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ANÁLISIS DE LAS SIETE LEYES ESPIRITUALES

Ética

Dilan Campo H

Contaduría Pública
PROGRAMA

CORPORACION UNIVERSITARIA
AUTONOMA DEL CAUCA

28 de febrero del 2014


Popayán – Cauca
ANÁLISIS

Como se pudo observar, Las siete leyes espirituales del éxito, es una clase de
lectura cautivadora que impulsa a reflexionar, porque cada ley brinda una especie
de enseñanzas para ponerlas en práctica y poder alcanzar el éxito en todas las
áreas de nuestra vida, por decirlo así; tanto en lo material y lo espiritual. Ponerlas
en práctica podría ser de gran ayuda en la vida, como un método de orientación,
alegría y también prosperidad, porque el autor en una de las partes menciona que
vivir vale la pena.

Iniciemos entonces con el análisis para mí diario vivir que dejo cada una de las
leyes:

Ley de la potencialidad pura: Se puede comprender que cuando nos


conozcamos bien nosotros mismos, adquirimos la capacidad para hacer realidad
nuestros sueños, esta ley también nos dice que en algunas ocasiones debemos
aprender a guardar silencio, meditar y no juzgar. ¿Cómo podríamos aplicar esta
ley?, la podríamos aplicar, si comenzamos por destinar un tiempito libre para estar
en silencio, estar en comunión con la naturaleza, eso nos ayudara a despejar la
mente, ya que estamos ligados al campo de la energía proveniente de ella, de
esta, manera podremos explotar todo aquel potencial que llevamos por dentro.

Ley de dar: En esta ley se nombra que, Hay que dar y recibir para mantener el
flujo de aquello que deseamos, es decir que la manera más fácil para obtener algo
que deseamos es ayudando a los demás a conseguir lo que ellos desean. De
cierta manera, esta ley nos lleva a reflexionar que en nuestra vida debería ser
constante dar amor, comprensión, amistad, solidaridad, honestidad, en fin todo lo
bueno que pudiera emanar en nosotros, pero todo aquello sin que hubiese un
interés de por medio, ya que sin ese interés podría fluir la energía y recibiríamos a
cambio lo mismo, todas aquellas cosas positivas.

Ley del “Karma” o de causa y efecto: Bien dice el dicho “Cosechamos lo que
sembramos”, quiere decir, que debemos ser conscientes de las decisiones que
tomamos. Para nadie es un secreto y estoy consciente de que esta ley aplica en
nuestra vida, ya que todo lo que hacemos se nos devuelve. Si hiciéramos todo con
plena conciencia, tomando una buena decisión, quizá de este modo nuestros
karmas aplicarían de forma positiva.

Ley del menor esfuerzo: Es mínimo el esfuerzo cuando nuestros actos brotan del
amor. A veces esta ley es la que más nos cuesta porque nos hemos
acostumbrado a hacerlo todo con el mayor esfuerzo, en otras palabras a la fuerza.
Debemos dejar de gastar energía imponiendo un punto de vista personal y ser
flexibles escuchando el punto de vista de las demás personas para evitar caer en
discusiones que lo único que harán es llenar nuestra vida de resistencia. Hay que
aceptar la vida como es, para estar en paz consigo mismo, asimilar que detrás de
cada problema que se nos presenta, es una oportunidad oculta.

Ley de la intención y el deseo: Deberíamos aplicar esta ley desde temprana


edad, o al menos cuando ya hemos alcanzado ese uso de razón, tener claro y
presente lo que deseamos, así le vamos dando un rumbo a esos deseos para que
se conviertan en realidad. Por otra parte, podemos analizar que nuestra
conciencia tiene dos cualidades, la atención, que da energía, y la intención, que la
transforma, así lo nombraba la lectura. Cuando prestamos atención a una cosa
esta se hace más importante en nuestra vida. Nuestra intención provoca es que se
obtenga el resultado deseado. También organiza su propia realización, siempre y
cuando estemos cumpliendo el resto de las leyes. La mayoría de los obstáculos
percibidos son imaginarios y el resto se pueden convertir en oportunidades por
medio de la intención en el resultado que perseguimos. Como un tipo de
advertencia seria no divulgar ni compartir nuestros deseos a los ojos del mundo ni
dejarnos influir por las opiniones y críticas de los demás.

Ley el desapego: Esta ley nos dice que, para conseguir algo debemos renunciar
nuestro apego a ello, al interés por el resultado. De esta manera, se podría decir
que el apego está ligado o relacionado con a la inseguridad, es decir que nosotros
nos apegamos a lo que ya es conocido, que nos brinda certeza y seguridad, no
optamos por probar nuevas experiencias. Cuando separemos aquella ideología de
estar apegados siempre a las mismas cosas, llegara el punto, en que no se preste
atención a los símbolos como son el dinero, una casa, ropa, entre otras. El una de
las partes del documento decía “el desapego es igual a sabiduría más
incertidumbre”, ya que con la sabiduría confiamos en nuestras posibilidades, con
la incertidumbre tenemos accesibilidad a las oportunidades. Olvidémonos de
buscar la seguridad pues esta nunca se alcanza y por lo tanto perderemos
oportunidades que la vida nos brinda.

Ley del “Dharma” o propósito en la vida: Todos venimos a este mundo a


cumplir un propósito, para ello, cada uno de nosotros tiene un talento único y una
manera única de expresarlo. Dicho talento y manera están en correspondencia
con una necesidad única. Concentrémonos en nosotros mismos, en como
podemos servir a la humanidad y cuáles son nuestros talentos únicos.
Para finalizar y a manera de conclusión, el libro de las siete leyes espirituales del
éxito invita a reflexionar acerca de los objetivos que nos hemos planteado en la
vida, es decir, invita a realizar un autoanálisis para verificar las falencias que
tenemos como seres humanos y a que hagamos una transformación mental, para
aceptar cada día a las personas, situaciones, circunstancias y hechos tal y como
se presenten, sin responsabilidad (nadie es culpable de lo que me sucede) y
renunciar a la necesidad de creer que no siempre vamos a tener la razón.
También es una agradable experiencia leer estas leyes, ya que, de cierta manera
si las aplicáramos a nuestro diario vivir, descubriríamos una agradable
transformación en, por ejemplo dejar de gastar el tiempo, energía, conocimientos
en asuntos innecesarios que no valen la pena, como resultado atraeríamos
abundancia de felicidad y armonía que nos llevara al éxito y alcanzar las metas
deseadas.

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