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NOMBRE DEL ALUMNO: Miguel Andrés Muñoz Pedroza

CARRERA: Maestría en Educación


NOMBRE DEL CATEDRÁTICO: Dra. María Lourdes Nares González
NOMBRE DE LA ASIGNATURA: Equidad y Calidad Educativa
NOMBRE DE LA ACTIVIDAD: Actividad No1
FECHA DE PRESENTACIÓN: 22 /28 Febrero del 2019

“La calidad de la educación ejes para su definición y evaluación”

INTRODUCCIÓN

El reporte de lectura a continuación girará en torno al contexto de la calidad de la


educación: Ejes para su definición y evaluación contrastándolo con la voz de
diferentes pensamientos de algunos autores y también los propios. Entre otros
tópicos se destacan: las bondades de la multidimensional dad del concepto de
calidad, la calidad de la educación sujeta a las políticas de turno, la forma en que
la calidad de la educación responde a lo social, cultural, económico y político.

La calidad es un concepto que debe verse desde la diversidad de líneas que tiene
tanto para su estructuración, como para la implementación del mismo en una
sociedad, tanto así que la autora lo plantea como: “un concepto ideológico que nos
ubica en una perspectiva especifica desde donde mirar la realidad”; realidad que
está relacionada de manera directa con las diferentes necesidades de una
sociedad.
Ahora bien en todo sistema democrático de gobierno existen las políticas públicas;
propuestas de solución a las múltiples necesidades de la sociedad. La
problemática radica en que dichas políticas en su ejecución están sujetas a las
propuestas, alianzas o necesidades del grupo político de turno, sin tener en cuenta
las realidades de la sociedad. Para los gobernantes se puede decir que con razón,
la principal preocupación está en el desarrollo económico de la nación y desde ahí
se hacen los diferentes planteamientos. Este desarrollo planea, ejecuta y evalúa la
calidad de dichas propuestas desde lo cuantitativo es decir desde las cifras
numéricas, pero se desconoce la necesidad de revisar también el aspecto
cualitativo, en este caso la educación.

Efectivamente la mirada de la educación en cifras, desde la segunda mitad del


siglo pasado se han disminuido el analfabetismo, ha crecido el porcentaje de
escuelas, colegios, incluso de instituciones de educación superior. Pero si se hace
una evaluación de la educación en los integrantes de esta sociedad lo que puede
verse es que hay muchos interrogantes en cuanto a la calidad de la misma y no
solo en los que reciben dicha educación si no en administradores, instituciones,
educadores, en general en toda la comunidad relacionada con la educación.
DESARROLLO DEL TEMA

El texto expone una problemática alrededor del tema de la calidad en la educación


que van desde el reto gigantesco que supone para los sistemas educativos
actuales, la responsabilidad de generar y difundir el conocimiento en una sociedad
como la actual, se vive a diario grandes transformaciones globales y
reestructuración de los sistemas económicos, principalmente por causas de la
permanente revolución tecnológica, asimismo se presenta como dificultades, la
rutina de las prácticas escolares, la obsolescencia de los contenidos curriculares,
la ineficiencia de los resultados finales. En este mismo sentido el texto alude el
origen del problema a la expansión del sistema educativo después de la 2 guerra
mundial acogido a modelos de gestión inadecuados por ser pensados para otras
ramas del desempeño humano.

Profundizando en el origen de la concepción de la calidad, el (Ministerio de


Educación Nacional (MEN), 2010), establece que se pueden encontrar varios
aspectos. Uno, es el relacionado con los profundos cambios en la educación
durante el siglo XX, y que le dieron al estudiante un papel protagónico dentro del
proceso de enseñanza-aprendizaje; otro, está relacionado con las
transformaciones en la forma en las que se produce el conocimiento científico y
tecnológico, a partir de la segunda mitad del siglo XX y que trajeron consigo una
sociedad caracterizada por la dependencia cada vez mayor del conocimiento y la
información; y por último, una brecha entre lo que la educación le proporciona al
individuo y lo que esté en realidad necesitaba para su vida cotidiana, laboral y la
vida en comunidad en general, es así como el nuevo concepto de calidad deberá
desarrollarse entonces alrededor de núcleos problemáticos relacionados con una
redefinición del estudiante, la manera de acceder a información, la forma de
producción del conocimiento y la pertinencia en general con el contexto de lo que
se aprende.

Es evidencia que el concepto de calidad educativa abarca diversos tópicos, y es


ahí donde tiene que existir una dinámica de dialogo efectivo para que las políticas
del estado le apunten al desarrollo del sistema educativo, lo que implica tener muy
claro cómo evaluar y definir el concepto de calidad que se persigue desde las
instituciones educativas, teniendo en cuenta aspectos como el pedagógico, el
administrativo, recursos, infraestructura, así como también seguimiento continuo a
resultados. Todo el anterior, aunado para ofrecer una respuesta acorde a las
necesidades concretas del contexto en el cual ce se encuentren los actores
involucrados en el proceso educativo.
Dado que el concepto de calidad aplicado a la educación es bastante complejo y
cubre todos los aspectos inherentes a un sistema educativo, la autora plantea
unos ejes y dimensiones que posibilitan la definición de parámetros evaluadores,
pero desafortunadamente en muchos países latinoamericanos se prepondera el
aspecto cuantitativo de las evaluaciones, limitando la evaluación de la calidad
educativa a cifras que no dan cuenta de un verdadero proceso de aprendizaje de
los estudiantes, ni tampoco de la situación real del sistema educativo evaluado,
por lo que se puede tener certeza de si dicho sistema educativo está respondiendo
o no a las exigencias de la sociedad a la que pertenece.

En este orden de ideas, se hace urgente establecer como uno de los ejes para
conceptualizar la calidad educativa, las demandas que hace la sociedad, que
deben verse reflejadas en la intercomunicación del sistema educativo con otros
sistemas como el cultural, político y el económico, puesto que es fructuoso formar
en las escuelas individuos que sean capaces de reproducir un cumulo de
información teórica, pero que no respondan a las competencias que exige el
mundo de hoy. Es así que toma fuerza la concepción de la educación como un
sistema que involucra diferentes actores y atiende a circunstancias diversas en un
momento concreto. En el caso especifico de Colombia y América Latina en
general, se demuestra la necesidad de unas políticas educativas que se planteen
como objetivo central, el desarrollo económico y social de una manera igualitaria y
justa.

A través de la lectura del documento de Inés Aguerrondo, queda clara la


complejidad del concepto de calidad, sobre todo teniendo en cuenta que las
propuestas que se presentaron para la educación en cierto momento histórico,
surgieron para dar respuesta a planteamientos de tipo económico y administrativo,
donde el concepto calidad no puede ser implementado de igual manera en
estudiantes (seres humanos) como un productos físicos, o equipara los procesos
de enseñanza aprendizaje con procesos industriales. Esta es una situación que se
presenta debido a que la lógica de formación de los estudiantes está pensada
para dar respuesta a las necesidades políticas y económicas de una nación, pero
es claro que esto es debido a que el surgimiento de la escuela se encuentra
dentro de la revolución industrial y los procesos inmersos en esta. Es así que en la
actualidad, tal como lo expresa Álvarez, C. (1991) la problemática mundial con
respecto a la educación se basa en la incapacidad de los sistemas educativos
para adaptarse al cambio sea este cualquiera, bien sea social, político, económico,
cultural tecnológico, entre otros. De ahí que la calidad se encuentra asociada a
procesos de adaptación; por lo que calidad puede significar diferentes estándares
en un sinnúmero de situaciones y por lo tanto asociada con aprendizaje y
desarrollo de habilidades para ajustarse y adelantarse al cambio.
Es posible comenzar hablar de calidad en la educación cuando se empiece a
pensar en términos pedagógicos, cuando los que la administran sepan tanto de
educación como los mismos docentes, cuando los criterios de educación no
obedezcan a criterios políticos o económicos, cuando se interiorice el concepto de
calidad como algo que abarca todas las esferas de lo educativo y que además
responde a una realidad y contexto especifico. Es decir, poder darle el giro al
concepto y utilizarlo completamente en favor del mejoramiento del sistema
educativo en sí mismo, que posibilite educación verdadera de calidad en todos los
aspectos que esta abarca y a toda la población.

A este respecto, Sánchez (2015) afirma que a pesar de que en Latinoamérica se


ha hecho un gran esfuerzo a la ampliación de la cobertura educativa, esto no es
suficiente si no va de la mano de procesos equivalentes en calidad, razón por la
cual los gobiernos deben concientizarse y empezar a apoyar legislaciones con
miras a acercarse más a los estándares necesarios para contender en los
escenarios de la economía global. Es así como las exigencias por una mayor
calidad educativa se irán generando en cuanto estudiantes, padres y comunidad
educativa en general vayan concientizándose acerca de cómo se encuentran sus
escuelas en comparación a estándares internacionales.

De otro lado la autora expone su preocupación por la implementación del término


calidad, debido a los distintos aspectos que pueden estar inmersos dentro del
mismo. En este caso sobre “la toma de decisiones para mejorar la calidad de un
sistema educativo concreto y las evaluaciones sobre un sistema en busca del
mejoramiento del mismo”. En esta misma línea, continúa presentando sus
reflexiones sobre el término de calidad y su relación con las posibilidades
económicas futuras de la sociedad, siendo esta relación común en cualquier
sistema social latinoamericano pues es dentro de este tipo de posibilidades que
está completamente implícita la educación, no solo como acumulación del
conocimiento, sino educación en aspectos como política, sociedad, economía y
cultura, las cuales conforman las bases estructurales de una nación.

En este sentido el MEN 2016, declara sobre el propósito que tiene la evaluación y
es el de establecer en qué medida se alcanzan las metas cualitativas fijadas en los
estándares, asociadas a los aprendizajes esperados en los estudiantes. Esta
evaluación retroalimenta a los colegios, y al Ministerio de Educación, dando a
conocer fortalezas y debilidades, lo que permite conocer el impacto que tiene el
proceso educativo en el desarrollo de las competencias por parte de los
estudiantes.
Asimismo, es importante establecer diálogos entre los actores participes del
proceso educativo y más relevante aun, el respecto y la inclusión del resultados de
los diálogos en dicho proceso. Igualmente, se podrá evidenciar que cuando se
logren diálogos y retroalimentaciones transparentes con subsecuentes procesos
de reorientación y mejoramiento en los niveles tanto educativo como
administrativo, se podrá contar con individuos que interactúen socialmente, que
conozcan, valoren y respeten lo relacionado a la cultura, que participen de manera
proactiva en la política y que evidencien su inclusión y participación en los
diferentes grupos sociales. Solo así, se podrá contar con individuos que
propendan por un mejoramiento económico, que finalmente, es lo que
permanentemente buscan los sistemas políticos-económicos, logrando así
desligarse de aquellos resultados, donde la calidad se manifiesta como fin de un
proceso encaminado solo a la “efectividad y eficacia” productiva, conceptos
prestados de teorías de la administración y la economía, de difícil aplicación en
seres humanos.

CONCLUSIÓN

Dado que la autora hace un análisis de la problemática sobre calidad educativa, y


en ese sentido enfatiza la responsabilidad que recae sobre los sistemas
educativos en el proceso de producir y promover el conocimiento en la sociedad,
sería interesante comenzar a estudiar en qué medida los países latinoamericanos
le están apuntando a esa generación de conocimiento, asumiendo no solamente
una mirada cuantitativa sino también estructurando aspectos cualitativos acordes
a las necesidades culturales, sociales y económicas de la región en particular.

El documento ofrece una visión clara de los aspectos involucrados en la calidad de


la educación y resalta el hecho de que la calidad de la educación va de la mano
con la finalidad que la sociedad espera de esta. Lo que lleva a concluir que en
Latinoamérica hay una gran distancia entre la finalidad de la educación, midiendo
la calidad de los resultados de los colegios con un llamado índice sintético de
calidad educativa, lo cual no es sino que el interior de imitar estrategias de otros
modelos educativos, que no responden a las demandas reales del contexto. Es
así, como el documento deja establecido que las estrategias en educación
cualquiera sea su naturaleza deben surgir de la concentración con los diferentes
actores de la sociedad y con los participantes del proceso de enseñanza
aprendizaje.

El texto leído reviste gran importancia ya que no solo permite documentarse sobre
la calidad de la educación, sus propósitos fundamentales, la importancia que tiene
el manejo claro del concepto de calidad y las líneas que este involucra, sino
también el hecho de resaltar el inmenso compromiso profesional que deben
asumir los maestros como actores principales del proceso de transformación y
mejoramiento de la calidad educativa.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

 Aguerrondo, I. (1993).La calidad de la educación: ejes para su definición y


evaluación. Argentina: OEA/ Revista Interamericana de Desarrollo Educativo.
Recuperado en http://www.oei.es/calidad2/aguerrondo.htm (11/02/2017).

 Alvares, C. (1991). Entrevista convenida en “Platiquemos en la calidad de la


educación”. Universidad Autónoma de Sinaloa, México.

 MEN, (2006).Al tablero. Recuperado de


http:www.mineducacion.gov.co/1621/ article -107321.htm.

 MEN, (2010) Al tablero. Recuperado de http:www.


mineducacion.gov.co/1621/ article -242097.htm.

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