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Jean-Pierre Chaumeil
Traductor: Mariella Villasante-de Beauvais
http://books.openedition.org
Referencia electrónica
CHAUMEIL, Jean-Pierre. Ver, saber, poder: Chamanismo de los yagua de la Amazonía peruana. Nueva
edición [en línea]. Lima: Institut français d’études andines, 1998 (generado el 07 diciembre 2016).
Disponible en Internet: <http://books.openedition.org/ifea/3321>. ISBN: 9782821845916. DOI:
10.4000/books.ifea.3321.
VER,
SABER,
PODER
CAEA
IF EA CONICET
VER,
SABER, PODER
El chamanismo de los Yagua
de la Amazonia Peruana
JEAN-PIERRE CHAUMEIL
VER,
SABER, PODER
El chamanismo de los Yagua
de la Amazonia Peruana
CAEA
IFEA CONICET
Este libro corresponde al Tomo 110 de la sErie Travaux
De l'Institut Français d'Études Andines ( ISSN 0768-424X )
1 edición en francés
a
"Voir, Savoir, Pouvoir, Le Chamanisme
chez les Yagua du Nord-Est péruvien".
Éditions de L'École Des Hautes Études en Sciences Sociales.
1983. Paris.
ISBN: 9972-608-05-0
HECHO EL DEPOSITO LEGAL № 98-2594
Impreso en el Perú
Primera edición, setiembre 1998
A Bonnie, a Julie y a Anais
A mis padres
INDICE
Presentación 11
Transcripción 13
Prefacio a la edición en castellano 15
El chamanismo en movimiento 15
Las fortunas de un libro 33
Introducción 39
El chamanismo en la literatura 42
Problemas de definición 45
Los Yagua y su medio 53
Experiencia iniciatica 63
I. La práctica chamánica 75
Terminología 75
El chamán 77
Los accesorios del chamán 93
Las madres 101
Las almas 114
La iniciación 121
La práctica 156
El chamán y la muerte 165
Conclusión 327
Anexos 335
Principales informantes yagua 337
Glosario 338
Bibliografía 345
Vocales
i anterior no redondeada con apertura mínima
i más central que la anterior
e (Î) anterior no redondeada con apertura superior
a anterior no redondeada abierta con apertura máxima
o posterior redondeada semiabierta
u posterior redondeada con apertura mínima
ë semicerrada central
Consonantes
b (mb) oclusiva bilabial (como en español bambú)
p oclusiva bilabial
d (nd) oclusiva ápicodental (como en español dandi)
t oclusiva ápicodental
m oclusiva nasal bilabial
n oclusiva nasal ápicodental
ñ oclusiva nasal palatal (como en español ñame)
k oclusiva velar (como en español casa)
s fricativa sibiliante dental
s fricativa palato-alveolar (como en francés ch)
c fricativa (como en español muchacho)
h fricativa glotal en el interior de una palabra (entre la h aspirada del
inglés manhood y la jota española). En posición inicial (') entre la h
muda y la h aspirada.
j (x) jota española
Semivocales
y (j) espirante ápico-dorsal prepalatal (como en inglés yet)
w espirante velar/bilabial (como en inglés water)
Signos diacríticos
indica la nasalización
vocal alargada (en el interior o al final de la palabra)
vocal breve (a')
1 The Principles of the International Phonetic Association, London. 1972 (2e ed.). p. 1-18.También
consultamos A.-G. Haudricourt et J. T h o m a s . La Notation des Langues: phonétique et
phonologie, Paris, 1967.
Prefacio a la edición en castellano
EL CHAMANISMO EN MOVIMIENTO
El libro Voir, sauoir, pouvoir (Ver, saber, poder) fue presentado en un primer
momento como tesis de doctorado en antropología social, en la Ecole des
Hautes Etudes en Sciences Sociales (EHESS, París, 1982) y fue publicado por
la editorial de este mismo centro universitario, la EHESS, en 1983. A partir
de una perspectiva que contrastaba con las visiones parciales y marginales
utilizadas en aquel tiempo, esta obra proponía una lectura integrada del
chamanismo en una cultura sud-amerindia, los Yagua. De manera general,
los estudios sobre el chamanismo en el mundo (sobre todo en el Asia) se han
multiplicado considerablemente en los últimos años, sin embargo debemos
constatar que la producción de monografías sobre el chamanismo indígena
de las tierras bajas de América del Sur es poco conocida por los especialistas.
Esto aparece claramente cuando observamos las reseñas bibliográficas re
cientes sobre el tema (así, en 1992, J. Atkinson indica 258 títulos sobre el
chamanismo de los cuales solamente 30 conciernen a América del Sur; en
1993, sobre esta misma región, A. Hultkrantz señala tan solo 2 títulos sobre
un total de 50).
Así, en el ámbito del chamanismo comparado, el aporte amazónico queda
poco valorado o ignorado y a veces inclusive despreciado a los ojos de los
"puristas" tales como A. Hultkrantz que escribe: "South American Indians
have, otherwise, a vague shamanic patter..." (op. cit: 11). Sin embargo, no
faltan los estudios que contradicen esta apreciación un tanto apresurada de
la situación; además, la calidad de esos trabajos hace posible la comparación
con las investigaciones producidas en otras regiones del globo. Así, desde
1990, una docena de obras y varios artículos sobre el chamanismo amazónico
han salido a la luz; lo cual implica, sin lugar a dudas, el interés marcado por
el estudio de este campo de los estudios antropológicos (ver la bibliografía
temática al final del prefacio).
Esta versión castellana trata de contribuir al esfuerzo de valorización de
materiales originales en un momento en el que el chamanismo, de algún
modo víctima de su gran éxito en Occidente, se presta a interpretaciones
sumamente diversas. Es también indudable que una traducción anterior,
más cercana de la fecha de aparición de la edición francesa (hoy en día ago
tada), no habría dado pie a la impostura imprimida en 1991 y sobre la cual el
lector encontrará una relación al final de este prefacio.
Agradezco sobremanera al Centro Amazónico de Antropología y Aplicación
Práctica de Lima, centro especializado en la Amazonia peruana, creado hace
PREFACIO
Quince años han pasado desde que fue publicado el libro Voir, savoir, pouvoir,
y casi el doble desde mi primer encuentro con los Yagua. Entretanto, éstos
últimos han conocido cambios importantes en su modo de vida. Por un lado,
en el campo político, en 1983 se creó la primera organización representativa
de los Yagua, la FEPYBABAN, Federación Yagua del Bajo Napo y Bajo Amazo-
nas, que reagrupa una veintena de comunidades nativas sobre un total de
cuarenta oficialmente censadas. Esta instancia federal ha jugado un rol de
primer orden en la defensa de los derechos territoriales indígenas, sobre todo
si tomamos en cuenta que los Yagua experimentan desde hace algunos años
un proceso de crecimiento demográfico importante. Desde el punto de vista
económico, el avance del frente de colonización en zonas fronterizas, se ha
visto acompañado, como siempre en estos casos, de nuevas formas de explo
tación de la mano de obra indígena. Es cierto que la política de colonización
de fronteras no es una novedad en el país, pero ésta se ha intensificado con
la promulgación de la Ley de inversión privada de 1995. Como aparece clara
mente, esta ley favorece la inversión de capitales privados en el desarrollo
económico de comunidades campesinas y nativas. La aplicación de esta nue
va legislación agraria, ha conllevado a repercusiones previsibles sobre el ré
gimen de propiedad de tierras de los indígenas y ha suscitado muchas reac
ciones, tanto de parte de organizaciones indígenas, como de instituciones
pro-indígenas. Asimismo, sobre el plano cultural y religioso, debe señalarse
la implantación masiva de sectas evangélicas o pentecostales, cada día más
presentes en la región amazónica peruana.
Como toda institución social, el chamanismo no ha sido insensible a todos
esos cambios globales. Su carácter integrador y no dogmático le ha permiti
do responder con frecuencia de modo eficaz a esas nuevas situaciones tanto
a nivel local como regional. En el transcurso de los últimos veinte años el
chamanismo ha cobrado en efecto una importancia considerable no sola
mente entre los Yagua y sus vecinos indígenas sino también en la mayoría de
ciudades de la Amazonia peruana, donde éste se presenta con sus variantes
"mestizas" o "populares". Así, la dimensión "transétnica" y la manera en la
cual el chamanismo asocia actualmente a las poblaciones indígenas y mesti¬
PREFACIO
El chamanismo "quirúrgico"
Desde hace una década, ciertos chamanes han establecido una forma de
chamanismo directamente inspirada en las técnicas médicas occidentales.
Este chamanismo, que llamaremos por comodidad "quirúrgico" (asociado a
esta especialización de la medicina moderna), consiste en la práctica de la
ablación o de la restauración de órganos por operación mental. Chamanismo
que no abandona sin embargo las técnicas tradicionales de curación. Los
chamanes comprometidos en esta vía consideran que este nuevo tipo de cu
ración es muy difícil de realizar, siendo de competencia exclusiva de los gran
des chamanes haríe nëmara. Aunque en realidad se aplica de manera priori
taria, y no necesariamente exclusiva, a los pacientes no indígenas de los
chamanes yagua. Por ello podríamos definirlo como un chamanismo externo,
dirigido hacia una clientela no indígena, más familiarizada con la medicina
de los "blancos", en oposición al "chamanismo de dardos", más fiel a las
concepciones etnomédicas yagua. Esta repartición de la práctica en dos cam
pos de aplicación distintos, el uno interno a la sociedad indígena y el otro
externo a ésta, invita a reflexionar sobre los procesos de sincretismo terapéu
tico. Proceso que no es por lo tanto propuesto en términos de mestizaje o de
fusión dualista, sino como resultado de estrategias y de "bricolages" comple
jos que pueden desembocar en formas "paralelas" de chamanismo, observa
das en otras regiones de la Amazonia.
Además de los útiles clásicos (flechas mágicas, tabaco, etc.) este nuevo
arte terapéutico necesita un "equipo" muy sofisticado y un "personal médico"
especializado. El arsenal empleado comprende lo que los chamanes llaman
un "quirófano" y un conjunto de instrumentos mágicos (invisibles a los no
chamanes), calcados sobre aquellos de los cirujanos, compuestos esencial
mente de bisturís kisiramata (cuchillo, abrir), de seringas istihitiá, de pinzas
para apretar las venas úyutamutia y de gasa llamada masa eterna, para cica
trizar y suturar las heridas. De todos estos instrumentos solamente la gasa
es representada concretamente, sea con pedazos de papel u hojas aplicadas
como puntos de sutura, sea con una resina amarillenta y pegajosa extraída
según algunos chamanes del árbol arena-caspi y que juega el mismo rol de
sutura. La adquisición de esta "gasa mágica" implica viajes lejanos, bajo el
agua, en dirección del río Ucayali, y sobre los cuales hablaremos al momento
de abordar el "chamanismo subacuático".
PREFACIO
Un chamanismo subacuático
Notemos que los Yagua tienen el sistema numérico siguiente: los cinco
primeros números tienen un término propio y representan la base del siste
ma. Las cifras 6, 7, 8 y 9 se componen a partir de las cifras 1 al 4, a las cuales
se añade un morfema final. Por ejemplo, el 6 se forma así: 1 + morfema final;
7 = 2 + morfema final, etc. El 10 es un número aparte, wuhayú. Como vemos,
este sistema es algo complejo, lo cual explica seguramente la preferencia de
los Yagua por el uso del sistema de numeración castellano, de empleo más
simple y rápido.
26 PREFACIO
Chamanismo telefónico
Como sabemos, las definiciones del chamanismo son muy numerosas y difie
ren considerablemente según los autores y las escuelas; tanto así que un
volumen entero no sería suficiente para poder reunirías todas. Dicho esto,
hay una definición que, dada su generalidad, puede quizá recoger el asenti
miento de la mayoría de especialistas del tema. Se trata de la definición que
presenta el chamanismo como un «sistema de tratamiento del infortunio».
¿Pero es posible considerar que esta definición general sea suficiente para
dar cuenta de lo que queremos, es decir de saber justamente qué fortuna,
buena, mala, han reservado a este libro los chamanes yagua? ¿Acaso lo han
considerado como un objeto «sin alma» y por lo tanto sin importancia, como
un objeto más bien peligroso (de los blancos), o quizá como un poder suscep
tible de engendrar (gracias a la escritura) los mismos efectos de síntesis y de
comunicación a distancia que la palmera yarina (registro oral) o del teléfono
(registros acústico y numérico) descritos anteriormente? En otras palabras,
¿los chamanes yagua han establecido un lazo en materia de comunicación
entre estos tres elementos?
En todo caso, eso es lo que sugiere el uso particular que algunos chamanes
han reservado a nuestro libro publicado en 1983 y que les llevamos apenas
fue posible, como hemos hecho con todas las publicaciones que les concier
nen. En efecto, con mucha sorpresa, nos dimos cuenta rápidamente que
varios chamanes habían integrado el libro en el arsenal defensivo y terapéu
tico que utilizaban corrientemente. Más aún, que lo empleaban a manera de
«encanto» (objeto-poder capaz de aspirar el mal), directamente en el cuerpo
de los enfermos, exactamente en las partes dolorosas. La explicación que
proponen los chamanes es que el libro reúne, en forma condensada, las po
derosas palabras chamánicas y que es por ello que esta obra, aunque de
pequeño volumen, reúne todas las cualidades de un repertorio chamánico
completo. Alberto llegó a decir que le bastaba abrir el libro (poco importaba la
página ya que la escritura le es desconocida), para acordarse de ciertos pasa
jes «olvidados» de su repertorio de cantos. Otros chamanes han confesado
que el libro les fue robado por un chamán rival con el fin de debilitarlos,
como sucede a veces con el arsenal chamánico clásico, ya que los cantos y
sobre todo el registro vocal, son tenidos en secreto absoluto.
En la medida en que el libro reúne, según la definición misma de los
interesados, un «concentrado de palabras» (mudas pero eficaces), se podría
considerar que, de alguna manera, la obra se sitúa en la misma lógica que
los objetos de comunicación mencionados anteriormente. Es decir, conectar
saberes y palabras que emanan de chamanes distantes geográficamente, en
este caso por intermedio de la escritura y del formato del libro. Así, es como
si nos encontráramos en presencia de un nuevo objeto de comunicación
chamánica que asocia la técnica del libro a la de la escritura. Aquí no habría
espacio suficiente para analizar las representaciones yagua de la escritura
34 PREFACIO
y respetar su patrimonio social y cultural. Este libro trata sobre los Yagua y
su chamanismo, y no sobre los Harakmbut, cuyo chamanismo es totalmente
diferente al de los Yagua, como lo subraya el antropólogo británico A. Gray
(1997, vol. 2: 74, nota 6; vol. 3: XVII), que acaba de consagrar a este grupo
étnico la suma etnográfica, la más completa que haya sido realizada hasta
hoy en día, publicada en 3 volúmenes bajo el título The Arakmbut of Amazonian
Perú.
En fin, tratando de transplantar el chamanismo de una cultura a otra, el
señor Junquera ha olvidado sin lugar a dudas algo esencial: si el chamanismo
permite a los que lo practican «viajar» bajo las aguas o por los aires, a través
del tiempo y del espacio, esta institución no ha realizado todavía, al menos
hasta donde sabemos, la «gran síntesis» que permitiría a las culturas indíge
nas el pensarse en modo semejante, abandonando sus diferencias, y al otro
polo, a los antropólogos el no pensar más en términos de diversidad cultural,
diversidad que se sitúa sin embargo en la base de nuestra disciplina.
Jean-Pierre Chaumeil
París, marzo de 1998
BIBLIOGRAFIA
ATKINSON, JM., 1992 «Shamanisms today», Annual Rev. Anthropol. 21: 307-
330.
CAPARO, R., L., 1973 - «Versión del mito de Inkarri en Qollana-Wasak»: 473-
477 en Ideología Mesiánica del Mundo Andino (J, Ossio éd.), Lima.
CARNEIRO DA CUNHA, M., 1997 - «Points de vue sur la forêt amazonienne:
les peuples du haut Juruá», 5° Conférence Robert Hertz. Paris: Association
pour la Recherche en Anthropologie Sociale.
CHAUMEIL, J. P., 1988, «Le huambisa défenseur. La figure de l'Indien dans
le c h a m a n i s m e p o p u l a i r e (region d ' I q u i t o s , P é r o u ) , Recherches
amérindiennes au Québec 18 (2-3): 115-126.
1992, «Chamanisme à géométrie variable en Amazonie», Diogène 158, Paris:
92-103.
1993, «Del proyectil al virus. El complejo de los dardos-mágicos en el
chamanismo del oeste amazónico»: 261 -277 en Cultura y Salud en la Cons-
trucción de las Americas (Pinzón, C. et. al eds). Bogotá-Roma.
1994, «Bibliografía europea sobre el chamanismo en América del Sur», Revis-
ta europea de información y documentación sobre América Latina 3, Paris-
Madrid: 129-142.
1994, «Las redes chamánicas contemporáneas y las relaciones interétnicas
en el Alto Amazonas», Revista de Antropología 1 (1), Lima: 45-61.
1996, «Le triangle frontalier. Sociétés indigènes et frontières sur l'Amazone»:
379-396 en Las Raíces de la Memoria (Garcia Jordan, P. et. al. coords.),
Barcelona.
1997, «Retour à la Terre Promise. Colonisation des frontières et mouvement
Israelita dans la forêt péruvienne», Cahiers des Amériques Latines'23, Paris:
158-176.
GRAY, A., 1996-97 - The Arakmbut of Amazonian Peru. vol. 1: Mythology,
Spirituality and History; vol. 2: The Last Shaman; vol. 3: Indigenous Rights
and Development. Providence-Oxford: Berghahn Books.
HULTKRANTZ, A., 1993: «Introductory remarks on the study of Shamanism»,
Shaman 1 (1): 3-14.
PELLIZZARO, 2., 1978 - Uwishin. Iniciación, ritos y cantos de los chamanes.
Sucua: Mundo Shuar.
SLATER, C , 1994 - Dance of the dolphin: transformation and disenchantment
in the Amazonian imagination. Chicago & London: The University of Chicago
press.
PREFACIO 87
COLECCIONES
MONOGRAFÍAS
ROBINSON, S., 1996 - Hacia una nueva comprensión del shamanismo Cojan.
Quito: Abya-Yala (Ira. ed. español).
SEVERI, C , 1996 - La memoria ritual. Locura e imagen del blanco en una
tradición chamánica amerindia. Quito: Abya-Yala.
TOMASINI, A., 1997 - El Shamanismo de los Niuaklé del Gran Chaco. Buenos
Aires: CAEA.
1
Como documentación general, tenemos la obra clásica de P. Fejos, Ethnography qf the
Yagua, N e w Y o r k , 1943; un b r e v e e s t u d i o de un m i s i o n e r o a g u s t i n o , L. A l v a r e z ,
publicado en varias entregas en la revista española España y América bajo el título de
«Costumbres de una tribu salvaje: los Yahuas». Madrid, 1913; dos relatos de viajes: el
primero de B. Flornoy, Iawa, le peuple libre, Paris. 1955, y el segundo de E. Wustmann.
Y'aliua, die Blasrohr-Indianer, Radebeul, 1960; un ensayo de W. Rasmussen. Los Yaguas:
ensayo de interpretación estructuralista, Bogotá, 1968: una tesis sobre su mitología por
P. Powlison, Yagua mythology and its epic tendencies, A n n Arbor Microfilms, 1969; y,
por último, una monografía que escribí sobre el tema (Lima, 1987).
El r e s t o de la d o c u m e n t a c i ó n c o n s i s t e en una v e i n t e n a de a r t í c u l o s d i s p e r s o s en
revistas especializadas y referidos a campos muy variados. Para m á s detalles ver J . y
J-P. Chaumeil «Bibliografía de los Yagua del Nor-Oeste Amazónico», Amazonia Peruana
1, (1), 1976.
2
P. Fejos, 1943: 8 9 - 9 3 ; P. Powlison, 1969: 54-57.
40 INTRODUCCIÓN
práctica que, por más superficial que sea, no deja de presentar una cierta
homogeneidad con mis propias observaciones. Pero es al padre L. Alvarez
(1913) a quien le debemos los comentarios más pertinentes sobre los
chamanes yagua. En mi opinión, el misionero supo medir perfectamente la
importancia y la envergadura de estos personajes que califica, no sin funda
mento de su parte, de «aristócratas». Logró comprender su rol eminente
mente político en el seno del grupo y, además, nos brinda la clave: «su voz es
la voz del cielo». Puso el acento en la alteridad del chamán demostrando que
nada lo distingue a primera vista de los otros individuos. L. Alvarez es a mi
entender uno de los pocos que constituyó al chamán yagua en el personaje
clave de la sociedad y es esta imagen, como intentaré demostrar seguida
mente, la que me parece restituir mejor su verdadera dimensión.
El objetivo de este libro es resaltar la importancia y la pertinencia del
chamanismo en cuanto sistema, buscando identificar sus componentes,
determinar su papel en el seno de la sociedad y la forma en que se articula
con las otras facetas de la vida social; en resumen, intentar un enfoque
«holístico» del fenómeno, aunque con una mayor atención puesta en la ins
titución que en los chamanes . Quisiera en este sentido hacerle justicia al
3
Pero es sin duda a los Yagua a quienes debo lo esencial. A ellos les dedico
este libro como testimonio de mi profundo reconocimiento, esperando no
haberlos traicionado. •
El chamanismo en la literatura
Nota: Este libro es una versión algo modificada de mi tesis doctoral sostenida en la
Ecole des Hautes Etudes en Sciences Sociales en 1982. La recopilación de los datos de
campo fue realizada gracias al apoyo financiero del Ministerio de las Universidades o
de la Fundación Fyssen y del C.N.R.S..
4
Ya en 1932. Popov señalaba no menos de 650 trabajos sobre el chamanismo únicamente
en ruso (citado en G. Rànk, 1967: 15). Imaginemos cuál podría ser la cifra hoy en día,
medio siglo más tarde. Sólo para los Tungú y grupos emparentados L. Delaby. 1976,
enumera 354 títulos.
5
Término tomado de los Tungú (familia altaica del nordeste siberiano). Etimológicamente
ligado a la noción de movimiento (salto, agitación) (R. Hamayon, 1978b: 55, n. 2).
6
E. Lot-Falck, 1977: 7.
7
Para un análisis de las primeras teorías soviéticas sobre chamanismo, ver Ránk. op.
cit.: 15-22.
8
L. Delaby, op.cit: 17-20.
9
M. Bouteiller, 1950: 7-8.
10
G. D e v e r e u x , 1970: 15, p a s s i m : «Estas c o n s t a t a c i o n e s nos obligan a c o n s i d e r a r al
INTRODUCCIÓN 48
social, es decir, hacer una sociología del chamanismo. Eso equivalía a res
ponder al pedido formulado unos veinte años antes por el mismo Eliade cuando
escribía: «Resta escribir la sociología del chamanismo»' . Sin embargo, al
4
to en el continente asiático como americano, aunque hay que ser muy pru
dente en este género de afirmaciones pues sociedades que han abandonado
la caza a menudo conservan la ideología " y siguen definiéndose con respec
1
c i e r t o q u e hay un a u m e n t o en las p u b l i c a c i o n e s s o b r e el t e m a
(recopilaciones, artículos, monografías, tesis, etc.), es sobre todo el rol
desempeñado por los alucinógenos en el contexto chamánico el que en estos
últimos tiempos parece captar el interés prioritario de los etnólogos ; este 20
18
Ver al respecto R. Hamayon, 1978a: 4 0 - 4 1 ; M. Perrin, 1976: 14: W. La Barre, 1975:
265.
E. Lot-Falck. 1973: 1.
2 0
Por ejemplo, sólo para la región sudamericana y con pocos años de intervalo tenemos
cuatro recopilaciones de textos: P.T. Furst (ed.). La Chair des Dleux: Vusage rituel des
psychédéliques, P a r i s . 1974 (1972 para la e d i c i ó n a m e r i c a n a ) ; M.J. H a r n e r ( e d . ) .
Haüucinogens and Shamanism. New-York, 1973; V. Penteado Coelho (ed.). Os alucinógenos
e o mundo simbólico: O uso dos alucinógenos entre os indios da América do Sul, Sao Paulo.
1976: D.L. Browman & R.A. Schvvarz (eds.), Spírits. Shamans. and Stars: Perspectives
from South America. Paris - The Hague. 1979.
2 1
W . La Barre, 1974.
2 2
P.T. Furst. 1974: 13-16.
" G. Reichel-Dolmatoff. 1970: 32-33.
Recordemos que el mismo Eliade había encauzado la investigación en esta dirección
( a u n q u e n u n c a se refirió a los a l u c i n ó g e n o s en particular) al hablar, en el último
párrafo de su epílogo, de las creaciones culturales posibilitadas o estimuladas por las
experiencias chamánicas.
2 4
G. Reichel Dolmatoff, 1974. M. Eliade. por su parte, se contentaba con decir que la
experiencia alucinógena seguia los «modelos tradicionales coherentes» (1968: 29).
INTRODUCCIÓN 45
Problemas de definición
2 5
M. Dobkin de Ríos. 1975; Langdon, J . 1979.
2 6
C. Lévi-Strauss, 1968: XXI-XXII.
2 7
E. Lot-Falck. 1973.
2 8
R. Hamayon, 1975-1976: 101.
2 9
A. V a n G e n n e p , 1903.
46 INTRODUCCIÓN
bien definido al término «chamanismo», salvo por el que designaba «un cier
to estado social, la forma de civilización en la que la religión es animista y el
chamán un individuo poseedor de poderes sobrenaturales con la ayuda de la
magia» (p. 5 6 ) .
Resulta muy curioso que, setenta años más tarde, E. Lot-Falck retome
los mismos argumentos:
3 0
M. Bouteiller, 1950: 7-9.
3 1
L. D e l a b y y R. H a m a y o n «Notice sur E. Lot-Falck», L'Ethnographie 74-75, 1977. n.
s p e c : Voyages chamaniques: 8.
3 2
A. Ohlmarks, Studien zum problem des Schamanismus, 1939.
3 3
Ver en particular el capítulo «La possession et la psychiatrie», en I.M. Lewis. 1977:
193-223. y G. Devereux. 1970: 1-83.
3 4
W. Park. 1975: 10.
3 5
«La a c c i ó n de c u r a r e s , sin d u d a , la f u n c i ó n c h a m á n i c a m á s i m p o r t a n t e : define
esencialmente el rol del chamán.» M. Bouteiller, 1950: 28.
INTRODUCCIÓN 47
«mínima», por así decirlo, del chamanismo, que lo reduce a una simple téc
nica mística. El autor queda, por otra parte, algo confundido respecto del
sentido que le otorga al término «éxtasis»; sin embargo, lo asimila en cierto
grado a «trance» o al «viaje del a l m a » . El éxtasis, señala, es el rasgo carac
41
3 6
A. Metraux, «Le chaman dans les civilisations indigenes des Guyanes et de l'Amazonie».
1967: 100.
3 7
M. Eliade, 1968 (2a. ed.).
3 8
L. Delaby et R. Hamayon. 1977: 8.
3 9
Para una critica global de su obra, ver E. Lot-Falck, 1973: 1-2.
4 0
Eliade, 1968: 2 3 .
4 1
«We... limit the term 'shaman' to those among the various 'specialists of the sacred'...
w h o k n o w how to employ ecstasy for the benefit of the c o m m u n i t y . Ecstasy always
involves a trance, whether 'symbolic' or pretended or real, and the trance is interpreted
as a temporary abandonment of the body by the soul of the shaman*. (M. Eliade. 1961:
153-154.)
4 2
«The c o n d i t i o n of p o s s e s s i o n is typical of the m e d i c i n e - m e n of the S i b e r i a n arctic
r e g i o n s w h o are c a l l e d s h a m a n s . T h e t e r m h a s b e e n a p p l i e d g e n e r a l l y for spirit
possession of priest, and the manifestation have come to be called shamanism*. B.Z.
Seligman (ed.). Notes & Queries on Anthropology, London, 1951, sixth ed.
48 INTRODUCCIÓN
que estar agradecidos al autor por haber dado o vuelto a dar plena dimensión
al fenómeno y por haber salido del impase místico en el cual Eliade lo había
encerrado. Baldus propone un enfoque verdaderamente «holístico» del
fenómeno; debe estudiárselo por «todos los costados», bajo todas sus formas,
en todas sus relaciones, como cualquier otra institución de igual orden.
Luc De Heusch, por su parte, retoma la distinción de M. Eliade entre
chamanismo y posesión e intenta definirlos respectivamente comparándolos,
al tiempo que postula que, a pesar de sus estructuras antinómicas, dependen
de una misma categoría, la de las religiones extáticas . Si bien para el 44
4 3
«O xamanismo é urna institueao social cujos representantes a través do éxtase produzido
segundo padróes tribais, entram em contacto com o sobrenatural a fim de defender a
communidade de acordó com suas respectivas ideologías religiosas, seja por viagens a
m u n d o s do Além, seja pela possessáo por espiritos.» (H. Baldus, 1965-1966: 187).
4 4
L. De Heusch, 1971: 227. La asimilación del chamanismo a una «religión» fue, según
vimos, rechazada de lleno por E. Lot-Falck. A. Lommel lo considera un «complex of
r e l i g i o u s n o t i o n s and m o d e s of behavior» ( 1 9 6 7 : 8) y A. H u l t k r a n t z , un «complejo
religioso y mágico» centrado en lo «mágico-extático», esto es. el chamán («Spirit Lodge,
a North American Shamanistic Seance», en: C M . Edsman (ed.), Studies in Shamanism.
1967: 3 2 ) . P a r a H. F i n d e i s e n el c h a m a n i s m o es una «spiritualistic religión» («Das
S c h a m a n e n t u m ais spiritistische Religión», Ethnos 3-4, I 9 6 0 : 192). En cambio, para
R. Hamayon, el chamanismo es más (u otra cosa) que una religión: «Incluso el término
religión', demasiado ligado por la práctica occidental a la presencia de un dogma, de
un culto, a una cierta preocupación por la salvación, no basta para dar cuenta de todos
los aspectos del chamanismo.» (1978a: 17, n. 1).
4 5
G. C o n d o m i n a s , 1976.
4 H
R. Bastide, 1972: 101-102.
INTRODUCCIÓN 49
ta según el cual el viaje del alma y la posesión son dos aspectos de una
misma realidad. En su diccionario de etnología, M. Panoff y M. Perrin retoman
los mismos argumentos al precisar que el chamán es un:
los aspectos «voluntarios» y sobre todo social del chamán, diferenciándolo así
de los místicos y de otros inspirados solitarios . Debe señalarse en este 50
4 7
D. Schroder, «Zur Struktur des Schamanismus», Anthropos 50, 1955: 8 4 8 - 8 8 1 .
4 8
M. Panoff y M. Perrin, 1973: 56.
4 9
«A shaman is a person who at his will can enter into a non-ordinary psychic state (in
which he either has his soul undertake a j o u r n e y to the spirit world or he becomes
p o s s e s s e d b y a spirit) in order to m a k e contact with the spirit w o r l d on behalf of
members of his c o m m u n i t y , (bp. cit: 16).
5 0
«For e x a m p l e , if a p e r s o n fulfilled all a s p e c t s e x c e p t the social one, I w o u l d not
consider him a shaman, because the shaman is most definitely a social functionary*.
{op.cit: 18).
51
"Shamanism... is first and foremost a psychological problem. Naturally shamanism is
also a cultural, historical and ethnological p h e n o m e n o n , but its psychological side
must not be overlooked". (1967: 7).
50 INTRODUCCIÓN
mi opinión no con demasiada claridad, del «éxtasis»); cada uno de estos dos
fenómenos moviliza dos ideologías muy diferentes del trance: por un lado el
«trance chamánico» y por el otro el «trance de posesión», oposición que se
presenta en tres aspectos:
terior», con lo que así pone fin al debate que intenta caracterizarlo en rela
ción con la posesión. Propone presentarlo como un conjunto ideológico - 55
5 2
«La confusión de la imagen del chamán obedece a la ausencia de una teoría antropológica
global del c h a m a n i s m o . Las interpretaciones psicopatológicas (entre otras Ohlmarks)
son recusadas por los hechos mismos: el misticismo de Eliade las mutila y las deforma
y anula el a s p e c t o sociocultural de la institución y de la p r á c t i c a c h a m á n i c a . E n
cuanto a las posturas excesivamente modestas no le hacen justicia al chamanismo en
tanto fenómeno que organiza globalmente la vida y el pensamiento de una sociedad,
como ocurre en Siberia». (1978b: 55 n. 1).
5 3
«La n o c i ó n de c h a m a n i s m o ha tenido u n a suerte m u y v a r i a b l e y s i e m p r e ha sido
fragmentado, vinculado en mayor o menor grado a los sistemas m á s diversos: que se
haya podido ver en el c h a m a n i s m o tanto un conjunto vago de prácticas m a r g i n a l e s
como una técnica mística, una forma de psicoanálisis, un culto terapéutico, el reverso
o la franja mágica de cualquier religión... tiene algo de provocativo». (1978a: 17)
5 4
R. Hamayon, 1978a: 18.
5 5
Ibid.: 17. El uso del término «chamanismo» resulta entonces perfectamente legítimo.
5 B
Ver «De l'idéologie». L'Homme XVIII, 3-4, 1978: 7-15. en especial la introducción de J .
Pouillon.
INTRODUCCIÓN 51
tar «de identificar a través de las realidades indígenas las 'ideas' fundamen
tales del sistema cuya existencia se postula» . De este modo, se diferencia
57
5 7
R. H a m a y o n . 1978a: 18. La autora identifica en el artículo cinco «ideas motrices» a
partir del análisis de un mito buriato que narra el surgimiento del primer chamán.
LOS YAGUA Y SU MEDIO
totalmente cubierta por una vegetación espesa. Allí residen los Yagua en un
habitat disperso, en unos sesenta grupos locales cuya importancia numéri
ca varía de 10 a 180 miembros. Desde el punto de vista étnico, el área geo
gráfica ocupada no es homogénea; está habitada por un mosaico de peque
ñas sociedades pertenecientes a diversas familias lingüísticas y de mesti
zos que constituyen la mayoría. Las principales etnias vecinas son: al este
los Ticuna (lingüísticamente aislados) cuyas dos concentraciones más im
portantes en Perú están en Cushillo-cocha y en la zona comprendida entre
los ríos Cotuhé-Atacuari; al noroeste, los grupos de lengua huitoto instala
dos desde hace cincuenta años sobre el río Ampiyacu y sus afluentes hasta
el río Putumayo; al oeste los Maihuna, pertenecientes a la familia lingüísti
ca de los Tucano occidentales y que ocupan en la actualidad la zona entre el
curso inferior del Ñapo y el Putumayo; por último, al sur, los Matsés de len
gua paño. Los Yagua mantenían estrechas relaciones con los grupos de len
gua Tupi-Guaraní que, salvo los Cocama-Cocamilla, desaparecieron de la
región o se extinguieron. Debido a la sorprendente mezcla de poblaciones
que caracterizó la labor de los jesuitas durante los siglos XVII y XVIII, estos
grupos establecieron múltiples contactos entre sí y se influyeron unos a
otros con numerosos rasgos de su cultura.
Debido a la baja altitud y a la posición geográfica del territorio yagua (2°5-
4°5' al sur del Ecuador) la temperatura promedio anual es de 28 °C, sin
grandes cambios estacionales. Si bien el promedio anual de lluvias es
superior a 2,500 mm, las lluvias fuertes recién comienzan en noviembre y
se atenúan en mayo. En esa parte de su recorrido, el Amazonas alcanza su
nivel máximo entre febrero y mayo, con la consecuente inundación de las
tierras bajas adyacentes. Es el «invierno», niye, con un período de grandes
crecidas en abril, que los Yagua llaman niyénaránda, «el invierno está para
lizado». En junio comienzan a decrecer las aguas, haténénimaha, «las aguas
bajan a toda velocidad», con un período de estiaje entre agosto y setiembre.
Cerca de las márgenes del Amazonas no se mide tanto la frecuencia de
lluvias como el nivel de las aguas, mientras que en las zonas interfluviales
la marca del «invierno» recuerda la frecuencia de lluvias, ruméránda, «el
tiempo de mucha lluvia». En este caso las crecidas de los cursos secunda-
LOS YAGUA Y SU MEDIO 55
1
Varias etimologías son posibles: del quechua, yaguar, «color de sangre», expresión que
puede traducir la costumbre que tenían los Yagua de untarse el cuerpo con achiote: del
taino, yagua, término que designa a varias especies de palmeras cuyos troncos están
recubiertos de una espesa capa vegetal que recuerda las faldas de fibras usadas por los
Yagua: o también del guaraní, yagua, que significa «peludo, afelpado», siempre con
referencia a la vestimenta.
2
La historia de los Yagua desde la conquista hasta nuestros días ha sido objeto de una
publicación detallada (J.-P. Chaumeil. 1981).
56 LOS YAGUA Y SU MEDIO
res de la economía regional. ¿Acaso los Yagua, sometidos una vez más a
nuestra historia, podrán encontrar los mecanismos que les permitan adap
tarse a los nuevos constreñimientos preservando al mismo tiempo su pro
pia identidad? Sin embargo, a pesar de estar amenazados culturalmente, la
población yagua se halla en aumento. La escasez de datos demográficos no
permiten evaluar con precisión su índice de crecimiento pero los releva-
mientos que efectuamos en varias comunidades a lo largo de 10 años indi
can que éste continúa, en parte gracias a las campañas para erradicar la
malaria, aunque sobre todo por el marcado aumento de nacimientos en los
grupos sedentarizados.
3
Plan de desarrollo microregional Eje Yavarí-Caballo-cocha, Organismo Regional de Desarrollo
de Loreto, Iquitos. Julio de 1981, 49 p.
58 LOS YAGUA Y SU MEDIO
Los Yagua cambiaban de lugar de residencia cada dos o tres años, inter
valo por lo demás variable si se tiene en cuenta la situación particular de
cada grupo y de la permanencia de guerras, elemento constitutivo de la vida
social indígena; sin embargo, hoy se observa una clara tendencia a la
sedentarización. Aunque, estrictamente hablando, entre los Yagua no exis
te ningún sentimiento de propiedad territorial, la necesidad de poseer tie
rras y de fijar sus límites en el espacio surge a partir de la sedentarización.
Los Yagua siguen en teoría una regla de residencia patrilocal. Luego de
un breve período de uxorilocalidad correspondiente al servicio del yerno,
ndiayawa ráhaca, «trabajo del yerno», la joven pareja se establece definitiva
mente en el linaje del marido. No obstante, en las regiones muy expuestas
al cambio económico, los Yagua han adoptado la estrategia de una residen
cia matrilocal. Al retener a sus hijas, los padres podrán así recuperar el
salario de sus yernos en reemplazo de sus servicios ya que, a comienzos de
la vida conyugal, estos últimos ofrecen su fuerza de trabajo en los mercados
mestizos. Frente a esto, una sociedad matrilocal está mejor provista que
una sociedad patrilocal, donde la continua partida de los hombres da lugar a
la disgregación automática del grupo local.
Fuera de los grupos locales, no existe ninguna institución que cubra el
conjunto de los sectores de actividad o que integre en una estructura co
mún a la totalidad de los miembros de la sociedad. En ausencia de una jefa
tura tribal, cada comunidad forma en principio una entidad políticamente
independiente. El único signo de jerarquía política es la del rorehamwo, «due
ño de maloca», jefe de un linaje o de uno de sus segmentos. La cohesión del
grupo en tanto entidad étnica se centra en el juego de relaciones entre las
unidades de base, es decir entre los grupos locales, que tejen una compleja
red de intercambios (matrimoniales, económicos, rituales, etc.) y de presta
ciones mutuas. Es esta red de relaciones entre las unidades de base la que
de hecho constituye el esqueleto de todo el edificio social yagua y los ci
mientos de la cohesión tribal.
Los Yagua se proclaman con insistencia cazadores y se definen en relación
con la caza, aunque reciban de la agricultura la mayor parte de su alimento,
en peso y calorías. La caza no es percibida por ellos como una simple actividad
de producción sino como una actividad altamente valorizada en el plano
simbólico. Dado que se trata de una práctica masculina, es la actividad de
prestigio por excelencia. Ser buen cazador es el ideal de todo hombre. El
tema de la caza es, por otra parte, recurrente en la mitología, donde los
héroes -modelo masculino en su género- son magníficos cazadores. Toda la
figuración artística yagua (disfraces, máscaras, estatuillas, instrumentos
de música) está directamente asociada con las actividades cinegéticas y las
pantomimas más representadas se inspiran en las escenas de caza. Asi
mismo, un buen número de desplazamientos son motivados por las migra
ciones de ciertas especies de mamíferos que, a excepción quizá de los cérvi
dos, son indispensables para el ritual y constituyen el alimento más apre
ciado. A la importancia económica, simbólica y ritual de la carne se suma
LOS YAGUA Y SU MEDIO 59
4
El consumo en el sitio de recolección de una parte de los productos recogidos torna a
veces difícil la evaluación de este recurso dentro de la alimentación global dado que
escapa a todo tipo de control.
60 LOS YAGUA Y SU MEDIO
súndehihamwo ranatutéhi
yééééé yééééé yééééé !!
yééééé yééééé yééééé !!
súndehihamwo súndehihamwo
... hanatutéhi
súndanuhu hanatutéhi
hamériónémaheta hinijó
anihamwo ramera
amane awüéhatéhi
anihamwo awüéhata rita hiwa
hamériónémaheta súndehihamwo ta
amane hanatutéhi huñanuséra súndehi
hamériónémaheta ta wucinanémaheta
híseñuhamwo ranatutéhi...
yé yé yé yé yé yé yé yé yé
yé yé yé yé yé yé yé yé yé
towanémahitane!
yanémanuhita resane
yanémahitara haténdia
yándatiénda híseñuhamwo
réntémahita hiwa amane
hañatutéhi hatiunujó
hatiunujó anihamwo yáti
híseñuhamwo huñanémaheta npánu
yándatiénda anihamwo
amane hañatutéhi yándatáhitara
ramanujúhamwo ranatutéhi
yeee yeee yeee yeeeeeeee
yeee yeee yeee yeeeeeeee
ramanujúhamwo rándia tuwatiaténdehi
ramanujúhamwo rándia tuwatié ndaria
yándatiénda npénanujú
hastéro rimínda
yátí yátí yátí yátí yátí
yátí yátí yátí yátí yátí
Aspiro varias bocanadas del enorme cigarro que me dan y trago todo el
humo.
uuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu
Un perfume me penetra el cuerpo frío. Las imágenes se esfuman poco a
poco; estoy otra vez normal, los huesos se me sueldan. Luego vuelven a
aparecer... tengo miedo... se calman nuevamente para regresar otra vez.
Ante mis ojos desfilan imágenes aterradoras, me estallan los huesos... hay
monstruos desdentados que vuelan, saltan, caen, se cuelgan, se muerden,
se devoran... Quiero irme pero una voz se interpone:
-Toma otro poco; verás todo.
Trago mi cuarta o quinta dosis, ya no sé. Alguien me sopla la cara.
fu fu uuuuuuuuuuuuuuuu
abro los ojos, es un hombre. Me dice entonces:
-Soy la madre de la ayahuasca; ¿quieres alcanzar el mundo de arriba? ¿el
segundo piso?
Subimos una inmensa escalera que apuntaba al cielo y atravesamos
varias capas de nubes. En un segundo estuvimos allá arriba. Veo que aquí y
allá hay vasijas con masato y máscaras.
-Cambíate, taifa (vocativo de padre), antes de que te enfermes y que los
virotes te penetren el cuerpo.
Me pongo una especie de ropa... luego descendemos nuevamente a la
tierra. El regreso es tan rápido como la ida. La madre de la ayahuasca se
transforma en una hamaca y me hace sentar en ella. Me hace cantar:
yeee yeee yeee yeeeeeeee
yeee yeee yeee yeeeeeeee
es el canto de llamado de las bolsas mágicas.
El sol se levanta, a lo lejos, brilla. La madre me advierte:
-Pronto vas a despertar; el día comienza.
Se acerca gente, mujeres seductoras... Tengo deseos de tocarlas pero la
madre me lo impide:
EXPERIENCIA INICIATICA 71
méyupahamwo ranatutéhi
méyupahamwo méyupahamwo
méyupahamwo méyupahamwo
ne handiahetara
yatí yatí yatí yatí yatí
yatí yatí yatí yatí yatí
-¿Cómo, de qué manera quieres aprender? Para empezar, voy a darte una
especie de saco o ropa para que puedas defenderte, para que los virotes no te
alcancen cuando estés en peligro... te lo colocas como una vestimenta y
verás cómo te transformas por completo. Así, incluso cuando duermas, esta
rás despierto y podrás defenderte. Póntelo antes de partir a la selva y estarás
seguro. A cambio de tu tabaco, te daré algunos de mis cigarros mágicos cuyo
humo tiene el poder de amansar los malos espíritus. Te enseñaré la mane
ra de soplar siempre hacia la coronilla... también te indicaré cómo beber el
toé, en tres veces. Luego de la tercera, tendrás que ayunar solo durante una
semana. Se presentará una persona, un hombre; no deberás tener miedo.
Te preguntará: «¿qué quieres?». Tu le responderás «nada»; no le digas nada
pues se pueden presentar varias categorías de espíritus. Así, poco a poco,
aprenderás a conocerlos y a reconocerlos... cada vez que veas uno, dale taba
co. A cambio, te dará cigarros mágicos, flechitas y vestimentas mágicas. No
tengas miedo; si te amenazan, sóplales en la coronilla fu fu uuuu, tres ve
ces. Caerán muertos pero si les soplas en los pies, volverán a la vida. En ese
momento les darás tabaco. Ellos podrán, a su vez, soplarte. Tú también mo
rirás, aunque sólo en apariencia pues antes habrás tenido la precaución de
ponerte la ropa mágica. Entonces, te preguntarán:
-¿Cómo vas a quitarte la ropa?
-No sé, responderás.
Entonces te entregarán una llave que te servirá para sacártela. La ropa
mágica se abrirá como las alas de un pájaro. Cuida bien la llave; cada vez
que vayas a la selva, llévatela junto con la ropa. Los guardarás dentro de tu
estómago. Siempre deberás prestar atención, sobre todo durante las
borracheras... nunca digas nada, escucha, no le digas a nadie que tú sabes,
no digas nada. Cura a la gente cuando esté enferma, no niegues que sabes
curar; te pagarán según su voluntad, a veces no te darán nada, no les pidas
nada. Mata sólo a la gente mala, pero guarda las tres almas en el cuerpo. Son
estas tres almas las que te enseñan.
La primera dice:
-Soy tu compañero de siempre, tu amigo eterno, tu guardaespaldas, visita
ré a cada enfermo que venga a verte y te cuidaré durante tus borracheras.
La segunda dice:
-Te cuidaré en tu casa.
Y la tercera:
-Cuidaré tus ropas.
Así un alma siempre estará contigo, dondequiera que estés: otra velará
por tu familia y la tercera cuidará de tus vestimentas mágicas.
Algunos días después de la experiencia del toé, mi difunto padre me dijo:
-pwí tu abuelo está enfermo, cúralo, y me entregó dos cigarros.
-papa (abuelo), le pregunté, ¿qué te duele?
-Acá, la garganta, me indicó.
Le soplé y luego chupé. Sólo pude sacarle una Jlema, worapándi, de la
garganta, una cosa, más o menos dura.
EXPERIENCIA INICIATICA 73
LA PRÁCTICA CHAMANICA
TERMINOLOGIA
1
R. Hamayon, 1978a: 42.
76 LA PRÁCTICA CHAMANICA
una visita inesperada... también pueden ser nowónu. Sin embargo, el con
cepto no connota la idea del «bien» o del «mal», que entre los Yagua no se
concibe separadamente, donde nada es a príori benéfico o maléfico sino po-
tencialmente lo uno y lo otro. El problema no se plantea en términos de
oposición sino como «más o menos». Son las circunstancias, las presuposi
ciones y el contexto las que habrán de determinar la acción, de darle al
acontecimiento su coloración benéfica o maléfica, lo que por otro lado expli
ca la ambivalencia de la práctica chamánica, tal como mostraremos a con
tinuación.
Al chamán se lo denomina némara o rimara según las variantes
dialectales , nëmaratónda/rimaratónda,
2
si se trata de una mujer. Los Ya
emplean de igual modo el término pándra (femenino pándratónda) para
referirse más precisamente al curandero cuyo desempeño marca en principio
el comienzo de la práctica del chamán. De un joven que recién se inicia en
el ejercicio de su arte se dice que es pándra.
Los Yagua poseen una terminología para definir al chamán según la na
turaleza o los supuestos resultados de su acción, en otras palabras, al chamán
«bueno» o «malo». Sin entrar por ahora en detalles, se denomina samaría
némara, literalmente «chamanes buenos», a los que obran en pos del interés
del grupo o de un individuo en particular y a quienes no se les imputa nin
gún maleficio. Los otros son de oficio ndura o mëtia nëpuyíra: "brujos, h
entidades irreductibles sino a dos facetas constitutivas de la personalidad
del chamán. De una manera más general aún, se llama al chamán sándatia,
«el que sabe», sobre todo hacia el final de su profesión, con una eventual
referencia a la calidad de su saber, por ejemplo, nenehita sándatia, «el que
sabe un poco», haríe sándatia, «el que sabe mucho», etc. Esta desigualdad en
el saber da lugar a una jerarquía. En la base se halla el pándray en la cima,
el rántiu nëmara, «el poderosísimo chamán». Entre ambos polos se escalonan
los estadios intermedios y el abanico de calificaciones que un chamán pue
de recibir en el transcurso de su vida: nenehita némara, «el chamán medio»,
harie nëmara, «el chamán poderoso», etc.
2
dimara, según P. Fejos, 1943: 121; remara, según B. Flornoy. 1955: 127; nemara, para
R. Girard, 1963: 37; nemra para A. Villarejo, 1979: 197. La etimología del término no
se ha definido.
LA PRÁCTICA CHAMANICA 77
EL CHAMAN
Su origen mítico
El gran chamán primordial
El gran chamán, el primigenio, el que les enseñó a todos los demás es
cruzrimitiu', «cruz vieja», wúpa, «nuestro antepasado». Vive más allá de
la boca del agua, tierra de los primeros ancestros... Es el gran chamán
del comienzo, el ancestro detodoslos chamanes...
Al principio, nadie sabe exactamente cómo, súñohamwo, las madres de
los vegetales fuertes, de las medicinas pánta se presentaron y le ha
blaron en estos términos:
«-¡Papa! (¡abuelo!) haz un montículo moju («chonta») en tu chacra y
siémbranos a tu lado; guárdanos cerca de ti pues tendrás que ense
ñarles a los demás.»
Así le hablaron las madres a nuestro antepasado, en el comienzo.
Cruzrimitiu' cumplió el pedido y plantó cada vegetal fuerte en un lugar
especial de su chacra. Posee desde entonces todo tipo de vegetales;
es el dueño de los vegetales fuertes, del tabaco y de las medicinas
vegetales.
Los privilegios
era del cacicazgo. Por lo tanto, cuando existe un cúmulo de funciones reli
giosas y políticas, tal como puede ocurrir, el chamán es bigamo (casos 3, 13,
y 15 de la lista de chamanes). En el transcurso de su vida, Antonio Sarko
(15) tuvo, incluso en forma simultánea, tres esposas. En cambio, el chamán
podía concederse ciertos privilegios, tales como compartir con su familia, a
semejanza del «dueño de maloca», un emplazamiento aislado por un tabique
de madera en el interior de la habitación colectiva tradicional, que por lo
demás está desprovista de otras divisiones . 5
3
Contrariamente a la afirmación de Fejos (1943: 90): «Only men may qualify as shaman.»
4
«Excepto algunos doctores excesivamente desvergonzados, ninguno se permite el lujo
de la poligamia». (L. Alvarez. 1913. t. 34: 73).
5
Si bien el tabique permite ver sin ser visto y así beneficiarse de un cierto derecho a
mirar al otro, también puede indicar un deseo de mantener al chamán apartado por
razones inherentes a sus funciones (contacto con espíritus nocturnos etc.).
80 LA PRÁCTICA CHAMANICA
Edad
los 16-18 años. A partir de esa edad, cualquiera que desee profundizar en el
arte chamánico puede perfectamente hacerlo. No existe en realidad ningún
límite de edad para el saber; todo lo contrario; cuanto más edad tenga un
chamán, más se dice que es versado en su arte. Se dice que «los grandes
chamanes surgen pasada una cierta edad». La «fuerza» chamánica, harie, se
adquiere y acumula en el transcurso de largos años de práctica y de re
flexión, y los escalones de la jerarquía chamánica se suben sólo con el tiem
po y la experiencia.
Al comienzo de su profesión, el aprendiz es consagrado pándra, «curande
ro», pues la única actividad que podrá realizar correctamente es la de curar;
luego de uno o dos años de práctica será reconocido como chamán y como
gran chamán luego de varias décadas. Pero sucede que la edad avanzada
inmoviliza físicamente al chamán, de modo que éste permitirá que asisten
tes más jóvenes se ocupen de las curaciones, reservándose las tareas me
nos seculares (adivinación, profecía) y aprovechando al máximo el cúmulo
de conocimientos que posee. El hecho de que al final de sus días el chamán
esté debilitadofísicamentey ya no ejerza como terapeuta no disminuye de
ningún modo su condición de chamán, todo lo contrario. El chamanismo no
se reduce a una simple técnica sino que constituye un sistema de pensa
miento y de acciones que se afina con la experiencia.
Frecuencia
6
En la lista más abajo, los chamanes tienen una edad promedio de 55-60 años, con
una mínima entre los 33 y los 35 años.
7
Por ejemplo, 5 chamanes en San José, del Loreto-yacu, 3 en Gallinazo. 2 en Edén de
la Frontera, 1 en Libertad (Atacuari) y ninguno en Jeberillo (ver más abajo la lista de
chamanes actuales).
LA PRÁCTICA CHAMANICA 81
REGION DE CABALLO-COCHA
Comunidad Gallinazo
1. Patrocinio Cahuachi (38-40 años)
Patrocinio nació en los alrededores de Pevas. Después de residir varios
años en el río Mayoruna y luego en Pichana, se estableció en Gallinazo en
1975, cerca de su suegro Sebastián.
Su padre Pancho (Francisco Cahuachi) era chamán; murió ahogado, vícti
ma de un hechizo. Instruyó a su hijo, quien ahora busca vengar su muerte.
Patrocinio oficia en estos momentos en Gallinazo junto con su suegro
Sebastián.
Los Yagua no poseen ningún término en particular para referirse a las eventuales
«enfermedades de los blancos», como ocurre a menudo en otros casos.
82 LA PRÁCTICA CHAMANICA
RIO YAVARI
11. Aparicio (60 años)
Famoso por ser responsable de la muerte de varias personas.
12. Sesenta (45 años)
Comparte la misma reputación que el anterior.
RIO ATACUARI
Comunidad Libertad
15. Antonio Sarko, llamado «Sarko» (90 años o más; algunos lo creen cente
nario).
Originario del río Cetico (afluente derecho del río Yaguas), Sarko emigró
progresivamente hacia el sur (desde 1910-1915) en vista de las correrías de
los caucheros y de las guerras intertribales.
84 LA PRÁCTICA CHAMANICA
RIO COTUHE
22. Fermín (90 años?)
Supuestamente sigue viviendo en las cabeceras del Cotuhé. Sus cono
cimientos igualarían a los del viejo Sarko. Le atribuyen la muerte de varios
chamanes. En 1982, lo encontramos en el curso superior del Yacarité.
LA PRÁCTICA CHAMANICA 85
RIO MORONA
Comunidad San Alberto de Morona
24. José (65-70 años)
José es un importantísimo chamán, mëtia nëpuyíra. Cabe destacar que
hace poco "mató" al abuelo de Alberto (5), que ya en esa época era un reputa
do chamán, lo que es en sí una hazaña chamánica.
RIO MAYORUNA
25. Fernando (50 años)
26. Valdicho (70 años)
27. José (40 años), hermano de Valdicho
28. Américo (70 años)
29. Roberto (50 años)
30. Marcial (60 años)
RIO CAJOCUMA
31. Juanico (70 años)
Famoso por ser responsable de numerosas enfermedades en varias co
munidades.
32. Asunción (65 años) (quebrada Tigre)
RIO PICHANA
Ambivalencia y peligro
La práctica chamánica es ambivalente, como dijimos: se basa en una ideo
logía que establece en el origen de todo infortunio humano a un agente
responsable. El infortunio obedece siempre a represalias o a la infracción de
una regla, que exige a su vez una reparación. La cura y su contrario, el
maleficio, son dos aspectos de un mismo proceso. El axioma establece al
sortilegio como condición sine qua non de la enfermedad y de la cura. Toda
desgracia emana del otro y exige una reparación; en consecuencia, todo
chamán es necesariamente curandero y hechicero a la vez, orientado ha
cia uno u otro polo según las motivaciones de su propia búsqueda.
9
J. y J.-P. Chaumeil. 1978: 159-184.
90 LA PRÁCTICA CHAMANICA
10
Ver más arriba la lista de chamanes difuntos.
11
L. Alvarez. 1913: 68.
LA PRÁCTICA CHAMANICA 91
El caso del chamán José Murayari (4), según lo contó su yerno Alberto,
muestra bien esta constante y penosa inseguridad en la que evolucionan
los chamanes y la necesidad que tienen de vivir en un permanente estado
de alerta:
«José cayó por primera vez enfermo en la masateada de Agusto (hijo de
su hermano). Esa noche estalló una tormenta. José salió a defecar
pero, como estaba totalmente borracho, olvidó ponerse su ropa invisi
ble para protegerse.
...una semana después cayó enfermo... pero el viejo resistió ese pri
mer ataque. Unos días más tarde, Babilonia lo invitó a la «minga» de
Jaba (criollo). Allí se dirigió con los otros miembros de la comunidad.
Al atardecer, Miguel (instalado en Gallinazo) le pidió que curara a su
hija enferma. Pero en lugar de curarla se pusieron a beber... por la
mañana, José vomitó todo lo que había ingerido la víspera... ¡cha!,
¡cha!, ¡cha!... su mujer le preparó un cigarro pero no tuvo fuerzas para
fumarlo... tenía el cuerpo frío, vacío, y el pulso muy débil...
Le saqué muchos dardos del cuerpo... primero los de Sarko del Loreto-
yacu, luego los de Sarate de Nueva Jersualén y por último los de Se
senta del Yavari... ¡Venían de todas partes! Yo soplaba sin cesar, de
arriba hacia abajo, hasta que vi el mal. La gente de los brujos lo ha
bían envenenado con una pastilla de alcanfor...
...José se restableció lentamente pero no está a salvo de un nuevo
ataque...»
Estos ejemplos indican claramente el peligro de ser chamán: hoy es esti
mado, respetado; mañana cae en desgracia y se le condena. Responsables
del infortunio ajeno, los chamanes son víctimas privilegiadas en potencia.
Nada de lo que hacen queda librado al azar que pueda comprometerlos o
darles pie a sus adversarios. Ambigüedad de existencia en la que deben
responder lo mejor posible a las exigencias de la sociedad y, al mismo tiem
po, defenderse.
cras, comparadas con los «campos del Señor», por temor a represalias, inclu
so en casos de gran necesidad . Aunque no cabe ninguna duda de que, en
12
12
L. Alvarez, 1913: 350.
13
«La iniciación, que es el descubrimiento de un nuevo estado de conciencia y el
aprendizaje de diversas formas de llegar a él y salir de él, es una experiencia única
que no se repetirá más y que desemboca en una modificación definitiva de la persona
en sus relaciones tanto con sí misma como con la divinidad y con la sociedad.» (G.
Rouget, 1980: 63)
LA PRÁCTICA CHAMANICA 93
14
No tenemos conocimiento de ninguna terminología específica para calificar el «viaje
del alma». Para referirse a él los Yagua utilizan el término hamëriésa, «sueño», o inclu
atítuyanu, «transformarse», «estar ebrio».
94 LA PRÁCTICA CHAMANICA
conservarlo.
Pusieron a secar el tabaco envuelto sobre una barbacoa preparada por
el abuelo, quien les enseñó luego el modo de fumarlo y les mostró la
corteza de «tahuari» .16
15
Trema macrantha.
16
Tabebuia.
17
M.A. Morinigo. 1966: 112.
18
O. Zerries, 1962.
LA PRÁCTICA CHAMANICA 95
Su empleo está efectivamente muy extendido en el continente sudame
ricano y figura en muchos lugares como símbolo de la función. Los sonidos
que produce son a menudo interpretados como la «voz» de los espíritus . 19
a aquel por sus efectos sonoros aunque no poseen las mismas funciones. En
efecto, la chacapa se agita para favorecer y sobre todo para darle ritmo a la
experiencia alucinatoria cuya amplitud, según los Yagua, está en parte con
dicionada por la intensidad y el alejamiento del ruido de las hojas . En nin
21
19
A. Métraux. 1949: 594.
20
Las hojas secas de Cerbera conservan su elasticidad y permanecen unidas al pecíolo,
incluso después de agitarlas con fuerza.
21
Encontramos aquí una de las funciones de la música, tal como la definió Rouget (1980:
435), que consiste «no tanto en suscitar el trance sino en crear las condiciones favorables
para su eclosión, en regularizarlo y de convertirlo en una conducta... dominada...».
Motivos grabados sobre la cazoleta de la pipa y que represen tan su espíritu
LA PRÁCTICA CHAMANICA 97
Tipos de cachimba
98 LA PRÁCTICA CHAMANICA
Tipos de cachimba
LA PRÁCTICA CHAMANICA 99
Si bien los accesorios mencionados componen la parafemalia actual, los
chamanes aparentemente tuvieron otros, como por ejemplo los «largos bas
tones pintados de rojo a su alrededor» que se mencionan en la literatura:
«Cuando su maestro estimó que estaba listo para convertirse en bru
jo, le confió el bastón simbólico que le permite abrirse camino a través
de las emboscadas y los misterios de la vida» .
22
ciona que antes los chamanes llevaban alrededor del cuello cabezas dise
24
comparación se basa en una información del autor sobre el único caso del
chamán Unchi. En realidad, no existen pruebas de que llevar una cabeza
disecada haya sido una costumbre y menos aún de que haya existido una
relación con las cabezas humanas. Los Yagua antiguamente fueron «caza
dores de cabezas»; les sacaban los dientes a los enemigos muertos para con
feccionar collares-cinturones que les ofrecían a su(s) esposa(s). La cabeza
es sin duda el centro de los principios vitales y, sobre todo, el lugar de salida
de las almas que son vomitadas por la boca a la hora de la muerte. No es
entonces imposible, un poco a la manera de los tsantsa jívaro , que al 26
22
B. Flornoy, 1955: 130.
23
Recordemos que los «bastones», de uso infrecuente en la Amazonia, desempeñan un
papel fundamental sobre todo en el chamanismo siberiano, en especial por su función
de transporte.
24
P. Fejos. 1943: 90. y Handbook of South American Indians 3, 1948: 735.
25
M. Harner. 1974: 122.
26
Ibid.: 121.
27
Cf. más abajo: «La tierra de los primeros ancestros».
100 LA PRÁCTICA CHAMANICA
Cigarro
categoría para los chamanes y es posible que los chamanes mismos mani
pularan las estatuas en las sesiones de curación.
LAS MADRES
En términos generales, los chamanes reparten los elementos que compo
nen el universo en dos grandes categorías: los elementos animados y los
elementos inanimados. Todo lo que es animado, siskatia, «que vive», posee
una esencia, hamwo, o madre sobre la que el chamán puede actuar. En
29
cambio, todo aquello que está desprovisto de esa esencia es ne siskatia, "ina
nimado", "sin vida". Lo fundamental para los Yagua no es tanto lo dado, sim
ple receptáculo, como el principio que lo anima, su esencia, pues de ella
viene la vida: ne hamwo taranida hándiñima hátasa, "cuando una planta ya
no tiene madre, muere".
Generadoras de vida pero también poseedoras de grandes poderes, las
madres tienen un papel esencial en la existencia de los Yagua en general, y
más aún en la de los chamanes pues, según vimos, ellas les confieren el
saber. De todas las madres las más poderosas a los ojos de los Yagua son las
de los alucinógenos, súño, llamadas además por este motivo harie wačara,
«vegetales fuertes». Algunos otros vegetales y algunos animales (jaguar,
venado, nutria, etc.) tienen madres igualmente muy poderosas . 30
Veamos, por ejemplo, en qué términos nos habla Alberto de la madre del
tabaco:
«... Vive justo debajo de la raíz; es como un gusano que siempre va de
planta en planta. Se transforma y toma el aspecto de un par de niños.
Por la noche, el que sabe verá una especie de resplandor (o una luz)
sobre cada planta, sobre cada cimaflorida.Es ella, la madre del taba
co...».
Las madres pueden naturalmente manifestarse bajo diversas aparien
cias y metamorfosearse a voluntad, aunque cada una tiene un área de des
plazamiento y de acción específica. Además están clasificadas según crite
rios de velocidad y color; ambos mantienen cierta relación. La conjugación
28
Ver el capítulo «Representaciones y descripción del universo».
29
Término que nada tiene que ver con la madre generadora. Los Yagua bilingües traducen
hamwo por «madre». Su número por especie puede variar de un chamán al otro en
función de su propia experiencia del vegetal y de la calidad de su conocimiento.
Podría traducirse hamwo por «esencia de los seres y de las cosas animadas». Pero
hamwo también significa «la gente de...» (por ej.: tángaranahamwo, «la gente del río
Tangarana). Los Yagua además emplean hamwo para designar al «dueño», al «poseedor»
(por ej.: tohamwo. «dueño de los bosques»; kiwáhamwo, «dueño de los peces»).
30
Cf. más abajo: «Relación entre el mundo viviente y la enfermedad».
102 LA PRÀCTICA CHAMANICA
31
La experiencia tuvo lugar a orillas del «lago del caballo» (Caballo-cocha) a propósito del
cual circula una leyenda (cf. prefacio). Esto puede explicar la presencia del caballo en
este lugar.
LA PRÁCTICA CHAMANICA 107
- el blanco y el amarillo son sin lugar a dudas los colores de la curación, la
salud, la reincorporación de los principios vitales.
Este pasaje del «claro», mëtiándi, al «oscuro», pokéndi, se realiza mediante
cuatro colores intermediarios. Cuanto más oscuro sea el color de las madres
en sus apariciones a los chamanes tanto más cargadas están de poder ma
léfico. A la inversa, cuanto más se aclaran los tonos tanto más poder benéfi
co poseen las madres. De allí, las siguientes relaciones:
LAS ALMAS
Si bien las creencias yagua referidas a las almas sobrepasan en mucho su
propia esfera no por ello dejan de constituir un sistema autónomo. ¿Cuál es
entonces este sistema referido a las almas cuya existencia y autonomía se
postula? Los Yagua conciben varias instancias psíquicas o «almas» localiza
das en el cuerpo; son cinco, constituyen un componente fundamental del
ser humano y sobreviven a su muerte. El cuerpofísicohašuwe es pensado
como su «envoltura», ménasu, su «vestimenta». Las almas lo habitan, lo ani
man, siskatia, literalmente: «le dan vida». Por lo tanto, el cuerpo es una rea
lidad efímera, perecedera, sometida a la alteración temporal de aquellos que,
en los albores de la humanidad, rechazaron la «prueba del fuego», la prueba
de la inmortalidad corporal, tal como lo recuerda el mito:
LA PRÁCTICA CHAMANICA 115
32
En el oriente peruano se designa con el nombre de «capirona» a varias espécies de
árboles cuya corteza se exfolia naturalmente, por ejemplo el Calycophyllum spruceanum
y el Capirona decorticans.
33
La mayoría de los animales terrestres y semiacuáticos (salvo por la fauna acuática)
están provistos de cinco almas, en especial los grandes mamíferos herbívoros y los
félidos. Por otra parte e independientemente de las almas, todos los representantes
del mundo vegetal y animal tienen una misma esencia hamwo.
116 LA PRÁCTICA CHAMANICA
34
La agitación excesiva del chamán (saltos, brincos, gritos) durante ciertas fases de la
iniciación o de las curas se interpreta por lo general como la excitación extrema de su
huñítu.
35
Cualquier alteración de los sentidos o de la actividadfísicase imputa a hunisétu, así
como cualquier obstáculo en la motricidad se atribuye a huñítu.
LA PRÁCTICA CHAMANICA 117
en la tierra de los muertos. Los espíritus de los muertos, que gozan de una
existencia eterna, circulan libremente en el universo espacio-temporal y
visitan de tanto en tanto a los vivientes, a veces bajo su antigua apariencia
humana; se dirá entonces que es la «sombra del difunto», huñítu ndeñu. Se
preocupan muy especialmente de la suerte de aquellos cuyos espíritus co
rren algún peligro. En caso de deceso, estarán en el lugar para guiar a los
nuevos espíritus hasta la tierra de los muertos. Los espíritus de los «malos
muertos», ne samaría ndeñu, (que cometieron incesto, robos o crímenes),
son quemados en la casa del fuego celeste, híndarore. La asimilación de la
tierra de los muertos a una suerte de purgatorio parece ser de inspiración
cristiana.
Las almas mbayátu
A diferencia de los espíritus, las tres almas se manifiestan solamente des
pués de la muerte y gozan de una existencia póstuma de duración variable
según la «calidad» del muerto . Se las denomina globalmente ndeñu mbayátu,
36
36
Las almas de un chamán gozan, por ejemplo, de una existencia póstuma superior a la
de las almas de un simple individuo.
118 LA PRÁCTICA CHAMANICA
37
Las almas se desarrollan paralelamente al crecimiento del individuo; por consiguiente,
las almas de un niño muerto son inofensivas y no implican necesariamente el abandono
del lugar de residencia.
38
Por otras características, podrían también acercarse al concepto de «alma-animal» de
los Guaraní (sobre el tema ver M.A. Bartolomé, 1977).
LA PRÁCTICA CHAMANICA 119
Espíritus Almas
huñítu/hunisétu nariatu/noporatu/wosawačitu
principios vitales, fuerza vital, fuerzas "vengadoras"
doble, sombra
eterno temporal
benevolencia persecución de los vivientes, almas
"devoradoras"
disociación voluntaria (trance disociación involuntaria (muerte)
chamánico) e involuntaria (sueño,
muerte)
activos durante la vida del hombre activas después de la muerte
en las proximidades del cadáver
(sepultura)
destino: la tierra de los muertos mundos del cóndor y de los
gallinazos
espacio celeste espacio terrestre y aéreo
relaciones póstumas ocasionales relaciones cotidianas con los vi
con los vivientes vientes
LA PRÁCTICA CHAMANICA 121
LA INICIACION
«Que el chamanismo es una profesión seria lo prueban ampliamente
los meses de iniciación, los años mismos, por los que los aprendices
deben pasar antes de ser reconocidos plenamente capaces de ejercer
su arte.»
(A. Butt, 1962: 15-16)
Todo aprendizaje, sándaténëhi, «estoy aprendiendo» (de sándahatia,
«aprender», «saber»), está supeditado a una iniciación de varios años, entre
dos y seis. La fase inicial llamada «de obtención de los poderes» se extiende
por alrededor de un año, durante la cual el aprendiz recibe el nombre de
sándahitara nëmara, «aprendiz-chamán». Por otra parte, la iniciación está
estrechamente ligada a la toma de alucinógenos -los dos más importantes
son la ayahuasca y el toé- y de jugo de tabaco. Ninguna iniciación seria se
concibe sin la absorción de estas plantas. En efecto, si el aprendiz no tolera
su toma, no podrá aspirar a la profesión pues debe obtener de estos vegeta
les, y no del maestro chamán, los espíritus auxiliares esenciales para su
práctica, sobre los que reposarán su saber y su poder. Sin embargo, una
parte de la enseñanza debe ser transmitida por un chamán vivo, hatanu, «el
que enseña». Los Yagua insisten mucho en eso, ya que consideran que el
espíritu de un chamán muerto no difunde ningún tipo de saber. No obstante,
cabe señalar el caso excepcional de Sarko cuyo aprendizaje se efectuó, se
gún sus propias declaraciones, en ausencia de cualquier tipo de maestro.
39
P. Fejos, 1943: 80.
122 LA PRÁCTICA CHAMANICA
chamánico es supraclánico.
Una vez completada esta primera formalidad, el candidato se instalará
con su hatanu durante todo el lapso de su instrucción en una pequeña habi
tación aislada, especialmente construida con ese fin, llamada sútá nëmara,
«retiro del chamán», o también ropopu huñúhatu súñohá, «retiro para beber
los alucinógenos». Es aquí que el aprendiz da sus primeros pasos en el arte
chamánico. La instrucción se concentra en principio en un solo aprendiz
por vez, aunque nada le impide al hatanu brindar una enseñanza colectiva.
Tampoco nada le impide al aprendiz tener varios maestros sucesivos, tal
como lo testimonia Patrocinio:
«Tomé por primera vez la purga a los doce años, sólo para probar no
más... mi difunto padre, que sabía un poco, nenehita, me la aconsejó
para vomitar las impurezas que cada uno acumula en el cuerpo. La
tomé, después vomité... eso me emborrachó... ayuné dos días, sin sal,
aceptando solamente un plátano asado con cáscara y algunos tazones
de mingado.
... pasó el tiempo... a los dieciséis años, volví a tomar la purga con otro
maestro, un tal «acho» del Ucayali. Fue la segunda vez...
... después de eso, a los dieciocho años, volví a tomar con el difunto
José Sandobar Arias (no Yagua).
... A los veinte, comencé mi iniciación con el difunto Ramón de la
quebrada Mayoruna (Yagua). Con él, tomé siete veces: era un gran
curandero. «Vi» todo gracias a él. Un día me dijo:
40
No todas las etapas tienen nombre; corresponden en realidad a los momentos destacados
de la iniciación.
41
Sucede algo muy diferente con los grandesritualesy el saber vinculado a éstos. Cada
clan tiene su manera de celebrarlos y posee su propio repertorio de cantos y pantomimas
que representan a los ancestros clánicos.
LA PRÁCTICA CHAMANICA 123
-Hijo, voy a enseñarte.
y me sopló tabaco encima de todo el cuerpo, hasta en los más ínfimos
rincones. Me transmitió así su poder contenido en su «flema», que
hizo salir del fondo del estómago y que me hizo tragar. Dos veces la
vomité. Ramón volvió a empezar... hasta que cuatro flemas permane
cieron en mi barriga.
-Con esto, hijo, podrás curar a cualquiera; vas a superarte poco a
poco.
Finalmente, con mi padre como último maestro, volví a tomar seis
veces, tomé toé mezclado con ayahuasca, que es más fuerte todavía. A
partir de allí pude concentrarme perfectamente. Mi difunto padre me
enseñó un poco más. Murió cuando yo ya sabía.
Hasta hoy tomé veintiocho veces ayahuasca, pura o mezclada. Tengo
treinta y seis años, atendí a dieciséis almas; todas sanaron».
La iniciación comienza realmente con la toma -por lo general mensual-
de decocciones de plantas alucinógenas bajo la conducción de un hatanu que
prepara los brebajes. Las tomas son nocturnas y espaciadas en general por
42
una luna, tërëki wánditu arimane, «una luna nueva» . Al principio, el maes
43
42
Los espíritus se trasladan más gustosamente de noche, lo que suscita por lo general
las tomas nocturnas. Además, de noche la gente duerme (sobre todo los niños), lo que
les asegura a los bebedores una cierta tranquilidad, en especial cuando el sitio de la
toma está próximo al lugar de vivienda.
43
La luna nueva es considerada favorable para la toma de alucinógenos, pues se supone
que la oscuridad acentúa las visiones; por otra parte, no se enciende ninguna luz.
44
Sesión del 17 de junio de 1976. Patrocinio recibía a dos candidatos.
124 LA PRÁCTICA CHAMANICA
45
A. Butt señaló muy bien este fenómeno entre los Akawaio (1962: 20-21).
126 LA PRÁCTICA CHAMANICA
46
Según Fejos (1943: 9), no se trata correctamente hablando de una «fuerza» que el
chamán transmite a su aprendiz sino de una provisión de dardos mágicos. Y recién
cuando éstos penetraron en el cuerpo del aprendiz éste es reconocido chamán. Fejos
agrega que el iniciado no podrá ejercer antes de la muerte de su maestro.
47
Tal como lo indica el mito del gran chamán, cruzrimitiu' es el dueño de los alucin
súñohamwo; fue él quien en los tiempos primigenios les indicó su uso a los hombres
48
Los Yagua emplean renuria para «ver», tanto habitualmente, por ejemplo, neno renú,
«veo el árbol», como bajo la influencia de la purga, atítuyanëmu renú, «veo las co
transformarse». La diferencia remite al contexto al que se refiere el término. «Ver» con
la purga es «vivir» (o identificarse con) el acontecimiento; ver el paisaje es simplemente
«mirar».
LA PRÁCTICA CHAMANICA 127
tuales, donde nada se designa ni se realiza como de costumbre. En el «tiem
po del ritual», las cosas retoman su aspecto primigenio, el que tienen en la
tierra de los grandes ancestros. Es así, por ejemplo, que a la tortuga terres
tre, notiu', se la llamará con el vocablo učótu, cuyo sentido literal es «banco»
(al que hoy en día se le da la forma del quelonio). En el mito, las tortugas son
los bancos de los ancestros y así permanecen para el que ve. El tapir, naca,
aún recibe el nombre de ričinu, «tambor»; es el tambor, la voz-tambor de los
dueños del bosque; los peces son árune, «piojos», los piojos de la gente del
agua... Detrás del lenguaje cotidiano existe entonces un lenguaje de los
orígenes que revela la esencia de las cosas más allá de su simple aparien
cia. Alcanzar o reencontrar el sentido de las cosas es sin duda la gestión del
chamán, cuya tarea es descifrar y restituir el sentido. Sin la intención de
querer reducir una teoría semejante del universo al solo hecho de ingerir
alucinógenos, parece no obstante que estos últimos desempeñan un papel
decisivo en su conceptualización y su validación. Los alucinógenos son in
dudablemente un medio entre otros de percibir este aspecto pluridimensional
de los seres y las cosas. Asimismo, propusimos la hipótesis de una correla
ción entre el uso de alucinógenos y el carácter voluntario del modo de reclu
tamiento chamánico entre los Yagua. Bajo el efecto de la purga, los Yagua
dicen identificarse con los espíritus y las entidades que visitan durante sus
viajes. Los alucinógenos cumplen, en mi opinión, con una función impor
tante en el chamanismo sudamericano , concediéndole su carácter activo,
49
49
Cuando faltan los alucinógenos, en cuanto tales, queda al menos el tabaco. Sin embargo,
parece que en la parte meridional de Sudamérica, donde la toma de alucinógenos es
más reducida, la «vocación espontánea» bajo el impulso de los espíritus es más frecuente
que en el norte.
128 LA PRÁCTICA CHAMANICA
50
Encontramos este mismo tipo de asociación entre los Aguaruna: «The association of
strong smells or tastes with medicinal or psychoactive properties is an important
element in Aguaruna plant use in general» (M.F. Brown, 1978: 121).
LA PRÁCTICA CHAMANICA 129
En efecto, los Yagua aprovechan su agudeza olfativa y gustativa para cla
sificar a los vegetales en «fuertes» y «débiles»; mientras se dice que los «ve
getales fuertes» son muy olorosos y de gusto amargo, los «vegetales débiles»
son considerados de olor suave y de sabor insulso.
51
Los alucinógenos y las plantas que sirven para fabricar venenos son wanu'ntara, «plantas
de los hombres», mientras que la mayoría de los cultígenos (plantas «débiles» por
excelencia) son watoro'ntara, «plantas de las mujeres».
52
El criterio del olor como clasificación de los alimentos en «masculinos» y «femeninos»
fue explicitado por Reichel-Dolmatoff (1973: 268).
130 LA PRÁCTICA CHAMANICA
?
naranjillo sóñu
brebajes alucinógenos
53
Según Lewin. el alcanfor se utilizó sobre todo en Sudamérica para prevenir la fiebre.
Pero el autor no oculta su acción fuertemente excitante sobre el sistema nervioso
central y el cerebro. (1970: 243-245)
LA PRÁCTICA CHAMANICA 133
Propiedades fundamentales de los principales alucinógenos y de otras
sustancias utilizadas en la preparación de los brebajes
Productos Propiedades
piripiri predispone a la exploración minuciosa de la superficie te
rrestre
revela la naturaleza de los dardos mágicos (durante el tran
ce una especie de rayo luminoso roza al aprendiz sic! sic!
sic!. La madre del piripiri le entrega a éste último un ciga
rro mágico. Después de algunas fumigaciones, el rayo lu
minoso se inmoviliza y se transforma en un dardo. El apren
diz puede entonces por primera vez tomarlo con la mano.)
determina la forma de destruir los dardos mágicos arroján
dolos al suelo
enseña ciertas técnicas de curación gracias a las pastillas
mágicas
ayahuasca transmite el conocimiento en general
enseña el arte de curarse y de curar a los demás
explica el arte de hacer daño (la madre cuenta con dos
categorías de dardos, unos benéficos y otros maléficos)
produce efectos de telepatía (poder para comunicarse a la
distancia), de videncia (reconstrucción de escenas) y de pre
dicción
enseña el arte de hacerse invisible colocándose vestimen
tas mágicas
favorece el conocimiento íntimo del mundo del cóndor y le
suministra al chamán una importante cantidad de dardos
mágicos cuya mina se encuentra en mukuhučanu: los dardos
cuelgan como frutos del árbol rimídasa
ayahuasquillo acompaña a la ayahuasca; ambos se complementan.
toé transmite el conocimiento, al igual que la ayahuasca
transmite el conocimiento íntimo del mundo del lago celes
te (en el curso de su viaje, el aprendiz entra en un caserón.
La madre del toé lo invita a recostarse en una hamaca y le
ofrece varios tazones de jugo de toé. Luego le entrega una
vestimenta mágica junto con una hamaca mágica para los
días de fiesta para que nadie aproveche la oportunidad y le
haga un daño)
134 LA PRÁCTICA CHAMANICA
Productos Propiedades
enseña el arte de hacer daño y sobre todo de raptar almas
explica ciertas técnicas de autocura
ajusta y embellece la voz para entonar los cantos chamánicos
naranjillo ayuda al conocimiento íntimo del bosque
enseña el arte de hacer ciertos daños y de raptar las almas
aumenta la fuerza y la consistencia de los brebajes
alucinógenos
tabaco alimento de los espíritus en general
acompaña y guía a todas las madres asegurándoles la provi
sión de tabaco
enseña el arte de curar al expulsar los elementos patógenos
confiere la "fuerza" necesaria para permitir la extracción de
los dardos mágicos; calienta el cuerpo y ablanda la piel
permite la reincorporación de los principios vitales a través
de la coronilla
el principal objeto de intercambio con las madres y los espí
ritus
Sustancias aditivas
Productos Propiedades
venado caspi enseña ciertas técnicas de cura y de predicción
aumenta la fuerza de los brebajes alucinógenos
amacisa colabora en el conocimiento íntimo de las restingas y de
los seres invisibles que las habitan
participa de la enseñanza de ciertos artes chamánicos (en
especial la técnica de extracción de flemas)
incrementa la fuerza de los brebajes alucinógenos
mukura revela ciertos maleficios
incrementa la fuerza de los brebajes alucinógenos
hojas de guayaba enseña el arte de curar diarreas
incrementa la fuerza de los brebajes alucinógenos
corazón de huicungo enseña el arte de soplar maleficios y aumenta el potencial
chamánico en este sentido
LA PRÁCTICA CHAMANICA 135
Productos Propiedades
sananguilla enseña el arte del masaje
calienta el cuerpo durante las ingestas
kerosene incrementa la fuerza de los brebajes alucinógenos
gasolina educa en el arte de quemar almas
incrementa la fuerza de los brebajes alucinógenos
alcanfor enseña el arte de curar gracias a las pastillas mágicas que
la madre le entrega al aprendiz, luego de haberlo hecho
entrar al interior mismo del alcanfor, el depósito de las
pastillas
incrementa la fuerza de los brebajes alucinógenos
linimento inculca las técnicas de insuflaciones chamánicas para cal
mar los dolores corporales
enseña el arte de dosificar los brebajes alucinógenos y de
incrementar su fuerza
cicatriza las heridas ocasionadas por la introducción de
dardos mágicos
"agua de florida" forma la voz para entonar los cantos chamánicos
(esencia vegetal) detalla la técnica de reincorporación de los espíritus a tra
vés de la coronilla
incrementa la fuerza de los brebajes alucinógenos
«A la salida del sol (27 de junio de 1976), salgo con Patrocinio de la aldea
por el sendero que lleva a las chacras... caminamos durante unos quince
minutos, hasta el bosque. En el camino juntamos ramas secas y Patrocinio
recoge las lianas de ayahuasca que había escondido en la espesura la noche
anterior... rápidamente limpiamos el lugar escogido de malezas y arbustos.
9 hs : Patrocinio corta unos treinta trozos de ayahuasca del espesor de un
pulgar y de 25-30 cm de largo cada uno, «una mano y cuatro dedos» (hay que
contar de cuatro a siete trozos por persona). También tiene en la mano un
ramillete de doce hojas de toé, que recogió al pasar por un rincón de su
chacra (las hojas fueron seleccionadas de la parte inferior de la planta). Pa
trocinio prevé dos hojas por persona (cuando el toé se toma solo, hay que
multiplicar por dos o tres el número de hojas).
9,50 hs : Patrocinio machaca los trozos de ayahuasca con una masa de
madera.
10,30 hs : Los trozos machacados son colocados con cuidado en un reci
piente lleno de agua hasta la mitad (unos 10 litros); luego Patrocinio ubica
todo sobre el fuego (de llamas pequeñas). Un trípode de madera mantiene el
recipiente a la altura adecuada pues el fondo no debe tocar el fuego. Patroci
nio señala que el fuego debe ser constante durante toda la cocción (de modo
que hay que cuidarlo y tener una provisión de ramas).
11 hs : Hierve el agua.
54
No parece haber excepción con las mujeres chamanes, lo que las coloca en desventaja
con respecto a los hombres de la profesión. Sin embargo. Flornoy (1955: 127) cita el
caso del machacado de raices de ayahuasca y de la cocción de hojas de tabaco por parte
de la esposa del chamán de turno.
LA PRÁCTICA CHAMANICA 137
11,10 hs : Patrocinio agrega las doce hojas de toé y mezcla todo con un
pedazo de madera. Canta a media voz:
rongocito, rongocito...
así vienes a beber nuestra purga
así vienes a rondar alrededor de nuestras cabezas
así vienes a posarte encima de nuestras coronillas
Los ingredientes se cocinan a fuego lento, muy lento...
16 hs : El brebaje está listo. Patrocinio lo deja enfriar durante tres cuar
tos de hora.
16,45 hs : El líquido espeso (color té y consistencia de miel diluida) es
filtrado y luego trasvasado a una botella.
La toma se realizará a las nueve de la noche. Hay previstos cuatro parti
cipantes.»
La experiencia visual
55
El trance (en general o más específicamente chamánico) ha sido objeto de innumerables
escritos, todos contradictorios entre sí en mayor o menor grado.
Para Bastide, por ejemplo (1972: 96). "el trance es un lenguaje... que obedece al
determinismo del "inconsciente y de sus complejos".
Para Lapassade. en cambio, el trance es una "conducta del cuerpo y, como toda conducta,
está desde el inicio modelada por un lado por la cultura y por el otro por la historia" (de
modo que aquí tenemos un doble determinismo: cultural e histórico) (1976: 15-16).
Rouget, por su parte, define el trance como un "estado de conciencia", una vivencia
que tiene dos componentes: uno psicofisiológico y otro cultural" (1980: 25): es una
experiencia vivida que fluctúa según las diposiciones individuales y la diversidad de
las culturas. Rouget define los fenómenos oponiéndolos. Así diferencia el trance del
éxtasis en base a una relación de exclusión con la música y en base al carácter
amnésico del primero. Por otro lado, el éxtasis está con frecuencia acompañado de
alucinaciones visuales o auditivas... mientras que éstas no aparecen en el trance" (op.
cit: 35).
Entre los Yagua, ambos fenómenos están superpuestos. Si bien la experiencia comienza
con una gran agitación corporal acompañada de vómitos, con "efectos sonoros" diversos
(en especial de los sonajeros de hojas) y con cantos, continúa con períodos de calma,
marcados de tanto en tanto por el rumor de los sonajeros de hojas. Las imagenes
visuales y auditivas están presentes durante toda la experiencia y nunca se produce
amnesia. Al contrario, el recuerdo de las primeras experiencias permanece siempre
muy vivo, incluso luego de varias décadas. Para ajustarse al análisis de Rouget podríamos
concluir que, entre los Yagua, la experiencia alucinatoria debuta con un trance y se
prolonga con un éxtasis, pero esto no es tan simple pues elementos propios de uno y
otro coinciden continuamente. Coincidimos en llamar "trance" a la totalidad de la
experiencia alucinógena del chamán yagua, sin preocuparnos demasiado en saber si
ésta depende más de un éxtasis que de un trance propiamente dicho.
138 LA PRÁCTICA CHAMANICA
Comportamiento
Para retomar la tipología existente, el trance entre los Yagua puede presen
tar dos aspectos: puede ser de tipo «cataléptico» o de tipo «dramático». En el
primer caso, el cuerpo-envoltura del chamán permanece inmóvil (el sujeto
está en estado de catalepsia); sólo el alma «viaja», según dicen los Yagua. El
chamán no se expresa durante el viaje (es el éxtasis de Rouget) pero una vez
que recobra el sentido lo describe. De modo que en este caso existe un desfase
entre lo vivido y lo dicho, lo que no altera de ningún modo el recuerdo de la
experiencia que, recordemos, es vivida, interiorizada, memorizada por el
chamán. En el segundo caso (que correspondería a lo que Rouget entiende
por trance), el sujeto vive y describe, expresa con gestos el viaje. No existe
ningún desfase entre lo vivido y lo dicho. La experiencia es en este caso
compartida en forma directa por el entorno del protagonista cuyo recuerdo
se conserva íntegro; no hay ninguna amnesia.
En el trance cataléptico, ambos espíritus viajan: el espíritu motriz, huñítu,
y el espíritu-visión, hunisétu. El cuerpo se ve privado de toda sensibilidad,
reducido a una simple envoltura. Es entonces que puede ser poseído tempo
ralmente por ciertas categorías de espíritus capaces de expresarse en su
lugar. El trance puede así convertirse en parcialmente «dramático» (b). En el
trance dramático, sólo el espíritu-visión viaja; el espíritu motriz permanece
en su envoltura y permite el movimiento corporal, lo que le da al viaje un
aspecto en cierto modo teatral.
LA PRÁCTICA CHAMANICA 139
Los poderes
56
P. Allain. 1973: 52-56.
LA PRÁCTICA CHAMANICA 141
Esta pintura, luego de ingerirse LSD 25, representa la sensación que tiene el
enfermo de perder la piel de los huesos y de sentir que el cuerpo se convierte en un
rompecabezas. El dibujo -corriente en la psicoterapia- describe simbólicamente la
desintegración del Ego.
(N. Mackenzie, Les rêves, Paris: 1966: 306)
142 LA PRÁCTICA CHAMANICA
Los auxiliares
Representan los poderes principales sin los que el aprendiz no podría acce
der a su función; los auxiliares (o aliados) no se heredan ni se compran sino
que se «ingieren», por así decirlo, al tomar las decocciones de plantas. No
obstante, un chamán experimentado puede adquirir nuevos mediante los
sahumerios de tabaco. Un ejemplo de ello aparece en el siguiente relato:
5 7
Este relato fue vivido por Alberto (5) en el alto Yavarí hacia 1970, mientras trabajaba la
madera para un colono peruano. La tala de cedros a veces lo llevaba a sitios aislados,
lejos del campamento y de los otros leñadores. Alberto nunca se aventuraba en esas
regiones sin su provisión de tabaco que guardaba con sumo cuidado en una bolsita
atada al cuello. Este relato nos muestra cómo el narrador obtiene el favor de una cierta
categoría de espíritus, las «serpientes de las colinas del Yavarí», y cómo una de estas se
convierte en su aliado.
LA PRÁCTICA CHAMANICA 143
jefe me dio entonces una calabaza con masato... la soplé tres veces
con humo de tabaco; el líquido no se transformó... sin duda era masato...
bebimos toda la noche; también soplé encima de la carne que me sir
vieron para asegurarme de que fuera pécari... no se transformó... co
mimos y bebimos toda la noche. El jefe me explicó cómo su pueblo se
transformó en serpiente luego del gran diluvio.
Al clarear el día, regresé al campamento en compañía del hombre que
me invitó a volver a visitarlo:
-De ahora en adelante eres mi padre, me dijo, y yo voy a acompañarte
hasta la muerte. El día que regreses a tu casa, allá, llévame, así co
nozco el camino.
La serpiente de la colina del Yavarí es desde ese día mi hijo; nunca
más me abandonó. Hace apenas unos días estuve enfermo y él estaba
ahí, a mi lado...»
Una vez que se gana un auxiliar, éste jamás abandona a su rahe por
propia iniciativa. Pero un chamán más poderoso puede sustraérselos o sim
plemente destruirlos, tal como ocurre a m e n u d o con el resto de su
parafernalia mágica. Privado de sus poderes, se dice que el chamán está
«muerto», ndeñu (como el individuo privado de sus espíritus), incapaz de re
sistir la menor agresión. No obstante, un chamán «desnudo», «vacío», según
dicen los Yagua, puede «recargarse» renovando el ciclo de tomas como en el
primer día de su iniciación. Una vez que se ha reaprovisionado de sus pode
res mágicos, podrá volver a afrontar los peligros de su profesión.
La muerte de un chamán siempre se interpreta como una victoria de un
chamán más poderoso. Acto seguido, el vencedor hereda los poderes de su
víctima, lo que significa que consolida su posición. En consecuencia, cuan
tos más chamanes logre eliminar, tanto más poderoso será. Esta lógica
ascensional del poder chamánico da origen a frecuentes enfrentamientos
entre chamanes (directos o por intermedio de otra persona), que terminan a
menudo con la muerte o el despojo de los más débiles. La posición jerárquica
58
El tema de la «cabalgata celeste», presente en el chamanismo asiático y de América del
Norte, no se expresa con tanta claridad entre los Yagua. Estos sólo dicen que «viajan»,
a veces a lomo de algún animal. En una versión del mito del «calvo y la raya gigante»,
el protagonista se escapa del vientre de la raya montado en un ciervo que, de un solo
salto, alcanza la margen del río...
LA PRÁCTICA CHAMANICA 145
terráneo de la gente sin ano, kinitónu, donde ocasionan daños . Los chamanes
de kinitónu acusan a su vez a los chamanes yagua de ser responsables de
sus males y les envían en represalia bolitas de tierra con los que a veces se
atragantan sus niños: «es una brujería de kinitónu», reconocen los Yagua.
La provisión de dardos mágicos que todo chamán lleva dentro determina
en realidad su potencial agresivo y sus aptitudes para negociar con los es
píritus a quienes «paga» por sus servicios con los proyectiles.
59
Sin embargo, a veces los Yagua interpretan ciertos dolores agudos y muy localizados
como la herida de posibles dardos mágicos.
6 0
Según Fejos (1943: 90), «...When a shaman dies his magic darts are presumed to fly
out of his body and enter that of his successor. If the shaman has no trained successor,
the magic darts are presumed to fly through the air until they enter the body of some
other shaman». Por lo que sabemos, el aprendiz nunca hereda la totalidad de los
poderes de su maestro; sólo incorpora una ínfima parte durante la iniciación.
6 1
Mientras permanezcan enteros, la extracción es siempre posible pero, en cuanto los
auxiliares los seccionan, la curación resulta prácticamente imposible.
6 2
Según Fejos (1943: 91), se los quema: «These darts, which the shaman has supposedly
extracted from the body of the patient, are then gathered in the banana leaf and
burned at the community fireplace to prevent their being used again by the evil magician
who caused the disease».
LA PRÁCTICA CHAMANICA 147
«Para empezar, voy a darte una especie de saco o ropa, para que pue
das defenderte, para que los virotes no te alcancen cuando estés en
peligro... te lo pones como una vestimenta y verás cómo te transfor
mas por completo. Así, incluso cuando duermes, estarás despierto y
podrás defenderte. Póntelo antes de salir a la selva y estarás segu
ro...»
ni ni ni ni ni...
ra ra ra ra ra...
fu fu fu fu fu...
L a s piedras mágicas
6 3
A la inversa de los sonajeros de hojas que utiliza el maestro de la sesión quien controla
la experiencia desde el exterior.
LA PRÁCTICA CHAMANICA 151
(Id.)
El humo de tabaco
«...al rato, apareció el jefe del pueblo rodeado de una horda de pumas
gigantes que se precipitaron en mi dirección... por suerte, yo tenía mi
tabaco. Tuve tiempo de tirar varias bocanadas antes de que me alcanza
ran. El tabaco los calmó a todos y pude acariciarlos tranquilamente...»
«...el jefe me dio entonces una calabaza con masato... la soplé tres
veces con humo de tabaco; el líquido no se transformó; sin duda era
masato... bebimos toda la noche...»
(Id.)
mata
camino de los dardos mágicos
LA PRÁCTICA CHAMANICA 153
transforma los seres y las cosas soplo del chamán, proyección de su poder
Los cantos
6 4
Los cantos se repiten hasta que se presentan los auxiliares.
154 LA PRÁCTICA CHAMANICA
Los inicios
6 5
J . Siskind. 1973: 3 1 .
LA PRÁCTICA CHAMANICA 155
tancia viscosa) que vomita en lugar aparte. Estimulado por este primer re
sultado que le indica que está convirtiéndose en pándra, «curandero», el
aprendiz se dedica a curaciones cada vez más frecuentes aunque más y
más difíciles, hasta el día inolvidable en que vomita un dardo mágico. A
partir de ese instante, puede curar cualquier enfermedad mediante sim
ples sahumerios de tabaco. No obstante, recién se lo reconoce oficialmente
como pándra luego de su primera sesión pública donde debe, frente a todos y
en presencia de su instructor , probar su talento. El momento crucial de la
66
6 6
El instructor debe normalmente asistir a la primera presentación pública de cada uno
de sus aprendices en la que además le reconocen parte de responsabilidad.
156 LA PRÁCTICA CHAMANICA
LA PRACTICA
67
Se dice que un individuo está «enfermo» a partir del instante en que se produce la
intervención del chamán. En otras palabras, la presencia física del chamán define los
límites conceptuales de la enfermedad.
LA PRÁCTICA CHAMANICA 157
yanu páčinuhamwo
sëruñujúhamwo
haheštëró nëmahitara
akihotë nëmahitara
te re re re re re re re re RA RA !!
te re RA !...
6 8
La palmera yarina (Phytelephas sp.) tiene el poder de llevarse bien con todos los árboles
y animales del bosque; es el guardián del bosque.
LA PRÁCTICA CHAMANICA 159
dero recibe el apodo de muči, el nombre del colibrí, por el paralelo que existe
entre su modo de «succionar» (el chamán succiona el cuerpo de los enfer
mos al igual que el colibrí succiona el centro de las flores). Alberto aspira
ruidosamente el sector succionado y se pone de pie con lentitud. Con la
misma lentitud se dirige hacia el extremo de la plaza, hacia el sitio de cura,
pánjo, donde vomitará el dardo que acaba de extraer del cuerpo del niño. Los
padres ticuna lo siguen con mirada ansiosa pues ese es un momento crucial
en la curación: la posible identificación del agresor. Al llegar al final de la
plaza, se coloca en cuclillas y comienza a carraspear haciendo mucho ruido
hasta que, con un ronquido desmesurado, expulsa una sustancia del estó
mago. Nos hace comprender que acaba de vomitar el dardo. Luego de este
evidente esfuerzo, permanece un instante agachado, silencioso, fumando
tranquilamente su pipa. Después se levanta, se vuelve hacia la asamblea
(compuesta por la pareja ticuna y algunos Yagua) y exhibe entre las manos,
con los brazos extendidos, un filamento flexible de 15-20 cm de largo que
acaricia con suavidad. Se oyen comentarios entre los asistentes: «ahí está
el mal» (dirigido a los Ticuna), «¿quién pudo haberlo mandado?», «¿hay otros
todavía?»... la pareja ticuna parece bastante tranquilizada. Alberto se da vuelta
y sopla una espesa nube de humo encima del dardo para que se transforme
y tome la apariencia del agresor:
ramanuhamwo yamútia
hatisándu hunanu yawátiá
hanehita huñapanu teetaú
warañuma yatóširiwáda číta runanu
anihamwo rápá
anihamwora ránutánu
envío a mi gente...
los envío a destruir
setí mayupahamwo
narímane rídiuhitiananu
narímane ndíhútara huñahútasewitara
tetanu ariénoniwe susara
tetanu sáwáta ray'jo
rahita rápó nuwáyu
hasënejo ta nowónu remu
tiwitádatia r e m i š ë ratédia
anihamwo numahita
ranëmaheta rándu
yarembwímutá ruwa
fu fu fu fu fuuuu...
«Un tal Cariwari quiere matar al niño. Primero le lanzó los dardos,
después le mandó una camalunga para degollarlo. Era hora de que
69
ramanujúhamwo
hiyáwatia sónočó
mëkamo haría yáwata sónočó
hahamo haría yáwata sónočó
ne tena ráčé mu ñádatása yanutiti
s a m á yanutiti ruwa
yáterëtië hasëni yákiwóhase sayanujú
yáhatuhatse titihase ware
yáta titi ruwáte wuníhariuwa nëmaheta
wuníhariuwa yamëstanëmësini
súnupánu yambawíhasëni
ririririririririririri...
6 9
Especie de iguana con escamas muy filosas.
162 LA PRÁCTICA CHAMANICA
ririri... [canto para que el enfermo resista mientras los auxiliares bus
can su espíritu]
Alberto entona este mismo canto por varias horas, hasta que sus auxilia
res le advierten del regreso del espíritu. A fin de reunificar todo el ser del
enfermo, debe asegurar la reincorporación de las instancias vitales. Para
ello, sopla una importante cantidad de humo de tabaco encima de la coroni
lla del niño presionando con las manos: hinopánu rándu nóño, «en tu cráneo
te soplo la vida», «te devuelvo la vida», murmura. Pero a pesar de sus buenos
cuidados, el niño muere algunas horas más tarde. El revés es especialmen
te severo para Alberto pues de hecho debe interpretarlo, en la relación de
fuerzas que lo opone a Cariwari, como la victoria del mestizo, lo que además
significa que no podrá devolverle la enfermedad dado que la relación de fuer
zas ya no está a su favor. De esta forma Cariwari, ayer un simple desconoci
do para los Yagua, ingresó sin saberlo al universo chamánico de este pueblo.
a n i q u i l a c i ó n de l o s sahumerios
a u x i l i a r e s del a u t o r c a n t o de d e s
del daño por parte de trucción de los
los auxiliares del cu a u x i l i a r e s del
randero autor del daño
Venganza idéntica a I
EL CHAMAN Y LA MUERTE
brebajes ofrecidos a los chamanes durante las fiestas. Como no existe nin
gún antídoto eficaz contra el envenenamiento, los chamanes tienen mu
chas reservas en participar de esas celebraciones.
La muerte de un chamán, inscrita en una relación interchamánica, no
se percibe pues como una muerte corriente, en el sentido de que ésta inter
viene en otra dimensión espacio-temporal lo que confirma así la idea de
una alteridad ligada al personaje. Esta alteridad del chamán frente a la muerte
se refleja luego de ésta en las almas mbayátu que, si bien comparten un
destino más o menos idéntico a las de cualquier individuo, gozan de una
duración de vida superior y son temidas por su agresividad. En la mayoría de
los casos se transforman en predadores (felinos, buitres), mientras que las
de los profanos toman sobre todo la apariencia de animales más pacíficos
como el agutí o el coatí.
En la práctica, la muerte del chamán provoca el abandono del sitio y la
dispersión del grupo con el objeto de despistar a sus «almas vengadoras».
Suscita desplazamientos de gran envergadura, en tanto la muerte de un
simple individuo no da necesariamente lugar a un real alejamiento de la
nueva residencia, ni tampoco en algunos casos a la quema de la casa. Por
otro lado, la muerte del chamán representa un problema grave en el seno
del grupo pues exige a cambio el sacrificio de un chamán con un poder al
menos igual al suyo. Así, más de la mitad de los chamanes no son vengados
después de morir, lo que no deja de preocupar al grupo local ya que, una vez
vomitadas, sus almas acecharán de continuo a los vivos. Esta situación se
agrava en caso de no celebrar sus funerales, por temor a permanecer en los
sitios o porque no hay otro chamán en función para presidir los ritos funera
rios (se piensa que los grandes chamanes eran sometidos antaño a funera
les-dobles).
La parafernalia del chamán se destruye junto con todos los objetos que le
hayan pertenecido y se colocan dentro de la sepultura (cuando la hay). Por
los motivos ya mencionados sobre la relación entre la persona y el nombre,
pondrán buen cuidado de no pronunciar jamás su nombre, al menos hasta
que sus almas hayan sido vengadas.
II
EL CHAMANISMO Y LA VISIÓN DEL MUNDO
Los chamanes, grandes exploradores de las zonas cósmicas, son los verdade
ros detentores del saber cosmológico; sólo ellos poseen una percepción global
y precisa del universo que han recorrido individualmente durante sus viajes
a través del tiempo y el espacio, gracias a su facultad de pasar con libertad
de una región cósmica a la otra . Cada chamán tendrá pues una visión más
1
1
R e c o r d e m o s que para M. Eliade (1968: 211) este pasaje c o n s t i t u y e la técnica por
excelencia del c h a m á n .
2
Veremos más adelante que a cada nivel cósmico le corresponde un saber particular.
168 EL CHAMANISMO Y LA VISIÓN DEL MUNDO
mëkándi mbahačëra
Los mellizos míticos, transformadores de todo lo que hay sobre la tierra, crea
dores de la humanidad, de las artes y de las técnicas , son los dos persona-
3
3
Fueron ellos los que inauguraron el ciclo de los grandes rituales y compusieron los
primeros cantos, e incluso los que levantaron la primera maloca y difundieron los
recursos energéticos.
EL CHAMANISMO Y LA VISIÓN DEL MUNDO 169
al mayor de los mellizos, ndano -más poderoso que el menor que le hace las
veces de emisario- con una divinidad creadora, huñídanu. Si bien ésta de
sempeña un papel fundamental en el destino de la humanidad (pues gobier
na los diluvios) y se invoca su nombre en diversas circunstancias, no se le
rinde ningún culto.
4
Cf. P. Powlison, 1969: 108-114, 176-195, 243-255; J . y J.-P. Chaumeil, 1978.
5
Según Powlison (1969: 256), ciertos Yagua lo identifican con el creador.
170 EL CHAMANISMO Y LA VISIÓN DEL MUNDO
... y las mujeres ríen a carcajadas ante una broma tan jocosa, conscien
tes de que ni uno ni otro podrán satisfacer a la supuesta «hermana».
Estrechamente ligados a las actividades cinegéticas, por lo tanto mascu
linos, los espíritus desempeñan una función determinante en toda inicia
ción masculina que, según se dice, presidían antaño en persona. Algunos
ancianos hasta recordaban haberlos visto en su juventud...
6
Para m á s detalles sobre estos instrumentos, ver nuestro estudio, 1977.
E L CHAMANISMO Y LA VISIÓN DEL MUNDO 171
172 EL CHAMANISMO Y LA VISIÓN DEL MUNDO
La anciana inmortal
7
Cf. el mito de los mellizos en J. y J.-P. Chaumeil, 1978.
EL CHAMANISMO Y LA VISIÓN DEL MUNDO 173
Panteón yagua
Demiurgo
Guardianes
(recursos energéticos
y saber chamánico)
Héroes culturales
(transformadores)
Salvador de la humanidad
Dueños de la naturaleza
Espíritus de la caza
(reguladores de la fauna)
E L CHAMANISMO Y LA VISIÓN DEL MUNDO 175
LA TIERRA DE LA GENTE
La lupuna
tiempo mítico
Creación de la humanidad
Fue a los mellizos míticos a quienes les cupo la creación de la gente. Ellos
transformaron o dieron forma, a partir de sustancias blandas, a los diversos
pueblos de la tierra. No emplearon cualquier técnica sino el soplo, el aliento,
el golpe (pisoteo, golpes de bastón, etc.). Y los hombres aparecieron, nacieron,
blandos al igual que la tierra en su génesis. Poco a poco el cuerpo se les hizo
duro, con el tiempo, tal como se afirmó la tierra con el repetido pisoteo de los
hombres.
Los primeros en ser concebidos fueron los Negros, amačádima (los brasi
leños), pues nacieron de las astillas cuando se derribó el árbol. Los Yagua
fueron creados en segundo lugar por el mayor de los mellizos luego del fraca
so del hermano menor. El mayor pisoteó el «árbol de defecación» (o, según
otra versión, golpeó con un bastón una pila de inmundicias) y llamó a la
gente por su nombre ciánico : así nació la gente, ñihamwo (autodenominación
8
8
J. y J.-P. Chaumeil, 1978: 164-165.
EL CHAMANISMO Y LA VISIÓN DEL MUNDO 177
las demás tribus modelando estatuas de barro oscuro que fueron golpeando
varias veces: aparecieron los Ticuna, los Cocama, los Jebero y los Chama.
Después llegó el turno de la «gente tamiz» (los Matsés); los mellizos tomaron
un tamiz y lo golpearon contra el suelo. Con cada golpe fue surgiendo gente
del tamiz que saltaba al piso. Por eso los mellizos los llamaron kándamunuñu,
los «coto salvajes», pues eran brujos. De hecho, los tamices son filtros
semisagrados cuya fabricación incumbe tradicionalmente a los chamanes
o a sus aprendices. El tamiz posee además una fuerte connotación simbóli
ca [cf. más abajo): por su función mediadora y su calidad de filtro, está aso
ciado al chamán; por este motivo los kándamunuñu son «brujos».
A continuación, los ancianos relatan el nacimiento de la «gente piraña» o
gente caníbal, mwitioiowanu. Hace mucho tiempo, los mellizos dibujaron en
la arena un enorme pez piraña y le pronunciaron el siguiente discurso:
«Ustedes son gente piraña, comerán la carne cruda al igual que la piraña», y
ambos soplaron su aliento. La piraña se transformó en gente caníbal (bajo
esta apelación los Yagua agrupan a los Witoto y Bora del Putumayo, a quienes
contaban entre sus peores enemigos y contra quienes confiesan haber librado
una guerra sin cuartel durante largo tiempo).
Finalmente, los últimos en ser creados fueron los blancos, que los mellizos
modelaron con tierra blanca. Al hacerlo, les advirtieron: «Sus hijos deberán
cubrirse el cuerpo para evitar quemaduras de sol»; por este motivo los blancos
usan ropa. Pero para aquellos que sufrieron la influencia de las misiones,
los blancos tienen su propio dios celestial, risio. Los mellizos le preguntaron
entonces cómo hizo para crear a los blancos, ya que ellos lo habían intentado
muchas veces sin resultado. En lugar de humanos obtenían animales como
el tapir y los cerdos salvajes. Risio utilizó el corazón de la arcilla, allí donde
es más blanca, pero se cuidó mucho de decírselo...
La serie de creaciones que acabamos de enunciar permite establecer la
siguiente cadena de transformaciones:
178 EL CHAMANISMO Y LA VISIÓN DEL MUNDO
mellizos
kutumunuñu Matsés
? naciente del
Cochiquinas
9
P. Powlison (1969: 38-39) cita otros nombres: yari, kumunde y Silaracuy (pigmeos).
EL CHAMANISMO Y LA VISIÓN DEL MUNDO 179
como munuñu; son por definición «no parientes», ne hatiawa. Por lo tanto, los
hatiawa de un individuo son en general, aunque no necesariamente, sus
aliados políticos, anikiatámbwë, mientras que sus ne hatiawa son con mayor
frecuencia sënëkitámbwë, término que expresa la hostilidad hacia una per
sona o un grupo.
10
L o s Y a g u a f o r m a n t o d a v í a en la a c t u a l i d a d un g r u p o con una fuerte t e n d e n c i a
endogámica. Sobre una muestra de ciento cuarenta matrimonios, registramos en 1978
únicamente siete uniones fuera del grupo, de las cuales seis fueron con mestizos y
una con un W i o t o . No obstante, durante nuestro último trabajo de campo en 1981. los
matrimonios fuera del grupo tendían a incrementarse, en particular por el hecho de
que algunas jóvenes yagua ingresaron al mercado mestizo como empleadas domésticas.
180 EL CHAMANISMO Y LA VISIÓN DEL MUNDO
mellizos
Si bien las dos categorías ñihamwo/munuñu abarcan sin duda a dos reali
dades opuestas, nosotros/los otros, en la actualidad los Yagua tienden a adap
tarlas. En efecto, aunque las relaciones ñihamwo/'munuñu eran ante todo
belicosas, hoy en día las prácticas guerreras han cesado y la naturaleza de
las relaciones interétnicas cambiaron. Los Yagua mantienen, por ejemplo,
relaciones pacíficas con pueblos que solían ser enemigos tradicionales, ta
les como los Ticuna y los blancos con quienes ciertas alianzas (políticas,
matrimoniales, etc.) son ahora aceptadas. Pero siguen teniendo pueblos ene
migos con los que no se permite ningún tipo de intercambio. Para éstos
únicamente los Yagua reservan en la actualidad la apelación munuñu (co
rresponden a los grupos que viven en el Yavarí y el Putumayo y que figuran
en el cuadro más arriba).
11
En realidad, los Yagua aprendieron a navegar en forma muy tardía; ellos mismos se
denominan de buen grado «gente de la tierra», por oposición a los ribereños que ellos
llaman «gente del agua».
12
Los Yagua tienen la impresión (compartida por un buen número de sociedades
amazónicas) de ocupar el «centro del mundo» y de considerar a los grupos que los
rodean como «periféricos» en mayor o menor grado.
E L CHAMANISMO Y LA VISIÓN DEL MUNDO 181
Dibujo 1
E L CHAMANISMO Y LA VISIÓN DEL MUNDO 183
"ARRIBA" OESTE
"ABAJO" ESTE
Antes del nacimiento del sol, el cielo estaba bajo, bajo, acariciando la tierra. Los
mundos casi se tocaban entre sí. Era entonces muy fácil pasar de una zona
cósmica a la otra. Con la ascensión del astro, el demiurgo huñídanu se vio obliga
do a ajustar los mundos, que colocó a una distancia respetable en el universo
para autorizar a cada nivel la reproducción del mundo viviente. La bóveda celeste
se vio de pronto alejada de la corteza terrestre; el espacio se extendió considera
blemente, los mundos se aislaron y se convirtieron en lugares de poblaciones
específicas con quienes hoy en día sólo los chamanes permanecen en contacto.
Veamos, a continuación, el pasaje del mito del sol que relata la ascen
sión del astro, según nos lo narró el viejo Sarko en 1976:
Mundos subterráneos
Mundo intermedio
13
De hecho, pocos chamanes tienen una visión tan elaborada del universo; la mayoría
sólo enumera seis u ocho niveles cósmicos.
186 E L CHAMANISMO Y LA VISIÓN DEL MUNDO
E L CHAMANISMO Y LA VISIÓN DEL MUNDO 187
mente percibida como tal por todos los chamanes. Es así que algunos tien
den más bien a concebir el mundo horizontalmente, al igual que el sentido de
las fuerzas actuantes. En términos generales, para los Yagua, el «abajo» es
aruwáwa, allí donde se levanta el sol (al este), también es aguas abajo,
mbahačëra, la «fuente», la «boca del a g u a » ; el «arriba» es árowa, allí donde
15
arriba abajo
aguas arriba aguas abajo
poniente levante
14
Sobre el tema, ver M. Eliade, 1968.
15
Es interesante notar que, para los Yagua, el origen de un río se concibe al revés como
su fin, siendo la desembocadura su comienzo. Esta concepción se basa en la comparación
hecha entre el agua de los ríos y la savia de los árboles. En los tiempos primordiales,
el agua estaba contenida en el tronco del árbol mítico; era su savia. Tal como lo saben
todos los Yagua, la savia proviene de las raíces, del pie del árbol, y sube hacia la cima,
considerada como la «punta» de los ríos. Lo mismo ocurre con el agua.
188 E L CHAMANISMO Y LA VISIÓN DEL MUNDO
El universo, un conjunto solidario, tal como decíamos, está surcado por una
amplia red de caminos que unen las zonas cósmicas. Entre e'stos, el Amazonas
representa la arteria principal, la gran vía que unía la tierra de los primeros
ancestros con la de la gente. Por debajo corre un río subterráneo que se
comunica con diversos mundos. En cuanto a los mundos celestiales, se ha
llan todos reunidos entre sí por senderos invisibles para los que no son
chamanes. Se considera que el río subterráneo y los caminos celeste unen
los mundos al eje principal constituido por el Amazonas:
EL CHAMANISMO Y LA VISIÓN DEL MUNDO 189
16
Los caminos de los espíritus también están constituidos por lianas salidas de su
ombligo o por el rayo.
17
Para más detalles, ver J.-P. Chaumeil. 1982a.
E L CHAMANISMO Y LA VISIÓN DEL MUNDO 191
fuego. Por último, arriba de todo, en el «gran cielo», ariči, se extiende la tierra
de los muertos donde viven los espíritus de los muertos huñítu/hunisétuy el
dios de los blancos risio (probable deformación de Jesús) cuyo camino bordea
el canal celeste hasta llegar a lo de cruzrimitiu' , el gran chamán. A los costa
dos de risio está la madre del fuego. De cada lado del gran cielo vigilan, inmó
viles, los dos ancestros del perezoso que sostienen al mundo.
dibujo 3
EL CHAMANISMO Y LA VISIÓN DEL MUNDO 193
y tres celestes. Para César, la lluvia ya no proviene del lago celeste sino de
las nubes que producen también el rayo. Los astros (que no se dibujan) se
hallan en alguna parte celeste. El sol, móvil, se pone por la tarde bajo la
tierra, desciende por el río subterráneo y lo remonta por la mañana hacia el
cénit.
Estos ejemplos muestran a una sociedad sometida a cambios culturales.
Frente a esto, los Yagua deben adaptar su visión del mundo integrando los
nuevos elementos y esquemas explicativos dentro del marco conceptual tra
dicional.
Concebido como una maraña de mundos que sólo la mirada del chamán
puede abarcar en su totalidad, el universo está poblado de seres fabulosos,
poseedores de gran saber y fuente de conocimiento para el chamán. En este
párrafo, intentaremos esclarecer la relaciones que se establecen entre es
tos seres y los chamanes . 18
Por debajo del mundo de la gente sin ano está el vacío wenëwikë . Por enci 19
ma, hay una especie de cielo, sin luna ni sol, sólo con estrellas que brillan
K i n i t ó n u y s u casa d e t i e r r a
1 8
En las páginas que siguen hemos reproducido algunos dibujos significativos de Alberto
que ilustran sus ideas sobre el cosmos y sus ocupantes.
19
Para Patrocinio, según vimos, se ubica en la «punta de la tierra».
194 E L CHAMANISMO Y LA VISIÓN DEL MUNDO
débilmente algunas horas al día. Cuando los ríos y lagos se desbordan sobre
la tierra, el agua penetra en la tierra y fluye hasta éstos. Es su lluvia, tal
como nuestra lluvia proviene del lago celeste. La gente sin ano está organi
zada en una sociedad idéntica a la sociedad humana. Sus casas son de ma
dera, barro o piedra. Emergen sobre la tierra gracias a una liana que ex
traen del ombligo y pegan a la tierra. Los kinitónu son temidos pues, según
dicen, pueden matar y cocinar a sus víctimas para devorárselas. Es una
réplica a los maleficios lanzados por los chamanes de aquí cuando destruyen
los proyectiles mágicos en el momento de las curaciones.
Por lo tanto, las relaciones entre los habitantes de la tierra y los kinitónu
se expresan en la mayoría de los casos a través de acusaciones de brujería
entre chamanes de «arriba» y chamanes de «abajo».
Mëkándihamwo y s u casa d e h u m o
( c o n la llave m á g i c a )
EL CHAMANISMO Y LA VISIÓN DEL MUNDO 195
Antes de ser tragados por el diluvio, los hahamwo vivían en tierra firme como
los Yagua. Hoy en día, residen en los lagos y ríos. Para ellos, el agua es en
realidad humo (en el nivel simbólico el agua y el humo están asociadoscomo
«caminos»). Todo adquiere otro valor debajo del agua: los peces constituyen
su maíz y las tortugas sus bancos... Si bien los peces sirven a la gente del
agua, tienen como dueño a hakóndi, la gran anaconda, también denomina
da kiwáhamwo, «dueña de los peces». La gran anaconda posee un saber in
conmensurable y sus enseñanzas son particularmente codiciadas por los
chamanes. Además en el agua viven las sirenas, quienes tienen la parte
inferior del cuerpo en forma de mamífero m a r i n o . Tal como lo indica el
20
2 0
Se trata quizá de un préstamo del folklore mestizo donde la leyenda de las sirenas (que
tiene también su origen en el viejo mundo) está muy extendida.
196 E L CHAMANISMO Y LA VISIÓN DEL MUNDO
Bardal y la sirena
Su parentesco con los gallinazos (sus «sobrinos») les permite a las sire
nas vivir a veces en el universo celeste. Se hacen chiquititas y los gallinazos
vienen a recogerlas. El padre de las sirenas es cruzrímitiu'', el gran chamán
dueño de las aguas, y ellas son las esposas de la gran anaconda. Antes las
sirenas vivían en la tierra pero la anaconda las llevó debajo del agua cuando
tuvieron su primera menstruación ; se transformaron entonces en sire-
21
2 1
Los Yagua realizan además diversos ritos cerca del puerto (especialmente el de raspar
diferentes variedades de bulbos de ciperáceas) para impedir que en el periodo menstrual
la anaconda o el delfín, su emisario, se lleve a sus mujeres. Escuchemos el relato de
Alberto sobre este tema: «Hace un tiempo, yo estaba en la minga de Alfaro a orillas del
Amazonas. La mujer del dueño de la minga nos sirvió la comida y luego se fue a lavar.
Allá, en el puerto, se levantó una ola enorme que le cayó encima... ¡tchac!... la mujer
se echó a gritar pues sangraba; le salía sangre de todas partes... la transportamos
hasta su casa y mi compadre le sopló humo de tabaco. En su sueño apareció la gran
anaconda que lo había embrujado por completo. Su marido bajó al puerto a raspar
piripiri para que la anaconda abandonara el cuerpo de su mujer.»
198 EL CHAMANISMO Y LA VISIÓN DEL MUNDO
una tortuga terrestre notiu' que golpea contra los contrafuertes tabulares de
los árboles para desorientarlas . Puede recorrer distancias e n o r m e s ; la
22 23
única forma de escaparle es vadear un brazo de agua. Los Yagua son inago
tables en sus relatos sobre noró; circulan incontables leyendas al respecto.
A continuación reproducimos una de las más evocadoras:
2 2
Los Yagua emplean la misma técnica cuando se trasladan.
2 3
En este sentido noró es un auxiliar potencial de los chamanes.
E L CHAMANISMO Y LA VISIÓN DEL MUNDO 199
Noró no es el único que frecuenta los bosques. A su lado viven otros demo
nios como mëndawú, «el de una sola pierna», que se traslada colgado de la
espalda de su compañero, el «peón». Muchos afirman que es una de sus
tretas favoritas para acercarse a la gente, pues en el momento requerido,
aseguran, méndawú puede tener dos, tres y hasta cuatro piernas. Los Yagua
lo llaman también notiu' mënati, «el ancestro de las tortugas terrestres». Vive
en los pantanos, allí donde nadie se atreve a ir. Dicen que su corazón está
sostenido por un minúsculo filamento que hasta el momento nadie ha lo
grado c o r t a r ; por eso sigue existiendo. A la inversa de noró, es blanco de
24
burlas, tal como lo expresa este relato del «hombre que desafió a mëndawú»:
24
El corazón de la tortuga late hasta que se secciona el nervio motor. A los Y a g u a les
gusta cortarlo sin duda por la semejanza con el corazón de mëndawú. el ancestro de las
tortugas.
200 E L CHAMANISMO Y LA VISIÓN DEL MUNDO
Unos días después, volvió a cazar y esta vez se tropezó con mëndawú
en persona. Advertido por los golpes (cuando mëndawú se traslada,
golpea los árboles con la caparazón de una tortuga), el hombre se echó
al suelo atravesando el camino, curioso de saber si el demonio con
una sola pierna iba a devorarlo. Los aullidos se acercaban. El hombre
no se movió. El «peón» lo vio primero: ¡Mira, patrón!'... éste se bajó de
las espaldas de su compañero y le ordenó: Hijo, vete a buscar agua,
vamos a empezar a comerlo por el ano', y el patrón se puso a husmear.
'Hum, todavía no está podrido, vete a buscar agua, de prisa.'... el pa
trón se quedó solo para cuidar la presa... entonces el hombre decidió
levantarse de un salto ¡A! ¡AAA! y huyó a toda velocidad, ¡peón! ¡es un
vivo que se hacía el muerto!...', gritó mëndawú, perdiendo el equilibrio
sobre su única pierna...».
En la cabeceras de los ríos, allí donde según los Yagua finaliza el agua,
vive la madre de la «punta de los ríos», mohamwo, cuyo cuerpo está completa
mente cubierto de largos pelos. Tiene la reputación de desenterrar por la
noche los cadáveres de las sepulturas y de comer los huesos de los muertos.
Su nombre está asociado a los de noró y de los dueños de los bosques. Por
este motivo es especialmente temida por los Yagua que viven aguas arriba
de los cursos menores.
E L CHAMANISMO Y LA VISIÓN DEL MUNDO 201
Mohamwo en s u casa s u b t e r r á n e a
Tohamwó y s u casa d e s o g a s
25
Cf. más abajo el glosario.
E L CHAMANISMO Y LA VISIÓN DEL MUNDO 203
«Antes del gran diluvio, la gente del aguajal vivía con nosotros, como
nosotros. Ahora, sólo aquel que sabe los ve...»
La madre me respondió :
El cazador y la colpa
2 6
«Sacha ajo» {Pseudocalymma alliaceum) utilizado como amuleto de caza. Los Yagua emplean
también las hojas grandes de esta planta silvestre para curar reumatismos, gripes,
bronquitis y enfermedades nerviosas.
E L CHAMANISMO Y LA VISIÓN DEL MUNDO 205
pea sobre esta colina ¡tum! ¡tum! ¡tum!... mis chanchos saldrán. Tíra
les flechas porque me pertenecen. A veces los retengo acá porque
muchos vuelven heridos por la torpeza de un cazador. Voy a ayudarte
pero deberás guardar el secreto».
Satisfecho por su descubrimiento, el hombre regresó a su casa. Cada
vez que quería una huangana, iba a pisotear la colina de la colpa. Pero
sus compañeros lo envidiaban y sospechaban que tenía una talla (un
encanto de caza). Intentaron emborracharlo para hacerlo hablar, y lle
gó el día. A partir de entonces el anciano ya no tuvo éxito en la caza...»
Las intenciones caníbales de los dueños de los bosques con respecto a los
hombres obligan a estos últimos a tomar múltiples precauciones en sus des
plazamientos nocturnos y viajes solitarios a la selva. Los cazadores siempre
llevan una provisión de tabaco, cuyo olor rechaza a los malos espíritus, aun
que atrae a las presas. Asimismo, se untan con frecuencia el cuerpo con
huito (Genipa), que tiene la virtud de hacer a la persona invisible, y también
con aceite de ciperáceas que posee las mismas propiedades del tabaco.
206 EL CHAMANISMO Y LA VISIÓN DEL MUNDO
se brindan al respecto.
El espacio de pánčorehučanu es parecido a la tierra, con el mismo paisaje
y el mismo universo vegetal. En cambio la humanidad se reduce sólo a los
buitres. Estos últimos habitan la copa de los árboles que, a la noche, se
transforman en casas :
Los buitres a menudo bajan a la tierra por senderos invisibles que comu
nican los mundos, en busca de alimento podrido. Junto con los cóndores, los
buitres son los especialistas de lo podrido, puria. Cuando algún alimento se
descompone en la tierra, la avispa nokówanu, llamada «sobrino» de pánčore,
les avisa con su zumbido sordo a los gallinazos.
«La madre de rínahui envió un día a su hijo a cazar. Este trajo un apetitoso
botín. La madre preparó la carne pero no quiso comer. El hijo se encoleri
zó y su madre le dijo : «No puedo comer de esta carne porque le falta olor.
Hay que dejarla que se pase. A partir de hoy, nos alimentaremos de carne
podrida y de excrementos...». Se pasó el festín para otro momento y pu
sieron a podrir la carne. Al tercer día le aparecieron gusanos. La madre
llamó a la gente hambrienta que devoró la carne en descomposición y se
transformó al instante en gallinazos o comedores de lo podrido».
2 7
Los Yagua identifican tres especies de buitres : los «rinahui», páncore (Cathartes aura)
de cabeza roja y pecho blanco ; los «gallinazos», pánčore [Coragyps atratus) de cabeza
negra ; y los «siwanga», sirimi (Falconidae ?), idénticos según los Yagua a los «rinahui»,
aunque de menor tamaño.
E L CHAMANISMO Y LA VISIÓN DEL MUNDO 207
El mundo del cóndor (Sarcoramphus papa) está separado del de los buitres por
un cielo, ariči, espacio donde se mueve la primera capa de nubes : es el 28
hombre que mataron por su pasado dudoso. Le brotó sangre del corte que le
practicaron y se coaguló en el espacio, por encima de la primera capa de
nubes. La sangre aparece cada vez que llueve; es por eso que los Yagua lo
llaman háwakóndi, la «serpiente de arriba».
Una segunda capa de nubes, espesa y blanca, cubre el espacio hasta la
mitad celeste o la mitad del mundo, ñándahučanu, lugar del rayo, del trueno,
húwatara, y del relámpago, ránduyara, asimilados a un soplo cósmico. El re
lámpago e s el c a m i n o , la «vía», por el q u e la gente d e la mitad del m u n d o ,
descienden a la tierra. El trueno anuncia su llegada aquí abajo; es su voz,
sus primeras «palabras» al contacto con la tierra. En términos generales, el
trueno traduce la voz de las divinidades y de los intermediarios divinos.
Cortando el espacio entre el cielo y la tierra, el rayo es un arma mortal
para quien lo recibe :
«...Hace mucho tiempo existía un viejo brujo que quería conocer lo que
resuena en el cielo pero para eso había que ser un brujo muy impor-
2 9
Los Yagua distinguen dos arco iris: uno pequeño que toca la tierra jimóhamwo, «madre
de las cerámicas», y háwakóndi o el gran arco iris. Éste último tiene básicamente tres
colores: rojo, amarillo y verde-azul. Los Yagua clasifican cuatro colores como puros: el
blanco, el negro, el rojo y el verde-azul. El amarillo es un color compuesto cf. más
abajo, (el simbolismo de los colores).
210 EL CHAMANISMO Y LA VISIÓN DEL MUNDO
El mito de runda'
«... Dos mujeres pretendían traer a los espíritus, con carne de cacería
proporcionada por ellos, pero cuando los hombres las espiaron, vieron
que las mujeres sólo tenían ollitas de barro con las que soplaban para
producir el sonido de los espíritus. En lugar de carne de animales de
caza, traían carne de ranas, y las ranas para los Yagua no son comida
aceptable. Los hombres declararon que todo era una farsa. Luego un
joven dijo que él realmente traería a los espíritus pero no logró hacer
lo. Entonces los hombres hicieron trompetas para imitar los sonidos
de los espíritus y desde entonces aparentan que los espíritus están
físicamente con ellos».
212 E L CHAMANISMO Y LA VISIÓN DEL MUNDO
E n c i m a d e l l a g o c e l e s t e se h a l l a el m u n d o d e la l u n a arimanehučanu 31
:
El o r i g e n d e L u n a y d e la e s t r e l l a p o l a r
El hijo trepó por la liana chata que le tendió Luna. La gente levantó la
vista: la luna brillaba, el sobrino estaba a su lado. Era la primera
estrella, también la más grande, la estrella del norte, la que indica el
camino...»
El o r i g e n d e la m e n s t r u a c i ó n
«Todo comenzó con Luna... él copuló en sueños con las mujeres y les
pateó el vientre... ellas no se dieron cuenta enseguida pero, cuando
31
Algunos informantes sitúan a la Luna y al Sol en el mismo plano.
3 2
El modo de ascensión de Luna varía según las versiones (escalera de piedra, flecha
lanzada al cielo, estípites de palmera encastrados unos sobre otros, etc.). En una
versión, Luna es el padre del hermano incestuoso; éste se convierte en el sol y su hijo
en estrella polar.
EL CHAMANISMO Y LA VISIÓN DEL MUNDO 215
Los chamanes explican las fases de la luna del siguiente modo: desde
su ascensión Luna habita en una casa de vidrio (transparente) que jamás
abandona. Su rostro se asemeja a un espejo sucio con manchas oscuras en
algunas partes. Cuando oculta la faz, hay luna nueva, wánditu arimane, o
«tiempo de tomar alucinógenos»; poco a poco la deja aparecer: hay luna cre
ciente, amat'oki arimane, hasta que aparece por completo, amo arimane, «gran
luna» o «tiempo de siembra». Después se produce el fenómeno inverso. Luna
se aparta de la apertura, el astro declina, sëpëriéma, para finalmente desa
parecer de nuevo. Tres lunas, múmre arimane, se denominan niya, que los
Yagua bilingües traducen por «un año». Uno de nuestros años equivale en
tonces a cuatro niya, cuatro veces tres lunas. Instrumento mnemotécnico,
la luna marca así el tiempo, lo divide en fases a las que corresponden activi
dades específicas (caza/pesca nocturna, siembra, ingesta de alucinógenos,
etc.), al tiempo que determina la fecundidad femenina. La sangre menstrual
es el instante en que Luna fecunda a la mujer.
Dos términos sirven para designar a la estrella polar: dereči, «estrella», o
noporatu, «alma de noche». Orientador universal, al ser inmutable, los Ya
gua la consultan en sus desplazamientos nocturnos.
Poblado de miles de estrellas, el espacio interestelar llena el cielo entre
el mundo de la luna y el del sol.
Los Yagua dicen bromeando que las estrellas fugaces son los cigarros de
las estrellas. Los ancianos cuentan que las nebulosas, conjuntos de multi-
216 EL CHAMANISMO Y LA VISIÓN DEL MUNDO
abrió el cuello para acabar con ella y la arrojó por tierra. Llegó el otro
hermano ti ti ti..., el que comía carne de animal. Ambos lucharon por
la hermana de Luna, uno para comerla y el otro para casarse con ella.
Mientras tanto, la anciana destripó a la hermana degollada cerca del
arroyo para lavarle las entrañas. En ese mismo instante surgió el feto
(la difunta estaba encinta de Luna) que cayó al agua. La corriente se lo
llevó. El feto entró en la cáscara hueca del fruto 'cedro macho' y se
deslizó sobre el agua. Arrastrada por la corriente, la cáscara fue inter
ceptada por los hijos del tío de la hermana de Luna que se estaban
dando un baño. La pusieron a secar mientras se bañaban. Cuando
fueron a mirarla por primera vez, el niño ya estaba grande; la segunda
vez, habló y, a la tercera vez, les ordenó que juntaran hojas secas de
cetico para hacer un fuego... los niños obedecieron, apilaron las hojas
y las encendieron: salió un rayo luminoso que alcanzó el cielo (...) . 34
34
Aquí se intercala el pasaje del mito sobre la ascensión de Sol y el alejamiento de los
mundos.
218 EL CHAMANISMO Y LA VISIÓN DEL MUNDO
Al igual que Luna, Sol ocupa una casa de vidrio en un mundo abrasado
por el calor. Se ubica cerca de la abertura y lleva en la cara una máscara de
fuego. Por la mañana, está acostado con la cara hacia el levante aruwáwa,
«abajo», luego se levanta lentamente hasta la posición vertical wosaha,
«mediodía» (mitad del día), el punto más caliente, antes de extenderse
progresivamente de cara al poniente árowa, «arriba». A imagen del universo
entero, Sol permanece inmóvil, sólo su faz iluminada describe una trayecto
ria. Sin embargo, algunos informantes sostienen que cada mañana el sol se
levanta de debajo del mundo, su lugar nocturno, para alcanzar a mediodía el
cénit, antes de volver a bajar cada noche.
risio, el dios de los blancos, el que detenta la «palabra justa», tal como nos lo
relató el viejo Sarko:
«... risio llamó a la gente ¡A! ¡A! ¡A!... para desenterrar la yuca. Llegó la
gente: "¡Saquemos la yuca!' Lo intentaron pero las plantas no tenían
raíz, eran simples tallos. Como no le habían preguntado a rísio:
tenía fruto. Había que agregar: "para hacer masato o para comer'...
... llegó un hombre ti ti ti... risio le preguntó a dónde iba.
-'¡Voy a cazar!', respondió, pero regresó con las manos vacías ti i i i...
... llegó otro cazador y precisó:
3 5
Desde hace varias decadas, los Yagua están en contacto intermitente con las misiones
católicas y. más recientemente, con los pastores protestantes.
3 6
La narración puede prolongarse a gusto del relator y tanto como lo desee, tomando
cada vez ejemplos diferentes.
220 E L CHAMANISMO Y LA VISIÓN DEL MUNDO
gran anaconda
sirenas
demonios del
monte
humanidad
krora
cruzrimitiu'
dos perezosos
míticos
EL CHAMANISMO Y LA VISIÓN DEL MUNDO 221
Atributos/funciones Desplazamientos
enseñan el arte de ver debajo del agua se desplazan tanto sobre tierra firme
como sobre el agua
dueño de los peces, lleva a las mujeres nada cerca de los puertos frecuenta-
durante la menstruación y las transfor- dos por las mujeres
ma en sirenas
esencia de los seres y de las cosas circulan por todos los puntos del es
animadas, generadora de vida pacio hasta el mundo del lago del cielo
ancestro de los chamanes, dueño del alcanza el mundo del lago del cielo
agua, controla la lluvia y las crecidas para hacer llover
espíritus de la
caza
anciana in
mortal
pájaros pesca
dores
machandoa
avispas
ronsapa
loro
pihuicho
ranas motu'
rúnda'
rumarahamwo
EL CHAMANISMO Y LA VISIÓN DEL MUNDO 223
Atributos/Junciones Desplazamientos
anuncia los fines del mundo y transmi- aparece sobre la tierra antes y después
te las plantas cultivadas a las nuevas de cada fin de mundo
humanidades
estrella polar
lucero de la
tarde
risio ''
Atributos/funciones Desplazamientos
madre del viento; burbuja de aire pro- el viento sopla en el cielo y sobre la
vista de un orificio de donde sale el superficie de la tierra
soplo cósmico (el viento)
ancestro del fuego terrestre, fuego de bola de fuego que devasta la superficie
la inmortalidad y de los incendios del de la tierra durante los incendios del
mundo mundo
** Sólo señalado por los Yagua que tuvieron la influencia de las misiones
sol ñihučanu
luna arimanehučanu
cóndores mukuhučanu
buitres pánčorehučanu
tierra mëkándi
SÍMBOLOS Y ASOCIACIONES
Para los Yagua, según hemos dicho, la naturaleza entera está investida de
un fuerte valor simbólico. Más que cualquier otro, el chamán va a interpre
tar los signos y símbolos en función de un código basado en una serie de
asociaciones o criterios de selección tales como la forma, el comportamien
to, el color, el olor, la velocidad de desplazamiento, la fuerza, etc. Este código
base del «lenguaje» chamánico, tiene una función esencial en la vida coti
diana de los Yagua pues permite interpretar acontecimientos y fenómenos
en función de cadenas de asociaciones e incorporarlos al sistema de refe
rencia del grupo. Señalaremos aquí los símbolos más importantes.
Simbolismo de la naturaleza
Lucero de la tarde Sobrino de Sol. Esta estrella es visible cerca del sol a
partir de las cinco de la tarde hasta la caída de la
noche cuando desaparece. Los Yagua la denominan
nariatu, «alma de día».
Vía láctea Vía, camino del cielo tomado en especial por los espí
ritus de los muertos para alcanzar la tierra de los
muertos. Es también el camino de las almas y de los
auxiliares de los chamanes. Por este motivo, se la
asocia al humo del tabaco.
230 E L CHAMANISMO Y LA VISIÓN DEL MUNDO
Flauta de Pan Por los sonidos suaves que emite, este instrumento
tiene una fuerte connotación sexual.
Concepto de luminiscencia
por ejemplo los del gavilán, son maléficos pues se los asocia con la voz de los
demonios de los bosques.
El silbido sostenido se opone al ronquido vibrante que reprime la unión,
es la voz que separa, que amenaza (ver mito de rúnda'). Esta dualidad entre
los sonidos roncos que amenazan y los sonidos silbantes que invitan se en
cuentra en el juego musical de las flautas sagradas. Los silbidos melodiosos
de las flautas excitan a las mujeres (que simulan el acto sexual), pero la voz
ronca de las trompas aparece para recordarles que deben someterse
(recluidas, se hallan separadas de los hombres) y ocuparse de la preparación
del masato (simbolizada por el golpeteo en los morteros). En cierto modo, los
golpes sordos producidos por las mujeres podrían también interpretarse en
el plano musical como una respuesta amenazante frente a las roncas agre
siones de los hombres.
Agudo Grave
Silbido ronquido
invita amenaza
incita prohibe
une disocia
femenino masculino
Los sueños
Más que a cualquier otra cosa, los chamanes le otorgan una gran importan
cia al sueño que interpretan con fines divinatorios o propiciatorios. Añadi
remos que la experiencia onírica, asociada a la experiencia alucinógena, se
halla de una manera u otra, de forma explícita o no, en el comienzo de toda
carrera chamánica. En efecto, hemos señalado que el sueño hamëriésa es
definido por los Yagua como el viaje de las instancias fuera del cuerpo, de allí
su asociación con el estado de trance. Entre los Yagua, el sueño es un ins
trumento de conocimiento, de predicción. Su interpretación le compete en
tonces a aquellos que tienen como función primordial la comunicación con
lo invisible.
EL CHAMANISMO Y LA VISIÓN DEL MUNDO 239
minan el proceso migratorio de los Yagua. Ligados por un lado a una econo
mía local (sistema de patronato, incentivo del comercio mestizo) y por el otro
1
J.-P. Chaumeil, 1981.
244 E L CHAMANISMO Y LA VIDA DEL GRUPO
Grupo de Rasma
Los conflictos
«Los conflictos en que toman parte el mayor número son los originados por
los brujos.» 2
Durante su apostolado entre los grupos del alto Yaguas, el padre Alvarez se
dio cuenta que los chamanes se hallaban en el centro de las hostilidades, la
2
L. Alvarez, 1913: 255.
246 E L CHAMANISMO Y LA VIDA DEL GRUPO
«la voluntad de poder del chamán, poder que quiere ejercer no sobre
los hombres sino sobre los enemigos de los hombres, la numerosa
4
P. Clastres, 1980: 72.
5
Actualmente los Yagua superan apenas las 3,500 personas. Si se tiene en cuenta la
serie de masacres de las que fueron victimas y las epidemias que los diezmaron de un
modo dramático, su número, a la llegada de los blancos a la región, debió ser el
doble.
248 EL CHAMANISMO Y LA VIDA DEL GRUPO
peba) no se solidarizaron con los agresores, a quienes unos meses más tar
de atacaron para vengar a los Ticuna muertos. De no ser por la intervención
de la escolta del padre Zarate, el conflicto sin duda se habría extendido al
conjunto de los Peba-Yagua y Ticuna, lo que quizá habría involucrado a otras
tribus.
P. Clastres quiso demostrar el alcance político de la actividad guerrera
haciendo de ella el principio de autonomía de las sociedades primitivas; le
atribuye una función constitutiva fundamental del ser social primitivo: «No
se puede concebir la sociedad primitiva sin concebir al mismo tiempo la
guerra», escribió , y ésta no puede concebirse como una simple réplica a las
7
CHAMAN Y CAZADOR
6
«Luego sobrebino á los Pebas una epidemia de catarro, de que se enfermaron casi todos
y murieron alguno otro, y se persuadieron bárbaramente que los Ticunas los havian
echizado y querian matar, y sin mas consejo determinaron la venganza. Combidáronlos
á un bebezon, baliéndose de el único adulto bauptizado que ai entre ellos, á quien los
demas ocultaron el intento: y despojando artifiziosamente de sus armas á los Ticunas
en la borrachera, dieron despues sobre ellos y mataron á cosa de veinte y cinco ó
treinta, reservando bivas á dos mujeres, de las quales mataron tambien a poco tiempo
la una, porque haviendo muerto de enfermedad el Peva que la tomó por muger, un
hermano de el muerto d i ó en que esta muger le havia quitado la vida con echizo, y la
atrabesó con una lanza. Los Caumares desaprobaron estas maldades de los Pevas y se
desabrieron con ellos...» (A. de Zarate. 1904: 372).
7
P. Clastres, 1977: 153 y 169.
8
Ver al respecto el artículo de J. Nachtigall, 1976.
E L CHAMANISMO Y LA VIDA DEL GRUPO 249
9
M. Perrìn, 1976: 14. El autor señala (p. 226) que, al recorrer la mitología guajiro, se
tiene la impresión de que la caza sigue siendo la actividad económica esencial de los
indígenas.
10
R. Hamayon. 1978a: 40.
11
W. La Barre. 1974: 265.
12
R. Hamayon. op. cit: 40-41.
13
P. Furst, 1976.
250 EL CHAMANISMO Y LA VIDA DEL GRUPO
animal (en especial con el surgimiento del sacrificio animal) que, a juicio
del autor, es central dentro del chamanismo.
En este debate, el ejemplo yagua viene a reforzar la hipótesis de una
asociación entre el chamanismo y la caza. Todo en la conducta individual
del chamán yagua, en el espacio imaginario donde se manifiesta así como
en la totalidad de su práctica, basada en un intercambio continuo con la
sobrenaturaleza, evoca una estrecha relación con la caza y las técnicas de
la caza.
En primer lugar, los animales en los que el chamán puede encarnarse
son todos predadores (felinos y rapaces) que se encuentran, por consiguien
te, respecto de sus presas, del mismo lado que el cazador y que utilizan muy
a menudo sus mismas técnicas. En otras palabras, el chamán está del lado
del animal cazador y no del animal cazado, aunque pueda a su vez ser cazado
por los auxiliares de un rival más poderoso, tal como lo ilustra la siguiente
narración:
14
Xenon Prohaño (ver lista de chamanes difuntos). Relato de su hijo Alberto.
EL CHAMANISMO Y LA VIDA DEL GRUPO 251
Por otra parte, ambos están poderosamente armados. El cazador con fre
cuencia se unta el cuerpo con huito (Genipa o aceite de ciperáceas para
protegerse de los espíritus malvados. Si no tiene fusil, se arma con su cer
batana y dos o tres lanzas arrojadizas para las presas grandes. Jamás olvida
el machete y el cuchillo que se coloca en el cinturón del pantalón o de su
«champa» (falda tradicional de fibras). Antes de la adquisición del fusil, el
cazador nunca se aventuraba sin la pesada «macana» (garrote de guerra)
con la que acababa con las presas grandes, tal como en el pasado lo hacía en
la guerra con sus enemigos. Así va el chamán, con el cuerpo protegido por
una coraza mágica y armado con estacas envenenadas, pues durante sus
viajes se expone a innumerables peligros. Debe combatir a distancia o cuer
po a cuerpo contra los espíritus hostiles, tal como el cazador enfrenta a sus
presas y desafia a los espíritus del bosque. El siguiente relato nos informa
sobre el tipo de combate que debe librar el chamán en su práctica corriente,
en este caso para curar a un niño enfermo.
Ataque de almas
15
Extracto de un relato de curación en el rio Yavari. narrado por A. Prohaño. 1978.
252 EL CHAMANISMO Y LA VIDA DEL GRUPO
tre el cazador y los dueños de las presas o, más a menudo, entre éstos y el
chamán que debe lograr que los dueños larguen algunos animales. Esta ope
ración se denomina tañó, «la compra», pues requiere, en el caso del chamán,
un pago en hojas secas de tabaco, en masato o en dardos mágicos. Del mis
mo modo, el chamán negociará para obtener de los espíritus sus accesorios
mágicos e informaciones, a cambio de tabaco o de dardos mágicos. Para libe
rar un alma humana cautiva, el chamán debe negociarla a muy alto precio
con sus raptores.
Por lo tanto, no sólo el chamán alimenta respecto de sus víctimas los
mismos sentimientos que el cazador hacia sus presas sino que mantiene
con los espíritus el mismo tipo de relación que el cazador con los dueños de
los animales. La conducta del chamán es la de un cazador. Entre los Yagua
no podemos evocar el chamanismo sin evocar la caza, y viceversa. La acción
chamánica que consiste en enviar a sus auxiliares en busca de espíritus
perdidos puede decirse ránëpu, «parto»... o «mando cazar»; «chamanizar» po
dría perfectamente expresarse con el verbo uriánëpu, «cazar».
La asociación del chamanismo con la caza, fuertemente marcada en el
discurso indígena, se confirma en varios niveles: por el carácter predador,
guerrero, ligado a los personajes del chamán y del cazador, por la capacidad
que tiene el chamán de metamorfosearse en animales predadores para aco
rralar como cazador a sus víctimas, por la permanencia dentro de un ámbito
forestal en la actividad chamánica, con una presencia animal sostenida, si
no constante, por la semejanza entre las acciones de cazar y de chamanizar,
confirmada por la utilización en el habla corriente de expresiones simila
res, por el empleo de un arsenal ofensivo común (proyectiles mortíferos), por
último y sobre todo por la relación de intercambio que se instaura entre el
chamán y el cazador por un lado y las instancias tutelares e invisibles por el
otro. En mi opinión, estas características sólo se hallan en las sociedades
con una fuerte ideología de caza. Parece ser que el chamanismo no puede
encontrar los elementos de su supervivencia sin esta valorización de la caza,
pues de ella extrae toda su consistencia. Su declinación comienza quizá a
partir del momento en que la caza deja de dominar la economía indígena . 17
16
Para mayores detalles ver nuestro articulo, 1977.
17
El renacimiento del fenómeno, tal como podemos observar en numerosas sociedades
culturalmente amenazadas, corresponde muy a menudo a la búsqueda de nuevas vías
de expresión del grupo en busca de identidad, poniendo de relieve las características
esenciales de la cultura tradicional. De modo que es por sus cualidades de equilibrio y
de cohesión étnica y no en tanto institución social que se recurre al chamanismo.
Puede entonces reaparecer en los más diversos contextos, a veces bajo formas nuevas
(en asociación o no con movimientos de tipo mesiánico). pero todos con el rasgo común
de oponerse a ciertas formas de agresión externa.
E L CHAMANISMO Y LA VIDA DEL GRUPO 253
La caza
18
El rito chamánico de la caza tiene por lo general lugar al comienzo del «tiempo de la
caza», nëpuyarénda, que se inaugura con la estación seca en junio-julio y consiste en
una serie de invocaciones públicas dirigidas a los dueños de los animales.
254 E L CHAMANISMO Y LA VIDA DEL GRUPO
awánu ramera
rúnda' wándi rátariótianu
rátarió wándimëse
hanasa teetaú awánu
ane ramera
rayanëma towa
rayanëmaheta towa ránëpu
nëmësensi ráretiase ware né
hanahatúñuhita mbuya mu nëmase
sándi wándi yatóñu roremu...
ariorëmu
hátarióténo roremujú
ritínëmaheta roremu
sándi wándi remutia titianu
remutia titianu
teetaú wuñane towase
voy a comprársela
porque va a distribuir todo tipo de carne
es por eso que canto
Conducido por la letra del canto, el espíritu del chamán parte a encon
trarse con rúnda' y le pide que negocie algunos animales ante sus dueños, a
cambio de masato. La ofrenda de esta bebida, es en este caso, el acto simbó
lico con el que debe cumplir para «pagar» los servicios del espíritu y asegurar
su colaboración. El canto pone en relación la cooperación de rúnda' y la del
chamán. Ambos contribuyen, cada uno a su manera, a que haya abundan
cia de carne: rúnda' «compra» los animales que le «revende» al chamán para
la comunidad. El chamán participa igualmente en el transporte de la carne:
va al bosque, negocia y trae el botín en compañía de runda'. No sólo tiene un
activo rol en el proceso de producción sino que reúne las condiciones de
reproducción del sistema al invitar al espíritu dador a tomar m a s a t o . En 19
Los peces
yurihó ramera
rátarió tianu árune
19
El chamán extiende en el suelo varias calabazas de masato que representan los vómitos
del espíritu saciado.
2 0
De los cinco espíritus de la caza, el más importante, rúnda', está asociado a los animales
terrestres (caza), wirisihó a los animales semiacuáticos (quelonios. cocodriloideos) y los
otros tres a la fauna acuática (pesca) [cf. tabla en J. y J.-P. Chaumeil, 1977: 144).
256 E L CHAMANISMO Y LA VIDA DEL GRUPO
Le canto a yurihó
para que vaya a buscar piojos 21
Por otro lado, hemos planteado la hipótesis del uso, en otros tiempos, de
estatuas de madera por parte del chamán que simbolizan a la gente del
aguajal. Si existía una práctica de esa naturaleza, entonces el chamán dis
ponía de los medios simbólicos necesarios para controlar de un modo directo
a la flora y fauna salvajes de ese biotipo privilegiado que es el aguajal.
Hasta ahora hemos insistido sobre todo en el aspecto productivo del
chamán en el proceso de producción animal, pasando por alto en cierta me
dida su rol de reparador y protector de la fauna. Tanto como la de producir,
una de sus funciones principales es equilibrar los recursos energéticos y
asegurar su continuidad, su duración. De hecho, les advierte a los jóvenes
que alcanzaron la madurez contra los abusos de la caza que podrían cometer
y les informa sobre las sanciones a las que se exponen (la repetida falta de
éxito en la caza se interpreta como una enfermedad de los dueños de las
presas). Tres tipos de infracciones mayores son sancionadas por los espíri
tus del bosque: 1) abatir un animal sin su permiso o sin haber efectuado la
totalidad del ritual de caza (acompañado de un leve ayuno y de abstinencia
sexual); 2) matar más animales de los necesarios o «matarlos mal», es decir
herirlos, prueba de que se trata de un mal cazador; 3) transgredir las prohi
biciones alimentarias respecto de la carne. Como podemos observar, este
sistema de sanciones actúa como protección de la fauna (podría decirse lo
mismo para la flora salvaje) y favorece -gracias a los frecuentes períodos de
Para los espíritus de la pesca y la gente del agua, los peces son sus «piojos», árune.
E L CHAMANISMO Y LA VIDA DEL GRUPO 257
ramera ndasehamwo
ndanihamwo rátóči mënatia
ndanihamwo ndanihamwo...
rátarió ware púre
pe púre watie retačara
hútio ndianikí riwase
258 E L CHAMANISMO Y LA VIDA DEL GRUPO
así no te enojarás
es por eso que vengo a hablarte a tu casa
voy a recoger tus frutos
que tú llamas «pijuayo»
y que yo digo «pijuayo»
pues cuando te enojas envías dardos
vengo a decirte que compré tus pijuayos 23
La acción del chamán varía según las etapas de los trabajos hortícolas.
Durante todo el período de preparación de la tierra (desmonte, tala, quema)
su función será fundamental; secundaria y compartida durante la siembra
y totalmente nula en la cosecha (de hecho ésta es continua). Las tres pri
meras actividades de preparación de la tierra dan lugar a ritos de fertilidad
efectuados sobre el conjunto del terreno, para obtener una mejor producción
de todos los cultígenos. Estos ritos están dirigidos a la madre de la chacra
nane hamwo, responsable de la fertilidad de las tierras cultivadas.
A partir de la etapa de desmonte, el chamán llevará a cabo al lado del
propietario de la futura chacra un rito para facilitar una buena quema ra
llando los bulbos de una variedad de Cyperus llamada arepa híseñu «piripiri
para la quema».
Canto de la quema
Le canto al piripiri
llamo al piripiri para quemar [la chacra]
260 E L CHAMANISMO Y LA VIDA DEL GRUPO
ranatutianu sëmbuñihamwo
humunati mëranuyanu
sëmbuñihamwo sëmbuñihamwo...
sëmbaranuyanu huñídanu
hate rípírúčonu ware sëmbuñi
2 4
Para los detalles de los ritos agrícolas que no implican la presencia del chamán, ver J.
Fraysse-Chaumeil, 1981.
E L CHAMANISMO Y LA VIDA DEL GRUPO 261
¡madre del retoño del plátano! ¡madre del retoño del plátano!
[se sobreentiende: canto para que los plátanos sean tan hermosos y bro
ten tan rápido como los de los antiguos]
Canto de la y u c a 25
asučahamwo ranatutianu
asájihamwo asájihamwo
hanipátiti ananewa
huninuhita hatatámëse hándiwa
hañéndiwatia asáji ware
25
El chamán entona este canto justo antes del transplante de los palos de yuca para
proteger las plantas y asegurar una buena cosecha.
262 EL CHAMANISMO Y LA VIDA DEL GRUPO
para él el clan corresponde de hecho con el grupo local . Por otra parte, la
29
2 6
Para más detalles ver nuestro estudio Ñihamwo, 1983. Los miembros de clanes asociados
a menudo usan las mismas pinturas.
2 7
Además de los mitos ciánicos, existe un importante corpas mítico común a toda la
sociedad yagua.
2 8
P. Fejos, 1943: 91.
2 9
«The localised patrilineal clan (was) the equivalent of the localized community» (Ibid.:
82).
264 EL CHAMANISMO YLAVIDA DEL GRUPO
afirmación del autor: «in each clan there is a shaman» corresponde más a
un ideal que a una realidad observable. Podría sugerirse que la solidaridad
del chamán con su clan se rompió con la fragmentación del clan como uni
dad de residencia.
Las relaciones de solidaridad y asistencia entre chamanes se entablan
dentro del marco del parentesco y la localidad. Cuanto más cercano es el
parentesco entre chamanes, más solidarios son, cualquiera sea su perte
nencia ciánica. Los chamanes de una misma localidad se deben ayuda y
asistencia mutuas, sus relaciones son solidarias y recíprocas, mientras que
entre chamanes no emparentados de localidades diferentes a menudo exis
te hostilidad y rivalidad . 30
CHAMÁN Y JEFE
3 0
Lo que acabamos de decir respecto de los chamanes no excluye de ninguna manera la
existencia de una solidaridad ciánica. Esta solidaridad se expresa en el plano simbólico
mediante la asociación clan/excrementos. Los excrementos están vinculados a la
persona que los ha deyectado en tanto parte de su fuerza vital. Defecar es distribuir en
el suelo una parte de su fuerza vital; hacer un daño a los excrementos de un individuo
significa afectar a todo el clan. Este se halla así asociado a la fuerza vital del hombre.
Pertenecer al mismo clan es compartir la misma fuerza, la misma «carne».
31
Aunque entre los Yagua es muy minoritario: aparecen dos mujeres entre los treinta y
cuatro chamanes censados.
E L CHAMANISMO Y LA VIDA DEL GRUPO 265
razón de que ciertos individuos acumulan ambas funciones. Los dos perso
najes están netamente diferenciados y el cúmulo no tiene nada de sistemá
t i c o . Sin embargo, existe una estrecha complicidad entre ambos que se
33
Por ejemplo. J. Montoya Sánchez. 1967: 125. cuando escribe: «la jefatura única
corresponde al curaca y brujo a la vez».
Conocemos sólo cuatro casos: Sarko, Alberto. Sebastián y Julián del Atacuari.
Resulta interesante constatar que en la actualidad no existe ningún término indígena
para calificar al personaje: «curaca», con el que comúnmente se lo designa, viene del
quechua. El vocablo propuesto por Fejos (1943: 120) para "jefe tribal", norehamwö.
significa en realidad «dueño de maloca» [rorehamwo) y para «jefe ciánico», hapué. quiere
decir «pene». Los Yagua no encontraron ningún otro sentido a este término fuera del
órgano que designa. La expresión hánujú watroónti. «el que tiene dos mujeres», con la
que a veces se hace referencia al jefe no es muy significativa en tanto que la práctica
de la poligamia está muy extendida entre los Yagua. El único término indígena que
connota la idea de una jerarquía política es rorehamwo, «dueño de maloca», es decir el
jefe de un linaje o de un segmento de linaje, pero hoy en día este término ha caído en
desuso con el abandono de la gran choza colectiva y la atomización de las unidades
residenciales.
Debemos precisar que el «curaca» actual no corresponde necesariamente al antiguo
rorehamwo. En efecto, a partir de fines del siglo pasado, el universo político de los
Yagua se vio fuertemente perturbado por el arribo masivo de colonos a su territorio
quienes no dudaron en destituir a los jefes tradicionales recalcitrantes para nombrar
jefes que. a su juicio, estaban mejor dispuestos. Fue así que un buen día algunos
individuos se vieron convertidos en «jefes» sin tener legitimidad.
266 EL CHAMANISMO Y LA VIDA DEL GRUPO
3 5
Sobre este punto como sobre muchos otros, el «curaca» yagua actual corresponde en
todo sentido con la figura del jefe indio tal como P. Clastres lo puso de manifiesto en
sus trabajos (1974: 25-42. 161-186; 1980: 103-109). No obstante, conviene subrayar
que los Yagua sin duda conocieron en el pasado una organización sociopolitica mucho
más compleja que la actual, supuestamente con la presencia de clases (guerreros,
«nobles») y una forma de gobierno tribal.
36
Existe un remedio para el «mal comercio». Se untan las manos con el polvo de una
variedad de Cyperus, híseñu táriútiá, «piripiri para el comercio» y se estrecha la mano
del comerciante. Así se asegura realizar buenos negocios.
E L CHAMANISMO Y LA VIDA DEL GRUPO 267
poder político es religiosa y que quizá sea la única forma posible de poder en
una sociedad desprovista de un órgano político efectivo. Los chamanes se
rían entonces los mejor ubicados para sacar provecho. La idea de la religión
como condición para la aparición del poder de Estado se ha abierto c a m i n o . 37
S. Dreyfus demostró que fue sobre una legitimidad religiosa, que se asentó
la jefatura taino de Haití, captando para su provecho una parte del campo
mágico-religioso . Las hipótesis de la autora sugieren además que la prác
38
tica chamánica es compatible con una forma de jefatura «vertical», donde «el
cacique mismo, sus ancestros, sus espíritus personales eran objeto de cul
tos públicos de los que dependían el buen funcionamiento de las cosas, la
renovación de la v i d a » . Aunque siga conservando algunas de sus atribu
39
ción propiamente dicha consiste en poner por primera vez a los futuros ini
ciados en contacto con los cinco espíritus de la caza simbolizados por instru
mentos de música. Este primer contacto se efectúa según un rito bien pre
ciso seguido de una rigurosa abstinencia alimentaria . Durante la cere
43
Cyperus, ndara wanuyanu hiseñu, «piripiri para que el niño sea fuerte», se
agrega al tinte para evitar que los cuerpos expuestos se resquebrajen al ver
a los espíritus. También les extienden una gruesa capa de achiote alrededor
de la boca para impedir que hablen (que les revelen a las mujeres el secreto
de los espíritus). Pintados de esta forma, los jóvenes serán iniciados. El
chamán toma a cada uno por el brazo y se los presenta por un breve instante
a los espíritus para luego reintroducirlos en la maloca. Hace esto varias
veces seguidas hasta que los niños se habitúan a su presencia. Luego se los
deja con los hombres-espíritus que los llevan sobre sus espaldas soplando
sus instrumentos alrededor de la maloca. Los iniciados sólo vuelven a en
trar para recibir sus pinturas ciánicas a base de achiote y motivos pintados
con huito. El achiote es el color de la vida y se opone al negro uniforme del
huito, asociado al peligro y a la muerte. El regreso de los iniciados al mundo
de los humanos (simbolizado por el interior de la maloca) es celebrado con
gran alborozo por el clan que, a partir de ese momento cuenta con nuevos
miembros. Este regreso equivale en gran medida a un doble nacimiento,
tanto en el nivel social (inserción de nuevos miembros) como individual, ya
41
Todo contacto del padre con un espíritu cualquiera, ya sea por tocar un objeto o comer
un alimento, podría ser fatal para el niño.
42
El objetivo de la iniciación es, a través de la captación de un saber, adquirir la fuerza
y el coraje del cazador-guerrero e inmunidad contra las enfermedades. Parece también
que la visión de los espíritus es fundamental en la iniciación. Por ejemplo se dice que
un aprendiz ha «visto», tárëma hidisiwánda.
43
Para mayores detalles sobre la ceremonia, ver nuestro estudio Ñihamwo, 1983.
44
A las mujeres y no iniciados se les tiene estrictamente prohibido ver los espíritus-
instrumentos.
4 5
Las articulaciones son los puntos vulnerables del cuerpo, por donde penetran con
mayor facilidad los proyectiles mágicos.
E L CHAMANISMO Y LA VIDA DEL GRUPO 269
4 6
Si bien la muerte de niños pequeños suscita una gran tristeza, ésta no da lugar a
ningún rito pues sus almas imperfectamente constituidas no ocasionan inquietud
alguna.
270 EL CHAMANISMO Y LA VIDA DEL GRUPO
ren y se las lleven para someterlas a su voluntad. Sólo los grandes chamanes
logran la hazaña de capturar las almas de un muerto. En caso contrario, los
chamanes deben alejarlas lo más posible del lugar de la inhumación. Para
ello echan en el brasero una variedad de ají (Capsicum sp.), una variedad de
Cyperus, mbayátu híseñu, «piripiri de las almas», y ralladura de corteza carbo
nizada del árbol arambaza (no identificado). El olor agrio que surge provoca la
huida de las almas del muerto. El chamán debe también velar para que los
espíritus del muerto (huñítu, hunisétu), bajo la conducción de espíritus anti
guos, alcancen sin dificultad la tierra de los muertos. El chamán no es el
mismo psicopompo pero posee la capacidad de enviar a sus espíritus aliados
a que se unan a la escolta hasta la mitad del cielo. Una vez cumplidos los
ritos, el grupo abandona el lugar conducido por el chamán. Si el emplaza
miento del nuevo sitio está marcado, el camino para llegar hasta allí es
fijado por el chamán quien evitará los senderos demasiado señalados para
despistar, de ser necesario, las almas del muerto.
Los Yagua celebran idealmente cada año un gran ritual, el ñá , durante 47
el cual, según vimos, se inicia a los niños pertenecientes al clan del dueño
de fiesta y se les da un nombre. Pero el ña es mucho más que un simple
ritual de iniciación; es la base de la cohesión ciánica, la ocasión para que
los miembros del clan revivan colectivamente sus mitos de origen. Allí se
exaltan los valores y los símbolos del clan, al tiempo que se realizan, entre
clanes, alianzas matrimoniales y políticas durables. La celebración del ñá
también es la expresión de cierto discurso colectivo e interrogatorio sobre el
mundo y sus componentes. En realidad, la ceremonia va más allá del clan al
cual está asociada (el clan del dueño de fiesta) para abarcar a la sociedad y al
cosmos en su totalidad. La casa de fiesta, ñárore, representa ella misma un
microcosmos: su techo en forma de cúpula se compara con la bóveda celeste
y el poste que sostiene a la gran candela (símbolo del fuego celeste) materia
liza el eje que comunica las capas del universo entre sí.
La responsabilidad del chamán en el ñá está en función de su compromi
so. Además de su participación en los ritos de iniciación masculina, super
visa con el dueño de fiesta todos los preparativos y en particular la fabrica
ción del masato del cual es responsable. Esta bebida, preparada exclusiva
mente por las mujeres, será ofrecida a los espíritus de la caza a cambio de
su colaboración, cada vez que éstos manifiesten su ayuda en la adquisición
de elementos indispensables para la preparación de la fiesta, ya se trate de
agua para disolver la pasta de yuca, de copal para la confección de la gran
candela, de palmeras y vigas para el techo y el armazón de la maloca, de
leña para ahumar la carne o incluso de frutos de donde extraer las tinturas.
4 7
Para una descripción detallada de la ceremonia, ver E. y P. Powlison. 1976, J. Fraysse,
1975. Lamentablemente hemos constatado el abandono progresivo del ña debido al
deterioro del modo de vida de los indígenas y a su dificultad material para afrontar
todos los gastos incurridos en el ritual que exige largos preparativos y una abundante
reserva de alimentos, en especial de yuca dulce.
E L CHAMANISMO Y LA VIDA DEL GRUPO 271
Todos los intercambios con los espíritus se realizan por intermedio del
chamán que se mantiene cerca de la puerta de la ñárore, punto de unión
entre el mundo de los espíritus y el de los hombres:
4 8
Es probable que los Yagua hayan utilizado hasta hace poco estas señales sonoras para
comunicarse a la distancia. Los mensajes sonoros estaban codificados por el número y
la cadencia de los golpes.
49
En el centro de la choza se coloca una candela de varios metros de alto para iluminar
el interior. Su tamaño depende de la duración del ñá. El dueño de fiesta designa a
varios guardianes nonosa para cuidarla (por lo general son sus yernos pues deben
pertenecer a otro clan). Provistos de largas varas, atizan continuamente el fogón para
impedir que se apague porque, de suceder esto, la desgracia se abatiría sobre el clan.
272 E L CHAMANISMO Y LA VIDA DEL GRUPO
CREACIONES CULTURALES
ciánicas son idénticas a las que llevan algunas categorías de espíritus (las
madres de los vegetales y de los animales) y que su vestimenta tradicional,
compuesta por una falda de fibras, constituye la vestimenta cotidiana de los
espíritus de la caza y de la madre del aguajal, representada por estatuas
5 0
M. Eliade. 1968: 397.
51
P.T. Furst, (ed.) 1974.
52
Contrariamente a Eliade que ve en el recurso a las drogas la manifestación de la
degeneración del chamanismo. Recordemos que los alucinógenos no están presentes
en todas las sociedades con institución chamánica; algunas las ignoran totalmente.
5 3
G. Reichel-Dolmatoff. 1974: 83 y ss.
54
M. Eliade. 1968: 177. Ver por ejemplo el ciclo de los Mellizos en J. y J.-P. Chaumeil,
1978: 162-168, 177-181; y P. Powlison. 1969: 107-122.
55
Según las informaciones de Reichel-Dolmatoff (op. cit: 80), los Tucano presentan el
mismo problema al afirmar que todo lo que el antropólogo consideraría como arte está
inspirado en el viaje psicodélico, basado en la experiencia alucinógena.
EL CHAMANISMO Y LA VIDA DEL GRUPO 273
antropomorfas, tal como el chamán las ve en sus viajes. Por ese motivo los
Yagua se pintan la cara y vuelven a usar la vestimenta tradicional (pues la
mayoría ha adoptado la vestimenta occidental) cada vez que encarnan a los
espíritus.
Hace más de tres siglos que los Yagua vienen sufriendo la presencia conti
nua de los blancos en su territorio, tres siglos de dependencia y opresión.
Esta presencia, particularmente sentida en el momento de los booms econó-
E L CHAMANISMO Y LA VIDA DEL GRUPO 275
5 6
Desde hace varios años, diversos movimientos más o menos mesiánicos surgieron en
diferentes partes bajo el impulso de chamanes yagua en momentos en que presiones
demasiado fuertes amenazaban la existencia de los grupos (problemas de tierra,
enfermedades, conflictos locales). En la mayoría de los casos estos movimientos no
tuvieron el éxito esperado, pues se producían en forma aislada.
276 E L CHAMANISMO Y LA VIDA DEL GRUPO
3 de mayo m u j e r m e s t i z a de 1 ?
Caballo-cocha
14 de j u h o m b r e ticuna de 6 ?
nio Cushillo-cocha
28 de j u hombre mestizo de 2 ?
nio Marichín
57
Nota: En el calendario se mencionan únicamente los pacientes no yagua externos al
grupo. Si se desea tener una idea aproximada del tiempo consagrado a las curas durante
278 E L CHAMANISMO Y LA VIDA DEL GRUPO
el período indicado, hay que agregar la lista de enfermos de la comunidad que José
comparte con su yerno Alberto. Según nuestros datos, calcularnos que. durante el
trimestre. José dedicó más de 200 horas a sus enfermos, es decir ¡más de dos horas
por día!, promedio probablemente superior a la norma teniendo en cuenta la buena
reputación del chamán, las facilidades para acceder a la comunidad y la proximidad a
poblaciones mestizas. De acuerdo con nuestras observaciones efectuadas sobre una
decena de chamanes, se comprueba que cada uno consagra un promedio de una hora
diaria a sus enfermos.
I V
E L CHAMANISMO Y LA ENFERMEDAD
Si, tal como pensamos, el chamán yagua es mucho más que un simple cu
randero, sus actividades terapéuticas no dejan de ser muy importantes, do
minando a menudo su práctica . Por otra parte, a fin de comprender la en
1
1
La introducción de nuevas enfermedades por parte de los blancos no ha hecho más
que acentuar el rol terapéutico del chamán.
2
Hemos visto más arriba cómo Alberto utiliza el relato del padre ticuna para explicar y
justificar la enfermedad del hijo.
280 EL CHAMANISMO Y LA ENFERMEDAD
do. La enfermedad, por más benigna y localizada que sea, siempre se conci
be como algo que influye sobre la totalidad del ser.
Si bien el término sánduyanu abarca toda la categoría de enfermedad, el
vocablo rídiwá indica un cierto grado de gravedad en la afección, capaz de
provocar rápidamente la muerte, ndeñu. Así, las enfermedades infecciosas
(que cada año producen verdaderos estragos) y ciertas afecciones juzgadas
importantes como la «locura» sonrídiwá,«enfermedades graves», y requie
ren un tratamiento urgente. Por otra parte, la mayoría de las enfermedades
entran en subcategorías más o menos establecidas o definidas según los
conocimientos de cada uno, por ejemplo ačándu, «las fiebres»; wáwaria, «las
diarreas»; nowañu, «los dolores»; kikase, «las afecciones de la piel», etc. Ade
más, cada enfermedad es designada por uno o más términos (cf. la lista más
abajo).
Como toda cosa animada, dotada de vida, cada enfermedad contiene una
madre, sánduyanuhamwo, que ocupa al mismo tiempo un sitio de importanc
en la enfermedad misma, pues constituye su esencia y le indica al terapeuta
el proceso de formación y los componentes de cada afección (cf. las represen
taciones gráficas más abajo). Es en este sentido que el chamán «ve» la enfer
medad en el transcurso de su iniciación o durante su sueño dado que en esos
momentos las madres se le hacen visibles. No obstante, la sola visión de las
enfermedades no le otorga ningún poder especial de curación: las madres no
inducen por sí mismas las enfermedades; por lo tanto, no poseen ningún valor
terapéutico. Hay que buscar en otro lado a los verdaderos responsables de los
males, los «sopladores de enfermedades», que los Yagua agrupan en dos con
juntos principales, definen dos grandes clases de enfermedades: nowónu
sánduyanu, «enfermedades por embrujamiento» y huñídanu sánduyanu, «en
fermedades del creador».
Las nowónu sánduyanu abarcan la mayor parte de las enfermedades im
putadas a la malevolencia ajena o a la de los espíritus del bosque; por defini
ción son curables.
Las huñídanu sánduyanu son infligidas por el creador luego de la trans
gresión de ciertas reglas (incesto, actividades sexuales descontroladas, crí
menes, etc.) y son por definición incurables.
De hecho, a primera vista nada diferencia a los dos tipos de enfermeda
des: la sintomatología es la misma en ambos casos y el enfermo nunca co
noce con precisión el origen de sus trastornos (es por eso que recurre al
chamán). Le corresponde entonces al chamán decidir durante la curación
si la enfermedad es curable o no y, por lo tanto, determinar la calidad del
enfermo y sus posibilidades de cura. Si el objeto del mal, en este caso el
dardo extraído del cuerpo del enfermo , designa a un responsable al tomar la
3
3
La enfermedad penetra con el dardo.
Chamán Huáscar de la Comunidad "El Sol" (1976)
Curandero Yagua
sanando a niños
enfermos.
Rio Cajocuma (1973)
Manungo preparando curare. Río Atacuari (1987)
EL CHAMANISMO Y LA ENFERMEDAD 281
dad corresponde al segundo tipo. En otras palabras, la determinación de la
clase de enfermedad depende de las capacidades del chamán en identificar
al autor del trastorno. Si es incapaz de darles a los asistentes el nombre de
un culpable, es una forma de admitir su impotencia para vencer a la enfer
medad y de postular su incurabilidad.
TEORÍA DE LA ENFERMEDAD
Al igual que muchas sociedades amerindias, los Yagua profesan dos teorías
inversas de la enfermedad; ésta resulta de la presencia en el organismo de
un cuerpo extraño que hay que extraer o de la «desposesión» de las instan
cias vitales que deben reintroducirse en el cuerpo. En el primer caso, el
chamán pone en marcha técnicas de extracción ; en el segundo, efectúa la
reincorporación de los espíritus.
Las enfermedades del primer grupo se identifican por los siguientes sín
tomas: la enfermedad persiste a pesar de la aplicación o la absorción de
remedios adecuados, los dolores, en la mayoría de los casos localizados, per
miten circunscribir el lugar del impacto del mal, y si sobreviene la muerte
dad misma.
5
Ph. Mitrani, 1976: 199.
EL CHAMANISMO Y LA ENFERMEDAD 285
grupo vele por el respeto de las reglas de buena vida so pena de ver amena
zada su propia existencia.
El «triángulo terapéutico» propuesto por J. Pouillon y que relaciona el
6
6
J. Pouillon, 1970.
286 EL CHAMANISMO Y LA ENFERMEDAD
• ríndiwá, «enfermedades
graves»
enfermedades infecciosas
sarampión sanánse
quitamora towarimuro
paludismo mëčutiamu «temblores»
tuberculosis nanaha stoči «vómito de sangre»
bronquitis arisanahita
gripe hísúdehí
tos ferina tátano/ «tos»
piwanowaria
• nara'/nowañu,«dolores corporales»
7
Asociadas a numerosas enfermedades. Se agrega el morfema waria al final de la palabra
que designa a la enfermedad. Ejemplo: hísúdehiwaria, «gripe con diarrea».
EL CHAMANISMO Y LA ENFERMEDAD 287
8
Enfermedad asociada a la gente sin ano, kinitónu (cf. Cosmología).
9
Asociado a la lombriz. Los Yagua nunca hacen sentar a un recién nacido en el piso
pues la lombriz puede introducirse en el ano y provocar parálisis.
288 EL CHAMANISMO Y LA ENFERMEDAD
fractura húwatapu
luxación ntádiria
calvicie nohose rëma «cabellos caen»
caspa wirjo'
ira anëkié
susto yátamara
temblores mëčutianu (ver paludismo)
insomnio nehamërió «sueño difícil»
• Parásitos
Dolores cardíacos:hehečinowañu
La madre es un bulto que rodea el corazón y
lo comprime. Los dolores se asocian al pája
ro carpintero y al árbol ruwito que rechina
ante el menor balanceo (los chirridos provo
can los dolores cardíacos).
EL CHAMANISMO Y LA ENFERMEDAD 291
Delgadez: samarikó
La madre es esquelética, descarnada. La
causa de esta enfermedad proviene de la lom
briz ntióno que succiona la carne durante el
sueño.
Caspa: wirjo
La madre es un insecto microscópico que se
aloja en el cuero cabelludo luego de la trans
gresión de una prohibición alimentaria que
concierne sobre todo a la yuca.
EL CHAMANISMO Y LA ENFERMEDAD 293
Fractura: húwatapu
La madre tiene las piernas deformes.
Herida: wat'jó
La madre presenta en el cuerpo tres heridas
purulentas, representadas por las tres man
chas negras. Está asociada a la madre de la
tierra y al ronsoco(Hidrochœrushidrochaeris)
que puede ocasionar heridas e incluso la
lepra.
294 EL CHAMANISMO Y LA ENFERMEDAD
Hernia: mëkase/mëkisi
La madre muerde al individuo y penetra en
el cuerpo a través de la mordedura. Está aso
ciada a la chicharra (Laternaria servillei), ci
garra gigante provista de un apéndice
pectoral extremadamente venenoso según
algunos. La chicharra fabrica pequeños mon
tículos de tierra, los cuales son peligrosos
pisar por el riesgo de tener una hernia.
Esterilidadfemenina: soró/nédaturia
La esterilidad femenina es percibida como
la obstrucción de la matriz con un tapón e
incluso con un dardo mágico.
EL CHAMANISMO Y LA ENFERMEDAD 297
Diarrea: wáwaria
El curandero extrae una lombriz de gran ta
maño succionando el ano del enfermo. La
enfermedad está asociada a la madre del
agua y a ciertos peces, en especial al peje-
torre (Practocephalus hemiliopterus) que in
troduce la lombriz en el vientre de los re
cién nacidos. Los padres deben además abs
tenerse de consumirlo hasta que el niño
empiece a caminar.
Fiebre: ačándu
La madre se representa con una jeringa en
una mano con la que hinca a sus víctimas
(la fiebre está contenida en el cuerpo de la
jeringa). La fiebre se asocia con la lluvia, la
tierra, la arena, los dueños de los bosques,
los grandes mamíferos herbívoros cuyo con
sumo está, por otra parte, proscrito a toda
persona en estado febril.
Gripe: hísúdehí
La madre es una sanguijuela «callo-callo»,
péčítu, que muerde violentamente y provoca
la gripe. Su extracción del cuerpo es la con
dición para la cura. La gripe está asociada
al frío y al calor, también a la caña de azú
car.
298 EL CHAMANISMO Y LA ENFERMEDAD
Enfriamiento: sonorawañi
La madre proyecta el «frío» (asociado al palu
dismo).
Bronquitis: arisanahita
Los bronquios de la madre están reducidos a
filamentos negruzcos. La enfermedad se
asocia con varias especies de coleópteros
«papaso» que perforan los bronquios.
EL CHAMANISMO Y LA ENFERMEDAD 299
Sarampión: towarimuro
La madre se desplaza con un maletín lleno de
pústulas y contamina a la gente mientras
duermen.
Peste: mëtianayanu
La madre está asociada con el roedor anfibio
Hidrochœrus hidrochaeris (capibara).
Paludismo: mécutianu
El «frío» está contenido en las medias que
lleva la madre. Para vencer la enfermedad,
el curandero tiene que lograr sacárselas de
los pies del paciente.
Asma: apíwúsará
El cuerpo de la madre es un magma de flema
que provoca los ataques de asma. La enfer
medad se asocia a la caña de azúcar.
Ira: anëkié
El dibujo muestra a la madre de la ira que
envía un dardo mágico al cráneo de la vícti
ma a quien intenta calmar mediante el so
plo de humo de tabaco.
Insomnio: nehamërió
La madre de aspecto aterrador aparece en
sueños y provoca insomnio. Los Yagua in
terpretan el insomnio como un mal presa
gio, como la proximidad de un infortunio.
302 EL CHAMANISMO Y LA ENFERMEDAD
Locura: ariatayane
Algunos Yagua todavía siguen utilizando el
término títuyane, cercano al vocablo
atítuyanu, «visión, alucinación». La "locura"
es el estado provocado por la reclusión, lue
go del rapto, del espíritu hunisétu fuera del
cuerpo. En este sentido, se diferencia del
sueño, definido como el simple viaje del es
píritu fuera del cuerpo. El individuo ataca
do de «locura» está metafóricamente muer
to. Su cura recién se produce después de la
reincorporación del espíritu raptado. De no
regresar el espíritu sobreviene la muerte
definitiva. Por lo tanto, no hay una diferen
cia de naturaleza entre los sueños, la «lo
cura» y la muerte; los tres se hallan en una
situación de continuidad. La madre de la «lo
cura» practica el rapto de los espíritus
hunisétu. La ingestión de excrementos tam
bién se considera como un factor que indu
ce a la «locura». La mayoría de los monos,
venados, jaguares, nutrias, cóndores, del
fines, anacondas y demonios de los bosques
están asociados a la «locura».
La muerte: ndiñu/ndeñu
La muerte vuela y golpea a quien tenga a sus
espíritus alejados demasiado tiempo del cuer
po. Marca la disociación irreversible de los es
píritus y del cuerpo.
304 EL CHAMANISMO Y LA ENFERMEDAD
Comentarios
FARMACOPEA TRADICIONAL
ayahuasca macho ?
wánúñú La poción a base de corteza, tomada en repetidas dosis,
es un poderoso abortivo.
bacaba Oenocarpus bacaba
tóči El jugo que se obtiene moliendo el cogollo de la palmera
se utiliza como antídoto (neutraliza los efectos del vene
no del escorpión y de la araña). El espeso jugo se aplica
directamente sobre la picadura, dos o tres veces al día.
plátano «maduro» Musa paradisiaca
súndujo La cáscara del fruto se aplica directamente sobre las
picaduras de hormigas isula; calma el dolor.
plátano Musa paradisiaca
samjo El agua que se extrae del tronco se pasa en repetidas
aplicaciones sobre el cuerpo y cura las pápulas de la
rubeola. Los frutos aplastados en chapu alivian las úl
ceras de estómago.
bellaco-caspi Thevetia?
rečatano Antídoto contra el veneno de la serpiente jergón. La re
sina extraída de una incisión en el tronco se aplica so
bre las mordeduras y alrededor de todo el miembro. Este
emplasto sirve para cortar las inflamaciones del tejido.
Una vez seca, la resina se desprende sola. Este trata
miento se completa con la toma de una poción a base de
ciperáceas.
madera podrida (cualquier madera)
nenopuría Remedio para la picadura de raya. Se cocinan en agua
varios trozos de madera podrida. El caldo obtenido se bebe
para neutralizar el veneno.
palo rosa Aniba rosaedora
La esencia perfumada de este árbol se inhala para tra
tar la «locura».
brea-caspi Rheedia
wúsenu Se quema la brea obtenida. El humo negruzco calma el
dolor ocasionado por las picaduras de escorpión.
camote Ipomea batatas
atase Para quemaduras. Se pican y mezclan las hojas con agua
hasta obtener un emplasto que se aplica directamente
sobre la quemadura.
EL CHAMANISMO Y LA ENFERMEDAD 315
cumalilla ?
pëčihíči La corteza rallada y cocida en agua cura las picazones
mediante repetidas aplicaciones.
flor de mariposa y
kóndihase Remedio para la tos: los granos se aplastan y mezclan
con jugo de caña agria y orina de niño. Se administran
algunas gotas de esta preparación varias veces al día,
hasta calmar la tos.
gallinazo podrido y
páčore nenu El jugo extraído de las hojas machacadas es un remedio
para el envenenamiento. El jugo se aplica sobre la ca
beza de la víctima. Si se abre el cuero cabelludo, la per
sona está desahuciada.
grama chilicua Setaria geniculata
pëtá Remedio para el asma: se hace hervir el centro rallado
de esta planta y se administra diariamente hasta que
cesen los ataques.
guayaba Psidium
kumjo Se muelen las raíces en agua tibia. Esta bebida se utili
za como anticonceptivo. Las hojas de este mismo árbol,
aplicadas en cataplasma, son eficaces para las inflama
ciones de los genitales. El centro de la guayaba, cocido
en agua, cura las afecciones genito-urinarias y las
disurias.
huacapu de altura Vouacapoua americana ?
wakapu Macerada en agua, la corteza es un remedio para las
diarreas, los parásitos intestinales, y tonifica la sangre.
Su ingestión en forma de tisana se complementa con
un estricto ayuno que excluye todo tipo de alimento sa
lado, dulce o con pimienta.
huacapurana del Campiandra?
bajo La corteza molida cicatriza las heridas y lastimaduras.
wakapurana El polvo se espolvorea directamente sobre las lastima
duras.
EL CHAMANISMO Y LA ENFERMEDAD 317
locotora caspi ?
këmbatu Se prepara una infusión con la corteza rallada. La bebi
da se administra tres veces por día para cortar las
diarreas con sangre.
muela ?
ána Se pican finamente algunas hojas muy perfumadas. Las
inhalaciones repetidas calman las cefaleas y favorecen
el sueño.
mukura Peíiveria alliacea
nëkatu Las hojas trituradas se calientan y se aplican sobre el
pecho para calmar los dolores cardíacos. Las hojas de
mukura entran también en la composición de bebidas
alucinógenas.
murure Brosimum acutifolium
uwiči La corteza pulverizada y conservada en alcohol es un
tónico y afrodisíaco. La resina obtenida mediante una
incisión en el tronco posee las mismas virtudes.
ojé blanco Ficus anthelmintica
witu' La resina blanca extraída del tronco es un medicamen
to polivalente utilizado sobre todo como purgante, en caso
de parásitos intestinales y anemia. Se ingieren peque
ñas dosis de resina mezclada con jugo de caña o de li
món. Durante el tratamiento se debe suprimir todo tipo
de alimento salado o dulce, pues existen riesgos de pro
blemas orgánicos (inflamaciones, hinchazones de vien
tre).
paico Chenopodium ambrosioides
hítewí Hierba empleada para limpiar heridas, en caso de hin
chazones, como antiemético, también se usa para cor
tar diarreas y hemorragias nasales. La preparación del
remedio varía según la aplicación deseada. Para las
diarreas y vómitos, se ingiere un brebaje tibio de hier
bas varias veces al día. La misma bebida, caliente y sa
lada, sirve para lavar heridas. En el caso de hinchazo
nes y hemorragias, se amasa la hierba con las manos
hasta obtener una bolita y se la calienta dentro de una
hoja de plátano. El conjunto de hojas se aplica directa
mente en las partes afectadas.
palo (árbol) (no identificado)
sëróñu La corteza molida e ingerida en forma de decocción se
utiliza como anticonceptivo.
palo sangre Genipa ablongifolia
nëtonu Con la corteza -que se hace hervir- se obtiene una bebi
da de grandes propiedades hemostáticas.
EL CHAMANISMO Y LA ENFERMEDAD 319
piripiri 1
Cyperus sp.
híseñu (genérico) «piripiri para el dolor de muelas»
hahéndanowádanu El bulbo pulverizado se envuelve con un kapok y se apli
ca directamente sobre el diente dolorido.
tóyunowádanu «piripiri para el dolor de oídos»
híseñu Igual preparación que la anterior. El kapok se introdu
ce en el oído enfermo.
ahumonowádanu«piripiri para el dolor de estómago»
híseñu El bulbo rallado se hierve en agua. La poción se admi
nistra cada hora hasta que desaparezca el dolor.
tátano híseñu «piripiri para la tos ferina»
El bulbo rallado se diluye en un fondo de agua tibia. La
preparación se bebe varias veces al día y se fricciona
sobre la garganta del enfermo.
wáwaria híseñu «piripiri para las diarreas»
Igual preparación y posología que la anterior (sin las fric
ciones).
1
Según la clasificación indígena, existen más de cincuenta «variedades» de Piripiri, de
las cuales casi la mitad se utilizan con fines curativos. Esta planta entra en la composición
de brebajes alucinógenos (ver: J. y J.-P. Chaumeil. «Utilización de plantas Ciperaceae
entre los Yagua del bajo Amazonas», manuscrito, Caballo-cocha, 1976, 16 p.).
320 EL CHAMANISMO Y LA ENFERMEDAD
planta cultivada ?
piwanopró Remedio para la tos: se disuelven las semillas de los
frutos en agua y luego se bebe el preparado.
planta cultivada ?
tóno El tubérculo reducido a polvo se aplica para eliminar la
filaria.
renaquillo Ficus
wuhit'jú La savia de la liana se emplea por sus propiedades
hemostáticas y cicatrizantes.
sacha ajo Pseudocalymma alliaceum
nduréwí Las grandes hojas, aplicadas en forma de cataplasma o
trituradas para ser ingeridas (decocción), se usan en
caso de gripe, tos convulsa, bronquitis, reumatismo,
hernia, problemas intestinales y enfermedades nervio
sas. También sirven de amuleto para la caza.
sacha caracha ?
mananu Las hojas machacadas y diluidas en agua dan un jugo
eficaz para las afecciones cutáneas («caracha»).
sanango Brunfelsia sp
hanayása Remedio para el paludismo. La corteza triturada y mez
clada con agua se administra varias veces al día o se
frota sobre el cuerpo. Es posible (aunque no está com
probado) que este arbusto sea un ingrediente secunda
rio en la preparación de brebajes alucinógenos.
sangre de drago Croton erythrochilus
Directamente aplicada sobre las heridas, la resina ob
tenida mediante la incisión del tronco posee virtudes
hemostáticas y astringentes.
shushuhuasi Heisteria pallida
čučuwasi Se macera la corteza en alcohol de caña. Ingerida en
pequeñas dosis, esta bebida es un activo reconstituyen
te. Indicaciones: agujetas, enfriamientos. La corteza
calcinada y pulverizada se utiliza como cicatrizante. La
esencia pura de shushuhuasi también se usa como
antipediculoso.
EL CHAMANISMO Y LA ENFERMEDAD 323
soga tablacha ?
péñijó Antihistamínico. Se unta el cuerpo con una solución
hecha de corteza triturada y agua. La savia amarga a
veces entra en la composición del veneno para la caza.
tabaco Nicotiana tabacum
súndehina Presente en toda cura, el humo del tabaco es la pana
cea de la medicina tradicional yagua. Además la nicoti
na se emplea para eliminar la filaria. El jugo del tabaco
se bebe (en forma natural o mezclado con otras sustan
cias alucinógenas) para producir (o modificar) las aluci
naciones.
tamara Crataeva
tëmara Se coloca la corteza rallada dentro de una hoja y luego
se la calienta en el fogón. Aplicada directamente sobre
la piel, este remedio cura los abscesos y forúnculos.
tutumo (calabaza) Crescentia cujete
kuyu Las raíces aplastadas y diluidas en agua tibia se utili
zan como anticonceptivo. El fruto vaciado y lleno de agua
hirviendo de la calabaza).
veneno caspillo ?
sóñopañihú La corteza aplastada de la liana se diluye en agua tibia.
Esta preparación se usa en aspersiones y baños (elimi
na los parásitos de la piel).
witino Colocasia
pore Las hojas de esta planta tienen efecto calmante.
yuquilla Euphorbia cotinoides
ánaratase Remedio para la conjuntivitis y las enfermedades ocu
lares. Se aplican algunas gotas exprimidas de las raíces
en el ojo enfermo varias veces al día.
Sustancias medicinales de origen animal
murciélago Desmodus
ričatu Se fricciona el cuero cabelludo con sangre de murcié
lago para evitar la caída del pelo.
pelo carbonizado Se queman algunos mechones de pelo. El polvo que se
obtiene es utilizado por sus virtudes cicatrizantes.
coatí (achuni) Nasua nasua
anuí/anwí Secado y pulverizado, el órgano sexual del animal se em
plea como afrodisíaco.
lagartija Iguana tuberculata
sanomwá Los Yagua a veces llevan brazaletes de cuero de iguana
que, una vez carbonizado y diluido en agua, absorbe y
neutraliza el veneno de serpiente.
larva de aguaje Calandra palmarum
ndunu Se cocinan las larvas en agua. Se ingiere la prepara
ción para curar problemas hepáticos.
chosna Potos flavus
ramë Afrodisíaco (ver coatí).
miel Utilizada al natural como afrodisíaco; también se usa
akisi para calmar la tos y la irritación de bronquios.
paca (majaz) Cuniculus paca
wañu Se ahuma la hiel de este animal y así se conserva. Ex
celente remedio para las mordeduras de serpiente y las
picaduras de araña (se aplica directamente sobre la
mordedura).
pecari (huangana) Tayassu pécari
jaó/hawú. Tayassu tqjacu
(sajino), jutí El humo de las uñas quemadas se inhala para combatir
la gripe.
puercoespín Coendou bicolor
(casha cushillo) Remedio para la tos ferina. Se queman las púas y se
ndërëse mezclan con agua.
Esta preparación se bebe varias veces al día.
EL CHAMANISMO Y LA ENFERMEDAD 325
MEDICINA OCCIDENTAL
El poder del chamán descansa, tal como acabamos de ver, sobre su saber
y se expresa en su capacidad de actuar sobre los seres y las cosas que lo
rodean. Pero para tener los medios de su poder, el chamán necesita la po
tencia, la «fuerza», harie, que depende directamente de la cantidad de armas
o de poderes que guarda en su interior, en el estómago. Estos poderes son en
primer lugar los auxiliares, lasflemasque le hace ingerir el maestro chamán
CONCLUSION 329
y los dardos, cigarros y ropas mágicas que le entregaron las madres durante
su iniciación. Cuantos más posee, más poderoso es y más medios tiene
para ejercer su poder. Un chamán despojado de sus poderes es designado
con el vocablo ndeñu, «muerto», pues es vulnerable al menor ataque por par
te de sus rivales. Además, el temor que suscita el chamán debido a sus
contactos prolongados con los espíritus, y al que nos hemos referido en di
versas oportunidades, le confiere a su poder una cierta autoridad. No obs
tante, la autoridad del chamán no es una autoridad de derecho (no es otorga
da al principio y no es constitutiva de la institución) sino de hecho.
Sin embargo, no deberíamos confundir el poder del chamán con el hipoté
tico poder del jefe. A diferencia del chamán, el jefe no ejerce ningún control
sobre la sociedad y carece de autoridad. El escaso poder del que goza surge de
hecho más de sus dones personales (talento para la oratoria, fuerza física)
que de su saber propiamente dicho . Por lo demás, entre los Yagua la jefatu
1
1
A falta de poder, el jefe detenta prestigio, que depende de la frecuencia con la que
organiza las fiestas de bebida.
330 CONCLUSION
como segunda hipótesis, este último factor para caracterizar a un cierto tipo
de chamanismo sudamerindio y distinguirlo de otras formas de chamanismo,
como por ejemplo del chamanismo siberiano, más pasivo y sometido a la
elección de los dioses.
Además me resulta de especial interés destacar entre los Yagua el carácter
activo de la institución y el aspecto aparentemente libre del reclutamiento de
chamanes, lo que invalida al mismo tiempo las interpretaciones psicopatológicas
que por lo general se basan en ejemplos asiáticos o norteamericanos, en pue
blos donde los fenómenos chamanicos son más bien «impuestos» (imposibilidad
de rechazar el llamado del cielo) y anunciados por la «enfermedad». Entre los
Yagua, no existe la enfermedad preiniciática, ni el llamado sino la voluntad, el
deseo personal de convertirse en chamán. Estamos muy lejos del chamanismo
como «religión de llamado». A pesar del carácter voluntario y libre de las motiva
ciones del candidato, podemos pensar que en la práctica estará sometido, como
todo individuo, a la influencia de su ámbito social. Si bien entre los Yagua el
surgimiento del chamán no le debe nada a un «llamado del cielo», parece más
bien responder a un «llamado social».
Según se señaló anteriormente, el chamanismo yagua, como cualquier
otro chamanismo, se apoya también en la utilización de espíritus auxilia
res. Cada chamán cuenta con un número variable de espíritus y de almas
que le brindan protección y asistencia en caso de peligro y sobre los que se
funda lo esencial de su fuerza. Tomada en un contexto más global, la pre
sencia de los auxiliares, como asistentes del chamán, puede revelar el as
pecto difícil y limitante de la práctica chamánica, o al menos indicar que
ésta excede las capacidades de un individuo por más poderoso que éste sea.
No obstante, la relación del chamán con sus auxiliares se inscribe en una
relación de parentesco: el chamán llama «hijos» a sus auxiliares que se
dirigen a él como a un «padre». Este vínculo entre el chamán y sus auxilia
res, idéntico al que une a un padre con sus hijos, debe interpretarse en mi
opinión como la manifestación de la capacidad del chamán para controlar
las fuerzas invisibles, como la expresión de su dominio sobre la naturaleza.
A lo largo de este trabajo hemos insistido en el carácter ambivalente del
chamanismo yagua. En efecto, la idea central sobre la que reposa el fenó
meno instituye un agente responsable en el origen de todo infortunio. El
sortilegio se convierte así en la condición sine qua non de la enfermedad y de
la cura. Por consiguiente, todo chamán es necesariamente curandero y agre
sor a la vez, con una tendencia hacia uno u otro polo en los diferentes mo
mentos de su práctica. Este aspecto se ubica en una representación general
del mundo donde nada es a priori benéfico o malévolo, donde el bien y el mal
no se conciben separadamente y jamás se oponen, sino que se dosifican en
mayor o menor grado. Son las circunstancias y el contexto los que habrán de
determinar la naturaleza de la acción, los que le conferirán al aconteci
miento su coloración benéfica o maléfica.
Si bien la ambivalencia del chamanismo yagua está en el origen del pe
ligro que corren los terapeutas (susceptibles de ser tenidos por responsables
CONCLUSION 331
de los males ajenos y agredidos por los parientes de las víctimas), en ésta
también radica la lógica ascensional del poder chamánico. Cuanto más ri
vales elimine un chamán, más poderoso habrá de ser pues recupera los
poderes de éstos; su posición jerárquica se consolida en forma proporcional
al número de víctimas. Tenemos aquí un paralelo entre el chamanismo y la
guerra, en el sentido en que no sólo la ambivalencia del chamanismo y las
modalidades de la adquisición del poder chamánico generan el conflicto sino
que el chamán, al igual que el guerrero, acumula poder y prestigio a expen
sas de sus víctimas. Tal como en otros tiempos el guerrero se apropiaba de
la fuerza de su enemigo muerto en combate arrancándole los dientes, el
chamán se arroga la fuerza de su víctima al arrebatarle sus poderes mági
cos.
Al paralelo entre el chamanismo y la guerra se agrega otro paralelo: el del
chamanismo y la caza. Si bien en el lenguaje corriente los Yagua utilizan el
término nowónu para referirse al conjunto de prácticas y representaciones
del chamán, a veces emplean el verbo uríánëpu, «cazar», para calificar de
manera más precisa la actividad del chamán. Este acercamiento entre las
ideas de cazar y de «chamanizar» se confirma por una serie de actitudes y
rasgos comunes a ambas prácticas, tal como lo hemos demostrado anterior
mente. Al término de esa comparación, llegamos a la conclusión de que las
dos actividades no pueden concebirse en forma separada entre los Yagua: no
puede evocarse el chamanismo sin evocarse al mismo tiempo a la caza y
viceversa. Los Yagua explican el origen de la mayoría de sus enfermedades
por la introducción en el cuerpo de proyectiles mágicos que en todo sentido
se asemejan a los dardos de caza usados en las cerbatanas. Tanto en un
caso como en el otro se trata de «arrojar dardos»; se realiza el mismo tipo de
acción y en ambas instancias se dirá ránëpu, «envío a cazar». Estas
constataciones me llevan a confirmar la hipótesis -compartida por muchos
investigadores- según la cual el chamanismo está estrechamente ligado a
la valorización de la caza.
En varias ocasiones a lo largo del texto hemos presentado el chamanismo
como el sitio por excelencia de la transgresión de límites, mostrando en
especial que el chamán escapa a toda tentativa de categorización. En efecto,
los numerosos viajes que emprende a través del espacio y del tiempo no
deben reducirse a simples experiencias individuales sino que deben consi
derarse como otras tantas inmersiones en mundos diferentes y multiples.
Hemos visto al chamán franquear los límites entre los vivos y los muertos y
renacer de sus huesos descarnados en el momento de su iniciación. Me
diante el consumo periódico de poderosos vegetales, intenta traspasar sus
propios límites para alcanzar el sentido oculto de las cosas y a menudo suce
de que se aventura más allá de los límites de su territorio tradicional con
vistas a extender sus conocimientos. Para dominar sus cantos, el chamán
debe aprender el lenguaje secreto de los espíritus yendo más allá de los
límites del lenguaje humano. A veces se dice que el chamán es capaz de
lograr una transmutación sexual. También se supone que es capaz de
332 CONCLUSION
GLOSARIO 1
1
A continuación del término vernáculo figura el vocablo yagua y la definición usual en
la región.
ANEXOS 339
VOCABULARIO CHAMANICO
BIBLIOGRAFIA
Quinilla, ráno(Manilkara bidentata), 77-78, 80, 82, 93-94. 106, 110, 121,
94. 127, 134-135, 150-154, 157, 205,
Remo caspi, ntemó (Phithecellobium 231,269,307,323,
laetum), 308. Tahuari, tohariño (Tabebuia), 94.
Renaco, witu' (Ficus sp.), 112, 231, Tamara, tëmara (Cratavea), 323.
307. Taro (witina), pore (Colocasia), 61,
Renaquillo, wuhit'ju (Ficus sp.), 322. 323.
Sacha caracha, mananu, 322. Toé, mëyupa (Brugmansia suaveo-
Sacha-ajo, nduréwí(Pseudcalymma lens), 25, 71-72, 84, 88, 110, 121,
alliaceum), 110, 132, 135, 150,204, 123, 130, 133, 136, 150, 153, 160,
322, 307.
Sanango, hanayása(Brunfelsia sp.?), Topa, matitiu' (Ochroma lagopus),
150,322. 269.
Sananguilla, anímbihanayása Tutumo, kuyu (Crescienta cujete),
(Tabemaemontana sanango), 132, (calabaza) 95, 323.
135. Venado caspi, hándruwit'jú, 110, 134.
Sangre de drago (Croton Venado caspillo, sóñopañihú, 323.
erythrochilus), 322. Veneno caspi, ndinu, 130, 307.
Shapaja, tomojonase (Sheelea Yarina, pátiu (Phytelephas
brachyclada), 290. macrocarpa), 29-30, 33, 132, 135,
Shushuhuasi,čučuwasi(Heisteria 158, 290.
pallida), 322. Yuquilla, ánaratase (Euphorbia
Tabaco, súndehi (Nicotiana cotinoides), 323.
tabacum), 19, 25, 61, 64-68, 71-73,
índice de nombres de animales
Indice de materias