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Retiro Congregacional
Abril de 2019
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AMBIENTACIÓN
Símbolos: Termómetro la Bitácora, Cuaderno de campo e historia personal.
1. MOTIVACIÓN
Jn 12, 1-3:
En esa casa hay amor, gozo, alegría, comida; es una fiesta. Toda la casa se llenó con el buen olor
del amor, de la esperanza, de la vida fraterna. Cómo cambió esa familia con la presencia de Jesús,
el amigo, el Señor! Después del trabajo con la Bitácora y la toma del pulso, que nos llevó a darnos
cuenta de lo bueno que tenemos y de lo que debemos mejorar en nuestra vida para ser auténticas
Religiosas Franciscanas de María Inmaculada, saliendo del Egipto de plagas y esclavitudes, nos
disponemos al paso del Mar Rojo, para asumir la historia de la Congregación y los llamados de la
iglesia, como desafíos en el Éxodo Congregacional comprometidas en solidaridad y en libertad con
los pobres de nuestro tiempo. Serán instrumentos de gran ayuda el cuaderno de campo, el de la
historia personal y la presentación en P.P que nos ayudarán a salir de nosotras mismas, para ir a los
que nos necesitan como lo hicieron nuestras Hermanas en la Génesis Congregacional.
2. ORACIÓN
3. LA PASCUA RECORDADA
El libro del Éxodo narra la historia de los acontecimientos mediante los cuales Dios liberó al pueblo
israelita de la esclavitud en que vivía en Egipto, entre los cuales sobresalen: las plagas de Egipto, la
sangre del cordero, los sucesos de la última noche que vivieron los israelitas en Egipto, la comida
del cordero pascual, la muerte de los hijos primogénitos de los egipcios y también la historia de su
salida rumbo a la tierra que Dios le había prometido. Como Dios no quería que estos
acontecimientos quedarán en el olvido, les dio este mandato: “Cada año, los hijos de Israel han de
recordar su liberación y su salida de Egipto, con una fiesta- la FIESTA DE LA PASCUA – En honor
de Yavé y comerán en dicha fiesta una comida – LA CENA DE LA PASCUA – como la que comieron
esa noche en Egipto y contarán a sus hijos lo que pasó en Egipto”. Según esto, Dios dejó
establecido para los israelitas: Una FIESTA y una CENA: Una Fiesta: LA FIESTA DE LA PASCUA y
una Cena: LACENA DE LA PASCUA.
Israel entendió que por medio de estos ritos memoriales el pueblo se hacía partícipe de la Alianza
que Dios había hecho con sus antepasados muchos siglos anteriores.
Vemos esto muy claramente en el rito de la renovación de la Alianza que el Libro de Deuteronomio
narra. Moisés explica que en este rito memorial, la Alianza original del monte Sinaí es "actualizada"
en medio de ellos.
"No con nuestros padres concluyó Yahvé esta alianza, sino con nosotros que estamos hoy aquí,
todos vivos. Cara a cara les habló Yahvé en la montaña, de en medio del fuego. Yo estaba entre
Yahvé y ustedes para comunicarles la palabra de Yahvé, ya que ustedes tenían miedo del fuego y
no subieron a la montaña…Dt 5:1-4).
En cada celebración de la Pascua, hombres y mujeres de cada generación recuerdan el día que
ellos mismos salieron de Egipto (cfr. Dt 16:3). Ellos participan personalmente en el éxodo. Cada
israelita, hasta el día de hoy, habla del éxodo en la primera persona: "Ese día explicarás a tu hijo:
´Esto es lo que Yahvé hizo por mí cuando salí de Egipto.´"
Al acordarse de la Alianza, no están recordando unos eventos del pasado. Por medio del poder de
Dios se hacen contemporáneos de estos eventos que son actuales.
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4. EL NUEVO EXODO
Se nota el énfasis que pone en el momento actual, con nosotros que estamos hoy aquí, todos vivos”.
Aunque la alianza se había hecho hace mucho tiempo en el Sinaí, está presente en medio de ellos.
El mandamiento de Jesús en la Última Cena tuvo esta resonancia tan profunda de la Pascua del
Antiguo testamento.
Él quiso instituir un nuevo memorial pascual, para recordar su propio “éxodo”, la salvación ganada
por su vida, muerte y resurrección, en el cual todos los pueblos y todas las generaciones son
liberados del pecado y de la muerte. (cfr. Lc. 9; 31).
Jesús no estaba ofreciendo un recuerdo nostálgico de su última Cena o de sus últimas horas en la
tierra cuando instituyó este memorial nuevo. Como la fiesta de Pascua de los judíos, el rito memorial
sería la representación y la actualización de los hechos maravillosos de Dios.
En la Eucaristía, el sacrificio de la cruz, que fue una vez para siempre, se hace presente. Dios se
“acuerda” y renueva la alianza que fue sellada en la sangre de Cristo (cfr. Lc. 22; 20 y nosotros que
estamos orando este memorial nos hacemos participes del poder y las promesas de esa Alianza.
Jesús concluyó esta nueva Alianza con todos nosotros vivos hoy aquí. El Señor nos habló cara a
cara cuando dijo: “Tomad y comed…esto es mi cuerpo…Tomad y bebed este es el cáliz de mi
sangre…haced esto en memoria mía”.
Seguiremos venerando la cruz que fue el medio que nos hizo cruzar a la otra orilla de luz y de vida
eterna.
Sin cruz… no se llega. No se alcanza la resurrección. ¡Cristo resucitó y su tumba quedó vacía!
Dios es omnipotente y puede hacerlo TODO, pero… “no puede obligarnos a tener un corazón
arrepentido. Nos deja en libertad para amarlo o para ofenderlo, para querer estar unidos a Él o para
olvidarlo y esa libertad es tan traicionera que nos puede DAR o QUITAR el derecho a nuestra propia
y gloriosa resurrección.
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5. SALIDA Y PASO POR EL MAR ROJO - FRATERNIDAD
Las franciscanas desafiadas a “vivir siguiendo a Cristo casto, pobre y obediente, se convierten en
“exégesis” viva de la Palabra de Dios…La radicalidad evangélica es ir a la raíz del amor a Jesucristo;
con la comunión filial con la Iglesia; siguiendo muy de cerca y sin condiciones a Jesucristo. La Iglesia
necesita de su fidelidad; gracias por su SÍ generoso, total y perpetuo a la llamada del Amado”
(Benedicto XVI-2011) Const. 56
Para la liberación y la vivencia fraterna es importante tener en cuenta la invitación que hace el papa
Francisco a todos los que sirven a la Iglesia a evitar las siete tentaciones:
1. El individualismo, la crisis de identidad y la caída del fervor (¡no nos dejemos robar el entusiasmo
misionero!)
2. La acedia pastoral (negligencia, flojera o pereza) (¡no nos dejemos robar la alegría
evangelizadora!)
3. El pesimismo estéril (no ver la realidad sino como signos de desgracia, de muerte) (¡no nos
dejemos robar la esperanza!)
4. El aislamiento y el encerramiento en sí mismo (¡no nos dejemos robar la comunidad!)
5. La mundanidad espiritual (buscar en la tarea evangelizadora la gloria humana y el bienestar
personal (¡no dejemos robar el evangelio!)
6. La envidia, las divisiones y la guerra entre hermanos (¡no nos dejemos robar el ideal del amor
fraterno!)
7. Olvidar la fuerza misionera de los laicos, la mujer y los jóvenes de hoy (¡no nos dejemos robar la
fuerza misionera!)
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Siempre llenarse de iniciativa y creatividad, como un manantial que fluye incluso en medio de la
sequía. Siempre comparta la caricia del consuelo incluso cuando tenga roto el corazón.
6. HECHO DE VIDA:
Declaración hecha por la Sierva de Dios al salir del convento de María Hilf en Altstatten. (Doc. 15)
Esta declaración tuvo que hacerla a cada una de sus Hermanas antes de su viaje a América, para
que el convento de María Hilf tuviera la posibilidad de aceptar nuevos miembros.
Yo la Hermana María Caridad Brader, nacida el 14 de agosto de 1860, desde el 22 de agosto de
1882 profesa del convento de María Hilf en Altstatten, he decidido con libre voluntad, sin haber sido
presionada, para la extensión del reino de Dios con la autorización del superior eclesiástico y
dispensa papal, retirarme formalmente del convento de María Hilf, para ayudar en la fundación de un
convento de la misma orden en la Diócesis de Portoviejo, república del Ecuador.
De ahora en adelante, entre nosotras y el convento de María Hilf solamente existirá la comunidad de
oración y de amor recíproco en Cristo. En lo demás, yo renuncio totalmente a toda exigencia y
derecho que por la aceptación en el convento y la profesión de mis votos he adquirido, y después de
mi salida mi puesto en el convento queda libre como si yo hubiera muerto.
Esta declaración la doy oralmente delante de todo el convento de María Hilf reunido y de los testigos
solicitados, como también por escrito en las manos del excelentísimo señor Obispo, como visitador
del convento. Alstatten 17 de mayo de 1888.
Hermana Caridad Brader
La conmemoración de la Alianza entre Dios e Israel hizo que cada israelita participara
misteriosamente del pacto que Dios ofreció a sus antepasados. Hoy también estamos siendo
llamadas a dar una respuesta en este camino de Renovación.
¿He hecho de Dios una necesidad para mi vida religiosa?
¿Cómo estoy espiritualmente “hoy”? ¿Cuál es el “espíritu” (fidelidad a la identidad) de la
Congregación?
¿Cómo veo “mi” tiempo, mi HISTORIA PERSONAL COMO HISTORIA DE SALVACIÓN, pasado,
presente y futuro en mi vida y en la comunidad?
¿Qué espera Jesús de mí en este momento de mi existencia?
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8. CELEBRACIÓN FRATERNA
En nuestra celebración recojamos la reflexión que bajo la iluminación del Espíritu Santo hemos
realizado, pongamos en las manos de Dios nuestros compromisos y nuestro ferviente anhelo de
abrirnos a la acción de Dios. Que El transforme con su gracia nuestra mente, corazón y voluntad,
para que el paso de la esclavitud a la libertad, sea una realidad en nuestras vidas.
Para vivir el Éxodo Congregacional como salida y paso por el mar rojo: se necesita tener una vida
reconciliada con Dios con los hermanos y con la creación.
Espíritu Santo. Tú que me lo aclaras todo, que iluminas todos los caminos para que yo alcance mi
ideal. Tú que me das el don Divino de perdonar y olvidar el mal que me hacen y que en todos los
instantes de mi vida estás conmigo, yo quien en este corto diálogo agradecerte por todo y confirmar
que nunca quiero separarme de Ti, por mayor que sea la ilusión material. Deseo estar contigo y
todos mis seres queridos en la gloria perpetua. Gracias por tu misericordia para conmigo y los míos.
COMENTARIO
b) Del hombre consigo mismo: el que está en Cristo es ahora una nueva creación; lo viejo pasó, ahora
todo es nuevo.
d) Efesios 2, 14-16: la cuarta dimensión de la reconciliación (completa así la plenitud de la obra salvadora
de Dios): la reconciliación de los hombres entre sí, para crear un pueblo nuevo.
La acción de reconciliación de Dios se hace presente en lo cotidiano; en la vida concreta; que permite salir de
si, liberarse e ir al encuentro del hermano/a.
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¿Si nuestra Pascua ha sido "hacia adentro, hemos sentido que el Señor ha pasado y ha dejado
alguna huella de su paso por nuestra vida”?
En nuestro camino a la pascua, María santísima nuestra Madre, camina con nosotros y nos alcanza
de Dios todas las gracias que necesitamos por eso honrémosla con nuestro canto.
NOTA: Apoyos sacados del retiro dirigido a la Provincia por el Padre Efrén Santacruz,
documentos del proceso de Revitalización.