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Análisis e interpretación del Poema 20 de Pablo Neruda

Este poema muestra el dolor por la pérdida de la amada y la melancolía que se siente al evocarla. Cuando

el poeta dice: “Puedo escribir los versos más tristes esta noche” habla con total propiedad, pues las

circunstancias que atraviesa le permiten la plena expresión de sus sentimientos; son una fuente para su

escritura.

Escribe: “La noche esta estrellada,/ y tiritan, azules, los astros, a lo lejos” probablemente como una

metáfora donde la noche llena de estrellas como la mujer amada está tan lejana que es inalcanzable.

Luego, repite que puede escribir los versos más tristes… para enfatizar su tristeza en un marco de

melancolía por el amor perdido que quiso; pero que dudosamente le correspondió:

“Yo la quise, y ella a veces también me quiso”.

Lo anterior parece contradictorio cuando dice:

“Ella me quiso, a veces yo también la quería”.

Pero es una forma de manifestar la ambigüedad del sentir amoroso, lo inaccesible y lo inseguro que el

amor puede llegar a ser.

Recuerda que en noches como esa, cuando escribe su poema, tuvo a su amada entre sus brazos y la besó

una cantidad indeterminada de veces bajo el cielo infinito. Todo era felicidad entre ellos y el amor era

vivido en su más alta intensidad; sin embargo, el amor también cumple un ciclo vital, pues nació, se

desarrolló y luego murió de alguna manera:

“Pensar que no la tengo, sentir que la he perdido.

Es ese pensamiento en la amada perdida que inspira al poeta y se constituye en su fuente de creación.

Luego, la soledad y el silencio: “Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella” permiten que su melancolía

sea mayor, más aún cuando “la noche está estrellada”, como en los tiempos que vivía el amor junto a ella;

pero que ahora vive en su ausencia.


La distancia vuelve a aparecer en el poema: “A lo lejos alguien canta…” y el alma del poeta no se contenta

con haberla perdido; por eso, el dolor de ese amor vivido le produce la inspiración de continuar

escribiéndole aunque no esté presente. Pese a ello, desea tenerla cerca y la única manera que encuentra

es buscándola a través del recuerdo, manifestado en su poema.

“Como para acercarla, mi mirada la busca”.

Manifiesta que ya no son los mismos, que han cambiado desde la época de su amor pleno, porque todo

cambia, más aún si los enamorados dejan de serlo; sin embargo, queda todavía algo de ese amor: el

recuerdo de la amada y la reflexión de pensarla en brazos de otra persona que en el momento actual la

ame.

Aparece otra aparente contradicción entre estos versos que constituyen pareados distintos:

“Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise”, frente a “Ya no la quiero es cierto, pero tal vez la quiero”.

Estos conducen a pensar en la incertidumbre del amor, en lo voluble que puede llegar a ser, pues el poeta

duda: “Tal vez la quiero”. Es que el amor, pese a durar corto tiempo, puede mantenerse en la mente de los

exenamorados durante un tiempo prolongado como lo cree el poeta: “Es tan corto el amor, y es tan largo

el olvido”.

Queda finalmente decir que el recuerdo que la amada perdida suscita en la mente del poeta es aquel dolor

que le permite escribir.

César Vilca Panti


Pablo Neruda: poema nº 20
Publicado el 22 enero, 2013por Prof. Graciela Slekis Riffel

Seudónimo de Neftalí Ricardo Reyes Basoalto; Parral, Chile, 1904-Santiago de


Chile, 1973) Poeta chileno. Comenzó muy pronto a escribir poesía, y en 1921
publicó La canción de la fiesta, su primer poema, con el seudónimo de Pablo
Neruda, en homenaje al poeta checo Jan Neruda, nombre que mantuvo a partir de
entonces y que legalizó en 1946.Pablo Neruda es un poeta chileno galardonado con
el Premio Nacional de Literatura y el Premio Nobel de Literatura. También se
desempeñó como diplomático y fue miembro activo del partido comunista,
compromiso político que muchas veces se ve plasmado en sus obras. Ampliamente
conocido por sus obras Veinte poemas de amor y una canción desesperada y sus
Cien sonetos de amor, también es el autor de poemas tales como Ahora es Cuba,
Alturas de Macchu Picchu, Los enemigos y Si tú me olvidas, entre tantas otras.

ANÁLISIS DEL POEMA nº 20 de Pablo Neruda


El siguiente poema es tomado del libro “20 poemas de amor y una canción
desesperada, del poeta chileno, Pablo Neruda. En el poema, el poeta evoca con gran
pena y melancolía un amor perdido, por ende el destinatario del poema es su
amada, la cual ha partido. Es un poema en el que el sentimiento que predomina es
la TRISTEZA.

Al tomar el poema de Neruda y ver qué identidad se refleja, claramente, vemos la


identidad del hombre como ser que ama y sufre, como un ser sensible que la verdad
no es lo que vemos diariamente en los hombres, es un sentimiento oculto que
obviamente deben sentir pero que nunca expresan. Neruda refleja los sentimientos
más profundos del hombre y los expone sin inhibiciones.

Dentro del poema hay una gran cantidad de figuras retóricas, las cuales enumeraré
a continuación.

ANÁLISIS FIGURAS LITERARIAS


 Puedo escribir los versos más tristes esta noche. (ALITERACIÓN) Con la utilización
constante de la consonante se crea de alguna forma un sonido que le hacer ser
particular
 Escribir, por ejemplo: ” La noche está estrellada, y tiritan, azules, los astros, a lo
lejos”.(TOPOGRAFÍA Y CRONOGRAFÍA) Comienza a describir el paisaje de la
noche y cómo está un ambiente determinado incluyendo el tiempo atmosférico. Es una
noche bonita(ALITERACIÓN) se utiliza la consonante resaltada para formar sonidos
particulares que le hacen llamativo. (SIMILICADENCIA) Al poseer proximidad
algunas palabras al finalizar y tener sonido parecido.(METÁFORA)
 El viento de la noche gira en el cielo y canta. (PROSOPOPEYA) le da al viento un
poco de vida con acciones normalmente realizadas por los hombres (METÁFORA
INDIRECTA) traslada más allá de lo normal la forma del viento.
 Puedo escribir los versos más tristes esta noche. (ALITERACIÓN) Con la utilización
constante de la consonante se crea de alguna forma un sonido que le hacer ser
particular
 Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
 En las noches como ésta la tuve entre mis brazos. (SÍMIL) compara los momentos en
que estuvo junto a ella con la noche qué está viviendo en el instante.
 La besé tantas veces bajo el cielo infinito. (ASÍNDETON) se suprimen conjunciones
que pueden unir las dos oraciones En las noches como ésta la tuve entre mis brazos y la
besé tantas veces bajo el cielo infinito.
 Ella me quiso, a veces yo también la quería.
 Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos. (SIMILICADENCIA) Las palabras
próximas poseen un sonido muy parecido al finalizar
 Puedo escribir los versos más tristes esta noche. (SINÉCDOQUE) Lo concreto por lo
abstracto, ya que a los versos que son un conjunto de palabras y se les puede dar un
toque de tristeza con la utilización de una buena descripción de sentimientos.
 Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido. (ANTÍTESIS) se oponen las
palabras “pensar y sentir” igualmente “tener y perder”
 Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella. (METÁFORA INDIRECTA) ya que
menciona a la noche que es el objeto principal que se está describiendo.
 Y el verso cae al alma como pasto el rocío. (SÍMIL Ó COMPARACIÓN) ejemplifica
la forma en que los versos llegan al alma de la persona con el rocío que llega al pasto,
plantas o cubierta vegetal, llevando a una mejor descripción de lo que sucede.
 Qué importa que mi amor no pudiera guardarla. (IRONÍA) En realidad si está
importando, el punto es entender lo contrario de lo que se afirma.
 La noche está estrellada y ella no está conmigo. (CRONOGRAFÍA) por la descripción
que se hace de la noche en la que está sucediendo todo. (ANTÍTESIS) ya que opone el
estar y no estar dentro de la oración.
 Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos. (ONOMATOPEYA) puede verse
reflejado como el eco que se produce y genera la sensación de
lejanía. (REDUPLICACIÓN) Debido a la repetición que se da.
 Mi alma no se contenta con haberla perdido. (PARADOJA) Cuándo una persona
pierde a un ser que ama profundamente es difícil sentir alegría, más bien se llena de
inmensa tristeza y siente un vacío. Por eso resulta ser absurdo, no está con un
pensamiento lógico o normal.
 Como para acercarla mi mirada la busca. (PROSOPOPEYA) Se le añade a una
mirada la capacidad de buscar y atraer, que es más bien propia de los hombres. Se
busca a través de la mirada, más no es la mirada la que busca.
 Mi corazón la busca, y ella no está conmigo. (ANTÍTESIS) Se opone el buscar con el
no encontrar lo que se busca (PROSOPOPEYA) Da al corazón cualidades que no son
propias de él (METÁFORA) ya que expresa de alguna forma que la busca en su
interior pero siente que ella ha huido.
 La misma noche que hace blanquear los mismos árboles. (PLEONASMO) le da
mayor expresividad a la oración
 Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos. (METONIMIA) el continente por
el contenedor “los de entonces”
 Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
 Mi voz buscaba el viento para tocar su oído. (SINESTESIA Y METÁFORA
INDIRECTA)pone en contraste el sonido (voz) y el tacto (tocar) que son dos campos
sensoriales, además de esto se hace uso de palabras que nos hacen ir más allá.
 De otro. Será de otro. Como antes de mis besos. (PLEONASMO) con la repetición que
se hace de la palabra “otro” que le agrega un sentido más intenso
 Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos. (PROSOPOGRAFÍA Y EPÍTETO) ya que
aparte de describir las características que posee la mujer de la que se está hablando en
todo el texto con los adjetivos logra resaltarlos. (ENUMERACIÓN) ya que detalla un
listado de cosas que tiene un personaje, en este caso es ella, la mujer amada
 Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero. (PARANOMASIA) ya que hay
fonemas parecidos en la oración.
 Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido. (ANTÍTESIS) contrapone lo corto y lo
largo en duración de estas dos cosas; el amor y el olvido.
 Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos, (SÍMIL) compara los momentos
en que estuvo junto a ella con la noche qué está viviendo en el instante.
 Mi alma no se contenta con haberla perdido. (PARADOJA) Cuándo una persona
pierde a un ser que ama profundamente es difícil sentir alegría, más bien se llena de
inmensa tristeza y siente un vacío. Por eso resulta ser absurdo, no está con un
pensamiento lógico o normal.
 Aunque éste sea el último dolor que ella me causa Y éstos sean los últimos versos que
yo le escribo.
COMENTARIO
A lo largo de la poesía de Neruda se describe una pérdida del amor, debido a
una traición o algo parecido, que se puede ver reflejada al hablar de otro a quien
pertenecerá aquella mujer amada.
Está lleno de sentimiento y emotividad. Es preciosisimo.
Esta historia va del amor al desamor, en este caso, siendo el último poema
demuestra completamente el desamor, ausencia, nostalgia, melancolía, lejanía o
distancia, etc. Cabe aclarar que en el libro, el autor plasma su vida amorosa
completamente, es decir toma varios amores y experiencias y no una específica.

En cuanto los aspectos formales podemos decir que el poema esta constituido por
versos alejandrinos de catorce sílabas agrupados de a dos. Se encuentran
espacios o pausas del ritmo dentro del verso (cesura) separando en dos partes
llamadas hemistiquios. Los versos son pareados en estrofas de a dos menos el
primero y el cuarto.
Se puede decir que el tema central es el amor y como tema adyacente el escribir
como función catártica.

En este poema, el yo lírico quiere expresar la ambigüedad del sentir amoroso y lo


inseguro que es éste. El sentimiento (principalmente la melancolía, la nostalgia y la
lejania) es la fuente de la escritura (“Puedo escribir los versos más tristes esta
noche”).

La amada no aparece como una persona sino como una entidad, gracias al
desmembramiento de su imagen (voz, cuerpo, ojos, oídos). Se insiste en los ojos,
adjetivados como “grandes”, “fijos” e “infinitos”, lo que los identifica con el cielo y
los astros (“noche inmensa”, “cielo infinito”, astros infinitamente lejanos, ojos
como estrellas, infinito número de estrellas, etc.).

Y tiritan, azules, los astros, a lo lejos”: el verbo tiritan introduce una metáfora que
connota las estrellas titilan como si temblaran de frío, como si estuvieran “azules”
de tanto frío; el frío es la sensación que corresponde a la soledad.

En todos los versos en que aparece el verbo “escribir” está implícita una función
LIBERADORA de la poesía, pero donde se da más explícitamente es en “Y el verso
cae al alma como al pasto el rocío”. La poesía como bálsamo y consuelo para el
dolor de la pérdida.

El poeta establece un paralelo entre la inalterable del mundo (“La misma noche”,
“los mismos árboles”) y la inestabilidad de los sentimientos (“Nosotros, los de
entonces, ya no somos mismos”). A partir de ese momento parecería que el dolor se
agudiza, que el ritmo se apresura, pero el poeta encuentra el consuelo de que tal vez
siga sintiendo amor ( Pero tal vez la quiero”), como si la mayor angustia proviniera
de la pérdida del sentimiento, más que de perderla a ella.

OCT

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Análisis Poema XX Neruda

Poema XX

Pertenece al libro “20 poemas de amor y una canción desesperada” de Pablo Neruda.
La estructura es libre, no tiene rima, pero los versos son alejandrinos, es decir, de 14 sílabas
cada uno.

El tema del poema es el amor perdido y la tristeza que provoca.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.


El poema se abre con un verso que refiere a esa tristeza. También alude a la noche, momento
del día que se asocia con el amor y el encuentro con la pareja. Pero si los versos son tristes
suponemos que es porque esa noche estará en soledad, pues la noche es el momento en el que
más duele la soledad. Este primer verso también refiere al mismo acto de escribir,
curiosamente es un verso que habla de escribirse a sí mismo. El poeta habla de su oficio de
escribir, diciendo que en su poesía traslada los sentimientos que tiene.
Este verso, además se repite textualmente en los versos 5 y 11, por lo que decimos que hay
un paralelismo. Un paralelismo es una figura que consiste en la similitud de forma o
contenido entre dos o más elementos. En este caso es un paralelismo sinonímico,
porque la similitud es total, los versos son exactamente iguales.

Escribir, por ejemplo: «La noche está estrellada,


y tiritan, azules, los astros, a lo lejos.»

Los versos 2 y 3 dan un ejemplo de esa poesía que dice poder escribir, se repite la imagen de la
noche, que será muy recurrente a lo largo del poema. Se nos muestra una noche calma,
estrellada, ideal para el amor, y que por lo tanto al no tenerlo, se hace más triste. Se da una
personificación de los astros diciendo que “tiritan”, sensación que nos dan las luces lejanas que
a veces parecen intermitentes. Pero la personificación no es azarosa, el tiritar nos sugiere la
sensación de frío y las estrellas representan lo lejano, inalcanzable, se nos da la idea de que su
amor es frío e inalcanzable.

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

En el verso 4 se da otra personificación, esta vez del viento, al decir que “canta”, se repite
nuevamente la noche. Para que se escuche el ruido que hace el viento, la noche debe estar muy
silenciosa. Todo continuamente indica la soledad, pero aún no se ha hablado de una persona.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.


Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

Recién en el verso seis se habla de una “ella” y del cariño, sugiriéndonos que él considera
haberla querido más que ella a él, tal vez podemos adivinar un cierto resentimiento en esta
afirmación. Este verso establece un paralelismo con los versos 9, 23 y 27, pero en este caso no
es un paralelismo sinonímico, pues los versos dicen cosas contradictorias. Se trata de
unparalelismo antinómico, pues los versos son de similar forma, pero el contenido es
opuesto.

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.


La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
la imagen de la noche continúa siempre presente, y ahora vemos por qué puede escribir esos
versos tan tristes, pues la noche, como ya supusimos, le recuerda a ella, pues compartió noches
parecidas con ella, y no hay mayor dolor que el recordar el tiempo feliz en la desgracia.
Menciona también nuevamente, la infinitud del cielo, como dándonos la imagen que estaban
solos bajo ese firmamento; el amor siempre da la sensación de estar solos los dos en el universo
y no necesitar nada más.
El recuerdo de esos tantos besos nos hace pensar que su amor puede haber durado mucho,
pero quién cuenta los besos cuando está enamorado.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.

Ya vimos el paralelismo que constituye este verso, está diciendo lo opuesto esta vez, sugiriendo
que ella la quiso más que él a ella. Lo recurrente y contradictorio de este verso parece
responder a la naturaleza del recuerdo, que como ya vimos en La niña de Guatemala, es
desordenado, repetitivo, vuelve una y otra vez. Vemos aquí otra característica del recuerdo,
sobre todo el recuerdo amoroso, lo contradictorio, no recordamos todo con una claridad
muy precisa, sino que los recuerdos se van corrigiendo, ampliando, borrando. Estos versos nos
hablan también de la poca certeza del amor. El sentimiento no siempre es claro, indudable
y obvio, sino que muchas veces nos deja lugar a dudas, y lo seguimos cuestionando tiempo
después, pues el amor es imposible de definir, y siempre cambia, pues cambiamos nosotros, y
cambian los demás.

Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.


Aquí menciona por primera vez el amor, diciendo que era imposible no amarla, pero no se
refiere a ella, sino a sus ojos. Usa por lo tanto una metonimia, recurso que consiste en tomar
el todo por la parte o la parte por el todo, en este caso, hablar de los ojos cuando se está
hablando de una persona. Hasta ahora el yo lírico viene evitando mencionar directamente el
amor a ella, tal vez para evitar el dolor del recuerdo, y tal vez el dolor de reconocer que aún la
ama. Además se usa un rasgo bastante general, los ojos, buscando tal vez universalizar, y que
todo aquel que esté en una situación similar se pueda identificar.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.


Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.

Se reitera el sentimiento de tristeza, esta vez directamente relacionado con la pérdida del amor,
mostrándonos también su naturaleza posesiva. Es muy común asociar el amor con el “tener” a
una persona, que se puede “perder”.
Con su típica redundancia, Neruda sigue reiterando la imagen de la noche asociada con la
soledad y el silencio; lo infinito de la soledad, si ella no está. Retoma también la mención a su
tarea de poeta hablando del “verso” y haciendo una comparación con el rocío. El verso llega al
alma del poeta con la misma delicadeza que cae el rocío en el pasto. Podemos pensar que es un
verso que habla de la delicadeza de la inspiración del poeta, o también se puede interpretar que
está hablando de cómo llega la poesía al alma del lector. De cualquier manera, la reflexión
sobre la poesía viene a interrumpir la expresión de la tristeza, como buscando cambiar de tema
y apaciguar el dolor.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.


La noche está estrellada y ella no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Se continúa repitiendo las mismas dos o tres ideas básicas, la inmensa soledad y silencio de la
noche, pues el sentimiento de soledad y de extrañar a alguien es de las cosas más recurrentes,
el alma vuelve constantemente a eso, por más que nuestro pensamiento quiera alejarse.

También se repite la idea de la posesividad del amor, al decir que no la pudo “guardar”. La
contradicción está también presente al decir en un momento “qué importa”, y luego decir que
su alma no se contenta con la pérdida. Parecería querer olvidarla pero no poder.

Como para acercarla mi mirada la busca.


Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

En estos versos indica que la busca sin éxito, con todo su ser, con su mirada, y también con su
corazón. Se da una bella imagen de la mirada al decir que las miradas acercan, sin duda el
contacto visual puede ser un contacto muy poderoso, y las miradas, sobre todo entre aquellos
que se aman, pueden ser tanto o más fuertes y transmitir mucho más que el contacto físico.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.


Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

La noche aquí se presenta como si fuera la misma que aquella en la que estuvo con ella, y los
árboles que quedan blancos a la luz de la luna también son los mismos. Mucho desearía que esa
noche igual, fuera la misma, pero no puede ser, por lo que ya habíamos comentado, el tiempo
pasa y la gente ya no es la misma que antes. Aunque sean los mismos, el tiempo nos cambia, y
cambia a los demás, y por lo tanto, las relaciones, aunque persistan, no son las mismas, se
modifican, maduran, o terminan. Esa apreciación sobre el tiempo nos hace estimar que nuestro
yo lírico probablemente no sea juvenil, pues habla del tiempo pasado, y muy pocas veces alude
a lo físico, su sentimiento, incluso el de tristeza, no es pasional sino calmo y resignado.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.


Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

Se repite este verso, esta vez haciéndonos suponer un autoengaño, me permito dudar de ese “ya
no la quiero”, como un intento fallido de autoconvencimiento. Habla nuevamente de los
contactos físicos que se pueden establecer a distancia, y de cómo la busca de esa manera, la
busca con la voz, la busca con la mirada, ambos pudiendo ser más poderosos que el tacto.
Se da una sinalefa, una conjunción de sensaciones, en este caso oído y tacto, la voz puede
ser tan poderosa que parecería tocar el oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.


Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Hay un tono de suave resignación ante la idea de que ella “sea” de otro, repitiendo la idea de la
posesividad del amor, pero no parece resignarse del todo, pues recuerda que antes de ese otro
fue de los besos de él, como diciendo que la tuvo primero.
La imagen de la muchacha permanece vaga, se nombran rasgos generales, sin describir con
detalle, podría ser cualquier mujer.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Finalmente reconoce que tal vez la quiere aún, pero sigue siendo vago e impreciso, y hace la
reflexión más memorable del poema y de su poesía, ese lamento de que sufrimos tanto tiempo
por algo que fue tan breve, haciéndonos pensar también en lo relativo del tiempo, que parece
pasar volando para los felices enamorados, pero para quien está olvidando se vuelve eterno.

Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,


Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Repite dos versos que ya había enunciado. Sigue volviendo sobre los mismos recuerdos y
pensamientos, haciéndonos pensar que incluso después de que termine el poema, continuarán
volviendo.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,


y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.

Sin embargo él parece querer poner un final al dolor y al recuerdo, nos da la impresión que no
lo logrará. Muchas veces en el dolor del desamor buscamos poner un alto al sufrimiento y nos
proponemos no pensar más en el que se ha ido, infructuosamente. No somos nosotros los
capaces de ponerle un alto al dolor, sino el tiempo.
Análisis del Poema Nº 20 de Pablo Neruda
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Análisis del Poema Nº 20 de Pablo Neruda-

PUEDO escribir los versos más tristes esta noche.

Escribir, por ejemplo: " La noche está estrellada,


y tiritan, azules, los astros, a lo lejos".

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.


Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.


La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.


Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.


Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.


Y el verso cae al alma como pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.


La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.


Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.


Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.


Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.


Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.


Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.


Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,


mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,


y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.

En este poema, el yo lírico quiere expresar la ambigüedad del sentir amoroso, lo inasible y lo
inseguro que es éste. El sentimiento (especialmente la melancolía por la pérdida y la angustia por
el vacío) es la fuente de la escritura ( Puedo escribir los versos más tristes esta noche).

La amada no aparece como una persona sino como una entidad inasible, gracias al
desmembramiento de su imagen (voz, cuerpo, ojos, oídos). Se insiste en los ojos, adjetivados
como "grandes", "fijos" e "infinitos", lo que los identifica con el cielo y los astros ("noche inmensa",
"cielo infinito", astros infinitamente lejanos, ojos como estrellas, infinito número de estrellas, etc.).

Y tiritan, azules, los astros, a lo lejos": el verbo tiritan introduce una metáfora que expresa una
compleja connotación: las estrellas titilan como si temblaran de frío, como si estuvieran "azules" de
tanto frío; el frío es la sensación que corresponde a la soledad; las estrellas están allá arriba tan
solitarias como el poeta lo está abajo. Es significativo que este verso aparezca ejemplificando la
escritura de la tristeza.

En todos los versos en que aparece el verbo "escribir" está implícita una función catártica de la
poesía, pero donde se da más explícitamente es en "Y el verso cae al alma como al pasto el
rocío". La poesía como bálsamo y consuelo para el dolor de la pérdida.

“ Escribir, por ejemplo": La expresión "Por ejemplo “ es no poética y corresponde a la prosa; su


presencia aquí produce una suerte de distanciamiento entre lo escrito y la literatura, corno si el
poeta dijera: sí, la literatura me ofrece éstas o aquéllas posibilidades de expresión, me ofrece
hablar de los objetos, pero yo quiero hablar de los sentimientos.

Parece significativo que los dos versos aislados que no componen estrofa ( Puedo escribir los
versos más tristes esta noche// El viento de la noche gira en el cielo y canta )se refieran, uno,
al sentimiento, y otro, al entorno de la naturaleza, que son los dos puntos entre los cuales oscila el
poema: subjetividad -objetividad, como si el poeta buscara en la noche y las estrellas, vehículos
para expresar el sentimiento. Sin embargo, hay un movimiento constante de objetivación hacia la
noche, el cielo, los astros, los árboles, y luego una vuelta hacia lo subjetivo , en un movimiento
pendular para llegar a la conclusión más dolorosa: "ya no somos los mismos".

El poeta establece un paralelo entre la inalterable del mundo objetivo ("La misma noche", "los
mismos árboles") y la inestabilidad de los sentimientos ("Nosotros, los de entonces, ya no
somos mismos"). A partir de ese momento parecería que el dolor se agudiza, que el ritmo se
apresura “ De otro [ ... ] infinitos"), pero el poeta encuentra el consuelo de que tal vez siga sintiendo
amor ( Pero tal vez la quiero"), como si la mayor angustia proviniera de la pérdida del sentimiento,
más que del objeto mismo.

Análisis formal: el Poema 20 de Pablo Neruda está compuesto en dísticos, o pareados,


alejandrinos. Lo característico de este poema es la coincidencia de la cesura con un corte
sintáctico fuerte, de modo que cada hemistiquio encierre una oración ("Pensar que no la tengo.
Sentir que la he perdido"), o proposición ("La noche está estrellada y ella no está conmigo"), o una
unidad sintáctica menor ("El viento de la noche / grita en el cielo y canta"; "Y el verso cae al alma /
como al pasto el rocío"; "Mi voz buscaba el viento / para tocar su oído"). Estas fuertes pausas
internas refuerzan la melodía del alejandrino, que no está interrumpida, sino subrayada, por la
presencia de versos tripartitos, por ejemplo, en "Eso es todo [ ... ] lejos", la cesura que cae después
del primer "a lo lejos" no hace más que realzarlo significativamente.

“Poema XX” forma parte de “Veinte poemas de amor y una canción desesperada”, poemario
publicado en 1924, en plena juventud del autor chileno. Toda la obra supone a nivel temático
un tratado sobre el amor y sus diferentes vertientes, siempre con un tono preciosista y rico en
matices que lo emparentan con el modernismo poético. A nivel estético, “Poema XX” es un
ejemplo de la fértil capacidad creativa de Pablo Neruda y su profundo dominio de los recursos
poéticos tanto desde el punto de vista métrico como de la utilización de figuras retóricas.

Resulta interesante y original la estructura de “Poema XX”. Esta organizado en 20 versos


alejandrinos pareados con una profunda cesura en la mayoría de ellos cuyo objetivo es realzar
la musicalidad, enfatizando además diversos conceptos que enriquecen el tema de la pieza,
que no es otro que el amor como reza el título del poemario. Es esta una característica
habitual en la obra de Neruda, una perfecta comunión entre estética y temática.

A diferencia de otras piezas de este poemario, Neruda también se refiere al valor de la poesía,
del acto creativo, como catarsis, como purificación de las pasiones. Los versos más tristes son
también una cura frente a la tristeza o el abatimiento que produce el desamor. El autor utiliza
su arte como acto de saneamiento emocional. Es la forma de reducir a su esencia un
sentimiento doloroso, pero inevitable, el modo de perpetuar sobre el papel una pasión del
autor.
“Poema XX” es también un conflicto entre lo subjetivo, lo maleable, el yo, frente a lo objetivo,
lo sólido, la naturaleza. Neruda se sirve de elementos de la naturaleza (el viento, los árboles,
el rocío) para metaforizar unos sentimientos que desbordan su corazón que transforman, en
última instancia, las percepciones del poeta.

Neruda acude algunos símbolos habituales en el modernismo, como el azul, la noche o las
estrellas para describir la soledad, la melancolía y la ausencia. El viento, imparable, en
perpetuo movimiento, actúa como metáfora de la alterabilidad del amor, que va y viene y que
aparece en uno de los versos más impactante del poema: Mi voz buscaba el viento para tocar
su oído.
Y en las últimas estrofas de “Poema XX”, Neruda nos describe las dudas del amor. ¿Dónde
termina? El poeta que nos ha descrito un amor perdido, vacila, tal vez la quiero, porque el
amante se resiste a dejar de amar, a entrar en un largo olvido dejando atrás la belleza del
amor.

Poema XX es otra de las piezas más reconocibles de la juventud de Neruda, un poema


exquisito, que ha sido y es el compañero nocturno de tantos amantes desvelados.

... Fuente https://www.poemas.de/poema-xx/

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