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De la bonanza peronista a la crisis de

desarrollo
por Administrador | Feb 25, 2010 | Historia Argentina (cs politica) | 0 Comentarios

P. GERCHUNOFF Y D. ANTÚNEZ

“De la bonanza peronista a la crisis de


desarrollo”
Al asumir la presidencia, Perón tiene como única preocupación no poner en riesgo las
mejoras logradas en la base social. “(…) Desde comienzos de la Segunda Guerra, la
economía argentina estaba experimentando un proceso distinto del de la Primera Guerra y
del de la Gran Depresión. En aquellos dos eventos, el derrumbe de las exportaciones y la
fuga de capitales habían llevado a la Argentina a recesiones profundas: faltaban divisas y
sobraban bienes. Durante la Segunda Guerra la dinámica fue otra: sobraban divisas y
faltaban bienes, en particular los bienes indispensables para mantener en movimiento la
maquinaria de la producción” [Gerchunoff y Antúnez: 135]. Para dar impulso a la industria
nacional, el campo es grabado con un impuesto al “excedente de beneficios” y se
desarrollan políticas de industrialización acelerada junto con la sustitución de
importaciones. En este sentido, la creación del IAPI es clave: centraliza el comercio
exterior permitiendo cortar el vínculo hasta entonces automático entre los precios
internacionales y los precios nacionales de bienes agropecuarios.
Así, en los tres primeros años de gobierno, gracias a la aplicación del Primer Plan
Quinquenal, se desarrolla un “mundo feliz” que constituye una etapa de pleno empleo,
aumento de los salarios reales, prosperidad, acumulación de reservas y sobrante de
divisas. Se implementan políticas de reparto para incluir a los estratos más sumergidos
socialmente. También se realiza una nacionalización de los servicios públicos, cuyo hito es
la nacionalización de los ferrocarriles (que se intenta efectuar a través de las libras
bloqueadas, pero sin éxito). A partir de 1946, la política monetaria y crediticia se convierte
en la estrella de la economía y en sostén para la industria: se sextuplican los préstamos al
sector. La nacionalización del Banco Central es un elemento más para ahondar estas
líneas de acción. “Poder adquisitivo alto y crédito barato para el consumo fue la
combinación explosiva” [Gerchunoff y Antúnez: 146] para el crecimiento.
Estos signos distintivos del peronismo van acompañados por una transformación del
Estado, que se pone al servicio del modelo de desarrollo. Debe coordinar voluntades
dispersas, construir instituciones nuevas y estatizar el “sistema nervioso central de la
economía” (servicios públicos). Puede afirmarse que “(…) Perón aceleró la construcción de
un Estado empresario (…)” [Gerchunoff y Antúnez: 157].
La aplicación del Plan Marshall para la reconstrucción europea produce, a partir de 1949,
una vuelta a la “normalidad” en el plano económico mundial. Consecuentemente, los
requisitos del desarrollo argentino (perdurabilidad de los beneficiosos términos del
intercambio exterior e inflación bajo control) se deterioran: caen los precios
internacionales, hay una ausencia de socios comerciales y por ende, una drástica
reducción de las divisas disponibles. Además, se produce una reducción de los volúmenes
en la producción y en las exportaciones agropecuarias como consecuencia de un período
de fuertes sequías internas (que se extiende entre 1951-52).
La tendencia descendente de las exportaciones, hace caer el nivel de actividad de la
industria y sus respectivas importaciones. El gobierno apuesta al campo, utilizando los
mismos instrumentos que habían servido para favorecer a la industria en los años
anteriores. De este modo, se instauran un IAPI pro-agrario y una política crediticia pro-
agraria, así como una política de tecnificación de las explotaciones rurales. El gobierno
anuncia entonces (en febrero de 1952) el “Plan de Emergencia”, destinado a la
estabilización. La austeridad y el equilibrio fiscal son la clave. “Perón anunció (…) que los
salarios, los precios y las tarifas públicas quedarían congelados por dos años (…)”
[Gerchunoff y Antúnez: 175].
El otro gran objetivo es la generación de divisas, que intenta alcanzarse a través de la
promoción de exportaciones y la vuelta al campo. También se llevan a cabo acciones para
aumentar la productividad y bajar los costos de producción.
Desde 1953, se aplica el Segundo Plan Quinquenal que tiende a reforzar las
modificaciones estructurales del proyecto estabilizador del año anterior. “(…) el Primer
Plan Quinquenal consolidó en el país la industria liviana y corresponde a este segundo
plan arraigar la industria pesada” [Gerchunoff y Antúnez: 181]. En este segundo Plan
Quinquenal se reflejan los conflictos que marcan los últimos años del gobierno peronista:
el Estado por sí solo no puede solucionar los problemas, necesita recurrir a las empresas
extranjeras para impulsar la acumulación de capital (sin consumir divisas) y profundizar la
industrialización.
Un conflicto con la Iglesia que se desarrolla en forma violenta y precipitada, sumado a la
oposición de algunos sectores de las Fuerzas Armadas, lleva a la salida de Perón y la
instalación de un nuevo gobierno militar (presidido por Lonardi y luego, Aramburu). Las
nuevas autoridades “demandan un ‘viraje de 180 grados’ en el modelo ‘estatizante’ y de
carácter ‘nacionalista’ que había sido el sello de la década” [Gerchunoff y Antúnez: 195].

Gerchunoff y Llach
Del paraíso peronista a la crisis del desarrollo (1949-1958)

La hegemonía cuestionada

El año 1948 había sido el mejor del gobierno peronista. La economía todavía
crecía con solidez, y el futuro era visto con optimismo. En el marco de abundancia,
Perón se ocupaba de realizar una reforma constitucional que le permitiera ser
reelecto. La victoria oficialista en las elecciones fue total. La reforma del artículo 40
fue la más significativa desde el punto de vista económico, ya que consagraba la
monopolización del comercio exterior por parte del estado.

El encierro de la oposición se veía agravado por la política de comunicaciones del


oficialismo. No era fácil para los integrantes de los partidos opositores acordar una
posición común ante un gobierno que los ignoraba. Con el apoyo de varios
políticos de la oposición, el general Menéndez encabezó un intento de golpe de
esta, que le permitió a Perón señalar enemigos peligrosos. La minoría
antiperonista no se acobardó ante la superioridad numérica de quienes apoyaban
al gobierno. Paradójicamente, la estrella de Perón comenzó a declinar cuando la
economía empezaba a encaminarse nuevamente en una senda de crecimiento.

Síntomas de crisis

Lo que ha quedado para la historia económica como la etapa “clásica” del


peronismo abarcó tres años, entre 1946 y 1948, y entró en crisis en 1949. La
intensa expansión del producto y del gasto durante este tiempo había sido
fomentada desde el gobierno. En 1949 se produjo un debilitamiento económico por
la balanza comercial y la inflación. Esta caída puede ser vista como la vuelta a una
normalidad de términos de intercambio, a lo que se sumaron las consecuencias de
una política exterior orgullosa, que impidió la participación argentina en el Plan
Marshall.

La campaña agropecuaria de 1949-1950 fue bastante mala. El bajo nivel de


exportación redujo las divisas disponible y obligó a comprimir las importaciones,
que eran la base de la producción industrial local. Los controles que el gobierno
impuso perjudicaron a la industria. El aumento de la inflación fue acompañado por
un ajuste en los tipos de cambio. Pero más allá de una tímida desaceleración de la
creación de dinero, no hubo signo de una firme voluntad estabilizadora. Para
algunos peronistas la inflación era un mal necesario. Pero en 1951, el panorama
volvió a empeorar. La inflación superó a la tasa de aumento salarial. La reaparición
de las huelgas contribuyó a difundir la sensación de que una era de rápido
progreso popular estaba concluyendo.

La hora de la austeridad: el plan económico de 1952

Los pronósticos para el año 1952 eran del todo desalentadores. El plan de
estabilización de 1952 apuntó a detener la inflación y resolver el problema del
déficit comercial externo. Había que gastar menos. La retracción fiscal se combinó
con una política monetaria mucho más restrictiva que hasta entonces. La tasa de
crecimiento de la cantidad de dinero descendió abruptamente. La política
antiinflacionaria fue acompañada por un manejo de los salarios. Hubo algunas
medidas que apuntaron al aumento de las exportaciones y se cambió la actitud
hacia el capital extranjero. A juzgar por el movimiento de las principales variables
desde 1952, el plan debe considerarse exitoso. La caída de la inflación restableció
la confianza en el peso y la balanza comercial pasó a ser superavitaria.

Una vuelta al campo

Más allá de la discusión acera de los efectos de la intervención inicial del IAPI, lo
que está fuera de duda es el nítido cambio de signo de la política de compras de
cosechas a partir de fines de la década del 40. La política de estímulo a las
exportaciones agropecuarias descansó solamente en los subsidios del IAPI, y no
en una devaluación. Las opiniones de la Sociedad Rural reflejaron el cambio de
humor de la gente del campo a partir de los años 50. Hubo intentos más o menos
exitosos por aumentar la productividad y bajar los costos de la producción
agropecuaria argentina. El drástico replanteo de la política para el agro puede ser
visto como un reconocimiento de los límites que tenía la pretendida transformación
de la economía.

Dilemas de una industrialización acelerada

Durante el peronismo, el impulso industrialista se intensificó a través de políticas


que buscaban completar el proceso de sustitución de importaciones. Los dos
instrumentos clave fueron la política crediticia y la de protección. Los años del
peronismo fueron años de vigoroso crecimiento industrial. Lo que sí es más difícil
de establecer con las estadísticas disponibles es la performance argentina. El
desarrollo de la industria sólo puede calificarse como un éxito parcial, ya que la
mayoría de sus industrias no tenía ventajas comparativas. Es más apropiado
asociar la política del peronismo a la estrategia “diversificada” que a la versión
“concentrada” de la industrialización. Muchas de las industrias no alcanzaban una
cierta escala mínima a partir de la cual pudieran trabajar con eficiencia, defecto
que se habría atenuado con una industrialización más selectiva. El resultado fue
una producción manufacturera de alto costo y con pocas posibilidades de
exportación.

¿Un defecto estructural?

Después de dos años de un superávit comercial provocado por el plan de


estabilización reapareció el déficit comercial. La recuperación de la demanda por
sus productos industriales locales se traducía en mayores necesidades de insumo,
en su mayoría de importación. Parte de la debilidad exportadora se debía a las
políticas internas, pero también influían las condiciones internacionales. La
respuesta peronistas era el control de cambios, que se reforzaba o relajaba según
la gravedad de la coyuntura. Estos controles eran sólo una solución temporaria.
Era necesario incentivar las exportaciones y alentar la producción local de
maquinarias e insumos industriales. Pero producir localmente acero y petróleo
demandaría grandes inversiones iniciales, que presionarían la balanza de pagos
hasta que éstas inversiones rindieran sus frutos. Los años siguientes a la guerra
fueron de “oportunidades perdidas”, ya que podría haberse encarado la
capitalización del país en industrias básicas. En lugar de ello, se utilizaron las
reservas para la nacionalización de activos extranjeros.

Un intento de corrección: el Segundo Plan Quinquenal

Un objetivo explícito era el de solventar las necesidades básicas del país en lo


concerniente a la producción de materias primas, energía y transportes y bienes de
capital. La urgencia era ahora avanzar hacia un estadio superior de la
industrialización. Pero la principal complicación del plan fue el problema fiscal que
venía acarreando el peronismo. Los esfuerzos del gobierno no alcanzaron para
satisfacer la creciente demanda.

Una nueva bandera peronista: la productividad

Perón sabía que para mantener una economía dinámica era necesario incentivar la
producción y la inversión garantizando las ganancias de los empresarios.
Aumentar la cantidad de bienes a repartir era la clave, había que producir más.
Con esta intención se convocó a un Congreso de la Productividad y el Bienestar
Social (CNP). Los debates en el CNP tuvieron mucho más de conflicto que de
acuerdo. Las prácticas laborales no eran la única manera de mejorar la capacidad
de producción de la economía.

Atrayendo el capital

La inversión de origen interno era insuficiente para aumentar la productividad. Por


esto, el gobierno recurrió a la inversión extranjera. En el Segundo Plan Quinquenal
se declaró la importancia de los capitales extranjeros, y se abrió la posibilidad de
que participaran en servicios públicos. Las prioridades eran la mecanización
agrícola y la producción local de insumos. Los acercamientos entre los
empresarios petroleros norteamericanos y el gobierno desencadenó un contrato
con la California Argentina de Petróleo. Esta es una evidencia nítida de que el
problema de abastecimiento de combustibles era un callejón que no tenía otra
salida. Sin embargo, el contrato con la California fracasó.
Arturo Frondizi, uno de los líderes de la oposición radical, publicaba por
entoncesPetróleo y política, y defendía la tesis de que YPF era capaz de
autoabastecer al país. El desgaste político del gobierno se estaba acelerando, y
cada vez sonaban más fuertes los rumores de un levantamiento militar.

Una vez más, la hora de la espada

Que el país oyera por la radio la voz de Frondizi no era cosa de todos los días en
1955. El panorama político cambió sustancialmente a partir del innecesario
conflicto de Perón con la Iglesia Católica. La rebelión consecuente fue sofocada y
los grupos que apoyaban al gobierno reaccionaron quemando varias iglesias.
Perón pensó que la única salida al enfrentamiento era un relajamiento en el control
sobre la oposición. Las amenazas de Perón de un enfrentamiento eran una
invitación a la revolución. Lonardi encabezó la Revolución Libertadora. La idea del
presidente provisional era que no debería haber “ni vencedores ni vencidos”. Pero
quienes habían sufrido la coacción peronista reclamaban una intensa
“desperonización”. Proscripto el peronismo, la Unión Cívica Radical era por lejos la
fuerza más importante.

El sombrío Informe Prebisch

La breve administración de Lonardi tuvo una nota saliente en materia económica.


En el Informe Prebisch, el ministro subrayaba la gravedad de dos problemas: la
balanza de pagos y la inflación. La culpa era casi toda del gobierno anterior, que
había desalentado las exportaciones, ignorado el desarrollo de las industrias
básicas y no había estimulado la producción petrolera. Prebisch criticaba a la
administración anterior por las expansivas políticas monetaria y salarial, que
habías conducido a la inflación. El informe sugería que se requerían ajustas en el
tipo de cambio para hacer más rentable la exportación y que debía procurarse la
ayuda del capital externo. El diagnóstico de Prebisch era excesivamente pesimista.

¿Moneda sana o inflación incontenible?

La preocupación prioritaria del Plan Prebisch, lanzado también por el ministro, era
detener la inflación por medio de la reducción de la tasa de creación de dinero y la
corrección del déficit fiscal. Los cálculos de Prebisch concluían en que el gobierno
se vería obligado a recurrir a la emisión monetaria, y el peso se devaluó
rápidamente. En 1957, bajo el ministerio de Krieger Vasena, se intentó una mini-
estabilización.

El recurrente problema externo

La balanza de pagos siguió siendo una preocupación central durante la Revolución


Libertadora, ya que los términos de intercambio externos eran declinantes. El
déficit externo se financió tanto con pérdida de reservas como con endeudamiento
de corto plazo. Si la incipiente integración de la Argentina al circuito financiero
internacional permitió suavizar las consecuencias de los déficits de balanza de
pagos, no hubo en cambio grandes avances en la resolución de los problemas de
fondo que presionaban sobre las cuentas externas. Poco se hizo de lo
recomendado por Prebisch. La voluntad oficial de reequipar el país sólo se
manifestó en acciones menores.
Un espectáculo visto de lejos

Mientras la economía argentina parecía estar ingresando en una triste era de


inflación y crisis en la balanza de pagos, en otras latitudes se avanzaba a paso
acelerado. La performance de la economía argentina en los diez años anteriores a
1958 no fue tan mala como afirmaba el Informe Prebisch, pero la comparación con
el resto del mundo muestra un estancamiento relativo. Con Frondizi llegaría un
intento más firme y más exitoso.

El impulso desarrollista (1958-1963)

Un gobierno acosado

Los comicios que llevaron a Frondizi al poder habían sido convocados por un
gobierno militar. Las Fuerzas Armadas se autoasignaban como guardianes de lo
que ellas consideraban un correcto funcionamiento republicano. Mediante un
acuerdo, Perón aconsejó a sus partidarios votar a Frondizi. Más allá de la
proscripción del peronismo, la elecciones se llevaron a cabo normalmente. Si
Frondizi lograba encaminar al país en un sendero de progreso, no sólo lograría
detener el estancamiento sino que aumentaría su propio capital político.

Los problemas de entonces

Con el término “estrangulamiento” se trataba de ilustrar el hecho de que cada vez


que la economía se expandía, las importaciones aumentaban y se agudizaba el
problema de la balanza comercial. En tanto la ISI descansaba sobre las ramas
industriales livianas, la provisión de insumos dependía del exterior. El gobierno
peronista intentó estimular la instalación de industrias básicas, pero no las pudo
financiar. La única alternativa viable era atraer el capital internacional.

La propuesta desarrollista

El desarrollismo proponía desarrollar las manufacturas hasta transformarse en una


economía industrializada y completamente integrada. La clave era el acople de las
actividades de producción de insumos. Las prioridades de este proyecto eran el
petróleo, el gas, la siderurgia y la provisión de energía eléctrica. La ausencia de las
actividades agropecuarias en el conjunto de prioridades del gobierno era notoria.
Una meta en que se ponía énfasis era la construcción de una amplia red de rutas,
para estimular la producción nacional de autos y camiones. Se necesitaba un
impulso de inversión decisivo y simultáneo. Había que conseguir un masivo aporte
de capital extranjero. El giro ideológico de Frondizi era suavizado por la convicción
de que las inversiones extranjeras eran la única vía para garantizar la
independencia económica. Para los desarrollistas, los beneficios de una economía
industrial integrada excedían cualquier costo que pudiera acarrear su
consolidación.

1958: ¿Clima para la inversión?

El crecimiento de los salarios y de la inversión pública provocó un déficit del


producto bruto interno y fue financiado en su mayoría a través de la emisión
monetaria. Esto se reflejó en una estampida inflacionaria. El gobierno estaba
preparando un serio intento de estabilización. Entretanto, ya había dado un primer
gran paso en la dirección desarrollista en el terreno de la política petrolera.

La batalla del petróleo

Había una gran convicción de que había un margen amplio para sustituir las
importaciones de petróleo por producción doméstica. Los contratos con las
empresas petroleras hicieron tambalear al gobierno. Se hablaba de la posibilidad
de que YPF se capitalizara con ayuda externa y ampliara por sí misma la
explotación. En pocos años quedó demostrado que el proyecto petrolero del
gobierno había sido un éxito. El autoabastecimiento se hizo realidad en poco
tiempo.

El esfuerzo de estabilización

En 1958 el gobierno anunció un plan integral de estabilización. Se insistía en que


el principal problema era el exceso de gastos sobre la producción nacional. Una de
las fuentes de ese exceso de gasto era el sector público. El restablecimiento
requeriría una dolorosa contención del consumo público y privado. El tipo de
cambio se unificó en un único mercado. La gran depreciación que iba a producirse
como resultado de la liberación cambiaria tendería a beneficiar a los exportadores,
a los que se le impusieron retenciones sobre las exportaciones.

El final de la inflación requería la puesta en marcha de una política firme de


contención monetaria. Se proyectó una reducción del empleo estatal y se anunció
la elevación de algunos impuestos y un mayor control tributario. La orientación
ortodoxa del plan colmó la paciencia de los sindicatos. La resistencia laboral se
comprende al observar el comportamiento de los salarios reales. Con el correr de
los meses, las críticas al programa económico se extendieron a quienes en un
principio habían elogiado el plan. El deterioro del salario real debilitó el consumo
como fuente de demanda e hizo que la inflación creciera. Las dificultades para
contener la emisión monetaria tenían su raíz en una serie de mecanismos
interconectados que atentaban contra el equilibrio fiscal. La situación del gobierno
era poco menos que desesperante. Al comentado descalabro económico deben
agregarse los insistentes rumores de golpe de estado. Desde el gobierno se
buscaba una salida que contuviera al mismo tiempo las urgencias económicas y
las presiones políticas. Con esa intención Álvaro Alsogaray fue designado ministro
de Economía y Trabajo. La tensión política cedió y hubo una pausa en el clima de
incertidumbre económica.

El invierno pasó

El dólar retrocedió gracias a una mayor confianza y crecientes influjos de capital.


La inflación descendió al compás del tipo de cambio. La recuperación tributaria se
veía favorecida por la reversión de la erosión inflacionaria. El auge consumidor en
tiempos de mayor estabilidad de precios resultaba en la elevación del salario real,
que era una consecuencia directa de las reducciones de la inflación. El proceso se
revierte cuando la inflación aumentaba. Con Frondizi, la inversión fue el factor
dinamizador. El boom inversor daba un importante respaldo a la estrategia
económica oficial. La entrada de capitales extranjeros permitió alejar por un tiempo
el fantasma de la crisis de la balanza de pagos. En 1960, la recuperación de la
actividad económica comenzó a transmitirse hacia los salarios industriales. Lo
único que ensombrecía el panorama era la decepcionante performance en materia
de creación de empleos.

Luces y sombras de la nueva industria

El desarrollo industrial argentino pronto asumió la dirección esperada por el


gobierno de Frondizi. En el área energética, lo más destacado fue el incremento
repentino de la producción petrolera. La siderurgia, gracias a la puesta en marcha
de SOMISA, también creció. En ninguna actividad hubo un crecimiento tan
vertiginoso y tan desordenado como en la automotriz. La fabricación de
automóviles fue un imán para inversión extranjera.

La tibieza exportadora de la industria ponía en riesgo todo el programa, ya que no


ayudaba a obtener divisas. Una estrategia eficaz de sustitución de importaciones
sería aquella que resultara en una demanda menor de los insumos importados. No
pasó tal cosa en los años de Frondizi. A eso se le sumaba que, cuando el capital
que se invertía era propiedad de extranjeros había que esperarse un flujo de
utilidades hacia el exterior durante varios años. Había que contar con los intereses
y la amortización de las deudas contraídas.

Un diagnóstico para el sector rural

Las actividades agropecuarias no eran vistas por el desarrollismo como candidatas


para liderar el crecimiento sostenido que aguardaba a la Argentina. Ya hacía
tiempo que las actividades primarias habían abandonado la posición privilegiada.
La mecanización y el auge de las inversiones en el sector rural deben anotarse
como las mejores noticias para el agro argentino en tiempos del desarrollismo. El
plan del gobierno dependía de la capacidad del sector agropecuario para aumentar
sus exportaciones y generar divisas. La política agropecuaria de corto plazo estuvo
dominada por el manejo cambiario y las retenciones a las exportaciones. Si la
clave para el aumento del producto del agro era la mecanización, con una mejora
circunstancial de los precios no podía conseguirse demasiado. La tendencia
ascendente del precio relativo de la producción agropecuaria se quebró en 1960.
La incapacidad para aumentar el producto rural impidió que las ventas externas
argentinas aumentaran

Racionalizado el estado

Se creó un Comité Ejecutivo para la Racionalización, encargado de reducir el


empleo público redundante. Con Frondizi también se iniciaron tímidamente los
intentos por reducir el estado empresario. Las restrictivas políticas presupuestarias
mejoraron la situación fiscal. La moderación con que se manejaron las finanzas
tuvo responsabilidad en la reducción del déficit.

Fin de un programa, fin de un gobierno

En 1961 Alsogaray fue reemplazado por Alemann en el Ministerio de Economía.


Quizás fuera la percepción optimista de la situación lo que convenció a Frondizi de
que la designación de un nuevo ministro no sería una operación traumática. Sin
embargo, los problemas que debió afrentar Alemann fueron in crescendo. Es cierto
que la actividad económica siguió en ascenso, pero la expansión no vino sola.
Hubo margen para que los sindicatos elevaran sus pretensiones. Los empresarios
aumentaban sus precios como respuesta a los mayores salarios que tenían que
pagar, haciendo resurgir la inflación. La demanda agregada perdió vigor y muchas
empresas se encontraron con dificultades de ventas. Las cosas empeoraron luego
de la renuncia de Alemann. Frondizi insistía con medidas drásticas de recorte del
empleo público, pero ya era tarde. La derrota electoral fue el golpe de gracia para
Frondizi y su plan.

El agitado interregno del partido militar

Nunca fue tan poco claro dónde estaba el poder como en el año largo
comprendido entre el golpe a Frondizi y la elección de Illia en 1963.

Una tarea imposible: la política económica en tiempos de Guido

Todo era crítico, todo era urgente. Pinedo fue elegido ministro de Economía. La
intervención de Pinedo consistió mas que nada en la liberación del tipo de cambio,
que llevó a la depreciación de la moneda. Pinedo renunció. La inflación se
mantuvo bastante alta luego de la devaluación. La recesión ya se había
vislumbrado y la desocupación se mantuvo por tres décadas. Muchas empresas
con problemas de liquidez optaron por reducir la producción y vender sus
inventarios. La recesión coincidió casi exactamente con el mandato de Guido. Es
difícil encontrar un presidente que haya asumido en un contexto peor.

Una tortuga entre muchos Aquiles

El desarrollismo intentó una respuesta creativa a los dilemas que enfrentaba una
economía semiindustrializada y orientada hacia el mercado interno. El plan de
Frondizi fue un intento consciente y calculado por torcer el rumbo hacia un modelo
de crecimiento que fuera compatible con el equilibrio externo. Ni los errores del
diseño del programa desarrollista, ni los diversos obstáculos que tuvo que
enfrentar, le impidieron contribuir a esa primavera económica que fue la década
del 60.

Sidicaro: los tres peronismos:


Según este autor hay tres peronismos 1) 1946-1955; 2) 1973-1976; 3) 1989-
1999.
Propone analizar la relación que existió en estos tres momentos entre las
corporaciones empresarias (sociedad rural; unión industrial; bolsa de
comercio) y el gobierno peronista.
El 6 de septiembre de 1930 asume en un gobierno de facto el general
uriburu. En abril de 1931 llama a elecciones y luego las anula porque había
ganado el radicalismo. Se llama nuevamente a elecciones y no dejan
presentarse a alvear porque no habían pasado 6 años de su mandato, con esto
el radicalismo vuelve a la abstención. Finalmente la concordancia gana las
elecciones (conservador, ucra, partido socialista independiente)
Asume justo; este debe tomar medidas para salir de la crisis, nombra en el
ministerio de hacienda a Federico pinedo que propone un plan: el
intervencionismo estatal. Esto no al estilo anterior sino con beneficios a la
burguesía sobre todo a los invernadotes y a algunos grupos ligados a la
industria. Se firma el pacto roca-runciman como un acuerdo bilateral con g.
bretaña. Se crea el banco central de la republica argentina en el que su
directorio estaba compuesto por mitad de extranjeros. Se regulariza la
emisión monetaria. Se crea el instituto movilizador de instituciones
bancarias. Se crean entes reguladores (juntas). Toma medidas
proteccionistas, sube los aranceles aduaneros a los productos importados, lo
hace porque cayeron las importaciones y para mantener la balanza
equilibrada era necesario bajar las importaciones. El precio de los productos
importados debía ser más caro para que se consuman más productos
nacionales.
Predominaba el modelo ISI (industrialización por sustitución de
importaciones), se desarrolla una industria liviana (metalúrgica, alimenticia,
textil). Mucha gente que trabajaba en el campo se vio afectada por la crisis
por lo que aumentan las migraciones internas, con esto aparecen las primeras
villas.
A partir de 1935 se sale de la recesion. Pero, hay acumulación pero no
consumo, no hay distribución. Se reprimía al movimiento obrero, a la CGT.
Época caracterizada como década infame por la corrupción.
En 1938 nuevamente en las elecciones y mediante fraude gana la
concordancia. Asume Ortiz (ucra) a pesar de haber asumido por fraude
quería terminar con el. Interviene en la provincia de Bs. as para impedirlo,
esto genera conflictos con su vice (castillo) su lucha de todas formas duro
poco ya que su diabetes se agravo, perdió la vista y debió renunciar. Con su
renuncia el poder quedaba en manos de castillo. Durante la presidencia de
castillo se produce un importante avance tecnológico y aparecen también
ideas nacionalistas católicas. En este periodo la iglesia recupera el poder que
había perdido en el siglo 19.
Partidos políticos: son organizaciones patrocinadoras de cargos en el aparato
del estado. Hay dos tipos: aparatos que sirven para ocupar cargos en el
estado (sin programa) y aparatos con ideología (con programa). Ay partidos
que se transmiten por tradición, la transformación es lenta, hay casos de
partidos políticos que modifican sus principios para mantener su apoyo.
Actores socioeconómicos; ejercen una dominación social en el capitalismo,
los intereses de clases sociales quieren imponerse, con sus deseos en las
relaciones de clase. Los sindicatos nunca llegan atener el poder para
contraponer a los grupos socioeconómicos preponderantes (manejan el
estado y la política) tienen injerencia, conflicto debido a que la clase
dominante esta fragmentada ya sea por ideologías o por intereses.
Todas se representan en corporaciones (las mas importantes sociedad rural,
bolsa de comercio, unión industrial argentina) se convierten en
preponderantes cuando pueden ejercer su presión en el mundo económico
y/o cuando pueden presionar las desiciones del estado.
A partir del 30 se produce un cambio entre el estado y los actores
económicos. La crisis del 30 es la crisis del liberalismo en el plano
internacional, en la argentina es la crisis del modelo primario agro
exportador. A partir de esto se propone la intervención del estado. En la
concordancia los conservadores ponen los cargos, los antipersonalistas un
toque de legitimidad y el partido socialista sus profesionales. Los
nacionalistas estaban divididos algunos apoyaban este gobierno pero otros lo
denunciaban.
La intervención del estado si bien se hace presente en el 30 tiene
antecedentes.
Tiene la característica de beneficiar a la burguesía, a los grandes sectores
económicos. Sobre todo a la burguesía agraria para que esta no se siga
afectando.
Los actores corporativos ocupan cargos en el gobierno.
Estos grupos se opusieron a lo que quería hacer uriburu, en el gobierno de
justo mantienen la fachada de lo que es una democracia pero en realidad no
era d esta manera.
En 1940 ya iniciada la guerra mundial y con el miedo de lo que podía causar
esta, pinedo propone su segundo plan. La propuesta era aplicar retenciones
móviles a las exportaciones.
La uia y la bolsa de comercio aceptaron la propuesta pero no así la sociedad
rural.
Cuando castillo es presidente se acentúa más y se plantea una ruptura en la
concordancia.
Los representantes de los empresarios fueron reemplazados, estos reclaman
un achicamiento del estado, del gasto publico.
Las relaciones entre los grupos a través de la intervención se rompe a partir
del año 1940.

Daniel james: resistencia e integración:


El movimiento laboral antes del golpe de 1943 estaba dividido y era débil.
Había cuatro centrales gremiales la fora, usa, y la CGT.
Perón desde su posición como secretario de trabajo y después vicepresidente del
gobierno militar instaurado en 1943 se ocupo de las preocupaciones
fundamentales de la emergente fuerza laboral industrial. Su política social, y
laboral creo simpatía tanto entre los trabajadores agremiados como en los no
agremiados.
Los convenios firmados en toda la argentina en el periodo 1946-48 regulaban las
escalas de salarios y las especificaciones laborales e incluían un conjunto de
disposiciones sociales que contemplaban la licencia por enfermedad, la licencia
por maternidad y las vacaciones pagas.
Los empleadores estaban obligados por ley a negociar con los sindicatos. En esta
época crece la participación de los sindicatos; aumentan notablemente sus
afiliados.
A medida que se perfilo más claramente el estado justicialista, con sus
pretensiones corporativistas de organizar y dirigir grandes esferas de la vida
social, política y económica, se torno evidente el papel oficialmente asignado a
los sindicatos: incorporar a la clase trabajadora al estado.
El partido comunista intento asumir una posición más flexible que la de sus
aliados de otra hora; sin embargo no pudo reponerse del error cometido en las
elecciones de 1946: apoyar a la unión democrática, coalición antiperonista.
El apoyo de la clase trabajadora a perón ha sido visto como el lógico compromiso
de los obreros con un proyecto reformista dirigido por el estado que les prometía
ventajas materiales concretas.
Los trabajadores como ciudadanos en la retórica política
peronista:

El atractivo político fundamental del peronismo reside en su capacidad para


redefinir la noción de ciudadanía dentro de un contexto más amplio,
esencialmente social. La cuestión de la ciudadanía en si misma y la del acceso a
la plenitud de los derechos políticos, fue un aspecto poderoso del discurso
peronista, donde formo parte de un lenguaje de protesta, de gran resonancia
popular frente a la exclusión política.
El peronismo pudo reunir capital político denunciando la hipocresía de un
sistema democrático formal que tenia escaso contenido democrático real.
Su éxito con los trabajadores se explico por su capacidad para refundir el
problema total de la ciudadanía en un molde nuevo, de carácter social.
En los términos de su retórica, luchar por derechos en el orden de la política
implicaba inevitablemente cambio social.
La refundición por perón del tema de la ciudadanía involucraba una visión
distinta y nueva del papel de la clase trabajadora en la sociedad.
El estado era, entonces, un espacio donde las clases podían actuar política y
socialmente unos junto con os otros para establecer derechos y exigencias de
orden corporativo.
Sin duda alguna, la retórica peronista contenía fuertes elementos del caudillismo
personalista asociados a la figura de perón y de evita.
El éxito de la identificación de perón mismo con la creación de una argentina
industrial, no residía en los términos programáticos. Dados el evidente interés de
una fuerza de trabajo industrial emergente por la cuestión de la industrialización.
La verdadera cuestión en juego e la década 1940-50 no era tanto la
industrialización versus desarrollo agrario. Más bien se trataba del problema de
los distintos significados potenciales de la industrialización, es decir en los
parámetros sociales y políticos con arreglo a los cuales ese proceso debía
operarse.
Una visión digna de crédito: carácter concreto y creíble del discurso político de
perón:
El vocabulario del peronismo era visionario y creíble. La credibilidad arraigaba
en parte en la índole inmediata y concreta de esa retórica.
La credibilidad política que el peronismo ofrecía a los trabajadores se debía no
solo a lo concreto de su retórica sino también a su inmediatez.
La doctrina peronista tomaba la conciencia, los hábitos, los estilos de vida y los
valores de la clase trabajadora tales como los encontraba y afirmaba su
suficiencia y su validez.
La glorificación de estilos de vida y hábitos populares involucro un estilo y un
idioma políticos bien a tono con las posibilidades populares.
No hay duda alguna de que esa capacidad para reconocer reflejar y promover un
estilo y un idioma políticos y populares basados en el realismo plebeyo
contrastaba nítidamente con el llamamiento lanzado por los partidos políticos
que tradicionalmente representaban a la clase obrera.
Este realismo suponía una visión política limitada lograba esas resonancias – un
anhelo de igualdad social- resultaran mas creíbles para una clase trabajadora
imbuida, por su experiencia de la década infame, de cierto cinismo frente a las
promesas políticas y las consignas abstractas.
Significado de la década infame: respuestas de la clase obrera: el peronismo
significo una presencia social y política mucho mayor de la clase trabajadora. El
impacto de este hecho puede ser medido en términos institucionales, relación
estado-sindicatos, la masiva ampliación del gremialismo y el número de adeptos.
Sin embargo existieron otros factores mucho menos tangibles: respeto propio,
orgullo y la dignidad.
La cultura popular de la era peronista fue dominada por una dicotonomia
temporal que contrastaba el presente peronista con el pasado reciente.
En la etapa preperonista el trato a los trabajadores, sus condiciones de trabajo,
no eran favorables. Esto empieza a reflejarse en formas culturales populares: el
tango.
También se organizaban campañas contra el alcohol y el tabaco. Se realizaban
picnics, se dictaban conferencias seguidas de debate y se inculcaba el espíritu de
ayuda mutua.
Algo de sentimiento de impotencia y resignación caracterizo la respuesta de
muchos trabajadores a la experiencia del periodo previo a 1943 puede alardeen
el testimonio personal de los no militantes.
Experiencia privada y discurso público: el poder del peronismo radico en su
capacidad por dar expresión pública a lo que hasta entonces solo había sido
vivido como una experiencia privada.
El poder social herético que el peronismo expresaba se reflejo en su empleo del
lenguaje. Términos que traducían las nociones de justicia, equidad, decencia,
habían de ocupar ahora posiciones centrales en el nuevo lenguaje del poder. Más
significativo aun es el hecho de encontrar términos que eran de uso corriente,
antes de 1943, para mencionar en forma despectiva a la clase trabajadora,
transformados e invertidos ahora en forma similar.
Algo de ese significado social herético se torno patente en la movilización del 17
de octubre ya que demostró la capacidad de los trabajadores para actuar en
defensa de sus intereses.
Gran parte de ese espíritu de irreverencia y blasfemia de esa redistribución del
espacio publico, característicos del 17 de octubre y la campaña electoral
siguiente, parecerían constituir una suerte de anfiteatro basado en el ridículo y el
insulto contra la autoridad simbólica y las pretensiones de la elite argentina.
Los límites de la herejía: ambivalencia del legado social peronista: una vez en
el poder, el peronismo no contemplo la ebullición y la espontaneidad mostrada
por la clase trabajadora desde octubre de 1945 hasta febrero de 1946 con mirada
tan favorable como la que tuvo en este lapso de lucha.
La ideología peronista subrayaba que los intereses de la nación y su desarrollo
económico debían identificarse con los de los trabajadores y sus sindicatos.
Con el peronismo había una sensación de haber recobrado la dignidad y el
respeto propio, además lego a la clase trabajadora un sentimiento muy profundo
de solidez e importancia potencial nacional. Marco una coyuntura decisiva en la
aparición y formación de la moderna clase trabajadora argentina.
El legado que dejo este periodo no podía ser fácil de hacer a un lado una vez
derrocado perón.
El peronismo aspiraba a lograr una alternativa hegemónica viable para el
capitalismo argentino, queria promover un desarrollo económico basado en la
integración social y política de la clase trabajadora.

Torre: introducción a los años peronistas:


Políticas con el partido laborista: disuelve dicho partido y crea, en su lugar, al
partido justicialista.
Se rompe la relación entre los viejos sindicalistas y perón. El partido justicialista
tiene una organización verticalista (decidia los candidatos que debían
presentarse, decidia las políticas a seguir). Su organización tenía como base las
unidades basicas. Había un fuerte personalismo.
Políticas con los sindicatos y la CGT: se integran al estado, tanto que hasta los
sindicales forman parte de las listas de diputados. (1/3 de la lista era ocupada por
ellos).
Políticas con las fuerzas armadas: se toman medidas en beneficio. Tenían gran
participación en el gobierno. Algunos militares ocupan cargos electivos y no
electivos (designados por perón) tienen beneficios sociales, aumento de
presupuesto, de salarios, etc. Los militares coincidían en la ideología
anticomunista, nacionalista e industrialista de perón.
Políticas con la iglesia: la iglesia consideraba que perón representaba la doctrina
social de la iglesia. Perón garantiza la continuidad de la educación religiosa. Les
entrega el ministerio de educación a representantes de la iglesia.
La iglesia durante la primera presidencia de perón tiene gran participación en
todo lo que sea ceremonial político. Perón también aumenta el presupuesto a la
iglesia.
Perón se propuso llevar a cabo un control burocrático a testimoniadaeronista
con el pasado: con el poder judicial: saca a jueces que no simpatizaban con el
gobierno. Lo hace por medio de juicios políticos. Destituye la corte suprema y
nombra otra; una corte suprema fiel al nuevo gobierno.
Con la universidad: con perón es el fin de la reforma, la universidad aparece
vinculada al poder político por lo que las autoridades son propuestas por perón.
También se saca a profesores por no coincidir en la ideología del gobierno, y se
declaran ilegales las organizaciones estudiantiles.
Se crea la universidad obrera con el objetivo de formar ingenieros de fábrica,
cosa que ayudaría a concretar el proyecto industrialista de perón, además era una
salida para los que asistían a colegios industriales. Además en esta época debido
a que los salarios de los obreros son mas altos, aumenta la matricula ya que sus
hijos empiezan a asistir a la universidad.
Políticas con los medios masivos de comunicación: perón tenía el control de
todos los medios de comunicación, compra y estatiza radios, con esto, la
oposición no tenía acceso a la radio. Cuando se crea la televisión la oposición
tampoco tiene acceso ya que también era estatal. Se ejerce ese poder también
con los diarios.
Políticas con la oposición: como ya vimos no podían acceder a los medios
masivos de comunicación. Sus actos son prohibidos, sus dirigentes arrestados, el
único lugar en el que podían expresarse era el congreso. El gobierno para
controlar esto creaba circunscripciones con el objetivo de neutralizar los votos.
El gobierno quería el control total del parlamento.

*(Ley de residencia en 1902 y ley de defensa social en 1910 que preemitían a la


policía deportar o detener a los sospechosos de afiliación anarquista) el conflicto
llego a su fin cuando los anarquistas amenazaron con sabotear los festejos del
centenario).

**Se puede decir que inicialmente hubo tres presidencias históricas desde el
punto organizativo del país:
Bartolomé Mitre: (1862-1868)
Domingo F. Sarmiento (1868-1874)
Nicolás Avellaneda (1874-1880)
· En el plazo de estos 18 años se logra la unidad política buscada y se crean
las instituciones que darían consolidación al estado.
· Se inicia una etapa de modernización tecnológica para permitir el ingreso
de capitales (británicos) y también poder entrar a competir con los
mercados internacionales.
· Se amplían las fronteras al luchar contra los indios.
· Se fomenta la inmigración en algunos lugares del litoral, ley Avellaneda.
· Comienza una etapa de crecimiento en la economía porque se aumentaron
los volúmenes de mercadería y productos exportados.
· Se organiza en ejército y se distribuyen 6000 soldados por todo el país.
· Se organiza la administración nacional y se crean instrumentos nacionales
tales como correos, telégrafos, ferrocarril, escuelas, oficinas administrativas para
el cobro de impuestos.
· Se toman empleados locales, pero dependientes del estado, es decir los
empleados públicos.
· Se organiza el pode judicial dando un marco de seguridad a los habitantes,
se adoptó el código civil de Velez Sarfield y Acevedo.
· Se unificó la moneda.
· Se realizaron obras públicas como la extensión de caminos, vías férreas,
puentes y puertos.
· Se apoyaron desde el estado las economía regionales, otorgando créditos
blandos, financiando materia prima, también se impulsó el comercio. Algunas
veces se aseguraron los negocios con garantías y privilegios, como la exención
de impuestos.
· Se adoptó un sistema unificado de medición, el sistema métrico decimal,
de esta manera se normalizaron los procesos técnicos.
· Se crearon numerosas escuelas de distintos niveles educativos.

Torre 1º y 2º presidencia de perón: la primera presidencia de perón se da junto


con la guerra fría es estados unidos. Perón, con esto empezó a delinear la tercera
posición (ni con el capitalismo de EE UU ni con el comunismo de la unión
soviética)
Perón deja en claro que en caso de guerra se va a definir por EE UU pero dicho
país a pesar de esto sigue viendo mal la tercera posición de perón y adopta, a
partir de esto, una política opositora. En EE UU perón es visto como un nazi
fascista y el imaginario social de EE UU consideraba a argentina como el
paraíso de los nazis.
Economía: el agente movilizador de la economía peronista es el estado. En dicho
gobierno aumenta el gasto público. Aumenta el gasto público.
Se crea aguas argentinas, se estatiza la línea de teléfonos, el ferrocarril.
Este modelo económico se daba en todos los países capitalistas, junto con esto
una redistribución del ingreso.
El 49 % del PBI era repartido a obreros, es decir, de la riqueza del país el 49 %
era para un 70 % de la población. Fue lo más equitativo en la historia argentina.
El estado intenta desarrollar la industria liviana, se desarrolla con la política
distributiva, con aumentos de salarios los obreros gastan mas, eso reactiva la
economía.
Esto es un correlato en la argentina de las políticas keynesianas:
intervencionismo puro.
El apoyo político condicionaba las decisiones de perón. Militares: querían
industrias pesadas, pero perón apostaba a la liviana ya que la liviana permitía el
beneficio a los obreros.
La política económica comienza antes de su gobierno, en la presidencia de
Farell. En dicho gobierno se nacionaliza el banco central, se crea el banco
industrial, se crea el instituto argentino para la promoción y el intercambio con
la función de monopolizar las exportaciones. Primero se vendía al iapi y después
al exterior. En la segunda presidencia el iapi beneficio a los rurales. Auge de la
inversión privada.
Esta política económica fue posible porque cuando llego perón al gobierno el
banco central tenía mucho oro proveniente de reservas acumuladas en la
segunda guerra mundial. En el gobierno de perón se construyen escuelas,
hospitales, se crean planes de vivienda, que también es posible por la regulación
del precio de las materias primas que después de la guerra se pusieron impuestos
a los sectores mas altos.
1947: primer plan quinquenal: economía planificada (keynesiana) tiene éxito los
primeros años(planteaba la necesidad de prever y codificar en un solo cuerpo el
conjunto de medidas que afectaban la exportacion y la importacion,
reglamentando la tipificación, el envase y la certificación de la calidad de los
productos exportables y estableciendo un régimen aduanero ajustado a las
realidades de ese momento=)
Corporaciones: sociedad rural: las críticas no fueron fuertes, se adecuo por
miedo a una reforma agraria (repartir tierras improductivas o cobrar impuestos a
la renta potencial de la tierra, de lo que la tierra es capaz de producir pero no lo
hace)
Unión industrial argentina: se manifiestan en contra de la política obrera de
perón, este interviene la uia. Dicha corporación se divide: los grandes
empresarios se oponen los pequeños y medianos no.
Sindicatos: en el gobierno peronista se produce una masiva sindicalización. Los
sindicatos son el pilar de apoyo a perón, cada vez que había huelgas contra
actores privados conseguían la intervención del estado a favor de los obreros.
Estado benefactor: congela alquileres, establece salarios mínimos, control de
precios, jubilaciones, turismo social, construcción de escuelas, plan nacional de
salud en hospitales públicos.
Se crea la fundación Eva perón que tiene éxito social ya que no pertenecía al
estado. Solo tomaba dinero y realizaba obras (colonias, hospitales, distribución
de maquinas de cocer, de juguetes. El dinero lo obtenía de aportes de la lotería
nacional, del descuento obligatorio a los trabajadores y de donaciones que se les
pedían a la clase media.
La clase media no entiende porque los obreros apoyan a perón. Esto era porque
los obreros se sintieron reconocidos con perón, para ellos era una dignificación y
no les importaba el autoritarismo ya que otras medidas los beneficiaban. Y
aunque a los obreros no les importaba, dicho autoritarismo, provoca una división
entre peronistas y antiperonistas.
1947: voto femenino.
1949: reforma constitucional, regida por el parlamento no es poder
constituyente, el poder legislativo, con las 2/3 partes de sus miembros declara la
necesidad de reformas ya que no podía cambiar la constitución. Pero para
reformarlo hay que convocar a una convención constituyente.
Como el peronismo tiene mayoría en el senado y en la legislatura se convoca, se
establecen:
1) todos los derechos sociales y del trabajador: a la vejez, a la niñez, de
familia, propiedad privada, bien social.
2) Propiedad del subsuelo pertenece al estado, petróleo, carbón, marca
tendencia respecto de la intervención de la economía del estado.
3) Reelección presidencial.
Segunda presidencia: perón gana ampliamente en todos los sectores.
Al poco tiempo de asumir perón, muere evita.
En la segunda presidencia disminuyen las exportaciones, EE UU toma medidas
proteccionistas, estaba ligado a Europa por plan Marshall, hubo dos años de
sequía en la argentina. Esta crisis marco que la economía argentina dependa de
las exportaciones, y no hay divisas por lo que la industria no puede comprar
tecnología ni petróleo.
Segundo plan quinquenal: “muchachos ahora a trabajar” apoyar al campo y
recuperar la actividad agraria, impulsar la industria pesada, para ello perón lanza
la ley de inversiones extranjeras, propone acuerdo con la estándar oil, para
permitirle explotación del petróleo, con esto empieza a tener criticas de sus
propios dirigentes, la oposición radical le dice (Frondizi) que esta vendiendo el
país, que traiciona la patria.
En el 1954 se empieza a salir de la crisis
En la segunda presidencia hay conflictos por el autoritarismo de perón:
Iglesia: se distancia del gobierno ya que con la política autoritaria de perón se
quería también “peronizar” la educación. Se desplaza a miembros del ministerio,
la educación católica es dejada de lado. Además el monopolio de la caridad ya
no era de la iglesia sino del estado y de la fundación Eva perón. La iglesia no ve
bien la santificación de evita, las monjas que antes eran enfermeras fueron
reemplazadas ya que evita creo la escuela de enfermería. La iglesia ve mal la
formación de la UES, desde los pulpitos critican a perón.
La gota que rebalsa el vaso es que la iglesia en concordancia con el papa apoyan
el partido demócrata cristiano perón responde a esto con la ley de divorcio, saca
la religión de las escuelas, legaliza la prostitucion.
Los radicales, los socialistas que eran anti iglesia se alían a ellos. El gobierno
prohíbe la procesión de corpus cristis.
Militares: sector antiperonista que había hecho atentado, ahora también se
revelan militares peronistas por la influencia de la iglesia. Levantamiento de la
marina para
Bombardear la cas de gobierno para matar a perón. La inscripción de los aviones
era viva cristo rey.
El ambiente quedo denso y perón amenaza con renunciar. Le permite a la
oposición el acceso a la radio.
La CGT le pide armas a perón pero este no se las da.
En septiembre de 1945 hay un levantamiento del ejército con lonardi que
amenaza con bombardear desde los barrios las destilerías de la plata.
Perón con esto renuncia y pide asilo en paraguay.

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