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testamentaria y
legítima
hereditaria
Derecho
Privado VII
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Libertad testamentaria y
legítima hereditaria
Sistema protectivo imperativo: Libertad de testar.
Restricciones. Legítima. Definición. Naturaleza Jurídica.
Antecedentes. Fundamento. Caracteres
A modo de introducción, en el derecho comparado, podemos distinguir dos
sistemas con relación a la facultad del causante de disponer de los bienes
por medio de testamento:
Sistema de libertad de testar: el testador tiene amplia libertad para
designar a las personas beneficiadas por las disposiciones mortis causa y
para distribuir sus bienes. En este sistema, la ley no prevé limitaciones ni
reserva parte de los bienes para determinados parientes1.
Sistema de legítima: se limita la libertad de testar, pues una determinada
porción de la herencia se confiere a ciertos parientes (legitimarios) y el
causante solo puede disponer de la porción que reste2. Dentro de este
sistema, es dable distinguir: “1) sistema con distribución forzosa de
legítima; 2) sistema con porción de distribución forzosa y otra de libre
disposición dentro de la cuota de legítima, llamado sistema de mejora.”
(Pérez Lasala, 2014).
1 Sistema receptado por Inglaterra, Canadá, la mayoría de las legislaciones de E.E.U.U., Costa Rica, Panamá, entre
otros.
2 Sistema receptado por Francia, Holanda, Uruguay, Suiza, Alemania, Brasil, Chile, Colombia, entre otros.
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Así, resulta necesario hacer algunas precisiones:
Naturaleza jurídica
Existen dos posturas con relación a la naturaleza jurídica de la legítima:
Una parte de la doctrina sostiene que la legítima es una parte o porción de
la herencia (pars hereditatis) con su activo y pasivo. Por lo tanto, los
legitimarios deben ser necesariamente herederos.
Otro sector afirma que la legítima es una porción líquida de los bienes (pars
bonorum). Es decir, lo que resulta después de deducidas las deudas y cargas.
En consecuencia, el legitimario tiene derecho a recibir la porción de bienes
que corresponden a la legítima aun cuando no ostentase la calidad de
heredero.
Tal discrepancia surgió en virtud de ciertos artículos regulados en el Código
de Vélez. El art. 3591 establecía que la legítima era un derecho de sucesión
limitado a determinada porción de la herencia, por lo tanto, los legitimarios
debían ser necesariamente herederos. Asimismo, el art. 3592 refería que
tenían una porción legítima los llamados a la sucesión. En consecuencia,
conforme a la primera postura, necesariamente primero debía ser heredero
para poder luego ser legitimario. Por otra parte, el art. 3354 señalaba que
los que tuvieran una parte legítima en la sucesión podían repudiar la
herencia sin perjuicio de tomar la legítima que les correspondiera, lo que
permitía que se pudiera ser legitimario sin ser heredero. Esta norma
reforzaba la segunda postura.
La reforma de la ley 17711 suprimió el citado art. 3354, de manera que el
legislador intentó remarcar el carácter de pars hereditatis de la legítima. Sin
perjuicio de ello, la controversia no cesó.
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El Código Civil y Comercial no explicita cuál es la naturaleza jurídica de la
legítima. Por un lado, elimina el concepto de legítima como "porción de la
herencia", de modo tal que podríamos presuponer que se acerca entonces
a una legítima pars bonorum; sin embargo, los únicos legitimarios señalados
en la ley son herederos, por lo que podría sostenerse que para poder ser
legitimario, debe tenerse tal calidad. En consecuencia, la legítima es pars
hereditatis. (Pitrau y Dangeli, 2014, p. 383).
La mayoría de los autores se inclinan por sostener la primera posición,
porque ser heredero es el requisito previo y necesario para ostentar la
calidad de legitimario, y si el heredero recibe la herencia, la legítima
ineludiblemente debe ser parte de ella (Azpiri, 1998, p. 294).
Pérez Lasala (2014, tomo 2, p. 214) señala que la legítima implica la reserva
de una porción de la herencia en favor de los legitimarios (pars hereditatis)
o de una porción líquida de los bienes (pars bonorum) según si la legítima se
recibe por ser heredero intestado o testamentario, o se otorgue por otros
títulos, respectivamente.
Antecedentes históricos
Caracteres
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Inviolabilidad: prescribe el art. 2447 que el testador no puede imponer
gravamen o condición alguna a las porciones legítimas; si lo hace, se
tendrán por no escritas.
Irrenunciabilidad: afirma el art. 2449 que es irrenunciable la porción
legítima de una sucesión no abierta.
Instituto de orden público: es inconmovible por la voluntad del propio
titular de los bienes.
Limitación legal: constituye un freno a la libertad de testar que es
impuesto por la ley.
Legitimarios. Definición
Los legitimarios son los titulares de la porción legítima. El art. 2444 establece
que son tales:
los ascendientes;
los descendientes;
el cónyuge.
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hereditario (activo bruto menos las deudas), a lo que deben adicionarse las
donaciones.
3 Art. 2446 - Ley N° 26.944 (2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
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causante, la parte del cónyuge es sacada de la legítima mayor; esto es, 2/3,
y se mantiene intacta la porción disponible que es de 1/3. En el caso de
concurrencia de los hijos y el cónyuge, debe distinguirse si hay régimen de
separación de bienes o de comunidad entre los esposos. En el primero, la
legítima global es de 2/3 y el cónyuge recibe una parte igual como si fuera
un hijo más. En el segundo, si los bienes son gananciales, no hay
concurrencia, pues el cónyuge no hereda. Los descendientes reparten la
herencia por partes iguales y la legítima global es de 2/3. Si los bienes son
propios, rige lo mismo que en el sistema de separación de bienes; esto es,
que el cónyuge recibe una parte igual como si fuera un hijo más; la legítima
global es de 2/3. En el caso de existir ascendientes del difunto y el cónyuge,
concurrirán y participarán por la mitad de la herencia; la legítima global es
de ½.
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Una importante innovación en el Código Civil y Comercial está dada por la
incorporación de la mejora que puede realizar el causante a favor de los
descendientes o ascendientes con discapacidad.
Señala el art. 2447 del Código Civil y Comercial que “el testador no puede
imponer gravamen ni condición alguna a las porciones legítimas; si lo hace,
se tienen por no escritas”5. Ello se encuentra en consonancia con el principio
de inviolabilidad de la legítima, receptado en el Código de Vélez.
Si se analiza esta norma en armonía con el art. 2444, se infiere que la
protección alcanza tanto a la integridad del monto de la legítima como al
derecho de gozarla sin condicionamientos.
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La norma se aplica a las condiciones suspensivas y resolutorias, a los plazos
ciertos o inciertos, a los cargos, a los gravámenes como servidumbres, entre
otros.
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El pasivo estará integrado por las deudas del causante que no se
extinguieron con su muerte. No comprende las cargas de la sucesión, que
son obligaciones que surgen luego del fallecimiento.
Al activo neto que resulte de restar las deudas al activo bruto, deben
sumársele las donaciones hechas en vida por el causante, tanto las
efectuadas a favor de los legitimarios como a favor de terceros. Si deducidas
las deudas, no resulta activo líquido, la masa de cálculo será determinada
por el valor de las donaciones, y si afectaran la legítima, serán pasibles de
reducción.
Una vez realizadas esas operaciones, se obtendrá un monto total sobre el
que se aplicará el porcentaje que establece la ley. De esta manera, quedará
conformada la legítima global; la porción que reste es de libre disposición.
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Por su parte, el Código Civil y Comercial establece que el momento para
determinar dicho valor es el de la partición, según el estado del bien a la
época de la donación. Esto implica que el estado del bien, sea físico o
jurídico, quedó determinado por el momento de la donación y son
indiferentes los cambios que tuviere con posterioridad. Por otra parte, el
valor económico quedará determinado en el momento particional.
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la del legitimario preterido;
cuando el causante no deja bienes, pero ha efectuado donaciones.
Desde otro costado, Pérez Lasala (2014, pp. 342 y ss.) señala que podría
distinguirse la preterición errónea de la preterición intencional. En el primer
caso, la preterición obedece a ignorancia o error sobre la existencia del
legitimario omitido; en el segundo, se debe a una intención deliberada de
desconocer los derechos que la ley le concede al legitimario.
Por otra parte, se cuestiona que pueda ejercerse esta acción cuando el
causante no ha dejado bienes, pero ha efectuado donaciones, ya que cuando
la porción legítima se ve afectada por las donaciones, los legitimarios
pueden ejercer la acción de reducción.
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Efectos: reintegro de la legítima. El legitimario preterido, al ejercer la
acción no obtiene la nulidad de la institución de heredero, sino que
reduce el monto de los herederos instituidos en la proporción necesaria
para dejar a salvo su legítima.
Acción de complemento
Tal norma debe analizarse de manera armónica con los artículos que regulan
la acción de reducción.
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Caracteres:
Naturaleza jurídica:
Para una parte de la doctrina “se trata de una acción real, pues persigue un
fin reivindicador” (Aubry y Rau en Pérez Lasala, 2014, p. 263). En cambio,
otro sector sostiene que es una acción personal, ya que hay una limitación
respecto a los sujetos demandables y por su plazo de prescripción. Pérez
Lasala (2014, tomo 2, p. 263) entiende que se trata de una acción personal,
con la particularidad de que produce efectos reales. Por último, una posición
intermedia considera que se trata de una acción personal que abre camino
a una acción real contra los terceros que hubieren adquirido el dominio del
donatario (Maffia, 1986). Esta perspectiva postula que al vencer el heredero
en la acción personal, se abre una acción real para perseguir el bien en
manos de quien se encuentre.
Esto es materia de orden público, por lo que no puede ser alterado por la
voluntad del testador.
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legados se reducen en el mismo orden establecido en el
segundo párrafo del artículo 23589.
Por lo tanto, la acción de reducción puede ser ejercida contra los herederos
instituidos por testamento y contra los legatarios de cosa cierta.
Pérez Lasala (2014, p. 289) sostiene que si bien el artículo solo se refiere a
los herederos de cuota, también comprende a los herederos instituidos sin
asignación de cuota. Afirma que esto sucede cuando el testador instituye
como herederos a legitimarios y no legitimarios. Por ejemplo: el testador
nombra herederos de todos sus bienes a su único hijo y a su hermano; el
caudal relicto es de 10,000 pesos, dividido por partes iguales, es decir que le
corresponde a cada uno 5,000 pesos; pero el hijo es legitimario y la legítima
global es de 2/3, esto es: 6,666 pesos, por lo que podrá reducir la parte de
su tío en 1,666 pesos, a fin de conformar la legítima.
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Esta reducción opera de manera supletoria a la reducción de las
disposiciones testamentarias. Se reduce de la última donación a las de
fechas anteriores; es decir, en orden inverso al que fueron realizadas. Pero
puede suceder que se trate de donaciones realizadas en la misma fecha; en
ese caso, la reducción es a prorrata.
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De todo lo analizado, resulta necesario que analices las distintas situaciones:
Desde otro costado, resulta relevante analizar las soluciones previstas por el
Código Civil y Comercial en caso de perecimiento del bien donado. El art.
2455 distingue los siguientes casos:
“Si el bien donado perece por culpa del donatario, este debe su valor. Si
perece sin su culpa, el valor de lo donado no se computa para el cálculo de
la porción legítima. Si perece parcialmente por su culpa, debe la diferencia
de valor; y si perece parcialmente sin su culpa, se computa el valor
subsistente15.”
Acción reipersecutoria:
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Establece el art. 2458: “El legitimario puede perseguir contra terceros
adquirentes los bienes registrables. El donatario y el subadquirente
demandado, en su caso, pueden desinteresar al legitimario satisfaciendo en
dinero el perjuicio a la cuota legítima”16. En este artículo se mantiene la
solución del Código de Vélez en cuanto a la procedencia de la acción
reipersecutoria contra los terceros adquirentes, los que quedan sujetos a la
reducción de las donaciones inoficiosas. La norma alcanza a los inmuebles y
muebles registrables, por tanto, quedan fuera de la regulación las cosas
muebles a las que se aplica lo previsto para la apropiación17.
Prescripción adquisitiva:
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donatario poseedor oponer la excepción de prescripción adquisitiva. Así, se
pretende solucionar el problema que las donaciones tienen en el tráfico
jurídico.
La posesión se produce cuando se efectúa la donación; si la realiza el
causante y fallece luego de diez años de realizada, esa donación no puede
ser sujeta a reducción, porque no forma parte de la masa que sirve de base
para determinar la legítima.
Críticas:
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Referencias
Azpiri, J. O. (1998). Manual de derecho sucesorio. Buenos Aires: Hammurabi.
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