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Nombre: Katherine Castillo, Blas Herrera, Idream Menares, Jonathan Sánchez Profesora: Isabel
Puga, Profesor ayudante: Bernardo Hernández, Fecha: 30 de octubre ,2018.
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Freud, buscando descubrir la génesis de las enfermedades que trataba, comienza una larga
investigación que sería el comienzo de su descubrimiento y la base del posterior desarrollo de
una de las teorías más importantes del siglo XX. (apa)
Después de años de investigación, él pública el que sería el primer libro del psicoanálisis: “La
interpretación de los sueños”, un texto basado en un autoanálisis de sus propios sueños, en el
cual no solo demostraba que el sueño tenía sentido más allá de una tradición popular, sino que
también, estaba asociado a un cierto malestar en las personas (Marinelli, Mayer & Amícola.
2011)
Fue a partir de esta publicación que comienza el movimiento bautizado por su creador como
“Psicoanálisis”. El Psicoanálisis es “un saber sobre el inconsciente y un saber surgido desde el
inconsciente, que construye un conocimiento fundado en el quehacer clínico” (Sierra, 2009, p
91). Dentro de su principal aporte dentro de estos postulados se encuentra lo que él denominó
como “inconsciente”.
Dentro de sus principales obras se encuentran: La interpretación de los sueños (1900), Tres
ensayos sobre teoría sexual (1905), Tótem y Tabú (1913), Más allá del principio del placer
(1920), El Yo y el Ello (1923) y El malestar en la cultura (1930).
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2.-Análisis de transferencia
2.1-Técnica
Freud define transferencia como “reediciones o productos facsímiles de los impulsos y fantasías
que han de ser despertados y hechos conscientes durante el desarrollo del análisis y que
entrañan como singularidad característica de su especie la sustitución de una persona anterior
por la persona del médico” (Freud, 1905, en Freud, 2017, p. 998). Es por tanto “una
transferencia de sentimientos hacia la persona del médico (...). Esta transferencia constituye
durante algún tiempo el más firme apoyo para la labor terapéutica” (Freud, 1917, en Freud,
2017, p.2398).
Como Freud señala, esta puede manifestarse como aparente enamoramiento por parte del o la
analizada respecto al analista, aunque puede también tomar la forma de un amor filial, visto en
casos donde la diferencia de edad entre analista y analizada/o es considerable. Además, está
se manifiesta de igual forma en hombres y mujeres (Freud, 1917, en Freud, 2017).
Si bien estos sentimientos no deben ser correspondidos por el analista, si deben ser parte del
proceso de análisis, manifestando al paciente la naturaleza de dichos sentimientos y llevando a
una rememoración de los sucesos originales, sirviendo de vía de acceso a la vida psíquica del
analizado (Freud, 1917, en Freud, 2017). De esta manera, queda de manifiesto que la
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Respecto a una explicación de este fenómeno, Freud (1912, en Freud, 2017) señala que los
sujetos orientan sus representaciones libidinosas hacia cualquier persona nueva que conoce,
siendo normal que esto ocurra también con la figura del analista. Estas se dividen, como ya se
mencionó, en transferencias positivas (sentimientos cariñosos) y negativas (sentimientos
hostiles). A su vez, la transferencia positiva se divide en aquellas conscientes y sus
prolongaciones inconscientes. Las prolongaciones inconscientes suelen ser de corte sexual, y
por lo tanto son reprimidas.
2.3-Materiales
Como señalan Freud (1912, en Freud, 2017) y Bustos (2016), los materiales de trabajo para la
interpretación de la transferencias son los sentimientos, tanto cariñosos como hostiles, que
manifiesta el paciente hacia el analista en el espacio de análisis. Además de estos, se toman
como material el contenido entregado por el paciente en la asociación libre y la entrevista previa
realizada con el fin de conocer al paciente. Para esto se requiere un espacio físico adecuado
para el desarrollo del encuadre, que acoja y facilite al sujeto la apertura emocional necesaria
para el proceso (Bleger, 1967).
2.4-Instrucciones
2.5-Ejecución
La transferencia puede tener distintas formas y estar sujeta a diferentes emociones acorde a la
relación terapéutica, por lo que su ejecución en sí no es precisa. Esta puede aparecer desde el
inicio de un análisis, como también puede demorar en manifestarse. Todo dependerá del
espacio y de los involucrados, analista y analizado. (Zarandona, 2013).
2.6- Análisis
El análisis de la transferencia se da bajo criterios propios del psicoanálisis. A su vez, este puede
cambiar según diversos factores, como menciona Bustos (2016). La interpretación dependerá
de cada analista y de la particularidad del sujeto analizado, siendo la relación la que dictamina
aquello que puede ser interpretado. La interpretación se moldea según el deseo, por lo que no
es algo estático, sino más bien dinámico.
Sintetizando las fortalezas que hemos descrito hasta ahora sobre el análisis de transferencia,
podemos contar con que es una de las técnicas que permiten analizar en el presente
problemáticas del pasado que fueron reprimidas, inaccesibles desde la consciencia de quien
consulta, desde una matriz principalmente afectiva y vincular. Decir que se puede analizar en el
presente una problemática reprimida es lo mismo que decir que se pueden llegar a analizar y
tratar los factores más angustiantes de la vida de un sujeto; sus sufrimientos más profundos,
tanto así que la única manera de lidiar con ellos fue reprimir aquellos deseos que la sociedad no
permite cumplir. Así, se pueden encontrar maneras para que el/la paciente obtenga aquello que
desea de una manera que ya no implique un malestar, sino un bienestar en su vida.
Sin embargo, consideramos que la correcta aplicación de esta técnica requiere de un vasto
entrenamiento y autoconocimiento por parte del profesional tratante, factores que no están
garantizados por la formación profesional en psicología en, al menos, nuestro contexto local,
Santiago de Chile. Desde una perspectiva ético-teleológica, estos factores son necesarios para
poder interpretar de la manera lo más certera posible el deseo del/de la paciente que se pone
de manifiesto durante el proceso terapéutico y, de no contar con el suficiente entrenamiento
práctico ni contar con un reconocimiento de las propias cualidades individuales, el/la profesional
tratante puede involucrar elementos personales que no dicen relación con el fenómeno de quien
consulta, el cual estaría siendo planteado en las instancias psicoterapéuticas con altos niveles
de angustia y, por lo tanto, de implicación emocional de, al menos, el/la paciente. A
continuación explicaremos por qué.
Estas carencias posiblemente acarreadas por el/la psicólogo/a podrían implicar múltiples
efectos iatrogénicos en el proceso terapéutico y en la persona que acude al análisis en tanto
tratamiento del síntoma o de la problemática traída a consulta se tornaría perceptiblemente
carente e insuficiente (en el caso hipotético señalado), principalmente en términos de la ya
mencionada habilidad clínica de la escucha activa del/de la profesional tratante. En ese mismo
sentido, la habilidad de escucha puede verse mermada por el agotamiento físico y/o psíquico
del/de la profesional tratante, razón por la cual consideramos que esta técnica debería ser
efectuada si (y sólo si) el/la profesional tratante se encuentra en las condiciones de estas
índoles idóneas para poder estar activamente participando en el diálogo explícito e implícito que
se sostiene en sesión. En otras palabras, el/la profesional tratante debe estar descansado/a y
ser capaz de estar atento/a en la sesión para que esta técnica tenga efectos positivos. Sin
embargo, esta es una reflexión grupal y la literatura revisada no indica la necesidad de esta
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condición, por ende planteamos a modo de crítica la aplicación que en algunos ejemplos
históricos se ha efectuado, llegando al punto en el cual el/la profesional se duerme en medio de
la instancia clínica, dejando absolutamente de lado la implicación emocional y, principalmente,
la angustia y el malestar del/de la paciente (Onfray, 2011).
Referencias
Freud, S. (1905). Análisis fragmentario de una histeria. En Freud, S. (2017). Sigmund Freud.
Obras Completas Volumen I, pp. 933-1002. Madrid: Malpaso Ediciones.
Marinelli, L., Mayer, A., & Amícola, J. (2011). Soñar con Freud: la interpretación de los
sueños y la historia del movimiento psicoanalítico
Rizzi, M. (2014). Biografía médica de Sigmund Freud. Revista Médica del Uruguay, 30(3),
193-207.
Sierra, M. L. (2009). Los sueños de Sigmund Freud. Historia y grafía, (33).
Zarandona, R. M. (2011). ALGUNAS CONSIDERACIONES ACERCA DE LA
TRANSFERENCIA.