GALLEGO, Saturnino - San Juan Bautista
De La Salle - BAC; Madrid 1984; pp. 22-25
21
Cf. MAILLEFER, Francisco Elías op. cit.; pp. 10-23 ; PROCURE FENERAL DE LOS F.S.C. op. cit.; pp. 20-21
18
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con un maestro muy activo, llamado Adrien Nyel, que venía llegando desde Roan con el fin
de repetir la experiencia que en esa ciudad había efectuado, la de abrir escuelas gratuitas para
niños pobres. Este maestro roanés solicita y obtiene que el Pbro. de La Salle le secunda en
su proyecto. Ambos logran abrir el 15 de abril de 1679 la primera escuela, acudiendo a ella
una gran cantidad de alumnos. Este buen comienzo [14] se ve empañado al poco tiempo,
pues los maestros carecen de una dirección acertada. El Sr. Nyel, llevado por un excesivo
espíritu multiplicador de sus obras, abandona con mucha facilidad a los maestros de Reims
para viajar a otros lugares en donde existe la posibilidad de crear otras escuelas. Esto obliga
a Juan Bautista a sustituirlo en la dirección de los maestros y para ello los junta primeramente
en una casa cercana a la suya, y en donde pretende instruirlos y ayudarles a adquirir una vida
más ordenada. El siguiente paso es sentarlos en su mesa, lo que hace el 24 de junio de 1680.
Esta es la fecha que el Instituto, en nuestra época, ha tornado corno el momento de su
fundación, ya que entre los biógrafos no existe acuerdo para señalar alguna circunstancia
especial que marque el comienzo de la Congregación Lasallista. Como es posible notar, de
La Salle ha comenzado un proceso que ni él mismo percibe en todas sus consecuencias.22 Al
año siguiente da un paso más, hospedándolos en su casa, pero a causa de las quejas que se
levantan en el seno de su familia, emigra junto a sus discípulos a una casa de la calle Neuve
(24 de junio de 1682).23
[15] La obra está comenzada. Como el objetivo de este trabajo no es la vida del
Presbítero de La Salle, a continuación destaco sólo los grandes momentos de su peregrinar,
según aparecen consignados en la publicación del Hno. A. Morales, Desde la mañana a la
noche, poniendo énfasis en los datos más significativos del personaje, su obra y las
vicisitudes de su afianzamiento.25
22
Cf. GALLEGO, Saturnino, op. cit.; pp. 48; Sobre el punto de ser llevado De La Salle imperceptiblemente por Dios; Cf. BLAIN, Jean Baptiste,
op. cit.; Tomo I pp. 169; Hno. BERNARD f.s.c; - Conduite admirable de la divine Providence e la personne du Vénérable Serviteur de Dieu,
Jean Baptiste De La Salle. - En Cahiers Lasalliens 4. ; CAMPOS. Miguel f.s.c; - L' itineraire évangelique de Saint Jean Baptiste De La Salle et
le recours á 1' Escriture dans les Méditations pour le temps de la retraite- Cahiers Lasallines 45; Roma 1974; Tomo I pp. 87, 91,
117 ss.
23
Cf. MAILLEFER, Francisco Elías op. cit.; pp. 23
24
MERLAUD, André - Juan Bautista De La Salle - Ed. Stella; Buenos Aires; pp. 33
25
MORALES, Alfredo f.s.c - Desde la mañana hasta la noche - Ed. Bruño; Multieráficas Ltda. Boeotá: DD. 154-156
19
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1688 (De) La Salle deja Reims a fin de no limitar su acción a una sola
diócesis.
20
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1717 En San Yon, cerca de Ruan, reunión del primer capítulo General de los
Hermanos. 26 El Hermano Bartolomé es elegido primer Superior de la
Congregación. Es un laico, no un sacerdote. En el mundo jerarquizado del
siglo XVII, la dignidad sacerdotal supone privilegios sociales: La Salle quiere
que Hermanos y alumnos estén al mismo nivel.
26
Los llamados "maestros calígrafos", eran una cofradía de maestros, que se dedicaban a la enseñanza de la escritura de niños pequeños.;
Cf. RIGAULT, George op. cit.; pp.25 ss
21
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Esta afirmación parece señalar, que el fundador del Instituto de los Hermanos, insertó
la interpretación de su obra y de su vida en el contexto de la respuesta de Dios a los problemas
referentes a la educación de los niños pobres, que comprometían a la Iglesia y a la sociedad
francesa del siglo XVII. Sin embargo, no bastaba con iniciar un Instituto. Se requerían unos
cimientos más sólidos para sostener la obra: había que modelar una nueva escuela.
22
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Todas las transformaciones pedagógicas que el Señor de La Salle impulsa son fruto
de la importancia que él concede al niño, al cual constituye en el centro de interés de toda la
labor escolar. Sal ir conociendo los diversos matices que caracterizarán a la escuela lasallista,
será posible descubrir una pedagogía que se centra en la persona del educando, en la línea de
lo que hoy llamaríamos educación personalizada. Es, a mi parecer, lo novedoso que trae de
La Salle en su experiencia. La raíz de donde surgirá todo el trabajo educativo, lo constituye
el hacer de la escuela un lugar en donde se vive un real espíritu de comunidad27 En este
ambiente se podrá desarrollar la responsabilidad personal y el saber compartir en los niños.
Como de La Salle no es un teórico de la educación, sino un hombre que de la experiencia va
deduciendo los principios educativos, es necesario conocer la organización que le va dando
a la escuela para lograr vislumbrar los principios que le animan.
El otro pilar por medio del cual se logra el espíritu de comunidad, lo constituye el
compartir fraternalmente lo que cada uno de los alumnos pueda tener. El crear el ambiente
necesario para lograr hacer surgir la solidaridad en los educandos, es responsabilidad del
maestro. El, sin obligarles, pondrá una cestilla en un lugar determinado de la clase en la
cual los niños podrán dejar el pan que les sobre cuando tengan disposición para ello, con el
fin de distribuirlo a quienes son pobres ...29 Este principio práctico, se encontraba normado
ya en una de las primeras ediciones de la "Guía de las Escuelas",(ver apéndice bibliográfico),
en donde se pedía que el profesor designara en cada clase un escolar encargado de recoger
las limosnas, es decir los trozos de pan que se darán para los pobres durante el desayuno y
la merienda.30
27
Cf. CAMPOS, Miguel-SAUVAGE. Miguel - Juan Bautista De La Salle – Anunciar el Evangelio a los Pobres - Ed. Bruño; Lima (Perú) 1977;
pp. 222; M. SAUVAGE; op. cit.; pp. 670
28
LA SALLE, Juan Bautista de - Conduité des ecoles chrétiennes divisé en trois parties - Manuscrito en la Biblioteca Nacional de Fran cia
(ms.fr. 11 759) de 300 pp.; fechado habitualmente en 1706; pp. 205. Tomado de Cahiers Lasalliens N° 24
29
LA SALLE, Juan Bautista de – Conduité des ecoles chrétiennes divisé en deux parties - Ed. Joseph-Charles Chastanier; Avignon 1720; Cap.
II. Tomado de Cahiers Lasalliens N° 24
30
LA SALLE, Juan Bautista de - Conduité...- de 1706; Cap. II
23
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La escuela debe también aprovechar al máximo el tiempo que el alumno está en sus
aulas. La experiencia ha enseñado a de La Salle que la situación de las familias de los alumnos
no permite que puedan los niños dedicar un período más o menos extenso a frecuentar la
escuela. Por lo mismo es importante que la educación que se les entrega les permita
prepararse para el mundo laboral que pronto deberán asumir. La escuela lasallista logra unir
así el aspecto temporal al de la trascendencia espiritual, ya que se enseña gratuitamente y
sólo por la gloria de Dios, y donde los niños se hallan recogidos durante casi todo el día, y
aprenden a leer y a escribir, y sobre todo la doctrina cristiana. (De este modo)
acostumbrados a estar siempre ocupados, se hallarán muy bien [20] preparados para
cuando sus padres quieran dedicarlos al trabajo. 31 El compromiso de la escuela con la
realidad temporal no se circunscribe sólo a prepararles para el trabajo, sino que se extiende
hasta lograr formar un buen ciudadano. Se le exige al Hermano que enseñe todo lo necesario
en cuanto a los deberes ciudadanos, juntando en su labor el celo (por el) bien de la Iglesia
(con) el celo (por) el bien del estado... sin lo cual su trabajo sería poco útil.32
Los tres aspectos presentados conducen a los principios que van a inspirar la acción
educativa. Estos principios se plasmarán en diferentes criterios pedagógicos, llegando, en
ciertos casos, a constituirse en elementos característicos de los establecimientos
educacionales de los Hermanos. Sin afán de jerarquizarlos, los he formulado del modo que
sigue, a partir de los elementos encontrados en todos los autores investigados:
1. El educador lasallista debe tener un trato afable y amoroso con sus alumnos: El
Santo, afirma un biógrafo, instruía a los niños en los principios de la vida cristiana,
les hablaba con dulzura y les inspiraba la docilidad, la atención y' la modestia por
su afabilidad.33 Esta forma de trato que tiene .De La Salle para con los niños, se lo
pide asimismo a los maestros de escuelas. Al menos el educador debe:
2.
a) Conocer individualmente a cada alumno a él confiado. De no ser así, el
profesor no podrá "discernir como se ha portar respectos a ellos".34 El
lograr conocer implica para de La Salle otra actitud del maestro, sin la cual
la primera carecería de sentido: es el tratar personalmente a cada uno de
sus pupilos, pues con unos necesitará más bondad y con otros más
firmeza; con unos empleará [21] la paciencia, y a otros conviene que les
estimulen y animen. A algunos es preciso reprenderles y castigarlos para
31
LA SALLE, Juan Bautista de - Meditaciones de San Juan Bautista De La Salle - Procure Générale (versión castellana); Madrid 1930; Med.
194, pto. 1
32
Ibid., Med. 160, pto. 3
33
MAILLEFER, Francisco Elías op. cit.; pp. 53
34
LA SALLE, Juan Bautista de - Meditaciones...- Med. 33, pto. 1
24
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que se corrijan de sus defectos y quizá hayan otros sobre los cuales deban
vigilar para impedir que se perviertan o se pierdan.35
2.- En la escuela lasallista debe reinar el orden en todas sus actividades: El orden que se
logra en la escuela tiene su génesis en un horario riguroso que respetan maestros y alumnos.40
Con esto se vive una calma que proviene del silencio habitual que mantienen los docentes41
y en donde el alumno habla cuando le concierne hacerlo. Las clases pretenden solamente la
enseñanza de la lectura y la escritura, no buscando el complicar la educación con
explicaciones etéreas ni enseñar nociones que no fuesen prácticas para la vida futura del
alumno.
35
Ibid.
36
Ibid., Med. 33 pto. 2
37
LA SALLE, Juan Bautista de - Regles communes des Fréres des Ecoles chrétienne - Manuscrito de 1718 de 114 pág. Tomado de Cahiers
Lasalliens N° 25
38
Cf. LA SALLE, Juan Bautista de - Conduité...- de 1720; pp. 118
39
LA SALLE, Juan Bautista de - Meditaciones...- Meditación 101, pto.
40
Cf. PAUL, Frere - Las cartas de San Juan Bautista De La Salle - (edición Crítica); Colección Sinite; Madrid 1962; carta 98, pto. 6
41
Cf. Ibid., carta 87, pto. 3; carta 35, pto. 13 "Regles..."; Cap. IX
25
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preparándose para contestar la nueva serie de preguntas, lo que con vierte la clase en un
momento muy activo.42
Es destacable el respeto por el ritmo de maduración de cada alumno que se pide que
tengan los maestros. La "Guía de las Escuelas Cristianas" de 1706, dice que es muy
importante y de graves consecuencias el no poner a ningún alumno en un curso para el cual
no está todavía preparado, puesto que se le pondrá en una situación de no .poder-se superar;
con el peligro de dejarlo en la ignorancia. Por eso no debe contar la edad, estatura, ni el
tiempo que lleva un alumno en la misma lección a la hora de señalar el curso para el alumno,
sino solamente su capacidad.43
4.- La Uniformidad y constancia del método que tienen los educadores: Se logra así
organizar la escuela hasta en sus más mínimos detalles, preocupándose de la marcha de la
enseñanza en forma minuciosa, como lo atestigua toda la "Guía de las Escuelas Cristianas",
texto redactado a partir de las experiencias pedagógicas renovado constantemente. Como el
niño es el centro de la escuela se procura protegerlos de una posible desadaptación ante un
nuevo procedimiento que ocupe un maestro. Esta uniformidad que da la "Guía" no pretende
encasillar [23] todo el sistema educativo sin posibilidades de perfeccionarse. Se evita dicho
peligro revisando periódicamente el método, pues como se encuentra formado a partir de las
experiencias pedagógicas, tenidas como positivas por la "comunidad de maestros", se permite
a los Hermanos más experimentados que, con mucha prudencia y reflexión junto a su
comunidad, hagan experiencias innovadoras, para corregir o añadir nuevos aspectos a las
mismas.44
5.- Los programas de estudio buscan responder a las necesidades que tienen los hijos del
pueblo. No entregan en ellos materias que no les serán útiles en el día de mañana, sino
pretenden que lo aprendido les sirva en la vida. Es ésta una razón para acentuar las técnicas
básicas, como es la lectura y escritura de su lengua vernácula (en este caso francés), cálculo
y ortografía. Se destierra la enseñanza del latín como asignatura primera y obligatoria, ya que
el latín es prácticamente inútil a las profesiones manuales y comerciales… Al contrario, la
lectura en francés ocupa el primer lugar (pues si el alumno…) sabe al menos leer bien
cuando deja la escuela… puede instruirse por sí mismo en la doctrina cristiana…45
Es esta la forma en que se hace práctica la escuela para la vida. Si enseña lectura, se
lee en francés, impresos y manuscritos. Si enseña a calcular, usa fichas y monedas. En una
42
Cf. J. LA SALLE, Juan Bautista de - Conduité... - de 1706; passim.
43
Ibid., pp. 274
44
Ibid., en el Prólogo dice: Nada se ha puesto que no haya sido antes analizado y bien probado; que no se hayan sopesado debidamente
las ventajas e inconvenientes; y que no se hayan previsto, en la medida de lo posible, las buenas o malas consecuencias...
45
POUTET, Yves-PUNGIER, Jean op. cit.; pp. 78 Cf. BLAIN, Jean Baptieste op. cit.; Tomo I; pp. 375-376
26
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora
clase de escritura, da a copiar cosas que necesitarán los niños, tales como compromisos,
recibos, arrendamientos de obreros, contratos de notario, etc.46 Por otra parte se simplifican
las reglas complicadas que mantienen los maestros calígrafos.47 Como se observará se trata
por todos los medios que el niño del pueblo tenga acceso más fácil a la escritura y lectura, ya
que teniendo en cuenta la realidad concreta [24] que vivirá el niño, hay que prepararlo a ser
un buen aprendiz en cualquier cofradía. Es una educación en la vida práctica (se llega a
enseñar elementos de navegación en Calais) de manera que, sin pretenderlo, Juan Bautista se
constituye en pionero de la enseñanza profesional.
El preparar a los alumnos para la vida no se reduce en los programas de estudio a sólo
considerar el trabajo que ejercerán en el fu turo. La formación social es también considerada
dentro de ellos. Con este fin, de La Salle escribe las "Reglas de Urbanidad y de cortesía
cristiana".48 Al niño pobre se le prepara para que se comporte correctamente en un medio
civilizado, estudiando las formas de buena educación en uso, coma las normas de aseo y
limpieza. Lo estudiado se refuerza por la vigilancia y revisión constante que los maestros
efectúan a la presentación de los niños.
46
LA SALLE, Juan Bautista de - Conduité…; Introducción del Frere Anselme a la edición de 1951 (París).
47
LA SALLE, Juan Bautista de - Conduité...- passim.
48
LA SALLE, Juan Bautista de - Regles de la bienséance et de la civilité chrétiennes - Cahiers Lasalliens N° 19
27
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todas las palabras que les digan sean clarísimas y fáciles de comprender... a fin de que
puedan contribuir… (a) la salvación de aquellos que les han sido confiados.49
Como cabía esperar, la formación religiosa del niño aparece como una de las
preocupaciones centrales de la escuela diseñada por de La Salle. La indagación en sus escritos
permite destacar los siguientes [25] cuatro medios que él mismo señala para lograr este
objetivo de indo le espiritual:
Los que leen en la segunda tablilla aprenderán y repetirán los actos de presencia de
Dios, invocación al Espíritu Santo, adoración y agradecimiento… 51 repetirán la
oración de esta manera: un alumno dice una frase, y el otro la siguiente. El primero
dirá, por ejemplo: "Acordémonos que estamos en la presencia de Dios"…52 Cada
hora se harán algunas cortas oraciones que servirán al maestro para renovar su
atención sobre él mismo y a la presencia de Dios; y a los escolares, para habituarlos
a pensar en Dios cada cierto tiempo durante el día.53
b) La reflexión al iniciar las clases, práctica hoy tan difundida en nuestro medio
escolar, es también un aporte lasallista. En ella el profesor invita cada día a sus
alumnos a meditar sobre sí mismos, ya sea proponiéndoles valores, recordándoles de
manera sugestiva sus deberes, estimulándoles en fin al crecimiento humano y
espiritual. Dura el [26] tiempo de un "miserere", unos cinco minutos 54
desarrollándose en una amplia gama de posibilidades: morales, analizando la
actualidad, sobre las actitudes que van conformando el carácter, las máximas del
evangelio, etc.
49
LA SALLE, Juan Bautista de - Meditaciones...- Med. 193, pto. 3
50
LA SALLE, Juan Bautista de - Regles communes… - Cap. 2
51
LA SALLE, Juan Bautista de - Conduité...- ed. de 1706; Cap. 2, art. 2
52
Ibid.
53
Ibid., Cap. 7, art. 1
54
Ibid., art. 2
28
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora
c) Las máximas del evangelio, pequeñas frases dichas por Jesús es otro medio que
busca "procurar a los niños el espíritu del cristianismo… (Se pretende dar) a conocer
las máximas de la vida práctica contenidas en el Santo Evangelio".55 El fin que busca
es ayudar al niño a introducirse en el "misterio cristiano" ya que ellas nos conducen
a Dios, nos dan a saborear a Dios, nos ayudan a juzgar las cosas con los criterios
de Dios y también a conservar en nosotros el gusto de Dios.56
Es interesante descubrir que en la mente del Fundador de los Hermanos está él concepto
de una escuela que brinda al educando una formación religiosa integral. Es por ello que la
experiencia religiosa [27] se entrega en una triple dimensión: se sitúa en el campo del
conocimiento, la celebra en la liturgia y se proyecta a la vida, en forma simultánea. No se
descuida el aspecto de progresión que debe tener toda buena catequista, ya que se debe exigir
a los alumnos sólo "las buenas obras que son capaces a sus años".
55
LA SALLE, Juan Bautista de - Meditaciones...- Med. 197, pto. 2
56
LA SALLE, Juan Bautista de - Explication de la Méthode d'oraison - Cahiers Lasalliens N° 14 (Versión española: - Explicación del Método
de oración mental - Madrid 1950); pp. 115
57
LA SALLE, Juan Bautista de - Meditaciones... - Med. 200, ptos. 1-2-3
58
Cf. Ibid., Med. 203, pto. 1
59
Ibid., Med. 203, pto. 2
60
LA SALLE, Juan Bautista de - Conduité... - edición de 1706; pps. 141, 145, 153, 157
29
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora
especificándolas tanto para el que la da como para quien la recibe. Por parte de quién la da,
ha de ser: pura, caritativa, justa, conveniente, moderada, sosegada y prudente.61 Si es tas
condiciones están presente, tendremos la mitad del camino recorrido para que se efectúe una
corrección bien hecha.62 Complementa esta primera parte, y la completa, la actitud de quien
la recibe. El alumno la debe aceptar en forma voluntaria, respetuosa y silenciosa.63 Si no se
encuentra en él estas disposiciones, la corrección no se debe efectuar, siendo mejor esperar y
'disponer (al joven a ello. 64 Finalmente indica que es mejor utilizar penitencia [28]
"medicinales" que castigos simplemente aflictivos, 65 y con el afán por individualizar la
relación educativa, de La Salle aconseja actitudes diversas, según se trate de jóvenes
viciosos o ligeros, insolentes o tímidos, menores de edad o recién llegados a la escuela.66
61
Cf. LA SALLE, Juan Bautista de – Colección de varios trataditos - Procure Genérale; Barcelona 1914 (versión original: - Recuil de différents
petite traite... – en Cahiers Lasalliens n° 15; pp. 22)
62
Cf. LA SALLE, Juan Bautista de - Meditaciones... - Med. 204, ptos. 1 y 3
63
LA SALLE, Juan Bautista de - Colección de... - pp. 22
64
LA SALLE, Juan Bautista de - Meditaciones... - Med. 204, pto. 1
65
Cf. LA SALLE, Juan Bautista de - Conduité... - edición de 1706; pp. 153, 174, 179
66
CAMPOS, Miguel-SAUVAGE, Miguel p. 223; Cf. LA SALLE, Juan Bautista de - Conduité... - ed, de 1706; pp. 160-167
67
LA SALLE, Juan Bautista de - Meditaciones...- Med. 204, pto. 3
68
DE LA SALLE dice en - Conduité...- edición de 1706: Cuando el Hermano Director inscriba a un alumno, se informará de:
- la persona que lo presenta.
- del nombre y del apellido.
- del nombre de su padre y de su madre o de la persona que lo tiene a su cargo.
- Si está confirmado y si ha hecho la Primera Comunión.
- Si ha estado en otra escuela, en cual, y porque motivo la ha dejado.
- Si es un muchacho mayor, que quieren los padres que sea su hijo, si quieren que aprenda un oficio, y en cuanto tiempo.
- La capacidad que tiene para leer y escribir.
- Cuáles son las buenas o malas costumbres que tiene y las cualidades que tiene.
- Si tiene alguna dificultad o enfermedad corporal"; pp. 132-134
69
Al respecto véase: C. ALCALDE, Carlos f.s.c; - El maestro en la pedagogía de San Juan Bautista De La Salle - Colección SINITE; Madrid
1961; pp. 368-398
30
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora
Se enriquece esta visión del alumno por medio de verdaderas fichas de seguimiento
que tiene el alumno,70 por medio de la cual el religioso educador a cargo de ese joven podrá
discernir si está maduro para ser cambiado de lección.71
Todo busca que el maestro conozca al niño en su realidad viva y existencial y por ende,
mejor educarlo, a lo que contribuye el orden de las escuelas.
70
A modo de ejemplo sirve este catálogo de un escolar de 4a. cía se, del año 1706, conteniendo sus buenas y malas acciones (tomado
de Y. POUTET, Yves-PUNGIER, Jean op. cit.; pág. 70):
Lambert Dulong, de 12 años y medio, viene a la escuela desde hace 4 años. Está en 4o orden de escritura desde 6 meses, en 5o orden de
registros, y en 4o de aritmética desde el 4 de mayo último.
Es de conducta ligera y disipada; pero aprende y retiene fácilmente.
Tiene poca piedad en la Iglesia y las oraciones; frecuenta poco los sacramentos. Su vicio particular es el orgullo, y se disgusta mucho
cuando se le humilla. Algunas veces le es útil la corrección.
Ordinariamente es asiduo, se aplica mucho al catecismo, la escritura y la aritmética. En el tiempo fijado siempre ha sido cambiado de
lección. Es dócil si encuentra a su maestro; si no, es desobediente. Los padres no se disgustan porque se le corrija. Ha sido recitadro de
oraciones y primero de banca (+); desempeña bien estos empleos.
(+) El 1° de banca tiene a cargo controlar el catálogo de asistencia a la escuela: alumnos atrasados, ausentes con permiso o sin él...
71
LA SALLE, Juan Bautista de - Conduité...- edición de 1706; Cap. IV, art. 3
72
Ibid., pp. 132
73
Véase: COMPAYRE, Gabriel - Histoire de la pédagogie - Paris 1901, pp. 214-231 ; PIERRE, F - L'Eglise et 1'enseignement des disciplines
profanes - Ed. Du Cerec, 2; Lyon 1958; pp. 68-69 ; BUISSON Ferdinand, - Dictionnaire de pédagogie et d'instruction primaire - Ed.
Nachette; París 1887; Tomo I. la. parte; pp. 1109-1115
74
Cf. LA SALLE, Juan Bautista de - Conduité... - ed. de 1706; Cap. IV; art. 3o
31
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora
nocivo. En cambio, a los muchachos mayores, que lógicamente sus padres llevarán pronto al
mundo del trabajo, se les exige tan sólo que cumplan con el dominio mínimo necesario para
seguir avanzando de clase.75
Es de destacar algunas actitudes que tiene de La Salle ante la escuela y los que las dirigen:
·Es notorio su preocupación por que la escuela "vaya bien",76 manifestando su complacencia
cuando así acontece. Consulta constantemente sobre el número de alumnos que atienden los
Hermanos, contentándose cuando dicho número es importante. Se preocupa de la marcha de
la escuela, poniendo en alerta a los directores ante los procedimientos desacertados que
puedan perjudicar el normal desarrollo del establecimiento. 77 Analiza las causas que
producen el ausentismo escolar, procurando buscar medios para remediar ese mal.78 Y anima
a trabajar constantemente a los Hermanos por "el progreso de los escolares", evitando
cualquier pérdida de tiempo, y teniendo con ellos paciencia, seriedad y vigilancia.79
[31] Ante la magnitud de este proyecto de escuela diseñado por de La Salle cabe
preguntarse por sus fuentes de inspiración. Por una parte la situación existente, ya descrita y,
por otra, el valor interpelador del Evangelio, son sin duda sus pilares fundamentales. Pero
¿no habrá además de ellos otros modelos educativos de alguna vigencia en el siglo XVII que
puedan haber influido en el proyecto lasallista? ¿Qué teóricos de la educación estaban
vigentes en esa época?
75
Ibid., passim.
76
Cf. PAUL, Frere op. cit.; cartas 75, pto. 8; 58, pto. 20
77
Cf. Ibid., cartas 56 pto. 8; 99, pto. 4
78
(Cf. LA SALLE, Juan Bautista de -Conduité... - ed. de 1706; pp. 183-191
79
Cf. PAUL, Frere op. cit.; cartas 11 pto. 14; 57 pto. 10; 55 pto. 16; 34 ptos. 7 y 8
32
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora
Este proceso, que busca formar al hombre por sí mismo, llevará a abrirse paso a un
realismo objetivo ante la educación, como a la [32] aceptación de las ciencias positivas de la
naturaleza en este campo.83
Ratke (Ratichius, 1571-1653), plantea el método natural, que apunta a cambiar los
procedimientos de la educación, más que los programas educativos. En su plan solo da cabida
a la enseñanza de las lenguas y a las matemáticas. Para el estudio de las lenguas, se opone a
la enseñanza de las lenguas antiguas antes que la lengua materna. Por lo mismo, propone con
su método natural que primeramente se enseñe la lengua vernácula, posteriormente hebreo,
del hebreo al griego y del griego al latín. El método que aconseja usar consiste en no enseñar
más que una cosa a la vez, repitiéndola a menudo; ocupando cada día para un solo y mismo
asunto, sin ocupar la memoria y dando frecuentes recreos entre las lecciones. Finalmente,
insiste en la uniformidad en todas las cosas, aplicando el mismo método en todas las
disciplinas, como también en los libros dedicados a la enseñanza de la lengua, arte o ciencia
(a modo de ejemplo, los libros dedicados a la enseñanza de diferentes lenguas, deben estar
hechos siguiendo el mismo plan).84
De esta manera, el niño no perderá tiempo, ya que el espíritu humano está hecho de
tal manera - declara Ratke - que debe captar con placer todo lo que debe retener.85 La
presión para aprender queda relegada solo a lo que hace referencia a la disciplina de las
costumbres y a la formación de la virtud, pero sin llegar a ejercer la violencia.86
80
Cf. RIGAULT, George op. cit.; pp. 18
81
Ibid., pp. 18-24
82
Cf. HUBERT, René - Historia de la pedagogía - Ed. Kapelusz; Buenos Aires 1957 (2da. Edición); pp. 211
83
Ibid., pp. 212
84
Cf. Ibid., pp. 212-213; HERMENT, Jules - Manuel d'histoire de la pédagogie - La procure Générale; Bruxelles 1930; pp. 193-194
85
HUBERT, René op.cit.; pp. 213
86
Cf. Ibid., pp. 213; HERMENT, Jules op. cit.; pp. 194
33
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora
En cuanto a las asignaturas, no está del todo claro la preponderancia que dé a las
ciencias y la cultura científica por sobre los estudios clásicos, o mis bien si quiere lograr unir
armónicamente lo clásico con lo moderno, la cultura literaria a la formación científica. Al
menos los autores consultados no se encuentran plenamente de acuerdo en este punto,93 pero
sí son enfáticos en afirmar la preponderancia que otorga a la escuela popular generalizada,
ya que todos los [34] hombres son llamados a un mismo destino: la sabiduría, la moralidad,
la santidad (Didáctica Magna cap. XIII).94 Esta escuela popular dictará sus clases en lengua
vernácula, ejerciendo la enseñanza un solo maestro, el cual procurará de no diversificar sus
métodos y de cambiar el espíritu. En los programas, indica que se tendrá que enseñar la
lectura de manuscritos y de impresos, la escritura, la ortografía, el cálculo, la medición, el
canto de las melodías usuales, el conocimiento de salmos de memoria, como de cantos
religiosos, el estudio de pasajes recomendables de las Sagradas Escrituras y de hechos
notables de la cosmografía y de la geografía".95
87
Cf. RIGAULT, George; op. cit.; pp. 24-26
88
Cf. HUBERT, René op. cit.; pp. 214
89
Ibid., pp. 214
90
Ibid., pp. 215; Cf. HERMENT, Jules op. cit.; pp. 195
91
Cf. HUBERT René op. cit.; pp. 216
92
Cf. Ibid.; HERMENT, Jules op. cit.; pp. 197
93
Cf. HUBERT, René op. cit.; pp. 216 y HERMENT, Jules op. cit.; pp. 196
94
HERMENT, Jules op. cit.; pp. 195
95
Ibid., pp. 199
34
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora
El rápido desarrollo que tuvieron las escuelas lasallistas se debió el éxito de sus
aciertos pedagógicos;96 sin embargo, ello aún no era suficiente para afianzar la obra de La
Salle. El Fundador tendrá su principal preocupación en preparar y formar a un estilo de
maestro con un espíritu nuevo, el único capaz de llevar a la práctica todo lo anterior. Su
esfuerzo en tal sentido merece un capítulo aparte.
96
Cf. MAILLEFER, Francisco Elias op. cit.; pp. 11, 218; BLAIN; op. cit.; Tomo I pp. 296-299; Tomo II pp. 15 y 51
35
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora
[35] CAPITULO IV
UN MAESTRO DE NUEVO CUÑO
Tal como presenta la escuela de La Salle, exige de un tipo de maestro hasta ese
momento desconocido. Un pedagogo de estilo nuevo, aparece como la condición de "ser" de
este proyecto. Antes de entrar a analizar algunos aspectos que debe presentar este hombre,
dedicado a la educación de los pobres y artesanos, sería necesario conocer el concepto social
que se manejaba en esos años sobre el maestro. Esto ayudará a entender mejor las
consideraciones que hace de La Salle sobre el mismo.
En la época del Fundador de los Hermanos, el ocuparse del oficio de maestro era
sinónimo de un hombre ordinario, falto de preparación intelectual, moral y profesional.97
[36] Bastaría con analizar la reacción de la familia de La Salle para percibir lo mismo.
Sus biógrafos relatan cómo al llevar a comer a los maestros a su casa, se encuentra con el
rechazo de sus hermanos carnales, pues a ellos, que vivían con él, tal género de vida les era
molesto.103 Lo que es en un primer instante rechazo, con el devenir de los acontecimientos
se convierte en escándalo al momento de ir a vivir los maestros en la casa de La Salle,
constituyéndose tal hecho en una deshonra a su familia y a su posición sacerdotal (al
encargarse) de unos sujetos de baja condición y sin ninguna cultura.104
Las categorías que la sociedad de la época establece, ubica en lo más alto, lo más
digno socialmente hablando, al presbiterado, y en el lado opuesto, lo más bajo, el magisterio
97
Usó los términos de maestro, educador, pedagogo, profesor, entendiéndolos por el maestro de escuela elemental popular.
98
Cf. M.I.D.B. - Instrucción méthodique pour l'Ecole Paroissiale - Paris 1685; pp. 28 (este texto es atribuido a Jacques de Batencour
sacerdote francés que vivió en el siglo XVII quien se preocupó de la enseñanza y pedagogía. Esta obra tuvo como destino a las escuelas
gratuitas (escuelass parroquiales) que estaba ubicada para niños pobres de Saint-Nicolas-du-Chardonne, París.
99
Ibid., Prefacio. *
100
Ibid., pp. 27
101
Ibid., pp. 28-29
102
Citado por COMPAYRE, Gabriel - Carlos Demia y los orígenes de la enseñanza primaria - Ed. De la Lectura; Madrid 1928; pp. 61-62
103
MAILLEFER, Francisco Elías op. cit.; pp. 24
104
Ibid. pp. 26
36
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora
elemental. Esta realidad social ya había golpeado a otros. En 1597, San Pedro Fourier se
había propuesto formar como maestros a un grupo de jóvenes seminaristas. En sólo tres
meses el proyecto aborta por deserción de los jóvenes seminaristas. Otro intento es el
emprendido por César de Bus, que junto a su "Congregación de la Doctrina Cristiana"
pretende educar a la clase humilde de Cavaillón y las zonas limítrofes a ésta; a finales del
siglo XVI logran abrir las escuelas que prontamente diluyen su objetivo. Sus maestros,
sacerdotes y latinistas, pronto se inclinan hacia la enseñanza secundaria, emulando así a
jesuitas y Oratorianos.105
105
Cf. ALCALDE, Carlos, f.s.c; op, cit.; pp. 31-39
106
LA SALLE, Juan Bautista de - Meditaciones...- Med. 193 pto. 1
107
Ibid. Med. 199, pto. 1
37
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora
Se define así La Educación Cristiana del Niño113 como una actividad misional. Por
ello el maestro se constituye en "ministro",114 "embajador",115 "cooperador"116 de Jesucristo
y que tiene corno fin descubrir la Verdad, que no es otra que el mismo Jesús.117 Con todas
estas denominaciones que acusan su misión, sólo falta determinar el medio en donde se
realizan. Y este medio es la Iglesia; en ella es posible plenificar y realizar el objetivo [39]
último del ministerio magisterial: el introducir a los niños en la estructura del edificio
eclesial,118 santuario en el que Dios vive por el Espíritu Santo.119 De esta forma se logra que
los niños vivan la vida del espíritu. 120 Tomando este punto de vista, no deja de ser
108
Ibid. Med. 87, pto. 2
109
Ibid. Med. 196, 1; Cf. Ibid., Med. 196, pto. 2; 200, pto. 1; 203, pto. 3; 205, pto. 1 207, pto. 3; 177, pto. 1
110
Ibid. Med. 201, pto. 1
111
Ibid. Med. 193, pto. 1; Cf. Ibid., Med. 193, pto. 3; 206, pto. 1; 3, pto. 3; 7, pto. 1; 61, pto. 1; 79, pto. 1; 131, pto. 2; 140, pto. 2; 146,
pto. 2 148, pto. 3; 154, pto. 1; 177, pto. 1; 194, pto. 1
112
Ibid., Med. 131, pto. 1; Cf. Ibid., Med. 2 pto. 2; 197; 198
113
Cf. Ibid., Med. 201, pto. 1; 193, ptos. 1 y 3; 206, pto. 1; 87, pto. 2; 157, pto. 1
114
Cf. Ibid., Med. 195, pto. 2; 202, pto. 2; 206, pto. 3; 199, pto.3
115
Cf. Ibid., Med. 195, pto. 2; 201, pto. 2
116
Cf. Ibid., Med. 195; 196
117
Cf. Jn. 14,6; 18,6-7
118
LA SALLE, Juan Bautista de - Meditaciones... - Med. 200, pto. 1; Cf. Ibid., Med. 201, pto. 1; 205, pto. 3
119
Ibid. Med. 205, pto. 3
120
Cf. M. SAUVAGE; op. cit.; pp. 834 ss.
38
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora
significativo que de La Salle, tan opuesto a que sus maestros fueran sacerdotes, llegue a
decirles, ponderando la excelencia de su misión, que ejercen un ministerio que por las
funciones se asemeja más que ningún otro al de los sacerdotes, 121 viniendo a ser el
magisterio una especie de sacerdocio: al ser llamado a colaborar en la obra de Cristo,122 se
convierten en ministro de la Iglesia.123
Las raíces de su vocación se encuentran en la experiencia particularmente fuerte que
ha tenido el maestro, descubriendo que es el mismo Dios quien se ha hecho presente en su
vida personal, en su propia historia. 124 Tiene también la certeza de que no quedará
abandonado a sus propias fuerzas, sino que se verá favorecido con los dones espirituales
necesarios para llevar a buen término la obra de quien lo envió.125
La mano de Dios que toca su corazón, convirtiéndolo y otorgándole los dones del
Espíritu, le concede al maestro el poseer la libertad de los hijos de Dios, lo que le aleja del
pecado,126 lo estabiliza y le afianza su ser en el bien,127 que le da a conocer y le hace saborear
el mensaje por medio del cual se obtiene la verdadera inteligencia de Cristo,128 que le da los
talentos necesarios que necesitará como ministro de Dios para cumplir la misión
encomendada, 129 que le da confianza, el entusiasmo necesario y la intrepidez [40] para
anunciar el evangelio de Jesucristo a pesar de sufrir persecuciones,130 y que finalmente le
hace poseer el don divino de llegar a "tocar los corazones de los niños" a él encargados.131
121
ALCALDE, Carlos op. cit. pp.130
122
Cf. La Salle, Juan Bautista de – Meditaciones… - op. cit. Med. 199, pto 1
123
Ibid. Med. 199, pto. 1; 201, pto 2
124
Cf. ibid. Med. 193. Pto. 1
125
Cf. ibid. Med. 201 pto. 1
126
Cf. ibid. Med. 45 pto. 1
127
Cf. ibid. Med. 4 pto. 3
128
Cf. ibid. Med. 191 pto. 2
129
Cf. ibid. Med. 205 pto. 1; 207 pto. 1
130
Cf. ibid. Med. 42 pto. 2
131
Cf. ibid. Med. 43 pto. 3; 204 pto. 2
132
Cf. ibid. Med. 2 pto. 2
133
Cf. ibid. Med. 189 pto. 1
39
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora
Una vez sondeado en los escritos del fundador este carácter vocacional del ministerio
educativo cristiano, se hace necesario abordar dos campos en los cuales el maestro tendrá
que cultivarse: a nivel de su interioridad, como en las perspectivas que se manifiesten en la
acción concreta a realizar.
a) La fe. Lo más característico, que anida en la profundidad del corazón del maestro, es
el "espíritu de fe", prisma bajo el cual debe mirar toda su actividad magistral. La fe
que debe tener el maestro no queda en el nivel intelectual, sino que se expresa
fundamentalmente en su propia vivencia, De no hacerlo, advierte de La Salle, el vivir
una fe sin obras equivale a un cuerpo sin alma.135 Este espíritu de fe es un espíritu
que se regula y se conduce en todo por máximas y sentimientos… tomados
particularmente de la Sagrada Escritura. 136 De esta manera, para el maestro
cristiano, vivir la fe, es sobre todo, acoger la presencia del Dios vivo, entregarse sin
reserva a su amor, apoyarse con filial confianza en su fidelidad.137 Y en este aspecto
vivencial, De La Salle insiste una y otra vez, en no mirar nada sino con los ojos de
la fe, a no hacer nada sino con la vista puesta en Dios, a atribuirlo todo a Dios …138
134
Ibid. Med. 188 pto. 2
135
Cf. ibid. Med. 194 pto. 3; 197 pto.2; 200 pto.3; 84 pto. 3; 175 pto. 2
136
LA SALLE, Juan Bautista de – Colección… - pp. 76-77
137
CAMPOS, Miguel-SAUVAGE, Miguel op. cit. pp. 66
138
LA SALLE, Juan Bautista de – Regles… - Cap. 2 arts. 2
139
LA SALLE, Juan Bautista de - Colección...- op. cit. pp. 67
140
LA SALLE, Juan Bautista de – Regles… - Cap. 2 arts. 2 y 9
40
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora
141
Cf. LA SALLE, Juan Bautista de – Meditaciones… - op. cit. Med. 196, pto 1
142
Cf. Ibid. Med. 102 pto. 1
143
Ibid. Med. 198 pto. 3
144
Cf. Ibid.
145
Para ampliar el tema ver SAUVAGE, Michel op. cit. pp.619
146
LA SALLE, Juan Bautista de – Meditaciones… - op. cit. Med. 43, pto 3; 81 pto. 2; 139 pto. 3; 148 pto 2
147
Cf. Ibid., Med. 159, pto. 1; 168, pto. 3; 180, pto. 2; 181, pto. 192, pto. 2
148
LA SALLE, Juan Bautista de - Les Devoirs d'un chrétien envers Dieu et les moyens de pouvoir bien s’en acquitter - Tomo 1; (Cahiers
Lasalliens N° 20), pp. 3
149
Ibid., pp. 4-5
150
LA SALLE, Juan Bautista de – Meditaciones… - op. cit. Med. 174 pto 1
41
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora
b) La oración. Los biógrafos de Juan Bautista de La Salle constante mente hacen notar
su natural inclinación a la oración y la meditación. Esto se refleja claramente cuando
se hace cargo de los primeros maestros en Reims: Les aconsejó hacer uso frecuente
de la oración y acercarse a menudo a los sacramentos para mantener su conciencia
en paz. 156
151
Ibid., Med. 153, pto. 1
152
Ibid., Med. 201, pto. 2 (citando a II Co. 5, 14-15)
153
CAMPOS, Miguel-SAUVAGE, Miguel op. cit.; pp. 73
154
LA SALLE, Juan Bautista de – Meditaciones… - op. cit. Med. 96 pto 1; 139 pto. 1
155
LA SALLE, Juan Bautista de - Colección...- op. cit. pp. 156
156
MAILLEFER, Francisco Elías op. cit.; pp. 27
157
LA SALLE, Juan Bautista de – Meditaciones… - op. cit. Med. 3 pto 3
42
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora
La vida del educador queda definida, nuevamente, a partir de los dos polos de
su preocupación. Todo su tiempo ha de ser dedicado a la oración y a la escuela,
porque éstas son sus principales [45] ocupaciones, y de ellas dará cuenta a Dios más
estrecha.164 En el ideal de educador lasallista se encuentra armoniza da la acción y la
contemplación, que para otros aparecen tan opuestas. En él se logra realizar todas las
acciones en espíritu de oración165 en una vida de oración ininterrumpida, en una vida
en donde existe la contemplación en la acción. Es así fácil de entender la "práctica de
la presencia de Dios" que se le pide al maestro hacer continuamente. Es este el medio
práctico de re coger los sentidos exteriores que llevan a la "curiosidad" que es una de
las cosas que más impiden la piedad,166 lográndose que se desarrollen las potencias
interiores, que son el mejor medio para alejar del espíritu todos los pensamientos
malos e inútiles,167 ejecutando así el maestro las obras de su "estado y empleo" con
atención y espíritu interior.168
158
Ibid., Med. 39, pto. 2; Cf. Ibid. Med. 37 pto. 2
159
Cf. Ibid., Med. 145, pto. 3
160
Cf. Ibid., Med. 197, pto. 1
161
Cf. Ibid., Med. 196, pto. 1
162
Cf. Ibid., Med. 3, pto. 2; 44„ pto. 2
163
Ibid., Med. 198, pto. 1
164
F. PAUL; op. cit.; carta 3 pto. 1
165
Ibid., carta 1 pto. 4
166
Cf. Ibid., carta 103, pto. 4
167
LA SALLE, Juan Bautista de - Colección...- op. cit. pp. 124; Cf. PAUL, Frere op. cit.; carta 103, pto. 7
168
LA SALLE, Juan Bautista de - Colección...- op. cit. pp. 195
43
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora
3. Los compromisos educativos: Vienen a conformar una suerte de tríptico donde en tres
niveles he reunido algunos aspectos ante los cuales el maestro se siente comprometido. No
pretendo, ni remotamente, agotar el tema que podría ser más desarrollado, sino que sólo
vislumbrarlo en algunas de sus partes. El compromiso educativo lo he perfilado en los
siguientes aspectos:
169
Cf. BLAIN, Jean Baptiste op. cit.; Tomo I pp. 348
170
Cf. Ibid., pp. 178, 225, 145, 289, 290; Cf. MAILLEFER, Francisco Elías op. cit.; passim; Cf. PAUL, Frere op. cit.; carta 72, pto. 8
171
LA SALLE, Juan Bautista de - Colección...- op. cit. pp. 22
172
El Hno. Agatón desarrolló una explicación de las virtudes del maestro nombradas por de La Salle, pero les da un nuevo orden (H.
Agatón f.s.c.) "Las 12 virtudes del buen maestro según San Juan Bautista de La Salle"; Madrid 1952; Ver: ALCALDE, Carlos op. cit.; pp. 262
173
ALCALDE, Carlos op. cit.; pp. 260-261
174
Cf.. LA SALLE, Juan Bautista de - Meditaciones... – op. cit. Med. 194; 197, ptos. 1- 2; 198, ptos. 2-3; 208, pto. 3; 2, pto. 1
175
Ibid., Med. 56, pto. 2 Cf. Med. 115, pto. 1
44
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora
posible… (a) que se aparten (los niños) de las malas compañías y que sólo frecuenten
las buenas, a fin de que… Recibiendo… saludables impresiones, practiquen el bien
con facilidad.176
176
Ibid.
177
Ibid., Med. 193, pto. 2
178
Cf. S.S. PIO XI - Divinis Illius Magistri - - Libreria Editrice Vaticana Roma 1929; S.S. PIO XII _Alocución a los maestros católicos italianos-
Del 4-XI-1945; CONCILIO VATICANO II – Declaración Gravissimun educationis - N° 3
179
LA SALLE, Juan Bautista de - Meditaciones... - Med. 157, pto. 1
180
Ibid., Med. 206, pto. 3
45
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora
Otro elemento que salta a la vista a este nivel, es la exigencia al maestro por
estimar su vocación, dignificándola y dándole honor.186 Y nuevamente esto se logra
si el educador es capaz de comportarse como el "apóstol",187 que tiene la misión de
llevar a los hijos de Dios, sus alumnos,188 a ser ciudadanos del cielo y miembros de
la Iglesia.189
181
Ibid., Med. 203, pto. 3
182
Ibid., Med. 206, pto. 3
183
Ibid., Med. 106, pto. 2; Cf. Med. 106, pto. 3; Carta 109, pto. 2 (op. cit.)
184
Cf. LA SALLE, Juan Bautista de - Memorial al Obispo de Chantre - en BLAIN; op. cit.; Tomo I pp. 375-376
185
Cf. BLAIN, Jean Baptiste op. cit.; passim; MAILLEFER, Francisco Elías op. cit.; passim
186
Cf. PAUL, Frere op. cit.; carta 87; LA SALLE, Juan Bautista de - Meditaciones... - Med. 199, pto. 3; 167, pto. 2; 133, pto. 2
187
LA SALLE, Juan Bautista de - Meditaciones... - Med. 167, pto. 2
188
Cf. Ibid., Med. 199, pto. 3
189
Cf. Ibid., Med. 133, pto. 2
46
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora
190
Cf. BLAIN, Jean Baptiste op. cit.; Tomo I pp. 370 - 371
191
Cf. LA SALLE, Juan Bautista de - Meditaciones... - Med. 153, pto. 3; "Reglés..."; op. cit.; Cap. VII; F. PAUL; op. cit.; carta 56, pto. 12
192
Cf. LA SALLE, Juan Bautista de - Conduité... - edición 1706; pp. 122, 235;237
193
LA SALLE, Juan Bautista de - Meditaciones... - Med. 92, pto. 3
194
Cf. Ibid., Med. 207, pto. 1
195
LA SALLE, Juan Bautista de - Conduites... - op. cit. pp. 17
196
Cf. Ibid., pp. 442-444
197
Cf. LA SALLE, Juan Bautista de - Meditaciones... – op. cit. Med. 155, pto. 3
198
Cf. LA SALLE, Juan Bautista de - Reglés... - op. cit.; Cap. I; PAUL, Frere op. cit.; cartas 113, pto. 2; Es interesante hacer notar la mala
experiencia que tiene en este aspecto el Fundador de las Escuelas Pías, San José de Calasanz. Este tiene que permitir que ejerzan como
docentes elementales los religiosos no promovidos al sacerdocio, debí do a "la escasez de sujetos idóneos y (a) la resistencia de los
sacerdotes a abajarse a la enseñanza elemental - SANTHA, Gyorgy-AGUILERA, Cesar-CENTELLES, J. - San José de Calasanz- Su obra: Escritos
47
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora
1.- Ante Dios que le ha confiado la salvación de los niños y que le "pedirá
cuenta". Por lo tanto antepone el maestro los intereses del niño a los propios.202
2.- Ante el niño que espera, en primer término, una instrucción y educación
religiosa que le confiera el logro pleno de la salvación;203 y, en segundo término,
una buena instrucción profana,204 entregada con exactitud, todos los días debidos
y en forma adaptada a su real capacidad.205
3.- Ante su propia formación: Como el maestro debe entregar una buena
educación, y no puede entregar lo que no posee, éste debe prepararse
profundamente, tanto en lo religioso206 [52] como en el aspecto profano,207 no
efectuando diferencias entre los deberes del propio estado y el negocio de su
perfección y salvación.208 De esta manera podrá hacer buen uso de sus talentos
magisteriales, de los cuales dará cuenta al mismo Dios.209
49
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora
SEGUNDA PARTE
CRISTIANAS EN CHILE
50
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora
CAPITULO I
EL CHILE QUE LOS ACOGE
Al llegar a la mitad del siglo XIX, Chile es un país que ha logrado superar la situación
creada por la etapa de emancipación. Es el período llamado por los historiadores de la fase
liberal del régimen portaliano 210 o de Expansión nacional. 211 De toda suerte, el país se
empieza a perfilar en su proceso de organización, siendo también el momento en que se
comienza a gestionar la venida a Chile de los "Hijos de La Salle".
Por otra parte, los radicales y nacionales de la época dan forma política al reformismo,
que se cristaliza en el "Club de la reforma".215 Se pretende
cambiar la ley electoral, tener tolerancia
religiosa, reglamentar las facultades
extraordinarias, como limitar las facultades
presidenciales, etc.216
ley de libertad de culto que se discute en 1865. Se descubre rápidamente las posiciones
antagónicas: Por un lado los círculos doctrinarios liberales y radicales desean la libertad de
culto, dejando así de ser la religión católica la única religión oficialmente aceptada, y por
otro lado los conservadores, con don Joaquín Larraín Gandarillas, Abdón Cifuentes y otros,
que defienden el artículo V e la Carta de la Constitución de la República, vigente entonces,218
y que mantiene a la Iglesia Católica como la única religión oficial del Estado.Todas estas
situaciones debilitan la alianza liberal - conservadora, llegando en 1871 en el gobierno de
Federico Errázuriz Zañartu (1871 a 1876) a producir el quiebre conservador liberal,
formándose una nueva alianza de liberales y radicales.219 Esta situación se mantendrá hasta
el próximo siglo. El liberalismo radical hallará su sentido, en el asunto religioso, manteniendo
una posición de resistencia ante las pretensiones "clericalistas”, propugnando la laicización
de las instituciones, impulsando la supresión del fuero eclesiástico, sustracción de los
cementerios de la jurisdicción de la Iglesia, la eliminación del latín de los estudios de
humanidades, el establecimiento del matrimonio civil, como también la enseñanza primaria
obligatoria y la enseñanza superior220.
Por el otro lado, están los conservadores que toman posiciones en donde priman
criterios de los ultramontanos.221 Adquieren, cada vez más un tinte clerical, al parecer sin la
influencia de la jerarquía eclesiástica.222
218
Joaquín Larraín Gandarillas sentó las bases en que se apoyaban (ese grupo) los Conservadores: Chile sin religión ni Dios, sería una
Sociedad sin cabeza y sin cimientos sobre que levan tar el edificio social: "¿Qué criterio dejamos al legislador -se preguntaba- para
distinguir lo bueno de lo malo, lo justo de lo injusto? - VILLALOBOS, SILVA, OTROS; op. cit.; pp. 749
219
cf. VILLALOBOS, SILVA, OTROS; op. cit.; pp. 752-753
220
cf. ibid., pp. 754-759
221
cf. ENCINA, Francisco-CASTEDO, Leopoldo; op. cit.; pp. 1098
222
VILLALOBOS, SILVA, OTROS; op. cit.; pp. 759
223
ENCINA, Francisco-CASTEDO, Leopoldo; op. cit.; pp. 1096; cf. VILLALOBOS, SILVA OTROS; op. cit.; Tomo III, pp. 432-437
224
cf. ENCINA, Francisco-CASTEDO, Leopoldo; op. cit.; pp. 1096; cf. VILLALOBOS, SILVA, OTROS; op. cit.; Tomo III pp. 531-532
225
cf. ENCINA, Francisco-CASTEDO, Leopoldo; op. cit.; pp. 1093-1102; cf. VILLALOBOS, SILVA, OTROS; op. cit.; Tomo III pp. 566
52
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora
226
cf. VILLALOBOS, SILVA, OTROS; op. cit.; pp. 695-698
227
cf. ibid., pp. 694
228
ibid., pp. 699
229
cf. ibid., pp. 693
230
cf. ibid., pp. 704
53
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora
mayoría de los hogares de ese tiempo, se ve influenciada por este esnobismo de sobrevalorar
lo extranjero: el estilo francés. Llega incluso a afectar a las formas de culto, a las oraciones
y logra hacer su aparición nuevas devociones y manuales de espiritualidad. El mismo arte
sacro nacional se ve desplazado por el llamado "arte de San Sulpicio".231
Lo que vendrá a ser con el tiempo la clase media, constituida por trabajadores de
servicios públicos y otros, se encuentra en ese nivel como un estrato de tránsito, en una
marcha que, hipotéticamente, debería llevar a sus integrantes a la cúspide de la pirámide
social. Sus limitados recursos económicos hacen una obsesión en ellos el legar a sus hijos lo
único que estaba dentro de sus posibilidades: una educación adecuada,232 pensamiento que
se verá ayudado por la gratuidad de la educación liceana como de la universidad estatal. Por
otra parte, el uso que esta clase hace de la política, busca el mismo fin de proyección social,
lo que hace que utilicen a la educación laica y después positivista (que les da el) liceo... (y)
la Universidad de Chile, como trampolín social, (siendo) la afiliación al partido
Radical...casi obligatoria.233 Muy distinta es la vida del obrero, que es el pobre de la época.
Estos viven en ranchos y conventillos que se ubican en el lado sur de la Alameda, cerca del
ferrocarril, como al norte del río Mapocho en Santiago, y en los sectores altos de Valparaíso,
los cerros. Los conventillos y ranchos son lugares insalubres, oscuros. Carecen de agua
potable como de alcantarillado. Allí viven las familias hacinadas, siendo sus miembros
víctimas fáciles del tifus exantemático, como de la difteria, neumonía y enfermedades
intestinales. Las periódicas epidemias de viruela o cólera que se desatan -basta recordar las
que se producen en los años 1865, 1872, 1888 y 1889, como la tuberculosis y los males
231
cf. ibid.; pp. 702-730
232
ibid., pp. 732
233
ibid., pp. 733
54
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora
234
cf. ibid., pp. 743-736
235
cf. ENCINA, Francisco-CASTEDO, Leopoldo; op. cit.; pp.. 1289-1290
236
En 1865 existía solo un 17% de la población que sabía leer y escribir, cantidades que aumentó a un 50,3% de alfabetos en 1920. cf.
VILLALOBOS, SILVA, OTROS; op. cit.; pp. 1098
237
cf. VILLALOBOS, SILVA, OTROS; op. cit.; pp. 713
238
cf. ibid., pp. 713-714
239
cf. ibid., pp. 714 cf. "SOCIEDAD DE ESCUELAS CRISTIANAS DE SANTO TOMÁS DE AQUINO”; Santiago 1907; pp. 9
240
ibid., pp. 3
241
cf. ibid., pp. 111
242
cf. "MEMORIA DEL CENTRO CRISTIANO"; Santiago 1921; pp. 3
55
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora
secundaria por los Seminarios, que atienden, fuera de los estudiantes a la vida sacerdotal, a
laicos; y los establecimientos que mantienen las congregaciones religiosas.243
Sin embargo, se mira con reserva las facilidades otorga das a las congregaciones
religiosas para fundar colegios, mientras se aplaude la creación de aquellos que, aunque
privados, no son religiosos.244 Es una posición mantenida por los grupos liberales-radicales,
los cuales, siendo defensores de toda libertad, se oponen tenazmente a la libertad de
enseñanza que piden los conservadores. Los primeros desean una enseñanza laica,
desacralizada, la única capaz, según ellos, de modelar mentalidades hostiles a las sectas y
abiertas al pensamiento científico, y totalmente libre -dicen- de amarras no racionales245. En
los programas de estudio empieza a predominar la enseñanza intelectual y humanista.
Barros Arana, desde el puesto de Rector del Instituto Nacional, reforma la segunda
enseñanza, introduciendo la historia literaria, la historia de la filosofía, la química, la
geografía, la física y la historia natural. Después de una larga y acalorada disputa, se mantiene
el latín dentro de las asignaturas246.
Tal es la situación histórica de nuestro país que los "Hermanos de las Escuelas
Cristianas" enfrentarían al llegar. Fieles al espíritu del fundador y ante la situación de
243
cf. VILLALOBOS, SILVA, OTROS; op. cit.; pp. 714
244
ibid., pp. 760
245
cf. ibid., pp. 759
246
ENCINA, Francisco-CASTEDO, Leopoldo; op. cit.; pp. 1289-1290
247
cf. VILLALOBOS, SILVA, OTROS; op. cit.; pp. 714
248
cf. ibid., pp. 732
249
cf. ibid., pp. 714-717
56
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora
desvalimiento cultural que sufre el pueblo chileno - semejante a la que motivó al mismo de
La Salle en su Francia del siglo XVII - y con la intuición de que cultura es poder, acudirán
en ayuda de los necesitados, incentivados por una consigna precisa: educación popular. Tal
bandera ya era agitada en Chile, como veremos enseguida, por los católicos visionarios que
concretarán la llegada al país de los hijos de La Salle.
57
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora
CAPITULO II
LOS COMIENZOS EN CHILE
Hacía ya cerca de veintidós años que las autoridades eclesiásticas, habían solicitado
la venida de los Hermanos de la Salle a Chile, cuando la Sociedad de San Vicente de Paul de
Santiago, preocupada por conseguir una Congregación religiosa que dirigiera el
establecimiento de "Talleres de San Vicente", empieza a preocuparse de traer a los
Hermanos. La primera mención la encontramos en la sesión del 2 de diciembre de 1855 en
donde, el Secretario de las Conferencias, don Emilio Ovalle, pide que se hagan gestiones con
el fin de traer Hermanos. En la sesión del 29 de mayo de 1859, don Wenceslado Vial insiste
sobre la misma moción, lográndose en la sesión del 7 de agosto del mismo año, comisionar
al Pbro. Joaquín Larraín Gandarillas, para que, durante su viaje a Europa, pidiera al Superior
General de los Hermanos de las Escuelas Cristianas algunos religiosos de su Instituto para
que tomaran la dirección de la Casa de Talleres.250
250
Cf. HISTÓRICO DE LA COMUNIDAD DE SAN VICENTE DE PAUL - obra manuscrita, archivo de la Casa Provincial de los
Hermanos de las Escuelas Cristianas de Chile"; pp. 233
58
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora
Según acta de la sesión del Consejo Universitario del 5 de noviembre el Rector don
Andrés Bello había oído con gusto la lectura de su discurso de incorporación, que los
antecedentes del nuevo miembro le hacían esperar que cooperaría eficazmente al principal
objeto de la Universidad, la educación moral del pueblo.252
Con el mismo fin, el Arzobispo de Santiago, Dr. don Rafael Valentín Valdivieso,
solicitó del Supremo Gobierno, la autorización, para los Hermanos, de establecerse en Chile
con aprobación legal y personería jurídica253 lo cual se logra el 27 de diciembre de 1862,
declarando en Gobierno:
251
PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATOLICA DE CHILE - Anales de la Universidad -; Tomo XVI pp. 1049; FERNANDEZ, Carlos - Don Blas Cañas.
El Vicente de Paul Chileno - imprenta Chile; Santiago 1936; pp. 128-137; ROMÁN, Manuel Antonio - Vida del Señor Presbítero Don Blas
Cañas - imprenta Católica, Santiago 1887; pp. 77-78; Cf. ARANEDA, Fidel - El Presbítero Don Blas Cañas Calvo - artículo de la Revista
"Perfiles sacerdotales de Chile"; dirigida por Alejandro Huneeus Cox; Santiago 1968; pp. 68-69
252
FERNANDEZ, Carlos op. cit.; pp. 137-138 ASTORGA, José Ramón op. cit.; pp. 77-78
253
"HISTÓRICO..."; op. cit.; pp. 234
59
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora
MIGUEL GUEMES
Ministro254
La petición es rechazada por el Hno. Philipe, Superior General, a pesar del apoyo del
Presidente General de la Sociedad de San Vicente de Paul, M. Baudón, a quien Gandarillas
le dice: creo que hay un gran bien que se puede hace en Chile, porque la fe en este país es
254
BIBLIOTECA CONGRESO NACIONAL DE CHILE - "Boletín de leyes de la República de Chile"; archivo Congreso Nacional; libro XXX; N
191; pp. 383; ASTORGA, José Ramón - Boletín eclesiástico del arzobispado de Santiago - Tomo IX Imprenta de "El Correo"; Santiago 1887;
N 1209 L; pp. 1035. CONSERVADOR DEL ARCHIVO NACIONAL – Libro - Ministerio de justicia, culto e instrucción pública”, Departamento
de Culto.
60
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora
Se hacen nuevas tentativas ante el Hno. Philipe, en los años 1867, 1870, siendo
también negativas. Nuevas gestiones, en 1874, se realizan entre Mons. Valdivieso y el nuevo
Superior General, el Hno. Jean Olympe, las que se ven interrumpidas debido a su
fallecimiento acaecido en 1875.256
Sin embargo, la paciente insistencia, como la gota de agua que de tanto caer en el
mismo lugar, rompe la roca más dura, logra finalmente su fruto.
Llega el Hno. Yon José en el mes de octubre de 1876, acompañado por el Hno. Adrién
of Jesús, norteamericano, hospedándose en la casa de Don Joaquín Monge, Presidente de las
Conferencias de San Vicente de Paul.260
255
En un trabajo mimeografiado, realizado por la "Oficina de Relaciones Públicas del Liceo Blanco Encalada de Talca"; titulado
"Recopilación de datos. Antecedentes históricos: Previos. 25 años de ajetreos para la traída (sic) a Chile de los Hermanos de las Escuelas
Cristianas, 1852-1877"; publicado en agosto de 1976, encuentra la frase citada. El texto donde basa sus afirmaciones están tornados de
la obra de G. RIGAULT; op. cit.; Tomo IX pp. 261-281. Aparentemente, el trabajo de Rigault podría tener equivocaciones históricas, ya que
sitúa la primera carta del Sr. Larraín Gandarillas al Superior General, Hno. Philippe, con fecha de 25 de Octubre de 1852, siendo que la
obra de "Casa Talleres de San Vicente de Paul" se empieza a gestar sólo en la sesión que la Sociedad de San Vicente de Paul efectúa el 20
de Agosto de 1855 (Cf. "Histórico de la Comunidad de San Vicente de Paul"; pp. 231). Este es un punto que podría ser resuelto consultando
los archivos de la Casa Madre de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, en Roma.
256
"HISTÓRICO..."; op. cit.; pp. 234
257
Cf. PROCURE GENERAL - Compendio...- op. cit.; pp. 121, 124
258
ARCHIVOS DE LAS CONFERENCIAS DE SAN VICENTE DE PAUL.
259
"HISTÓRICO..."; op. cit.; pp. 234
260
Ibid., pp. 234-235
61
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora
Fruto de esta visita, el Hno. Yon José firma dos contratos en diciembre de 1876: uno
que tiene que ver con la Escuela de la Esperanza262 y el otro relativo a la Casa Talleres de
San Vicente.263 Ambos contratos sujetos a la aprobación del Hermano Superior General.
Por la importancia que reviste este primer documento, ya que en él se clarifican la
forma, modo y metodología que los Hermanos emplearán, lo transcribo en extenso:
261
Cf. Ibid., pp. 235
262
Cf. ASTORGA, José Ramón; op. cit.; Santiago 1880; Tomo VI, 606; pp. 332-335; Cf. Ibid., Santiago 1884; Tomo VII, N 69; pp. 262-263
263
"HISTÓRICO..."; pp. 235-239
62
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora
11 El material de las clases y útiles de enseñanza tanto para los Hnos.
como para los alumnos, serán suministrados y conservados
perpetuamente por la Junta.
Único. Los textos y útiles de enseñanza para todos los alumnos de este
Establecimiento serán siempre para la uniformidad de ella, de los
que tengan o tuvieren en uso los Hnos. en su Instituto.
12 Los textos y útiles de enseñanza así como todo lo que pudiesen los
Hnos. para la Casa de Talleres, de acuerdo con la Junta directiva
serán costeados por dicha casa, la cual abonará también los gastos
de conducción y otros que hubiere hasta llegar a su destino.
El Hno. Yon Joseph retorna a Francia para informar al Rvdo. Hno. Superior General,
dejando en Chile al Hno. Adrián de Jesús. El 6 de marzo de 1877, el Superior General envía
a Monseñor Valdivieso una nota en donde le informa del resultado de las conversaciones,
prometiéndoles Hnos. para las casas indicadas, acotando que es necesario fundar un
noviciado a fin de preparar personal para las próximas Escuelas que se abrirán en Chile.264
264
Cf. "HISTÓRICO..."; op. cit.; pp. 239
265
Cf. Ibid., pp. 239
67
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora
CAPITULO III
LA OBRA LASALLISTA EN EL PAÍS
En las siguientes páginas mostraré la procedencia social de los alumnos que les toca
atender a estos Hermanos que se integran a la labor educativa de la Iglesia chilena. A su vez,
destacaré las asignaturas que imparten y los logros y problemas que van apareciendo en el
camino. Debo advertir al lector que lamentablemente no pude contar con toda la
documentación necesaria de la época, por lo que los datos que nombraré, se reducirán a textos
de matrícula del año 1903 hasta 1926, como los "Históricos de algunos establecimientos"
más las "Memorias del Centro Cristiano" y las obras editadas en los aniversarios de la
"Sociedad de Escuelas Católicas de Santo Tomás de Aquino", como a otros documentos
hallados en la Casa Provincial de nuestra Congregación, documentación ajena a los rigores
de la publicación científica y que más bien se acerca al género de la crónica.
266
Ibid., pp. 240
267
Ibid.
68
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora
práctica, siendo la base de toda la instrucción cristiana.268 Esta situación se repetirá en otros
lugares.
268
Ibid., pp. 236
269
Ibid.
270
SOC SANTO TOMÁS DE AQUINO - Bodas de Oro de la Sociedad de Escuelas Católicas de Santo Tomás de Aquino, años 1870-1920; -
Santiago 1920; pp. 154
69
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora
Otro tanto sucede en el Colegio Agustín Edwards. De los 61 alumnos que recibe al
iniciarse en 1910, 21 son hijos de comerciantes, 7 cuyos padres no tienen profesión, en donde
se incluyen a las madres viudas (5 de ellas) y dos que aparentemente serían madres solteras.
Seis padres son empleados, más otros que son carpinteros, herrero mecánico, sastre, joyero,
carretonero particular, empleado de "Baños del A1mendral", arquitecto, comisario, matrona,
ingeniero ferrocarriles, inspector de policía, corredor de comercio, jefe de imprenta del
Mercurio y abogado.272
De todas formas queda demostrado que los Hermanos son fieles al espíritu de De La
Salle: reciben a todos los niños sin importar su condición social, y con un igual trato les
ayudan a formarse intelectual y moralmente. Las edades de los alumnos fluctúan entre 5 y 14
años, llamando la atención la cantidad de niños que salen del establecimiento. En 1905 se
deja constancia que 21 alumnos no se presentaron, ignorándose razones, 17 alumnos
cambiaron de domicilio, 10 alumnos cambiaron de establecimiento, 3 se retiran por
enfermedad, 1 fallece de viruela a los 7 años, 1 es enviado por sus padres al campo o en otro
caso, a Santiago. Sin embargo hay 9 niños cuya causa de retiro es debido a que encontraron
empleo, contando el menor con tan solo 7 años y el mayor de 14 años. La enfermedad seguirá
presente entre las causales de retirado, como también el encontrar empleo. Son, sin embargo
escasas las expulsiones de niños debido a su mala conducta273. El período de matrícula se
extiende durante todo el año. Se reciben alumnos hasta en el mes de noviembre, antes de
finalizar el año escolar.274
271
Libro de Matrícula de la Escuela Arturo Edwards; obra manuscrita, de los años 1903 a 1907, archivo de la Escuela, en Valparaíso.
272
Libro de Matrícula del Colegio Comercial Agustín Edwards dirigido por los Hermanos de las Escuelas Cristianas; obra manuscrita, de
los años 1910 a 1919, archivo del Colegio De La Salle de Valparaíso.
273
Libro de Matrícula de la Escuela Arturo Edwards; op. cit.; passim
274
Cf. Ibid.
275
Cf. Ibid.
70
Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora
lª. Sección 2ª. Sección 3ª. Sección 4ª. Sección 5ª. Sección 6ª. Sección
Es fácil de notar cómo las asignaturas están al servicio de las necesidades de los
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Presencia educativa de los hermanos de las escuelas cristianas en la iglesia chilena hno. Rodolfo patricio Andaur Zamora
alumnos, lo que les hace tener flexibilidad en las mismas. Unas se dan en algún año y luego
desaparecen, para dejar paso a otras. De todas formas, la enseñanza de la lengua vernácula
se mantiene, como el destierro del latín, acentuándose las asignaturas consideradas técnicas,
que preparan para asumir un trabajo a corto plazo.
Por otra parte; se continúa trabajando con los talleres, ya sea en carpintería,
encuadernación y zapatería,276 que es la forma de prepararles a un empleo futuro. El plan de
estudio trata de ocupar durante todo el día al niño, pues a los padres de los niños, por viciosos
y descuidados que sean en las prácticas morales, les gusta que sus hijos sean de buenas
costumbres y buenos católicos.277 El trabajo escolar comienza a las ocho de la mañana, con
la oración. Hasta las 11 de la mañana continúan en clases. Por la tarde, vuelven a las 13 horas
siguiendo en clases hasta las 17 hrs., despidiendo a los niños con la oración de la noche.278
Se incrementa la vida de piedad, mediante el sacramento de la reconciliación frecuente -
mensual para los mayores y trimestral para los menores - y por la asistencia dominical a la
eucaristía, después de haberles hecho un tiempo de catequesis. Esta catequesis se vuelve a
repetir en las tardes de domingo, con recreo posteriores en la misma escuela, todo vigilado y
llevado por los Hermano. 279 Se incentivan también los grupos selectos como la
"Congregación de Jesús adolescente", 280 la "Congregación de la Inmaculada Virgen
María",281 la "Congregación Mariana" y la "Acción Católica de Jóvenes".282
Esta preocupación por apartar al niño de las posibilidades de mala vida, se extiende
hasta los ya egresados. En la Escuela San Carlos Borromeo, se forma en 1913 un "Centro de
la Juventud y cooperadores de la Salle". En este Centro se da acogida a 100 jóvenes
trabajadores, socorriéndolos pecuniariamente en las enfermedades y en otras circunstancias
apremiantes. Para ser socio de este grupo, se debe hacer una experiencia de aspirantado por
seis meses, a partir de los cuales pueden gozar de médico y botica, del uso de la biblioteca,
de los billares, de las reuniones sociales, paseos campestres y apoyo para gastos funerarios,
como de apoyo espiritual por medio de reuniones formativas, oportunidad del sacramento de
la reconciliación y comunión. 283 Se implementan también, con el mismo fin, secciones
276
Cf. MARTIN Y MAMERO, Vicente - Historia eclesiástica de Valparaíso - Tomo II Imprenta del Comercio, Valparaíso, 1891; pp. 550
277
Ibid.
278
Cf. Ibid., pp. 551
279
Cf. Ibid.
280
Cf. "Carta de aprobación del Arzobispo de Santiago"; texto manuscrito de 1914, conservado en los archivos de la Casa Provincial de
los Hermanos de las Escuelas Cristianas de Chile. Cf. Actas de las reuniones de la "Congregación de Jesús adolescentes", texto manuscrito,
conservado en los archivos de la Casa Provincial de los Hermanos de las Escuelas Cristianas de Chile.
281
Cf. Carta que pide aprobación por parte del Arzobispo, a la "Congregación de la Inmaculada Virgen María"; del 4 de junio de 1920,
texto manuscrito, conservado en los archivos de la Casa Provincial de los Hermanos de las Escuelas Cristianas de Chile.
Cf. "Actas de las reuniones de la misma Congregación"; texto manuscrito, conservado en los archivos de la Casa Provincial de los Hermanos
de las Escuelas Cristianas de Chile.
282
Cf. Actas de reuniones de cada grupo, texto manuscrito, conservado en los archivos de la Casa Provincial de los Hermanos de las
Escuelas Cristianas de Chile.
283
Cf. "Bodas de Oro..."; op. cit.; pp. 280-281
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284
Cf. Ibid., pp. 282
285
Cf. Ibid., 320
286
Cf. Ibid., pp. 203-207
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287
Cf. Ibid., pp. 253
288
"La Revista Católica”; Tomo I Santiago 1901; pp. 191; Cf. "Carta del Sr. Arzobispo" del 2 de Marzo de 1901; texto manuscrito,
conservado en los archivos de la Casa Provincial de los Hermanos de las Escuelas Cristianas de Chile.
289
"La Revista..."; op. cit.; pp. 225
290
"Bodas de Oro..."; op. cit.; pp. 109
291
Ibid., pp. 229
292
Ibid., pp. 254
293
Cf. Ibid., pp. 268-269
294
Ibid., pp. 278
295
Cf. Ibid., pp. 279
296
Cf. Ibid., pp. 321
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297
Cf. Ibid., pp. 287
298
Cf. Ibid., pp. 296
299
Cf. Ibid., pp. 298
300
Cf. RODRÍGUEZ Alfredo-GAJARDO, Carlos - La Catástrofe del 16 de Agosto de 1906 en la República de Chile - Imprenta Barcelona;
Santiago 1906; pp. 112, 121, 141. Cf. "Historíque de la Communaute Saint Joseph - Ecole paroissiale del Espíritu Santo - Valparaíso"; texto
manuscrito, conservado en los archivos de la Casa Provincial de los Hermanos de las Escuelas Cristianas de Chile; pp. 13 y 15
301
Cf. "Bodas de Oro..."; op. cit.; 287. Cf. MARTIN Y MAÑERO, VIicente; op. cit.; pp. 549-550
302
Cf. "HISTÓRICO...”; op. cit.; pp. 242-244. Cf. Libros de Matrícula Escuela "Arturo Edwards" y Colegio "Agustín Edwards"; op. cit.; passim.
303
GONZÁLEZ, Gabriel f. s.c.; - Cronología del Distrito de Chile - obra manuscrita; 2a. edición; año 1981; conservado por su autor.
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Al llegar a conocer la vida de cada obra que ha existido en Chile, es sin duda toda una
historia por hacer. Es un trabajo que espera.
304
Ya en 1880, fallece el Hno. Jundus, siguiéndole en 1881 el Hno, Lázaro, novicio de 18 años y otro hermano en 1885, que tiene sólo 19
años. Cf. "HISTÓRICO..."; op. cit.; pp. 243
305
Cf. "HISTÓRICO..."; op. cit.; pp.
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encargados de administrar la ley. Es esta la impresión que queda al leer los periódicos de la
época306. Lo único claro, es que a tan solo 4 días de la acusación (la acusación se hace el 5
de enero de 1905 y el decreto de Gobierno en donde se prohíbe el funcionamiento de las
escuelas y colegios de los Hermanos es del 9 de enero del mismo año),307 se trata de prohibir
la labor educativa de la Congregación en el país. Tales actitudes hacen sospechar que todo
responde a una farsa previamente planificada, pues aún no se terminaba el juicio sobre el
caso y ya se sancionaba. Se pretende desconocer toda la labor efectuada por muchos
religiosos, a partir de la presunta acción de unos pocos. Es lo que declaran los Vicarios
Generales de Santiago en nota enviada al Supremo Gobierno.308 Solo el apoyo de numerosas
instituciones logra evitar el descalabro. El objetivo de los enemigos de la Iglesia no logra su
fin y es causal de renuncia de todo el Gabinete Ministerial.309
Tal es la obra de los "Hermanos de las Escuelas Cristianas" en Chile, hasta comienzo
del siglo XX. Mucho falta por investigar, analizar y criticar históricamente. Espero que este
sea un aporte que ayude a otros a seguir profundizando la labor que emprendieron esos
Hermanos hace ya 108 años atrás en nuestra Patria. Es, sin embargo, una obra querida aún
hoy, por los hombres y por Dios, pues las condiciones que hicieron nacer este Instituto en la
Iglesia, como las razones que tenían quienes los trajeron a Chile, siguen vigentes: quedan
muchos que requieren de una educación cristiana en nuestra patria, y son necesarios hombres
generosos, que con el mismo espíritu de fe, tengan la valentía de empren der el camino hacia
todos los rincones de nuestro país, ya sea al norte, al sur o en nuestras urbes, en donde haya
jóvenes que aún no tengan la oportunidad de encontrar la mano amiga y creativa que los
apoye en su crecer. Es este el desafío que nos espera a los Hermanos de las Escuelas
Cristianas de hoy, y al cual debemos responder como nuestros antecesores lo hicieron.
306
Cf. Diario "Ilustrado" del 10 y 11 de enero de 1916. Cf. Diario "El Porvenir" del 10 y 11 de Enero de 1916; Cf. Diario "El Chileno" del 5,
8 y 11 de enero de 1916; Cf. Diario "El Popular" del 8, 10 y 11 de enero de 1916. Tomado de recortes guardados en la Casa Provincial de
los Her manos de las Escuelas Cristianas de Chile.
307
Cf. ASTORGA, José Ramón op. cit.; Tomo XVI pp. 228
308
Ibid., N 416, pp. 227-231
309
Cf. GONZÁLEZ, Gabriel f.s.c. op. cit.
310
Cf. Ibid
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CONCLUSIÓN
El maestro educador no escapa a esta realidad. El niño es tan importante, que obliga
al maestro a poseer en alto grado un espíritu de desprendimiento, desasido de ambiciones, ya
sean materiales o sociales. Esto es posible en él, si es capaz de poseer un gran amor por la
construcción del Reino de Dios, presente en esos muchachos.
La huella comenzada en Francia, abre surco en Chile, en la segunda mitad del siglo
XIX. Los Hermanos de las Escuelas Cristianas, llenando un vacío similar al que motivó la
acción del Fundador en Francia se dedican, desde su llegada, a atender a los hijos de los
menos favorecidos de fortuna, entregándoles la posibilidad de educarse. No faltaban en la
Iglesia chilena congregaciones religiosas dedicadas a la educación. Pero no existían agentes
pastorales especializados en la educación popular. La obra, que se consolida lentamente,
conoce tanto el reconocimiento de su labor, como los obstáculos siempre necesarios para
templar el espíritu humano. Un trato educativo personalizante, el respeto y la promoción
social de los necesitados, son logros apreciados del espíritu que los anima. Lo hoy tan
evidente, no lo era tanto hace cien años atrás. En este proceso sin duda ha contribuido a crear
conciencia la labor paciente y callada de tantos Hermanos de las Escuelas Cristianas que han
quemado su vida en la educación de la juventud preferentemente pobre de nuestra nación.
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Hoy siguen estando presente en la acción que la Iglesia de Chile dedica a la educación,
donde quiera se den las condiciones que motivaron la fundación de esta Congregación.
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