Alumbrados Por Su Gloria

Miedo de hablar
en Público
Complemento 2
II
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aprendizaje, dedicación, deseo y motivación. No podemos garantizar al cien por cien que vaya a
obtener éxito o resultados inmediatos, implementando las ideas expresadas en estas lecciones.
Ahora bien, la experiencia muestra que los conocimientos aquí expuestos pueden solucionar casi la
totalidad de los problemas del arte de hablar en cualquier circunstancia, con seguridad le ayudarán
a construir una rápida carrera de éxito.
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Luis Alberto Demattia
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principal objetivo brindar información y conocimiento que tienda a resolver el gravísimo flagelo como
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Autor: Luis Alberto Demattia

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Edición 2008, Editado por Luis Alberto Demattía,

Calle 10 Nº 1110 - Local 18, (CP 1900) La Plata, Buenos Aires, Argentina
Este e-Book forma parte del Curso de Sistema Global de Estudio y Aprendizaje.
Ingeniero Luis A. Demattia

Especialista en Técnicas de Estudio
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Indice
ORATORIA - Complemento 2
Curso por Internet
Curso por Internet

ÍNDICE
Programa curso por
Internet
Curso presencial
Les voy a relatar una historia real.......................................... 4
Curso Presencial
Nacional Caso Práctico..................................................................... 6
Curso Presencial
Internacional Resumen a modo de conclusión........................................... 14
Conferencias Algunos Comentarios de Lectores......................................... 15
Conferencias Gratis Algunos consejos previos para no tener miedo al público...........17
Curso de Oratoria
Miedo de Hablar en Público
El miedo de Hablar en Público
Les voy a relatar una historia real

Hoy he tenido dos reuniones con profesionales donde he tenido que hablar
en público. Han sido reuniones de presentación de todas las propuestas que
realizamos en nuestra Web. Normalmente estos proyectos empiezan por
el análisis de la problemática, y en esa fase se habla habitualmente de los
problemas más comunes que se enfrenta cualquier persona que tiene que
estudiar y aprender cualquier tema. Es importante plantearles una completa
información y que sepan realmente cuando deben comenzar a actuar para
optimar todos sus recursos intelectuales.
Las reuniones ha ido muy bien, las personas ha salido muy contentas, me
han felicitado por lo bien que lo había hecho, y se han sorprendido de lo
poco nervioso que se me notaba. La verdad es que en mi vida profesional
como docente universitario y como profesional he tenido que hacer muchas
presentaciones, y al final uno se acaba acostumbrando, pero eso no quiere
decir que en todos los casos exista un pequeño miedo al hablar en público.
He de decir que es bastante habitual este miedo y yo personalmente

pese a estar bastante acostumbrado a estas situaciones sigo tendiendo
un inevitable temor al auditorio (yo diría un gran respeto por este), lo he
comentado con mucha gente y en todos los casos me lo confirman. Y he
de decir que esa ansiedad que nos produce el enfrentar al auditorio nos
debilita. Por supuesto, con la práctica consigues controlarlo, pero hay que
trabajar el tema. Aquí les dejo algunos simples consejos que a mí me han
dado resultado.
Pero lo primero es entender => ¿Por qué tenemos este miedo?
Yo pienso que en muchas oportunidades es el producto de la inseguridad,

general, o dudas respecto a la materia de la que tenemos que hablar. Al
final hemos de convencer a la audiencia de, como mínimo, que de lo que
hablamos entendemos, y muchas veces aún mas, les hemos de convencer
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Ing. LUIS ALBERTO DEMATTIA Especialista en Técnicas de Estudio
ORATORIA - Miedo de Hablar en Público
de que es lo mejor para ellos, como en el caso de mi reunión de hoy.
Nos da miedo revelarles a nuestros oyentes nuestras debilidades, y

dudamos de que sepamos lo suficiente para poderles convencer. O también
tenemos miedo al rechazo, algo que nosotros pensamos que vale la pena
y en lo que hemos puesto mucha ilusión, como el caso de crear un nuevo
producto que soluciona un determinado problema, puede no ser atractivo
para las personas a las que se lo enseñamos. Al final, hay mucha gente
que intenta agradar y convencer a otras personas siempre que puede en lo
que hace, y una presentación en público es una prueba de fuego. O para la
gente perfeccionista es una prueba más para ser un poco más perfecto.
¿Qué podemos hacer?
Para empezar tenemos que reconocer que tenemos miedo a hablar en

público o enfrentar un auditorio de una o más personas. Comentémoslo
abiertamente con la gente y veremos que no somos ni mucho menos los
únicos en presentar este miedo. Y lo más curioso es que muchas veces
hablamos con personas que parecen absolutamente seguras de sí mismas
cuando hablan en público, y luego reconocen el miedo que les da hacerlo
cuando conversan en privado.
Por supuesto hemos de saber muy bien de qué hablamos, hemos de conocer
muy bien la materia a tratar. Esta mañana yo sabía muy bien de que
hablaba, mis 20 años como docente universitario y los 18 años estudiando
la problemática de estudiar y aprender y eso se nota, la confianza que esa
experiencia y conocimiento me ha dado aplomo y seguridad que se ve y
los oyentes lo perciben. Y finalmente hemos de conseguir ilusionar y hacer
sentir a la gente lo que les expresa y contamos. Las personas necesitan esa
ilusión, la esperan y la desean, y nosotros tenemos la obligación de dar.
IMPORTANTE: Algo que he aprendido después de muchas charlas es

que lo que tú sientes no es lo que la gente ve y siente.
Quiero decir, tu puedes estar muy nervioso por dentro, y tener la impresión
de que eso lo estas expresando por fuera, pero luego hablas con las
personas que te han escuchado, y ellas ni se han dado cuenta de tu estado
de nervios.
Deja de pensar en tí mismo, y observa a las personas de vuestro alrededor.

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Interactúa con la gente, preguntarles cosas, con mucho cuidado puedes

hacer bromas.
Por ejemplo, hoy en mi presentación había un fallo tipográfico en una de mis

transparencias, pues cuando he llegado a él una persona me ha hecho un
comentario sobre ese error. Pude sortear el problema y me ha ido perfecto
realice una broma divertida y romper la tensión del momento, y con esto
me he quitado la presión del mal rato de encima.
Y al final… siempre me pregunto lo mismo ¿Qué es lo peor que me puede

pasar? Y me doy cuenta que muy pocas veces pasa algo significativo. Y si
pasa, ¿Qué cual es el problema? No es de vida o muerte, nuestro destino
no se decide en una presentación buena o mala. Siempre tendremos una
nueva oportunidad, (con seguridad siempre). No es definitorio que en todos
los casos tengamos que hacerlo todo lo bien podemos darnos el lujo de
en algunos casos cometer algunos errores, (tratar de que sean la menor
cantidad posible).
Caso Práctico
Puede ser su caso o el de un compañero o amigo... Puedes decir...
Necesito aprender a hablar en público. Cuando estoy en frente de
un grupo de personas me petrifico, comienzo a sentir miedo, se me
paraliza la lengua, me sudan las manos y olvido lo que iba a decir,
termino haciendo el ridículo, sin atinar a decir algo coherente.
Otras veces, lo paso mal pero acabo lanzándome a hablar. Cuando
no lo logro, tiendo a sentirme culpable, al no haber sido capaz de
hacerlo...
El miedo a hablar en público puede aparecer ante situaciones muy diferentes,

como por ejemplo, dar un examen final o parcial, dar una charla o impartir
una conferencia, realizar preguntas a un conferenciante o a un profesor,
expresar una opinión en un debate o en un coloquio, narrar un hecho
que le ha ocurrido a uno (personalmente), exponer alguna duda, mostrar
desacuerdo, realizar un cumplido o valorar positiva o negativamente algo
que te ha gustado o disgustado, etc.
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Análisis del Tema
Uno de los supuestos fundamentales desde los que partimos es que hablar en
público no es algo que se hereda genéticamente y lo traemos de nacimiento,
sino que se puede aprender y mejorar con la práctica y el auto-análisis.
Comenzaremos señalando qué significa la ansiedad o el miedo a hablar

en público, cómo se puede detectar o percibir, qué síntomas se suelen
experimentar.
Entre los síntomas más frecuentes que merecen especial atención

tenemos:
-- El temblor en manos y piernas.
-- Sudoración de las manos.
-- Aumento de la frecuencia cardíaca y taquicardia.
-- Dificultad al respirar, falta el aire.
-- Tensión muscular generalizada especialmente en los músculos del

rostro.
-- Pérdida de concentración especialmente en el tema que se está

exponiendo.
-- Diversos lapsus de la memoria.
-- Molestias gástricas especialmente en el estómago.
-- Voz inestable pasa de agudo a grave y/o vértigo o mareos.
Los síntomas que señalábamos anteriormente normalmente van

acompañados de diversos miedos o temores (casos extremos fobias).
Muchas personas, a la hora de hablar en público, experimentan dichos
miedos y temores por ejemplo:
=> Ser evaluados negativamente por los oyentes.
=> A no ser escuchados o valorados en forma positiva.
=> A no tener nada interesante o relevante que decir.
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=> A la vergüenza que se pueda pasar frente a un posible fracaso como

orador.
Cierto grado de ansiedad es normal a la hora de hablar en público, e incluso

puede ayudar a la persona a estar más atenta y preparada para afrontar
la situación. Aun así, para mucha gente la ansiedad experimentada es tan
intensa que puede incluso llegar a bloquear totalmente la capacidad de
expresarse en forma oral.
Es muy frecuente que la persona generalice esta ansiedad a otros ámbitos

de la vida, y acabe adoptando pautas de actuación con su entorno que
impliquen la evitación y el escape de situaciones que produzcan ansiedad. El
propio Cicerón decía que todo discurso de cierta importancia se caracteriza
por un grado de nerviosismo.
Lo primero que hay que desarrollar para mejorar la conducta de hablar en

público y afrontar el miedo o los nervios más o menos paralizantes que
aparecen => «Es querer cambiar este estado de cosas, es decir, fortalecer
la voluntad de trabajar este tema mediante una serie de técnicas que
practicadas con la frecuencia recomendada proporcionen el resultado
esperado», las personas no nacen siendo excelentes oradoras, sino que, se
van haciendo, se van construyendo mediante un adecuado entrenamiento.
Lo que no se debe hacer, en este caso, es evitar el tener que enfrentar al

auditorio con las situaciones de cierto estrés normales, ocultarse o pasar
desapercibido en cualquier tipo de reunión social o laboral en la que se
presuma que es importante o necesario hablar ante un auditorio más o
menos importante.
Algunas personas aumentan su ansiedad al hablar porque perciben al

auditorio como el enemigo que está dispuesto a destruirlos. Sin embargo,
el público puede considerarse como personas que están interesadas en un
tema determinado, que necesitan del orador, de su experiencia, de su saber
para aprender algo determinado.
Conviene recordar que el miedo es un sentimiento personal e interno,

el auditorio no tiene por qué darse cuenta a no ser que nosotros se lo
expresemos o revelemos y estemos convencidos de que existe, si nos
mostramos nerviosos y con ansiedad, con seguridad se el público se va a
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dar cuenta rápidamente de ese estado interno que tenemos.
En todos los casos conviene señalar que en el momento de hablar en

público cada uno de nosotros pensamos y nos decimos una serie de cosas
que pueden ser positivas o, por el contrario negativas.
Debemos estar muy atentos a ese diálogo interno. Este diálogo interno, va
a determinar un aumento o una disminución de estrés, angustia o de miedo.
Por ejemplo, si nos decimos mentalmente algunas frases como:
…No podré…
…No lo lograré...
…Es imposible para mí…
=> Son muy estresantes
Como contrapartida tenemos que afrontarlas y establecer estrategias útiles

para modificarlas y trasformar estas frases en positivas, por ejemplo:
…Puedo…
…Soy capaz...
…Lo lograré…
…Otros muchos lo han hecho bien y yo también puedo hacerlo,

etc…
Una ayuda para cambiar este tipo de diálogos internos a nivel de

pensamientos es utilizar visualizaciones mentales positivas, es decir,
proyecciones mentales de las imágenes del éxito que queremos lograr y los
resultados que esperamos, en nuestro caso, el propósito es poder dominar
el temor de hablar en público, mostrando tranquilidad, competencia y
seguridad.
Por ejemplo, puede hacer el ejercicio práctico de imaginarse a su auditorio

receptivo que está en positivo: interesado y motivado por la intervención,
que aplaude entusiasmado nuestro discurso o presentación, ilusionado uno
mismo en exponer las ideas más originales e importantes, recibiendo algún
agradecimiento de alguien del público al que le ha servido el contenido de
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la charla o, simplemente, las caras de las personas con sus asentimientos

de alegría, sus muestras de interés, sus preguntas con las que deseaban
profundizar el tema en cuestión.
Normalmente antes de una exposición oral:
¿Te imaginas este tipo de situación?
O…
¿Tiendes a verlo todo negro en negativo?
Una estrategia que puede ser útil y normalmente da buenos resultados es

buscar los ojos de una persona realmente interesada en nuestro discurso
que genere confianza o tranquilidad (por ejemplo que asiente con la cabeza
cuando hablamos). Una vez encontradas, podrán ser puntos de referencia
cuando se necesita cierta aprobación o se precisa de mayor seguridad.
Es básico tener claro que aprender un discurso o intervención al pie de

la letra, (de memoria), no es lo más recomendable, ya que un lapso o un
pequeño olvido puede trastocar todo el discurso e incrementar el nivel de
ansiedad y estrés hasta niveles de bloqueo.
Es importante no evitar las situaciones donde se tenga que hablar en

público, sino, al contrario, afrontarlas. Si dejas pasar las oportunidades y
que llegue el día clave de una presentación, este acontecimiento todavía va
a producir mayor la ansiedad.
Es preciso que ensayes con personas de confianza (amigos o parientes) o

en ámbitos más pequeños con personas conocidas o menos importantes. A
veces, simples ejercicios cotidianos como solicitar algo en una tienda, parar
a una persona en la calle preguntándole la hora, etc. pueden ser simple
momentos y oportunidades que te ayuden para ir soltando los nervios para
ocasiones más importantes y significativas.
Los ejercicios de relajación son muy útiles, practicando con una respiración
fuerte y pausada, llenando los pulmones totalmente y expulsando el
aire poco a poco. Otros ejercicios de relajación muscular o corporal son
necesarios, por ejemplo, presionando algunas partes del propio cuerpo -
fruncir el ceño, cerrar fuertemente los puños, tensar las piernas, etc. y
distendiéndolas poco a poco para disminuir el grado de estrés.
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Piensa que cuanta más información tengas acerca del tipo de público al
que te vas a dirigir la palabra, mejor te vas a poder preparar. Sin embargo,
la incertidumbre de cuántos y quiénes serán, de lo que esperan de ti, etc.
Hace que aumente en ti el miedo a hablar en público, a qué decirles y de
qué manera llegar.
El grado de preparación de una exposición, tu manera de documentarte,

van a ser factores que van a influir positivamente en ti disminuyendo los
miedos, especialmente si los haces concienzudamente.
Pero cuidado con los pensamientos del tipo:
“Todavía me falta más información”
“Nunca lograré hacerlo bien”
“Me falta mucho tiempo para prepararme mejor, etc.”
A veces, las personas con ciertos rasgos obsesivos o perfeccionistas les

impiden ir relajadamente a una intervención en público piensan que aun no
están bien preparadas.
Debes tener bien aprendido el guión de la presentación que vas a realizar,

puedes elaborar una serie de estructuras como las recomendadas en el
curso de Método de Estudio, este material te debe orientar, te dirige y evita
que te pierdas en el tema tú mismo, calmará los nervios.
Ten preparados algunos puntos que puedas utilizar en el caso de que te

pierdas. Puedes tener en tu repertorio alguna anécdota o ejemplo que te dé
tiempo para volver al apartado principal de tu exposición.
Es muy útil que practiques tus intervenciones con alguien de tus amistades
o familiares. Te pueden ayudar si se ponen en un papel comprensivo y te
dicen con delicadeza aquellos aspectos que puedes mejorar. El espejo, en
muchas ocasiones, puede ser un buen cómplice.
Si logras hablar con alguien del público antes de comenzar tu intervención,

puedes relajarte de esta manera de forma significativa.
Cuando inicias lo primero de todo, preséntate. Te dará soltura y espontaneidad

decir en un principio quién eres, por qué estás ahí y qué grado de motivación
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o interés tienes referente al tema del que vas a disertar. Cierta ansiedad
puedes canalizarla si te mueves con lentitud por el escenario o por el lugar
en el que tengas que hablar.
Si estás muy nervioso, detrás de una mesa o un pupitre, puedes sentirte

más relajado, pero ten en cuenta que esta relajación viene porque te
percibes más protegido. En ocasiones la mesa es un obstáculo entre el
orador y el público, y abandonarla puede ser un signo de naturalidad, de
espontaneidad, de cercanía que el público la percibe y la aprecia.
Pensamientos negativos que pueden generar miedo, estrés y

bloqueos
Nuestra mente juega un papel fundamental en nuestra vida diaria nos hace
felices o nos hace sufrir intensamente.
¿Qué tipos de pensamientos podemos detectar cuando sentimos y

padecemos este miedo a hablar en público, a intervenir en cualquier
contexto cotidiano?
Vamos a ir señalando algunos de estos pensamientos o imágenes, que nos

pueden paralizar, asfixiar, hacernos temblar o, por el contrario, si somos
capaces de detectarlos, dominarlos y encauzarlos, podremos dar un sentido
mayor a nuestra intervención, lograremos ser más eficaces.
Analiza esta serie de pensamientos, si encuentras en algunas de estas en tu

mente cuando enfrentas el auditorio, debes empezar a trabajar en producir
cambios positivos en tu manera de pensar:
PENSAMIENTOS NEGATIVOS:
a) Anticipo consecuencias desfavorables y negativas, antes de

emprender la tarea de hablar en público:
- “Los demás pensarán que sólo digo tonterías, que lo que comento es muy
obvio y se reirán de mí...”
b) Evalúo negativamente esta situación de hablar:
- “Odio expresarme en voz alta, es horrible y monstruoso hablar, no me
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gusta nada...”
c) Realizo una valoración negativa de mí mismo, reprochándome

mis escasas o nulas capacidades:
- “Nunca sabré hacerlo, no soy capaz de hablar. Otros valen pero yo no he

nacido con esas cualidades y dones innatos...”
d) Absolutizo mi fracaso:
- “Lo hago todo mal y no podré nunca aprender; si intervengo va a salir

desastroso; mejor quedarme callado y no participar, porque si meto la pata
con algo, será todo un horror...”
e) Obsesión por las reacciones fisiológicas o psicosomáticas:
- “Me estoy poniendo nervioso y los demás se van a dar cuenta. Seguro que
los demás ven cómo me están temblando las piernas detrás de la mesa.
Estoy convencido de que se van a reír de los tic que hago con la boca o con
la ceja. Se estarán fijando constantemente en cómo me tiemblas las manos
o cómo estoy sudando...”
f) Evitación o voluntad de escapar de la situación estresante:
- “Estoy deseando que esto termine cuanto antes. Iré más rápido para
acabar pronto y pasar este peor rato. ¡Quiero desaparecer, evaporarme,
que nadie me mire más ni note que estoy aquí...!
g) Generalización de las situaciones anteriores de fracaso:
- “Recuerdo la primera vez que hablé lo mal que lo pasé. Seguro que va a
ser siempre así. Nunca lo voy a superar. Ahora estoy teniendo miedo hasta
de ir a escuchar una conferencia. Me pongo nervioso de pensar lo mal que
se pasa...”
h) Utilización de comparaciones dañinas y destructivas:
- “No llegaré nunca a hablar como fulanito o menganito. No podré persuadir

y convencer como mi compañero o conocido. Si tuviese la capacidad y la
habilidad de zultanito...”
i) Agrando o disminuyo un detalle de la intervención:
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- “En cuanto se me trabé la lengua con una expresión en el principio, ya no

podré centrarme, me pongo nervioso/a y todo es un desastre”
j) Síntomas de culpabilidad que atenazan:
- “Si fuese diferente a como soy, seguro que lo haría mejor”
k) Sometimiento a las etiquetas que el entorno social pone:
- “Siempre he sido poco hábil y algo torpe para expresar bien mis ideas”
l) Sobre-responsabilización de fallos de otros:
- “Fracasé con la intervención porque se oía muy mal y nadie me entendía.

Los micrófonos no los supe utilizar”
m) Inestabilidad emocional:
–”Todo es oscuro o negativo- que me acarrea una percepción negativa

irreal de la situación”
Resumen a modo de conclusión

La conducta de hablar en público no es heredada ni recibida genéticamente,
sino que se puede aprender, desarrollar y mejorar sensiblemente.
Si el público es percibido como enemigo –aumentará en el orador el miedo

y la ansiedad- o puede ser vivido como un grupo de oyentes con interés por
el conocimiento de la materia que tiene el conferenciante.
Algunas pautas para aminorar la ansiedad:
=> Preparar en forma completa la documentación.
=> Establecer un guión o esquema de la disertación.
=>Tener una serie de anécdotas o ejemplos para introducirlos en el

momento en el que nos podamos sentir perdidos al desarrollar el discurso.
=> Realizar ejercicios de relajación y darse instrucciones mentales

positivas.
Es fundamental detectar los posibles pensamientos negativos que pueden
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aumentar la ansiedad o el miedo al hablar en público. Al detectarlos, se

pueden analizar. Al analizarlos, se pueden modificar o neutralizar.
Es normal tener cierta ansiedad antes de hablar, ya que de este modo esta
tensión a la hora de participar aumentará la eficacia en nuestros mensajes.
No es raro ni infrecuente sentir este miedo.
Evitar las situaciones que no nos gustan, como el exponernos a hablar en

público, no lleva a ningún lado. Por el contrario, afrontar estas situaciones
ayuda a superarlas.
Algunos Comentarios de Lectores
«Me gustaría comentar que cuando me toca hablar en público me pongo

nervioso, en tensión y me bloqueo (gran sensación de ridículo), por lo que
acabo teniendo miedo a esa situación, creo que tengo una “fobia social”,
he leído a través de Internet que mediante sesiones de hipnosis se puede
llegar a corregir este problema.
Me gustaría saber cual es la mejor alternativa para seguir un tratamiento

y más o menos que presupuesto y duración tendría»
Espero su respuesta, muchas gracias y saludos.

Julio - Estudiante de Derecho
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«Hola que tal, mi problema es que hace unos dos años tuve una crisis de
ansiedad y a partir de ahí me da temor mirarle a la gente a los ojos cuando
voy por la calle o en el tren, ómnibus, etc. No puedo aguantar la mirada
esto me pasa con los desconocidos en cambio con mis amigos y gente
conocida no me pasa, pero cuando hablo un poco con mis amigos no me
pasa esto es como si volviera a ser la persona que deseo, que siempre se
encuentra sin temores y segura en mi misma»
¿No se si a alguien el pasara?

María Elisa - Estudiante de Ciencias Económicas
-------------
La verdad es que yo tengo gran dificultad, tanto para hablar en público,

como para mantener la mirada, no solo con desconocidos, sino también con
personas con las cuales no tengo una total confianza.
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En mi caso creo que no llega a ser una fobia, no creo que pase de una
dificultad, aunque no podría afirmarlo. Les garantizo que se lo que se siente
y lo que cuesta convivir con esto, que ataca directamente nuestra calidad
de vida.
Yo en lo personal me he visto obligada a enfrentarlo por presión
para avanzar en los estudios. Me auto-exijo mucho para vencer este
problema del que soy claramente consciente, pero honestamente
me parece que cuanto mas trato de superarlo, peor la paso.
Supongo que lo mejor seria buscar medios reales para superarlo, en

caso de contar con el tiempo y el dinero suficiente, lo mejor sería acudir a
terapia. …Creo yo.
En fin, espero alguna respuesta de ustedes y para compartir experiencias,

tal vez logre superar un poco esto.
María Julia - Estudiante de Arquitectura
Algunos consejos generales para

no tener miedo al público
Estimado alumno, todos sabemos que no es nada fácil hablar en
público, pero también sabemos que lograrlo puede ser un gran paso,
no solo personal sino también profesional. Por eso, con su seguro
consentimiento, queremos darle unos consejos al respecto…
Como sabemos, la mayoría de las personas sufre un gran temor de hablar en

público, (está totalmente demostrado que es el número uno de los temores).
Sin embargo, esto que es tan necesario para dar buenos exámenes, brindar
informes en el trabajo, participar activamente en la clase de un curso,
o incluso celebrar un discurso en el brindis en una boda, cumple años,
velorio, entre otras muchas otra cuestiones, puede ser logrado sin mayores
dificultades.
El secreto es simple, debe ser paciente y practicar todo lo posible (o seguir

un curso como el brinda nuestra Web).
La primera regla y la más importante para hablar en público es:
1º …Saber muy bien de qué se está hablando...
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Quizás le suene obvio, pero lo cierto es que la mayoría de los oradores que
tienen dificultades para hablar en público, no tiene tampoco una idea clara
de lo que quieren transmitir a su audiencia.
Por eso, se necesita saber exactamente lo que quiere que la audiencia

capte, para lo cual sería también muy útil anotarse los tres o cuatro puntos
principales, y pensar en relación a los mismos.
Usted no es una enciclopedia humana, por lo que demasiada información

podría ser contraproducente para su discurso. En su lugar, siga esta regla de
los tres o cuatro puntos principales. Luego, tenga en cuenta los siguientes
puntos:
2º. Practique, pero no demasiado
Ensaye lo que irá a decir y practíquelo un par de veces, frente un espejo

que permita verse de cuerpo entero y en voz bien firme. Sería también una
buena idea tomar la duración del discurso para saber cómo se manejará
con los tiempos, de modo que el mismo no le sobre ni le falte. Sin embargo,
todo esto debe ser hecho sólo un par de veces, y no para apegarse a ello,
sino simplemente para tomarlo como referencia y tener una clara imagen
de sí mismo.
Sucede que serán las preguntas del auditorio y los momentos espontáneos
durante un discurso los que más lo sorprenderán a usted y deleitarán a su
audiencia, y no es bueno verse como si se estuviera recitando un discurso
memorizado, lo que suele aburrir y dormir al público.
3º. La ropa hace al orador
También es una buena idea definir bien cómo se vestirá. En este sentido,
asegúrese de usar algo que le quede cómodo, es decir algo que no le impida
moverse para gesticular.
Lo más importante, de todas formas, es que elija un buen tiempo antes

la ropa que se pondrá para ese momento, le debe quedar muy pero muy
bien, lo cual le dará un problema menos para el día de la presentación o
del discurso y le brindará además una mayor tranquilidad y seguridad en si
mismo.
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4º. La importancia de ser uno mismo
Muchas personas piensan deberían adoptar una imagen de otro “personaje”

(copiar) mientras hablan frente a una audiencia, como si ellos no fueran lo
suficientemente importantes para ser tenidos en cuenta y atendidos por los
oyentes.
Algunos oradores, llegan incluso a impostar una postura seria, solemne e

inexpresiva y se olvidan de que el humor puede ser uno de los instrumentos
más importantes en cualquier orador especialmente para romper el hielo
del auditorio. Por eso, no se debe obviar el humor, los hechos, anécdotas
y cuentos personales, que pueden ser una maravillosa manera de llegar al
corazón de una audiencia que siempre está habida de esos comentarios.
5º. Téngalo muy en cuenta => el público es su amigo y está deseoso

de escucharlo
La audiencia estará allí generalmente porque tendrá interés en lo que usted

quiere decir o dice, y querrá oír todo lo que usted exprese. Por eso, querrá
que lo haga con entusiasmo, con energía, sin miedo. No piense en una
audiencia que se comporta como algún tipo de bloque hostil sin humanidad
que está dispuesta a destruirlo, piensa en ella simplemente como lo que
son: un grupo de personas como usted que desean escucharlo.
Intente hacer un contacto visual con una persona a la vez, hablándole

personalmente a ella, sin pensar en ese momento en el resto de los oyentes.
Trate, si la situación lo permite, de incluir y hacer participar activamente a
su audiencia para utilizar sus respuestas como guía en su discurso.
6º. Ningún orador se ha muerto por hablar en público
¿Ha oído alguna de vez de alguien que por enfrentar el auditorio agonice en
el podio? Nosotros no. Y usted tampoco se desmayará, ni vomitará, perderá
sus ropas, se olvidará de su nombre o se volverá mudo.
Estas son todas cosas que frecuentemente fantasea cualquier persona que,
sin experiencia, tiene que hablar ante un grupo de gente.
Cualquier persona que enfrentó estas situaciones lo describía como “miedo
escénico”.
El mismo es absolutamente y perfectamente normal, pero es sólo eso, un
temor, y no una realidad que impida realizar el acto de comunicarse.
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7º. Utilice algunas técnicas de relajación antes de comenzar
Le recomiendo que busque un lugar donde nadie lo vea y que pueda

exteriorizarse libremente
a. Practique pequeños saltitos o pise muy fuerte con cada pie para descargar
tensiones, y no estar demasiado excitado.
b. Sacuda las manos y apriete y descomprima los puños repetidamente.

Esto evitará que sacuda sus manos demasiado. Si cree que podría temblar,
simplemente apóyese en el escritorio o en el podio mientras habla.
c. Cuando no lo vean, saque la lengua, abra los ojos y abra también la boca
todo lo que pueda, y entonces haga lo inverso para achicar la cara todo lo
posible. Todo esto le relajará los músculos de toda la cara.
d. Respire profundamente y haga un sonido pequeño, como tararear,

durante su exhalación, para tranquilizarse y además calentar su voz.
e. Imagínese en un lugar ideal, seguro, soñado. Nada lo puede dañar

mientras esté en medio de ello. Intente mantener esta imagen mientras
esté sobre el escenario.
Hablar en público no es una ciencia de expertos, ni un don de unos pocos,

y eso es lo que se demuestra en nuestro Curso de ORATORIA DE FUERTE
IMPACTO.
Si sigue todos nuestros consejos, practica, y empieza a desterrar los temores,

verá que será muy fácil liberarse de ellos, y que las personas o el público al
que le hable lo ayudará y le dará confianza. Para ese entonces, seguramente
descubrirá que ser un disertante puede ser algo muy satisfactorio.
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SISTEMA GLOBAL DE ESTUDIO

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Saber algo es sinónimo de saber decirlo.
Esta es la importancia de la comunicación
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persona de éxito y una común. En el mundo
de los negocios o cualquier otra actividad
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hablemos, en que nos comuniquemos y nos
expresamos, será el patrón por el cual se nos
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Termino el Secundario... ¿Que

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Dirigido principalmente a los alumnos
que terminan el nivel medio (secundario)
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Universitaria; también es material de
consulta obligatoria para los padres
que tienen hijos adolescentes y quieran
darles una orientación adecuada. Este
es un material especialmente indicado
para los Orientadores Vocacionales,
en él, encontrarán un nuevo enfoque
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Le deseo el mayor de los éxitos con sus estudios,

un saludo cordial!
Profesor, Luis A. Demattia

Especialista en Técnicas de Estudio
Si desea una entrevista personal con Luis,

Llamar al siguiente teléfono:
Teléfono Particular: +54 0221 489 1290
Dirección Comercial: Calle 10 Nº 1110 Local 18

Ciudad de La Plata
Argentina
E-mail Particular: luis@metododeestudio.com
Director de http://www.metododeestudio.com
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Miedo de hablar

AVISO, NOTAS LEGALES Y COPYRIGHT....

TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS:

Autor: Luis Alberto Demattia

Copyright Luis A. Demattia

Edición 2008, Editado por Luis Alberto Demattía,

Ingeniero Luis A. Demattia

Curso por Internet

Curso por Internet

Conferencias Algunos Comentarios de Lectores......................................... 15

Conferencias Gratis Algunos consejos previos para no tener miedo al público...........17

El miedo de Hablar en Público

Les voy a relatar una historia real

He de decir que es bastante habitual este miedo y yo personalmente

Pero lo primero es entender => ¿Por qué tenemos este miedo?

Yo pienso que en muchas oportunidades es el producto de la inseguridad,

de que es lo mejor para ellos, como en el caso de mi reunión de hoy.

Nos da miedo revelarles a nuestros oyentes nuestras debilidades, y

¿Qué podemos hacer?

Para empezar tenemos que reconocer que tenemos miedo a hablar en

IMPORTANTE: Algo que he aprendido después de muchas charlas es

Deja de pensar en tí mismo, y observa a las personas de vuestro alrededor.

Interactúa con la gente, preguntarles cosas, con mucho cuidado puedes

Por ejemplo, hoy en mi presentación había un fallo tipográfico en una de mis

Y al final… siempre me pregunto lo mismo ¿Qué es lo peor que me puede

El miedo a hablar en público puede aparecer ante situaciones muy diferentes,

Análisis del Tema

Comenzaremos señalando qué significa la ansiedad o el miedo a hablar

Entre los síntomas más frecuentes que merecen especial atención

-- El temblor en manos y piernas.

-- Sudoración de las manos.

-- Aumento de la frecuencia cardíaca y taquicardia.

-- Dificultad al respirar, falta el aire.

-- Tensión muscular generalizada especialmente en los músculos del

-- Pérdida de concentración especialmente en el tema que se está

-- Diversos lapsus de la memoria.

-- Molestias gástricas especialmente en el estómago.

-- Voz inestable pasa de agudo a grave y/o vértigo o mareos.

Los síntomas que señalábamos anteriormente normalmente van

=> Ser evaluados negativamente por los oyentes.

=> A no ser escuchados o valorados en forma positiva.

=> A no tener nada interesante o relevante que decir.

=> A la vergüenza que se pueda pasar frente a un posible fracaso como

Cierto grado de ansiedad es normal a la hora de hablar en público, e incluso

Es muy frecuente que la persona generalice esta ansiedad a otros ámbitos

Lo primero que hay que desarrollar para mejorar la conducta de hablar en

Lo que no se debe hacer, en este caso, es evitar el tener que enfrentar al

Algunas personas aumentan su ansiedad al hablar porque perciben al

Conviene recordar que el miedo es un sentimiento personal e interno,

dar cuenta rápidamente de ese estado interno que tenemos.

En todos los casos conviene señalar que en el momento de hablar en

…Es imposible para mí…

=> Son muy estresantes

Como contrapartida tenemos que afrontarlas y establecer estrategias útiles

…Otros muchos lo han hecho bien y yo también puedo hacerlo,

Una ayuda para cambiar este tipo de diálogos internos a nivel de

Por ejemplo, puede hacer el ejercicio práctico de imaginarse a su auditorio

la charla o, simplemente, las caras de las personas con sus asentimientos

Normalmente antes de una exposición oral:

¿Te imaginas este tipo de situación?

¿Tiendes a verlo todo negro en negativo?

Una estrategia que puede ser útil y normalmente da buenos resultados es

Es básico tener claro que aprender un discurso o intervención al pie de