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Teoría de la Historia 2019- T.

P n° 1

Texto: Lorenz, C. (2015) Capítulo 1: Introducción general. En Entre filosofía en historia (Vol.1,
pp 21-45) Buenos Aires: PROMETEO.

Alumna: Sandra Castro. Leg: 57633.

1 -Chris Lorenz sustenta sus argumentos en tres ideas básicas:


- Trans-disciplinariedad: la escritura de la historia involucra cruzar fronteras entre la
historia y la filosofía, y, entre la historia y la política. Para el autor la historiografía debe ser
entendida contextualizándola tanto de manera transdisciplinariamente como de manera
política (oponiéndose a los post-modernistas)
- Inversión conceptual o negación: el mecanismo dialectico es explicativo en muchos
debates intelectuales.
- Conceptos esencialmente disputados: las controversias de la historia como punto de
partida.
El autor adhiere al estilo de la “filosofía empírica de la historia”, empírica porque está basada
en controversias concretas sobre el pasado, aunque, sin embargo entiende que la historia no
trata solo sobre “el pasado histórico” sino también sobre el “pasado práctico. Por lo tanto su
análisis de la historiografía abarca cuestiones epistemológicas, metodológicas y cuestiones
éticas y políticas involucradas en nuestro trato con el pasado “tratar con el pasado –sea el
pasado cronológicamente distante o no – en mi opinión es siempre además una forma de
“hacer historia”, o “crear historia en el presente “para ser más preciso.”(pp.24) De buscar un
rotulo para su perspectiva sería “post-analítica”, “post-fundacional” o “realismo interno”. En
el post -fundacionalismo la diferencia entre hechos y valores como tal ha devenido relativo
por la misma razón por la cual la distinción entre hechos y teorías ha devenido relativo.
C. Lorenz explica que en sus análisis utiliza la confrontación con el relativismo, en su versión
clásica y post moderna, y contra el objetivismo tanto en su variedad empirista como
positivista. Sostiene, que ambos son legados filosóficos del empirismo y del positivismo. De
la misma manera que considera que ambas teorías son actuales (lejos del pensamiento que
las da por extintas) dentro de la filosofía de la historia, ya que muchos filósofos de la historia
aun presuponen algunas ideas fundamentales del empirismo y del positivismo.
El autor toma las dos entidades lingüísticas que diferencia F. Alkersmit para la comprensión
filosófica de la escritura de la historia:
-enunciados singulares, descriptivos y referenciales (como J. Stalin murió el…...) Que no
presuponen teorías y cuyo valor de verdad puede ser decidido de manera independiente de
otros enunciados
- complejas entidades lingüísticas no descriptivas, no referenciales, desprovistas de todo valor
de verdad (Ej. Feudalismo, Barroco, Ilustración) bautizadas como “sustancias narrativas” o
“representaciones históricas”. Lo característico de estas sustancias narrativas es que están
desprovistas de todo contenido cognitivo propio. Solo generan puntos de vista o perspectivas
desde las cuales podemos mirar al pasado, pero no pueden ser halladas en el pasado, ni
refieren a nada de los actores políticos en el pasado.
Lo que considera problemático en la línea central del argumento de Ankersmit es que la
misma oposición entre ambos enunciados (descriptivo y una perspectiva) es adoptada del
empirismo sin cuestionamiento.
Los empiristas han tratado de construir lo fijo entre las teorías y los enunciados
observacionales con la idea de reducir las teorías a enunciados observacionales (programa
del positivismo lógico desde la década de 1930 que devino en fracaso en la historia de la
filosofía de la ciencia en 1960-1970) ;sin embargo en esa oposición derivada del empirismo
Ankersmit todavía sostiene que los enunciados singulares pueden ser fijados a la realidad
mientras las “ sustancias narrativas “ y las “representaciones históricas” no pueden ser fijadas
a ella. Por lo cual, su argumento se basa en la idea de que los enunciados descriptivos
individuales no poseen elementos perspectivitas y por lo tanto pueden ser “fijados” en la
observación. Del mismo modo está basado en el empirismo porque sin esa “fijeza” los
enunciados carecen de contenido cognitivo. Sin embargo, para los post-empiristas y post
positivistas toda observación empírica posee una carga teórica (idea rechazada por
Ankersmit)
Con respecto a Hayden White, el otro gran hombre de la filosofía de la historia actual, lo que
critica es lo que parece como una expulsión de las cuestiones epistemológicas y las cuestiones
de la lógica explicativa; la expulsión es limitar la filosofía de la historia a la filosofía de la
escritura histórica, sosteniendo que la escritura de los historiadores son condicionadas solo
por razones estéticas e ideológicas y desconectadas de razones epistemológicas; de manera
semejante a Ankersmit al sostener que toda sustancia narrativa es autónoma de la
investigación histórica y vacía de contenido cognitivo. Debido a ello, argumenta por una
perspectiva equilibrada de la filosofía de la historia, incluyendo las nuevas cuestiones de
White y Ankersmit al igual que las viejas cuestiones de la epistemología y la metodología
respecto a la investigación histórica.
Para el autor, desde su perspectiva, deberían comenzar a adoptar la distinción entre teorías
explicativas y teorías observacionales; cuando los historiadores declaran dar descripciones ,
en realidad están presentado teorías observacionales igual de falibles como sus teorías
explicativas .Por lo tanto tan abiertas a revisión como las teorías; de esta manera adhiere a
que la distinción entre “descripciones” y “teorías “es un asunto de grado y no de naturaleza”
( al igual que Lakatos, Bevir y Tucker)
En consecuencia, se posiciona en un encuadre pluralista en el cual las descripciones y teorías
verdaderas de la realidad pueden coexistir. Teniendo en cuenta que, el pluralismo no es lo
mismo que el relativismo. Esto es el significado práctico de lo que ha llamado “realismo
interno” (siguiendo a Hilary Putnam.)
Para Lorenz (en contraposición al empirismo, donde se privilegia los factico sobre lo teórico)
hay una igualdad epistemológica entre las teorías y los hechos.

Una segunda línea de embate en los artículos del libro de C. Lorenz apunta a los legados
problemáticos del relativismo. Teniendo en cuenta que los relativistas “típicamente niegan o
minimizan los enunciados epistémicos de la historia al asegurar que “el pasado” es solo “una
construcción del presente”, que hacer historia es por ende solo otra forma de política o de
ideología. Los blancos favoritos de los relativistas son entonces las ideas de que la historia
puede ser “verdadera” y “objetiva” en algún sentidos significativo.” (pp34). El autor sostiene
que ambos puntos de vista, el objetivismo y el relativismo, se tocan en algún lugar ya que el
primero considera el conocimiento histórico solo desde el saber epistémico del observador
(distante) y el relativismo desde el punto de vista del actor (involucrado). Considera que la
filosofía de la historia debe incluir y analizar ambos puntos de vista, el epistemológico y el
práctico, y no reducir el análisis de la historia a uno solo de ellos.
En cuanto al estilo de escritura el texto responde al formato argumentativo (dentro de éste al
segmento de Artículo académico), tomando como tal a aquel que tiene como finalidad la
transmisión subjetiva de un tema. El texto está enfocado en un tema específico al área de la
filosofía o teoría de la historia.

2) Realice un texto de entre 600 y 1000 palabras donde establezca al menos 2 (dos)
relaciones que encuentre entre el contenido del texto y la enseñanza o la investigación
de la historia (clases que dictaste o recibiste, lecturas de otras cursadas, etc.)
Al pensar en realizar un texto donde involucre alguno de las ideas o conceptos trabajados por
C. Lorenz en el capítulo 1 surge una amplia variedad de ideas o temas, algunos relacionados
con el estudio de la historia, otros con la actualidad.
Es así que se me impone (tal vez al estar preparando el final de Argentina 1) el período de la
historia iniciado en 1810 (a partir de la crisis de la corona española) en el territorio del
Virreinato del Rio de la Plata de donde surgirán los actuales países de Latinoamérica y
Argentina. Al hacer un recorte del inicio de este período en la historia Argentina podemos
encontrarnos o posicionarnos desde distintas perspectivas; es así que, por ejemplo se nos
puede presentar el mismo período bajo diferentes títulos (tentada de decir “la misma
historia”)
- Revolución de Mayo
- Semana de Mayo
- Primer gobierno Patrio
- Nace la Patria
Podemos observar que cada uno de los títulos encierra en sí mismo una forma de “escribir
la historia” y presupone un lugar desde el que se escribe; cada uno de estos encabezados,
podríamos decir, que responde a un modelo conceptual .Lorenz invita a pensar la filosofía de
la historia sin restringirla al análisis conceptual de los problemas históricos, en palabras del
autor “la historia no trata solo sobre el “pasado histórico” sino también sobre el “pasado
práctico”… La historia no debería ser solo analizada desde la perspectiva epistemológica de
un observador (distante), sino también desde la perspectiva ética y política del participante
(involucrado), es decir, desde la perspectiva de los actores políticos. .. Por lo tanto en mis
análisis de la historiografía no he considerado únicamente cuestiones epistemológicas y
metodológicas, sino también cuestiones éticas y políticas involucradas en nuestros tratos con
el pasado.”(pp24)
“Por nuestros futuro, el pasado dice presente” así anunciaba un estado de wasap en el día
de ayer 24 de marzo, día de la Memoria por la Verdad y la Justicia; este enunciado también
podemos relacionarlo con lo citado anteriormente (ya que bien podría ser el título de una
clase, de un artículo o de un ensayo de un historiador) o bien, como señala C. Lorenz en otra
parte de su texto “tratar los aspectos epistémicos /metodológicos tanto como los prácticos de
la historia –y analizar sus interconexiones- está por eso a menudo en el centro de mi
perspectiva. Entonces tratar con el pasado –sea el pasado cronológicamente “distante” o no
–en mi opinión es siempre además una forma de “hacer historia”, o “crear historia” en el
presente, para ser más preciso.”(PP. 24)
Bibliografía
- Lorenz, C. (2015) Capítulo 1: Introducción general. En Entre filosofía en historia (Vol.1, pp 21-45)
Buenos Aires: PROMETEO.

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