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1.4.

La separación como el divorcio produce en la pareja una gran sensación de fracaso. Al principio
aparece una sensación de liberación por haber decidido solucionar un problema que ya
resultaba insoportable; luego se presenta la duda, la sensación de haber fallado, la culpa, el
desasosiego y un profundo sentimiento de pérdida.

La separación y el divorcio implican la ruptura de un equilibrio y causa el sufrimiento para la


pareja. Constituyen acontecimientos vitales que generan un proceso de duelo, aunque pocas
veces los dos cónyuges lo viven de forma parecida.

 Puede ser sentida como la pérdida de esperanza, de expectativas y de un ideal que no


pudo alcanzarse.
 Se puede vivir como un fracaso y generar sentimientos de culpa.
 En algunos casos se puede vivir como una liberación, pero ello no impide la necesidad
de elaborar el proceso de duelo, de cambios y fundamentalmente el sufrir por los
hijos.
 Son frecuentes las vivencias de baja autoestima, de cuestionamientos y de revisión o
evaluación de la vida pasada.

Un aspecto muy importante son las reacciones y las consecuencias psicológicas que manifiesta
la persona ante una situación de ruptura matrimonial. La intensidad de las mismas depende de
una serie del tipo de separación, la gravedad o intensidad de los conflictos manifestados, así
como los factores de personalidad propios de cada persona. A nivel general las principales
reacciones que nos podemos encontrar son:

 Depresión. Perder a una persona con la que se ha compartido durante mucho tiempo
una relación tan íntima genera síntomas de tristeza así como un aumento de las
situaciones estresantes a las que ha de hacer frente.
 La ansiedad es una de las reacciones más comunes y con frecuencia recurren a
medicación ansiolítica para afrontar los síntomas de ansiedad e insomnio que puedan
tener.
 Trastorno de estrés postraumático. Éste síntoma se produce principalmente en
situaciones de violencia de género.
 Baja autoestima. Los problemas de pérdida de autoestima y la sensación de falta de
valía personal son comunes, principalmente en aquellas separaciones conflictivas y en
situaciones de violencia de género.
 Inadaptación. La persona puede aislarse, sentir una desgana generalizada que le
impida la participación en actividades agradables y comunitarias que mejoren su
apoyo social.

Nos podemos encontrar desde personas que necesitan una orientación sobre cómo afrontar
cuestiones previas a su separación, hasta situaciones de especial gravedad como las que puede
experimentar una mujer víctima de violencia de género.

Para los dos es un proceso de pérdida que tendrán que superar. La rabia que se mezcla con la
nostalgia y la pena inicial, para más tarde dejar paso a la melancolía, la desesperanza y el
desamor. Y a todas éstas pueden añadirse otras como el odio, la rivalidad, los celos, la envidia
y la necesidad o el deseo de controlar al otro.
A pesar del intenso dolor que puede sentir uno o los dos miembros de la pareja que se rompe,
el dolor puede superarse si se asume la pérdida y se resuelve favorablemente el duelo que le
sigue.

Bibliografía:

 Bermejo, F. (2017). La separación y el divorcio: efectos en la pareja y en los hijos.


Recuperado de: http://www.psicomed.es/la-separacion-y-el-divorcio-efectos-en-la-
pareja-y-en-los-hijos/
 Garayoa, B. (2016). Efectos psicológicos de la ruptura de pareja. Recuperado de:
https://www.psyciencia.com/2016/20/efectos-psicologicos-de-la-ruptura-de-pareja/

1.4.2

Cualquier divorcio es difícil y doloroso para los miembros de la pareja. No importa quién lo
pide y por qué lo hace.

Pero cuando el matrimonio era bueno y estable, es aún más difícil porque los buenos
recuerdos superan a los malos y porque la reacción de la familia y amigos es de incredulidad,
esto puede llegar a ser poco favorable para la persona.

En el aspecto económico, cada uno de los miembros de la pareja va a tener los gastos propios
de casa, comida, además del mantenimiento de los hijos. Si la mujer no trabajaba, va a
depender de la pensión del esposo y posiblemente de un sueldo que tiene que aprender a
administrar. Si no le dan lo suficiente para cubrir sus gastos o si su sueldo es insuficiente, la
mujer tiene que aprender a privarse de muchas cosas. Cuando el hombre cubre todos los
gastos de los hijos y le pasa pensión a la mujer, sus gastos aumentan de manera considerable y
no siempre tiene ingresos suficientes para vivir desahogadamente.

En el aspecto social, se reduce la cantidad de amigos o cambia la relación con ellos, ya que la
persona deja de participar en muchas de las actividades de pareja que su grupo realiza. Los
amigos pueden querer involucrarse demasiado, aconsejar o incluso presionar sobre lo que la
persona que se está divorciando "debe" de hacer o de sentir. Esta actitud aumenta el caos
emocional.

Con relación al trabajo, el divorcio puede afectar el desempeño y la motivación. Puede haber
problemas por la dificultad para concentrarse y/o tomar decisiones. Si hay irritabilidad o
mucho enojo en la persona, ésta puede tener problemas con los compañeros de trabajo. Si la
mujer nunca ha trabajado le es mucho más difícil adaptarse, ya que emocionalmente está más
vulnerable. El hombre que no está acostumbrado a ocuparse de comprar comida, ocuparse de
la limpieza de la casa y la ropa, de los aspectos relacionados con los hijos, etc., tiene que
aprender a hacerlo, lo que puede costarle trabajo y estrés.

Bibliografía:

Russek, S. Consecuencias del divorcio. Recuperado de: http://www.crecimiento-y-


bienestar-emocional.com/consecuencias.html

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