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RELACION Y DIFERENCIAS ENTRE LA COMPOSICIÓN DE LA

CORTEZA TERRESTRE Y EL MANTO.


RELACION
 El nivel más inferior de la corteza, llamado nivel III, colinda con el manto en
la Discontinuidad de Mohorovich; está formado por gabros, rocas plutónicas
básicas.
 Todo lo que pasa en el manto astenosfera es un cuerpo viscoso que está en
movimiento y esto origina en la corteza terrestre fracturas y fallas.
 Al no poder hundirse los continentes en el manto, el grosor de estos ha ido
aumentando a lo largo de millones de años, la corteza oceánica si se puede
hundir en el manto y mezclarse con él, por lo que nunca llega a ser muy gruesa.
Esta diferencia de densidad y grosor entre las dos cortezas produce efectos
importantes
 La corteza y el manto están adheridos, la parte más superficial del manto
superior, con la corteza, forman una capa rígida llamada litosfera. Esta capa
se encuentra fracturada en bloques de diversos tamaños y formas. Son las
placas litosferas que, según el tipo de corteza que integran, pueden ser:
-placas litosferas oceánicas: formadas por corteza oceánica basáltica y unos
pocos kilómetros del manto superior peridotítica; el grosor de estas placas esta
entre 30 y 50 kilómetros
-placas litosferas continentales: compuestas por corteza continental granítica
y una porción de manto peridotitico. Alcanzan grosores de entre 70 y 150
kilómetros, que en las zonas más internas y antiguas de algunas placas pueden
llegar a los 300 kilómetros
DIFERENCIAS
MANTO
 El manto se diferencia principalmente de la corteza por sus características
químicas y su comportamiento mecánico, lo que implica la existencia de una
clara alteración súbita (una discontinuidad) en las propiedades físicas de los
materiales, que es conocida como discontinuidad de Mohorovičić,
 los materiales del manto son muy ricos en minerales máficos de hierro y
magnesio, especialmente olivino y piroxeno. peridotita, dunita y eclogita
 comparadas con las rocas de la corteza, se caracterizan por un porcentaje de
hierro y magnesio mucho mayor, en detrimento del silicio y del aluminio.

Composición del manto de la Tierra (en %


ponderal)
Elemento Cantidad Compuesto Cantidad
O 44,8
Si 21,5 SiO2 46
Mg 22,8 MgO 37,8
Fe 5,8 FeO 7,5
Al 2,2 Al2O3 4,2
Ca 2,3 CaO 3,2
Na 0,3 Na2O 0,4
K 0,03 K2O 0,04
Total 99,7 Total 99,

CORTEZA
 contiene un porcentaje menor en composición de hierro y mangnesio
 Los elementos más abundantes de esta capa son el silicio, el oxígeno,
el aluminio y el magnesio
 Los minerales más abundantes de la corteza oceánica son los piroxenos, los
feldespatos y los elementos son el silicio, el oxígeno.
 Los minerales más abundantes de la corteza continental son los cuarzos, los
feldespatos y las micas, y los elementos químicos más abundantes son el
oxígeno (46,6%), el silicio (27,7%), el aluminio (8,1%), el hierro (5,0%), el
calcio (3,6%), el sodio (2,8%), el potasio (2,6%) y el magnesio (2,1%).

 Datos de la composición de la corteza terrestre


EVOLUCIÓN DE LA CORTEZA TERRESTRE
La evolución de la corteza terrestre esta relacionada al desarrollo de las zonas orogénicas,
explicadas por las dos hipótesis siguientes :1) Geosinclinales y 2) tectónica de placas.
Geosinclinales
Unidades estructurales y sedimentarias mayores de la corteza terrestre. Se trata de
cuencas alargadas que se rellenan de un gran espesor de sedimento y, por tanto, el suelo
de la cuenca ha tenido que sufrir un hundimiento progresivo. Existen rocas volcánicas
intercaladas con los sedimentos. A continuación, la columna sedimentaría es deformada
por fuerzas orogénicas, originando una cadena de plegamiento. Durante este proceso las
zonas inferiores de la serie sedimentaria pueden metamorfizarse, e incluso transformarse
en granito. Se ha sugerido, como un ejemplo actual, el Golfo de México.
En 1873 Dana le dio el nombre de Geosinclinal a la faja alargada de subsidencia y
sedimentación existentes durante largos periodos de tiempo. Los geosinclinales son
grandes pliegues estructurales a escala subcontinental, estos comprenden de una cuenca
o surco que sirve de receptáculo de sedimentos procedentes de la erosión de las
tierras próximas (López Bermúdez, 1992).

Los geosinclinales se forman a lo largo de los muchos márgenes continentales. Los tipos
de sistemas orogénicos a partir del Paleógeno que están situados a lo largo de
márgenes continentales que constituyen los bordes de avance de placas y suelen atribuirse
a compresión lateral debido al choque de placas.

El desarrollo de los geosinclinales se divide en tres estadios siguientes:


Estadio de sedimentación y subsidencia
En este estadio la sedimentación se inicia al mismo tiempo que la subsidencia de la cuenca
, hasta que ocurren las primeras fases de plegamiento e inversión del eje geosinclinal , en
el centro de levantamiento. Durante este estadio, el piso de la cuenca geosinclinal sufre
un combamiento estable y una acumulación sedimentaria y volcano-sedimentaria potente
. este proceso esta acompañado de intrusiones episódicas de composición mafica a
ultramafica (peridotitas , gabros, piroxenitas, cuarzo-diorita y sienitas)y de complejos
ofioliticos . entre las rocas sedimentarias se encuentran las rocas detríticas:conglomerados
,areniscas ,limolitas y lutitas ;y formaciones carbonatadas . generalmente están
acompañadas por formaciones silíceas (chamosita,radiolaria , etc), formaciones de hierro
y bituminosas . en este estadio también ocurren turbiditas constituidas por arenas finas ,
limos y arcillas .
Cuando los hundimientos geosinclinales se localizan ene el borde de las áreas
continentales se denominan hundimientos liminares o geoliminares. Los geoliminares
parecen ser producto de las tensiones entre la litosfera y astenosfera , indicada por su
actividad sísmica, que ocurren en la región circumpacifica . Cuando ocurren entre áreas
continentales son denominados hundimientos biliminares o intracontinentales, Estos
ocurren por tensiones de la fuerza centrífuga de rotación de la tierra .
En general todo el proceso de sedimentación y subsidencia esta acompañado de
movimientos corticales que ocasionan plegamientos débiles en los estratos en algunos,
lugares del geosinclinal. La mineralización en este estadio es principalmente de Fe ,Mn
,Ti,Pt,Cu,etc.,relacionada directamente a los intrusivos maficos y ultramaficos.
Estadio orogénico
Es el estadio medio durante el cual ocurren plegamientos y formaciones batoliticas ,
dándole un aspecto móvil en lugar de un geosinclinal propiamente dicho. El hundimiento
y la sedimentación engendran una fuerza antagónica denominada isostasia y dirigida
hacia arriba , esta fuerza provoca un levantamiento en la parte axial del geosinclinal , que
se extiende hacia la periferia del geosinclinal.
En este estadio se emplaza y consolidan los magmas formando batolitos calcoalcalilnos
(de gabro a granito), y de composición félsica a muy félsica como granito y alaskita,
también ocurren complejos ofioliticos . las rocas sedimentarias características son
formaciones flysch desarrolladas en los flancos de los geosinclinales , a través de na
denudación de las partes centrales que se elevan rápidamente ; también ocurren rocas
sedimentarias bioliticas clasticas representadas por capas de arcilla y arenas intercaladas
con pizarras bituminosas y carbon . la mineralización en este estadio es principalmente
de Cu, Pb, Zn, Ag, Au, etc., relacionada al emplazamiento de los intrusivos de
composición félsica a intermedia.
Estadio de estabilización progresiva
Denominada también estadio tardío , post plegamiento o post orogénico. Este estadio
corresponde a la transición de un cinturón plegado móvil hacia una plataforma joven no
consolidada. Durante este estadio se emplazan dos formaciones magmáticas, una de
intrusiones pequeñas hipabisales de coposicion diorita -granito-sienita, del tipo porfiritico
y emplazado a lo largo de grandes fallas. La segunda por formaciones volcánicas de
composición andesita-dacita. Las formaciones sedimentarias presentes son las molasas,
arcillas y areniscas conteniendo hidrocarburos y carbón. Las molasas son una alternancia
de arcillas , areniscas finas y limolitas de colores rojizos , a veces acompañados de arcillas
carbonatadas, marmoles y dolomía. Presentan principalmente una mineralización de
Pb,Zn,Cu,W,Mo,Sn,Au,Ag relacionado a las rocas volcánicas y a alas intrusiones
hipabisales.
Las plataformas
Conforman el núcleo de las áreas continentales abarcando ¾ partes de la corteza
continental emergida y caracterizada por una ausencia de zonas sísmicas. seles puede
dividir en tres nivels: inferior metamórfico, de rocas ígneas y superior sedimentario. El
nivel metamórfico es principalmente distintivo en los escudos o plataformas antiguas del
arqueano(3500 a 2600 millones de años ), del proterozoico(2600 a 1700 millones de
años), y del rifeano(1700 a 680 millones de años). Ocurren en anteclisas grandes y afloran
en superficie. Este nivel representa a antiguas estructuras geosinclinales estabilizadas.
Las rocas ígneas constituyen un nivel intermedio y son post proterozoicas. Se les puede
encontrar en plataformas reactivadas intensamente (china), plataformas activadas(escudo
Baltico), plataformas débilmente activadas(EE.UU), y no activadas(Brasil y Australia).
El nivel sedimentario esta constituido principalmente por rocas sedimentarias y menos
frecuentemente volcano-sedimentario,formando una cubierta relativamente delgada y
ligeramente fallada en grabens , sinclinales y en cualquier tipo de cuenca. Están
caracterizadas por presentar una serie de formaciones continentales arena-arcilla,
bitumen, cuarzo-arena y carbonatada.
También podemos considerar que el geosinclinal puede dividirse en eugeosinclinal y
miogeosinclinal. El eugeosinclinal es una faja asociada a la acumulación volcano-
clastica,con hndimientos relativamente rápidos , que ocurren en la zona interna distante
del cratón. El miogeosinclinal es la acumulación de sedimentos que ocurren en la zona
externa del geosinclinal cerca del cratón y que no tienen nada o casi nada de actividad
ígnea.
Tectónica de placas
Desde la trinchera oceánica más profunda hasta la montaña más alta, la tectónica de placas
explica las características y el movimiento de la superficie de la Tierra en el presente y
en el pasado.
La tectónica de placas es la teoría de que la capa exterior de la Tierra se divide en varias
placas que se deslizan sobre el manto, la capa interna rocosa sobre el núcleo. Las placas
actúan como una cáscara dura y rígida en comparación con el manto de la Tierra . Esta
fuerte capa externa se llama litosfera, que tiene 100 km (60 millas) de espesor, según
la Enciclopedia Británica . La litosfera incluye la corteza y la parte exterior del manto.
Debajo de la litosfera se encuentra la astenosfera, que es maleable o parcialmente
maleable, lo que permite que la litosfera se mueva. Cómo se mueve es una idea en
evolución.

Historia

Desarrollada desde la década de 1950 hasta la década de 1970, la tectónica de placas es


la versión moderna de la deriva continental , una teoría propuesta por primera vez por el
científico Alfred Wegener en 1912. Wegener no tenía una explicación de cómo los
continentes podían moverse por el planeta, pero ahora sí lo hacen los investigadores. La
tectónica de placas es la teoría unificadora de la geología, dijo Nicholas van der Elst,
sismólogo del Observatorio de la Tierra Lamont-Doherty de la Universidad de Columbia
en Palisades, Nueva York.
"Antes de la tectónica de placas, las personas tenían que dar explicaciones de las
características geológicas en su región que eran exclusivas de esa región en particular",
dijo Van der Elst. "La tectónica de placas unificó todas estas descripciones y dijo que
debería ser capaz de describir todas las características geológicas como si fueran
impulsadas por el movimiento relativo de estas placas tectónicas".

Puntos magmáticos calientes y rifting intracontinental


Los penachos térmicos son las corrientes de convección que se forman en la superficie
del núcleo terrestre, a 2.900 km de profundidad, y que ascienden atravesando el manto
como columnas de material viscoso a muy alta temperatura. Pueden detenerse a medio
camino o pueden llegar hasta la base de la litosfera oceánica y originar un punto caliente
en la superficie del planeta. Actualmente hay una docena de estos puntos calientes
reconocidos: por ejemplo bajo las islas Azores, las Hawai o las Reunión. Como la litosfera
oceánica es más bien delgada, el penacho térmico la perfora y origina focos volcánicos
muy activos y localizados que son el origen de estas islas. Sin embargo, cuando el material
caliente se encuentra bajo la litosfera continental, que es más gruesa, no le resulta tan fácil
atravesarla; el calor se acumula bajo la placa y se produce un abombamiento. El flujo
divergente del penacho térmico, que se abre como un paraguas bajo la litosfera, produce
esfuerzos distensivos que acaban por romperla. Normalmente el agrietamiento de la
litosfera continental produce un punto triple: tres
fisuras que parten de un punto, delimitando tres
ángulos de 120 grados más o menos, y en las que
puede comenzar la emisión de lava. El material
emitido no estaba inicialmente fundido debido a
la gran presión en la base de la litosfera pero, al
romperse esta y descender la presión, la
astenosfera que está recalentada por el penacho
térmico, sufre una fusión parcial y grandes
cantidades de basalto salen a la superficie. El
estado inicial de rotura de un continente se
denomina rift, nombre tomado del Rift Valley,
región que ocupa parte de Tanzania, Congo,
Uganda y Kenya, en África oriental, donde está
ocurriendo este proceso. La palabra rift significa
hendidura, grieta, y también romper; por ello la
fragmentación de un continente se llama en
general rifting. La rotura se produce a lo largo de
fallas de centenares de kilómetros de longitud, y los bloques delimitados por estas
fracturas, en el contexto distensivo en que se encuentran, se desploman quedando
basculados y unos más bajos que otros. Las primeras etapas de la apertura de un rift se
caracterizan por una subsidencia heterogénea y un tanto desorganizada; las transgresiones
y regresiones del mar en este contexto son muy rápidas. Cada transgresión origina un mar
poco profundo pero que puede adentrarse mucho en el continente, cubriendo las zonas
hundidas y rodeando las que han quedado levantadas. Tras cada regresión pueden quedar
masas de agua marina abandonadas tierra adentro que, al evaporarse, originan depósitos
de yesos y sales. El Triásico de la Cordillera Ibérica cuenta precisamente esa historia. En
un rift que prospera, la inyección de magmas procedentes de la astenosfera empuja los
fragmentos del continente y estos comienzan a separarse. Esta etapa recibe el nombre de
drift (deriva, movimiento), haciendo referencia a que el continente ha dejado de
comportarse como una unidad y se ha convertido en dos (o más) placas con capacidad de
desplazamiento relativo. Entre los fragmentos que se separan, los magmas basálticos
extruidos por las fracturas van originando corteza oceánica, que se queda adosada a la
litosfera continental. En la zona de contacto entre la litosfera continental y la litosfera
oceánica reciente, hay una zona de transición formada por litosfera continental fracturada
y adelgazada por el estiramiento a que ha estado sometida. Si el rift es invadido
definitivamente por el mar, esta zona de transición forma la plataforma continental y el
talud continental. La estructura formada por litosfera continental que, mediante una
plataforma y un talud se continúa con litosfera oceánica, recibe el nombre de margen
continental estable o pasivo. Actualmente la costa atlántica europea es un margen de este
tipo. En la Cordillera Ibérica los sedimentos del Triásico se formaron durante una etapa
de rifting generalizado. El Cretácico superior en cambio, está representado por unos
sedimentos de plataforma continental que indican el intento de formación de un margen
continental estable, cuy talud se encontraba en lo que ahora es la costa cantábrica y los
Pirineos por el norte, a la altura de la costa mediterránea por el este, y en lo que ahora son
la Béticas por el sur. El rift puede continuar evolucionando: una vez puestos en marcha
los fragmentos del continente, al separarse producen más descompresión de la
astenosfera, que continúa fundiéndose y aportando magmas a la superficie. A estas alturas
la zona estára ocupada por un océano estrecho y profundo, como ocurre en el Mar Rojo
que se encuentra en ese punto del proceso. La extensión del fondo oceánico es un proceso
que se automantiene y que origina un nuevo océano, como el Atlántico, que está
actualmente en pleno crecimiento. No siempre un rift llega a ser un océano. El proceso
puede abortarse en cualquier momento y puede incluso invertirse si los fragmentos del
continente son empujados por otras placas y se ven obligados a colisionar de nuevo. La
poca litosfera oceánica que hubiera podido formarse es entonces subducida rápidamente.
Hay varios ejemplos de rifts actuales que, por ahora, no han prosperado. Es fácil
identificarlos, porque como son zonas deprimidas debido a la subsidencia, suelen estar
marcados en el mapa por grandes ríos o por sistemas de lagos: el Nilo y sus lagos, el Rhin,
el Lago Baikal en Rusia y otros, son ejemplos de rifts extensos y profundos. Salvando las
distancias, en España tenemos también algunos rifts abortados, como la zona de
Calatayud-Teruel por donde discurren los ríos Jilona y Alfambra, y su continuación hacia
el sur por Valencia, Murcia y Almería, donde se encuentran los Espacios Naturales de
Sorbas y del desierto de Tabernas. La Cordillera Ibérica, por su parte, es un ejemplo de
rift cerrado tras un intento de apertura que llegó hasta la formación de una plataforma
continental, aunque no llegó a desarrollar litosfera oceánica.
Expansión del piso oceanico
Las dorsales oceánicas representan los bordes constructivos de placa en los que se origina
nueva litosfera oceánica. De hecho, el mayor volumen de magma (más del 60 por ciento
del total de la producción anual de la Tierra) se genera a lo largo del sistema de dorsales
oceánicas en asociación con la expansión del fondo oceánico. Conforme las placas
divergen, se crean fracturas en la corteza oceánica que se llenan inmediatamente de roca
fundida que asciende, procedente de la astenosfera caliente inferior. Este material fundido
se enfría lentamente y se conviene en roca sólida, produciendo nuevas capas de suelo
oceánico. Este proceso tiene lugar una y otra vez y genera nueva litosfera que se aleja de
la cresta de la dorsal a modo de cinta transportadora.

Recordemos que Harry Hess, de la Universidad de Princeton, formuló el concepto de


expansión del fondo oceánico a principios de los años sesenta. Más tarde, los geólogos
pudieron verificar el argumento de Hess de que se está produciendo expansión del fondo
oceánico a lo largo de zonas relativamente estrechas localizadas en las crestas de las
dorsales denominadas zonas de rift. Ahí, bajo el eje de la dorsal donde las placas
litosféricas se separan, las rocas calientes y sólidas del manto ascienden y sustituyen el
material que se ha desplazado hacia los lados. A medida que la roca asciende, ésta
experimenta una disminución de la presión de confinamiento y puede fundirse sin adición
de calor. Este proceso, denominado fasión por descompresión, es la manera en que se
genera el magma a lo largo del eje de la dorsal.

La fusión parcial de las rocas del manto produce magma basáltico con una composición
sorprendentemente uniforme a todo lo largo del sistema de dorsales. Este magma recién
formado se separa de las rocas del manto de las que se deriva y asciende hacia la superficie
en forma de lágrimas o plumas. Aunque la mayor parte de este magma se almacena en
depósitos alargados (cámaras magmáticas) situados justo debajo de la cresta de la dorsal,
el 10 por ciento acaba migrando hacia arriba a lo largo de fisuras y es expulsado en forma
de coladas de lavas sobre el fondo oceánico Figura BD-10). Esta actividad añade nuevas
rocas basálticas a los bordes de placa de una manera continua, uniéndolas temporalmente;
estos enlaces sólo se rompen al continuar la expansión. A 1o largo de algunas dorsales,
las emisiones de lavas bulbosas forman volcanes en escudo (montes submarinos)
sumergidos, así como dorsales alargadas. En otros lugares, las lavas muy fluidas crean
una topografía más suave.

Durante la expansión del fondo oceánico, el magma inyectado en las fracturas recién
desarrolladas forma diques que se enfrían desde sus límites externos hacia el centro. Dado
que los interiores cálidos de estos diques recién formados son débiles, la expansión
continuada produce nuevas fracturas que tienden a separar estas rocas jóvenes más o
menos por la mitad. Como consecuencia, se añade nuevo material a las dos placas
divergentes por igual. Por consiguiente, crece nuevo suelo oceánico simetricamente a
ambos lados de la cresta de la dorsal situada en el centro. De hecho, los sistemas de
dorsales de los océanos Atlántico e Índico están localizados cerca de la mitad de esos
volúmenes de agua y por consiguiente. se denominan dorsales centrooceánicas. Sin
embargo, la dorsal del Pacífico oriental está situada bastante lejos del centro del océano
Pacífico. Pese a la expansión uniforme a lo largo de esta dorsal, gran parte de la cuenca
del Pacífico que en alguna ocasión estuvo al este de este centro de expansión ha sido
cabalgada por la migración hacia el este de las placas americanas.

Las zonas de separación activas miden sólo de 20 a 30 kilómetros de ancho


aproximadamente y se caracterizan por las fallas y el volcanismo. En estos lugares los
grandes trozos de corteza oceánica se desplazan a lo largo de fallas normales y producen
una topografía escarpada compuesta de bloques fallados inclinados (horsts y grabens)
paralelos al eje del centro de expansión. A lo largo de la mayoría de segmentos de la
dorsal, las estructuras volcánicas también son prominentes. Sin embargo, la región de
volcanismo activo parece estar limitada a una zona de menos de 10 kilómetros de ancho.
Más allá de la zona activa de rift, las fallas y el volcanismo desaparecen y la corteza se
vuelve rígida y estable.

Cuando Harry Hess propuso por primera vez el concepto de expansión del fondo
oceánico, se creía que la corriente ascendente del manto era una de las fuerzas
conductoras de los movimientos de placas. Desde entonces, los geólogos han descubierto
que la corriente ascendente a lo largo de la dorsal oceánica es un proceso pasivo.

En otras palabras, la corriente ascendente del manto tiene lugar porque se crea , a medida
que la litosfera oceánica se aleja horizontalmente del eje de la dorsal. Por el contrario, las
plumas del manto que se originan en la profundidad del manto ascienden porque son más
calientes por tanto, más ligeras que las rocas del manto circundantes.

Subducción del piso oceánico y formación de cuencas trasarco


Convergencia y subducción de placas

El ascenso de rocas del manto parcialmente fundidas a lo largo de los bordes divergentes
de placa se traduce en la formación de nueva litosfera oceánica. Por el contrario, las zonas
de subducción situadas a lo largo de los bordes convergentes son los puntos de
destrucción de las placas, lugares donde las capas de litosfera oceánica se doblan y se
sumergen de nuevo en el manto. A medida que la litosfera oceánica se hunde lentamente,
las temperaturas y las presiones más elevadas alteran de manera gradual estas capas
rígidas hasta que se asimilan por completo en el manto.

Principales estructuras de las zonas de subducción


Las zonas de subducción pueden dividirse aproximadamente en las cuatro regiones
siguientes:

(1.) una fosa oceánica profundo, que se forma donde una placa de litosfera oceánica en
subducción se dobla y desciende hacia la astenosfera;

(2) un arco volcánico, que se forma sobre la placa suprayacente;

(3) una región situada entre la fosa y el arco volcánico (región le antearco), y

(4) una región situada en el lado del arco volcánico opuesto a la fosa (región de trasarco).

Aunque todas las zonas de subducción tienen estas estructuras, existe una gran cantidad
de variaciones, tanto a todo lo largo de una sola zona de subducción como entre zonas de
subducción diferentes (Figura BC02).

Las zonas de subducción también pueden situarse en una de las dos categorías siguientes:
aquellas en las que la litosfera oceánica subduce por debajo de otra capa oceánica y
aquellas en las que la litosfera oceánica desciende por debajo de un bloque continental.
(Una excepción es la zona de subducción de las Aleutianas, en la que la parte oeste es una
zona de subducción océano-océano, mientras que la subducción a lo largo de la sección
oriental tiene lugar bajo la masa continental de Alaska.)

Arcos volcánicos

Quizá la estructura más evidente generada por subducción son los arcos volcánicos, que
se forman sobre la placa suprayacente. Donde convergen dos placas oceánicas, una
subduce debajo de la otra y se inicia la fusión parcial de la cuña del nanto situada encima
de la placa que subduce. Eso acaba conduciendo al crecimiento de un arco de islas
volcánicas, o simplemente arco isla, sobre el fondo oceánico. Son ejemplos de arcos
insulares activos los de las Marianas, las Nuevas Hébridas, Las Tonga y las Aleutianas
(Figura BC03).

En los lugares donde la litosfera oceánica subduce por debajo de un bloque continental,
surge un arco volcánico continental. Aquí, el arco volcánico se forma sobre la topografía
más elevada de las rocas continentales más antiguas y forma picos volcánicos que pueden
alcanzar los 6000 metros por encima del nivel del mar

Fosas oceánicas profundas

Otra gran estructura asociada con la subducción son las fosas oceánicas profundas.La
profundidad de la fosa parece estar estrechamente relacionada con la edad y, por tanto, la
temperatura de la placa oceánica en subducción. En el Pacífico occidental, donde la
litosfera oceánica es fría, las capas oceánicas relativamente densas descienden hacia el
manto y producen fosas profundas, Un ejemplo conocido es la fosa de las Marianas, en
la que la zona más profunda se encuentra más de 11.000 metros por debajo del nivel del
mar. Por el contrario, a la zona de subducción de Cascadia le falta una fosa bien definida.
Aquí, la placa caliente y flotante de Juan de Fuca subduce con un ángulo muy pequeño
debajo del suroeste de Canadá y el noroeste de los Estados Unidos. La zona de subducción
de Perú-Chile, por otro lado, tiene profundidades de su fosa entre estos extremos. Gran
parte de esta fosa es de 2 a 3 kilómetros menos profunda que las del Pacífico occidental,
cuya profundidad media oscila entre los 7 y los 8 kilómetros. Una excepción se halla en
la parte central de Chile, donde el borde de la placa tiene una pendiente muy suave, lo
cual hace que la fosa sea prácticamente inexistente.

Regiones de antearco y de trasarco

Situadas entre los arcos volcánicos en desarrollo y las fosas oceánicas profundas se
encuentran las regiones de antearco, en las que el material piroclástico procedente del
arco volcánico y los sedimentos erosionados de la masa continental adyacente se
acumulan. Además, la placa que subduce transporta los sedimentos del fondo oceánico
hacia la zona antearco.

Otro lugar en el que los sedimentos y los derrubios volcánicos se acumulan es la región
de trasarco, que si se sitúa al lado del arco volcánico pero en el lado opuesto a la fosa. En
esas regiones, las fuerzas tensionales suelen dominar, haciendo que la corteza se estire y
se adelgace.

Dinámica en las zonas de subducción

Dado que las zonas de subducción se forman en el lugar en el que dos placas convergen,
es natural suponer que las grandes fuerzas compresionales actúan para deformar los
bordes de las placas. De hecho, este es el caso a lo largo de muchos bordes convergentes
de placa. Sin embargo, los bordes convergentes no son siempre regiones dominadas por
las fuerzas compresionales.

Extensión y expansión de la zona de trasarco A lo largo de algunos bordes convergentes


de placa, las placas suprayacentes están sometidas a tensión, lo cual provoca el
estiramiento y el adelgazamiento de la corteza. ¿Pero cómo actúan los procesos
extensionales cuando dos placas se mueven juntas ?.

Se cree que la edad de la placa oceánica en subducción desempeña un papel importante


en la determinación de las fuerzas dominantes que actúan en la placa suprayacente.
Recordemos que cuando una capa relativamente fija y densa subduce, no sigue un camino
fijo hacia la astenosfera. Antes bien, se hunde verticalmente a medida que desciende.
haciendo que la fosa se retire.

El adelgazamiento y la ruptura de la litosfera se traduce en el afloramiento de rocas


calientes del manto y la fusión por descompresión que lo acompaña. La extensión
continuada inicia un tipo de expansión del fondo oceánico que genera nueva corteza
oceánica y, de este modo, aumenta el tamaño de una cuenca de trasarco en desarrollo.

Se encuentran cuencas de trasarco activas detrás de las islas Marianas y las tonga,
mientras que las cuencas inactivas contienen el mar del sur de la China y el mar de Japón.
Se cree que la expansión trasarco que formó el mar de Japón separó un pequeño fragmento
de corteza continental de Asia, Gradualmente, este fragmento de corteza migró hacia el
mar junto con la fosa en retirada. La expansión del fondo oceánico, a su vez, creó la
corteza oceánica del fondo del mar de Japón.

Condiciones compresionales

En algunas zonas de subducción dominan las fuerzas compresionales Este parece ser el
caso de los Andes centrales, donde un episodio de deformación empezó hace unos 30
millones de años. Durante este intervalo de tiempo, el borde occidental de América del
Sur ha estado cabalgando activamente la placa de Nazca, en subducción, a una velocidad
aproximada de 3 centímetros anuales. En otras palabras, la placa Suramericana ha estado
avanzando hacia la fosa Peni-Chile a una velocidad mayor de la de retirada de la fosa.
Por tanto, en el caso de los Andes, la capa de litosfera oceánica descendiente sirve como
un que resiste el movimiento en dirección oeste de la placa Suramericana. Las fuerzas
tectónicas resultantes han acortado y engrosado el borde occidental de América del Sur.
(Es importante observar que la corteza continental es en general más débil que la corteza
oceánica; por tanto, la mayor parte de la deformación ocurre en los bloques continentales.)
En esta región, el bloque de corteza de los Andes tiene un máximo engrosamiento de unos
70 kilómetros, y una topografía montañosa que en algunas ocasiones supera los 6.000
metros de altura,

Figura .Modelo en el que se muestra la formación de una cuenca de trasarco. La


subducción y la retirada y doblamiento hacia detrás de la placa oceánica crea un flujo
en el manto que . de la placa superior hacia la fosa en retirada
Subducción y formación de montañas

Como se ha comentado anteriormente, la subducción de la litosfera oceánica da lugar a


dos tipos distintos de cinturones montañosos. Cuando la litosfera oceánica subduce por
debajo de una placa oceánica, se desarrollan un arco insular y las estructuras tectónicas
relacionadas. La subducción por debajo de un bloque continental, en cambio, se traduce
en la formación de un arco volcánico a lo largo del borde de un continente. Los bordes de
placa que generan arcos volcánicos continentales suelen denominarse bordes de tipo
andino.

Arcos insulares

Los arcos insulares representan lo que quizá son los cinturones montañosos más simples.
Estas estructuras son consecuencia de la subducción constante de la litosfera oceánica,
que puede durar 100 millones de años o más. La actividad volcánica esporádica, el
emplazamiento de cuerpos plutónicos en profundidad y la acumulación de sedimentos
procedentes de la placa en subducción aumentan de manera gradual el volumen del
material de la corteza que cubre la placa superior. Algunos arcos de islas volcánicas
maduros, como el de Japón, parecen haberse formado sobre un fragmento preexistente de
corteza continental.

Formación de montañas a lo largo de los bordes de tipo andino

La primera etapa en el desarrollo de un cinturón montañoso de tipo andino aparece antes


de la formación de la zona de subducción. Durante este período, el margen continental es
un margen pasivo, es decir, no es un borde de placa, sino parte de la misma placa donde
se encuentra la corteza oceánica contigua. La costa este de Estados Unidos proporciona
un ejemplo actual de un margen continental pasivo. En lugares como éste, la deposición
de sedimentos en la plataforma continental está produciendo una gruesa plataforma de
areniscas, calizas y lutitas de aguas someras .Más allá de la plataforma continental, las
corrientes de turbidez depositan

sedimentos en el fondo de la cuenca oceánica profunda. En este ambiente, tres elementos


estructurales diferenciados de un cinturón montañoso en desarrollo toman forma de una
manera gradual: los arcos volcánicos, los prismas de acreción y las cuencas de antearco

Formación de un arco volcánico. Recordemos que a medida que la litosfera oceánica


desciende hacia el manto, el aumento de las temperaturas y las presiones provoca la salida
de los volátiles (principalmente agua) de las rocas de la corteza. Estos fluidos móviles
migran hacia la pieza en forma de prisma del manto situado entre la placa en subducción
y la placa superior. Una vez la capa que se hunde alcanza una profundidad aproximada
de 100 kilómetros, estos fluidos ricos en agua reducen el punto de fusión de las rocas
calientes del manto lo suficiente como para provocar fusión parcial.

La fusión parcial de las rocas del manto (principalmente la peridotito) genera magmas
primarios. con composiciones basálticas. Puesto que son menos densos que las rocas a
partir de las cuales se han originado, estos magmas basálticos recién formados
ascenderán. Al alcanzar la base de la corteza continental, que está formada por rocas de
baja densidad, en general estos magmas basálticos se reunen y se acumulan. Sin embargo,
el volcanismo reciente en los arcos actuales (la erupción del Etna, por ejemplo) indica
que una parte del magma debe de alcanzar la superficie.

Para continuar el ascenso, los cuerpos magmáticos deben tener menor densidad que las
rocas de la corteza. En las zonas de subducción, eso suele conseguirse mediante la
diferenciación magmática, en la que los minerales pesados ricos en hierro cristalizan v se
sedimentan, dejando el fundido restante enriquecido en sílice y otros componentes . Por
tanto, a través cle la diferenciación magmática, un magma basáltico comparativamente
denso pude generar fundidos de baja densidad con una composición andesítica
(intermedia) o incluso riolítica (félsica).
Figura: Orogénesis a lo largo de una zona de subducción de tipo andino

A. Margen continental pasivo con una extensa cuña de sedimentos.

B. La convergencia entre placas genera una zona de subducción, y la fusión parcial


produce un arco volcánico en desarrollo. La convergencia continua y la actividad ígnea
deformaron y aumentaron el grosor de la corteza, elevando el cinturón montañoso,
mientras se desarrolla un prisma de acreción.

C. La subducción acaba y es seguida por un período de elevación y erosión.

El volcanismo a lo largo de los arcos continentales está dominado por la erupción de lavas
v materiales piroclásticos de composición andesítica, mientras por otro lado pueden
generarse cantidades menores de rocas basálticas y riolíticas. Dado que el agua
procedente de la placa en subducción es necesaria para la fusión, estos magmas derivados
del manto están enriquecidos en agua y otros volátiles (el componente gaseoso del
magma). Estos magmas cargados de gas son los que producen las erupciones explosivas
características de los arcos volcánicos continentales y los arcos insulares maduros.

Desarrollo de un prisma de acreción.

Durante el desarrollo de los arcos volcánicos, los sedimentos transportados en la placa en


subducción, así como fragmentos de la corteza oceánica, pueden ser arrancados y se
adosan a la superficie de la placa suprayacente. La acumulación caótica de sedimentos
deformados y fallados y los fragmentos de la corteza oceánica se denomina prisma de
acreción (Figura BC05B). Los procesos que deforman estos sedimentos se han
comparado a lo que le sucede a un suelo a medida que es arrancado y empujado delante
de una excavadora.

Algunos de los sedimentos que componen el prisma de acreción son arcillas que se
acumularon en el fondo oceánico y luego fueron transportadas a la zona de subducción
por el movimiento de las placas. Otros materiales se derivan del arco volcánico adyacente
y están compuestos por cenizas volcánicas y otros materiales piroclásticos, así como por
sedimentos erosionados de estos relieves elevados.

Algunas zonas de subducción tienen prismas de acreción mínimos o no los tienen. La fosa
de las Marianas, por ejemplo, carece de prisma de acreción, en parte debido a la distancia
que la separa de un área fuente importante. (Otra explicación propuesta para la falta de
un prisma de acreción es que gran parte de los sedimentos disponibles han subducido.)
Por el contrario, la zona de subducción de Cascadia tiene un gran prisma de acreción.

Aquí, la placa de Juan de Fuca tiene un manto de sedimentos de 3 kilómetros de grosor


aportados principalmente por el río Colorado.

La subducción prolongada, en las regiones donde los sedimentos abundan, puede


engrosar el prisma de acreción bastante como para que sobresalga por encima del nivel
del mar. Eso ha sucedido a lo largo del extremo meridional de la fosa de Puerto Rico,
donde la cuenca del río Orinoco de Venezuela es una gran área fuente. El prisma
resultante emerge en la isla de Barbados.

No todos los sedimentos disponibles se convierten en una parte del prisma de acreción;
antes bien, algunos subducen a grandes profundidades. Conforme estos sedimentos
descienden, la presión aumenta de una manera constante, pero las temperaturas en el
interior de los sedimentos se mantienen relativamente bajas, porque están en contacto con
la placa fría que se hunde. Esta actividad genera una serie de minerales metamórficos de
alta presión y baja temperatura. Debido a su baja densidad, algunos de los sedimentos
subducidos y los componentes metamórficos asociados pueden ascender hacia la
superficie, Este tiende a mezclar y revolver los sedimentos del interior del prisma de
acreción. Por tanto, un prisma de acreción evoluciona y se convierte en una estructura
compleja formada por rocas sedimentarias falladas y plegadas y fragmentos de corteza
oceánica inter-mezclados con las rocas metamórficas formadas durante el proceso de
subducción. La estructura única de los prismas de acreción ha ayudado enormemente a
los geólogos en su intento de reconstruir los acontecimientos que han generado nuestros
continentes actuales.

Cuencas de antearco.

A medida que el prisma de acreción crece en dirección ascendente, tiende a actuar como
barrera al movimiento de los sedimentos desde el arco volcánico hacia la fosa, Como
consecuencia, los sedimentos empiezan a acumularse entre el prisma de acreción y el arco
volcánico. Esta región, compuesta de capas de sedimentos relativamente no deformadas
y rocas sedimentarias se denomina cuenca de antearco (figura BC-05B). El descenso y la
sedimentación continuada en las cuencas de antearco pueden generar una secuencia de
estratos sedimentarios horizontales de varios kilómetros de grosor.

Colision continente-continente y continente arco

Como hemos visto, cuando una lámina de la litosfera oceánica subduce por debajo de un
borde continental, se desarrolla un cinturón montañoso de tipo andino. Si la placa que
subduce también contiene un continente, la subducción continuada acaba transportando
el bloque continental hacia la fosa. Aunque la litosfera oceánica es relativamente densa y
subduce con facilidad, la corteza continental contiene cantidades importantes de
materiales de baja densidad y es demasiado flotante como para experimentar una
subducción apreciable. Por consiguiente, la llegada de la litosfera continental a la fosa se
traduce en una colisión con el borde del bloque continental suprayacente y la interrupción
de la subducción.

Las colisiones continentales tienen como consecuencia el desarrollo de montañas


compresionales caracterizadas por una corteza acortada y engrosada. Los grosores de 50
kilómetros son comunes y la corteza de algunas regiones tiene espesores que superan los
70 kilómetros. En estos lugares, el engrosamiento de la corteza se alcanza generalmente
a través del plegado y el fallado.

Los cinturones de püegues y cabalgamientos son estructuras notables de la mayoría de


montañas compresionales. Estos terenos montañosos suelen ser el resultado de la
deformación de gruesas secuencias de rocas sedimentarias de aguas someras parecidas a
las que forman los bordes continentales pasivos del Atlántico. Durante una colisión
continental, estas rocas sedimentarias son empujadas tierra adentro, lejos del núcleo de
cinturón montañoso en desarrollo y sobre el interior continental estable.

En esencia, el acortamiento de la corteza se alcanza a través del desplazamiento a 1o largo


de los cabalgamientos (fallas inversas de ángulo pequeño), donde los estratos que antes
se extendían horizontalmente se apilan los unos encima de los otros. Durante este
desplazamiento, el material atrapado entre las fallas inversas suele plegarse y forma la
otra estructura principal de un cinturón de pliegues y cabalgamientos. Se encuentran
ejemplos excelentes de cinturones de pliegues y cabalgamientos en los Apalaches, en las
Rocosas canadienses, en el Himalaya (meridional) y en los Alpes septentrionales.

Los mecanismos que generan montañas compresionales también crean otros tipos de
estructuras tectónicas. Entre éstos se cuentan los bloques del basamento que cabalgan
hacia el continente opuesto. Además, las fallas inversas y los pliegues son estructuras
principales del prisma de acreción que se genera a lo largo del borde de tipo andino de
uno de los dos continentes.

La zona en la que dos continentes colisionan se denomina sutura. Esta parte del cinturón
montañoso suele conservar restos de la litosfera oceánica que fueron atrapadas entre las
placas en colisión. Como consecuencia de sü estructura ofiolítica única, estos fragmentos
de litosfera oceánica ayudan a identificar la localización del borde de colisión. A lo largo
de las zonas de sutura es donde los continentes se sueldan. Sin embargo, al principio se
trata de zonas muy calientes y débiles. Por tanto, si los movimientos de las placas
asociadas con ellas pasan drásticamente de la convergencia a la divergencia, estas zonas
de fragilidad pueden convertirse en futuros puntos de ruptura continental.

Observaremos más detenidamente dos ejemplos de cordilleras colisionales: el Himalala


y los Apalaches. El Himalaya es la cordillera de colisión más joven de la Tierra y todavía
está creciendo. Los Apalaches constituyen un cinturón montañoso mucho más antiguo,
en el que la formación activa de montañas cesó hace unos 250 millones de años.
Figura. ilustración en la que se muestra la formación de las principales estructuras de
un cinturón montañoso compresional, incluido el cinturón de pliegues y cabalgamienlos.

Desarrollo de rift post colisión

El desarrollo de rift post colisión puede ocurrir por el desarrollo de rits en zonas
continentales. Los rifts generadores de centros de expansión oceánica no parecen ubicarse
en este grupo, la mineralización a este tipo de estructura tectónica no esta determinada ni
especificadada.

Existen equivalencias groseras entre el desarrollo del ciclo orogénico por tectónica de
placas y por geosinclinales. La principal equivalencia es la del esatdio orogénico
geosinclinal con la subducción de la placa oceánica(incluyendo la etapa colision
continente-contienente).

EQUIVALENCIA ENTRE LOS ESTADIOS DE DESARROLLO DE LA


TECTONICA DE PLACAS Y DE LOS GEOSINCLINALES

TECTONICA DE PLACAS GEOSINCLINALES

Rifting continental Estabilización Progresiva

Expansión del piso oceánico Sedimentación y subsidencia

Subducción del piso oceánico Orogénico

Colisión continente-continente Orogénico

Rift post colisión Estabilización progresiva


Bibliografía
http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx/sites/ciencia/volumen3/ciencia3/148/htm/sec_13.htm

https://www.rutageologica.cl/index.php?option=com_content&view=article&id=387&Itemid=
895&showall=1

https://www.raco.cat/index.php/ECT/article/viewFile/274150/362243

Francisco padilla(2009).Geologia y morfología del terreno-Geología de la tierra. Universidad de


A Coruña

Valera J.(1987).Geología de los depósitos de minerales metálicos pp.(23-29)

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