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MINISTERIO DE SALUD.

Orientación Técnica Abordaje de la Fibromialgia, Santiago: Minsal, 2016


Todos los derechos reservados. Este material puede ser reproducido total o parcialmente para fines de diseminación y
capacitación. Prohibida su venta.
ISBN: 978-956-348-094-8

Fecha 1ª Edición: Mayo de 2016


TABLA DE CONTENIDOS

1. INTRODUCCIÓN ............................................................................................................................................. 4
1.1 Descripción y epidemiología del problema de salud .............................................................................. 4
1.2 Alcance de la Orientación Técnica .......................................................................................................... 7
1.2.1 Población y escenarios de desarrollo que refiere la orientación .............................................................. 7
1.2.2 Usuarios a los que está dirigida la guía...................................................................................................... 8
2. OBJETIVOS ..................................................................................................................................................... 8
3. ABORDAJE DE LA FIBROMIALGIA ................................................................................................................... 9
3.1 Semiología............................................................................................................................................... 9
3.1.1 Manifestaciones clínicas ............................................................................................................................ 9
3.1.2 Exploración clínica ........................................................................................................................ 10
3.2 Confirmación diagnóstica ..................................................................................................................... 12
3.3 Tratamiento de la Fibromialgia ............................................................................................................. 14
3.3.1 Tratamiento farmacológico............................................................................................................ 14
3.3.2 Tratamiento no farmacológico ....................................................................................................... 19
4. DESARROLLO DE LA ORIENTACIÓN TÉCNICA .................................................................................................. 28
4.1. Grupo de trabajo.................................................................................................................................... 28
4.2. Declaración de conflictos de intereses .................................................................................................... 32
4.3. Revisión sistemática de la literatura ....................................................................................................... 32
4.4. Vigencia y actualización de la orientación técnica ................................................................................... 32

TABLAS
Tabla 1: Personas con Fibromialgia, fuente Corporación de Fibromialgia Chile ................................................. 4
Tabla 2: Nivel de Evidencia Tratamiento Farmacológico de la Fibromialgia .................................................. 198

ANEXOS
ANEXO 1. Escalas de evaluación del sueño más utilizadas ............................................................................... 333
ANEXO 2. Tender Points (puntos sensibles)...................................................................................................... 344
ANEXO 3. Índice de dolor generalizado ............................................................................................................ 355
ANEXO 4. Prueba de sospecha y diagnóstico precoz de Fibromialgia en Atención Primaria de Salud ............... 377
ANEXO 5. Criterios de clasificación ACR 2010......................................................................................................... 388
ANEXO 6. Banderas Rojas: signos y síntomas que requieren derivación a especialista ……………………………………. 41
ANEXO 7. Fibromyalgia Impact Questionnaire (FIQ) Versión en español ............................................................ 42
BIBLIOGRAFÍA ................................................................................................................................................. 444
1. INTRODUCCIÓN

1.1 Descripción y epidemiología del problema de salud

Aunque la constelación de síntomas que caracterizan a la Fibromialgia ha sido descrita desde hace
varias décadas, no es sino hasta el año 1990 que se elabora y publica el primer consenso de
clasificación de la enfermedad (1), cuyos criterios diagnósticos, a pese a su alta sensibilidad y
especificidad, fueron modificados en el 2010 buscando describir de manera más precisa e integral
el cuadro. Así se transitó entre el diagnóstico con base exclusiva en el dolor generalizado músculo
esquelético crónico y presencia de más de 11 de los 18 “Puntos Sensibles” (Tender Points) a la
valoración clínica dirigida a identificar y explorar una amplia esfera de sintomatología más allá de
las manifestaciones musculo esqueléticas (2) y que incluyen síntomas muy característicos como la
fatigabilidad, alteraciones del sueño y alteraciones cognitivas junto a otros relacionados a los
sistemas circulatorio, digestivo, neurológico, urinario, etc. (3). No obstante la intensidad de
síntomas articulares y músculo esqueléticos, esta patología no es, ni precede, una artropatía
inflamatoria, aunque pueda coexistir con otras afecciones de esta índole. (2).

La Fibromialgia afecta al 2-5% de la población general y suele aparecer entre los 30-50 años (4) y se
diagnostica unas nueve veces más en mujeres que en hombres. En Europa la incidencia anual se
estima que es de alrededor del 0,6% en mujeres entre 26 y 55 años (5). En Chile, aunque no existen
estudios epidemiológicos, se calcula que podrían estar afectados entre el 1% y el 2% de la población
general y que sería más frecuente en mujeres que en hombres, pudiendo manifestarse a cualquier
edad, incluso en niños y adolescentes. La Fibromialgia es una de las causas de consulta más
frecuente en Reumatología (2). En Chile las consultas particulares de reumatología por Fibromialgia
llegan a 26,75% (6).

Según registros internos de la Corporación de Fibromialgia de Chile, los casos inscritos entre el año
2000 y septiembre del año 2014 alcanzan un total de 6.559 según la siguiente distribución por rango
etario: 6.284 casos entre los 35 y 55 años de edad (5.795 mujeres y 489 hombres), 23 niños y niñas
entre los 9 y 12 años, 52 adolescentes entre 14 y 21 años y 200 adultos jóvenes entre 22 y 34 años.
Del total de inscritos en la organización 956 son de regiones distintas a la región Metropolitana
(14.57%).

Tabla 1: Personas con Fibromialgia, fuente Corporación de Fibromialgia Chile


Total 9 a 12 años 14 a 21 años 22 y 34 años 35 y 55 años
Frec. % Frec. % Frec. % Frec. % Frec. %
6.559 100 23 0,35 52 0,79 200 3,04 6284 95,80
El término Fibromialgia ha sido reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) (7) y
tipificado en su manual de Clasificación Internacional de Enfermedades: CIE-10, versión 2007,
dentro del apartado M79 Otros trastornos de los tejidos blandos, no clasificados en otra parte, con
el código M79.7 Fibromialgia (8).

La etiología sigue siendo desconocida. No obstante, se han identificado diferentes factores que se
asocian al riesgo de padecerla, siendo los principales:

a) El sexo: la gran mayoría de las personas con Fibromialgia son mujeres, en una proporción
aproximada de 9 mujeres por cada varón (9).
b) La agregación familiar: se sugiere que puede existir algún componente genético con un mayor
grado de anomalías alélicas en genes que codifican receptores de serotonina (10), detectándose
una mayor frecuencia de la misma entre los familiares de primer grado (11).
c) También se ha sugerido la posibilidad de alteraciones de la microcirculación muscular o
alteraciones en la modulación y conducción dolorosa producidas por micro traumatismos
musculares (12).
d) La presencia de otros síndromes de dolor regional crónico como la cefalea crónica, dolor pélvico,
colon irritable, etc., favorecería la aparición de la patología (13).
e) La presencia de estrés emocional significativo: el estudio de Raphael y cols realizado sobre una
muestra de 11.904 personas, detectó que el riesgo de presentar trastorno depresivo mayor
actual, era tres veces superior en los pacientes con Fibromialgia; además el riesgo de padecer
trastornos de ansiedad, trastornos obsesivo-compulsivos y trastornos de estrés post-traumático
(PTSD), era 5 veces superior en la población con Fibromialgia (14).
f) La presencia de trastornos del sueño, o sueño no reparador, tiene un rol significativo en
perpetuar la fatiga, malestar general, disconfort y dolor físico generalizado. A su vez el dolor
deteriora la calidad del sueño nocturno y se retroalimentan entre sí negativamente. Sobre el 75%
de los pacientes con Fibromialgia tienen alteraciones del sueño y éstas impactan negativamente
en especial las esferas de dolor, fatiga y desempeño (15,16).

Por ejemplo, en Israel, la Fibromialgia se ha observado asociada al trastorno por estrés


postraumático (PTSD) en un 57%, y la prevalencia de éste en pacientes con Fibromialgia es mucho
mayor que en el resto de la población (17). También se ha encontrado mayor presencia de la
enfermedad en las personas que han sufrido problemas mayores durante la infancia (maltrato,
ambientes familiares hostiles, violencia intrafamiliar, alcoholismo, etc.) (18).

Se han realizado estudios con respecto a los mecanismos fisiopatológicos de este cuadro en los que
se han encontrado diferencias significativas en el procesamiento del dolor entre personas con
Fibromialgia y personas sanas, poniendo de manifiesto que la principal alteración detectada en las
personas afectadas es una disfunción del sistema nociceptivo. Este sistema, responsable de la
detección de posibles lesiones y de la modulación de las molestias que éstas producen, responde a
los estímulos psicofísicos (mecánicos, térmicos, eléctricos, auditivos y psicológicos anticipatorios).
En la Fibromialgia, al afectarse este sistema, las personas reaccionarían de una forma más rápida y
con mayor intensidad frente a un estímulo determinado. En otras palabras, detectan de manera
correcta los estímulos, pero el umbral de estimulación requerido para trasladar un estímulo
sensorial a una posible amenaza está significativamente descendido (fenómeno conocido como
sensibilización central) (8,19,20).

Algunos estudios muestran cómo el fenómeno de la sensibilización central también se ha asociado


a otros síndromes dolorosos como artrosis, dolor lumbar crónico no específico, el síndrome de dolor
regional complejo, dolor neuropático, entre otros (21,22). Esto podría explicar por qué algunos de
estos cuadros, incluyendo la Fibromialgia, tienen características clínicas y fisiopatológicas similares
como hiperalgesia, ausencia de lesión inflamatoria como mecanismo principal del dolor,
hipersensibilidad a estímulos sensitivos, además de otros síntomas generales (23).

Por lo tanto, hasta ahora, los mecanismos que mejor explican el dolor y las alteraciones de la
sensibilidad y el sueño (24,25) radican en la presencia de una sensibilización central que conduce a
una disminución del umbral del dolor (26) y a una percepción amplificada de las aferencias que
informan del estado de salud corporal al sujeto (27).

Existe abundante evidencia científica que apoya este fenómeno (28) así como también la alta
señalización de las vías sensitivas ascendentes del asta posterior de la médula espinal, alteraciones
en los canales de sodio de las neuronas sensitivas, elevación de los niveles de sustancia P obtenido
de punciones lumbares de pacientes con Fibromialgia (29), alteraciones gammagráficas funcionales
de las áreas corticales que se activan frente a estímulos dolorosos que, en pacientes con
Fibromialgia, lo hacen a menor umbral y con un mayor número de áreas corticales (30); estudios
genéticos que muestran las alteraciones del gen de la COMT (catechol-O-methyl- transferase), que
llevaría a una persistencia de los neurotransmisores excitatorios en las vías nociceptivas (31),
factores de crecimiento neural en las neuronas del asta posterior de la médula espinal que llevan a
una proliferación de las dendritas amplificando la posibilidad de señal aferente (32). Por otra parte,
también hay evidencia de defectos como disminución de la neuromodulación central del dolor y la
existencia de vías descendentes antinociceptivas con actividad reducida (33).

La Fibromialgia, como otros problemas de salud que presentan dolor crónico, puede producir
diferentes consecuencias en la vida de la persona que la padece, como fatiga, trastornos del sueño,
problemas emocionales/cognitivos (depresión y ansiedad, alteraciones en la concentración y
disminución de la memoria), limitaciones en la actividad y trabajo (reducción de las actividades
cotidianas y de ocio, reducción de la actividad física, interrupción de la promoción profesional o
educativa) y problemas sociales (relaciones familiares y de amistad alteradas y aislamiento social).
Además las y los pacientes informan del desequilibrio familiar que este problema ocasiona
poniendo en riesgo el mantenimiento y calidad de sus relaciones en este contexto (34).

En términos globales, los problemas osteomusculares y del tejido conjuntivo constituyen la tercera
causa de licencias médicas en algunos países (15%) (9). Dada la elevada prevalencia de la
Fibromialgia y su mayor frecuencia en la edad productiva, sus repercusiones laborales son
importantes.

Las personas con Fibromialgia utilizan una gran cantidad de recursos sanitarios con el consiguiente
costo económico. En la actualidad, se ha mostrado el efecto beneficioso del diagnóstico oportuno
de la Fibromialgia sobre el consumo de recursos sanitarios y, por lo tanto, sobre el costo asociado
(35,36).

En el trabajo de Annemans et al., en el contexto de la atención primaria del Reino Unido, el


diagnóstico de Fibromialgia supuso un descenso significativo en la petición de pruebas, prescripción
de fármacos y derivaciones a especialistas, comparado con la tendencia esperada en el caso de
que ese diagnóstico no se hubiese realizado, y utilizando como referencia el uso de recursos
sanitarios previo al mismo por parte de estos pacientes (36). Así pues, un mejor conocimiento
de la Fibromialgia puede facilitar un diagnóstico y tratamiento precoz, disminuyendo costos
sanitarios.

La atención de una persona con Fibromialgia debe ser integral y requiere de la participación de un
equipo interdisciplinario, ante la diversidad de manifestaciones asociadas que, en su conjunto,
tienen repercusión en la salud, calidad de vida, desarrollo en la participación laboral, social y familiar
de este grupo de personas.

1.2 Alcance de la Orientación Técnica

1.2.1 Población y escenarios de desarrollo que refiere la orientación

1.2.1.1 Definición:

La Fibromialgia es un síndrome de dolor crónico generalizado, percibido en músculos y


articulaciones de más de tres meses de duración, sin otra causa médica que lo explique. En el
examen físico destaca hipersensibilidad, alodinia, también la presencia de Puntos Sensibles, sin
otros hallazgos patológicos mayores. El dolor se acompaña característicamente de fatigabilidad,
despertar cansado y síntomas cognitivos como problemas de concentración y de memoria reciente.
Además en la historia clínica se recogen una variedad de síntomas acompañantes como cefaleas,
parestesias, síntomas digestivos clasificables como Síndrome de Intestino Irritable, síntomas de
vejiga irritable o dolor pelviano, alteraciones cutáneas gatilladas por el frio o hipersensibilidad a
variadas sustancias (26).

1.2.1.2 Tipo de Pacientes:

La presente Guía se refiere a todas las personas con sospecha de Fibromialgia.

Los criterios CIE-10 incluidos son:


Capítulo XIII: Enfermedades del sistema osteomuscular y del tejido conectivo
(M79) Otros trastornos de los tejidos blandos, no clasificados en otra parte.
(M79.7) Fibromialgia

1.2.2 Usuarios a los que está dirigida la Orientación

La presente Orientación Técnica ha sido elaborada como material orientador para:

 Profesionales de Salud: Médico, Enfermera/o, Terapeuta Ocupacional, Kinesiólogo/a,


Psicólogo/a.
 Organizaciones de personas con Fibromialgia.

1.3 Declaración de intención

Esta Orientación Técnica no fue elaborada con la intención de reemplazar las decisiones médicas y
terapéuticas que un profesional con experiencia y acabados conocimientos en Fibromialgia pueda
realizar en el abordaje de los distintos casos que se le presenten. El documento es, más bien, un
instrumento orientador en torno al proceso de detección, derivación e intervención médica y
rehabilitadora adecuada y necesaria para el abordaje integral de la Fibromialgia.

2. OBJETIVOS

Esta Orientación Técnica es una referencia para la atención de las personas con Fibromialgia de toda
edad o con sospecha de Fibromialgia.
En ese contexto, este documento tiene por objetivos:

2.1 Entregar orientaciones a los usuarios diana en:

 Exploración clínica y diagnóstico de la persona con sospecha de Fibromialgia; tratamiento


farmacológico y no farmacológico de la persona con Fibromialgia.

2.2 Establecer los criterios de referencia oportuna a especialidad de una persona con Fibromialgia
en los casos que sea pertinente.
3. ABORDAJE DE LA FIBROMIALGIA

3.1 Semiología

Debido a la falta de pruebas objetivas, el diagnóstico de la Fibromialgia es clínico y no requiere apoyo


de pruebas analíticas.

3.1.1 Manifestaciones Clínicas:

El síntoma clave es el dolor generalizado, que se agrava con el estrés, la activación emocional, el
frío o la actividad física mantenida. El dolor se acompaña frecuentemente de rigidez articular
matutina menor a 15 minutos, parestesias en manos y pies sin presencia de un patrón neurológico,
fatigabilidad, astenia y alteraciones del sueño. Otros síntomas que con frecuencia acompañan a la
Fibromialgia son cefaleas, acufenos, sensación de falta de equilibrio, alteraciones de la
concentración o de la memoria, disfunción temporomandibular, dolor muscular difuso que incluye
al tejido blando fibroso y clínica compatible con Síndrome de Intestino Irritable. Además presentan
frecuentemente intolerancia a estímulos, olfativos y auditivos (35).

Inherente a la complejidad de la enfermedad, la presencia de comorbilidades, suele complicar el


manejo de los pacientes. Dentro de las más frecuentemente asociadas, están la obesidad y
sobrepeso, principalmente en mujeres (61% de coexistencia) (37), los trastornos del sueño, que
muchas veces preceden a la enfermedad. Por ello, es necesario incluir una evaluación por posibles
trastornos del sueño, en especial apneas del sueño, síndrome de piernas inquietas y movimiento
periódico de extremidades por su alta prevalencia en esta población, existiendo distintas escalas de
evaluación (Ver ANEXO 1. Escalas de evaluación del sueño más utilizadas)

Cabe mencionar, que también hay síntomas de esferas distintas a lo estrictamente


musculoesquelético, conformándose en síndromes bien definidos que se manifiestan al unísono de
la Fibromialgia; como trastornos digestivos, urinarios, endocrinológicos, entre otros.

En el área digestiva, las patologías gastrointestinales más frecuentes asociadas a Fibromialgia son:
Dispepsia Funcional, Reflujo gastro-esofágico, Sobrecrecimiento Bacteriano Intestinal,
Malabsorción de Lactosa o Intolerancia a lactosa (IL) y Síndrome de intestino irritable (SII). Este
último, el cual comparte mecanismos patogénicos con la Fibromialgia presenta una asociación alta,
llegando a observarse en el estudio de Sperber et. al. que un 31.6% de los pacientes con SII poseen
además diagnóstico de Fibromialgia y que un 32% de las mujeres con Fibromialgia tienen
diagnóstico de SII (38) (38).

Otra área necesaria de considerar en la atención integral de las personas con Fibromialgia es la
Urológica. Es posible que se encuentre presente el Síndrome de Vejiga Hiperactiva, definida como
la presencia de urgencia miccional (deseo súbito e imperioso de tener que vaciar la vejiga), con o
sin urgeincontinencia (escape urinario involuntario precedido de la sensación de urgencia),
altamente asociado a frecuencia miccional aumentada durante las horas del día y nicturia, en
ausencia de alguna patología inflamatoria de las vías urinarias bajas que explique la ocurrencias de
los síntomas (41).

La prevalencia del Síndrome de Vejiga Hiperactiva en población general se describe entre un 10% y
un 15%, afectando por igual a hombres y mujeres, e incrementándose fuertemente con la edad. La
evaluación urodinámica en estos pacientes es relevante para agudizar la eficiencia de las terapias,
ya que el 70 % de los pacientes con Fibromialgia con vejiga hiperactiva padecen además de
urgeincontinencia (42). Por lo anterior, se deduce que las personas con Fibromialgia padecen de una
vejiga hiperactiva de mayor severidad y de más difícil control que aquella descrita en la población
general. En personas mayores, la Fibromialgia puede impactar considerablemente en diversos
ámbitos. Desde la Valoración Geriátrica integral, los pacientes presentan múltiples comorbilidades
y polifarmacia, con el consiguiente mayor riesgo de efectos adversos como aislamiento social,
tendencia al inmovilismo, constipación, malnutrición, trastorno de la marcha y mayor riesgo de
caídas, osteoporosis, riesgo de fracturas y hospitalizaciones frecuentes. Lo anterior genera un
escenario más complejo frente al tratamiento y las terapias que se pueden ofrecer, lo que obliga a
una mirada atenta frente al daño que se podría causar con la medicación existente (43).

Es fundamental una anamnesis detallada y valoración integral de la persona, considerando los


aspectos del dolor, funcionalidad y contexto psicosociolaboral (35); incluyendo antecedentes
psicológicos y psiquiátricos (antecedentes personales y familiares de trastorno mental,
sintomatología psicopatológica actual); nivel de apoyo social (relaciones familiares y la repercusión
y/o condiciones en la esfera sociolaboral), entre otros.

3.1.2 Exploración clínica:

La exploración física detallada y exhaustiva es esencial, tanto para confirmar la Fibromialgia como
para descartar otras enfermedades, en especial del sistema osteoarticular y neurológico. En la
Fibromialgia la movilidad y el aspecto articular deben ser normales, a menos que coexista con otra
enfermedad osteoarticular de cualquier tipo (44). También en una proporción de los pacientes se
detecta alodinia dinámica al roce cutáneo, generalmente en zona de trapecios, parte proximal de
brazos y en muslos que los afectados definen como una sensación de ardor o escozor a la
estimulación táctil (45).

El hallazgo más relevante en pacientes con Fibromialgia es la detección de un umbral para el dolor
patológicamente descendido, aunque en la práctica clínica se utiliza la estimulación mecánica,
mediante la comprobación y cuantificación de los puntos sensibles.
Es necesario que la exploración física se haga de forma sistematizada y con precisión,
recomendándose seguir el Manual Tender Point Survey (Ver ANEXO 2. Tender Points (puntos
sensibles) (46).
3.2 Confirmación diagnóstica

La confirmación diagnóstica se basa, exclusivamente, en la evaluación clínica ya que, hasta ahora,


se carece de datos objetivos analíticos, imagenológicos o anatomopatológicos específicos para la
Fibromialgia (3).

El año 2010 el Colegio Americano de Reumatología (ACR) formuló los nuevos criterios de
Clasificación. Se debe cumplir con los siguientes criterios diagnósticos (47):

1. Dolor musculoesquelético generalizado en al menos 7 de las 19 áreas corporales evaluadas


en el Índice de Dolor Generalizado (Ver
2. ANEXO 3. Índice de Dolor generalizado).
3. Escala de Severidad de Síntomas que evalúa la presencia e intensidad de los 3 síntomas
acompañantes fundamentales:
a. Fatigabilidad,
b. Despertar cansado por sueño de mala calidad y
c. Trastornos cognitivos de la concentración y memoria reciente, y la presencia y severidad
de una larga lista de síntomas somáticos.
Un paciente será calificado con Fibromialgia cuando presenta un Índice de Dolor
Generalizado mayor a 7 con una Escala de Severidad de Síntomas mayor a 5 o cuando
presenta un Índice de Dolor Generalizado menor a 7 pero con una Escala de Severidad de
Síntomas mayor a 9 (Ver ANEXO 5. Criterios de Clasificación ACR 2010).
4. Historia de síntomas de igual intensidad en los últimos tres meses.
5. La persona no presenta otra causa clínica que explique sus molestias.
6. El dolor corporal es generalmente referido como cansado o pesado en músculos y
articulaciones.

Estos nuevos criterios permiten realizar un proceso diagnóstico acertado al 88.1% de las personas y
no requiriendo del examen físico ni de la búsqueda de Tender Points (3) (Ver ANEXO 2. Tender Points
(puntos sensibles)). Sin embargo, sigue siendo recomendable el examen físico que permite hacer el
diagnóstico diferencial.

Es relevante destacar que la evaluación de Tender Points debe realizarse solo en los casos que el
profesional presente conocimiento y experiencia en ello para mejorar la agudeza diagnóstica (3).
3.2.1 Diagnóstico diferencial

Como se ha señalado anteriormente, el diagnóstico de Fibromialgia es clínico, careciéndose de


datos objetivos (pruebas de laboratorio o hallazgo radiológico) específicos para determinar su
presencia. De todas formas se sugiere realizar determinadas exploraciones complementarias con
objeto de descartar la coexistencia de otros procesos asociados. La valoración de personas con
Fibromialgia debe incluir el hemograma, la bioquímica básica, el factor reumatoide (solo si existe
inflamación de articulaciones) y la TSH (tirotropina) considerando que cerca de un tercio de los
pacientes con hipotiroidismo presentan Fibromialgia.

La petición de otras pruebas complementarias debe ser individualizada, en función del cuadro
clínico, la exploración física y la sospecha de una enfermedad asociada.

Algunas enfermedades que pueden compartir manifestaciones clínicas con la Fibromialgia son:
o Lupus eritematoso sistémico
o Síndrome de Sjogren
o Miopatía (metabólica o inflamatoria)
o Artritis reumatoide
o Polimialgia reumática
o Espondiloartropatías
o Trastorno depresivo mayor
o Climaterio
o Esclerosis múltiple
o Artrosis Poliarticular
o Hipotiroidismo
o Afectaciones musculares por fármacos
o Neuropatías periféricas
o Hiperparatiroidismo
o Alteraciones estructurales mecánicas o degenerativas del raquis (33)
o Síndrome Miofacial
3.3 Tratamiento de la Fibromialgia

El tratamiento de la Fibromialgia es sintomático, ya que no se conoce la etiología. Los tratamientos


van encaminados básicamente a disminuir el dolor y la fatiga, a mejorar el sueño y los niveles de
actividad, la adaptación y calidad de vida de las y los pacientes, así como a mantener la
funcionalidad e incrementar la capacidad de afrontar la enfermedad y mejorar el bienestar
psicológico.

El grupo de expertos, basándose en la evidencia revisada y especialmente presentada en el


Documento de Consenso Interdisciplinar para el Tratamiento de la Fibromialgia del año 2010
recomienda la combinación de ejercicio físico, estrategias de intervención cognitivo-conductual y
fármacos como los 3 pilares fundamentales en el tratamiento de pacientes con Fibromialgia (47).

3.3.1 Tratamiento farmacológico

Uno de los síntomas cardinales y diagnósticos de este síndrome corresponde al dolor crónico, el cual
debe ser abordado de manera adecuada por la importancia de la intensidad y frecuencia de
aparición que tiene en esta patología (49). La Fibromialgia y su sintomatología es un motivo de
incapacidad y ausencia laboral que genera grandes pérdidas económicas en los países, generando a
su vez un aumento en las visitas a médico con los costos que esto tiene asociados (49,50).

La Fibromialgia es considerada una patología crónica no transmisible, su abordaje debe incorporar


el tratamiento del dolor y de los otros síntomas asociados al síndrome, y el tratamiento no
farmacológico (50).

Basado en la Guía Clínica Alemana de Manejo del síndrome de Fibromialgia, el grupo de expertos
sugiere como primer nivel de elección de tratamiento farmacológico los Antidepresivos Tricíclicos
en personas diagnosticadas con Fibromialgia. En el caso de los antidepresivos tricíclicos, ISRS y IRSN,
se sugiere utilizarlos para el tratamiento del dolor y otros síntomas en pacientes con Fibromialgia
(51).
3.3.1.1 Amitriptilina
Este medicamento es uno de los antidepresivos más antiguos y conocidos como coadyuvantes en el
manejo del dolor crónico de diverso origen, además de ser un buen inductor del sueño y en el caso
particular de la Fibromialgia puede tener efectos beneficiosos adicionales en el control de síndromes
asociados como la vejiga irritable. Está indicado para reducir el dolor, la fatiga, mejorar el sueño y
desde la perspectiva del médico y del propio paciente entrega una sensación global de mejoría.

Una revisión sistemática y metanálisis de uso de antidepresivos en la Fibromialgia publicada en el


año 2000 muestra que la amitriptilina, ciclobenzaprina, combinaciones de fluoxetina con
amitriptilina además de otros tricíclicos, ha tenido efectos moderados en siete mediciones hechas
para evaluar dolor, depresión y calidad de sueño (52). Otro metanálisis publicado el mismo año que
incluyó trece estudios con antidepresivos en Fibromialgia, donde ocho de ellos eran con
amitriptilina, mostró resultados semejantes a la revisión anteriormente mencionada; con resultados
moderados en dolor, calidad de sueño, sensación global de la enfermedad; y leves resultados en
fatiga y número de Tender Points (53). A su vez la GPC sobre Fibromialgia del Ministerio de Sanidad,
Política Social e igualdad de España (54) y en la Guía clínica Alemana de Manejo del síndrome de
Fibromialgia (51) le dan un grado de recomendación nivel A1 por la calidad de evidencia que la
sustenta.Luego, se considera que tiene un buen perfil como fármaco de primera línea, a pesar de
no haber sido aprobado por la Food and Drug Administration (FDA) para el uso específico en esta
patología. Sumado a ello, es de bajo costo y accesible en la red de salud nacional.

Posteriormente, en una revisión sistemática sobre el uso de la Amitriptilina en la Fibromialgia


publicada en 2008, donde la dosis más utilizada fue de 25 mg/24 horas, el fármaco fue superior al
placebo en los resultados sobre el dolor, la fatiga, el sueño y la impresión global del médico y de
la persona (55).

Se sugiere dosis de Amitriptilina entre 12,5 y 50 mg al día (ideal 25-50 mg/día) cantidades menores
a las utilizadas para tratar la depresión, lo que hace pensar que el efecto analgésico es
independiente del efecto antidepresivo (47).

El grupo de expertos sugiere considerar los efectos secundarios por la tolerancia del medicamento
del paciente, entre estos: sequedad bucal, aumento de peso, estreñimiento.

Se destaca que está contraindicado en presencia de Glaucoma.

3.3.1.2 Ciclobenzaprina
La ciclobenzaprina es un relajante muscular con una estructura similar a los antidepresivos
tricíclicos, reduce el dolor a corto plazo y mejora el sueño, por lo tanto, puede recomendarse para
el tratamiento de estos síntomas en personas con Fibromialgia. Las dosis utilizadas en los Ensayos
Clínicos Aleatorizados son variables. Una revisión sistemática sobre uso de este medicamento en la
Fibromialgia, por su efecto sedante, aconseja la administración de la dosis principal o con
frecuencia única, de 5 – 10 mg/noche (56).
3.3.1.3 Pregabalina
Diversos estudios demuestran la eficacia de la Pregabalina (60) (30). Esta reduce el dolor, mejora el
sueño y la calidad de vida, por lo tanto, suele recomendarse para el tratamiento de estos síntomas.
Sin embargo, su uso ha sido cuestionado por análisis costo efectivos y de potencia clínica generando
que en países como España, no la incluyan entre los fármacos aprobados (62).

Si bien los estudios que permitieron la aprobación de la Pregabalina para su uso en Fibromialgia por
parte de la Food and Drug Administration (FDA), mencionan dosis de 150 a 600 mg/día, el panel de
expertos recomienda siempre iniciar el tratamiento con dosis menores de 75 mg., inicialmente de
noche y aumentar dosis en forma gradual de modo de llegar idealmente a 300 mg. de indicación
dividido en dos tomas, es decir, 150 mg. cada 12 horas.

Esta medida se acoge considerando grupos de revisiones sistemáticas y estudios clínicos, que la
sugieren para disminuir el abandono al tratamiento por los efectos adversos, que afectan entre el 9
y 12% de los casos, siendo los mareos el efecto más común, presentándose en el 17% de las personas
(57) (58) (59) (60) (61). El Colegio Americano de Reumatología recomienda, empezar con dosis bajas
(150 mg. día) y luego titulando la dosis según la respuesta clínica (3).

El grupo de expertos, basado en la evidencia, sugiere iniciar tratamiento con Pregabalina en


personas que ya han recibido las combinaciones de amitriptilina y/o ciclobenzaprina. Partir con
dosis bajas, fracciones de 75 mg. en horarios inicialmente nocturnos y con un esquema creciente en
dosis y frecuencia, que permita la adaptación a la somnolencia, mareos y disminución de la alerta,
efectos que en variadas ocasiones provoca la discontinuidad del tratamiento (63,64).

En los personas con prescripción de dosis cercanas a 300 mg al día debe mantener una dieta
balanceada dado que el aumento de peso es uno de los efectos adversos reportados (65).

3.3.1.4 Duloxetina, Milnacipram y Fluoxtina


Diversas revisiones sistemáticas recomiendan los Antidepresivos del tipo IRSN (Inhibidores de la
recaptación de serotonina y noradrenalina) como segunda línea de acción farmacológica. Estos
antidepresivos Duales (Duloxetina y Milnacipram) exhiben un mejor perfil de eficacia clínica; estos
fármacos favorecen en forma equilibrada, tanto la recaptación de serotonina (5HT) como de
norepinefrina (NE) en las vías descendentes antinociceptivas sin acción en canales de iones u otros
neuroreceptores (66,67,68,69,70).

El uso de la Duloxetina ha sido aprobado por la Food and Drug Administration para su uso en
Fibromialgia, desórdenes depresivos mayores, desordenes de ansiedad generalizada, neuropatía
diabética y dolor músculo esquelético generalizado (71).
En Fibromialgia se ha aprobado para dosis de 60 mg por día (73, 74), aunque el grupo de expertos
recomienda comenzar con dosis de 30 mg/ al día durante 15 días dado su pobre tolerancia
gastrointestinal inicial. Dosis mantenidas de 30 mg. no han mostrado igual grado de efectos en
Índices de Dolor, pero sí en el Fibromyalgia Impact Questionnaire , SF 36 y Patient Global
Impression of Improvement (PGI-I), así como también en relación a síntomas de ansiedad
y depresión (ver ANEXO 7. Fibromyalgia Impact Questionnaire (FIQ) Versión en español) y en la
percepción global de la persona (70).

La Duloxetina reduce el dolor, mejora el sueño, el estado de ánimo, la calidad de vida y la capacidad
funcional, por esto, varios estudios la recomiendan para el tratamiento de estos síntomas en
personas con Fibromialgia. La dosis de 60 mg/día, por vía oral, es superior al placebo en relación a
la disminución del dolor y a la mejora de la limitación funcional a corto y mediano plazo
(63,72,73,74).

El Milnacipram fue aprobado por la FDA por sus efectos en el dolor, fatiga, depresión, en dosis de
50 a 200 mg (75). Siendo demostrado su efecto en tratamientos que han fracasado con duloxetina.
Estudios clínicos randomizados de alta calidad recomiendan iniciar con dosis de 25 mg. las primeras
dos semanas (73).

Existe evidencia que estos medicamentos generan efectos gastrointestinales, somnolencia y


mareos, por lo que se debe educar a la persona ingerirlos con alimentos para mejorar la tolerancia
las primeras semanas de uso, iniciando con dosis menores que permitan la adaptación a los efectos
secundarios e indeseables para la persona (duloxetina 30 mg y milnacipram 25mg) (76,77,78).

En el caso de la Fluoxetina, otro antidepresivo de uso habitual, parece más eficaz en el tratamiento
de la depresión y la limitación funcional, siendo controvertida la evidencia en el tratamiento del
dolor, sueño y fatiga. Sin embargo su asociación con amitriptilina puede mejorar su efecto,
manteniendo un buen perfil de efectos adversos y de costo eficacia (78). Ello sumado a dosis
efectivas y programadas de Paracetamol de 1 gr cada 12 u 8 horas y no en régimen de emergencia
o crisis (80,81), reduce el dolor, la fatiga, la depresión, mejora el sueño y la calidad de vida (3).

3.3.1.5 Zolpidem, Zoplicona y Melatonina


Un estudio doble ciego en 19 personas con Fibromialgia concluyó que el tratamiento a corto plazo
con Zolpidem (5 a 15 mg) no alivia el dolor de la Fibromialgia, pero es útil para los trastornos del
sueño y aumentar la energía durante el día (82).

Un primer estudio con evaluación subjetiva y polisomnográfica demostró mejoría en la calidad de


sueño, latencia de sueño, tiempo total de sueño y reducción en número de despertares respecto al
placebo, sin mejorar el dolor ni otros síntomas; sin embargo un segundo estudio basado solamente
en experiencia subjetiva mostró superioridad de la zopiclona, sin embargo no alcanzó significación
estadística respecto al placebo (83,84).
En un estudio piloto la Melatonina en dosis de 3mg 30 min antes de acostarse por 4 semanas, mostró
mejoría en el sueño y disminución en los puntos dolorosos, sin efectos sobre el dolor, fatiga ni
depresión (85).

Un examen cuidadoso de la farmacoterapia centrado en la persona favorece la reducción del uso


excesivo de medicamentos, generando un mejor resultado para los pacientes con Fibromialgia.
Mejorar la funcionalidad y el bienestar psicológico es fundamental en el abordaje de esta patología,
al igual que el farmacológico. Debe ser un objetivo prioritario del tratamiento, lo que requiere una
intervención multidisciplinaria, dado los multifactores de mayor o menor complejidad y que suelen
presentarse durante todo el curso de la enfermedad (86).

En la Tabla 2 se menciona el tipo de evidencia que posee cada uno de los medicamentos utilizados
en Fibromialgia y fue presentado en el artículo titulado “Síndrome Fibromiálgico: tratamiento
multidisciplinario según evidencia” publicado en la Revista Colombiana de Reumatología en el año
2010 (86).

Tabla 2: Nivel de Evidencia Tratamiento Farmacológico de la Fibromialgia

Tabla 1. Tratamiento Farmacológico de la Fibromialgia

Antidepresivos y otros moduladores monoamino

Clase Fármacos Fármaco Nivel y Grado Mecanismo


de evidencia
Antidepresivos Tricíclicos Amitriptilina A Inhibidores de la recaptación de serotonina y
(TCA) A noradrenalina (IRSN)
I Antagonista de los receptores de serotonina
Inhibidores de la Fluoxetina, paroxetina, sertralina, I Inhibición de la recaptación de la serotonina
recaptación de 5 – HT citalopram
(ISRS)
Inhibidores de la Venlafaxina B 5 – HT y la inhibición de la recaptación de NE
recaptación de serotonina Duloxetina A
y noradrenalina (IRSN) Milnacepram A

Inhibidores de la Moclobemida C Inhibición de la MAO-A


monoamino oxidasa
(IMAO)
Agonistas de los Pramipexole (RLS) I Agonistas de los receptores de dopamina
receptores de dopamina Ropinirole, Rotigotina Parcial agonista de los receptores de dopamina
Anticonvulsivantes, ansiolíticos y sedantes hipnóticos
Clase Fármacos Fármaco Nivel y Grado Mecanismo
de evidencia
Antagonista de los canales Gabapentina, Pregabalina A Bloqueo de los canales de calcio Alfa 2 delta
del calcio
Benzodiazepina Bromazepam I Agonistas de los receptores GABA
Alprazolam (en un subgrupo en
combinación con el ibuprofeno)
Los fármacos sedantes Oxibato de Sodio, Zolpidem – A GABA agonista del receptor y del receptor de
hipnóticos Zoplicona eficaz mejora del sueño I GHB. Agonistas de los receptores GABA
Antagonista de los Ketamina C Antagonista de los receptores N – metil – D –
receptores N-metil-D- Dextrometorfano (ninguna aspartato
aspartato investigación del dolor clínico)
Agonistas de los Tramadol (como monosustancia) C Antagonista débil de los receptores u – opioide,
receptores opioide (con acetaminofén) la tizanidina.
Inhibidores de la recaptacion de serotonina y
noradrenalina agonista de los receptores a2.

Antagonista de los Naltrexona B Antagonismo del receptor u-opioide, la inhibición


receptores opioide de la microglia.
Los cannabinoides Nabilona C CB1 agonismo
Relajantes musculares Cyclobenzaprina (debe ser A Cyclob: inhibidores de la recaptación de
congruente en mecanismo) C serotonina y noradrenalina (IRSN)
Tizanidina Tizanidina, agonista de los receptores a2.
Analgésicos Ibuprofeno , Naproxeno I Inhibición de la ciclooxigenasa
Anestésicos Lidocaína C Bloqueo del canal de sodio
A : La evidencia ha demostrado que reduciría el dolor en dos o más Ensayo Clínicos Aleatorizados (ECA)
B / I : No se ha encontrado ser significativamente más eficaz que el placebo en un ensayo clínico
C / I : No se ha encontrado ser significativamente más eficaz que el placebo en un ensayo clínico que no cumpla los criterios de un ECA
D / 2B : La evidencia para reducir el dolor se ha demostrado en un ensayo clínico que no cumple los criterios de un ECA
E / 1C : La Evidencia para reducir en dolor se demostró en un ECA
F / C : Periodo de observación de corto plazo (menor a cuatro semanas)
FDA / A: Aprobado por la FDA para el tratamiento de Síndrome Fibromiálgico.

3.3.2 Tratamiento no Farmacológico

El grupo de expertos, basándose en la evidencia actual, sugiere que los pilares del tratamiento no
farmacológico de la Fibromialgia son: manejo educativo, ejercicio activo, terapia ocupacional e
intervención psicológica. Sin embargo, por la naturaleza de estas intervenciones aún no se logra
identificar el esquema de intervención más adecuado. Por esta razón, estas indicaciones orientarán
a los profesionales del equipo multidisciplinario debiendo necesariamente, adaptarse a las
características y necesidades de cada persona (47).

3.3.2.1 Información y educación a la persona y familia.


La información sobre el diagnóstico, el pronóstico y las alternativas terapéuticas es especialmente
relevante en las enfermedades crónicas (87). Las personas bien informadas estarán mejor
preparadas para afrontar su enfermedad, clínica y emocionalmente, y minimizar sus
consecuencias (88). Desde la perspectiva de la persona, la información se considera un derecho
esencial; y desde la perspectiva del profesional, existe la obligación ética de informar sobre el
diagnóstico y las opciones terapéuticas. Para esto es necesario buscar las mejores estrategias para
educar eficaz y eficientemente al usuario y su familia (9).

Los tres elementos claves para dar una información adecuada son: dedicar el tiempo suficiente por
parte del profesional de la salud (Kinesiólogos, Terapeutas Ocupacionales y Psicólogos
principalmente); tener claros cuáles son los principales mensajes o contenidos que hay que
transmitir y, si la persona desea mayor información, facilitarle acceso a fuentes de información
contrastada y de calidad, utilizando estrategias eficaces de comunicación (89).

La persona debe ser informada desde el principio sobre las características de la patología,
desdramatizando la evolución, aportando expectativas positivas y potenciando su colaboración con
las terapias mediante la confianza en una probable mejoría. Es aconsejable en muchos casos
informar e incluir en este proceso, si la persona así lo permite, a la familia, especialmente a la pareja,
si la tiene.

Las personas con Fibromialgia expresan como una de sus prioridades la necesidad de ser informadas
sobre la causa de la enfermedad y las estrategias más adecuadas para reducir los síntomas y mejorar
la función. En general, las enfermedades crónicas, por su naturaleza, requieren que la persona
asuma activamente la responsabilidad de su propio cuidado (90). Una persona bien informada sobre
la enfermedad, pronóstico y tratamiento, está mejor preparada para tomar decisiones en torno a
su enfermedad y a cómo ésta afecta su vida, minimizando así sus consecuencias (47).

Aunque algunos profesionales han sugerido que el diagnóstico de Fibromialgia podría tener efectos
negativos en el estado emocional de la persona (47), se debe informar sobre las opciones de
tratamiento, evolución del dolor y programas de autoayuda como parte inicial del tratamiento. Esto
con el propósito de disminuir el temor, ansiedad y catastrofismo que presentan al inicio del
diagnóstico y de mejorar las habilidades de autoeficacia y afrontamiento activo por parte del sujeto
a través de la comprensión de la relación que existe entre dolor, estado de ánimo, estrés y ejercicio
(91).

3.3.2.2 Intervención de Kinesiología y ejercicios en Fibromialgia


Las primeras consideraciones del ejercicio como tratamiento para la Fibromialgia, surgieron en los
años 70. Desde esa época, muchos son los tipos de ejercicios investigados: aeróbicos en agua y en
seco, fortalecimiento muscular, flexibilidad, combinaciones, entre otros.

El mayor problema en los estudios en esta área, ha sido la alta tasa de deserción de los participantes
(92), lo que ha complejizado la generación de resultados. Según la Revisión Cochrane, la tasa de
abandono en promedio ha sido de 27%. Las personas con Fibromialgia en general presentan baja
adherencia a prácticas habituales de actividad física, las cuales parecieran tener su origen más allá
de la falta de voluntad para cambiar hábitos de vida. Por esta razón, es deber de todos los
profesionales de la salud deben estimular, en cada intervención con la persona, la participación en
actividad física y ejercicio (93).

Un estudio compara un programa de fortalecimiento con un programa de estiramientos, donde el


primero muestra una mejora general de la enfermedad significativamente mayor al segundo. Dicho
estudio tiene una tasa de deserción menor al 10% (94).

El ejercicio aeróbico generalmente produce un efecto positivo en las personas con Fibromialgia,
debido a que provoca la liberación de beta-endorfina a nivel periférico y central (95), aumentando
las endorfinas y estimulando la activación de las vías inhibitorias descendentes. Sin embargo,
existen estudios que han mostrado una reducción de la actividad de los
receptores opioides en algunas regiones del cerebro que están envueltos en la modulación
del dolor en estos pacientes (96,97). Luego, el efecto analgésico post ejercicio, conocido
como hipoalgesia post ejercicio, producto de la contracción muscular mantenida, se ha visto
reducida en personas con Fibromialgia. También existe un desbalance neuroendocrino, con
alteración en los niveles de cortisol y hormona del crecimiento en las personas con
Fibromialgia, por lo que la reparación muscular normal que se produce post ejercicio, y que
depende de estas sustancias, estaría también alterada (98).

El ejercicio realizado con la progresión adecuada en personas con Fibromialgia, puede ejercer un
efecto analgésico después de su realización (98). Además, se ha observado que el ejercicio puede
ejercer un efecto hipoalgésico a través de múltiples mecanismos: activación del sistema opioide
endógeno, sistemas no opioides (por ejemplo, endocanabinoide, neurotransmisores como
serotonina y norepinefrina), interacción entre los sistemas cardiovasculares y moduladores del
dolor. Se ha informado la relación entre presión arterial y analgesia post-ejercicio, activación de
vías ascendentes (A delta y fibras C) y descendentes (por ejemplo, el ejercicio como una distracción
del estímulo doloroso) (99).

Por último, en personas sanas, cierto nivel de intensidad de ejercicio produce un aumento de
citoquinas pro-inflamatorias, que asociado a la disminución de citoquina anti-inflamatorias séricas
encontradas en las personas con Fibromialgia, provocan una alteración post ejercicios, referida
como fatiga post ejercicio (100).

Se sugiere bajar la intensidad y duración de los ejercicios indicados cuando la persona experimente
dolor post-esfuerzo o fatiga, e incrementar en un 10% después de dos semanas de ejercicio sin
exacerbación de síntomas (92).

a. Ejercicios aeróbicos
Revisiones sistemáticas, siguiendo los métodos de Colaboración del Grupo Cochrane y Grupo
Ottawa, han mostrado estudios de gran heterogeneidad, por lo que se complejiza la comparación
entre un estudio y otro. Tomando en cuenta la gran variabilidad de calidad de la investigación,
se ha encontrado buen nivel de evidencia para el alivio de dolor, bienestar global y psicológico,
resistencia y ansiedad en personas con Fibromialgia. Es importante destacar que en estos
estudios ha permanecido inconclusa la relación de la mejoría de la condición aeróbica con la
disminución de los síntomas (101,102).

En las últimas revisiones no se ha demostrado diferencia estadísticamente significativa entre


ejercicios aeróbicos en agua y ejercicios aeróbicos en seco, obteniéndose los mismos resultados
favorecedores en el alivio del dolor y depresión (48,103,98).

Una revisión sistemática y meta-análisis de 35 ensayos controlados aleatorizados publicado en


2010, que reunió a un total de 2.494 pacientes, para determinar la eficacia del ejercicio aeróbico
en la Fibromialgia, el tipo óptimo y volumen necesario, concluyó que el ejercicio aeróbico ha
demostrado ser eficaz en el manejo del dolor, en la mejora de la calidad de vida y la capacidad
física (48).

b. Ejercicios de fortalecimiento
La evidencia sugiere que el ejercicio físico de fortalecimiento de intensidad moderada a
moderada-alta mejora la funcionalidad global, alivia el dolor, disminuye la hipersensibilidad
(tenderness) y aumenta la fuerza muscular en mujeres con Fibromialgia (98).

Los estudios de ejercicios de fortalecimiento versus control, han mostrado beneficios clínicos
significativos para el aumento de fuerza en las extremidades inferiores, alivio del dolor global,
alivio dolor lumbar y cervical, disminución de depresión y aumento del funcionamiento. Estos
estudios mostraron los resultados en un seguimiento a 21 semanas de mantenida la
intervención.

c. Indicación de ejercicios en Fibromialgia


En la Fibromialgia no se encuentra un daño periférico comprobable, pero se acepta ampliamente
que existen fenómenos periféricos sobre agregados los que pueden descompensar esta
patología y generar una crisis de dolor. En este sentido, es importante reconocer los
componentes periféricos que podrían descompensar a la persona atendida y que determinarán
que tipo de ejercicio debe ser recomendado en cada caso (104).

La persona con Fibromialgia debe ser estabilizada farmacológicamente, antes de intervenir con
terapia física de movimiento. Esta debería responder al menos con una disminución de 3 puntos
en su Evaluación Visual Análoga (EVA) para comenzar paulatinamente con la práctica de alguna
actividad física. Esto debería alcanzarse al menos dentro de los 15 primeros días de tratamiento
farmacológico, para luego coordinar su ingreso a la terapia de rehabilitación en los casos que la
persona presente un desempeño alterado (105).

Con respecto a los ejercicios aeróbicos, el desafío es lograr trabajo a cierto nivel de intensidad
sin exacerbación de sintomatología: mucha intensidad aumenta el dolor, poca intensidad no
permite obtener resultados (98).

En base a la evidencia revisada y a la experiencia clínica, el panel de expertos sugiere comenzar


con el trabajo incorporando grandes grupos musculares de piernas y cadera, y menos trabajo en
extremidad superior. Se deben evitar ejercicios repetitivos, y se debe diseñar protocolos que
contemplen periodos de descanso dentro de la actividad, y cambios de patrones de
movimientos. Es relevante evitar rutinas complejas de recordar, con coreografías que requieran
demasiada concentración, ya que las personas con Fibromialgia muchas veces cursan con lo
conocido como FibroFog, situación que se presenta con déficit de atención asociado al dolor
crónico.
Si se eligen ejercicios aeróbicos en piscina, no deben confundirse con natación, ya que esta
última, si se realiza sin supervisión y de manera agresiva, puede desencadenar una crisis de dolor
(100).

d. Adherencia al tratamiento y ejercicio


Uno de los principales problemas que se presenta en esta etapa de la intervención es la dificultad
de adherencia al tratamiento y ejercicio dada la alta tasa de deserción, por lo que se requiere ser
cuidadoso en la progresión que se le da al entrenamiento para evitar el dolor y la rigidez que
puede generar el ejercicio en las etapas iniciales (92).

Una de las formas de favorecer la adherencia a los ejercicios es siempre contar con la
retroalimentación de la persona y desarrollar la estructura de la terapia centrada en ella. Por
ello, es fundamental educar a la persona respecto de las potenciales manifestaciones
sintomáticas al inicio del programa de ejercicios (106).

Las consecuencias más favorables con respecto a los resultados y la adherencia, parecen ser los
que se obtienen con formas de ejercicio moderado y de bajo impacto por su mejoría en reducción
del dolor y de la función (107).

Para trabajar tolerancia y adherencia se destacan las siguientes recomendaciones en la evidencia


seleccionada (48):
o Adaptar la cantidad y la intensidad del ejercicio aeróbico inicial a nivel individual.
o Intentar que el ejercicio resulte agradable, que sea simple y que la persona lo pueda
incorporar en su rutina diaria (108).
o El inicio debe ser en niveles justo por debajo de esa capacidad individual.
o Aumentar gradualmente la duración e intensidad hasta realizar en 2-3 semanas ejercicio
diario de intensidad baja a moderada durante 20-30 minutos.
o El programa de entrenamiento inicial debe durar un mínimo de cuatro semanas.
o Las personas deben ser motivados para continuar el ejercicio después del programa.
o Realizar supervisión inicial por un profesional (Kinesiólogo, Terapeuta ocupacional o
Educador físico)
o Los ejercicios en grupo pueden favorecer la interacción social y aumentar la motivación
(107).
o La plataforma vibratoria de baja frecuencia puede generar beneficios sobre el balance
funcional de las personas con Fibromialgia (109).
o Terapias de bajo impacto articular, tales como Qigong, Taichi, Yoga y Pilates Ejercicios se
recomiendan como ejercicios de mantención a largo plazo (110).
o Existe evidencia que la hidroterapia con ejercicio es efectiva en el tratamiento de la
Fibromialgia (111).
o Los tratamientos de hipnosis, bioretroalimentación, acupuntura, quiropraxia o masaje
terapéutico se pueden utilizar como estrategias de ayuda para el alivio del dolor y según
la situación de cada persona (112).
3.3.2.3 Intervención de Terapia Ocupacional
El impacto que genera la patología en la ejecución de las actividades de la vida diaria es relevante y
requiere de un proceso de intervención terapéutico desde los inicios de la sintomatología y a lo largo
del proceso inicial, disminuyendo su intensidad y frecuencia.

Un estudio cuantitativo analítico prospectivo longitudinal experimental con asignación aleatoria


simple de 21 mujeres entre 16 a 55 años de edad con Fibromialgia en Toledo - España, valoró cómo
la intervención multidisciplinar ayuda al tratamiento de personas con Fibromialgia, mediante una
serie de intervenciones con Terapia Ocupacional. El estudio concluye que la intervención mediante
terapia ocupacional (asociada al tratamiento médico de base) hizo que la independencia en las
actividades básicas de la vida diaria y en las actividades instrumentales de la vida diaria mejorase
estadísticamente de forma significativa. Además este mismo estudio informa que, antes de la
intervención, el 60% afirmaba conocer poco o nada de la Terapia Ocupacional y el 75% afirmaba
que no habían recibido atención de parte de un Terapeuta Ocupacional. Al final de la intervención,
el 100% lo consideraba imprescindible en su tratamiento (113).

Existe un estudio en el manejo de la enfermedad de Fibromialgia por Terapeutas Ocupacionales en


Reino Unido (114), además de un estudio en el rol de este mismo profesional, los cuales destacan
que los objetivos de su intervención son (115):

o Educación en el diagnóstico para la persona y la familia.


o Estructuración de la rutina diaria con foco en el ahorro de energía y evitar la fatiga.
o Simplificación del trabajo y estrategias de conservación de energía.
o Capacitación para aumentar el funcionamiento de las actividades de la vida diaria.
o Adaptación en el ambiente para el funcionamiento en el puesto de trabajo y en el hogar.
o Adaptaciones y modificaciones en el uso del tiempo libre y ocio.
o Técnicas de Manejo del estrés.
o Técnicas de Gestión del dolor.
o Gestión de la fatiga.

Una revisión del manejo interdisciplinario del dolor crónico, menciona el rol del Terapeuta
Ocupacional en un programa de rehabilitación según lo siguiente (116):

o Soluciona problemas vocacionales y determinantes físicos de la discapacidad.


o Enseña técnicas de manejo del dolor en el trabajo.
o Contacto con empleadores para obtener la descripción del trabajo y reentrenamiento para
buscar ofertas laborales.
o Mantiene una comunicación efectiva con el equipo multidisciplinario.
o Asiste a las reuniones formales del equipo de tratamiento interdisciplinario para revisar
progreso de la persona.
o Evalúa y monitorea los resultados del tratamiento.
Es importante mencionar nuevamente que este síndrome suele aparecer entre los 30-50 años,
plena edad laboral, donde el rol del Terapeuta Ocupacional se hace fundamental. En este contexto,
la habilitación y rehabilitación para el trabajo es un proceso que debe ser parte del abordaje integral
de la Fibromialgia (117).

Turk et al. estudió, en 67 pacientes con dolor crónico, los efectos de un programa de rehabilitación
interdisciplinario de cuatro semanas, que incluía la educación, el tratamiento kinésico, de terapia
ocupacional y terapia cognitivo-conductual. Los pacientes mostraron mejoría en la gravedad del
dolor, la ansiedad, la depresión, la angustia afectiva y la fatiga al final del programa, manteniendo
este estado a los seis meses de seguimiento, con excepción de la fatiga (118). De la misma forma,
un estudio descriptivo con 78 personas con Fibromialgia, a las cuales se les intervino con un
programa de manejo ambulatorio multidisciplinario, encontró significativa mejora, un mes después
del tratamiento en el impacto de la enfermedad evaluado con el Fibromyalgia Impact
Questionnaire. El programa consistía en educación, técnicas cognitivo-conductuales, terapia
ocupacional y terapia física, llevado a cabo por más de 1,5 días. Sin embargo, los pacientes no
presentaron mejoras en la depresión ni en calidad de vida (119).
3.3.2.4 Tratamiento e Intervención Psicológica
Dentro de los síntomas de la Fibromialgia, se ha descrito una prevalencia significativamente mayor
de alteraciones del ánimo que en el resto de la población, como es la depresión, la ansiedad, la
distimia, el trastorno por estrés postraumático, crisis de pánico, fobia social y alteraciones del sueño,
provocando que la persona disminuya o pierda la capacidad de enfrentarse a situaciones de la vida
cotidiana y empeorando la condición dolorosa (120).

Un estudio realizado en Brasil informó que el 30% de los pacientes con Fibromialgia presentó
depresión grave y el 34% depresión moderada. Este mismo estudio encontró que el 70% de las
personas con Fibromialgia presentaba un estado de ansiedad significativa y el 88% un estado de
gran ansiedad (121).

Existe una revisión que informa fuerte evidencia sobre el efecto beneficioso de la Terapia Cognitivo-
Conductual (TCC) y la Terapia Conductual Operante (TCO) sobre el control del dolor, malestar físico
y el estado de ánimo en personas con Fibromialgia. Existe un estudio que demuestra una reducción
importante del número de visitas médicas con la TCO (122). Los estudios identificados
principalmente destacan la terapia de grupo con un enfoque cognitivo conductual (123).

Una revisión sistemática con metanálisis (124) plantea que el efecto de la TCC por sí sola sobre otros
síntomas como fatiga y sueño, no sería significativo.

Durante el proceso de intervención y terapia se pretende dotar a las personas de estrategias para
que puedan ejercer control sobre sus propias vidas, manteniendo la mayor funcionalidad posible.
Para ello, y en términos generales, los programas cognitivo-conductuales incluyen una parte
psicoeducativa y otra de preparación en la adquisición y mejora de habilidades de afrontamiento
del dolor y sus consecuencias. Un estudio clínico evaluó la efectividad de la terapia de grupo con
enfoque educativo cognitivo-conductual, la cual afirma la efectividad de esta terapia en el
mejoramiento del afrontamiento al dolor y el control del dolor (125).

Como se ha hecho mención, desde el inicio del tratamiento la educación resulta sumamente
importante en este proceso porque sirve, entre otras cosas, para ajustar las expectativas de la
persona a su situación y posibilidades de acción, además que disminuye la ansiedad en el manejo
del problema. Luego, debe quedar claro cómo se establecen relaciones funcionales entre los
diferentes elementos del comportamiento de la persona con dolor y cómo esta persona puede ser
motor y agente de su propio cambio.

La Terapia Cognitivo-Conductual, protocolizada y en grupo, puede ayudar a mitigar los problemas


emocionales y mejorar el afrontamiento de la enfermedad, disminuyendo los pensamientos
catastróficos y mejorando su percepción de autoeficacia en el afrontamiento. Se destaca la
conveniencia de realizar sesiones de seguimiento para consolidar los resultados obtenidos (86).
Una estrategia recomendada son los talleres de autoayuda (126,127), como continuidad de las
intervenciones psicológicas individuales para el manejo de habilidades emocionales y sociales,
técnicas de relajación, de higiene de sueño y técnicas de afrontamiento.

La intervención psicológica acaba cuando se asegura la generalización y el mantenimiento de


dichas estrategias. En definitiva, la eficacia de los tratamientos cognitivo- conductuales se basa en
la incorporación y cambio de cogniciones y comportamientos que las personas y su medio social
más cercano tienen ante el problema de dolor.

Todas las recomendaciones recogidas desde la evidencia refieren que ninguna intervención por sí
sola tendrá el efecto esperado en las personas con patologías crónicas, en especial con Fibromialgia.
Para que la Terapia Cognitivo Conductual genere resultados en la persona, disminuya el dolor,
mejore la ejecución de actividades cotidianas y su participación social, es necesario conjugar todos
los tratamientos descritos en esta orientación técnica, intervenciones centradas en la persona y a
través de un trabajo multidisciplinario (124, 128, 129, 130) .
4. DESARROLLO DE LA ORIENTACIÓN TÉCNICA
Esta Orientación Técnica se desarrolló con colaboración de un grupo de expertos quienes aportaron
con evidencia en el período de búsqueda y selección y participaron en consultas on line y reuniones
presenciales destinadas al análisis de la evidencia, a la toma de decisiones sobre determinados
temas donde la evidencia era escasa y a la redacción de conclusiones y sugerencias cuando fue
pertinente. La sociedad organizada estuvo representada desde un principio a través de dos
organizaciones de personas con Fibromialgia, una con representación a nivel nacional y otra de la
región metropolitana.

4.1. Grupo de trabajo

Los siguientes profesionales aportaron a la revisión de esta Orientación Técnica. El Ministerio


de Salud reconoce que algunas de las orientaciones o la forma en que han sido presentadas
pueden ser objeto de discusión, y que éstas no representan necesariamente la posición de
cada uno de los integrantes de la lista. Las nóminas que se presentan a continuación han sido
ordenadas alfabéticamente según la letra inicial del primer apellido.

Coordinador de la Orientación Técnica


Pierinna Gallardo Inostroza Kinesióloga
Departamento de Discapacidad y Rehabilitación de la División de
Prevención y Control de Enfermedades de la Subsecretaria de
Salud Pública del Ministerio de Salud de Chile
Constanza Piriz Tapia Terapeuta Ocupacional
Departamento de Discapacidad y Rehabilitación de la División de
Prevención y Control de Enfermedades de la Subsecretaria de
Salud Pública del Ministerio de Salud de Chile

Coordinador Clínico
Lilian Soto Sáez Médico Cirujano, Universidad de Chile
Especialidad en Medicina Interna, Hospital Clínico Universidad de
Chile
Subespecialidad en Reumatología, Hospital Clínico
Universidad de Chile

Grupo experto (en orden alfabético)


Médico Cirujano. Universidad de Chile,
Especialidad de Anestesiología, Universidad de Chile
Norberto Bilbeny Lojo
Unidad de Dolor Hospital Militar, Médico Jefe Unidad de Dolor
Clínica MEDS

Juan Francisco Díaz Kinesiólogo, docente carreras de Kinesiología Universidad Mayor y


González UMCE
Quiropráctico, docente carrera de Quiropráxia Universidad Central
Magister en Biomecánica Clínica

Médico Cirujano Universidad de Chile, Especialidad de Fisiatría


Tania Gutiérrez Panchana Universidad de Chile, Médico Jefe Servicio de Medicina Física y
Rehabilitación, Clínica Alemana de Santiago.
Kinesiólogo, Universidad de Chile
Master en Terapia Manual Ortopédica, concepto Kaltenborn-
Evjenth Universidad de Zaragoza, Especialista en Kinesiología,
Rodrigo Latorre García
Traumatología y Ortopedia, Intructor método Pold, Profesor
Asistente del Departamento de Kinesiología de la Universidad de
Chile, Kinesiólogo clínico en Clínica Meds
Médico Cirujano Universidad de Chile Especialidad en Medicina
Interna, Hospital Clínico Universidad de Chile
Subespecialidad en Gastroenterología,
Ana María Madrid Silva
Encargada del Laboratorio de motilidad y enfermedades
funcionales digestivas.
Hospital Clínico Universidad de Chile
Médico Cirujano Universidad de Santiago de Chile. Ginecólogo-
Obstetra Universidad de Santiago de Chile. Especialista en Piso
Valentín Manríquez Galán Pélvico Femenino Universidad de Chile. Jefe de la Unidad de Piso
Pélvico Femenino del Departamento de Obstetricia y Ginecología
del Hospital Clínico Universidad de Chile.
Terapeuta Ocupacional, Universidad de Chile
José Palominos Bastias Licenciado en ciencias de la Ocupación Humana
Hospital Militar de Santiago
Médico Reumatólogo
Francisco Radrigán Araya Jefe Reumatología Complejo Asistencial Sotero del Río
Profesor Asistente Pontificia Universidad Católica
Kinesiólogo Universidad de Chile
E. Nicolás Sepúlveda López
Clínica Avansalud S.A.
Psicóloga, Licenciada en psicología, Universidad Andrés Bello.
Danitza Schwenke González Encargada departamento de Psicología Corporación de
Fibromialgia de Chile.
Médico Cirujano Universidad de Chile, Especialidad de Neurología
Universidad Católica, Subespecialidad en Trastornos del Sueño
Leonardo Serra Maggi
Universidad de Bologna. Centro de Trastornos del Sueño Clínica
Alemana de Santiago.
Médico Cirujano Universidad de Chile
Patricia Tapia Ilabaca
Especialidad Psiquiatría de adultos, Terapeuta Familiar
Jefe Unidad de Enlace de Psiquiatría y Psiquiatra Unidad de Dolor
Hospital Clínico Universidad de Chile
Encargada Pregrado Psiquiatría Norte U. de Chile

Comunidad Organizada (en orden alfabético)


Ximena Galleguillos Directora
Espinoza Corporación de Fibromialgia de Chile
Presidenta
Jacqueline Santis Arancibia
Agrupación Fibroamigas Santiago

Revisores externos (en orden alfabético)

Médico Cirujano, Universidad de Antofagasta


Alfonso Bruzzone Correa Médico en Etapa de Destinación y Formación en CESFAM de
Colchane
Médico Cirujano, Pontificia Universidad Católica de Chile,
Especialidad en Fisiatría, Universidad de Chile
Instituto de Neuro-rehabilitación,
Fernando Cubillos Oyarzún
Hospital Clínico Mutual de Seguridad de Santiago,
Clínica Alemana Santiago,
Profesor Asistente Adjunto Universidad del Desarrollo

Editoras (en orden alfabético):

Profesional Departamento Secretaría técnica AUGE y de


Coordinación Evidencial y Metodológica,
Patricia Kraemer Gómez División de Prevención y Control de Enfermedades,
Subsecretaría de Salud Pública,
Ministerio de Salud
Profesional Departamento Secretaría técnica AUGE y de
Coordinación Evidencial y Metodológica,
Carolina Mendoza Van der
División de Prevención y Control de Enfermedades,
Molen
Subsecretaría de Salud Pública,
Ministerio de Salud
Jefa Departamento de Discapacidad y Rehabilitación,
Ximena Neculhueque División de Prevención y Control de Enfermedades,
Zapata Subsecretaría de Salud Pública,
Ministerio de Salud
Profesional Departamento de Discapacidad y Rehabilitación,
División de Prevención y Control de Enfermedades,
Javiera Vivanco Escobar
Subsecretaría de Salud Pública,
Ministerio de Salud
4.2. Declaración de conflictos de intereses

Los miembros de la Mesa Técnica han declarado no poseer potenciales conflictos de interés
respecto a los contenidos de la orientación técnica.

4.3. Revisión sistemática de la literatura

La presente Orientación Técnica se desarrolla a partir de la búsqueda y revisión extensa de la


literatura, entre 2013 y 2015, y posteriormente seleccionadas. Los motores de búsqueda utilizados
fueron Pubmed, Trip Database y OTseeker. Se acogen, así, diversas revisiones sistemáticas,
metaanálisis, consensos, síntesis de evidencia de guías de práctica clínicas desarrolladas en otros
países y, por sobre todo, la experiencia técnica de expertos en el tema. Respecto a las Guías de
Práctica Clínica internacionales revisadas, el grupo de experto determinó que no pueden ser
adaptadas a nivel nacional dado que las realidades económicas, culturales y los sistemas de salud
son muy diferentes.

4.4. Vigencia y actualización de la orientación técnica

Plazo estimado para revisión:


Esta orientación técnica será sometida a revisión cada vez que surja evidencia científica relevante.
Se revisará el surgimiento de nueva evidencia cada tres años desde la fecha de publicación de este
documento.
ORIENTACIÓN TÉCNICA DE FIBROMIALGIA

ANEXO 1. Escalas de evaluación del sueño más utilizadas


Short Form Health Survey o Cuestionario de Salud (SF-36) (131):
Medical Outcome Study (MOS) creó diversos instrumentos de medida, este es el más empleado.
Es una escala genérica que proporciona un perfil del estado de salud y es aplicable tanto a los
pacientes como a la población general. Ha resultado útil para evaluar la calidad de vida
relacionada con la salud (CVRS) en la población general y en subgrupos específicos, comparar la
carga de muy diversas enfermedades, detectar los beneficios en la salud producidos por un
amplio rango de tratamientos diferentes y valorar el estado de salud de pacientes individuales.

Insomnia Severity Index o Indice de Gravedad del Insomnio (ISI) (132).


Cuestionario breve, sencillo y autoadministrado. Consta de siete ítems. El primero evalúa la
gravedad del insomnio (dividido en tres ítems); los demás sirven para medir la satisfacción del
sueño, las interferencias del funcionamiento diurno, la percepción del problema del sueño por
parte de los demás y el nivel de preocupación del paciente.

Índice de Calidad de Sueño de Pittsburgh (133).


Consta de 24 preguntas, 19 de las cuales son contestadas por el propio sujeto y 5 por el
compañero/a de habitación (estas últimas se han suprimido del cuestionario autoadministrado).
Proporciona una medida global de la calidad del sueño del mes anterior a su aplicación aunque
no la presencia/ ausencia de insomnio.

Jenkins sleep scale (JSS) o Escala de trastornos del Sueño de Jenkins (134,135)
Instrumento eficaz y breve para su uso en investigación, a través de cuatro ítems evalúa la
frecuencia e intensidad de ciertas dificultades para dormir en los encuestados. Las preguntas
abordan dificultad para conciliar el sueño, despertares frecuentes durante la noche, dificultad
para permanecer dormido, y sentimientos subjetivos de fatiga y somnolencia a pesar de tener
un sueño reparador.
ORIENTACIÓN TÉCNICA ABORDAJE DE LA FIBROMIALGIA

ANEXO 2. Tender Points (puntos sensibles)

La presión que se ejerce no debe ser superior a 4 Kg/cm2, equivale a la presión necesaria para
palidecer el lecho ungueal:

o Occipucio: inserción de músculos suboccipitales (entre apófisis mastoides y protuberancia


occipital externa)
o Cervical Bajo: cara anterior del cuello, a nivel de los espacios intertransversos de C5-C7
o Trapecio: punto medio del borde posterior
o Supraespinosos: en orígenes de estos, por encima de la espina de la escapula, cerca de su
borde medial
o Segunda costilla, a nivel de la Unión osteocondral
o Epicóndilo: 2 cm distal al epicóndilo lateral
o Glúteo: cuadrante superoexterno
o Trocánter Mayor: parte posterior de la prominencia trocanterea
o Rodilla: cojinete graso superior al cóndilo femoral medial

Tender Point Criterios de Clasificación para la Fibromialgia 1990 (The Three Graces, after Baron
Jean-Baptiste Ragnault, 1793, Louvre Museum, Paris) (1)
ORIENTACIÓN TÉCNICA DE FIBROMIALGIA

ANEXO 3. Índice de Dolor generalizado Widespread Pain Index (WPI) (3)


ORIENTACIÓN TÉCNICA ABORDAJE DE LA FIBROMIALGIA

Ponga una cruz sobre cada área en la que ha sentido dolor durante la semana pasada, teniendo en
cuenta que no debe incluir dolores producidos por otras enfermedades que sepa que sufre (artritis,
lupus, artrosis, tendinitis, etc.):

- Hombro derecho
- Hombro izquierdo
- Brazo derecho
- Brazo Izquierdo
- Antebrazo derecho
- Antebrazo Izquierdo
- Mandíbula Derecha
- Mandíbula izquierda
- Pecho
- Abdomen
- Cuello
- Espalda alta
- Espalda baja
- Cadera derecha
- Cadera Izquierda
- Muslo derecho
- Muslo izquierdo
- Pierna derecha
- Pierna Izquierda

Cuente el número de áreas que ha marcado y anótelo aquí: ____________


Observará que el valor WPI oscila entre 0 y 19.
ORIENTACIÓN TÉCNICA DE FIBROMIALGIA

ANEXO 4. Prueba de sospecha y diagnóstico precoz de Fibromialgia en Atención Primaria


de Salud. Lista de Chequeo.

1. ¿El/ la paciente evaluado sufre dolor físico, musculoesquelético (articular y muscular), por
más de tres meses de evolución?
2. ¿El sujeto sufre de cansancio o fatiga física desde el despertar, la cual se exacerba con
actividades cotidianas que antes se toleraban sin problemas?
3. ¿Se detecta en la historia la presencia de mal dormir, problemas de conciliación o dormir
superficial?
4. ¿Puede rescatarse de la historia alteración de memoria reciente o dificultad en la
concentración?
5. ¿Sufre el paciente de adormecimiento en manos o zonas con sensación de piel quemada,
herida u otros indicios de dolor neuropático?
6. ¿El examen físico permite detectar hiperalgesia, alodinia o puntos sensibles?

Si son positivas las respuestas a 3 de estas 6 preguntas, el diagnóstico de Fibromialgia es


altamente probable.
ORIENTACIÓN TÉCNICA ABORDAJE DE LA FIBROMIALGIA

ANEXO 5. Criterios de Clasificación ACR 2010

UN PACIENTE SATISFACE CRITERIOS DE CLASIFICACION PARA Fibromialgia SI CUMPLE CON LAS


SIGUIENTES 3 CONDICIONES:

1. IDG >7 + ESS >5 o IDG 3-6+ ESS > 9

2. SÍNTOMAS HAN ESTADO PRESENTE EN GRADO SIMILAR EN LOS ÚLTIMOS 3 MESES

3. EL PACIENTE NO PRESENTA OTRA CONDICIÓN QUE PUEDA EXPLICAR LOS SÍNTOMAS

INDICE DE DOLOR GENERALIZADO (IDG)

Anote las áreas donde el paciente ha tenido dolor en últimas semanas (Sume todas las áreas 0 a
19)

Puntaje A. _____

AREAS DE DOLOR: marque con una cruz aquellas que el paciente refiere como dolorosas (sin
examinar al paciente)

_Hombro derecho
_Hombro izquierdo
_Brazo derecho
_Brazo Izquierdo
_Antebrazo derecho
_Antebrazo Izquierdo
_Mandíbula Derecha
_Mandíbula izquierda
_Pecho
_Abdomen
_Cuello
_Espalda alta
_Espalda baja
_Cadera derecha
_Cadera Izquierda
_Muslo derecho
_Muslo izquierdo
_Pierna derecha
_Pierna Izquierda

ESCALA DE SEVERIDAD DE SINTOMAS

Síntomas Propios o Característicos:


(Graduar Cada uno 0 = NADA; 1= LEVE; 2= MODERADO; 3 = SEVERO )
ORIENTACIÓN TÉCNICA DE FIBROMIALGIA

Marque con una cruz, luego sume y escriba calcule

Puntaje B:______

0 1 2 3
Fatigabilidad
Sueño no reparador
Síntomas Cognitivos

Fatigabilidad = desde el despertar, exacerbada con tareas rutinarias


Sueño no preparador = sensación de no haber descansado mientras dormía, sueño superficial o
interrumpido
Síntomas cognitivos= pérdidas de memoria reciente, dificultades para concentrarse

Síntomas Somáticos, en general

 Mialgias
 Debilidad muscular
 Fatigabilidad
 Depresión
 Insomnio
 Visión borrosa
 Nerviosismo/calofríos
 Erupciones , habones, rash
 Raynaud (cambio de coloración de manos y/o pies, generalmente por frio, con aspecto
pálido, violáceo y luego rojizo)
 Fotosensibilidad (alergia de la piel al sol), sensación de ojo seco
 Zumbidos, mareos
 Disnea (sensación de falta de aire)
 Síntomas urinarios (urgencia por orinar, despertar frecuente para orinar9, dolor o
espasmo al orinar)
 Diarrea/constipación (estitiquez)
 Síndrome de Intestino irritable( colon irritable por hinchazón)
 Dolor/calambres abdominales
 Epigastralgia (Dolor en la boca del estómago)
 Náuseas, vómitos, pirosis (sensación de fuego en el pecho)
 Ulceras (aftas) orales, pérdida del sabor
 Dificultades en pensamiento
 Pérdida de memoria
 Cefalea
 Adormecimiento/sensación quemante/sensación hinchazón/prurito

Puntaje se calcula luego de haber leído todo el listado de síntomas y graduarlos, en términos
generales o promedio, cuan importantes son para el paciente de 0 a 3 0= NADA; 1= BAJO; 2=
MODERADO; 3= SEVERO

PUNTAJE C: _______
ORIENTACIÓN TÉCNICA ABORDAJE DE LA FIBROMIALGIA

CALCULO FINAL

IGD (A)

ESS (B+C)

CUMPLE CRITERIOS *
(SI / NO)

*IDG >7 + ESS >5 o IDG 3-6+ ESS > 9


ORIENTACIÓN TÉCNICA DE FIBROMIALGIA

ANEXO 6. Banderas Rojas: signos y síntomas que requieren derivación a especialista

El grupo de expertos que elaboró la presente Orientación Técnica está de acuerdo en que
en una persona ya diagnosticada con Fibromialgia, la presencia de uno de los siguientes
elementos debe alertar y ser indicador de la necesidad de derivar desde medicina general
a especialidad:

a. Paciente que tenga antecedentes de Dependencia/abuso a Drogas


b. Paciente que haya fracasado a dosis de Tramadol mayores a 200mg/día
c. Paciente con patología psiquiátrica conocida/ usuaria de psicotrópicos
d. Antecedentes quirúrgicos de columna, caderas, rodillas, que impidan aplicar un esquema de
ejercicios estándar
e. Paciente que al examen físico, presente desnutrición (emaciación), poliartritis o pérdida
objetiva de fuerza muscular
f. Paciente que en sus exámenes de laboratorio general muestre niveles de reactantes de fase
aguda elevados (VHS, PCR)
ORIENTACIÓN TÉCNICA ABORDAJE DE LA FIBROMIALGIA

ANEXO 7. Fibromyalgia Impact Questionnaire (FIQ) Versión en español (136)

Instrucciones: de la pregunta 1 a la 3, encierre en un círculo el número que mejor describa su estado en general
durante la última semana. Si no suele realizar alguna de las estas actividades, táchela.

1. Ha sido Ud. capaz de :

Siempre La mayoría de las veces A veces Nunca


a. Hacer compras 0 1 2 3
b. Lavar ropa en lavadora 0 1 2 3
c. Cocinar 0 1 2 3
d. Lavar la loza 0 1 2 3
e. Pasar la enceradora o la aspiradora 0 1 2 3
f. Hacer las camas 0 1 2 3
g. Caminar varias cuadras 0 1 2 3
h. Visitar parientes o amigos 0 1 2 3
i. Usar Transporte publico 0 1 2 3

2. ¿Cuantos días de la última semana se sintió bien?

0 1 2 3 4 5 6 7

3. ¿Cuántos días de la última semana falto Ud. al trabajo a causa de la Fibromialgia (Fibromialgia)? : Si Ud. no
trabaja fuera de su casa, deje la pregunta en blanco

0 1 2 3 4 5

En las siguientes preguntas, marque con una línea vertical (I) en el punto de la línea que mejor indique como
se sintió en general, en la última semana:

4. Al trabajar, ¿cuánta dificultad le causaron el dolor o los otros síntomas de la Fibromialgia en el


desempeño de su trabajo?

Sin problema …………………………………………………………………………………… Mucha dificultad

5. ¿Cuán Fuerte o intenso ha sido el dolor?

Nada de dolor …………………………………………………………………………………… Dolor insoportable

6. ¿Qué tan cansada (o) se ha sentido?

Sin cansancio …………………………………………………………………………………… Cansancio extremo

7. ¿Cómo se ha sentido al levantarse en las mañanas?

Bien …………………………………………………………………………………… Muy agotada (o)


ORIENTACIÓN TÉCNICA DE FIBROMIALGIA

8. ¿Qué tan rígida(o) o agarrotada(o) se ha sentido?

Sin rigidez …………………………………………………………………………………… Rigidez extrema

9. ¿Qué Tan nerviosa(o) se ha sentido?

Nada nerviosa(o) …………………………………………………………………………………… Muy nerviosa(o)

10. ¿Cuán deprimida (o) o triste se ha sentido?

Sin depresión …………………………………………………………………………………… Extrema depresión

Para calcular FIQ, sume los resultados desde la pregunta 1(a, b, c, d, e, f, g, h, i) a la 10 y anótelo en la ficha del
paciente, (use una regla para asignarle el número a las escalas visuales)

Categorías de Intensidad:

0-15= Normal

16- 50= Leve

51-65= Moderado

66-79= Severa

>80= Extrema
ORIENTACIÓN TÉCNICA ABORDAJE DE LA FIBROMIALGIA

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