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Keywords: Abstract
- Vibrio cholerae Cholera and other Vibrio strain infections
- Cholera Introduction. In recent years, an increase in the average annual incidence of Vibrio infections has been
- Secretory diarrhoea reported, probably related to global climate change. This includes cholera, a secretory diarrhoea caused
by toxigenic strains of Vibrio cholerae serogroups O1 and O139.
- Vibrio vulnificus
Pathogenic. Infections caused by the genus Vibrio produce diverse clinical manifestations, from
- Vibrio parahaemolyticus
gastrointestinal syndromes (of greater or lesser severity) to cutaneous infections and lethal septicaemia.
Diagnosis. The epidemiological context as well as the use of appropriate culture media are keys, in
conjunction with biochemical and agglutination tests.
Treatment. It will vary depending on the clinical presentation, ranging from oral or intravenous fluid
replacement, with administration of antibiotics in the most severe cases, until debridement of the
necrotic tissues in cases of severe cutaneous involvement.
geográfica particular, en conjunto, esta enfermedad ha llega- nución de los niveles de inmunidad poblacional adquiridos
do a afectar a la práctica totalidad de los cinco continentes. en brotes anteriores6.
La séptima y última pandemia declarada en el año 1961, res- Entre los posibles factores involucrados en los patrones
ponsable de los casos comunicados en la actualidad, se inició epidemiológicos del cólera destacan la proximidad geográfi-
en Java y Samarang (Indonesia), diseminándose posterior- ca a las áreas en las que las condiciones de temperatura su-
mente a la mayor parte de Asia, África, Europa del este, Eu- perficial del agua y la presencia de nutrientes favorecen la
ropa del sur, América latina y más recientemente al Caribe3. proliferación de zooplancton y fitoplancton, sobre todo en
A lo largo de la historia, en los sucesivos brotes de có- zonas tropicales y subtropicales. V. cholerae tiende a concen-
lera, se han registrado millones de casos y cientos de miles trarse en el exoesqueleto y en el intestino del zooplancton,
de muertes2. El acceso al agua potable y la mejoría de las estableciendo una relación simbiótica. Cuando las comuni-
infraestructuras sanitarias ha erradicado la transmisión de dades dependen de fuentes de agua ambiental no tratadas
Vibrio cholerae en los países desarrollados. Sin embargo, en para bañarse, cocinar y beber, la ingestión accidental de estos
los países más pobres, sin recursos para afrontar estas me- organismos que transportan dosis altas de V. cholerae (espe-
joras, supone un problema de salud pública de gran enver- cialmente en periodos de floración del zooplancton) puede
gadura. iniciar un brote7.
Otros estudios sugieren que estos patrones epidemioló-
gicos guardarían más relación con la privación de agua pota-
Etiopatogenia ble y un saneamiento inadecuado en las poblaciones afectas,
donde las lluvias estacionales podrían favorecer periódica-
Epidemiología mente la contaminación de los pozos y de los recursos hídri-
La carga global de cólera es en gran parte desconocida, ya cos superficiales con restos fecales de la superficie o proce-
que la mayoría de los casos no se comunican, bien por una dentes del desbordamiento de letrinas8.
limitación de la capacidad de vigilancia epidemiológica de Se han propuesto otros factores que podrían resultar re-
los países implicados o por las repercusiones sociales, políti- levantes, destacando los ciclos climáticos, los desastres natu-
cas y económicas. La Organización Mundial de la Salud rales (inundaciones, ciclones y terremotos), los movimientos
(OMS) estima que solo se informa oficialmente del 5-10% poblacionales (casos importados), las actividades humanas
de los casos que ocurren anualmente4. estacionales o factores inmunes dependientes de las pobla-
En función de su patrón de presentación, el cólera se cla- ciones afectadas3,8.
sifica en endémico o epidémico.
La OMS define una población como endémica cuando se Aspectos microbiológicos
confirma la presencia de Vibrio cholerae mediante el cultivo de Vibrio choleare pertenece a la familia Vibrionaceae. Se trata de
muestras fecales en al menos 3 de los últimos 5 años2. En una bacteria Gram negativa con forma de bastón curvado,
estas zonas, los niños menores de 5 años representan el co- capaz de producir enfermedad en los seres humanos2. Su ni-
lectivo de mayor riesgo (2-4 veces mayor que el de la pobla- cho ecológico abarca aguas costeras y estuarios salinos, a me-
ción general), preponderando entre ellos formas más graves nudo en asociación con el zooplancton y los mariscos. La
de enfermedad, al disponer de niveles bajos de inmunidad quitina presente en el zooplancton constituye la fuente prin-
preexistente frente al cólera3,5. cipal de carbono y nitrógeno de V. cholerae, facilita y regula la
En la actualidad, África representa el mayor reservorio de transferencia horizontal de genes y ofrece protección ante
esta enfermedad. Se calcula que anualmente se producen temperaturas bajas o ambientes con pH ácido como el estó-
unos 2,9 millones de casos, con unas 95.000 muertes en 69 mago de los seres humanos7,9.
países endémicos. Un 60% de los casos (y hasta un 68% de Se han descrito más de 200 serogrupos de Vibrio cholerae
las muertes) se producen en el África subsahariana, mientras basados en el antígeno somático (O), componente del lipo-
que el Sudeste Asiático concentra un 29% de los casos4,5. La polisacárido de la membrana externa. Tradicionalmente se
mayoría de los países afectados declara una tasa de letalidad consideraba que solo los serogrupos O1 y O139 tenían rele-
(TL) inferior al 5%; sin embargo durante los brotes, la TL vancia clínica, al ser los únicos con capacidad toxigénica y,
puede llegar a aproximarse al 50% en los grupos más vulne- por tanto, capaces de causar cólera. El serogrupo O1 se sub-
rables2. divide en dos biotipos fenotípicamente diferentes, clásico y
El cólera epidémico requiere para su instauración la in- El Tor. Ambos biotipos pueden subdividirse a su vez en dos
troducción exógena de Vibrio cholerae en una población no serotipos mayoritarios Inaba y Ogawa (y un serotipo inesta-
expuesta3. Las tasas de incidencia en este caso suelen ser in- ble denominado Hikojima) en base a la O-metilación del
dependientes de la edad y, al asentarse sobre poblaciones sin antígeno O6,10,11.
inmunidad preexistente, el rango de manifestaciones clínicas Aunque la quinta y la sexta pandemias (y presumible-
suele ser más severo6. mente las pandemias anteriores) fueron causadas por V. cho-
A pesar de su utilidad conceptual, los términos endémico lerae O1 biotipo clásico, la séptima pandemia originada en el
y epidémico no dejan de ser extremos de un espectro conti- año 1961 fue producida por el biotipo El Tor, logrando des-
nuo, pudiendo hablar de un brote epidémico en poblaciones plazar al biotipo clásico, más sensible a las fluctuaciones am-
endémicas cuando su repercusión es significativa3. Estos bro- bientales6,9. En el año 1992 surgió en el sur de Asia una epi-
tes surgen superpuestos a la enfermedad endémica existente, demia por un nuevo serogrupo de V. cholerae denominado
mediados por los ciclos de variabilidad climática y la dismi- O139, genéticamente derivado de las cepas El Tor de la sép-
tima pandemia. El serogrupo O139 se caracteriza por una (AMPc). Este aumento de la concentración intracelular de
modificación genética del lipopolisacárido y la adición de AMPc produce un desequilibrio en el transporte de electro-
una cápsula, probablemente por transferencia horizontal litos a través de la membrana celular apical de los enteroci-
de material genético2,3. Sin embargo, su relevancia en la ac- tos, dando lugar a un descenso en la recaptación de sodio y a
tualidad es anecdótica, siendo la mayoría de los casos actuales un aumento de la excreción de cloruro y bicarbonato por la
producidos por el serogrupo O1 El Tor, serotipos Inaba y estimulación de un canal denominado cystic fibrosis transmem-
Ogawa. brane conductance regulator, produciendo una diarrea secreto-
Se han descrito cuatro grupos clonales de cepas El Tor en ra3. Además del efecto directo de la toxina sobre la produc-
base al mapa epidemiológico: el clon australiano, el clon de ción de AMPc en los enterocitos, la secreción intestinal
la costa del golfo de Estados Unidos, el séptimo clon pandé- inducida por la toxina puede tener un componente neuroló-
mico y el clon latinoamericano. Sin embargo, las técnicas gico añadido, induciendo la liberación de péptido intestinal
actuales de identificación de polimorfismos de un solo nu- vasoactivo desde las redes neurales intestinales. Se han des-
cleótido (single nucleotide polymorphisms) en genoma completo crito otras muchas toxinas (además de HapA, mucinasas y
han posibilitado una mejor caracterización de los aislados, neuroaminidasas) producidas por Vibrio cholerae que podrían
identificando variantes del biotipo El Tor que comparten ca- contribuir a la diarrea3.
racterísticas fenotípicas del biotipo El Tor y la secreción de Aunque esta bacteria ejerce su efecto a lo largo de todo
enterotoxinas propias del biotipo clásico. Algunas de estas el intestino, diversos estudios de perfusión intestinal mues-
variantes descritas parecen producir un enfermedad más gra- tran que hasta un 80-90% de las secreciones inducidas por el
ve, probablemente como consecuencia de una mayor pro- cólera proceden de las porciones más proximales del mismo.
ducción de toxina3,12,13. Al avanzar hacia los estadios finales del ciclo infeccioso
del cólera, muchos de los factores de virulencia descritos han
Factores de virulencia y patogénesis de ser reprimidos, facilitando el desprendimiento y la dise-
Los dos principales factores de virulencia expresados por minación de bacterias de vuelta al entorno en forma de bac-
V. cholerae O1 y O139 son: la toxina del cólera (TC), una terias libres y agregados de bacterias en forma de biopelícu-
exotoxina capaz de producir una diarrea profusa en agua de las14. Esta regulación depende, en gran medida, del quorum
arroz, y el pilus corregulado con la toxina (toxin-coregulated sensing, que permite a las bacterias ejercer un control sobre
pilus –TCP–), un pilus tipo IV involucrado en la adherencia su densidad poblacional mediante la expresión de pequeñas
y formación de microcolonias en los estadios iniciales de la moléculas, y el control de señales de HapR3.
colonización intestinal14.
Tras las ingestión de un inóculo de V. cholerae, la mayor Base genética. Vibrio cholerae posee dos cromosomas circu-
parte de las bacterias son erradicadas por la acidez gástrica, lares, uno grande y otro de menor tamaño, que actúan como
los ácidos biliares, la osmolaridad elevada, la limitación de un sistema de captura de genes, un superintegrón.
hierro, los péptidos antimicrobianos y la privación intermi- Los genes que codifican el TCP forman parte de un con-
tente de nutrientes en el tracto gastrointestinal14. Los mi- junto denominado isla de patogenicidad de V. cholerae (vibrio
croorganismos supervivientes colonizan la superficie intesti- pathogenicity island –VPI-1–), siendo característico de las ce-
nal gracias a la acción de diferentes elementos, entre los que pas de V. cholerae O1 El Tor de la séptima pandemia la pre-
destacan: a) la presencia de HapA, una hemaglutinina/Zn- sencia de una segunda isla de patogenicidad VPI-26. Dentro
metaloproteasa soluble que facilita la penetración bacteriana de este grupo de genes, tcpA codifica la subunidad mayor del
en la capa de moco intestinal; b) el flagelo polar, que posibi- pilus14.
lita la movilización de la bacteria hacia la superficie epitelial Por otro lado, los genes de la TC (ctxA y ctxB) están co-
en base a estímulos quimiotácticos y c) el TCP previamente dificados dentro del genoma de un bacteriófago filamentoso
mencionado3,6. La motilidad flagelar parece estar involucra- denominado CTXe, que difiere ligeramente entre los bioti-
da en la regulación de la expresión génica de los factores de pos clásicos y El Tor3,14. El receptor de la superficie bacteria-
virulencia, de forma que su cese induce entre otros, la trans- na reconocido por este bacteriófago es el TCP. El desarrollo
cripción de tcpA y del gen ctxA de la TC14. de virulencia en V. cholerae implica por tanto la adquisición
La toxina producida por Vibrio cholerae (84 kDa) se com- inicial de VPI-1 seguida de CTXe3,6.
pone de una subunidad A toxigénica (28kDa), unida de forma Algunas cepas de V. cholerae O139 y O1 El Tor han adqui-
no covalente a través de su extremo carboxi-terminal (CTA- rido un elemento transmisible denominado SXT que media la
2) a un anillo integrado por cinco subunidades B idénticas resistencia a cotrimoxazol y a estreptomicina. La adquisición
(11,6 kDa) con gran afinidad por el receptor de superficie de genes de resistencia adicionales en este elemento SXT ha
celular monosialosil gangliósido GM1 de las células epitelia- propiciado el desarrollo de resistencias frente a tetraciclina,
les intestinales. Tras la unión de la subunidad B de la toxina eritromicina, ciprofloxacino, o combinaciones de ellos6.
al receptor GM1 de superficie celular, la toxina es endocitada
y trasladada al retículo endoplasmático a través de una vía de Transmisión
transporte retrógrada. En el retículo endoplasmático parte Vibrio cholerae se disemina por ruta fecal-oral, precisando de
de la subunidad A (CTA-1) se disocia del pentámero de su- una dosis infectiva alta (108 organismos) para causar enfer-
bunidades B para entrar en el citosol, donde cataliza la ADP- medad. La dosis infectiva será menor en aquellos indivi-
ribosilación de la subunidad G de la adenilato ciclasa (Gs_), duos con una barrera ácida gástrica disfuncional o cuando
dando lugar a un aumento de la producción de AMP cíclico los vibrios se ingieran con alimentos capaces de neutralizar
el ácido gástrico. La transmisión de persona a persona está cholerae no es un patógeno invasivo, el desarrollo de inmu-
bien documentada. Los pacientes asintomáticos habitual- nidad vendría dado por la estimulación de la mucosa intes-
mente excretan vibrios en heces durante unas 24 horas tinal, que induciría la producción de inmunoglobulinas IgA
(≈103 vibrios/g), contribuyendo, en menor medida que los secretoras (IgAs) como parte de la respuesta adaptativa.
pacientes sintomáticos, a su diseminación. Los pacientes Unos 8 días después del desarrollo de síntomas se produ-
con síntomas pueden excretar vibrios desde antes de la apa- ce un pico de linfocitos circulantes específicos frente a antí-
rición de la enfermedad hasta 1 o 2 semanas tras el inicio de genos de V. cholerae. Estos linfocitos circulantes desaparecen
los síntomas, pudiendo alcanzar en casos aislados periodos con rapidez, concentrándose en la mucosa intestinal, donde
más largos de eliminación. Las deposiciones en agua de inducen un aumento de la secreción intestinal de IgAs con
arroz suelen albergar unos 107-109 vibrios por ml de depo- actividad antibacteriana y antitoxina. Posteriormente se pro-
sición, tanto en forma planctónica como formando comu- duce un aumento progresivo en el título de anticuerpos séri-
nidades bacterianas3,14. Los vibrios excretados en heces pre- cos, entre los que se encuentran los anticuerpos vibriocidas,
sentan un fenotipo hiperinfectivo, es decir, la dosis infectiva alcanzando su nivel máximo entre la primera y tercera sema-
es 10-100 veces menor que la de los microorganismos am- na tras la infección.
bientales, pudiendo persistir en el agua durante 5-24 horas El nivel sérico de anticuerpos vibriocidas es el marcador
en este estado6. Por lo tanto, la distribución de pacientes serológico de inmunidad mejor caracterizado, así como una
sintomáticos influirá en la cantidad de V. cholerae circulante aproximación útil al estado inmune de la mucosa intestinal.
y en su capacidad para diseminar la enfermedad, ya sea en- Los anticuerpos vibriocidas son específicos frente al serogru-
tre personas o desde el entorno11. po de Vibrio cholerae que desencadena la respuesta inmune,
no existiendo inmunidad cruzada entre serogrupos, pero sí
Susceptibilidad e inmunidad del huésped entre serotipos. En el caso de Vibrio cholerae O1, los anticuer-
La susceptibilidad al cólera viene determinada por diferentes pos generados serán específicos del lipopolisacárido O1,
factores genéticos y nutricionales del huésped. La presencia mientras que para Vibrio cholerae O139 irán dirigidos frente
de niveles bajos de acidez gástrica se ha relacionado con pre- al lipopolisacárido O139.
sentaciones más graves de la enfermedad. Del mismo modo, Tras un episodio agudo de cólera, la duración de la inmu-
el hecho de poseer un grupo sanguíneo O se asocia con ma- nidad adquirida frente a episodios subsecuentes de infección
yor riesgo de padecer formas graves de enfermedad por el por serogrupos de Vibrio cholerae homólogos es de al menos
biotipo El Tor, sin haber llegado a esclarecerse el motivo3,11. 3 años. La protección adquirida tras la inmunización con el
En lo referente a aspectos nutricionales, la desnutrición biotipo clásico parece ser más pronunciada, siendo más du-
no parece ser un factor de riesgo para la infección por radera tras la infección con el serotipo Inaba que con el se-
V. cholerae. Sin embargo, la deficiencia de retinol (vitamina rotipo Ogawa3,11.
A), un micronutriente que contribuye a la inmunidad de la La relevancia de la protección derivada de otros anti-
mucosa intestinal, es un factor de riesgo asociado con la in- cuerpos antibacterianos, incluyendo los anticuerpos frente a
fección por V. cholerae y con el desarrollo de una enfermedad los TCP, se desconoce3.
sintomática. El zinc, otro micronutriente que contribuye a la
inmunidad de la mucosa intestinal, puede agotarse durante
la enfermedad diarreica, por lo que su administración oral Manifestaciones clínicas
revierte este déficit, dando como resultado una reducción
sustancial del volumen de las heces y del tiempo hasta la re- Síndromes clínicos
solución de la diarrea11. La lactancia materna en el momento El espectro de manifestaciones clínicas asociadas al cólera
de la exposición parece ejercer un efecto protector3. puede oscilar desde una colonización asintomática hasta for-
mas más graves de enfermedad (cholera gravis), dependiendo
Respuesta innata. El cólera parece comportarse como una de factores como el inóculo ingerido, el biotipo y la existen-
infección no inflamatoria, al no inducir cambios significati- cia de inmunidad preexistente en el hospedador11.
vos en la mucosa intestinal ni en la integridad arquitectónica La presentación clínica del cólera difiere, por tanto, entre
del intestino delgado. Entre los elementos de la respuesta regiones endémicas y epidémicas. En entornos endémicos,
inmune innata desencadenados por el cólera destacan una las tasas de infección asintomática por V. cholerae oscilan en-
regulación positiva de citoquinas proinflamatorias (incluyen- tre el 40 y el 80%, pudiendo manifestarse como una diarrea
do IL-1` y factor de necrosis tumoral), la expresión de diver- leve, indistinguible de la infección por otros patógenos enté-
sas proteínas bactericidas (LPLUNC1) y la migración de ricos. Sin embargo, entre los individuos que desarrollan sín-
neutrófilos a la lámina propia. Uno de los polimorfismos de tomas, hasta un 20% tendrá manifestaciones severas (espe-
la región promotora del gen LPLUNC1 se ha asociado con el cialmente niños menores de 5 años y personas no expuestas)15.
desarrollo de formas graves de cólera, sugiriendo que la va- En un contexto epidémico, la distribución de los casos graves
riabilidad natural de la respuesta innata puede afectar la sus- de enfermedad será independiente de la edad, presentando
ceptibilidad del hospedador11. altas tasas de letalidad6.
Tras la ingestión de agua o comida contaminada, el pe-
Respuesta adaptativa. La respuesta inmune inicial frente riodo de incubación es de entre 12 horas y 5 días antes de la
a la infección por cólera se centra en las moléculas de la aparición de síntomas. La presentación clínica inicial suele
superficie del Vibrio cholerae y en su toxina. Dado que Vibrio ser de instauración súbita, comenzando con dolor abdominal
ciones clínicas serán diferentes (ta- *En algunos niños, los ojos suelen aparecer algo hundidos, por lo que es útil preguntarle a la madre si observa diferencias
respecto a su estado basal.
bla 1). En fases leves, el paciente **Puede ser menos útil en aquellos
***Porcentaje del peso corporal.
pacientes con marasmo, Kwashiorkor u obesidad.
puede referir sed o mostrarse irri- Adaptada de Clemens JD, et al3, Benett JE, et al16.
table. En fases graves, los pacientes
pueden presentar letargia, un pulso radial rápido y filiforme Otras complicaciones descritas incluyen diversas mani-
(pudiendo llegar a ser difícil de palpar) pérdida de la turgen- festaciones derivadas de la hipoperfusión tisular secundaria a
cia cutánea, reducción del ritmo diurético, hipotensión, ta- la deshidratación: la insuficiencia renal aguda, accidentes ce-
quipnea y hundimiento de ojos. En casos de deshidratación rebrovasculares (especialmente en pacientes ancianos), hipo-
extrema, pueden llegar al shock hipovolémico3,6,15. termia o neumonías aspirativas secundarias a los vómitos. En
El cólera seco es una forma inusual de la enfermedad en las mujeres embarazadas aumenta el riesgo de abortos espon-
la que el líquido se acumula en la luz intestinal, pudiendo táneos, partos prematuros o mortinatos3,6.
alcanzar estadios avanzados de deshidratación sin presentar
diarrea. El tratamiento de estos casos es especialmente com- Diagnóstico
plejo, por la dificultad para valorar el grado de deshidrata-
ción del paciente6,16. Criterios clínicos de sospecha
Según la OMS, la sospecha de cólera debe establecerse ante
Complicaciones cualquier niño de 2 o más años o adulto con deshidratación
Las complicaciones asociadas al cólera de mayor riesgo son grave o fallecido a consecuencia de una diarrea acuosa aguda
el shock hipovolémico y las alteraciones electrolíticas. Dado (generalmente acompañada de vómitos) en un área sin casos
que las heces acuosas inducidas por el cólera son ricas en conocidos, o ante cualquier paciente con diarrea acuosa agu-
sodio, cloruro, bicarbonato y potasio, las alteraciones elec- da o fallecido por ese motivo en un área con casos confirma-
trolíticas serán las derivadas de estas pérdidas. La hipopota- dos17 (tabla 2).
semia puede producir calambres musculares y debilidad, así Los niños menores de 2 años en áreas no endémicas son
como arritmias cardíacas e íleo paralítico. La hipocalcemia excluidos de la definición por la alta prevalencia de diarrea
desencadena espasmos musculares y tetania tratables me- acuosa aguda causada por otras infecciones, especialmente
diante la administración intravenosa de gluconato cálcico. La rotavirus, en estos grupos de edad18.
acidosis metabólica derivada de la pérdida de bicarbonato y
la acidosis láctica resultante de la hipoperfusión tisular puede Valoración clínica inicial
manifestarse en forma de respiración de Kussmaul15. La valoración clínica inicial de un paciente con cólera debe
Los niños pueden desarrollar hipoglucemias por la de- centrarse en determinar el nivel de deshidratación, haciendo
pleción de los depósitos hepáticos de glucógeno y una gluco- una estimación del volumen de agua corporal que es preciso
neogénesis insuficiente, pudiendo llegar a presentar convul- reponer y de los requerimientos derivados de la pérdida con-
siones o incluso coma. tinua de fluidos corporales.
TABLA 3 TABLA 4
Recomendaciones de rehidratación del paciente con cóleraa Pautas antimicrobianas para el tratamiento del cólera
venosa en la primera hora, además del volumen necesario Salino normal 154 0 154 0 No
para reponer las pérdidas de fluidos en curso. Posteriormen- Solución Dhakac 133 13 98 48 140 mmol/l
Ante un paciente con vómitos intensos o pérdidas cuantiosas adultos en dosis única. La dosis de ciprofloxacino indicada en
de fluidos, deberá instaurarse tratamiento oral y endovenoso niños es de 15 mg/kg dos veces al día durante 3 días, mien-
simultáneo, hasta que los signos de deshidratación se hayan tras que en adultos se recomienda una dosis única de 1 g24.
resuelto, ante el riesgo de progresión a una deshidratación En zonas con bajos niveles de resistencia a tetraciclinas, pue-
grave en caso de mantener solo el aporte oral3,6. de utilizarse una dosis única de 300 mg de doxiciclina en
En cualquier caso, la administración de fluidos orales en adultos (tabla 4). No se recomienda la administración profi-
forma de solución de rehidratación oral deberá iniciarse tan láctica de antibióticos durante los brotes ni a viajeros que
pronto como el paciente pueda beber. visiten zonas afectas3,6.
sacáridos capsulares y el uso de sistemas de adquisición de toria epidemiológica suele proporcionar la clave para esta-
hierro, entre otros. blecer la sospecha diagnóstica16.
Suele producir infecciones cutáneas necrotizantes y Las infecciones por V. parahaemolyticus son generalmente
cuadros sépticos, sin causar manifestaciones digestivas. Las autolimitadas (con síntomas tipo gastroenteritis típicos que
infecciones se caracterizan por un corto período de incuba- se resuelven en pocos días), por lo que su incidencia está in-
ción, con aparición de manifestaciones clínicas en las pri- fraestimada27.
meras 24 horas tras la exposición, en forma de escalofríos y V. parahaemolyticus posee la capacidad de producir dos he-
fiebre, seguido de hipotensión (en el 33% de los casos), y molisinas, la hemolisina directa termoestable (TDH) y la
del desarrollo de lesiones cutáneas metastásicas en las 36 hemolisina relacionada con TDH (TRH), ambas con activi-
horas posteriores al inicio (en el 75% de los casos). La afec- dad enterotóxica. Las cepas sin estas hemolisinas no suelen
tación cutánea inicial suele ser en forma de lesiones erite- ser virulentas16. V. parahaemolyticus es también capaz de des-
matosas con dolor intenso, progresando rápidamente a ve- encadenar una reacción inflamatoria directa en la mucosa del
sículas o bullas llenas de líquido y finalmente a úlceras intestino delgado.
necróticas16. La TL entre los pacientes con bacteriemia es La clínica intestinal causada por esta bacteria oscila, por
de más del 50%. Más del 90% de estos pacientes había con- tanto, desde una diarrea acuosa leve a un cuadro disentérico
sumido ostras crudas en los 7 días previos a la aparición de menos extenso que el producido por una shigellosis16. A me-
la enfermedad16. nudo comienza de forma súbita dentro de las 24-72 horas
V. vulnificus puede causar también enfermedad mediante tras la ingesta del alimento contaminado, pudiendo asociar
la contaminación de heridas superficiales con agua del mar, cólicos abdominales y náuseas; menos de la mitad de los ca-
ocasionando el rápido desarrollo de una celulitis que puede sos presentan fiebre, escalofríos o cefalea. La pérdida de flui-
progresar a vasculitis necrotizante con formación de úlceras, dos raramente es grave, y la muerte secundaria a esta infec-
tanto en personas sanas como en pacientes inmunosuprimi- ción es rara, pudiendo ocurrir en niños de corta edad,
dos16. ancianos o individuos con enfermedades subyacentes16. La
La celulitis causada por V. vulnificus responde general- infección de heridas cutáneas y la septicemia pueden ocurrir
mente bien al tratamiento antibiótico, siendo esencial su ad- pero con mucha menos frecuencia27.
ministración precoz en combinación con el desbridamiento La mayoría de los pacientes con clínica gastrointestinal
del tejido desvitalizado. Las fluoroquinolonas, las cefalospo- no requiere tratamiento al ser un proceso autolimitado; sin
rinas de tercera generación y doxiciclina son muy activas embargo, si la diarrea persiste más de 5 días, puede instaurar-
frente a esta bacteria. Las tasas de su-
pervivencia son mejores en aquellos
pacientes tratados con la combinación
de minociclina o ciprofloxacino y una
cefalosporina de tercera generación,
siempre asociadas a una intervención
quirúrgica precoz16.
V. parahaemolyticus
V. parahaemolyticus es un bacilo Gram
negativo pleomórfico anaerobio facul-
tativo. Crece preferentemente en aguas
marinas cálidas (más de 15ºC) y de baja
salinidad (menos de 25 ppt NaCl)27,
entrando en un estado viable no culti-
vable en presencia de condiciones ad-
versas.
Es la bacteria productora de intoxi-
caciones alimentarias asociada con más
frecuencia al consumo de marisco crudo
o poco cocinado (por ejemplo, ostras),
habiéndose comunicado numerosos
brotes por todo el mundo27. La trasmi-
sión de persona a persona no ha sido
documentada, sugiriendo que la dosis
infectiva en individuos sanos es relativa-
mente elevada16.
Dada la falta de especificidad de la
clínica asociada a esta infección, la his- Fig. 1. Tinción de Gram y colonias de Vibrio alginolyticus en agar sangre, agar Macconkey y TCBS.
la administración de tratamiento antibiótico apropiado27. ✔8. Rebaudet S, Sudre B, Faucher B, Piarroux R. Cholera in coastal Africa: a
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prevention. J Infec. 2017;74:S66-S73.
ción. La adquisición por transferencia horizontal de esta isla 16. Benett JE, Dolin R, Blaser M, editors. Mandell, Douglas, and Bennett’s
de patogenicidad sería el paso inicial para la adquisición de Principles and practice of infectious diseases. 8ª ed. Philadelphia: Elsevier
Saunders; 2015.
capacidad epidémica de estas cepas de V. cholerae no-O1/139.
Las cepas de V. cholerae no-O1/O139 producen un amplio
✔
17. Interim Guidance Document on Cholera Surveillance. In: Group. GT-
FoCCGSW, editor. 2017.
espectro de enfermedades diarreicas que van desde la diarrea ✔
18. Organization WH. The treatment of diarrhoea: a manual for physicians
and other senior health workers. En: Organization WH, editor. Geneva
acuosa severa (indistinguible del cólera) hasta una diarrea 2005.
leve y raramente causan bacteriemia. Algunos aislados clíni- ✔
19. Walton DA, Ivers LC. Responding to cholera in post-earthquake Haiti.
N Engl J Med. 2011;364(1):3-5.
cos de V. cholerae no-O1/139 producen TC, pero la mayoría ✔
20. Management of the patient with cholera. En: Programme WHODDC,
editor. Geneva 1992.
son no tóxicos. Entre las manifestaciones extraintestinales
destacan las infecciones de oído y las infecciones de heridas
✔
21. Ramakrishna BS, Venkataraman S, Srinivasan P, Dash P, Young GP, Bin-
der HJ. Amylase-resistant starch plus oral rehydration solution for chole-
ra. N Engl J Med. 2000;342(5):308-13.
cutáneas relacionadas en muchos casos con la exposición re-
creativa al agua de mar contaminada16,27.
✔
22. Saha D, Karim MM, Khan WA, Ahmed S, Salam MA, Bennish ML. Sin-
gle-dose azithromycin for the treatment of cholera in adults. N Engl J
Med. 2006;354(23):2452-62.
Las infecciones por V. cholerae no-O1/O139 son frecuen-
temente infradiagnosticadas por la falta de sospecha clínica. ✔
23. Kaushik JS, Gupta P, Faridi MM, Das S. Single dose azithromycin versus
ciprofloxacin for cholera in children: a randomized controlled trial. In-
Su identificación en medios de cultivo enriquecidos apropia- dian Pediatr. 2010;47(4):309-15.