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LA ESCUELA DEL SILENCIO”

 “No se puede enviar a las niñas a estudiar a otros lugares porque


vienen con 2 o 3 hijos en cambio con los hombres no sucede esto.”
Este es el pensamiento de uno de los padres de familia en Ayacucho esto
demuestra que los padres andinos no confían en las mujeres, es por ello
que no las mandan a estudiar a la ciudad. Este estereotipo machista
perjudica la igualdad de género en la educación.

 “Las niñas tienen vergüenza de ir a estudiar porque ya tienen su


bebé”. Las niñas en Ucayali a temprana edad salen embarazadas y
dejan de asistir a su escuela.

 “Porque son niñas mujeres, no necesitan estudiar. Y a la edad de


13 o 14 años la entrega al hombre para que sea su marido”. En las
familias de las comunidades Shipibas se cree que las niñas no necesitan
estudiar y que su rol principal son las labores domésticas, piensan que
las niñas van a fracasar en los estudios por eso las sacan y le dan
preferencia a los varones.

 En la escuela secundaria de la serranía la distribución y uso de los


espacios son de la siguiente manera: “Los niños ocupan el centro del
salón de clases y las niñas permanecen relegadas a la periferia
muchas veces pasan desapercibidas ocultas tras sus vestidos
evitando participar durante las clases”. Se evidencian gran
desigualdad de género en las propias escuelas.

 “Los niños toman la mayoría del espacio del patio las niñas se
mantienen al margen y miran jugar a los niños y andan agrupadas”.
En Ayacucho en el recreo se puede evidenciar que también existen
diferencias cuando se tratan de actividades de esparcimiento.

 En cambio en Ucayali. “Las niñas juegan pero a un rincón del patio y


son los niños quienes abarcan la mayor parte del espacio libre del
recreo”, desarrollando actividades deportivas de desplazamiento y
fortaleza física, además de las capacidades de riesgo, iniciativa y
competitividad. Se deja en evidencia el estereotipo que las niñas son
más débiles que los niños.
 En Lima algunos “niños y niñas ejercen roles de padre y madre,
asumen responsabilidades adultas y estudian en la escuela al
mismo tiempo”. Este es el caso de:
Laura (16 años): Cuida a sus hermanos y trabaja en abarrotes.
Ana (12 años): También cuida y alimenta a sus hermanos.
Antonio (15 años): rol de jefe de familia.
Estos niños en lugar de estudiar adecuadamente tienen a su corta edad
cargas domesticas en su familia.

 Rosa es miembro de una comunidad shipiba, ella hace el almuerzo y


luego va ayudar a su abuela en la venta de las artesanías. “Para la
familia de Rosa el trabajo es más importante que el estudio”. Este
pensamiento de su propia familia provoca un gran atraso en su educación
y desarrollo.

 Cuando un niño no termina la secundaria en la edad oportuna es mucho


más difícil que continúe los estudios superiores.

 En Ayacucho los padres prefieren mandar a las niñas a las chacras antes
que a la escuela.

 “Marleni y Yoryini: Reparten el desayuno (Organización de labores


domésticas)”
“Juan: se ocupa de la lectura (Labores intelectuales son ejercidas
por hombres)”

Las desigualdades de género se reproducen en la cultura escolar, en la


vivencia cotidiana de niños y niñas y en la repartición de tareas. Este caso
se da en Ayacucho.

Propuesta de Solución:

En el caso de la Profesora Judith Zumaeta ha empezado crear


mecanismo de solución, para minorar la brecha de desigualdad de
género. Ella empezó a trabajar con sus alumnos, rompiendo los
estereotipos.

Un ejemplo es que ella manda a sus alumnos varones a barrer el piso


enseñando así que la labor domestica no es exclusiva de las mujeres.
Este mecanismo va rectificando la forma de pensar de los varones y
mujeres, creando un ambiente escolar más igualitario.

Conclusión:
Las niñas de estas localidades añoran un cambio en sus vidas:
María, Rosa, Milagros, Ana y Laura exigen un cambio educativo que
las haga fuertes que les brinde un espacio real dentro de sus propias
comunidades. Que desarrolle su autonomía y les ofrezca
oportunidades reales para ejercerla y así tengan derecho a decidir su
futuro.

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