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ARQUITECTURA MODERNA EN AMÉRICA LATINA

(1950 – 1965)
La arquitectura moderna se introduce en América Latina como una reacción estética de la liberación
social. Es después de las revoluciones y periodos de independencia que la ideología comienza a
cambiar y los horizontes a abrirse de manera abrupta. Se consideran epicentros de la nueva
arquitectura latinoamericana a México, Argentina y Brasil. Europa ha influido en los movimientos
culturales y artísticos desde hace muchos
siglos. Representaba la modernidad y en tiempos de libertad y cambio, la gente en América Latina
quería ser partícipe de ello, querían ser modernos, encarar el desarrollo y buscar expresiones culturales
que representaran su empeño por ser libres.

 Características.
- Obras precisas y rigurosas.
- Preponderancia de la economía de medios y la funcionalidad.
- Aplicación de la arquitectura tropical
- Uso de elementos como corta soles, patios internos, persianas y grandes aleros.
- La arquitectura es el reflejo de la actualidad política, económica y social.

CONSTRUCCIONES MODERNAS EN AMÉRICA LATINA.

 EDIFICION REPÚBLICA

Arquitecto: César Peli.

Ubicación: Buenos Aires, Argentina.

Superficie: 35.369 m2.

Descripción: cuenta con 20 plantas altas un entrepiso, planta de acceso y tres subsuelos
para estacionamiento.

 EDIFICIO MARCO II.


Ubicación: Ciudad de México.
Superficie: 60.000 m2.
Descripción: se trata de dos torres de 35 plantas. destaca por el espectacular volumen
arquitectónico que une las torres por la mitad, cuenta con iluminación natural, plantas libres de
columnas, espacios claros entre pisos y un estacionamiento para 3.300 vehículos Este edificio ha
sido considerado como un hito de la arquitectura moderna mexicana.
 CATEDRAL DE NUESTRA SEÑORA DE LA GLORIA.

Arquitecto: José Augusto Belluccion


Ubicación: Maringá, estado de Paraná, Brasil.

Descripción: terminada en 1972, la catedral tiene una altura aproximada de 124 m, por lo que es considerada
como la iglesia más alta en América del Sur y una de las más altas del mundo. El cono tiene una altura externa
de 114 m. sustentando una cruz de 10 m. y capacidad para albergar 4.700 person

 CATEDRAL DE NUESTRA SEÑORA DE LAS LAJAS.

Ubicación: está situado en el cañón del río Guáitara, en el departamento de Nariño, Colombia.

Descripción: Construida entre 1916 y 1949 sobre dos arcos en el río Cañón Guáitara, la altura del templo desde
su base hasta la punta es de 100 metros y el puente mide 50 metros de alto, 17 metros de ancho y 20 metros
de largo. El edificio principal mide 27.50 metros de fondo por 15 metros de ancho.

 CATEDRAL METROPOLITANA NOSSA SENHORA APARECIDA.


Arquitecto: Oscar Niemeyer.

Ubicación: ciudad de Brasilia, capital de la República Federal de Brasil.

Descripción: construida entre 1958 y 1970, esta construida de hormigón y pareciera que con su techo de vidrio
se alzara hacia el cielo. La catedral posee cuatro campanas donadas por españoles residentes en Brasilia.

 CATEDRAL DE SAN SEBASTIÁN.

Arquitecto: Oscar Niemeyer.

Ubicación: Río de Janeiro, Brasil.

Descripción: fue construida entre 1964 y 1976, tiene forma cónica de 96 metros de diámetro interno y una
altura total de 75 metros.

 PUENTE JUSCELINO KUBITSCHEK.

Arquitecto: Alexandre Chan.

Ubicación: Brasilia, capital de Brasil.

Descripción: la estructura colgante del puente tiene una longa gigante de 720 metros, un ancho de 24 metros
que abarcan tres carriles en cada dirección y dos veredas para el uso del peatón y otro para el ciclista. Las
originales características geométricas le dan al puente una belleza arquitectónica y grandiosidad a la altura de
la escala monumental de Brasilia. Fue inaugurado el 15 de diciembre de 2002.

 PAUL MENDEZ DA ROCHA


Paulo Mendes da Rocha es un arquitecto y urbanista. Nació el 25 de octubre de 1928, en Vitoria, Brasil. Basa
sus pensamientos estéticos en la Escuela Paulista y postula la arquitectura como “cruda y limpia”. La
metodología de trabajo de Mendes da Rocha se caracteriza por su capacidad analítica y sintética, que permite
la disección del problema planteado para la creación de nuevos lugares para el hombre. Sus edificios parecen
muchas veces casi los únicos posibles para el lugar, y las soluciones propuestas, parte del problema original.
Su carrera se ve fragmentada en dos etapas, cuyo punto de ruptura es un periodo de quince años ejerciendo
una práctica silenciosa. Mendes da Rocha. El racionalismo tropical. Por Miguel Barahona

Características de su arquitectura
Las obras de Mendes da Rocha parten siempre de un riguroso análisis del lugar y el contexto particular de cada
una de ellas, pero al mismo tiempo muestran la personalidad del autor, que se reconoce poderosamente a
través de ellas. Es indiferente a las modas y manías que la arquitectura ha adoptado a través de los años y
fundamenta las bases de su estilo sencillo y su interés por el uso innovador de concreto y acero. En sus
proyectos se aprecia una marcada conciencia social.

EL MUSEO BRASILEÑO
Ubicación: Zona Suburbana de Sao Paulo, Brasil. Es un edificio carente de espacios abiertos. La propuesta de
Mendes da Rocha fue precisamente un no-edificio, sí un espacio urbano. Para ello propuso liberar totalmente
el terreno y crear una plaza pública, apta para un museo de escultura al aire libre, complemento del museo
cerrado que se encuentra completamente enterrado bajo la plaza. Una serie de plataformas permiten crear
recintos y recorridos diferentes, además de guiar de forma sutil al visitante hacia la entrada del museo. Un
gran volumen de hormigón se levanta como elemento significativo del conjunto, además de crear una potente
línea de sombra.

ARQUITECTURA MODERNA EN EL PERÚ


La Arquitectura Moderna se desarrolló en el Perú tardíamente, aproximadamente 20 años
después de que se construyeran los primeros antecedentes europeos.

Para finales de la década de 1920 Le Corbusier había definido sus cinco puntos de la
arquitectura moderna plasmados posteriormente enla Villa Savoye, y Mies van der Rohe
ya había hecho lo propio demostrado las cualidades de una nueva arquitectura en el
Pabellón Alemán para la Exposición Universal de Barcelona, en 1929. Sin embargo, en el
Perú, se desarrollaba una arquitectura con estilos básicamente “neocoloniales” y
“californianos” que permanecieron inamovibles hasta finales de la década de 1940.
Según historiadores, durante la década de 1930, el Perú logra una aproximación a esta
modernidad - llamados por algunos “estilo internacional” - con algunas construcciones
en la ciudad de Lima que correspondían a una tendencia a la que se le llamó “Estilo
Buque”, estilo que se practicó de manera eventual, dejando en todo momento la
supremacía del neocolonialismo existente.

Para mediados de la década de 1940 los arquitectos peruanos empiezan a vincularse con
la arquitectura moderna. Las visitas de arquitectos como Richard Neutra, José Luís Sert y
Walter Gropius en estos años sirvieron para sentar las bases del movimiento moderno en
el Perú.

Dentro de las primeras manifestaciones modernas en proyectos de arquitectos peruanos


llama la atención, por la fecha de su proyección, la modernidad con la que el Arquitecto
Santiago Agurto presenta su tesis de grado publicada en 1945 por la revi
sta “El Arquitecto Peruano”.
LA REVISTA EL ARQUITECTO PERUANO. Fundada por el arquitecto Fernando Belaunde
Terry en 1937, es la publicación más importante en temas
arquitectónicos y urbanos en el Perú en el siglo XX. Bajo
la dirección de Fernando Belaúnde (1937-1963), la
revista publicó un total de 202 números. Hasta 1950, fue
una publicación mensual; luego, apareció cada dos
meses y, desde 1958, cada cuatro.

Los años que Belaúnde dirigió la publicación coinciden


con la primera fase de las grandes migraciones internas,
el hecho demográfico más importante de la historia de nuestro país (y de Lima), que
modificó el patrón histórico de ocupación del territorio. El Perú, básicamente rural y
serrano hasta el censo de 1940, pasó a ser un país urbano y costeño.

La planificación implica la noción de una autoridad que impone prioridades que se hallan
por encima de los intereses económicos individuales y por encima también de las reglas
del libre mercado.

La Revista abogó por la modificación de la norma liberal que había guiado al estado
peruano desde los años de la “República Aristocrática”. La revista defendió la tesis de
promover el desarrollo a través de un crecimiento hacia adentro; fue partidaria, por lo
tanto, del proceso de “sustitución de importaciones” y contraria al modelo exclusivamente
exportador. La revista EL Arquitecto Peruano llamaba a los empresarios a impulsar la
inversión de capital para la ampliación del mercado interno. En este sentido, para el
arquitecto Belaúnde había que producir en el Perú fierro, cemento, vidrio y madera, ya
que un país sin industrias básicas no podía aspirar al desarrollo.

En las elecciones de 1945, en las que triunfó la opción reformista de Bustamante y Rivero,
Belaúnde Terry salió elegido diputado por Lima. En esta primera responsabilidad política,
el joven arquitecto impulsó, desde el Congreso, e inspirado en las ideas de su revista,
cuatro importante leyes:

1. La propiedad horizontal del suelo.- De acuerdo a la ley vigente, solo podía haber un
dueño por edificio, por lo que los departamentos solo podían alquilarse (por ello, había
pocos en Lima). La nueva ley autorizaba al propietario de un departamento a inscribir su
propiedad en forma independiente y compartir el suelo con los dueños de los otros
departamentos de su edificio. Esta norma fue un mecanismo indispensable para estimular
los edificios por departamentos en nuestra ciudad.

2. La constitución de la Oficina Nacional para la Planificación Urbana (ONPU).- Era la


oficina del estado encargada de la formulación de los planes de desarrollo urbano de
todas las ciudades del país, empezando por Lima; así, el estado se involucraba
directamente en el desarrollo nacional. Esta institución fue el antecedente del Instituto
Nacional de Planificación.

3. La creación de la Corporación Nacional de Vivienda (CNV).- Tenía como propósito la


construcción de viviendas para los sectores medios y populares. La principal obra, en
estos años, de la CNV fue el proyecto global de las unidades vecinales.

4. Los centros climáticos de invierno.- Bajo esta ley se construyó la colonia vacacional de
Huampaní.

LA REFORMA ESTUDIANTIL DE 1946. En 1946, tanto alumnos como profesores de


la Escuela de Ingenieros se organizaron para llevar a cabo una reforma estudiantil que
nivele la enseñanza arquitectónica en relación a la nueva arquitectura desarrollada en el
ámbito internacional. El cambio en los estudios estuvo complementado con las visitas de
distintos arquitectos extranjeros entre quienes se contó a Walter Gropius y Josep Lluís
Sert en 1953. En 1955, con la transformación de la Escuela Nacional de Ingenieros en
Universidad Nacional de Ingeniería, el Departamento de Arquitectura quedó convertido
en Facultad. La construcción de la actual Facultad de Arquitectura tuvo inicio en 1951
gracias a la participación del Estado, la empresa privada, profesores y alumnos. El edificio
fue uno de los primeros en ser construidos en el campus, su diseño arquitectónico fue
realizado por el arquitecto italiano Mario Bianco y su ejecución gracias a un esmerado y
destacable esfuerzo conjunto liderado por el arquitecto Fernando Belaúnde, en ese
entonces jefe del Departamento.

LA AGRUPACIÓN ESPACIO. En Mayo de 1947, un grupo de jóvenes estudiantes


de arquitectura de la Escuela Nacional de Ingenieros, lideran a un grupo de intelectuales,
arquitectos y artistas. Adoptan el nombre ESPACIO y, a la manera de las vanguardias
europeas, lanzan un Manifiesto que marcará el inicio de sus actividades y de los cambios
que propugnan.
Desde mediados de los años cuarenta, Lima vivía una vorágine modernizante auspiciada
por la difusión de las imágenes de la modernidad, el fin de la segunda guerra mundial y
por el optimista ambiente existente luego de la elección de José Luis Bustamante y Rivero
como expresión de nuevos vientos en el país.
La radical transformación de la plaza de armas de Lima y los ensanches en las calles
importantes de su centro histórico, testimoniaban el espíritu que animaba a los cambios
promovidos, emulando lo ocurrido en otras metrópolis. Desde esa perspectiva, los
paradigmas del cambio se mantenían marcadamente desactualizados.
El arte y la arquitectura transitaban los caminos signados por la pasiva mirada al pasado,
aislados de los acontecimientos arquitectónicos prevalecientes en el mundo. Un mundo
que salía de la segunda gran guerra y veía consolidar a Norteamérica como principal
potencia. Un mundo que había vivido -décadas atrás-, el entusiasmo por la renovación
total del arte y la arquitectura, y que pocos años después planteaba ya un
cuestionamiento a las radicales formulaciones vanguardistas, vivía el inesperado viraje de
los grandes maestros de la arquitectura y el surgimiento de propuestas abiertas, frescas
e incluyentes.
En esta doble y contradictoria realidad, la de dos mundos paralelos y diacrónicos, se
forma en el Perú una agrupación de intelectuales: artistas, estudiantes y profesionales,
dispuestos a enfrentar a los defensores del adormecimiento de las manifestaciones
culturales de nuestra sociedad. Reunidos en torno a la estimulante figura de Luis Miró
Quesada, un grupo de jóvenes estudiantes de arquitectura de la Escuela Nacional de
Ingenieros -la actual Universidad Nacional de Ingeniería-, surge hace medio siglo, la
Agrupación ESPACIO, vehículo de las expectativas de algunos círculos de encuentro y
discusión como manifestación específica de una sociedad preocupada por el presente y
el futuro.
ESPACIO, se propone marcar distancias, señalando un derrotero; se plantea la tarea de
repensar el arte del Perú y se enfrenta al dilema de combatir el origen de su propio
estatus, revisando y cuestionando el desarrollo de nuestra cultura, entendiendo la misma
de manera integral, como manifestación de un momento determinado, y de un hombre
nuevo. Se constituye entonces en uno de los movimientos más importantes de nuestra
modernidad y sin lugar a dudas, en el más conocido y trascendental en el mundo artístico.
La arquitectura, asumiría en dicho proceso un decidido liderazgo.
Para cumplir su misión organizan conferencias, exposiciones y publicaciones. Editan la
revista ESPACIO y publican una sección en el diario EL COMERCIO. Pero sobre todo
producirán, harán arte. Rápidamente, la aceptación del arte moderno se hace patente en
la década del cincuenta, al final de la cual, los más activos miembros de la Agrupación,
han arribado al campo político, persuadidos seguramente de la necesidad de modernizar
también el país. Transcurrido el tiempo, el Perú ha cambiado notoriamente. Lima y el país
han crecido y se han transformado. El mundo en la era post-moderna, lejos de ser el
mismo vuelve a mirar hacia sus más cercanos orígenes: los de la modernidad. Hace un
alto y se formula una serie de inquietantes interrogantes: tradición, cambio, globalización,
pasado, futuro, país, nación.......; tratando de contestarlas en esta oportunidad a través de
las manifestaciones del arte, estimuladas y realizadas por la Agrupación ESPACIO.

PRIMERAS OBRAS Y PROYECTOS DE ARQUITECTURA MODERNA EN EL


PERÚ:

CLUB DE TIRO EN AREQUIPA, Cordova - Williams - Polar,1946.


CASA WIRACOCHA, Lima - 1948. Luis Miroquesada, arquitecto.

UNIDAD VENICAL N° 3, Lima – 1949. Pryectistas: A. Dammert, C. Morales M., M. Valega,


L. Dorich, E. Montagne, J. Benites, F. Belaúnde.

EDIFICIO DE DEPARTAMENTOS EN CALLE ROMA, Lima – 1950.


Teodoro Cron, arquitecto.
CASA D´ONOFRIO, Lima – 1950. Córdova - Williams - Mario Bianco.

FACULTAD DE ARQUITECTURA, UNI. LIMA – 1951. Mario Bianco, arquitecto.


PECULIARIDADES: LA ADECUACIÓN DE LA ARQUITECTURA MODERNA AL PERÚ.

LA BÚSQUEDA DE LA IDENTIDAD. El desarrollo de la arquitectura en el Perú desde la época


colonial hasta nuestros días está ligado primordialmente a la evolución arquitectónica de países
con tradiciones y costumbres ajenas a la realidad peruana, por lo que los arquitectos locales, en
todo momento, han tratado de darle a esta arquitectura adoptada alguna caracterización que
permita identificarla como peruana. Para inicios del siglo XX se generaron corrientes
“neoperuanas” e “indigenistas” con la finalidad de rescatar elementos precolombinos que
trasciendan por encima de la nueva arquitectura. Sin embargo, por diversas razones, es que esta
corriente neoperuana no obtuvo la acogida necesaria para su desarrollo, prevaleciendo lo
neocolonial como estilo que lideró hasta iniciada la década de 1940.

Para los arquitectos peruanos, el ingreso de la arquitectura moderna significó una evolución
lograda en países desarrollados y luego trasladada a nuestro país. La universalidad, como uno de
los principios del movimiento moderno, no será completamente entendido por los arquitectos
locales, y es por ello que se ven un sin número de intentos en la búsqueda de aspectos formales
que le proporcione a la arquitectura moderna –producida en el Perú- la identidad anhelada.

Esta búsqueda de una identidad nacional en la arquitectura moderna y contemporánea es hasta


la fecha una de las preocupaciones que mantiene ocupados a muchos de los arquitectos peruanos.
El hecho de darle una identidad peruana a la arquitectura será motivo de estudio y práctica por
parte de arquitectos como Enrique Seoane, Héctor Velarde, José García Bryce, entre otros.

“Nuestro caso, parecido al de México, pero sin la voluntad expresa de ser rebeldes hacia lo
tradicional hispano, y diferente al de Brasil, porque allá todo era virgen mientras que aquí había
un mundo arquitectónico ya hecho cuando vino el Europeo, es un caso del mayor interés en
América, “y es que hay tierras tan abonadas por viejas culturas, razas milenarias y siglos de historia,
que todo lo que se plante en ellas, por intenso y novedoso que sea, tendrá siempre un brote de
forma original y de alma propia.

Héctor Velarde
Extracto de la conferencia ofrecida el 21 de Diciembre de 1957,
En la sociedad de arquitectos del Perú.

Uno de los primeros intentos por lograr esta identidad propia del Perú se puede ver en los trabajo
desarrollados por el arquitecto Enrique Seoane Ros, quien colocó a manera de decoración frisos
abstractos con figuras zoomorfas que evocaban la arquitectura desarrollada por la cultura Chimú.
El Edificio Wilson proyectado por Seoane Ros en 1946 nos da un acercamiento a los primeros
intentos de plasmar una identidad peruana en la arquitectura. Estas reminiscencias también las
podemos observar en el edificio del Ministerio de Educación el cual Proyectó para 1951.

El arquitecto Walter Gropius en una conferencia dirigida a arquitectos peruanos, se refirió a este
intento de buscar una identidad de la siguiente manera:

…“Busquen la autentica expresión regional, pero sin apoyarse en viejos emblemas y detalles
superficiales”…
Walter Gropius

Sin llegar a utilizar una decoración o detalles superficiales como manifestó Walter Gropius, el
arquitecto Teodoro Cron logrará plasmar en sus proyectos una serie de composiciones que evocan
al pasado arquitectónico peruano. El manejo de la luz en el uso de celosías de madera en las
ventanas y la composición de la fachada del Edificio de Departamentos en la calle Roma será una
puesta en escena interesante de lo que podría ser una arquitectura moderna con carácter nacional,
causando una gran expectativa en la sociedad limeña hacia la década de 1950. Otro proyecto del
mismo arquitecto, donde la tradición local se reflejará en el uso del patio como elemento de
distribución, es la casa del señor Jean Schaer en San Isidro, en 1958. Sin embargo la influencia que
generaron las obras de Teodoro Cron en sus seguidores no llegó a ser plasmada con la misma
calidad.

El arquitecto José García Bryce también desarrolló una serie de proyectos en los que demuestra
gran destreza para abstraer reminiscencias históricas peruanas, como en el proyecto que publicó
la revista El Arquitecto Peruano en 1962 con el título “Una Casa con Inspiración Limeña”, donde se
proponía el uso del adobe como material constructivo logrando mantener una “formalidad
moderna”.

LAS COSTUMBRES LOCALES. Las costumbres y tradiciones peruanas en todo momento se


verán reflejadas en la proyección de edificaciones modernas. Costumbres que muestran una
realidad nacional, una manera de vivir particular y distinta a los lugares donde se gestó esta
arquitectura moderna, lo que permitirá dotar, a los proyectos modernos desarrollados en el Perú,
de una identidad local inminente.

El arquitecto español José Luís Sert y su socio Paúl Lester Wiener en el proyecto para el Plan
Regulador de Chimbote hacia 1948, luego de varios estudios, desarrollan una serie de propuestas
arquitectónicas y urbanas modernas que se adecuaban a las costumbres locales que encontraron
en Chimbote. Estas costumbres lleva a los proyectistas a proponer un tipo de hábitat nuevo basado
en el “tapiz urbano”, esto es, un compacto tejido de casas de una, dos y tres plantas con patios
cerrados por muros. Estos patios suelen ser mayores que las propias viviendas, apropiados para
que los habitantes conserven sus hábitos de vida al exterior. Los viales de servicio y calles de
peatones se definen con los muros de escasa altura y prácticamente sin aberturas.

Se introdujo un nuevo tipo de vivienda urbana, eran casas basadas en las casas con patio de la
arquitectura local, cuyo origen se remonta a la antigüedad. Estas simples estructuras de ladrillo
requerían menos sofisticación tecnológica y causaban menos alteración social que la ordenación
en bloques, y más factibles para viviendas de bajo costo. Como estaba previsto que los residentes
de Chimbote procedieran de regiones rurales montañosas, se incluyo un espacio en las casas para
guardar animales. Giedion aludió posteriormente a estas casas como “formas transitorias entre el
pasado y el futuro”, pero en su propia presentación del proyecto, Wiener y Sert, subrayan la
estrecha relación con las costumbres locales.

En el Perú, gracias a sus costumbres que demandan necesidades arquitectónicas específicas, se ha


desarrollado una arquitectura moderna con características tipológicas y funcionales propias de una
determinada sociedad y lugar. Como factor importante de esta identidad en la arquitectura
nacional –y quizás la más importante dentro del movimiento moderno, ya que se da por motivos
de función y no de forma- es la distribución de las viviendas modernas desarrolladas a nivel
nacional, la cual muestra espacios destinados al personal de servicio; aquellos espacios que
pudieron ser excluidos en las viviendas modernas del primer mundo.

El área de servidumbre, a diferencia de los países desarrollados, es hasta la fecha un requerimiento


indispensable para la proyección de viviendas en el Perú. Dentro de las clases media y alta de la
sociedad peruana la existencia de personal de servicio en las viviendas es un hecho cotidiano que
ha generado una particularidad arquitectónica de nuestro medio. Hecho que demuestra una
realidad económica nacional, donde la mano de obra sigue siendo muy barata, permitiendo el
acceso a tener personal de servicio dentro de las viviendas, generando de esta manera soluciones
funcionales propias de la arquitectura local.

Finalmente, el auge arquitectónico moderno se observa en el primer gobierno del Presidente


Fernando Belaúnde Terry 1963 – 1968, el cual fue interrumpido por el golpe militar en el año 1968.

Con Juan Velasco Alvarado como presidente del Perú, las principales obras arquitectónicas
cambiaron de rubro, pasando de la vivienda al edificio institucional. Se proyectaron y construyeron
ministerios, observándose el uso de concreto caravista perteneciente a la etapa llamada
“Brutalista”.

CONCLUSIONES
En sus inicios, la arquitectura latinoamericana fue sometida a modelos de diseño que le hacían
fracasar. A través de estudios realizados por emprendedores arquitectos, se dio una
transformación radical en los que conocíamos por arquitectura. Las etapas de evolución
permitieron conocer a fondo los pro y contra que latinoamericana enfrentaba al modernizarse.
Fue gracias a los errores que supimos que necesitábamos para lograr una correcta practica de
la arquitectura moderna y contemporánea. La premisa principal de los arquitectos
latinoamericanos precursores de la nueva arquitectura, fue tener siempre la conciencia de la
problemática de su país, sin olvidar las necesidades básicas de su entorno. Sin lugar a dudas,
América Latina se debe considerar un movimiento arquitectónico. Nuestra arquitectura logro
desligarse por completo de todos los estereotipos y crear sus propias bases y fundamentos,
teniendo como resultado una exquisita y basta arquitectura.

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