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.REVISTA MENSUAL

· SE •REPARTE: GRATIS ENTR!; TECNICOS AGRICUÜORES Y (:OLONOS

REGISTRADA EN LA DIRECCION GENERAL DE COR.REOS COMO ARTICULO DE 2 A . CLASE , EL 26 DE MAYO DE 1930 .

VOL. IX OCTUBRE DE 1934 NUM. 4 ~ . :·.


\, , •.-
::·~~1
11
.

SUMARIO

~ECCION EDITORIAL .Pág.

¿Debe suspenderse la construcción de grandes


si ~emas de Riego? Por el Ing. Gustavo P. Serrano .... ... , . 233

SECCION TECNICA.

Proyecto de ~ sas de Enrocamiento, por el Ingeniero


Adolfo Orive Alva .......... .. . ....... , ... _.............. . .. 247

Algunos datos. Hidrogeológicos de la región de los ''Chenes"


en el Estado de C!Tpeche, por Gonzalo Vivar . . . . . . . . . . . . . 270

SECCION DE DIVULGACION.

El ~istema de P~ teo llamado de "Hohenheim"


por el Dr . José Figueroa ....... .. .............. .... ....... 288

SECCION ADMINISTRATIVA.

Reglamento de Almacenes de la Comisión


Na·~·ional . de Irr igac lón, (Continúa) . . , ............ , . . . . . . . .291
,.;:

I· M·· P O R T A ·N· T E
A . NUESTROS SUBSCRIPTORES

Con el propósito de que no s e interrumpa la entrega de · est,a· ·ReV::i:s:lfa, a


nues·tr.·o·s · subscriptores, por mala dirección o· cambio d e domicilio, atenta-
mente les suplicamos nos hagan por escrito las r ecti ficacion es d e l caso, con
la oportunidad debida ~ara poder hacer d es de luego las correcciones respec-
tivas.

Toda correspon.denCi a para la Revista deberá dirigir se a:

. COMlSION NACIONAL DE IRRIGACION

At ención "I RRIGACION EN MEXICO"

Balderas 94. México, D . F .

BIBUOGRAFIA '

LA CASA SALVAT EDITORES S.A., de Barcelona, España, tuvo la gen-


tileza de enviarnos algunas obras que está editando, las qu~ por su magnlfi~ '
ca pre~entación y especial inter é s técnico, recomendamos a nuestros lecto~
res. Dichas obras son las siguientes:

EL CREDITO AGRTC0LA COOPERATIVO,. por Roda.


EL CATASTRO ESPAÑOL, por Enrique Martlnez.
CONTABILlDAD AGRICOLA por Pedro J . Girona.
DicCIONARIO DE AGRICULTURA, ZOOTECNIA Y VETERINARIA, por
varios · autores españoles, todos ellos conocidos técnicos
y espe.cialistas en su ramo ..
EL CHOPO, por Jos é Ma . Rín Virlart

LA UNION PANAMERICANA publica un :folleto titulado "El Cultiv·o .


del Malz" y cuya reproducción haremos en nuestra próxi-
ma: ·. ed-ición. Est a publicación cont'ie.n e . ciertos princi-
p.ios .generales qu.e. ayudar á n a: los ag.ricultores indivi-
dbalmente a usar medidas que se adapten a las condicio-
nes locales inmediatas.
Los que deseen · ejemplares de este folleto puedert dirigir su solicitud
a la Oficina de Cooperación agrícola, Uni ón Panamericana, Wa.shington, D. C.;
E. U. A,, indicando claramente su nombre y dirección.
.-...:::--·--

¿DEBE SUSPENDERSE LA CONSTRUCCION DE GRANDES

SISTEMAS DE RIEGO?

POR EL ING . GUSTAVO P. SERRANO.

H O NRAMOS LAS COLUMNAS DE ESTA " RE V I STA CON EL SIGUIENTE ARTICULO QUE

NOS HA ENVIADO EL SR. INGENIERO GUS1AVO P. SERf-\A.NO , E MBAJADOk Dt: MEXICO EN

GUATE MALA. EL ARtiC UL O EN CUESTION REVISTE ESPECIAL I NTER ES , YA QUE SU AUTOR

HA CONOC IDO IN TI MAMEN T E LOS TRAB AJOS DESDE SO IN ICIACI ON, QU!! 'I'IEN¡;: ENCQ ..

MENDADOS LA COMISION NACIONAL DE I RRIGAC ION ; POR HABER SEG UIDO CONS1AN ·

HMENTE LA SECUELA DE SU DESARROLLO A TR AV ES DE VARIO S AÑOS, HACIENDO VI •

SITAS ES PECIALES EN VARIAS OCASION ES A LOS DISTINTOS S "I STEMAS DE RIEGO. POR

ESTAS RAZONES, SU OPINION, AD E MAS DE BIEN FUNDADA , ADQ UIE RE VALOR INESTIMABL'E Y

SEGURAMENTE SUSC IT ARA U N PARTICULAR INT ER E S ENTRE N UE STROS N U MEROSOS LECTORES :

ANTECEDENTES

A irri gació n en México data de époc as anteriores a la Conquista;


pero para el objeto de este estudio ~oy a di , idirla so lamente
en do s partes: la anterior a 19 10 y l a iniciada d es de 1926 du-
rante la adminis t ración del General Calles.
P ue de C:eci rs e que cas i todo lo que se lle vó a cabo antes de
1910 fué por iniciativa particular, que dando desarrolladas no solamente o-
bras pequeñas y medianas sino también a l gunas muy g ran des, como las lle-
vadas a cabo en l a coma rca l"agun e ra y e n el Río Yaqui, po r ejemplo. Figuran
tambi én algunas ob ras construidas por iniciativa del E sta do; pero é stas en
escala menor y más bien tuvieron por objeto el almacenamiento de aguas
para u sos domésticos, c omo en Guanajuato y Sa n ·Luis Potosí.
G ran pro,yaganda se hi zo de -1905 a 1910 para l a construcción de obras
de irrigación de importancia; pero hasta l a iniciación de la . re vol ución poco
o n~ da se " lle~ó a cabo por los Gobierno~. Es n atu ral que los hacendados, al
tratar de aprovechar las aguas de nue stros ríos, dirigieran su atención a a-
quellos proyectos de más fácil r ea li zac i ón y de rendimiento inmediato, de

233

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~J~~~~r;;ftt~~'7!"..~··¡._-;_·;~}=~ .-.~~~. ~~
•{ro;:~~~~~ ,:·.

lo ·cual resultó que tod~s aquellas corrientes perennes y que, para derivar-
las sólo requerían insignificantes presas de d~rivación y canales de poco
recorrido y escaso costo, fueran las primeras que se utilizaran; viniendo
después las obras de mayor costo, como las desarrolladas para la utiliza-
ción del Río Nazas y del Río Yaqui.
Al iniciarse la administración del General Calles fijó su atención des-
de luego en el aprovechamiento de los recursos naturales y, muy en particu-
lar, en la irrigación para ayudar en esta forma, no solamente al desarrollo
de nuevas actividades agrícolas dirigidas por el Estado, sino muy especial-
mente a la resolución de los problemas agrarios y agrícolas de México. Fué
necesario comenzar por dictar desde la Ley de Irrigación para entrar en
plena actividad.
Ya para esta época, todo aquello que era fácil utilizar lo habían apro-
vechado los particulares y las comunidades, y prácticamente no quedaban
. disponibles más que los sistemas de dificil realización, tanto por su costo
unitario cuanto por su magnitud. Quedaban también obras por hacerse en re-
giones apartadas, sin ninguna 1 iga de comunicación con los centros de con-
sumo o en climas poco atractivos, insalubres, etc, En ambos grupos anterio -
res quedaban incluidas las obras que deberían de hacerse en la frontera nor-
te para riego de las vastas regiones desérticas que lo constituían y aprove-
fhamiento de las agu~s inter~acionales.
Las obras de derivación que casi siemp-re resultan más económicas que
las que requieren grandes presas de almacenamiento eran más bien de las
que figuraban en númeromenor y el aprovechamiento de las aguas de los ríos
torrenciales o de régimen extraordinariamente variable exigían, antes que
nada, grandes vasos de almacenamiento altamente costosos. Entonces se plan-
teó la siguiente c0uestión: ¿por dónde comenzar?

GRANDES O PEQUEÑAS OBRAS DE IRRIGACION

¿sería pref~rible que la Federación dedicara sus esfuerzos y sus ele-


mentos ai desarrollo de las pequefias obras de irrigación, o bien a las me -
dianas? ¿convendria quizás concentrarse en la construcción de los grandes
sistemas? Y de éstos, ¿cuáles deberían tener precedencia?
Todas estas cuestiones merecieron concienzudos estudios y encontraron
una diversi dad enorme de opiniones. ¿por qué la Comisión Nacional de Irri-
tración, directamente bajo las órdenes del Presidente de la República, ini-
ció sus labores con el estudio y construcción de grandes sistemas de riego?
¿No hubiera sido preferible mul tipl irar el número de éstos en muchas re-
giones de-l país beneficiando mayor número de comunidades? ¿No habrían pro-
·ducido mayores rendimientos para el Estado las pequefias que las grandes o-
.
bras de irrigación? ¿No fué un error de política la inversión de tantos mi-
llones de pesos en sistemas que todavía en la actualidad no est á ~ en plena
producción? ¿Han sidri realmente un fracaso económico y político las obras
··- ~ons trui das?

• 234
·,

En la imposibilidad de abarcar en su conjunto todo lo qu~ a la irri-


gación en México se refi ere , voy a ocuparme solamnete de algunos de estos ...
aspectos y a procurar contestar con la mayor brevedad y concisión posible
estas interrogaciones desde un punto de vista exclusivamente de convenien-
cia nacional. Me impulsa para ello la lectura de tantas opiniones &ncontra~
das y estudios, muchos de ellos adversos a la política de riego seguida por
el gobierno de la revolución y producidos por hombres d e ciencia que mili-
tan dentro de las mismas filas del gobierno revolucionario. Precisamente
por venir de esta categoría de personas, cuya sinceridad y vastos conoci-
mientos insospechables , es por lo que merece estudiarse concienzudamente
la política seguida hasta ahora, a fin de decidir la que más convenga para
lo futuro.

DIVERSOS PUNTOS DE VISTA

Desde luego debo advertir que se pueden presentar arguméntos en pro de


los pequeños desarrollos, así como de los medianos o de los grandes y todo
depend erá de los puntos de vista que se someten o de los objetos que se per-
sigan. Para mí, es eviclente que una obra pequeña de riego hecha con capi- . .. ·t'-"

tal particular y con miras al lucro inmediato de los inversionistas; es de-


cir, una obra cuyo éxito o su fracaso dependa primordialmente del "interés
compuesto" que siempre decide favorable o desfavorablemente el éxito de
cualquiera inversión, tendrá que ser y ha sido la más productiva. En cam-
los grandes sistemas d e riego desarrollados por emp resas particulares, muy
bio, especialmente en los Estados Unidos durante los últimos treinta años,
casi s iernpre resultaran en fracasos económicos para ellas.
No discutiré, pues, este aspecto de la cuestión y solamente diré que
el interés compuesto por años y años, aun cuando sea a tipos relativamente
bajos como el 6%, ha sido el principal culpable, aunque no el único, de casi
todos los fracasos económicos ' de los grandes sistemas de riego desarollidos
por empresas particulares. Los millones de pesos que requieren las obras,
que comienzan por mermarse desde que los negociadores de los bonos respec-
tivos los venden con descuentos más o menos fuertes y siguen por aumentar- ¡,:'
se día y noche, por años y años, por el implacable interés compuesto; al
terminarsa las primeras obras que pueden permitir el riego de las primeras
unidad es de terrenos, o sea varios años despu és de iniciadas, resultan con-
siderablemente aumentados. Se vendé n luego, al contado o en abonos, diver-
sas porciones de terrenos, naturalmente lo mejor al principio y año tras
año se sigue vendiendo algo más; pero He tal manera que, en la mayoría de
los casos, diez o veinte años después, todavía no se ha vendido ni la mitad
del total. Los terrenos se habr á n vendido con un cincuenta y hasta con más
de un ciento por ciento de recargo sobre el· costo presupuesto, lo que pare-
cerla indicar una magnífica utilidad; pero los gastos de administración,
de propaganda, y más que todo el inexorable interés compuesto, siguen so-
breponi én dose a las inversiones originales; de lo cual resulta que, si a los

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·,.':-
diez años por ejemplo, se ha vendido la mitad de los terrenos, aun a l do -
ble del costo original, la compañía inversionista está prácticamente en
quiebra. Si a ésto se agregan los colonos que fracasan y que no pueden cum-
plir l as diversas contingencias que tiene la agricultura, los aumentos im-
previstos e n los costos de las obras, y para qué enumerar más calamidades;
e l resultado casi invariable es el de que las emp!'esas particulares de riego
y colonización solamente por excepción prosperan y por regla general fraca-
san, a veces hasta en su segunda o tercera reorganización.
Ahora bien, si ésto ha pasado .en los Estados Unidos donde l os tipos
de int erés son más bien bajos, donde se cuenta con todo el capital disponi-
ble para ' cua l quiera empresa atractiva, donde los agricultores cuentan con
' mercados amplísimos, con vías de comunicación de todas clases, con refac-
ciones amplias y oportunas, con maquinaria e implementos de los mejores
que pueden adquirirse en condiciones facilísimas, con granjas de experimen -
tación que aconsejan lo que conviene y lo que no conviene sembrar, con a-
gr i cultores más· o menos experimentados y conscientes, etc., etc . , iqu é po -
dría esperarse en un lu gar como México en donde casi todas las condiciones
son adversas?
Sin embargo, el Reclamation Service, Institución oficial de los Esta-
d os Unidos ha desarrollado inmensos sistemas de riego que ha colonizado
vendiendo las tierras al costo con plazos de ve inte o treinta años y dando
toda clase de facilidades y ayuda a los agricultores. A pes~r de haber re-
gistrado casos como los que acabo de citar, en que después de quince o vein -
te años no se ha colonizado el total del sistema desarrollado y casos que, por
fortuna son la excepción, donde después de ese lapso de tiempo la pa r te
realmente cultivada no llega ni a un 25% del total, prosigue en su política
de ejecución de grandes obras, no solo por la seguridad de que los ingresoM
indirectos compensan la pérdida aparente, sino por la convicción de que
existen obras cuyo interés es de tal manera naciona l, que exigen una inver -
sión, aunque no se considerara como productiva.

FACTORES DETERMI NANTES Y OBJETIVOS QUE SE PERSIGUEN

Hay que preguntarse: iEs para un Gobierno como e l de México, para un


país económicamente jov e n y que trata de transformarse desde los cimimien-
tos, es, digo, el "interés compuesto'' de las inversiones el factor principal
que debe normar a sus gobernantes para hacer tales o cuales obras de utili -
da d públ(ca? Si este factor es el decisivo, aparentemente es y sigue siendo
una verdadera tonter~a la cometida por l os gobiernos revolucionarios en su
po l ítica de irrigación, ya que no se obtiene ninguna retribución directa e
inmediata sobre la inversión, puesto que, por el contrario, desde un prin -
cipio se han vendido las tierras bajo riego a wenos del costo, sin soñar si-
quiera en recuperar éste ni mucho menos con sus re s pectivos intereses en u-
na forma directa; pero si por e l contl'ario, lo menos importante para l a na-
ción era la r ec up eración inmediata de las inversiones y lo más importante

236
. '

e'ra ·la utilización de los recursos naturales, el desarrollo de nuevas regio-


ne·s antes completamente desiertas e inhospitalarias, la creación_ de la pe- ,
queña y aun de la mediana propiedad, el fomento de la agricultura dirigi-
da científicamente, el mejoramiento moral, material y social de las clases
desheredadas, el mejoramiento y selección de los cultivos de todas clases,
la agrupación coop e rativa de los campesinos, la formación de nuevos centros
de población agrícola , el equilibramiento de nuestra producción , la coope-
ración para la solución del problema agrario, la elevación del standa.rd de
vida del campesino, la apertura ~e horizon t es nuevos y deseonocido~ para
é s te , la prepara e i ó n de mi llares y m i llares de fa mi l i as prole t a r i as p aÍ· a su
independencia económica y tantas y tantas otras consideraciones semejantes;
entonces hR-bremos de convenir en que el "interés compuesto", que seguramen-
te no fué invención proletaria, no puede ser el factor orienta.dor de la\ po-
lítica de nuestro gobierno. No se trataba de éso, nunca se pensó en ello .\ Se
' que e l '' 1nteres
sa b 1a . . ' compues t o " l o pagana
' e l E sta d o y no e l campes1no, . '-...
se../
sabía que era e n interés del es.tado, más que del campesino mismo, el desa-
rrollo y aprovechamiento de nuestros recursos naturales por medio del riego
y se sabía, y se sabe ·ahora mejor que hace diez años, que el beneficio no
iba a ser tan solo para unos cuantos millares de campesinos sino para toda
la nación.
Ahora bien, dirán los opositores: pero si esto se pudo hacer en las
grandes obras, ¿por qué no hacerlo mejor todavía en las pequeñas ? Y a esta
objeción yo contesto: En primer lugar era indispensable la transformación
de la zona desértica que constituía la frontera norte de nuestro país e~ un
centro de producción que permitiera económicamente la vida de sus morado-
res, por todo género de razones, y esto solo era posible aprovechando las
corrientes que la atravesaban, cuyo régimen era completamente desfavorable
y que solo permitían su aprovechamiento mediante la construcción de gran-
des obras de riego que era urgente ejecutar inmediatamente; por otro lado,
para aprovechar aguas internacionales, parte de )as cuales s'e podían perder
defi~itivamente, como de hecho se estaban perdiendo cada año que se deja-
ba pasar sin utilizarlas .
Si la Federación solamente hubiera pensado invertir dos o tres millo-
nes de pesos cada año , indiscutiblemente que lo juicioso y la única solu-
ción posible habría sido la de desparramarlos en diez o veinte proyectos
pequeños en t a'do el país; pero si, además de ésto, disponía, como pudo
disponer, de diez o vei·nte millones al año para los grandes sistemas que
ninguna empresa particular podría desarrollar porque no podía enfrentarse
con estas obras, que no serían remunera~oras, entonces era necesario que el
Gobierno Revolucionario las atacara como las atacó, desarrollándolas con
un vigor sin precedente, en el mínimo de tiempo y con el máximo de efi-
ciencia, y haciéndolas figurar entre las más importantes en su ~énero, en
el mundo entero.
Las grandes obras de transformación, así sean en el campo de la _edu-
cación o en el de la agricultura, no se llevan a cabo en el transcurso de
unos cuantos años ni mucho menos se efectúan con una precisión cronomé-
trica ni para obtener resultados al tercer día de iniciadas .; se emprenden
siempre con una vasta visión hacia el porvenir y a sabiendas de que habrá

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que tropezar con muchos escollos, que ~aulatinamente se van salvando hasta
que al fin se llega al éx.ito completo . Pero veamos ahora si los resultados
qué se están obteniendo, y los que más t-arde vendrán, se podrán obtener en
las pequeñas obras de riego.
¿puede el Gobierno sostener quinientas o mil administraciones efi-
cientes en _ otros tantos sistemas de cien o doscientas hectáreas? ¿ Puede ca-
da uno de ellos sostener una granja experimental? ¿~ueden dos o tres doce-
nas d,e campesinos, que viven en uno o cos kilómetros cuadrados, usar efi-
cientemente la máquinaria o por lo menos los implementos modernos? ¿ Pue-
den darle sali ¿ a a sus productos en forma racional y económica cuando los
ce ntros ~ e co ~s umo están a centenares de kilometros del lugar de pro ~ uc­
ción? !. Pue d en inC:ustrializar los mismos productos dentro de cada kilometro
cua ¿ rado : 'Pu~ den contar con los dbastecimientos y refacciones oportunas
cuando no conocen mas que al te :1 dero chino o al árabe? ¿sería posible la
fundación de centros escolares para cada uno de estos kilometros cuadra-
dos? ~ Encontrarían trabajos · Los campesinos mismos o sus hijos fuera de
las labores agrícolas, en aqu e llos meses en que no se requiere su esfuer z o en
el campo ? ¿sería posible combatir la ignorancia y el atraso de siglos en
mil diferentes kilometros cuadrados que no formaran un solo conjunto? Y
d-espués de todo ésto, ¿Cómo construir las vía's ferrocarrileras o camineras
que ligaran a estos minúsculos sistemas con los centros de consumo? Y para
qué seguir adelante: los núcleos agrícolas pequeños y aislados son siempre
· indicio de atraso presente y futuro; los grandes sistemas agrícolas, por el
contrario, tenderán siempre hacia el mejoramiento colectivo e individual.
Podrán en algunos casos fracasar; pero la regla general es que sigan una
marcha ascendente de mejoramiento. Las pequeñas agrupaciones no solamente
no pueden progresar sino que están fatalmente condenadas a su eterno es-
tancamie·nto.

EL POR QUE DE LOS ALTOS COSTOS DE LAS OBRAS

Veamos ahora cuáles son los costos y ventajas de las grandes obras de
' irrigación; estudiemos también cuáles son los beneficios inmediatos y fu-
turos que invariablemente traen aparejados.
Desde luego, por la razón ya dicha de que en la época ~ctual todos los
aprovechamientos fáciles o su inmensa mayoría están ya hechos, sólo quedan
aquellos que la iniciativa privada no ha considerado atractivos, sea por su
a.lto costo unitar-io o por su magnitud, o por ambas cosas, dentro de las
cuales se encuentran las obras fronterizas mencionadas. Las obras emprendi-
das y llevadas ya a cabo por la Comisión Nacional de Irrigación resultan in-
variableme-nte de un alto costo unitario aparente y de enorme i.nversión E>n
conjunto; pero comparándolas con las emprendidas en otros países, Estados U-
nidos, Italia, etc., nuestros precios son generalmente más bajos. Conside-
remos también que mtichas de las obras emprendidas por el Reclamation Ser-
vice de los Estados Unidos han dado por ~esultado ampliar sistemas exis-

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~~-~\._·:-~~~¿ti_~;?:~~~-~~~~~::.~ l'}:,.·t:~:p~~~~;~,~~~~~: ?-~~:t~;,~·?r·-!~. t~·:: ,~:~~,~: ~: .'~~~~;t;:~·~i;;~~~
. . ~Q~ . . ·,·.-'N~~:·
1 . -;~,¡~~

:~n~:~~r a~:e~~:r t i::r:: t:: ~:{ ~:: ::mfoor~:risperc:ce:rc\: y:e t~::


i t an ~e~ o:::e:::~ . ;~0J
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::~~~:::/~a ~~~oy:e lq~:~~~~n ~e~a:r ~;;:so e:e lquec:á dr:;~e~:~ !:ev:,~ :e~: a~: ·. _:,._-[·;.~_:·.•'~:.·, .·~ -·.:,~-
. •.
_.-~·

;1
en cambio en México, en sistemas como el del Río Salado, por. ejemplo, en-

~:',':,:,:::::.~¡:,~·:,::,::~: '~:~~': :,~:::~::•:::::::1 n::::::::::::::':::~~:~:~~:; .


cado sino que se ha centuplicado. -~~(;):;·

¿ESTA JUSTIFICADO VENDER LAS PARCELAS A MENOS DEL COSTO?

Expliquemos por qué la política del Gobierno ha sido la de vender a


menos del costo las parcelas listas para el cultivo, esto es : bajo ·riego,
desmontadas, niveladas y en algunos casos hasta ' drenadas y con caminos ha-
cia los c.entros de consumo o hacia los ferrocarriles inmediatos. En primer
lugar, desde q_ue se anuncia la construcción de una gran obra, el comercio y
la industria comienzan a beneficiarse, se benefician también hasta los pro-
pietarios que quedan cerca de los sistemas porque po~ lo menos utilizarán
los caminos, las escuelas y mejoras de todo orden que irradiarán de un gran
centro de producción futuro. La derrama de dinero semana l, que en ocasiones
pasa de cientos de miles de pesos, - no se concibe que pueda beneficiar tan só-
lo al enorme número de trabajadores de las obras, sino que el mismo sábado
que reciben sus salarios, éstos pasan a manos de los comerciantes en peque-
ño, de ellos a los mayoristas y de allí a los industriales y empresas de
transporte, etc.; es decir: en~r~es cantidades de dinero entran en circula-
ción para provecho de millares y millares de ciudadanos , Los quince o v~in­
te millones que anualmente se invirtieron en las obras han dado quince o
veinte vueltas dejando beneficio en cada una de ellas para la colectividad.
Terminadas las obras y ya en producción, vemos que dentro de los - mismos
sistemas de riego se levantan ciudades modernas co n toda clase de comodi-
dades, donde de un año para otro se instalan y viyen felices, no so lamente
algunos de los colonos que ~refieren tener a sus familias cerca de las es-
cuelas y de todas las ventajas que proporciona una ciudad, sino también las
de los comerciantes en pequeño, industriales, etc. que forman núcleos de
población iguiles o mayores que ~1 del co njunto de la gente desparramada
en los campos. Pongamos· por caso el sistema de riego número 4, en el cual
el Gobie.no está próximo a . terminar una inversión de treinta millones de
pesos para el riego de 56,000 hectáreas, que antes, aunque pudo hab érse les
supuesto un valor de cinco pesos por hectárea, en mi concepto nadie hubie-
ra pagado semejante suma po~ esas tierras. Tres o cuatro años después de
terminadas las obras correspondientes a las primeras unidades, se encon-
traban en cultivo aproximadamente la mitad de las 56,000 hectáreas; natural-
mente ya dominadas por canales, con drenaje, con caminos y convarios cen-
' tros de población nuevos dentro de l sistema, muy en particular la moderna

239

\ .
¿,; r:~~. ··~ ~~
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)
y , pr6~pera
ciudad de Anáhuac, situada sobre el ferrocarril que va de México
a Laredo y cerca también de la carretera que liga esas dos ciudades, a unas
dos horas de Nuevo Laredo y a cuatr-o de Monterrey. (Se inicia ya la cons -
trucción de la ciudad Delicias, en el sistema No. 5 del Río Conchos y
otras más están principiando en cada uno de los sistemas). La producción
en el año actual en el No. 4 es de seis millones de pesos; la que se espe ra,
cuando esté en plena producción todo el sistema, pasará de veinte millo-
nes y no sería improbable que llegara a treinta millones de pesos anuales.
Esto es: cada año podrá producirse tanto como lo que costaron las obras en
conjunto. ¿Hay alguna otra inve rsión del Gobierno que pueda compararse
ventajosamente a éstas?

BENEFICIO DE LAS OBRAS

¿Q ui énes se benefici;;n con todo ello? En primer lugar los miles d e


colonos que trabajan las i ierra s: en segundo los comerciantes e i;dustria-
les que viven dentro d e l s istema y que pueden ser tantos como los campesi-
nos mismos o más; después las empresa·s de transporte y, por último, los
industriales, banqueros y el fisco mismo. Es muy difícil de estimar numé-
ricamente el por ciento de beneficio que a cada sector corresponde; pero no
es aventurado suponer que la mayor parte del beneficio lo recib en los no
campesinos. ¿No se ve claro entonces que sería una palmaria injusticia ha-
cer que éstos cargaran con el costo total ~e las obras que ben~ficiaron a
enormes colectividades que en nada contribuyeron •para ellas directamente ?
¿Por qué el elemento campesi~o, el mis pobre y el más trabajador habri3 de
ser el único que reportara la carga total? ¿y no tenemos el ejemplo que ha
. '
puesto el Departamento Central de México a l vender las casas para obr e ros
también a menos del costo? nadie se atreverá a alegar que ésto es injusto.

SU INFLUENCIA DENTRO DE LA ECONOMIA NACIONAL

Veamos también qué significa dentro de la economía nacional la inver-


sión de cien millones de pesos en los diferentes sistemas de riego: tres-
cientas mil hectáreas, en números redondos, de agricultura moderna, casi
segura, organizada; casi dirigida totalmente por el Estado; trescientas mi l
he ctáreas que se agregan a la superficie regada en el país signific an un por
ciento verdaderamente considerable sobre el total . Ya existente. No lo sé
exactamente porque las estad ísticas que he consull;ado difieren; pero muy
probablemente vienen a constituir una quinta parte del total, y una quin-
ta parte que merece mis bien catalogarse como de lo mejor. Trescientas
mil hectáreas nuevas de riego pueden ser el asiento de . una población total
entre campesinos y demás residentes de los sistemas, de cien a doscien tos
mil habitantes. Casi nada. Una población superior ·a la que actualmente
cuentan algunas entidades de la República. Es decir, la inversión produce
rersultados i gua l e s o mejores que si le agregáramos a nuestro pais un nuevo

240
:. ¡.
r·-··
,¡ .

Estado. Trescientás mil hectáreas q~e fácilmente podrán producir cien mi~
llones de pesos al año.
Yo quisiera saber cuántos Estados de la República tienen . una produc-
ción agrlcola superior. Y estos resultados fantásticos, que todavía no ve-
mos, pero que es evidente que los liegaremos a conocer en la realidad, vuel-
vo a repetir, · no son para provecho ~e los campesinos: cien millones de pe-
sos ánules de producción dan origen a dos o trecientos millones de pesos de
transacciones de distinto orden y es axiomático que cada una de éstas, di-
recta o indirectamente, tienen que beneficiar al Fisco. ¿Cuántos centavos
en cada peso? No lo sé, ni me importa, pero son muchos.

EL TIEMPO I,NVERTIDO lEN LA CONSTRUCCION

Comparemos ahora el tiempu gastado en la construcción de las obras y,


muy especialmente, el empleado en colonizarlas, y para ello refirámonos
tan sóío a ·dos sistemas, uno en pleno C. esarrollo ya, el número 4 o se.a el
del Río Salado, y otro que vigorosamente lo compite, el úmero 5 del Río
Conchos. La duración de las obras la compararemos con Jas semejantes de
las emprendidas por el Reclamation Service, o sea con las llevadas a cabo
por el Gobierno más rico de la tierra. La presa de El Elefante, que ha
figurado como la más grande C.el munco hasta hace poco, fué construida 'en
ciJÍco años y riega exactamente lo mismo que la de Do·n Martín, que costó
casi igual suma; pero construida en menor tiempo. La presa de El Elefante
vino a perfeccionar y a ensan~har si s temas de riego existentes , con lo cual
quizás dobló o cuadruplicó el valor de la propiedad; la de Don Martín lo
centuplicó. En el sistema del Río Grande o sea el dominado por la presa
de El El•efante, los terrenos valen c esC.e doscientos hasta mil dólares el
acre (l) en Don Martín salieron costan c o menos de quinientos pesos la hec-
tárea·, que se vend e a menos de trescientos, o sea entre la quinta y la dé-
cima parte del valor medio en Esta d os Unidos. En cambio la producción es
semejante hectárea por hectárea.
La presa de El' Elefante, terminada en 1916, viene siendo suplementada
por obras que año tras año se han construido desde entonces a la f~cna; el
sistema del Río Salado quedará prácticamente terminado el 1935. El valor
total de la inversión en el sistema del Rí~ Grande, o sea el dominado por
la presa del El Elefante, fu é de más de doce millones de dólares y la pro-
ducción en un solo año ha llegado a igual cifra. Por comparación podemos
suponer que algo semejante acontecerá en nuestros sistemas de riego, si se
considera que el algodón que es uno de los productos comunes a muchos - sis-
temas, vale igual o más en México que en el vecino país.
-En c~anto al tiempo transcurrido desde que se terminan las obras ~ene­
rales hasta la completa ocupación de las tierras, sólo diré que es raro que
antes de quinc~ o veinte años se logre el resultado en los grandes sistemas

[!] UNA HECTAREA IGUAL A · 2 ACRES Y M~DIO.

241
/~?'t!?••'-'~-~~::Y~0t?·:~~;::~~V;-;r:f~~'; \?~~f).;:?:~~:·~·:;:'" (,-',"'fF-' -,:]
..¡.,,

·de riego, parti-culares o nacionales, de los Estados Unidos y, como ~ije


antes, este largo espacio de tiempo es el que determína pdncip[ilniente el
fracaso de los -negocios de irrigación y colonización. Hay casos en que des-
~ pués de veinte affos de iniciados los trabajos no se tiene en cultivo ni la
mitad de ·los terrenos del sistema.
En cambio en México, hemos visto que en los sistemas números 4 y 5,
por ejemplo, es mayor la demanda de tierra que la que se va tenie.ndo dis-
~onible. En el número 4 se vió el caso asombroso, y que no tiene preceden-
_te de colonizar en unos tres affos la mitad del enorme sistema de 56,000 hec-
táreas y se estima que para fines del affo próximo o sea en el quinto año,
estará cultivada la totalidad de las tierras.
(Rusia solamente pudiera ofrecernos ejemplos comparables.)

INFLUENCIA EN LA FORMACION DE NUEVOS CENTROS DE POBLACION .

Se ha hablado mucho de la desproporción en que se encuentra distribui-


da nuestra población, de la conveniencia y posibilidad de provocar desalo-
jamientos hacia la parte menos poblada. Pues bien, nada puede contribuir
tanto a arraigar pob~adores en un lugar como el darles tierra regada y to-
das las facilidades posibles para hacerla producir. En este sentido los
sistemas de riego, ~uyo paternalismo no ha sido comprendido todavía y aún
ha habido detractores para ellos, vienen a provocar, como ninguna otra me-
dida gubernamental, la fonpación de nuevos centros de población, prósperos
y con vida propia. Que se me diga en qué otra forma estable s'ª ha logrado
el mismo _resultado. Podrá contestarse que las minas en menos tiempo traen
mayores núcleos de población; pero ¿son núcleos estables y arraigados los
que, por regla general, establecen las industrias extractivas? Hoy son y
maffana dejan de ~er ; La tierra regada jamás desaparece ni deja de produ-
cir, si se la cultiva inteligent'emente. Se podrá alegar que determinadas
industrias de transformación producen resultados iguales o mejores; esto
es cierto, pero las mismas industrias nunca podrían vivir sin el comple-
mento, o más · bien-, sin el fundamento esencial de una agricultura diversi-
ficada.

EL ASPECTO AGRICOLA

Consideremos 111 aspecto agrícola en sí mismo: ¿c,¡ué . .es preferible: la


producción anárquica~ rutinaria y mediocre de los pequeños agricultores que
carecen de dirección y que no tienen más experiencia que la muy rutinaria
de sus antepasados, o la que puede lograrse en grandes sistemas bajo la di-
rección 'experimentada, inteligente y casi científica de técnicos y peritos
en la materia? ¿Como podría un núcleo de infelices labradores aislados de
todo contacto con la civilización proveerse de las mejores semillas, de los
¡¡:1ejvres implementos, de la maquinaria para . la siembra y cosecha y, muy en
particular, para la primera transformación de los productos? ¿Cómo podría
comprarse y sostenerse la maquinaria para sembrar y cosechar el trigo, para
el algodón, para la caffa de azúcar, etc., y cómo serí~ posible lograr uria
racional distribución a buenos pre ~ ios - de una multitud de ' productos diver-

242
7-r~·
1

sificados sin conexión ni organización? i,Cómo sería posible establecer des-


1

pep'itadores, molinos para las semillas oleaginosas, ingenios de azúcar, etc.,


en sistemitas de cien o doscientas hectáreas? i,Que clase de escuelas podrían ·
éstablecerse en estos minúsculos si9temas, sentenc' iados sus pobladores a
nacer, vivir y morirse de hambre?
En cambio en uno de nuestros sistemas de riego tenemos actualmente
un ingenio azucarero que figura entre los más importantes de la Améric·a.
El resultado final siempre es alentador: un aum.e nto en la producción na-
cional qué jamás pudo obtenerse en tan corto tiempo ni en tan grande esca-
la. Y véase el número de industrias de transformación ya en progreso en los
sistemas del Norte: despepitadoras, molinos, fábricas de materiales de
construcción, comercio activísimo, etc., cuando apenas se están construyen-
do algunas de las obras generales, y en seguida vendrán las empacadoras de
frutas, legumbres, carnes, etc . Las cremerías,. crías de animales, engordas
de los mismos, las fábricas de productós alimenticios no se . harári. esperar.
No olvidemos por último que una industria trae otras, con lo que los ínter~
cambios se multiplicarán yvendrá el aumento de la población próspera y fe-
liz, precisamente en regiones casi desérticas antes, cuyo desarrollo no se
concibe de otro modo.
El Gobierno de México tra t a por todos los medios posibles de asegurar
la producción agr~cola suficientemente ¿;versificada para acercarse al i-
deal de abastecerse a sí mismo. i.Sería posible ·l ograrlo por nuestra deficien-
tísima producción a base de temporal y de rutina, en fotma anárqúica y a-
trasadísima? La nación crece en ' población constantemente, i,no es racional
aumentar no solamente las ;uperficies culti~adas y el número de labradores
sino más todavía, mejorar en calidad los cutlivos y en intensidad la pro~
ducción?

LA REPATRIACION DE MEXICANOS

Se nos ha venido encima el problema de la repatriación de centenares


de miles de familias residentes en el extranjero, y en particular en los
Estados Unidos, donde desde que se inició la presente depresión no encuen-
tran trabajo ni manera de vivir. Los sistemas de riego han ofrecido cabida
para muchas de estas familias, consideradas en gran propor·ción como de ex-
celente preparación para la agricultura moderna y experimentada en siste-
mas desconocidos para nuestros humildes campesinos del ceniro y del Sur
del país, a la vez que tl·aen c ó~1tumbres y standard de vida más elevado,s.

EL ASPECTO SOCIAL

. Veamos ahora el aspecto social de los sistemas de riego · y su ejemplo


para los campesinos de la República en general. La revolución ha venido
predicando y practicando el fraccionamiento de los latifundios para la
creación de la pequeña propie d ad, en cuyo esfuerzo no ha omitido sacrificio

243
l .,.. ' --, ' .~ ·~.

~· ' .·:~..
,;·.

alguno. Millones y Millones ~e hectáreas de tierra han sido rapar-


diferentes formas ya bien conocidas. En la generalidad de Ios ca-
ya habido un be~eficio i'nmediato para log agraciados en la dota-
_ción o reparto; pero · ¿era ésto todo lo que se perseguía? Evidentemente que '
no .. La simple donación de la tierra no aseguraba la prosperidad del adqui-
.riente; es necesrio que ·1a tierra sea de buena calidad, bien situada, con
régimen de lluvias ·más o menos permanente y suficiente, con mercados acce-
. sibles, con refacci¿n propor~icinada y oportuna, de suficiente extensión etc, ·
Y adn aceptando qUe toao lo anterior existiese, no ~iempre se ha visto que
· a un fraccionamiento o a una dotación correspondiese un aumento inmediato
en l.a producción. Casos conocemos en que, al menos por algdn tiempo, el fe-
nómeno contrario es el que se ha ragistrado. No es concebible que pueda su-
ceder lo mismo en un sistema de riego que cumienza por hacer productivas
tierras que antes no lo eran, y productivas con alto grado de seguridad y
con una organización, como se ha dicho, más o menos sistemática y cientí-
fica desde la siembra hasta la cosecha, trnsforma~ión y distribución de ~os
'productos.

EL PORVENIR DEL COLONO

Comparemos la situación de un jefe de familia que adquiera 10 o 20


hectáreas de temporal a la de otro jefe de familia que adquiera de 10 a 20
·, de riego ,
El primero principia por tener muhcas dificultP-des para conseguir con
la oportunidad debida el refaccionamiento necesario, después con la falta
de dirección ·téciJ.ica q.ue le permita seleccionar las semillas, mejorar sus
cultivos, etc., y final y fundamentalmente con las vicisitudes que la con-
dición de temporalidad de sus terreno• trae consigo, pues bastarán unos dos
años en que las lluvias no s~an suficientes o que no· estén bien distr' ibui-
das, para arruinarlo económicamente, echándolo en brazos de sus acreedores
que bien pronto lo ahogarán pecuniariamente, obligándolo a desertar. Es
bien conocido el hecho de que donde existen condiciones de inseguridad en la
producción solo pueden subsistir grandes empresas provistas de fuerte capi-
tal para que puedan soportar los años malos esperando los buenos. Por lo
tanto, el jefe ·de familia dotado de lO o 20 hectáreas de temporal, solo po-
drá subsistir si bien le vá, pero no se concibe que pueda progresar ni mu-
cho menos que sus hijos puedan mejorar, si contindan el ejemplo y la vida
de sus padres. Seguirán invariablemente con \,Pa ilusión de que . son libres,
pero con la triste realidad presente y futura de que sus estómagos, sus cuer-
pos y sus espíritus no reciben lo que necesitan, y ésto de generación en ge-
-neración, esto es, de que econ~micamente no son libres.
En cambio, en un Sistema de Riego, el colono que adquiera una parceLa,
digamos de 20 heitáreas, con toda clase de facilidades de pago, con refac-
ción oportuna, con dirección _ inteligente, con todos los factores que le ase-
guren una producción permanente año por año, podrá siempre estar en condi-

244
· o;~---:-_¡--,~ .... -:,<'~1 . i;~ ·' ·:'_.,.·,

~'
ciones de mejorar él y de mejorar a su desce ndencia, enviándola. a la ciu-
~

dad inmediata para educarla, ya que si al llegar ésta a lá mayor edad no


pudiera o no quisiera vivir en la agricultura, habrá tenid·o la oportunidad
de educarse y prepararse para el comercio, la industria o lo que fuere. Es
también un fenómeno bien conocido el hecho de que donde la .producción a-
grícola ~ stá asegurada no pueden susbsistir _grandes latifundios sino que
éstos invariablemente se fraccionan y subdividen en pequeñas parcelas ~x-
plotadas por sus mismos propietarios con ló que el costo de producción re-
sulta mínimo.
En mi concepto la formación del mediano agricu,ltor int e ligente, ten-
drá que ser la espina dorsal de nuestra futura agricultura nacional , como
lo es en todos los pises sanos y fuertes. La agrupación de estos e lementos
conc.ientes en forma de cooperativa desde el momento de la siembra hasta el
de la cosecha de la industrialización de sus productos, su cooperación _cons-
tante dentro de un conjunto sin que nadie pierda su individualidad, forma
el decideratum de la época actual. El agricultor en estas condiciones po-
drá fracasar, como podrán fracasar -sus descendientes; pero por lo menos
está en las mejores . condiciones para prosperar y para predarar a sus hijos
para una vida mejor dentro y fuera de la agricultura . No se ve tan claro
que pueda hacerse lo mismo -dentro de pequeñas .unidades de tE!mporal, sin
cohesión y sin la meno·r esperanza de mejoramiento presente o futuro.

¿GRANDES OBRAS DE IRRIGACION , FRACCIONAMIENTO


DE LATIFUNDIOS O EJJDos?

\
No han faltado escritores estudiosos que han dedicado su ate nción a
los problemas agrarios y agrícolas, que sostengan que deben resolverse
únicamente por medio de l ejido. Otros al_egan q'ue lo mejor es el fraccio-
namiento de los grandes latifundi os, ya sean de riego o de temporal, y al-
gunos más pregonan que la solución está en el desarrollo de nuevas exten-
siones de terrenos po·r medio de l as obras de riego, que deberían emprender
los Gobiernos y 'los particulares.
Mucho podría escribirse sobre este tópico, pero basta solamente con fi-
jarse en la realidad de . los hechos. Seria factible desarrollar todo el Norte
del país, de clima desértico, a base de ejid~s sin irrigación ¿o bien, seria
lógico hacer a todo trance obras de irrigación donde la precipitación' plu-
viométrica anual es regular y suficiente para la mayor parte de _los culti-
vos? ¿qué sería de la Baja Califo~nia, Sonora, Chihuahua , Coahuila, Nuevo
León y ' Tamaulipas, y tantos otros Estados, si fuéramos a limitar su futuro
desarrollo agricol .a a los cultivos d·e. temporal, con las escasisimas e
irregulares precipitaciones pluviales, que rara vez bastan para lograr una
cosecha? ¿y va el Gobierno de la Revolución a detenerse en el aprovecha-
miento de los recursos naturales y en la aspiración de aumentar la escas·a
población que existe en más de la mitad del territorio, guiado simplemente
por el criter io del agiotista? Evidentemente que no . Nunca ha sido ese el

245

;.-~-~- -- ' ,;.\ .


criterio de los gobiernos capitalistas y menos podría serlo el ~e los revo-
lucionarios, especialmente en épocas cuma la. presente , en que · nos encami-
namos franca y vigorosamente hacia el socialismo.
De segQirse la opinión de quienes condenan las grandes obras de irri-
gación por costosas, condenaríamos al mismo tiempo a más de la mitad de
nuestro teritorio a su perpetuo ~stancamiento y ofrendaríamos las Pncalcu-
lables riquezas potenciales de nuestros ríos internacionales y sus afluentes ·
a nuestro poderoso vecino, que no · ha ' vacilado ni vacilará en haJ::er tantos
esfueTzos y desembolsos se necesitaren para el aprovechamiento de uno de
los más valiosos e insustitutibles recursos naturales que tiene la humani-
dad: el agua.
~e podría decir mucho más en favor de la justificación con que los go-
biernos revolucionarios han venido desarrollando los sistemas ·de riego en
una forma vigorosa y valiente que podría presentarse como ejemplo hasta para
los países más ricos; pero baste con lo dicho para haceles saber a aquellos
que han atacado esta sabia y oportunisima políti ·ca que la medida del "inte-
rés compuesto" debe haber sido inventada por algún usurero y que no es se-
guramente la mejor para calificar la polítca de mejo-ramiento colectivo de
las clases campesinas y de la coletividad mexicana eu general.

246
PROYECTO DE PRESAS DE ENROCAMIENTO

POR EL ING. ADOLFO ORIVE ALBA

(Colaboración del Departamento de Ingenie~ía)

s·E denominan Presas de enrocamiento las consti tuídas por una masa
suelta de piedras, cuyo tamafro puede variar ~esde unos lO cms., hasta la
dimensión más g~ande . que se puede colocar con el equipo de que se disponga,
provista de una pantalla o losa impermeabilizante construida con un mate-
rial apropiado.
Se han venido usando presas de este tipo e'n todás partes, desde hace
mucho tiempo, pues su construcción se facilitaba, . por no exigir !!las mate-
rial que la misma roca que se obtenía del sitio en que se deSeaba construir
la cortina o alguna en su _proximidad y una cantidad mínima de mortero de
cal para forma la losa impermeabilizante, mucho menor de la que se necesi-
taría para construir cualquier otro tipo de presa, esto es, este tipo de
presa era ecepcionalment'e ventajoso y Lo es aún en la actualidad, para a-
quellos sitios alejados de toda vía de comunicación y en los que por lo
tanto resultaba muy caro el transporte de productos elaborados como cemen-
to, varillas de fierro, etc., y también en aquellos lugares en que dichos
productos elaborados eran relativamente caros, como es el caso en México.
También se habían tenido antes ciertas reservas con respecto a la al- ·
tura máxima a la que se podrían construir cortinas de esta naturaleza, pe-
ro la práctica ha venido a demostrar que alturas de lOO mts. o más, son
completamente factibles, como lo demuestra la presa de Salt Spring de 102
mts. de altura cerca de San Francisco, Califo·r nia, la presa de Dix River
de 84 mts. de altura en Tennessee, etc.

247
:· • 1 ~ •

Es por las razones anteriores por lo que este tipo de presa se C~">nsi-
dera como muy ventajoso, tanto t ·é cnica como sobre todo, económicamfJnte pa-
ra muchos de los sitios en · nuetro país. La Comisi ón de Irrigación ha em-
pr endido estu d ios de varios tipos ce cortinas en muchos de ellos para encon-
· trar cuál es el más factible, y siendo"' tan recomendable el de enrocamientos
s i se proyecta y - construye adecuadamente, s.e ha a d opt,ado en varios casos,
con un éx ito halagador tanto en cuanto a la economía obtenid'a , como C. esde
otro punto d e vista, a la> interesante exp~riencia derivada, que es la que se
des e a extender con el pr~iente artículo.
Para que una presa de énrocamientos ofresca t oda la seguri d a d necPsa-
ria que en una obra de su importancia se debe exigir, e ~ necesario :
1/ o.- Que el mat~rial del subsuelo en que se vaya a cimentar sea fir-
me.
2/ o.- Que la ruca de que se disponga para construirla sea sana .
3/ o . - Que su sección transversal se disefie idecuadamente.
4/ o.- Que la losa ipermeabilizante de que constará, desempefie su co-
metid o debidamente.
5/ o . - Que esté provista de un amplio vertedor de demasías.
6/ o.- ~ue las obras de extracción no pongan en peligro la cortina .
En los párrafos siguientes se tratarán en d e talle cada uno de los pun-
tos anteriores.

CARACTER DEL SUBSI,JELO PARA CIMENTAR PRESAS DE ENRROCAMIENTO

Es generalment.e conveniente cimentar las presas de enrocamiento en


lugares donde se cuente con una roca sana y resistente.
Sin embargo, en determinadas ocasiones s~ encuentra necesario usar es-
te tipo de presas en sitios donde no se cuenta con roca sana, pero, de todas
1
-maneras, se deben ll e_ nar los dos requisitos fundamentales siguientes: 1/ o .
Que el material sobre el cual se vaya a cimentar la cortina de enrocamien-
to sea capaz de resistir todas las cargas que trasmita la presa , como re-
sultdo de su peso y de la presión ·d el agua, sin asentamiento apreciable,
considerando que dicho material debe estar completamente saturado por las
filtraciones que se deben suponer que ocurren de parte del vaso y:
2/ o.- Que dichas filtraciones no puedan disolv e r, deslavar o erosionar
a dicho material.
Dic·hos requisitos implican por consiguiente, que toda la materia or-
gánica y los materiales su e ltos sean removidos del si t io de 1a pr es a.
Son indispensabl e s los requisitos anteriores, y a que un asentamiento
de la c-imentación, originaría uno del enrocamiento, que produciría el agrie-
tamiento, hasta un grado similar, que pudiera ser peligroso, de la losa im-
permeabilizante, con el fracaso de la estructura.
Un caso ilustrativo es el de la Presa "Melchor Ortega", construída por
-e l Gobierno del Estado de Guanajuato bajo la dir ·e cción técnica de la Co-
misión Nacional de Irrigación, para la cual se había proyectado una corti-

248
·.,·
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.~ . .. .
~-

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-1

na de gravedad y d6nde hubo nece~idad, no sólo por el aspe¿to económico,
sino sobre todo por sus condiciones geológicas, de adoptar una presa de en-
rocamieto en vista de la c lase del materfal del subsuelo, seg~n recomenda-
ción hecha por el Geólogo Consu ltor de esta Comisión, Dr. Paul Waitz, a
pesar de no llenarse en una forma absoluta los dos requisitos anteriores,
como aparece en ~1 siguiente plrrafo de su informe;

"La avanzada descomposición de la riolita en el lugar en que se cons-


truir( l a presa, ha disminuído naturalmente la resistencia de la roca que
actualmente parece más bien una arenisca que una roca ígnea. La roca es
algo porosa y trozos de ella sumergidos en agua; absorven cierta cantidad
del líquido y ie d e jan desmoronar entonces con los dedos, pero no se desha-
cen espontlneamente. Es de suponerse que la roca a~n en este estado de d~s­
composicióT', podrl sostener una carga de 5 a lO kg. por centímetro cuadra-
do, y como no contiene substancias solubles, no 'e s de temerse que el agua
de filtración, que después de la construcción de la presa circularl por ella,
extraerl tales s~bstancías. La porosidad de la roca es _pequeña y no hay pe-
ligro que se establezca en la riolita una circulación tan viva del agua,

.
que fuera suficiente para arrastrar material en suspensión; pero no hay que
perder de vista, que al efectuarse fugas de ag ua a través de la construcción
en el contacto de e lla con la roca, pueden .resultar ve l ocidades del agua, que
originarán la extracción de substancias coloidales de la roca, con lo cual
naturalmente la estabilidad de una presa de mampostería se pondría en pe-
ligro . Es por lo tanto preferible el tipo de una presa de enrocamiento en
ia cual )a fatiga es menor y en que, con un drenaje adecuado del agua de
las filtraciones, se puede eliminar el pE>ligro de un debilitamiento de la
construcción a causa de la extracción de sustan~ias en suspensión.

En el otro caso interesante que se ha presentado a la · Comisión, el de


la ampliación de la Fresa de Taxhimay, se encontró que dicha cortina, de
una altura aproximada de 20 metros, había sido cimentad,a por sus construc-
tores origina les , sobre el material d e acarreo que llenaba el fondo del
cauce ~C:el río, así como en las laderas sobre una capá d ~ tierra vegetal.
Probab l eme nte ello, unido a otra serie de defectos, ori i inaron los fuertes
asentamientos que sufrió la cortina y que est uvieron a pun(o 'de hacer La fa-
llar. Es por esto que al proyectar su am-p liación, actualme,;te terminada,
hasta ·c:a rle 44 metros de altura, se d ecidió remover totalment"e dichos ma-
teriales sueltos, depositando directamente el enrocamiento sobre la roca
firme que ~!.constituye el asiento del materia l de acarreo en e l fondo del
cauce del río y despojando totalmente a las lad eras de la capa d e tierra
vegetal que las cubría.

ENROCAM!ENTO PARA LA PRESA

Los enrocamientos que formarán la cortina, deberán ser fragmentos . de

249
una roca resistente al intemperismo y que sea lo suficientemente dura para
que no se despedace o lgjee cuando se encuentre bajo el peso combinado de
la presión del agua y de la cortina misma. El enrocamiento usado será el
producto de explotación de canteras más o menos cercanas al sitio de la
presa, de rocas volcánicas o graníticas, de areniscas o calizas que sean
completamente sanas.
El material que entrará con la cortina podrá tener dimensiones que va-
ríen desde unas 4" hasta la más grande que se pueda mover con el equipo
disponible, teniendo en cuenta que en términos generales es preferible usar
roca de las mayores dimensiones posibles. En cuanto a la cantidad de pe-
queños fragmentos que se empleen, deberá ser tal, que no ller;ue nunca· a ser
tan grande que dificulte el fácil drenaje a través de la masa de enroca-
mientes o que induzca fuertes asentaminetos. En general, se tomarán los
materiales como salen de la cantera, la que se procurará explotar de mane-
ra que el tamaño medio de la piedra producida sea, por lo menos, del que
se denomina "piedra de hombre" o sea la piedra que puede transportar fácil-
mente un hombre (40 a 50 kilos de peso). Sin embargo, los pedazos menores
que inevitablemente se tienen en la explotación de la cantera, se podrán
usar en la cortina, procurando únicamente que su distribución sea tal, que
llenando parcialmente los huecos entre las piedras mayores para que se ob-
tenga una masa de enrocamiento de la mayor densidad relativa y lo • menos
sujeta en lo posible a asentamientos, no s~ dificulte el drenaje, habiéndo-
se encontrado que un buen procedimiento para lograr tal fin, es usar chiflo-
nes gigantes de agua que aplicados a las capas de enrocamiento, hagan que
los fragmentos menores se acomoden dentro de los espacios de los mayores,
dejando al mismo tiempo asegurada la fácil circulación del agua a través
de la masa de enrocamientos y produciendo . un arreglo entre las diferentes
rocas que constituyen la masa lo más satisfactorio posible al hacer que las
piedras queden todas bien apoyadas las unas en las otras, disminuyéndose
el porcentaje de vacíos y la posibilidad de fuertes asentamientos .
Las presas de enrocamiento se construyen por capas más o menos hori-
. zontales, las cuales se depositan por volteo. La altura de dichas capas hi
variado: de 1 metro, usado en presas menores (que fu é usada en la presa
"Melchor Ortega") o un poco mayor en presas de má¡; importancia como la
presa de Tepuxtep,r c, siendo el objeto de la pequeña altura de ellas, permi-
tir un mejor acomodo de las piedras que las componen, trabajándolas a ma-
no con lo que el asentamiento se redu~e mucho; a unos 221/2 metros usado
en la presa de "Salt Springs" ya citada, en la cual el acomodo de las pie-
· dras para la reducción de los .asentamientos se buscó por medio del uso de
chiflones, sin haber obtenido, probablemente por el uso de una altura tan
grande , los resultados tan sat .i sfactorios en cuanto a asentamientos que se
han obtenido en Tepuxtepec, donde el acomodo se hizo a mano, o' en Dix Ri-
ver, donde se emplearon capas de altura menor. Como consecuencia se cree
que si la cortina se va a diseñar con taludes amplios, se pueden llevar ca-
pas, de no más de 6 metros de altura, acOmodando su material con el agua
de chiflones gigantes o si se desea reducir esos taludes, · se deberán llevar
capas de 1 a 2 metros de altura, acomodando los enrocamientos a mano, lo
que en nuestro país no resulta caro por lo barato d e la mano de obra, de-

250
---.-¡:----- --,.~ -~- --:~:--. ..., "', t -- ·;' - .-:~· ·T
'\·... . ~

pendiendo el grado de acomodo, medido por el porcentaje de vacíos, de mu-


chos factores ~ue mis tarde se analizarán.
El sistema de construcción consistirá ánicamente en la explotación de
una o varias canteras de las que . se utilizará desde el material pequeño has-
ta el mayor, compatible con el equipo disponible para su transporte a la
cortina, donde se iri depositando dicho material ya sea por medio de un
puente de caballetes de la altura máxima especificada para cada capa, - por
volteo lateral, o llevando la vía o vías sobre la misma capa que se cons-
truirá por , volteo de extremidad debiéndose aplicar durante la construcción
de la capa y al terminarse ésta, suficiente agua a presión para lograr el
mejor acomodo posible de los enrocamientos y que las partículas mis finas
se acomoden dentro de las grandes, o darles un acomodo, aunque sea ligero,
a mano, pudiéndose usar también un sistema combinado.

PHOYECTO DE LA SECCION TRANSVERSAL

ANCHURA DE LA CORONA.- Se ha acostumbrado fijar la anchura de la


corona usando reglas empíricas, dándose generalmente como valor mínimo el
de 3 metros y como máximo el .de 6 metros, dependiendo hasta cierto punto
de la altura de la cortina, siendo una regla .usual tomar una décima parte
de ella dentro de los limites antes establecidos.
TALUD DE AGUAS. ABAJO.- Es costumbre ' f ijar como talud de aguas a-
bajo, el ángulo d·e re·poso de los enrocamien·tos · sueltos, de manera que cuan-
do la cortina quede sometida a su propio p e so y a la presión del agua,
haya posibilidad de que ocurran resbalamientos. Desde este punto de vista
no es generalmente conveniente adoptar un talud ligeramente mayor que el
de ·reposo, con el objeto de que una perturbación pequeña no origine algdn
resbalamiento. Sin embargo, no es tampoco conveniente exagerar ese aumento
en el talud~ pues el costo de construcción aumentará en muy fuerte propor-
ción, ya que formándose la cortina por capas volteadas an las que el eriro-
cam ·iento tomará su talud de reposo por ser éste mas cercano a la horizon-
talidad en .el lado de aguas abajo, será necesario . una colocación relativa-
mente dispendiosa con respecto al bajo valor conque se obtiene la masa de
enrocamientos depositados por simple volteo. El talud medio de reposo de
enrocamientos sueltos es de 1.25 (horizontal) a 1 (vertical). En el caso de
la presa de Taxhimay, se encontró un taluld de reposo de 1 : 1, pero habiendo
tomado en cuenta el dato medio original, la cor t ina se construyó con un ta-
lud aguas abajo de 1.4 _: 1, mismo que se empleó para la presa Melchor Orte-
ga. Se han construido cortinas de enrocamiento con taludes tan "parados"
aguas abajo, como el de 1:1, ·o taludes tan tendidos como de 2: l. Sin em-
bargo, creemos que el talud adoptado, que es prácticamente un término me-
dio entre dichos extremo·s, es perfectamente razona15le para presas compues-
tas de masas sueltas de enrocamiento y que no se debe disminuir por ningdn
motivo. Dicho talud fué también el . adoptado para las presas · mas grandes
existentes de enrocamiento, la de Salt Springs y la de Dix River ya citadas.
En las dos presas que la Comisión ha construido de enrocamiento, te-
niendo en cuenta el bajo costo relativo de la mano de obra y para tener
una buena apariencia, se les ha dado un acabado . en su paramento de aguas

201
FOT . NO. 1.· PRESA MELCHOR ORTEGA

.,
~.
FOT . NO. 2 .· PRESA DE TA X HIMAY. · LADO DE AGUAS ABAJO

252
'(" ·.1,

abajo que en la Presa Melchor Ortega ' consistió en acomodar la piedra de


manera de formar una serie de escalones y en la Presa Taxhimay en dejar u-
na superficie "rastreada;' o sea má s o menos plana como se muestra en las
fotografías 1 y 2 respectivamente. Se cree que dichos acabados mejoran no-
tablement·e la apariencia de la cortina con un costo relativamente bajo y
que pueden tener ciertas ventajas.
TALUD DE AGUAS ARRIBA.- El diseño del talud de aguas arriba se de-
be efectuar ten·iendo en cuenta que debe servir de apoyo a la losa imper-
meabilizante de que se ha hablado, para 1o cual, debiendo ser ésta última
sumamente delgada, por economía, pues no servi'rá más que como impermea-

bilizante, como se di ·jo, se debe pro~urar que el paramento est é sujeto a los
menores asentamientos posibles, con el objeto de evitar que la losa imper~
meabilizante se ag~iete y permita la fuga de cantidades de agua que pueden
primero hace~ antieconómico el vaso y después quizás . hasta peligrar la vida
misma de la estructura. Con el objeto de evitar dichos asentamientos hasta
donde sea posible, ha. sido costumbre universal el que el paramento de a-
guas arriba se construya con un cierto espesor de roca acomodada de manera
que tenga la menor cantidad posible de vacíos y que esté formnado por gran-
des piezas todo ello con el objeto de reducir los asentamientos a su mínimo.
La necesidad de construir una faja de roca acomodada ha inducido a pensar,
por economía, en su utilización como muro d e sostenimiento del enrocamien-
to suelto reduciéndo su talud a 0.75 : 1 y hasta 0.5 : l. Dicha disposición,
que es la recomendada en los libros de texto, parece ofrecer en efecto una
positiva economía, pero en nuestra pr ác tica no ha sucedido tal cosa. En la
Presa Melchor Ortega el proyecto original se formuló con un talud aguas a-
rriba de 0.75 : 1 y co n una faja de roca acomodada cuyo espesor variaba de 2
metros en la corona a 20 mts. donde 'la cortina tenía una altura de 20 mts.,
especificándose que dicha faja de roca acomodada ~ebería formrse de tal
manera que el porcentaje de vacíos fuera de un 20%. Ya al iniciarse la
constr .u cción con las anteriores esp-ecificaciones, el suscrito hizo una visi-
ta de inspección, encontrando que el enrocamiento acomodado tenía un por-
centaje de vacíos de cerca de 40 % y se convenció de las dif(cultades casi
insuperables que se •presentaban para reducir ese porcentaje de vacíos a una
cantidad menor, dificultades que eran naturalmente de orden económico por
·· .
lo que s·e hizo presupuesto comparativo, teniendo en cuenta lo que efectiva- '
mente costaría construir la faja de roca acomodada llenando las esp~cifi­
caciones y de lo que costaría ampliar el talud a 1.25: 1, que siendp ya · • : ... r
. . ,:.<:. ~
precisamente el talud de reposo del enrocamiento empleado en esa cortina,
no exigiría ya el trabajo tan delicado de la faja de enrocamiento acomodado
como muro de sostenimiento, sino que dicha faja podría tener ya un espesor
muy pequeño, únicamente con el objeto de recibir la losa de revestimiento,
en la cual por otra parte se pudo obtener una buena economía, pues ya con
,.
este nuevo talud el colado se hizo sin formas, usando una revoltura con un
revenimiento de 1/2 "a 1". La presa se construyó en consecuencia con este
nuevo talud sin poner ya gran atención en la faja de roca acomodada y el

253
:;JS''{;?:;¡ ·•·::.,'·_??-Pr~si~T:~1~5lf-~~~~~~i~~~:f7~~-- :~e·~::;;;:~~,~~=~:;w;-~.r~~
•'¡ .,, . · ·-

colado de la loza de revestiminto se' hizo con toda facilidad. Recientemente


efectué una ínspecíón a la presa ya terminada (aunque ésta todavía no se ha
llegado a llenar totalmente) encontrando que la losa de revestimiento no
mostraba la señal de ningún asentamiento, que seguramente se hubiera seña-
lado por fuertes grietas, lo que me hace esperar que al llenarse la presa
los asentamientos que ocurran sean de muy pequeña magnitud, gracias al
nuevo talud usado (plano No. 1) .
Desgraciadamente, se atribuyeron las dificultades tenidas para cons-
truir la faja de roca acomodada en la presa Melchor Ortega, a la falta ab-
soluta de equipo y por lo tanto se permitió que la Presa de Taxhimay (pla-
no No.2) se construyera con el talud de 0.75 : 1 que es con el que se le
bahía proyectado originalmente y que exigía también la presencia de una
gruesa capa de roca acomodada de grandes dimensiones ' con un porcentaje re-
ducido de vacíos que sé consideró factible de construir en vista de dispo-
nerse de cierto equipo mecánico como grúas, ferrocarriles, etc. Ya iniciada
en una forma intensa la construcción, cuando no era posible modificar el
diseño sin perder mucho dinero inv,e rtido, se encontró que las mismas difi-
cultades con que se había tropezado en la presa Melchor Ortega, se hicieron
presentes en la Presa de Taxhímay (Véase artículos de "Irrigación en México"
de mayo y agosto del presente año,) para poder construir económicamente
la faja de roca acomodada de manera que llenara los requisitos que se pe-
dían en las especificaciones, concluyéndose que para poderla construir era
necesario disponer de un equipo mucho mejor, consistente en palas mecáni-
cas, en viz de gr6ag fijas, para con ellas colocar piedri por piedra, y que
de todas maneras el costo de esta faja si se desea hacer con todos los requi-
sitos, resulta muy alto y exige una inspección permanente y dirección de la
mejor clase, del trabajo. El costo de la presa con dicha faja sería nota-
blemente superior al que se hubiera tenido, empleando, como se hizo en la
presa Melchor Ortega, un talud más amplío, de 1.25: 1 por ej-emplo, pero
reduciendo su espesor hasta la cantidad mínima necesaria para formar única-
mente un soporte a la losa de revestimiento. Es por ello que la Comisión de
Irrigación dís~ñará probablemente el resto de las cortinas de enrocamiento
que tenga que construir con un talud aguas arríb~ prcti0amente igual al de
reposo del enrocamíento, o sea de cerca de 1.25 : 1 y que tal cosa se reco-
mienda que se haga para tod~s las presas similares que se construyen en
Méxic?, donde generalmente es incosteable disponer del equipo necesario
para poder reducir dicho talud construyendo. una faja de roca acomodada de
suficiente espesor.
Aceptar que el talud de aguas arriba sea de 1.25 : 1 o uno similar, es
por otra parte, también la tendencia moderna que se señala en la construc-
ción de las últimas grandes , presas, aun en aquellos países que como Estados
Unid¿s destacan por disponer del equipo más completo y adecuado e~ cada
caso, como lo indica el que en la Presa Dix River; con¡:;truída en 1926, el
talud de aguas arriba se aumentara de la cifra antigua de 0.75 : la 1 : 1, y
en la presa mayor del mundo de este tipo, la de Sal t Springs, de 100 mts.

254
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Proñlnd/O'acl ele! cfpnfPIIdn ._s-él e:;pesordelo losa ovmenla 3 cm. por lOm. eh lonqllvd: PllOVéCTO P;.;>é5A LJE
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de altura, coristruida en 1930, se empleara un talud aguas arriba de 1.3 : 1
no construyéndos e más que una faja de t oca acomodada de 4 1/2 mts. de es-
pesor a pesar de la a l tura extraordinaria de la presa.

Como una excepción a los anteriores lineamientos para fijar los talu-
des de una presa de enrocamiento, es muy interesante citar el caso de la
presa de Tepuxtepec, que la Cía. de Fuer~a del Suroeste construyó por con-
trato ~on es_ta Comisión, una cobia de cuya sección transversal aparece en
el plano No. 4 . En ella se observa que el talud de aguas arriba es de 0.7 :.
1 y el de aguas abajo de 0.8 : 1, pero, consistiendo toda 1~ cortina prác-
ticamente en una mampo&tería seca cuYo porcentaje de vacíos varía de 20% a
30%, la construccióri de la cortina exigió un trab~jo de albafiilería tan de-
licado o más que si se hubiera tratado de la construcción de un muto ordi-
narlo de mampostería, habi éndose usado para t ransportar la piedra y colo-
carla , un cable-vía móvil. La piedra empleada fué de gran tamafio, usándose
solo la menor para rellenar los huecos. Es necesario hacer notar que el
costo de la cortina así construíd·a fué indudablemente mucho mayor del que
se hubiera t enido si la cortina se hubiera diiefiado con taludes más ~mplios
de tal manera que no hubiera habido necesidad mas que de voltear el enro-
camiento sin ningún ' acomodo en la forma que hemos expuesto, pero en el ca-
so esp ecial de Tepuxtep ~ c se de seó construir as[ la cortina, por estar el si- -
tio expuesto _! a movimientos sísmicos frecuentes. El costo directo del ~ 3.
de enrocamiento, así colocado, resultó a ia Cía de $12.00 que m·e parece co-
mo muy correcto para la clase de trabajo ejecutado, contra $3.62 que le
costó el m3 . de enroca.miento a la Comisión en la presa de Taxhimay. En
cambio del costo mayor en Tepuxtepec los resultados obtenidos han sido es-
pléndidos , pu es en una ins~ección que efectué recientemente, no pude notar
ni sefiales de asentamientos . El espesor de la faja de roca acomodada, una
vez . adoptado un talud de 1.25:1 o uno similar, se puede hacer mu;,: pequefio,
debiendo únicamente llenar el objetivo de ofrecer una base relati~amente
poco expuesta a asentamientos desiguales a poca distancia. Natulralmente
que dicho _espesor depender á de la dimensión máxima del enrocamiento que se
vaya a usar y del grado de perfección con que se pueda lograr su acomodo .
Ya se citó que en la presa de Salt Springs de 102 mts . de altura, dicho es-
p eso¡; fué de solo 4.50 m . pe·ro se emplearon piedras con un peso mínimo de
250 kilos, las cual es SE' acomodaron , rellenando con · todo cuidado los espa-
cios que dejaban, con piedra pequefia , de manera que el porcentaje de vacíos
no fuera más que de un 20%. Creemos que en presas de 40 a 50 m. de altura,
dicho espesor se puede redu c ir aún más , a Unos dos o tres mts. debiendo
siempre procurar que la piedra acomodada sea de -unos 150 kls .· de peso mí-
nimo, o si se reduce diého peso .mínimo aumentando el grosor de dicha faja
y de cualquier manera procurarido que el porcentaje de vacíos no ·sea mayor
de un 25% , aunque el costo suba, pues ~a no tendtá gran influencia, siendo
el espe•or tan pequefio .

257
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LOSA I'MPERMEABILIZANTE

Ha sido costumbre en los últimos año s, que la 'losa impermeabilizante


con la cual se recubre e l paramento de aguas arriba, sea de concreto r efor-
zado, aurique como se verá más tarde, en una presa de importancia, actual .-
mente· en construcción, se esta empleando lámin,a de acero.
Para que la losa de concreto no se agriete y no permita por lo tanto el
escape de cantidades de agua más o menos perjudiciales para la economía de
la presa o para la seguridad de la misma, al ocurrir los asentamientos ine -
vitables en el enrocamiento que la soporta, es necesario que la losa sea:
1/o. - Lo suficientemente resistente para que las pequeñas desigualda-
des que ocurren en los asenlamientos no se traduzcan en la los, por grietas
trabajando ésta como viga;
2/o.- Lo su.ficientemente flexible para que se acomede a todas las de-
sigualdades sin agrietarse.
La primera solución, o sea la de procurar una losa suficientemente re-
sistente, tratando al mismo tiempo de reducir los ase·ntamientos a su míni-
mo, aumentando notablemente el' espesor de la faja de roca acomodada, fué
la que se siguió originalmente . Para ello se le daba~ la losa espesores
relativamente fu.e rtes y se le ponía un refuerzo muy completo y en gran can-
tidad, construyendo dicho revestimiento como una losa continua en todo el
para: ento mojado, para l o cual se dejaba qu·e el refuerzo de acero pasara
las juntas · de construcción que . se originaban al colar dicha losa como una
s1erie de columnas de una anchura de 4 a 6 mts. Tambi én se procuraba hacer
el colado de dicha losa ya terminada la presa, con lo cua l se ganaba que los
asentamienetos que ocurren por el peso mismo de.l enrocamiento ya se hubie-
ran verificado sin afectar por lo tanto a la losa aún no construída, lo cual
es indudablemente una excelente práctica seguida en estos días en la presa
San GrRbiel # ~. cerca d~ los Angeles, Cal., cuando tal cosa es posible en
vista de l a serie de circunstancias que se presentan en la construcción de
una pr esa de este tipo. En la presa Melchor Ortega se siguió esta serie de
ideas aunque sin hacer demasiado gruesa la losa ni · tamp.o co reforzarla mucho
tanto por la pequeña altura de la cortina de solo 16 mts. so.bre el cauce del
río y 20 mts. en total, como por el amplio talud adoptado para su paramen -
to de aguas arriba. La losa tuvo en esta presa un espesor de 20 cms . y se
reforzó con una capa de vari !las de acero de 5/8" a 20 cms. centro a centro
en ambos sentidos , la que se colocó er:. el eentro de la losa. Esta se cons-
truyó en forma de fajas de 5 a 6 mts . de anchura aunq~e pasando el refu er zo
de una faja o co lumna a _la otra y picando dichas juntas. En la inspección
que hizo el suscrito a la cortina, encontró que todas esas juntas de cons -
trucción. se habían abierto, formando grietas, cuya anc·hura variaba de la de-
nominada capilar alá denominada de punta de 'alfiler, debido ello al encoji -
miento d e l concreto por su fraguado . Como se dijo, no hay asentamientos
todavía, pero aún no se ha ll enado totalment e la presa . Parec e que la mis-
ma experiencia que tuvo la Comisión con l~ Pr e sa Melchor Ortega en cuanto

258

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FOT . NO. 3.· ·PRESA DE TAXHIMAY .· LADO DE AGUAS ARRIBA MOSTRANDO

REVESTIMIENTO DE CONCRETO ARMADO

a la apertura de las juntas de construcción formándose grietas pequeñísimas,


se han tenido en todas las pi~sas que se han construido con una losa conti-
nua de revestimiento, siendo las grietas en algunas de ellas bastante mayo-
res por la existencia edicional de asentamientos. Se considera el tipo de
losas flexibles como solución más . apropiada al problema cuando se esperan
asentamientos relativamente mayores, lo que acontece en todas las presas de
cierta altura, digamos mayores de 30 mts.' y por eso al tratarse de la pre~
sa de Ta x.\limay, en que no fué posible adoptar finalmente el talud que se
hubiera deseado para el lado da ag~as arriba, fué necesario poner toda la
confianza en el tipo de revest i miento flexible, en vista de los asentamien-
tos qúe se esperan.
El tipo flexibl~ adoptado en la Presa de Taxhimay consiste en dividir
el revestimien -t o en losas de 4.60 ms . de anchura p·or 7 a 10 mts. de altu-
ra, ligadas entre sí por- medio de juntas de contr' acción. En las longitudi-
nales o verticales como se las llama comunmente, no pasa el refuerzo a
través de ellas, pero en las juntas horizontales si se dejó pasar para que
quedaran como articulacion e s de las columnas respectivas en que v iene que-
dando dividido "el revestimiento .. · EI_l ambas, horizontales y verticales, se
puso una lámina d e cobre con su doblés correspondient~ para impedir filtra-
ciones. Como un perfeccionamiento · al anterior sistema en la presa de Tax-
himay se dió una ligera curvatura a la cortina hacia aguas arriba, a se-
mejanza de lo que se hizo en la presa de Salt Bprings, con e_l obje1w d& que
al ocurrir los asentami·entos en Ía - ~ortin ~ los que indudablemente tendrán
una componente horizontal hacia aguas abajo, la losa de revestimiento se

259
~~~~~~~w-li~tf!r;,~~~~\rii.'~:r~·>i.:·~_ ;:·_.-'.;:,-~:-'>'¡.~.; _(.,~.:~n~f0~~~-~:rrr:~:~~~::~"f·~~r:~::-~:;f~r;-~?;-!:,~1:·tr.~-;-~.--~~~:i~~
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comprima, cerrándose las juntas al disminuir la longitud del arco por e l e-
fecto de dicha componenet~ horizontal de los asentamientos, en vez de que
se abr·ieran las juntas como sucedería si no existiendo esa curvatura , al o-
currir los asentamientos, por la comp<;menente horizontal de los mismos, un
corte por un plano horizonta1 del paramento d.e la presa, · originalmente una .
. !l
línea recta, se transformaría en una línea de mayor longitud, curva, .con su
concavidad hacia aguai ar~iba. En la pres• de Taxhimay _se hizo que el pa-
ramento de aguas arriba tenga, en un plano horizDntal, una curva en la que
la flecha sea de unos 90 cms. en el cuerpo central de la cortina, y unos 60
cms. en los dos aleros, siendo de hac~rse notar que toda la cortina viene
constituyendo hasta cierto punto un arco enorme en vista de que el eje de
su cuerpo ~entral se encuentra · hacia aguas arriba de sus . dos ~leros. Para
que no exista tam·p-oco la pos i bi-lidad, que sería perjudicial, de que si se
colaran las diferentes columnas ' que vienen formando el revestimiento, unas
en contacto con las otras y que los encogimientos del concreto que abri-
rían dichas juntas fuer~n menores que los movimientos que se originaron en
virtud de la componente horizontal de l os asentamientos, lo que originaría
0

que al oc urrir ell~s la losa se comprimiera demasiado trabajando toda ella


como un . solo arco, · se dejaron las juntas de contracción verticales abiertas
en la presa de Taxhimay, 1 1/ 2 cms . El dpo de juntas empleado en la pre- .
sa de Taxhimay se enseña en el plano No . 3 y es análogo al de las juntas
de Salt Springs.
En este. tipo de revestimiento los 4 extremos de las losas, se apoyan
en unas vigas de con~rsto, de un espesor de 60 cms. a 1.20 m. y de una
profundidad de únos 30 a 90 cms. que se cuelan en ranuras de esas dim en -
siones que se deján en el paramento de la faja de roca acomodada.
Con motivo de la conitrucción de l a Presa de Salt . Spr ings, se suscitó
una int eresante controversia para dilqcidar ace~ca de la posibilidad de que
la losa de revestimiento se pudiera mover c.on respe cto al enrocamiento. en
que está ap.oyada, esto es, _de que las juntas de contracción pudieran abrir-
se o cerrarse efectivamente. En efecto, si se ~onsideran todas las proyec-
ciones que la superficie de la roca sobre la cual se va a colar la losa
tiene haci& ésta y a la vez todas las proyecciones o salientes del concre-
to con que se llenen Íos intersticios de la misma, se ve fácilmente que la
adherencia entre la losa y el paramento de roca debe se~ tan ~ompleto que
es muy difícil admitir la posibilidad de que· la losa se mueva deslizándo so-
bre la roca . Esta objeción que se ha hecho al sistema de juntas de contrac-
ción en el sentido de que ellas no son efectivas por la imposibilidad del
moviento de la losa con respecto a la roca que la soporta, llevó ~n el caso
de la presa Strawberry construída hace muchos 'años, a ádoptar una solución
original, consistente en cubrir el paramento sobre el que se va a colar la
losa , con una capa de mortero pobre de manera de dejar una superficie bas-
tante lisa . Sin embargo, en la discusión que se acaba de mencioriat, se le
señaló a tal solución el defecto de que las losas al quedar libres .completa-
meten sobre la superficie de la presa, trabajan como columnas hasta cierto

' :- ~- .
- t-'~ ~ •'"": .....
.·''
.

FOT . NO. 4.~ PRESA , DE TEPUXTEPEC

~unto (si se usan juntas verticales de contracción) de la altura de la pre-


sa, lo cual es objetable y más si se supone, como es factible, que los a-
sentamientos que ·ocurren en la presa · hacen que una intersección del para-
mento de aguas arriba con un plano vertical, se vuelva una línea convexa,
en cuyo caso habría un e'fecto tremendo de · flambeo en la losa, que podría
destruirla . En . la presa de Salt. Springs previendo dicha posib-ilidad, se ·dejó'
cóncava la sección tran,sversál ·de la cortina, para que llS ,í por ningún moti-
1
vo pudiera haber esfuerzos de flambeo . Para evitar estos. defectos en la pre-
sa de Taxhimay, el suscrito hizo que se dejara bastante liso el paramento
de roca acomodada, como se hizo en Str.awberry, pero para que no pudiera
existir ningún efecto de columna se dejaron ancladas en la roca acomodada
una serie de vari.llas como de un metro a me'tro y medio de . longitud de las
cuales una extremidad está empotrada, por medio de un gancho corredpon-
diente, en un bloque de concreto que se instala dentro de la roe~ acomoda-
da, y la otra extremidad sobresale del paramento en forma: también de gan-
cho, penetrando en . la losa de concreto hasta la mitad o un poco más de es-
pe -s or, agarrando el refuerzo de la misma. Se procuraba _que éstas varillas
tuvieran la, posibilidad de un juego de unos 2 o 3 cms. en la parte cercana
al paramento de la rocá acomodada, de manera que sujetindo y sosteniendo
dichas anclas rigidamente a las losas para que no irabajen éstas en ningún
caso como columnas, permitían al mismo tiempo un. pequeño deslizamiento
horizontal de la misma .sobre la roca acomodada cuya superficie se había

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. LtiMINI.\ OE C06RE_2' ~----\..MFA!.TO
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alisado con mortero c.omo se dijo. Se cree que dicha solución _ puede resol-
ver todos · los problemas y defectos señalados ·•p·al'a este tipo' dé) revestimieir
to aunque quizás teng_a el inconveniente de que a la larga. se lleg·uen a des-'
truir parte de ras varillas .de anclaje . por ·: oxidadón.. -.Hasta d a f_ec~ha: r: ~ n que
s·el e1N:nibe el present~ , no se . ha . observado,,·; s-in ; embar:go, .: todav ! a r1n¡i¡ngún mo.¡
v i;müi'n ta 1 de o las juntas., aunque esto se pue!il\! del;J«;Jr .,:¡. ,,q,u(!, la; j)re,sa -np ~_s:e Jw
Hena•do to-talmente .' ,, .
.' ¡, 1 .1 .~ .. ~ J ' . . -, .. . ~.- I

:s!Jp ~~-t"t! 1 '\ t -3.!. ;:;· _ (-'!. ' ·~ - ·:,-,-,1:.··; ti .:' · t 1 ~-~ :.e ~JI .~J. ;o;:\ (•. -~!>iJT~-1
.. ,.._._ 41) tim ~ mep}"e [s ~ ~a, c q~ enz~ ~ o a 1 1p,ar. .:..u n :nu ~ v-o, 1p_rocledi,n¡} e~ to pap ~:a 2?~r.~.1-
t.Jf,u c c J .ó,n, ~ ~ r}'.~) l ,q,s, a .1d,e ;;~:eJve~sh~ ~ en t ~ , ~~ -i ~~ l , pf-!,l.F,~ q~"J~ é s, ta . I ~ ~ ul~e , ¡ ,Pt
x_i bl,e, .CO!_l:S ~. s1te Jttt 1f ~ ~9 ~ ~ t f ui :; , u~a ¡; ~ erff ; d~ ~ J~ 'sas O i ~ a~ a.~ ,, ~~ . s on¡ retor'i t ~ ;
la ti vamen te t d_r};~a.d,~ s, .. u~ ,a~ , ~ n ,ci ~~~ .~1e ,?}~"~'s 'e .dr n:aner~ ·q'~ ~ "l. s~ s ,j,~n;; a,~~ ~o
coincidap o ¡¡ ea, queden . . todas trasla,padas. El e¡emplo mas mtere·san~ e en
Mé ~ ic~ . d e u ~ r~~ a···~ o~·s L-u.1' da 'l ~~ i ~ u 1i ~ n d o . 1 est ~ s·dfeini : nes.'' el. · de' 1"a' 1prU a Cle Te-
1 1

- ~- -- ''fj,· :::-:FJt.:l:•·'!· '"• ;.:, :)'''J'J'/¿}1:,,}""":¡,- •T·~¡r ~· -.·~ -:-¡~,


puxtepec, donde se usaron dos c§.pas . · Cada capa, de 35 cms . de espesor ·en
di'~ u f ) ' : ::t"¡~_ ... "'•' .-! :.; '~ ~~--- . :~- ... : ~~ ft··.·: . .1 -'1 ~' ·:í - 1
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0:!' ... -. .... - ... /.
la base a 25 en la corona, se construyo en l'a forma de - f"aras -d·e ' 1'5 ms -: d'e
e ~ pes'~ r' c ¿ ~ L nh as ' h e~ dk' l l b1 s·e i1a'sd. 1a' coróna; apo y'adH' én ' su ':Páld é>; c ~n­
tr ~l'~ n m:U' ~ ~ ga 61}cli i fd 'e c onb e'to J. 1 N-at1ur'a;1í-herit'e_q{¡ é l;&: junt á 0en t'- r'e •'f;á'j'a •'y
faja de la capa superior queda sobre la mitad de la faja inferior'/• L a<s·; j•U!Ir'r
tas de la losa superior fueron pro v i st as de un sello de lámina d-e>J cbbre ': n Elp.
el plano 5 se ilustra este tipo de revestimiento . ' o:'' .J.r.'
Este tipo de ·revestimiento laminado se llevó a un grado :rn:á!l ;aLto.· de
desarrollo en una serie de presas construídas en Chile, de Las c,uales, ;p,o d,e -
mos tomar la presa del Cogoti como la más interesante (Eng. Ne,w , Re.lco,r¡i _d-,e
5 de no v iembre de 1931). La presa, diseñada con el objeto de g¡.¡e , se.a •re ~-~s­
tente a pesar de los movimientos sísmicos frecuentes en e,l lu g ar ; c_ on~~;~,t·e·
en una secc~ón de enrocamie~tos con taludes suficientemente tendidos de
1.6 ; l' y de 1 , 8 : 1 para que, no haya pel\gro ., de . que ocurran deslizamientos
sin que se inclpya en dicha sección ninguna zona de roca acomodada, provis-
ta la sección anterior de un r~vestimiento de concreto 1 \l}fl~ l} ,ado . ~l1e q onside-
ran.
.:p erfectamente fl e. xible, consistiendo . '
en varias capas ' )"!·
de concreto : o.· cada una
·1 1 1 .. ' ....

de las cuale.s . está d i vidida , en los ,a s rectang_ulares ·. En ias junta's e ntre es-
tas losas rectangulares, s«;J han dejado láminas de cobre par ~ i~pedi ~ ' E)í pa-
. "' -' ' ".' ,, ' f.
so del agua y se ha dejado tambien pasar el acero. _En el plano 6 . se da· un
detalle de esta presa principalme.nte ,.de su revestimiento.
, ,~, . ,, ..
·,r.: r ··
La idea es fundamentalmente buena y el sistema es muy recomendable
para aquellos lugares donde se puede pagar el ex·~ d so de ''c o.k't b qu ~ 'resuí'ta
para un revestimiento de este tipo, por la posibilidad d ~ ciúe ' ocurr'an ''fue'r' -
tes asentamientos o haya movimimientos sísmicos -:'coríio ' & s ' '~ l 'cas'b- de ·' la ·pré'-
sa chileña citada. "1 ·;-

REVESTIMIENTO CON LAMINA 'oE ' AC'E RO . . S-'·

Hace cerca de 20 o 30 años se re v istieron varLa:s p:res-a>s· e·n . l ,os:· Estado-s


Unidos c on láminas de acero -soldadas entre si habiendo l Ciaído después .Jes,te
procedimiento en desuso, por consider.arse que la dura .c ión de la lámina se

265
i ,·'

presas .de competencia tan reconocida como el señor D. C. Henny.


No sé hasta qué punto sea aplicable el usar láminas de acero para re-
vestimiento de las presas de enrocamiento que se construyen en México. En
el caso de la presa de Taxh·imay, el Ingeniero Chávez Orozco que hizo los
primeros presupuestos comparativos encontró que el costo de este revesti-
miento era mayor que el de concreto y creo que tal será el caso en la mayo-
ría de las veces. Por otra parte; hay que tener en cuenta que debiendo com-
prar las láminas probablemente al extranjero, el dinero que se invirtiera
en ellas saldría del paí~, lo cual por ning6n ~otivo seria conveniente,
mientras. que un revestimiento de concreto permite que todo su costo se in-
vierta en México y una gran parte d.e él en el mismo sitio de la obra con
el beneficio consiguiente. Se ha querido sin embargo señalar este tipo de
revestimiento con el objeto de que pudiéndose presentar casos especiales se
· haga la investigación correspondiente con respecto a su factibilidad.

VERTEDOR DE DEMASIAS

En este tipo de · cortinas, así como en el de tierra, es de importancia


mas fundamental que ninguno otro, el que el vertedor de demasías tenga u-
na capacidad suficientemente amplia para que no haya peligro de que en
ning6n caso, durante una creciente mayor, las aguas del vaso brinquen sobre
la corona de la cortina, lo que ocasionaría su completa destrucción.
Es por ello p~r lo que el magnífico y reciente Código de Presas del
Estado de Ariiona, {ormulado por el Ingeniero Frapps, se recomienda que
tan~o en el caso de una Presa de enrocamiento como en el caso de una pre-
sa de tierra, se ~ ome un bordo libre 50% mayor que en los demás tipos de
presas, definiendo ~icho bordo libre como la distancia que queda entre la
corona de la presa o la cresta - ~ e un parapeto que se construya de tal manera
que no permita el paso del agua, al nivel máximo de las aguas cuan C: o esté
derramando la creciente mayor que haya considerado que pueda ocurrir y pa-
ra la cual se haya calculado el vertedor . Este bordo o margen libre, según
el Código a que me refiero, no deberá ser nunca menor de 90 cms. y se de-
terminará por la fórmula de Stephenson para la altura del oleaje, multi-

266 '
7f:;-r;~.~~ry]~7',·.~:y:~f~-·:¿·j·-'{''Jii~JSf7~·
... - ~ ' '

CCofltllo8 l?mbolidos
1?l1/05os 1o/lt?r/lodos
1IJ!'t?l10jl?f 1?/1 lo loro tnl'!?rior
-:.-wl'llt?rzo conlimro
:zz'Uz:z¿::zzzs;;~ _.,...-
'--Junros di? lo ¡;;;in/t?rior
-Sra tm¡;;tN"/nl?obll/zor.
F/G. l.- Plonla t?squel77ollco ck/ reveshmienlo-
- d(?/ concrt?lo. ·

fiG. .2. -Secciont?s dt? lo Prt?.ra (Jt?/ Caqofi

•r.r..-•c.-...J.r..l OEL COGOTI-CIIIL0St10-4!1ffi?ICI.I.


T/.1LLES/JfL PEVEST/111/é/YTO
- L/.IM/N;(JOO.

fi6. J. -d?vt?sflrnienfo la/77/nado alpie


_ Cífi> /o prq.:~o.

267

>:._.' .
pl ~ cando por un co~ iciente que en dicho Código se propone, c omo se dijo,
de \ 1.5, que es muy razon·a~b'l'e, quedando en ese ca·so dicha fórmula, en J.ni-
dades métricas, en la s igui~nte· form'a·:-· · -~ ,.. ~
..... ·, :'.· ,-~...... "'.. · :;r~ ...·.,. ,_- .. -,, .

. . >,X \'- 1
2 '· ; · .. 4
H = 1. 5 (1; s L ~i;s · o·~-75 \Uf'o. ~ ....... ~ .•
- 1; 4 L)
~... '1·.,.. . . . . ._. . i· .~ ~ .... ~:
• f.r • ' .. ~ ....... .~ , <

en P a,._qp!J~ .,ij_.., e.s- eJ_hor.do _ . 1 i br~~-e.n. m ts. "y, L es 1 a distan e i a: en kilomet~os,


j . ' " ~ ""\~ ' ? , . ,, ..... ~ ·, r, },·.· •. ,:,("'\·,; :t · "'
desde la cort.,.m á -,a·J. -p.unto-- ma .s . :remo¡to a l,o largo de la ltnea de embalse \ná-
1
xi~a medida sobre superficie - ino.Í:Í s;truíd a0 d-el agua. 1 .·
J Dicha fórmula Íu é apli f!..il~ll: ~:~I!-. los gasas de las Presas Melchor Orte ~ a y
Ta:khimay. ¡! '
En cuanto al valor de li máxima creciente que podria ocurrir, se t ~ ene
que ser en los casos de presas de enrocamiento, extraordinariamente con.er-
vador sobre todo cuando, como es desafortunadamente usual, se carece de [da-

·f·~··.·~-. tos de las máximas crecientes. En el caso de la Presa Melcho-r Ortega ¡ se


supuso una descarga de 10 m3 . por cada kifo:rií.e tro cü'á"(i'ta'(J.'o'""'d e cur,nca . En el

,;.·
caso de la Presa de Taxhimay en que los indicios de la m,áxima creciente que

~~ >·'·.. había ocurrido en un período de 10 afias p ermitían asegurar que ella no había
excedido de 200m3 . , se hizo un estudio más comp leto por cálculo de . pro-
babilidades según el método de ·w. Hazen, por· el método de Arn o ld y Grego-
ry y por comparación con las descargas má ximas registradas en cuencas cer-
~r¿-: canas comparables, encontrándose valores r e la t ivamenté cercanos Jl'or los tres
&r,¡,t:•: métodos que decidieron la adopción del ma y or que es de 750 m3 . p.s . En los
;5~;!.!~""
dos casos anteriores al disefiar los v ertedores de demasias se consideró la
~¡('

~~
posibilidad de instalar compuertas en la cresta de los mismos para dismi-
nuir su longÜud, pero t~l idea se desechó, pues si ellas no son au t omáti-
cas, se depende par• la seguridad de la presa de la atención que el cuida-
~},{._· dor de la misma pueda tener y si ellas son automáticas, de la ef iciencia d e
w.;tf· ,'
kJ; .· su mecanismo y de la atención con que se . les conserve en buen es.tado, por
~-,·-,
lo que se prefirió desechar e sa solución en esos dos casos particulares en

1
~;;: que las p,resas iban a quedar relativa me nte aisladas del pe'rsonal t éc nico y
/)!;:,·
:~<Ir s 1 decidió construir .v ertedores con su cresta li~re del tipo lateral, que se
cr1ee son muy esp e etalménte adaptables a e.ste ttpo de cortinas, siendo los


prlimeros construidos en México de ese Úpo .
1 '

~
f' ~ ,~.:~dRo:, :u~x:.:AC:::~oñ•
0
A p.,., do quo " fil " " íón nn pnnddo en
•''}!1}./".d p 1 1 igr o una · cortina de es te tipo, ~.;. ,. ~~ ...•:.?!~.i~er a do siempre e onven i ente
..,.¡·
K-·.
co.nstruirle las obras de extracción complefamente independientes para lo cual
1

,•·;.

~
S l acostumbra perforar un túnel eb alguna de las laderas cle la boquilla, el

~-:~. cual, uti ,lizánd~ ~ e:e'~§.:~~"r.incipio como obra de desvío de las aguas del río ,
-~· durante la construcción de la pr e sa, se adapta mas tarde para recibii las
~~·f :- obras de extracción 'que pueden consistir en tubos de fierro o acero insta-

1~.
1!~>.·
:>-~·(_:
W..i> '
-.;-,·'
t• . .
:~~:~~ . .


~';:.·.~ ....
1
lados dentro de dicho túnel con sus correspondi ~ntes compuertas con válvulas,
etc. Un tipo ilustrativo del caso anterior e s la obra de extracción de la
presa de Taxhimay, descrito · en los artículos de Irrigación en México a que
se hizo referencia.
En el caso de presas pequeñas, el túnel se puede reemplazar por un tajo
excavado en una de las laderas en el cual se c oloca una estructura de con-
creto armado o mampostería que reemplaza la obra del túnel. Sin embargo,
e.n este caso existe siempre la incertidumb r e de los esfuerzos que dicha obra
soportará, trasmitidos por el enrocamiento, y en consecuencia, si no se ori-
ginaran grietas por las que ocurran filtr a ciones de más ·a menos importancia.

CONCLUSIONES

Como se hace notar en la discusión de L. F. Harza, referente a la pre-


. sa de Salt Springs que apareció en . los Proceedings de agosto de la A. S. C.
E. se considera que e·l fracaso de una presa de enrocamientos construída con
taludes conservador e s y amplio vertedor es inconcebible y probablemente
no hay tipo mas seguro de cortina, en ese caso.

269
~(: -~:i}!, ·....~ r- .. ,_ /~f·-~~·--
·' '1

ALGUNOS DATOS HIDROGEOLOGICOS DE LA REGION

DE LOS "CHENES", EN EL ESTADO DE CAMPECHE

POR GONZALO VIVAR

SITUACJON Y ORIGEN DEL NOMBRE

la porción Norte del Estado de Campeche que colinda con el


de Yucatán y a lo largo de la línea divisoria que parte de
Put hacia el N.W., hasta unos 25 km. antes de Hecelchakán,
se extiende una larga faja de terreno de unos 40 ' km. de an-
chura, en la que muchos de los nombres mayas de las pobla-
ciones que en ella se asientan, tienen su terminación en
"chén~' que eli aquella lengua significa "pozo", y de allí deriva el nombre
general dado a esa región: "'Los Chenes" {Véase plano).

VIAS DE COMUNICACION

Hecelchakán es el punto de partida generalmente adoptado para transla-


darse a esa zona, por ser el más inmediato a ella y porque por él pasa el
F. C. de Campeche . a Yucatán (FF.CC. Unidos de Yucatán), siendo la cuar-
ta Estación a partir del puerto de Campeche. En tiempo de secas es fácil el
tránsito en automóvil entre las principales poblaciones de la región, que
son: Bolonchentikul, Hopelchén, y Dzibalchén. No hay carretera alguna, pe-
ro como el ten·reno es bastante plano o con moderadas pendientes, los cami-
nos son de fácil tránsito en general, con excepción de tramos muy rocosos
por los que solo puede pasar con facilidad un c.oche Ford del tipo 1925. El
arreglo de carreteras no sería difícil pues se cuenta en todas partes con
material de buena calidad como es la caliza. Durante la temporada de llu-
vias es obligado 'el uso de cabalgaduras en lugar de coches. También se
puede llegar a Los Chenes por el Sur de la zona, haciendo el viaje a ca-
ballo de Campeche a Dzibalchén; pero entonces el viaje es más largo y di-
latado
Algunas distancias aproximadas .son las siguientes: De Hecelchakán a
Bolonchén ; 50 kms.; a Hopelchén, 80 kms.; Hopelchén a Dzibalchén, 35 kms.

DATOS FJSIOGRAFIC9S

La región en estudio forma parte de l,a gran "losa caliza" constituida


por la pennínsula de Yucatán, que en suave declive se inclina hacia el
W.N.Yv , , hundiéndose lentamente en el Golfo de México, lo que provoca el
iran banco costero del Norte y Poniente de la Península, que impide a los
barcos de algún calado acercarse a la porción emergida o costa actual.
El relieve del terreno es sencillo, sin accidentes notables: Se parte

270
PORCION /YOI?TE O¡_cz ESTL/00 /JE CLIMPECfiE

271
.~~:~.~r.·~~r. .,~~,-~\~5'~7:..-,...~~-.~- f.r .-_..• .- ·.-:.
.r: '~{
''

> •
~1hi·~~~-{-;

·1:,; ·• · del nivel del mar y la altura se mantiene inferior a 25 metros desde el
iitoral campechano sobre el Golfo hasta el pié de la línea de lomas que se
'"ti·' · inicia a la latitud aproximad~ de Seybaplaya y continúa hacia elN.E., has-
"Wi·:f'.~-¡r.:~· ;c ~.-;·_,.:· ~:'_ :.-~· .~·_. ~;:
~:.
.• .. .t a internarse en el Estado de Yucatán. Esta línea fisiográfica hace una de-
marcación clara entre la zona baja y plana situada al W. de ella hacia el
f~fr"'·,:· mar, y la interior, elevada, con el máximo de elevación hacia la porción
"' austral de los Chenes. Al E. de esa cordillera de lomas, la altura es de
~~~\' 70 metro ·s sobre el nivel del mar y en ascenso gradual conforme se camina

~~-f·:.~., ·-;. :___;..:·_. :~ ~:~ ~: l :~én~. ~~' z::~ a~:::rt~::~ a ~:s :: :~:an:::o:~~fí :e:L~o~uss l·:lo:mt~e-~r '¡~o:s~:c:o:nut!¡' e__
pida por extensos espacios planos llamados "sábanas".

¡;~
·~,;}>;:·~,
•: : : : ~::~::b:::;:::::::¿:;:~::::;1:~,'::d·:: ::: :::,~:·::"~~~:~:1~::::::;
lativa no excede de 50 m., siendo la media general de unos 25 m . Parecen
~;::. . ~.",... acumularse estos pequeños elementos de relieve en los alrededores de las
·~ti;J · poblaciones de los "Chenes", porque los antiguos habitantes eligieron para
.,¡(/.J-·:. · asiento de sus pueblos los sitios en que las vertientes concurrían y esp e ra-
J~ •. . . . . . .

~;~~·> .·- ban así tener agua para sus necesidades , haciendo una excepción de Sahcab-
·~.1_~_;:·_\_.'.·.· ._:·':·_·.";._.' .chén, que está situado sobre una loma y que fué probablemente una locali-
-~- zación estratégica que aumentó su caserío más tarde.
Es interesante este relieve alto de la parte central de la Península,
tan bien demarcado hacia el N.W., como se ha indicado, y que parece tam-
bién señalarse más al norte, ya en el Estado de Yucatán , en el limite en-
tre la planicie costera, muy baja y muy amplia, y el arranque de la llamada
Sierrita Alta, la que, junto con la Sierra Baja, que viene de lo que era
territorio de Quintana Roo, completa~ la parte central elevada de la penín-
sula ? que representa , probablemente, la primera porción de tierra emergida
de las aguas. A esa emersión siguió un largo periodo de reposo durante el
cual la erosión marina y la terrestre obraron de conjunto, la primera redu-
¿iendo la ~ xtensión de territorio en todo su alrededor, y la segunda aba-
ti~ndo su altura y despojándolo de su cubierta poliocénica . Tras ese reposo
sobrevino una nueva emersión, la cual con t inda hasta la fecha, de una mane-
ra lenta, solo perceptible en el transcurso de mucho tiempo: Entre otros
· fenómenos se puede e i tar e 1 hecho de que hace 50 años atracaban en los mue-
lles embarcaciones que hoy permanecen alejadas debido a que ha disminuí-
do la profundidad del banco. La fisonomía actual de esta par t e elevada de
la península representa no solamente el trabajo directo de la erosión sobre
la superficie del terreno, al que dá formas suaves y arredondadás, sino
también, el resultado de .la erosión interna, que se traduce en el exterior
por hundimientos y cavernas .
HIOROGRAFIA

El prin1er hecho notable es que LA REGIONES UN PAIS SIN ARROYOS .


Las aguas de las lluvias son absorbidas rápidamente y su infiltración en el

272

". ~ .
.
-··:~~:-~: ,~-~~""!~~~~~.-;-·J.,!:::~:ft.::~,·rf.t11:·r··l:·~:~;-·..-:,~f\·:\~~;~::.~:~~ ···:~\~-:~
.,_.
..... t•
~~.. . 1
.·,

subsuelo es de tal manera violenta que no corren gran trecho, ni donde la


inclinación del terreno haría esperarlo. Cuando es intensa la precipitación,
llega a reunirse una poca . de agua en hondonadas o pequeña~ depresiones del
terreno, llamadas "aguadas", que la conservan por poco t'iempo. El agua per-
manecerá más tiempo en estos depósitos mientras más imperme~ble sea el

fondo de ellos, carácter que solo puede adquirir por la presencia de arcilla
que obture los poros de la roca. Hay informes de que en algunos lugares de
la península hay "aguadas" 'que conservan agua durante toda la época de secas.
Durante la época de aguas se forman ciénegas o pantanos, verdaderos
"atascaderos", conocidos con el nombre de AK'ALCHE, en los que abunda
material are illoso, de color ' rojo en lo general ( "Terra Rossa"), como son
casi todos los suelos . Cuando este material contiene menos arcilla o per-
mite el paso rápido del agua al subsuelo, de manera que se pueda transitar
por él en la época de lluvias ., recibe el nombre de CANCAHB.
Abundan las cuencas cerradas, pequeñ.as, pero sin agua: verdaderos em-
budos o colinas . Algunas pequeñas cuencas circunscritas, con desague super-
ficial hacia un solo lado, alojan a las pobl;aciones principales de los "Che-
nes": Bolonchén está rodeado de colinas, e:¡¡:cepto hacia el N.E.; Hopelchén
tiene un desague hacia el E. y en el mismo caso se encuentra Dzibalchén.
Los pequeños arroyos que llegan a formarse inmediatamente después de muy
fue·rtes lluvias, se dirigen hacia partes planas ', en las que desaparecen pron-
to o forman AK'ALCHES temporales.

DATOS GE::OLOGICOS

La constitución general de la península es caliza y la roca es Tercia-


ria, referida al Mioceno la de la región que nos ocupa. En la planicie cos-
tera del Norte las calizas contienen fósiles del Plioceno, y ya , muy cerca de
la costa esa formación está en contacto con depósitos cuaternarios, también
de constitución calcárea. En genera:l, no está estudiada e.sta gran losa que
se interpone entre el mar Caribe y el Golfo de México, . Por lo que no es
posible decir nada definido acerca de la estratigrafía y paleontología de
los sedimentos que la forman y los datos que aquí se consignan son re-
gionales. Los fósiles que se pudieron ' recoger se encuentran al estado de
moldes internos, lo cual impide hacer su clasificación.
En la península de la Florida hay formaciones semejantes que aparecen
en la superficie a partir de una época anterior al Mioceno : el Oligoceno.
En la península Yucateca las formaciones más antiguas correspon.d en al Mio-
ceno y su presencia en la superficie, en la porción central y sur, tal vez
se deba tanto a que la inclinación general de las capas éstá dirigida hacia
el W.N . W., como a que la erosión ha arrastrado al Plioceno que cubría al
Mioceno en la parte más elevada de la losa, de modo semejante a la Flori-
da, en donde las capas tinenen una inclinación hacia el S.SE. y el Oligoce-
no aparece de'scubierto hacia el W. de aquella península.
La roca es, cuando está fresca, de un. color gris claro de tono amari-

273

.··-:
1~1
liento en lo general; pero a v~ces se presentan bloques de un color gris obs-
curo. En la superficie aparecen siempre bloques, grandes o pequeños, disemi-
nados o hacinados. En las lomas donde aparece la roca maciza, vista de cer-
ca siempre está dividida en bloques, algunas veces éstos re - soldados con ce-
mento calizo y todas estas circunstancias ocultan los planos de estratifi-
cación y no se pueden . tomar datos de dirección y echado de las capas. Las
elevaciones están cubiertas de vegetación, además, y cuando desmontan para
sembrar, se encuentra uno con las circunstancias apuntadas antes. En Bo-
lonchén se pudieron observar señales de estratificación en dos lugares: u-
no, en las goteras dE' la población, hacia el Oriente, donde las capas de
caliza presentan una dirección N. 260 W.', y un echado de go.5 al E.; el o-
tro está situado a 1.5 kmts., ál Sur de la población, en una gruta en las
calizas, formada por la acción de las aguas y a favor de una falla Nor-
te-Sur que las atraviesa. En una de las entradas de la caverna, espaciosa
y amplia (Foto No. l), aparece en el lado izquierdo esa falla, con una zona
de fracturamiento a sus costados. En esta zona, las capa s divididas en
bloques como es natural, presentan las más variadas direcciones, sin que el
echado llegue a ser pronunciado ; en el resto de las paredes de la amplia
boca de la gruta, la posición es casi horizontal y el echado, muy ligero,
de unos 2° ó 3° hacia el N.E. La gruta tiene un desa~rollo vertical a par-
tir de la superficie del terreno, de unos 105 mts.; su desarrollo horizontal
que primero es hacia el Norte cambia repentinamente hacia el W., en cuyo
rumbo se extiende por unos 400 mts. hasta el lugar donde se encuentra un
gran depósito de agua (cenote).
La estructura de la roca original no es la misma en todas partes. En
varios ejemplares que hubo ocasión de conocer (verdaderos conglomerados de
conchas: "coquina" o "lumachella"); la roca es consistente, con la dureza
propia de las ~alizas macizas; pero está llena de vacíos : conductos inter-
nos de los fósiles que no fueron integralmente substituídos y espacios de
separación entre los diferentes individuos que forman el conglomerado. Ro-
ca consistente y dura también se en~uentra en el subsuelo y muestra evi-
dentemente que es el resultado del depósito de soluciones muy puras, pues
su aspe~to es bandeado a veces, su estructura sacarina, como de una inci-
piente cristalización y llega a semejar un te~ali; sin embargo, ha sufrido
un nuevo ataque y presenta pequeñas cavidades tapizadas con cristales de cal-
cita. Estos depósitos son raros y seguramente ocupan en el interior espacios
reducidos, como que su formación está limitada a cavidades en la caLza, a
grietas que se obturaron y permitieron la perm anencia del agua cargada de
carbonato d~ calcio que allí lo abandonó al perder su contenido de C02.; pe-
r o esta roca no es la or iginal. En la superficie, intemperizada, las capas
aparecen en el orden s iguiente: primero una br ec ha compuesta de elementos
angulosos de ca li z a gris clara y gris obscura, en contras t e de mozaico muy
irregular , a la que si guen capas de ' caliza gris clara, porosa y fácilmente
r:
~ (
desintegrable.A veces aparecen en l a supe rficie "lajas" de a r enisca compac-
ta, de grano fino, que existe en forma de lentes intercalados en la caliza.

274
·· ··.:- :

!Yum. l-f/ll.rl7r
o lo G;-u/ode
Xfopumb;xvnol;/7.
Lo S.ro. escondidO}
8o!onche17_ Comp.

!Yum. 3.- Pozos


en lo PIC?za de
Boloncl?e¡-¿ .CC?m,,.

275.
·~.:

Ese . material es llamado en la reg1on, "pedernal", y aquí es nec 'e sario hacer
la aclaración d e que el verdad~ro . pedernal tl¡.mbién existe, intercalado eli
forma de ,c'.elgadas capas entre la ·caliza, a la que ha proporcionac:o alguna
¿ureza en una zona como . de dos ~entímetros de espesor a cada lad~ de la ca-
pa, por haber impregnado dP sílice sus poros. Este matera·l fu.é· encontrado
· 1 en f as cercanías de · Bolonchén, únicamente. Desde la superficie hasta los 5o
mts. de profundidad en que hubo ocasón .de observar la caliza en la grut~
de Bolonchén, la roc.a es re.lativamente suave · y porosa, con poros capilare~
y supe.rcapilares y con conductos estrechos y amplios como consecuencia del
ag~a que t circula o ha circulado a través de ella. Debe ser más dura y con ·-
sistente donde las aguas no hayan ensachado los porós y huecos origjnales dt
la roca p.or solución del carbonato de calcio. Tambi,én s,e ·e ncuentran dentro
de la ca':.f iza y cerca de la superficie, espacios irregulares más o menos
grandes, ;ft lenos de un material pulverulento llamado "sacahb", que se usa
para me~ia.r con la mezcla, utilizando su propiedad de adherencia, pues el
material ..es resultado de una descalificación de la roca que ha dejado como
residuo 111;1·a arcilla más o menos pura mezclada con partículas de roca que
hacen las Yeces de are.na. La arcilla, muy lavada y muy ~ura, con apar ien-
cia de caolín, ha sido, encontrada a 15 metros de profundidad en · una noria
que S(j ex.cavaba en · la Hda. de Nibul, situada como a 8 kms. al E, de Ho-
pelchén. Las partículas de óxido d~ fierro contenidas en la roca no son bas-
tantes a dar coloración alguna a ésta; pero cuando a consecuencia de la des-
composicton de la misma, el óxido queda expuesto a la intemperie, se hi-
drata, y la limonita y el ' ocre imparten su color rojo peculiar de' los sue-
los de la región, compuestos principalmente de arcilla, con cantidades va-
riables de partícill¡ts de caliza. Taf vez al predominio de éstas se deba que
.el CANCAHB no forme lodazales ( ak';alché), cuando se moja.

DATOS DE HIDROGRAFIA SUBTERRANEA

La cantidad. de agua. que cae a.l año en la región de los Chenes e•s se-
. guramente superior · a 964.8 mm., que es el promedio de la li.sta que sigue,
formada con los datos de precipitación correspon~ientes a poblaciones más
o menos cercanas, pero situadas to ~ as a menor altura sobre .el nivel del
mar. Los Chenes tienen alturas comprendi·das entre 70 y 200 metros.

m.m. .m.m.
·campeche 1007.5 Payo Obispo 920.0
Halachó 963.2 Progreso 428.8
· Hecelchakán 1179.4 T'e cax 1034.8
Hopel chén 863.6 Ticul 954.5
Maxcanú 1144.4 Valladolid 1234.8
1
Mér ida 900.9 Vigía Chico 945.8

Hemos visto que no' hay corrientes superficiales debido- a la porosidad


·<:-;;.· · _ ¡.,~:··· ~-···'}
.. 1 .

tan gran.de de la caliza, que permite que e1 agua de las lluvias se convierta
rápidamente en su mayor parte en subterránea. La roca contiene espacios li-
bres, por constitu.c ión, como hemos explicado, y a esa porosidad natural se
agrega la adquirida por solucióii., lo que ya dá a la roca el carácter de
permeable, y a esa permeabilidad especial hay que agregar todavía la. loca-
lizada, muy propia de las calizas y en la que intervienen las grietas, las
fallas y planos de s~paración entre los estratos. Tenemos, pues, una espon-
ja rígida, o panal, con su ma~a dividida en bloques p~r las fallas y grietas.
Ei agua infiltrada se distribuye , primero, en la capa de tierra vegetal o
coraza, que impide fuerte~ pérdidas por evaporación y que conserva humedad
scificiente para mantener viva, aunque sin follaje, una vegetación tropical
durante la temporada de secas ·; otra parte del agua se mantiene durante al-
g6n tiempo cetca de la su~erficie com~ agua freática de poca profundidad, y
el resto, o sea, la mayor parte del agua infiltrada, sigue su curso por gra-
vedad, no hasta que encuentre capas imper m eables, que las que hay están ro~
tas 6 forman lentes fácifes de salvar, sino hasta que encuentra capas satu-
radas, . que la detienen, cuando menos hasta la profundidad de los cenotes
actuales, cuyo nivel no difiere muého del nivel del mar.
La ~ercanía al · mar y la poéa elevación sobre él, de estos terrenos,
tienen influencia decisiva sobre el funcionamiento hidráulic o dE' las aguas
subterráneas. En la cercanía inmediata al mar, estas aguas, buscando su ni-
vel, han aflorado después de abrir su cam i no en las calizas ; 'así tenemos los
cenotes del Norte y del Poniente de la península (hoy corrientes casi sup~r­
ficiales y algunas · superficiales), que ya perdieron su carácter subterráneo
porg.ue la erosión puso ·al descubierto sus canales de circulación . Con el mo-
vimiento ascendente de la península, contínuo u oscilatorio, la profundidad
de ·esos canales i rá aumentando por erosión del fondo, puesto que el agua se-
guirá buscando su nivel de equilibrio. Esta agua que aparece en la costa ·
viene del interior de la penínusla por gravedad, por lo tanto, tien.e cierta
pendiente hidráulica y su n1vel va aumentando proporcionalmente con la al-
tura del lugar conforme se asciende tierra adentro, con variaciones irregu-
lares aunque pequeñas, debidas a la mayor o menor porosidad de la roca que
haya de atra>esar esa agua. El agua freática cercana a la superficie y la ,
profunda deben confundir sus ni<eles al alcanzar ambas el nivel del mar,.sin
que esto quite . la posibilidad de que una nueva capa exista más abajo , como en
efecto sucede. En la costa occidental de la península, por la ~arte norte del
Estado de Campeche comprendida entre la línea del F . C. y el mar ; región
llamada "El Petén" y que no debe confundirse con el Petén guatema lteco, el
agua aparece en la. superficie del terreno, casi al nivel del mar, en multi-
tud de resurgencias que allí llaman manantiales, Jos que conservan siempre
el mismo nivel, sin que desborde el agua del depósito formado al rededor
de .la resurgencia y a pesar de .toda la que se extraiga de - allí. En .el ma r ,
en el seno de las aguas saladas, aparecen tambi é n estas resurgencias en lu-
_gares que son bien conocidos de los pescadores de la región. Conforme se as-
ciende hacia el interior de la península, rumbo a lo:;¡ "Chenes", las prime-

277


jl·t~.;,i~~~~.:.-.¡·.... '
ras aguas tienen un nivel de 5 metros bajo la superficie, que va aumentando
paulatiname~~e . En Hecelchakán ·la capa freática tiene de 8 a · 9 metros de
profundidad y en alguno~ casos se han exca~ado en ese lugar norias que tie-
nen comunicación con conductos naturales formados por solución (cenotes) Po-
zo de Jase Quijano, en la "Y" del F.C.; la noria que está frente al ala de-
recha del edificio d e la Presidencia Municipal alcanzó también una cavidad
natural que comunica subterráneamente esta noria con la de la Escuela. Con-
forme se avanza hacia el interior, a mayor altura sobre el nivel del mar
corresponde mayor profundidad para las aguas profundas y es casi uniforme
para las freáticas cercanas a la superficie. En Yaalnom (lOO mts. sobre el
nivel· del mar), rancho situado a 30 kmts. al S.E . de Hecelchakán, la capa
profunda está á 70 mts. de la superficie . En Bolonchén (140 m.ts.), se en-
cuentra entre los 85 y los . 10 5 mts. En Sacabchén (95 mts.), · a los 70 mts .
En Hopelchén (120 mts.), entre los 75 y los 8·0 mts. En la finca "Trinidad",
situada a 5 kmts. de 'Dzibalch én ' y a una altura aproximada de 190 rp.etros
sobre el niv e l de l mar, se perforó una noria hasta los 120 metros, sin haber
encontrado agua. El ag u a cercana a la superficie tiene las profundidades
medias que se a notan : En Bolonchén, de i2 a 17 mts.·; en Hopelch én, de 12 a
.14 tms.; en Holcasín, 13 mts . ; en Xc upil, 20 mts.; en Sta. Rita (Bakechic),
15 m ts . ; en Dzi.balach é n, de 12 a 15 mts. Llega a haber diferenCias y muy
notables, debido a grietas y fallas en la ca liza. Dado el caráctei especial
d e esta roca , es f.áci l comprender que pueda darse el caso ·de que junto a un
pqzo productivo se halle uno seco.
Tomando en consideración ese miniso carácter de la caliza, en cuanto a su
porosidad general, no es posible esperar que sea abundante l a capa acuífera
cercan~ a la superficie ni que se mantenga por mucho tiempo: de allí la es-
casez de agua que padecen los pueblos de los Chenes. Para captar la mayor
• cantitdad posible es necesario hacer en cada. pozo una gran cámara imper-
meable de depósito, a la manera de cisterna o aljibe, a la cual concur~an
las galerla• que se recbmienda~.
En cuanto al agua profunda, su caudal debe ser grande, pero poco apro-
vechable en la región por lo costoso del bombeo.
En Bolonchén ("nueve pozos", en maya), existen siete norias en la
plaza del pueblo, cinco de las cuales están comprendidas dentro · de un perí~
metro cerrado (Fotos Nos. 2 y 3J. En el mes de junio de este año eí agua
tenía una temperatura de 260. 5o, 30 ó 4° inferior al ambiente, según la
hora del día. Llegan a agotarse en la temporada de secas y entonces se re-
curre al bombeo del pozo profundo (Foto No. 4). situado a unos 600 mts. al
E. del pu(/blo. Este pozo ya existía como pozo noria y tenía la misma bom-
ba que hoy utiliza (Deane, de v.apor, modelo 1881), que fué instalada en a-
bril de 1897 , la que agotaba el agua de los 83.8 mts . (lOO var~s) que en-
t'onces tenía ese pozo. Cuando el Gral. S. Alvarado tuvo a su cargo el Go-
bierno civil y militar de la península llevó a cabo la profundización del
pozo hasta los '108.5 mts., donde se encontró una cavidad nat.ural con agua. Es
lógico relacionar esta cividad y el nivel del agua en ella con la que existe

278
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ról /lE 5 -Uno o'e los


Pozos en lo Plozo· de
llopelclléo, Com,.oeme.

I'OI.IP6 -El m;smo


Pozo de lo /81 /f.!5
lfopelcl?eo. Comp._

279
~rr::·,~
~/.
,......
.,.
,\---:,.
en el fondo de la Gruta de que se hizo mención en el capítulo de la Geolo-
gía y que está situada a una distancia aproximada de 2 kmts. al S. SW. En
efecto, como la necesidad ha ·hecho que los vecinos recurran algunas veces a
la gruta en busca de agua, la persona que construyó e instaló las escaleras
para el descenso, calcula qtie juntas éstas suman 75 mts., que agregados a
los 30 que tiene la boca de entrada bajo el nivel de la .superficie, dan 105
/:.\
·,. · mts. , que se acercan a los del pozo entubado. La Gruta tiene por nombre
,~.'f.

t.,: . ·.
Xtacumbixunahn, que en maya singifica "La Señora Escondida" y tiene su
:·,.. ....
leyenda. Informan los vecinos que hay otra ruta semeja•nte situada a 12 kmts.
;~1 . al E. de Bolonchén.
,::'.''

En Hopenchén ("cinco pozos"), hay tres norias en el centro de la po-


blación, dos de las cuales pueden verse en las Fotos Nos. 5, 6 y 1 . En el
mismo mes de junio el agua tenía una temperatura d,e 280, inferior en 20 a
la ambiente, a las 18 h. Las norias abiertas en el Sur de la población, ha-
cia el desague de la pequeña cañada por donde sale el camino a Dzibalchén,
son las que más agua producen. En esta jurisdicción, en fincas de los Sres.
~; . Lisandro Lara y Tomás Calderón, se han excavado norias hasta los 80 rilts. y
se ha encontrado agua en cantidad.
t, · , En Dzibal'chén ("pozo escrito", en alusión al pozo principal Foto. No .
~-. -~
8 , del que ·se dice que tiene en su fondo una losa o laja con una inscrip-
ción maya), hay tres pozos en la plaza (Fotos. Nos. 8 y 9) ·. Hay algunos po-
zos de propiedad particular localizados en la salida natural o desague de
la población, del que ya se habló, y se observa que el nivel piezométrico de
la capa freática se acerca en ellos mucho a la superficis, hasta el grado de
llegar al brocal, inmediatamente después de las lluvias.
De los pozos poco profundos se extrae el agua por procedimientos primi-
tivos, en lo general; de los profundos se extrae por medio de bombas de va-
por, de tipo muy anticuado. De estas ya presentamos la de Bolonchén; en
Yaalnom hay instaladl\s dos, de las cuales solo funciona una, James Beggs,
Tipo 1893, 12" x 36". En Huechil hay otra instalada, sin funcionar hace mu-
cho tiempo.
Las condiciones higiénicas ¿ e los primeros pozos dejan mucho que de
''J . sear: no hay ningún cu'idado .a su alrededor y las inmundicias que se acumu-
lan deben contaminar las aguas tan cercanas a la superficie. En las plazas
de Hopechén, Bolonchén y Dzibalchén, donde están situados lo·s pozos de
que se surte la población para todas sus necesidades, andan libres, de día y
de noche, gallinas, cerdos, caballos y vacas, como se puede ver en parte en
alguna de las fotografías. Se dá el caso de que, en muchas norias, las go-
londrin&s anidan en su interior y son golondrinas que no emigran, sino que
permanecen todo el año . Hay otra ave, el "toj", por cierto de muy hermoso
plumaje, que escoge el interior de las norias para anidar.
El diámitro generalmente usado en los pozos, sobre todo en los anti-
guos, es de 0.838 mts.(l vara); son pocos los que están ademados ("entraña-
dos", término regional), y solo uno que otro de los de uso público tiene una
cámara o galería pequeña de depósito.

280
-
t<>
00

rol /Y.!' .9.- Pozos ea /o P/ozo de Dz;bo/clléo C. rol. IY~ 8.-Pozo Pnoc;po/ t:r/7 lo P(ozo de Oz;bo/cbeo Ca~
1~1
El agua, en todos ellos, es dura, como resultado de la constitución ca-
liza del terreno; será menos dura cuanto menos tiempo haya permanecido en
contacto con la caliza y entonces tal vez su dureza sea tempora l". Cuando,
al contrario, tenga una larga permanencia con la roca y si esa agua más tar-
de estuviera expuesta a la evaporación y concentración consiguiente, aumen-
taría de manera notable su contenido en las sales que hubiera disuelto de
las calizas: cloruros de sodio y de magnesio, sulfatos de sodio, de magne-
sio y de calcio, carbonatos, e tc.
Las obras que se hacen n ece sarias par a mejorar las condiciones de agua
'lí:-.
1'
en la región, son, desde lue go, tratándose de las aguas poc o profundas, a -
t'
r .-.
brir galerías y socavones al niv e l de la capa acuífera co n pendiente apro-
piada y ta n largos como sea necesario, impermeabilizando siempre el fondo

~-·
,:;_·
de las obras. Como no es fácil conocer en estbs terrenos la dire ¿ción de los
-;: ... estratos para que esas obras siguieran una dirección normal a l a de ellos,
se harán estas siguiendo las filtraciones que aparezcan conforme se avance
en el trabajo. Hay que evi tar en todos los casos y por todo,s los medios po-
sibles, la desforestación de las cuenca~ que abastecen los pozos, general-
mente bien localizadas y de no gran extensión, como son aqu1ellas en que
il
están situadas las poblaciones de los Chenes. Para evitar contam inacion es,
las norias deben estar lejos ·de lás aguas negras, rezumader os, etc., y por
simples disposiciones de policía - se evitaría que se acercaran los animales
a la zona inmediata a los pozos; finalmente, con redes met á licas que se
lev-antaran únicamente cuando se fuera a extraer agua, se impediría qu e pa-
saran las aves a anidar en el interir.
En Bolonchentikul cuentan con una bomba para extraer agua profunda
durante la e~tación seca; pero la caldera -que utilizan necesita con urgencia
reparaciones en la l ámi na intedor de la chaqueta ; además, para obtener to-
do ~ l provecho de esta instalación es necesario elevar el fondo y las par e-
des del depósito con que cuentan cerca del pozo, para que tenga de sag ue y
pueda ser limpiada con facilidad. Como es pequefio el desnivel entre la pla~
za del pueblo y el lugar donde está el p~zo y la distancia que los separa
es pequefia, se puede instal ar un tanque metálico a un a altura conveniente
y llevar desde él por tubería el a~ua hast a la plaza, evi tansJo así viajes
molestos a l veci nd ar io.
En Hopelchén ~ e podría abrir un a noria en la esquina S.~V. de l a plaza
y conectar su fondo con un socavón o con galerías dirigid as hac i a e l Sur,
pues por experiencia se sabe que l as corrientes vienen de aquel rumbo .
En Dzibalchén podría hace rse lo mismo en los pozos que estan situados
en el costado Norte de la p l aza y dirigir las obras rumbo al Norte, pues
también se sabe que las corrientes vienen de esa dirección. Se ha dado el
caso de que una excavación no mayor de dos metros, hecha en l a temporada
de lluvi a s sobre la loma que está a l Norte de la población, cortó una co-
r~iente de agua. Otra obra está indicada y es sugerida por el fenómeno qu e
se anotó antes, referente a la e l evac ión del nivel piezométrico de la capa
freática en la temporada d~ aguas, en los pozos situados en la zona del de-

' 282
sague n at ura.l d e la' población, h acia e l Or i ent e . Si en el lu ga r .más ba{o a ~·
esa peque~a ca~ada y ei e l lu gar más estrecho comprend i do entre l as lomas ·
que casi ci e iran e l vallecito d ond e se asienta Dzibalchén, s e sumergiera un
diqu e h asta e l niv e l de la capa más o me no s impe rm eab l e que detiene e l a-
gu a freática, lo más probable e s que a pe s ar d e l a porosidad del subsuelo,
se lograr a detener por plás t iempo. e l agua y a l argar as í l a vida de los po-
zos durante l a s equí a .
Da d a l a porosidad d e l suelo y de l subs,u e lo , no. está indicada la cons-
trucción de presas porque no retendrían e l agua, Algunas aguadas que con-
ser.v aban agua por l a rg o tiempo la ha n perdido de repente a causa de un a
grieta . d e hundimiento o por splució~ del fondo, que puso en cont acto a l a-
gua con l os conductos numero sos d e la ca l iza por do.nde escapó. Es común
oir d ec ir en· la coma rc a~ se "desfondó" l a ag uad a o se "d e sfondó" e l camino.
Sin embargo, se podrían ap ro vecha r a lgun as de esas depresioues n at ur a l e s,
imp ermea bilizando su fondo y si gui endo as í el ejemp lo que d eja ron los po-
bladores mayas, bu enos conocedores de l as condicion~.s y necesidades d e vi-
da d e la r egió n, pues según testimonio de antiguos y respetables vecinos,
en varias aguadas s e han encontrado r estos de un fondo artificia l formado
por l a jas o loset as de arenisca compac ta unidas con arcilla.

. \

. 283
l. . formel H1dr.12 Expediente·-------------------
',<
-SERVICIO HIDROLOGlCO-
- RESUMEN DE GASTOSY VOLUMENES-

ESTACION_Z!RlJZJCU~Q CANALY~BLAN.C.A ffiS S, .F<ffi@i:O CUENCA __LER_M,o,______ PROYECTO..S.t!RJi'lJ.&OL=a:E.Io~


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PERIODO DEL AÑO DE 19Z3__ AL DE 1932...

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FE.BRE.RO .lO? J.J4 .o7 247.9 .02 .oJd.op, 6.J.i .o.J5 .o1o!.o2A . 115 .o2)... os~. oog' 61.6 ! o.JJ .os . oz Bt.9 .ot9 ·" ' .oz 44. .Q67 .U.BI o4 t6t.t o?s 044 OJ.5 61.8.06 120 .ooo JSB-4

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DICIEMBRE .OJ3i.og .02 87. 6 .02 010 Ot5i 7.1. 8 .oo.5 .o2 •. oool 1a.o 1 . un oJo o¡o .5.5..1 .o~ .0.1 .o'o.5 6J. 7 .QJ7 . 04~.on 9!1. 14 04.3 02 3ó.A.02,1.oeo oot 5.5.7 2 . ()f./. 00() ·7.J.ó
VOLUME.N(SANUALES 107/.J 8773" 78.5.2 (18/dró.s .JDB.4 92diOS 160·7 9.JJ. Z 94/. '750.1 831.7 1125.8
OLUMENESACUMULAD05 933. 2 1814.7 ?524 8 • .J45ó..5 4..J82 ..J
GASTOS MEDIOS ANUALIS o O.Jo:,;4c _;:,M:LfG'--+-'o,.o"'?0<8'--"M'-'%:,,_ _ 1'--'o~..<!.0?~5?_..!:M!,L/;,_,_ _ ___,a<.·.0"'2<!4'--"H:L/;'----f-..!0<.·.'!.0~20"-"H'-'4"-.--'-+-'o"-.Oe,J'-'o'--"MCC;I;C.·--J--'o<é.O~.ie<O.éM::.c/O<ó'''--~,J-.'!.O.c;:Oe<2!!.4-'M.'.C.~O!J"'---j--~0. 026 N'}; O.OJó N'Xs.
1
GAS10MAXIMOENE.LAÑO 0 . /3L1 _. 0 . 1.58 0 . /.14 0.080 O.OJ(} 0 . 011 0075 0.084 ,, 0.101 0.294 " 1

GA.STOMINIMO EN[LAÑO t7 ooo . o.ooo o.ooa 0.000 0 . 000 · t:J. ooo o.ooo ,, 0.000 ,, 0.000 • • ().000 ••
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Los qoslos ~;/71/'nos del o/lo de 1 .9é'.Jl...f;cz~/~<7-~e~I9~.J,l,ll_~sg_ona_{!m'll:ed.~IÍfO'.!s:,_.-------------'---.,.-----:------~---'-------f
~~~~--~~~L&o~s~u~o/vn?enes ocvn7v/oron parOr ~uño se o
¡g_z•a~~~~~~--------------~---------------------------------------------------1 de

COMISION·NACIONAL DE IRRIGAÓON
DEPAk'TAME:NTOOf.INGF.:NtERIA. •

RESUMEN O'~ GASTOS y VO LUMENES


PE.RIOOO DE.L Ai\.10 .I Q.23 A L DE. 1932.
~-1ID1A..BLAtiC.A .
.Se es/oi.Jiec/o' lo eslocJoÍ7 paro. esludior el reizú-nen del 1?1Ó Lermo. ESTN.Z.IRUZI.t.UARO_ PROYECTO~¿.,......,t;~,

Oe /928 Pn odelonle se. el'dclu'an o /'oros CQ./1 molii7ele. /Yo /lene lt'n?.ll/jzrofo. se bocen /eclvrOS· de escola /res veces o / d;Ó. C.•LCUL6 ... A.DtU., .. ,_ ...... ..
O I OUJci,.~ ,?.,.
/ns/olodor VI .?ono de 4?vos (19?.3- 19?7 /"ve' operado .oor lo J/1 lona de ;gqvor t(e 1928 ei7 odelon_le ,qor lq C. !Y. l.)
Qtv•~Ó ... A •• Il~ o. .... .
MEXICO.O.f. ·11·934JN' .. H.
formaHiddZ
-SERVICIO HIDROLOGlCO-
- RESUMEN DE GASTOS Y VOLUMENES-

ESTACION_ZlRliZiCUAAO_ CANAL..EE:iu\__B_L.At:IU\....; ~IS S 'RFW"S CUENCA ...Lf:Rr'1A _ _ ___ _ PROYECTO _:ii'!El.J:I.:U. 8l0kcma.<i&~

PERIODO PEL AÑO DE 1\¡)..13_ AL DE 19 __


1933. 19.3.4. 19 _ _ 19 _ _ 19 _ _ 19 __ 19 __ 19 __ 19 __ 19__

MESES

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VOLUMENES ANUALES
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GASTOS MEDIOS ANUALIS (7,0.14 /'1};
GASTOMAXIMOUitlAÑO tJ.o9.5
GASTOMIHIMOmELAÑO o.ooo ,,
{ Gasto medio_ m3/s.

J)_BSERVACIONES

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-DA TOS GENERA LE:S- -


COMIS~~~.MSJS~fk ,&o~~~~I~ACION .
RESUMEN DE GASTOS Y VOLUMENES
PE.Rlooo8~~~~~~~Cft1c~_oE Js __
ESTN . .l.JEi!lU..JCUMQ PR.OVtCTÓ'ttiroiiW~Gt.
C...~CII~O . ¡¡,. ,C U A-_ ,_,. , , AtC0"'tNOÓ 1/o .C..OítlA.. ··--·
O•OUJÓ . ~ ,p. PIIOP'.J!.O J\,QRIV t AlSA -

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MEXICO.O.Hl-93<ljN' H.
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-SERVICIO HIDROLOGlCO-
- RESUMEN DE GASTOS Y VOLUMENES-

ESTA CI O N ..l lRJI.llC~ CA NA L_5/ll:LLOREriZ_O o!i1<*C=e~S:~é<lif<<l


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PERI O D O DEL A ÑO DE 192 .3_ 19.3.2.
19.23. 1914.. 192.í 19.2.6_ 192L 1928. 1 19 Z9 19..3_0 19_31 19_.1 Z

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M"'A"-Y., au 4 .1 0~· a.JI~a o .5d2.6 .10 18 242 6'24. 6 zub.Jo z4~ 7268 IIJ 198.04"' .1"97.; .odo.og oó 168. tO.OIJ .1og .o. 219.4 16. 207 _02. , !a?~R .t1 7.
JUNIO C-lÓ óo l rTllen ao1 42.oaol Jo. ooo 201.6 0 1k29 aoo\ 18.9..9 .06 01.9, Jj.tJ.J 1.116116 .06 ].19.4 oh bo v. ÚmP/7/oOoo 04 a o 7.3. 1840.181 04 476.9

AGOSTO o2. ?J o 6/,4 ! Wo !Jo 1.1 tmu•nlo.


SEPTIEMBRE. "h óot'. cvr. m,~nlo. 1 .• 1'
OCTU BRE 01 Z7 a o 19z. o os. o.11i oo 04}.a;o o5 124.9 01 oJ oo 38. 3

NOV IE.MBRE o9 112 .04 23.9.2 t d "1 ..J¡, N$ 4.32. 101 .t!l. 2~?. ~ ao.J,;~s on 85.. 1 '¡ptJ:u_.,¡(,f"'"""\--"'.<J'002J0'\-~~-4--f--~-f'oª"~"'!ª'·""'!'"""""f--''"-''"".J'J--'w..j-~ ¡--¡~-i---t
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~G~M~TOeS~M~f~
OIO~S~A~NU~AU~S,~.J~S~~~O~~~o~M~d""N~t~--~~•_t_.I~20~M~~~----~O~IJ~'~M~~~·-f(.~;8~1~~m~3~)~0~1~7J_t_M~Z~~-fp~¡~
~~~cJ~)~o~o82J7~M~%~~4-----~a~o~
~_j_M~Z~~-+----~·~o8~'~H~,~~~----~O~O~S~S~M~h~>-+--~ ~·~O~dS~M~n~~--r---~·~.O~B~d~M~h~'-4------1
GASTOMAY.!MOE NELAÑO O.J4ti M i: 0..31 8 0.400 o.SO.J , . 0. 114 0. 235 0?.1.5 0 _2 0 8. 0.2/D O.J/1 1
GASTO M!NIMOENELA ÑO b.ooo o.ooo , 0.000 , o.ooo, 0.078 o. ooo, oooo o 000 oooo • o 000 .

. { Ga to .;edio m3/s.
Deríocjo compre ndido del año 19ZJ al año 19.3.1 _,G.,a.,st,.~-"m'ºá'"xi,m"'o"m"'a"-xi:um..,occru.,_m"'_~·~~-'"-m,_.•,_,vs,_.----~---------------·---------~------------¡
Gasto mlnimo mlnimorum. . m3Js.
OBS ERVAOON ES , En los años de 1.92 3 1.92ó u 1.91'1 se calcularon los .oromecl!os del nenodo 'l-"'-"'""-'o"'ó"'o"-"-'"'"""o"'n'-"la"'s"o"'ó'-'s"'"'-
r"v"a"'
c/"'o'-'n"es...__ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ _ _ _ _ _ __ -;
.!.os uolumen.o.o;- .-;-.a C?..c.v ;nuloron o ..aor.l;r del oño de 19?8.
Los qaslos m0'i-JI770 i; m;/1;71'7o son medios o'l"onos /Jos/o el oño o'e 19.31
Los do/os son cl!onos de conlionzo . o .oorl;;• de 1.928.

-DATOS GENERA LEs-·


fl Co?Jol de Son Lorenzo ex/roe oOl/os a'e//?;Ó Ler;no. poro rieqo COM I Sl,q_~,M~1,~~o~k.~ E, 1~,~I~ACIO N
Lo eslocioi? de o /'oros es de C!! clase uó;Codo en t?l Mvn;Ci.oúJ de .11orovol/o en/os cerc-on,-os del Pveó/t, de 1'1r!lzú:voro 1'11choacon en el RESUM EN DE GASTOS
Y VOLUMENES
lro/Tlo Toi"T)óor Poso de ·Ove. Os. PE.R I ODO DEL A ÑO 19 __ A L OE 19 ... _
R;rOJ::t\NAL. ..S..l.ORft:ll.O
Se e.s/a ó!ec/o' lo ·esloc;on ,ooro es!v dio.r el reóúnen del /i';o Ler!77a. _ ESTN.Z lRJTZICU.I)RO_ P R.O Y ECTO~""'".=.GI:
Oe 1.9 28 en Qdelonle se ekc/Va17 aíoros con · molinet e·. /Yo llent? limn;Qrol'o. S&ha cen /eclu;vs de escalo h"esuece!J old!Í7. C.O.~tu ~ 0 .• J>. •.IlH A ....... . .;. l'l ttO Mt l-l OÓ A..CC IIJA~ • • ••-. '
CI!)UJci •V · P~0 "U.50 " Aj9~~~f o1~~:.
lnslo lodoP· VI .2-ono de .4o¿¿as 1.923 - 192.7 /'ur/ _o.oeroda JJOI"/o"" V/ .zono d e ..4ovos de 19 28. en odelonle_ nar lo C N 1 ) <~tvo sO...A. o u. o\\ ..Q. ""11or.6 o '\~5I ~S~,!;bN

ME X1CO.D.F.-11- 9341_ N' H.

. . - . - .

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.

¡¡¡•"~~il~f!ll~i~~~~~~L~~~~i~~it~~iii¡¡~~tt~~s~~~·~~
~·~~-:~·-:·j·j:~:ee~
- :i~'~~-s~L~-~~:a~~~ ~. ;·~*~~~-~~-~
forma H1dr 12
-SERVICIO HIDROLOGlCO-
- RESUMEN DE GASTOS Y VOLUMENES - .

ESTACI ON _ZlRLUJCU.c.RO CANA L _5h:itLLOl2Etl1Q ~f¡[J.::I3~3~1'i'R~R~3~1'®-~---·---· --·------- - CUENCA_LER!'1A_____ PROYECTO_SKR.Ii'll&o.Ler.imzEo._

PERIODO DEL AÑO DE 19ll AL DE 19


19J3_ 19;3_4_ 19 __ ¡g __ 19·__ 19 __ 19 __. 19.':_ 19 __ 19__

MESES

3 4 3 • .2 3 4 . .5 3 4 3 4-· 5. 2, 3 4 6
ENERO 08 '011 0.1< 2.J.9S 0.'18 E? 0019 314.8
FEBRERO :;;;l¡J_ O< .18J.O .098r'l211 001 ?.36.
MARZo 06 !) _ 00 18?, nAnJ', 050 45t5..9
ABRIL (}."51 21 019 391. 1 é'4tvJ36 ~08 tiZz"
MAYo
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/.']_ 21 ',7.09!1 ,]98.3
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JUNIO 1s ~n~tL?oJ j98./ '·.-·1
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JULIO
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AGOSTO
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OCTUBRE
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DICIEMBRE. oJs _nohoo !55 2 1


VOlUME.tVES ANUA LES 2.J2d.
OLUMf.NES ACUMULADOS
GASTOS MEDIOS 1../-IUAlES o.o1.1 11J:s
GASTO MAXIMO E.ll E.l AÑO o 236 ..
GASTO MIN!MOENELAÑO o 000 ..

· {Jiasto medio _ m3.;


Período comprendido del año 19.3..3 al ai"'ío 19_ miax"·"'m""o"'m~axxium"<oe>ru!!!m~.~-~~-~~~'-'m"''/'-"s~.--------------------------c-----------~----1
""G"'as"t,0_,l!!Q
Gasto mlnimo m!n!morum . .... . m3Js.
•cilil.SERVACI ONES
\1 _._.,
;• ~_;

-DA TOS GENERALES-


COM IS\l{~ MSI,~(t~k,glJP,~IGACION
f{rf,IEi'd~ND~t ~t¡,SJ?~3\ V_?clb~~~:~
ESTN .•z.t.eCt~g~ii~~~~'W.l:u:c:::&l
CALC:UL6 .. ..l.-~IA..--, l;!(C:0M(t;oQ • ..ol..CQRU\ •

CICIU.JÓ. t ,p,_ . ···- -- -..- .. - !0'<>0,.-,JSO · '\E~~ e%~


"'EV1s-6 .:.. il.E.J...."\..0., _~ ... Pi'tO!I6 : A~~~;;¡~

M[XICO,OJ.-11·934jtl' H.
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SEGGION· DE DIVULGf\GION .

EL SISTEMA DE PASTEO LLAMADO DE "HOHENHEIM"

POR EL DR'. JOSE FIGUEROA

mJl[JD]JIIll!IVJWilll!l~STE
sistema fué ideado y puesto en Práctica en Hohenheim, Pro-
vincia de Wutemberg,er, Alemania, lugar donde está una de las
Escuelas de Agricultura de renombre no solamente en el país,
sino en el mundo entero.
En esta región la ganadería es una de las principales fuen-
tea de riqueza; allí se crían en abundancia los famosos borre-
gos "Wutemberger" y el ganado "Symenthal" y como existe un gran porcentaje
de ganado por unidad de superficie, hay la necesidad de obtener de la tierra
y de los pastos naturales el mayor producto posible, ya que la renta y el
valor de la propiedad son muy elevados, razón por la cual fué ideado el sis-
tema de referencia, el que se puede adoptar a todas las especies de explo-
tación, pero de ~referencia al ganado lechero.
Este sistema se ha puesto en práctica también en Inglaterra, en donde
se le conoce con el nobre de "El nuevo sistema en el manejo de las prade-
ras", con resultados muy sa tisfactor íos durante . los diez años que tiene de
practicarse.
En los Estados Unidos se practica igualmente este método, con los mis-
mos resultados. ~
Este sistema tiene como base la conservación del pasto, la fertiliza-
ción y la rotación.
Para llevarlo a cabo hay que sujetarse a las siguientes reglas:
1/o.- El potrero o terreno de pasteo se divide en seis o doce partes,
dependiendo del número de . hectáreas disponibles y del número de animales
con que se cuente .
2/o.- El ganado se divide en tres grupos: El primero formado por las
grandes productoras de leche, el segundp por las vacas de baja producción y
el tercero por las vacas horras, terneraje i~rías.

288

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3/o.- F~rtilización i~tensa del potrero o pradera con abonos minerales,


durante el Otoño, y espolvoreo sobre el campo de abonos nutritivos, duran-
te · la Primavera y el Verano.
4/o.- Los dife.rent~s grupos de . animales se llevan a los lotes de · pas-
teo en orden, es decir, se pone a pastar en los mejores pastos a las vacas
productora~ de leche, a fin de que aprovechen los pastos mis nutritivos y
posteriorm~nte se mueven est.os animales a otro lote, dejando el campo para
pasteo de los menos productores y post~riormente para los animales horras
y para las crías.
Una vez que éstos han repelado el pasto, el terreno se deja sin gana-
do, con el objeto ~e que se reproduzca y se desarrolle un nuevo pasto tier-
no y vuelva a servir de terreno de pasteo.
El grupo formado por las buenas productoras de leche es enviado a pas-
teo cuando la hierba tiene una altura de 10 a 12 centímetros, pues de este
tamaño es cuando · tiene mayor valor nutritivo y mejor sabor y por consi-
guiente, no debe de esperarse a que la hierba crezca mis y el pasto se ase-
mille.
Cuando s~ inicia la estación de. los pastos, el ganado , como es natural,
no necesita toda la superficie del terreno y por consiguiente se puede hacer
uno o dos cortes de hierba, a fin de henificarlo y tener un substituto para
los concentrados durante el Invierno.
La clase y la cantidad de abono que se usa en el terreno dependen,
como es natural del ~uelo y de otras circunstancias, pero en términos gene-
_rales p·odemos recomendar lo siguiente:
La aplicación es de 400 a 600 kiloi de abono mineral por hectir~a y
de tres a cincó espolvoreadas de nitrato de sodio durante la Primavera y el
'· Verano, con 20 a 25 kilos cada aplica·ción. Este espo.lvoreo debe practicar-
se inmediatamente después de que los animales se han ·retirado del pasteo,
con el objeto de que durante las semanas que permanezca el terreno sin a-
nimales, se disuelve el nitrato y pueda producir un buen crecimiento en Ía
hierba antes de que las vacas grandes productoras, regresen nuevamente a
pastar sobre dicho terreno.
Respecto al cultivo que se debe dar a ios pastos, éste consiste en un
paso de rastrad~ picos al -principiar la Primavera y algunas veces también
durante el pasteo, con el objeto de dividir y extender bien la boñiga que
dejan los animales durante el pastoreo.
Las ideas modernas que prevalecen ~ n la actualidad sobre cultivos - y
ganados, tienden a obtener de la tierra el mayor porcentaje de materia
transformada, e.s decir, la mayor ca~tidad de leche, carne o lana por hec-
tire~ y no como se pensaba hace algunos años, sobre tal o cual ·rendimiento

~ de semillas o de tonelaje de heno por unidad de superficie. Una vez que


nosotros nos demos cuenta de ·este progra~a. podremos comprender la bondad
del sistema, en ciertas condiciones y circunstancias que hay que estudiar
y resolver en cad·a región, si pasamos la vista por los números que reporta
el sistema en Alemania y en Inglaterra; en el primero de estos países se

289

:·.~; •' .

t::¿L •.:. ~:· .


11

logró aumentar de 5;000 libras de l ec h ~ por hectárea, que se obt~nía ~or el


sistema de pasteo ordinario, a 11,000 libras de leche por hectárea, sigui en-
do el sistema "Hohenh e im". En e l s egundo país, según informe del Insti tu-·
to Nacional para la Investigación sobre la Ind-ustria de la Leche, dá un au-
mento de más de !0,000 libras _d e l e che, pues se obtuvieron 27,268 libras
de l ec he , m i en.tras que con e l procedimiento antiguo no se o.btuvieron más
que 17,9 84.
¿Cómo puede explicarse este f enómeno? En gran pa rte es debido a que
por este sistema, e l período de pastoreo aumenta y también me jora la pro-
ducción y ~obre todo la calidad de los pastos producidos por e l abono.
En Estados Unidos, en la actualidad, se están llevando a cabo a lgun os
~xperimentos a est~ respecto y algunos ganaderos se muestran excépticos,
po"rque suponen que las temperaturas del Verano y l a humedad de la a tmós-
fera, son distintas en Europa y en América y porque suponen también que la
intensidad del cul~ivo, necesa~ia en paises que disponen de• poca tierra,
aún no lo es en las grandes extensiones de este Continente .
Por lo que rerespecta a Mé x'i co , el pi·ocedimiento debe de ponerse en
práctica en la r eg ión lechera del Distrito Fed eral y en alg unas otras donde
la precipitación pluvial es abundante, y se explota al ganado l echero in-
tensamente, sobre todo con el objeto de ver si es posible producir leche a
más bajó pr~cio, cosa que constituye e l problema que desvela de•de · hace
varios afio s a la mayor parte de nuestros ganaderos, pues el procedimiento
de alimentación y exp lot ación que se desarrolla act ua lm ente, necesita
gran cantidad de hombres y por consiguiente e l costo de producción es muy
elevado.
Ojalá que alguno de nuestros más entusiastas ganaderos quisiera poner
, en ·práctica e l sistema "Hohenheim" o que pudiera llevarse a cabo en a lguna
de las Escuelas de Agricultura que posee e l Gobierno, lo que sería d e gran
utilidad par a el d~sarrollo de la Industria Lechera en México.

290
.·.·.'"''f7·'''''i;~:;·;,:;;';'lfE ,,?o:·,~¡z;T~
_.:::<:.

RE G ·L A. M E N T O E 1 N S T R U C T 1 V O

PARA EL MANEJO bE ALMACENES E INVENTARIOS DE LA


COMISION NACIONAL DE IRRIGACION

(Continúa)

CAPITULO XI

CE LAS OPERACIONES DE PERMUTA

126.- Siempre que unua Dependencia Federal adquiera algunos ~bjetos,


cediendo como parte de su valor otros que se tengan en existencia, la ope-
ración se considerará como de permuta Y . para celebrarla se correrán los
trámites que se indican en los artículos siguientes.
127.- Antes de efectuarse una permuta deberán observarse las mismas
instrucciones que en lo relativo a Bajas contienen los Artículos 100° y 1010.
128-.- El Inspector o Delegado de la Te~orería que . intervenga 'en la o:.
peración, practicará en colaboración del de la bependencia un avalúo de los
objetos que vayan a cederse, y se expedirá una convocatoria para la venta,
observando las instrucciones relativas a remates, . con objeto de determinar
l~ base de la permuta. Sobre la base así ribtenida se procederá a concertar
la permuta con el vendedor de los artículos que se trate de adquirir.
129.- Para comprobar la operación ce permuta a que se refieren losAr-
tículos anteriores, se levantará urta acta en la forma y condiciones · estable-
cidas para el remate, pero haciendo constar que los objetos rematados se a-
plican al pago de los adquiridos. y citando el númerri
.
del Pedido si lo hu~.
biere, asi como la cantidad que habrá de pagarse e.n efectivo, o la que de-
berá ingresar al Erario según el caso. El acta deberá ser timbrada conforme
a la Fracción 41 d~ la Ley del rimbre vigente y por los objetos que tuvi~­
ren mayor valor, de acuerdo con lo prevenido en el Artículo 72 de la propia

291

;\·.·
•,'{~.
:'~
. - .'<~·.:1
J_,ey, qtie a la letra dice! "En los contra tos que tengan por · qbj .eto t-rasmi-
siones reciprocas de propiedades, ~l i~puesto se calctilará dnicamente sobre
los bienes que tuvieren mayor valor y que entregde cua1q~iera de _ los con -
tratantes sin incl~ir las cantidades en efecti1vo que pague o quede á reco-
nocer el otro contratante o a un tercero por . cuenta de éste".
,130.· Tan pronto como se reciba el Equipo 0 material que se adquiera,
se ~ntregarán · al comerciante los objetos adjudicados, - procurando que éstos
sean i:e\irados del almaéén dentro de un plazo razonable·. Tanto el a lmace -
nista como el com~rciante deberán firmar al calce del acta que se levante
con motiv.o del remate, el primero con la anotación "Recibí los artículos
comprados" y el último con la de "Recibí los, artículos aplicados al pago".
131. - Tres casos pueden presentarse en las operaciones de permuta a
que se refieren los Artículos anteriores en los cuales debe rá n seguirse los.
trámites que a continuación se expresan!
(al.- Cuando el valor de los artículos cedidos sea menor que el de los
· adquiridos. En este caso se formulará un Pedido en el que se detallen los
artículos que se adquieren con el precio que tengan, según las cotizaciones
respectivas, y a continuación los que se entreguen en pago con el valor que
les corresponda , en tal forma, que pueda establecerse la diferencia por la
cual . se afectará la partida respectiva del Presupuesto de Egresos .
lb).- Cuando los artículos cedidos tengan igual valor que los adquiri-
dos. En esta ocasión no será necesario formular Pedido, pues bastará par·a
dar forma legal a la operación, con el acta que se levante como resultado
del remate.
(e) . - Si el valor de los artículos cedidos fuere superior al de l os
recibidos, tampoc o se formulará Pedido, y la diferencia, que deberá ser pa-
gada en efectivo, ingresará a la Caja por concepto de aprovechamiento del.
Erario.
En cualquiera de los casos anteriores se observarán, con respecto a la
solicitu~ de precios las disposiciones establecidas para las c~mpras en ge-
neral.
132.- La incorporación a la contabilidad de Almacén de los artículos
re e i b id os por la permuta se hará por m e d i o de N o t a de Dé b i t o· o Avis o de
Alta, de acuerdo con lo Prevenido en la ·parte relativa del Instr~ctivo, y
la baja de los permutados, si éstos figuran en la contabilidad, por medio
de Nota de Crédito, anexando a este último documento copia del acta formu-
lada al efecto.

CAPITULO XII

DISPOSICIONES GENERALES

133.- Los empleados dependientes de la Comisión Nacional de Irriga-


ción, cualquiera que sea su categoría, que tengan necesidad de usar artícu -
los propiedad de la ComisiÓn, en conexión con el desempeño de las labores

292
. -~ .

.;'' .
que tengan e_ncomendadas, están obligados a cuidar del buen empleo de di-
chos artículos, cooperando así a su debida conservación,
134.- Las responsabilidades pecuniarias por pérdidas o uso indebido de
herramienta, aparatos u otros artículos, recaerán, por regla general, inme-
diata y directamente sobre el empleado que hubiere causado el acto o incu-
rrido en la omisión. Cuando hubiere varios responsabl~s, la responsabilidad
se exigirá a todos ellos en proporción a l monto que deba reintegrars~ .
Si por om i sión de la acción que en los artículos res•pectivos se indi-
ca de la competencia de los Sobrestantes, Encargados de Equipos , Almace-
nistas y Pagadores dejare de hacerse ef ~ ctiva una res p onsabilidad del deu-
dor directo, recaerá la obligación de cUbrir dicha responsabilidad en el
empleado culpable de la qmisión .
135.- Los inspectores o comisionados para practicar visitas o inter-
venciones relacionadas con el ramo, que por dolo, negligencia o considera-
ción personal no hagan constar en el acta o informe correspondiente todas
las irregularidades qu& pudieren haber anotado con motivo de su interven-
ción , o que desvirtúen o alteren los hechos en perjuicio de los intereses
de la Comisión, se harán acreedores a destitución inmediata , sin perjuicio
de que sean consignados a las autoridades correspondientes si el caso lo a-
meritare.
136.- En los Sistemas u otras Dependencias en que por lo re~ucido de
sus labores no · sea necesario que haya empleado especial encargado ·de los
Equi pos en uso, hará las funciones de aquél el Almacenista, debiendo en ta-
les casos llevarse .una sola contabilidad de Equiposi comprendiendo tanto los
existentes en el Almacén como los que se encuentren fuera de él.
Las ministraciones se ampararán en tales circunstancias con los Res-
guardos que se indican en el capítulo relativo a los "Encargados de Equipos".
13 .. -La Se c ción de Almacenes e Inventarios, al recibir la documenta-
ción formulada con motivo de una visita o entrega de Almacén en la que hu~
bieren resultado sobrantes o faltan tes, procederá previa comprobación de és-
tos, a la incorporación y descargo de los mismos en su contabilidad, inclu-
y~ndolos en el próximo Inf 6 rme qu e rinda al Departamento de Contabilida~ a
fin de que éste haga el abono y ca1¿o respe ·ctivos, en sus cuentas de co~trol
para qu e el saldo de dichas cuentas coincida con el de la Sección de Alma-
c Enes e Inventarios. El valor de los faltantes se cargará a la cuenta del
qu~ resulte responsable, de conformidad con las disposiciones de este Regla-

mento, comun\cándose el caso a la Tesorería , para que ésta dicte ~u resolu-


ción sobre el particular.
138.- Al recibir la Sección de Almacenes los Inventarios anuales pre-
venidos a los Almacenistas en el inciso { 1) del Artículo 5o . , la referida
Sección proc~derá a su revisión y confronta . En caso de diferencias se harán
lal aclaraciones necesarias, hasta que coincidan exactamente con la conta-
bilidad que la misma lleva, exigiendo en caso de que ésto no se consiguie-
re las responsabilidades que procedan .

293
139.- · La depreciación de los articulas de Mobiliario y Equipo se prac-
. tic~rá de acuerdo con las instrucciones contenidas en la sección relativa del
Instructivo.
140.- Los empleados a quienes corresponde cumplir las· disposiciones · de
··· este 'Reglamento e Instructivo, lo harán según el texto de él, y si encontra-
ren . que hay lugar a duda, o el caso de que se trate no está previsto, soli-
citarán de la Sección de Almacenes e Inventarios la aclaración o resolución
'· que fuere necesaria.
141.- Queda~ derogados el Reglamento de lo. de Enero de 1933 y las
Circulares y demás disposiciones que se opongan al presente, el cual comen-
zará a regir desde el lo. de Noviembre 1933.
México, D. F. a 25 de octubre de 1933 . --EL JEFE DE LA SEC. ALMCNS,
E INVENTARIOS, Alfredo del Mazo V.--Vo . Bo., EL JEFE DEPTO. APROVS.,
i Guillermo Rosas V.--Conforme: EL AUDITOR GENERAL, Nicolás Jiménez.--
APROBADO: EL COM. VOCAL EJECUTIVO, Ing . Alfredo Becerril Colín .

. ,

294
INSTRUCTIVO PARA E L MANEJO DE ALMACENES E INVENTARIOS

1.- CATALOGO DE CUENTAS DE ACTIVO INVENTARIABLE

1.- Los artículos de Consumo y de Mo ~ iliario


y Equipo en General cuyo
manejo y control est-á encomendado a los Almacenistas y Encargados de Equi-
pos fuera de Almacén, s e · clasifican para su registro en la contabilidad den-
tro de las sig~ient e s cuentas:

ACTIVO FLOTANTE

Almacenes.

ACTIVO FIJO

Maquinaria, Herramienta y Accesorios.


Aparatos e instrumentos Científi·cos.
Equipo de Oficinas y Bibliotecas.
Equipo de Campamento.
Equipo de Transport~s .
Semovientes.

2.- Para el manejo interior del Almacén, la cuenta de "Almacenes" se


subdivide en dos grupos, qu e se designan con los números 12 y 18 de acuerdo
con la nomenclatur a. original d e las cuentas de Aetivo Inventariable, im-
plantada por la extinta Contraloría de la Federación, y son:
El grupo número 12.- (MATERIALES DE CONSUMO GENERAL), comprende
los artículos que comunment e se e11rplean para los siguientes fines: construc-
ción y elaboración ' Ccemento, cal, madera, fierro corrugado, clavos, etc.);
conservación y reparación de máquinas de todas clases (refacciones divei-
sas); combustibles y lubricantes; enva-ses (de éstos únicarri·ente los sacos de
envase de cemento y tambores o barriles de f i erro recibidos ~cómo e,nvase de
lubricantes); material para el uso de oficinas (papelería, t'inta, lápices,
etc . ); medicinas y productos químico's; explosivos; víver.es y for'rajes; ropa
de cama exceptuando cobertores; mantelería, toallas, etc.
El grupo núm e ro 18. (DESPERDICIOS APROVECHABLES.), incluye los
desechos de objetos dados de baja, que . puedan emplearse para refacción o
reparación de artículos similares; recortes, rebabas, D;J.adera de desecho, etc.
3.- L~s cinco primeras cuentas de Activo Fijo comprenden los artículos
de mobiliario, objet o s . de arte o de ornato, libros; maquinaria, vehículos,
aparatos e instrumentos, herramientas, etc . , clasificados de acuerdo con el
Catálogo General de Equipos de la Comisión .

295
. . J ..

En la cuenta de "Semovientes'' quedarán comprendidos los ejemplares de


ga n ado en general, así como to .d a 'c la-se de aves -que la Com isi ón pueda . tener
_para explotación o experimentación de cualquier clase, para el servicio de
· sus trabajos o para uso doméstico. El control' de estos últimos, en lo rela-
tivo a los ejemplares de ganado menor y aves, se hará de acuerdo con el
Instructivo especia l que a l efecto se expida.

11 ,· CLASIFICACION

Artículos de Almacén.

4.~ Para la clasificación de los artículos correspondientes a l a _cuenta


de ''Almacenes" se ha estab lecido un sistema de numeración que permite iden-
\if icar con facilidad cada Brtículo para su registro en la contabilidad a u-
xi lia r, su-localización en el Almacén y demás fines.
5.- Para e l efecto cada Almacén llevará un Catálogo de Especies inde-
pendientemente de las otras Dependencias de la Comisión. Dicho Catálogo
contendrá una numer~ción para los Articules de Consumo General, grupo 12,
y otra para l 9s Desperdicios Aprovechables, grupo 1$. Las referidas nume- ·
raciones servirán para dar a cada articulo de los comprendidos en estos gru-
pos un número de clasificación que será invariable, es decir, l os artíc ulos
de una especie conservarán sin a lt eración el número que se les haya asig -
nado y ese número no podrá usars e nunea para designar otro material, a un ·
en e l caso de que el primero haya dejado de manejarse en el Almacén.
6.- Para hacer fácil la consulfa de dicho Catálogo, así como para evi-
ta·r que figuren dos o más materi _a les con un .mismo número o viceversa, se
observarán las dispo~iciones siguientes:
Se llevará un libro de Regist.ro en el que se anotará al marg en, por
riguroso orden progresivo, la numeración, describiendo a la altura de cada
número el nombre del _artícu lo a l cual ha sido asignado, así como la uni-
dad que sirva de base para su manejo. Ejemplo:

No. de Cla-
sificación. DESCRIPCION . UNIDAD.

1 Abrazadera para cable de 1/2" Pieza.


2 Ref. "White" # 094-3 / 4 T GTuerca Espe-
11
cial para tqrnillo de ajuste .
3 Petróleo. Litro .
4 Fierro plano de 1/ 2" x 1 1/ 2"(solera) Kilo.
5 Made'ra de . pino 1" x 8" x 16', Pieza.
6 Aceite lubricante "3 en . l" (Lata 2 oz.) Lata.

De este registro se sacará una tarj eta por cada número, en la que se

296
.......

~------------------~----------------------~·------~
Clasificación: 2

Localización: A-VI-17

Refac. "WHI'rE '' # 094-3 / 4 T G: Tu ~ rca Unidad.
especial para tornillo de ajuste. Pieza.

Las referidas tarjetas se llenarán _por duplicado, destinAndo~~ el ori-


ginal para la formación del ~atálogo alfabético de que se . habli m~s ade-
lante, y la copia para ser. remitida a la Sección de Almacenes e Inventarios . .
Al final de cada mes se ·remitirán :¡a la '11encionada Sección de Almacenes e·
Inventari.ós las copias de todas las tarjetas que en el curso del mismo se *
hubieren expedido, acompafiadas de oficio de remisión, en el que se indica-
rán los números de las nuevas clasificac i ones empleadas en el período. Cuan~
do no hubiere habido empleo de nuevas .clasificaciones durante el mes, se
comunic"a rá así a la Sección de Almacenes e Inventarios por medio de oficio.
Las tarjetas originales las ordenará el Almac enista en gavetas forman-
do dos grupos, uno por to dos los materiales de Consumo General, estandb
éste po~ riguroso prden alfabét1co, y otro por refacciones de máquinas. Este .
último se subdividirá en un grupo por cada máquina, dentro del cual deberá
haber también rig':roso orden alfabético.
El registro de tarjetas servirá al Almacenista para que facilmente
consulte en el momento en que . llegue un material, ¡;i tiene o no número de
clasificación, así como ~ara conocer el lugar en que se encuentre colocado
cada uno de los materiales existentes.
7.- Para la descripción de los artículos, cualquiera que sea su natu-
raleza, podrán usarse las medidas o términos de sistemas extranjeros siem-.
pre que se obtenga con ellos simplificación; pero al establecer la unidad de
base para el registro y despacho de artículos que se manejin por peso o me-
dida, se usará invariablemente el sistema métrieo · decimal.
Ejemplos: TornillÓs de l / 2" x 2" Unidad : Pieza
Bandas de cuero de 4" " : Metro
Lona de l yarda de ancho 11 : Metro
8.- A todos aquellos artículos que por su naturaleza convenga manejar-
los por paquetes, latas, piezas, etc., se les . establecerá como unidad: paque- .
te, lata, pieza, etc., detallando únicamente en la descripción el contenido
o las dimensiones correspondien~es. Ejemplos:

297
~arniz en latas de 1 cuarto de galón Unidad: Lata .
11
Pintura de agua (paquete de 1 Kg.) Paquete.
11
Tinta en frascos de 1/ 2 litro Frasco.
Madera de pino de 1 11 x 8 11 x 16 1 11
Pieza.
Nota: Obsérvese que la madera se registr:ará invariablemente por piezas,
asignando n6mero de clasificación distinto para cada lote de diferente me-
di da.
9.- Una vez establecida determinada unidad como base para el manejo de
un artículo, las pa"rtidas subsecuentemente recibidas deberán convertirse de
acuerdo con la base establecida, no siendo admisible bajo ning6n concepto
.que se mezclen en una misma tarjeta partidas con distinta unidad. Ejemplo:
si el cable de manila se ha estado manejando con unidad Kilo, y se recibe
una partida adquirida c_on unidad Metro, deberá hacerse la conversión a kilos
para registrar la nueva partida.
10.~ Deberá observarse especial cuidado de no englobar en una sola cla-
sificación artículos de nombre o descr .ipción semejantes. Así, al clasificar
remaches, por ejemplo, se dará un n6mero a cada una de las clases o dimen-
· siones distintas, de las que se citan algunas para ilustración:
• Remaches de cobre d·e 3/16 11 x 1/8 11
11
" 11 11
1/ 4 11 X 3/16"
11
" fierro " 1/ 4 11 x 3/ 16 11
11.- La clasificación de los artículos de Mobiliario y Equipo en Gene -
ral se hará de acuerdo con el Catálogo General para clasificación ~e Equi -
pos de la Comisión Nacional de Irrigación. Con objeto de que h~ya unifor-
midad en todas las Dependencias de la Comisión para la clasificación de
Equipos, deberá observarse estri,ctamente el citado Catálogo, .así como tam-
o
bién emplearse sin variación alguna los nombres genéricos que se dan a los
artículos seg6n dicho Catálogo.
1
12.- En aquellos casos en que el objeto que se desea . clasificar no se
encuentre comprendido dentro del citado Catálogó, se cosultará a la Se-cción
de Almacenes e Inventarios en qué cuenta deb ~ incorporarse·.
13.- Dé acuerdo con lo anterior, queda prohiliido que se clasifique el
activo fijo de la Comisión al arbitrio de quien lo reciba.
14.- En los casos en que s~ observe que un objeto inventariable se en- .
cuentra incorporado en otra cuent a que no es la que corresponde de acuerdo
con el Catálogo~ se pondrá el caso en el conocimiento de la Sección de Al-
· macenes e Inventarios a fin de que ésta determine lo que proceda. Igual co -
sa deberá hacerse cuando se reciba una remisión de otro almacén o depar-
tamento ·de la Comisión, en cuyos documentos se encuentran equivocada_mente
1
clasificados los objetos o incorr e cto el nombre genérico d e éstos.

111.- DISPOSICIONES PARA EL ALMACENAMIENTO


Y CONTROL DE LAS EXISTENCIAS

15.- Los artículos para su guarda o almacenamiento se dividirán por lo-

298
tes o partidas, es decir, se colocarán .por grupos todos los artículos ig.ua-
les o similares en especie. Ejemplo: todas la:s refac.ciones Chevrolet, for-
marán un grupo y así sucesivamente l a s correspondientes a cada máquina;
otro será de los clavos de div¿rsas me~idas; con los tornillos se cuidará 'de
hacer grupos de las ~iversas clases que existen, es decir, tornillos estufa,
tornillos máquina, etc., con , el fin d e que en cualquier momento se puedan
. localizar y se facilite el recuento de las existencias; y as~ por el estilo
se clasificarán los demás materiales.
16.- Si el Almacén consta de varias · bodegas, deberá asignarse a cada
una de ellas una de las letras del alfabe to, tomando como base para la de-
signación la importancia de cada una de Ias mismas, de tal modo que con la ·
letra "A" se seiíale aquella en que se encuentren los artículos de mayor mo-
vimiento. Estas bodegas deberán estar acondicionadas con anaquele~ y casi-
lleros numerados en los que se colocarán los artículos, procur~ndo que los
"de esp.ecie similar qued en colocados en casilleros seguidos, siempre de a-
rriba hacia abaj.o. La numeración de los anaqueles se hará en números roma-
nos.
17.- Los artículos de mayor movimiento deberán colocarse én debida
forma, es decir, en los casilleros que estén a un metro o metro y medio de
altura, para que sean mas acc e sibles. Los de menos movimi ento y menor pe-
so deber~n colocarse en los casilleros de mayor altura, y los pesados en el
piso.
18.- Cada artículo de Consumo General, de número de clasifica.c ión di-
ferente, q~ e se encuentre almacen a do ¿enlro de las diversas bod e gas, debe-
rá quedar debidamente e tiqu e tado, usando para ello el marbete, Forma 13,·
al cual se refiere . el mode l o No. l.
Esta Forma ev itará confusiones al Despach!idor al ministrar los artícu-
los, permitiéndo l e además t e ner una ref e rencia de · la existencia física que
debe haber, de acuerdo con lo que la contabilidad manifi e sta.
19.- La Forma de que se ha v e nido hablando contendrá los ~iguientes
datos : número, el del grupo a que corrdsponda el artículo, bien sea 12 o 18, .
seguido dicho número de la clasificación que corresponda al artículo, sepa-
rados _ambos por un guión; lugar, el de la localización, con anotación de la
inicial de la bodega en que se enc~en~re almacenado el artículo bien sea
"A", "B", etc., según . le corresponda·; número del anaquel y número del ca-
sillero; las columnas Máximun y Mínimun, dado que la orgaiüzación de la
·Comisión, p or las variantes de su Presupuesto, difícilmente permite poder
precis~r el máximo y mínimo de existencia de un artículo, especialmente si
se trata de materiales de construcción, sólamente se empleará~ para aque-
llos artículos de uso ordinario; tales como artículos de escritorio, en que
se puede conocer con aproximación la existencia que de acuerdo con el con-

~;;~:;~~,,~~¡~~ñ~~i!t~!~~~::~,:~~:[;'~~~~~i~::yi~~~~:!;:
..-..;:. . ..•···! '·: .:.. · ;·.-: ... ;::·~:.;:.

·, . _..

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~'~~-~~ijJ~,~·:·;~~- ~ . . ._.1,/..
·.t·.

'·1·. .· ... ·

existencia, la que resulte después de anotado culquiera de los movimientos


.
- anteriores,
20.- Igualmente deberán etiquetarse usando la Forma 187-AI-54, según
Mod,e lo No. 2 anexo, los objetos de Mobiliario y Equipo en General, tan
, luego como se' reciban en el Almacén, sujetándose para la descripción a los
d3tos que se indican en dicha etiqueta o marbete.
21.- Los explosivos deberán almacenarse fuera de la ciudad o campamen;
to, en el lugar que designe el Gerente General, Jefe de Comisión o de Obra,
debiendo usar para ello los polvorines de acero de que provee l a Comisión,
o en su defecto en casetas, carpas o subterráneos, pero nunca dentro de la
ciudad o campamento en que se encuentre establecido el Almacén.
22.- Los combustibles y lubri cantes deberán c~locarse en bodegas por
_separado, convenientemente envas-ados en recipientes de lámina, los que de-
berán estar en buenas condiciones para evitar 'mermas posibles, quedando ab-
solutamente prohibido fumar o encender fuego en dichas bodegas.
23.- En lo s patios o lugares doscubiertos no se dejarán artículos u ob-
jetos que puedan sufrir deterioro o merma por estar a la intemperie. Las
preridas de ropa, medicinas y ' materiales de curación, ~e conservarán ne lu-
gares aseados y seguros y los artículos de escritorio, útiles de dibujo, pa-
peleleria y formas im~resas se depositarán en casilleros adecuados para que
se conserven siempre limpios.
24.- Cuando por alguna c ircunstancia el local destinado al Almacén no
esté debidamente acondicionado para e l objeto, el Almacenista so licitará
del Gerente o Jefe el acondi~ionamiento debido.
25.- Con el fin de obtener un control efectivo sobre las existencias y
evitar hasta donde sea posible la necesidad de hacer ajustes o rectifica
ciones al practicKrse los Inventarios de fin de afio, se establecerá un sis-
te ma de rotación mediante el cual se practicará en el curso de cada mes el
recuento de un 15% a un 20% de los artículos almacenados, comparando el re-
sultado con los saldos de las tarjetas respectivas.
Si se encuentran diferencias, se harán las aclaracione~ e investigacio-
";}
,- nes que procedan, , Si agotados los recursos subsisitere alguna diferencia, se
;.;_·.·
> .
procederá a incorporarla a la contabilidad por medio de _una Nota deDébi-
to si fueren sobrantes, o a poner el hecho en conocimiento de la Sección de
Almacenes e Inventados, si la diferenc-i:t. fuere por faltan tes .

IV.- MOVIMIENTO DE LAS CUENTAS DE ACTIVO INVENTARIABLE

26.- Los movim;entos de las cuentas de Activo Inventariable son como


&n cualquiera otra contabilidad, de cargo y de abono .- Sin embargo debido a
q-ue en la contabilidad de Inventarios se controlan simultáneamente la s es
.·:: .~

pecies y los valores , de cada pueden


presentarse· tres casos, como

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ll-!TA/Cenca

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