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El asma bronquial.

Consideraciones clínicas,
ideológicas y terapéuticas
Miguel Costa

INDICE

INTRODUCCION.
1. Caracterización.
2. Aspectos etiológicos.
3. Patrones conductuales del paciente en el manejo de su enfermedad.
4. Aproximaciones terapéuticas.
4.1. Medidas generales.
4.2. Medicación.
4.3. Hiposensibilización.
4.4. Manejo comportamental.
4.4.1. Análisis conductual.
4.4.1.1. Estímulos antecedentes.
4.4.1.2. Estímulos concurrentes.
4.4.1.3. Estímulos consecuentes.
4.4.2. Objetivos.
4.4.2.1. Habilidades de observación y discriminación.
4.4.2.2. Habilidades en el control y reducción de la ansiedad.
4.4.2.3. Reducción de la sensibilidad.
4.4.2.4. Control de consecuencias reforzantes.
4.4.3. Técnicas y procedimientos terapéuticos.

Estudios de Psicología n.. 13-1983


Estudios
INTRODUCCION 1. CARACTERIZACION

En los últimos arios se viene obser- El asma bronquial es un cuadro clíni-


vando la importancia creciente de la co producido por una reactividad eleva-
práctica e investigación psicológica en da del árbol traqueobronquial y bron-
un campo que hasta hace poco parecía quiolos periféricos a numerosos estímu-
privativo de la medicina. La publicación los, caracterizado por episodios de dis-
de artículos sobre terapia del comporta- nea y sibilancias que son sintomáticos de
miento que tienen relación con aspectos la obstrucción de vías aéreas de mediano
psicofisiológicos no deja de ir en aumen- y gran calibre. En algunos pacientes
to (Ciminero, Doleys y Williams, 1978) y puede aparecer tos con o sin producción
comienza a popularizarse el término de esputo persistente. Estos síntomas
«Medicina Conductual» (Schwartz, 1977) son el resultado del broncoespasmo, ede-
para describir el campo relacionado con ma en las paredes bronquiales e hiperse-
el desarrollo de los conocimientos y téc- creción de las glándulas mucosas. Los
nicas de la ciencia del comportamiento episodios asmáticos pueden ser conti-
relevantes para la comprensión de la sa- nuos o paroxísticos y ocasionan una dis-
lud y enfermedad «fisica» y su aplicación minución variable de la función respira-
al diagnóstico prevención, tratamiento y toria, alcanzando desde un grado mode-
rehabilitación de la misma. rado de incapacidad a un estado de asfi-
xia con amenaza de la vida (status asmá-
El dualismo cartesiano, vigente toda- tico). Sin embargo, el asma es reversible,
vía tanto en los modelos teóricos de la espontáneamente o a través del trata-
medicina como en la estructura sanitaria, miento (Weiss, 1978).
empieza así a ser cuestionado y, aunque Además de los síntomas señalados más
raro aún por su escasa frecuencia, no arriba, existen otros que ayudan o per-
sorprende ya ver a un psicólogo como miten caracterizar y delimitar el asma
integrante de un equipo de Hematología, bronquial de un modo más completo.
Alergia o Cardiología. Kinsman y otros han llevado a cabo una
Hoy, gracias al desarrollo de la inves- serie de estudios (Kinsman, Luparello,
tigación psicofisiológica, ya nadie pone O'Banion, Spector, 1973; Kinsman,
en duda que las influencias psicológicas O'Banion, Resnikoff, Luparello, Spector,
actúan como mecanismos agravantes o 1974; Kinsman, Dahlem, Spector, Shu-
desencadenantes cuando no, en muchos card, Luparello, 1974; Kinsman, Dah-
casos, como factores etiológicos muy de- lem, Spector, Staudenmayer, 1977) en
limitados. Los estilos de respuesta con los que consiguieron aislar diez catego-
que el individuo maneja su enfermedad y rías de síntomas que fueron referidos
la experiencia psicológica del dolor junto por los pacientes como característicos de
a efectos varios de los métodos de trata- los ataques asmáticos. Estas categorías
miento y el comportamiento, están iden- son: pánico-miedo, fatiga, irritabilidad,
tificados como aspectos que influyen o hiperventilación-hipocapnia, obstrucción
alteran el mismo proceso de la enferme- de vías aéreas-disnea, broncoconstric-
dad, los resultados del tratamiento o ción-congestión, soledad, preocupación,
causan otros problemas psicofisiológicos cólera y respiración rápida. En estos es-
específicos. tudios, Kinsman y otros encontraron
que ciertos" patrones de sintomatología
El objetivo de nuestro trabajo es, pre- parecen estar relacionados con los estilos
cisamente, el de analizar algunos de estos de respuesta con que el paciente maneja
aspectos en un trastorno psicofisiológico su enfermedad y que influyen en los re-
bien caracterizado: el asma bronquial, de sultados del tratamiento y las decisiones
interés no reciente para el autor (Barto- médicas.
lomé, Carrobles, Costa, Del Ser, 1976). En orden a la categorización del asma
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se ha sugerido diferentes agrupamientos cuerpos ocasiona la liberación de una
o clasificaciones, según una dimensión gran cantidad de mediadores químicos
de severidad como la de Eggleston (histamina, serotonina, acetilcolina...)
(1970): ataques esporádicos, asma suave que provoca broncoconstricción, hincha-
continua, episodios frecuentes y asma se- zón de las células mucosas e incremento
vera crónica; y Freedman y Pelletier de secreción. Otras hipótesis hacen hin-
(1970): suave, persistente o severa y capié en la influencia de los receptores
asma explosiva; o basada en factores betaadrenérgicos y actividad parasimpáti-
etiológicos conocidos: asma intrínseca aso- ca. Existe, por otra parte, un extenso nú-
ciada con infección respiratoria, asma ex- mero de estímulos que no causan ningún
trínseca producida por la reacción alérgi- tipo de reacción alérgica y que, sin em-
ca del paciente a agentes externos tales bargo, producen una alta reactividad en
como el polvo o pelos de animales, y las vía.s aéreas. Este tipo de hipersensibi-
asma mixta con los dos componentes. Si lidad que causa una proporción significa-
bien estas últimas clasificaciones, basadas tiva de ataque asmático parece ser adqui-
en una combinación de factores etiológi- rido, como veremos más adelante, por
cos y variaciones clínicas conocidas, no condicionamiento o bajo la influencia de
son enteramente satisfactorias, tienen la factores psicológicos específicos. En
ventaja de ayudar al clínico a una selec- cualquier caso, existe acuerdo acerca de
ción apropiada de la terapia para el ma- la conceptualización del asma como una
nejo del paciente, o a establecer un fac- enfermedad causada por múltiples facto-
tor pronóstico. Por ejemplo, el asma res (ver fig. n.° 1).
bronquial con procesos infectivos respi- Los efectos patogénicos de la hiper-
ratorios puede tener un pronóstico gene- sensibilidad en el calibre de las vías
ral más pobre por la tendencia a cronifi- aéreas pueden verse en la figura n.° 2. El
carse con el desarrollo de la tos y la pro- tono fisiológico de la musculatura lisa de
ducción de esputos en los intervalos in- las vías aéreas bronquiales es balanceada
tercríticos. por influencias vagales y simpáticas. La
estimulación vagal causa contracción de
la musculatura lisa y constricción de vías
2. ASPECTOS ETIOLOGICOS aéreas, mientras la estimulación simpáti-
ca produce los efectos opuestos.
A causa de la diversidad de estímulos Otros factores tales como exudados
conocidos como productores o desenca- purulentos, edema y fibrosis de las pare-
denantes del asma, es dificil encontrar des de las vías aéreas configuran el pa-
una teoría que explique satisfactoriamen- trón típicamente obstructivo del asma,
te todos los tipos y causas. Weiss llega a en el que el volumen inspirado y espira-
decir que con toda probabilidad el cua- do con cada ciclo respiratorio está redu-
dro clínico de broncoespasmo, disnea, si- cido. En oposición a este proceso obs-
bilancias y alteraciones respiratorias, co- tructivo existe un número de factores
nocido como asma, puede ser, en térmi- que ayudan a mantener el ancho de las
nos etiológicos, varias enfermedades. Se vías aéreas (ver figura n.° 2).
han postulado diferentes hipótesis para La obstrucción de vías aéreas también
explicar la hipersensibilidad de las vías deteriora la distribución de gases hacia el
aéreas, característica fundamental del alveolo y la ventilación (el volumen de
asma. Los alergólogos creen que este es- aire atrapado en una unidad de tiempo).
tado resulta de la respuesta anormal de Por esta razón las medidas espirométri-
la mucosa respiratoria, que permite la cas de flujo aéreo son especialmente uti-
formación de anticuerpos a otras sustan- lizadas para determinar el grado de obs-
cias inofensivas tales como pólenes, pe- trucción espiratoria como medida objeti-
los de animales, etc. La interacción sub- va de la gravedad de la condición asmá-
secuente entre los alérgenos y los anti- tica. En la mayor parte de las investiga-
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ciones realizadas se ha utilizado el cólera y miedo hipnóticamente induci-
Máximo Flujo de Espiración Forzada dos.
(PEFR) y el Volumen de Espiración En otro estudio (Miklich et al., 1974)
Forzada en un segundo (FEV1). en el que se usaron transmisores de ra-
Se ha debatido mucho acerca de la im- dio portátiles para registrar las emocio-
portancia de los factores psicológiocos nes que ocurrían normalmente en diecio-
en la etiología del asma. La mayor parte cho jóvenes asmáticos, se encontró en
de este debate se ha centrado sobre si los seis casos correlación negativa entre el
factores emocionales están o no están arousal emocional y el correspondiente
siempre implicados. A este respecto el ya PEFR, es decir, que el arousal emocional
clásico estudio de Rees (1964) demostró reducía el flujo respiratorio. En el es-
la relevancia de la conceptualización del tudio de Costa (1979) también se obser-
asma como una enfermedad con múlti- vó en ocho pacientes asmáticos, de los
ples causas, en donde el factor psicológi- quince que fueron expuestos a estímulos
co es una más. En el cuadro n.° 1 se re- fóbicos idiosincráticos, una reducción
sumen los principales resultados del es- significativa del PEFR.
tudio de Rees: los factores psicológicos Finalmente, en un estudio de Tal y
fueron considerados como una causa do- Miklich (1976) se encontró que inciden-
minante en un 37 por 100 de los casos. tes, recordados vívidamente, de intensa
Cuando el asma es originalmente induci- cólera y miedo redujeron el FEV, en
da por un factor alérgico o infectivo, el treinta y cinco niños y veintiocho niñas
stress psicológico puede precipitar los asmáticos crónicos. En cambio, la relaja-
ataques. ción incrementó el FEV,. Es decir, el
Faulkner (1941) fue el primero en ob- mismo fenómeno activación emocional-
servar, usando un broncoscopio, la dila- relajación sirve de base a la broncocons-
tación y estrechamiento bronquial en la tricción y broncodilatación en el asma
respuesta a emociones positivas y negati- desencadenada emocionalmente.
vas sugeridas en un sujeto no asmático. Por otra parte, un número sustancial
Dekker y Groen (1956) midieron ca- de estudios con animales (Dekker,
pacidad vital antes y después de exponer Groen, 1956; Ottemberg, Stein, Lewis,
a los asmáticos a estímulos que cada uno Hamilton, 1958) así como investigacio-
había referido como capaces de desenca- nes realizadas con humanos (Dekker,
denar el asma. Seis de doce sujetos mos- Pelser, Groen, 1957; Herxeimer, 1951)
traron reducciones en la capacidad vital apoyan la hipótesis de que el asma es un
y tres desarrollaron asma. desorden psicofisiológico aprendido de
Luparello y otros (Luparello, McFad- modo primario (Turnball, 1962; York-
den, Lyons, Bleecker, 1971) encontraron ston, 1975) y/o secundario (Lachman,
que el «poder de sugestión» tiene un 1972; Ulman, Krasner, 1975).
efecto facilitador de ataques asmáticos en Generalmente las aproximaciones del
individuos cuyas reacciones alérgicas es- aprendizaje enfatizan uno de estos dos
tán relacionadas con la causa primaria de análisis: o bien el estímulo antecedente a
su desorden. través del condicionamiento clásico ha
Clarke (1970) refirió que la cólera y el llegado a producir los ataques asmáticos,
miedo hipnóticamente inducido podían o bien el estímulo reforzante sirve, se-
reducir el FEV, en tres asmáticos cuya gún un modelo operante, para mantener
enfermedad fue significativamente afecta- o exacerbar los ataques. Al parecer, la
da por factores emocionales. Posterior- hipersensibilidad de un gran número de
mente Smith, Colebatch y Clarke (1970) irritantes del entorno tales como aire
replicaron el estudio midiendo resisten- frío, agua fría, dióxido de carbono, amo-
cia de vías aéreas. Sus dos sujetos tam- niaco, etc., parece ser adquirida a través
bién mostraron empeoramiento en el del condicionamiento clásico, establecido
funcionamiento pulmonar siguiente al durante o inmediatamente después de un
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ataque asmático que puede haber sido Aun cuando todas estas evaluaciones son
iniciado por una reacción alérgica o una válidas y necesarias, existe otro tipo de
infección. Después de alguna repetición medidas (sintomatología subjetiva referi-
de la asociación, estas sustancias pueden da por el paciente, actitudes y modos de
producir por sí solas un ataque asmático. enfrentarse a la enfermedad...) que influ-
Por otra parte, otras muchas asocia- yen significativamente no sólo en las de-
ciones del asma con ciertas emociones cisiones médicas sino también, de modo
parecen ser establecidas a través del pro- directo, en el proceso de la enfermedad.
ceso de condicionamiento operante. Por Qué duda cabe que los médicos pueden
ejediplo, un niño que tiene una gran ne- estar inclinados a tratar a los pacientes
cesidad de dependencia y miedo a la se- asustadizos más intensivamente (puesto
paración, puede aprender, según un pa- que aparentan estar peor) que a los que
radigma operante, que los ataques asmá- muestran patrones conductuales más
ticos pueden llevarle más cerca de su equilibrados. Es una observación común
madre y aliviar su miedo. Posteriormen- y muy generalizada que la gente reaccio-
te estos mismos sentimientos, activados na diferentemente a stressores similares.
por el entorno, pueden por sí mismos En el asma la obstrucción intermitente
desencadenar el broncoespasmo. Así de vías aéreas es el principal stressor y
pues, la sobreprotección y la atención y fuente de molestia común a todos los pa-
actitud familiar a ciertos patrones de res- cientes. Unos reaccionan demandando
puesta respiratorias pueden constituir más medicación o utilizando masivamen-
agentes causales o de mantenimiento de te el aerosol (broncodilatador), otros, los
la respuesta asmática. Han sido varios menos, en la tendencia a enfrentarse por
los trabajos que han puesto de manifies- sí mismos al control del broncoespasmo.
to la importancia de las relaciones fami- En un esfuerzo por comprender cómo
liares en la etiología del asma (Rees, la enfermedad es experimentada por los
1963; Purcell et al., 1969). Según el es- pacientes y cómo esta experiencia es tra-
tudio de Rees, únicamente en 44 por 100 ducida en la conducta que afecta el curso
de los padres de asmáticos tenían actitu- de la enfermedad, Kinsman y otros
des satisfactorias frente al 82 por 100 del (Kinsman, Luparello, O'Banion, Spec-
grupo de control (padres de niños no as- tor, 1973; Kinsman, O'Banion, et al.;
máticos). En el trabajo de Purcell (1969) Kinsman, Dahlem, et al., 1974; Kins-
en el que se estudió a 22 niños asmáticos man, Dahlem et al., 1977) desarrollaron
por un amplio período de tiempo se ob- el «Asthma Symptom Checklist» (ASC).
servó una mejoría significativa en las Encontraron que, en efecto, ciertos pa-
medidas del asma cuando los niños fue- trones de sintomatología parecen estar
ron separados de sus padres (ver fig. n.° relacionados con los estilos de respuesta
3). con que el paciente maneja su enferme-
dad y que influyen en las decisiones mé-
dicas en relación con la extensión de la
3. PATRONES CONDUCTUALES hospitalización (Dirks, Kinsman, Jones,
DEL PACIENTE EN EL MANEJO et al., 1977), intensidad de corticosteroi-
DE SU ENFERMEDAD des orales prescritos en el momento del
alta (Dirks, Jones, Kinsman, 1977; Kins-
Generalmente las decisiones que se to- man, O'Banion, Resnikoff, 1973; Kins-
man en el tratamiento de pacientes asmá- man, Spector, Shucard, Luparello, 1974;
ticos se han venido haciendo en base a Kinsman, Dahlem, Spector, 1977), y ta-
medidas y pruebas objetivas tales como sas de rehospitalización después del tra-
las pruebas de sensibilidad de la piel, tamiento residencial (Dirks, Kinsman,
inhalación de antígenos (Spector, Farr, Horton, 1978).
1974), pruebas para la hiperreactividad La naturaleza del régimen de esteroi-
de vías aéreas (Spector, Farr, 1975), etc. des recomendado ha sido utilizado en
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muchos estudios como un índice de la contraron que medicaciones suplementa-
intratabilidad del asma, debido a la filo- rias, como el uso de broncodilatadores
sofia que generalmente se sigue en cuan- aerosolizados para aliviar la broncocons-
to a la administración de los mismos. tricción, son tomados a la discreción del
Los esteroides están entre las drogas más paciente en función de los puntajes que
efectivas recomendadas para el trata- obtenían en el factor P-M. Pacientes con
miento del asma. Sin embargo representa moderado puntaje en el factor P-M se
una categoría de medicación que tiene inclinaban por demandas de estas medi-
graves efectos secundarios y, por esta ra- caciones en relación a su nivel objetivo
zón, existen ciertas pautas de aplicación: de broncoconstricción, mientras que los
si el asma puede ser controlada sin es- pacientes con alto puntaje en el factor P-
teroides no se recomiendan al dar de alta M demandaban muchas y con bajo pun-
al paciente; por el contrario, si el asma taje, pocas, con independencia del nivel
no puede ser manejada sin esteroides, és- de broncoconstricción. Se ha sugerido
tos se recomiendan con un régimen de que muertes repentinas e inesperadas en-
día alterno. Unicamente, si existe grave- tre pacientes asmáticos pueden resultar
dad, es decir, si existe una gran dificul- de la tendencia, en pacientes con puntua-
tad en el control del asma, estaría indica- ciones extremadamente bajas en el factor
do un régimen diario de esteroides. P-M, a minimizar o desatender sus sínto-
En el estudio de Kinsman et al. (1977) mas, o en pacientes con alto puntaje en
se encontró que la frecuente ocurrencia dicho factor, a sobreutilizar aerosoles de
de síntomas de «pánico-miedo» (P-M) y acción simpaticomimética. Dahlem y
de «Irritabilidad» (I) del ASC, durante Kinsman (1978) diseñaron una investiga-
los ataques de asma, tiene relación con el ción con el objetivo de determinar si las
régimen de esteroides. Los pacientes que diferencias en el uso de medicaciones su-
puntuaban bajo en el factor P-M recibían plementarias, por los pacientes que va-
regímenes menos intensivos que los altos rían en el factor P-M, resulta de las dife-
(P < 0.025) y los moderados (P < rencias en la percepción de su estado res-
0.05), fueron dados de alta sin esteroides piratorio o de diferencias en las respues-
más a menudo que los moderados (P < tas a percepciones similares. Los resulta-
0.001) o altos (P < 0.001) e igualmente dos sugieren que las diferencias ob-
fueron menos a menudo dados de alta servadas en la frecuencia de demanda de
sobre un régimen diario de esteroides medicación entre los grupos del factor
que los moderados (P < 0.001) y altos P-M no están relacionadas con las varia-
(P < 0.05). Un análisis adicional mostró ciones en la tasa de dificultad respirato-
que estos puntajes en el factor P-M eran ria. Este estudio ejemplifica una situa-
independientes de la frecuencia y severi- ción en donde el informe subjetivo (difi-
dad de los episodios agudos de bronco- cultad respiratoria) y la conducta (de-
constricción, por lo que se sugirió que mandas de medicación) diverge de modo
los síntomas del factor P-M pueden estar importante. Es probable que el factor P-
asociados con conductas que alteran el M influya en los resultados médicos del
cuadro clínico, llevando a los médicos a asma a causa de estrategias conductuales
prescribir regímenes intensivos de droga maladaptativas que no dependen de las
a los pacientes más asustadizos. Esta po- diferencias en la habilidad de los pacien-
sibilidad ha sido fuertemente considera- tes en percibir y evaluar sus dificultades
da, sobre todo por la escasísima interco- respiratorias.
rrelación entre los puntajes del factor P- En un esfuerzo por extender la aplica-
M del ASC y la media del FENTI/FVC bilidad del factor «pánico-miedo» (P-M)
por 100 (medida de flujo respiratorio a otras enfermedades crónicas, Dirks
que se utiliza como índice de la bronco- (1976) exploró la relación entre el factor
constricción). P-M y escalas estándar del MMPI. Nin-
Dahlem, Kinsman, Harton (1977) en- guna de éstas predijo adecuadamente los
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puntajes de dicho factor. En línea con dificultades de respiración progresen
este trabajo, Dirks, Nelson, Jones y hasta llegar a un ataque asmático. Por
Kinsman (1977) diseñaron un estudio otra parte, la desatención, característico
para derivar una nueva escala del MMPI, de pacientes con bajo puntaje en el fac-
por identificación de ítems individuales tor P-M, puede ocasionar fracasos en el
relacionados con los puntajes del factor tratamiento, y por tanto, viene a ser una
P-M. La nueva escala de personalidad P- respuesta maladaptativa del paciente
M del MMPI predijo consistentemente frente a su enfermedad. Estos fracasos
los niveles del factor P-M del ASC en la van desde el no seguimiento de las pres-
replicación. Los resultados indicaron que cripciones médicas por minimización de
los pacientes que puntuaban alto en la los síntomas hasta una inhabilidad para
escala P-M del MMPI tienen, más a me- discriminar cuándo se inicia o no el pro-
nudo, asignados elevados regímenes de ceso asmático. En este sentido, no faltan
esteroides en días alternos o ' diariamente, estudios (Rubinfeld, Pain, 1976) que evi-
y menos a menudo prescripciones sin es- dencian la falta de correlación en mu-
teroides en el momento del alta (P < chos pacientes entre informes verbales
0.001). La escala P-M del MMPI predijo del asma e índices objetivos del funcio-
regímenes de esteroides igual o mayor namiento pulmonar. Es decir, una perso-
que los puntajes del factor P-M del ASC. na puede informar que está experimen-
Sin embargo, las dos medidas no son re- tando los síntomas del asma cuando las
flejo redundante del mismo tipo de an- medidas objetivas indican que está libre
siedad. Usando categorías estandarizadas de síntomas y, por el contrario, otra per-
de Bajo, Moderado y Alto, únicamente sona puede no llegar a sentir la presencia
la mitad de los pacientes asignados a es- de obstrucción marcada de vías aéreas
tas categorías en la escala de personali- cuando las medidas objetivas de su fun-
dad P-M han correspondido con las asig- cionamiento pulmonar así lo indican.
naciones hechas en la escala de sintoma- Bajo estas circunstancias no es de extra-
tología del factor P-M del ASC. Se pos- ñar que el entrenamiento en discriminación
tula que estas diferencias reflejadas por de síntomas sea obviamente necesaria en el
las dos medidas se debe a que cada una programa de tratamiento y en especial,
de ellas indica diferentes aspectos de los para aquel tipo de pacientes con una ten-
estilos de respuesta con que reacciona el dencia a desarrollar períodos de pequeña
paciente ante el asma. La escala de per- latencia entre el principio del asma y el
sonalidad P-M parecería predecir cuali- status asmático (Creer, Burns, 1979).
dades en la respuesta a dichas dificulta- En un trabajo reciente, Staudenmayer
des, alcanzando desde contradependencia y otros (1979), trataron de comprender
(Baja personalidad P-M) a dependencia cómo la hiperreactividad de las vías
(Alta personalidad P-M). Por esta razón, aéreas (indicado por el efecto de inhala-
los estilos de respuesta reflejados por ciones de histamina y metilcolina) y/o es-
esta escala pueden ser maladaptativos tilos de manejo de la enfermedad (indica-
como lo indican las tasas altas de rehos- do por la sintomatología del factor P-M)
pitalización en tratamientos a largo pla- pueden potencialmente influir los resul-
zo. En cambio, los estilos de respuesta tados médicos en pacientes asmáticos da-
asociados con la sintomatología del fac- dos de alta en un medio hospitalario.
tor P-M del ASC no son probablemente Los resultados indicaron que si bien
maladaptativos en el asma, y pueden in- puede hacerse alguna predicción en base
dicar el nivel de vigilancia de los pacien- a los niveles de ansiedad (P-M) e hiper-
tes acerca de sus dificultades respirato- reactividad de vías aéreas por sí solas, la
rias. Pacientes con alto puntaje en el fac- mejor predicción resultó de los efectos
tor P-M del ASC están constantemente combinados de estos factores. Casi la mi-
vigilantes acerca de sus síntomas y por tad de los pacientes que tenían alta hiper-
tanto, es probable que prevengan que las reactividad (sobre una muestra de 196
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sujetos) y tendencia a desatender los sín- mente a esa gran cantidad de problemas
tomas de dificultad respiratoria fueron que se plantean cuando un paciente no
rehospitalizados. El nivel de atención di- responde al tratamiento habitual o cuan-
rigido a las dificultades respiratoriasve- do presenta exacerbaciones inexplicables.
nía dado por el puntaje alcanzado en el Esta separación de niveles puede que
factor P-M, oscilando entre desatención posibilite en la práctica, ciertas situacio-
(bajo P-M) y extrema vigilancia (alto P- nes contradictorias. Por ejemplo, en el
M). Se encontró que Bajo puntaje en P- caso de pacientes asmáticos con reacción
M tiene el doble de probabilidad de ser alérgica, una de las pautas médicas a se-
hospitalizados (36,7 por 100) después del guir con cierta frecuencia es, por una
tratamiento que los pacientes con Alto parte, la de evitar el contacto directo con
P-M (17,5 por 100). aquellos estímulos (alérgenos: polvo, po-
Si bien no se han llegado a resultados len...) que pueden desencadenar la reac-
concluyentes, estos trabajos sugieren la ción asmática. Y por otra parte, la admi-
existencia de dos tipos de ansiedad (una nistración de vacunas con estractos de
adaptativa y maladaptativa la otra) y antígenos o alérgenos diluidos, inyecta-
plantean interrogantes a aquellos trata- dos en dosis crecientes según un progra-
mientos que se basan fundamentalmente ma de hiposensibilización. Según esto, lo
en reducir o eliminar la ansiedad de que en realidad se puede estar haciendo
modo indiscriminado. En cualquier caso, es favorecer la sensibilización del paciente
existen aún lagunas que conviene cubrir, a nivel conductual por medio de las
ya que es extremadamente dificil separar prescripciones del tipo «evitar los alérge-
nivel de vigilancia sobre el propio sínto- nos» cuando a nivel bioquímico se está
ma del nivel de ansiedad medida por desensibilizando al paciente mediante los
cualquier método que se utilice. Quizá programas de vacunas hiposensibilizan-
sería útil el abordar los parámetros psi- tes. La sensibilización puede facilitarse
cofisiológicos como medida objetiva de ante la dificultad de evitar completamen-
la ansiedad en uno y otro tipo de pacien- te la exposición del paciente a los alérge-
tes. Es posible que este tipo de inves- nos. De hecho, existen, inevitablemente,
tigaciones arrojen luz sobre esta proble- exposiciones parciales u ocasionales con
mática y contribuyan a delimitar más ob- efectos aversivos evidentes producidos
jetivamente los «coping styles» del pa- por el broncoespasmo. Esto ocasiona
ciente. que el paciente utilice el nebulizador y/o
escape del alérgeno como medio eficaz
de terminar con dichos efectos aversivos.
4. APROXIMACIONES Se produce así una reducción de ansie-
TERAPEUTICAS dad y alivio, efecto de la broncodilata-
ción, contingente a la conducta de esca-
En cualquier programa terapéutico es pe y/o evitación y uso del nebulizador.
necesario evaluar todas las posibles cau- El paciente no tiene ocasión de exponer-
sas y factores que contribuyen a desenca- se de modo prolongado al estímulo que
denar las crisis asmáticas. De lo visto desencadena reacciones alérgicas y poder
hasta aquí se deduce que el asma bron- así desarrollar una cierta habituación
quial es un cuadro clínico en donde es conductual al mismo.
evidente la insuficiencia de utilizar un De cualquier modo, ésta es una hipó-
único nivel de análisis y estrategia tera- tesis que el autor de este trabajo plantea
péutica. No son pocos los casos de cro- como objeto de futuras investigaciones,
nificación de pacientes asmáticos con y fundada no sólo en la experiencia clíni-
efectos irreversibles (bronquitis) posible- ca y en la efectividad de tratamientos en
mente por no utilizar esos otros niveles. base a la desensibilización sistemática,
El modelo médico con exclusividad se sino también en la existencia de trabajos
ve incapaz de responder satisfactoria- experimentales controlados. En uno de
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éstos (Herxheimer, Prior, 1952) se vio estímulos que pueden ser desencadenan-
que un progresivo aumento del tiempo tes de crisis asmáticas tale como la fati-
de inhalación de alérgenos en aerosol, a ga, humedad, inhalación de sustancias
través de un circuito respiratorio, tenía químicas volátiles, humo de tabaco, tem-
como resultado un aumento significativo peraturas extremas, contacto con indivi-
en la tolerancia a los mismos y una rela- duos con infección respiratoria, polen y
tiva ausencia de crisis en pacientes asmá- otros alérgenos. El uso de humidificado-
ticos. res es importante durante el verano,
Planteadas estas consideraciones intro- cuando un descenso de la humedad pue-
ductorias sobre la necesidad de abordar de causar irritación a las membranas mu-
el problema desde una perspectiva global cosas, y la sinusitis y trastornos de la
y no exclusivamente médica, veamos al- garganta deben ser tratados con cierta
gunos aspectos o aproximaciones concre- urgencia, ya que pueden ser desencade-
tas de las estrategias terapéuticas. nantes de episodios asmáticos.
Con excepción del ataque agudo y epi-
sodios que pueden progresar a un status
asmático con amenaza de la vida, la ma- 4.2. Medicación (Weiss, 1978)
yor parte de los problemas asmáticos
pueden tratarse sin requerir hospitaliza- Existen medicaciones que tienen el
ción. Tanto en el ataque agudo como en poder de hacer reversible el broncoes-
el status asmático, que es una situación pasmo como las catecolaminas (epinefri-
de emergencia con alteraciones respirato- na) que actúan sobre los receptores B-
rias refractarias a la terapia convencional adrenérgicos y agentes que inhiben la
para el episodio agudo, es necesaria la enzima fosfodiestarasa (aminofilina) faci-
hospitalización (Weiss, 1978). litando el aumento de la capacidad vital
Una vez resuelto el episodio agudo o y la reducción de la resistencia de vías
status asmático, los objetivos del trata- aéreas. Estos últimos están indicados
miento a largo plazo en cualquier pa- preferentemente en hipertensivos, hiper-
ciente con asma debe ser el de prevenir tiroideos y pacientes cardiacos dado que
tanto la ocurrencia de síntomas asmáti- los efectos secundarios cardiovasculares
cos como desarrollo del trastorno. Como son menores que con las catecolaminas.
la etiopatogenia del asma es multifacto- También se utilizan los corticosteroides
rial, del mismo modo debe recurrirse a como resultado de su múltiple acción so-
diferentes aproximaciones terapéuticas en bre los receptores B-adrenérgicos y la
pro de prevenir y controlar los síntomas. enzima fosfodiestarasa, sin embargo, tie-
El asma es un cuadro clínico en donde nen el inconveniente de sus múltiples
es evidente la interdisciplinariedad en su efectos secundarios, de rara aparición en
evaluación y tratamiento, si bien la rele- terapias de corta duración. En un trata-
vancia o prepotencia de unos niveles de miento crónico o más o menos largo, la
análisis (médico, psicológico...) sobre administración de corticosteroides puede
otros dependerá del caso concreto. causar supresión suprarrenal, edema, hi-
Las diferentes aproximaciones terapéu- pertensión, agravación de la diabetes me-
ticas pueden ser agrupadas como sigue: llitus, exacerbación o extensión de la in-
fección, miopatía, ulceración péptica con
hemorragia... Por todos estos efectos se-
4.1. Medidas generales (Weiss, 1978) cundarios, y aunque pueden utilizarse
otros agentes (sodio, potasio...) que los
Estas medidas incluyen una alimenta- limitan o previenen, es aconsejable el
ción con dieta no alérgica, descanso y uso de esteroides cuando fallan otras te-
sueño adecuado y una razonable canti- rapias farmacológicas, en casos graves, y
dad de actividad y ejercicio fisico. Por siempre con precauciones en cuanto a las
otra parte, el paciente debe evitar ciertos dosis y regímenes.
Estudios de Psicología n. 13-1583

72 Estudios
4.3. Hiposensibilización (Weiss, con poder de desencadenar respuestas
1978) emocionales, hasta conductas de implica-
ción en ejercicio fisico y padecimiento de
Un tratamiento de hiposensibilización catarros (ver tabla n.° 2).
está especialmente indicado para pacien- En otro estudio, Eney y Goldstein
tes con asma extrínseca o mixta en que (1976) encontraron que de un grupo de
el factor alérgico juega un importante 43 pacientes seleccionados al azar, el 88
papel. En este tratamiento se adminis- por 100 no tomaba sus medicaciones tal
tran extractos de antígenos diluidos en y como se les había prescrito. El no se-
dosis gradualmente crecientes hasta al- guimiento de la medicación viene a ser
canzar un máximo de adaptación del or- otra condición antecedente algo generali-
ganismo y eliminar de este modo la reac- zada en pacientes asmáticos.
ción alérgica. Por todas estas razones toda evalua-
ción de «estímulos antecedentes» debe
comprender el estudio de:
4.4. Manejo comportamental
— Seguimiento o no de la medicación.
Esta es el área específica del nivel de — Exposición a estímulos específicos: pol-
análisis e intervención del psicólogo. vo, plumas, gasolina, pinturas, plantas,
humos, aire frío, etc.
4.4.1. Análisis conductual — Exposición a estímulos con poder de de-
Además de la utilización de medidas sencadenar respuestas emocionales. Estímulos
objetivas (PEFR, FEVI , TRR) y colate- fóbicos: mercado, metro, desorden, «per-
rales (duración de la tos, número de ata- catarse» de no llevar el nebulizador, ha-
ques, cantidad de medicación, síntomas ber discutido con..., estar pensando en...
subjetivos...) de la condición asmática, la — Implicación en conductas de comer,
intervención comportamental debe ir inyectarse, ingesta de medicamentos, ha-
siempre precedida de un análisis funcio- cer ejercicio, etc.
nal riguroso de la conducta asmática y — Enfermedades: catarros, etc.
factores del entorno. Estos pueden ser
resumidos y categorizados en: 4.4.1.2. Estímulos concurrentes. Las con-
diciones que concurren con un ataque
— Estímulos antecedentes. asmático pueden ejercer un efecto palia-
— Estímulos que concurren con el tivo o de exacerbación del mismo. Ya se
asma. vio como los patrones conductuales con
— Estímulos consecuentes. que reacciona el paciente o la capacidad
de discriminar en qué momento se ini-
4.4.1.1. Estímulos antecedentes. Estos es- cian los síntomas asmáticos tienen una
tímulos se definen como aquellas con- importancia crucial en el desarrollo de la
ductas (en sus dimensiones motoras, fi- condición asmática. Así, pues, la evalua-
siológicas y cognitivas) o circunstancias ción de «estímulos concurrentes» debe
que ocurren antes del comienzo de un comprender:
ataque asmático. Suelen tener la virtuali-
dad de facilitar o desencadenar la res- Características sintomáticas: pánico-
puesta asmática por lo que resulta de im- miedo, fatiga, irritabilidad, conges-
portancia crucial su detección y control. tión mucosa, tos, opresión toráci-
En un reciente trabajo (Costa, 1979) ca, calambres, mareos, etc.
quince pacientes asmáticos seleccionados Discriminación sintomática: discre-
aleatoriamente registraron, durante dos pancia entre los informes de senti-
meses, las condiciones antecedentes de mientos subjetivos e índices objeti-
sus crisis asmáticas. Estas variaron desde vos.
la exposición del paciente a estímulos Otras conductas implicadas en el mane-
Estudios de Psicología ti.. 13-1983
Estudios 73
TABLA 2.
Estímulos antecedentes a las crisis asmáticas (M. Costa, 1979).

Sujetos asmáticos 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15
Sexo VHHHHH VHHHHHHHH
Estímulos precedentes a
la crisis:
Discusión 6 4 4 3 17
Polvo doméstico 89 62 4 3 4 36
Droguería 2 2
«Percatarse» de no
llevar aerosol 213 6
Pensar en ataque
asmático 8 8
Tareas domésticas
(desor.) 6 103 10 2 6 11 3 3 54
Conduct. Problema
familiar 4 8 2 5 19
Lugares «cargados»
y cerrados 3 2 5
Contacto con lana 2 2
Aglomeraciones 7 2 9
Salir a la calle 8 8
Percibir sensación de
«inestabilidad» 6 6
Esfuerzo fisico 5 5
Catarros 4 5 4 4 2 1 1 21
Inhalación de polen 6 4 10
Sin determinar 44 25 2 2 3 5 27
N.° total de crisis 18 24 30 20 4 36 4 24 8 15 18 12 10 6 6 235

• jo del asma: utilización del aerosol, (Ver tabla n.° 3).


utilización o no de habilidades de Dado que los factores que mantienen
relajación, llamadas urgentes a fa- una enfermedad pueden ser diferentes de
miliares... aquellos que la iniciaron, el análisis com-
portamental debe ser realizado incluso
4.4.1.3. Estímulos consecuentes. Ya se en aquellos casos de una clara etiología
vio en otra parte de este trabajo la rele- alérgica, infecciosa o no comportamen-
vancia del componente operante en la tal.
causación y mantenimiento de la res- Una vez realizado el análisis funcional,
puesta asmática. Por esta razón, es una la estrategia de intervención irá dirigida
condición necesaria de toda evaluación el a modificar aquellas condiciones antece-
análisis de sus consecuencias. dentes, concurrentes y consecuentes que
tienen un valor efectivo en el desencade-
namiento y mantenimiento de la conduc-
— Atención familiar. ta asmática.
— Prolongación de la hospitalización.
— Evitación de situaciones aversivas: ir a 4.4.2. Objetivos
la escuela...
— Reducción de disconfor: interrupción En un sentido amplio, una estrategia
de discusiones... de intervención adecuada debe compren-
Estudios de Psicología n.. 13-55183
TABLA 3.
Análisis conductual de la conducta asmático.

—Enfermedades: catarros.
—Fobias: aglomeraciones.
—Est. Espec.: polen, polvo.
—Discusión.
Situacionales —Inyectarse.
—Comer.
—Ingerir el medicamento.
—No seguir la medicación. CONDUCTA
—Esfuerzo físico. ASMATICA
—«No llevo el nebulizador.» —Atención familiar.
Cognitivos —«Me va a dar una crisis.» —Tipo de sintoma- Ref.
—«¡Qué horror!» positivos —Prolongación de la
tología: pánico- hospitalización.
—«Si respiro polvo me da.» miedo. Estímulos
Estímulos Estímulos —Inhabilidad en la consecuentes —Reducción de es-
Antecedentes —Colapso dinámico durante la exp. Concurrentes discriminación de tímulos aversivos:
forzada o tos. síntomas. Ref.
—Tono del músculo liso de la pa- ir a la escuela, in-
—Utilización inade- terrupción de dis-
red bronquial aumentada por est. cuada del nebuliza- cusiones.
vagal o directamente en respuesta dor.
Químico- a la tos, gases irritantes, alérge-
Fisiológicos nos, mediadores químicos.
—Hipersecreción de mucus
—Edema.
—Reacción alérgica.
—Sensaciones fisiológicas.
—Sensación de ahogo.
—Ansiedad.
Emocionales —Cólera.
—Miedo.

M. Costa, 1979
Estudios 71
der una serie de objetivos, en los que se pacientes asmáticos, y tras una observa-
incidirá, en mayor o menor grado, de- ción de dos meses, tres de ellos tuvieron
pendiendo de la caracterización de la en- crisis asmáticas, precedidas por una com-
tidad asmática de que se trate. Estos ob- probación de este tipo, en un 11,11 por
jetivos pueden ser resumidos en: 100, 0,41 por 100 y 10 por 100 del por-
centaje total respectivo de crisis (ver ta-
4.4.2.1. Desarrollar habilidades de observa- bla 2).
ción) discriminación a fin de que el pacien- Un objetivo deseable adicional pues,
te detecte estímulos potenciales (cogniti- sería el de facilitar el autocontrol del pacien-
vos, fisiológicos y del entorno) con ca- te de modo que desarrolle conductas
pacidad de desencadenar respuestas as- adaptativas para enfrentarse por sí solo a
máticas, y pueda aprender a discriminar su trastorno respiratorio.
suaves cambios en su funcionamiento
respiratorio. En los niños asmáticos es 4.4.2.3. Reducir la sensibilidad del pacien-
necesario también desarrollar programas te a aquellos estímulos (polvo, polen...)
detallados tendentes a. mayor auto- que parecen tener el poder de desencade-
rresponsabilización en el autorregistro y nar la respuesta asmática. Obviamente,
automanejo de las medicaciones y del no sólo estamos aludiendo a una reduc-
asma en general (Parcel, Nader, 1977). ción de la sensibilidad a nivel bioquími-
co mediante intervenciones directas del
4.4.2.2. Desarrollar estrategias) habilida- tipo de vacunas hiposensibilizantes, sino
des en el control) reducción de la ansiedad, sobre todo a nivel conductual tanto en
cólera y otras respuestas emocionales. La sus dimensiones motoras, fisiológicas
razón de este objetivo es doble: este tipo como cognitivas. Sería interesante el de-
de respuestas emocionales y, en especial, sarrollar algún tipo de investigación ten-
la ansiedad, tienen, por una parte, un dente a determinar los efectos que pudie-
efecto broncoconstrictor, y por otra, fa- ran tener intervenciones conductuales en
cilitan el desarrollo de conductas mala- el componente alérgico del asma.
daptativas en el manejo del asma. Recor-
damos aquí que pacientes que puntuaban 4.4.2.4. Control de consecuencias reforzantes
muy alto en el factor P-M del ASC ten- de la condición asmática, ya sean de tipo
dían a sobreutilizar inhaladores con pre- positivo (sobreprotección...) o por refor-
paraciones de aerosol. La autoutilización zamiento negativo (interrupción de con-
de estos productos y el efecto reductor flictos, escape de otros estímulos aversi-
de ansiedad, por el alivio o eliminación vos...).
contingente de las dificultades respirato-
rias, puede facilitar una cierta «depen- 4.4.3. Técnicas) procedimientos
dencia» en el paciente. Este comienza a terapéuticos
sobreutilizar el inhalador de un modo
compulsivo, propiciando así ciertos efec- Los procedimientos de relajación y de-
tos cardiotóxicos, con peligro de muerte, sensibilización han sido de los más utiliza-
como resultado de la sobredosis. Es rela- dos y con variantes que van desde los
tivamente frecuente la imagen del asmáti- métodos de Jacobson y Schulz hasta el
co con miedo a separarse de su nebuliza- de feedback EMG (Davis y cols., 1973;
dor y desarrollando rituales obsesivos de Scheer y cols., 1975). En la desensibiliza-
comprobación. Es tal la dependencia a la ción las jerarquías utilizadas suelen reali-
que pueden llegar algunos pacientes as- zarse con estímulos relacionados con los
máticos, que el hecho de «comprobar» ataques asmáticos, con estímulos que son
que les falta el aerosol puede desencade- desencadenantes directos de los mismos
nar respuestas de ansiedad y posterior- y con circunstancias estressantes psicoló-
mente ataques asmáticos. En nuestro tra- gicamente idiosincráticas de un sujeto
bajo (Costa, 1979), de una muestra de 15 (aglomeraciones, desorden, relaciones in-
Estudios de Psicología fi ° r3-1983

76 Estudios
terpersonales...). Las exposiciones suelen (Vachon, Rich, 1976) no son muy con-
hacerse de un modo muy gradual acercán- cluyentes por la magnitud reducida del
dose al modelo más ortodoxo de Wolpe, cambio y por las poblaciones elegidas.
a fin de evitar el desencadenamiento de En el estudio de Vachon y Rich no exis-
crisis asmática. En este sentido, convieve tían pacientes con asma grave y necesita-
advertir del grave peligro que puede co- dos de medicación del tipo corticosteroi-
rrer determinado tipo de pacientes por des. Estos mismos autores refieren que
su paso rápido al status asmático. la magnitud del cambio referido es equi-
Tanto la relajación como la desensibi- valente a la observada después de una
lización tienen un efecto significativo en inhalación de Isoproterenol por lo que
la mejoría de la condición asmática pocos asmáticos estarían satisfechos con
(Napp, Wells, 1978) si bien parece ser este nivel de alivio clínico.
que el segundo procedimiento es supe- Este procedimiento fue desarrollado
rior al primero (Yorkston y cols., 1974). por Dubois, Brody, Lewis y Burgess
Se ha empleado también entrenamiento (1956), simplificado por Goldman,
asertivo (Walton, 1960) como medio de Knudson, Mead, Peterson, Shwaker y
controlar la ansiedad producida por la Wohl (1970) y automatizado por Leven-
relación interpersonal, reestructuración cog- son (1974). Los detalles de la técnica
nitiva (Rathus, 1973; Costa, M. 1979), pueden encontrarse de modo pormenori-
autocontrol con demora del uso del bron- zado en Vachon y Rick (1976) y Leven-
codilatador (Sirota, Mahoney, 1974). En son (1974) y de modo reducido en Feld-
un trabajo de Hock y cols. (1978) reali- man (1976). Básicamente, este procedi-
zado con el propósito de evaluar varios miento persigue entrenar al paciente a
modos de intervención psicológica, se reducir la resistencia respiratoria de las
encontró que el Entrenamiento en Rela- vías aéreas mediante una información
jación por sí solo y combinado con En- (feedback) amplificada y traducida en se-
trenamiento Asertivo incrementó el fun- ñales acústicas o visuales acerca del nivel
cionamiento respiratorio y redujo el nú- de resistencia de los tubos bronquiales.
mero de ataques. El Entrenamiento Según un paradigma de aprendizaje ope-
Asertivo por sí solo fracasó en mejorar rante, el paciente aprende a modificar
la función respiratoria y tuvo una ten- este nivel.
dencia en incrementar la frecuencia de Otras técnicas operantes (time-out,
ataques asmáticos. response-cost, shaping, modeling...) han
El feedback de la resistencia total res- sido usadas efectivamente para tratar
piratoria (TRR) determinada por la téc- conductas asociadas con el asma (Knapp,
nica de oscilaciones forzadas parece ofre- Wells, 1979) y para desarrollar progra-
cer posibilidades en el control voluntario mas educativos mediante videotape
del tono bronquial y por tanto, en el ali- (Moldojsky, Broder, Davis, Leznoff,
vio de la condición asmática. Sin embar- 1979).
go, los resultados hasta ahora obtenidos

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