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MARCO TEORICO

DESARROLLO DE LA CAVIDAD ABDOMINAL


Como consecuencia del plegamiento cefalocaudal y lateral, una porción del saco vitelino
esta revestida por endodermo quedando incorporada al embrión para formar el
intestino primitivo. El intestino se divide en 3 porciones: anterior, medio y posterior. El
intestino medio comunica con el saco vitelino temporalmente por medio del
conducto onfalomensentérico.

Intestino anterior.
Se extiende desde la membrana bucofaringea hasta la 2° porción del duodeno(ampolla
de Vater).

Esófago
Su pared nace del esbozo traqueopulmonar, aproximadamente a la 4° semana.
El endodermo lo reviste hasta ocluir la luz. Al final del periodo embrionario, la luz se abre
y se diferencia el endodermo en epitelio plano estratificado. La muscular del 1/3
superior es estirada y deriva de los 4°y 5° arcos faríngeos; los 2/3 distales es
liso y deriva del mesodermo esplácnico.

Estomago
Crece como una dilatación cuyo borde dorsal crece más rápido que el ventral. Luego gira
90°, quedando el borde dorsal hacia fuera y el ventral hacia dentro. Esta unido al
mesenterio dorsal a la pared posterior del abdomen. Cuando rota hacia la derecha,
arrastra el mesenterio hacia la izquierda, formando la trascavidad de los
epiplones. En su pared anterior presenta el mesenterio anterior, que al
formarse el hígado, constituye el ligamento gastrohepático.

Duodeno
Se desarrolla a partir de la porción caudal del intestino anterior y la porción cefálica del
intestino medio. A este nivel desemboca el colédoco. La luz del duodeno se cierra por
ploriferación del endodermo para formar el epitelio, que después se abre. El mesenterio
anterior y posterior forman el ligamento de Treiz.

Hígado y vías biliares


Aparece en la 3° semana como un brote endodérmico en la parte más caudal del
intestino anterior en el mesenterio ventral.
Se divide en 2 porciones: una cefálica grande que dará origen al parénquima, a las vías
biliares intrahepáticas y los conductos hepáticos. La porción caudal que es más pequeña,
dará origen a la vesícula biliar y al conducto cístico.
El mesenterio ventral dará origen al epiplón gastrohepático, al peritoneo viseral del
hígado y al ligamento falciforme o suspensorio del hígado.

Páncreas
Se desarrolla a partir de la 5° semana, en la parte caudal del intestino anterior, a partir
de brotes endodérmicos dorsal y ventral.
El borde ventral forma el proceso unciforme y la cabeza pancreática. Gira hacia atrás y
se fusiona con el brote dorsal que formara la parte restante de la glándula. Los cordones
se diferencian en acinos.

Intestino medio
Se extiende desde el colédoco hasta el 1/3 proximal del colon. Su crecimiento
es longitudinal y lo hace fuera de la cavidad abdominal entre la 6° y 9° semana.
El intestino medio se ubica en el plano sagital y su vértice se encuentra en el conducto
onfalomesentérico o vitelino. El intestino medio gira 90° formando el asa vitelina. En el
segmento postvitelino aparece la dilatación del ciego.
A medida que se cierra la hernia fisiológica, el intestino vuelve a la cavidad abdominal.
Se produce un giro de 180° y el ciego queda a la derecha. El segmento previtelino forma
las asas intestinales y el postvitelino constituye la parte terminal del íleon y una parte
del colon. El colon es un vestigio del desarrollo del ciego.

Intestino posterior.
Se extiende desde el 1/3 distal del colon transverso hasta la membrana cloacal.
En la 6° semana, la porción caudal esta comunicada con la alantoides por su
pared ventral y por los conductos de Wolff a los lados. La cloaca se dilata
en sentido cefalocaudal, por la formación del tabique urorrectal, que crece
en sentido caudal produciendo pliegues en la membrana cloacal, que termina
dividiéndose en recto y conducto anal superior hacia el dorso; y el seno urogenital
ventralmente.
La membrana cloacal esta formada por el endodermo cloacal y el ectodermo superficial.
La membrana anal desaparece al final de la 7° semana

DESARROLLO DEL APARATO RENAL


El desarrollo del riñón ocurre al mismo tiempo que la morfogénesis de la gónada, en
este proceso participa el mesodermo intermedio. Durante el plegamiento horizontal del
embrión, el mesodermo intermedio pierde su conexión con los somitas y el mesodermo
lateral para formar una elevación longitudinal bilateral llamada reborde urogenital que
se encuentra a los lados de la línea media extendiéndose desde la futura región cervical
hasta la región pélvica en desarrollo
Durante el desarrollo del embrión de los mamíferos se produce la diferenciación de tres
riñones diferentes: pronefros, mesonefros y metanefros. De ellos, tan sólo el tercero,
el metanefros, dará lugar al riñón adulto. El metanefros comienza a desarrollarse al final
de la quinta semana y no es completamente funcional hasta el inicio de la vida fetal,
hacia el final de la octava semana de gestación. El origen del metanefros es doble. Por
un lado, una región especializada de la cresta urogenital, la masa metanefrogénica o
mesénquima metanéfrico, se diferencia para dar lugar principalmente a la parte
glomerular del riñón y a los túbulos contorneados. Las estructuras tubulares colectoras
del riñón derivan de un divertículo que emerge de la parte final del conducto de Wolf
cerca de la cloaca: la Yema ureteral. Este divertículo se expande dentro de la masa
metanefrogénica y se ramifica para dar lugar a las estructuras colectoras de la orina:
pelvis renal, cálices, y túbulos colectores. La parte final, próxima a la cloaca, dará lugar
al uréter. El resto de los canales tubulares del riñón derivan de una forma combinada
tanto del mesénquima metanéfrico como de la yema ureteral. Una vez formado el
metanefros, empieza a migrar desde la pelvis, donde se ha desarrollado, hasta la parte
superior posterior del abdomen. Una vez situado en su localización definitiva, se
desarrolla la red de vasos sanguíneos del riñón.

Imagen
A) Esquema transversal de un embrión durante la tercera semana que muestra la
relación del mesodermo intermedio con el mesodermo somítico y mesodermo lateral.
B) Esquema sagital de un embrión durante la cuarta semana donde se muestra la
formación del reborde urogenital.

CAPAS EMBRIONARIAS
Las capas embrionarias son capas provenientes de la segmentación del cigoto.
El ectodermo: de él derivarán los epitelios con sus órganos anejos (pelos, plumas
glándulas, escamas), el tejido nervioso y los órganos de los sentidos.
El endodermo: originará el tubo digestivo, pulmones, hígado, páncreas, etcétera.
El mesodermo: desarrollará el tejido muscular, el corazón y los tejidos conjuntivos y
esqueléticos.

1. ¿De qué capa embrionaria proviene el hígado? Estructuras formadas a partir de


cada una de ellas.
El parénquima hepático surge por brotes epiteliales de origen endodérmicos a nivel
del duodeno, ese brote o evaginación forma la yema hepática en forma de Y invertida.

 La rama más craneal origina al hígado y el conducto hepático


 La rama posterior origina a la vesícula biliar y al conducto cístico
 La porción que se mantiene unida alduodeno da lugar al conducto
extrahepático principal denominado colédoco. Ese brote endodérmico al crecer
se rodea del mesénquima de donde se forma el estroma del hígado.
2. ¿Qué importancia tiene el metanefros? ¿Cómo se diferencian los conductos de Wolf
y de Müller?
Metanefros o riñón definitivo: Durante la 5° semana sus unidades excretoras se
desarrollan a partir del mesodermo metanéfrico. El riñón tiene 2 orígenes: 1) del
mesodermo metanéfrico que proporciona las unidades excretoras y 2) del brote uretral
que da origen al sistema colector. El tercer órgano excretor que se desarrolla en el
embrión de los vertebrados. Consiste en una estructura compleja de túbulos secretores
y colectores, formada posteriormente al mesonefros, a partir del extremo caudal del
cordón nefrogénico y el conducto mesonéfrico. En la mayoría de los mamíferos existe
una utilización funcional limitada del riñón metanefrico durante la vida fetal, puesto que
los materiales de desecho son transferidos a través de la placenta hacia la madre para
su eliminación. Los embriones, independiente del sexo genético, poseen: los conductos
paramesonéfricos o de Müller y los conductos mesonéfricos de Wolff. El conducto
paramesonéfrico o de Müller aparece como una evaginación del epitelio celómico del
pliegue urogenital. El conducto desemboca en la cavidad celómica por medio de una
estructura infundibular. En la línea media se pone en contacto con su homólogo
contralateral, se fusionan para formar el conducto uterino. El extremo caudal de los
conductos combinados, se proyecta hacia la pared posterior del seno urogenital, donde
se forma el tubérculo paramesonéfrico o de Müller. Los conductos mesonéfricos
desembocan en el seno urogenital a cada lado del tubérculo de Müller. En la
diferenciación masculina el primer signo es la degeneración de los conductos de Müller,
en la zona próxima a la gónada (el testículo), que comienza de inmediato a la formación
de los primeros túbulos seminíferos, a la 6-7 semana. Terminada la regresión de los
conductos de Müller se inicia la transformación de los conductos de Wolf en sentido
masculino: La porción más próxima al testículo forma el epidídimo, la porción central el
conducto deferente, mientras que las vesículas seminales surgen por dos brotes de su
zona inferior, antes de que desemboquen en el seno urogenital. La porción prostática y
membranosa de la uretra se desarrolla de la zona pélvica del seno urogenital. La
diferenciación femenina supone el desarrollo de los conductos de Müller, mientras que
los de Wolf degeneran y quedan solo vestigios. Las porciones cefálicas de los conductos
de Müller formaran las trompas, mientras que la porción más caudal se fusionará a la 8
1/2 semana (embriones de 27 a 30 mm.) y formará el útero. La zona más próxima de de
los conductos de Müller al seno urogenital induce la formación de los bulbos seno-
vaginales, que proliferaran formando la placa útero-vaginal, sin poder precisarse el
grado de participación de las dos estructuras originales en esta formación. Las células
de la placa útero-vaginal proliferan a partir de la semana 9, deslizándose en el tabique
urorectal y aumentando la distancia entre el útero y el seno urogenital. A la 19 semanas
(embrión de 130 mm) la placa contacta con el ectodermo perineal, más tarde las células
centrales desaparecen y dejan la luz de la vagina, que es ya aparente en el embrión de
150 mm. (21 semanas) La diferenciación masculina o femenina del sexo canalicular
depende de que exista o no una diferenciación gonadal en sentido masculino. Si se
forma un testículo, las células de Sertoli producen un hormona, el FIM factor inhibidor
de los conductos de Müller, que mediante difusión local ipsilateral produce la regresión
de los conductos de Müller, mientras que la testosterona producida por las células de
Leydig provocan, por vía sistémica el desarrollo de los conductos de Wolf y la
diferenciación masculina. Si no hay diferenciación gonadal o se forma un ovario el sexo
canalicular, en ausencia de FIM y Testosterona, es en sentido femenino.

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