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El primer viaje: el descubrimiento de América

El 3 de agosto del año 1492 partía de Palos de la Frontera la expedición de Cristóbal Colón.
Estaba conformada por tres naves: la Santa María, la Pinta y la Niña. Antes de comenzar su
viaje transatlántico, se decidió hacer escala en las islas Canarias para aprovisionarse y para
obtener los vientos alisios, los cuales facilitarían mucho el viaje. Durante su estancia en las
islas se repararon una serie de elementos de las naves, ya que habían sufrido algunos
percances.
Este primer viaje duró unas cinco semanas y puso en peligro la vida del almirante, debido a
que sus marineros, por miedo a fallecer en tierra de nadie, estuvieron al borde del
amotinamiento. El 14 de octubre de 1492, Rodrigo de Triana, divisaba tierra firme,
terminando de esa manera el temor de muchos de los marineros.
De esa manera, el 15 de enero de 1493 llegaba a Castilla la expedición, después de haber
pasado una serie de calamidades a la vuelta, como, por ejemplo, la necesidad de atracar la
nave en la que iba Colón en Portugal, lugar donde se reuniría con su monarca,
desconociéndose lo que se habló en la entrevista.
Segundo viaje, la colonización
El 25 de septiembre del año 1943 los Reyes Católicos daban beneplácito para el siguiente
viaje del genovés. Esta rapidez se piensa que vino ligada al temor de los monarcas porque
su reino vecino, Portugal, podía reclamar territorios.
No podemos decir que esta etapa sea precisamente de expedición, pues junto con Colón,
viajarían eclesiásticos y colonos deseosos de obtener mejoras en la calidad de vida. Debido
a esto, estos nuevos grupos, provocaron aún más problemas con los nativos, creando
verdaderas revueltas.
Los eclesiásticos, por su parte se interesaron por las creencias de los nativos para tener una
visión más realista de los pensamientos de dichos pueblos. Por otro lado, estudiaron
también las plantas y animales domésticos que había en las islas, quedando todo bien
anotado en sus libros. En el tema expedicionario podemos destacar el descubrimiento de
Puerto Rico y Jamaica.
La actitud del genovés dejó verse de nuevo haciendo imposible la colaboración entre los
marineros y los primeros colonos que habían llegado con él. De esa manera y de forma
clandestina, algunos opositores a su persona marcharon a la Península Ibérica para
trasladar sus quejas a los Reyes Católicos.
Tercer viaje, “el paraíso terrenal”
En mayo de 1496, Cristóbal Colón partía de nuevo para las Indias con la intención de
encontrar Cipango o la costa de China. Es obvio que nunca encontraría dichos territorios,
aunque en su cabeza solo cabía la posibilidad de que estas tierras pertenecieran a partes
desconocidas de Asia.
De esa manera, y por las ideas tan cerradas que había sobre la posibilidad de encontrar
nuevas tierras, el propio almirante afirmó que estaban ante el Paraíso Terrenal que citaba
la Biblia (sin duda no podemos negar que muchos de los paisajes de América del Sur, bien
podrían asemejarse).
El fin de esta etapa vino precedido de una serie de revueltas contra el genovés, haciendo
incluso que los monarcas tomaran cartas en el asunto y enviando a Francisco de Bobadilla
a tomar el control de las islas. De esa manera, terminaron destituyendo a Cristóbal Colón
que fue enviado prisionero en el año 1500 a España, para hacer frente a las acusaciones de
las que era acusado.
Cuarto viaje, la decadencia y la muerte del genovés
Para concluir con nuestro resumen sobre los viajes de Cristóbal Colón debemos saber que
en el año 1502 los monarcas le permitieron volver al Nuevo Mundo para que el genovés
encontrara el paso entre dichas tierras y Asia. De esa manera llegó hasta Panamá, aunque
no llegaría a encontrar nunca el paso hacia el océano Pacífico.
Hundido en la máxima miseria y desposeído de todos los títulos que había logrado obtener,
el 20 de mayo del año 1506 fallecía en Valladolid a la edad de 55 años, sin saber que había
encontrado un nuevo continente, el cual encima nunca llevaría su nombre, sino el de otro
explorador, Américo Vespucio.

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