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1-¿De cuándo data la costumbre de enterrarse en las iglesias?

La costumbre de enterrarse en las iglesias data en España de la constitución de los antiguos reinos cristianos.

2-¿Qué significa la frase latina “in urbe ne sepelito”?

Según las leyes romanas estaba prohibido enterrarse en el interior de las ciudades por lo que significa que en la
ciudad no se entierra.

3-¿Qué parroquias contaban con cementerio en Ávila?

En Ávila tenían cementerio las parroquias extramuros (San Vicente, San Andrés, San Pedro, Santa María la Antigua,
San Nicolás, San Segundo, Santa María de la Cabeza,… ), la de Santo Domingo, en el interior de la muralla.

Basílica de San Vicente Iglesia de San Andrés

Iglesia de San Pedro Iglesia de Santa María la Antigua


Iglesia de San Nicolás Ermita de San Segundo

Iglesia de Santa María de la Cabeza Iglesia de Santo Domingo

4¿Qué abarca la dotación de un sepulcro?

La dotación era un requisito indispensable que se acordaba entre el interesado o los familiares, en su caso y la iglesia
o monasterio de que se tratase. Estas dotaciones abarcan, no solo la adquisición del lugar y su conservación, sino
también las honras fúnebres, cabo de años, aniversarios, etc… , por cuyo motivo variaban mucho según el deseo de
los interesados, (algunos se enterraban en el sitio justo y se les decía solamente el funeral y cabo año, otros
requerían una capilla familiar, funerales solemnes con responso, cántico y procesión, aniversarios o misa diaria
perpetuamente).
5-¿Dónde tenían la capilla funeraria familiar los Bracamonte, Núñez Vela, Serrano y Guillamas?

Los Bracamonte se les enterraba en San Francisco.

Los Núñez Vela en Santo Domingo.

Los Serrano en Santa Catalina.


Los Guillamas en El Carmen.

6-¿De qué se hacían cargo las familias con capilla funeraria?

Las familias con capilla solían hacerse cargo de su decoración, pinturas, retablos, y todo lo que se relacionaba con las
ceremonias litúrgicas, ornamentos y vasos sagrados.

7-¿Qué es una capellanía?

Fundación establecida por una persona que adscribe algunos de sus bienes al pago de una pensión a un clérigo para
que celebre misas u otros cultos en una capilla determinada.

La capellanía o beneficio eclesiástico es una "institución hecha con autoridad de Juez Ordinario y fundación de rentas
competente con obligación de Misas y algunas con asistencia a la Horas Canónicas. Las hay colativas, perpetuas y
otras ad nutum amovibles."

8-¿Qué es una laude?

Lápida o piedra que se pone en la sepultura, por lo común con inscripción o escudo de armas.

9-¿Qué es un lucillo?

Urna de piedra destinada a sepultar en ella a personas de distinción.

10-¿Qué es un sepulcro de bulto? ¿Qué dos tipos presenta?

Un sepulcro de bulto es una obra, generalmente de piedra, muy ornamentada y decorada, que se construye
levantada del suelo, destinada a dar en ella sepultura al cadáver de una o varias personas.

Los sepulcros de bulto podemos dividirlos en yacentes y los orantes. Los yacentes por lo general son figuras echadas
sobre una cama o lucillo, con las manos cruzadas o unidas en oración y los ojos cerrados, como el que duerme
tranquilamente esperando la resurrección; en otros lugares aparecen con los ojos abiertos, negando a la muerte, con
un sentido cristiano de vida eterna. La gran mayoría de los sepulcros abulenses son del tipo yacente.

Los orantes se arrodillaban al lado del altar con la mirada en el Sagrario y las manos unidas.
11-¿Qué es el “Ars Moriendi”? ¿Qué relación tiene con una calle de la ciudad?

Ars moriendi significa: el arte de morir.

Con este espíritu se hizo en 1508 se hizo la coronación del claustro de la catedral abulense sobre la calle denominada
de “la Muerte y la Vida”, dónde Vasco de la Zarza representó un esqueleto de medio cuerpo que acoge en sus brazos
un despreocupado niño, bajo el medallón de una joven de aire ausente. Diversos monstruos rodean al grupo,
basándose en alguna versión del “Ars moriendi” donde las tentaciones acechaban en forma de monstruos.

12-¿Qué tipo de sepulcro triunfa en el Renacimiento?

El Renacimiento desarrolló en Italia un tipo de sepulcro que era más que el lugar de espera para la vida eterna, un
monumento al difunto, una exaltación a su personalidad, homenaje al hombre como tal, muy característico del
espíritu renacentista. Según esta concepción, el difunto era representado en un momento de su hacer cotidiano, lo
que le había dado fama, rodeándolo de signos y alegorías. En el trascoro de la Catedral abulense dónde el sepulcro
del Tostado su titular se encuentra sentado en un solio dedicado a la tarea diaria de escribir.
13-¿Hasta cuándo duró la costumbre de enterrar en las iglesias?

La costumbre de enterrar en las iglesias duró hasta el siglo XIX en que José Bonaparte decretó la prohibición
amparado en motivos de salud pública y, al parecer, con toda razón. Son muchas las anécdotas que se cuentan
sucedidas en las iglesias por esta costumbre, como el envenenamiento masivo de personas en una cripta a causa de
los gases emanados.

14-¿A quién reserva las Partidas el privilegio de enterrarse en las iglesias?

En el siglo XIII el hecho de enterrarse en el interior de las iglesias era un derecho reservado a aquellas personas
cercanas al poder político y religiosos. Así se pone de manifiesto en “Las Partidas”:

“Se puede enterrar en las iglesias únicamente a los Reyes y Reinas y a sus hijos; a los Obispos, Priores, Maestros y
Comendadores. Prelados de las órdenes y de las iglesias conventuales; a los Ricos-Hombres; a los Fundadores de
iglesias o monasterios que hubiesen escogido sepultura en ellos; y a los que lo mereciesen por su santidad de vida y
costumbres.”

15-¿Dónde preferían enterrarse los miembros del estamento caballeresco?

El estamento caballeresco eligió como principal destino el Convento de San Francisco para su enterramiento. Sería
también el segundo templo elegido por muchas casas nobles para el enterramiento de sus familias.

16-¿Qué actividades debían realizar los nobles para ganarse la salvación?

Se buscaba realizar en vida aquellas obras que permitieran un acceso más directo y seguro al otro mundo. Para
lograr tal salvación cada cual debía hacer aquello que le exigía su estado. En el caso de los religiosos las oraciones y
en el caso de los caballeros con trabajos y aflicciones contra moros. La muerte en defensa de la religión era
equiparable a un “nuevo mártir de la fe” y por tanto merecedor de ocupar un puesto en el paraíso. Otras vías
utilizadas para la salvación lo constituye el apartado de los patronatos, así como la financiación de conventos e
iglesias.

17-Busca algunos ejemplos de fundaciones de Patronatos:

El obispo Don Sancho Blázquez, fueron varias las empresas artísticas que dirigió en vida, como la terminación del
crucero de la Catedral, pero su obra más ambiciosa la llevó acabo en la fundación del convento de Santa Ana.
También el obispo Diego de las Roelas fundó edificios religiosos como el Convento del Carmen y entre la clase civil
destaca Don Juan Núñez Dávila que fundó el convento de San Millán o la iglesia de las Vacas.

18-¿Qué eran las obras pías? Pon algunos ejemplos:

Normalmente, antes de fallecer una persona si era de altos recursos, establecía un testamento. Este testamento estipula
como se repartirá la herencia del individuo. Una de las cosas que generalmente se encuentra estipulado son las
donaciones a las diversas organizaciones de beneficencia. Las donaciones que se otorgan pueden ser pequeñas o grandes.

La limosna a los pobres u obras de caridad como la liberación de esclavos o el casamiento de huérfanas. Con el trascurso
de tiempo las limosnas dejaron paso a otro tipo de sufragios para la salvación de las almas: las misas y la fundación de
capellanías.
19-¿Hay actualmente sepulcros exentos en la catedral? ¿Fue así siempre? Pon algún ejemplo de sepulcro exento
en otros templos abulenses:

En la actualidad no se encuentran ningún ejemplar de sepulcro exento. Todos los sepulcros de bulto que ocupaban el
interior de las naves, el crucero y la capilla mayor, fueron desmontados y arrimados a las paredes suponiendo una
pérdida irreparable de los relieves que los componían en su totalidad.

Existen ejemplos de sepulcros de bulto exentos en el Real Monasterio de Santo Tomás, el del infante Don Juan, hijo
de los Reyes Católicos y el sepulcro de Juan Dávila y Juana Velázquez de la Torre.

Sepulcro del Infante Don Juan, hijo de los Reyes Católicos Sepulcro de Juan Dávila y Juana Velázquez de la Torre

20-¿Qué dicen las Constituciones sinodales de 1481 en el apartado titulado “De sepulturis”?

“Qué todas las sepulturas sean en tierra llana et eguales del pavimento o suelo. Et qualquier clérigo que notra
manera fiziere el ofiçio del enterramiento… que abriere o fiziere abrir la sepoltura en la eglesia para soterrar y alg…”

21-¿Qué ceremonial compone la llamada liturgia fúnebre?

A pesar de que esta liturgia de la muerte conoce numerosas variantes a lo largo del tiempo y el espacio en la Europa
cristiana medieval, el desarrollo de los funerales de la monarquía y la nobleza posee una serie de pautas comunes
que permiten establecer un modelo, consistente en un velatorio (cuando era posible) en el lugar donde se había
muerto o preparado el cuerpo, seguido de una procesión (cortejo fúnebre) que llevara el difunto hasta la iglesia;
donde se cantan misas y celebran los oficios de difuntos; terminando con él la inhumación en la capilla o sepulcro
correspondiente; todo ello enriquecido con una serie de atributos y emblemas que identifican y distinguen al muerto
dentro de su grupo social, elementos entre los que destacan objetos de uso nobiliario o caballeresco, armas o
banderas, y paños sobre los que se realiza un impresionante y exuberante despliegue de emblemas heráldicos.

A este duelo de duración variable le seguía el cortejo fúnebre, procesión laica formada (dependiendo del caso) por
parientes, amigos, cofrades, clérigos, frailes o vasallos, en la que se exhibían las pertenencias y atributos sociales del
finado; todo ello en medio de un ensordecedor coro de lamentos, tremendas y drásticas muestras de duelo en las
que los participantes se arañaban la cara y arrancaban los cabellos, obligaban a relinchar a los caballos y aullar a los
perros de caza del muerto, a lo que se sumaba en muchos lugares una violenta expresión de dolor, en la que los
escudos armoriados del muerto se partían a golpes; costumbre paralela al ritual caballeresco típico de la corona de
Aragón llamado correr las armas.

Estos cortejos fúnebres en los que familiares, compañeros de armas etc. llevaban los elementos mencionados hasta
la iglesia, no eran naturalmente exclusivos de Castilla, ni estaban restringidos al exterior del templo, el cortejo solía
entrar con estos objetos a la iglesia, permaneciendo junto al féretro mientras se oficiaba la misa. Parece que en
alguna excepcional ocasión los caballos del muerto también entraban al templo junto al resto de banderas, armas y
escudos, conjunto que frecuentemente formaba el «mortuarium» del caballero, donado al templo en el que se
oficiaban los funerales y enterraba al difunto.

En el caso de las exequias reales o de otros soberanos, los cortejos y ceremonias se convertían en solemnes,
suntuosas y exageradas exhibiciones de duelo, en las que participaba una cuantiosa representación de todos los
estados del reino, y en su defecto de la ciudad en la que se celebraban los funerales; en ellos se gastaba ingentes
cantidades de dinero para enlutar con paños, cirios y hachas el itinerario que seguía el cortejo, incluida la casa o
palacio donde se velaba el muerto y el templo donde era inhumado, todo ello cargado con escudos de armas del
difunto, acompañados frecuentemente por las armerías de otras casas con las que el personaje mantuviera alianzas
o estuviera emparentado.

Una vez el cortejo llegaba al templo, éste se engalanaba y enlutaba para la ocasión, con paños oscuros sobre los que
se pintaban o bordaban escudos con las armas del difunto (llamados reposteros desde principios del XVI), vistiendo
los pilares, el coro y los altares; una vez depositado el cuerpo comenzaba el duelo en el que el ataúd —cubierto por
un rico paño—, era cubierto por un catafalco (llamado en los textos tumba o túmulo) plagado de hachas y cirios;
frecuentemente rodeado en el caso de reyes y nobles por banderas, trofeos de guerra y escudos que habían usado
en vida, los cuales podían estar sobre el catafalco, o sobre la capilla ardiente o tabernáculo ubicado en medio del
templo.

Cuando pasaba el tiempo correspondiente de duelo, el difunto era enterrado en su capilla o sepulcro, cuando el
muerto era un caballero, los escudos y banderas usados en el cortejo y el funeral pasaban a colgarse de pilares,
paredes, o sobre las sepulturas; dando a los templos un aspecto impresionante y marcial que hoy en día es difícil
imaginar. Aunque existe constancia de esta costumbre desde el siglo XII, parece que fue a partir del XIV cuando ésta
se potenció y extendió de manera espectacular (al menos en Castilla), coincidiendo con la coyuntura social que
experimentaba la nobleza castellana del momento, que favoreció entre otras cosas la exaltación del noble mediante
de su faceta de caballero.

22-¿Cuál es la evolución del gusto de los promotores en la escultura funeraria catedralicia entre los siglos XIII-XVI?

Los sepulcros diferían enormemente entre sí desde una sencilla laude situada en el suelo o paredes, hasta el gran
sepulcro llamado de bulto. Paso intermedio entre ambos son los lucillos más o menos decorados, generalmente a
base de elementos arquitectónicos. El tema de la muerte se reflejó en un tipo de sepulcros que podríamos
denominar “tremendistas” que se dio con bastante frecuencia en Francia y en Italia. Una serie de sepulcros del siglo
XV representan a sus yacentes un poco incorporados, apoyados en un codo, aparentando leer. El tipo del orante
arrodillado alterna con el yacente, aunque en Ávila se mantiene durante más tiempo.

El Renacimiento desarrolló en Italia un tipo de sepulcro que era más que el lugar de espera para la vida eterna, un
monumento al difunto, una exaltación a su personalidad, homenaje al hombre como tal, muy característico del
espíritu renacentista.
VOCABULARIO:

Sillería: Conjunto de asientos (sillas, sillones, canapés, etc.) iguales o del mismo estilo con que se amuebla una
habitación.

Mampostería: Procedimiento de construcción en que se unen las piedras con argamasa sin ningún orden de hiladas
o tamaños.

Tapial: Molde empleado para fabricar tapias que está compuesto de dos tablas paralelas sujetas a cierta distancia
mediante unas barras agujereadas y unos listones que las atraviesan.

Arco de medio punto peraltado: Se denomina arco peraltado al arco que se levanta sobre un pequeño tramo
vertical por encima del capitel de la columna.

Arco de medio punto rebajado: Se denomina arco rebajado al trozo de arco de trazado semicircular cuyo centro se
encuentra por debajo de sus puntos de apoyo en el muro, en los capiteles, las impostas, etc. Representa una de las
variantes más frecuentes del tradicional y conocido arco de medio punto.

Rosca del arco: Espacio limitado por el intradós y el extradós o trasdós del arco.

Intradós: Superficie curva interior de un arco o de una bóveda por su cara cóncava.

Extradós: Superficie curva exterior de un arco o de una bóveda que forma su cara convexa.

Trasdós: Superficie exterior de un arco o de una bóveda.

Dovela: Cada una de las piedras labradas en forma de cuña que componen un arco o bóveda.

Alfiz: Ornamento arquitectónico consistente en una moldura, generalmente rectangular, que enmarca un arco o el
vano de una puerta o ventana; puede arrancar desde las impostas o desde el suelo.

Enjuta o albanega: Triángulo de lados curvos que está formado por el anillo de una cúpula y los arcos sobre los que
se construye.

Pilastra: Columna de base cuadrada o rectangular, especialmente la que está adosada a una pared.

Motivos heráldicos: Se desarrolló durante la Edad Media en toda Europa hasta convertirse en un código coherente
de identificación de personas, progresivamente incorporado por estamentos de la sociedad feudal como la nobleza y
la Iglesia Católica para la identificación de linajes y miembros de la jerarquía, siendo igualmente adoptado por otros
colectivos humanos, como gremios y asociaciones, además de ser adoptado para la identificación de ciudades, villas
y territorios.

Plateresco: Que se desarrolló en España a finales del siglo xv y principios del xvi y que se caracterizó por el empleo
de estructuras góticas a las que se añaden elementos renacentistas y adornos abundantes.

Tejaroz: Tejadillo construido sobre una puerta o ventana.

Zaguán: Un zaguán es, en términos genéricos, un espacio cubierto situado en las casas, normalmente junto a la
puerta. En este sentido, tiene un significado similar a vestíbulo. Es un elemento de paso, sin carácter habitacional

Antepecho: Muro o barandilla de poca altura colocado en un lugar alto para prevenir caídas.

Catafalco: Armazón cubierto con tela negra que representa un sepulcro y que se levanta en los templos para
celebrar los funerales por un difunto.
Sepulcro de Alonso Fernández de Madrigal (EL TOSTADO)
Localización: Catedral de Ávila

Ubicación: Se encuentra en la parte trasera del altar mayor de la catedral de Ávila

Tipología: Monumento

Época: Renacimiento

Autor: Vasco de la Zarza

Descripción: Está realizado este suntuoso sepulcro en alabastro y su conjunto montado a manera de retablo en el
centro del trasaltar mayor de la catedral de Ávila, y en cuyos elementos decorativos se advierte el influjo del arte
lombardo, donde se cree que se formó el autor.

Tiene un banco con hornacinas avenaradas con figuras de las virtudes y sobre él, entre columnas agrutescadas, la
imagen del obispo se encuentra sentado en su cátedra y en actitud de escribir sobre un atril y vestido con una
rica capa pluvial y mitra. Como fondo existe en forma circular un relieve con las figuras de la Epifanía, aún con estilo
que recuerda el anterior gótico. Sobre este relieve a manera de friso se muestra la cabalgata de los Reyes Magos y
por último en el ático, un relieve mayor representa la Natividad.

Las calles de ambos lados, entre columnillas, son dos por lado semejantes en su decoración: heráldica y tenantes en
el banco; los evangelistas coinciden a la altura del obispo y sobre ellos hay unos medallones o tondos, en el arco
intermedio, con representación de santos varones. Los fustes de las columnas y el friso están ornados con ricos
grutescos y finalmente, como en el panel central se encuentra un ático sobre el entablamento con escenas de la vida
de Cristo.
Casa de Blasco Núñez Vela (1) Casa de los Almarza (2)

Casa de Superunda (Palacio Caprotti) (3) Palacio de los Mújica (Torreón de los Guzmanes) (4)

Casa de los Dávila o Casa del Marqués de las Navas (19) Palacio de Valderrábanos (17)

Palacio del Marqués de Velada (16) Antiguo Palacio Episcopal y Episcopio (15)

Palacio de los Águila (9) Palacio de los Verdugo (10)


Palacio de Bracamonte(8) Palacio de Juan de Henao (6)

Palacio de Polentinos (5) Palacio de Sofraga(11)

Casa de Navamorcuende (18) Palacio de Don Gaspar de Águila (7)

Palacio Real de Santo Tomás (20) Casa de las Carnicerías (13)

Casa de los Deanes (14) Casa de la Misericordia (12)


Palacio de los Serrano (21)

ÁVILA.

PALACIO DE LOS VERDUGO.

Siglo: XVI.

Situado en la calle de López Núñez (antigua calle de sofraga), cerca de la Puerta de San Vicente y de frente
al Palacio de los Águilas. También es conocido por casa de "Campomanes y Muñoces" o
de don Suero del Águila y de su esposa doña Magdalena de Velasco, sus constructores. Se
edificó en el primer cuarto del siglo XVI, pues consta ya existente en el año de 1529, y en
el de 1522 aparece Rodrigo de Matienzo, carpintero, ocupándose de obras menores y
Juancho de Mondigana labrando arcos para el patio. Es de estilo tardogótico con
reminiscencias medievales en su apariencia de fortaleza.
Construido en piedra de sillería, mampostería y tapial. Tiene planta cuadrangular
con patio cuadrado en el interior en torno al cual se desarrollan las dependencias.
La fachada principal se articula con dos torres salientes en los extremos con
saeteras y escudos cercados por corona de laurel. Presenta dos plantas no expresadas al
exterior salvo por los escasos huecos pequeños y rectangulares que la perforan. Destaca la
portada, desplazada hacia un lado; presenta vano rectangular con las aristas de las jambas y
el dintel decoradas por un cordón franciscano. Este, a su vez, de una sola pieza, repite el
tema para fragmentar la decoración que lo llena con tres escudos, a la derecha el de los
Dávila con los seis roeles, el de los Águila en el centro y otro de los Dávila con banda
diagonal a la izquierda. Todo él va enmarcado por un alfiz curvo con arco escarzano
decorado con bolas. Encima se dispone una ventana rectangular de estilo renacentista con
la jambas decoradas con grutescos, bucráneos y máscaras y se corona su dintel por una
filacteria con un texto gótico y en su interior un águila explayada portando un escudo.
Por amplio zaguán de planta rectangular y con cubierta de madera sencilla se
accede al patio a través de eje desenfilado para proteger del exterior.
El patio es similar al de Oñate aunque sólo se construyeron con galerías dos naves;
éstas con arcos rebajados cuyas roscas van decoradas con rosetas y que descansan en
columnas toscanas con escudos montados sobre los vértices de las enjutas de las distintas
ramas de la familia (Águilas, Velasco, Quiñones y Dávila) y de la Orden de Santiago. Por
medio de una embocadura rectangular con escudo de los Águilas en el dintel se entra en la
escalera principal, de tipo claustral, de dos tramos y cubierta con armadura mudéjar
ochavada que comunica con la planta noble.
Ávila

Torreón de los Guzmanes / Palacio de los Mújica / Casa del Conde de Oñate

Situación

El torreón de los Guzmanes se encuentra en la plaza del Corral de las Campanas (antiguamente plaza de los
Cepedas), junto al monumento a San Juan de la Cruz, en Ávila capital.

Historia

Fue construido en 1513 por orden de Garcibáñez de Mújica, sobre otra construcción que antes perteneció a Sancho
del Águila. En 1878 el rey Alfonso XII, durante una visita a la ciudad ocupó este palacio para hospedarse, lo que
todavía es hoy recordado gracias a una inscripción que se sitúa sobre el vano de una de las puertas de la planta baja
del patio.

Como dato curioso, Enrique Larreta situó en este palacio la vivienda del protagonista de La Gloría de Don Ramiro.

Descripción

El magestuoso torreón de los Guzmanes, que forma parte del palacio de los Guzmanes, es una torre de planta
cuadrada de estilo gótico-renacentista. Sus vértices superiores finalizan en cuatro atalayas o miradores que
sobresalen de la vertical, decoradas con una serie de botones en varios niveles, contiendo cada una de ellas tres
aspilleras (que permitirían un ataque/defensa de 360º sin peligro), y todo él se encuentra rematado con almenas y
merlones trebolados.

Una magnifica barbacana de arcos florenzados se sitúa sobre una puerta de medio punto que da acceso al palacio,
que está formando por dos plantas construidas de mampostería de granito, careciendo de decoración en su exterior,
a excepción del friso que está compuesto por una hilera de salientes piramidales. La puerta está construida por
dobelas y rodeadas por un alfiz que contiene en su interior dos escudos. Los rebordes de las ventanas del torreón se
encuentran adornados con una hilera abotonada.

Ya en su interior y para acceder a las dependencias, con techos de madera, y al patio columnado, hay que recorrer
un zaguán que contiene una escalinata gótica que da acceso a patio, así como una ventana con un enrejado digno de
ser contemplado. Desde esta dependencia también se da acceso a los sótanos (restaurados recientemente para sala
de exposiciones) donde se puede apreciar uno de los pozo que abastecían al palacio, atargeas, así como la parte
inferior de las escaleras que dan servicio a la parte más noble de las dependencias (no visitables).

El patio está constituido por una doble galería columnada, sustentada por 12 columnas blasonadas unidas por
arcadas renacentistas. Entre las dos galerías un reborde decorado con una hilera abotonada recorre todo el
perímetro del patio. Las puertas situadas en la planta baja del patio se encuentran decoradas con motivos góticos y
renacentistas.

En el interior del edificio pueden apreciarse tapices, chimeneas, armaduras y muebles de los antiguos dueños, no
todos visitables.

Materiales

El torreón fue construido en sillería y mampostería de granito.


LEYENDA MAPA
1. Casa de Blasco Núñez Vela
2. Casa de los Almarza
3. Casa de Superunda (Palacio Caprotti)
4. Palacio de los Mújica (Torreón de los Guzmanes)
5. Palacio de Polentinos
6. Palacio de Juan de Henao
7. Palacio de D. Gaspar del Águila
8. Palacio de Bracamonte
9. Palacio de los Águila
10. Palacio de los Verdugo
11. Palacio de Sofraga
12. Casa de la Misericordia
13. Casa de las Carnicerías
14. Casa de los Deanes
15. Antiguo Palacio Episcopal y Episcopio
16. Palacio del Marqués de Velada
17. Palacio de Valderrábanos
18. Casa de Navamorcuende
19. Casa de los Dávila o Casa del Marqués de las Navas
20. Palacio Real de Santo Tomás
21. Palacio de los Serrano

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