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BENEFICIO y PELIGRO

RESIDUOS DE LOS FOCOS AHORRADORES


Jorge Gutiérrez Tejerina

Los focos ahorradores cuyo nombre técnico es LAMPARA


FLUORESCENTE COMPACTA (LFC), son de mayor eficiencia
energética que los focos incandescentes para iluminación de
interiores, esto quiere decir que podemos iluminar igual que los
focos incandescentes con menor potencia y menor consumo de
energía eléctrica.
Con relación a los focos incandescentes de baja eficiencia
energética, indicaremos que los países como los Estados Unidos,
China y otros que tienen tradición en la fabricación de focos
incandescentes, han determinado que en los siguientes años se
deje de fabricar iniciaran con los focos de 100 vatios para dar
paso a uso masivo de los focos ahorradores.
En general los equipos eléctricos ofrecen muchas ventajas pero
lamentablemente también presentar riesgos cuando no son
utilizados correctamente. Usar correctamente los focos
ahorradores no significa simplemente sujetarlo adecuadamente en los casquillos
portalámparas sino además tomar en cuanta todas las previsiones cuando las lámparas
dejan de funcionar y sean correctamente desechadas, o cuando por accidente estas se
rompen dejando libre el contenido de mercurio que utilizan para su funcionamiento.
Antes de indicar los riesgos para la salud durante el uso de este tipo de lámparas,
anotaremos las causas por las cuales hoy día los focos LFC han ganado popularidad con
relación a las lámparas incandescentes. En principio analicemos la comparación de un
foco incandescente de 100 vatios, flujo luminoso de 1300 lúmenes, tiempo de vida 1000
horas con otro de LFC de 20 vatios, flujo luminoso 1200 lúmenes, tiempo de vida entre
8000 a 10.000 horas. Como se podrá observar hay un ahorro del 80 (%) de la energía
consumida, los focos incandescentes se deben cambiar por lo menos 8 a 9 veces y una
sola vez el focos LFC, económicamente hay disminuye en la factura de luz y trabajo en el
cambio de focos cuando concluyen su tiempo de vida.
Desde el punto de vista ambiental por ejemplo las centrales a gas natural como las que
tenemos en nuestro país, la emisión de dióxido de carbón es de 0.44 (kg/kWH), hagamos
una comparación sencilla sin tomar en cuenta las pérdidas en el transporte de la energía,
observemos que 10 focos de 100 vatios que funcionan 1 hora consumen 1.0 (kWH) y
emisión de 440 gramos de dióxido de carbono, 10 focos LFC de 20 vatios que funcionan
una hora, necesitan 0.2 (kWH) y generan 88 gramos de dióxido de carbono, o sea hay
una reducción de 352 gramos que no entran en la atmosfera reduciendo los niveles de
contaminación atmosférica y el efecto invernadero. De la misma manera en las centrales
hidroeléctricas se reduce la cantidad de agua utilizada, es decir cualquier sea el tipo de
central de generación de energía eléctrica se reducen los impactos ambientales.
En la construcción de estos focos se utiliza mercurio, en una proporción de 3 a 5
miligramos y otro tipo de gases fluorescentes. Los focos ahorradores diríamos que son los
hermanos menores de los tubos fluorescentes que pueden contener hasta 30 mg de
mercurio, son utilizados en oficinas públicas, centros de enseñanza y de las lámparas de
vapor de mercurio utilizadas en el alumbrado público que pueden contener hasta 60 mg
cuya data es mayor que los focos ahorradores.
El mercurio puede provocar daños severos y permanentes en la salud, afecciones en el
cerebro, los riñones, alteraciones del sistema nervioso, es un elemento químico muy
peligroso porque se acumula en el cuerpo, también se estima que la radiación ultravioleta
de los focos pueda afectar a las personas con problemas sensibilidad en la piel. Por esta
razón existe mucha controversia con relación a que si la cantidad de mercurio contenido
en los LFC puedan provocar estos daños en la salud de las personal. Se estima que una
concentración de 10 miligramos por metro cúbico de mercurio puede ser peligroso para la
vida y salud de las personas, para una habitación de 4x4x2.5 o sea 40 metros cúbicos se
necesitarían romper 400 lámparas y lograr este grado de concentración. También se
estima que de una lámpara rota solo 1 miligramo es emitido al aíre. Sin embargo hasta
ahora no se han registrado casos concretos que por uso de los focos LFC haya
envenenamiento o daños en la piel, aunque la peligrosidad del mercurio no tiene
discusión. Ante esta situación una actitud sensata sería tomar en cuenta las
recomendaciones de instituciones como la Environmental Protection Agency (EPA) de los
Estados Unidos, Departament for Environment, Food and Rural Affairs (Defra) del Reino
Unido, ministerios de salud de aquellos países que fabrican y tiene un uso masivo de
estas lámparas, que recomiendan tomar en cuenta las previsiones para minimizar o en su
caso anular los riesgos del mercurio cuando uno de esos focos se rompen o dejen de
funcionar y constituirse simplemente en basura.

SI SE ROMPE LA LFC Y SE DERRAMA EL MERCURIO.


1. Abrir una ventana y abandonar la pieza por al menos 15 minutos.
2. Reúna y recoja los fragmentos de vidrio, polvo y restos de mercurio con un cartón
o cartulina rígida y deposítelos en una bolsa de plástico gruesa protegida con
papel o cartón para evitar que los vidrios la rompan. Para esto use guantes de
goma desechables si tiene u otra bolsa plástica a manera de guante, no use sus
manos sin protección.
3. Limpie el área con toallas de papel desechables mojado y póngalos en la bolsa
plástica.
4. Puede utilizar también un gotario para recoger las gotas de mercurio, las gotas y el
gotario deben ser descartados en la bolsa.
5. Use cinta de embalaje para recoger y envolver los vidrios rotos y evitar que
rompan la bolsa.
6. Ponga todo el material de limpieza y los restos recogidos en una segunda bolsa de
plástico gruesa. Selle la bolsa y márquela con la leyenda: SUSTANCIA
PELIGROSA: CONTIENE MERCURIO Y VIDRIO.
7. No usar una aspiradora, pues se contaminará el aparato y esparcirá el mercurio
por el aire. (La aspiradora tendría que eventualmente desecharse).
8. No arrojar el mercurio por el desagüe. Puede alojarse en las cañerías y causar
futuros problemas. Si llega al alcantarillado contaminará el pozo séptico, el río o la
planta de tratamientos de aguas que recibe las descargas.
9. No lave artículos contaminados con mercurio en la máquina lavadora, además de
contaminarla, el mercurio pasará al alcantarillado.
10. Si puede lleve esta bolsa a un depósito para Sustancias Peligrosas, si no póngalas
fuera de su casa para la recolección de basura normal.
11. Lave sus manos prolijamente luego de recoger y deshacerse de la bolsa.
12. No caminar con zapatos contaminados con mercurio, los repartirán más todavía.
La ropa contaminada también reparte el mercurio a su alrededor.

SI LA LFC SE ROMPE SOBRE UNA ALFOMBRA:


1. Siga los pasos anteriores, y utilice papel engomado, tipo huincha de embalaje para
recoger los trozos pequeños y el polvo en la alfombra, y envolver los vidrios.
2. Si de todas formas necesita aspirar, cambie o vacíe antes la bolsa de la aspiradora
para asegurarse un aspirado eficiente. Luego de aspirar saque la bolsa y
descártela en la bolsa plástica, luego limpie cuidadosamente la aspiradora con
toallas de papel desechable húmeda que deberá introducir en la bolsa de los
desechos.
3. Los residuos deben almacenarse en lugares protegidos de la lluvia, para evitar en
caso que se rompan, que el mercurio no sea arrastrado por el agua.

SI SE AGOTAN Y DEJAN DE FUNCIONAR


1. Deposítelos en una bolsa de plástico gruesa protegidas con papel o cartón para
evitar que se rompa, dejar en sus cajas originales marcadas como "GASTADO".
2. Ponga esta dentro de otra bolsa igualmente resistente, séllela y etiquete con la
leyenda: SUSTANCIA PELIGROSA: CONTIENE MERCURIO Y VIDRIO.
Si puede lleve esta bolsa a un depósito para Sustancias Peligrosas, si no puede
hacerlo póngalas fuera de su casa para la recolección de basura normal.

Como se podrá observar las medidas de prevención no son difíciles de cumplir, la falta de
información y cumplimiento a los puntos descritos provocaría que las personas tengan
contacto con los residuos de mercurio de las lámparas LFC y los riesgos inherentes. Pero
las mismas medidas de prevención se tendrán que utilizar cuando se rompe o se
desechan los tubos fluorescentes, y con las lámparas de vapor de mercurio utilizado en
alumbrado evitar que la ropa entre en contacto con los residuos de las lámparas rotas, no
tocar y agarrar con la mano sin protección, desechar los guantes si está utilizando en este
proceso.
Un aspecto importante que se deberíamos implementar ahora que hay gran difusión de
los focos ahorradores, es exigir a las autoridades de los ministerios de Hidrocarburos y
Electricidad que distribuyeron los focos ahorradores, Salud y de Medio Ambiente, una
campaña de difusión de las medidas de prevención. También en coordinación con los
Gobiernos Municipales que son responsables del recojo de la basura, se inicie la práctica
de la separación de estos residuos de la basura normal, para evitar los riesgos indicados
anteriormente. Otro aspecto a reflexionar es que por ahora no podemos definir cuál es la
mejor opción para el alumbrado de interiores, contaminar la atmosfera con la emisión del
dióxido de carbono con el uso de focos incandescentes o reducir utilizando mercurio, la
tecnología está apostando por el uso de los focos LFC.
En el campo de la comercialización, se debería verificar que los focos LFC de compra y
venta libre, cumplan con estándares internacionales de calidad, existen focos que
lamentablemente tienen mayor cantidad de mercurio, emiten menor flujo luminoso, hay
disminución de luz, también consumen más energía de lo que indican la placa del foco y
la expectativa del ahorro de energía y disminuir los efectos ambientales no sean
significativos por la calidad de la lámpara, pero tienen costo similar a los de mejor calidad.
Esta situación podría ser superada con políticas de ETIQUETADO de las lámparas que
cumplen con los requisitos técnicos, mecanismo ya utilizado en países como la Argentina,
Chile y otros, como medio de defensa del consumidor y garantizar las políticas de
eficiencia energética.

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