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Según la doctrina “el término esponsales, proviene para algunos del latín
“sponsus” que quiere decir “esposos” para otros “spei” que quiere decir
“esperanza” o “spondere” que quiere decir “prometer”.
Con el transcurso del tiempo, los artículos que regulaban la institución de los
esponsales se han ido abreviando poco a poco, ello debido a los cambios
sociales y a la idiosincrasia de las personas; es por ello, que actualmente, en
nuestro Código Civil mantenemos aún la subsistencia de dos artículos el 239° y
el 240° que regulan los esponsales.
“Son conocidos como esponsales las personas (un varón y una mujer en nuestra
legislación) que cuentan con la promesa mutua de matrimonio; es decir, no tiene
efecto legal, ni es fuente de obligación para que las parejas contraigan
matrimonio, pues esta promesa se puede romper; como hemos sostenido, los
esponsales se encuentra regulado en el artículo 239º del Código Civil el cual
precisa: La promesa reciproca de matrimonio no genera obligación legal de
contraerlo, ni de ajustarse a lo estipulado para el caso de incumplimiento de la
misma”.(Vite, T, 2015, p.5)
3.2.1.- Colombia:
El Código Civil Colombiano regula la institución jurídica de los esponsales en su
artículo 101° el cual dispone: “los esponsales o hecho privado que las leyes
someten enteramente al honor y ciencia del individuo, y que no produce
obligación alguna ante la ley civil. No se podrá alegar esta promesa ni para pedir
que se lleve a efecto el matrimonio, ni para demandar indemnización de
perjuicios”. Por otro lado, en el artículo 111°señala: “la improcedencia de multa
por incumplimiento; tampoco podrá pedirse la multa que por parte de uno de los
esposos se hubiere estipulado a favor del otro para el caso de no cumplirse lo
prometido”. Y por último en el artículo 112° sobre la restitución de cosas donadas
sostiene: “no se opone a que se demande la restitución de las cosas donadas y
entregadas bajo la condición de un matrimonio que no se ha efectuado”.160 Es
evidente que el legislador colombiano no le confiere aspectos trascendentales a
la institución jurídica de los esponsales como tal, pues del análisis de dichos
artículos se advierte que le otorga escaso valor a la misma. Debido a que, en
caso de incumplimiento de la promesa matrimonial, este ni siquiera obliga a que
el promitente obligado le otorgue una indemnización al promitente afectado. En
ese sentido, llegaríamos a la conclusión que dentro de este ordenamiento
jurídico no tendría sentido seguir manteniendo su regulación, porque para la
idiosincrasia de la realidad colombiana, el demandar por daños y perjuicios por
la ruptura matrimonial, teniendo en cuanta que solo estima conveniente otorgar
valor jurídico a la devolución de las cosas donadas.
3.2.2.- Chile:
3.2.3.- Argentina:
3.2.4.- Uruguay:
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS