LA TELEVISIÓN BASURA VERSUS EL CONTROL REMOTO
La paradoja de los culpables y el dulce manjar del embrutecimiento ¡Ya pues!
apaga el televisor y coge un libro.
E
l paradigma de la tv basura es
tendencia por estos días en
nuestro país, dilemas sobre
quien tiene el verdadero poder en un
momento complejo han creado un
especie de psicosocial colectiva donde
todos echan la culpa al otro de su
mediocridad, sin embargo parece que
este surtido de ideologías no le interesa
en absoluto al poder, muy por el
contrario da la impresión que es útil
para sus propios intereses. Entender la
responsabilidad del gobierno, los
medios televisivos, sobre todo la
sociedad en general es sin duda una
alternativa de solución, una
oportunidad para la reflexión.
Las empresas de televisión proponen
nuevos formatos de entrenamiento, con
un contenido vacío de fácil consumo,
los nuevos conductores de televisión
manejan un nuevo lenguaje acorde a la
juventud, en estos tiempos abundan los
realities en casi todos los canales de
señal abierta mientras que las secuelas
de estas circulan el resto del día en los
variados programas de espectáculos y
fines de semana en un “programa
especial” acompañado para tu confort
de un excelente y bella comentarista.
La respuesta de las empresas a través
de sus grandes talentos de la noche a
la mañana es que la televisión no
educa y que el televidente tiene el
control remoto, algo de razón dicta este
último, el problema es cuando
emprendes un viaje en busca del país
de las maravillas y encuentras el
mismo paisaje nauseabundo.
Los televidentes, los grandes jueces,
proclamadores de derechos de libertad
en todos sus ámbitos ahora sostienen
que los culpables del subdesarrollo y el
mal rendimiento escolar son la
televisión basura y que ellos se
aprovechan para engañarlos. Lo que
no entienden es que ellos son el amo
absoluto, son la gran teleaudiencia, que
son ellos mismos los que determinan
los tipos de programas; las cadenas de
televisión venden lo que el público
quiere comprar y lo que el público
quiere comprar es basura y mientras
más basura mejor.
Según Marco Aurelio Denegri: “la
televisión basura es adictiva porque es
la droga matriz que se ha convertido en
un tópico y que no se advierte cuán
peligrosa es, porque esto equivale a
una fábula del hombre y del burro que
en contacto con el conocimiento y el
saber, el burro ya no atina a nada, en
cambio el hombre por más que este
pobremente abastecido en materia de
saberes, en contacto con la basura,
asimila mucha basura y esta adicción
es un camino sin retorno”. Cesar
Hildebrandh refiere al respecto, que la
cultura está condenado al fracaso, que
la televisión se ha empobrecido, sin
embargo un entretenimiento puede
culturizar si se maneja con
responsabilidad ética, sin la dictadura
televisiva.
La televisión basura es universal, es un
problema global que no conoce de
fronteras, credos, razas, ni condiciones
sociales, es una plaga que azota las
conciencias de los seres humanos,
pero debemos entender que es de este
mundo, es de humanos para humanos
y la única forma de aliviar este cáncer
social es aceptando que los culpables
somos todos, tanto las empresas
televisivas como los consumidores. Es
momento de tomar conciencia y actuar
con responsabilidad por nuestro
bienestar, por la de nuestros hijos y por
las generaciones venideras, es
momento para dejar las excusas, el
problema no ya no es de debates es de
acción