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Efecto de la presión de la depredación sobre la selección del tamaño y la edad de

maduración en guppies (Poecilia reticulata)


Los guppies (Poecilia reticulata) son peces pequeños que viven en cuerpos de agua dulce. En la isla caribeña
de Trinidad se les puede encontrar en estado silvestre en diferentes lugares del denominado sistema del río
Aripo. En este lugar, desde inicio de la década de los 80s, los investigadores John Endler y David Reznick han
estudiado diversos aspectos relacionados a las diferencias morfológicas, reproductivas, etológicas y ecológicas
entre las múltiples poblaciones silvestres que habitan en este lugar.

Durante los primeros años, los investigadores observaron diferencias significativas en a) el tamaño y b) la edad
promedio en la que alcanzaban la madurez sexual. Estas diferencias parecían estar correlacionadas con la
presencia de algunos depredadores. Por ejemplo, se encontró que cuando en el estanque donde habitaban los
guppies el depredador era Aphanius iberus (fartet, “killifish”), un pequeño pez que se alimenta de los guppies
juveniles, los guppies son más grandes cuando alcanzan la madurez sexual, coparado con lo que ocurre
cuando el depredador principal es Crenicichla lepidota (pica de dos lunares, cíclido, “cichlid”). C. lepidota
(“cichlid”) es un pez más grande que el A. Iberus (“killifish”), y depreda a los guppies más grandes, aquellos
que ya han alcanzado su madurez sexual. Cuando los guppies cohabitan los estanques con C. lepidota
(“cichlid”), comienzan a reproducirse a una edad más joven y, en promedio son de menor tamaño en su
madurez sexual que aquellos guppies que viven en estanques donde el depredador es A. Iberus (“killifish”) (ver
Fig. 1).

Fig. 1. Correlación entre el tamaño y la edad promedio en la que alcanza la madurez sexual en los guppies (Poecilia
reticulata) en dos ambientes donde cohabitan con distintos depredadores. En las partes altas los guppies cohabitan con A.
Iberus (“killfish”) y en las partes bajas los guppies cohabitan con C. lepidota (“cichlid”). Hipótesis: El tamaño en el que los
guppies alcanzan la madurez sexual es distinto en ambos lugares debido al efecto de selección natural ejercido por las
preferencias alimenticias de los depredadores. (Figura construida por O. Ramirez a partir de dibujos y fotografías tomadas
de internet y modificadas con el propósito de explicar el caso descrito en el libro Biología, Campbell & Reece. La figura ha
sido construida para fines estrictamente didácticos, con el objetivo de facilitar la comprensión por parte de los estudiantes.

Aunque la correlación que se observa en la Fig. 1 es sugerente, es decir, parece bastante obvio que la
presencia de un tipo de depredador u otro provoca las diferencias en el tamaño y edad promedio en la que
alcanzan la madurez sexual los guppies, esta hipótesis debía ser demostrada científicamente. Para someter a
prueba su hipótesis, Reznick y Endler (1982) extrajeron guppies de los estanques con C. lepidota (“cichlid”) y
los introdujeron en estanques donde vivía el otro depredador, A. Iberus (“killfish”), pero donde no habitaban
guppies originalmente (Fig 2).

Fig. 2. Experimento de Reznick y Endler para probar la hipótesis de que las diferencias en tamaño y edad promedio a la
que alcanzaban la madurez sexual los guppies es provocada por la presencia de un tipo distinto de depredador que tenía
preferencias distintas sobre el tamaño de sus presas. Tomado de libro Biology, Campbell & Reece.

¿Cuáles deberían ser los resultados esperados si la hipótesis fuera verdadera?

Los guppies que son trasplantados evolucionaran (cambiaran) en respuesta al distinto tipo de depredador con
el que cohabiten. Los guppies transferidos desde un estanque que contenía al depredador C. lepidota (“cíchlid”)
a un estanque donde sólo se encontraba el depredador A. Iberus “killifish”, el cual come guppies pequeños y
jóvenes, producirá a lo largo de varias generaciones, poblaciones con guppies más grandes y que se
reprodujeran más tardíamente en comparación a la población original (aquella que contenía al depredador C.
lepidota). Es decir, tiempo (varias generaciones) la selección natural modificará el tamaño y la edad promedio
de madurez con el transcurso del sexual de los guppies introducidos. De esta forma alcanzarán las
características (tamaño y edad de maduración) que se ha observado de manera natural en los otros estanques
donde se encuentran guppies con el depredador A. Iberus “killfish”.

¿Cuáles fueron los resultados?

Luego de 11 años de haber realizado el traslado de guppies que cohabitaban en un estanque con el depredador
C. lepidota hacia otro estanque donde se encontraba el depredador A. Iberus (pero donde no habían guppies
previamente), los investigadores analizaron el peso de los guppies en el momento en que llegaron a la madurez
sexual, así como la edad de los guppies en la que alcanzaban la madurez sexual, tanto en la población del
estanque donador (de donde se habían extraído los guppies), como en la población en el estanque receptor
de los guppies trasladados. Si los valores no se hubieran modificado con el transcurso de las generaciones,
considerando que los guppies de ambos estanques provienen originalmente de la misma población (la
población donadora), entonces, este tipo de resultado demostraría que no existió ningún efecto (sobre los
rasgos analizados) de la cohabitación de los guppies con uno u otro depredador. Si en cambio, el tamaño y la
edad de maduración sexual de los guppies (introducidos al estanque) se hubiera modificado a lo largo de las
generaciones, como consecuencia de la presencia de un depredador distinto (con otras preferencias
alimentarias), entonces se demostraría que la presencia de un tipo determinado de depredador (C. lepidota o
A. Iberus) es la causa que muy probablemente explica las diferencias observadas en los estanques naturales
en la isla de Trinidad.
Fig 3. Esquema del experimento de Reiznick y Endler mostrando los resultados encontrados al comparar luego de 11 años
el peso (al alcanzar la madurez sexual) y la edad (en la que alcanzan la madurez sexual los guppies (Poecilia reticulata),
tanto en el estanque donador o control (desde donde se extrajeron los guppies) como en el estanque receptor (donde se
introdujeron los guppies). Después del traslado, cada uno de estos estanques contenía guppies cohabitando con distintos
depredadores. En el caso del estanque control (donador) el depredador fue C. lepidus, mientras que en el estanque receptor
(experimental) el depredador fue A. Iberus. Tomado de libro Biology, Campbell & Reece.

Se puede observar en las figuras con los resultados, que tanto en los machos (“males”) como en las hembras
(“females”), los guppies del estanque receptor (experimental, aquel que contenía al depredador A. iberus)
tenían un mayor peso (eran más grandes) que los guppies del estanque control (donador, aquel que contenía
al depredador C. lepidus). De la misma manera, la edad (en días desde el nacimiento) en la que los guppies
alcanzaban la madurez sexual era mayor tanto en machos como hembras en los ejemplares que provenían del
estanque experimental, es decir aquel que contenía al depredador A. iberus. Como los guppies del estanque
experimental inicialmente habían sido extraídos del estanque control, se puede inferir que a lo largo de las
generaciones (30 a 60 generaciones) en los 11 años que habían transcurrido desde que se realizó el traslado,
la población había evolucionado para adoptar características distintas a la población original y que estos
cambios eran el resultado de la presión de selección natural ejercida por un depredador distinto al que estaba
presente en el estanque original. De esta forma, los investigadores demostraron que su hipótesis era correcta,
es decir, que las diferencias en el tamaño y edad de maduración sexual que habían observado en las
poblaciones naturales de guppies (P. reticulata) en la isla de Trinidad era consecuencia evolutiva (por selección
natural) de la presión ejercida por el tipo de depredador con el que cohabitan en los diversos estanques que
se forman en el sistema del río Aripo.

(Texto, leyenda de las figuras y traducción al español de la figura 2, realizadas por Oswaldo Ramírez, 2019).
Figuras adicionales tomadas de internet:

Reznick D. & Endler J. 1982. The impact of predation on life history evolution in Trinidadian guppies (Poecilia
reticulata). Evolution, 36 (1): 160-177.

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