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Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo

aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna (Juan 3:16).
Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el
mundo sea salvo por él (Juan 3:17)
Cuan esperanzadora es la palabra de Dios, que sin pedírselo envió a su Hijo a reconciliar
al mundo con el Padre, y nos debe llenar de gozo, saber que Dios nos ama tanto, que
creyendo que Jesús es verdadero no moriremos jamás.
Pero a veces pensamos: “no es para mí, yo que no hago buenas obras, ni pienso de
buena manera”, déjame decirte que precisamente para ti son estas palabras, No he
venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento (Lucas 5:32), para ti que
buscas en las cosas de este mundo satisfacer tus deseos y sueños, en el estudio, trabajo,
negocios, vicios, etc. Pero no encuentras satisfacción total, sino llegas a la noche y aun te
falta algo, y así estas día tras día tratando de encontrar paz en tu corazón, anhelando
riquezas que no te llenan.
Jesús dijo: mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el
agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna (Juan 4:14).
Si crees en él, te saciara, llenara tu corazón de paz, y no tendrás que seguir buscando,
pues él lo completa todo. Jesús es el único que nos da vida. Y nos lleva al Padre, porque
si conocemos a Cristo conoceremos a Dios.
Tal vez dirás: “pero mis pecados son demasiados graves, yo no podría ser salvado”, no
eres el mas pecador, ya existió el mayor pecador, Pablo, y Dios lo perdonó, como pues no
podrá perdonarte a ti, él es justo para perdonar, solo debes creer y arrepentirte, y debes
hacerlo ahora porque si bien perdona al que cree, no dará por inocente al culpable y
castigara con su ira al que desecha a su Hijo, pues Jesús en la cruz recibió la ira de su
Padre, muriendo por nuestros pecados y resucitando al tercer día, y por esa maravillosa
obra tenemos redención, que siendo pecadores Jesús nos justifica para con el Padre,
para darnos vida eterna.
Debes arrepentirte de tus maldades, quizás digas: “pero yo no soy tan malo, hago buenas
obras, soy generoso, solidario, ayudo a los demás, no robo, etc.”, estas equivocado,
porque el que rechaza a Jesús ya ha sido condenado: El que cree en el Hijo tiene vida
eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está
sobre él (Juan 3:36), por eso debes arrepentirte, y pedirle a Cristo que te salve : y al que
a mí viene, no le echo fuera (Juan 6:37 ).
Dios te ama, y ha dado a su hijo para que puedas vivir

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