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Código Arancelario

comentado y anotado

(Ley 9459)

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3 02/06/2014, 10:09
Colección
CÓDIGOS Y LEYES
32
OTROS TÍTULOS DE LA COLECCIÓN

24 Ejecución de la pena privativa de la libertad


José L. Santi y Erik N. Griotto
25 Normativa de la familia y la minoridad
Orlando Gabriele
26 Constitución de la Provincia de Córdoba Anotada
Andrea Mensa González
27 Ley Penal Tributaria (Nº 24.769) Comentada
Carlos Arturo Ochoa
28 Ley Orgánica Municipal de la Provincia de Córdoba
Ley Nº 8102. Anotada - Comentada
Mensa González, Andrea (coordinadora) -
Santucho, María Alejandra - Bernal, Roberto Marcelo
29 Comentarios al Código de Faltas de la Provincia
de Córdoba. Ley 8431 / Laje Anaya, Justo
30 Ley de Violencia Familiar de la Provincia de Córdoba.
Anotada. Comentada. Concordada / Gabriele, Orlando -
Peralta Ottonello, Alejandro
31 La Ejecución Fiscal en la Provincia de Córdoba
Hiruela de Fernández, María del Pilar

Sobre el autor

Abogado - UNC (1964). Docente Cátedra de Derecho Civil III - UNC (1965-
1966). Docente en Master para Abogados de Empresa - UE Siglo XXI
(2001-2008). Integrante del Consejo Académico UE Siglo XXI (2001-2008).
Integrante del Tribunal Superior de Justicia de la Provincia de Córdoba
(1995-2001). Presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Provincia
de Córdoba (1997-1998). Presidente de la Sala Civil y Comercial del
Tribunal Superior de Justicia de la Provincia de Córdoba (1997-2001).
Presidente de la Sala Electoral y de Asuntos Institucionales del Tribunal
Superior de Justicia de la Provincia de Córdoba (2000-2001).
Autor de numerosas publicaciones sobre temas de derecho privado y
procesal.

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4 02/06/2014, 10:09
ADÁN LUIS FERRER

Código Arancelario
comentado y anotado
(Ley 9459)

2ª edición ampliada y actualizada

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5 02/06/2014, 10:09
Asesores editoriales

Armando S. Andruet (h)


Luis R. Carranza Torres
José Daniel Cesano
Manuel Cornet
Raúl E. Fernández
Edgar Domingo Gribaudo
Justo Laje Anaya
Julio C. Sánchez Torres
Guillermo P. Tinti

Ferrer, Adán Luis


Código Arancelario comentado y anotado. Ley 9459 / 2ª ed. / Córdoba/
Alveroni Ediciones / 2012
368 ps.; 23 x 15,5 cm

ISBN 978-987-643-088-3

1. Código Arancelario. I. Título.


CDD 348.02

Fecha de catalogación: 07/11/2012

ISBN 978-987-643-088-3
COPYRIGHT © 2012, ALVERONI EDICIONES
Duarte Quirós 631 - P. B., L. 1 - Tel. (0351) 4217842 (X5000ALM) Córdoba
info@alveroni.com
www.alveroni.com
República Argentina

Queda hecho el depósito que prevé la ley 11.723


Se terminó de imprimir en la ciudad de Córdoba
en el mes de noviembre de 2012

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A Paula, que va a inaugurar
la tercera generación de abogados.

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PRESENTACIÓN

El Código Arancelario nació con la ley 7269, a tono con la


pauta de irrenunciabilidad de los aranceles mínimos y el siste-
ma de unidad de la base regulatoria, vigentes en todos los or-
denamientos arancelarios que la precedieron en esta provincia
(leyes 4276, 4776, 6062) y en otras jurisdicciones (entre otras,
ley nacional 21.839).
Con ajuste a los vientos de desregulación que soplaron a par-
tir de 1990, la ley 8226 derogó la irrenunciabilidad de los hono-
rarios mínimos y en su art. 29 estableció bases regulatorias dis-
tintas para el actor y el demandado, en función del resultado
del juicio, sin adecuar a esos cambios el resto del articulado;
con ello, el Código perdió coherencia, generando incontables
dificultades en su aplicación práctica , las que no fueron supe-
radas con la reforma introducida por ley 9459.
A principios de 2009 publicamos un comentario al Código
así reformado, tratando de receptar lo que la experiencia prác-
tica, la doctrina y la jurisprudencia, habían elaborado en orden
a su interpretación y aplicación. Esa edición y su reimpresión
están agotadas, y desde entonces hasta hoy, la jurisprudencia
y la práctica judicial han propuesto y gestado soluciones e in-
quietudes novedosas, lo que jutifica una actualización de aque-
lla primera edición, que permita a la obra seguir siendo un me-
dio de consulta útil. Vale recordar que “la interpretación, el
comentario,la jurisprudencia, es el gran medio de remediar los
defectos de las leyes” (CS, Fallos 326:417) y siendo tantos los

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9 02/06/2014, 10:09
10 ADÁN LUIS FERRER

defectos que aquejan al tan valupeado Código Arancelario, esa


tarea de “remediación” es singularmente intensa.
Tal como lo hicimos en la primera edición, omitimos reiterar
alternativas interpretativas que los hechos han descartado en
forma irreversible y sumamos jurisprudencia de toda la provin-
cia (las Cámaras que se citan sin indicar sede son las de la
ciudad de Córdoba) en especial del Tribunal Superior, a con-
ciencia de que “la ley dice lo que los jueces dicen que la ley dice”,
por lo que la norma vigente es la que la doctrina judicial indica,
más allá de su acierto o desacierto.
Seguimos confiando en que este aporte sea útil, para facili-
tar la tarea de jueces y magistrados en una materia que, aun-
que técnicamente sea menor, sin embargo convoca el interés
de los abogados más que otras cuestiones de mayor compleji-
dad jurídica.

Adán L. Ferrer
Julio de 2012

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CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO
LEY 9459

Sanción: 26/12/2007
Promulgación: 15/01/2008
Publicación: B.O. del 17/01/2008

TÍTULO I
RETRIBUCIÓN DE LA ACTIVIDAD PROFESIONAL

Capítulo I
Disposiciones generales
Ámbito material de aplicación

Art. 1º. En el territorio de la Provincia de Córdoba, los


honorarios profesionales de abogados, procuradores y
peritos judiciales, se rigen por la presente ley, la que
reviste el carácter de supletoria para los supuestos en
que no exista pacto de honorarios.
Los peritos que se desempeñan en el proceso, deben
ser tratados con el mismo respeto y consideración que
se debe a los abogados según el art. 17 de la Ley Pro-
vincial Nº 5805.

1. EL ÁMBITO DE APLICACIÓN

La ley 9459 reitera el título creado por la ley 7269 y mante-


nido en la 8226, “Código Arancelario para Abogados y Procu-
radores”, pero en realidad regula los honorarios de abogados y
peritos, no de los procuradores, ya que se ha derogado el art. 46
de la ley 8226, único del Código que aludía a la remuneración
de los procuradores.

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12 ADÁN LUIS FERRER ART. 1º

El error está en el título, no en la derogación del viejo


art. 46, ya que la remuneración como procurador no tenía po-
sibilidades de aplicarse, por cuanto en la provincia de Córdo-
ba esa categoría profesional ha desaparecido, con la supre-
sión en la Ley Orgánica del Poder Judicial (Nº 8465) de la
matrícula de procuradores que preveía la anterior normativa
sobre la materia (ley 3364)1.
El art. 1º de la ley 7269 excluía de su ámbito de aplicación
“los honorarios que correspondan a tareas en materia de com-
petencia del fuero federal”. La ley 8226 derogó ese texto, de-
rogación ésta que se mantuvo en la ley 9459 y no altera la con-
clusión: la prestación de servicios profesionales ante la Justicia
federal o ante un órgano administrativo del Estado nacional,
está regida por la ley nacional 21.839; así lo dispone en forma
expresa el art. 1º de la ley citada y así resulta de la accesoriedad
de la materia arancelaria respecto del juicio o trámite en que
el servicio profesional se presta.

2. EFICACIA DEL ARANCEL

El primer párrafo del artículo, que reproduce la norma con-


tenida en la ley 8226, se ajusta a la pauta de libre contratación
de los servicios profesionales, que ha implantado el art. 3º de
la ley 24.432, al incorporar al art. 1627 del Cód. Civil la regla
conforme a la cual “las partes podrán ajustar libremente el pre-
cio de los servicios, sin que dicha facultad pueda ser cercenada
por leyes locales”.
Esa reforma del Código Civil no se agota ahí, sino que el art. 1627
agrega: “cuando el precio de los servicios prestados deba ser
establecido judicialmente sobre la base de la aplicación de nor-
mas locales, su determinación deberá adecuarse a la labor cum-
plida por el prestador del servicio, los jueces deberán reducir
equitativamente ese precio, por debajo del valor que resultare
de la aplicación estricta de los mínimos arancelarios locales, si
esta última condujere a una evidente e injustificada despropor-
ción entre la retribución resultante y la importancia de la labor

1
Confr. TSJ, Sala Civ. y Com., A.I. Nº 40, del 12/03/98, in re: “Durán, Pedro Julio
c/ Central Córdoba S.A. -Ordinario”.

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ART. 1º CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 13

cumplida”. El art. 13 de la ley 24.432 reitera la posibilidad de


“perforar” los mínimos arancelarios en la regulación judicial de
honorarios, agregando que “la resolución que así lo determine
deberá indicar, bajo sanción de nulidad, el fundamento explícito
y circunstanciado de las razones que justificaren la decisión”.
El estigma de inconstitucionalidad ha sido arrojado sobre
estos artículos, en cuanto sería inherente al poder de policía
de la provincia la posibilidad de establecer el arancel aplica-
ble, en los casos en que el precio de los servicios profesionales
no haya sido pactado, supuesto en el que el art. 1627 del Cód.
Civil autoriza al juez a fijarlo, habida cuenta que la fijación por
árbitros que prevé ese artículo ha pasado, por obra de la juris-
prudencia, “al archivo de los recaudos legales perimidos”2. En
tal caso “el arancel no hace otra cosa que establecer normas con
arreglo a las cuales debe proceder el magistrado”, según pala-
bras de BORDA en fallo del 20/09/633. Los arts. 3º y 14 de la ley
24.432 estarían derogando el carácter imperativo del arancel,
reduciéndolo a un mero criterio orientador, lo que sería in-
compatible con las potestades reglamentarias que son propias
del poder de policía provincial. A ello se suma, obviamente,
que la ley incursiona en materia procesal, en violación de los
arts. 75, inc. 12, y 121, de la Const. Nacional.
En búsqueda de una interpretación que compatibilice el tex-
to con la Carta Magna (pauta interpretativa que la jurispruden-
cia de la Corte impone reiteradamente) creemos que la reforma
en rigor no innova, ni deroga el carácter imperativo del aran-
cel, sino que recepta la sabia y añosa jurisprudencia de la Corte
que, con base en el art. 17 de la Const. Nacional (derecho de
propiedad) enseña: “La hermenéutica que tiende a concordar la
norma legal con los principios y garantías constitucionales es
correcta y tal alcance tiene la que proscribe regulaciones exorbi-
tantes, en cuanto para la validez constitucional de los honora-
rios debe considerarse también el mérito de la labor que corres-
ponda”4.

2
LLAMBÍAS, Jorge J. - ALTERINI, Atilio A., Código Civil anotado, t. III-B, Abeledo-
Perrot, Buenos Aires, 1985, p. 361.
3
Cám. Nac. Civ., en pleno.
4
Fallos, 257-157.

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14 ADÁN LUIS FERRER ART. 1º

La aplicación del texto actual del art. 1627 del Cód. Civil,
en su parte final, está referido a extremos y condiciones de
excepción que justifican el apartamiento de los límites arance-
larios y se funda en una exigencia constitucional que habilita
no sólo a “perforar” el mínimo, sino también superar el máxi-
mo, en nombre del derecho a una retribución justa (arts. 14 y 14
bis, CN)5. No puede considerarse inconstitucional una norma
que —así la interpretamos— lo que hace es imponer el respeto
a las garantías constitucionales, eventualmente vulneradas por
la aplicación mecánica de las escalas arancelarias.
Bien entendido que tal desborde del arancel —en más o en
menos— sólo resultará admisible cuando su aplicación desem-
boque en un resultado incompatible con el sistema en su con-
junto y lesivo de las garantías constitucionales a que hemos
hecho referencia. Fuera de esta situación de excepción, cree-
mos que la escala legal obliga al juez hoy, tanto como lo obliga-
ba antes de la sanción de la ley 24.432 6. El juez podrá consi-
derar abultada en exceso la regulación mínima de honorarios
que la ley asigna a una declaratoria de herederos, por ejemplo,
pero si en un trámite normal y sin condicionamientos de excep-
ción corresponde regular honorarios por ello, deberá ajustarse a
ese mínimo, aún elevándolo dentro de la escala prevista, si
así correspondiera conforme a los criterios valorativos que la
norma le impone meritar. Al respecto ha dicho la Corte: “Si los
jueces pudieran omitir discrecionalmente la aplicación de lo es-
tablecido por las disposiciones arancelarias —en el caso, porcen-
taje menor a mínimo legal—, se permitiría que se arrogaran el
papel de legisladores, invadiendo la esfera de las atribuciones
de los otros poderes del gobierno federal al modificar los límites
de las retribuciones de los profesionales que aquéllos han es-
tablecido en el legítimo ejercicio de sus facultades constituciona-
les” 7.

5
Confr. MARTÍNEZ CRESPO, Mario, “Límites constitucionales de las leyes arance-
larias”, Foro de Córdoba, Nº 121, p. 98.
6
Confr. TSJ, en pleno (a través de la sala Civil) 29/12/1999, in re: “Montoya
Jaramillo, Nelson c/ Fed. Agrarias Arg. Soc. Coop. De Seguros Ltda. - Ejec. Es-
pecial”, Foro de Córdoba, Nº 60, p. 162.
7
CS, 08/09/1998, in re: “Pirelli Cables SAI y C c/ Municip. de la Ciudad de Bue-
nos Aires”, La Ley on line.

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ART. 1º CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 15

El juez sólo podrá —y deberá— apartarse de la escala,


cuando en condiciones fácticas de excepción, no previstas en
la ley, su aplicación estricta condujese a un resultado reñido
con los principios que informan el ordenamiento. Esto así por-
que “no hay ni podrá haber ley ni norma que, digan lo que dijeren,
impidan a los jueces sentenciar en justicia como la realidad eco-
nómica y la verdad jurídica objetiva indican que deben senten-
ciar”8. Y si tal extremo se diese, deberá fundar su apartamiento
de la escala arancelaria dando “el fundamento explícito y cir-
cunstanciado que justificase la decisión”(art. 13, ley 24.432)
porque así lo impone la obligación de motivar el fallo (art. 18,
CN) exigible con tanto más rigor cuanto mayor es la excepcio-
nalidad del pronunciamiento.
En Córdoba, el Tribunal Superior de Justicia, con distinta
composición de la actual, había receptado esa doctrina, redu-
ciendo el arancel en nombre de las garantías constitucio-
nales, aún respecto de tareas profesionales anteriores a la
sanción de la ley 24.432, apuntando en cada oportunidad la sin-
gular excepcionalidad del caso9. En pronunciamientos poste-
riores, el tribunal cimero de la provincia ha ido más allá cuan-
do, aún destacando la obligatoriedad del arancel, ha justificado
su reducción tan sólo por entender excesiva la retribución mí-
nima que éste prevé para la tarea profesional desplegada, sin
puntualizar una incompatibilidad entre del resultado práctico
de aplicar al caso la norma discutida y la voluntad del ordena-
miento en su conjunto10, sino que evalúa la tarea profesional
desplegada y la significación económica del caso, para concluir

8
BIDART CAMPOS,Germán J., “El valor justicia no está en las matemáticas”, nota
al fallo en ED, 152-187.
9
Confr. TSJ, Sala Civ. y Com., 04/02/97, in re: “Caja Nacional de Ahorro y Segu-
ro en Coop. de Vivienda Consumo Crédito y Seguro Sociales Alborada Lda. -
Conc. Prev.”; Sala Civil y Com., 13/04/1999, in re: “Ruiz, Daniel y otro”, LL Cba.,
1999, p. 699; Sala Penal, 12/10/2000, “Denuncia formulada por Irma Petrona
Barrionuevo y otros”, Foro de Córdoba, Nº 66, p. 181.
10
Tal la reflexión que justificó el apartamiento del arancel en anterioresotros
precedentes del Tribunal Superior (Sala Civ. y Com., in re “Caja Nacional de
Ahorro y Seguro en Coop. de Vivienda Consumo Crédito y Seguros Sociales Al-
borada Ltda - Conc. Preventivo”, 04/02/1997; “Ruiz, Daniel y Otro”, 13/04/1999,
LL Cba. 1999-699; Sala Penal, 12/10/2000, Foro de Córdoba, N° 66, p. 181).

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16 ADÁN LUIS FERRER ART. 1º

que el mínimo previsto en la ley 9459 es injusto, por lo que lo


reduce a la suma que considera una retribución equitativa 11.
Y más aún: en algún caso se ha sosteniendo lisa y llanamen-
te que a partir de la sanción de la ley 24.432 y su reforma al
art. 1627 del Código Civil, “las previsiones de la ley 8226 no brin-
dan un esquema rígido de cuantificación de los honorarios. Por el
contrario, sólo tienden a sentar pautas objetivas que el iudicante
debe observar al momento de regular, en miras a unificar los
criterios de tasación y conjurar, así, el caos y la incertidumbre
que reinaría en la materia, si la tasación de los estipendios de-
vengados en beneficio de los profesionales del derecho quedase vir-
tualmente abandonada al libre —y muchas veces impredecible—
arbitrio del tribunal interviniente” 12.
Como vemos, la jurisprudencia del Tribunal Superior pa-
rece avanzar hacia una mutación del arancel, desde el impe-
rativo legal que siempre ha sido, hacia la condición de mero cri-
terio orientador del arbitrio judicial, pauta que tiene eco en
Tribunales Inferiores13.

11
Sala Civil, in re “Tamagnone, Jorge Alberto c/ Brega, Juan Domingo” (A.I.
N° 490 del 25/11/2011). En el caso se redujo el mínimo que el art. 41 prevé para
el recurso de casación, porque lo debatido en el recurso tenía una entidad econó-
mica exigua y la labor realizada fue simple, con escaso volumen de actividad.
Volveremos sobre ese precedente, al comentar el art. 41.
12
TSJ, Sala Civil y Com. Sentencia N° 34/2006, in re “Podestá, Guillermo;
Bocco, Héctor - Incidente de Regulación de Honorarios”, en autos: “Incidente
de revocación de la donación en: ‘Sociedad Española de Beneficencia Hospital
Español - Concurso Preventivo - Hoy quiebra indirecta - Recurso de casación’ ”.
13
Conf. Cám. 2ª Civ. y Com., Sent. N° 135, del 28/08/2008, Semanario Jurídico
N° 1679 del 16/10/2008, p. 519, y Cám. 3ª Civ. y Com., sent. N°117, del 23/10/
2008, Semanario Jurídico N° 1688 del 18/12/2008, p. 848 (en el primer caso se
reduce a la mitad el mínimo de quince jus previsto para el juicio abreviado, por-
que “se advierte la evidente desproporción entre la importancia económica del
trabajo efectivamente realizado y la retribución que en virtud de la actual nor-
ma arancelaria habría de corresponderle”, y en el segundo se reducen los tres
jus previstos en el art. 99, inc. 5, de la ley 8226 por las tareas previas a iniciar
juicio, porque “tales actividades se reducen significativamente cuando se trata
de iniciar una acción ejecutiva en el sentido de que el derecho del demandante
está ya documentado en un título. Con mayor razón aún cuando se trata de eje-
cutar honorarios regulados en otro juicio en favor de la letrada accionante. En
este supuesto, las actividades previas no van más allá de la obtención de foto-
copias, tarea de índole más administrativa que jurídica”).

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ART. 2º CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 17

Pacto de honorarios

Art. 2º. Los abogados y procuradores pueden pactar li-


bremente con su cliente el monto de sus honorarios en
todo tipo de procesos, dentro de los límites establecidos
en la presente ley. El monto de los honorarios podrá ser
reducido o renunciado conforme a la libre voluntad de
las partes, así como la forma y oportunidad de su pago.
Los contratos de honorarios rigen las obligaciones en-
tre las partes con total independencia de la condena-
ción en costas que corresponda a la contraria.

3. LA LIBERTAD DE CONTRATACIÓN

El art. 2º de la ley 8226, que en este aspecto se reproduce


en la ley 9459, reiteraba enfáticamente el carácter supletorio
de la norma arancelaria, admitiendo expresamente la posibilidad
de que los honorarios resultantes de la aplicación del arancel
sean “reducidos o renunciados” por el abogado; pero la ley 8226
concluía, insólitamente, diciendo que tal libertad se ejercerá
“sin otro límite que los máximos establecidos en la presente
ley”, con lo cual parecía contradecir tanto al art. 1º cuanto a la
primera parte del mismo art. 2º, ya que si existe un máximo
inderogable por acuerdo de partes, la ley no es supletoria, sino
imperativa, fijando un límite a la libertad contractual, no ya
en función de un mínimo irrenunciable —como ocurría en la
ley 7269 y en todas las que la precedieron— sino mediante la
postulación de una suerte de precio máximo, cuya superación
causaría la nulidad del acuerdo (art. 18, CC).
La ley 9459 ha reemplazado esa infortunada referencia a
los límites máximos del arancel, aludiendo ahora a “los límites
establecidos en la presente ley”, lo que supera el error de la
norma derogada y lo reemplaza por un texto sencillamente
superfluo, ya que es obvio que la contratación entre el aboga-
do y su cliente deberá ajustarse al Código Arancelario, tanto
como al Código Civil y el resto del ordenamiento aplicable14.

14
No compartimos la opinión de que el texto en comentario ponga como límites
al pacto de honorarios “los máximos y mínimos que la nueva ley prevé” (SECO,
Ricardo F., “Incidencia del nuevo Código Arancelario para Abogados y Procu-
radores de Córdoba, ley 9459, en el Fuero del Trabajo: algunas considera-

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18 ADÁN LUIS FERRER ART. 2º

Vale apuntar que el artículo hace referencia a la posibilidad


de reducción o renuncia de los honorarios, sin mencionar la
alternativa opuesta, esto es que los honorarios sea conveni-
dos por encima del arancel, antes o después de la prestación
del servicio. Parece claro que el legislador ha querido destacar
la derogación del antiguo régimen de aranceles mínimos irre-
nunciables, vigente hasta la sanción de la ley 8226, sin que ello
implique prohibir que la libertad de contratación conduzca
no a una reducción de los mínimos, sino a un aumento de
los máximos, lo que de hecho ocurre cotidianamente. Esto no
excluye, obviamente, que un contrato abusivo sea anulado por
aplicación del art. 953 del Cód. Civil, tal como se ha hecho en
algún caso15.

4. LOS EFECTOS DEL PACTO DE HONORARIOS

El segundo párrafo del artículo en comentario, reproduce la


norma contenida en el art. 11 de la ley 8226, con un cambio de
ubicación que no altera sus efectos: el abogado no puede invo-
car el contrato celebrado con su cliente, para hacerlo jugar
en contra el tercero condenado en costas (art. 1199, CC). Lo
que no resulta tan claro, es si el abogado, además de cobrar los
honorarios pactados con su cliente, puede reclamar al conde-
nado en costas los honorarios que le han sido regulados judi-
cialmente. Obviamente podrá, si en el contrato celebrado se
ha reservado ese derecho, pero si en el acuerdo nada se dice,
es el comitente, no el abogado, quien tendrá derecho, en ejecu-
ción de la condena en costas, a reclamar al vencido los honora-
rios regulados a su abogado, hasta la suma que por su parte ha
pagado en ejecución del contrato. Esto así porque la condena
en costas importa una obligación de reembolso que el ordena-
miento impone al vencido, a fin de resarcir al vencedor de los
gastos que ha debido afrontar para lograr el reconocimiento

ciones”, Foro de Córdoba, Nº 121, p. 106.); esa interpretación es, por otra par-
te, incompatible con el art. 1627 del Cód. Civil, en su versión reformada por
ley 24.432.
15
Conf. Cám. 3ª Civ. y Com. Sent. N° 41 in re “Ramallo, Roberto Daniel c/ Gaitán,
Carmen Cándida”, del 24/04/2007, Semanario Jurídico N° 1611 del 07/06/2007,
p. 812.

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18 02/06/2014, 10:09
ART. 3º CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 19

de su derecho 16. El otorgamiento de acción directa al aboga-


do vencedor contra el condenado en costas (art. 15 de la ley
en comentario) responde a razones de economía procesal y es
una forma de acción oblicua (art. 1196, CC) ya que el principal
obligado al pago es el comitente, que es quien contrató los servi-
cios prestados17. Siendo así, mientras no haya pactado lo con-
trario el litigante vencedor tiene derecho a prevalerse de la
condena en costas, para resarcirse de lo pagado a su abogado.

Patrocinio obligatorio
Art. 3º. El que litigue por derecho propio o de perso-
nas que estén bajo su representación legal, debe valer-
se de dirección letrada para defenderse o ejercitar en
juicio las acciones que deduzca, salvo en los comparendos,
revocatorias de mandatos, cambios de domicilio y la mera
interposición de recursos de apelación y nulidad.

5. LA EXIGENCIA DE FIRMA DE LETRADO

El artículo reproduce el art. 3º de la ley 8226, con olvido de que


el nuevo Código Procesal (ley 8465) suprimió el recurso de nuli-
dad.
El texto tiene una diferencia con la norma contenida en los
arts. 80 y 81, inc.1, del C. de P.C., ya que ésta se refiere a “re-
cursos que no deban ser fundados en el mismo acto”, lo cual ex-
cluye algunas modalidades de la apelación, que requieren ser
fundadas en el acto de la interposición (art. 15, ley 4915, en-
tre otras). La interpretación armónica de ambos preceptos, im-
pone atenerse a la regla contenida en el C. de P.C., por cuanto
se ajusta a la ratio legis de la excepción, que admite la falta
de asesoramiento técnico, en actos que no requieren funda-
mento legal (de allí que no se incluya al recurso de reposición,
pese a que suena menos importante que la apelación).

16
Confr. REIMUNDÍN, Ricardo, La condena en costas en el proceso civil, 2ª ed., Víctor P.
de Zavalía, Buenos Aires, 1966, p. 62; en el mismo sentido, jurisprudencia reseña-
da en ED, t. 16, ps. 280 y 281, Nos 2, 4, 5, 6, y 8.
17
El contrato entre el abogado y su cliente puede objeto de de diversas categoriza-
ciones (locación de servicios o de obra, mandato, contrato innominado, etc.) pero
siempre la causa de la obligación de pagar honorarios es ese contrato y el deu-
dor en principio es el comitente.

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19 02/06/2014, 10:09
20 ADÁN LUIS FERRER ARTS. 4º Y 5º

Efecto
Art. 4º. El patrocinio letrado en todo escrito hace inne-
cesaria la ratificación de los patrocinados ante funcio-
narios judiciales o administrativos.

6. RESPONSABILIDAD POR LA FIRMA DEL PATROCINADO

Este artículo mantiene el texto del art. 4º de la ley 8226, que


en su momento tuvo alcances derogatorios del art. 194 del viejo
C. de P.C. (ley 1419) que fuera omitido en el código vigente a
partir de 1996 (ley 8465). Obviamente el patrocinante asume
responsabilidad por la autenticidad de la firma atribuida a su
cliente.

Propiedad de los honorarios

Art. 5º. Los honorarios son de propiedad exclusiva del


profesional que los devengó.

7. CESIÓN DE HONORARIOS PROHIBIDA

Este artículo reproduce una norma que se reitera en los su-


cesivos ordenamiento arancelarios, sancionados desde hace dé-
cadas18, y apunta a prohibir los pactos en función de los cuales
el comitente, o un tercero, se hace anticipadamente dueño de
los honorarios que devengará la tarea profesional del aboga-
do, los que a menudo y sin necesidad de norma expresa, han
sido considerados nulos, por aplicación del art. 953 del Cód.
Civil 19.
Luego de devengados, los honorarios son libremente cesi-
bles, desde que ya no juegan las razones de orden público que
justifican la prohibición de que se trata; el honorario ya de-
vengado es un crédito cesible, por aplicación del art. 1444 del
Cód. Civil.

18
Entre otros, art. 2º de la ley 4776.
19
Véase BORDA, Guillermo A., Tratado de Derecho Civil. Contratos, t. II, 2ª
ed., Abeledo- Perrot, Buenos Aires, Nº 1030, p. 54 y la jurisprudencia que
cita.

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20 02/06/2014, 10:09
ART. 5º CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 21

8. CONTRATOS ENTRE ABOGADOS

El presente artículo se complementa con el art. 9º, que prohí-


be el convenio de participación de honorarios entre un abogado y
quien no ostenta ese título, de donde cabe deducir, a contrario
sensu, que sí están permitidos los convenios de participación
de honorarios entre abogados.
La ley 7269, había declarado nulos los convenios de partici-
pación de honorarios entre abogados, cuando alguno de ellos
“no realiza actuación profesional suficiente para hacerse acree-
dor al mínimo de regulación establecido por esta ley” (art. 9º) con
lo cual se prohibían los convenios mediante los cuales un aboga-
do deriva el caso a otro y acuerda por esa derivación una par-
ticipación en los honorarios. La ley 8226 derogó esa norma y
la 9459 mantiene esa derogación, de donde resulta que entre
abogados está permitido todo tipo de acuerdo de participación
en honorarios, sea con referencia a un caso en particular, sea
respecto de toda o parte de la actividad profesional que uno u
otro contratantes desarrollen.
Consecuentemente, no están prohibidas las sociedades de
abogados, en la cual los socios aportan su trabajo personal, para
distribuir utilidades en la forma que hayan pactado; puede, tam-
bién, esa sociedad o un abogado en particular, contratar los ser-
vicios de otro, en términos que los honorarios devengados por
éste sean total o parcialmente propiedad de aquél.
Siendo así, nada obsta a que la regulación se practique a
nombre del sujeto de derecho que es legítimo acreedor de los
honorarios (eventualmente una sociedad) ello aún cuando pue-
da la resolución individualizar al abogado prestador del ser-
vicio, reconociendo al tercero como acreedor de los honorarios
que se regulan.
Esto no sólo “puede” ser así, sino que la regulación “debe”
practicarse de ese modo, porque así lo exige el ordenamiento
tributario, desde que tanto el IVA cuanto el Impuesto a las
Ganancias, deben liquidarse en cabeza de quien es acreedor
del estipendio que se regula. Por eso la AFIP, en la resolución
general 689/99, reglamentó el caso en que el profesional actúa
“por cuenta y orden de un ente colectivo que agrupa a profesio-
nales o a otros prestadores de servicios gravados” (art. 3º) dis-
poniendo que “en el auto regulatorio de los honorarios, deberá

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21 02/06/2014, 10:09
22 ADÁN LUIS FERRER ART. 6º

constar que la prestación del servicio fue realizada por cuenta


del ente colectivo” (art. 5º).

Carácter de los honorarios

Art. 6º. Los honorarios profesionales de abogados, procu-


radores y peritos judiciales, revisten carácter alimenta-
rio. Toda actividad profesional se presume onerosa.
Desde el momento en que se presenta el dictamen peri-
cial, los peritos adquieren el carácter de terceros in-
teresados y en la medida de su interés se encuentran
facultados para tomar vista del expediente y para so-
licitar la restitución de los autos si fuere menester.

9. UN ARTÍCULO SUPERFLUO

La calificación de un crédito como “alimentario”, es una cues-


tión de hecho que no tiene consecuencias jurídicas precisas y,
por otra parte, es discutible que los honorarios profesionales
sean alimentarios en todos los casos (imaginemos, por ejem-
plo, una regulación millonaria, en favor de una sociedad de a-
bogados); esto al margen de que no existen honorarios asig-
nados a los procuradores, según hemos dicho al comentar el
art. 1º.
En cuanto a la presunción de onerosidad de la tarea profe-
sional, está establecida en la ley de fondo (art. 1627, CC) con
lo cual reiterar la regla en una ley provincial, es innecesario.
El segundo párrafo del artículo atribuye a los peritos fa-
cultades que con mayor amplitud le han sido acordadas en el
art. 18 in fine. El derecho a consultar el expediente el perito
lo tiene desde el momento en que acepta el cargo, en tanto y
en cuanto sea necesario para cumplir su cometido; lo que tie-
ne después del dictamen, es un derecho en expectativa al co-
bro de los honorarios devengados, en función del cual asume la
condición de tercero interesado, con la misma legitimación que
conforme al art. 18 tiene el abogado que ha cesado en el patro-
cinio o representación; esto así porque en su parte final el re-
ferido artículo 18, dispone que “la norma también es aplicable
a los honorarios de peritos”, y porque esa es la conclusión com-
patible con la asimilación de derechos entre abogados y peri-
tos, que la ley procurado establecer a partir de su art. 1º.

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22 02/06/2014, 10:09
ARTS. 7º Y 8º CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 23

El artículo que nos ocupa es, como vemos, una norma con la
cual y sin la cual, todo quedaría tal cual. No merece mayores
comentarios.

Capítulo II
Contrato de honorarios y pacto de cuota litis

Recibo anticipado

Art. 7º. Todo recibo de honorarios de fecha anterior a


la conclusión de la gestión profesional, se considera
como pago a cuenta del que corresponda según el
arancel o acuerdo.

10. RECIBO A CUENTA Y POR SALDO

Este artículo es un resabio del ordenamiento anterior a la


ley 8226, que prohibía la renuncia anticipada de honorarios. En
ese sistema, el artículo tenía sentido, ya que el recibo por sal-
do podía encubrir una renuncia de los honorarios a devengar-
se, que estaba prohibida. Admitida ahora la renuncia de los hono-
rarios futuros, sean estos los tarifados por la ley o los convenidos,
la disposición carece de lógica. El recibo por saldo, aun ante-
rior a la conclusión de la gestión profesional, extinguirá el
crédito por honorarios a devengarse, porque la renuncia que
así se consuma no está prohibida (arts. 868 y ss., CC y art. 2º de
la ley en comentario) sin que la norma arancelaria pueda ener-
var esa conclusión (art. 31, CN), mientras no se respalde en ra-
zones de orden público (art. 872, CC). Si el recibo no fue otor-
gado por saldo sino a cuenta, no tendrá ese alcance, no porque
lo diga el art. 7º de la ley arancelaria, sino porque así lo dispo-
ne la ley de fondo.

Registro de contratos

Art. 8º. El Colegio de Abogados registrará, a pedido de


parte, los contratos de honorarios y pactos de cuota
litis.

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23 02/06/2014, 10:09
24 ADÁN LUIS FERRER ART. 9º

11. EFECTOS DE LA REGISTRACIÓN

La registración del convenio sobre honorarios tiene por único


efecto acordarle fecha cierta (art. 1035, inc. 1, CC). No acredita
su autenticidad ni legitimidad, las que no son controladas por el
Colegio de Abogados con motivo de su registración.

Contratos prohibidos

Art. 9º. Es nulo el contrato sobre participación de honora-


rios entre un abogado o procurador y otra persona que no
ostente dichos títulos.

12. ALCANCES DE LA NORMA

Las leyes de aranceles para abogados han prohibido, des-


de antaño, los contratos mediante los cuales el profesional
acuerda participación en sus honorarios a un tercero20. Esos
convenios, además, han sido reputados nulos, aún no median-
do una prohibición expresa, por ser contrarios a la moral y
las buenas costumbres (art. 953 del Cód. Civil)21.
Esa sanción ha estado referida al convenio de participación
en honorarios futuros, no cuando se trata de honorarios ya de-
vengados, estén o no regulados. Esto así porque la ratio legis de
la prohibición es que “resulta contrario a la moral que una per-
sona haga valer su influencia o sus relaciones particulares para
quedarse con parte de los honorarios ganados con el trabajo de
un profesional” 22, lo que se da cuando la participación de hono-
rarios es condicionante de la contratación del abogado (sólo en
esas condiciones le es encomendada la defensa). El honorario
ya devengado, en cambio, es un crédito cesible, por aplicación
del art. 1444 del Cód. Civil y, por tanto, el abogado acreedor
puede cederlo total o parcialmente a quien desee.
Esa prohibición —y esa doctrina— fueron indiscutidas has-
ta principios de los años noventa, cuando los honorarios míni-

20
En Córdoba, art. 2º, ley 4776, art. 63, ley 6052; art. 9º, ley 7269.
21
Véase BORDA, Guillermo A., Tratado - Contratos, 2ª ed., t. II, p. 54, Nº 1030 y
la jurisprudencia que cita.
22
Íbídem, p. 54.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


24 02/06/2014, 10:09
ART. 9º CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 25

mos fijados en la ley arancelaria eran irrenunciables; el argu-


mento era obvio: “si es nulo el pacto por el cual un abogado
promete a su cliente cobrar menos de lo que le corresponde, con
igual razón lo será el compromiso de compartir sus honorarios
con un tercero, pues en ambos casos se dará el resultado no que-
rido por la ley: que el profesional cobre menos de lo justo” 23.
Esa conclusión perdió solidez cuando los honorarios míni-
mos se tornaron renunciables y el código arancelario pasó a
ser una norma supletoria, aplicable sólo ante la inexistencia
de un pacto de honorarios (art. 1627, Cód. Civil, reformado por
ley 24.432, y art. 1º, ley 8226).
Pese a ese nuevo ordenamiento, la prohibición se mantuvo,
al menos en cuanto a la “participación de honorarios entre un
abogado o procurador y otra persona que no ostente dichos títu-
los” (art. 8º, ley 8226, reproducido en el art. 9º de la ley 9459);
sin embargo, la supresión del orden público como sustento del
ordenamiento arancelario, motivó algún pronunciamiento que
vedaba al abogado la posibilidad de pretender la anulación del
contrato celebrado en esos términos, en razón de ser precisa-
mente él (el abogado) quien había ejecutado el acto “sabiendo o
debiendo saber el vicio que lo invalidaba” (art. 1047, CC); sin apo-
yo en el orden público, la prohibición devenía tan renunciable
como el arancel o, si se quiere, su violación acarreaba una nu-
lidad relativa, que el abogado otorgante del acto no tenía dere-
cho a invocar. Si el monto de los honorarios puede “ser redu-
cido o renunciado conforma a la libre voluntad de las partes”
(art. 2º, ley 9459) no se advierte —se dice— por qué no puede el
abogado disponer que su comitente perciba parte de los hono-
rarios que deba pagarle el condenado en costas en un proceso.
Esa doctrina y la que, con apoyo en el art. 953 del Cód. Civ.,
reconoce al abogado el derecho a invocar la nulidad sancionada
en el art. 8º de la ley 8226, son las que, puestas en contradic-
ción en sendos fallos de Cámara, motivaron un pronuncia-
miento de la Sala Civil y Comercial del Tribunal Superior,
que zanjó la disputa, reconociendo al abogado el derecho a re-
clamar la anulación de la cesión de sus honorarios, en los tér-
minos del art. 8º de la ley 8226 (hoy art. 9º, ley 9459); esto así

23
BORDA, Guillermo A., Tratado - Contratos, 2ª ed., t. II, ps. 54 y 55.

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25 02/06/2014, 10:09
26 ADÁN LUIS FERRER ART. 9º

porque se trata de una nulidad absoluta y, por tanto, no subsa-


nable y susceptible de ser declarada de oficio (art. 1047 prime-
ra parte, Cód. Civil)24.
El Tribunal Superior, aún cuando ratifica una doctrina que
como hemos visto era tradicional en esta materia, se aparta
del fundamento que desde antaño se ha dado a la nulidad que
nos ocupa, fincada en el art. 953 del Código Civil; por el contra-
rio —dice la Sala— no puede sostenerse “que dicha sanción
remita a un supuesto de ‘objeto prohibido’, en los términos del
art. 953, Cód. Civil, es decir el que se revela intrínsecamente
repugnante a la moral o las buenas costumbres, pues como ya
se anticipara, los honorarios profesionales —devengados o a
devengarse— constituyen, en sí mismo y desde una perspectiva
estrictamente objetiva, un derecho patrimonial que, a partir de
la sanción de la ley 8226, resulta libre y plenamente disponible
por el titular del crédito arancelario, y por ende, susceptibles de
erigirse en objeto lícito de los contratos”. Lo que ocurre —explica
el fallo— es que existe una incapacidad de derecho que veda la
cesión de honorarios a quien no es abogado, lo que causa una
nulidad “de carácter absoluto, puesto que el bien jurídico que
con ella se pretende tutelar excede con creces el mero interés
individual del abogado, para comprometer el general o colecti-
vo que asiste a toda la comunidad, en reservar el desempeño
de los trabajos que hacen a las incumbencias propias de los
profesionales del derecho, y la consecuente aptitud jurídica para
reclamar el reconocimiento de los derechos arancelarios que
de tales labores se derivan, a quienes se hallan formalmen-
te habilitados por la ley para prestar el servicio de asistencia
letrada en el ámbito provincial (arg. art. 1º, ley 5805)”.
Como vemos, no se dice ya que sea contrario a la moral que
una persona haga valer su influencia o sus relaciones particu-
lares para quedarse con parte de los honorarios ganados con el
trabajo de un profesional, sino que existe un interés general en
no acordar a quien no es abogado la “titularidad de potestades
que la ley confiere, en forma privativa, a quienes poseen habili-
tación legal para el ejercicio de la profesión (v.gr.: instar un in-

24
Trib. Sup. Just. Córdoba, Sala Civ. y Com., “Orbegozo, Fabiola D. L. v/ Messio,
Héctor”, 31/03/2009

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26 02/06/2014, 10:09
ART. 9º CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 27

cidente regulatorio, promover ejecución de honorarios regula-


dos, solicitar la traba de medidas cautelares para asegurar su
percepción, etc.)”.
La sentencia así fundamentada, en principio ratifica el tra-
tamiento que tradicionalmente se ha dado al tema: el abogado
está legitimado para invocar la nulidad del contrato por el cual
ha cedido anticipadamente sus honorarios; pero el novedo-
so sustento normativo que se da a esa conclusión, apartán-
dose del art. 953 del Código Civil, plantea cuestiones también
novedosas, que vale la pena analizar.
Tal como lo hemos apuntado, habitualmente se ha entendi-
do que la nulidad que nos ocupa sanciona la cesión anticipada
de honorarios, no así la que tenga por objeto honorarios ya de-
vengados; esto aún cuando el texto legal no expresa ese distin-
go, porque lo repudiado es el aprovechamiento de quien condi-
ciona la designación de un defensor, a la previa cesión de parte
de los honorarios que generará su tarea profesional, situación
que no se da si la tarea ya fue ejecutada y el crédito por hono-
rarios está consolidado en cabeza del abogado cedente.
Pero si el fundamento de la norma no es ése, sino impedir
que quien no es abogado quede legitimado para “instar un inci-
dente regulatorio, promover ejecución de honorarios regula-
dos, solicitar la traba de medidas cautelares para asegurar su
percepción, etc.” (sic, fallo citado) podría deducirse que está
prohibida también la cesión de honorarios devengados, y aún
los regulados, porque la cesión de éstos legitimaría al cesiona-
rio para promover ejecución, trabar embargos, etcétera.
Tal conclusión no se compadece con un sistema que ha ha-
bilitado a ejercer esas vías procesales no sólo a los abogados,
sino también a los peritos, cualquiera sea su especialidad (art. 49,
ley 9459) y a cualquier persona que, sin haber sido condenada en
costas, pague honorarios profesionales (art. 19, ley citada). Esa
incompatibilidad y el hecho de que la expresión “participa-
ción de honorarios” se utiliza habitualmente para designar
un acuerdo previo a la prestación del servicio, permiten elu-
dir que se suponga nula la cesión de honorarios ya devenga-
dos; pero creemos que todo el sistema adquiere mayor coheren-
cia, si asumimos que en realidad el fundamento de la nulidad
es el que tradicionalmente se le ha dado, esto es impedir el
cobro de una “comisión” por la mera derivación de un asunto.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


27 02/06/2014, 10:09
28 ADÁN LUIS FERRER ART. 10

Sin ese sustento, que tiene apoyo en el art. 953 del Cód. Civil,
la prohibición de ceder el crédito por honorarios, presente o
futuro, sería en principio inconstitucional, al vedar una alter-
nativa contractual que la ley de fondo permite (art. 31, Const.
Nacional)25. El hecho de que los honorarios mínimos hayan de-
jado de ser irrenunciables y el ordenamiento arancelario ten-
ga carácter supletorio de la voluntad de las partes, no excluye
que la reglamentación de la actividad profesional del aboga-
do, que es inherente al poder de policía provincial (art. 121,
Const. Nac.), pueda prohibir determinados modos de contra-
tación, en especial si la prohibición tiene apoyo en la ley de
fondo, tal como ocurre en este caso con el art. 953 del Cód. Civil.
Vale finalmente apuntar que la prohibición de pactar la
participación de honorarios futuros con una persona que no
sea abogado, no impide la asociación de profesionales de dis-
tintas especialidades (abogados y contadores, por ejemplo)
que prestan servicios en común y comparten honorarios26; del
mismo modo que un abogado y un contador, pueden afrontar
una gestión profesional común, que requiere conocimientos
comprendidos en la incumbencia de una y otra profesión, y
pactar una distribución de los honorarios que se devenguen,
aún cuando el contador no suscriba los instrumentos judiciales
en que se expresa esa tarea común.
El Código Arancelario está estructurado en base a una vi-
sión de la tarea del abogado de tipo artesanal, personalísima y
referida fundamentalmente al rol de litigante; la realidad ac-
tual ha expandido la función extrajudicial del abogado, desa-
rrollada a menudo en el marco de organizaciones colectivas.
La interpretación del Código debe adecuarse a esta realidad.

Renuncia intempestiva
Revocación de mandato con causa

Art. 10. La renuncia intempestiva y sin causa del po-


der así como la revocación del mandato o poder impu-

25
Conf.: MARTÍNEZ CRESPO, Mario, Código Arancelario para Abogados y Procura-
dores, Advocatus, Córdoba, 2008, p. 40, citando jurisprudencia nacional.
26
Ídem.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


28 02/06/2014, 10:09
ART. 10 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 29

table al profesional antes de terminar el juicio, decla-


rada esta última por resolución pasada en autoridad
de cosa juzgada material, anula el convenio sobre ho-
norarios e implica la pérdida del derecho a cobrar ho-
norarios a su comitente en los supuestos previstos en
la presente ley.

13. LA RENUNCIA DEL PODER

Para que la renuncia del poder cause la consecuencia pre-


vista en este artículo, es menester que reúna las condiciones
de ser “intempestiva” y “sin causa”. Vale destacarlo, porque
el abogado, salvo en los juicios penales, en que el ejercicio de
la defensa es obligatorio (art. 120, C. de P. P.) tiene derecho a
renunciar el mandato (art. 1963, inc. 2, CC) aún sin expresar
causa alguna, mientras expresamente no se haya obligado a ejer-
cer el mandato por un plazo dado, o hasta concluir una presta-
ción convenida.
Claro está que la renuncia, aún legítima, debe ajustarse a
lo normado por los arts. 1978 y 1979 del Cód. Civil, que re-
quieren acordar al mandante tiempo adecuado para lograr un
reemplazo. En caso de renuncia intempestiva y sin causa, al
margen de la pérdida del derecho a cobrar honorarios, el abo-
gado deberá resarcir los daños que cause (art. 1978, CC).

14. LA REVOCACIÓN DEL MANDATO

Así como el abogado puede renunciar al poder, el mandante


puede revocarlo (art. 1963, inc. 1, CC) aún sin mediar causa
alguna, y en tal caso el abogado tendrá derecho al cobro de
los honorarios devengados por la tarea profesional cumplida.
Esto así mientras no se haya celebrado un contrato entre abo-
gado y cliente que comisione al abogado la tramitación de un
caso hasta su total la terminación (tal el pacto de cuota litis,
por ejemplo) supuesto en el cual la revocación incausada del
poder autoriza al abogado a cobrar íntegramente los hono-
rarios pactados, sin perjuicio de la posibilidad que el art. 1638
del CC acuerda al juez de reducir equitativamente ese mon-

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


29 02/06/2014, 10:09
30 ADÁN LUIS FERRER ART. 10

to, “si la aplicación estricta de la norma condujera a una noto-


ria injusticia”27.

15. EL INCUMPLIMIENTO DEL ABOGADO

El artículo en comentario alude a la “la revocación del man-


dato o poder imputable al profesional”. Mejor era el texto de la
ley 8226, que aludía a “la revocación del mandato por causas
imputables al profesional”; pero la pobreza de la redacción no
obsta a la comprensión de la norma: en tal caso, al igual que en
la renuncia intempestiva y sin causa, el abogado pierde el dere-
cho a cobrar honorarios, sin perjuicio del resarcimiento de los
daños que el incumplimiento de sus obligaciones haya causado
al mandante (art. 1904, CC).
El artículo dispone que, para tornar operativa la pérdida
del derecho a cobrar honorarios, es menester que la existen-
cia de causas imputables al profesional, como determinantes
de la revocación del mandato, haya sido declarada “por reso-
lución pasada en autoridad de cosa juzgada material”.
No se advierte por qué esa exigencia no se ha hecho ex-
tensiva a la intempestividad de la renuncia, que también puede
ocasionar la pérdida del derecho a cobrar honorarios, pero la ex-
presa referencia del texto a “esta última”, es decir la revocación
del mandato, impide a nuestro juicio una interpretación exten-
siva que abarque ambos supuestos.

16. LAS VÍAS PROCESALES

Cabe preguntarse, ahora, cuáles son los caminos por los cua-
les el mandante puede requerir un pronunciamiento jurisdiccio-
nal que declare la culpabilidad del apoderado y la consecuente
pérdida del derecho a cobrar honorarios, para obtener ese pro-
nunciamiento investido de autoridad de cosa juzgada material,
que requiere el artículo en comentario.

27
Confr. MARTÍNEZ CRESPO, Mario, “El pacto de cuota litis”, en Leyes de aranceles
para abogados y procuradores, La Ley, Buenos Aires, 1985, p. 449, con cita de
diversas leyes arancelarias en ese sentido.

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30 02/06/2014, 10:09
ART. 11 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 31

En primer lugar, podrá promover una acción declarativa


(art. 413, CPC) antes de que el juicio de que se trate haya con-
cluido, para así evitar que al tiempo de la sentencia se regulen
honorarios y éstos sean reclamados por la vía ejecutiva que au-
torizan los arts. 124 de esta ley y 801, inc. 3, del C. de P.C.; se-
ría competente el mismo juez que interviene en el juicio en que
los honorarios se habrían devengado (art. 7º, inc. 1, CPC).
El planteo también puede ser formulado, como defensa, en
incidente de regulación de honorarios (arts. 108 y ss.) ya que en
ese litigio incidental el juez debe “pronunciarse sobre la proce-
dencia de la regulación” y “determinar el cargo de su pago” (incs.
1 y 3, del citado art. 8º).
Si la regulación fuese practicada sin trámite incidental,
por existir base a los fines regulatorios (art. 26) esta defensa
es también admisible en la instancia ejecutoria de cobro, por
aplicación del art. 809 in fine del C. de P.C., que habilita como
excepción “la falta de legitimación sustancial activa o pasiva”;
aunque en este caso la prueba deberá agotarse en las constan-
cias de autos o documentos emanados del ejecutante, según
dispone el citado art. 809.
En cuanto a la exigencia de que la sentencia que declara la
culpabilidad del abogado deba estar pasada en autoridad de
cosa juzgada., entendemos que también es eficaz el fallo pen-
diente de recursos sin efectos suspensivos, habida cuenta la
eficacia que el ordenamiento procesal les atribuye, aún cuando
en rigor no exista cosa juzgada.

Cese anticipado de gestión profesional


Revocación sin causa

Art. 11. Cuando el profesional se apartare de un pro-


ceso o gestión antes de su conclusión normal, podrá
solicitar regulación provisoria de sus honorarios los
que se fijarán conforme a las actuaciones cumplidas.
También podrá pedir regulación de honorarios cuando
la causa estuviere paralizada por más de un (1) año, por
causas ajenas a su voluntad.
Para los supuestos previstos precedentemente, procede el
mínimo de regulación que pudiere corresponder, en vir-
tud del artículo 36 de la presente ley, teniendo en cuenta
el porcentaje que corresponda de acuerdo con las etapas
procesales cumplidas; todo ello sin perjuicio de la regu-
lación definitiva.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


31 02/06/2014, 10:09
32 ADÁN LUIS FERRER ART. 11

El pago de los honorarios regulados estará a cargo de la


parte a quien el patrocinante representó o patrocinó, la
que en su caso tendrá, oportunamente, facultad de repe-
tir conforme lo dispuesto en el artículo 19 de este Códi-
go.

17. APLICACIÓN PRÁCTICA DEL ARTÍCULO

La norma es idéntica a la del art. 17 de la ley 8226. Debiendo la


regulación provisoria practicarse en el mínimo que pudiera
corresponder, deberá tomarse la base que el art. 31 establece
para el caso de fracaso total de la gestión cumplida, lo que reduci-
rá los honorarios provisionales a una cifra ínfima en los juicios
contenciosos.
Si en el caso no existiera base regulatoria cuantificada, deberá
sustanciarse el incidente previsto en el art. 108, cuyas conclusio-
nes en orden a la tasación de los bienes quedarán adquiridas para
el proceso.
Aunque el obligado al pago es el comitente, deberá darse
intervención en el procedimiento regulatorio al oponente, que
puede en definitiva ser condenado en costas, si se pretende
que el pronunciamiento tenga efectos vinculantes a su respec-
to 28.
El Tribunal Superior ha dicho que el derecho a pedir re-
gulación provisoria al amparo del art. 11, corresponde a los a-
bogados con motivo del ejercicio de la defensa en juicio, no
así cuando han actuado como peritos inventariadores tasa-
dores y partidores, supuesto en el que pueden pedir regula-
ción definitiva inmediamente de concluida su tarea, aún cuando
las operaciones no hayan sido aprobadas29. En principio esa
conclusión no podría extenderse al perito que formula un
dictamen probatorio, ya que art. 49 asocia la regulación de
sus honorarios a la del abogado, tal que mal podría solicitar
se regulen los suyos, cuando no pueden ser regulados los de
aquél30.

28
Véase comentario al art. 116.
29
TSJ, Sala Civil y Com., A.I. N° 338, in re “Sanrame Alfredo, Ledesma Emma Reveca
- Declaratoria de herederos”, 19/10/2010. Volveremos sobre el tema en el N° 123.
30
Véase N° 108.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


32 02/06/2014, 10:09
ART. 12 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 33

Contratos de retribución periódica

Art. 12. Pueden celebrarse contratos de honorarios en


los que se establezca una retribución periódica, por ase-
soramiento permanente o representación, o por ambos.
Estos contratos deben celebrarse por escrito en instru-
mento público o privado pudiendo ser registrados en la
forma prevista en el art. 8º de la presente ley. Los pro-
fesionales contratados en esta forma no tienen derecho
a cobrar de sus clientes los honorarios que prescribe
este Código, salvo convenio en contrario, sin perjuicio
del derecho a percibir honorarios de los terceros conde-
nados en costas.
Quedan excluidos de las disposiciones del presente ar-
tículo los honorarios que devengaren a favor del profe-
sional por atención de estos clientes en cuestiones pri-
vadas o ajenas al contrato.
La retribución, en los casos en que el profesional no
tenga derecho a cobrar honorarios de su cliente no po-
drá ser inferior a treinta (30) Jus mensuales, quedando
comprendidos en este supuesto los abogados que efec-
túen cobranzas correspondientes al fisco provincial o
municipal, cualquiera sea su vinculación con su man-
dante. Si la retribución es inferior surge el derecho al
cobro hasta el monto mencionado.

18. EL MÍNIMO

La reforma mantiene la imposición de una retribución men-


sual mínima, ya establecida en el art. 10 de la ley 8226.
Alguna doctrina ha entendido que ese mínimo sería renuncia-
ble31, con lo cual nada significaría, ya que siempre primaría el
contrato, tal como ocurriría si ningún mínimo hubiese sido es-
tablecido. Una interpretación que priva a la norma de sentido,
parece insostenible, pero lo cierto es que si nos atenemos a lo
que sin duda el legislador quiso (esto es la irrenunciabilidad
de ese mínimo) la norma a nuestro juicio deviene inconstitucio-
nal.
En efecto: la regulación de los contratos es materia propia
de la legislación de fondo, que el ordenamiento local no puede

31
FLORES, Jorge M., “Algunas reflexiones sobre el nuevo Código Arancelario”,
Foro de Córdoba, Nº 121, p. 84.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


33 02/06/2014, 10:09
34 ADÁN LUIS FERRER ART. 12

modificar (art. 31, CN). En ejercicio del poder de policía, la


provincia puede reglamentar las actividades profesionales,
lo que la habilita, entre otras cosas, para fijar aranceles, pero
la irrenunciabilidad de derechos o las limitaciones a la liber-
tad de contratación, sólo pueden justificarse en razones de or-
den público (arg. arts. 19, 21 y 872, del Cód. Civil) las que son
ajenas al ordenamiento arancelario, en su reglamentación ac-
tual, según lo puntualizan expresamente los arts. 1º y 2º.
En la práctica son incontables los abogados que prestan
servicios a un cliente, en especial en materia de cobranzas,
sin más remuneración que los honorarios a cargo de terceros
condenados en costas. No hay precedentes conocidos de que
en estos casos se hayan producido reclamos por la remunera-
ción mínima de treinta jus, bien porque se asumió el mínimo
como renunciable o inconstitucional, bien porque se inter-
pretó que la regla se aplica a los contratos en que se ha pacta-
do una retribución periódica, mas no a aquellos en los que no
existe retribución alguna, sino sólo honorarios a cargo de ter-
ceros. Bajo la vigencia de la ley 8226, esta última interpretación
podía ser admisible, más allá del absurdo de prohibir una retri-
bución pequeña y tolerar una retribución nula; pero el agre-
gado que la reforma introdujo, incorporando a los procuradores
fiscales, que analizaremos en el punto siguiente, parece descar-
tar esa interpretación, ya que como regla los procuradores fis-
cales no tienen retribución alguna y la ley los ha considerado
comprendidos en la previsión de este artículo.

19. LOS PROCURADORES FISCALES

El artículo en comentario, reproduce la norma contenida en


la ley 8226, pero incluye a “los abogados que efectúen cobranzas
correspondientes al fisco provincial y municipal, cualquiera sea
la vinculación con su mandante. Si la retribución es inferior sur-
ge el derecho al cobro hasta el monto mencionado”.
La primera duda es saber si para el cómputo de la remunera-
ción mínima de treinta jus, deben o no computarse los honora-
rios que el abogado cobre a terceros condenados en costas.
Entiendo que la respuesta negativa se impone, ya que si debie-
ran computarse, la ley debió prever una periodicidad para ese
cómputo, desde que puede en un mes no existir ningún cobro de

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


34 02/06/2014, 10:09
ART. 12 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 35

costas y en otro una suma que multiplique varias veces el mí-


nimo mensual de treinta jus. Ello y el texto del artículo, per-
miten inferir que los treinta jus son una retribución periódica
mínima, al margen de los honorarios a cargo de terceros, que por
otra parte en muchos casos están contractualmente tarifados
en forma diferente de lo que prevé el Código Arancelario, tal
como ocurre en la Municipalidad de Córdoba con art. 5º de la
resolución 8/97, que tarifa los honorarios de los procuradores
municipales.
Con este texto legal, los procuradores fiscales quedan legi-
timados para reclamar al Estado una retribución mensual de
treinta jus, quebrando la añeja reglamentación según la cual
los abogados apoderados a esos fines, sólo cobran los honora-
rios devengados a cargo de los deudores, sin que ello implique
costo alguno para el órgano recaudador. Frente a ese reclamo,
el Estado tendría escasas o ninguna defensa, ya que la expresa
mención a las cobranzas del fisco, obsta a cualquier interpreta-
ción que pueda dejar a los procuradores fiscales afuera del ám-
bito de aplicación de la norma. En cuanto a la inconstituciona-
lidad, sería paradójico que sea el Estado, esto es el autor de la
ley, el que la plantee en un litigio; es más: la Corte tiene dicho
que “los organismos estatales no están legitimados para plantear
la inconstitucionalidad de las leyes dictadas por el Congreso” 32.

20. FORMA DEL CONTRATO

La celebración del contrato por escrito, debe entenderse


impuesta ad probationen, no como condición de su validez, ya
que según la ley de fondo son consensuales tanto la locación de
servicios cuanto el contrato de trabajo (modalidades que puede
asumir el contrato con retribución periódica). Con ese argu-
mento, por aplicación de la ley 7269, que contenía una norma
análoga, se ha admitido la existencia del contrato, aún cuando
no haya sido instrumentado en forma escrita33, criterio que se

32
CS, “Lanera Austral S.A. c/ Dirección Gral de Aduanas”, 27/05/2009,
LL, 24/06/2009.
33
Confr. TSJ, Sala Contencioso-administrativa, 31/10/2000, in re: “Saire,
Paulino J. y otros c/ E.P.O.S.”, LL Cba., 2001, p. 533.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


35 02/06/2014, 10:09
36 ADÁN LUIS FERRER ART. 13

ha reiterado bajo la vigencia de la ley 822634, y razonablemente


se mantendrá en relación a la ley 9459.
Respecto de los procuradores fiscales, la aceptación y ejer-
cicio del mandato implica aceptación de la reglamentación
que regula el ejercicio de esa representación, por lo que le es
oponible aún cuando no haya un contrato particular celebrado
entre el abogado y el ente estatal que representa35.

Pacto de cuota litis

Art. 13. Es lícito el pacto de cuota litis, aun cuando


prevea la no percepción de honorarios en caso de fra-
caso de la gestión. No pueden ser objeto del pacto las
materias sobre las cuales exista prohibición legal; sin
perjuicio del derecho del profesional a percibir los ho-
norarios que se declaren a cargo de la parte contraria.
El pacto de cuota litis en ningún caso podrá exceder el
límite del treinta por ciento (30%) de lo que en definiti-
va perciba efectivamente el comitente.

21. LIBERTAD DE CONTRATACIÓN

El pacto de cuota litis es una de las modalidades en que abo-


gado y cliente pueden pactar los honorarios por la defensa en
juicio36. En coincidencia con el sistema de libertad contrac-
tual que inspira la ley, se admite el pacto de cuota litis sin
más limitaciones que las impuestas por la legislación de fon-
do. Dada la libertad de contratación que se reconoce en el art. 2º,
este artículo pudo ser suprimido sin que el resultado variara.
Es útil, sin embargo, haber hecho expresa referencia al pacto
de cuota litis, dado que se trata de una modalidad cuestiona-
da a veces en su moralidad y, por tanto, en su legitimidad37.

34
Cámara 4ª C. y C., autos: “Cuerpo de ejecución de honorarios del Dr. Samuel
O. García en: Valles de Burgos, Casimira O. c/ E.P.O.S. - Ordinario”, Auto
Nº 154, 31/07/1995.
35
TSJ en pleno (por secretaría Civil y Comercial), in re “Fisco de la Provincia
de Córdoba c/ Silvia Raquel Messad - Ejecutivo”, A.I. N° 216, del 11/08/2003,
Semanario Jurídico N° 1428, del 02/10/2003.
36
Confr. TSJ, Sala Civ. y Com., Sent. Nº 101 del 19/09/2007, in re: “Ronco, Pablo
Andrés y otro c/ Antonio Bautista Pozzi y otro - Ordinario”.
37
Confr. MARTÍNEZ CRESPO, Mario, “El pacto de cuota litis”, en Leyes de aranceles
para abogados y procuradores, p. 449.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


36 02/06/2014, 10:09
ART. 13 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 37

Secuela del sistema de amplia e irrestricta libertad contrac-


tual que la ley establece, es la desaparición de toda duda acer-
ca de los casos en que, por no tratarse de asuntos contra-
dictorios de contenido patrimonial y resultado incierto, suele
considerarse inadmisible el pacto de cuota litis38. Cualquiera
sea el nombre que se asigne al convenio, los honorarios pue-
den ser pactados entre abogado y cliente bajo cualquier forma
o modalidad, sin más limitaciones que las que impone la ley de
fondo.

22. EL LÍMITE DEL 30%

La imposición de topes porcentuales al pacto de cuota litis,


está prevista en numerosas leyes de aranceles39 y en materia
laboral está impuesta por la ley de fondo (art. 277, LCT). Sin
embargo, en cuanto al tope impuesto por la ley provincial, para
litigios ajenos al fuero laboral, las mismas razones por la que
hemos sostenido que el mínimo de treinta jus como retribución
periódica es inconstitucional, permiten cuestionar la validez
del tope del treinta por ciento para el pacto de cuota litis. Esa
limitación resulta incompatible con el régimen de libre contra-
tación que establecen los arts. 1º y 2º. Es contradictorio que el
monto mínimo del arancel pueda “ser reducido o renunciado
conforme a la libre voluntad de las partes” (art. 2º) pero sin
embargo no pueda ser aumentado por contrato entre el cliente
y su abogado.
Al margen de ello, la limitación del treinta por ciento es poco
feliz, porque existen situaciones, en función de costos y riesgos
afrontados por el abogado, en que una cuota litis superior a ese
porcentaje no es abusiva; y si lo fuese, el contrato será nulo por
aplicación del art. 953 del Cod. Civil.
Por otra parte, si el abogado y su cliente pueden contratar
libremente una suma en concepto de honorarios, sin límite al-
guno, no se advierte por qué deba existir un límite en el pacto

38
MARTÍNEZ CRESPO, Mario, “El pacto de cuota litis”, en Leyes de aranceles para
abogados y procuradores, p. 447.
39
Entre otras, ley nacional 21.839, art. 4º.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


37 02/06/2014, 10:09
38 ADÁN LUIS FERRER ART. 14

de cuota litis. En un juicio por mil pesos, por ejemplo, el abo-


gado podría pactar sus honorarios en quinientos, pero no en
el cuarenta por ciento de lo que el cliente perciba, que serían
sólo cuatrocientos pesos, condicionados al éxito de la gestión
¡Obviamente un desenlace insostenible!
Así las cosas, la norma resulta de razonabilidad y constitucio-
nalidad discutibles40.

Capítulo III
Obligados al pago - Generalidades

Solidaridad o mancomunación

Art. 14. La obligación de pagar honorarios por gestión


profesional, en principio, pesa solidariamente sobre
todos los condenados en costas u obligados al pago,
aun tratándose de litis consortes. Si se tratare de res-
ponsabilidad simplemente mancomunada, la resolu-
ción así deberá determinarlo fijando las proporciones.

23. ALCANCES DE LA NORMA

La obligación de pagar honorarios que pesa sobre los clien-


tes que han otorgado poder a su abogado, es solidaria por apli-
cación del art. 1945 del Cód. Civil.
Habida cuenta que el patrocinio importa una suerte de
mandato, respecto de los actos para los cuales el ordenamien-
to acuerda representación al patrocinante (arts. 80 in fine, 143,
inc. 2, 146 y conc., CPC) sería discutible si esa regla debe o no
hacerse extensiva a todos los casos en que se contrata la defen-
sa en juicio. El artículo en comentario disipa las dudas, esta-
bleciendo la solidaridad de la obligación de pagar honorarios,
en todos los casos41.
Distinta es la situación de los condenados en costas, que
no tienen vínculo contractual alguno con el abogado del vence-

40
Confr. TINTI, Pedro L., “Apuntes sobre el nuevo Código Arancelario”, Foro de
Córdoba, Nº 121, p. 146.
41
Sin embargo, alguna jurisprudencia ha limitado la solidaridad al caso del
mandato (Confr. Cám. 3ª Civ. y Com., 02/09/1998, reseñada en LL Cba., 1999,
p. 1522 (214-R)).

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


38 02/06/2014, 10:09
ART. 14 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 39

dor. Al respecto la doctrina nacional ha dicho que, en princi-


pio, la condena en costas a varios litisconsortes genera una
obligación simplemente mancomunada, no solidaria42. Tratán-
dose de un accesorio de la condena principal, debe entenderse
que seguirá la suerte de ésta, de donde por excepción será so-
lidaria, si lo es la obligación que motiva el litigio43, y calificada
doctrina exige que en tal caso la solidaridad, para ser tal, sea
expresamente declarada en la sentencia44.
Pese a toda esa elaboración doctrinaria y jurisprudencial, el
artículo en comentario, que reproduce el texto del art. 13 de la
ley 8226, sienta la solidaridad en todos los casos, salvo cuando
expresamente la resolución judicial disponga lo contrario. De
ello deriva que, si el fallo no dispone la mancomunión simple,
la obligación de pagar los honorarios pesará solidariamente
sobre todos los condenados en costas, aun cuando la relación
jurídica sustancial que motivó el litigio genere obligaciones
simplemente mancomunadas. Esto sin perjuicio del derecho a
repetir contra los otros codeudores, que tiene aquél que afron-
tó íntegramente la deuda (arts. 689 y 717, Cód. Civil).
Quedan, finalmente, los deudores de honorarios que no son
comitentes ni condenados en costas (los “beneficiarios del traba-
jo” a que alude el art. 15) cuyo ejemplo típico es la obligación de
pagar los honorarios de beneficio común devengados en una de-
claratoria de herederos, en la cual puede asumir la condición de
deudor un heredero que no ha sido comitente del abogado acree-
dor, y es tal vez titular de una mínima parte del haber sucesorio.
Tal como ha sido redactado el artículo, parece evidente que
ha tenido en mira los juicios contenciosos (de allí la alusión a
los litis consortes) por lo que cabe excluir de la regla la hipóte-
sis de los trabajos de beneficio común en el juicio sucesorio y
análogos. La obligación de pagar el costo de los trabajos de be-
neficio común pesa sobre cada heredero en proporción a su
cuota hereditaria; el caso no encuadra en una previsión legal
que —reiteramos— evidencia en su texto haber sido estable-
cida para los juicios contenciosos.

42
Confr. LOUTAYF RANEA, Roberto G., Condena en costas en el proceso civil, Astrea,
Buenos Aires, 2000, p. 198, Nº 79, citando copiosa jurisprudencia.
43
Es la conclusión impuesta por el art. 75 del Código Procesal de la Nación.
44
La cita LOUTAYF RANEA, Roberto G., ob. cit., p. 201, Nº 80.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


39 02/06/2014, 10:09
40 ADÁN LUIS FERRER ART. 14

Buena jurisprudencia tiene por cierto que los honorarios


de beneficio común son simplemente mancomunados y cada
heredero adeuda un porcentaje igual a su participación en la
herencia45, conclusión ésta abonada por el hecho de que la nor-
ma siente la solidaridad “en principio”, lo que permite inferir
la posibilidad de excepciones. Argumentando en base a esa
expresión (“en principio”) algún fallo ha descartado la solida-
ridad en el caso del juicio sucesorio, aunque llevando la con-
clusión más allá de la que propiciamos, al afirmar que la o-
bligación de pagar honorarios es solidaria únicamente en la
medida en que también lo sea la condena a la cual las costas
son accesorias46.
Tratándose de honorarios por trabajos extrajudiciales
(arts. 104 y ss.) entendemos que el artículo en comentario no
es aplicable, por lo que la obligación asumida por varios co-
mitentes (aquí no hay condenados en costas) será simplemen-
te mancomunada, salvo que la ley de fondo disponga lo con-
trario, en función del vínculo contractual entre el abogado y
sus clientes. Abona esta conclusión el hecho de que, según he-
mos visto, el texto del artículo evidencia haber sido concebido
para el ámbito judicial contencioso y, por otra parte, es sólo
en ese ámbito (el judicial) que juegan las razones que expon-
dremos en el número siguiente, para sustentar la validez
constitucional de la norma.

24. CONSTITUCIONALIDAD DE LA NORMA

Siendo la imposición de costas un tema procesal y, por tan-


to, reservado a las legislaturas locales, la ley que impone la soli-
daridad en este caso es constitucionalmente válida y acuerda a
la obligación de que se trata carácter solidario, conforme a los
arts. 699 y 700 del Cód. Civil. Esa conclusión es sin duda discu-
tible, ya que bien podría entenderse que sólo la ley de fondo
puede establecer la solidaridad de las obligaciones; pero los or-

45
Conf.: Cám. 7ª. Civ. y Com., in re “Sanmartín, Mabel c/ Shüle, Lidia Merce-
des”, 17/06/2010, Foro de Córdoba N° 145, p. 321.
46
Cám. 3ª C. y C., en autos: “Cuerpo de ejecución de honorarios en Satuff, Blanca
- Declaratoria de herederos”, SJ, 1224-23.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


40 02/06/2014, 10:09
ART. 15 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 41

denamientos impositivos provinciales sientan la solidaridad de


las obligaciones tributarias47, sin que se haya discutido la consti-
tucionalidad de esa norma, y no parece razonable adoptar un
criterio distinto en materia de costas, cuestión también de com-
petencia legislativa provincial.

25. EL ACREEDOR DE LA DEUDA SOLIDARIA

Por cierto, la obligación de pagar las costas, sean éstas soli-


darias o no, está constituida en favor del vencedor en el pleito,
de modo que el abogado de uno de los perdidosos no puede pre-
tender cobrar sus honorarios a su litis consorte, también venci-
do. Así lo ha resuelto la jurisprudencia, por aplicación tanto de
los arts. 356 y 357 del viejo C. de P.C. (ley 1419)48, cuanto de los
arts. 130 y conc. del Código actual (ley 8465)49.

Responsables obligados al pago

Art. 15. El pago de los honorarios puede perseguirse en


contra de los condenados en costas y de sus garantes y
de los comitentes y/o de los beneficiarios del trabajo,
en forma indistinta o conjunta, con la excepción que
en el supuesto de los comitentes y beneficiarios de los
trabajos, sólo se podrá perseguir el cobro de los hono-
rarios, previo haber acreditado que se ha agotado la
posibilidad de cobro en contra de los condenados en
costas y sus garantes. Cuando se da al garante opor-
tunidad de participar en el proceso principal, pro-
cede en contra de éste la vía de ejecución de senten-
cia o ejecutivo especial.

26. CONDICIONAMIENTOS DE LA ACCIÓN POR COBRO DE HONORARIOS

La exigibilidad del crédito por honorarios, está condiciona-


da al vencimiento del plazo acordado para su pago. El Código

47
Art. 30 de la ley 6006 de la Provincia de Córdoba, entre otras.
48
Cám. 2ª Civ. y Com., 28/03/87, LL Cba., 1988, p. 763.
49
Conf. TSJ, Sala Civ. y Com., in re “Teniente, Jorge Héctor c/ Cervecería y
Maltería Quilmes S.A.”, 16/08/2006, Semanario Jurídico N° 1588 del 14/12/2006,
p. 852.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


41 02/06/2014, 10:09
42 ADÁN LUIS FERRER ART. 15

Arancelario no ha previsto plazo alguno al respecto, lo que ge-


nera dudas que trataremos al comentar el art. 124, al cual nos
remitimos 50.
El artículo en comentario sindica a los deudores del crédito
por honorarios y además, con un texto ligeramente distinto, re-
produce la norma del art. 14 de la ley 8226, que condiciona el cobro
al comitente al precio agotamiento de las posibilidades de co-
bro contra el condenado en costas o su garante. Tal condicionamiento
es de muy dudosa constitucionalidad, por los siguientes mo-
tivos: entre abogado y cliente media un contrato cuya tipificación
va desde la locación de servicios hasta el contrato innominado,
pasando por el mandato o la locación de obra51, pero lo cierto es
que en cualquiera de sus modalidades constituyen sus elemen-
tos esenciales la gestión o servicio a cumplir y el precio a pa-
gar, siendo deudor de éste el comitente. La condena en costas
permite a quien venció en el pleito resarcirse del costo de su
abogado, cobrándolo al vencido52, pero pese a ello la causa del
crédito por honorarios sigue siendo el contrato entre el abo-
gado y su cliente 53, a despecho de que se haya acordado a
aquél, derecho a cobrar al condenado en costas, suerte de ac-
ción oblicua que permite al abogado dirigir su reclamo al deu-
dor de su deudor. Cuando en el contrato entre abogado y comi-
tente no se ha pactado un precio, pese a ello se lo presume oneroso
(arts. 1627 y 1871, CC) y es el juez quien debe establecer el
precio, supuesto en el cual “el arancel no hace otra cosa que
establecer normas con arreglo a las cuales proceder el magistra-
do” 54, por lo que no entra en colisión con la ley de fondo. Pero el
art. 31 de la Constitución Nacional “impide que una ley de ca-
rácter local como La Ley de Arancel de Abogados y Procurado-
res pueda alterar sustancialmente el régimen contractual de la
legislación de fondo, que rige en todo el territorio nacional”55.

50
Véase Nº 319.
51
Véase MARTÍNEZ CRESPO, Mario, “Calificación jurídica del vínculo entre el
abogado y su cliente”, en Leyes de aranceles para abogados y procuradores, ps. 457
y ss.; BORDA, Guillermo A., Tratado de Derecho Civil. Contratos, t. II, ps. 50 y ss.
52
Confr. REIMUNDÍN, Ricardo, ob. cit., ps. 53 y ss.
53
Confr. Cám. 8ª Civ. y Com., 01/07/1999, LL Cba., 2000, p. 567, entre otros.
54
Del Voto del Dr. Borda, en el plenario de las Cámaras Civiles de la Capital
del 20/09/63, (ED, 6-37).
55
Del Voto del Dr. Demaría, en el fallo citado en la nota precedente.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


42 02/06/2014, 10:09
ART. 15 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 43

En base a estos presupuestos, debe admitirse la posibilidad


de que la Ley Procesal (en nuestro caso el Código Arancelario)
fije la tarifa a la cual han de ajustarse las regulaciones de hono-
rarios y aun por vía de reglamentación de la profesión de aboga-
do sujete la relación contractual entre defensor y defendido a
modalidades y condiciones. Pero esa potestad reglamentaria no
puede implicar una alteración de los elementos esenciales del
contrato que vincula al abogado con su cliente, sin violentar la
norma del art. 31 de la C.N. Ese límite ha sido traspasado por el
artículo en comentario, cuando desplaza la condición de deudor
principal del precio del servicio, del comitente al condenado en
costas, transformado aquél en una suerte de deudor subsidiario56.
En estas condiciones, la relación jurídica emergente del con-
trato entre el abogado y su cliente se altera en términos in-
compatibles con la ley de fondo.
La jurisprudencia ha analizado la inconstitucionalidad que
dejamos apuntada, en relación a los arts. 14 y 16 de la ley 8226,
el primero análogo al que comentamos y el segundo derogado en
el nuevo ordenamiento. La conclusión, expresa o implícita, ha
sido la inconstitucionalidad57.

27. PROBLEMAS PRÁCTICOS DE SU APLICACIÓN

Ahora bien, si prescindimos de la tacha de inconstituciona-


lidad del artículo que nos ocupa, su aplicación nos enfrentará a
problemas no menos arduos. El primero surge de la equívoca
expresión “agotado la posibilidad de cobro”, que puede signifi-
car tan sólo la necesidad de un previo requerimiento insatisfe-

56
Confr. OLCESE, Juan M., “El abogado puede siempre cobrar sus honorarios a su
cliente, sin necesidad de excutir el condenado en costas”, SJ, Nº 921, 25/02/93,
ps. 88 y ss.
57
Confr. Cám. 3ª C. y C., A.I. N° 214, 28/02/98, in re: “Cuerpo de ejecución de
honorarios en: Luis Celotti e Hijo S.R.L. c/ Donattini y Ferrero S.R.L. - Ordina-
rio”, Foro de Córdoba, N° 49, ps. 231 y ss.; Cam. Civ. Com. de Bell Ville, A.I. Nº
160, del 18/11/1993, “López, Raúl C. c/ O. Ibáñez - Desalojo”, Foro de Córdoba,
Nº 159; Cám. Civ. Com., de San Francisco, Sent. Nº 52 del 17/12/1998, “Pinha,
Roberto J. N. c/ Banco Social de Córdoba - Ejec. de Honorarios”, Foro de Córdo-
ba, Nº 58, p. 237; TSJ, en pleno, a través de la sec. Civil y Com., Sent. Nº 85 del
26/06/2001, in re: “Cendoya, Dionisio c/ Antonio Fernández Pabla Esther Sosa y
Banco Pcia de Córdoba - Ejecutivo Especial”.

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43 02/06/2014, 10:09
44 ADÁN LUIS FERRER ART. 1º

cho, o bien la promoción de un juicio inejecutable por insolven-


cia del demandado, cuando no el pedido de verificación de crédito
en el concurso del condenado en costas y aun esperar la distri-
bución del activo realizado en la quiebra58. Entendemos que la
condición estará cumplida cuando de hecho el cobro inmediato
sea imposible por insolvencia del deudor, sin que sea menester
el gasto inútil de promover acción contra un demandado os-
tensiblemente insolvente59. Lo contrario, implicaría imponer al
acreedor un costo innecesario, sin que resulte claro quién debe-
rá afrontarlo a la postre, ya que no se prevé la posibilidad de
repetirlo contra el comitente. Si frente al reclamo así promovi-
do éste invocase el no agotamiento de las vías judiciales para
reclamar el crédito al condenado en costas, bastará la demos-
tración de la insolvencia de éste para legitimar la acción promo-
vida, desde que no existiría agravio o perjuicio emergente de esa
omisión.

28. LA ACCIÓN CONTRA EL FIADOR

En los juicios por cobro de una deuda afianzada, el fiador


habitualmente es demandado en cuanto deudor de la obliga-
ción principal, y en su caso carga con las costas en su condición
de tal. La novedad introducida por la ley 7269, que se mantiene
en la última parte del artículo en comentario, es admitir expre-
samente la citación del fiador en el juicio de desalojo —al cual en
principio el fiador sería ajeno— con lo cual la condena en costas
deviene ejecutable en su contra.
Obviamente en el juicio el fiador podrá articular todas las
defensas a que tiene derecho el afianzado, además de las que le

58
La jurisprudencia ha entendido que en caso de quiebra o concurso preventivo
del deudor, debe tenerse por acreditada su insolvencia (Confr. Cám. 3ª Civ. y
Com., A.I. Nº 214, in re: “Cpo. de Ejec. de Honorarios en “Luis Celotti e Hijos
S.R.L. c/ Donattini y Ferrero S.R.L. - Ordinario”, Foro de Córdoba, Nº 53, p. 94;
Cám- Civ. y Com. de San Francisco, Sent. Nº 52 del 17/12/1998, “Pinha, Rober-
to J.N. c/ Banco Social de Córdoba y Bco. de la Pcia. de Córdoba - Ejec. de Hono-
rarios”, Foro de Córdoba, Nº 58, p. 237).
59
Conf. Cám. 7ª Civ. y Com. A. N° 436 del 13/10/2010, Semanario Jurídico N° 1793
del 10/2/2011, p. 182 (en el caso se consideró suficiente la falta de inmuebles
registrados a nombre del condenado en costas).

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44 02/06/2014, 10:09
ARTS. 16 Y 17 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 45

son propias, como por ejemplo cuestionar la existencia de la fian-


za (art. 2020, CC) y el fallo deberá pronunciarse al respecto, ha-
ciéndole extensiva la condena en costas, si correspondiera.
Si el fiador no fuese citado al juicio, no por ello deja de ser
deudor de la obligación afianzada, y el cobro de los honorarios
podrá serle demandado en un juicio separado, en el cual el fia-
dor podrá oponer todas las defensas a que tenga derecho60. In-
clusive se ha admitido que ese juicio sea el proceso regulatorio
que regulan los arts. 108 y ss., habida cuenta que entre sus ob-
jetos está no sólo regular honorarios, sino además determinar
el cargo de su pago (inc. 3 del artículo citado)61.

Pago por depósito bancario

Art. 16. En los casos de honorarios devengados en pro-


cesos universales y trámites registrales, el Tribunal
que hubiere intervenido en primera o única instancia
ordenará, a pedido del profesional, que el pago se efec-
túe mediante depósito judicial a la orden del Tribunal.

29. EL SENTIDO DE LA NORMA

El artículo en comentario viene desde la ley 7269, y el úni-


co sentido que tiene es transferir al Tribunal la responsabili-
dad por el requerimiento del pago de honorarios, cuya cancela-
ción condiciona la conclusión del juicio conforme al artículo
siguiente. Hasta donde sabemos los abogados no hacen uso de
esta posibilidad y prefieren cobrar sus honorarios sin pasar por
la burocracia judicial y bancaria.

Recaudos para dar por terminado el proceso

Art. 17. En los expedientes sólo se podrá disponer su


archivo, homologar transacción, admitir desistimien-
to, subrogación o cesión, dar por cumplida la senten-

60
TSJ, Sala Civil y Comercial, in re: “Clérico, Lucía María y otro c/ Oscar Giménez
y otro - Ordinario - Recurso de revisión”, Sent. N° 86 del 12/02/96.
61
Confr. Cám., 8ª Civ. y Com., A.I. Nº 210 del 25/07/1988, reseñado por ANDRUET,
Armando S. (h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., Código A-
rancelario para Abogados y Procuradores, Marcos Lerner Editora Córdoba, Cór-
doba, 1989, ps. 267 y ss., Nos 809 y ss.

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46 ADÁN LUIS FERRER ART. 17

cia, ordenar el levantamiento de medidas cautelares o


hacer entrega de fondos o valores depositados o de cual-
quier otro documento, previa vista a los abogados y pe-
ritos intervinientes en el pleito, cuyos honorarios no
resulten de autos haber sido pagados o con la confor-
midad de éstos prestada debidamente por escrito.
La vista deberá correrse personalmente o por cédula
que se diligenciará en el domicilio constituido por el
profesional en el expediente y en el que tuviere regis-
trado en la matrícula. Vencido el plazo sin que la vista
haya sido evacuada se continuará con la prosecución
de las actuaciones sin más trámite.
En todos los casos la terminación del proceso por vo-
luntad concurrente de las partes, los profesionales que
no hubieran intervenido en la transacción, deberán ser
notificados a los fines previstos en el presente artículo.

30. EL SENTIDO DE LA NORMA

La ley ha querido proteger los honorarios profesionales y


para ello ha condicionado todo trámite final del proceso, a una
previa vista a los abogados que han intervenido en el pleito,
para evitar que alguno de ellos pierda la posibilidad de cobrar
honorarios que le son adeudados.
El artículo parece haber sido tomado el art. 66 de la ley 4776,
ordenamiento sancionado hace décadas, en el marco de un sis-
tema arancelario de orden público, totalmente distinto al ac-
tual. Ello bastaría, tal vez, para criticar la resurrección de una
norma obsoleta, pero ocurre que además aquella vieja ley im-
plantaba una protección mucho más razonable y simple, ya que
aludía no a todos los honorarios devengados en el pleito, sino
solo a aquellos “que sean a cargo de quien solicita la medida”, y
se contentaba con que hubiese constancia de su pago o se los
afianzase, mientras el artículo que comentamos somete el fin
del proceso —tan deseado por las partes cuanto por los ma-
gistrados— a un complejo laberinto burocrático, que el juez
deberá morigerar para ajustarlo a parámetros razonables. Por
otra parte, la ley 4776 impedía, por ejemplo, que para concluir
un litigio se liberaran fondos embargados, sin que los hono-
rarios a cargo del peticionante de la medida estuviesen pagos
o afianzados; el artículo en comentario, en cambio, se limita a
anoticiar de la petición a los abogados (en rigor no se trata de
una vista, según veremos seguidamente) pero no impide el li-

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ART. 17 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 47

bramiento, sin que en principio los abogados acreedores de


honorarios estén legitimados para oponerse62.
Normas de sentido análogo —aunque mucho menos compli-
cadas— como el art. 55 de la ley nacional 21.839, han debido
ser morigeradas por la jurisprudencia, para que la protección
de los honorarios profesionales no entorpezca la función judi-
cial”63. El legislador local ha desoído esa experiencia e introdu-
ce en el Código Arancelario una norma cuya aplicación no es
sencilla.

31. LA VISTA ORDENADA

Una “vista”, conlleva la carga procesal de contestar una peti-


ción o requerimiento y no se advierte qué es lo que los aboga-
dos o peritos puedan contestar, ante cualquiera de los distintos
actos procesales que el artículo condiciona a la vista ordenada.
Ante el desistimiento del derecho por parte del actor, por e-
jemplo, nada hay que pueda contestar cualquiera los abogados
que haya intervenido en el pleito, desde que se trata de un acto
unilateral, que siendo procedente basta para dar fin al litigio
(art. 350, CPC). Otro tanto ocurre con el allanamiento (art. 352,
CPC) o la transacción (art. 353, CPC).
Así, pues, aunque la ley la llame “vista”, se tratará tan solo
de una “noticia”, frente a la cual el abogado podrá adoptar las
medidas que considere adecuadas a la defensa de sus intere-
ses; esto es solicitar un embargo, pedir regulación de sus hono-
rarios, etc.; pero en principio su crédito por honorarios no lo
legitima para oponerse a la medida peticionada64. El propio tex-
to confirma que se trata de una “noticia”, no de una “vista”, cuan-
do dispone que “vencido el plazo sin que la vista haya sido eva-
cuada se continuará con la prosecución de las actuaciones sin más
trámite”, esto es sin necesidad de pedir que se dé por decaído
el derecho dejado de usar al no evacuarla.

62
Confr. FLORES, Jorge M., “Algunas reflexiones sobre el nuevo Código Arancela-
rio”, Foro de Córdoba, Nº 121, p. 86.
63
Véase, entre otros, Cám. Nac. en lo Civil, Sala E, 19/06/2008, LL, 14/10/2008.
64
Conf. Cám. Trab. Sala XI, A.I. N° 419 in re “Ontivero, Ramón Alberto c/
Novella, Juan Carlos - Recurso de apelación”, del 18/10/2010, Semanario Jurí-
dico N° 1795 del 24/02/2011.

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47 02/06/2014, 10:09
48 ADÁN LUIS FERRER ART. 17

La vista, dice el artículo, deberá ser notificada “en el domi-


cilio constituido por el profesional en el expediente y en el que
tuviere registrado en la matrícula”. Para ello será menester re-
querir un informe al Colegio de Abogados, para que informe el
domicilio que cada uno de los letrados tenga allí registrado, con
la posibilidad de que se trate de un colegio correspondiente a
una circunscripción distinta de la que es sede del tribunal. Pero
hay que notificar no sólo de los abogados, sino además a los pe-
ritos, por lo que también habrá que requerir informes a los en-
tes colegiales de cada uno de ellos, y es sabido que buena parte
de los colegios profesionales tienen una única sede, en la capital
provincial, con el consecuente trastorno para los tribunales si-
tuados en otras ciudades.
La cuestión puede complicarse más, en alguno de esos jui-
cios añejos y complejos, en los cuales al cabo de los años pue-
den haber intervenido en el proceso abogados o peritos muertos
o jubilados; o acaso mudados a otra provincia. Todo un intríngu-
lis procedimental, que los abogados sin duda no agradecerán,
pese a las buenas intenciones del legislador que quiso proteger
sus honorarios.

32. CÓMO SIMPLIFICAR LAS COSAS

Una interpretación sistemática de todo el ordenamiento pro-


cesal, permitirá morigerar las consecuencias dilatorias de tanta
“vista” a letrados y peritos; esto al margen de que, en principio
al menos, la omisión de todas o algunas de las notificaciones no
causará la nulidad o ineficacia del acto consumado (homologa-
ción de una transacción, por ejemplo) porque la omisión cometi-
da no habrá impedido el logro de sus fines (art. 76, CPC).
Vale apuntar, en primer término, que el artículo tiene por
título “Recaudos para dar por terminado el proceso”, de donde
resulta que la norma no será aplicable a cualquier cancelación
de embargo o libramiento de fondos, sino a aquellos que hagan
a la finalización del pleito. No será aplicable, por ejemplo, a la
cancelación de un embargo por sustitución de la medida caute-
lar, u otros actos análogos, que no importan dar finiquito al
proceso.
Una primera —y drástica— interpretación limitativa de la
norma, sería atenerse a su tenor literal y, en consecuencia, en-

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ART. 18 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 49

tender como abogados “intervinientes” en el juicio, sólo a aque-


llos que al tiempo en que el acto debe ser cumplido, ejercen fun-
ciones como patrocinantes o apoderados; no así a los que han
cesado en esa función, salvo que hubiesen solicitado participa-
ción por derecho propio, de conformidad al art. 18. De este
modo, en los juicios añosos se obviaría la búsqueda y notifica-
ción de abogados que han dejado de intervenir en el proceso.
La solución es seductora por su practicidad, aunque contradice
la voluntad del legislador, que indudablemente ha tratado de
proteger a los abogados que han dejado de cumplir funciones
en el proceso y por eso pueden ignorar la conclusión del litigio.
Si por el contrario entendemos que es necesario notificar a
todos los abogados, incluidos aquellos que han cesado en su
función de tales en el proceso, vale interpretar —siempre bus-
cando simplificar el trámite— que la notificación al domicilio
que el abogado tiene registrado en el Colegio Profesional, no
será necesaria cuando el letrado haya tomado participación
por derecho propio, en ejercicio del derecho que le acuerda el
art. 18. Para así aceptarlo, es menester interpretar que el “do-
micilio constituido por el profesional en el expediente”, a que
alude la norma y no obsta a la notificación en el domicilio re-
gistrado en el Colegio, es el que ha constituido como apoderado
o patrocinante de su cliente; pero cuando en resguardo de sus
honorarios ha tomado participación y constituido un domicilio a
esos fines, carece de sentido practicar una notificación en domi-
cilio distinto de ése.
Finalmente, creemos que en caso de urgencia y si en prin-
cipio el acto a consumar no lesiona eventuales derechos de los
abogados o peritos que han intervenido en el pleito, la decisión
puede adoptarse sin previa notificación a los abogados y peri-
tos, bajo la responsabilidad de una fianza que cubra el perjui-
cio que pudiera causarse; la situación guarda cierta analogía
con la prevista en el art. 484 del C. de P.C.

Intervención de terceros y cesión de derechos litigiosos

Art. 18. En los casos de cambio de patrocinio o representación,


el profesional podrá actuar como tercero interesado en pro-
tección de sus derechos en expectativa a la regulación, si no la
hubiere solicitado o la regulación adicional, a la que tenga dere-
cho de acuerdo con el resultado del pleito.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


49 02/06/2014, 10:09
50 ADÁN LUIS FERRER ART. 18

En la cesión de bienes o derechos litigiosos, el cesiona-


rio responde solidariamente con el cedente por los ho-
norarios devengados en el juicio que estuviere a cargo
de éste, hasta el momento de la cesión.
La norma también es aplicable a los honorarios de peri-
tos.

33. PARTICIPACIÓN COMO TERCEROS INTERESADOS

El abogado cuya intervención como patrocinante o apodera-


do de una de las partes ha concluido, o el perito que ha actua-
do en el proceso, pueden en resguardo de sus honorarios, to-
mar participación en el pleito como terceros interesados.
La intervención de terceros es uno de los temas más com-
plejos del derecho procesal, complejidad ésta que se acrecienta
frente a un tercero atípico, como es el ex defensor de una de las
partes, o el perito, cuyo interés en el caso proviene del proceso
mismo, no de la relación jurídica sustancial que motiva el plei-
to. Tan sólo determinar si su participación es coadyuvante o ex-
cluyente, puede sumirnos en dudas de difícil solución, ya que si
bien el abogado y el perito intervienen por un derecho propio,
no menos cierto es que el derecho del abogado es un crédito con-
tra su ex comitente, accesorio del derecho invocado por éste65.
El Tribunal Superior de Justicia ha sostenido que se trata de
un “tercero coadyuvante o adhesivo simple captado en el inc. 1
del art. 432 del C. de P.C.”, pero simultáneamente ha aclarado
que esa “no pasa de ser una regla de carácter general, cuya ex-
tensión es susceptible de sufrir limitaciones y restricciones en
función de la índole de los intereses en virtud de los cuales inter-
viene el tercero”66. Como vemos, más que por la calificación téc-
nica, la cuestión pasa por determinar qué es lo que el abogado
o el perito pueden hacer como partícipes en el juicio.

65
Véase sobre el distingo entre intervinientes ad excludendum y coadyuvantes,
DEVIS ECHANDÍA, Hernando, Teoría general del proceso, t. II, Universidad, Buenos
Aires, 1985, p. 397, Nº 192. MARTÍNEZ CRESPO, Mario, Temas prácticos de derecho
procesal civil, Marcos Lerner Editora Córdoba, Córdoba, 1992, ps. 345 y ss., con-
sidera que se trata de una participación coadyuvante, si bien las posibilidades
de actuación que le reconoce exceden los límites que tradicionalmente se asig-
nan al tercero coadyuvante.
66
TSJ, Sala Civ. y Com., A.I. Nº 211, 04/11/2002,

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


50 02/06/2014, 10:09
ART. 18 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 51

Si la ley les reconoce participación con miras a obtener una


regulación de honorarios “de acuerdo al resultado del pleito”,
según reza la norma, va de suyo que están legitimados para ins-
tar el proceso con miras a su conclusión, lo que a nuestro juicio
incluye el derecho a pedir la caducidad de la instancia, en caso
de que la causa permanezca paralizada durante los plazos pre-
vistos en el art. 339 del C. de P.C.67 Sin embargo, el Tribunal Su-
perior ha sentado la doctrina opuesta68, con lo cual basta que
los litigantes hagan abandono del proceso, para que el abogado
que cesó en el patrocinio pierda toda posibilidad de cobrar sus ho-
norarios; esto así porque sólo con la conclusión del pleito, esta-
ría en condiciones de pedir regulación definitiva (arts. 11, 31
y conc.) y el proceso nunca concluirá formalmente, si las
partes sencillamente abandonan toda instancia procesal. En
cuanto al perito, corre la misma suerte, porque su regula-
ción debe practicarse simultáneamente con la de los abogados
(art. 49). Es tal la consecuencia de esa jurisprudencia, que a
nuestro juicio está abierta la alternativa de cuestionarla por
la vía del art. 14 de la ley 48, por violación del derecho a una re-
tribución justa del servicio profesional y del derecho de pro-
piedad (arts. 14 y 17, CN).
Con ajuste a los ordenamientos arancelarios vigentes en el
orden nacional y en las distintas provincias, en los que el resul-
tado del pleito no altera la base ni la escala aplicables a los fi-
nes de la regulación, puede decirse que el abogado interviniente
como tercero no está legitimado para alegar o probar en defensa
de los derechos de su ex cliente, sino sólo en aquello que pudie-
ra condicionar de un modo decisivo la regulación de sus honora-
rios (por ejemplo: la tasación pericial del bien objeto del litigio).
En nuestra provincia, en cambio, cuando el art. 31 del Código
Arancelario fija la base regulatoria en función del resultado del
pleito, debe reconocerse al abogado que participa en defensa de

67
Confr. Cam. Civ. y Com. de Villa Dolores, A.I. Nº 3, del 23/02/2000, in re: “Meri-
no, Amado c/ Juan José Plaza - Reivindicación”, Foro de Córdoba, Nº 68, p. 261;
FALCÓN, Enrique M., Caducidad o perención de instancia, Abeledo-Perrot, Buenos
Aires, 1989, p. 190, citando Cam. Nac. Com., Sala B, 06/06/69, LL, 136-1085,
sum. 22.234. En contra: Cám. 3ª Civ. y Com., auto Nº 59 del 16/03/90, SJ, 31/
05/90.
68
TSJ, Sala Civ. y Com., A.I. Nº 211, del 04/11/2002, ya citado.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


51 02/06/2014, 10:09
52 ADÁN LUIS FERRER ART. 18

sus honorarios el derecho a alegar y probar en pro de los inte-


reses que defendió durante su actuación juicio69, siempre que
ello no implique sustituir al litigante en el ejercicio de la ac-
ción70. Esto así porque aun cuando el abogado defiende un dere-
cho que le es propio, su participación tiene una situación proce-
sal que depende de la asumida por el ex comitente71.
La jurisprudencia mayoritaria no ha compartido hasta hoy
estos principios, aún cuando el Tribunal Superior haya dicho,
alguna vez, que el abogado que ha cesado en su patrocinio o re-
presentación puede “ingresar al juicio en el carácter de tercero
interesado, con las mismas atribuciones que las partes princi-
pales, y promover todas las diligencias que fueran necesarias
hacia la obtención de la base pertinente para su regulación de
honorarios”72. La jurisprudencia se ha apartado de esa doctri-
na73, al punto de haber negado al abogado el derecho a suscri-
bir una mera cédula de notificación74, con lo cual poco o nada
queda de aquella participación “con las mismas atribuciones
que las partes principales”75.

69
Confr. Cam. Civ. y Com. de Villa Dolores, SJ, 1999-A-725, reseñado por VENICA,
Oscar H. - DE SOUZA, Roxana A. - FILIBERTI, Graciela del Carmen, Honorarios,
Marcos Lerner Editora Córdoba, Córdoba, 2002, p. 81.
70
Así, por ejemplo el abogado que ha actuado en la declaratoria de herederos, y
pretenda obtener la determinación de sus honorarios, no puede, él mismo, de
manera autónoma, promover la apertura del sucesorio, pues carece de legiti-
mación causal originaria para la realización de tal actividad (TSJ, Sala Civil y
Comercial, in re: “Pistone de Bossa, Raquel Beatriz - Promueve incidente de
regulación de honorarios provisorios en autos: Pistone, Mateo Juan - Declara-
toria de herederos - Rec. de casación”, A.I. N° 226, 23/04/99, Foro de Córdoba,
Nº 56, p. 229).
71
Véase DEVIS ECHANDÍA, Hernando, ob. cit., p. 406, quien hace una reseña de lo
que el coadyuvante no puede hacer.
72
Sala Civ. y Com., A.I. N° 226, del 23/04/99, Foro de Córdoba, Nº 56, p. 229, ya
citado.
73
La Sala Civ. y Com., del TSJ, con una nueva integración, revirtió su anterior
criterio, en A.I. Nº 211, 04/11/2002, ya citado.
74
Cámara 8ª C. y C., autos: “Banco Feigin S.A. c/ Fraire Juan C.”, Comercio y
Justicia, t. 79, p. 50.
75
Véase al respecto FERRER, Sergio, “La intervención del abogado como tercero
en el proceso o la Cenicienta sin hada madrina —el otro punto de vista—”, Co-
mercio y Justicia, t. 79, p. 673.

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52 02/06/2014, 10:09
ARTS. 19 Y 20 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 53

34. LA CESIÓN DE DERECHOS LITIGIOSOS

En cuanto a la cesión de derechos litigiosos, la norma sien-


ta una regla que no está referida a la regulación de honorarios,
sino a la carga de las costas, adoptando un criterio que tiene
viejo respaldo jurisprudencial, según el cual el cesionario que
ha asumido la situación procesal del cedente, es “responsable
por el pago de las costas devengadas con motivo de la anterior
intervención del sucedido”76.

Repetición y acción resarcitoria ordinaria

Art. 19. Los que sin ser condenados en costas abonen


honorarios profesionales, son subrogatorios legales
del crédito respectivo y pueden repetir de quien co-
rresponda, la cantidad oblada, por las mismas vías y
con el mismo procedimiento que el fijado para los pro-
fesionales por el presente Código.

35. SUBROGACIÓN LEGAL

Se trata de un caso de subrogación legal, en los términos


del art. 767 del CC, aplicable tanto al comitente que paga a su
abogado y repite contra el condenado en costas, cuanto al ter-
cero que efectúa el pago y acciona contra el comitente, benefi-
ciario o condenado en costas.

Actuación profesional en causa propia

Art. 20. Cuando actúa en causa propia, el profesional


tiene derecho a percibir honorarios de la parte contra-
ria vencida en costas.

36. APLICACIÓN DE LA NORMA

El artículo reitera una regla consagrada desde antaño en


todos los ordenamientos arancelarios para abogados77 y está

76
PALACIO, Lino E., Derecho procesal civil, t. III, Abeledo-Perrot, Buenos Aires,
1987, p. 336, citando jurisprudencia.
77
Entre otros, art. 3º de la ley 4776; art. 21 de la ley 7269; art. 20 de la ley 8226.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


53 02/06/2014, 10:09
54 ADÁN LUIS FERRER ARTS. 21 Y 22

justificada por el valor que tiene la prestación del servicio pro-


fesional, aún en causa propia.

Capítulo IV
Modalidades del patrocinio o representación

Presunción de dirección profesional

Art. 21. Mientras un profesional no sea sustituido por


otro en un proceso o gestión, se presumen realizadas
bajo su patrocinio o asistencia todas las actuaciones
que se cumplan aun sin su intervención.

37. CONTINUIDAD Y CESE DEL SERVICIO PROFESIONAL

La norma presume la continuidad de los servicios profesio-


nales del abogado que ha asumido la defensa, hasta tanto no se
exteriorice formalmente su cese78.
La sustitución de un patrocinio por otro debe ser inequívo-
ca, tal que el sólo hecho de que un nuevo abogado patrocine
una presentación, no excluye la participación del anterior, si
el cese de éste en la prestación del servicio no se exterioriza
en actos tales como el cambio de domicilio u otro hecho análo-
go. Es habitual que dos abogados que defienden en común un
caso, suscriban alternativamente sucesivas presentaciones, sin
que ello implique un cambio de patrocinio ante cada presenta-
ción.

Intervención plural de profesionales

Art. 22. Cuando en un proceso o gestión, interviene más


de un profesional por la misma parte, se considera
como un solo patrocinio o representación.
A petición de cualquiera de los profesionales y en cual-
quier estado de la causa, el Juez deberá distribuir los
honorarios en base a las tareas efectivamente realiza-
das por cada uno de los letrados intervinientes.

Confr. Cámara 6ª C. y C., 12/12/1997, autos: “O.P., M. c/ Iderco S.A. y otros”,


78

LL Cba., 1998, p. 408.

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54 02/06/2014, 10:09
ART. 22 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 55

38. LOS HONORARIOS COMPARTIDOS

Lo habitual es que cuando el patrocinio o representación de


una parte ha sido ejercida por dos o más abogados, se practi-
que una única regulación de honorarios, que se asigna a los le-
trados “en la proporción de ley”. La regulación así practicada,
acuerda a sus beneficiarios un crédito simplemente mancomu-
nado (art. 699, Cód. Civil, a contrario) dividido en partes igua-
les (art. 691, Cód. Civil)79 salvo que, como dice el segundo pá-
rrafo del artículo en comentario, cualquiera de ellos pida que
los honorarios se distribuyan en función de la tarea profesio-
nal efectivamente cumplida por cada uno.
Pese a que la petición puede ser formulada —dice el artícu-
lo— “en cualquier estado de la causa”, es obvio que la distribución
sólo podrá realizarse al practicar la regulación o luego de ella,
por cuanto antes no hay cantidades que puedan ser distribuidas.
Por otra parte, el art. 21 dispone que “mientras un profesio-
nal no sea sustituido por otro en un proceso o gestión, se presu-
men realizadas bajo su patrocinio o asistencia todas las actuacio-
nes que se cumplan, aún sin su intervención”, de donde resulta
que si dos abogados suscribieron la demanda, por ejemplo, toda
la tarea profesional posterior deberá entenderse ejecutada por
ambos, aún cuando solo uno de ellos suscriba las actuaciones,
mientras no medie un efectivo cese de la gestión profesio-
nal del otro. Así, pues, la distribución de que habla el artícu-
lo siempre será en partes iguales, salvo cuando uno de los
abogados haya actuado sólo, antes de que tomara participación
el otro; o cuando durante el desarrollo del pleito se haya expli-
citado el cese de uno de ellos en el ejercicio de la defensa. Fue-
ra de esos casos, los honorarios son comunes, aún respecto de
las actuaciones que sólo uno de los abogados haya cumplido80.
Finalmente, cuando una gestión profesional ha sido cumpli-
da en forma simultánea por dos o más abogados, en el proceso
regulatorio que prevé el art. 108 todos ellos conforman un li-

79
Conf. Cám. 2ª Civ. y Com. Sent. N° 195, del 12/10/2010, Foro de Córdoba N° 146,
p. 297; Cam. 6ª, Auto N° 255, in re “Ferraris de Alercia, Graciela Luisa c/ Bisio,
Norma Lobelia Magdalena y otro - ordinario”, del 25/08/2010, Semanario Jurí-
dico Nº 1784, del 25/11/2010.
80
Conf. Cám. 2ª Civ. y Com. del 01/12/2008, Semanario Jurídico N° 1698, 19/03/2009, p. 356.

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55 02/06/2014, 10:09
56 ADÁN LUIS FERRER ART. 23

tisconsorcio necesario, según lo expondremos al comentar el


art. 11681.

Intervenciones sucesivas

Art. 23. Si las actuaciones de distintos profesionales son


sucesivas, los honorarios se regulan proporcionalmente
a la actividad realizada por cada uno, en base a las pres-
cripciones de los artículos 39 y 45 de este Código.

39. DISTRIBUCIÓN DE LOS HONORARIOS

Obviamente el total de los honorarios devengados en el pro-


ceso, no puede exceder la escala íntegra (100%) 82 de donde
resulta que cada uno de los abogados está legitimado para
cuestionar la regulación practicada en favor de los otros, en
la medida en que pueda importar una disminución de los pro-
pios.
Por el mismo motivo y tal como hemos dicho que ocurre en el
caso de actuación simultánea, en el proceso regulatorio que pre-
vé el art. 108 se da entre los abogados que sucesivamente han
intervenido en el juicio, un litisconsorcio necesario83.
Si el cambio de patrocinio o representación se produce en mi-
tad de una de las etapas previstas en el art. 45 (por ejemplo duran-
te el período probatorio) entendemos que el Juez deberá frac-
cionar esa etapa conforme a las actuaciones cumplidas por uno
y otro abogado. Alguna jurisprudencia, con motivo de la regula-
ción de honorarios en un juicio concluido por caducidad de la
instancia, ha sostenido que aún cuando la prueba haya sido dili-
genciada sólo parcialmente, sin embargo los honorarios devenga-
dos comprenden el total de la etapa probatoria, ya que el Código
Arancelario no ha previsto disminuciones en los porcentajes del
art. 42 (hoy art. 45)84. No compartimos ese criterio, el que por
otra parte no resultaría aplicable al caso de los patrocinios su-

81
Véase Nº 285.
82
Confr. Cám. 7ª Civ. y Com.,18/08/1993, LL Cba., 1994, p. 113.
83
Desarrollaremos el tema al comentar el art. 116, en el Nº 285.
84
Cám. Civ. y Com., Villa María, 20/06/2006, LL Cba., 2007, p. 90.

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56 02/06/2014, 10:09
ART. 24 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 57

cesivos, ya que implicaría dejar sin retribución la tarea proba-


toria del abogado que accedió al proceso a mitad de esa etapa
procesal.

Asesor letrado

Art. 24. El abogado designado de oficio no podrá pedir, ni


convenir, ni percibir de las partes, suma alguna en con-
cepto de honorarios antes de la regulación definitiva.
La violación de esta norma será sancionada con una
multa igual a la suma peticionada, convenida o perci-
bida, que se destinará al Colegio de Abogados del lugar
de radicación del juicio. Se le aplicarán, asimismo, las
sanciones disciplinarias a que hubiere lugar.
Los Asesores Letrados no percibirán honorarios por
las tareas profesionales que realicen. Estos honora-
rios, que serán regulados de oficio, deben ser destina-
dos al Fondo Especial del Poder Judicial. La regulación
será notificada al Tribunal Superior de Justicia.

40. LA PROHIBICIÓN DE PACTAR

La prohibición de pactar y cobrar honorarios antes de la re-


gulación definitiva, debe entenderse limitada a los casos en que
tal cobro o pacto pueda afectar principios éticos o intereses aje-
nos a los del deudor de los honorarios. Si, por ejemplo, un aboga-
do de la matrícula es designado defensor ad hoc (art. 16, ley 7982)
no se advierte el motivo por el cual, luego de concluido el juicio,
deba prohibirse al abogado y a su defendido pactar y cancelar
los honorarios al margen de la regulación y antes de ésta.

41. ASESORES LETRADOS

El art. 34 de la ley 7982, según texto reformado por el art. 7º


de la ley 8107, dispone ya lo relativo a los honorarios de los ase-
sores letrados, por lo que la reiteración de la norma en este ar-
tículo, es superflua. El “Fondo Especial del Poder Judicial”, es el
creado por ley 8002.

42. EL COBRO AL IMPUTADO SOBRESEÍDO

Es discutible el derecho del Estado a cobrar honorarios


por la defensa de un imputado en sede penal que resulta so-

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57 02/06/2014, 10:09
58 ADÁN LUIS FERRER ART. 25

breseído, ya que implica sumar a la acusación infundada el co-


bro de una defensa que no quiso ni contrató, cuya necesidad
resulta de esa misma acusación infundada. La pretensión de
cobro por parte del Estado sería violatoria del art. 17 de la
Constitución Nacional y contraria al principio de responsabi-
lidad del Estado por la acusación penal infundada que sienta
el segundo párrafo del art. 42 de la Constitución provincial85.

Asesor letrado ad hoc

Art. 25. En los supuestos en que el cargo de asesor le-


trado fuere desempeñado ad hoc por un abogado con
matrícula en ejercicio, el profesional tendrá derecho a
percibir los honorarios que en definitiva se le regulen
en contra del condenado en costas. Si éste fuere insol-
vente, la resolución que regula honorarios, una vez fir-
me, constituirá un crédito fiscal intransferible compensa-
ble en contra del Fisco Provincial, a fin de abonar todo
tipo de tributos o tasas provinciales, con excepción de
la Tasa de Justicia. A tales fines, el profesional deberá
acreditar que el condenado en costas carece de bienes
inmuebles inscriptos a su nombre en la Provincia de
Córdoba.
Previo a emitir copia autenticada a los fines del crédito
fiscal, el abogado deberá declarar bajo juramento que
no ha percibido los honorarios regulados. Acreditada
la falsedad de la declaración jurada, se aplicará al letra-
do una multa igual a la suma peticionada, convenida o
percibida, que se destinará al Colegio de Abogados del
lugar de radicación del juicio, con más una sanción de
inhabilitación automática en la matrícula por el plazo
de cinco (5) años.
La provincia quedará subrogada en los derechos del abo-
gado en la medida de la compensación del crédito.
Cuando la designación del asesor letrado ad hoc recai-
ga en un abogado de la matrícula que tenga el carácter
de procurador fiscal de la Provincia, no tendrá derecho
al cobro del crédito fiscal previsto en el presente artícu-
lo.

85
Confr. TINTI, Pedro L., “Algunas novedades en el nuevo Código Arancelario”,
Foro de Córdoba, Nº 13, p. 79, comentando la norma análoga contenida en la
ley 8226.

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58 02/06/2014, 10:09
ART. 25 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 59

43. EL DERECHO A COBRAR HONORARIOS

En muchas sedes judiciales del interior provincial, la esca-


sez de magistrados y funcionarios hace que con motivo de su-
cesivas excusaciones, las funciones de asesor letrado sean asig-
nadas a abogados de la matrícula (art. 16, ley 7982) función esta
que el abogado está obligado a aceptar (art. 19, incs. 3 y 5, de la
ley 5805) lo que en muchos casos importa una carga laboral no
despreciable.
Conforme al artículo en comentario, el abogado que cumple
esa función tiene derecho a cobrar los honorarios que se regu-
len por su tarea profesional, con los condicionamientos que pre-
vé el art. 24. El texto alude al crédito por honorarios “contra el
condenado en costas”, pero debe entenderse que también se in-
cluye al beneficiario de los servicios, aún cuando no se haya dic-
tado condena en costas en su contra. Ésa es la regla que al res-
pecto establece el art. 15 y esa es la conclusión compatible con
la norma del art. 24, que alude a la posibilidad de acuerdos en-
tre el abogado designado de oficio y el beneficiario de los servi-
cios.

44. EL CRÉDITO FISCAL

Los honorarios a que nos referimos habitualmente resul-


tan incobrables, por insolvencia de los deudores. El artículo en
comentario procura en tal supuesto una compensación econó-
mica para el abogado, a través de un crédito fiscal.
Se ha sostenido que la norma es incompatible con lo dispues-
to en el art. 823, inc. 1, del Cód. Civil, conforme al cual los cré-
ditos de particulares no son compensables con las deudas tribu-
tarias86. Creemos, sin embargo, que la provincia está facultada
para excluir la aplicación de esa regla en el ámbito local, por-
que se trata de cuestión atinente al derecho tributario provin-
cial, ámbito el cual la provincia puede, por razones de mejor
gobierno, renunciar derechos o ventajas que le acuerdo el dere-
cho de las obligaciones según la ley de fondo.

86
FLORES, Jorge M., “Algunas reflexiones sobre el nuevo Código Arancelario”,
Foro de Córdoba, Nº 121, p. 87.

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59 02/06/2014, 10:09
60 ADÁN LUIS FERRER ART. 25

Han sido excluidos de este beneficio los procuradores fis-


cales de la provincia, pero no así los abogados del Estado y
sus reparticiones autárquicas, siendo que éstos cobran un suel-
do y no así los procuradores, de modo que más razonable sería
exigirle una prestación gratuita a aquéllos, antes que a éstos
(mejor hubiese sido a ninguno, desde que se trata de una tarea
ajena a su función).
El único tributo no compensable es la tasa de justicia, pero
sí lo son otras cargas tributarias vinculadas al quehacer judi-
cial, tales como la tasa de servicios del Registro General o la
Dirección de Rentas. Claro está que esas tasas podrán ser com-
pensadas cuando el abogado litigue en causa propia, no cuando
lo haga por cuenta de un cliente, ya que el crédito fiscal es in-
transferible.

45. EL PROCEDIMIENTO

Aunque de un modo confuso, el artículo sugiere que el Tribu-


nal que practique la regulación, debe expedir una copia autenti-
cada expresamente a los fines del crédito fiscal que nos ocupa,
previa acreditación por el abogado de que el deudor no tiene bie-
nes inmuebles en la provincia y declaración jurada de que no ha
percibido los honorarios.
El artículo no ha previsto cómo hacer efectivo ese crédito
fiscal. Entendemos que la copia del auto regulatorio, expedida
expresamente a los fines de hacer valer el crédito fiscal, deberá
servir de base a una petición a la Dirección General de Rentas,
para que se cancelen los tributos a los cuales se imputa la com-
pensación. Es la solución que sugiere el art. 93 del Cód. Tributa-
rio Provincial (ley 6006).
Tampoco ha sido previsto el procedimiento para aplicar la
sanción por falsedad de la declaración jurada, por lo que enten-
demos deberá tramitarse y substanciarse el caso ante el Tribunal
de Disciplina de Abogados, en la forma prevista en los arts. 72 y
ss., de la ley 5805. Vale destacar que la magnitud de la sanción
prevista (multa y cinco años de suspensión en la matrícula) no
se compadece con las pautas que los arts. 72 y 73 de la ley 5805
han impuesto a la potestad sancionatoria del Tribunal de Dis-
ciplina. Siendo ésta una ley especial y posterior, prima sobre a-
quélla y deberá ser aplicada, si es que alguna vez el caso se plan-
tea, lo que creemos poco probable.

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60 02/06/2014, 10:09
ART. 26 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 61

Capítulo V
Regulación judicial de honorarios

Obligación de regular

Art. 26. Los tribunales deben regular honorarios a pe-


tición de parte o, en todos los casos, a la contraria de
la condenada en costas, en toda resolución interlocu-
toria o definitiva, si existe base económica.

46. LA OBLIGACIÓN DE REGULAR

La redacción del artículo tiene un ostensible error gramati-


cal: el Tribunal debe regular honorarios a petición de parte “y”,
en todos los casos, al abogado de la contraria al condenado en
costas.
Ya la ley 8226 había derogado la obligación de regular hono-
rarios a todos los intervinientes en el juicio, que imponían las
leyes anteriores, en coincidencia con los ordenamientos arance-
larios del resto del país87. La ley en comentario mantiene esa
derogación, que ha merecido crítica doctrinaria, con apoyo en
los arts. 117, inc. 3, y 327, primer párrafo, del C. de P.C.88 La
norma es aplicable en el fuero laboral, pese a lo dispuesto por
el art. 64, inc. 4, de la ley 7987; así lo imponen tanto la especiali-
dad del Código Arancelario, cuanto el hecho de ser una ley pos-
terior, que prima sobre la anterior. Para obtener la regulación
de sus honorarios, el perdidoso deberá solicitarlo expresamen-
te, estando legitimados para ello tanto el abogado acreedor del
precio de los servicios prestados, cuanto su comitente, que tie-
ne derecho a liberarse por el pago89. Tampoco es obligatoria la
regulación de honorarios en caso de imposición de costas por
su orden o en los asuntos no contradictorios. La regulación se
practicará de oficio sólo como integrante de la condena en cos-

87
Entre otros, art. 47 de la ley nacional 21.839.
88
Confr. VENICA, Oscar H., “Errores y falencias de la ley 9459. Apuntes para una
futura reforma”, Foro de Córdoba, Nº 121, p. 159.
89
Confr. Cám. 4ª Civ. y Com., 17/11/1998, “Banco Social de Córdoba c/ Luis García
e Hijos S.A.”, LL Cba., 1999, p. 1299.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


61 02/06/2014, 10:09
62 ADÁN LUIS FERRER ART. 27

tas90. Hace excepción a esta regla el art. 88, referido al pedido de


inscripción en el Registro Público de Comercio, a cuyo comenta-
rio nos remitimos.
Siendo procedente la regulación, sea de oficio o a petición
de parte, el Juez está obligado a practicarla, a cuyo efecto efec-
tuará los cálculos aritméticos necesarios para precisar la base
regulatoria, sin que sea admisible diferir ese cálculo a la pre-
via formulación y aprobación de una planilla91. Si el monto del
juicio no ha sido liquidado en forma definitiva, procede la re-
gulación provisoria, sobre los montos líquidos92. El único caso
en que la regulación puede ser diferida, es cuando en autos no
obran elementos de juicio suficientes para establecer la base
regulatoria, tal que resultará menester el procedimiento re-
gulatorio previsto en los arts. 108 y ss. Tratándose de juicios
por sumas de dinero, siempre existe base y, por tanto, la regu-
lación debe practicarse sin trámite previo93.

Condición frente a la
Administración Federal de Ingresos Públicos

Art. 27. Previo a resolver sobre las regulaciones y con-


juntamente con el decreto de autos, los Tribunales em-
plazarán a los letrados y peritos judiciales intervinien-
tes para que en el término de tres (3) días manifiesten
su condición ante la Administración Federal de Ingre-
sos Públicos (AFIP) u organismo recaudador que lo re-
emplace, en los términos de la ley Nacional Nº 23.349 y
sus modificatorias.
Si el profesional acreditare —tempestivamente— la con-
dición de responsable inscripto en el Impuesto al Valor
Agregado (I.V.A.), el Tribunal practicará la regulación
adicionando al arancel que surja el porcentaje que co-

90
Conf. Cám. 7ª Civ. y Com. 27/02/2007, Semanario Jurídico N° 1606, 03/05/2007,
p. 632.
91
Confr. Cám. 3ª C. y C., in re: “Castrovinci, Salvador, c/ Luján, Mario R.”, LL
Cba., 1995, p. 678.
92
Confr. TSJ, Sala Contencioso-administrativa, Sent. Nº 39 del 7/06/2007, in re:
“Achával, Pastor Dalmacio de Jesús c/ Caja de Jubilaciones Pensiones y Retiros de
Córdoba - Plena jurisdicción”.
93
Confr. Cam. Civ. y Com. San Francisco, A. Nº 50 de 1996, citado por VENICA, Oscar
H. - DE SOUZA, Roxana A. - FILIBERTI, Graciela del Carmen, ob. cit., p. 108; Cám. 7ª
Civ. y Com., 28/05/1996, LL Cba., 1996, p. 1067.

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62 02/06/2014, 10:09
ART. 27 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 63

rresponda Impuesto al Valor Agregado, discriminando


el concepto.
Tal manifestación se tendrá vigente durante todo el proce-
so, salvo que el profesional manifieste su modificación.

47. LA INSISTENCIA EN UN ERROR

El artículo en comentario reitera el error cometido por la


ley 8304, que introdujo el art. 25bis en la ley 8226, de contenido
similar al que comentamos. Resulta insólito que en una ley de
aranceles, se introduzcan normas referidas a cargas tributarias o
impositivas, mucho más si estas son de competencia nacional.
La ley 9459 no sólo insiste en el estropicio, sino que lo agra-
va, ya que siembra dudas acerca de si el abogado debe solo de-
nunciar, o también acreditar su situación frente al IVA94.
El proyecto que fue puesto a consideración de la Legislatura
Provincial, establecía, siguiendo a la ley anterior, que previo a la
regulación el juez debía emplazar a los abogados para que “ma-
nifiesten y acrediten” su situación impositiva. Los legisladores
suprimieron la expresión “y acrediten”, con la intención —se dijo
en la discusión parlamentaria— de que bastase la sola manifes-
tación del abogado; pero olvidaron suprimir esa palabra en el
párrafo siguiente, conforme al cual “si el profesional acreditare
—tempestivamente— la condición de responsable inscripto en el
Impuesto al Valor Agregado (IVA), el Tribunal practicará las re-
gulación adicionando al arancel que surja el porcentaje que corres-
ponda la Impuesto al Valor Agregado, discriminando el concepto”.
Así las cosas, aunque el abogado sea emplazado sólo para
“manifestar” su situación impositiva, sin embargo solo se adi-
cionará el IVA si ha “acreditado” ser responsable de ese tri-
buto. Y así debe ser, ya que de lo contrario con su sola mani-
festación, el abogado podría lograr un adicional a su crédito,
imputable a una obligación tributaria que no pagará.
El último párrafo del artículo, agrega que la manifestación
formulada, “se tendrá vigente durante todo el proceso, salvo que
el profesional manifieste su modificación”. Ese agregado tiene
poca lógica, ya que la situación impositiva del abogado puede

94
Confr. VENICA, Oscar H., “Errores y falencias de la ley 9459. Apuntes para una
futura reforma”, Foro de Córdoba, Nº 121, p. 159.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


63 02/06/2014, 10:09
64 ADÁN LUIS FERRER ART. 28

cambiar en el tiempo que dura el juicio, sin que el silencio del


abogado permita presumir lo contrario; pero la cuestión no
tiene importancia, porque también puede cambiar en el tiem-
po en que el expediente está a fallo (largos meses en algunos
casos), en el lapso que media entre la regulación de honorarios
y su pago (varios años a veces) con lo cual lo que diga el auto re-
gulatorio ha perdido vigencia. Se trata, en definitiva, del des-
propósito de incluir en la regulación de honorarios el monto
de un impuesto, cuya exigibilidad y pago son temas ajenos al
arancel. La sanción de esta norma en su momento, y el mante-
nimiento ahora, hablan poco y mal de la sabiduría de nuestro
cuerpo legislativo.
Obviamente la exigibilidad y monto del IVA, seguirán siendo
cuestiones a resolver en función de la norma tributaria nacio-
nal, al margen de lo que diga el auto regulatorio. De allí que,
con ajuste al art. 5º, inc. b de la ley 25.781, aún cuando el auto
regulatorio no contenga la adición del IVA, porque en ese tiem-
po el abogado era monotributista, “el profesional, en tanto no
hubiere percibido los honorarios devengados, tiene derecho a
que se adicione el IVA a los regulados, a los fines de que este im-
puesto sea soportado por quien debe abonar la obligación y no
con disminución de su renta e indebida traslación de la carga
del impuesto al profesional, con el perjuicio económico ilegítimo
que ello implica en su esfera de interés” 95.

Provisoriedad de la regulación

Art. 28. Toda regulación es siempre provisoria y a cuen-


ta de la que pudiere corresponder, hasta que haya sido
determinado definitivamente el monto del juicio.
Cuando la regulación es definitiva, la resolución debe
consignar tal carácter.

48. LÍMITES DE LA PROVISORIEDAD

El primer párrafo del artículo reproduce el texto del art. 26


de la ley 8226, que a su vez estaba tomado de la ley 7269 y fue

95
Confr. Cám. Nac. Com., Sala B, 24/07/2008, LL, 21/10/2008, p. 7, citando pre-
cedente de la Corte.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


64 02/06/2014, 10:09
ART. 28 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 65

propio de una época en que el proceso inflacionario inundaba


de provisoriedad todos los valores monetarios. Toda regula-
ción era provisoria mientras no hubiese sido practicada con
relación al monto definitivo del juicio, independientemente de
que esa base existiese o no al momento del auto regulatorio96.
Si conforme a su contenido y fundamentos la regulación había
sido practicada en base al monto definitivo del juicio, consenti-
da la regulación no podía cuestionarse ulteriormente la base
tomada ni la escala aplicada (art. 128, CPC)97.
Ahora la ley 9459 ha agregado un segundo párrafo, según el
cual para que la regulación sea definitiva “el resolutorio debe
consignar tal carácter”. ¿Quiere esto decir que la regulación
podrá ser objeto de reajuste, toda vez que el auto regulatorio
no consigne en forma expresa su carácter definitivo? Creemos
que no. Si conforme al contenido de la resolución dictada, re-
sulta claro que la regulación se ha practicado en base al monto
actualizado de lo que fue objeto del litigio, entendemos que
ello basta para que la regulación sea definitiva, sin que sea
menester una manifestación expresa del juez en ese sentido
(arg. art. 918, Cód. Civil). La solución contraria importa asig-
nar a un formalismo (la mera omisión de la palabra “definiti-
va”) la consecuencia de privar al pronunciamiento de eficacia
de cosa juzgada, lo que constituye un notorio exceso ritual y
conspira contra la certeza y seguridad de las relaciones entre
acreedor y deudor de honorarios98.

49. LOS AVATARES DE LA REGULACIÓN PROVISORIA

La regulación provisoria es exigible y ejecutable, ya que lo


contrario importaría privarla de todo efecto, tal que no se jus-
tificaría su existencia99. Además, la regulación provisoria asu-

96
Confr. TSJ, Sala Civ. y Com., Reseñado por ANDRUET, Armando S. (h) - BUSTOS
ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., p. 49, Nº 114.
97
Confr. Cam. Civ. y Com. Villa Dolores, 24/11/1997, “Luna, Raúl O. c/ Aranejo,
Luis O. y otro”, LL Cba., 1998, p. 1532; Cam 8ª Civ. y Com., SJ, 1992-A-214, re-
señado por VENICA, Oscar H. - DE SOUZA, Roxana A. - FILIBERTI, Graciela del Car-
men, ob. cit., p. 97.
98
Confr. TSJ, Sala Civ., Com., A.I. Nº 150 del 07/06/2012.
99
Confr. Cám. 3ª Civ. y Com., BJC, 1998-III-845, reseñado por VENICA, Oscar H.
- DE SOUZA, Roxana A.- FILIBERTI, Graciela del Carmen, ob. cit., p. 95.

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65 02/06/2014, 10:09
66 ADÁN LUIS FERRER ART. 29

me la condición de definitiva si la conducta de las partes impli-


ca, expresa o tácitamente, aceptarla como tal, lo que ocurre,
por ejemplo, si el deudor paga el monto regulado y el acreedor
lo acepta sin reservas100.
La ley no fija término para pedir la regulación complemen-
taria, lo que nos remite al plazo de prescripción previsto en el
art. 4032, inc. 1, CC.
Obviamente la regulación provisoria quedará absorbida por
la posterior regulación definitiva, practicada sobre una base
económica ya precisada101; aunque algún tribunal ha adoptado
la modalidad de practicar una segunda regulación “complemen-
taria”, que se suma a la anterior, para dar cifras definitivas al
crédito por honorarios102.
Vale apuntar, por último, que la regulación definitiva pue-
de ser instada no sólo por el abogado acreedor, sino también por
el deudor de los honorarios, que tiene derecho a desobligarse
(art. 505, Cód. Civil). Así lo dispone el Código Procesal de la Na-
ción respecto de la condena a pagar una suma ilíquida (art. 503)
solución ésta que la doctrina ha extendido al ordenamiento pro-
cesal de Córdoba, pese a la falta de una norma que así lo dispon-
ga en forma expresa103.

Resolución fundada

Art. 29. Toda regulación judicial de honorarios deberá


ser practicada mediante resolución fundada, con cita
de la disposición legal que aplique, mención expresa
de la base regulatoria utilizada, porcentaje aplicado y
las pautas cualitativas tenidas en cuenta, bajo pena
de nulidad.

100
Confr. TSJ, Sala Laboral, 18/09/87, reseñado en Foro de Córdoba, Nº 6, p. 185,
y en LL Cba., 1989, p. 83. En el mismo sentido, misma Sala 10/12/87, LL Cba.,
1988, p. 460; Cam. 1ª Civ. y Com., SJ, 2000-B-128, reseñado por V E NICA ,
Oscar H. - D E S OUZA , Roxana A.- F ILIBERTI , Graciela del Carmen, ob. cit.,
p. 96.
101
Confr. Cám. 4ª Civ. y Com., 10/05/2005, LL Cba., 2005, p. 915.
102
Así, por ejemplo, Cám. Cont. Adm. de 2ª Nom., A. Nº 296 del 05/09/2008, in
re: “Moreno, Carlos c/ Municipalidad de Córdoba - Plena Jurisdicción”.
103
Confr. VENICA, Oscar H., Código Procesal Civil y Comercial, t. VI, Marcos Lerner
Editora Córdoba, Córdoba, 2005, p. 425.

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66 02/06/2014, 10:09
ART. 29 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 67

50. ALCANCES DE LA NORMA

En orden a la regulación de honorarios, tradicionalmente


la Corte Suprema ha admitido la “parquedad habitual” de sus
fundamentos, salvo cuando ha sido objeto de controversia o ar-
ticulaciones expresas104; en los demás casos, constituye un ac-
cesorio de la condena o absolución, que habitualmente no se fun-
da, o se lo hace mediante la sola mención de la escala arancelaria.
La ley 8226 se apartó de esa doctrina, exigiendo en su art. 27
que toda regulación debía ser fundada, “con cita de la disposi-
ción legal que aplique”, lo que implicaba que el pronunciamien-
to debía al menos establecer la base regulatoria, expresando
los cálculos aritméticos pertinentes, además de citar la norma
arancelaria aplicada. Tales las condiciones mínimas para que
la regulación pueda considerarse “fundada”105.
El artículo que comentamos reitera la exigencia de funda-
mentación, puntualiza que el juez deberá indicar la base regu-
latoria utilizada y el porcentaje aplicado y le impone además
expresar “las pautas cualitativas tenidas en cuenta, bajo pena
de nulidad”.
Creemos que es un exceso de formalismo, ya que las pautas
cualitativas que prevé el art. 39, son valoraciones que en prin-
cipio no se prestan a ser desarrolladas mucho más allá de su
mera mención, salvo que haya mediado expresa controversia
sobre el punto. Para cumplir con la ley, a menudo los jueces uti-
lizan una fórmula que, a modo de sello, luce en todos sus fallos,
sin que la justicia en materia de honorarios haya ganado nada.
Este proceder tiene una explicación psicológica: la regula-
ción de honorarios es un accesorio del pronunciamiento sobre
la cuestión debatida, que el juez afronta cuando ya considera su
trabajo concluido. Salvo que la cuestión haya sido objeto de
expresa controversia, no le prestará más atención que la que
le han prestado las partes, que tampoco alegan habitualmen-

104
Confr. CS 02/12/1959, LL, 101-787; 05/09/1978, LL, 1979-A-459.
105
Confr. Cám. C., C., de Familia y del Trabajo de Marcos Juárez, A.I. N° 51,
del 25/06/1997, Foro de Córdoba, N° 39, 1997, p. 244; Cám. C. y C., de San Fran-
cisco, Sent. N° 93 del 30/12/1997, Foro de Córdoba, N° 50, 1998, p. 277. Cám. 8ª
Civ. y Com., 28/07/2005, LL Cba., 2005, p. 1077; TSJ, Sala Penal, 26/11/1998,
LL Cba., 1999, p. 360.

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67 02/06/2014, 10:09
68 ADÁN LUIS FERRER ART. 30

te sobre los honorarios a regular. La sentencia es una creación


humana, en la cual la psicología a veces puede más que las leyes.
Todo esto a despecho de que, con su actual integración el
Tribunal Superior, ha apuntado que “la determinación de hono-
rarios profesionales devengados en sede judicial exige —en to-
dos los casos— un acabado examen de los extremos que particu-
larizan la gestión a remunerar, los cuales deben ser ponderados
a la luz de las diversas pautas de valuación cualitativa fija-
das en el art. 36, ley 8226”106. Este criterio es el que ha abierto
de hecho los límites del recurso de casación en materia de ho-
norarios, cuestión que analizaremos al comentar el art. 120107.

Actualización del monto del juicio

Art. 30. El Tribunal debe practicar de oficio la actuali-


zación del monto del juicio a la fecha de la regulación
conforme a la legislación de fondo vigente. A tal efec-
to, las partes pueden proponer los cálculos aritméti-
cos correspondientes, dispuestos en el artículo 33 de
la presente ley.

51. EL ORIGEN DE LA NORMA

En tiempos en que la indexación de las deudas dinerarias ha-


bía sido aceptada doctrinaria y jurisprudencialmente, el art. 28
de la ley 7269 estableció que el tribunal debía practicar de ofi-
cio la actualización del monto del juicio, con el objeto de que la
regulación se ajustase al valor real de lo discutido, al tiempo
de la regulación. Prohibida la indexación por ley 23.928 y cesa-
do el proceso inflacionario, la ley 8226 reprodujo el artículo,
pero con el agregado de que la actualización debía practicarse
“conforme a la legislación de fondo vigente”, con lo cual queda-
ba abierta la puerta para que, ante un eventual reinicio del pro-
ceso inflacionario, el ordenamiento de fondo volviese a tolerar la
indexación108.

106
TSJ, Sala Civ. y Com., AI Nº 24 del 25/02/2009, in re: “Brizzio, Rubén A. - De-
claratoria de Herederos”.
107
Véase Nº 299.
108
Confr. Cám 3ª Civil y Com., A. Nº 159, del 17/06/94, in re: “Municipalidad de
Córdoba c/ Mónaco S.A. - Ejecutivo”.

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68 02/06/2014, 10:09
ART. 30 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 69

El texto se reitera en el artículo que comentamos, pero en


cuanto al modo de practicar la actualización, remite al art. 33,
que reemplaza el reajuste en función del índice de costo de vida
(tal la pauta de las leyes anteriores) por la aplicación de una tasa
de interés, incurriendo en un error que hace de los arts. 30, 33, 34
y 35, un embrollo que analizaremos seguidamente.

52. ACTUALIZACIÓN E INTERESES

En el sistema de la ley 8226, los intereses integraban la base


regulatoria, cuando habían sido reclamados en la demanda por
una suma de dinero; si el objeto del juicio no era una suma de di-
nero, sino un bien, la base estaba dada por el valor de ese bien
(art. 30) al cual no se adicionaban intereses, porque no estaban
demandados y, por tanto, no integraban la materia litigiosa111.
El art. 33 de la ley 9459 intenta otra solución, disponiendo
que “la base regulatoria incluirá la tasa pasiva promedio men-
sual publicada por el Banco Central de la República Argentina,
con más el interés que tenga fijado el Tribunal Superior de Justi-
cia para las liquidaciones judiciales, desde la fecha a la que re-
mitan los actos jurídicos que contengan la indicación de los valores
económicos de la causa, conforme a la legislación de fondo vigente”.
El texto así concebido es una poco feliz adaptación del sis-
tema de indexación de la base regulatoria que había establecido
el art. 31 de la ley 7269, que según hemos dicho la ley 8226 con-
dicionó a “la legislación de fondo vigente” (art. 31) porque entre
una y otra ley la indexación de las obligaciones dinerarias había
sido prohibida por la ley 23.928.
Ya sin indexación de la base, el legislador ha querido ahora
adicionarle intereses, al parecer con el objeto de evitar la de-
preciación que podría padecer, con motivo de una inflación que
se niega, pero indudablemente existe.
La solución no ha sido acertada. En el juicio por cobro de
pesos, el capital demandado más sus intereses, cuantifican el

109
Confr. TSJ, Sala Contencioso - Administrativa, BJC, 1999-I-129, reseñado
por VENICA, Oscar H. - DE SOUZA, Roxana A. - FILIBERTI, Graciela del Carmen, ob.
cit., p. 105; Cam. 6ª Civ. y Com., 12/12/1997, LL Cba., 1998, p. 408; Cám. 2ª Civ.
y Com., 21/11/2006, in re: “L´Equipe Monteur S.A. c/ Pcia. de Córdoba - Direc-
ción de Rentas - Acción declarativa de certeza”.

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69 02/06/2014, 10:09
70 ADÁN LUIS FERRER ART. 30

desenlace económico del litigio; en un juicio por escrituración,


en cambio, ese desenlace está dado por el valor del bien cuya
transferencia de dominio se ha discutido, que fijado a la fecha
de conclusión del pleito (art. 68) determina la entidad econó-
mica de lo discutido, con el mismo rigor con que lo hacen el
capital y los intereses en el juicio por cobro de pesos. En uno y
otro caso, ese es el valor de lo que cada litigante obtiene o pier-
de, según el resultado del pleito.
Por otra parte, en la mayoría de los litigios referidos a bie-
nes (reivindicación, por ejemplo) será difícil saber cual es “la
fecha a la que remitan los actos jurídicos que contengan la indi-
cación de los valores económicos de la causa”, ya que esos valo-
res no están dados por actos o contratos, sino por la tasación
que merecen las cosas discutidas. Alguna jurisprudencia ha fi-
jado la base regulatoria, adicionando al valor de lo discutido la
tasa prevista en el art. 33, a partir de la fecha de tasación judi-
cial del bien objeto del juicio110. No nos parece una solución co-
rrecta, porque la tasa fijada por el Tribunal Superior para con-
denas al pago de una suma de dinero, comprende no sólo —ni
tanto— un valor de actualización, cuanto una compensación
por la mora en el pago de la deuda de que se trate, elemento
este ajeno a la mera actualización de un valor en el tiempo; esto
al margen de que en el lapso que media entre la tasación y la
regulación, el bien de que se trata puede aumentar o disminuir
su valor por múltiples factores, con resultados que nada tienen
en común con la tasa judicial de intereses.
El error se traslada al art. 34 que, copiando lo que la ley an-
terior decía respecto de la indexación —no de los intereses—
dispone que “el sistema indicado en el artículo anterior se uti-
lizará para la actualización de los honorarios regulados, desde
el mes anterior al de la regulación, en la medida que fuere pro-
cedente conforme a la legislación de fondo vigente”, para luego
agregar, en el art. 35, que “los honorarios devengan intereses
compensatorios desde la fecha de la regulación en primera ins-
tancia y hasta el momento del efectivo pago, los que serán fija-
dos por el Juez de la causa”, con lo cual pareciera que hay que

110
Cám. 7ª Civ. y Com., A. N° 42 del 24/02/2010, Semanario Juridico N° 1758,
del 27/05/2010, p. 721.

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70 02/06/2014, 10:09
ART. 30 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 71

actualizar los honorarios regulados, adicionando intereses a la


tasa del art. 33, y luego sumarle intereses compensatorios se-
gún el art. 35, lo que no resulta razonable.
Obviamente los honorarios regulados devengarán una sola
tasa de interés, desde la fecha de regulación en primera instan-
cia (art. 35) no desde el mes anterior (art. 34) y la actualización
vía intereses (art. 33) será procedente solo cuando ese sea el
camino posible y adecuado para actualizar la base regulatoria.
Y si en algún caso el cálculo de intereses fuese camino ade-
cuado para actualizar la base regulatoria, difícilmente la tasa
de actualización pueda ser la que el Tribunal Superior fija para
las liquidaciones judiciales, por la ya apuntada diferencia entre
esa tasa y un adecuado índice de depreciación monetaria111.
La interpretación legal debe conducir —porque ese es el sen-
tido del ordenamiento— a que la base regulatoria esté dada por
la entidad económica de lo discutido; no menos de eso, pero tam-
poco más, aunque los errores del legislador sugieran a veces lo
contrario112.
Siendo así, en los juicios por sumas de dinero, si la tasa de in-
terés accesoria a la condena es distinta a la que prevé el art. 33
de la ley que comentamos (en más o en menos) esa será la tasa
para calcular la base regulatoria, porque esa es la real entidad
económica del litigio.
El art. 33 no deberá aplicarse, cuando esa adición de intere-
ses conduzca a un resultado ostensiblemente reñido con el sis-
tema arancelario que el Código ha establecido. Un ejemplo de
ello son las acciones reales, en las que la base regulatoria está
dada por el valor actualizado del bien que es objeto del pleito,
o el juicio sucesorio, en donde la base es el valor de los bienes
inventariados y tasados113. Si a ello le sumásemos la tasa que

111
La Sala Contencioso Administrativa del TSJ ha aplicado esa tasa, pero ha
sido cuando lo discutido fue la aplicación de una multa (Sent. Nº 114, del 10/11/
2009); no creemos que esa solución pueda mantenerse cuando lo discutido es un
bien, mueble e inmueble.
112
“La misión judicial no se agota con la remisión a la letra de la ley; los jueces, en
cuanto servidores del derecho y para la realización de la justicia, no pueden pres-
cindir de la ratio legis y del espíritu de la norma” (CS, 17/03/1992, in re: “Ávila,
Carlos A. y otros c/ Rodrigo S.A. y otros”, ED, 149-226).
113
Conf. Cám. Civ. Com. y Familia de San Francisco, 07/10/2011, Semanario
Jurídico N° 1843, 05/02/2012, p. 201.

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71 02/06/2014, 10:09
72 ADÁN LUIS FERRER ART. 30

impone el art. 33, desde la demanda, y evaluamos lo mucho que


puede durar un juicio complejo de reivindicación, podemos ter-
minar regulando honorarios sobre una base que multiplica va-
rias veces el mejor precio que pueda atribuirse al inmueble dis-
cutido.
La jurisprudencia deberá superar los errores del legislador,
para asegurar que la base regulatoria sea aquella que posibilite
regular honorarios justos, en función de un sistema arancelario
que se basa en el contenido económico del pleito.

53. ¿ACTUALIZACIÓN O FIJACIÓN DE VALORES A LA FECHA DE LA


REGULACIÓN?

No tratándose de obligaciones dinerarias, cabe una aclara-


ción: la sentencia —dice el artículo— debe actualizar los valores
del litigio, no tan sólo fijarlos en la fecha de la regulación. La
interpretación literal indica que debe atenerse al contenido eco-
nómico del pleito en la fecha en que éste se promovió, y buscar su
expresión monetaria al momento de la regulación. Cuando el
objeto del juicio es una cosa y no dinero, su valor, aun en mone-
da constante, puede sufrir variaciones significativas durante la
sustanciación del juicio, en especial si éste se dilata en demasía,
lo que lamentablemente es habitual. El automóvil objeto de una
reivindicación, por ejemplo, se depreciará por la antigüedad adqui-
rida durante el litigio, y un inmueble puede adquirir mayor va-
lor por el desarrollo urbanístico del sector en que se encuentra
ubicado; ni qué hablar del pleito cuyo objeto lo constituyan ac-
ciones o valores cotizables en bolsa, cuyo precio puede sufrir
pronunciadas variaciones en breves lapsos de tiempo. Bajo la
vigencia de la ley 7269, la parte final del art. 31 resolvía el pun-
to disponiendo que “se debe tomar siempre el valor mayor”; de-
rogada esa norma por la ley 8226, el texto del artículo en comen-
tario sugiere asumir como monto del litigio el de la fecha de su
iniciación, lo que por otra parte responde a las expectativas de las
partes, ya que es al entablar y contestar la demanda que tanto
los litigantes cuanto sus abogados asumen una posición frente
al litigio, evaluando sus riesgos y costos; pero el art. 68, referido a
los juicios sobre transferencias de bienes (y por tanto extensivo
por analogía a la reivindicación o casos similares), remite al “va-
lor real y actual del bien al momento de procederse a la regula-
ción” lo que impone la conclusión opuesta.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


72 02/06/2014, 10:09
ART. 30 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 73

A nuestro juicio la cuestión debe resolverse en función de las


circunstancias de cada caso, sin que resulte posible establecer
una regla absoluta, la que siempre puede conducir a resultados
aberrantes. En el caso de la reivindicación de un automóvil, por
ejemplo, tomar como base regulatoria el depreciado valor de la
unidad luego de un largo litigio, es alterar la entidad que el con-
flicto sustancial tenía en el momento en que fue planteado. A la
inversa, cuando en cumplimiento de la sentencia el actor se hace
dueño de un inmueble con un valor determinado, resultaría irri-
tante tomar como base la cifra mucho menor que expresaba su
precio al plantearse la demanda, siendo que el desenlace del liti-
gio tiene para las partes un significado económico más alto. Vol-
veremos sobre el punto al comentar el art. 68.
Queda sólo una aclaración por hacer: actualizar a la fecha
de la regulación el valor que un bien tenía al momento de ini-
ciarse el juicio, no violenta la prohibición de indexar contenida
en el art. 7º de la ley 23.928, ya que ésta se refiere a las obliga-
ciones dinerarias y no a la adecuación del valor del pleito a los
fines regulatorios. Por otra parte, la actualización del valor de
un bien no implica necesariamente un modo de indexación; en
el ejemplo del automóvil, por ejemplo, se tratará de establecer
el valor actual de una unidad de modelo y antigüedad igual o
análoga a la que fue motivo del litigio.
Respecto de esta cuestión, el art. 140bis del C. de P.C. (in-
corporado por ley 8904) da al juicio de usucapión un tratamien-
to distinto, al fijar como base regulatoria ineludible “el valor
que el inmueble tenía a la fecha de iniciación del juicio”. Como
además la norma establece que los honorarios se regulan “apli-
cando el mínimo de la escala que prevea la norma arancelaria”,
puede que si el proceso duró varios años (lo que es habitual) y
en ese lapso el valor del inmueble se acrecentó de un modo no-
torio (lo que también es habitual) en definitiva sea procedente
apartarse de ese tan mezquino esquema de remuneraciones,
si los honorarios resultasen notoriamente insuficientes en fun-
ción de la tarea profesional desplegada y el real significado eco-
nómico del caso114. Fuera de este extremo de excepción, la re-

114
Véase lo que en el N° 2 hemos dicho, en orden a la posibilidad de desbordar
el arancel, en más o en menos.

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73 02/06/2014, 10:09
74 ADÁN LUIS FERRER ART. 31

gla no ofrece dudas: la base regulatoria es el valor del bien al


tiempo de iniciarse el juicio, para lo cual habrá que remitirse a
la fecha de promoción de las medidas preparatorias que impo-
nen los arts. 780 y 781 del CPC. Volveremos sobre la usuca-
pión y el art. 140 bis del CPC. en oportunidad de comentar el
art. 39, en el N° 85.

Base regulatoria
Art. 31. En todo juicio o actuación judicial en que sea
necesario regular honorarios profesionales, éstos se
ajustarán a las siguientes pautas:
1) Para el abogado de la parte actora, la base regulato-
ria será el monto de la sentencia. Si la demanda fuera
rechazada en su totalidad, la regulación se efectuará en
base al artículo 36, sobre un monto entre el diez (10%)
y el treinta por ciento (30%) del valor del crédito o de los
bienes motivo de la demanda.
2) Para el abogado de la parte demandada, la base regulato-
ria será el valor del crédito y sus intereses o los bienes
motivo de la demanda, en caso que ésta fuese totalmente
rechazada en la sentencia. Si la demanda fuera acogida
parcialmente, la base de la regulación será fijada entre el
diez (10%) y el cincuenta por ciento (50%) de la demanda, lo
que será merituado por el Tribunal conforme a las pautas
prescriptas en el artículo 36 de este Código. Si la demanda
fuese acogida en su totalidad, la base se fijará entre el diez
(10%) y el treinta por ciento (30%) del monto de la sentencia,
de acuerdo a lo prescripto en el artículo 36 antes citado, y
3) En caso de transacción, el monto acordado será la base
regulatoria para los letrados intervinientes en la misma.
Ésta no vincula a los letrados que hayan intervenido en la
causa y no hayan sido parte en la transacción.

54. LA ESTRUCTURA DEL CÓDIGO

El Código Arancelario nació con la ley 7269, cuyo articulado


se estructuró en base a la unidad de la base regulatoria, vigen-
te en todos los ordenamientos arancelarios que la precedieron
en esta provincia (leyes 4276, 4776, 6062) y en otras jurisdiccio-
nes (entre otras, ley nacional 21.839) y que además tiene res-
paldo en la doctrina y la jurisprudencia, al punto de haber di-
cho la Corte que “a los efectos regulatorios un juicio es una
unidad jurídica y procesal, lo que equivale a decir que tiene un
solo monto, sin que pueda haber dos bases regulatorias diferen-

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


74 02/06/2014, 10:09
ART. 31 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 75

tes” 115. Obviamente, el resto del articulado giraba alrededor de


esta premisa y se adecuaba a ella.
Esa base regulatoria única era, según el art. 29, la entidad
económica de lo discutido, que se expresaba en la demanda.
La aplicación de esa norma y la distribución de las costas en
función del éxito obtenido por cada una de ellas (art. 356 ter del
CPC entonces vigente y 132 del actual) hizo que en juicios por
cifras enormes, que prosperaban por centavos, en ocasiones las
costas así distribuidas ponían a cargo del actor, honorarios
por cifras iguales o superiores al crédito que el fallo le reco-
nocía. Tal desenlace era útil para desalentar el aventureris-
mo judicial, pero también generaba a veces resultados noto-
riamente injustos, a menudo imputados, con o sin razón, al
abogado que promovió la demanda.
La publicidad dada a algunos de estos casos, encendieron ha-
cia 1992 una acalorada crítica mediática contra esa ley (que te-
nía vicios y requería por ello una reforma) y nuestros legislado-
res, sensibles al clamor publicado, pero no dispuestos a trabajar
en la elaboración de un nuevo Código, sancionaron la ley 8226,
que quebró ese principio estructural del ordenamiento, estable-
ciendo en el art. 29 bases distintas para el actor y el demandado
y en función del resultado del pleito; simultáneamente, mantuvo
en lo básico el resto del articulado, con lo que el sistema perdió
coherencia, tornando poco menos que impracticable la regula-
ción en segunda instancia, en los incidentes, etc. La jurispru-
dencia, como no podía ser de otro modo, ha cumplido al respecto
una función pretoriana, dando respuestas que la ley no ofrecía.
La ley 9459, persiste en esa incoherencia y, por tanto, el
ordenamiento sigue teniendo el vicio principal que acusaba la
ley 8226: la base regulatoria es múltiple y la mayor parte del
articulado ha sido concebido para una base regulatoria única. Es
ardua la tarea del intérprete, para superar algunas de las con-
tradicciones que ello genera.

55. BASE REGULATORIA Y MONTO DE LA DEMANDA

En la ley que comentamos, al igual que en su precedente, el


sistema sigue asumiendo como monto del juicio el de la cuestión

115
CS, 11/04/2006, LL, 2006-C-438.

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75 02/06/2014, 10:09
76 ADÁN LUIS FERRER ART. 31

discutida, tal como ocurría en todos los sistemas arancelarios


anteriores y en los que rigen en el resto del país; obviamente el
monto de lo discutido está determinada por el contenido de la
demanda, lo que no puede ser de otro modo, ya que dicho monto
“no debe confundirse con el de la condena, con el que puede coin-
cidir o no, e inclusive, puede no haberla. La sentencia o transac-
ción resuelven el juicio mediante el rechazo de la acción o su aco-
gimiento, sea éste total o parcial, pero en todos los casos el juez o
las partes se pronuncian sobre el total de lo reclamado”116.
La innovación de la ley 8226, que se mantiene en el texto en
comentario, es asignar a una y otra parte una base regulatoria
distinta, en función del resultado del juicio, remitiéndose a la
demanda en algunos supuestos y a la condena en otros, pero
siempre en el marco del monto de lo discutido como valor del
litigio. De ello resulta que, a nuestro juicio, toda vez que en dis-
tintos casos la ley omite establecer la base regulatoria, el valor
demandado sigue siendo el punto de referencia, sin perjuicio
de adecuar la base regulatoria de cada parte al resultado de la
gestión —si lo hubiese— según el principio del art. 31.

56. ÁMBITO DE APLICACIÓN DEL ARTÍCULO

El texto en comentario, aun cuando alude a “todo juicio o ac-


tuación judicial”, evidencia que ha sido concebido pensando en
los juicios por una suma dinero; el artículo siguiente, en cam-
bio, fija el valor del juicio “cuando no se ha reclamado suma de
dinero, pero el objeto del juicio es susceptible de apreciación pecu-
niaria”. Del tenor literal de la normativa así redactada, cabría
deducir que el distingo que el art. 31 sienta entre la base regula-
toria del abogado del actor y del demandado y en cada uno de
los casos según el resultado obtenido, no sería aplicable a los
juicios que no tengan por objeto una suma de dinero. La cuestión
no es intrascendente, ya que los honorarios a regular en un jui-
cio de reivindicación de setenta hectáreas de campo que pros-
pera por treinta, por ejemplo, serán muy distintos según se to-

116
Cámara Nac. Trabajo, Sala IV, 28/12/79, reseñado por MOLAS, Ana María
“Honorarios del abogado”, ED, 1982-108-24. Confr. Cámara Nacional de Ape-
laciones en lo Civil, Sala A, 28/12/2007, in re: “Romero, Nélida Beatriz c/ Coto
Centro Integral de Comercialización S.A. s/daños y perjuicios”, La Ley on line.

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76 02/06/2014, 10:09
ART. 31 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 77

men para actor y demandado las bases regulatorias previstas


en el art. 31 para el supuesto de procedencia parcial de la de-
manda, o bien se adopte como valor del juicio, para ambas par-
tes, la valuación judicial o la base imponible del inmueble ob-
jeto del litigio (art. 32, incs. 1 y 2).
Entendemos que pese a un texto que sugiere lo contrario,
las pautas del art. 31 deben hacerse extensivas a los supues-
tos previstos en el art. 32. En primer lugar, porque mientras el
art. 31 fija en cada inciso la regla para determinar la “base re-
gulatoria”, el art. 32 establece qué es lo que “se considera valor
del juicio”, y como hemos visto la base regulatoria es todo o
parte del valor del juicio, según dispone el art. 31117; en segun-
do término, porque el art. 31 hace en algunos casos referencia
a “los bienes motivo de la demanda”, en alusión a valores que no
son sólo sumas de dinero; y finalmente porque la ratio legis de-
terminante de la sanción del art. 31, juega tanto en las obliga-
ciones dinerarias cuanto en las que no lo son. La interpreta-
ción del art. 32, como excluyente en los casos allí previstos de
lo normado en el art. 31, sería claramente contraria a la inten-
ción del legislador.

57. LA BASE REGULATORIA PARA EL ABOGADO DEL ACTOR

El inc. 1 del art. 31 establece que, para el abogado del actor,


la base regulatoria estará dada por el contenido de la senten-
cia. Cuando ésta fuese rechazada totalmente, se tomará entre
el 10% y el 30% de lo demandado. De ello resulta que si la de-
manda prospera en un cinco por ciento, la base regulatoria será
inferior a la que corresponde en caso de rechazo total, lo que im-
porta un resultado irracional que puede justificar la declara-
ción de inconstitucionalidad de la norma118. La solución razo-

117
Véase ut supra, Nº 55.
118
La descalificación del arancel con motivo de su irracionalidad reconoce nu-
merosos antecedentes, en particular los que han anulado su aplicación cuando la
retribución resultaba inversamente proporcional al éxito obtenido (CSJN, 19/
02/81, LL, 1981-B-646, Nº 133, entre otros), y entre nosotros ha tenido acogida
en fallo de la Cámara de Apelaciones de San Francisco del 11 de noviembre de
1992, que declaró inconstitucionales los incs. a) y b) del art. 2º de la ley 8158 (in
re: “Tesio, Oscar Alberto c/ Juan Pablo Gaitán - Dda. Daños y Perjuicios”).

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78 ADÁN LUIS FERRER ART. 31

nable parece ser asumir la base de entre el diez y el treinta por


ciento del monto demandado, como mínimo irreductible, cual-
quiera sea la medida en que la demanda prospere.

58. EL ABOGADO DEL DEMANDADO

En el caso del abogado de la demandada (inc. 2) la irracio-


nalidad de la norma es menos ostensible, pero no menos lesiva.
Si la demanda es rechazada totalmente, su monto es la base re-
gulatoria, pero si prospera en un uno por ciento, el máximo será
la mitad del importe reclamado, cuando lo lógico hubiese sido
fijar la base regulatoria en el 99% del importe pretendido por
el actor, para que la conclusión sea coherente con el sistema
que la propia ley implanta. Si se quiere buscar esa coherencia,
a despecho de un texto defectuoso, la solución sería ajustar la
base regulatoria en función del resultado del juicio, tal que ésta
se reduzca, desde el monto total de la demanda, en la medida
en que la acción prospere, con el mínimo previsto para el caso
de acogimiento total. La solución no es ortodoxa ni se ajusta
al tenor literal de la ley, pero consulta mejor la intención del
legislador que la incoherente redacción sancionada, desde que
a lo largo de toda la discusión parlamentaria de la ley 8226
—que ha sido copiada por la ley 9459— se ha hecho hincapié en
la necesidad de regular honorarios proporcionales al éxito ob-
tenido.

59. CÓMPUTO DE INTERESES EN LA BASE REGULATORIA

A los fines de establecer el monto de la demanda y de la


condena, en orden a la aplicación del art. 31, tratándose de o-
bligaciones de dar sumas de dinero deben computarse los in-
tereses reclamados o mandados pagar en la sentencia119. En el
orden nacional la cuestión ha sido debatida120, y la Corte la con-

119
Confr. TSJ, Sala Penal, 16/03/2004, LL Cba., 2004, p. 1149; Cam. Civ. y
Com., Villa María, 27/06/2006, LL Cba., 2007, p. 90, entre otros.
120
Véase la contradictoria jurisprudencia reseñada por MOLAS, Ana María, “Ho-
norarios del abogado”, ED, 1982, ps. 27 y 28. En Córdoba, la Sala A de la Cá-
mara Federal se ha pronunciado por la no inclusión de los intereses en la base
regulatoria, en fallo del 24/04/90 (LL Cba., 1990, p. 698).

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ART. 31 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 79

cluido excluyéndolos de la base regulatoria121, pero en jurisdic-


ción provincial esa jurisprudencia no es aplicable, atento la
referencia expresa que el inc. 2 hace al crédito y los intere-
ses 122.
Buena jurisprudencia tiene dicho que si los intereses no fue-
ron demandados, no corresponde adicionarlos al capital para
fijar la base regulatoria123. Para el supuesto en que el objeto del
juicio no es una suma de dinero, nos remitimos al comentario al
art. 30 (Nos 52 y 53) en el cual hemos tratado la cuestión.

60. LA TRANSACCIÓN

En caso de transacción, la regulación de honorarios en base


al monto o valor transado es la solución adoptada por todos los
ordenamientos arancelarios124, tal como dispone el inc. 3 del ar-
tículo en comentario.
No hay solución uniforme, en cambio, sobre la oponibilidad
de la transacción a los abogados que habiendo intervenido en
el juicio, no han participado del acuerdo.
El art. 19 de la ley 7269 disponía expresamente que “a los
fines de la regulación de sus honorarios, el monto de la transac-
ción no es oponible al abogado que no ha intervenido en ella”. La
ley 8226 suprimió ese párrafo porque —se dijo en la discusión
parlamentaria— resultaba superfluo, ya que esa conclusión
estaba impuesta por la ley de fondo (arts. 1199 y 851 del Cód.
Civil). Sin embargo esa tesis, que se postulaba tan obvia, fue
luego desmentida por la Corte, que en el caso “Coronel Martín
Fernando c/ Villafañe, Carlos Agustín y Universidad Nacio-
nal de Tucumán…”, resolvió que el monto de la transacción sí
era oponible al abogado que no intervino en ella, porque “a los
efectos regulatorios un juicio es una unidad jurídica y proce-

121
CS, 13/03/2007, in re: “Autolatina Argentina S.A. c/ Dirección Gral. Impositi-
va”, La Ley on line, entre otros.
122
Confr. Cam. Civ. y Com. San Francisco, in re: “Gagliardi, José M. ,promueve
incidente de nulidad en autos: Asociación Mutual Saturnino María Laspiur c/
José M. Gagliardi - Demanda ejecutiva”, A.I. N° 47, 20/06/97, SJ, N°1154, p. 188.
123
Cám. 6ª Civ. y Com. A. N° 113 del 23/04/2010, Semanario Jurídico N° 1768
del 05/08/2010, p. 201.
124
Art. 19, ley 21.839, entre otros.

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80 ADÁN LUIS FERRER ART. 31

sal, lo que equivale a decir que tiene un solo monto, sin que pueda
haber dos bases regulatorias diferentes” 125.
La ley 9459 reeditó aquella regla de la ley 7269, diciendo
que en caso de transacción, su monto fija la base regulatoria
para los abogados que han participado en el acuerdo, pero “no
vincula a los letrados que hayan intervenido en la causa y no
hayan sido parte en la transacción”. En la discusión parlamenta-
ria, se expone claramente que la intención del legislador ha sido,
precisamente, revertir las consecuencias de esa jurisprudencia
de la Corte126.
Así las cosas, el problema radica en saber si la provincia tie-
ne competencia para imponer una conclusión distinta de la que
la Corte ha sostenido en el precedente “Coronel…”. Creemos que
la respuesta a ese interrogante es afirmativa. Aun cuando la
cuestión ha sido discutida127, tanto la doctrina cuanto la juris-
prudencia nacionales, siguiendo a CHIOVENDA128, tienen asumido
que las costas son un instituto procesal129 y, en consecuencia, la
distribución y cuantificación de las costas está regulada por le-
yes locales en todas las provincias. Siendo así, tal parece que
no puede negarse a la ley local la posibilidad de establecer
cuál es la base para calcular la retribución de cada abogado.
La Corte ha resuelto lo que resolvió, ante la ausencia de una
norma como la que comentamos, por lo que su doctrina no se-
ría aplicable en el ámbito de nuestra provincia, a partir de la
vigencia de la ley 9459. Ésa es la conclusión adoptada por el
Tribunal Superior de Justicia, que ha entendido inoponible la
transacción al abogado que no intervino en ella130.

125
CS, 11/04/2006, LL, 2006-C-438.
126
En relación a este artículo, dijo el legislador ORTIZ PELLEGRINI: “contravenimos
la actual jurisprudencia de la Corte, lo ponemos en la ley y dejamos a salvaguarda
los intereses de los letrados”.
127
Véase GOZAÍNI, Osvaldo Alfredo, Costas procesales, Ediar, Buenos Aires, 1990,
ps. 20 y ss.
128
CHIOVENDA, José, La condena en costas, Librería General de Victriano Suárez,
Madrid, 1928.
129
Confr. PODETTI, Ramiro J., Tratado de los actos procesales, Ediar, Buenos Aires,
1954, p. 115.
130
Sala Civ. y Com, A.I. N° 219 del 23/06/2011.

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ART. 31 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 81

61. CONDICIONES DE LA INOPONIBILIDAD

La inoponibilidad de la transacción al abogado que no ha in-


tervenido en ella, no requiere que el abogado se haya apartado
tb de la atención del caso, según lo tenía resuelto el Superior Tri-
bunal, por aplicación no sólo —ni tanto— del art. 19 de la ley 7269,
sino fundamentalmente de los arts. 1195, 1199 y 851 del CC131.
Cuando el abogado ha tenido participación en la transacción,
sea como apoderado o como patrocinante, la base regulatoria
de sus honorarios será el monto de la transacción. Así lo tenía
resuelto la jurisprudencia ya desde la vigencia de la ley 7269,
que contenía una norma análoga a la actual132.

62. SITUACIONES ANÁLOGAS A LA TRANSACCIÓN

Por tratarse de situaciones análogas, la inoponibilidad debe


hacerse extensiva a otras formas de terminación voluntaria del
proceso (allanamiento y desistimiento, por ejemplo) toda vez
que de él dependa una variación en la base regulatoria. Si en
caso de desistimiento se toma la base regulatoria que el art. 31
prevé para el rechazo total de la demanda, por ejemplo133, esa
consecuencia no puede serle opuesta al abogado del actor que
se apartó poco antes de la atención del caso y que tal vez lleva-
ba la causa con excelentes perspectivas de éxito.

63. LA REGULACIÓN DEL ABOGADO AJENO AL ACUERDO

El problema radica en establecer cuál ha de ser la base


regulatoria para ese abogado al cual la transacción no le es

131
Sala Civil, 04/12/86, LL Cba., 1987, p. 341, puntualizando que esta inoponi-
bilidad no requiere que haya existido dolo de las partes. La transacción es ino-
ponible “simplemente porque los contratos no pueden perjudicar a terceros”.
132
TSJ, Sala Laboral, 26/10/88, reseñado en Foro de Córdoba, Nº 10, p. 156;
Sala Civil: Auto Nº 397 del 05/11/91, SJ, Nº 888 del 11/06/92, p. 159. En contra:
Cámara 8ª C. y C., Auto Nº 261 del 13/09/89, SJ, 07/12/89, p. 10, Nº 18 (con di-
sidencia de la Dra. de Ayrolo).
133
Así lo ha resuelto la Cámara de Trab. de Bell Ville, in re: “Rabia, Hugo Oscar
Pedro y otros c/ Milevic Hnos. S.A. - Demanda laboral”, A.I. N° 48, 10/04/97.
BJC, t. II, abril-junio 1997, ps. 644 y 645 y es la solución que por nuestra parte
sostenemos al comentar el art. 43.

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81 02/06/2014, 10:09
82 ADÁN LUIS FERRER ART. 31

oponible, cuya situación no está prevista en el art. 31. Cree-


mos que la única solución posible es tomar como base regula-
toria el monto demandado, único elemento con que en este
caso se cuenta para cuantificar la entidad del litigio, y sobre
esa base regular los honorarios en función de las etapas pro-
cesales en las que el abogado intervino (art. 45) 134. En juris-
dicción nacional, el art. 19 de la ley 21.839 establece que “se
considerará monto del proceso la suma que resultare de la sen-
tencia o transacción”, lo que deja huérfanos de base regulatoria
los casos de caducidad de instancia, desistimiento o rechazo
total de la demanda; la solución prácticamente unánime ha sido
regular en este caso en base al importe demandado135. En nues-
tra provincia, esta solución encuentra aún mejor sustento, por-
que el art. 31 asume como valor económico del pleito el de la
cuestión litigiosa (es decir el monto reclamado), si bien estable-
ce bases regulatorias diversas para actor y demandado, en fun-
ción del resultado obtenido, remitiéndose a veces a la deman-
da, otras a la sentencia y fijando porcentajes variables de una
y otra. Frente a la falta de previsión sobre cuál de esas ba-
ses ha de tomarse, lo razonable es remitirse al contenido bási-
co del litigio, determinado por el monto de lo discutido. Por
otra parte, omitir la actuación del abogado en la transacción,
siendo que ésta ha de condicionar la regulación de sus honora-
rios, constituye un proceder incompatible con la buena fe que
debe presidir la relación entre abogado y cliente (art. 1198,
CC); el caso guarda analogía con la revocación incausada del
mandato, que autoriza al abogado a ejecutar el pacto sobre
honorarios como si su gestión hubiese resultado plenamente
exitosa136.
La misma situación cabe, obviamente, para los casos análogos
a la transacción, esto es el allanamiento o el desistimiento, for-
mulados sin conocimiento del abogado que intervino en el plei-

134
Confr. Cám. Civ. y Com. Bell Ville, 20/04/1998, LL Cba., 2000, p. 197.
135
Confr. MARTÍNEZ CRESPO, Mario, “Qué se entiende por monto del juicio a los
fines de la regulación de honorarios del abogado”, en Leyes de aranceles para
abogados y procuradores, ps. 457 y ss., y la jurisprudencia reseñada por MOLAS,
Ana María, “Honorarios del abogado”, ED, 1982, ps. 24 y ss.
136
Confr. TSJ, Sala Civ. y Com., A.I. Nº 246 del 23/10/2000, SJ, 2000-B-826.

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ART. 32 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 83

to; sus honorarios deberán ser regulados en base al valor de lo


demandado.
Por excepción, el juez podrá reducir el monto de los honora-
rios que resulten de la regulación en base al valor demandado,
cuando de ello resulte una notoria injusticia; es la solución que
prevé el art. 1638 del Cód. Civil para el contrato de locación de obra,
ante el desistimiento incausado por parte del comitente, situa-
ción que guarda analogía con un desistimiento o allanamiento,
que frustran el fin perseguido por la gestión profesional del
abogado.

Valor del juicio

Art. 32. Cuando no se ha reclamado suma de dinero pero


el objeto del juicio es susceptible de apreciación pecu-
niaria, se considera como valor del juicio, a opción del
profesional:
1) El importe de la valuación judicialmente aprobada
de los bienes;
2) En caso de inmuebles, la base imponible. Si el pro-
fesional o el deudor de los honorarios consideran que
las valuaciones a que se refiere el inciso precedente no
corresponden al valor real de los bienes, cualquiera de
ellos podrá hacer otra estimación y si no fuera acepta-
da por la otra parte, se podrá promover el incidente re-
gulado por los artículos 108 y siguientes de este Código.
La nuda propiedad, el usufructo, el uso y la habitación,
se estimarán en el cincuenta por ciento (50%) del valor
de los bienes.
3) Cuando en el juicio no existan valores directos, se apli-
cará un porcentaje de la escala del artículo 36 de esta Ley
sobre los valores de referencia, según ella sea más o menos
directa o inmediata a la cuestión litigiosa, y
4) Cuando no exista base económica, se difiere la re-
gulación hasta tanto exista la misma en función a
criterios objetivos y técnicos.

64. LAS PAUTAS INTERPRETATIVAS

En la interpretación y aplicación del artículo en comentario


—y de todo el Código— vale meritar no solo el tenor literal de
la norma, sino además el sentido básico del sistema, conforme al
cual, para medir la remuneración del profesional, “se debe exa-
minar el efecto que el servicio intelectual provocó en la persona

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83 02/06/2014, 10:09
84 ADÁN LUIS FERRER ART. 32

servida”137. Esa pauta está expresa en el art. 48 del Código aran-


celario y “tiene jerarquía de principio, a los fines de fijar la base
económica”138, por lo que “debe ser tenido en cuenta en la interpre-
tación de su articulado”139.
Vale esta advertencia, porque existen supuestos en que el
valor de los bienes en litigio no guarda relación con la medida
de ese interés, supuesto en el cual es éste el que condiciona la
base regulatoria.
Esa diferencia entre el interés defendido y el valor de los bie-
nes, hace que en una tercería de dominio referida a un inmueble
de alto valor, motivada por un embargo ínfimo, resulte irracional
regular honorarios en base al valor del bien (art. 84) siendo que
el interés del embargante se agota en el monto del embargo. A
la inversa, en el requerimiento o cancelación de medidas cau-
telares el art. 85 fija la base en función del valor que se pretenda
asegurar, con olvido de que un embargo millonario puede gravar
un bien de valor ínfimo, y obviamente el interés de las partes en
el caso no excede el valor del bien, que es lo único genuinamente
en juego.
En oportunidad de comentar los referidos artículos, y otros que
plantean alternativas análogas, volveremos sobre el tema, pero que-
de como regla básica que la tarifa arancelaria se fija en fun-
ción del interés económico en juego, el que en ocasiones no co-
incide exactamente con el valor del los bienes que se discuten.
En función de esa misma pauta interpretariva y por respe-
to a la verdad jurídica objetiva, cabe apartarse de la tasación
judicial de los bienes en litigio, aún aprobada, cuando obra en
el juicio una prueba distinta y acabada sobre el valor de las co-
sas de que se trate (por ejemplo, una subasta judicial)140.

137
MARTÍNEZ CRESPO, Mario, “Los honorarios del abogado”, en Leyes de aranceles
para abogados y procuradores, p. 435.
138
Cám. 3ª Civ. y Com., Sent. Nº 20 del 18/04/95, Foro de Córdoba, Nº 29, p. 151.
139
TSJ, Sala Civ. y Com., A.I.Nº 191, del 02/04/1996, in re: “Incidente de Reg. De
Honorarios en autos Cucullu de Rodríguez, María Elena Amelia c/ Santa Regina
SCA y/ su socia solidaria Graciela Inés Saenz Araya - Demanda de Despojo”. En
el mismo sentido: A.I. Nº 139, del 29 de abril de 1998, in re: “Cuerpo de Inciden-
te en autos Fisogni, Enrique y otro c/ Ferrero Hnos. SACIF - Acción Posesoria”.
140
Conf. Cám. 6ª Civ. y Com., 26/10/2011, Semanario Jurídico N° 1839, 29/12/2011,
p. 1086.

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ART. 32 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 85

Vale recordar, además, que según lo dicho al comentar el


artículo anterior, los criterios que el art. 32 establece para eva-
luar la base regulatoria, deben adecuarse a lo que el art. 31 dis-
pone en función del resultado del litigio, salvo que la norma es-
pecial imponga una solución diferente, bien porque evalúe el
resultado de la gestión con un criterio específico (art. 63, inc. 1,
por ejemplo) bien porque tratándose de cuestiones no contra-
dictorias, el resultado deje de ser una cuestión mensurable
(arts. 51, 70, etc.). De ello resulta que en el juicio de escrituración,
por ejemplo, la base prevista en el art. 68, determinada conforme
al art. 32, incs. 1 y 2, será la que corresponda tomar para regu-
lar honorarios para el abogado que ganó el juicio; para el que lo
perdió, esa base se reducirá aplicando el art. 31.

65. INEXISTENCIA DE LA OPCIÓN ACORDADA AL PROFESIONAL

El artículo hace referencia a distintas hipótesis, en diversos


incisos, a opción del profesional (sic). En realidad no hay tal op-
ción, ya que los distintos incisos contemplan situaciones dife-
rentes, con soluciones para cada caso, que no abren al profesio-
nal alternativa para optar. La única opción posible sería entre la
valuación judicialmente aprobada y la base imponible (incs. 1 y
2), pero tanto una cuanto la otra pueden ser cuestionadas por
el deudor, por lo que tal opción sería inocua. Antes bien parece
razonable aceptar que la base imponible deberá tomarse como
base regulatoria sólo cuando no exista valuación judicial, siendo
una y otra objetables por los interesados.

66. CUÁNDO EXISTE VALUACIÓN JUDICIALMENTE APROBADA Y QUIÉNES


PUEDEN OBJETARLA

El inc. 2 acuerda tanto al acreedor cuanto al deudor de ho-


norarios el derecho a cuestionar la valuación judicialmente
aprobada de los bienes o la base imponible, como expresión de
su valor a los fines de la regulación de honorarios. Tratándose
de la valuación practicada en juicio, entendemos que deberá
reputársela aprobada toda vez que en la sentencia se la haya
tenido por correcta, aun cuando no medie una formal aproba-
ción, lo que sólo ocurrirá en casos como el juicio sucesorio. El
cuestionamiento a ese valor sólo será posible por quienes no

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86 ADÁN LUIS FERRER ART. 32

han sido parte en la etapa procesal en que la tasación se prac-


ticó, ya que quien consintió el inventario y avalúo a los fines
particionarios, por ejemplo, no puede cuestionarlo con miras
a la regulación de honorarios en el juicio. Se opone a ello el
principio de buena fe que debe informar la conducta de las par-
tes en el proceso141.
La tasación de los bienes practicada durante el desarrollo
del juicio, puede poner en contradicción los intereses del abo-
gado (cuyos honorarios acrecientan con una tasación más ele-
vada) y su cliente (que en cuanto deudor de los honorarios, se
benficia con la subvaluación). El art. 1908 del Código Civil (refe-
rido al mandato y aplicable por analogía al patrocinante) im-
pone al abogado la obligación de preferir los intereses de su
defendido, por lo que el abogado debe soportar las consecuen-
cias disvaliosas de esa tasación.

67. OPORTUNIDAD PARA OBJETAR LA VALUACIÓN

El texto no aclara cuándo debe el profesional o el deudor


de costas cuestionar la valuación o la base imponible como ex-
presión del valor de los bienes. Obviamente podrá hacerlo lue-
go de concluido el juicio, cuando la regulación haya sido diferi-
da, pero ocurre que constando uno u otro valor (valuación judicial
o base imponible), el juez debe regular oficiosamente los ho-
norarios del vencedor en costas, o bien practicarla a pedido
de cualquiera de los interesados (art. 26), lo que sugiere la duda
sobre si la objeción puede o no ser posterior a la regulación prac-
ticada.
El punto no está resuelto en la ley y no parece razonable
exigir ese cuestionamiento antes de la conclusión del proceso,
ya que implicaría introducir una cuestión litigiosa que puede
devenir abstracta.
La solución la da el art. 28, asumiendo la regulación practi-
cada como meramente provisoria para aquellos habilitados a
cuestionar la base regulatoria que no la han conformado, ni ex-
presa ni tácitamente. El cuestionamiento podrá producirse

Confr. voto Dra. Zavala de González en fallo de la Cám. 8ª C. y C., 31/07/1987,


141

LL Cba., 1988, p. 675.

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86 02/06/2014, 10:09
ART. 32 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 87

aun después de la regulación, mientras ésta no haya sido acep-


tada142.
La provisoriedad de la regulación juega tanto en menos cuan-
to en más143, por lo que puede ocurrir que a la postre la regula-
ción definitiva sea inferior a la provisoria, lo que ocurrirá si
quien objeta exitosamente la base regulatoria es el deudor en
costas, frente a la regulación ya practicada sobre esa base.

68. LOS VALORES DE REFERENCIA

No teniendo el objeto del juicio una entidad susceptible de


tasación, el inc. 3 del artículo en comentario remite a “los valo-
res de referencia”, criterio que la jurisprudencia había admitido,
aún antes de que la ley 8226 lo implantase en forma expresa144.
La norma se aplica a aquellos casos en los que no existe base
económica mensurable pero, sin embargo, es dable asignar al
juicio una base, en función de valores vinculados al litigio. Un
ejemplo típico sería el juicio de fijación de plazo de una obliga-
ción (art. 509, CC) en la cual el cobro de la deuda no es el obje-
to del juicio, pero constituye un “valor de referencia”, en función
del cual el Juez puede fijar una base regulatoria145, que será un
porcentaje de la deuda materia litis.
Se ha resuelto que el mismo criterio es aplicable a la acción
meramente declarativa, en la cual el valor del incierto derecho
cuya existencia se pretende clarificar, no es “la cosa demanda-
da”, sino un valor de referencia a los fines regulatorios146. La

142
En fallo del 16/03/92 (LL Cba., diciembre 1992, p. 1094), la Cám. 1ª C. y C.,
sostuvo que la opción prevista en el art. 65 de la ley 7269 debía formularse an-
tes de la sentencia, con fundamentos que, extendidos al art. 32, inc. 2, de la ley
9459, permiten sostener la conclusión opuesta a la que propiciamos en el texto.
143
Confr. Cám. 8ª C. y C., 14/09/87, reseñado por ANDRUET Armando S. (h)- BUS-
TOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., p. 52, Nº 122.
144
Confr. TSJ, Sala C., C., y Cont. Adm., 09/05/86, reseñado por ANDRUET, Ar-
mando S. (h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A.- FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., p. 89,
Nº 255. Véase TINTI, Pedro L.,“Algunas novedades en el nuevo Código Arancela-
rio”, Foro de Córdoba, Nº 13, p. 78.
145
Confr. Cám. 2ª Civ. y Com., Sent. Nº 3 del 29/02/96, Foro de Córdoba, Nº 34,
p. 166.
146
Cám. 2ª Civ. y Com., 21/11/2006, in re: “L´Equipe Monteur S.A. c/ Pcia. de
Córdoba- Dirección de Rentas - Acción declarativa de certeza”.

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87 02/06/2014, 10:09
88 ADÁN LUIS FERRER ART. 32

solución puede ser correcta en algunos casos, pero en otros


el valor del derecho discutido juega directamente como base
regulatoria; así, por ejemplo, si la acción procura se reconoz-
ca al actor como legítimo propietario de un inmueble que po-
see, frente a otro pretendido dueño, resulta claro que el valor
de ese inmueble expresa el monto discutido y, por tanto, es la
base regulatoria. Esto es así, sea porque asumamos el inmueble
como objeto del juicio, sea porque, aun siendo tan solo un valor
de referencia, corresponda aplicar la escala sobre el total de ese
importa, en razón de que, como ha dicho el Tribunal Superior,
“refleja de modo directo e inmediato la cuantía del valor de refe-
rencia directo de la cuestión litigiosa en juego” 147.
La existencia de un valor de referencia, no excluye que éste
pueda ser dejado de lado en la regulación de honorarios, cuan-
do la entidad de la cuestión tiene un significado ostensiblemen-
te menor o mayor que el que expresa ese valor referenciado. Un
ejemplo jurisprudencial de lo primero, es la impugnación de una
asamblea societaria, por motivos formales, sin trascendencia
significativa en el devenir social, que no se consideró razonable
referir al cuantioso patrimonio neto de la sociedad148; el segun-
do, es el de la revocación de la suspensión aplicada a un magis-
trado judicial, que tiene una entidad superior a la mera cuanti-
ficación de sus sueldos durante el plazo de suspensión 149. En
el cuestionamiento a la designación de un gerente, se han
meritado. “La relevancia que debe asignarse a la función gerencial
discutida, [...] tiempo de duración de la designación [...] jerarquía
económica de la empresa involucrada” 150, criterios que, como ve-
mos, suman a los valores de referencia, otros parámetros pon-
derables para meditar el significado y transcendencia del li-
tigio.

147
Sala Cont. Adm., Sent. Nº 21, del 31 de mayo de 2006, in re: “Aguas Cordobe-
sas S.A. c/ Provincia de Córdoba - Plena Jurisdicción”; en el caso se trataba de
la sentencia que anuló la aplicación de una multa y el tribunal tomó el importe
de la multa y sus accesorios no como base regulatoria, sino como valor de refe-
rencia, pero aplicó la escala arancelaria sobre el total de ese importe.
148
Confr. Cám. 3ª Civ. y Com., BJC, 1999-I-189, reseñado por VENICA, Oscar H.-
DE SOUZA, Roxana A. - FILIBERTI, Graciela del Carmen, ob. cit., p. 114.
149
Confr. TSJ, Sala Cont. Adm., 12/04/2000, LL Cba., 2001, p. 451.
150
Cám. 3ª C. y C., Sent. Nº 41, 19/06/90.

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88 02/06/2014, 10:09
ART. 32 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 89

69. EL JUICIO CARENTE DE SIGNIFICACIÓN ECONÓMICA

El art. 30, inc. 4, de de la ley 8226, contemplaba la hipótesis


del juicio sin contenido económico, y en tal caso dejaba librada
al prudente arbitrio del Juez, la determinación de la base regu-
latoria. De hecho, era la regulación misma la que, por vía de
la fijación de la base, se remitía al arbitrio judicial. La ley 9459,
en el inciso que comentamos, modifica esa solución y dispone que
“cuando no exista base económica, se difiere la regulación has-
ta tanto exista la misma en función de criterios objetivos y técnicos”.
La norma así concebida, deja sin solución el caso del litigio
sin contenido económicamente mensurable151. Imaginemos, por
ejemplo, el cuestionamiento judicial contra un apercibimiento o
amonestación aplicado en sede administrativa; o la acción de un
testigo de Jehová que reclama su derecho a no homenajear los
símbolos patrios; o tantos otros supuestos en que el pleito no tie-
ne entidad económica, de manera que no existe ninguna posibi-
lidad de encontrarla “en función de criterios objetivos y técni-
cos”. Es obvio que en tal caso el Juez deberá regular según su
prudente arbitrio, con prescindencia de toda base económica y
meritando las pautas de evaluación cualitativa previstas en el
art. 39, tal como en la práctica resultaba del art. 30, inc. 4, de
la ley 8226152. Esa es la solución que impone el art. 1627 del Cód.
Civil153, lo quiera o no el Código Arancelario, ya que la espera de
una base regulatoria inexistente, conduce a la no percepción de
honorario alguno.

70. NULIDAD, REVOCACIÓN O RESOLUCIÓN DE ACTOS JURÍDICOS

Los juicios de nulidad, revocación o resolución de actos jurí-


dicos, suelen tener por desenlace un pronunciamiento sobre la

151
Confr. FLORES, Jorge M., “ Algunas reflexiones sobre el nuevo Código Arance-
lario”, Foro de Córdoba, Nº 121, p. 90; TINTI, Pedro L., “Apuntes sobre el nuevo
Código Arancelario”, Foro de Córdoba, Nº 121, p. 148.
152
Confr., TSJ, Sala Cont. Adm., 27/04/2006, LL Cba., 2006, p. 1263, entre otros.
153
Con relación a este artículo tiene dicho la doctrina: “Esta disposición, que remite
a la fijación arbitral del precio, ha sido dejada de lado por la jurisprudencia y por
lo tanto en ausencia de ajuste el precio es determinado directamente por los jue-
ces” (LLAMBÍAS, Jorge J. - ALTERINI, Atilio A., Código Civil anotado, t. III-B-361).

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89 02/06/2014, 10:09
90 ADÁN LUIS FERRER ART. 32

consolidación o pérdida de derechos de uno u otro litigantes; en


tal caso y si lo que se consolida o pierde son bienes susceptibles
de tasación, la base regulatoria será el valor de esos bienes, ta-
sados con ajusta a los incisos primero y segundo del artículo en
comentario154.
Cuando el desenlace no importa decidir la suerte de bienes
susceptibles de tasación, la base regulatoria es el precio o valor
asignado al acto o contrato de que se trata, o el de sus conse-
cuencias económicas para las partes, que puede no coincidir
con aquél. Cuando lo discutido es la adjudicación de un contra-
to de obra pública, por ejemplo, el Tribunal Superior tiene di-
cho, con apoyo en precedentes de la Corte, que no corresponde
adoptar el monto total del contrato, como base económica a fin
de determinar los estipendios de los letrados intervinientes,
ya que el interés del actor no es ese, sino la utilidad que le re-
portaría la ejecución del contrato. A partir de esa premisa, el
criterio de la Sala Contencioso-administrativa es aplicar la es-
cala arancelaria sobre un valor equivalente a un diez por ciento
del precio total155. Cuando lo discutido es la resolución de un
contrato, que ha sido parcialmente ejecutado, el diez por ciento
se calcula sobre el excedente no ejecutado156. Es el mismo cri-
terio con el que se ha resuelto, en el fuero civil, que en el juicio
por resolución de contrato, si la resolución demandada deja in-

154
Sin embargo, la Sala Civil y Com., del TSJ, en Sent. Nº 34 del 16/05/2006, en
un juicio por revocación de una donación, sostuvo que el valor del bien donado
era solo un valor de referencia, no la base regulatoria, criterio que no compartimos
(autos: “Podestá, Guillermo; Bocco, Héctor - Incidente en Soc. Española de
Beneficencia Hospital Español - Concurso Preventivo - Quiebra indirecta”).
155
Así lo ha resuelto la Sala Contencioso-Administrativa, entre otros, en los au-
tos “Benatti, Víctor Hugo c/ Provincia de Córdoba”, Sent. Nº 6 del 03/06/1993;
“Macagno S.A. c/ Provincia de Córdoba - Contencioso-Administrativo - Recurso de
Apelación”, Sent. Nº 36 del 25/03/1999; “Incidente de Regulación de Honorarios
de las Dras. Susana V. Castellano y Marta F. Dorsch en autos ‘Benatti, Víctor
Hugo c/ Dirección Provincial de Arquitectura’ - Contencioso-Administrativo - Rec. de
casación e inconstitucionalidad”, Sent. Nº 49 del 06/04/2000 y “Scala S.R.L. Em-
presa Constructora c/ Municipalidad de Arias - Demanda Contencioso-Adminis-
trativa de Plena Jurisdicción. - Recurso de Casación”, Sent. Nº 121 del 25/08/2000.
156
Confr. TSJ., Sala Contencioso Administrativa, Sent. Nº 19 del 07/04/2005,
in re: “Empresa Constructora Romero Camisa SRL c/ Municipalidad de Córdo-
ba - Plena Jurisdicción”.

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90 02/06/2014, 10:09
ARTS. 33, 34 Y 35 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 91

alterables las prestaciones ya cumplidas (art. 1204, CC) éstas


no integran la base regulatoria, la que queda conformada sólo
con las obligaciones resueltas157. Obviamente en todos los ca-
sos la base deberá ajustarse a la previsión del art. 31, en sus in-
cisos 1 y 2, según haya sido el resultado del pleito.

Actualización de la base regulatoria

Art. 33. La base regulatoria incluirá la Tasa Pasiva Pro-


medio nominal mensual publicada por el Banco Cen-
tral de la República Argentina, con más el interés que
tenga fijado el Tribunal Superior de Justicia para las
liquidaciones judiciales, desde la fecha a la que remitan
los actos jurídicos que contengan la indicación de los
valores económicos de la causa, conforme a la legisla-
ción de fondo vigente.

Actualización de los honorarios

Art. 34. El sistema indicado en el artículo anterior se


utilizará para la actualización de los honorarios regula-
dos, desde el mes anterior al de la regulación, en la me-
dida que fuere procedente conforme a la legislación de
fondo vigente.

71. REMISIÓN

Hemos analizado al comentar el art. 30, todo el embrollo que


provocan los arts. 33, 34 y 35, en orden a la actualización de la
base regulatoria y los honorarios regulados. Nos remitimos,
pues, a lo allí desarrollado.

Intereses

Art. 35. Los honorarios devengan interés compensato-


rios desde la fecha de la regulación de primera instan-
cia y hasta el momento de su efectivo pago, el que será
fijado por el juez de la causa.

TSJ, Sala C. y C., 12/08/88, reseñado por ANDRUET, Armando S. (h) - BUSTOS
157

ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., p. 140, Nº 414.

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91 02/06/2014, 10:09
92 ADÁN LUIS FERRER ART. 35

72. INTERESES DEVENGADOS POR LOS HONORARIOS REGULADOS

Los honorarios devengan intereses desde que son regula-


dos, aún cuando la regulación no haya sido notificada158 y con
prescindencia de la fecha en que haya concluido la prestación
del servicio profesional159. Se trata de intereses compensato-
rios, no moratorios, por lo que su imposición pese a la falta de
mora no violenta lo dispuesto en el art. 508 y conc. del CC160.
El Tribunal Superior tiene resuelto que procede su cobro en la
ejecución promovida reclamando el pago de honorarios, aún
cuando al promover la ejecución no se los haya demandado en
forma explícita, ya que se trata de un accesorio de la obliga-
ción, impuesta por la norma que comentamos161.
La alusión del artículo a la imposición de intereses “desde
la regulación de primera instancia”, está referida al caso en
que éstos hayan sido apelados, supuesto en el cual los honora-
rios, aunque exigibles sólo después del fallo de alzada, deven-
gan intereses desde la fecha del auto regulatorio de primera
instancia162, sea que la apelación haya concluido en la confirma-
ción, aumento o disminución de los regulados por el inferior,
ya que el pronunciamiento de alzada retrotrae sus efectos al
tiempo de la regulación de primera instancia163.
A diferencia del desafortunado art. 33, aquí la norma no hace
referencia a tasa de interés alguna, y dado que el texto destaca

158
Confr. Cám. 8ª C. y C., autos “Provincia de Córdoba c/ Grecco, Héctor O.”, SJ,
Nº 998, t. 71, p. 159
159
Confr. Cám. Civ. y Com. Villa Dolores, 25/02/1999, LL Cba., 2000, p. 600.
160
MARTÍNEZ CRESPO, Mario, ob. cit., p. 111, considera que respecto del pro-
pio cliente, los beneficiarios del trabajo o los fiadores, la carga de inte-
reses requieren la previa constitución en mora. Creemos que el texto legal
es explícito en el sentido opuesto y así lo ha resuelto la Cám. Civ. y Com.,
de San Francisco, en Auto Nº 110, de 1999 (reseñado por VENICA, Oscar H.-
D E SOUZA , Roxana A. - F ILIBERTI , Graciela del Carmen, ob. cit, p. 120).
161
Sala Civil y Comercial, A.I. N° 114, 04/07/2002, y A.I. N° 274, del año 2008.
162
Confr. Cám. 6ª C. y C., in re: “Silvetti de Martínez Golletti y otro - Homologa-
ción - Incidente de Regulación de honorarios del Dr. Raúl Sylvester - Cuerpo de
ejecución de honorarios del Dr. Raúl Sylbester Peñalba - Apelación y nulidad”,
A.I. Nº 37, 28/02/96, BJC, 1996-I-227.
163
Confr. Cám 1ª Civ. y Com., SJ, 1994-A-307, reseñado por VENICA, Oscar H.-
DE SOUZA, Roxana A. - FILIBERTI, Graciela del Carmen, ob. cit., p. 120.

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92 02/06/2014, 10:09
ART. 36 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 93

que se trata de intereses “compensatorios”, cabe deducir que


en el lapso que media entre la regulación de primera instancia
y su confirmación o modificación por la alzada, la tasa debe ser
distinta de la que se aplica en las condenas al pago de obliga-
ciones en mora, esto en especial porque el Tribunal Superior
de Justicia ha fijado en este último caso una tasa elevada (pasi-
va promedio publicada por el BCRA más 2% mensual)164, la que
no parece adecuada para una obligación que no es exigible, en
especial cuando el pronunciamiento definitivo acoje la apela-
ción articulada por el deudor. Esa es la solución sugerida por
el Tribunal Superior, que ha considerado ajena a la previ-
sión del artículo que comentamos, la tasa de interés que en
sus pronunciamientos ha fijado para liquidar las deudas que
han sido motivo de condena judicial165.

Jus - Unidad económica - Escala

Art. 36. Institúyese con la denominación de “Jus” la uni-


dad arancelaria de honorarios profesionales del aboga-
do, cuyo valor al momento de publicarse la presente Ley
asciende a la suma de Pesos Cincuenta ($50,00). Tal va-
lor se incrementará en la misma proporción en que se
incrementen las remuneraciones o haberes totales asig-
nados al cargo de Juez de Cámara con una antigüedad
de ocho (8) años, incluidos rubros remunerativos y no
remunerativos, y con la denominación de “Unidad E-
conómica” (U.E.) al ciento por ciento (100%) de dicha
remuneración, en ambos casos al tiempo de efectuarse
la regulación.
El Tribunal Superior de Justicia deberá informar el
último día hábil de cada mes, a todos los organismos
judiciales y a los Colegios de Abogados de cada Circuns-
cripción Judicial, el valor del Jus y de la Unidad Econó-
mica vigente para el mes siguiente.

164
Tal la doctrina sentada en “Hernández, Juan Carlos c/ Matricería Austral
S.A.” (sent. N° 39 del 25/06/2002), ratificada por la Sala Civil el 14/08/2006 en
“Gavier Tagle, Carlos c/ Roberto Loustau Bidaut y otros - Ordinario”, y el 23/
06/2011 en “Inc. Regulación de Honorarios de la Dra. Norma M.B.de García
Allocco en Coop.Gral Paz Marcos Juárez c/ Miguel Ángel Ballardo”; en el mis-
mo sentido se pronuncia la Sala Penal en “Núñez Marcelo César psa de Homi-
cidio Culposo Calificado” (21/02/2007) y la Sala Laboral en “Cossar, Marcelo
A. c/ RPM S.R.L. y otros - Indemn. ley 24.013” (04/04/2006), entre otros.
165
Conf. Sala Civ.y Com. Sent. N° 244 del 17/11/2011.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


93 02/06/2014, 10:09
94 ADÁN LUIS FERRER ART. 36

Los honorarios del abogado por los trabajos de primera


instancia en toda clase de juicios, salvo disposición en
contrario, serán fijados en un porcentaje máximo del
veinticinco por ciento (25%) de la base regulatoria y un
mínimo que resulta de aplicar la siguiente escala sobre
la misma:
a) Hasta cinco (5) U.E. un mínimo del veinte por ciento
(20%).
b) De más de cinco (5) y hasta quince (15) U.E. un míni-
mo del diez y ocho por ciento (18%).
c) De más de quince (15) y hasta treinta (30) U.E. un
mínimo del diez y seis por ciento (16%).
d) De más de treinta (30) y hasta cincuenta (50) U.E. un
mínimo del catorce por ciento (14%).
e) De más de cincuenta (50) y hasta cien (100) U.E. un mí-
nimo del doce por ciento (12%).
f) De más de cien (100) U.E. un mínimo del diez por cien-
to (10%).
En ningún caso, exista o no base económica, los hono-
rarios del profesional podrán ser inferiores a veinte
(20) Jus por la tramitación total en primera instancia
en juicios declarativos ordinarios; a quince (15) jus por
la tramitación total en primera instancia en juicios de-
clarativos abreviados: a diez (10) Jus; por la tramita-
ción total en primera instancia, en procesos ejecutivos
y ejecutivos especiales; y cuatro (4) Jus por cualquier
acto procesal, salvo lo dispuesto en el artículo siguien-
te.
Los honorarios del abogado de la parte vencida en jui-
cio se regularán también aplicando la escala de este
artículo.
Quedan exceptuados de los topes mínimos estableci-
dos, los casos en que el condenado en costas sea una
persona física y que el monto final de la liquidación
mandada pagar sea inferior a veinte (20) jus. En tales
supuestos, la regulación por las tareas en primera o
única instancia no podrá superar el treinta por ciento
(30%) de la liquidación señalada.

73. LA UNIDAD ECONÓMICA Y EL JUS

La ley 8226 refería el jus y la unidad económica a “la remu-


neración básica mensual asignada al cargo de Juez de Cáma-
ra” (art. 34) pero el congelamiento de esa remuneración básica,
mientras el sueldo del magistrado se acrecentaba con adiciona-
les varios y suplementos “no remunerativos”, redujo los valores

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94 02/06/2014, 10:09
ART. 36 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 95

del jus y de la unidad económica muy por debajo de los paráme-


tros que habían sido tomados como justos al tiempo de la sanción
de la norma.
Para sortear este fenómeno, el art. 36 de la ley 9459 fijó la
unidad económica en función de “las remuneraciones y haberes
totales asignados al cargo de Juez de Cámara con una antigüe-
dad de ocho (8) años, incluidos rubros remunerativos y no remune-
rativos” y acordó al jus un valor preciso al tiempo de su sanción
($ 50) reajustable según la variación que sufra la referida re-
muneración del camarista. Para disipar dudas, ha dispuesto a-
demás que el “Tribunal Superior de Justicia deberá informar
el último día hábil de cada mes, a todos los organismos judicia-
les y a los Colegios de Abogados de cada circunscripción judi-
cial el valor del Jus y de la Unidad Económica vigente para el
mes siguiente”.
La antigüedad de los magistrados se computa desde la fe-
cha del título de abogado, y ocho años es el mínimo para ser
designado en el cargo (art. 158, Const. Pcial.) con lo cual la uni-
dad económica queda asimilada a la remuneración mínima que
puede percibir un juez de Cámara, sin computar permanencia en
el cargo; esto así porque si hubiese un camarista con sólo ocho
años de antigüedad en el título, forzosamente tendría que estar
recién designado y, por tanto, no tendría adicional por perma-
nencia.
El 21 de febrero de 2008, el Tribunal Superior ha dictado
el Acuerdo Reglamentario N° 84, mediante el cual comisiona
a la Administración General del Poder Judicial, para la eje-
cución y publicación de los cálculos para fijar la unidad eco-
nómica y el Jus. Hoy por hoy no parece que puedan haber du-
das en la fijación de esos valores y es de esperar que tampoco
los haya en el futuro, pero es tanto el ingenio con que la adminis-
tración pública suele sembrar adicionales, descuentos y rubros
múltiples en la liquidación de los sueldos, que se justifica abri-
gar alguna duda al respecto. Y si tales dudas surgiesen, vale
preguntarse si los valores informados por la Administración
del Poder Judicial tendrán efectos vinculantes para los jueces,
o si estos podrán asignar al jus y la Unidad Económica un va-
lor distinto, según su interpretación de la norma que comenta-
mos. Entendemos que esta última sería la conclusión correcta,
habida cuenta que la función que la ley asigna al Tribunal Su-

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95 02/06/2014, 10:09
96 ADÁN LUIS FERRER ART. 36

perior es tan sólo “informar” el resultado de un cálculo aritmé-


tico, lo que no puede frustrar el ejercicio de la función jurisdic-
cional por parte del Juez, esto es “decir” el derecho en el caso
bajo juzgamiento.

74. LA ESCALA ARANCELARIA

Entre uno y otro extremo de la escala arancelaria, el juez


debe valorar la tarea profesional, a la luz de lo normado por el
art. 39, para fijar el monto de la retribución justa que en el caso
corresponde por el servicio profesional prestado. Desde que es
la ley —no el juez— quien en principio fija el arancel justo, cabe
entender que es aproximadamente el punto medio de la escala
el que corresponde aplicar, cuando la tarea profesional se ha
desarrollado en las condiciones que son habituales en el tipo
de prestación de que se trate166. Sin embargo, algún fallo del
Tribunal Superior sugiere que, frente a una elevada base re-
gulatoria al menos, es necesario que existan puntuales razones
para arribar un punto más elevado que el mínimo de la escala167.

75. EL MINIMO MINIMORUM

Siguiendo los precedentes legislativos sobre la materia, la


ley 9459 mantiene —y parcialmente aumenta— los minimo mini-
morum tarifados en jus, que constituyen la más baja de las re-
tribuciones posibles, cualquiera sea la entidad económica del
litigio y cualquiera el resultado de la gestión.
El mínimo de quince jus para los juicios abreviados, no es
aplicable a los incidentes, aún cuando ese sea el trámite que les
asigna el art. 427 del C. de P.C. La ley se refiere a los “juicios
declarativos abreviados”, y los incidentes no lo son. Esto vale para
las excepciones de previo y especial pronunciamiento, para las

166
Conf: Cám. 8ª Civ. y Com., Sent.N° 112, del 21/10/2003, Semanario Jurídico,
N° 1432 del 30/10/2003.
167
Confr. TSJ, Sala Civ. y Com., A.I. Nº 24 del 25 de febrero de 2009, in re:
“Brizzio, Rubén A. - Declaratoria de Herederos”, citando en el mismo sentido
A.I. Nº 230 del 10/09/2008. En ambos casos se trataba de regular honorarios
por la tarea prestada en una declaratoria de herederos, sin complicaciones.

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96 02/06/2014, 10:09
ART. 36 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 97

cuales el único mínimo aplicable sería el de cuatro jus, estable-


cido para “cualquier acto procesal”168.
Atento a que ese mínimo ha sido establecido para “la trami-
tación total en primera instancia”, la conclusión anticipada del
proceso por allanamiento, desistimiento, etcétera, impone re-
ducirlo en función de las etapas procesales cumplidas, por apli-
cación de los arts. 43 y 45169. La cuestión presenta dudas en los
juicios ejecutivos, en los que la no oposición de excepciones tie-
ne efectos similares al allanamiento, cuestión que analizare-
mos al comentar el art. 81.
Esos minimo minimorum, que inclusive pueden exceder el
monto demandado, están establecidos para asegurar una retri-
bución digna al profesional actuante y, al mismo tiempo, protege
a los litigantes de pequeñas causas, que de no mediar esa retribu-
ción mínima, verían frustrado el acceso a la jurisdicción, ante la
imposibilidad de conseguir abogados que los defiendan170.
Sin embargo, ese objetivo se frustra cuando, en la parte final
del artículo, la ley 9459 innova, diciendo que “quedan exceptua-
dos de los topes mínimos establecidos, los casos en que el condena-
do en costas sea una persona física y que el monto total de la li-
quidación mandada a pagar sea inferior a veinte (20) jus. En tales
supuestos, la regulación por las tareas en primera o única instan-
cia no podrá superar el treinta (30%) de la liquidación señalada”.
Obviamente la aplicación de este límite, puede conducir a
regular honorarios por debajo de lo que puede considerarse
una retribución digna por la tarea cumplida, con la indesea-
ble consecuencia de que no haya abogado dispuesto a asumir
la defensa en ese caso. Más adelante analizaremos la cuestión, a
la luz de los principios constitucionales que ese desenlace con-
mueve 171, pero por el momento analizaremos las condiciones
de aplicación de la norma, a saber:

168
Confr. Cám. Civ. y Com., Villa Dolores, 19/02/2002, LL Cba., 2002, p. 1495.
169
Confr. TSJ, Sala Civil, Auto Nº 173, 05/06/87, y Sent. Nº 119 del 28/10/2003,
in re: “Romero, María Rosa c/ Banco del Suquía S.A. - Ordinario”.
170
Confr. TSJ, Sala Civil y Comercial, 19/09/96, Foro de Córdoba, N° 35, p. 212;
TSJ en pleno, 29/12/1999, Foro de Córdoba, Nº 60, p. 157, entre otros.
171
Ut infra, Nº 77.

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97 02/06/2014, 10:09
98 ADÁN LUIS FERRER ART. 36

Debe entenderse que la regla es aplicable sólo en los jui-


cios por cobro de pesos, ya que sólo en ellos existe una “liqui-
dación mandada a pagar”; y esa liquidación deberá ser de ca-
pital, intereses y gastos, sin incluir los honorarios, desde que
estos son los que debemos calcular. La regulación de honora-
rios se practica en la sentencia (art. 26) oportunidad en la cual
el Juez deberá calcular el total de la condena, incluyendo gas-
tos e intereses, para saber si se exceden o no los veinte jus;
aunque es posible que la liquidación que no llega a esa suma al
momento del fallo, lo exceda cuando la sentencia quede firme y
se ejecute, por el curso de los intereses en ese lapso.
Podría suponerse que, en nombre de la coherencia del sis-
tema, la limitación que nos ocupa debiera trasladarse propor-
cionalmente a las instancias recursivas, pero ocurre que no es
así: no sólo porque el texto alude puntualmente a “la regula-
ción por las tareas en primera o única instancia” (sic) sino que
además, tanto en apelación cuanto en recursos extraordina-
rios, los arts. 40 y 41 fijan mínimos que desbordan ese límite,
cualquiera sea el monto del juicio172.
Finalmente, la norma no se presenta aplicable a los hono-
rarios devengados antes de que exista condena, ya que en ese
estadio procesal no hay una “liquidación mandada a pagar”; así
ocurriría, por ejemplo, con una tercería o un incidente de le-
vantamiento de embargo, cuyos honorarios pueden llegar a ser
mayores que los que correspondan al juicio principal.

76. LA LEY 24.432

La existencia de ese minimo minimorum, que puede supe-


rar inclusive el monto del crédito en litigio, implica des-
cartar la vieja tesis que descalificaba por confiscatorios los
honorarios que excediesen el 33% del monto del juicio, que al-
guna jurisprudencia supo sostener 173 e inclusive tuvo en su

172
Rectificamos aquí lo que al respecto se consignó, erróneamente, en la prime-
ra edición de este comentario, contradiciendo lo que en esa edición se dijo —y se
repite ahora— al comentar el art. 40.
173
Cámara 2ª C. y C., 08/07/87, LL Cba., 1988, p. 691; 25/11/86, LL Cba., 1987,
p. 786.

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98 02/06/2014, 10:09
ART. 36 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 99

momento recepción legislativa174, pero la mejor doctrina desca-


lificó bajo la vigencia de leyes anteriores175.
La sanción de la ley 24.432 y la reforma del art. 505 del Cód.
Civil contenida en su art. 1º difundió la especie que, cualquiera
sea el honorario resultante del arancel, debe ser reducido en
términos que la condena en costas por las actuaciones en prime-
ra o única instancia no supere el 25% de la deuda. No comparti-
mos esa doctrina. La letra de la ley y su inserción en el sistema
normativo imponen asumir que la norma sancionada no está
referida a la cuantificación de los gastos y honorarios judiciales,
sino a “la responsabilidad (del deudor) por el pago de las cos-
tas” y no dice que el costo del proceso, incluidos los honorarios
a regular conforme al arancel, no puedan superar el 25% de la
condena; por el contrario, admite expresamente que lo supe-
ren, cuando condiciona la prorrata entre los profesionales al
supuesto en que “las regulaciones de honorarios practicadas
conforme a las leyes arancelarias o usos locales [...] superen di-
cho porcentaje”. Resulta claro, pues, que el juez debe practi-
car la regulación de honorarios conforme “a las leyes arance-
larias o usos locales” y es sólo al liquidar la deuda que, si el
total de las costas supera el 25% de la prestación que es obje-
to de condena, practicará el prorrateo necesario para ajustar
la condenación en costas a ese límite. Solo así, se explica que en
el art. 12, reformando el art. 8º de la ley arancelaria nacional, se
mantengan y aumenten los honorarios mínimos a que todo abo-
gado tiene derecho, sin limitarlos al 25% de la condena, asu-
miendo que ese límite no está referido a la cuantificación de
las costas, sino a la parte de ellas por la que debe responder
el vencido176.

174
Ese límite estaba impuesto por el art. 17 de la ley 6052.
175
TSJ, Sala C. y C., 21/06/88, reseñado por ANDRUET, Armando S. (h) - BUSTOS
ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., p. 108, Nº 505 y ss.; VENICA,
Oscar H., “Límite a los honorarios de abogado”, LL Cba., 1984, ps. 578 y ss.
TSJ, Sala Civil y Comercial, 19/09/96, Foro de Córdoba, N° 35, p. 212.
176
También se mantiene la escala arancelaria de hasta el 20% del monto del
juicio(art. 7º de la ley 21.839, no modificado) que sumado a los honorarios por
procuración (art. 9º, ratificado) lleva el máximo al 24%, con lo cual ineludible-
mente las costas totales, incluyendo la tasa de justicia, superarán el 25% de la
condena.

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99 02/06/2014, 10:09
100 ADÁN LUIS FERRER ART. 36

La pregunta obvia es ¿qué ocurre con la parte de honorarios


regulados que queda fuera de la condena en costas? Sencilla-
mente quedarán a cargo de quien es deudor de ellos, es decir, en
el caso del abogado, su comitente, que adeuda todos los honora-
rios regulados a su apoderado o patrocinante, sin perjuicio de que
la condena en costas (ahora limitada) le permita resarcirse contra
el condenado. Porque —bueno es recordarlo— la causa del dere-
cho a cobrar honorarios es el contrato celebrado entre el abogado
y su cliente y éste es el deudor primero de esa obligación; la con-
dena en costas importa una obligación de reembolso de los gastos
que ha debido afrontar el vencedor para defender su derecho y el
nuevo art. 505 del CC lo que hace es limitar la responsabilidad del
deudor frente a esa obligación de reembolso, impidiendo que el
vencedor en el pleito recupere totalmente los gastos en que ha in-
currido; sólo podrá hacerlo hasta el 25% de la obligación principal.
Esta conclusión fluye no sólo del texto de los arts. 1º y 8º
de la ley 24.432, sino de la inserción del primero de ellos como
agregado al art. 505 del Cod. Civil, referido a los efectos de las
obligaciones. Cuando la ley ha querido condicionar o limitar el
precio de los servicios prestados en un proceso, lo ha hecho en
el art. 3º, reformando el art. 1627 del Cód. Civil, evidenciando
que la inclusión del texto del art. 1º como agregado al 505, no es
inadvertida, sino fruto de la efectiva intención de no alterar
los aranceles locales, sino simplemente limitar, en beneficio
del vencido, los alcances de su “responsabilidad por el pago de
las costas”, tal como dice el texto.
Ésta es la doctrina adoptada por el Tribunal Superior de
Justicia de Córdoba177, en alguna medida por la Corte Supre-
ma178 y por diversas cortes provinciales179, aunque no ha mere-
cido idéntica recepción en todas las jurisdicciones.

177
Confr. TSJ, en pleno, 29/12/1999, Foro de Córdoba, Nº 60, p. 157, ya citado.
Sala Cont. Adm., Sent. Nº58, del 6/08/2007, in re: “Defacci, Alicia Beatriz y o-
tras c/ Pcia. de Córdoba - Plena Jurisdicción”, entre otros.
178
Conf: CS, 12/09/1996, Fallos 319-1915, votos Dres. Nazareno, Fayt y Vázquez.
Sin embargo, en otras oportunidades el Alto Tribunal ha revocado regulacio-
nes de honorarios que consideró excesivas, invocando la ley 24.432 (conf.: CSJN,
14/02/2006, in re “DNRP c/Vidal de Docampo, Clara Aurora s/ ejecución fiscal",
Semanario Jurídico N° 1550 del 23/03/2006).
179
Conf. Superior Tribunal de Corrientes, in re: “Tabarez, Andrés S. c/ Dirección
Provincial de Energía de Corrientes y/u otro”, 15/11/1996, LLLitoral 1997-337,

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100 02/06/2014, 10:09
ART. 36 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 101

77. LAS PEQUEÑAS CAUSAS Y LA CONSTITUCIÓN

El sistema resultante del artículo en comentario y de la


ley 24.432, genera un par de desenlaces reñidos con principios
constitucionales, a saber.
En primer lugar, si asumimos que el derecho del abogado
a una retribución digna por su trabajo tiene sustento en los
arts. 14 y 14 bis de la Constitución Nacional180, tal como lo tie-
ne dicho la Corte Suprema en numerosos pronunciamientos181,
y advertimos que esa mínima retribución digna se expresa en
los minimo minimorum que establece el artículo en comenta-
rio, el desenlace obligado es la inconstitucionalidad de la últi-
ma parte del artículo, en cuanto posibilita para los juicios por
menos de veinte jus una retribución inferior al mínimo antes
referido182. Tal como lo hemos desarrollado al comentar el
art. 1º de la ley, el Juez está habilitado a desbordar el arancel
—en más o en menos— cuando su aplicación mecánica con-
duzca a un resultado no querido por el sistema y lesivo de
las garantías constitucionales183. La aplicación de esa regla, exi-
ge prescindir de la limitación que para la aplicación del aran-
cel mínimo dispone la última parte del art. 36 184.
En segundo término, cuando en las pequeñas causas la li-
mitación a la condena en costas que dispone la ley 24.432, hace
que el costo del litigio a cargo del vencedor absorba una parte

La Ley Online AR/JUR/2682/1996; Superior Tribunal del Chaco, Sala I en lo


Civil, Comercial y Laboral, in re: “S., M.I. y otros c/ Fábrica S.R.L.”, 30/11/2006,
La Ley Online AR/JUR/10242/2006.
180
Confr. TSJ, en pleno, 29/12/1999, Foro de Córdoba, Nº 60, p. 157, ya citado.
181
Entre otros, los que están publicados en LL, 1977-D-184; 1977-C-425; 1978-
D-503 y 1980-A-580.
182
Conf. Cám. 5ª Civ. y Com. Sent.N° 143 del 17/12/2008, in re “Greenway, Martha
Violeta c/ Oviedo, Miguel Lucas - Ejecutivo”, Semanario Jurídico, N° 1692 del
115/02/2009 (este fallo argumenta, además, que la norma violenta la garantía
de igualdad (art. 16, CN) porque sienta una regla de excepción para las perso-
nas físicas, lo que importa una discriminación injustificada para las perso-
nas jurídicas).
183
Véase ut supra, Nº 2.
184
Conf. Cám. 3ª. Civ. y Com. 22/06/2010, in re “Revellino, Hugo c/ Flores, Ma-
nuel Timoteo”, Foro de Córdoba, N° 145, p. 324; Cám. 4ª Civ. y Com. Sent. N° 77
del 28/05/2009, Semanario Jurídico N° 1714 del 09/07/2009, p. 61.

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101 02/06/2014, 10:09
102 ADÁN LUIS FERRER ART. 37

substancial o la totalidad del crédito que motivó el pleito, ese


desenlace resulta violatorio del derecho de propiedad (art. 17,
CN) y de hecho frustra el acceso a la jurisdicción (art. 18, CN)
además de violentar en Córdoba la regla del art. 49 de la Const.
Pcial. La consecuencia obligada, es declarar la inconstitu-
cionalidad de la ley 24.432 para este caso y poner todas las
costas a cargo del vencido185.

Cobro de impuestos, tasas, contribuciones,


tarifas y multas

Art. 37. En los juicios por cobro de impuestos, tasas, con-


tribuciones, tarifas y multas, iniciados por el Estado
Provincial, municipalidades, comunas, entes autárqui-
cos provinciales prestadores de servicios, agencias o
concesionarios de servicios públicos, la base de los ho-
norarios profesionales en primera instancia, cuando
no se opongan excepciones ni se planteen incidentes, no
podrá superar el cincuenta por ciento (50%) del capital
actualizado a la fecha de regulación de los honorarios,
conforme a la legislación de fondo vigente.
Cuando se realice un acuerdo judicial o extrajudicial
por cobro de impuestos, tasas, contribuciones, tarifas
y multas, los honorarios que se devengaren a favor de
los profesionales actuantes en representación de dichos
entes, se regulan y perciben en iguales condiciones, tiem-
po y modo que la deuda principal, siendo su cuantía en
base al importe acordado con el deudor sobre capital e
intereses demandados o reclamados. En ningún caso las
cuotas por honorarios de dichos profesionales podrán ser
inferiores a un (1) Jus.
Cuando el cobro de la deuda principal se haga a través de
una dación en pago, los honorarios del profesional actuan-
te se perciben con la realización del bien o bienes recibi-
dos.
Esta norma será de aplicación obligatoria tanto para el
letrado como para el comitente y su incumplimiento será
sancionado, a pedido de parte, con una multa a favor del
deudor, equivalente al cincuenta por ciento (50%) del ho-
norario reclamado.

185
Es la solución adoptada por el TSJ, en pleno, en fallo del 29/12/1999, Foro de
Córdoba, Nº 60, p. 157, ya citado.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


102 02/06/2014, 10:09
ART. 37 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 103

78. LOS HONORARIOS EN LAS EJECUCIONES FISCALES

Las ejecuciones fiscales han merecido un tratamiento espe-


cial a partir de la inclusión en la ley 7269 del art. 34 bis, que li-
mitaba para estos casos el minimo minimorum del art. anterior,
al cincuenta por ciento de la suma demandada. La ley 8226 si-
guió en esa línea en su artículo 35, pero con un texto que condu-
cía a un resultado totalmente distinto, ya que lo que reducía al
cincuenta por ciento de lo demandado era la base regulatoria,
no los honorarios a regular. Así, mientras la ley 7269 protegía
a los deudores de sumas pequeñas, para los cuales el minimo
minimorum podía ser largamente superior al capital e intere-
ses adeudados, la ley 8226 dejó a estos pequeños contribuyen-
tes inermes frente a esa posibilidad, beneficiando en cambio a
quienes adeuden montos importantes, que afrontan la mitad
de los honorarios que hubiesen debido pagar con motivo de la
ejecución de otras obligaciones. Mientras el texto anterior pro-
curaba beneficiar —a costa del abogado— a los pequeños deu-
dores, la ley 8226 les quitó ese beneficio, para transferirlo —
siempre a costa del abogado— a quienes sean demandados por
sumas importantes. Un desenlace insólito y tal vez no querido
por los legisladores, pero impuesto por un texto que no admi-
tía otra interpretación literal.
Con el objeto de no cohonestar ese resultado, alguna juris-
prudencia apeló a recursos interpretativos que, apartándose
del tenor literal del artículo, apostaban a superar el aparente
error del legislador, limitando el minimo minimorum a un cin-
cuenta por ciento del monto del juicio. Aunque forzada, esa in-
terpretación encontraba apoyo en que el art. 34 de la ley 8226,
cuando fijaba el minimo minimorum para la tramitación de todo
juicio en primera instancia, dejaba a salvo “lo dispuesto en el ar-
tículo siguiente” (sic) de donde resultaba que el legislador, cuando
en el artículo siguiente puso el tope del cincuenta por ciento de la
deuda, en realidad quiso a acotar a ese límite aquél “minimo mi-
nimorum”, y no desbaratar el sistema con una reducción de la
base regulatoria186. Ha habido, sin embargo, otros fallos que se

Con diversos argumentos, han apuntado en ese sentido Cam. Civ. y Com. Río
186

Cuarto, A.I. Nº 56 del 28/06/95, Foro de Córdoba, Nº 32, p. 149 y fallo del 28/06/1995,

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


103 02/06/2014, 10:09
104 ADÁN LUIS FERRER ART. 37

atuvieron al texto de la ley y aplicaron el minimo minimorum en


las ejecuciones fiscales, aún cuando importase una suma mayor
al cincuenta por ciento de la deuda en ejecución187.
La ley 9459 ha reprodujo textualmente los que suponíamos
errores de la ley 8226. Ésa insistencia del legislador, luego de
años de doctrina y jurisprudencia que han apuntado lo que has-
ta aquí hemos referido, constituye un obstáculo para continuar
suponiendo que se trata de un error, y que el artículo 37 quiere
decir algo distinto de lo que textualmente dice. Tal parece que
la ley quiere, nomás, que los minimo minimorum del art. 36 no
se reduzcan en las ejecuciones fiscales. Ésa es, por otra parte, la
conclusión compatible con la postulación de esos mínimos como
el valor por debajo del cual, la retribución del servicio profesio-
nal deja de ser digna y violenta el derecho a una retribución
justa (arts. 14 y 14bis, CN)188.

79. LOS ACUERDOS DE PAGO

En las ejecuciones fiscales, los honorarios de los abogados del


ejecutante están sujetos a lo que pacte o disponga su comitente,
en caso de transacciones, acuerdos o moratorias. Siendo que el
Código Arancelario es aplicable sólo cuando no existe pacto de
honorarios (art. 1º) va de suyo que el abogado puede acordar con
el ente recaudador una modalidad distinta, que deje sus ho-
norarios a salvo de acuerdos o moratorias impositivas. El
abogado que acepta y ejerce el mandato sin formular reservas,
se atiene voluntariamente a la aplicación del artículo que co-
mentamos y, en consecuencia, sus honorarios sufrirán la mis-
ma quita y/o espera que el ejecutante pacte para el cobro de la
deuda, sin más límite que la cuota mínima de un jus que, aun-
que el artículo no lo dice, debe entenderse que es una cuota men-
sual. Obviamente no podría el ente recaudador sujetar el pago

LL Cba., 1996, p. 149; Cam. Civ. y Com. Villa Dolores, SJ, 1994-A-433, reseñado
por VENICA, Oscar H.- DE SOUZA, Roxana A.- FILIBERTI, Graciela del Carmen, ob.
cit. p. 145.
187
Cam. 5ª Civ. y Com., BJC, 1998-II-556, reseñado por VENICA, Oscar H. - DE
SOUZA, Roxana A. - FILIBERTI, Graciela del Carmen, ob. cit. p. 142.; Cám. 8ª Civ. y
Com., 06/11/2003, LL Cba., 2004, p. 308.
188
Véase ut supra, Nº 77.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


104 02/06/2014, 10:09
ART. 37 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 105

de los honorarios, a una quita o espera mayor o más severa que


la que convenga para la deuda en ejecución, porque el artículo en
comentario no lo autoriza.
Este condicionamiento para el cobro de honorarios, al igual
que otras modalidades que sean propias de la reglamentación
del ente estatal de que se trate y hayan sido aceptadas expresa
o tácitamente por el abogado, rigen para la tarea profesional
cumplida en ejercicio de la procuración fiscal, aún cuando el
poder haya sido revocado o renunciado con posterioridad189.
El problema se plantea si el ente recaudador condona ínte-
gramente la deuda; ¿conllevará ello la pérdida por el abogado
del derecho a cobrar sus honorarios? Creemos que no, ya que
tal hipótesis no ha sido prevista en el texto legal y la intención
de renunciar a un derecho no se presume y es de interpreta-
ción restrictiva (arg. art. 874, Cód. Civ.). Si la deuda se condona,
el abogado, que es dueño de los honorarios devengados (art. 5º,
ley 9459) tiene derecho a cobrarlos íntegramente a los obliga-
dos a su pago.

80. LA DACIÓN EN PAGO

El tercer párrafo del artículo alude al caso en que “el cobro


de la deuda principal” se haga a través de una dación en pago,
y dispone que en este caso los honorarios “se perciben con la
realización del bien o bienes percibidos”.
Obviamente se trata de un error, ya que si la dación en pago
cubre la deuda principal, no los honorarios, éstos siguen adeu-
dados por el condenado en costas y su cobro no puede depender
de la realización de un bien que ha pasado a manos del ente re-
caudador. Para tornar razonable el artículo, es necesario enten-
der que la hipótesis planteada es aquella en que la dación en
pago comprende la deuda principal y sus accesorios (entre otros,
los honorarios) supuesto en el cual la norma consagra una mu-
tación de la condena en costas, desde que se libera al deman-
dado para asumir la deuda exclusivamente el ente accionante,
receptor de la dación en pago.

189
Conf. Cám. 6ª Civ. y Com. A. N° 543 del 17/11/2009, in re “Dirección General
de Rentas de la Provincia de Córdoba c/ Falchetto, Carlos A.”.

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105 02/06/2014, 10:09
106 ADÁN LUIS FERRER ART. 38

Así consumada la cancelación de la deuda en ejecución, el


abogado cobrará sus honorarios de su comitente, cuando éste
realice el bien recibido. Claro está que el ente recaudador pue-
de decidir la incorporación del bien recibido al dominio públi-
co, o bien demorar ilimitadamente su venta, por lo que debe
reconocerse acción al abogado para reclamar sus honorarios,
previa fijación de plazo (art. 509, CC). Lo contrario permitiría
al deudor (el ente recaudador) postergar el pago sine die.

81. LA MULTA

No resulta fácil desentrañar el sentido y alcances del últi-


mo párrafo del artículo que comentamos. La obligatoriedad de
la norma comprende no sólo al letrado y su comitente, como
dice el artículo, sino también a los demandados y a los terce-
ros, tal como ocurre con todo el Código Arancelario y todo el
ordenamiento legal. No se advierte cuál es el incumplimiento
en que puedan incurrir el ente recaudador y su abogado, que
habilitaría al deudor a reclamar la multa que el artículo prevé.
Dado que la sanción se tarifa en un porcentaje “del honorario re-
clamado”, vale deducir, que el hecho punible sería el reclamo de
honorarios por encima de lo que resulta del ordenamiento, pero
ocurre que tal reclamo será objeto de juzgamiento y correspon-
de al juez decidir si la petición es legítima o no, sin que pueda
sancionarse al demandante perdidoso, porque demandar hace
al derecho a la jurisdicción, que no puede ser denegado. En de-
finitiva, no creemos que en la práctica la multa pueda ser apli-
cada, porque la norma no contiene una comprensible tipificación
legal del hecho que se pretende sancionar.

Cobro de acreencias
en que el Estado es parte

Art. 38. En las gestiones judiciales o extrajudiciales de


cobro de acreencias en las que el Estado Provincial, mu-
nicipalidades, comunas, entes descentralizados, autárqui-
cos provinciales, agencias y entidades financieras sean
parte, los honorarios que se devengaren a favor de los
profesionales actuantes en representación de dichos
entes, se regulan y perciben en iguales condiciones, tiem-
po y modo que la deuda principal.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


106 02/06/2014, 10:09
ART. 38 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 107

En ningún caso las cuotas por honorarios del profesio-


nal actuante podrán ser inferiores a 1 (un) Jus. Igual
forma de percepción corresponderá a los honorarios
acordados en los arreglos judiciales o extrajudiciales.
Cuando el cobro de la deuda principal se haga a través de
una dación en pago, los honorarios del profesional ac-
tuante se perciben con la realización del bien o bienes
recibidos. En caso de violación de la presente norma,
será de aplicación la multa prevista en el art. 37 de este
Código.

82. ÁMBITO DE APLICACIÓN

La norma guarda analogía con el artículo anterior, pero se


extiende al cobro de todos los créditos estatales (no sólo impues-
tos, tasas, etc.) al tiempo que incluye entre los acreedores a to-
dos los entes descentralizados y autárquicos (no sólo a los que
sean prestadores de servicios) y a las entidades financieras.
Tanto el título que el legislador le puso al artículo (“cobro
de acreencias en que el estado es parte”) cuanto su asimilación
con el artículo anterior y los términos en que ha sido redacta-
do, parecen excluir los créditos que, aunque tengan por titu-
lar a un ente estatal, resultan de relaciones jurídicas de dere-
cho privado. Consecuentemente, no comprende a las acciones
que los bancos oficiales puedan promover para obtener el co-
bro de créditos acordados a sus clientes, ni los juicios en que
el estado o sus entes autárquicos reclamen el resarcimiento
de daños, u otra deuda de causa ajena al derecho público. Bien
es cierto que normalmente esta gestión profesional es cumpli-
da por abogados integrantes de la Procuraduría del Tesoro, o
asesores contratados por bancos, municipios u otros entes esta-
tales, que se encuentran sujetos a un régimen específico que re-
gula su actividad profesional; pero si el Estado o uno de sus en-
tes autárquicos contratan los servicios de un abogado particular,
a mi juicio la fijación y cobro de sus honorarios deben regularse
por el contrato que celebren o, en su defecto, por el régimen
arancelario común. Imponer a un abogado particular, que se
relaciona con su comiente a través de un contrato de manda-
to o locación de servicios, un tratamiento discriminatorio res-
pecto de los que prestan servicios análogos a los sujetos de dere-
cho privado, con motivo de obligaciones de la misma naturaleza,
estaría reñido con la regla de igualdad que garantiza el art. 16 de
la Constitución Nacional.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


107 02/06/2014, 10:09
108 ADÁN LUIS FERRER ART. 39

83. ALCANCES

El artículo en comentario se remite a la norma contenida en


el artículo anterior; pero esa remisión no es a nuestro juicio tan
amplia como prima facie podría suponerse. En efecto: el artículo
no dice que los honorarios deban ser regulados sobre la misma
base que fija el art. 37, sino que “se regulan y perciben en iguales
condiciones, tiempo y modo que la deuda principal”. Percibir los
honorarios en iguales condiciones, tiempo modo que la deuda
principal, significa aplicarles el sistema que hemos comentado
en los números 79 y 80; pero decir que “se regulan” igual que la
deuda principal, no implica declarar aplicable el arancel fijado
en la primera parte del art. 37, y obviamente la deuda principal
no es objeto de “regulación”, al menos en el sentido que esa ex-
presión tiene en materia de honorarios. Creemos, pues, que el
arancel aplicable en estos juicios será lisa y llanamente el que
prevé la regla general del art. 36, sin la reducción que impone
el art. 37; esto en especial meritando que no cuadra hacer in-
terpretaciones extensivas de las normas de excepción, y la del
art. 37 lo es (además de confusa y poco razonable, según hemos
visto)190.

84. LA DACIÓN EN PAGO Y LA MULTA

El último párrafo del artículo en comentario, reproduce la


parte final del art. 37 y merece, en consecuencia, el mismo co-
mentario, al cual nos remitimos191.

Reglas de evaluación cualitativa

Art. 39. Para regular los honorarios se debe tener en


cuenta:
1) El valor y la eficacia de la defensa;
2) La complejidad de las cuestiones planteadas;
3) La novedad de los problemas jurídicos debatidos;
4) La responsabilidad que el profesional comprometa
en el asunto;
5) El éxito obtenido;

190
Ut supra, Nº 78.
191
Ut supra Nº 80 y 81.

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108 02/06/2014, 10:09
ART. 39 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 109

6) El valor de precedente que tenga, para el


beneficiario de los servicios, el éxito de la gestión;
7) La cuantía del asunto;
8) La posición económica y social de las partes;
9) La trascendencia moral del asunto;
10) El tiempo empleado en la solución del litigio, siempre
que la demora no sea imputable a los profesionales, y
11) La gravedad y número de los delitos o faltas imputados.

85. APLICACIÓN DE LA NORMA

El texto en comentario se viene repitiendo en el Código A-


rancelario desde el art. 35 de la ley 7269 y poca atención ha
merecido a la hora de regular honorarios, salvo en los casos en
que ha mediado controversia puntual sobre el tema y alegación
de las partes al respecto. La exigencia de ponderar expresa-
mente los extremos del art. 39, que el art. 29 impone en toda
regulación de honorarios, apunta a superar ese vicio, pero no
creemos que lo logre más allá de la pura formalidad, según lo
hemos expuesto al comentar el art. 29192.
Sin embargo, la enorme amplitud de la escala que resulta de
las alternativas que ofrece la base regulatoria (art. 31) y el aran-
cel (art. 36) que se multiplica en los recursos (art. 40) y en los
incidentes (art. 83) justifica prestar atención a las pautas cua-
litativas que condicionan la regulación de honorarios, para lle-
gar a una retribución de la tarea profesional que, en tan exten-
dido arco de posibilidades, acierte en una cifra justa.
Conforme al art. 140 bis del C. de P.C. (incorporado por
ley 8904) el artículo que comentamos no sería de aplicación
en los juicios de sucupación, ya que en ellos la regulación debe
practicarse “aplicando el mínimo de la escala que prevea la nor-
ma arancelaria” (sic), lo que no deja espacio para valoración al-
guna de la tarea profesional desplegada. Entendemos que la
regla es aplicable al supuesto habitual, en que el proceso se
desarrolla sin contradictor, es decir sin oponente que partici-
pe en el pleito reclamando sobre el inmueble derechos incom-
patibles con lo que invoca el actor y solicitanto, en consecuencia,
el rechazo de la demanda. A nuestro juicio el proceso de usuca-
pión, cuando importe en debate entre pretensiones popuestas,

192
Ut supra, Nº 50.

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109 02/06/2014, 10:09
110 ADÁN LUIS FERRER ART. 40

no está sujeto a la regla del art. 140 bis del C. de P.C.; esto así
porque es precisamente la falta de contradicción la que podría
justificar la falta de ponderación de los diversos elementos cua-
litativos a que alude el art. 39 que comentamos y, por otra par-
te, porque el art. 140bis —su texto lo dice en forma expresa—
consulta los fines que son propios de la ley 8804, esto es “el sa-
neamiento de los títulos a la propiedad y el relevamiento de la
situación posesoria de los inmuebles urbanos y rurales ubica-
dos en todo el territorio provincial” (art. 1° ley citada), lo que
poco tiene que ver con una disputa entre pretensores de dere-
chos reales sobre un inmueble.

Recursos ordinarios

Art. 40. Por las actuaciones de segunda instancia se re-


gula entre el treinta por ciento (30%) y el cincuenta por
ciento (50%) de la escala del artículo 36 de esta Ley y se
toma como base el monto de lo que haya sido materia
de discusión en la Alzada.
La sola interposición de un recurso que no deba ser fun-
dado no devenga honorarios. En el caso de recursos
que requieran fundamentación, si la articulación es
rechazada el profesional tiene derecho al treinta por
ciento (30%) de los honorarios que pudieren corres-
ponder por el recurso tramitado.
La regulación de honorarios mínima para recursos
ordinarios en segunda instancia será de ocho (8) Jus.

86. ÁMBITO DE APLICACIÓN

Las actuaciones de segunda instancia son, a nuestro juicio,


las que corresponden al trámite de los recursos ordinarios. No
estarían comprendidos, en consecuencia, las articulaciones inci-
dentales que se planteen ante el Tribunal de Grado, las que que-
dan sujetas al arancel previsto en el art. 83, bien entendido que
en este caso el valor del juicio está dado por lo que es materia
de discusión en la alzada.
Sin embargo, ésa no es la solución adoptada por el Tribunal
Superior de Justicia que, tanto bajo la vigencia de la ley 7269193

193
Sala Civil, Auto Nº 229, del 02/06/86, Foro de Córdoba, Nº 3, p. 130, entre
otros.

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110 02/06/2014, 10:09
ART. 40 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 111

cuanto después de sancionada la ley 8226 194, ha sostenido que


los incidentes planteados ante esa sede, devengan los honora-
rios previstos para los incidentes (art. 83) reducidos por apli-
cación del artículo en comentario. Volveremos sobre el tema al
comentar el art. 83.

87. LA BASE REGULATORIA EN APELACIÓN

El primer párrafo del art. 40 de la ley 9459, está copiado del


art. 37 de la ley 8226, que a su vez era copia del texto contenido
en la ley 7269. En aquél primer Código Arancelario, signado por
la unidad de la base regulatoria, que era la misma para el actor
y para el demandado y cualquiera fuese el resultado de la ges-
tión, la aplicación de la norma no ofrecía dudas. Reformado el
sistema y habida cuenta lo normado por el art. 31 de la ley ac-
tual, el artículo que comentamos ofrece las siguientes inter-
pretaciones posibles: a) considerar aplicable el art. 31 y regu-
lar a cada abogado, por su trabajo en segunda instancia, entre
el treinta y el cincuenta por ciento de la escala del art. 34, so-
bre la misma base regulatoria correspondiente a la primera
instancia, establecida en función del resultado final del juicio;
b) hacer una aplicación literal de la ley, limitando el art. 31 a la
primera instancia y tomando como base regulatoria en la segun-
da “el monto de lo que haya sido motivo de discusión en la alzada”
(art. 40) tanto para una cuanto para la otra parte y con prescin-
dencia del resultado del pleito y del recurso; c) aplicar el art 31
en la segunda instancia, tomando al apelante como actor y al
apelado como demandado, y a la expresión de agravios como de-
manda, que merecerá o no acogimiento, total o parcial, según se
revoque o no la sentencia, en lo que ha sido materia de impug-
nación.
La primera de las soluciones sugeridas implica desconocer
la autonomía que, a los fines de la regulación de honorarios e
imposición de costas, tiene la instancia recursiva. Por otra par-
te, importa contradecir el texto legal, al no tomar “el monto de
lo que haya sido motivo de discusión en la alzada” como base

Sala Civil, A.I. Nº 249, del 25/08/1997, in re: “Marcotegui, Luis Ángel c/ Amérito
194

Walter Romagnoli - Reivindicación”; 04/11/1998, autos “Bco. de la Pcia. de Cór-


doba c/ Pilades Ricci, Luis”, LL Cba., 1999, p. 1273.

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111 02/06/2014, 10:09
112 ADÁN LUIS FERRER ART. 40

regulatoria. Valga un ejemplo: si demandados 100 el fallo de


primera instancia acordó 70 y apelada la sentencia por el ac-
tor el fallo se confirma, regular por la segunda instancia sobre
la base que impone el resultado final del juicio (70), es exceder
el límite de lo discutido en la apelación (30) amén de que, aunque
parcialmente exitoso en el resultado final, el actor fue vencido
en el recurso y deberá pagar las costas de segunda instancia.
La segunda interpretación posible, ajustada literalmente al
texto del art. 40, resulta seductora por su simpleza, pero puede
conducir a resultados insólitos. Veamos: quien demanda cien y
apela la sentencia que rechaza esa demanda, concluyendo el
recurso en la confirmación del fallo de primera instancia, ten-
dría honorarios cuyo cálculo debería hacerse sobre una base de
entre 10 y 30 para la primera instancia (art. 31, inc. 1) y sobre
una base de entre 30 y 50 para la segunda (art. 40); así, resulta-
ría mejor remunerado el recurso que todo el juicio sustanciado en
primera instancia, ambos con el mismo resultado adverso (?).
Por último, aplicar el art. 31 en la segunda instancia toman-
do a apelante y apelado como actor y demandado y a la expre-
sión de agravios como demanda, es conclusión que respeta el
texto del art. 40 (se asigna al litigio un contenido determinado
por lo que es objeto de discusión en la alzada) al tiempo que se
proyecta sobre la segunda instancia el criterio para fijar la base
regulatoria previsto en el art. 31, signado por el resultado de la
gestión cumplida. Hasta aquí, las virtudes de esta solución, pero
fuerza es reconocer que el art. 31 habla de los abogados de una
y otra parte, la demanda y la sentencia, en forma claramente
referida al contenido sustancial del litigio y su resultado con
respecto a las pretensiones deducidas al accionar, no al cues-
tionamiento del fallo de primera instancia, que es la “materia
litis” del recurso195. Por otra parte, toda la crítica que impulsó
la reforma de la ley 7269, receptada en su momento por algún
fallo196 y en la discusión parlamentaria de la ley 8226, hacía hin-

195
“El objeto de la apelación es la revisión de la sentencia de primera instancia”
(COUTURE, Eduardo J., Fundamentos del derecho procesal Civil, 3ª ed., Depalma,
Buenos Aires, 1997, Nº 219, p. 354).
196
TSJ, Sala Laboral, 18/05/92, reseñado—con nuestra crítica— en Foro de Cór-
doba, Nº 12, ps. 73 y ss.

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112 02/06/2014, 10:09
ART. 40 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 113

capié en la supuesta injusticia de que los honorarios del aboga-


do se calcularan en base al monto demandado, que supuesta-
mente él mismo determinaba, cuestión ajena al recurso de ape-
lación, cuyo objeto es cuestionar el acierto del fallo de primera
instancia y donde el apelante —asimilable al actor— puede ser
el demandado en el juicio, que enfrenta el litigio en los térmi-
nos y por el monto impuesto por su oponente. Tal parece que
llevar el esquema del art. 31 a la regulación en segunda instan-
cia, no fue cosa tenida en mira por el legislador al sancionar la
ley 8226, sin que ahora se haya introducido modificación alguna
al respecto.
Como vemos, es sencillamente imposible formular sobre el
tema una interpretación que responda al texto legal, sea com-
patible con la intención inequívoca del legislador y no conduzca
a soluciones aberrantes. Es por ello que en la práctica las regu-
laciones de honorarios en instancias recursivas, a lo largo de
los quince años de vigencia de la ley 8226 y los cuatro transcu-
rridos desde la promulgación de la 9459, presentan soluciones
múltiples y contradictorias. Con todas las vacilaciones que im-
pone resolver la cuestión así planteada, nos inclinamos por la
última de las soluciones posibles: tomar como valor del litigio
lo que ha sido materia del recurso y conforme a él determinar
la base regulatoria para uno y otro abogado, según el acogimien-
to que la impugnación merezca en el fallo197. Habiendo recurri-
do ambas partes, es ineludible un tratamiento autónomo para
cada recurso, en orden a la imposición y tarifación de las costas.

88. LA INTERPOSICIÓN DEL RECURSO

El segundo párrafo del artículo en comentario, dispone que


“la sola interposición de un recurso que no deba ser fundado, no

197
Es el criterio que la Sala Civil y Comercial del Tribunal Superior adoptó en
A.I. Nº 345, del 17/11/97, en autos “Ansaco S.A. c/ Carlos Alberto Moreyra y otro
P.V.E. - Ordinarizado”, publicado en BJC, t. IV, octubre-diciembre 1997, p. 1070.
En el mismo sentido: Cam. Civ. y Com. Río Cuarto, A.I. Nº 184 del 03/11/97,
Foro de Córdoba, Nº 49, p. 294.; Cám. Civ. y Com., Marcos Juárez, A.I. Nº 39 del
16/04/2003, Foro de Córdoba, Nº 94, p. 318. En contra, tomando como base regu-
latoria el monto de la condena, inferior a lo discutido en la alzada, Cám. 5ª Civ.
y Com., A.I. Nº 3, del 08/02/1995, Foro de Córdoba, Nº 29, p. 149.

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113 02/06/2014, 10:09
114 ADÁN LUIS FERRER ART. 40

devenga honorarios”; esto es ni siquiera el mínimo de cuatro jus


con que el art. 36 retribuye “cualquier acto procesal”. Es una so-
lución razonable, ya que para apelar ni siquiera se requiere
patrocinio letrado (art. 80, in fine y 81, inc. 1, del C. de P.C.) tal
que no existe un servicio profesional significativo.
En cuanto a los recursos que requieren ser fundados en el
acto de interponerlos (apelación en los amparos, por ejemplo,
art. 15 de la ley 4915) si son concedidos, se aplica el primer pá-
rrafo del artículo, según lo hemos desarrollado en el Nº 87; y si
no se los concede, la ley dispone que “el profesional tiene dere-
cho al treinta por ciento (30%) de los honorarios que correspon-
der por el recuerso tramitado .
La denegación del recurso por el Juez de Primera Instan-
cia, tiene efectos substanciales análogos al rechazo de la apela-
ción por el Tribunal de Grado. Siendo así, “los honorarios que
pudieran corresponder por el recurso tramitado”, a que alude
la norma, no son otros que los que hubiesen correspondido si,
tramitado el recurso, no mereciese acogida en la alzada. En
caso de que la apelación haya sido denegada ab initio, esos ho-
norarios se reducen al treinta por ciento. Dicho de otro modo:
si el recurso se concede y la Cámara confirma el fallo de pri-
mera instancia, la base regulatoria es entre el diez y el treinta
por ciento de lo que fue motivo de agravio y sobre esa base se
aplica entre el treinta y el cincuenta por ciento de la escala
(arts. 31, 36 y 40)198; si la apelación es denegada por el Juez de
Primera instancia, la regulación así calculada se reduce al trein-
ta por ciento.

89. EL RECURSO DIRECTO

El Código Arancelario no ha fijado los honorarios que co-


rresponden a la articulación de un recurso directo.
Según veremos al comentar el artículo siguiente, referido a
los recursos extraordinarios, el Tribunal Superior de Justicia
tiene reiteradamente dicho que “la regulación de honorarios
que se practica en Sede extraordinaria constituye un importe

198
Tal la conclusión que resulta de lo dicho al comentar el primer párrafo del ar-
tículo, ut supra, Nº 87.

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114 02/06/2014, 10:09
ART. 40 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 115

único, en el cual se incluye tanto el trabajo profesional prestado


en el recurso de casación, cuanto el desarrollado en la queja de-
rivada de la denegatoria de la totalidad o parte de aquél […]
La solución se justifica porque —en última instancia— el recur-
so directo no es sino una etapa de una misma impugnación”199.
Esa doctrina es vulnerable a las críticas que enunciaremos
al comentar el artículo siguiente, pero al margen de ello, se
sustenta en el hecho de que en el Tribunal Superior, un pro-
nunciamiento único resuelve la procedencia de la queja y, en
su caso, el recurso indebidamente denegado (art. 407, CPC)
pero no ocurre lo mismo en la instancia ordinaria, en la que el
recurso directo es motivo de un pronunciamiento autónomo,
referido a la admisibilidad del recurso (arts. 403 a 406, CPC)
y si merece acogida, la Cámara dispone traer el expediente, a
fin de tramitar la apelación y oportunamente dictar resolu-
ción sobre el fondo de la cuestión (art. 406, CPC).
Siendo así, la referida jurisprudencia, sentada para la que-
ja ante el Tribunal Superior de Justicia, no parece fácilmen-
te trasladable al recurso directo articulado en la Cámara de
Apelaciones; esto en especial si la queja es denegada, ya que
en principio la apelación no se funda al interponerla y, en con-
secuencia, no existen honorarios devengados por el recurso (se-
gundo párrafo del artículo en comentario).
Así las cosas, parece obligado salvar el vacío legal que acu-
sa la regulación de honorarios devengados por la articulación
de recurso directo, lo que a nuestro juicio puede hacerse apli-
cando una escala de entre el treinta y el cincuenta por ciento
de la que corresponde a la apelación. Esto asumiendo al directo
como un “recurso de recurso” y aplicando por analogía la mis-
ma relación que el artículo que comentamos ha establecido en-
tre la primera instancia y la apelación.
La base regulatoria será la misma que corresponda a la ape-
lación denegada y, en consecuencia, si la queja merece recibo, la
regulación deberá posponerse hasta el pronunciamiento sobre la

Sala Civil, A.I. Nº 39, del 18/03/2008, en autos “González, Leonardo Emilio -
199

Conc. Preventivo - Inc. de revisión promovido por el Banco Integrado Departa-


mental Coop. Ltda. y/u otro”, citando en el mismo sentido, A.I. Nº 195 del 13/
09/2005, in re: “Guzmán, Luis Gaspar y otra c/ Gustavo Spinozzi y Otro - Acción
Autónoma de Nulidad”, y otros precedentes.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


115 02/06/2014, 10:09
116 ADÁN LUIS FERRER ART. 41

apelación concedida, ya que el resultado de ésta condicionará la


base regulatoria, en función del éxito o fracaso de la gestión
profesional (art. 31, aplicable según hemos dicho en el Nº 87).

90. EL MINIMO MINIMORUM

El último párrafo del art. 40 fija un mínimo irreductible de


ocho jus, para los recursos ordinarios en segunda instancia.
El texto no formula distingos, por lo que cabe concluir que
la regla rige para todos los recursos, sea contra sentencias
definitivas o contra resoluciones incidentales, aún cuando
el trámite en primera instancia pueda devengar honorarios
inferiores a esa cifra. Esta innovación contenida en la ley 9459,
coincidente con el mínimo mucho más alto que el artículo
siguiente ha establecido para los recursos extraordinarios,
evidencia que el Código ha querido reconocer a las instancias
recursivas una trascendencia particular y por ello ha dispues-
to para ellas una retribución mínima claramente superior a
la que corresponde a la tarea desarrollada en primera instan-
cia. Tan así es, que inclusive la singular protección que el últi-
mo párrafo del art. 36 ha brindado a los litigantes en juicios de
escaso monto, está limitada a “la regulación por las tareas en pri-
mera o única instancia” (sic) con lo cual aún en este caso, deviene
aplicable el mínimo de ocho jus en el recurso de apelación.
Finalmente, no creemos que el mínimo de ocho (8) jus sea a-
plicable al recurso directo, el que tendrá como mínimo los cua-
tro jus que el art. 36 ha establecido para todo acto procesal. El
recurso directo no está comprendido entre los “recursos ordi-
narios en segunda instancia”, a que alude el párrafo final del ar-
tículo que nos ocupa200.

Procesos casatorios y demás acciones impugnativas


extraordinarias

Art. 41. Los recursos y acciones impugnativas extraor-


dinarias son considerados como un proceso autónomo

200
Manuel IBÁÑEZ FROCHAM lo califica como un “recurso auxiliar” (Tratado de los
recursos en el proceso civil, Bibliográfica Argentina Omeba, Buenos Aires, 1963,
ps. 512 y ss., Nº 334).

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116 02/06/2014, 10:09
ART. 41 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 117

en orden a la remuneración por el trabajo profesional,


y los honorarios se regulan en la misma forma esta-
blecida en el artículo anterior.
La regulación mínima en instancias extraordinarias será
de sesenta (60) Jus.

91. ÁMBITO DE APLICACIÓN

La norma es aplicable a los recursos extraordinarios que


se agotan en jurisdicción provincial. En el caso del recurso ex-
traordinario ante la Corte Suprema que prevé el art. 14 de la
ley 48, el Tribunal local sólo regulará honorarios si el recurso
es declarado inadmisible, con lo cual el caso no llega a conoci-
miento de su destinatario; si el recurso es concedido, la regulación
de honorarios deberá ser practicada por la Corte Suprema201.
En el art. 94, relativo a la acción declarativa de inconstitu-
cionalidad, el legislador ha insertado un párrafo que dice: “Las
regulaciones de la Corte Suprema de Justicia de la Nación no
influyen en las que deben practicar los Tribunales Ordinarios”,
texto éste que luce en un lugar inadecuado, ya que sólo puede
estar referido al recurso extraordinario del art. 14 de la ley 48.
Al margen de ese error y trasladada la norma al artículo que
comentamos, cabe apuntar que esa regla no permite que una
misma tarea profesional sea objeto de dos regulaciones de ho-
norarios, una de la Corte Nacional y otra del Tribunal Supe-
rior; si así ocurriese, la regulación de la Corte implica la tácita
anulación de la practicada por el Tribunal Superior.
El artículo comprende las actuaciones propias del recurso,
tanto del recurrente cuando del recurrido. Sin embargo, el Tribu-
nal Superior supo resolver que el informe previsto por el art. 257
del CPC de la Nación, no tiene la jerarquía de un recurso, pues
se trata de un acto procesal de carácter defensivo, por lo que
no le sería aplicable el artículo en comentario202. No creemos

201
TSJ, Sala Laboral, 21/03/89, LL Cba., 1989, p. 698. La Corte Suprema, en
fallo del 03/03/92 (A-402. XXIII, reseñado en ED, 31/12/92, p. 14, Nº 594) tiene
resuelto por mayoría que, aun rechazado, el trámite del recurso extraordinario
devenga honorarios ajustados a la ley nacional que regula el punto (la doctrina
del fallo está reseñada también en ED, 30/12/92, p. 13, Nº 276).
202
Sala Penal, BJC, 1998-IV-1170, citado por VENICA, Oscar H. - DE SOUZA, Roxana
A.- FILIBERTI, Graciela del Carmen, ob. cit., ps. 272 y 273.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


117 02/06/2014, 10:09
118 ADÁN LUIS FERRER ART. 41

que esa conclusión sea correcta; la contestación del recurso por


el recurrido, que prevé el art. 257 del Cód. Nacional, es análo-
ga a la que el art. 386 del Código local establece para el recur-
so de casación, y hasta donde conocemos nunca se ha puesto
en duda que el arancel aplicable a la casación, juega tanto para
el casacionista cuanto para su oponente que contesta la pre-
tensión recursiva. Ésa es, por otra parte, la pauta igualitaria
que el Código aplica a todas las causas y actuaciones contradic-
torias, de la cual no hay razones para apartarse en el recurso
extraordinario federal.

92. ARANCEL Y BASE REGULATORIA

Lo dicho al comentar el artículo anterior, en relación a la


base regulatoria y el arancel aplicables, es válido para las ins-
tancias impugnativas extraordinarias.
La falta de distinción en la ley, impide aplicar una escala
diferente al recurso de casación (art. 383, CPC) y al de revisión
(art. 395) aun cuando éste último implica la sustanciación de
todo un juicio ordinario (art. 400) ello sin perjuicio de que el Tri-
bunal merite esa diferencia al momento de regular honorarios,
en los límites de la escala. Podrá argüirse en contra de esa con-
clusión que la revisión no es, técnicamente, un recurso sino una
acción, pero ocurre que el artículo se refiere a recursos y “accio-
nes” impugnativas, con lo cual el distingo pierde entidad; ello al
margen de que el Código Procesal ha regulado la revisión como
un recurso y, en consecuencia, como tal debe ser tratada203.

93. RECURSO DIRECTO

Tal como lo hemos anticipado en el Nº 90, es doctrina conso-


lidada del Tribunal Superior que, cuando se regulan honorarios
por el recurso de casación o inconstitucionalidad, esa regula-
ción comprende tanto el recurso propiamente dicho, cuanto la
queja motivada por su denegación204. Esa doctrina es discuti-

203
Véase FONTAINE, Julio I., “Casación y revisión en el proceso civil”, Foro de Cór-
doba, Nº 2, ps. 79 y ss.
204
Confr. Sala Civil, A.I. Nº 195 del 13/09/2005, in re: “Guzmán, Luis Gaspar y
otra c/ Gustavo Spinozzi y otro - Acción Autónoma de Nulidad”, y A.I. Nº 39, del

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


118 02/06/2014, 10:09
ART. 41 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 119

ble, atento a que el recurso directo no es una reiteración del plan-


teo casatorio, sino una impugnación del auto que lo denegó205, tal
que “no basta con presentarse ante el superior y limitarse a dar
cuenta de la articulación del recurso y de la falta de concesión,
repitiendo los mismos argumentos dados al interponerlo, sino
que es indispensable agraviarse de la denegatoria y expresar
cuáles son los errores que contiene y cuya reparación se pre-
tende en vía directa”206. Sin embargo, por aquello de que la ley
dice lo que el juez dice que la ley dice, esa es la interpretación
legal válida, al menos mientras el Alto Cuerpo no cambie de
criterio.
Pero, ese acatamiento no alcanza para llevar esa doctrina
hasta límites en que resulta claramente inaplicable, lo que así
ocurre en el caso del recurso directo rechazado. En este supues-
to, el pronunciamiento del Tribunal Superior confirma la resolu-
ción denegatoria de primera instancia y no contiene regulación
alguna, desde que no existe condena en costas (art. 26, Cód.
Arancelario) y si el abogado del quejoso la solicitase, obvia-
mente no podría el Tribunal Superior regular honorarios por el
trámite de la casación, ya que ello es de competencia de la Cá-
mara, cuyo pronunciamiento ha quedado firme, y que además
ha regulado ya los honorarios del vencedor en esa instancia.
Siendo así, parece ineludible que el Tribunal Superior deba re-
gular los honorarios devengados en la queja rechazada, lo que a
nuestro juicio deberá hacer, aplicando por analogía una escala
de entre el treinta y el cincuenta por ciento de la que corres-
ponde al recurso de casación o inconstitucionalidad, según lo
dicho al comentar el artículo anterior207.

18/03/2008, en autos “González, Leonardo Emilio - Conc. Preventivo - Inc. de re-


visión promovido por el Banco Integrado Departamental Coop. Ltda. y/u otro”,
citando en el mismo sentido, Sala Civ. y Com., A.I. Nº 425/95 y Sala Cont. Adm.
Sent. Nº 36/01.
205
Confr. TSJ, Sala Civil, 02/05/1991, LL Cba., 1992, p. 26; LL Cba., 1998, p. 1103;
16/06/2005, LL Cba., 2005, p. 1262, entre otros muchos.
206
FONTAINE, Julio I., “Casación y revisión en el proceso civil”, Foro de Córdoba,
Nº 2, ps. 89 y 90.
207
Véase Nº 89.

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119 02/06/2014, 10:09
120 ADÁN LUIS FERRER ART. 41

94. EL MINIMO MINIMORUM

El comentario que sobre el punto hemos formulado en rela-


ción a los recursos ordinarios208, es trasladable al párrafo final
del artículo en comentario, por lo que a él nos remitimos.
La cifra de sesenta (60) jus para todo recurso extraordinario,
ha sido tomada del art. 89 de la ley 8226 (reproducida en el art. 92
de esta ley) que fija ese monto como retribución mínima en los re-
cursos extraordinarios en sede penal. Al margen del acierto de
la cifra fijada, resulta claro que no se justificaba un tratamiento
disímil para las casaciones en uno y otro fuero.
Resulta evidente que el legislador ha acordado un trata-
miento relevante a las instancias recursivas, particularmen-
te acentuado en los recursos extraordinarios. Parece, además,
que la ley ha querido desalentar la interposición de recursos
en asuntos de poca entidad, siguiendo así una tendencia que,
en otros ordenamientos procesales, llega hasta la exigencia de
una determinada magnitud económica del agravio, como con-
dición de admisibilidad del recurso (así, el art. 242 del Códi-
go Nacional, por ejemplo), el Tribunal Superior de Justicia, ha
dicho que ese “propósito disuasorio no surge de los antecedentes
legislativos, ni puede inferirse de la letra de la ley” 209; creemos
que tal afirmación implica desatender una ratio legis que surge
del contenido mismo de la norma y que, por otra parte, no es
ajena a nuestro ordenamiento legal, como lo prueba el depósito
previo que se requiere para la articulación del recurso directo
por denegación de casación (art. 93 de la ley impositiva)
Atento que el artículo en comentario dispone que en los
recursos extraordinarios “los honorarios se regulan en la mis-
ma forma establecida en el artículo anterior”, en algún caso se ha
entendido que en la casación denegada el mínimo de sesenta jus
debía reducirse al 30%, por aplicación del art. 40, en cuanto allí
se dispone que “en el caso de recursos que requieren fundamenta-
ción, si la articulación es rechazada el profesional tiene derecho
al treinta por ciento (30%) de los honorarios que pudieran corres-

Véase Nº 90.
208

Sala Civil, in re “Tamagnone, Jorge Alberto c/ Brega, Juan Domingo”, 25/


209

11/2011, Foro de Córdoba N° 151, p. 198, precedente este sobre el cual volve-
remos.

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120 02/06/2014, 10:09
ART. 41 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 121

ponder al recurso tramitado” 210. El Tribunal Superior ha des-


calificado esa interpretación, porque la lectura de los arts. 40
y 41 “revela de manera clara que la ley ha asignado un monto mí-
nimo de honorarios por la tramitación —debe entenderse en su
integridad— de un recurso de casación, sin distinguir si el mismo
resulta, o no, concedido por el Tribunal de alzada” 211. El art. 40
—vale agregar— alude a un recurso que, con motivo de su dene-
gación, no ha sido tramitado, de donde resulta que los honora-
rios mínimos podrían reducirse al treinta por ciento, sólo cuan-
do el recurso de casación ha sido denegado in limine, por ser “de
inadmisibilidad manifiesta” (art. 386, in fine del C. de P.C.); esto
a condición de que esa manifiesta inadmisibilidad del recurso, no
justifique privar de honorarios al abogado, por aplicación del art. 47.
Pero pese a descalificar en esos términos la reducción de
los honorarios mínimos con base en el art. 40, en el fallo citado
el Tribunal Superior concluye reduciendo muy por debajo del
mínimo los honorarios que corresponden al abogado que con-
testó exitosamente el recurso denegado, citando nuestra opi-
nión expresada en el N° 2, y razones que pueden sintetizarse
así: 1) Salvo el resultado exitoso de la gestión (el recurso fue
denegado) el caso no tipifica ninguna de las otras circunstan-
cias calificantes de la tarea profesional que prevé el art. 39;
2) Lo debatido en el recurso tenía una entidad económica, al
menos provisoria, de exigüos $ 745,20, y 3) La labor realizada
fue simple, con escaso volumen de actividad.
En nuestra opinión esas razones no expresan una incompa-
tibilidad entre el mínimo previsto para el recurso de casación
y el sistema legal en su conjunto, ni apuntan una lesión a ga-
rantías constitucionales. Esto así porque la fijación de arance-
les mínimos por encima de la entidad económica del litigio y al
margen de los méritos de la tarea profesional, es una pauta
que informa el sistema arancelario desde antaño y ha mereci-
do aceptación en la jurisprudencia del Tribunal Superior212. En

210
Conf. Cámara Quinta Civil, A.I. N° 475 del 20/11/2008, in re “Bosio, Walter
María c/ Municipalidad de Córdoba”.
211
Sala Civil, in re “Tamagnone, Jorge Alberto c/ Brega, Juan Domingo”, 25/11/
2011, Foro de Córdoba N° 151, p. 198,
212
Conf. Sala Civ. y Com., 19/09/1996, Foro de Córdoba N° 35, p. 212; Tribunal
en pleno, 19/12/1999, Foro de Córdoba, N° 60, p. 157, entre otros.

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121 02/06/2014, 10:09
122 ADÁN LUIS FERRER ART. 41

particular el mínimo de sesenta jus para el recurso de casa-


ción, tiene antigüedad en el proceso penal y ha sido aplicado
en ese fuero reiteradamente213. En cuanto a las garantías cons-
titucionales, la Corte ha dicho que “la justa retribución que re-
conoce la Const. Nacional en favor del trabajo en todas sus
manifestaciones debe ser conciliada con la garantía, de igual
grado, que asiste a los deudores de no ser privados ilegítimamente
de su propiedad al verse obligados a afrontar honorarios exor-
bitantes” 214, criterio que el TSJ ha receptado cuando la aplica-
ción mecánica del arancel conducía a cifras mutimillonarias215;
sesenta jus no importan para el condenado en costas una lesión
patrimonial desorbitada, ni lo pretende así el fallo del Tribu-
nal Superior al que hacemos referencia. Vale agregar que ese
mismo importe (60 jus) es el que el art. 93 de la ley 9875, vigente
al tiempo del fallo, imponía como tasa en el recurso directo
por denegatoria de casación; siendo así, mal puede suponerse
incompatible con el ordenamiento, la fijación de honorarios
mínimos en ese mismo valor, siendo que lo normal es que la tasa
sea muy inferior a los honorarios que devenga la actividad pro-
cesal que la motiva.
Como vemos, el fallo que comentamos no puntualiza una
incompatibilidad entre el resultado práctico de aplicar la caso
la norma discutida y la voluntad del ordenamiento en su con-
junto216, sino que evalúa la tarea profesional desplegada y la
significación económica del recurso, para concluir en que el mí-

213
Conf. TSJ, Sala Penal, Sentencia N° 88 del 27/09/2001, in re: “Valdecasa,
Angel Nicolás p.s.a. Lesiones Culposas Reiteradas - Recurso de Casación”;
Sentencia N° 9 del 19/03/2004, in re: “Barrera, Héctor Eduardo p.s.a. de co-au-
tor de adulteración de documento privado -Recurso de Casación”, entre otros.
214
CSJN, 08/04/1997, in re “Provincia de Santa Cruz c/ Estado Nacional”, La
Ley Online, AR/JUR/3210/1997.
215
El precedente más difundido: fallo del 13/04/1999, in re “Ruiz Daniel y otro”,
LL Cba. 1999, p. 699, en donde la aplicación del arancel conducía a una regula-
ción superior a cincuenta millones de dólares, por una tarea profesional exigua,
en una quiebra cuyo activo no alcanzaba al diez por ciento de aquella suma.
216
Tal la reflexión que justificó el apartamiento del arancel en otros precedentes
del Tribunal Superior (Sala Civ. y Com, 04/02/1997, in re “Caja Nacional de Aho-
rro y Seguro en Coop. de Vivienda Consumo Crédito y Seguros Sociales Albora-
da Ltda. - Conc. Preventivo”; 13/04/1999, “Ruiz Daniel y Otro, LL Cba. 1999, p. 699;
Sala Penal, 12/10/2000, Foro de Córdoba, N° 66, p. 181).

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122 02/06/2014, 10:09
ARTS. 42 Y 43 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 123

nimo previsto en el art. 41 de la ley 9459 es injusto, por lo que


lo reduce a la suma que considera una retribución equitativa.
Tal como lo apuntamos al comentar el art. 1º, es una expresión
del avance hacia una mutación del arancel, desde el impera-
tivo legal que siempre ha sido, hacia la condición de mero cri-
terio orientador del arbitrio judicial.

Aclaratorias. Retardada justicia

Art. 42. En las aclaratorias y recursos de retardada jus-


ticia, corresponde una regulación entre el cuatro por
ciento (4%) y el dieciocho por ciento (18%) de la escala
del artículo 36 de la presente ley.

95. BASE REGULATORIA

La norma no establece cuál es la base regulatoria de las a-


claratorias y recursos de retardada justicia, supuestos en los
que no existe sustanciación y, por tanto, no cabe la asimilación
que los artículos anteriores permiten entre actor y demanda-
do, apelante o apelado, vencedor o vencido a los fines de apli-
car el art. 31. En la aclaratoria, la lógica impone tomar la mis-
ma base regulatoria que, para el abogado interviniente, fija la
resolución cuya aclaración se solicita, sea de segunda o primera
instancia, definitiva o sólo interlocutoria.
En el recurso de retardada justicia, entendemos que debe
tomarse como base regulatoria el monto de la demanda, si se
reclama sentencia de primera instancia; el que corresponda al
incidente de que se trate, si se exige un pronunciamiento so-
bre él, y el de los agravios, cuando se plantee en segunda ins-
tancia. Ésto no sin desconocer que la línea doctrinaria con que
el Tribunal Superior ha tratado el tema en relación a los inci-
dentes sin contenido económico propio, bien puede conducir
a una conclusión distinta217.

Allanamiento, desistimiento, y caducidad de instancia

Art. 43. En caso de allanamiento, desistimiento o cadu-


cidad de instancia, los honorarios se regulan teniendo

217
Véase comentario al art. 83, inc. 2.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


123 02/06/2014, 10:09
124 ADÁN LUIS FERRER ART. 43

en cuenta las etapas procesales cumplidas conforme a


lo establecido en el artículo 45 de este Código.

96. ÁMBITO DE APLICACIÓN

La norma se refiere a los honorarios devengados en el juicio


principal, que concluye por alguno de los medios que el artículo
prevé. Éstos son los únicos honorarios que se devengan, en el
caso de allanamiento o desistimiento, pero si hay caducidad de
instancia, ésta importa un litigio incidental que devenga ho-
norarios, al margen de los que correspondan al juicio princi-
pal, y deben ser regulados con ajuste al art. 83218.
El allanamiento en juicio ejecutivo, que tiene consecuencias
análogas a la no oposición de excepciones, habiendo sido ésta
objeto de previsión particular en el art. 78, genera dudas sobre la nor-
ma aplicable al caso. Analizaremos el tema al comentar el art. 78.

97. BASE REGULATORIA

La ley no ha previsto cuál es la base regulatoria, ante una


conclusión del proceso que se produce antes de que, con el dic-
tado de sentencia sobre el fondo del asunto, resulte posible a-
plicar el art. 31.
Frente al mismo vacío legal emergente de la ley nacio-
nal 21.839, añosa jurisprudencia de la Capital Federal ha sos-
tenido que debe aplicarse la escala sobre el monto demanda-
do 219, pero ocurre que en el régimen nacional la ley se limita a
establecer que “se considerará monto del proceso la suma que
resultare de la sentencia o transacción” (art. 19) sin las discri-
minaciones que formula nuestro art. 31 en función del resultado
del pleito. Lo razonable entre nosotros es trasladar las discri-
minaciones del art. 31 a los casos de conclusión anticipada del
proceso, asimilando el desistimiento de la demanda y la caduci-

218
Confr. Cám. 8ª Civ. y Com., 18/08/1998, LL Cba., 1999, p. 1441; Cám. 5ª Civ.
y Com., 22/04/2005, LL Cba., 2005, p. 543.
219
Véase MARTÍNEZ CRESPO, Mario, “Qué se entiende por monto del juicio a los
fines de la regulación de honorarios del abogado”, en Leyes arancelarias para
abogados y procuradores, ps. 457 y ss., y la jurisprudencia reseñada por MOLAS,
Ana María, ob. cit., ps. 24 y ss.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


124 02/06/2014, 10:09
ART. 44 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 125

dad de instancia a su rechazo total220 y el allanamiento a la con-


dena por el monto total pretendido, salvo cuando el desistimien-
to o el allanamiento no importan vencimiento (art. 131 del C. de
P.C., por ejemplo) supuesto en el cual la base regulatoria será el
monto total demandado, ya que el resultado satisface plenamen-
te las pretensiones del cliente221.

98. ABOGADOS AJENOS A LA CONCLUSIÓN ANTICIPADA DEL PROCESO

Tal como lo hemos anticipado al comentar el art. 31222, la con-


clusión expuesta sólo resulta admisible respecto de los aboga-
dos que intervienen en el allanamiento o desistimiento, o de-
fensores de las partes al cumplirse el plazo de caducidad. Para
quienes, aun con honorarios devengados en el pleito, han sido
ajenos a los actos que le dan finiquito, la base regulatoria no
puede ser otra que el monto demandado, ya que la situación es
análoga a la transacción (art. 31, inc. 3) y juegan las mismas ra-
zones expuestas al considerar esa hipótesis, respecto del abo-
gado que no intervino en ella223. De lo contrario, sería demasia-
do fácil defraudar los legítimos derechos de un abogado exitoso,
mediante el simple expediente de pagar extrajudicialmente al
actor el crédito reclamado, en vísperas de la sentencia, a cam-
bio del desistimiento de la acción con un patrocinio letrado
distinto del que tramitó y defendió exitosamente todo el juicio.

Transacción
Art. 44. En caso de transacción, se aplica la escala del art. 36
de esta Ley, sin tener en cuenta la etapa en que la misma se
produce.

99. RATIO LEGIS Y APLICACIÓN DE LA NORMA

En el caso de allanamiento, desistimiento o caducidad de


instancia, es razonable regular honorarios en función de las

220
Confr., para el caso de desistimiento: Cámara de Trab. de Bell Ville, in re:
“Rabia, Hugo Oscar Pedro y otros c/ Milevic Hnos. S.A. - Demanda laboral”, A. I.
N° 48, 10/04/97, BJC, t. II, abril-junio 1997, ps. 644 y 645.
221
Tal sería el caso del allanamiento ante el pedido de verificación tardío en un
concurso, cuyas costas corren por cuenta del verificante.
222
Ut supra, Nº 60.
223
Véase Nº 63.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


125 02/06/2014, 10:09
126 ADÁN LUIS FERRER ART. 45

etapas procesales cumplidas, porque ésa es la medida de la ta-


rea profesional desarrollada. La transacción, en cambio, impor-
ta tratativas y negociaciones destinadas a dar por concluida la
cuestión litigiosa, en forma plena y la satisfacción de las par-
tes, lo que justifica la aplicación del arancel que corresponde al
juicio concluido. En definitiva, con la transacción uno y otro li-
tigantes arriban a un desenlace análogo a una sentencia sobre
el fondo de la cuestión debatida. Ello no excluye que el grado
de avance del proceso y la tarea que en él se ha desarrollado,
sean meritados para fijar el monto de los honorarios, dentro de
los límites máximo y mínimo que fija la escala.
Se ha dicho, además, que la norma en comentario, que re-
produce una regla contenida en la ley 7269, tiene por objeto
estimular al abogado para que propicie avenimientos224.
Según veremos al comentar el art. 101, este artículo es apli-
cable a los acuerdos transaccionales celebrados en sede admi-
nistrativa o en el procedimiento de mediación.

Regulación porcentual
correspondiente a las distintas etapas

Art. 45. Las distintas etapas del juicio, se remuneran


por aplicación de los siguientes porcentajes sobre los
honorarios correspondientes a primera instancia:
1) Demanda y contestación, el cuarenta por ciento (40%);
2) Ofrecimiento de prueba, el veinte por ciento (20%);
3) Diligenciamiento de prueba, el veinte por ciento (20%), y
4) Etapa de alegación y actividad probatoria adicional,
cuando así fuera dispuesta, veinte por ciento (20%).
No se aplicará ninguna reducción en las escalas cuan-
do fuesen innecesarias o formalmente improcedentes
algunas de las etapas del juicio.
En el caso de procesos en los que se ofrezca la prueba
conjuntamente con la interposición de demanda y con
su contestación se adicionará a este acto el veinte por
ciento (20%) que corresponde al ofrecimiento de prueba.
Por las diligencias preparatorias del juicio ordinario
se regula el diez por ciento (10%) de la escala del artí-
culo 34 de esta Ley. En el supuesto de que no se hubie-

TSJ, Sala Civil, SJ, 1992-B-159, reseñado por VENICA, Oscar H. - DE SOUZA
224

Roxana, A. - FILIBERTI, Graciela del Carmen, ob. cit. p. 171.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


126 02/06/2014, 10:09
ART. 45 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 127

re interpuesto la demanda, se regularán con un míni-


mo de seis (6) Jus.
Los honorarios por tramitación de la prueba anticipa-
da, en el supuesto de que no se interponga demanda, se
regularán con un mínimo de seis (6) Jus.

100. ETAPAS PROCESALES

Aunque parezca una aclaración obvia, dado que alguna vez se


ha resuelto lo contrario vale apuntar que el cuarenta por cien-
to para demanda y contestación, no implica un veinte por cien-
to para cada uno de esos actos procesales, sino que cada uno de
ellos devenga un cuarenta por ciento del total de los honorarios
que corresponden por la defensa de cada una de las partes225.
El artículo mantiene un texto que se viene reproduciendo
desde la ley 7269, y ha sido estructurado sobre la base de las
etapas procesales que son propias del juicio ordinario. Habida
cuenta que —dice el segundo párrafo— no se aplican reduccio-
nes cuando alguna de las etapas previstas fuesen innecesarias o
formalmente improcedentes, vale afirmar que para el desarro-
llo total del proceso en primera instancia, corresponderá siem-
pre la aplicación del ciento por ciento del arancel, aún cuan-
do no existan alegatos (así ocurre en el juicio abreviado, por
ejemplo) no haya actividad probatoria (por tratarse de cues-
tiones de puro derecho)226 o falten cualquiera de las etapas pro-
cesales previstas en el artículo. Ello sin perjuicio, obviamente,
de que el Juez pueda meritar la simpleza del trámite, a los efec-
tos de regular los honorarios en un porcentaje mayor o menor de
la base regulatoria, dentro de los límites de la escala aplicable.
La delimitación de las distintas etapas, en los juicios abre-
viados u otros que tengan un desarrollo distinto del ordinario,
deberá efectuarse aplicando, en lo pertinente, el artículo en
comentario. En los juicios abreviados, en que la prueba se
ofrece en demanda y contestación, ese acto cubrirá el sesen-
ta por ciento que resulta de sumar las etapas previstas en los
incs. 1 y 2 del artículo en comentario. No habiendo alegatos,

223
Confr. Cám. 5ª. Civ. y Com., Foro de Córdoba, Nº 27, p. 166, reseñado por VENICA,
Oscar H. - DE SOUZA, Roxana A.- FILIBERTI, Graciela del Carmen, ob. cit. p. 174.
224
Confr., Cám. Civ. y Com., Cruz del Eje, 11/06/1998, LL Cba., 1998, p. 1307.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


127 02/06/2014, 10:09
128 ADÁN LUIS FERRER ART. 46

la tarea probatoria alcanzará el cuarenta por ciento restante


(incs. 3 y 4).
Cuando la tarea a remunerar comprende parcialmente una
de las etapas previstas (por ejemplo, la probatoria), a nuestro
juicio el Juez debe prudencialmente establecer el porcentaje
de ella que ha sido cumplido227.
Alguna jurisprudencia, con motivo de la regulación de ho-
norarios en un juicio concluido por caducidad de la instancia,
ha sostenido que aún cuando la prueba haya sido diligenciada
sólo parcialmente, sin embargo los honorarios devengados
comprenden el total de la etapa probatoria, ya que el Código
Arancelario no ha previsto disminuciones en los porcentajes
del art. 42 (hoy art. 45) 228. Tal como lo hemos anticipado, no
compartimos ese criterio, el que por otra parte no resultaría
aplicable al caso de los patrocinios sucesivos, ya que implica-
ría dejar sin retribución la tarea probatoria del abogado que
accedió al proceso a mitad de esa etapa procesal.
En el juicio ejecutivo, habida cuenta la regulación que al res-
pecto contiene el art. 81, se ha sostenido que el artículo que co-
mentamos es lisa y llanamente inaplicable229, al tiempo que se
plantean múltiples dudas, que analizaremos al comentar el re-
ferido art. 81.

Acumulación objetiva de acciones y reconvención

Art. 46. En caso de acumulación de acciones, a los efectos


del artículo 31 de esta Ley, la base regulatoria estará dada
por la suma de las pretensiones en litigio, sin perjuicio de
que se practiquen regulaciones separadas si así resultase
necesario por la forma en que se impongan las costas.
La acción y la reconvención son consideradas como li-
tigios distintos a los fines de la regulación, salvo que
las partes reclamen recíproca y antagónicamente, pre-
tensiones excluyentes una de la otra, de modo que la ad-
misión de una acción implique el necesario rechazo de
la otra, en cuyo caso se las valora como único litigio.

227
Conf. Cám. 2ª Civ. y Com., 01/12/2008, Semanario Jurídico N° 1698, 19/03/2009, p. 356.
225
Cám. Civ. y Com. Villa María, 20/06/2006, LL Cba., 2007, p. 90.
229
Cám. Civ. y Com. San Francisco, Sent. N° 29, 22/05/97, in re: “Delfino, José
Francisco c/ Sucesores de Isidoro Aurelio Calvo Álvarez - Ejecutivo”, SJ, Nº 1164,
ps. 471 y ss.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


128 02/06/2014, 10:09
ART. 46 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 129

101. ACUMULACIÓN DE ACCIONES

El monto del juicio está dado por los valores que se disputan
y, en consecuencia, tal como lo establece el primer párrafo del
artículo que comentamos, en caso de acumulación de acciones
se deben sumar los intereses que se expresan en cada una de las
acciones acumuladas.
El art. 178 del C. de P.C. permite acumular todas las accio-
nes que el actor tenga contra el demandado, con la única con-
dición de que sean de competencia del mismo juez y les corres-
ponda el mismo trámite. La acumulación objetiva de acciones
puede conducir, en consecuencia, a la tramitación conjunta de
dos o más litigios, que inclusive pueden tener resultados disími-
les, por lo que se justifica la posibilidad de que se practiquen re-
gulaciones separadas y distintas, para cada uno de los litigios
acumulados.
Lo habitual, sin embargo, es que las acciones acumuladas
tengan conexión entre sí, y en tal caso es necesario precisar si
el interés en juego no es el mismo en ambas acciones, supuesto
en el cual no corresponde sumarlos, ya que el valor de lo dis-
cutido es único. Fuera de esa hipótesis, corresponde sumar
los valores de las demandas acumuladas, aun cuando éstas sean
complementarias o accesorias, tal como ocurre con la demanda
de resolución de contrato, a la cual se agrega el reclamo por
los daños y perjuicios causados por la mora230.
La petición de medidas cautelares, formulada en el juicio
principal, no implica acumulación de acciones y, a los fines de
la regulación de honorarios, integra la tarea profesional propia
de aquél (art. 85).

102. DEMANDA Y RECONVENCIÓN

Al igual que ocurre con la acumulación de acciones, la re-


convención puede estar totalmente desvinculada de la deman-
da, ya que el art. 195 del C. de P.C. sólo exige que se trate de
acciones de competencia del mismo juez y que tramiten por el
mismo procedimiento; consecuentemente, demanda y recon-

230
Confr. Cám. 5ª Civ. y Com., 24/08/1993, LL Cba., 1994, p. 97.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


129 02/06/2014, 10:09
130 ADÁN LUIS FERRER ART. 46

vención pueden motivar dos litigios totalmente distintos, cada


uno de los cuales devengará honorarios en función de su mon-
to y con ajuste a su resultado.
Pero habitualmente demanda y reconvención son peticiones
referidas a una misma relación jurídica, y en este caso puede exis-
tir un único valor, que se juega en las pretensiones antagónicas
contenida en demanda y contrademanda. El ejemplo típico es la
demanda de nulidad o resolución de un contrato, que enfrenta la
reconvención por cumplimiento de ese mismo contrato, supues-
to en el cual el acogimiento de una acción importa el necesa-
rio rechazo de la otra y el desenlace tiene un único significa-
do patrimonial para uno y otro de los litigantes; en este caso no
procede sumar los valores de una y otra acción, sino tomar como
entidad económica del litigio, ese único interés discutido231.
Otro tanto ocurre con la demanda de usucapión y la contra-
demanda por reivindicación; lo discutido es, en definitiva, el
inmueble objeto del juicio y ésa es la entidad económica única
del pleito232. Y también es único el juicio de divorcio, aunque las
partes se atribuyan recíprocamente la culpa en el fracaso ma-
trimonial, ya que existe una única cuestión litigiosa, cual es la
disolución del vínculo matrimonial233.
Sí corresponde valorar como juicios distintos, en cambio,
la demanda y la reconvención en la que los protagonistas de
un accidente de tránsito, se reclaman recíprocamente los da-
ños que uno y otro dicen haber sufrido en el hecho, ya que lo
que cada uno de los litigantes tiene en juego en ese caso, es no
sólo el cobro de la indemnización que pretende, sino además el
pago de lo que se le demanda; le entidad económica del litigio
es la suma de ambos valores. Vale agregar, por añadidura, que
el rechazo de una de las pretensiones, no implica el necesario
acogimiento de la otra, desde que por diversos motivos puede
darse el simultáneo rechazo de la demanda y la reconvención234.

231
El art. 43 de la ley 8226, a su vez copiado de la ley 7269, postulaba este caso
como excluyente de la sumatoria de bases regulatorias, en vez de aludir a las
“pretensiones excluyentes una de la otra”, como lo hace el artículo en comentario.
232
Confr. Cám. 7ª C. y C., Sent. Nº 40 del 13/06/96, Foro de Córdoba, N° 35, p. 219.
233
Cám. 1ª de Familia, A.I. Nº 148 del 13/11/1995, Foro de Córdoba, Nº 34,
p. 220.
234
Confr. Cám. 7ª Civ. y Com., SJ, Nº 1174, t. 78, p. 51.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


130 02/06/2014, 10:09
ART. 47 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 131

Calificada jurisprudencia ha mantenido la doble regula-


ción en caso de que, frente a una acción de reivindicación, el
demandado reconvenga por escrituración, invocando un bole-
to de compraventa, aún cuando el pronunciamiento acerca de
la validez y eficacia del boleto pueda repercutir en la solución
que se brinde a la demanda235.
En la mayoría de los casos, buena parte o toda la prueba y la
alegación referidas a la demanda, aprovecharán al pedido de
rechazo de la reconvención, y viceversa; ello no obsta a la doble
regulación236, aún cuando esa circunstancia deberá ser ponde-
rada, al tiempo de fijar los honorarios, dentro de los límites de
la escala arancelaria.

Ausencia de derecho a regulación

Art. 47. Los escritos inoficiosos no devengan honora-


rios. No procede regulación de honorarios en favor de
los profesionales, apoderados o patrocinantes de la
parte que incurra en plus petición inexcusable, o cuya
conducta procesal es maliciosa o temeraria.
Tampoco tienen derecho a honorarios los profesionales
que actúan sin matrícula habilitada, o aquellos cuya ac-
tuación revela desconocimiento inexcusable del derecho.

103. ACTUACIÓN INOFICIOSA

Se entienden por inoficiosos aquellos trabajos que para nada


sirven, ni para impulsar el procedimiento, ni para defender
eficazmente el ejercicio de los derechos, ni para ilustrar al Tri-
bunal en la solución del caso237.
Por aplicación de este artículo, se ha considerado inoficioso
el escrito contestando un traslado, cuando ya se había dado
por decaído el derecho dejado de usar al no evacuarlo en tér-
mino238; las actuaciones del actor, promoviendo la prosecución

235
TSJ, Sala Civil y Comercial, 29/09/1992, reseñado en Foro de Córdoba, Nº 12, p. 120.
236
Confr. Cám. 2ª Civ. y Com., 26/03/1996, LL Cba., 1996, p. 929.
237
Confr., Cámara C. y C., Bell Ville, 27/05/85, Foro de Córdoba, Nº 6, p. 167;
Cám Civ. y Com. Villa Dolores, 24/06/1997, LL Cba., 1998, p. 417.
238
TSJ Sala Civ. y Com., A.I. Nº 199 del 15/05/1986, “Cuadernos de Jurispru-
dencia - Tribunal Superior de Justicia, Sala Civil y Comercial (V)”, Foro de Cór-
doba, 1996, p. 118.

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131 02/06/2014, 10:09
132 ADÁN LUIS FERRER ART. 47

del litigio, después del allanamiento del demandado239; la pre-


sentación efectuada por la no recusante en el incidente res-
pectivo, invocando como probanza “las constancias de autos”,
puesto que éstas deben ser valoradas por el juez insoslayable-
mente, aunque nadie las ofrezca especialmente como prueba240;
la interposición de un recurso directo en el que se omite acom-
pañar copia del escrito de apelación241; la ampliación de deman-
da que nada sustancial agrega a lo dicho en la demanda amplia-
da242; la contestación de un recurso de casación fundado en el
art. 383, inc. 3 CPC, pidiendo su denegación por no tratarse de
una sentencia definitiva, siendo que conforme al art. 384 el
recurso es procedente aunque el pronunciamiento no sea defi-
nitivo243, y otros múltiples casos análogos244.
La inoficiosidad de una actuación, no es asimilable a la
inadmisibilidad o improcedencia de la petición que en ella
se formula, ya que si así fuese carecería de retribución toda
petición desestimada, lo que sería lesivo del derecho de de-
fensa 245. Sin embargo, en casos extremos se ha privado de ho-
norarios al abogado que suscribe una petición groseramente im-
procedente246.
Desde otro ángulo, se ha dicho que la gestión profesional de
quien pide el rechazo de una pretensión obviamente improce-

239
Cám. 1ª Civ. y Com., SJ, Nº 1014, t. 71, p. 615.
240
Cám. 3ª Civ. y Com., 11/05/1994, LL Cba., 1995, p. 677.
241
TSJ, Sala Cont. Adm., 18/12/87, reseñado por ANDRUET, Armando S. (h) - BUS-
TOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., p. 146, Nº 432.
242
Cám. 1ª C. y C., 09/08/88, reseñado por ANDRUET, Armando S. (h) - BUSTOS ARGA-
ÑARÁS, Miguel A - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., p. 148, Nº 439.
243
Conf. TSJ, Sala Civ. y Com. A.I. N° 21, del 16/02/2011.
244
Véase la copiosa reseña de precedentes jurisprudenciales que formulan
VENICA, Oscar H. - DE SOUZA, Roxana A. - FILIBERTI, Graciela del Carmen, ob. cit.
ps. 181 a 188.
245
Conf. Cám. 2ª Civ. y Com., 01/12/2008, Semanario Jurídico N° 1698, 19/03/
2009, p. 356.
246
La Cám., 5ª Civ. y Com., en fallo del 02/07/1990, privó de honorarios al abo-
gado por una expresión de agravios que “no guarda relación con lo debatido en
este proceso”, por lo que “de sus términos jamás podría revocarse el decisorio im-
pugnado” (LL Cba., 1991, p. 233). En sentido análogo: Cám. 7ª C. y C., SJ, 2001-
A-159; Cám 8ª. Civ. y Com., BJC, 1998-III-912; TSJ, Sala Penal, BJC, 1999-III-842,
todos ellos reseñados por VENICA, Oscar H - DE SOUZA, Roxana A - FILIBERTI,
Graciela del Carmen, ob. cit. ps. 181 y 182.

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ART. 47 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 133

dente no es inoficiosa, aun cuando pueda afirmarse que la des-


estimación se habría producido aun sin defensa del demanda-
do 247.

104. INCONDUCTA

La plus petición inexcusable y la conducta procesal maliciosa


o temeraria, para privar al abogado del derecho a cobrar honora-
rios, debe serle imputable; si se demanda el pago íntegro de un
pagaré, por ejemplo, y la plus petición inexcusable resulta de
una remisión expresa de parte de la deuda otorgada por el ac-
tor, no procede la privación de honorarios al abogado, ya que
resulta de hechos que le son ajenos y presumiblemente ignora-
ba248.
La falta de matrícula profesional inhabilita para el cobro
de honorarios; no sólo la eventual regulación, sino inclusive
los expresamente pactados, porque en tal caso el contrato ten-
dría un objeto prohibido (art. 1º, inc. 2, ley 5805), lo que causa su
nulidad (art. 1044, CC).
La ignorancia inexcusable del derecho priva del derecho a
regulación aun cuando la gestión sea exitosa por razones que el
abogado no invocó, ya que el texto legal no formula distingo
alguno y la sanción no está condicionada a la producción de
perjuicios para el comitente; si tal perjuicio se produce, cae no
sólo el derecho a regulación, sino además el de cobrar los ho-
norarios pactados (arts. 625, 1198 y conc., CC) sin perjuicio de
la responsabilidad por el daño causado.
La dilación del juicio por intermedio de defensas o articula-
ciones notoriamente improcedentes, configura una conducta
procesal maliciosa, aun cuando esa dilación sea útil al comi-
tente, ya que la defensa de los intereses del cliente no autoriza
al abogado a violar las reglas éticas de la profesión, que casti-
gan el entorpecimiento del trámite normal del juicio con pedi-
dos o incidencias notoriamente improcedentes (art. 21, inc. 9,

247
Cám. 3ª C. y C. 31/05/88, reseñado por ANDRUET. Armando S. (h) - BUSTOS AR-
GAÑARÁS, Miguel A.- FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., p. 147, Nº 436 y ss..
248
Véase sobre el tema, MARTÍNEZ CRESPO, Mario, “Temas prácticos de derecho
procesal civil”, Comercio y Justicia, 1992, ps. 179 y ss.

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133 02/06/2014, 10:09
134 ADÁN LUIS FERRER ART. 48

ley 5805) los que además pueden merecer la sanción prevista


en el art. 83 del C. de P.C.

105. ¿REDUCCIÓN DE LOS HONORARIOS?

Cabe preguntarse si ante una defensa que exterioriza ig-


norancia inexcusable del derecho en algunos aspectos y no en
otros, puede el juez privar parcialmente al abogado del dere-
cho a regulación, fijando los estipendios por debajo del míni-
mo arancelario. En principio, la respuesta negativa se impo-
ne, ya que admitir esa posibilidad transformaría la regulación
en puramente discrecional, basada en una valoración de la
tarea profesional que la ley admite (art. 39) pero dentro de los
límites de la escala del art. 36 y sus concordantes. Sin embargo,
la reducción de honorarios podría entenderse admisible, si
profundizamos la doctrina del Tribunal Superior que apunta
hacia una mutación del arancel, desde el imperativo legal que
siempre ha sido, hacia la condición de mero criterio orientador
del arbitrio judicial249.

Procesos con partes múltiples

Art. 48. En los procesos con partes múltiples, las regu-


laciones se efectúan aplicando la escala del artículo 36
de esta Ley sobre el interés defendido por cada profe-
sional, siempre que hubiere mérito para ello, en jus-
ticia y equidad; son de aplicación las pautas de los ar-
tículos 39 y 45 de este Código.

106. LITISCONSORTES PASIVOS

El texto es idéntico al del art. 45 de la ley 8226, que a su vez


copió el art. 44 de la ley 7269, y desde entonces genera dudas
en el caso de litisconsortes pasivos frente a una obligación
solidaria o concurrente. Cuando todos los litis consortes han
sido defendidos por el mismo abogado, invocando las mismas
defensas, parece razonable que, frente a esa gestión profesio-

249
Hemos tratado el tema supra, N° 2 y N° 94.

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134 02/06/2014, 10:09
ART. 48 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 135

nal única, sea también única la regulación de honorarios, asu-


miendo como monto demandado y condenado el del crédito in-
vocado o reconocido250. Si, por el contrario, distintos abogados
defienden a diversos demandados, oponiendo defensas diferen-
tes, la regulación a cada uno de ellos en base al total del crédi-
to parece ineludible 251. La conclusión deberá ser la misma aun
cuando los distintos abogados opongan las mismas defensas252,
pero en este caso puede justificarse la reducción de los hono-
rarios por las razones de justicia y equidad que la ley admite,
ya que indudablemente la tarea profesional de unos ha aliviado
la de otros, lo que torna injustificado el abrumador acrecenta-
miento de las costas por la mera reiteración de alegaciones
y pruebas idénticas253. Se ha admitido una doble regulación,
además, cuando un único abogado defendió a dos demandados,
alegando defensas diferentes, en función de la distinta situa-
ción jurídica de uno y otro254.

107. CITACIÓN DE TERCEROS

En el caso de la aseguradora citada en garantía (art. 118,


ley 17.418) en principio el demandado y su aseguradora tienen
un único y común interés en el resultado del pleito, por lo que
corresponde una única regulación para la defensa de ambos,
aun cuando no hayan unificado personería255, conclusión que
algún fallo del Tribunal Superior ha extendido al tercero que

250
Confr. TSJ, Sala Civ. y Com., A.I. Nº 52, del 02/03/2000, in re: “Banco de la
Pcia. de Córdoba c/ Julio Heriberto Barraquero - Ejec.”; Cám. 7ª. Civ. y Com.,
Sent. Nº 37 del 30/03/1999, Foro de Córdoba, Nº 61, p. 283; Cám. 5ª Civ. y Com.,
31/08/1994, LL Cba., 1995, p. 603, entre otros.
251
Confr. TSJ, A.I. Nº 223, del 22/08/1987, Foro de Córdoba, Nº 6, p. 151, Cám.
1ª C. y C., auto Nº 330, del 09/10/1991.
252
Confr. Cámara 8ª Civ. y Com., autos: “Somoza, Felipe J. c/ Coppo, Nelly E.”.
SJ, Nº 932, t. 68, p. 410.
253
Confr. Cám. 3ª Civ. y Com., BJ, 1998-III-842, reseñado por VENICA, Oscar H.-
DE SOUZA, Roxana A. - FILIBERTI, Graciela del Carmen, ob. cit., p. 191; voto Dres.
Petito y Ayán en fallo del TSJ, Sala Laboral, BJC, vol. XXX, t. III, 1986, p. 519.
254
Conf. Cám. 3ª.Civ. y Com. 03/03/2010, Semanario Jurídico N° 1753 del 22/04/
2010, p. 547.
255
Confr. TSJ, Sala Penal, BJ, 1996-I-152, reseñado por VENICA Oscar H.- DE
SOUZA, Roxana A. - FILIBERTI, Graciela del Carmen, ob. cit., p. 188

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135 02/06/2014, 10:09
136 ADÁN LUIS FERRER ART. 49

participa como tercero coadyuvante con motivo de su citación


(litis denuntiatio)256. Corresponderán regulaciones separadas,
sin embargo, en el caso en que la aseguradora invoque defensas
propias, que la desvinculan de la suerte que el proceso tenga
para el demandado, ya que en tal caso desaparece la comuni-
dad de intereses y la defensa de cada uno de ellos determina
una tarea profesional singular y distinta del otro257.

Honorarios de los peritos

Art. 49. La regulación de honorarios de los peritos que


actúen en el juicio debe practicarse simultáneamente
con la de los letrados intervinientes, sin necesidad de
petición alguna, y si no existiera base, cuando aqué-
llos lo soliciten. La regulación de honorarios de los
peritos no puede superar el monto correspondiente a
la mayor regulación del abogado practicada en la ins-
tancia en que se hubiera hecho la peritación, debiendo
ajustarse a las siguientes reglas:
1) A los peritos designados por sorteo, se les regulará
entre ocho (8) y ciento cincuenta (150) Jus, aplicándose
las reglas de evaluación cualitativa del artículo 39 de
esta ley, en cuanto le sean compatibles, debiendo el juz-
gador evaluar el tiempo probable que le ha insumido la
realización de la labor pericial, y
2) A los peritos de control o de parte, se les remunera-
rá, con el cincuenta por ciento (50%) de lo regulado al
perito sorteado, salvo convenio en contrario entre el
profesional y su comitente. Estos honorarios estarán
a cargo de la parte que los propuso. Cuando el dicta-
men del perito de control o de parte sea considerado
dirimente para el resultado de la litis, los honorarios
del mismo estarán a cargo del condenado en costas y
su regulación se equiparará a la del perito oficial.
En los supuestos en que el perito sorteado haya acep-
tado el cargo y la pericia no se lleve a cabo por causas
ajenas a la voluntad del profesional, éste tendrá dere-
cho a una regulación de honorarios de cuatro (4) Jus.
Los peritos sorteados no pueden supeditar el cumpli-
miento de su cometido en los juicios en que intervengan,
al otorgamiento de garantías, fianzas o avales, pero es-
tán habilitados a solicitar anticipo para gastos, con cargo

256
Sala C. y C., Sent. Nº 44, 29/09/92, SJ, Nº 920, 18/02/93, p. 75.
257
Así lo sugiere el fallo del TSJ, Sala Penal, BJ, 1996-I-152, ya citado.

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136 02/06/2014, 10:09
ART. 49 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 137

de rendición de cuentas al entregar el dictamen. A pedido


del experto, los jueces determinarán el monto que deberá
anticipar la parte que propuso la prueba —con excepción
del actor en los juicios laborales— suma que será consig-
nada a la orden del Tribunal. Con la presentación del dic-
tamen el perito deberá rendir cuentas y acreditar los
gastos efectuados, bajo apercibimiento de ser tomada la
suma no acreditada a cuenta de honorarios.
Son aplicables a sus honorarios las garantías y privilegios
que esta Ley establece para los honorarios de los aboga-
dos.
Excepcionalmente, en caso de que la regulación que
deba practicarse, sea previsible en forma evidente una
ostensible desproporción entre las extensión o comple-
jidad de la tarea desplegada y el tope máximo de regula-
ción previsto, el interesado podrá solicitar al Tribu-
nal que practique la regulación de sus honorarios, con
fundamento en justicia y equidad, aún cuando se supe-
re dicho tope.
A tal fin y en oportunidad de presentar el dictamen peri-
cial, el interesado deberá acompañar también el pedido
relativo a esta regulación especial. La solicitud deberá
ser presentada —bajo pena de caducidad— por escrito
y en forma fundada, no admitiéndose planteos intro-
ducidos con posterioridad.

108. SIMULTANEIDAD DE LAS REGULACIONES DE ABOGADOS Y PERITOS

Cuando el fallo regula oficiosamente honorarios al aboga-


do vencedor en costas (art. 26) debe simultáneamente regu-
lar honorarios a los peritos que hayan actuado en el juicio;
tanto a los oficiales cuanto a los de parte, ya que la ley no
distingue.
Si no existiese base para regular los honorarios de los abo-
gados, la regulación de los honorarios de los peritos debe prac-
ticarse “cuando aquéllos lo soliciten” (sic), siendo “aquéllos”,
según la redacción del artículo, los peritos a quienes se reco-
noce legitimación para pedir regulación de sus honorarios, aún
cuando no lo hagan los abogados. No podría ser de otro modo,
ya que los abogados pueden haber acordado honorarios con
los obligados al pago y, en consecuencia, perder interés en la
regulación y no solicitarla nunca. Debe admitirse, en conse-
cuencia, el pedido de regulación de honorarios sólo del perito,
sin perjuicio de evaluar la potencial regulación que correspon-

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137 02/06/2014, 10:09
138 ADÁN LUIS FERRER ART. 49

dería a los abogados, a fin de no superar el límite que fija el


artículo 258.

109. EL DERECHO A COBRAR HONORARIOS

La producción del dictamen pericial devenga honorarios, aún


cuando no resulte útil para resolver la causa. En un juicio por
daños y perjuicios, por ejemplo, puede ocurrir que el acogimien-
to de la excepción de falta de acción, torne intrascendente el va-
lor de los daños evaluados por el perito, pero igualmente el ex-
perto tendrá derecho a cobrar honorarios por la labor cumplida.
La duda se plantea cuando el dictamen pericial resulta inefi-
caz en función de su contenido; es decir cuando no resulta útil
para ilustrar al Tribunal sobre el hecho discutido. Alguna juris-
prudencia ha privado de honorarios al perito en ese caso259, pero
en rigor ese desenlace sólo será correcto cuando la ineficacia del
dictamen sea consecuencia de su deficiente formulación, lo que en
principio debería motivar su anulación, bien porque no da res-
puesta a los interrogantes planteados, bien porque no expresa
fundamentos formalmente válidos. Fuera de ese extremo y mien-
tras el perito haya ajustado su dictamen a lo pedido por las par-
tes, el experto tiene derecho a ser retribuido por la labor desa-
rrollada260, aún cuando el Juez considere ineficaz esa prueba261.

110. LOS PERITOS OFICIALES

Cuando el inc. 1 se refiere a “los peritos designados por


sorteo”, debe entenderse incluidos también a los que son de-

258
Confr. TSJ, Sala Civil y Com., in re: “Tercería de dominio de María Angélica
Sarmiento de Martínez, Cornelio Vaca y Clorinda Angélica Vaca en autos:
Salomón, Antonio y otros c/ José Francisco González - Ejecutivo - Recurso di-
recto. Rec. de casación”, A.I. Nº 420, 18/12/97.
259
Cám. 4ª Civ. y Com., 06/11/1990, LL Cba., 1991, p. 702 (en el caso se trataba
de la evaluación de daños de un automóvil, que el perito hizo en base a las cons-
tancias del expediente, siendo que —dijo la Cámara— la tarea de valorar los
daños no puede apreciarse a simple vista).
260
Confr. Cam. Civ. y Com., San Francisco, Sent. Nº 104 del 11/12/1996, Foro de
Córdoba, Nº 42, p. 251.
261
Confr. TSJ, Sala Laboral, 15/04/1991, LL Cba., 1991, p. 1048.

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138 02/06/2014, 10:09
ART. 49 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 139

signados como peritos oficiales por acuerdo de partes (art. 261,


CPC), ya que la situación de unos y otros es la misma y de lo
contrario los últimos quedarían fuera de toda previsión aran-
celaria.
¿Podrán los peritos oficiales acordar honorarios con las
partes? Cuando el convenio comprenda a todos los litigantes y
el caso comprometa sólo el interés de las partes, no se advier-
te inconveniente en aceptarlo, pero obviamente resulta inad-
misible en el caso contrario, ya que quedaría en entredicho la
necesaria imparcialidad del perito.

111. LOS PERITOS DE CONTROL

El inc. 2 pone los honorarios del perito de control a cargo


de la parte que lo propuso y expresamente admite que sean
pactados entre el profesional y el litigante que lo designa. Si
el fallo hiciese mérito del dictamen del contraloreador y sus-
tentara en él sus conclusiones, la situación del perito de con-
trol se asimila a la del perito oficial, pero está claro que en ese
caso los honorarios que pueden integrar la condena en costas,
son los que se regulen, no los que hayan sido pactados entre el
perito y su comitente (art. 1199, Cód. Civil).
Por ser una norma especial, la regla apuntada prima por
sobre las reglas generales sobre imposición de costas conteni-
das en los Códigos de Procedimiento262.

112. EL ARANCEL

La ley deja librada al criterio del Juez la fijación de los ho-


norarios de los peritos, dentro de límites sumamente amplios
que, en valores a la fecha de sanción de la norma, podían osci-
lar para el perito oficial entre cuatrocientos y siete mil quinien-
tos pesos. El sistema procura desvincular los honorarios de los
peritos de la entidad económica del litigio263, aunque esa des-
vinculación nunca será total, ya que entre las reglas de evalua-

262
Confr. TSJ, Sala Penal, BJ, 1996-I-152, reseñado por VENICA, Oscar H. - DE
SOUZA, Roxana A. - FILIBERTI, Graciela del Carmen, ob. cit., p. 199.
263
Confr. Cám. Civ. y Com. San Francisco, Sent. Nº 104 del 11/12/1996, Foro de
Córdoba, Nº 42, p. 251.

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139 02/06/2014, 10:09
140 ADÁN LUIS FERRER ART. 49

ción del art. 39, que el Juez debe meritar, están “la cuantía del
asunto” (inc. 7) y “la posición económica y social de las partes”
(inc. 8) de modo que las implicancias económicas del caso no
serán totalmente ajenas a la cuantificación de los honorarios
por la tarea pericial.
El artículo admite, por excepción y a pedido del perito, una
regulación mayor cuando “sea previsible en forma evidente una
ostensible desproporción entre la extensión o complejidad de la
tarea desplegada y el tope máximo de regulación previsto”. Es
errónea la expresión “previsible”, porque el Juez aprecia una
tarea ya cumplida, de modo que puede y debe valorar, no pre-
ver, la magnitud de la tarea pericial; pero al margen de ese
error de redacción, el sentido de la norma no ofrece dudas y,
dado que no existe distingo al respecto, cabe deducir que se
aplica tanto al perito oficial cuanto a los de control. La peti-
ción debe formularse al presentar el dictamen, y fundarse en la
“extensión o complejidad de la tarea desplegada”, debiendo en-
tenderse que la “extensión” es la del tiempo que ha demandado
el estudio del caso y la producción del dictamen; no así el nú-
mero de fojas empleado a esos fines, que per se no justifica un
incremento de remuneración. Conforme a los términos en que
ha sido redactado el artículo, la aludida regulación excepcio-
nal puede superar el tope del arancel, pero no exceder la máxi-
ma regulación que corresponda a los abogados que han inter-
venido en el pleito; esta última condición está consignada en
el encabezamiento del artículo, en términos que la tornan apli-
cable a todos los casos y, al margen de su acierto o desacierto,
se funda en que los letrados han actuado a lo largo de toda la
instancia, en tanto la tarea del especialista se reduce a un solo
acto, aunque pueda ser de suma importancia264.
El arancel ha sido fijado para toda la tarea pericial, de modo
que no corresponde multiplicarlo en función de la multiplicidad
de cuestiones sobre las cuales deba dictaminar el experto265.

262
Confr. Cám. Civ. y Com. San Francisco, 15/12/1993, LL Cba., 1994, p. 1021.
263
Bajo la vigencia de la ley 8226, alguna jurisprudencia dijo lo contrario, pero
con fundamentos que hacen más a la magnitud de la tarea y lo magro del aran-
cel (Cám. 8ª CC, Sent. Nº 86 del 01/06/20000, Foro de Córdoba, Nº 66, p. 202)
circunstancia que el artículo en comentario ha superado.

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140 02/06/2014, 10:09
ART. 49 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 141

Aun cuando el perito deba tasar varios inmuebles, por ejemplo, la


regulación de honorarios será única, en los límites previstos por
el artículo que comentamos, sin perjuicio de que en casos de ex-
cepción la norma admite desbordar el tope, según hemos visto.
En el caso de acumulación de acciones, se ha llegado a valo-
rar por separado la tarea pericial cumplida en relación a cada
una de ellas, haciendo aplicación analógica de los arts. 43 y 45
de la ley 8226 (hoy artículos 46 y 48)266, conclusión que ha teni-
do respaldo en la Sala laboral del Tribunal Superior de Justi-
cia, al menos cuando se ha tratado de dictamenes separados,
referidos a las dolencias e incapacidad de cada uno de los acto-
res267. La Sala Contencioso-administrativa, en cambio, ha soste-
nido que los dictámenes sobre incidencia del dec. 1777/2005 en
el haber jubilatorio de varios accionantes, aún cuando se haya
redactado un dictámen para cada actor, no dejan de ser una
única tarea pericial, en atención a la existencia de un único
cuestionario que el perito debió responder y la identidad de
situaciones en todos los casos268. Por nuestra parte, creemos
que el arancel ha sido establecido por la actuación en el proce-
so, por lo que en ningún caso se justifica multiplicarlo en fun-
ción del número de litigantes respecto de los cuales se formu-
la el dictamen, en especial meritando que si la tarea tiene una
magnitud excepcional, en su redacción actual el artículo per-
mite exceder el tope del arancel, lo que no ocurría bajo la vi-
gencia de la ley 8226.

113. ANTICIPO DE GASTOS

Los peritos oficiales pueden solicitar fundadamente un anti-


cipo para afrontar los gastos que demande la tarea pericial, con
cargo de rendir cuentas al tiempo de producir el dictamen, bajo

266
Cám. Apel. Cruz del Eje, SJ, 1994-A-42, reseñado por VENICA, Oscar H.- DE
SOUZA, Roxana A. - FILIBERTI, Graciela del Carmen, ob. cit., ps. 195/197 (se trata-
ba de una pericia médica sobre diversos actores, en un juicio laboral).
267
Confr. TSJ, Sala Laboral, Sent. Nº 112/2001, in re: “Brizuela, Rafael Ubelindo
y otros c/ Coop. Agropecuaria[…]”.
268
Confr. TSJ, Sala Cont.-Administrativa, Sent. Nº 52 del 11/10/2006, in re:
“Iglesias, Martín y otros c/ Caja de Jubilaciones, Pensiones y Retiros de Córdo-
ba - Plena Jurisdicción”.

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141 02/06/2014, 10:09
142 ADÁN LUIS FERRER ART. 49

apercibimiento de que los gastos no comprobados se imputen a


cuenta de honorarios. La regla se inserta en un fragmento re-
ferido a los peritos “sorteados”, de modo que no comprende a
los peritos de parte, cuyos honorarios y gastos están a cargo de
quien los designó, aún cuando se trate de litigantes que gocen
del beneficio de litigar sin gastos269.
El anticipo requerido por el perito está a cargo del litigan-
te que propuso la prueba pericial, con una única excepción pre-
vista en el texto legal, referida a los actores en los juicios labo-
rales, cuyos gastos deben ser afrontados por el fondo especial a
que alude el art. 29 de la ley 7987. Sin embargo, el art. 107 del C.
de P.C. impone extender esa dispensa a quienes gozan del be-
neficio de litigar sin gastos, a partir del momento en que for-
mulan la solicitud (art. 103, CPC).

114. DEUDOR DE LOS HONORARIOS DE PERITO

En jurisdicción nacional la jurisprudencia mayoritaria dejó


establecido hace años que el perito nombrado de oficio puede
cobrar sus honorarios contra cualquiera de las partes, inclusi-
ve la vencedora en costas, sin perjuicio del derecho de ésta a
repetir de la contraparte lo que hubiere abonado en exceso270,
conclusión que encuentra respaldo en el art. 478 del CPN, con-
forme al cual el litigante puede oponerse o manifestar su des-
interés en la prueba pericial y, en este caso, los gastos y hono-
rarios serán a cargo del proponente de la prueba, salvo que la
sentencia hubiese hecho mérito del dictamen, norma ésta que,
interpretada a contrario, justifica la obligación de pago im-
puesta a todos los litigantes. Idéntica situación se da en otras
jurisdicciones, tales como Santa Fe271 o Entre Ríos 272, siempre
al amparo de normas análogas al art. 478 del Código Nacio-

269
Confr. Cám. Civ. Com., y Trabajo Cruz del Eje, 07/12/1995, LL Cba., 1996-501.
270
Véase LLAMBÍAS, Jorge J., Código Civil Anotado, t. II-A, Abeledo-Perrot, Bue-
nos Aires, 1983, Nº 1, p. 512.
271
Confr. Cámara de Paz Letrada de Santa Fe, 09/06/1988, in re: “Sindicato Ven-
dedores de Diarios y Revistas Santa Fe c/ Quiroga, Cosme A. y/u otros”, La Ley
on line.
272
Confr. Superior Tribunal de Justicia de la Provincia de Entre Ríos, 14/06/1994,
in re: “Dome, Justo B. c/ Retamal, Héctor A. y otros”, La Ley on line.

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142 02/06/2014, 10:09
ART. 49 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 143

nal. En Córdoba, aun sin ese fundamento normativo, el recono-


cimiento del derecho del perito a cobrar a cualquiera de los li-
tigantes se ha abierto paso en la doctrina judicial273, tal vez por
la influencia que ejerce la citada jurisprudencia nacional, con
olvido de que entre nosotros no existe el apoyo normativo que
la sustenta.
Como secuela de la asimilación que la ley establece entre
los honorarios de los abogados y los de los peritos —que anali-
zaremos en el punto siguiente— y habida cuenta que el art. 15
establece que el pago de los honorarios puede requerirse, entre
otros, a “los beneficiarios del trabajo”, podría suponerse que el
perito está legitimado para cobrar sus honorarios no sólo al con-
denado en costas, sino también a los “beneficiarios” de su tarea;
esto es al litigante que instó la prueba pericial, o al que ganó el
juicio en base a la prueba pericial producida. Creemos que esa
conclusión sería excesiva; el texto del art. 15 y el hecho de ser
copia de una ley anterior que no fue concebida para los peritos,
permite afirmar que está referido sólo a los honorarios de los
abogados; los “beneficiarios” aludidos en el art. 15, son quienes
se benefician con los trabajos de beneficio común, en juicios como
la declaratoria de herederos, por ejemplo. El tema de a quiénes
puede cobrar sus honorarios el perito, sigue siendo tan comple-
jo como lo era antes de la sanción de esta ley, sin que a nues-
tro juicio la reforma aporte nada nuevo en la materia.
Un caso particular es el de los Profesionales en Ciencias
Económicas; el art. 32 de la ley 7626, dispone que para el co-
bro de los honorarios devengados, el perito de esa especialidad
“podrá accionar contra el condenado en costas, la o las partes que
solicitaron la prueba pericial o el beneficiario del trabajo en to-
dos los casos”. Según veremos al comentar el art. 50, esa nor-
ma no ha sido objeto de derogación expresa por el Código
Arancelario; tampoco se da una derogación tácita, ya que el
tema no ha sido objeto de tratamiento en el artículo que comen-
tamos, ni en ningún otro. Por ello, entendemos que en el caso de

273
Cám. 7ª C. y C., 10/05/91, LL Cba., febrero de 1992, p. 144., Cámara Trab.
San Francisco, 04/09/89, SJ, t. LXI, ps. 106/107, Nº 1037. Cám. 8ª Civ. y Com.,
A.I. Nº 162, del 02/06/1998. En contra: Cám. 3ª C. y C., Sent. Nº 46 del 24/07/90,
SJ, t. LIX, 1990, p. 331-J.

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143 02/06/2014, 10:09
144 ADÁN LUIS FERRER ART. 49

las pericias contables, el perito está legitimado para cobrar sus


honorarios con ajuste a lo dispuesto en el citado art. 32 de la
ley 7626274.
La ley 9445, sancionada una semana antes de la que comen-
tamos, fijó para los corredores públicos inmobiliarios un aran-
cel para las tasaciones judiciales (art. 25, inc. f) que según ve-
remos ha quedado derogado por el art. 50. Pero además esa
norma dispone que los honorarios del perito tasador estarán “a
cargo de quien lo solicita o de quien resulta obligado por resolución
judicial”, regla esta que no estaría comprendida en la deroga-
ción del art. 50, e interpretada literalmente, impone el pago de
los honorarios del perito tasador al proponente de la prueba y
al condenado en costas. Esto en tanto y en cuanto se trate de
un corredor público inmobiliario matriculado como tal¸ con lo
que quedarían al margen de esa regla de excepción las tasaciones
judiciales efectuadas por otros profesionales, tales como mar-
tilleros o ingenieros, que suelen cumplir esa función pericial.
Obviamente toda esta disparidad de soluciones es conse-
cuencia de la absoluta imprevisión con la que se legisla, por lo
que no sería desatinado, en nombre de la igualdad ante la ley
(art. 16, CN), descalificar todos los ordenamientos particulares
y aplicar la regla que se estime procede de este código, en or-
den al cobro de honorarios de peritos, cualquiera sea su espe-
cialidad profesional.

115. ASIMILACIÓN CON LOS HONORARIOS DE ABOGADOS

El artículo en comentario reproduce el texto de la ley 8226,


a su vez copiado de la ley 7269, que extiende a los honorarios
de peritos las “garantías y privilegios que esta ley establece para
los honorarios de los abogados”. En la ley 9459 esta asimilación
entre los abogados y los peritos se expresa, además, en sus
arts. 1º, 6º, 18 y 111, a cuyo comentario nos remitimos.
Como consecuencia de esa asimilación entre los honorarios
de los abogados y los de los peritos, ya bajo la vigencia de las

Conf. Cám. 2ª Civl y Com, 13/03/2009, Semanario Jurídico, N° 1708, 28/05/


274

2009, p. 708; Cám. 7ª Civ. y Com. 19/11/2008, Semanario Jurídico N° 1700, 02/
04/2009, p. 440.

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144 02/06/2014, 10:09
ART. 49 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 145

leyes anteriores la jurisprudencia ha considerado aplicables


a los honorarios de peritos las normas procesales estableci-
das para la regulación de honorarios de abogados275 y también
para su cobro276, doctrina ésta que tiene mejor respaldo aún en
el nuevo Código Arancelario que, tal como lo hemos puntuali-
zado al comentar el art. 1º, es un Código Arancelario de aboga-
dos y peritos, aunque erróneamente se lo siga designando “Có-
digo Arancelario para Abogados y Procuradores”.

116. EL ART. 30 DEL CÓDIGO PROCESAL DEL TRABAJO

El art. 30 de la ley 7987, contiene todo un ordenamiento re-


ferido a la regulación de honorarios de los peritos en juicios
laborales, con base en el monto de la condena o la conciliación.
Ya bajo la vigencia de la ley 8226, se entendió que la norma es-
pecial y posterior contenida en el Código Arancelario, sustituía
al art. 30 de la ley 7987277, aunque no faltaron opiniones opues-
tas, dado que el art. 121 de la ley 8226 había derogado expresa-
mente el art. 127 de la ley 7987 (referido a los honorarios de
los abogados) pero no así su artículo 30, lo que autorizaba a in-
terpretar que éste se mantenía en vigencia278. El Tribunal Su-
perior ha confirmado la aplicación del art. 47 de la ley 8226, an-
tecedente inmediato del que estamos comentando278.
La forma mucho más estructurada y completa con que la
ley 9459 ha legislado sobre la regulación de honorarios de los

275
Confr. TSJ, en pleno, 06/05/1997, Foro de Córdoba, Nº 39, p. 143. Así, se ha
entendido que la apelación contra la regulación de honorarios de peritos debe
ser fundado al interponer el recurso, tal como lo disponía el art. 112 de la
ley 7269 (TSJ, Sala C. y C., A. Nº 249 del 07/08/90 y A. Nº 496 del 21/10/92, SJ,
Nº 916, 24/12/92, p. 292; Cám. 4ª C. y C., A. Nº 76 del 15/04/92, SJ, Nº 904, 01/
10/92, p. 273; Cám. 5ª C. y C., 27/04/91, LL Cba., 1991, p. 661, con nota de Ma-
riano ARBONÉS, en el mismo sentido).
276
Lo que los exime del pago de tasas o aportes, por aplicación del art. 106 de la
ley 8226, hoy art. 111 (TSJ, en pleno, 06/05/1997, Foro de Córdoba, Nº 39, p. 143,
ya citado).
277
Confr. Cám. Civ. Com. y Trabajo Villa Dolores, A.I. Nº 7 del 12/03/1996, Foro
de Córdoba, Nº 39, p. 249.
278
Cám. Civ. Com. y Trabajo Villa Dolores, A.I. Nº 7 del 12/03/1996 (disidencia),
Foro de Córdoba, Nº 39, p. 249.
279
Sala Laboral A.I. Nº 458 de 1996, in re: “Expreso Panamericano S.R.L. c/
CASFEC”, y A.I. Nº 641 de 1996, in re: “Benavides, Mario Hugo c/ CIADEA”.

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145 02/06/2014, 10:09
146 ADÁN LUIS FERRER ART. 50

peritos, autoriza en mejor medida que la 8226, a entender táci-


tamente derogado el art. 30 del Código Procesal del Trabajo.

Derogación de leyes específicas de aranceles de peritos

Art. 50. Deróganse todas las normas que las leyes espe-
cíficas de aranceles de profesionales, impongan a los
jueces alícuotas o montos mínimos en los peritajes.

117. ALCANCES DE LA DEROGACIÓN

Conforme a su texto, la derogación dispuesta comprende


sólo la tarifa arancelaria por la tarea pericial. Continúan en
vigencia, por tanto, las disposiciones que tratan cuestiones dis-
tintas del arancel, tales como el art. 32 de la ley 7626, sobre
los obligados al pago de los honorarios de perito contador, o el
art. 25, inc. f de la ley 9445 en cuanto se refiere a la carga del pago
de tasaciones judiciales. Todo esto al menos mientras la juris-
prudencia no termine con tanto tratamiento desigual, según vi-
mos al comentar el art. anterior279.
Siguen vigentes, además, las normas que arancelan activida-
des distintas de la pericial, tales como las que fijan los honora-
rios de los profesionales de ciencias económicas por actuaciones
judiciales que no constituyen peritajes (arts. 23 y ss., ley 7626).
El desempeño como administrador o interventor judicial, sin
embargo, merece un tratamiento particular, que afrontaremos
al comentar el art. 99.
Aún cuando el artículo 49 fija los honorarios de “los peritos
que actúen en el juicio”, la derogación que comentamos com-
prende también la regulación que otras leyes contengan sobre
el arancel por actividad pericial en sede administrativa, ya que
el art. 103 somete a este Código la tarifación de honorarios por
esa tarea. Consecuentemente, están sujetos al arancel del ar-
tículo 49 los honorarios de quienes presten asesoramiento téc-
nico en el desarrollo de una mediación en sede judicial (art. 28,
ley 8858) aun cuando supusiésemos que ese asesor no es de los
que actúan “en el juicio”.

279
Véase N° 114.

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146 02/06/2014, 10:09
ART. 51 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 147

TÍTULO II
MODALIDADES REGULATORIAS CONFORME LOS
DIVERSOS TIPOS DE PROCESOS

Capítulo I
Procesos universales y particionarios

Sección 1
Base regulatoria por actos de beneficio común

Determinación de labores

Art. 51. La base regulatoria por actos de beneficio co-


mún estará constituida por el activo a dividir, inclui-
dos los bienes gananciales en su caso.

118. TRABAJOS DE BENEFICIO COMÚN

Los trabajos de beneficio común son los que, aunque cumpli-


dos por alguno de los interesados, sin embargo benefician a todos.
El texto del artículo evidencia que ha sido concebido para
el juicio sucesorio (de allí la mención a los bienes ganancia-
les) pese a lo cual alguna jurisprudencia lo ha extendido a la
disolución de sociedad, en la cual —se ha afirmado— la deman-
da sería un acto de beneficio común281. No compartimos ese cri-
terio, ya que el juicio de disolución y liquidación de una sociedad
es un proceso contencioso, en el cual cada una de las partes
confronta con su oponente, en defensa de su propio interés282.
Sólo hay trabajos de beneficio común en los procesos particio-
narios no contenciosos, como la declaratoria de herederos,
en la cual quien promueve la acción insta el reconocimiento
no sólo de su derecho a la herencia, sino también el de los
demás coherederos, quienes usufructúan el resultado de esa pe-
tición (por eso es un trabajo de beneficio común); la disolución de

281
Confr. Cám. Ap. San Francisco, A.I. Nº 62 del 16/09/1994, Foro de Córdoba,
Nº 24, p. 189.
282
Confr. Cám. 3ª Civ. y Com., Sent. Nº 20 del 18/04/1995, Foro de Córdoba,
Nº 29, p. 151.

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147 02/06/2014, 10:09
148 ADÁN LUIS FERRER ART. 51

sociedad, en cambio, al igual que la división de condominio, son


juicios declarativos (art. 15, ley 19.550 y art. 725, CPC) que co-
mienzan con una demanda y desembocan en una sentencia, que
acoge o deniega la pretensión contenida en la demanda y, en
función de ese resultado, se pronuncia sobre las costas y regula
honorarios (art. 327, CPC) estos últimos ajustados al interés
defendido por cada uno de los abogados intervinientes (arg.
art. 48)283. Volveremos sobre la cuestión al comentar el art. 61.
Para que la tarea profesional sea de beneficio común, es me-
nester que logre un avance de las etapas necesarias para la di-
visión de la herencia, con beneficio para todos los herederos284.
El ejemplo típico es el escrito que promueve la declaratoria de
herederos, que abre un proceso útil para todos los herederos,
aún aquéllos que no están reconocidos en el escrito inicial, ya
que éstos no tienen que reiterar la promoción del trámite, sino
que aprovechan el proceso ya iniciado, en el cual deben acredi-
tar su derecho285; esto aun cuando el peticionante no sea decla-
rado heredero por haber comparecido al juicio otros que lo ex-
cluyen, a condición de que los herederos declarados hayan
aprovechado la gestión cumplida por aquél286.
El escrito que por inoportuno; por sus deficiencias; por fal-
ta de acompañamiento de la documentación necesaria; o por
cualquier otro motivo resulta ineficaz para generar un avance
en el desarrollo del proceso y de hecho no es de utilidad para to-
dos los herederos, no es un trabajo de beneficio común, al mar-
gen de que puede no generar honorarios de ninguna clase, si
fuese totalmente inoficioso (art. 47).

119. BASE REGULATORIA

El texto del artículo que comentamos reproduce el art. 47 de


la ley 7269, que se mantuvo también en la ley 8226. En la decla-

283
Véase ut supra, Nº 64.
284
Confr. GOYENA COPELLO, Héctor R., Curso de procedimiento sucesorio, 8ª ed., La
Ley, Buenos Aires, 2005, p. 453, citando jurisprudencia.
285
Confr. Cám. Ap. San Francisco, SJ, 1993-B-333, reseñado por VENICA, Oscar
H.- DE SOUZA, Roxana A. - FILIBERTI, Graciela del Carmen, ob. cit., p. 207.
286
Cámara Nac. C., Sala F, 10/06/82, reseñado por MOLAS, Ana María, “Honora-
rios del abogado”, ED, p. 52, Nº 296; Cám. 3ª C. y C., Auto Nº 134, del 31/05/88.

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148 02/06/2014, 10:09
ART. 51 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 149

ratoria de herederos y el consecuente juicio sucesorio, la base


está dada por el activo a dividir, que incluye tanto la sucesión
hereditaria cuanto la liquidación de la sociedad conyugal. Por si
alguna duda hubiese al respecto, la expresa mención a los bienes
gananciales contenida en la parte final del artículo, la disipa287.
Conforme al artículo la base está dada por el “activo a dividir”,
de donde resulta que no se tiene en cuenta el pasivo. El criterio
ha sido tarifar los honorarios en función de la entidad económi-
ca del caso y no del valor que los herederos reciben, que puede
ser nulo si el inventario y avalúo arroja un resultado negativo288.
Cuando tramitan varias sucesiones en conjunto y en un mis-
mo proceso, la base regulatoria sigue siendo el activo a dividir
entre las partes, sin que deba computarse la eventual transmi-
sión hereditaria habida entre un causante y otro, que en el caso
no genera actividad profesional alguna289.
Los bienes que el causante haya donado como anticipo de
herencia, no integran la base regulatoria, porque no son parte
del “activo a dividir”, aún cuando su valor deba computarse para
ajustar las cuentas particionarias290. Sin embargo, algún fallo
ha resuelto lo contrario291.

287
Confr. TSJ, Sala Civil y C., Auto Nº 46, del 07/04/88, reseñado por ANDRUET,
Armando S. (h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., p. 173,
Nº 533 y ss.
288
La ley nacional 21.839 toma como base el “patrimonio que se transmitiere”,
lo que ha conducido a sostener que debe tomarse el “capital líquido” (Cám. Nac.
Civil, Sala G, 01/04/82, reseñado por MOLAS, Ana María, “Honorarios del aboga-
do”, ED, p. 47, Nº 262). Entre nosotros la solución opuesta la impone el texto legal.
289
Es la solución de vieja jurisprudencia nacional (Cámara Nac. C. Sala C, 02/11/79,
reseñado por MOLAS, Ana María, ob. cit., p. 50, Nº 276) pese a que el art. 24 de la
ley 21.839 dispone que “en el caso de tramitarse más de una sucesión en un
mismo proceso, el monto será el del patrimonio transmitido en cada uno de
ellos”. Entre nosotros, la falta de ese texto impone esa solución en forma más
concluyente.
290
La colación de los bienes donados en vida es “una simple operación de con-
tabilidad, porque el obligado a colacionar no trae ningún bien a la masa (ni la
especie donada, ni su equivalente en dinero), sino que recibe de menos lo que
ya recibió en vida del causante” (BORDA, Guillermo A., Tratado - Sucesiones, t. I,
Perrot, Buenos Aires, 1970, p. 455, N° 642).
291
Cám 4ª Civ. y Com., 30/05/2010, “Torre, Miguel Ángel - Declaratoria de here-
deros”, pronunciamiento éste con recurso de casación concedido y pendiente de
resolución a la fecha de este comentario.

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149 02/06/2014, 10:09
150 ADÁN LUIS FERRER ART. 51

120. VALOR DE LOS BIENES

El valor de los bienes que integran el activo sucesorio, será


el que resulte del inventario y avalúo, o de la manifestación de
bienes producida en el juicio 292. Tal como lo hemos puntuali-
zado al comentar el art. 32, esa valuación vincula a todos quie-
nes han participado en el proceso, inclusive al abogado que, ha-
biéndose apartado del caso, ha solicitado participación con
ajuste al art. 18 y que, en tal carácter y en defensa de sus hono-
rarios, pudo objetar el inventario y avalúo293. Podrá cuestionar
esa base regulatoria, en cambio, el abogado que, habiendo cesa-
do en su actividad profesional en el proceso, no ha solicitado
participación y, por tanto, no ha tenido oportunidad de cues-
tionar el inventario y avalúo; así lo autoriza el art. 32, inc. 2, a
cuyo comentario nos remitimos294.

121. EL CASO DEL BIEN DE FAMILIA

El art. 48 de la ley 14.394 dispone que los honorarios profesio-


nales motivados por la transmisión hereditaria del bien de fami-
lia, “no podrán superar el 3% de la valuación fiscal, rigiéndose por
los principios generales la regulación referente a los demás bienes”.
Aún siendo la cuantificación y distribución de las costas un
fenómeno procesal y, por tanto, reservado a las legislaturas pro-
vinciales, es sabido que el Congreso de la Nación está legitima-
do para legislar al respecto, “cuando sea pertinente establecer
ciertos recaudos de esa índole a fin de asegurar la eficacia de
las instituciones reguladas por los códigos de fondo”295, y parece
obvio que la norma que limita el costo de la transmisión here-
ditaria del bien de familia, es una medida adecuada a los fines

292
El art. 60 sugiere una solución distinta para los peritos inventariadores, ta-
sadores y partidores, que analizaremos en N° 134.
293
Sin duda esa afirmación puede ser discutida, a la luz de una jurisprudencia
que retacea la participación del abogado como tercero interesado (véase ut
supra, Nº 33) pero no se advierte cómo, de otro modo, puede el abogado defender
“sus derechos en expectativa a la regulación” (art. 18).
294
Ut supra, Nos 66 y 67.
295
PALACIO, Lino E., Derecho procesal civil, t. I, 2ª ed., Abeledo-Perrot, Buenos Ai-
res, 1990, p. 45.

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150 02/06/2014, 10:09
ART. 51 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 151

que la ley persigue al crear ese instituto. Ello, creemos, descarta


el eventual planteo constitucional y torna aplicable en el ámbi-
to provincial el art. 48 de la ley 14.394.
Por “valuación fiscal”, debe entenderse la base imponible
que la provincia establece para el cobro de la contribución te-
rritorial, tal como lo disponen los arts. 32, inc. 2, y 60 in fine. El
tres por ciento de esa valuación, es el total de los honorarios
que deben afrontar los herederos, incluidos los que correspon-
den al inventariador, tasador y partidor; pero no así los de in-
cidentes o litigios conexos vinculados al juicio sucesorio, que
devengan honorarios conforme al Código Arancelario, sobre la
base regulatoria que éste establece en cada caso, ya que no son
propios de la transmisión hereditaria.
Cuando el haber sucesorio comprende diversos bienes, entre
ellos un bien de familia, corresponde practicar dos regulaciones
de honorarios distintas; una para el bien de familia, ajustada al
art. 48 de la ley 14.394, y otra para los demás bienes, sujeta a
“los principios generales”, según dispone el referido artículo296.

122. OBLIGADOS AL PAGO

Los honorarios por los trabajos de beneficio común, en cuan-


to costo de la sucesión hereditaria, pesan sobre cada heredero
en proporción a su hijuela. Tal como lo hemos anticipado al
comentar el art. 14, no juega en el caso la solidaridad prevista
en esa norma297. Si alguno o algunos de los herederos hubiesen
afrontado íntegramente los honorarios de beneficio común, tiene
derecho a repetir contra sus coherederos, con ajuste a la previ-
sión de los arts. 689 y concordantes del Código Civil298.

123. OPORTUNIDAD DE LA REGULACIÓN

En principio, el valor del activo sucesorio está dado por el


inventario y avalúo, por lo que no resulta procedente la regu-

296
Confr. GOYENA COPELLO, Héctor R., ob. cit., p. 463, citando Cám. Civ. 1ª Mar del
Plata, 10/02/1994.
297
Ut supra, Nº 23.
298
Confr. Cam. Apel. Río Cuarto, Sent. Nº 91, del 10/12/1998, Foro de Córdoba,
Nº 54, p. 235.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


151 02/06/2014, 10:09
152 ADÁN LUIS FERRER ART. 51

lación de los honorarios del abogado que se apartó del caso,


hasta tanto las operaciones no hayan sido aprobadas 299, salvo
en forma provisoria por aplicación del art. 11. Sin embargo,
cuando el trámite se agota en la declaratoria de herederos, por
falta de promoción del juicio sucesorio (que puede ser inne-
cesario) debe admitirse el incidente regulatorio del art. 108,
como único medio para arribar a una regulación definitiva.
Si, por el contrario, el juicio sucesorio ha sido promovido,
el abogado apartado del caso puede instar el procedimiento con
miras a su conclusión, en ejercicio del derecho que le acuerda el art.
18, a fin de arribar a la aprobación del inventario y avalúo y,
con ello, a la regulación definitiva de sus honorarios.
El Tribunal Superior sentó esa doctrina en fallo del 23 de
abril de 1999300, pero de hecho la contradijo el 1º de marzo de 2004,
al resolver que el abogado que intervino en la declaratoria de
herederos, puede solicitar regulación definitiva de sus honora-
rios por vía incidental, aún estando en trámite el juicio suceso-
rio301.
Además, el Tribunal cimero de la provincia ha dado un tra-
tamiento singular al perito inventariador, tasador y partidor,
de quien se ha dicho está habilitado a pedir regulación de ho-
norarios por esa tarea profesional, inmediatamente de conclui-
das las operaciones, aún cuando estén aún pendientes de apro-
bación302.

299
Cámara C. y C., Río Cuarto, Auto Nº 24, 05/03/87, reseñado por ANDRUET, Ar-
mando S. (h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A.- FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., Nº 542
y ss, p. 178.
300
Sala Civil y Com., A.I. Nº 226, in re: “Pistone de Bosssa, Raquel Beatriz - In-
cidente en Pistone, Mateo Juan - Declaratoria de Herederos”, Foro de Córdoba,
Nº 56, p. 229.
301
Sala Civ. y Com. A.I. Nº 20, in re: “Incidente del Dr. Rubén Terreno en au-
tos Fedi Pablo - Declaratoria de Herederos”, SJ, 89-2004-A, p. 500. Lo curio-
so es que el fallo cita el precedente “Pistone […]”, pero concluye contradicién-
dolo.
302
Sala Civil y Com., A.I. N° 338, 19/10/2010, in re “Sanrame Alfredo, Ledesma
Emma Reveca - Declaratoria de herederos”. En el caso y con ese argumento, se
declaró prescripto el derecho a cobrar honorarios del perito, por haber transcu-
rrido dos años desde las operaciones, aún cuando por falta del pago de tasa y
aportes, éstas aún no habían sido aprobadas.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


152 02/06/2014, 10:09
ARTS. 52 Y 53 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 153

Actuación simultánea de profesionales

Art. 52. Cuando actúan varios abogados, los honora-


rios por los actos de beneficio común, se regulan como
si fuera uno solo, aunque en la forma establecida en
los artículos 22 y 23 de la presente Ley, dividiéndose
entre todos aquellos que hubieran cumplido el acto el
mismo día.

124. ACTOS DE BENEFICIO COMÚN PRODUCIDOS SIMULTÁNEAMENTE

La norma simplemente expresa las consecuencias de la apli-


cación de los arts. 22 y 23, con la variante de que los actos de
beneficio común cumplidos en el mismo día, se equiparan a los
ejecutados en forma simultánea, aun cuando uno fuese anterior y
otro posterior. De no mediar esta aclaración, el acto posterior
sería ineficaz y, por tanto, no devengaría honorarios (art. 47).
El sentido de la norma es evitar la puja entre abogados por
cumplir un acto antes que otros intervinientes en el juicio, con
el objeto de hacerse acreedor exclusivo de los honorarios de be-
neficio común. Esa ratio legis debe ser tenida en cuenta en la
consideración de los conflictos que a menudo se plantean, en-
tre abogados que han promovido una declaratoria de herede-
ros o instado la apertura de un juicio sucesorio, por ejemplo, en
días sucesivos pero en condiciones tales que el acogimiento de la
petición hace mérito de todas las presentaciones. El Juez debe
evitar que la puja por los honorarios, envuelva a los herederos
en una disputa con riesgo de costas, en función de un interés
al cual son ajenos. Es éticamente censurable el proceder del
abogado que, para lograr el reconocimiento de sus honorarios
como de beneficio común, embarca a su cliente en nulidades y
recursos que no le son útiles303.

Actos de beneficio particular

Art. 53. Cuando intervienen varios abogados, cada uno


de ellos tiene derecho a honorarios por los trabajos de

Ante dos declaratorias de herederos de un mismo causante, promovidas por


303

dos abogados en días sucesivos, pueden éstos disputar sobre sus honorarios, sin

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


153 02/06/2014, 10:09
154 ADÁN LUIS FERRER ART. 53

beneficio particular, a cargo de su representado o pa-


trocinado, regulándose sobre el activo de la cuota-parte
respectiva o sobre el valor del legado, pero se deduci-
rán estos últimos honorarios de los que eventualmente
le correspondan por trabajos de beneficio común. Esta
deducción no se efectuará cuando el patrocinado o re-
presentado no sea heredero o por cualquier causa, no
deba soportar los gastos de beneficio común.

125. TAREAS DE BENEFICIO PARTICULAR

Las tareas de beneficio particular, son aquéllas que no bene-


fician a todos los herederos ni a la sucesión en su marcha pro-
cesal; son las peticiones tendientes a que el presentante o su
representado puedan consolidar el derecho que les correspon-
de 304.
Aunque interpretado literalmente el artículo dice lo con-
trario, debe entenderse que a los honorarios de beneficio par-
ticular (a cargo del comitente) les son descontados los que al
mismo abogado le correspondan por trabajos de beneficio co-
mún (a cargo de todos los herederos). La conclusión opuesta
(cobrar los de beneficio común, menos los de beneficio particu-
lar), implicaría un enriquecimiento sin causa en favor de la
comunidad hereditaria, que vería reducida su contribución a
los gastos de la sucesión, en función de lo que un heredero paga
para su defensa particular. Dicho en otras palabras: los hono-
rarios de beneficio común se cobran siempre íntegramente; los
de beneficio particular sólo si exceden aquéllos y en la medida
en que los excedan.
Debe entenderse, a nuestro juicio, que los trabajos de be-
neficio particular a los que se aplica el artículo en comentario,
no incluyen los incidentes contenciosos que puedan plantear-
se durante la tramitación de la sucesión, los que conforme al
art. 83 deben considerarse como cuestiones litigiosas autóno-
mas, respecto de las cuales el pago de honorarios se pone a
cargo del condenado en costas. Es nuestra conclusión respec-

necesidad de plantear la nulidad de uno u otros procesos, si ambos contienen


peticiones idénticas.
304
Confr. GOYENA COPELLO, Héctor R., ob. cit., p. 453.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


154 02/06/2014, 10:09
ARTS. 54 Y 55 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 155

to del incidente de contestación de la vocación hereditaria


(art. 55) o la impugnación de las operaciones particionarias
(art. 57) que corresponde hacer extensiva a otras situaciones
análogas.

Sección 2
Juicio Universal de Sucesión y Anexos

Declaratoria de Herederos

Art. 54. El escrito inicial de declaración de herederos o


de apertura o protocolización de testamentos, es re-
munerado con un cuarto de la escala del artículo 36 de
esta Ley. Las actuaciones hasta la declaratoria de he-
rederos son remuneradas con otro cuarto.

126. DECLARATORIA DE HEREDEROS

El artículo reduce el porcentaje que la ley anterior asignaba


a la declaratoria de herederos, reduciéndolo de dos tercios
a la mitad, divididos entre la presentación y el trámite pos-
terior, que en la práctica se reduce a la publicación de edic-
tos y la petición de audiencia a los fines del art. 659 del C. de
P.C. Pese a la simpleza de esa tarea profesional, la ley no ad-
mite alternativas y devenga los honorarios que este artículo
prevé.

Incidente del artículo 659 del Código


de Procedimiento Civil y Comercial

Art. 55. Cuando se sustanciare el incidente de contesta-


ción de vocación hereditaria, los honorarios de tal in-
cidente se regularán aplicando el ciento por ciento
(100%) de la escala del artículo 36 de esta Ley, sobre la
cuota parte que es objeto de la controversia.

127. CONTESTACIÓN DE LA VOCACIÓN HEREDITARIA

El incidente abierto con motivo de la contestación de la vo-


cación hereditaria, al cual se asimila el planteo de nulidad de

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


155 02/06/2014, 10:09
156 ADÁN LUIS FERRER ART. 56

testamento tramitado como incidente 305, es siempre un traba-


jo de beneficio particular de quienes litigan y la carga del pago
de los honorarios se resuelve por aplicación del arts. 133 y con-
cordantes del C. de P. C. A los honorarios aquí devengados no
les es aplicable el art. 53 y la deducción que en él se prevé, ya
que el incidente implica un litigio autónomo, aunque conexo al
trámite de la sucesión.
Deberán aplicarse los porcentajes que fija el art. 31 en fun-
ción del resultado del incidente, en el cual el incidentista asu-
me la condición de actor y su oponente es demandado.

Juicio sucesorio

Art. 56. Las tareas de apertura de sucesorio, inventa-


rio y avalúo de bienes se regulan con un cuarto de la
escala del art. 36 de esta Ley. Las tareas de partición
de bienes se regulan con otro cuarto.
Estas tareas se regulan de manera independiente a las
que correspondan al perito inventariador, valuador y
partidor, aunque sean realizadas por un mismo letra-
do.

128. DIVISIÓN DE LA HERENCIA

El artículo establece la retribución de la tarea profesional de-


sarrollada en el llamado “juicio sucesorio”, esto es la actividad
procesal posterior a la declaratoria de herederos, tendiente a
la división de la herencia.
Sin embargo, la norma deja fuera de su ámbito de aplicación
y hace objeto de una regulación distinta, tanto al inventario,
avalúo y partición, cuanto a la manifestación y pedido de adju-
dicación de bienes, ambos previstos en el art. 60. Así, pues, la
tarea que conforme al art. 56 ha de ser retribuida con un cin-
cuenta por ciento de los honorarios de beneficio común, será
el pedido de apertura del juicio sucesorio y, en su caso, la de-
signación de perito inventariador, tasador y partidor, además

305
Cámara C. y C. Río Cuarto, Auto Nº 293, del 24/11/86, reseñado por ANDRUET ,
Armando S. (h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit.,
p. 176, Nº 537 y ss.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


156 02/06/2014, 10:09
ART. 57 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 157

del eventual control del proceso particionario (si no es el mis-


mo abogado el que lo practica) y la gestión necesaria para que
la partición sea aprobada. Eso es todo. Al igual que en el trá-
mite de la declaratoria de herederos, parece poco trabajo para
tanto honorario; pero esa es, guste o no, la retribución que la
ley considera justa.

Incidentes en el juicio sucesorio

Art. 57. En los incidentes de impugnación de operacio-


nes, avalúo y exclusión o inclusión de bienes, se toma
como base para la regulación de honorarios el valor que
haya sido motivo de controversia y se aplicará el cin-
cuenta por ciento (50%) de la escala del artículo 36 de
esta Ley.

129. IMPUGNACIÓN DE LAS OPERACIONES DE INVENTARIO, AVALÚO Y


PARTICIÓN

La impugnación de las operaciones de inventario, avalúo


y partición, se remunera mediante la aplicación del cincuen-
ta por ciento de la escala del art. 36, sobre el valor discutido.
Debe tomarse para cada abogado la base prevista en el art. 31,
en función del resultado del litigio incidental.
La base regulatoria, es decir “el valor que haya sido motivo
de controversia”, a que alude la norma, está referido al interés
defendido por el profesional interviniente306, de modo que si el
heredero con derecho a una hijuela del cinco por ciento, re-
clama contra el dueño del otro noventa y cinco por ciento, la
inclusión en el activo a dividir de un bien valuado en cien mil
pesos, la base regulatoria no podrá exceder de cinco mil, por-
que ésa es la medida del interés debatido en el caso. De lo
contrario, si se tomase como valor del incidente el total del
bien cuya inclusión se discute, el abogado podría obtener ho-
norarios superiores al resultado económico que el litigio tiene
para su cliente, y ocurre que éste (el cliente) es el principal deu-
dor de esos honorarios307, a quien el abogado puede reclamar el

306
Véase ut supra, Nº 64.
307
Confr. TSJ, en pleno, Sent. Nº 51 del 29/12/1999, Foro de Córdoba, Nº 60, p. 162.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


157 02/06/2014, 10:09
158 ADÁN LUIS FERRER ART. 58

pago308, con lo cual el beneficiario de los servicios terminaría pa-


gando para defender su derecho, una suma superior al valor de
ese derecho.

Sucesiones sin incidentes

Art. 58. En todos los trámites de declaratoria de here-


deros y juicio sucesorio donde no se hayan promovido
incidentes ni controversias, los honorarios del aboga-
do se fijan en el sesenta por ciento (60%) de la escala
del artículo 36 de la presente Ley.

130. REDUCCIÓN DE LA ESCALA

Reproduce el art. 54 de la ley 7269, que también lucía en la ley


8226. Ni en aquellas leyes —ni tampoco en ésta— se justifica con-
dicionar la reducción de honorarios a la inexistencia de inci-
dentes, ya que siendo éstos objeto de regulación específica, la
tarea profesional que se remunera por el principal es siempre aná-
loga, haya o no incidentes. Pese a ello, la claridad del texto no admi-
te otra solución: si se producen incidentes, aun cuando éstos merez-
can una regulación aparte, resultará inaplicable la reducción
de la escala arancelaria de los honorarios de beneficio común.
Vale preguntarse si la reducción es aplicable a los honora-
rios previstos en los arts. 54 y 56, o también a los que regula el
art. 60. Entendemos que la primera es la respuesta correcta,
habida cuenta la ubicación del artículo, antes de que se pre-
vean los honorarios correspondientes a “peritajes y manifes-
tación de bienes” (tal el título del art. 60). Por otra parte, en
principio la labor del perito o la manifestación de bienes, es-
tán desvinculados de la actividad procesal eventualmente con-
tenciosa que lleven adelante los herederos.
La declaratoria de herederos y el juicio sucesorio son dos
estadios procesales autónomos y diferenciados, al punto de que
la apertura del sucesorio ha sido valorada como la promoción de
una nueva acción309. Siendo así, se ha entendido que corresponde

Véase ut supra, Nº 26.


308

Confr. TSJ, Sala Civil y Com., A.I. Nº 226, in re: “Pistone de Bosssa, Raquel
309

Beatriz - Incidente en Pistone, Mateo Juan - Declaratoria de Herederos”, Foro de


Córdoba, Nº 56, p. 229.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


158 02/06/2014, 10:09
ART. 59 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 159

aplicar la reducción de honorarios por el trámite de la declara-


toria, si en ésta no hubo incidentes, aún cuando los haya en el
juicio sucesorio310. Con el mismo criterio, cabe la solución inver-
sa; esto es, por mucho que se haya incidentado la declaratoria
de herederos, si luego de dictado el auto respectivo el proceso
de división de la herencia se desarrolla sin incidentes, corres-
ponde aplicar la reducción sobre los honorarios devengados en
este estadio procesal.
A nuestro juicio los incidentes que obstan a la reducción de
honorarios prevista en el artículo que comentamos, son los que
hacen al interés de los justiciables, no así los que a menudo se
plantean en función del interés de los abogados, afanosos en
hacerse acreedores de los honorarios de beneficio común311.

Partición extrajudicial

Art. 59. En toda partición extrajudicial de bienes o


transferencias por tracto abreviado, el notario deberá
contar necesariamente con copia certificada del auto
de declaratoria de herederos expedida a ese solo efecto
por el Tribunal.
Los juzgados no podrán expedir dichas copias sin que
se haya regulado previamente y acreditado el pago de
los honorarios del o los profesionales intervinientes.
La regulación de honorarios se obviará mediante con-
formidad expresa del o los profesionales intervinientes.

131. EL RESGUARDO DE LOS HONORARIOS, FRENTE A LA DISPOSICIÓN


POR TRACTO ABREVIADO

La norma procura resguardar los honorarios de los abogados


que han intervenido en el sucesorio, que podrían ver diluido el
haber hereditario mediante transferencias o divisiones extraju-
diciales y, con ello, frustradas las posibilidades de regulación y
cobro de los honorarios devengados.
La interpretación y aplicación del artículo debe consultar
esa ratio legis, pero evitando que ese resguardo de los honora-
rios, se transforme en una traba para el ejercicio de sus dere-

310
Cám. 5ª Civ. y Com., A.I. Nº 111, 26/05/1995, Foro de Córdoba, N° 34, p. 167.
311
Hemos aludido al tema supra, N° 124.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


159 02/06/2014, 10:09
160 ADÁN LUIS FERRER ART. 59

chos por los herederos. Esto en especial meritando que el art. 707,
inc. 4, del C. de P.C. autoriza la venta de cualquier bien de la
herencia, sin que el otorgamiento de autorización para ello
esté condicionado al pago de honorario alguno.
Por ello, entendemos que frente al pedido de copia para dis-
poner de bienes de la herencia por tracto abreviado, corres-
ponde correr vista a los abogados y, si éstos no expresan opo-
sición, tomar esa actitud como conformidad tácita, suficiente
para expedir la copia. Así lo dispone el art. 17, regulando una
situación análoga a la que aquí analizamos.
Aunque la norma no lo disponga, pese a la oposición del abo-
gado debe admitirse la expedición de copias contra el afianza-
miento del pago de los honorarios, tal como lo admitía el art. 14
de la ley 7269, con un fin tuitivo de la retribución del abogado
análogo al del artículo que comentamos. Lo contrario, coloca-
ría al abogado en la posibilidad de exigir extorsivamente la
suma que considere procedente, sin que el deudor, urgido por
la venta, pueda afrontar el incidente regulatorio sin ver frus-
trada la operación.
Suele ocurrir —y ocurre a menudo— que los herederos ven-
den un bien de la herencia, muchos años después de dictado el
auto de declaratoria de herederos, lo que permite inferir que
los honorarios del abogado que inició el juicio están pagos o pres-
criptos. Sin embargo, el plazo de prescripción puede haber sido
interrumpido o suspendido por circunstancias que no constan
en el expediente, de modo que igualmente el artículo es apli-
cable. En este caso, la alternativa de afianzamiento debe acep-
tarse con mayor generosidad, meritando inclusive las dificulta-
des para localizar a abogados que han intervenido en el juicio
hace muchos años.
Cuando al solicitarse las copias la causa no se encuentre en
condiciones de regular honorarios por no haberse practicado
inventario, avalúo y partición312, nada obsta a que se regulen
honorarios sobre el valor del bien objeto de la venta por tracto
abreviado, los que tendrán carácter provisorio hasta que se de-
termine la base regulatoria total (art. 28). Ello resguarda el in-

312
Ut supra, Nº 123.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


160 02/06/2014, 10:09
ART. 60 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 161

terés de los abogados, sin condicionar la venta de un bien al


pago de honorarios totales, que eventualmente pueden supe-
rar el precio de venta de ese bien.

Peritajes y manifestaciones de bienes

Art. 60. Los honorarios del perito inventariador, valua-


dor o partidor, que debe ser abogado o procurador de la
matrícula, se regularán de la siguiente forma:
1) Para las operaciones de inventario y avalúo en con-
junto, de treinta (30) a cincuenta (50) Jus, aplicando las
reglas del artículo 39 de esta Ley, en cuanto sean compa-
tibles. En ningún caso podrá superar el uno por ciento
(1%) del valor de los bienes;
2) Para la operación de partición y adjudicación de los
bienes se regulará el uno por ciento (1%) sobre el va-
lor del activo a partir, y
3) Si en el juicio se formulase manifestación, estimación
y adjudicación de bienes, se regulará el dos por ciento
(2%) del activo a partir, no deducible de cualquier otra
regulación que correspondiera.
En caso de que las valuaciones fuesen inferiores a las
que correspondan a la base imponible a los fines del
Impuesto Inmobiliario Provincial, la regulación debe-
rá practicarse sobre ésta.

132. HABILITACIÓN PROFESIONAL DEL PERITO

Se mantiene la exigencia establecida en el art. 56 de la


ley 7269 y mantenida en la ley 8226, en el sentido de que el pe-
rito inventariador, tasador y partidor debe ser abogado de la
matrícula.
La norma se explica en atención a que la división de la he-
rencia involucra cuestiones jurídicas, que son de incumben-
cia profesional del abogado. Sin embargo, es posible que la par-
tición de un inmueble requiera la confección y suscripción de
planos, para lo cual el perito deberá contratar a un ingeniero
agrimensor; y en ocasiones será menester recurrir a los ser-
vicios de un contador, si el activo incluye estructuras finan-
cieras de alta complejidad. La actividad de esos profesiona-
les importará costos y honorarios, que se sumarán como gastos
al juicio sucesorio.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


161 02/06/2014, 10:09
162 ADÁN LUIS FERRER ART. 60

133. SISTEMA REMUNERATORIO

El artículo mantiene el sistema remuneratorio del inventa-


rio avalúo y partición establecido por el art. 58 de la ley 8226,
que modificó substancialmente lo normado al respecto por la
ley 7269 y los ordenamientos arancelarios que la precedieron313.
Hasta entonces, siempre la remuneración del perito inventaria-
dor, tasador y partidor había sido un porcentaje del activo he-
reditario, siguiendo una pauta que es propia de todo el orde-
namiento. A partir de la sanción de la ley 8226, se fijó para el
inventario y avalúo un arancel desvinculado de la valuación del
activo (de treinta a cincuenta jus) con un tope del uno por ciento
del valor de los bienes; mientras que por la partición se asigna
un uno por ciento del activo a partir. No se advierte cuál es el
motivo por el cual se da a unas y otra operaciones un tratamien-
to cualitativamente distinto.
Cuando en vez del inventario, avalúo y partición se formula
manifestación y pedido de adjudicación de bienes, la tarea por
esta actividad se fija en el dos por ciento del activo. La parte
final del inciso 3, deja en claro que estos honorarios se suman a
los que prevé el art. 56, pese a que en buena medida constitu-
yen una tarea única.

134. LA BASE IMPONIBLE COMO BASE REGULATORIA

La parte final del texto en comentario dispone que los hono-


rarios deberán regularse en base a la valuación pericial o a la
base imponible, la que sea mayor. Se trata de una norma que se
reproduce en las sucesivas leyes de aranceles, desde la época
en que los honorarios mínimos eran irrenunciables, pero que
resulta contradictoria con la derogación de la irrenunciabili-
dad, ya que si el perito subvalúa los bienes inventariados im-
plícitamente está aceptando la regulación de sus honorarios
sobre ese monto subvaluado, sin que en el sistema de la ley se
justifique desoír esa aceptación. Pese a ello, en principio la cla-
ridad del texto no admitiría una interpretación opuesta a su
sentido explícito: no mediando acuerdo expreso de partes, los

313
Entre otras, ley 4776, art. 20.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


162 02/06/2014, 10:09
ART. 61 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 163

honorarios del perito deberían regularse sobre el valor peri-


cial o la base imponible, el importe mayor, lo que marcaría
una excepción a la regla que hemos desarrollado al comen-
tar el art. 32 314 . Sin embargo, el aflojamiento en el rigor del
arancel que acusa la jurisprudencia del Tribunal Superior de
Justicia315, permite abrigar dudas de que ése sea el desenlace en
algún caso concreto.

Sección 3
Juicio de división de cosas comunes

Honorarios de beneficio común y particular

Art. 61. En los juicios de división de cosas comunes, o


de mensura y deslinde, los honorarios se regulan de la
siguiente manera:
1) En trabajos de beneficio particular, sobre la cuota
defendida, teniendo en cuenta la escala del artículo 36
de este Código, sobre el valor de los bienes; en caso de que
no existiera controversia se aplicará el cincuenta por cien-
to (50%) de la escala del artículo antes mencionado;
2) Las operaciones particionales son remuneradas con
el dos por ciento (2%) del valor de los bienes si se hicie-
ra avalúo y del uno por ciento (1%) si sólo se realizase
la partición, y
3) En la ejecución de sentencia, de conformidad a lo pre-
visto en el artículo 726 del Código de Procedimiento Ci-
vil y Comercial de la Provincia de Córdoba, los hono-
rarios son de beneficio común y será de aplicación el
artículo 82 del presente Código.

135. MENSURA Y DESLINDE

El texto del artículo refiere a “los juicios de división de co-


sas comunes, o de mensura y deslinde”, pero luego, en sus tres
incisos, alude sólo a la división de condominio, sin contener
previsiones aplicables a la actividad procesal de la mensura y
deslinde, regulada por los arts. 736 a 749 del C. de P.C.

314
Supra, N° 66.
315
Véase supra N° 2.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


163 02/06/2014, 10:09
164 ADÁN LUIS FERRER ART. 61

En el proceso de mensura y deslinde, la regulación de ho-


norarios debe adecuarse a la distribución de costas prevista
por los arts. 748 del C. de P.C. y 2752 del Cód. Civil, de los
cuales resulta que, en principio, deberán regularse honorarios
a cargo de cada uno de los que conforme a esas normas resul-
ten obligados en costas, en proporción a su interés en el caso.

136. DIVISIÓN DE CONDOMINIO

La división de condominio es un juicio contencioso, iniciado


con una demanda que pretende la división y que desemboca en
una sentencia que acoge o no esa pretensión (art. 725, CPC).
En ese proceso cada una de las partes defiende su interés par-
ticular y, por tanto, sus abogados reciben honorarios tarifados
en función de ese interés, con la escala que prevé el inciso pri-
mero del artículo en comentario, según haya existido o no con-
troversia316. Las costas se imponen por aplicación de los arts. 130
y ss., del C. de P.C.
Esto es así desde la reforma procesal de la ley 8465. An-
tes, el viejo Código Procesal (ley 1419) se había atenido a la
asimilación que la ley de fondo establece entre la división de
condominio y la partición de la herencia (art. 2698, CC) y en
sus arts. 617 y ss. preveía un procedimiento análogo al del jui-
cio sucesorio, conforme al cual pudo decirse que la demanda y
el trámite de la división de condominio, por ser trabajos de
beneficio común, devengaban honorarios en base al valor total
de los bienes a dividir 317. El confuso texto del art. 59 de la
ley 8226, era compatible con ese criterio. Hoy, estando la divi-
sión de condominio regulada como un juicio contencioso, ya no
cabe esa conclusión, aún cuando alguna doctrina la ha mante-
nido318. El texto del artículo que comentamos, que en su inci-
so tercero expresamente sindica como de beneficio común las
tareas de ejecución de sentencia, avala nuestra opinión.

316
Conf. Cám. 7ª Civ. y Com. A. N° 82 del 19/03/2010, Semanario Juridico N° 1763
del 01/07/2010, p. 30.
317
Confr. Cám. Apel. de San Francisco, A.I. Nº 33, del 11/04/1986, LL Cba., 1988,
Nº 56, p. 75.
318
VENICA, Oscar H., Código Procesal Civil y Comercial, t. VI, p.153.

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164 02/06/2014, 10:09
ART. 61 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 165

En síntesis: el juicio de división de condominio es, hasta la


sentencia, un proceso contencioso típico; la instancia de inte-
rés común, comienza recién con la ejecución de sentencia319.
Como consecuencia de ello, los honorarios devengados du-
rante la etapa del proceso previa a la sentencia, a cargo del co-
mitente o del condenado en costas, no son objeto de la compen-
sación con los de beneficio común que prevé el art. 53; se trata
—reiteramos— de costas en un proceso contencioso, previo a
la instancia de interés común, que se abre recién con la ejecu-
ción de sentencia.

137. LA EJECUCIÓN DE SENTENCIA

Si la sentencia acoge la división de condominio, su ejecución


puede consistir en la partición de los bienes objeto del juicio, o
bien su venta, si no fuesen susceptibles de partición en espe-
cie. La gestión profesional que procura ese desenlace, ha sido
calificada como de beneficio común por el inciso tercero del ar-
tículo que comentamos y, por aplicación de esa norma, devenga
honorarios a cargo de todos los condóminos, en proporción a
la cuota parte de cada uno, regulados en base al valor total de
los bienes a dividir, con aplicación de la escala prevista en el
art. 82.
El valor de los bienes será el que resulte de la aplicación del
art. 32, inc. 2, o, en su caso, el precio obtenido en la subasta320,
este último aún cuando una tasación postulase un valor difrente321.
En funcion de ese criterio, se ha sostenido que cuando la senten-
cia que acoge la demanda ordena el remate del bien indiviso,
debe posponerse la regulación de honorarios, hasta tanto el
resultado de la subasta judicial fije una base regulatoria322.

319
En contra, sosteniendo que también son de beneficio común los honorarios
del actor devengados durante el juicio, si la demanda es acogida, VENICA, Oscar
H., “Errores y falencias de la ley 9459. Apuntes para una futura reforma”, ob.
cit., p. 162.
320
Cám. 1ª Apel. Río Cuarto, Foro de Córdoba, Nº 86, p. 307, Nº 12.
321
Conf. Cám. 6ª Civ. y Com., 26/10/2011, Semanario Jurídico N° 1839, 29/12/
2011, p. 1086.
322
Cám. 1ª Civ. y Com. Río Cuarto, Sent. N° 62, del 09/12/2002, Semanario Ju-
rídico N° 1395, 13/02/2003, p. 60.

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165 02/06/2014, 10:09
166 ADÁN LUIS FERRER ART. 61

138. OPERACIONES PARTICIONALES

También de beneficio común son los honorarios del parti-


dor y tasador, si lo hubiese, los que deben regularse por aplica-
ción del inc. 2 del artículo que comentamos.
El art. 726 del C. de P.C. dispone que para la partición en
especie de los bienes objeto del juicio, son aplicables las dis-
posiciones relativas a la división de la herencia, y ocurre que
en ésta (la división de la herencia) el perito tasador y parti-
dor es obligadamente un abogado (art. 60 de esta ley) mientras
en la división de condominio de inmuebles, lo habitual es que
a los fines de la partición se designe un ingeniero agrimensor,
ya que ellos son los profesionales capacitados para la ejecución
de esa tarea. Es más: si se designase a un abogado, éste esta-
ría obligado a recurrir a los servicios de un ingeniero, para que
confeccione y suscriba los planos respectivos.
Así las cosas, parece evidente que para la división del condo-
minio de inmuebles, corresponde designar al profesional legal-
mente habilitado para ello, esto es un ingeniero. Que no ocurra
otro tanto en la partición de la herencia, aún cuando deba sub-
dividirse un inmueble, puede justificarse porque la división de
la herencia involucra cuestiones jurídicas, que habitualmente
no se dan en la mera subdivisión de un terreno.
Habida cuenta la ya apuntada asimilación con el juicio suce-
sorio, en caso de cuestionamiento a la peritación particionaria,
sería de aplicación el art. 57.

139. HONORARIOS DE BENEFICIO PARTICULAR

Durante la ejecución de sentencia, puede producirse tareas


profesionales de beneficio particular, tal como ocurre en el jui-
cio sucesorio. Estas devengarán honorarios ajustados a la pre-
visión del art. 53 y, en su caso, se pagan sólo en la medida en
que excedan los que el mismo abogado cobra por los trabajos de
beneficio común, deducción ésta que no es aplicable a las costas
incidentales323.

323
Véase ut supra, Nº 125.

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166 02/06/2014, 10:09
ART. 62 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 167

Sección 4
Procesos concursales

Actuaciones previstas
en la Ley de Concursos y Quiebras

Art. 62. En los procesos concursales, los honorarios de


los abogados y procuradores se regulan de conformi-
dad con las disposiciones de la ley específica, respe-
tando las modalidades del presente Código.

140. REMISIÓN A LA LEY DE FONDO

El art. 58 de la ley 7269 establecía una distribución porcen-


tual de los honorarios que integran los gastos del concurso,
que había sido cuestionada en su constitucionalidad 324. La
ley 8226 suprimió esa disposición y simplemente se remitió a
lo dispuesto en la ley concursal, según texto que se mantiene
en el artículo que comentamos.
El art. 271 de la ley 24.522, excluye en los procesos concursa-
les la aplicación de las leyes locales, “para el cálculo de las regu-
laciones previstas en esta sección”, esto es los funcionarios del
concurso y los abogados del síndico y, en su caso, del deudor y
del peticionante de la quiebra. Ese es, en consecuencia, el al-
cance de la remisión contenida en el artículo que comentamos.
Los límites porcentuales que para esos honorarios fijan los
arts. 266 y ss., de la Ley de Concursos y Quiebras, compren-
den la totalidad de la tarea profesional a cargo del concurso;
inclusive la desarrollada en incidentes 325 y aún en otra juris-
dicción326. Haría excepción a esa regla la expresa autorización

324
Cám. 2ª C. y C., autos Nº 131, 29/05/87 y Nº 385, 23/12/87, reseñados por ANDRUET,
Armando S. (h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit.,
ps. 186 y ss., Nº 564.
325
Confr. TSJ, Sala Civ. y Com., 18/04/2000, Foro de Córdoba, Nº 62, p. 139;
Cám. 3ª C. y C., Sent. Nº 179, 05/12/86, reseñado por ANDRUET, Armando S. (h) -
BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., p. 190, Nº 577; Cám. 2ª
C. y C., 20/05/87, LL Cba., 1988, p. 167.
326
Así, por ejemplo, se ha entendido que los honorarios devengados en el dili-
genciamiento de un exhorto librado a otra jurisdicción, para subastar bienes del
fallido, son gastos del concurso en los términos del art. 264, inc. 1, 282 y 287 de

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167 02/06/2014, 10:09
168 ADÁN LUIS FERRER ART. 62

del Juez para que el Síndico contrate los servicios de un aboga-


do, para una gestión específica, como gasto del concurso; pero
la hipótesis es improbable, habida cuenta la actuación perso-
nal que el art. 258 de la Ley de Concursos impone al síndico y
la regla sobre su patrocinio letrado que contiene el art. 257.
La duda es establecer si la remisión a la ley de fondo está
referida sólo al arancel, o comprende también las normas pro-
cesales, lo que adquiere importancia en relación al recurso de
apelación que, según sea la respuesta a ese interrogante, deberá
ajustarse o no a la previsión de los arts. 121 y conconcordantes
del Código Arancelario.
Habida cuenta que la Ley Concursal prevé, para las ape-
laciones en el proceso concursal, el procedimiento recursivo
ordinario de la Ley Procesal local (en relación y con efecto
suspensivo, en alusión a Código Procesal de la Nación) vieja
jurisprudencia del Tribunal Superior ha entendido que la remi-
sión contenida en el artículo en comentario, implica que la ape-
lación de honorarios regulados en el proceso concursal, no se
rige por la normativa especial del Código Arancelario, sino por
el procedimiento que para los recursos establece el C. de P.C.327
Esto así cuando se trata de actos y procedimientos inherentes al
concurso, no así respecto “otros trámites o procedimientos que no
están expresamente previstos allí, cuyos honorarios se establece-
rían en cambio de conformidad a los preceptos arancelarios lo-
cales (arg. arts. 271 y 287)”328.
Volveremos sobre el tema al comentar el art. 121329, pero
vale anticipar que a nuestro juicio y aún cuando no sea de apli-

la ley 19.551 y en consecuencia el arancel solo puede ser el previsto por los
arts. 288 y 289 del mismo ordenamiento, que como norma especial tiene pre-
eminencia sobre la ley 22.172 y excluye la aplicación de las reglas locales (TSJ,
Sala Civ. y Com., A.I. Nº 278 del 06/10/1987, LL Cba., 1996, p. 294, Nº 133).
327
Confr. TSJ, Sala Civ. y Com., 22/03/1994, LL Cba. 1994, p. 793; 11/02/1993,
LL Cba., 1996, p. 306, Nº 169. En otras jurisdicciones la cuestión ha merecido
tratamientos diversos (véase jurisprudencia citada por RIVERA, Julio C. - ROITMAN,
Horacio - VÍTOLO, Daniel R., Ley de Concursos y Quiebras, t. III, Rubinzal-Culzoni,
Santa Fe, 2000, p. 375).
328
Sala Civ. y Com. A.I. Nº 55, 25/03/2003, in re: “Barreneche, Juan José y María
Angélica Bartreneche y la Soc. de Hecho por ellos formada - Concurso Preventi-
vo”. En el caso se trataba de honorarios devengados en un incidente planteado
en una ejecución hipotecaria atraída por el juicio universal.
329
Véase Nº 304.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


168 02/06/2014, 10:09
ART. 62 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 169

cación el procedimiento recursivo previsto en ese artículo, sin


embargo sí sería aplicable al recurso la regla del art. 112 de este
Código, en cuanto excluye la condena en costas, ya que se trata
de una norma local aplicable a todo procedimiento destinado a
la determinación de honorarios, que no resulta incompatible
con la rapidez y economía del trámite concursal330.
En cuanto a la posibilidad de regular honorarios “sin aten-
der a los mínimos fijados por esta ley” (art. 271, ley 24.522) ha
sido traída desde la ley 24.432, cuestión que hemos tratado en
relación al art. 1º, al cual nos remitimos331 Acertada jurispru-
dencia tiene dicho, además, que “el límite de responsabilidad por
costas establecido en el art. 505 del Cód. Civil, no puede admitir-
se en los procesos concursales, dada la extraneidad de la norma
para esta índole de juicios”332. El referido art. 505, reformado
por la ya citada ley 24.432, ha sido concebido para su aplicación
en los juicios por incumplimiento de una obligación; no para la
ejecución colectiva.

141. APLICACIÓN DE LA LEY 24.522 A LOS JUICIOS EN TRÁMITE

Las reformas que la ley 24.522 introdujo al régimen de hono-


rarios previsto para los concursos y quiebras en la ley 19.551,
motivó ardua polémica en orden a la aplicación del nuevo orde-
namiento a los juicios en trámite333. Los principios que ilustran
ese debate, son los mismos que rigen la aplicación temporal del
código arancelario, por lo que nos remitimos al comentario al
art. 125. Sin perjuicio de ello, anticipamos que la pauta juris-
prudencial es aplicar a cada tarea profesional el ordenamiento
vigente al tiempo de su ejecución334.

330
Confr. Cam. Civ. y Com. de Rosario, Sala I, 05/08/96, aplicando el art. 28, inc.
e, de la ley 6767 de la Pcia. de Santa Fe, LL Litoral, 1998-1622, citado por RIVE-
RA, Julio C. - ROITMAN, Horacio - VÍTOLO, Daniel R., ob. cit., p. 375.
331
Véase Nº 2.
332
Cám. 3ª Civ. y Com., 06/10/1999, LL Cba., 2000, p. 1075.
333
Véase la copiosa jurisprudencia reseñada por VENICA, Oscar H. - DE SOUZA,
Roxana A. - FILIBERTI, Graciela del Carmen, ob. cit., ps. 387 y ss.
334
Conf. TSJ, Sala Civ. y Com. A.I. N° 216 del 17/09/2001, in re “Marco Elías
Félix - Concurso preventivo (hoy quiebra)”; A.I. N° 280, 10/10/2007, “Roberi
Trossero y Cía S.A. - Pequeño Concurso preventivo”.

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169 02/06/2014, 10:09
170 ADÁN LUIS FERRER ART. 63

Actuaciones no previstas en la Ley de Concursos y Quiebras

Art. 63. En los procesos concursales, los honorarios no


previstos por la Ley específica se regularán de la siguien-
te manera:
1) En el pedido de quiebra formulado por acreedor, y
rechazado, veinte por ciento (20%) de la escala del ar-
tículo 36 de esta Ley sobre el monto del crédito invo-
cado para el abogado del peticionante, y el ciento por
ciento (100%) para el del deudor;
2) Por el pedido de formación de concurso preventivo
formulado por el deudor, y rechazado, hasta el dos por
ciento (2%) del activo denunciado;
3) Por el pedido de verificación formulado ante el sín-
dico, treinta por ciento (30%) de la escala del artículo 36
de esta Ley sobre el monto del crédito verificado. Cuan-
do el crédito no se verifique, será la mitad del que le hu-
biere correspondido en caso contrario;
4) Por el incidente de revisión, la escala del artículo 36
de la presente ley, sobre el monto del crédito. La acu-
mulación de los honorarios previstos en este inciso y
en el anterior, no podrá superar el máximo de la esca-
la del artículo 36 de este Código;
5) Por el pedido de verificación formulado tardíamen-
te, la escala del artículo 36 de esta Ley, sobre el cuaren-
ta por ciento (40%) del monto del crédito que se preten-
de verificar;
6) Por los incidentes de calificación de conducta y re-
habilitación, cincuenta (50) Jus como mínimo, y
7) Por los demás incidentes previstos por la ley espe-
cífica (concursos especiales, revocatorias concursales,
etcétera), cualquiera sea el trámite impreso, la escala
del artículo 36 de esta Ley sobre el valor económico del
litigio incidental.

142. PEDIDO DE QUIEBRA RECHAZADO

El inciso primero no hace distingo alguno en relación a los


distintos casos de rechazo del pedido de quiebra, de donde re-
sulta que la tarifa arancelaria allí prevista se aplica tanto al
pedido de quiebra rechazado in limine, cuanto el acogimiento
del recurso de reposición del art. 94 de la ley 24.522335.

Confr. Cámara de Apelaciones de San Francisco, 05/03/86, reseñado en


335

LL Cba., 1988, p. 80.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


170 02/06/2014, 10:09
ART. 63 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 171

El texto expresamente alude a los honorarios de una y otra


parte y al rechazo de la pretensión articulada, por lo que no es de
aplicación el art. 31, en cuanto fija distintas bases regulatorias,
según el resultado del juicio.

143. EL CONCURSO PREVENTIVO DENEGADO

El inciso segundo, fija los honorarios por el pedido de for-


mación de concurso preventivo, denegado por el Juez, en “has-
ta” el dos por ciento del activo denunciado. La ley no ha pre-
cisado un arancel mínimo, ante lo cual y a falta de otra tarifa que
pueda entenderse aplicable, corresponde tomar el mínimo de cuatro
jus establecido para cualquier acto procesal en el art. 36;
bien entendido que una adecuada evaluación de los criterios
previstos en el art. 39, difícilmente habilitará una retribución
tan reducida, para una tarea procesional que, en principio al
menos, se presenta como compleja y trascendente, y para la cual
el ordenamiento ha fijado como retribución máxima, un porcen-
taje del activo que no puede dejar de ponderarse.
Tampoco en este caso resultan aplicables los distingos que
en orden a la base regulatoria fija el art. 31, ya que la norma pre-
vé el resultado adverso de la gestión y no hay dos partes contra-
puestas, asimilables a las posiciones de actor y demandado.

144. VERIFICACIÓN ANTE EL SÍNDICO

El inc. 3 del artículo que comentamos, fija los honorarios


por el pedido de verificación de crédito ante el síndico, en tér-
minos que no generan dudas. Esto sin perjuicio de que, según
veremos al comentar el inciso siguiente, con la regla que el art. 287
de la ley 24.522 ha establecido para la regulación de honora-
rios en el incidente de revisión de la verificación de crédito,
se quiebra una relación razonable entre los honorarios por el
mero pedido de verificación al síndico y la mucho mayor tarea
que demanda un incidente de revisión. Por ese motivo, algu-
na jurisprudencia ha considerado que el porcentaje de la es-
cala a aplicar en el pedido de verificación ante el síndico era
el previsto en el art. 80 de la ley 8226 (idéntico al actual art. 83)
no el del inciso que comentamos, “por cuanto, de otro modo, un
trámite comparativamente menor al previsto en el art. 287, ley
concursal, merecería, proporcionalmente, una regulación supe-

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


171 02/06/2014, 10:09
172 ADÁN LUIS FERRER ART. 63

rior, contrariando de ese modo el espíritu de la ley” 336. La otra


alternativa, es que el Juez, para restablecer el equilibrio que el
legislador ha alterado, opere en la escala arancelaria acercán-
dose al mínimo en la verificación ante el síndico y al máximo en el
incidente de revisión. Esta solución tiene asidero, si meritamos
que la norma es, en definitiva, la voluntad del orden jurídico
todo en relación al caso bajo juzgamiento y, en consecuencia,
resulta razonable hacer jugar la escala en forma que respete la
voluntad sugerida por una interpretación sistemática de nor-
mas prima facie incompatibles.

145. INCIDENTE DE REVISIÓN

El inc. 4 es tan claro como el anterior, pero bajo la vigencia


de la ley 8226 su aplicación ha sido puesta en entredicho a par-
tir de la sanción de la ley 24.522, cuyo art. 287 dispone: “en los
procesos de revisión de verificaciones de créditos y en los de ve-
rificación tardía, se regularán honorarios de acuerdo a lo pre-
visto para los incidentes en las leyes de arancelarias locales,
tomándose como monto del proceso principal el del propio crédi-
to insinuado y verificado” 337.
El artículo así concebido es fruto de una deficiente técnica
legislativa, ya que fue redactado con la mira puesta en el régi-
men arancelario nacional (ley 21.839) que para los incidentes
contiene una única norma (el art. 33) sin advertir que la cues-
tión se torna confusa en relación a otros ordenamientos que,
como nuestro Código Arancelario, contienen al respecto una
normativa diferente. La reforma encarada con la ley 9459, brin-
daba la oportunidad de compatibilizar la ley nacional con la pro-
vincial, pero lamentablemente el legislador local reprodujo
textualmente el art. 61 de la ley 8226, manteniendo en conse-
cuencia las dudas que éste suscitaba.
En relación a los honorarios en el incidente de revisión, el
art. 287 de la ley 24.522 gestó dos líneas jurisprudenciales, que
se expresan, entre otros, en el fallo de la Cámara Segunda de

336
Cám. Civ. y Com. San Francisco, 19/10/99, LL Cba., 2000, p. 866.
337
En rigor el problema lo planteaba ya la ley 24.432, que en su art. 7º introdujo
la reforma que luego se mantuvo en la Ley de Concursos y Quiebras.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


172 02/06/2014, 10:09
ART. 63 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 173

Apelaciones de la ciudad de Córdoba que publica Semanario


Jurídico, 2000-B-19338. La mayoría dijo que en el incidente de re-
visión se debían regular honorarios con aplicación del art. 61,
inc. 4, de la ley 8226 (idéntico al que comentamos) porque el
Código Arancelario “contiene dos normas referidas a los inci-
dentes. Una genérica que es la prevista en el art. 80, y otra espe-
cífica, la contemplada en el art. 61, inc. 4. Como el art. 287 de la
ley sustantiva hace una remisión genérica a las disposiciones de
las leyes locales, no se advierte la razón por la que deba dejarse
de lado la norma específica contenida en la legislación provin-
cial”. El voto disidente de ese fallo —que era mayoría en otras
cámaras— sostuvo que el art. 287 de la Ley de Concursos “ha
venido a llenar un vacío anteriormente existente, resolviendo la
base económica a tener en cuenta para cuantificar las tareas des-
plegadas en los procesos de revisión y de verificación tardías de
créditos, y al remitir a ‘lo previsto para los incidentes en las le-
yes arancelarias locales, tomándose como monto del proceso el
del propio crédito insinuado y verificado’, está sin duda remitiendo
a lo dispuesto en el art. 80, Lp. 8226, tácitamente derogado el
art. 61, inc. 4, Lp. 8226”.
La cuestión ha sido dirimida por el Tribunal Superior, en
ejercicio de la función revisora que le confiere el art. 383, inc. 3,
del C. de P.C., resolviendo que es de aplicación el art. 80, inc. 1,
de la ley 8226 (hoy art. 83, inc. 1, en fallo del 7 de diciembre
de 2005339. Para así sostenerlo, la sala civil ha partido de la ratio
juris del cambio legislativo operado en materia de honorarios
en la legislación concursal, que ha sido la economía de costos,
según expresamente lo consigna el mensaje de elevación del
proyecto de ley. En el caso que nos ocupa ese objetivo se persi-
gue —dice la sentencia— reduciendo la base regulatoria a la
que es propia de los incidentes, lo que no resulta compatible
con el inciso que comentamos, que acuerda al incidente de re-
visión la misma retribución que a la tarea profesional de un
juicio ordinario. A partir de esa premisa, el fallo de referencia

338
Reseñado por VENICA, Oscar H. - DE SOUZA, Roxana A.- FILIBERTI, Graciela del
Carmen, ob. cit., ps. 418 y 419.
339
Sala Civ. y Com., Sent. Nº 150 in re: “Incidente de Revisión deducido por Caja
Nacional de Ahorro y Seguro (en liquidación) en autos Gastaldi Hnos. SAICF -
Conc. Preventivo”.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


173 02/06/2014, 10:09
174 ADÁN LUIS FERRER ART. 63

formula una interpretación literal de la ley, destacando que


el artículo que comentamos regula los honorarios “no previs-
tos por la ley específica”, y el inciso en análisis se adecua a un
tiempo en que, bajo la vigencia de la ley 19.551, el ordenamiento
falencial no contenía previsión alguna sobre los honorarios
incidentales; ahora, previendo el art. 287 de la ley de con-
cursos la regulación de honorarios en el incidente de revi-
sión, el inciso que comentamos queda tácitamente invalidado;
no sólo por tratarse de una ley posterior (argumento que ha
desaparecido con la sanción de la ley 9459) sino además por la
jerarquía normativa de la ley de fondo (art. 31, CN).
Así las cosas, no sólo por sus fundamentos sino por la efi-
cacia cuasi legislativa de la doctrina sentada por la Sala de
Casación 340, la conclusión obligada es que en el incidente de
revisión de la verificación o rechazo de un crédito, correspon-
de regular honorarios con aplicación del art. 83, inc. 1, del Có-
digo Arancelario. Ni las variaciones operadas en la composi-
ción de la Sala Civil del Tribunal Superior, ni la ratificación
por la ley 9459 del texto cuya validez se discute, permiten su-
poner que el Alto Cuerpo pueda cambiar de criterio.
Tal como lo apuntaremos al comentar el art. 83 —y vale an-
ticiparlo ya— la base regulatoria, que es el monto del crédito
verificado o cuestionado, debe adecuarse para una y otra parte
a lo previsto en el art. 31, en función del resultado obtenido341.
Si lo cuestionado en el incidente fuese la verificación par-
cial de un crédito, la base regulatoria sería la diferencia no ve-
rificada (si el incidente cuestiona el rechazo parcial) o el monto
verificado (si se invoca su inadmisibilidad)342.

146. VERIFICACIÓN TARDÍA

Todo lo dicho en el punto precedente, es aplicable al inci-


dente de verificación tardía, por lo que sería ocioso reiterarlo.

340
Confr. HITTERS, Juan C., Técnica de los recursos extraordinarios y de la casa-
ción, 2ª ed., Platense, La Plata, 2000, p. 121.
341
Confr. Cám. 1ª de Apelac. Río Cuarto, Sent. Nº 23 del 23/04/2003, in re: “Inci-
dente de Revisión deducido por Caja Nacional de Ahorro y Seguro (en liquida-
ción) en autos Gastaldi Hnos. SAICF - Conc. Preventivo”.
342
Confr. TSJ, Sala Civ. y Com., 25/03/87, LL Cba., 1988, p. 764.

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174 02/06/2014, 10:09
ART. 63 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 175

147. INCIDENTES DE CALIFICACIÓN DE CONDUCTA Y REHABILITACIÓN

El inciso 6 del art. 63 es tan sólo una demostración de la


poca atención que el legislador prestó al texto que sanciona-
ba, ya que los incidentes de calificación de conducta y rehabili-
tación no existen en el actual ordenamiento concursal. Pertene-
cen a un pasado que devino historia del derecho, con la sanción
de la ley 24.522. Huelgan comentarios.

148. LOS DEMÁS INCIDENTES

El inciso 7 es una norma general, referida a todo otro inci-


dente que pueda tramitarse en el proceso concursal. La ley los
asimila a un juicio declarativo y, en consecuencia, conforme a
su texto la regulación debe practicarse aplicando los arts. 31
(32, en su caso) y 36 del Código Arancelario.
Ésa es la solución correcta, ya que aún cuando la ley hable
de “incidentes”, lo cierto es que a través de la vía procesal del
art. 280 de la ley 24.522, pueden plantearse litigios tan arduos
como una resolución contractual, o una reivindicación, obvia-
mente ajenos a la previsión del art. 83, referido a los inciden-
tes. Al respecto ha dicho la doctrina que “no se debe confundir
el título —incidente— para querer hallar una identidad inexis-
tente con la figura del mismo nombre regulada en los códigos de
rito. En materia concursal, bajo el rubro incidente se comprende
un tipo de procedimiento o, mejor, un procedimiento tipo, previs-
to para servir de marco ritual dentro del que deben encarrilar-
se todas las pretensiones que se susciten entre el concursado, el
síndico y los acreedores”343.
Pese a ello, se ha sostenido que debe hacerse extensiva a
todos los incidentes, la norma del art. 287 de la Ley de Con-
cursos que, para la verificación tardía o la revisión, impone
aplicar el arancel reducido del art. 83, inc. 1, del Código Aran-
celario344. Esto así porque las hipótesis reguladas por ese artí-

343
ROUILLON, Adolfo A. N., Régimen de concursos y quiebras - ley 25.522, 11ª ed.
act. y ampl., 2ª reimp., Astrea, Buenos Aires, 2002, ps. 368 y 369; en igual sen-
tido: JUNYENT BAS, Francisco - MOLINA SANDOVAL, Carlos, Ley de Concursos y Quie-
bras comentada, t. II, Lexis Nexis - Depalma, Buenos Aires, 2003, ps. 610 y 611.
344
Véase Nº 146.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


175 02/06/2014, 10:09
176 ADÁN LUIS FERRER ART. 63

culo (verificación tardía o revisión de la verificación de crédi-


to) son también verdaderos juicios declarativos.
No creemos que sea ésa la solución correcta. Es cierto que
la revisión o la verificación tardía son verdaderos juicios decla-
rativos; pero no menos cierto es que la ley 24.522, en el art. 287,
se ha referido puntualmente a esos dos fenómenos procesales
(revisión y verificación tardía) y, tratándose de una excepcio-
nal incursión de la ley de fondo, en una materia que correspon-
de a la legislación local, que además acuerda la condición de
“incidente” a lo que jurídicamente no lo es, juega la regla se-
gún la cual la aplicación analógica de normas de excepción, no
es admisible345.
En un complejo litigio por revocación de una donación con
cargo, promovida contra una entidad concursada y, por tanto,
caratulado como “incidente” y tramitado con ajuste a la previ-
sión del art. 280 de la ley 24.522, el Tribunal Superior ha des-
calificado las dos soluciones reseñadas precedentemente (que
venían en sendos votos de la Cámara a quo) afirmando que “el
carácter principal o incidental del pleito viene inexorablemente
impuesto en función de la naturaleza intrínseca de la cuestión
debatida, y no del continente procedimental dentro del cual se
desenvolviera el litigio”, de donde dedujo que lo ventilado era
sencillamente un juicio declarativo, distinto de un incidente y,
por tanto, ajeno no sólo a la previsión del art. 80 (hoy 83) del
Código Arancelario, sino también al inc. 7 que estamos comen-
tando346.
Creemos que la solución fue correcta, sin que sea trascen-
dente encuadrar el caso en el inciso 7 que estamos comentan-
do, o directamente calificarlo como juicio declarativo. Esto
así porque tanto en uno cuanto en otro supuesto, la base
regulatoria y el arancel serán los previstos en los arts. 31 (o 32)
y 36.

345
Confr. FERREIRA RUBIO, Delia M., en BUERES, Alberto J. - HIGHTON, Elena I., Có-
digo Civil y normas complementarias. Análisis doctrinario y jurisprudencial,
t. 1, Hammurabi, Buenos Aires, 1995, p. 33, entre otros.
346
Sala Civ y Com., Sent. Nº 34, del 16/05/2006, in re: “Podestá, Guillermo; Bocco,
Héctor - Inc. de Reg. de Honorarios en autos Incidente de Revocación de la Do-
nación en Soc. Española de Beneficencia Hospital Español - Conc. Preventivo -
Hoy quiebra”.

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176 02/06/2014, 10:09
ART. 63 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 177

Una última reflexión, tal vez sobreabundante: la base regu-


latoria es el valor de lo discutido, pero obviamente ajustada en
función del resultado del pleito, de conformidad al art. 31.

149. LOS HONORARIOS DEL SÍNDICO EN LOS INCIDENTES

Tal como lo hemos apuntado al comentar el artículo 62, los


límites impuestos por los arts. 266 y ss. de la ley 24.522, com-
prenden la totalidad de la tarea profesional a cargo del con-
curso, por lo que no corresponde regular honorarios al síndico,
su letrado y el letrado del fallido, por su intervención en inciden-
tes, cuando están a cargo del concurso; la tarea profesional allí
desarrollada, se meritará al tiempo de practicar la regulación
por el servicio prestado a lo largo de todo el proceso concursal,
en el momento oportuno y con ajuste a los límites que estable-
cen los ya citados artículos 266 y ss. de la ley 24.522347.
Alguna jurisprudencia ha sostenido que a esos profesiona-
les, y en especial al síndico, tampoco les corresponde regula-
ción cuando un tercero es condenado en costas. Con relación a
la verificación tardía, se ha dicho que no corresponde regular
honorarios al síndico, aún cuando las costas estén a cargo del
acreedor, porque en el incidente el funcionario no afronta una
mayor tarea que la “que hubiera debido desarrollar si el acree-
dor hubiera accedido a la verificación tempestiva vía art. 33 de
la Ley Concursal”348.
No creemos que esto sea tan así, ya que la tramitación del
incidente en sede judicial, es siempre una tarea que se suma al
mero análisis de la admisibilidad del crédito pretendido y la
elaboración del consecuente informe. Por otra parte, el orde-
namiento obliga a los acreedores a verificar su crédito ante el
síndico (art. 32, ley 24.522) lo que permite conocer la situación
patrimonial del concursado, en tiempo oportuno para que tan-
to el juez cuanto el síndico y los acreedores, estén en condicio-

347
Confr. TSJ, Sala Civ. y Com., 18/04/2000, Foro de Córdoba, Nº 62, p. 139;
Cám. 3ª C. y C., Sent. Nº 179, 05/12/86, reseñado por A NDRUET, Armando S.
(h)- B USTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., p. 190, Nº 577;
Cám. 2ª C. y C., 20/05/87, LL Cba., 1988, p. 167.
348
Cam. Civ. y Com. San Francisco, 25/10/1989, LL Cba, 1990, p. 988.

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177 02/06/2014, 10:09
178 ADÁN LUIS FERRER ART. 64

nes de adoptar una posición frente a la bancarrota planteada;


consecuentemente, debe desalentarse la verificación tardía, lo
que no se logra eximiendo de costas al acreedor verificante.
En la revisión de una verificación de crédito, exponiendo ar-
gumentos y arribando a conclusiones extensibles a cualquier in-
cidente, el Tribunal Superior de Justicia ha ordenado regular
honorarios al síndico, cuando el tercero incidentista ha sido
condenado en costas, porque “no existe impedimento alguno en
que el tercero perdidoso y condenado en costas, deba pagar los
honorarios generados por la labor de ese funcionario. Por el con-
trario, resultaría erróneo justipreciar esta tarea exitosa al tiem-
po de practicar la regulación general del art. 265, L.C., y con ello
—contradictoriamente— cargar al concurso con honorarios que
pesan sobre ese otro sujeto procesal”349. Ésa es, a nuestro juicio,
la regla que gobierna el caso.
Vale agregar, además, que siendo común la tarea del síndi-
co y su abogado cumplen en un incidente, la regulación de sus
honorarios es conjunta. Así lo dispone el art. 22 para el caso en
que dos o más abogados desarrollen una tarea común, regla que
debe hacerse extensiva al caso del síndico y su patrocinante350.

Capítulo II
Procesos relativos a derechos reales y personales sobre bienes

Sección 1
Acciones reales y posesorias

Art. 64. En las acciones de despojo e interdictos, se re-


gularán los honorarios, aplicando un tercio de la esca-
la del artículo 36 de esta Ley sobre el valor de los bienes
en litigio. En las acciones reivindicatorias se aplicará la

349
Sala Civ. y Com., Sent. Nº 20 del 18/04/2000, Foro de Córdoba, Nº 62, p. 139.
En el fallo se citan en el mismo sentido: Fallo Plenario de la Capital del 29/12/88
(LL, 1989-A-537) y fallo de la Suprema Corte de Mendoza glosado en ED, 150-197.
350
Confr. TSJ, Sala Civ y Com., Sent. Nº 34, del 16/05/2006, in re: “Podestá,
Guillermo; Bocco, Héctor - Inc. de Reg. de Honorarios en autos Incidente de
Revocación de la Donación en Soc. Española de Beneficencia Hospital Espa-
ñol - Conc. Preventivo - Hoy quiebra”, citando en el mismo sentido Sent. Nº 101
del 18/19/2005, in re: “Bechara, Antonio Narciso - quiebra propia”.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


178 02/06/2014, 10:09
ART. 64 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 179

escala del art. 36 de la presente Ley y en las posesorias


la mitad de dicha escala.

150. APLICACIÓN DEL ART. 32, INC. 2, IN FINE

En las acciones petitorias, si el derecho invocado es el usu-


fructo, uso o habitación, o la nuda propiedad, la base regula-
toria prevista para la reivindicación se reduce a la mitad, por
aplicación del art. 32, inc. 2, in fine. Bajo la vigencia de la ley 7269,
se había discutido si esa reducción procedía también en el
despojo 351, cuestión que deja de plantearse, ya que la ley 8226,
según texto que ahora se mantiene, estableció expresamente
porcentajes variables del valor del bien para las acciones pe-
titorias, posesorias e interdictos o despojo; siendo así, resulta
claro que el art. 32, inc. 2, in fine sólo se refiere a los derechos
reales que prevé, en el supuesto de acciones petitorias, único
caso en que esos derechos reales constituyen la materia litis
(art. 2472, 2487, 2490 y conconcordantes del Código Civil).

151. EL VALOR DEL BIEN Y EL INTERÉS ECONÓMICO DEL CASO

Tal como lo hemos dicho al comentar el art. 32, en la interpre-


tación y aplicación del Código Arancelario vale meritar no sólo
el tenor literal de la norma, sino además el sentido básico del
sistema, que asocia el monto de los honorarios al significado eco-
nómico que el pleito tenga para las partes352. Esa pauta está ex-
presa en el art. 48 del Código Arancelario y “tiene jerarquía de
principio, a los fines de fijar la base económica”353, por lo que “debe
ser tenido en cuenta en la interpretación de su articulado”354.

351
La Cámara 3ª C. y C., en fallo del 18/02/87, publicado en LL Cba., 1987,
p. 344, aplicó el art. 60 de la ley 7269 reduciendo la base regulatoria (que era el
valor total del bien), en función del art. 30 inc. c (hoy 32, inc. 2, in fine). En senti-
do opuesto se pronunció la Cámara C. y C. de Bell Ville en Auto Nº 39, del 28/
04/88, reseñado por ANDRUET, Armando S. (h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. -
FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., Nº 584 y ss.
352
Véase MARTÍNEZ CRESPO, Mario, “Los honorarios del abogado”, Leyes de aranceles
para abogados y procuradores, ps. 433 y ss.
353
Cám. 3ª Civ. y Com., Sent. Nº 20 del 18/04/95, Foro de Córdoba, Nº 29, p. 151.
354
TSJ, Sala Civ. y Com., A.I. Nº 191, del 02/04/1996, in re: “Incidente de Reg. de
Honorarios en autos ‘Cucullu de Rodríguez, María Elena Amelia c/ Santa Regina

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179 02/06/2014, 10:10
180 ADÁN LUIS FERRER ART. 64

Con ajuste a esa premisa, en la aplicación del artículo que


comentamos debe tenerse en cuenta no sólo el valor del bien
objeto del juicio, sino también la entidad del derecho invocado
por el actor, al menos toda vez que su significado económico
esté claramente distante del valor de la cosa discutida.
Así, por ejemplo, ese significado económico no es el mismo
para el poseedor que por vía de la acción posesoria de man-
tener, pretende el reconocimiento de su potestad animus
domini sobre la cosa litigiosa, que para el titular del dere-
cho de retención, que por vía del reintegro de la tenencia tan
sólo procura asegurar el cobro de un crédito, de monto tal vez
ínfimo en relación al que tiene la cosa retenida. Si se ha llega-
do a dejar de lado aún la norma inequívoca del arancel, cuando
su aplicación conduce a resultados incompatible con la reali-
dad económica concreta355 va de suyo que la interpretación del
Código Arancelario no puede, en su rigidez, habilitar la posi-
bilidad de regulaciones desorbitadas, en relación a los intere-
ses económicos que motivan el pleito.
Con aplicación de esa doctrina, el Tribunal Superior ha re-
suelto que, “en las acciones posesorias, cuando lo invocado es
una turbación sobre una determinada fracción de terreno —parte
de uno mayor— la conclusión coherente con aquel distingo condu-
ce a atenernos a la entidad y significación económica de lo que es
motivo del litigio, que puede coincidir o no, con el precio total del
inmueble cuya posesión motiva el debate”356.
En la misma línea argumental, el Tribunal Superior, en la
acción de despojo promovida por un locatario, ha descalifica-
do la regulación de honorarios practicada sobre el valor del
inmueble objeto del juicio, entendiendo que la base regulatoria
debe asociarse al valor locativo del inmueble, durante el plazo

SCA y/ su socia solidaria Graciela Inés Saenz Araya’ - demanda de despojo”. En


el mismo sentido: A.I. Nº 139, del 29 de abril de 1998, in re: “Cuerpo de Inciden-
te en autos Fisogni, Enrique y otro c/ Ferrero Hnos. SACIF - Acción Posesoria”.
355
C.S., 11/09/1990, in re: “Cukierman, Moisés s/ Sucesión”, ED, 144-199, N° 37.
356
TSJ Sala Civil y Comercial, in re: “Cuerpo de incidente en autos: Fisogni, En-
rique y otro c/ Ferrero Hnos. S.A.C.I.F. Acción posesoria - Recurso de revisión”,
A.I. N° 139, 26/04/1998. En contra, sosteniendo que “a los efectos de la regulación,
lo afectado es el inmueble en su totalidad, aunque el despojo se haya realizado en
una parte”, Cám. 5ª Civ. y Com., 08/08/1997, Foro de Córdoba, Nº 44, p. 234.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


180 02/06/2014, 10:10
ART. 65 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 181

faltante para el vencimiento del contrato de locación, que en el


caso distaba mucho de la tasación del inmueble357.
La interpretación así formulada no desdice el texto de la ley,
por cuanto “sobre las cosas pueden recaer distintos derechos, cada
uno de los cuales será un ‘bien’ de contenido económico”358, de
donde resulta que la expresión “bienes en litigio” contenida en
el artículo que comentamos, alude a los derechos controvertidos,
no necesariamente a la cosa sobre la cual se ejercen esos dere-
chos. Ése es el sistema que, respecto de las acciones petitorias,
establece el art. 32, inc. 2, cuando fija valores distintos en fun-
ción del derecho real invocado, disponiendo que si lo discutido
no fuese el dominio, sino la nuda propiedad, el usufructo, el
uso o la habitación, la base regulatoria será la mitad del valor
de la cosa sobre la cual se pretenden esos derechos. Y es, ade-
más, el criterio que informa al art. 65, cuando en relación a las
acciones de obra nueva, amenaza de ruina o daño temido, nega-
toria o confesoria, remite la base regulatoria al “porcentaje del
valor del bien que pudiera haber sido afectado o menoscabado”.
Con ese mismo criterio (que es el de la ley) en las acciones
posesorias la base regulatoria será, en principio, el valor del
bien desposeído o turbado, pero no así cuando los derechos le-
sionados por la desposesión o turbación, comprometan un inte-
rés económico distante de aquél.
El art. 140 bis del C. de P.C., ha dado al juicio de usucapión
un tratamiento particular, al cual nos hemos remitido en opor-
tunidad de comentar los arts. 30 y 39359.

Acciones de obra nueva, amenaza de ruina,


daño temido, negatoria o confesoria

Art. 65. En las acciones de obra nueva, amenaza de rui-


na o daño temido, negatorias o confesorias se aplica la es-
cala del artículo 36 de la presente Ley sobre el porcentaje
del valor del bien que pudiera haber sido afectado o me-

357
TSJ, Sala Civ. y Com., A.I. Nº 191, del 02/04/1996, in re: “Incidente de Regu-
lación de Honorarios en los autos ‘Cucullu de Rodríguez, María Elena Amelia c/
Santa Regina S.C.A. y/o su socia solidaria Graciela Inés Saenz Araya - Deman-
da de Despojo’ ”.
358
Del voto del Dr. Moisset de Espanés, en el fallo citado en la nota precedente.
359
Supra, N° 53 y 85.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


181 02/06/2014, 10:10
182 ADÁN LUIS FERRER ART. 66

noscabado. Debe incluirse como punto de pericia en el


juicio principal, la determinación de este porcentaje.

152. LA BASE REGULATORIA

El hoy artículo 65 del Código Arancelario, fue una nove-


dad introducida en el ordenamiento provincial por la ley 7269
(art. 61) que se ha mantenido.
La determinación del “porcentaje del valor del bien que pu-
diera haber sido afectado o menoscabado”, resultará en mu-
chos casos ardua. La exigencia de incluir como prueba en el
juicio principal un dictamen pericial sobre el punto, es básica-
mente superflua, ya que esa prueba puede siempre ser ofrecida
por las partes, lo diga o no el Código Arancelario (art. 200, CPC).
Siendo así, la norma sólo adquiere sentido si suponemos que
obliga al Juez a producir oficiosamente esa prueba pericial, lo
que no creemos pueda sostenerse, atento al sistema básicamen-
te dispositivo de nuestro ordenamiento procesal civil. Por otra
parte, el referido valor hace sólo a la regulación de honorarios,
no al contenido del litigio, y puede entorpecer el desarrollo del
proceso, con menoscabo del interés de las partes, que son los
sujetos principales en el debate.
Si tal prueba no es ofrecida o instada por las partes durante el
litigio, o si por cualquier causa no se produce, podrá producirse en
el incidente regulatorio, debiendo en la sentencia diferirse la re-
gulación. Esto sin perjuicio de que no es difícil imaginar que en
muchos casos, la determinación de ese porcentaje no será suscep-
tible de determinación por medios técnicos o científicos, con lo
cual no hay prueba pericial posible (art. 259, CPC) y, en conse-
cuencia, la regulación deberá practicarse con aplicación del art.
32, inc. 3, tomando la tasación del bien como valor de referencia.
Esa base regulatoria deberá ajustarse, para una y otra par-
te, a la regla del art. 31, en función del resultado del pleito.

Sección 2
Acciones relativas a la contratación sobre bienes

Desalojo de bienes rurales y urbanos

Art. 66. En los juicios de desalojo de inmuebles rurales


o urbanos, cualquiera fuere la causal invocada, se to-

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


182 02/06/2014, 10:10
ART. 66 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 183

mará como base a los fines de la regulación la totali-


dad del precio de la locación o arrendamiento por el
plazo del contrato o el plazo mínimo legal que corres-
pondiere, el que fuere mayor.
En el caso de ejecución de sentencia por desahucio, los
honorarios por esta tarea se regularán con un tercio
de los correspondientes a la primera instancia.

153. APLICACIÓN DE LA NORMA

El artículo fija el arancel para los juicios de desalojo (art. 750,


CPC) cuando entre actor y demandado media un contrato de
locación, cualquiera sea la causal invocada (falta de pago, ven-
cimiento de término, nulidad o resolución del contrato, etc.)
inclusive el desalojo anticipado, desde que no hay distingo
alguno al respecto. Quedan fuera de su ámbito de aplica-
ción los juicios de desalojo en los que entre actor y deman-
dado no media contrato de locación; hipótesis está regulada
por el artículo siguiente.
Cuando no haya plazo convenido y se trate de locaciones que
conforme al art. 2º de la ley 23.091, carecen de plazo mínimo
legal, resultará necesario establecer, según el tiempo de vigen-
cia del contrato y al destino y características del inmueble, cuál
es el plazo a tener en cuenta, por analogía con los que la ley es-
tablece (art. 16, CC y 110 de este Código).
Esa base debe ajustarse para una y otra parte, en función
del resultado del juicio, según lo prevé el art. 31360.

154. EL PRECIO

El precio de la locación, a los fines de regular honorarios,


será el convenido contractualmente por las partes, aún cuando
se pretenda que conforme a la realidad del mercado inmobilia-
rio, el valor locativo es otro. En el juicio de desalojo el Código
Arancelario no ha previsto la alternativa de remitir a los valo-
res reales, como sí lo ha hecho, según veremos, respecto de los

360
Confr. Cám. 8ª Civ. y Com., 24/08/2000, “Lizier de Vinatier, Celmira Aída o
Aída c/ Salvador Imparato - Desalojo”, citado por MARTÍNEZ CRESPO, Mario, Códi-
go Arancelario para Abogados y Procuradores, p. 179.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


183 02/06/2014, 10:10
184 ADÁN LUIS FERRER ART. 67

juicios por transferencia de dominio (art. 68) y como lo admitía


antaño la ley 7269 en los desalojos (art. 63).
La base regulatoria se conforma con el precio, sin incluir im-
puestos, tasas u otras cargas que el contrato ponga a cargo del
inquilino361.
En el caso de que el precio de la locación haya sufrido varian-
tes durante la vigencia del contrato, deberá tomarse en cuenta
el último vigente, ya que es el que expresa en valores actualiza-
dos la entidad económica del litigio.
Si del contrato de locación obrante en el expediente, o de
otros extremos no controvertidos, surge el precio de los alqui-
leres, existe base suficiente para regular honorarios, debiendo
el juez realizar los cálculos aritméticos pertinentes y regular
en el fallo los honorarios del vencedor en costas, y los del ven-
cido si lo solicitase (art. 26) sin necesidad de formular previa-
mente planilla; mucho menos requerir un incidente ajustado a
lo que dispone el art. 108362.

Desahucio de inmuebles, mediando comodato


o simple tenencia

Art. 67. Cuando el ocupante revistiere el carácter de


comodatario o simple tenedor, la regulación de hono-
rarios se hará en la forma prevista para el caso ante-
rior, por el plazo fijado legalmente para las locaciones
o arrendamientos. A tal efecto, en la demanda debe es-
timarse el alquiler presunto, que será tomado en cuen-
ta de no mediar oposición. En caso contrario, se proce-
derá conforme lo disponen los artículos 108 y siguientes
del presente Código.

155. APLICACIÓN DE LA NORMA

El término tenedor, debe aplicarse con el criterio amplio


de los arts. 2461 y 2462, CC, por lo que quedan comprendidos
en este artículo todos los juicios de desalojo en los que no se
invoque un contrato de locación. El “plazo fijado legalmente

361
Conf. Cám 3ª Civ. y Com. 07/10/2004, Semanario Juridico N° 1506, 05/05/2005,
p. 639.
362
Confr. Cám. 3ª C. y C., 07/06/1994, LL Cba., 1995, p. 678.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


184 02/06/2014, 10:10
ART. 67 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 185

para las locaciones y arrendamientos” es sin duda el mínimo


que la ley fija para cada caso, y en los supuestos en que no exis-
ta tal mínimo, estaremos ante la situación ya analizada en
el Nº 154.

156. LA ESTIMACIÓN DEL ALQUILER PRESUNTO Y SUS EFECTOS

La demanda de desalojo deberá contener la estimación del


precio locativo del inmueble, para así posibilitar la regulación
de honorarios en la sentencia. La ley exige ese recaudo sólo “a
tal efecto”, es decir para posibilitar la regulación de honora-
rios, por lo que su omisión no invalida la demanda, sino que
obligará a “obrar conforme lo disponen los arts. 108 y ss.”, esto
es posponer la regulación para cuando haya base, sin que sea
de aplicación el art. 176 del C. de P.C.
De no mediar oposición por parte del demandado —dice el
artículo— esa estimación del valor locativo del inmueble será
“tomado en cuenta” para regular honorarios. Ello implica que
la regulación deberá practicarse, en principio, sobre esa base;
pero no necesariamente, de modo que el juez puede modificarla
si los elementos de juicio incorporados al proceso demuestran
que tal estimación está totalmente divorciada de la realidad363.
Se ha sostenido que para que la estimación del alquiler pre-
sunto que formula el actor tenga ese alcance, es menester que
en la citación al demandado se incluya una prevención expresa
al respecto, tal como lo dispone el art. 117 para el incidente de
regulación de honorarios364. Creemos que esa doctrina es co-
rrecta, en caso de rebeldía del demandado, por lo que resulta-
rá conveniente incluir en la citación al juicio, además de las
prevenciones previstas en los arts. 753 y 754 del C. de P.C., la
que resulta en orden a la regulación de honorarios del artícu-
lo en comentario. Pero aún omitida esa advertencia en la ci-
tación, la estimación formulada por el demandante será base
para la regulación de honorarios, si el demandado contestó la
demanda sin objetarla, ya que el acto de la contestación impli-
ca un conocimiento acabado del contenido de la pretensión del

363
Confr. MARTÍNEZ CRESPO, Mario, Código Arancelario para Abogados y Procura-
dores, p. 180.
364
Ídem.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


185 02/06/2014, 10:10
186 ADÁN LUIS FERRER ART. 68

accionante, que suple cualquier deficiencia de la citación prac-


ticada. Es la regla que rige para las nulidades (art. 76, CPC)
que cuadra extender al presente caso.
Si el demandado objeta la estimación del valor locativo for-
mulada por el actor, la cuestión pasa a ser un extremo fáctico
controvertido y, por tanto, procederá el ofrecimiento de prue-
ba al respecto, con miras a posibilitar la regulación de honora-
rios en la sentencia. Esto aún frente a las limitaciones probato-
rias que para el desalojo por falta de pago ha previsto en el art. 757
del C. de P.C., ya que tales limitaciones están referidas, con-
forme al texto del artículo, a la prueba para demostrar el
pago, pero no respecto de otros hechos que sean pertinentes365.
La solución no es buena, porque en nombre de una cuestión ac-
cesoria (la liquidación de costas) se enturbia el desarrollo del
litigio sobre lo principal (el desahucio) pero no creemos que el
texto legal admita otra salida.

157. EJECUCIÓN DE SENTENCIA

El segundo párrafo del art. 66, ha fijado el arancel para la


ejecución de sentencia en el juicio de desalojo, en términos que
se hacen extensivos a la hipótesis del artículo 67. Esto así por-
que el texto alude a la “ejecución de sentencia por desahucio”,
sin formular distingo alguno, y porque el ordenamiento ha im-
puesto en uno y otro artículo sistemas idénticos, tal que carece-
ría de sentido reeditar para el artículo en comentario, las du-
das que en orden a la ejecución de sentencia suscitaba la ley
anterior, que no había previsto el caso366.

Sección 3
Transferencias de dominio

Contratos sobre transferencia de dominio

Art. 68. En los juicios que versen sobre contratos de trans-


ferencia de dominio, se toma como base el precio con-

Confr. VENICA, Oscar H., Código Procesal Civil y Comercial, t. VI, p. 287
365

Véase MARTÍNEZ CRESPO, Mario, Código Arancelario para Abogados y Procura-


366

dores, p. 179

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186 02/06/2014, 10:10
ART. 68 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 187

venido, salvo que el mismo no sea el real y actual del


bien al momento de procederse a la regulación.

158. ÁMBITO DE APLICACIÓN

El artículo en comentario se aplica a “los juicios que versen


sobre contratos de transferencia de dominio”, lo que compren-
de tanto la acción de cumplimiento, cuanto la de resolución o
nulidad de contratos que tengan ese objeto, incluida la simula-
ción367.
Debe también aplicarse a los juicios que tienen por objeto
la transferencia de derechos reales distintos del dominio (usu-
fructo, por ejemplo) aunque en tal caso deberá tomarse el pre-
cio pactado o, en su caso, el valor real y actual reducido en un
cincuenta por ciento, por aplicación del art. 32, inc. 2, in fine.

159. BASE REGULATORIA

Conforme al texto del artículo, la regulación de honorarios


debe practicarse, en principio, en base al precio convenido en
el contrato que motiva el pleito. Si durante el juicio se hubie-
se practicado una tasación pericial del inmueble, que arrojase
un valor distinto del precio contratado, la regulación deberá
practicarse oficiosamente en base a esa tasación, que expresa
el valor real y actual del inmueble. Si el contrato no expresa
precio alguno (una permuta, por ejemplo) la regulación deberá
ajustarse a la previsión del art. 32, incs. 1 y 2.
Tanto el actor cuanto el demandado (el texto no distingue)
pueden cuestionar el precio pactado y solicitar que los hono-
rarios se regulen en base al valor real y actual del bien objeto
del litigio. La situación es análoga a la que plantea el art. 32,
inc. 2, y sugiere las mismas reflexiones que hemos formulado al
tratar esa norma, a las cuales nos remitimos368.

367
Confr. Cám. 6ª C. y C., in re: “Liprandi Oliva, Juan J. c/ María A. Omarini -
Simulación”, A. I. N° 43, 05/03/1996, BJC, t. I, enero-marzo, 1996, p. 231; TSJ
Sala Civil y Comercial, in re: “Cismondi Etulain, Mario J. c/ Dreidemie, Aníbal
R. y otros”, Sent. Nº 3, 05/04/1994.
368
Véase Nº 66.

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188 ADÁN LUIS FERRER ART. 68

Es de aplicación el art. 31, de modo que la base regulatoria,


sea ésta el precio pactado o el valor real de bien objeto del jui-
cio, deberá adecuarse para una y otra parte, en función del re-
sultado del pleito.

160. EL VALOR REAL Y ACTUAL

A los fines de regular honorarios, el art. 30 impone la “ac-


tualización del monto del juicio”, mientras el que comentamos
alude al “valor real y actual del bien”. En oportunidad de co-
mentar el art. 30, hemos puntualizado que una y otra cosa no
son necesariamente lo mismo y hemos sugerido que la cuestión
debe resolverse en función de las circunstancias de cada caso,
sin que resulte posible establecer una regla absoluta, la que
siempre puede conducir a resultados aberrantes369.
Conforme a esa sugerencia, en los juicios por transferencia
de dominio, cuando se prescinda del precio pactado en el con-
trato que motiva el juicio, la regulación debe ajustarse, en prin-
cipio, a lo dispuesto en el artículo en comentario (valor a la fe-
cha de la regulación), siempre que ello no traicione los fines de
la ley (que quiere como base regulatoria el monto real del litigio)
ni conduzca a desenlaces notoriamente injustos. De ello resulta
que en el juicio por transferencia de un automóvil, por ejemplo,
deberá actualizarse el valor que éste tenía al trabarse la litis,
sin considerar la depreciación por los daños que la unidad su-
frió o por la antigüedad adquirida durante el litigio, circunstan-
cias que hasta pueden haber sido provocadas por quien en defi-
nitiva resulta condenado en costas, cuya inconducta no puede
premiarse reduciendo el importe de los honorarios devenga-
dos. En el caso de inmuebles (y eventualmente de todo tipo de
bienes) pueden producirse, desde la iniciación a la conclusión
del juicio, variaciones en más o en menos en el valor del bien
litigioso, por haberse modificado la situación del mercado, por
el desarrollo urbanístico del sector, o por otros motivos análo-
gos; en tal caso el valor a tomar será el que el bien tenga al con-
cluir el juicio, porque así lo dispone el artículo que comentamos

369
Véase Nº 53.

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188 02/06/2014, 10:10
ART. 68 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 189

y porque ése es el efecto económico en que desemboca el liti-


gio 370.
Mucho se ha discutido —y se discute— sobre si correspon-
de incluir en la base regulatoria del juicio de escrituración, el
valor de las mejoras introducidas en un inmueble, luego de otor-
gado el boleto cuya escrituración se reclama371. Creemos que la
respuesta afirmativa se impone, porque “en el juicio de escritu-
ración lo que está en juego es la incorporación de la cosa vendida
al patrimonio del comprador, de modo que el real valor patrimo-
nial en disputa es el que ella tiene”372. Ése es, en definitiva, el
valor de la cosa que las partes han disputado, en un litigio en el
cual el resultado de la tarea profesional del abogado, “es aná-
logo al que logra mediante la acción reivindicatoria, por ejem-
plo”373.
Sin embargo, la solución opuesta ha sido consagrada por el
Tribunal Superior de Justicia, que ha sentado jurisprudencia
diciendo que para establecer la base regulatoria en el juicio de
escrituración, no debe computarse el valor de las mejoras in-
troducidas al inmueble luego de celebrado el boleto de compra-
venta374.

370
Confr. Cám. 8ª C. y C., Auto Nº 19, del 15/02/88, reseñado por ANDRUET, Ar-
mando S. (h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., p. 203,
Nº 620 y 621. El Dr. Vernengo Pack, en su voto en fallo de la Cám. Nac. Civil,
Sala B, del 12/12/78 (ED, 81-719), aplicando una ley que no contiene nuestro
art. 68, sostiene que debe tomarse el valor del bien al momento de promoción
del juicio, actualizado, y que ese criterio “es de principio constitucional”, pero no
aclara en qué “principio constitucional” funda su conclusión.
371
Por aplicación del art. 65 de la ley 7269, el Tribunal Superior descartó en la
fijación de la base regulatoria en el juicio de escrituración las mejoras introdu-
cidas en el inmueble después de celebrado el contrato, aun anteriores a la traba
de la litis (Sala C. y C., auto Nº 115 del 05/05/87, reseñado por ANDRUET, Ar-
mando S. (h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., p. 201,
Nº 612). En el mismo sentido, Cám. Civ. y Com. Marcos Juárez, 03/08/2005, ci-
tado por MARTÍNEZ CRESPO, Mario, Código Arancelario para Abogados y Procura-
dores, p. 181.
372
Voto del Dr. Belluscio en Cám. Nac. Civ., Sala C, 18/06/75, LL, 1976-A-130.
373
FASSI, Santiago, “Los honorarios de abogados y procuradores en los juicios de
escrituración de inmuebles”, LL, 1976-A-131.
374
Conf. Sala Civil y Com., A.I. N° 399, del 02/11/2011, in re “Héctos Messio y
Cía. S.R.L. c/ Becerra, Isaber y Otros”; A.I. N° 412, del 04/11/2011, in re “Coop.
vivienda Consumo y Crédito Horizonte Ltda. c/ Della Fiore, Juan Carlos”.

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189 02/06/2014, 10:10
190 ADÁN LUIS FERRER ART. 68

161. LA “ACTUALIDAD” DEL VALOR

El artículo en comentario alude al valor de lo discutido “al


momento de procederse a la regulación”, en el entendimiento
de que ese momento coincide con la conclusión del juicio y, con
ello, de la tarea profesional. Pero ocurre que en ocasiones, en-
tre la conclusión de la tarea profesional del abogado, sea antes
o coincidente con la conclusión del pleito, y la regulación de
honorarios, media un lapso prolongado, durante el cual el va-
lor real de lo discutido puede haber sufrido cambios muy im-
portantes, por motivos diversos.
Si ese cambio es fruto tan sólo de la depreciación moneta-
ria, va de suyo que el valor a tomar es el vigente al tiempo de
regular los honorarios, desde que ése es, en moneda constan-
te, el valor que defendió el abogado en ejercicio de su función.
Igualmente claro es que si se trata de mejoras introducidas a
un inmueble luego de cesada la tarea profesional, esas mejo-
ras no pueden integrar la base regulatoria, porque no formaban
parte de los intereses que el abogado defendió.
El problema se plantea cuando la diferencia de valor de lo
discutido, se produce por otros motivos, tales como la suba o
baja de acciones o valores cotizables en bolsa; o del precio de
un inmueble como consecuencia del desarrollo urbanístico de
su entorno; o de cambios en la situación del mercado de que se
trate, etcétera.
Es difícil en este caso fijar reglas generales, pero en princi-
pio ese aumento o disminución del valor de lo discutido no
debería ser tomado en cuenta a los fines de regular honora-
rios, ya que resultan ajenos al interés que el abogado defendió
y esa pauta (el interés defendido) es esencial en nuestro or-
denamiento arancelario, según hemos dicho al comentar el
art. 32375.
Frente a cada caso concreto, el arbitrio judicial debe ade-
cuar la aplicación de la norma al criterio que la informa: es el
significado económico del conflicto, lo que constituye la base
regulatoria.

375
Véase Nº 64.

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190 02/06/2014, 10:10
ART. 69 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 191

Capítulo III
Procesos relativos a cuestiones de familia
minoridad, incapacidad y derechos de la personalidad

Prescripción general

Art. 69. En los procesos relativos a las cuestiones de


familia, minoridad, incapacidad y derechos de la perso-
nalidad, alimentos y litis expensas, además de las pau-
tas del artículo 39 de esta Ley, debe tenerse en cuenta la
incidencia de las costas en la situación socioeconómica
de la familia, sin perjuicio de la regulación complemen-
taria que corresponda en el caso de mejor fortuna.
Esta disminución en ningún caso podrá afectar los mí-
nimos establecidos en la presente Ley.

162. LA PONDERACIÓN DE LA POSICIÓN SOCIO-ECONÓMICA DEL GRUPO


FAMILIAR

El art. 39, inc. 8, impone tomar en cuenta “la posición eco-


nómica y social de las partes”, en toda regulación de honora-
rios. Para los casos previstos en el artículo que comentamos,
“la situación socio-económica de la familia” es traída con parti-
cular énfasis como elemento determinante del monto de hono-
rarios a regular, los que inclusive podrán ser llevados por de-
bajo del monto que el juez considere una justa retribución, desde
que la norma alude a la posibilidad de una regulación comple-
mentaria “en el caso de mejor fortuna”. La ley impone al abo-
gado la obligación de cargar con la pobreza de los litigantes,
reduciendo su retribución en la medida que el juez considere
adecuada.
La ley 8226 contenía ya esta regla (art. 67) y había genera-
do dudas sobre si su aplicación habilitaba o no la regulación
de honorarios por debajo de los mínimos del arancel. El artí-
culo en comentario disipa la duda, aclarando que “esta dismi-
nución en ningún caso podrá afectar los mínimos establecidos
en la presente ley”.
Cuando el texto alude a los “mínimos establecidos en la pre-
sente ley”, parece claro que ha querido referirse a los mínimos
del arancel, por cuanto el minimo minimorum es siembre irre-

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191 02/06/2014, 10:10
192 ADÁN LUIS FERRER ART. 70

ductible, según el texto del art. 36, tal como alguna jurispru-
dencia lo había dicho bajo la vigencia de la ley 8226376.
Así interpretado, el efecto del artículo en comentario es po-
tenciar el valor de la situación económica de la familia, en orden
a la ponderación de las circunstancias cualitativas que prevé el
art. 39, pero ello sin rebajar la regulación por debajo de los míni-
mos que resultan de la escala del art. 36, o bien de los que para el
fuero de familia prevén los arts. 72 y ss. Esa es, por otra parte, la
interpretación compatible con el sistema de la ley, desde que si
lo único irreductible fuese el minimo minimorum, en la práctica
la regulación devendría pura discrecionalidad del magistrado.
Esta conclusión, sin embargo, puede no ser tan concluyente
a la luz de la tendencia que acusa la jurisprudencia del Tribu-
nal Superior, en orden a la potestad de los jueces para apar-
tarse del arancel377.
Sección 1
Divorcio

Divorcio por presentación conjunta

Art. 70. En el divorcio por presentación conjunta los


honorarios de los profesionales de cada parte, se regu-
lan aplicándose el cincuenta por ciento (50%) de la es-
cala del artículo 36 de esta Ley sobre el cincuenta por
ciento (50%) del activo de la sociedad conyugal.
La liquidación de la sociedad conyugal devenga, para
los profesionales de cada parte, un adicional del vein-
ticinco por ciento (25%) de la misma escala.
Cuando un solo profesional patrocine a ambos cón-
yuges, los honorarios se regulan aplicándose el setenta
por ciento (70%) y el treinta y cinco por ciento (35%),
respectivamente, para los dos supuestos anteriores.

163. LA BASE REGULATORIA

Tanto la ley 7269 cuanto la 8226, cayeron en el absurdo de


que en el juicio de divorcio la base regulatoria para el abogado

375
Cám. 5ª C. y C., autos “Barcos, Teresita del Valle - Solicita homologación -
Incidente de tenencia”. Auto Nº 274, 18/10/95.
377
Véanse Nos 2 y 94.

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192 02/06/2014, 10:10
ART. 70 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 193

de cada parte estuviese dada por el total del activo de la socie-


dad conyugal, pese a que el interés del cliente de cada abogado,
llega a sólo la mitad de ese activo. Buscando morigerar el exce-
so que resultaba de la aplicación literal de la norma, se procuró
adecuarla al principio emergente del art. 45 (hoy art. 48) redu-
ciendo la base regulatoria a la mitad del activo, que es la medi-
da del interés de cada parte 378. La ley 9459 ha receptado esa
doctrina jurisprudencial, superando lo que era un claro error
de las leyes anteriores.
La base regulatoria está dada por el activo de la sociedad
conyugal, sin ponderar el pasivo. Al igual que en el juicio suce-
sorio (art. 51) el criterio ha sido tarifar los honorarios en fun-
ción de la entidad económica del caso y no del valor que los
cónyuges reciben, que puede ser nulo si la sociedad conyugal
fuese deficitaria.
Cabe aclarar que la base regulatoria será siempre el activo
de la sociedad conyugal, aun cuando por desistimiento de la
demanda no se opere su disolución, ello sin perjuicio de que en
tal caso no corresponda aplicar la escala íntegra, por no haber-
se concluido el juicio379.

164. LIQUIDACIÓN DE LA SOCIEDAD CONYUGAL

La liquidación de la sociedad conyugal debe seguir el trámi-


te previsto para la partición de la herencia, según lo dispone
el art. 1313 del CC para el caso de disolución del matrimonio
por causa de muerte, criterio que la jurisprudencia y la doc-
trina han extendido a “todos los casos de disolución de la socie-
dad conyugal, ya que no hay ninguna razón para aplicar re-
glas distintas”380. Siendo ello así, entendemos que los honorarios
por la tarea profesional en la liquidación de la sociedad con-
yugal que se sustancia como juicio sucesorio, debe ser retri-

378
Así lo hizo la Dra. Zavala de González en su voto en fallo de la Cám. 8ª C. y
C., 31/07/87, (LL Cba., 1988-675); criterio receptado por la Cámara de Fami-
lia de 1ª Nominación, en auto Nº 47 del 23/09/91 (Foro de Córdoba, Nº 12,
ps. 174/175), entre otros.
379
Confr. TSJ, Sala C. y C., auto Nº 523, 03/11/92, SJ, Nº 920, del 18/02/93, p. 73.
380
BORDA, Guillermo A., Tratado de derecho civil. Familia, t. I, 4ª ed., Abeledo-
Perrot, Buenos Aires, 1969, p. 320, Nº 442, con numerosas citas.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


193 02/06/2014, 10:10
194 ADÁN LUIS FERRER ART. 70

buida en la forma prevista para éste, limitando los porcentajes


establecidos en el art. 70 del Código Arancelario a los supues-
tos en que se adopta otra sustanciación, en particular el habi-
tual acuerdo de partes que relaciona y divide los bienes ganan-
ciales. Si se pretende regular honorarios por aplicación del
art. 70 al trámite liquidatorio de la sociedad conyugal sustan-
ciado de conformidad a los arts. 670 y ss. del C. de P.C., se
tropezará con insalvables dificultades en orden a la distribu-
ción de las costas, al no prever el artículo que comentamos el
distingo entre trabajos de beneficio común y de beneficio parti-
cular, al margen de no existir justificación para una retribu-
ción sustancialmente diferente, en trámites exactamente igua-
les.
Es habitual el pedido de divorcio por presentación conjunta,
al cual se incorpora un acuerdo liquidatorio de la sociedad con-
yugal, el que se aprueba en la sentencia de divorcio. En tal caso
corresponde regular honorarios tanto por el divorcio cuanto
por la liquidación de la sociedad conyugal, desde que ambas ta-
reas han sido cumplidas; la simultaneidad de una y otra no
excluye que la liquidación requiera una tarea profesional dis-
tinta del divorcio, en muchos casos más ardua y compleja que
éste.
Si por desistimiento de alguna de las partes o por cualquier
otro motivo en definitiva la liquidación pactada no se aprueba,
no corresponde aplicar el artículo en comentario, ya que la li-
quidación no se ha hecho efectiva381.

165. LOS ACUERDOS ACCESORIOS AL DIVORCIO

Es habitual que la demanda de divorcio por presentación


conjunta contenga acuerdos sobre tenencia de hijos, atribución
del hogar conyugal y cuota alimentaria. El criterio dominante
en las cámaras de Familia, ha sido desde antaño que tales
peticiones accesorias no devengan honorarios distintos de los
que corresponden por el divorcio, ya que se trata de convenios

Confr. Cám. 5ª C. y C., 29/05/90, LL Cba., 1991, p. 414. En el caso se regula-


381

ron honorarios aplicando, por analogía, el art. 56 de la ley 7269, referido a la


manifestación y pedido de adjudicación de bienes en el juicio sucesorio.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


194 02/06/2014, 10:10
ART. 71 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 195

que integran la demanda, de conformidad al art. 236 del Cód.


Civil382. Esa solución guarda analogía con la que el art. 85 ha
establecido para las medidas cautelares que, solicitadas en la
demanda, no devengan honorarios distintos de los que corres-
ponden a ésta. En uno y otro caso, se trata de una tarea profe-
sional accesoria a la desplegada con motivo de la acción princi-
pal. Obviamente esa tarea deberá ser ponderada, a los fines
de establecer el porcentaje de la escala a aplicar, entre el máxi-
mo y el mínimo permitido.

Divorcio contencioso - Separación personal.


Nulidad de matrimonio

Art. 71. En los juicios de divorcio contencioso, nulidad


de matrimonio, separación personal y separación de
bienes, los honorarios de los abogados de cada parte
se regulan aplicándose la escala del art. 36 de esta Ley,
tomando como base el cincuenta por ciento (50%) del
activo de la sociedad conyugal. La liquidación de la so-
ciedad conyugal se rige por las disposiciones del segun-
do párrafo del artículo anterior.

166. BASE REGULATORIA

Es aplicable a este artículo lo dicho al comentar el anterior


respecto de la base regulatoria y la disolución de la sociedad
conyugal.
Pese a tratarse de un juicio contencioso, no es de aplica-
ción el art. 31, ya que el divorcio en sí no tiene contenido pa-
trimonial y la cuota que a cada litigante le corresponda en la
liquidación de la sociedad conyugal no depende de la culpa en
el divorcio, por lo que el fallo no condiciona el resultado eco-
nómico del pleito. Siendo así, la base regulatoria será la misma
para uno y otro abogado, sin perjuicio de que el éxito o fracaso
de la gestión se meriten por aplicación del art. 39, inc. 5.

382
Cám. 1ª de Familia, A.I. Nº 5, 31/07/1990 y A.I. Nº 51, 02/10/1991, ambos en
Foro de Córdoba, Nº 12, ps. 173 y 174; Cám. 2ª Familia, SJ, 1991-A-240, citado
por VENICA Oscar H. - DE SOUZA, Roxana A. - FILIBERTI, Graciela del Carmen, ob.
cit., p. 229, entre otros.

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195 02/06/2014, 10:10
196 ADÁN LUIS FERRER ARTS. 72 Y 73

Regulación mínima

Art. 72. En todos los juicios de divorcio, nulidad de ma-


trimonio, separación personal y separación de bienes
sin divorcio, la regulación no podrá ser inferior a trein-
ta (30) Jus, para el abogado de cada parte en caso de pre-
sentación conjunta, ni menor de setenta (70) Jus en caso
de proceso contencioso. Cuando un solo profesional pa-
trocine a ambas partes, la regulación no podrá ser in-
ferior a cincuenta (50) Jus.

167. EL MÍNIMO LEGAL

El mínimo establecido por el artículo en comentario juega


como tal (es decir como mínimo) aún en caso de que la escala
del art. 36, referida al patrimonio de la sociedad conyugal, se-
gún la previsión de los arts. 70 y 71, pudiese arrojar un resulta-
do menor383.
Desde que el texto legal no formula distingo alguno, enten-
demos que los mínimos previstos en el artículo juegan tanto
para el que gana cuanto para el que pierde el juicio. Es sólo por
encima de estos mínimos que juega la evaluación que impone el
art. 39, inc. 5; e inclusive los porcentajes del art. 31, suponiendo
que se lo entendiese aplicables, en contra de nuestra opinión
expuesta en el Nº 166.

Proceso de reversión

Art. 73. La conversión de la separación personal en di-


vorcio vincular se retribuirá con el veinte por ciento
(20%) de lo que corresponda al juicio de divorcio si no
hubiere controversia, y con el cuarenta por ciento (40%)
si la hubiere.
La declaración de culpabilidad del cónyuge declarado ino-
cente en el juicio de divorcio devengará honorarios equi-
valentes al juicio de divorcio.
La base regulatoria será cincuenta por ciento (50%) del
activo de la sociedad conyugal disuelta con anteriori-
dad y serán aplicables los mínimos fijados en el artícu-
lo 72 de este Código.

383
Confr. TSJ Sala Civil y Comercial, in re: “Castillo, Hugo V. y otra - Divorcio
vincular por presentación conjunta - Rec. de casación”, A.I. Nº 221, 16/04/1999.

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196 02/06/2014, 10:10
ART. 74 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 197

168. ESCALA Y MÍNIMOS APLICABLES

El artículo no deja dudas sobre cuál es la base para regu-


lar honorarios en los casos que prevé, pero no ocurre lo mis-
mo con la escala y los mínimos aplicables, ya que al respecto
se remite respectivamente al “juicio de divorcio” y al “artículo 72”,
siendo que existen dos modalidades de juicio de divorcio (por
presentación conjunta y contencioso) a los cuales les corres-
ponden tanto aranceles cuanto mínimos diferentes, además
de la reducción prevista para el caso en que un mismo aboga-
do represente a ambas partes, en el divorcio por presentación
conjunta.
Así planteada la cuestión, creemos que el arancel y el míni-
mo aplicables en la declaración de culpabilidad del cónyuge
inocente, serán los que corresponden al divorcio contencioso.
En primer término, porque contencioso ha sido el divorcio cu-
yas consecuencias se pretenden modificar, y en segundo lugar
porque la tarea profesional a cumplir, es análoga a la que co-
rresponde a un divorcio contencioso.
La conversión de la separación personal en divorcio vincu-
lar, está referida a un juicio previo, que tanto pudo haber sido
contencioso, cuanto consensuado, sin que ese precedente con-
dicione ni la entidad, ni la magnitud de la tarea profesional a
desarrollar. Lo razonable parece ser referir los porcentajes que
prevé el primer párrafo del artículo, al arancel aplicable al di-
vorcio por presentación conjunta; esto así en mérito a la sim-
pleza de la tarea profesional propia de la conversión de la se-
paración personal en divorcio vincular. Si el mismo abogado
representase a ambas partes, la regulación se deberá adecuar
a la previsión del art. 70 in fine, es decir tomando como refe-
rencia un setenta por ciento de la escala del art. 36.

Sección 2

Procesos relativos a otras relaciones personales


Adopción, filiación y guarda

Art. 74. En los juicios de adopción, filiación, reclama-


ción e impugnación de estado, los honorarios se regu-
lan entre treinta (30) y ciento cincuenta (150) Jus.

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197 02/06/2014, 10:10
198 ADÁN LUIS FERRER ART. 75

En los procesos de guarda asistencial y pre-adoptiva


se regulan entre diez (10) y ochenta (80) jus.

169. INEXISTENCIA DE BASE REGULATORIA

La ley ha tarifado los honorarios en los casos que regula el


artículo en comentario, con prescindencia de una base econó-
mica. Sin embargo, la situación socio-económica de las partes
y las consecuencias de orden patrimonial que tenga el caso,
deberán meritarse a fin de regular los honorarios en una ci-
fra justa, entre el máximo y el mínimo previstos; así lo requie-
ren los incs. 6, 7 y 8 del art. 39 y, en su caso, el art. 69.
Habida cuenta la falta de contenido económico de los proce-
sos de que se trata, no juegan los porcentajes del art. 31 en
función del resultado. La escala será la misma para abogados
exitosos o perdidosos, sin perjuicio de que se regule más a unos
que a otros, por aplicación del art. 39, inc. 5.

Juicios de alimentos, litis expensas


y tenencia

Art. 75. En los juicios por alimentos y litis expensas


se toma como base regulatoria el monto de los alimen-
tos a pagar durante dos (2) años con un mínimo de vein-
te (20) Jus, en el supuesto de la demanda inicial de ali-
mentos. Si posteriormente se tramitara incidentalmente
la modificación de cuota, este trámite será regulado so-
bre la diferencia en más o menos de la cuota anterior du-
rante dos (2) años con una regulación mínima de diez
(10) Jus.
En los juicios por tenencia los honorarios se regulan
entre veinte (20) y cien (100) Jus.

170. LA BASE REGULATORIA EN EL JUICIO DE ALIMENTOS

El artículo alude al juicio de “alimentos y litis expensas”,


pero la base regulatoria se fija sólo en función de “los alimentos
a pagar durante dos años”. Entendemos que lo mandado pagar
en concepto de litis expensas deberá sumarse para fijar la base
regulatoria, desde que hace a la entidad económica del litigio.
Bajo la vigencia de la ley 7269, cuyo art. 72 regulaba los ho-
norarios en el juicio de alimentos con un texto similar al que

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198 02/06/2014, 10:10
ART. 75 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 199

comentamos, la jurisprudencia entendió aplicable esta base


regulatoria, tanto al juicio autónomo de alimentos, cuanto al
incidente alimentario que se promueve en el juicio de divor-
cio384. Esa doctrina se mantuvo con la ley 8226385 y creemos que
se adecua al nuevo ordenamiento, aunque, según veremos, esa
asimilación se limita a base regulatoria, sin extenderse al aran-
cel.
La regla referida a la modificación de cuota, es aplicable no
sólo cuando se trata de modificar una prestación alimentaria
fijada judicialmente, sino también cuando se pretende la modi-
ficación de una cuota pactada extrajudicialmente, ya que se tra-
ta de situaciones análogas386.
En todos los casos, la base regulatoria deberá ajustarse, para
una y otra parte, a la previsión del art. 31, conforme al resulta-
do del litigio387.

171. EL ARANCEL EN EL JUICIO DE ALIMENTOS

El artículo no prevé un arancel específico, por lo que corres-


ponde aplicar la escala del art. 36. Pero esto sólo en el juicio
autónomo de alimentos, no así cuando se reclaman alimentos
provisorios, como pretensión accesoria a la demanda de divor-
cio, filiación, u otra análoga. En este supuesto, el caso se asi-
mila a una medida cautelar y, por tanto, es de aplicación la
última parte del art. 76, que dispone aplicar la escala prevista
para los incidentes en el art. 83. Esa era la solución que ya la
jurisprudencia había adoptado bajo la vigencia de la ley 8226,
aún sin un texto como el que hoy luce en el art. 76388. Obviamen-

384
Confr. Cám. 8ª C. y C., Auto Nº 57, del 10/03/88; Cám. 7ª C. y C., autos Nº 90,
del 12/04/88 y Nº 220 del 25/07/88, todos reseñados por ANDRUET, Armando S. (h) -
BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., ps. 216 y 217.
385
Cám. 1ª de Familia, A.I. Nº 47, 18/05/1993 y A.I. Nº 51, 20/05/1993, ambos en
Foro de Córdoba, Nº 17, ps. 163 y 164.
386
Confr. Cám., Ap., San Francisco, SJ, 1994-A-725, reseñado por VENICA, Oscar
H. - DE SOUZA, Roxana A. - FILIBERTI, Graciela del Carmen, ob. cit., ps. 235 y 236.
387
Alguna doctrina ha puesto en duda esa conclusión (véase MARTÍNEZ CRESPO,
Mario, Código Arancelario para Abogados y Procuradores, p. 190, citando juris-
prudencia).
388
Confr. Cám. 1ª de Familia, A.I. Nº 47, 18/05/1993 y A.I. Nº 51, 20/05/1993,
ambos en Foro de Córdoba, Nº 17, ps. 163/4.

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199 02/06/2014, 10:10
200 ADÁN LUIS FERRER ART. 76

te debe aplicarse el primero de los incisos del art. 83, ya que


se trata de un incidente con contenido económico propio.

172. APLICACIÓN ANALÓGICA A OTROS CASOS

En ocasiones la norma referida a honorarios en el juicio de


alimentos, ha sido aplicada por analogía a otros supuestos, refe-
ridos inclusive a materias totalmente distintas, pero en las cua-
les se trata de obligaciones de pago periódico. Así, por ejemplo,
la norma ha sido aplicada por analogía en el fuero contencioso
administrativo, para regular honorarios en litigios sobre el
monto de haberes jubilatorios389, si bien esa jurisprudencia ha
sido abandonada hace algunos años por el Tribunal Superior390.

173. LOS JUICIOS POR TENENCIA DE MENORES

No se advierte el motivo por el cual el artículo que comen-


tamos regula dos situaciones que, a los fines regulatorios, tie-
nen poco o nada en común; pero lo cierto es que la última parte
se refiere al juicio de tenencia y fija los honorarios con prescin-
dencia de base económica, en una escala que va de veinte a cien
jus. Cuando se trata de la tenencia provisoria, la cuestión que-
da atrapada por el artículo siguiente, que fija un arancel me-
nor. Son de aplicación las reflexiones expresadas en relación al
art. 74, a las cuales nos remitimos391.

Medidas provisorias; alimentos, tenencia, régimen de


visitas y demás cuestiones del derecho de familia

Art. 76. En los procesos por tenencia, régimen de visi-


tas, exclusión del cónyuge del hogar conyugal, venia su-
pletoria y demás cuestiones derivadas de las relaciones
de familia tramitadas como medidas urgentes, proviso-
rias o cautelares, sin contenido económico propio, se
regulan entre veinte (20) y cincuenta (50) jus.

389
TSJ, Sala Cont. Adm., autos Nº 202 del 16/05/86 y Nº 138 del 21/04/86, am-
bos reseñados por ANDRUET, Armando S. (h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FER-
NÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., ps. 215 y 216.
390
Véase comentario al art. 95, Nº 231.
391
Véase Nº 169.

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200 02/06/2014, 10:10
ART. 77 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 201

En los demás supuestos de medidas cautelares con con-


tenido económico propio se regulan conforme lo previs-
to por el art. 83 de la presente ley.

174. ÁMBITO DE APLICACIÓN

El art. 76 se aplica a todos los casos en que se solicitan medi-


das cautelares o urgentes del tipo de las enunciadas en el texto;
sea que la petición acompañe a una demanda de divorcio, filiación,
u otra análoga, o bien que se plantee como petición autónoma.
El mismo arancel se aplica en la cancelación de esas medi-
das, ya que la asimilación entre el requerimiento y la cancela-
ción de medidas cautelares, es la regla sentada por el art. 85,
que resulta adecuado extender a los supuestos que analizamos.
Cuando se trate de medidas con contenido económico y
haya mediado contradicción, es de aplicación el art. 31, por lo
que la base regulatoria debe ajustarse en función del resultado
del incidente.
No se incluye en la previsión del art. 76, el mero embargo o
anotación de litis solicitados al demandar o durante el juicio,
o su cancelación cuando es consecuencia del pronunciamiento
sobre el litigio principal, ya que respecto de esas medidas cau-
telares es de aplicación el art. 85, conforme al cual se trata
de tareas que integran la que es propia del juicio principal.

Capítulo IV
Actos de jurisdicción voluntaria
Procesos generales - Sumarias

Sin base económica

Art. 77. En los procesos de jurisdicción voluntaria no suscep-


tibles de apreciación pecuniaria, se regula como mínimo:
1) Insania: cincuenta (50) Jus, con un máximo de ciento
cincuenta (150) Jus;
2) Autorización para comparecer en juicio: veinte (20) Jus
con un máximo de sesenta (60) Jus, y
3) Informaciones, sumarias y todo otro acto no contem-
plado expresamente en este Código: veinte (20) Jus, con
un máximo de sesenta (60) Jus.
Cuando hubiere controversia la regulación mínima será
el doble de lo expresado en los incisos anteriores.

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201 02/06/2014, 10:10
202 ADÁN LUIS FERRER ART. 77

175. ÁMBITO DE APLICACIÓN

La norma se aplica a los procesos que el art. 408 del C. de


P.C. define como de jurisdicción voluntaria, aún cuando su trá-
mite no haya sido expresamente previsto en el Libro Cuarto
del C. de P.C. (arts. 830 a 886) y siempre que el caso no tenga
entidad económica. Esta última condición no se da cuando,
aun careciendo de valor específico el derecho invocado, exis-
ten sin embargo valores de referencia, que pueden ser ponde-
rados con ajuste al art. 32, inc. 3, lo que torna aplicable el ar-
tículo siguiente.
Bajo la vigencia de la ley 8226, alguna jurisprudencia ha apli-
cado el inciso tercero de la norma que comentamos, por analo-
gía, a la intimación prevista en el art. 764 del Cód. Civil392 y
al pedido de homologación de un convenio privado, referente a
la desocupación de un inmueble393. Creemos que en ambos ca-
sos la analogía se daba más con el artículo siguiente que con
éste, ya que la cosa motivo del emplazamiento, o el inmueble a
desocupar, aún si no se los tomase como “objeto del juicio”, son
al menos valores de referencia, de los cuales no pudo prescin-
dirse.
Es obvio que, no existiendo base económica, no resultan de
aplicación los distingos que el art. 31 prevé, según sea el resul-
tado del juicio.

176. LOS VALORES DESCARTADOS

En el juicio de insania, el art. 840 del C. de P.C., en cuanto


fija un límite a las costas a cargo del insano, en función de su
patrimonio, parece sugerir que ese patrimonio es una base
para regular honorarios, o al menos un valor de referencia, en
los términos del art. 32, inc. 3, del Código Arancelario394.

392
Cám. 7ª Civ. y Com., A.I. Nº 226, del 21/11/1996, in re: “Giordano, Marcelo
Fabián c/ Roberto Daniel Gasparini - Intimación Judicial - Consignación”.
393
Cám. 7ª Civ. y Com., A.I. Nº 270, del 20/11/1995, in re: “Almirón, Lorenzo
Calixto y otros - Solicitan Homologación” (voto Dr. Flores).
394
MARTÍNEZ CRESPO, Mario, ob. cit., p. 191, ubica el juicio de insania en el comen-
tario al art. 78, referido a los procesos con base económica.

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202 02/06/2014, 10:10
ART. 78 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 203

El inc. 1 del artículo en comentario, al fijar para el juicio de


insania un arancel ajeno al valor de los bienes del insano, des-
carta expresamente esa posibilidad. Tal criterio es el que se
ajusta a la jurisprudencia y doctrina mayoritarias, que conside-
ra carente de contenido patrimonial al juicio de insania395.
Otro tanto ocurre con la autorización para comparecer en
juicio, cuyos honorarios son los que fija el inc. 2º del artículo en
comentario, con prescindencia de la entidad económica del liti-
gio de que se trate.
Esto sin perjuicio de que, tanto en uno cuanto en otro caso,
esos valores sean meritados por aplicación del art. 39, incs. 6 y
8, a fin de establecer el monto de los honorarios, dentro de los
límites mínimo y máximo que fija el artículo en comentario396.

Con base económica

Art. 78. En los procesos de jurisdicción voluntaria, cuan-


do hay base económica, se regula entre la quinta parte y
la mitad de la escala del artículo 36 de esta Ley. Si hubiere
controversia, entre el cuarenta por ciento (40%) y el total,
con un mínimo de veinte (20) Jus en ambos casos.

177. ÁMBITO DE APLICACIÓN

En principio, quedan comprendidos en este artículo todos los


procesos que, teniendo entidad económica mensurable, sean de
jurisdicción voluntaria a la luz del art. 408 del C. de P.C., aún
cuando su trámite no haya sido expresamente previsto en el
Libro Cuarto del C. de P.C. (arts. 830 a 886). Esto así, tanto si
el objeto del proceso tiene un valor determinado, cuanto si exis-
ten valores de referencia que tornen aplicable el art. 32, inc. 3.
Quedan exceptuados, porque son objeto de una previsión
específica en los arts. 79 y 80, las autorizaciones para dispo-

395
Confr. PALACIO, Lino E. - ALVARADO VELLOSO, Adolfo, Código Procesal Civil y Co-
mercial de la Nación, t. 10, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 1998, ps. 388 y 389;
FERREYRA DE DE LA RÚA, Angelina - GONZÁLEZ DE LA VEGA DE OPL, Cristina, Código
Procesal Civil y Comercial de la Provincia de Córdoba, t. III, La Ley, Buenos Ai-
res, 2000, p. 1300.
396
Confr. PALACIO, Lino E. - ALVARADO VELLOSO, Adolfo, Código Procesal Civil y Co-
mercial de la Nación, t. 10, p. 389, en referencia al juicio de insania.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


203 02/06/2014, 10:10
204 ADÁN LUIS FERRER ART. 79

ner bienes de incapaces y los nombramientos y remoción de


tutores y curadores (esto al margen de que en este último
caso es discutible si se trata de cuestiones con o sin conteni-
do económico, cuestión sobre la que volveremos al comentar
el art. 80).
Tratándose de cuestiones controvertidas, la base podrá ade-
cuarse a lo dispuesto en el art. 31, si los términos de la contro-
versia lo permiten, siempre con el mínimo de veinte (20) jus.

Autorizaciones

Art. 79. En las autorizaciones para disponer, gravar o


afectar bienes de incapaces y en los casos del art. 1277
del Código Civil, se regula en base al cincuenta por cien-
to (50%) del valor de los bienes en cuestión o de los con-
tratos que se celebren.

178. BASE Y ESCALA APLICABLES

El artículo fija la base regulatoria en un cincuenta por ciento


del valor en juego, pero no menciona cuál es la escala aplicable,
por lo que debe ser la prevista en el art. 36. La base regulatoria
deberá adecuarse a lo dispuesto en el art. 31, si la cuestión fuese
controvertida y la entidad del litigio lo posibilita.

179. LA AUTORIZACIÓN REFERIDA A BIENES DE INCAPACES

En la autorización para celebrar contratos en nombre de in-


capaces, es obvio que el valor de “los contratos que se celebren”,
es el de los derechos del incapaz, no el monto del contrato en su
totalidad. Si, como suele ser habitual, los herederos deciden
vender un bien integrante del haber sucesorio, la base regulato-
ria será el cincuenta por ciento del valor de la participación que
corresponda al incapaz en ese bien, no del precio total de la ven-
ta.
Desde que la ley no hace distingo, corresponde aplicar el ar-
tículo tanto a la acción prevista en el art. 16, inc. 13 de la ley 7676,
cuanto al incidente que admite el art. 708 del C. de P.C.,
cuando todos los herederos están conformes en la venta y
la incidencia se abre sólo por la existencia de herederos me-
nores.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


204 02/06/2014, 10:10
ART. 80 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 205

180. LA AUTORIZACIÓN DEL ARTÍCULO 1277 DEL CÓDIGO CIVIL

Según una interpretación literal del artículo que comenta-


mos, en la autorización tendiente a suplir la falta de conformi-
dad de uno de los cónyuges para disponer de un bien de la so-
ciedad conyugal (art. 1277, CC) la base regulatoria sería el
cincuenta por ciento del valor total del contrato a celebrar. Esto
así porque se trata de un acto único y la autorización sirve para
que sea posible su otorgamiento, sin el cual el solicitante no
podría disponer en absoluto del bien de que se trate, ni siquiera
de una mitad, como ocurriría si se tratara de un condominio397.
Sin embargo, creemos que la base debe ser el cincuenta por
ciento de la mitad del valor del contrato de que se trate. Esto
no sólo porque la mitad es, en principio, la medida del interés
comprometido en el caso por la persona cuya conformidad debe
suplirse, sino además porque lo contrario conduce a desenlaces
poco razonables. En efecto: si se trata de vender un bien en con-
dominio entre dos personas, una de ellas incapaz, es menester
una autorización judicial cuyo costo se tarifa en función de los
derechos del incapaz, esto es el cincuenta por ciento del pre-
cio; sería absurdo que para suplir la falta de conformidad del
cónyuge en la venta de un bien ganancial, ese costo se dupli-
cara, siendo que el cónyuge tiene una mera expectativa so-
bre su parte en los gananciales, no un derecho real y actual
sobre ese bien, y en consecuencia no es siquiera otorgante
del acto a celebrar 398. Como vemos, el “objeto del juicio”, que
es un consentimiento a suplir por el juez, tiene mayor entidad en
el caso del incapaz, que en el del cónyuge remiso; no sería razo-
nable que la base regulatoria fuese más alta en este caso que
en aquél.

Nombramiento de tutores y curadores


Remoción. Rendición de cuentas

Art. 80. El nombramiento y remoción del tutor y cura-


dor, se regula con un mínimo de treinta (30) Jus. Si

397
BORDA, Guillermo A., Tratado de derecho civil. Familia, t. I, 4ª ed., ps. 285 y ss.,
Nos 395 y 396.
398
Ibídem, Nº 396.

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205 02/06/2014, 10:10
206 ADÁN LUIS FERRER ART. 80

media rendición de cuentas o por otras circunstancias


hay base económica, se regula entre el veinte por cien-
to (20%) y el cincuenta por ciento (50%) de la escala del
artículo 36 de esta Ley, si no hubiere controversia; si
la hubiere, el ciento por ciento (100%) de la escala del
artículo mencionado.

181. ÁMBITO DE APLICACIÓN

El artículo no es aplicable cuando la designación de curador


se produce en el fallo que acoge la demanda de insania, ya que
ese caso está comprendido en la previsión del art. 77, inc. 1.
Si una misma gestión procura la remoción del tutor o cura-
dor y la designación de su reemplazante, se trata de una tarea
única, por lo que no corresponde regular honorarios por la re-
moción y, además, por la designación del reemplazante.

182. INTERPRETACIÓN DEL ARTÍCULO

Luego de fijar un arancel mínimo de treinta (30) jus, el artícu-


lo en comentario dispone que, si por vía de rendición de cuentas
o por cualquier otro medio surgiese una base económica, se
regularán honorarios sobre esa base, aplicando el arancel
del art. 36, reducido porcentualmente si no hubiese controver-
sia.
Según una interpretación estrictamente literal del tex-
to así concebido, puede entenderse que la rendición de cuen-
tas es un medio que permite encontrar una base regulatoria, pero
siempre referida a los honorarios por la tarea de nombramiento
o remoción de tutor o curador, que deberían regularse sobre
la base que arroje la rendición de cuentas, según la esca-
la que para ese caso se establece en la parte final del artícu-
lo.
Sin embargo, diversas circunstancias permiten inferir que
ése no es el sentido de la norma, sino que para el nombramien-
to o remoción de tutor o curador se ha fijado un honorario míni-
mo de treinta (30) jus, sin base económica alguna, y la ulterior
rendición de cuentas, o tarea análoga, si la hubiese, devengará
el arancel que establece la parte final del artículo, con aplica-
ción de la escala del art. 36.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


206 02/06/2014, 10:10
ART. 80 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 207

Esto así, en primer lugar, porque sería contradictorio que,


si la ley ha reputado carente de contenido económico el juicio
de insania399, se lo atribuya en cambio al nombramiento o re-
moción de curador, pese a tratarse de trámites referidos a una
misma materia litis; y si pese a ello buscásemos una eventual
base regulatoria, ésta no es la rendición de cuentas de la tutela,
sino el patrimonio del pupilo, ya que ésa es la referencia que en
orden a las costas pondera el art. 840 del C. de P.C. y es, ade-
más, el parámetro que la jurisprudencia nacional ha tomado en
cuenta400. Por otra parte, al tiempo de designarse un tutor o cu-
rador no hay rendición de cuentas posible, sino que sólo puede
darse con posterioridad (no sólo con motivo de su remoción)
por lo que no parece razonable que ésa sea la base regulatoria.
Y, por último, es contradictorio con el sistema del Código, la
postulación de una base regulatoria eventual (no la habría si no
hay rendición de cuentas u “otras circunstancias”).
Así interpretado el artículo, para la designación o remo-
ción de tutor o curador habría un honorario mínimo treinta
(30) jus pero no un máximo. Pero ello no obsta a la interpre-
tación propuesta, porque en la redacción original del que hoy es
artículo 77 (art. 73 de la ley 7269 y 74 de la ley 8226) tam-
bién en los casos allí previstos se fijaba un arancel mínimo,
sin máximo; la ley 9459 corrigió ese vicio en el art. 77, pero
omitió hacerlo en el art. 80, omisión esta que no autoriza a cam-
biar el sentido que a nuestro juicio tiene la norma, a saber: los
honorarios por la designación o remoción de tutor o curador
carecen de contenido económico y se regulan en treinta jus,
o la mayor suma que el Juez estime prudente, meritando las
circunstancias que prevé el art. 39; la rendición de cuentas
de la tutela o curatela, u otra tarea profesional análoga si la
hubiese, devengarán los honorarios previstos en la parte fi-
nal del artículo.

399
Véase Nº 176.
400
Confr. Cám. Nac. Civ., Sala F, 24/12/1982, ED, 103-663, entre otros.

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207 02/06/2014, 10:10
208 ADÁN LUIS FERRER ART. 81

Capítulo V
Procesos especiales y auxiliares

Sección 1
Procesos Especiales

Procesos de ejecución. Juicios ejecutivos.


Prepara vía ejecutiva

Art. 81. En los juicios ejecutivos, en los que no se han


articulado excepciones se aplica el sesenta por ciento
(60%) de la escala del artículo 36 de esta Ley.
Si se han opuesto y sustanciado excepciones se aplica
el ciento por ciento (100%) de la escala del artículo 36
de este Código. En caso de que hubiere mediado prepa-
ración de la vía ejecutiva esta tarea se regula con el cin-
co por ciento (5%) de dicha escala, con un mínimo de
cuatro (4) Jus.

183. ÁMBITO DE APLICACIÓN

La redacción del artículo ha sido tomada de la ley 8226


(art. 78) y responde a un tiempo en que el ordenamiento pro-
cesal designaba como juicio ejecutivo, sólo al que hoy prevén
los arts. 517 y ss. del C. de P.C. (título II del Libro Segundo).
Con posterioridad, la redacción del código según ley 8465, in-
corporó la designación de juicio ejecutivo especial (art. 801 y
ss., título II del Libro Tercero) a lo que antes llamaba ejecu-
ción de sentencia (y sigue haciéndolo, cuando titula el capí-
tulo I) sobre la cual legisla el Código Arancelario en el art. 82.
Así las cosas, resulta claro que en principio el artículo que
comentamos se aplica sólo a la primera de las ejecuciones refe-
ridas (el juicio ejecutivo general) no así a la ejecución de sen-
tencia (o ejecutivo especial).
Sin embargo, ocurre que conforme al anterior Código Pro-
cesal (ley 1419) la ejecución de sentencia no admitía la oposi-
ción de excepciones; mientras que ahora, en el juicio ejecutivo
especial, el art. 809 habilita al ejecutado a oponer las excepcio-
nes que allí se enumeran, las que hasta pueden tener mayor
amplitud que la tolerada en el juicio ejecutivo general por el
art. 547 del CPC (así, en el cobro de honorarios y costas, art. 809
in fine, CPC).

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


208 02/06/2014, 10:10
ART. 81 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 209

Por ello, entendemos que tratándose de la ejecución de la


condena al pago de cantidades líquidas (incluyendo el cobro de
honorarios y costas) si el ejecutado opone excepciones, la nor-
ma aplicable a los fines de regular honorarios es el artículo en
comentario, no el siguiente, referido a la ejecución de sentencia.
Esto así para respetar el sentido del ordenamiento y evitar el
tratamiento disímil de actividades profesionales análogas401. A
la recíproca, en el ejecutivo especial sin excepciones (que no
es otra cosa que una ejecución de sentencia) será de aplicación
el art. 82, aún cuando la ejecución se promueva en forma autó-
noma, lo que está admitido en ciertos casos (por ejemplo,
art. 124 del Código Arancelario, que analizaremos en su momen-
to).
Consecuentemente, si en la instancia ejecutoria de la con-
dena al pago de una suma de dinero se oponen excepciones, la
ejecución de la sentencia que las desestima y manda llevar a-
delante la ejecución, devengará honorarios con ajuste al art 82,
sin perjuicio de los devengados en el ejecutivo especial402.

184. OPOSICIÓN DE EXCEPCIONES

El artículo reduce al sesenta por ciento del arancel, los ho-


norarios en el juicio ejecutivo general, cuando no se oponen
excepciones, y dispone la aplicación íntegra de la escala del
art. 39, “si se han opuesto y sustanciado excepciones”.
La oposición de excepciones que han sido declaradas inadmi-
sibles, debe asimilarse a la no oposición de defensa alguna.
Para el abogado del actor, porque las excepciones no admiti-
das no le demandan tarea profesional; y para el demandado,
porque en principio la oposición de excepciones formalmente
inadmisibles, es una tarea inoficiosa (art. 47, Cód. Arancela-
rio) 403.
La ley no ha previsto la hipótesis de allanamiento del eje-
cutante a las excepciones opuestas por el demandado. Se trata

401
Conf. Cám. 7ª Civ. y Com., A. N° 514 del 20/12/2011, in re “Municipalidad de
Córdoba c/ Sociedad Italiana de Unione y Frattellanza”.
402
Ibídem
403
Confr. MARTÍNEZ CRESPO, Mario, Código Arancelario para Abogados y Procura-
dores, p. 195.

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209 02/06/2014, 10:10
210 ADÁN LUIS FERRER ART. 81

de una situación intermedia entre las dos que el artículo regu-


la, ya que si bien hay excepciones opuestas, éstas no han sido
sustanciadas, según lo requiere el segundo párrafo para habili-
tar la aplicación íntegra del arancel. Con ajuste a la previsión
del art. 110, lo razonable es aplicar en este caso un punto inter-
medio entre las dos hipótesis legalmente reguladas, esto es el
ochenta por ciento de la escala del art. 39404.

185. ALLANAMIENTO

Se ha discutido cual es el arancel aplicable, en caso de alla-


namiento a la demanda ejecutiva. Para una postura, corres-
ponde aplicar el cuarenta por ciento de la escala legal, por
aplicación de los arts. 43 y 45, ya que ése es el porcentaje que
corresponde a la tarea profesional cumplida (promoción de la
demanda). Otra doctrina, en cambio, sostiene que debe aplicar-
se el sesenta por ciento del arancel, porque ése es el porcenta-
je que corresponde en el juicio ejecutivo cuando no se han opues-
to excepciones, situación exactamente igual al allanamiento, ya
que tanto en uno cuanto en otro caso, corresponde dictar sen-
tencia sin más trámite (arts. 352 y 546, CPC)405.
Esta última, es la doctrina adoptada por el Tribunal Supe-
rior en numerosos pronunciamientos406, y ha sido confirmada
por la Sala Civil, con la actual composición del Cuerpo 407; cree-
mos que está llamada a perdurar, porque nos parece correcta.
La sinonimia entre allanamiento y no oposición de excepcio-
nes, es innegable; y es vieja regla interpretativa la que otorga
prioridad a la norma especial por sobre la general; consecuen-
temente, procede aplicar al caso la regla específica de los jui-

404
Confr. TSJ, Sala Civ. y Com., Sent. Nº 45 del 30/04/1999, in re: “Caja de Prev.
y Seg. Social de Abogados y Procuradores de la Provincia de Córdoba c/ Arcor
S.A.I.C. (div. Freepack) - Ejecutivo”, Foro de Córdoba, Nº 55, p. 253.
405
Véase reseña de fallos en uno y otro sentido en MARTÍNEZ CRESPO, Mario, Có-
digo Arancelario para Abogados y Procuradores, p. 197.
406
Sala Civil y Comercial, in re: “Casas, Héctor Hugo c/ CIADEA S.A. - Cuerpo
Apel. Honorarios”, Sent. N° 4, del 09/02/1998. En idéntico sentido vide “Barra,
Rubén Ethel c/ José Dambolena - Ejecutivo - Recurso de casación”, Sent. N° 258,
del 29/12/1998.
407
Sala Civ. y Com., in re “Acosta, Lola I. c/ Domínguez, Roberto N.”, fallo del
16/10/2009.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


210 02/06/2014, 10:10
ART. 81 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 211

cios ejecutivos, por sobre la norma general que regula el pun-


to.

186. EL MINIMO MINIMORUM

El art. 36 del Código Arancelario estatuye en cada tipo de


procesos (ordinarios, abreviados y ejecutivos) un honorario mí-
nimo irreductible, cualquiera sea el monto del juicio, para “la
tramitación total en primera instancia”.
En relación a los juicios ejecutivos, se ha discutido si, en caso
de no haberse opuesto excepciones, corresponde o no reducir
ese mínimo a seis (6) jus, esto es el sesenta por ciento del aran-
cel, según dispone el artículo en comentario408.
La controversia se expresa inclusive en los pronunciamien-
tos del Tribunal Superior sobre la materia. En fallo del año dos
mil tres la Sala Civil, por mayoría, entendió que el minimo mini-
morum en el juicio ejecutivo, cuando no se habían opuesto excep-
ciones, era de seis (6) jus, porque “el hecho de que no se hayan
articulado defensas al progreso de la acción, implica que la tra-
mitación del proceso no ha sido íntegra”409, pero tres años des-
pués, ya con otra integración, también por mayoría, resolvió
que correspondía aplicar el mínimo de diez (10) jus, aún si no
se hubiesen opuesto excepciones, “ya que la sola circunstancia
de que el accionado no haya oportunamente ejercido su derecho
de defensa, no obsta a que el proceso se haya tramitado en su
totalidad”410, y en 2008, con una nueva integración, la sala volvió
a la doctrina anterior, disponiendo que cuando no han sido opues-
tas excepciones, el minimo minimorum en el juicio ejecutivo es
de seis jus, en pronunciamiento que tampoco fue unánime411.
Por nuestra parte, creemos que, si en el juicio ejecutivo se
ha asimilado la no oposición de excepciones al allanamiento412,

408
Véase reseña de fallos en uno y otro sentido, en MARTÍNEZ CRESPO, Mario, Có-
digo Arancelario para Abogados y Procuradores, ps. 195 y 196.
409
Sala Civil A.I. Nº 92 del 24/04/2003, in re: “Segurado, Walter J. c/ Mi Valle
S.A. y otro - Ejecutivo”.
410
Sala Civil, 24/10/2006, LL Cba., 2007, p. 41.
411
Sala Civil, Sent. Nº 83, 05/08/2008, Foro de Córdoba Nº 127, p. 225. Hicieron
mayoría los Dres. Sesin y García Allocco y votó en disidencia el Dr. Andruet.
412
Véase Nº 185.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


211 02/06/2014, 10:10
212 ADÁN LUIS FERRER ART. 82

procede aplicar en uno y otro caso la regla que hemos anali-


zado al comentar el art. 36, conforme a la cual se reduce el
minimo minimorum en función de las etapas procesales cum-
plidas413; esto con la particularidad de que en el juicio ejecutivo,
por aplicación de la norma especial (art. 81) ese mínimo será
de seis jus, en vez de cuatro, que sería el resultado conforme a
la norma general del art. 45, inc. 1.
Es cierto que, como dice la doctrina opuesta, el allanamiento
“no obsta a que el proceso se haya tramitado en su totalidad”,
pero esto ocurre también en el juicio ordinario, en el cual, sin
embargo, hemos sostenido que el minimo minimorum debe ser
reducido en función de las etapas procesales cumplidas414. Lo
contrario, para ser coherentes, implicaría asumir ese mínimo
como aplicable en cualquier tipo de proceso, cualquiera sea su
tramitación o desenlace, con lo cual la referencia a “la tramita-
ción total en primera instancia”, contenida en el art. 36, no ten-
dría mayor sentido.
Por último, si el minimo minimorum ha sido establecido en
función de la tarea profesional prestada, no parece razonable fi-
jarle un valor único a prestaciones tan disímiles como presentar
una demanda o tramitar íntegramente un pleito con defensas,
prueba y alegatos.

Ejecución de sentencia

Art. 82. En la ejecución de sentencia de toda clase de


juicios, los honorarios se regulan entre el treinta por
ciento (30%) y el cincuenta por ciento (50%) de la esca-
la del artículo 36 de la presente Ley. Esta regulación se
practica sobre el valor total de lo que es motivo de la
ejecución, aunque sumándose ella a la regulación prac-
ticada en el principal, exceda el máximo previsto.
Desde la resolución que admite el cumplimiento de la
sentencia, el profesional puede pedir la regulación.

413
Véase Nº 75.
414
Confr. TSJ, Sala Civil, Auto Nº 173, 05/06/87 y Sent. Nº 119 del 28/10/2003,
in re: “Romero, María Rosa c/ Banco del Suquía S.A. - Ordinario”.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


212 02/06/2014, 10:10
ART. 82 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 213

187. ÁMBITO DE APLICACIÓN

La ejecución de sentencia es una forma de juicio ejecutivo


especial (arts. 801 y ss. del C. de P.C.) comprensivo de distin-
tas modalidades de condena. El texto del artículo que comenta-
mos, evidencia que ha sido redactado pensando en la condena
al pago de una suma de dinero, pero lo cierto es que en princi-
pio se aplica a la ejecución de sentencia, “en toda clase de jui-
cios”, según dispone en forma expresa. Hace excepción a esa
regla el juicio de desalojo, cuya ejecución de sentencia ha sido
objeto de una previsión expresa en el art. 66, in fine.
La ejecución de sentencia es procedente sólo frente a la con-
tumacia del condenado (art. 802, CPC) por lo que en la medida
en que éste cumpla voluntariamente la condena, los trámites
necesarios para liquidar la deuda, instrumentar transferen-
cias de bienes, efectuar anotaciones registrales, u otras me-
didas similares, no constituyen ejecución y, en consecuencia,
no tornan aplicable el artículo en comentario415; esto sin per-
juicio de que esa actividad profesional devengue honorarios
ajustados al minimo minimorum que para cualquier acto proce-
sal prevé el art. 36, las que, al igual que ocurre con la ejecución
de sentencia, estarán a cargo del vencido en el juicio, por apli-
cación del art. 824 del C. de P.C.
Si se tratase de la condena al pago de una suma de dinero,
el cumplimiento voluntario se consumará con el pago de todo
lo que sea liquidable en base a operaciones aritméticas que la
condena establece, sin necesidad de la previa formulación de
planilla y sin perjuicio de alguna diferencia que pueda surgir
al formularse ésta.
Tratándose de obligaciones de hacer, el demandado habrá
cumplido si ejecutó la prestación ordenada, en todo cuanto de
él dependiese. En un juicio de escrituración, por ejemplo, el
demandado condenado cumplirá suministrando los títulos y an-
tecedentes necesarios para preparar la escritura y requiriendo
la fijación de lugar, día y hora en que debe firmar el instrumen-
to traslativo de dominio.

415
Confr. TSJ, Sala Civ. y Com., 15/03/1994, LL Cba., 1994, p. 690.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


213 02/06/2014, 10:10
214 ADÁN LUIS FERRER ART. 82

Si el abogado del ejecutado cumple actividad profesional en


el trámite de ejecución, tiene derecho a cobrar honorarios por
esa tarea, pero en principio esa actividad estará referida a liti-
gios incidentales (liquidación de la deuda, discusión de la pla-
nilla, etc.) que devengan honorarios con ajuste al art. 83, a car-
go del vencido (art. 824, CPC). La mera función de control de la
ejecución que lleva adelante el ejecutante, no puede merecer
más remuneración que el mínimo de cuatro (4) jus previsto en
el art. 36 para todo acto procesal, que es la conclusión sentada
en algún precedente, aún cuando se aludió al artículo en co-
mentario, “al menos como pauta referencial” 416.

188. CONDENA AL PAGO DE UNA SUMA LÍQUIDA

Tal como ha quedado dicho al comentar el artículo ante-


rior, tratándose de la ejecución de la condena al pago de canti-
dades líquidas, el artículo en comentario es aplicable cuando el
ejecutado no opone excepciones; si las opusiese, es de aplicación
el artículo anterior, referido al juicio ejecutivo. Esta es la regla,
sea que la ejecución se promueva en el mismo expediente en
que se dictó la condena, sea que motive un proceso autónomo,
tal como lo admite el art. 124 para el cobro de honorarios417.

189. CONDENA AL PAGO DE UNA SUMA ILÍQUIDA

El incidente necesario para establecer el monto de la con-


dena (art. 812 y ss. del C. de P.C.) no está comprendido en el
artículo que comentamos, sino que devenga honorarios sepa-
rados, ajustados a lo dispuesto en el art. 83, inc. 1, a cargo del
perdidoso en la incidencia (art. 824, CPC) 418. Quedará sujeta
a este artículo, en cambio, la ulterior ejecución si el condena-
do no cumple voluntariamente con el pago de la suma líquida
que resulte de una resolución firme, como desenlace el inci-
dente referido.

416
Cám. Apel. Villa Dolores, 24/06/1997, LL Cba., 1998, p. 417.
417
Véase Nº 183.
418
Confr. Cám. 3ª C. y C., Auto Nº 458 del 18/12/87, reseñado por ANDRUET, Arman-
do S. (h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., ps. 224 y ss.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


214 02/06/2014, 10:10
ART. 82 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 215

190. BASE REGULATORIA

La base regulatoria está dada por “el valor total de lo que


es motivo de ejecución”, por lo que se incluyen los intereses y
costas que la sentencia manda pagar. De ello se ha deducido
que, aun cuando el derecho a solicitar la regulación nace con la
resolución que admite el cumplimiento de la sentencia, es con-
dición previa la formulación de planilla, con el objeto de esta-
blecer la base regulatoria419.

191. CONDENA DISTINTA DEL PAGO DE UNA SUMA DE DINERO

Cuando la condena en ejecución impone al ejecutado una


obligación de hacer o de dar cosas distintas de una suma de
dinero, la aplicación del artículo puede ofrecer algunas du-
das, tal como ocurría bajo la vigencia de la ley 8226 respecto
del juicio de desalojo, en el cual alguna vez se pretendió que lo
que es “objeto de ejecución” es el inmueble locado y, en conse-
cuencia, su valor era la base regulatoria para la ejecución de
sentencia420. Actualmente el art. 66 in fine ha disipado esa duda,
pero ésta puede darse en supuestos análogos, tal como ocurre
en las acciones posesorias, cuando por excepción no corres-
ponde tomar como base regulatoria la tasación del bien des-
poseído, según lo hemos apuntado al comentar el art. 64421.
A todo evento y con ajuste a la regla del art. 110, hay que
adoptar la solución que la ley ha dado al juicio de desalojo;
esto es que la base regulatoria para la ejecución de sentencia,
es análoga a la que corresponde aplicar en el juicio cuya sen-
tencia se procura ejecutar.

419
Cám. 4ª C. y C., Auto Nº 53 del 08/04/88. En contra, sosteniendo que la base
puede extraerse de la sentencia en ejecución: Cám. 8ª C. y C., auto Nº 207 del
27/07/88, ambos reseñados por ANDRUET, Armando S. (h) - BUSTOS ARGAÑARÁS,
Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., ps. 226 y 227.
420
La jurisprudencia desestimó esa pretensión, resolviendo que la base es la
misma que la establecida para el juicio (Confr. Cámara 8ª C. y C., Auto Nº 99,
del 21/04/88, reseñado por ANDRUET, Armando S. (h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel
A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., p. 227, Nº 691; Cám 3ª Civ. y Com., A.I. Nº 33,
29/02/1996, Foro de Córdoba, Nº 42, p. 280, Nº 10).
421
Véase Nº 151.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


215 02/06/2014, 10:10
216 ADÁN LUIS FERRER ART. 82

192. REGULACIÓN ANTICIPADA

La posibilidad de regular honorarios inmediatamente de


promovida la ejecución, implica fijar la retribución de una ta-
rea aún no cumplida (los trámites ulteriores de ejecución) lo
que impide la evaluación cualitativa de la tarea profesional que
impone el art. 39, evaluación que no debería estar ausente en la
regulación de los honorarios devengados en ejecución de sen-
tencia 422 y que integra la fundamentación que el art. 29 im-
pone bajo pena de nulidad. La única solución posible, es que
el Juez evalúe con ajuste al art. 39 la tarea cumplida hasta el
momento de regular, prescindiendo obligadamente de la acti-
vidad posterior, que todavía no conoce.
Se abre, además, la posibilidad de que los trámites poste-
riores sean cumplidos por otro abogado, que también tendrá
derecho a honorarios, supuesto en el cual éstos deberán dedu-
cirse de los regulados con anterioridad423 y, si hubiesen sido
cobrados, deberán reintegrarse por carecer de causa, ya que se
trata de honorarios por una tarea aún no cumplida, que en de-
finitiva es ejecutada por otro424.

193. EL MINIMO MINIMORUM

Alguna jurisprudencia ha resuelto que la regulación de ho-


norarios por ejecución de sentencia puede ser inferior al mí-
nimo de cuatro jus previsto en el art. 36 para toda actuación
judicial, si la aplicación de la escala genera ese resultado. El
mínimo de cuatro jus —se dijo— es aplicable sólo cuando el
abogado produce en el pleito una sola actuación425.
El punto es sin duda discutible. En principio el mínimo de
cuatro jus está previsto para toda actividad procesal que no

422
Confr. Cám. 8ª C. y C., A. Nº 316 del 21/10/87 reseñado por ANDRUET, Armando
S. (h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit, p. 224; Cám
2ª Civ. y Com., A.I. Nº 401 del 05/08/1997, Foro de Córdoba, Nº 46, p. 293, Nº 2.
423
Confr. Cám., Apel. San Francisco, A.I. Nº162 del 20/12/2000, Foro de Córdo-
ba, Nº 71, p. 256, Nº 3.
424
Confr. TSJ, Sala Civ. y Com., A.I. Nº 120 del 19/05/2000, Foro de Córdoba,
Nº 63, p. 207, Nº 62.
425
Confr. Cám. 1ª Civ. y Com., 30/11/1989, SJ, 1990-B-76.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


216 02/06/2014, 10:10
ART. 83 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 217

esté comprendida en una regulación de honorarios ya practica-


da o a practicar, con lo cual sí sería aplicable a la ejecución de
sentencia, desde que la regulación referida al juicio compren-
de los servicios profesionales prestados durante su desarrollo,
hasta la sentencia, no los que requiera la ulterior ejecución.

Sección 2
Procesos y actuaciones especiales y auxiliares

Incidentes y reposiciones

Art. 83. Los incidentes y reposiciones se considerarán


por separado del juicio principal, regulándose las ta-
reas profesionales cumplidas en ellos, salvo disposi-
ción en contrario, de acuerdo con las siguientes reglas:
1) Los incidentes que tengan un contenido económico
propio y que se tramiten como juicios declarativos,
aplicando el cincuenta por ciento (50%) de la escala
del artículo 36 de esta Ley sobre esa base económica.
Si se hubiesen sustanciado con sólo vista o traslado a
las partes, se aplicará entre el quince por ciento (15%)
y el treinta por ciento (30%) de dicha escala, y
2) Los incidentes que no tengan contenido económico
propio y que se tramiten como juicios declarativos, apli-
cando entre el quince por ciento (15%) y el treinta por
ciento (30%) de la escala del artículo 36 de este código so-
bre la base regulatoria del juicio principal. Si se hubie-
sen sustanciado sólo con vista o traslado a las partes,
se aplicará entre el cinco por ciento (5%) y el quince por
ciento (15%) de dicha escala.
Cuando el incidente o recurso de reposición fuese ma-
nifiestamente improcedente y hubiese sido promovido
con el evidente propósito de dilatar el proceso, la regu-
lación del profesional de la parte contraria se practi-
cará sobre el máximo de los porcentajes indicados y
los honorarios podrán ser puestos a cargo del apode-
rado o patrocinante, en forma solidaria con su cliente,
si la improcedencia obedeciera a motivos técnicos que
el abogado no pudo ignorar.

194. BASE REGULATORIA EN EL INCISO PRIMERO

El inciso primero se refiere a los incidentes que tengan un


contenido económico propio, es decir que su resultado tenga

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


217 02/06/2014, 10:10
218 ADÁN LUIS FERRER ART. 83

una consecuencia patrimonial per se, tal que a la litis inciden-


tal así planteada pueda valorársela como un litigio contencio-
so. La mayoría de estos incidentes son objeto de una regula-
ción especial (arts. 63, incs. 4 y 5; 55; 84; 85, etc.) pero habida
cuenta de la infinidad de alternativas incidentales que un jui-
cio abre, el art. 83, inc. 1, sirve para regular honorarios en to-
dos los casos que puedan surgir y no sean objeto de una previ-
sión específica en la ley (por ejemplo: nulidad de una subasta,
en la cual la base sería el precio obtenido en el remate).
Estos incidentes se regulan como si fuesen procesos autó-
nomos, debiendo la base regulatoria ajustarse a lo dispuesto en
el art. 31, en función del resultado del litigio incidental, asu-
miendo el incidentista la condición de actor y el incidentado la
de demandado.

195. BASE REGULATORIA EN EL INCISO SEGUNDO

El art. 83, inc. 2, dispone que los incidentes que no tengan


un contenido económico propio, se remunerarán mediante un
porcentaje de la escala del art. 36, “sobre la base regulatoria del
juicio principal”. Pero ocurre que para el juicio principal no
existe una base regulatoria única, definida como tal en el texto
de la ley; lo que hay en el art. 31 son distintas bases regulato-
rias para el actor y el demandado, variables en uno y otro caso
según el resultado del juicio. Trasladar la base que para cada
abogado resulte de la sentencia definitiva, para regular hono-
rarios en los incidentes sustanciados durante el juicio, resulta
un sinsentido, ya que el actor en el juicio no necesariamente lo
es en los incidentes, en los que puede asumir la condición de
demandado, y el abogado exitoso en el resultado del juicio pue-
de haber sido vencido en el incidente; así, los criterios y moti-
vos por los que en la sentencia se determina la base regulato-
ria para cada abogado, pueden ser distintos de los que resultan
del litigio incidental. Se suma el hecho de que la base regulato-
ria emergente de la aplicación del art. 31 requiere el dictado
de la sentencia, por lo que no existirá durante la tramitación
del juicio, transformando todas las regulaciones incidentales
en mínimas y provisorias, lo que el art. 133 del C. de P.C. quie-
re sólo como excepción; con ello, se frustran de hecho los fines
perseguidos por los dos primeros párrafos del art. 134 y se fa-
cilita la actividad dilatoria del litigante desleal.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


218 02/06/2014, 10:10
ART. 83 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 219

Así las cosas, la única solución razonable a nuestro juicio,


es asumir como “base regulatoria del juicio principal”, al con-
tenido económico del litigio, determinado por el monto de la
demanda, tal como los ha sostenido calificada jurispruden-
cia426. Ello no implica contradecir el texto legal, sino ajustar su
interpretación al ordenamiento en su conjunto. En efecto: tal
como lo hemos dicho, el art. 31 asume —porque así lo imponen
los hechos— que el monto del pleito resulta de la demanda, sin
perjuicio de fijar para cada abogado una base regulatoria dis-
tinta, que es siempre el todo o parte de lo demandado, en fun-
ción del resultado de la gestión cumplida 427; cuando el art. 83,
inc. 2, se remite a “la base regulatoria del juicio principal”,
sólo pudo haberse referido a la entidad económica del litigio,
determinada en la demanda. La base regulatoria para los in-
cidentes es ésa, o ninguna, sin perjuicio de que deberá ajus-
tarse para uno y otro abogado en los porcentajes que fija el
art. 31, en función del resultado del incidente, asumiendo al
incidentista como actor y a su oponente como demandado, al
margen de su situación procesal en el juicio principal.
En contra de esa conclusión, se ha sostenido que con ella
“podría correrse el grave riesgo de que los incidentes sin conte-
nido económico propio, generen regulaciones más elevadas que
las correspondientes al propio juicio principal, cuyas regulacio-
nes se rigen, por el art. 29 del C.A., lo cual sería un despropósi-
to”428. No creemos que ese desenlace sea un despropósito, toda
vez que el ordenamiento ha querido, según resulta del art. 31,
relacionar estrechamente la regulación de honorarios al éxito
o fracaso de la gestión, de modo que bien puede el vencedor en
la incidencia, obtener por ésta mejor retribución que en el jui-
cio todo, si éste en definitiva le fue adverso. Más despropósito
nos parece que al vencedor de la incidencia, se le regulen por
ese exitoso trabajo los honorarios propios del vencido, porque
luego resultó perdedor en la sentencia definitiva.

426
Confr. Cám. 8ª Civ. y Com., 15/10/1998, LL Cba., 1998, p. 1352; Cám. Apel. de
San Francisco, 10/03/1998, LL Cba., 1998, p. 760; Cám. Apel. Marcos Juárez,
30/04/1998, LL Cba., 1999, p. 1441.
427
Véase Nº 55.
428
TSJ, Sala Civil y Com., A.I. Nº 308 del 06/11/2007, in re: “Morfina, Claudio
Abel y otro c/ Paisa, Fernando - Ordinario”; A.I. Nº 332 del 19/11/2007.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


219 02/06/2014, 10:10
220 ADÁN LUIS FERRER ART. 83

Sin embargo, el Tribunal Superior no ha compartido la doc-


trina que creemos correcta y, con la autoridad que le acuerda el
ser tribunal de casación, ha sentado la regla conforme a la cual
en los incidentes sin contenido económico propio, la base regu-
latoria para uno y otro abogado es la que le corresponda por
aplicación del art. 31, en función del resultado final del litigio429,
lo que obliga a posponer la regulación hasta la conclusión del
juicio, sin perjuicio de la regulación provisoria que autoriza
el art. 133 del C. de P.C. Terminado el juicio, conforme a esa
doctrina los honorarios por el incidente se regularán aplican-
do a cada abogado la base que corresponda según el art. 31,
aun cuando en el incidente hayan tendido una situación procesal
diferente (el actor como incidentado y el demandado como
incidentista) y el resultado haya sido exactamente opuesto en
uno y otro caso (el vencedor en el incidente haya perdido el
juicio y viceversa). Ocasionalmente, alguna Cámara insiste en
la doctrina que creemos correcta, pese a esa jurisprudencia del
Tribunal Superior430.

196. ESCALA ARANCELARIA APLICABLE

Tanto en el inciso primero, cuanto en el segundo, el artículo


prevé un arancel diferente, según que el incidente o el recurso
de reposición se hayan tramitado como juicio declarativo o tan
sólo con traslado o vista a la contraria.
En principio, los recursos de reposición tienen como único
trámite un traslado a la contraria, lo que determina la aplica-
ción de la escala menor. Sin embargo, el art. 359 in fine del C.
de P.C. admite que por excepción pueda disponerse la aper-
tura a prueba; si así ocurriese, deberá aplicarse el arancel

429
Sala Civ. y Com., A.I. Nº 63 del 25/04/2002 in re: “Ortiz de Zárate, Federico c/
Automóvil Club Argentino - Ángel Gómez s/ Medidas Preparatorias de Juicio
Ordinario”; A.I. Nº 308 del 06/11/2007, “Morfina, Claudio Abel y otro c/ Paisa
Fernando - Ordinario”; A.I. Nº 332, 19/11/2007, “Peralta, Sergio Ceferino c/ Cue-
llo, Néstor Omar - Ordinario”.
430
Cám. 7ª Civ. y Com., in re: “León, Alejandra Edith c/ Instituto Provincial de
Atención Médica (I.P.A.M.) - Ordinario - Cobro de pesos” (Auto Nº 516 de fecha
18/12/2006) reseñado por BLANCO, Roxana, “Actualidad de Honorarios”, Lexis
Nexis Córdoba, Nº 8, agosto 2007.

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220 02/06/2014, 10:10
ART. 83 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 221

más alto, aún cuando el ordenamiento no refiera al juicio


declarativo; esto así porque la única diferencia entre un jui-
cio abreviado —que es el declarativo propio de los inciden-
tes, art. 427, CPC— y el mero traslado, es precisamente la ac-
tividad probatoria, por lo que no resultaría razonable retribuir
con un arancel distinto uno y otro supuesto.
En cuanto a los incidentes, la regla general es que tramitan
como juicio abreviado (art. 427, CPC) pero en innumerables
casos ese juicio abreviado se agota en el traslado del art. 508
del C. de P.C., por tratarse de cuestiones de puro derecho (ca-
ducidad de instancia, excepción de defecto legal, por ejemplo).
La duda, es saber si en estos casos debe aplicarse la escala me-
nor o si, por el contrario, debe aplicarse la que corresponde al
trámite declarativo ya que —dice el art. 45— “no se aplicará
ninguna reducción en las escalas cuando fuesen innecesarias
o formalmente improcedentes algunas de las etapas del juicio”.
Creemos que la primera es la respuesta correcta. Esto así
porque, si la regla general es que los incidentes tramitan como
juicio abreviado y el ordenamiento ha previsto una solución
distinta para cuando el trámite se agote en un traslado, cabe
concluir que ha querido que este último supuesto tenga un tra-
tamiento particular, distinto del que es propio del juicio decla-
rativo. No se nos oculta que también puede entenderse que la
referencia al caso en que el trámite se agote en una vista o tras-
lado, está relacionada con el recurso de reposición o los casos
particulares en que ése es el trámite expresamente asignado al
incidente (art. 452, CPC, por ejemplo) pero no sería razonable
desatender la clara diferencia que hay entre la actividad profe-
sional de tan sólo interponer o contestar una demanda inciden-
tal, comparada con sumarle a eso la actividad probatoria que es
propia de un litigio con hechos controvertidos. Tampoco sería
razonable dar un tratamiento distinto, en cuanto al arancel
aplicable, a la excepción de libero oscuro, cuyo trámite se ago-
ta siempre en un traslado, y a la acumulación de autos, que tie-
ne ese mismo trámite, impuesto por el ya citado art. 452 del
C. de P.C.
En definitiva, creemos que en los incidentes y recursos de
reposición debe aplicarse el menor de los aranceles que han
sido previstos en los dos incisos del artículo en comentario,
cuando en los hechos la cuestión se haya sustanciado con sólo

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221 02/06/2014, 10:10
222 ADÁN LUIS FERRER ART. 83

traslado o vista a las partes; se aplicará la escala más alta,


en cambio, cuando el caso haya requerido un mayor desplie-
gue procedimental; esto al margen de cuál sea la forma proce-
sal, expresa o tácitamente asignada por el juez en el proveído
que da trámite a la incidencia.

197. INCIDENTES QUE DAN POR CONCLUIDO EL JUICIO

Una consideración especial merecen el incidente de caduci-


dad de instancia y las excepciones dilatorias planteadas en for-
ma de artículo previo, cuando éstas conducen el archivo de la
causa431. Aunque se trata de incidentes en el sentido del art. 426
del C. de P.C., presentan la particularidad de que tienden a dar
por concluido el proceso432. Entendemos que en estos casos de-
bería aplicarse el art. 83, inc. 1, ya que el litigio incidental tiene
un contenido económico que le es propio, coincidente con el del
juicio principal en la mayoría de los casos433, pero mensurable
en función del incidente mismo. El art. 83, inc. 2, está referido a
aquellas cuestiones incidentales que carecen per se de significa-
do económico (la articulación de nulidad de una audiencia, por
ejemplo) por lo que la tarifación de honorarios se remite al con-
tenido patrimonial del juicio principal; en la perención de ins-
tancia, en cambio, es el incidente mismo el que sella la suerte de
la causa, al margen de lo actuado en el litigio principal, lo que
justifica aplicar el inc. 1 del artículo que comentamos.
Este criterio, aunque justo en nuestro criterio, no ha teni-
do acogida jurisprudencial, ya que el Tribunal Superior reite-
radamente ha resuelto que en el caso que analizamos, es de
aplicación el inciso segundo del artículo en comentario434.

431
Así ocurre con la caducidad de instancia, cuando el Tribunal competente no
es de la provincia (art.181, inc. 1, CPC).
432
En el art. 79 de la ley 7269, este extremo condicionaba un tratamiento espe-
cial a los fines regulatorios.
433
En la perención de la segunda instancia, la base regulatoria sería el monto
de lo discutido en la alzada.
434
Confr. Sala Civil y Comercial, A.I. N° 249, del 25 de agosto de l997, in re:
“Marcotegui, Luis Ángel c/ Américo Walter Romagnoli - Reivindicación”;
Sala Civ. y Com., 04/11/1998, “Banco de la Provincia de Córdoba c/ Pilades Rici,
Luis”, publicado en LL Cba., 1999, p. 1273; Sala Cont. Administrativa, Sent.

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222 02/06/2014, 10:10
ART. 83 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 223

198. INCIDENTES Y SEGUNDA INSTANCIA

Cuando la resolución que resolvió un incidente es recurri-


da, los honorarios de segunda instancia se calculan con apli-
cación del artículo que comentamos, reducido en función del
art. 40435.
Menos clara es la solución, cuando el incidente se articula
durante la sustanciación del juicio en segunda instancia. Bajo
la vigencia de la ley 7269, el Tribunal Superior consideró que
debía aplicarse la reducción de la escala arancelaria prevista
en el art. 36 de ese ordenamiento (análogo al actual art. 40) en
razón de que éste se refiere a “las actuaciones de segunda ins-
tancia”, sin formular distingo436. Tal conclusión conduce a una
diferencia entre el incidente sustanciado en primera y segun-
da instancia que no encuentra justificativo en la tarea profe-
sional cumplida y tampoco en el texto legal; la jurisprudencia
citada tendría sustento si el artículo se refiriera a las actua-
ciones “en” segunda instancia, pero cuando alude a las “de” la
alzada, resulta claro que se refiere a las que son propias del
recurso, no a las que, aunque sustanciadas ante el Tribunal de
grado, son planteadas y sustanciadas originariamente en esa
instancia y, por tanto, tienen el mismo trámite y la misma en-
tidad que las articuladas en primera instancia. Lo que sí varia-
rá, en el caso del art. 83, inc. 2, es la base regulatoria, ya que en
el recurso la cuestión litigiosa ha quedado limitada a “lo que
haya sido materia de discusión en la alzada” (art. 40) que es la
base regulatoria a computar.
Al igual que respecto del tema tratado en el punto anterior,
el Tribunal Superior no ha compartido nuestro criterio, y pese
al cambio de sus integrantes, ha manteniendo bajo la ley 8226,

Nº 92, del 19/05/1999, in re: “Ampo SACIFa c/ Pcia. de Córdoba - Plena Ju-
risdicción”; Sent. Nº 31 del 30/02/2001, in re: “Binda la Spina, Mercedes
Francisca c/ Municipalidad de la Calera - Plena Jurisdicción”, Sent. Nº 7 del
22/03/2007, in re: “Casanova, Carlos Raúl c/ Tribunal de Disciplina de Abo-
gados de la Pcia. de Córdoba - Plena Jurisdicción”, entre otros.
435
Confr. MARTÍNEZ CRESPO, Mario, Código Arancelario para Abogados y Procura-
dores, p. 210.
436
Sala Civil y Com., Auto Nº 229, 02/06/86, reseñado en Foro de Córdoba, Nº 3,
p. 130.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


223 02/06/2014, 10:10
224 ADÁN LUIS FERRER ART. 83

la doctrina que según hemos visto había sentado aplicando la


ley 7269437.

199. EL BENEFICIO DE LITIGAR SIN GASTOS

La poca feliz normativa con que nuestra Ley Procesal regu-


la el beneficio de litigar sin gastos, ha dado a su trámite una
forma de procedimiento anómala, con un contradictorio ate-
nuado (arts. 104 y 106, CPC) pese a lo cual no deja de consti-
tuir una cuestión que se suscita durante la tramitación del plei-
to y que tiene una obvia conexión con él, por lo que encuadra en
el concepto legal de incidente, contenido en el art. 426 del C.
de P.C.
La regulación de los honorarios que se devenguen, debe
practicarse con ajuste al primer párrafo del inc. 1 del artículo
en comentario. Se trata de un incidente con contenido econó-
mico propio, el que está constituido por los gastos de promo-
ción del juicio cuya supuesta imposibilidad de pago determinó
el requerimiento del beneficio, y debe entenderse que tramita
como juicio declarativo pues, aún cuando los sujetos pasivos no
disponen de la oportunidad para responder la petición que es
propia de los procesos de conocimiento, sin embargo el trámi-
te no se limita al sólo traslado alegatorio del art. 105 del C.
de P.C., sino que incluye una etapa de prueba, en la cual las
partes cumplen una función fiscalizadora (art. 104, CPC)438.

200. LA SUSTITUCIÓN O MODIFICACIÓN DE MEDIDAS CAUTELARES

El requerimiento o cancelación de medidas cautelares, es


objeto de un tratamiento particular en el art. 85 del Código Aran-
celario; pero no así su sustitución o modificación (arts. 463, 473
y conc., CPC) por lo que estos incidentes quedan comprendidos
en la regla general del artículo que estamos comentando.

437
Sala Civil, A.I. Nº 249, del 25/08/1997, in re: “Marcotegui, Luis Ángel c/ A-
mérico Walter Romagnoli - Reivindicación”; 04/11/1998, autos “Bco. de la Pcia.
de Córdoba c/ Pilades Ricci, Luis”, LL Cba., 1999, p. 1273.
438
Confr. TSJ, Sala Civ. y Com., A.I. Nº 111, 16/05/2000, in re: “Jiménez, Anto-
nio Hugo c/ Taddei, Horacio y otros - Acción de Resp. Civil - Beneficio Litigar sin
gastos”.

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224 02/06/2014, 10:10
ART. 83 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 225

Con referencia a la sustitución de embargo, alguna jurispru-


dencia ha entendido que en tal caso es aplicable el inciso segun-
do, porque el valor cautelado no es lo discutido en el incidente,
ya que sólo se pretende sus sustitución, no su cancelación, con
lo cual el incidente carecería de entidad económica propia439.
Esa solución puede conducir a desenlaces groseramente in-
justos cuando, por ejemplo, lo discutido es la sustitución de
un embargo por monto reducido, sobre un bien de escaso va-
lor, en un juicio que finalmente desemboca en una condena mi-
llonaria; la regulación ajustada al inciso segundo se practica-
ría con referencia a esa condena (art. 31) lo que no guardaría
relación con los intereses comprometidos en el incidente de
sustitución. Creemos que en este caso el incidente sí tiene un
“contenido económico propio”, como dice el artículo, por lo que
es de aplicación el inciso primero; lo que ocurre es que el valor
de lo cautelado no será base regulatoria, sino un valor de refe-
rencia, en los términos del art. 32 inc. 3 del Código440.

201. SANCIÓN AL LITIGANTE MALICIOSO

La sanción contra el litigante malicioso contenida en la parte


final del artículo, reproduce una norma originaria de la ley 7269,
copiada en la 8226, y mantenida en el nuevo Código. Está inspi-
rada en el propósito de desalentar la dilación del proceso me-
diante la promoción de incidentes sin motivo; pero sin embargo
conlleva un resultado disvalioso, ya que siendo también deudor
de los honorarios el comitente, esa sanción se vuelve potencial-
mente contra la víctima de la argucia dilatoria, que debe sumar
a ella el pago de honorarios abultados precisamente con moti-
vo de la inconducta de que es víctima.
Habida cuenta del carácter sancionario que tiene en este
caso la aplicación del máximo de la escala arancelaria, consi-

439
Cám. 3ª C. y C., in re: “Cuerpo de incidente de sustitución de embargo en:
Monasterolo, Gabriela del Carmen y otros c/ Arcal S.A. y otro - Ordinario”, A.I.
N° 317, 04/11/97, BJC, t. IV, octubre-diciembre, 1997, p. 1245. En el mismo
sentido, con respecto a un pedido de cambio de depositario: Cám. 2ª C. y C., A.I.
Nº 273, 20/05/1997, Foro de Córdoba, Nº 44, p. 234.
440
El fallo de la Cám. 3ª citado en la nota precedente también apunta en ese sen-
tido, aunque aplica el inciso segundo, erróneamente a nuestro juicio.

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225 02/06/2014, 10:10
226 ADÁN LUIS FERRER ART. 84

deramos procedente que esa regulación-castigo se ponga sólo


a cargo del vencido, estableciendo un importe menor para el
comitente, lo que así debería disponer el juez en forma expre-
sa.

Tercerías

Art. 84. En las tercerías de dominio o de mejor derecho,


los honorarios se regularán aplicando la escala del ar-
tículo 36 de esta Ley, sobre el valor del bien respecto
del cual se solicita la cancelación de la medida cautelar
o sobre el importe del crédito cuyo privilegio se invo-
ca. Los honorarios a cargo del acreedor con privilegio,
en las ejecuciones seguidas por terceros, son regulados
sobre la base del beneficio recibido por dicho acreedor.

202. LOS VALORES EN LA TERCERÍA DE DOMINIO

En la tercería de dominio, el art. 80 de la ley 7269 fijaba como


base regulatoria el monto de la medida cautelar cuya cancela-
ción se pretendía, lo que abría el riesgo de que, trabado un em-
bargo por monto millonario sobre un bien insignificante, el pe-
dido de levantamiento devengase honorarios desorbitados en
relación al interés en juego, dado por el valor del bien objeto de la
tercería. El art. 81 de la ley 8226, para evitar ese riesgo, dis-
puso que la base regulatoria sería el valor del bien materia litis,
norma que se mantiene en el artículo en comentario y con la cual
el riesgo es inverso, pero no menos gravoso: trabado un em-
bargo por cifra ínfima sobre un bien valioso, los honorarios re-
sultarán desorbitados respecto del interés del embargante, que
se agota en el monto de la medida cautelar.
Tal como dijimos al comentar el art. 32, en la interpretación
y aplicación del artículo en comentario —y de todo el Código—
vale meritar no sólo el tenor literal de la norma, sino además el
sentido básico del sistema, conforme al cual, para medir la re-
muneración del profesional, “se debe examinar el efecto que el
servicio intelectual provocó en la persona servida”441. Esa pauta
está expresa en el art. 48 del Código arancelario y “tiene jerarquía

441
MARTÍNEZ CRESPO, Mario, “Los honorarios del abogado”, Leyes de aranceles para
abogados y procuradores, p. 435.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


226 02/06/2014, 10:10
ART. 84 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 227

de principio, a los fines de fijar la base económica”442, por lo que


“debe ser tenido en cuenta en la interpretación de su articulado”443.
Consecuentemente, cuando exista una ostensible despro-
porción entre lo reducido del embargo y el mayor valor del
bien embargado, aquél marcará el límite de la base regulatoria,
porque es el límite del interés defendido en el pleito444. De no
ser así, la norma arancelaria devendría inconstitucional, según
criterio que la Corte Suprema ha aplicado en alguna oportuni-
dad 445.
En esa línea de razonamiento, y apartándose de la opción
entre monto del embargo y valor de lo embargado, se ha re-
suelto que si el tercerista reclama la oponibilidad al embargan-
te de un boleto de venta de uno de los muchos departamentos
en que se ha dividido el inmueble embargado, la base regulato-
ria está dada por un porcentaje del embargo, igual al porcenta-
je que en el total del predio corresponde al departamento del
tercerista, importe este inferior al valor del departamento,
pero que marca la medida del interés disputado en el caso446.

203. BASE REGULATORIA Y ARANCEL

El Código Arancelario ha meritado la tercería de dominio


como un juicio autónomo, con un contenido económico propio y
aplicación del arancel general establecido en el art. 36. De ello
resulta que le es aplicable el minimo minimorum previsto en

442
Cám. 3ª Civ. y Com., Sent. Nº 20 del 18/04/95, Foro de Córdoba, Nº 29, p. 151.
443
TSJ, Sala Civ. y Com., A.I. Nº 191, del 02/04/1996, in re: “Incidente de Reg. De
Honorarios en autos Cucullu de Rodríguez María Elena Amelia c/ Santa Regina
SCA y/ su socia solidaria Graciela Inés Saenz Araya - Demanda de Despojo”. En
el mismo sentido: A.I. Nº 139, del 29 de abril de 1998, in re: “Cuerpo de Inciden-
te en autos Fisogni, Enrique y otro c/ Ferrero Hnos. SACIF - Acción Posesoria”.
444
Confr. Cám. Nac. Civil, Sala E, 15/07/2008, LL, 11/08/2008, p. 9.
445
Fallos: 238-519; en el caso se debatía si correspondía devolver al actor una
seña de $ 25.000 más una suma por daños o si el demandado podía retenerla, y
las costas reguladas rondaban los $ 200.000; frente a esa situación dijo el Alto
Tribunal: “es arbitraria la regulación desproporcionada con el monto de la conde-
na y la naturaleza de la labor cumplida, violando así las garantías constituciona-
les de la propiedad y de la defensa en juicio”.
446
Cám. 4ª Civ. y Com. A.I. N° 423, del 20/09/2005, Semanario Jurídico N° 1537
del 08/12/2005, p. 218.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


227 02/06/2014, 10:10
228 ADÁN LUIS FERRER ART. 85

esa norma por la tramitación total en primera instancia y


que la base regulatoria debe ajustarse al distingo que el art. 31
marca entre actor y demandando y, respecto de cada uno de
ellos, en función del resultado del pleito.

Medidas cautelares

Art. 85. El requerimiento o cancelación de medidas cau-


telares devenga honorarios equivalentes a un tercio de
la escala del artículo 36 de la presente Ley sobre el valor
que se pretenda asegurar, si no hubiese controversia, y
la mitad de la escala si la hubiese. El requerimiento o
cancelación de medidas cautelares, pedidos durante la
tramitación del juicio o de la ejecución de sentencia,
siempre que sea accesorio o consecuencia de la con-
clusión, integra la tarea profesional propia de aquéllas.
Los honorarios por el requerimiento de medidas caute-
lares pedidas antes de promover la demanda, sumados
a la regulación que corresponda por el juicio poste-
rior, no pueden exceder el límite máximo de la escala
del artículo 36 de la presente Ley, sobre el valor del jui-
cio principal.

204. ÁMBITO DE APLICACIÓN

La norma que comentamos es especial y se aplica al reque-


rimiento o cancelación de medidas cautelares, pero no así a su
sustitución o modificación (arts. 463, 473 y conc., CPC) inciden-
tes éstos que quedan comprendidos en la regla general del
art. 83, a cuyo comentario nos remitimos447.
El requerimiento de una medida cautelar devenga honora-
rios, aún cuando ésta no se haga efectiva, por cualquier motivo448.
Esto así porque se trata de una tarea profesional que debe ser
pagada, aún cuando el resultado buscado se frustre, sin per-
juicio de que esa frustración sea meritada, desde que hace a la
eficacia del servicio, que es uno de los datos a meritar en la
regulación de honorarios (art. 39, inc. 1); el caso es análogo a

447
Véase Nº 200
448
Confr. Cám. Familia 2ª Nominación, Foro de Córdoba, Nº 27, p. 187, citado
por VENICA, Oscar H. - DE SOUZA, Roxana A.- FILIBERTI, Graciela del Carmen, ob.
cit., ps. 261 y 262; MARTÍNEZ CRESPO, Mario, ob. cit., ps. 212 y 213.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


228 02/06/2014, 10:10
ART. 85 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 229

la demanda rechazada o la condena incobrable, que pese a ello


devengan honorarios.
Por ser el derecho de retención una garantía análoga a la
medida cautelar, se ha entendido que los honorarios por su le-
vantamiento deben regularse por aplicación del artículo en co-
mentario449.
En su parte final, el artículo excluye de su ámbito de apli-
cación la traba o cancelación de medidas cautelares, cuando
integran la actividad propia del juicio al que acceden. En ese
supuesto, los honorarios del juicio comprenden la actividad
profesional referida a las medidas cautelares450. Esto es así,
aún cuando por cualquier causa el requerimiento o el pedido
de cancelación tramiten en expediente separado451.
La excepción está constituida por las medidas cautelares
pedidas antes de promover la demanda, que admiten una regu-
lación particularizada. Sin duda el legislador ha advertido que
la demanda puede no promoverse nunca, y la instancia cautelar
sigue siendo una gestión profesional remunerada. Pero si luego
la demanda es promovida, la norma dispone que la suma de la
regulación por la medida cautelar y la que corresponda al juicio,
no podrán exceder el arancel máximo de ésta.
Si la medida cautelar solicitada en la demanda fuese dene-
gada, aún cuando esa petición no devenga honorarios separa-
dos, sí los devengará el recurso que en contra de esa medida
se articule, los que deberán regularse con aplicación de los arts. 40
u 83, según se trate de apelación o reposición.
Claro está que toda esta regulación está referida al clásico pedi-
do de embargo preventivo que integra una demanda dineraria,
el statu-quo que accede a una demanda de reivindicación, u
otras cautelares que serán acordadas o denegadas sin trámite
alguno. Creemos que sí devenga honorarios, en cambio, la pe-
tición cautelar que ha requerido tramitación, tal como la pro-
ducción de prueba que prevé el art. 457 del C. de P.C., o el pe-
dido de suspensión del acto administrativo que admite el art. 19

449
Cám. 5ª Civ. y Com., SJ, 1991-A-151, citado por VENICA, Oscar H. - DE SOUZA,
Roxana A. - FILIBERTI, Graciela del Carmen, ob. cit., p. 261.
450
Confr. Cám. 5ª Civ. y Com., 12/03/1998, LL Cba., 1999, p. 90.
451
Confr. Cám. 2ª Civ. y Com., Río Cuarto, 20/08/1998, LL Cba., 1999, p. 1522.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


229 02/06/2014, 10:10
230 ADÁN LUIS FERRER ART. 85

del Código de Procedimiento Contencioso Administrativo (ley 7182)


que abre una incidencia, con vista a la demandada y ulterior
acogimiento o rechazo de petición, a resolver en auto fundado.
En estos supuestos la petición de la cautelar requiere una tarea
profesional que desborda lo meramente accesorio de la deman-
da y, por tanto, se justifica que genere honorarios al margen de
los que son propios del juicio.

205. LOS VALORES EN JUEGO

Al establecer como base regulatoria el valor que se pretende


asegurar, la norma que comentamos cae en un vicio inverso al
que acusa el art. 84, arriesgando desembocar en una injusticia
análoga a la que hemos analizado en el Nº 202, al cual nos re-
mitimos. En efecto: si un embargo por monto elevado, grava un
bien de valor ínfimo, es obvio que éste último marca un límite
al interés que las partes tienen en juego, por lo que sería ilógi-
co regular honorarios aplicando literalmente el artículo en co-
mentario y, con ello, arribar tal vez a una cifra que multiplique
varias veces el valor del bien embargado. Consecuentemente y
por los mismas razones dadas en el Nº 202, cuando en función
de los bienes gravados, el interés en juego sea inferior al va-
lor que se pretende cautelar, aquél marca un límite a la base
regulatoria, que no debe ser desbordado452.

206. BASE REGULATORIA Y ARANCEL

La base regulatoria es el valor que la medida cautelar pre-


tende asegurar, que puede ser inferior al de la demanda453;
así ocurriría, por ejemplo, si se trata de un embargo que cubre
parcialmente el monto demandado.
En principio no puede darse una medida cautelar por valor
superior al de la demanda y sus accesorios; pero sí injustifica-
damente así se lo solicitase, será el monto demandado, más
sus accesorios, el que fijará la base regulatoria para el abogado

Confr. Corte Suprema, 04/08/1967, ED, 19-424.


452

Confr. MARTÍNEZ CRESPO, Mario, Código Arancelario para Abogados y Procura-


453

dores, p. 212.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


230 02/06/2014, 10:10
ART. 86 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 231

peticionante. Esto así porque la demanda marca el tope de lo


que la medida cautelar pueda asegurar y porque el mayor va-
lor peticionado sería inoficioso, lo que torna aplicable el art. 47
del Código.
El requerimiento de medidas cautelares en el proceso civil
se resuelve sin audiencia del contrario (art. 458, CPC) por lo
que en principio nunca es controvertido. La cancelación, en cam-
bio, puede motivar controversia y, en tal caso, la base regulato-
ria deberá ajustarse a los porcentajes que establece el art. 31,
según el resultado de la gestión. Lo mismo ocurrirá en el pedi-
do de suspensión de la ejecución del acto impugnado en el jui-
cio contencioso administrativo, que se sustancia con vista a la
contraria por cinco días (art. 19, ley 7182).
Cuando “el valor que se pretenda asegurar” no resulta ex-
plícito, será de aplicación el art. 32; y cuando la cancelación es
parcial, la base estará dada por el monto que se pretenda can-
celar 454.

Comunicación

Art. 86. Los exhortos y oficios, aun cuando se tramiten


directamente sin intervención de los Tribunales, son
remunerados con los siguientes honorarios:
1) Por la inscripción de dominio y otros derechos rea-
les, el dos por ciento (2%) del valor de los bienes;
2) Por la inscripción de hipotecas, medidas precautorias
y demás gravámenes, el veinte por ciento (20%) de la esca-
la del artículo 36 de esta Ley sobre el monto de las mismas.
Por la cancelación el diez por ciento (10%) de dicha escala.
3) Por diligencias probatorias y otros actos no previs-
tos en esta Ley: entre el diez por ciento (10%) y el veinte por
ciento (20%) de la escala del artículo 36 de este Código.
4) Por las notificaciones, citaciones, emplazamientos y
medidas de simple trámite en general, entre dos (2) y
cinco (5) Jus, y
5) Cuando se trate de remates de bienes muebles o in-
muebles, del cuatro por ciento (4%) al seis por ciento
(6%) del crédito reclamado. Igual criterio se adoptará
si la subasta fracasa.

454
Confr. TSJ Cba. Sala Civil, “Aguacor Empresa de Aguas Corrientes S.R.L.
Interv. Judicial”, Auto Nº 466, 16/12/1991 en Rev. N° 10 del TSJ, Sala Civil y
Comercial.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


231 02/06/2014, 10:10
232 ADÁN LUIS FERRER ART. 86

En los exhortos se exigirá como recaudo la información


del Tribunal de origen sobre el valor del juicio. En nin-
gún caso, la regulación será inferior a dos (2) Jus.

207. LÍMITES EN LA APLICACIÓN DE LA NORMA

Los incisos 3 y 5 merecen una reflexión. En el primero de


ellos, referido al diligenciamiento de medidas probatorias,
debe tenerse presente que el art. 45, inc. 3, atribuye a toda la
actividad probatoria un porcentual del 20% sobre los honora-
rios totales del juicio; ese mismo porcentaje (20% de la escala
total) ha sido previsto como máximo en el diligenciamiento de
medidas probatorias; consecuentemente, ese máximo sólo po-
drá aplicarse cuando la prueba diligenciada por exhorto sea la
totalidad de la que ha de producirse en el juicio455. En cuanto al
inc. 5, dispone que en el remate de bienes muebles e inmuebles,
aun fracasado, los honorarios serán entre el 4% y el 6% del cré-
dito reclamado, crédito éste cuyo monto puede ser largamente
superior al precio obtenido en la subasta o, en su caso, a la más
generosa tasación del bien a rematar. Así las cosas, la aplicación
literal de la norma puede llevar los honorarios por la tramita-
ción del exhorto a valores desproporcionados respecto del con-
tenido económico real de la gestión cumplida, que obviamente
no excede el valor del bien de cuyo remate se trata. En tal caso,
la aplicación de la norma devendría inconstitucional, por resul-
tar violatoria del art. 17 de la Constitución Nacional, por las
razones expuestas en la parte final del Nº 202.

208. CONDICIONES DE ADMISIBILIDAD DEL OFICIO

La parte final del artículo que comentamos, dispone que “en


los exhortos se exigirá como recaudo la información del Tribu-
nal de origen sobre el valor del juicio”. Este recaudo no será
exigible en los oficios provenientes de otra provincia o de la
jurisdicción federal, regulados por el Convenio de Comunica-
ciones entre Tribunales de Distinta Jurisdicción (ley 22.172);

455
Así resulta del fallo del TSJ en pleno, reseñado por ANDRUET, Armando S. (h)
- BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., ps. 237 y 238 (Auto
Nº 383, del 11/12/87).

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


232 02/06/2014, 10:10
ART. 86 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 233

no sólo porque ese ordenamiento habla de “oficios”, no de “ex-


hortos”, sino porque esa exigencia no está prevista en el art. 3º
del referido convenio, que fija las condiciones que deben reu-
nir los oficios entre distintas jurisdicciones provinciales. En-
tendemos que, estando aprobado el convenio por una ley nacio-
nal, a la cual ha adherido la provincia, prevalece frente a la norma
del código local, por lo que el exhorto deberá ser tramitado, aún
cuando no informe el valor del juicio de origen, sin perjuicio
de que esa información sea solicitado a los fines de regular
los honorarios, tarea ésta de competencia del tribunal oficia-
do, según dispone el art. 12 del referido convenio.

209. PROCEDIMIENTO REGULATORIO

La regulación de honorarios deberá ser practicada por el


Juez oficiado, a pedido del interesado. Si la base regulatoria
no constase en las actuaciones, deberá adoptarse el procedi-
miento previsto en los arts. 108 y ss. del Código.
Las personas contra quienes se pretenda hacer valer la regu-
lación de honorarios, deberán ser parte en el incidente regulato-
rio (art. 116) o, no siendo éste necesario, deberán ser notifica-
das de la regulación y tendrán derecho a apelarla (art. 354, CPC).

210. LOS OBLIGADOS AL PAGO

El art. 15 del Código Arancelario acuerda al abogado acción


para reclamar el pago de sus honorarios al condenado en costas,
al comitente y a los beneficiarios del servicio. La regla es aplica-
ble a los honorarios devengados en la tramitación de un oficio o
exhorto, con la particularidad de que la individualización de los
deudores, por lo general no resultará del expediente en el cual
se cumplió la tarea profesional (el oficio o exhorto) sino del pro-
ceso principal en el cual se ordenó el libramiento. Condenado
en costas será el que lo fuese en ese juicio; comitente la parte a
cuyo pedido se libró el oficio o exhorto, y habrá además benefi-
ciarios, si la tarea cumplida fuese de beneficio común, en los
procesos que admiten esa categoría (por ejemplo, las medidas
adoptadas en resguardo de los bienes, en un juicio sucesorio).
Pese a que la individualización de los deudores resulta del jui-
cio principal, sin embargo el juez exhortado u oficiado es compe-

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233 02/06/2014, 10:10
234 ADÁN LUIS FERRER ART. 86

tente para sindicarlos como tales y, con ello, condenarlos al


pago. El art. 12 del convenio ley 22.172, ha conferido competen-
cia al juez oficiado, para regular los honorarios devengados en
su tramitación, “de acuerdo a la ley arancelaria vigente en su
jurisdicción”, y entre nosotros la ley arancelaria dispone que la
competencia para regular honorarios, comprende la facultad
de “determinar el cargo de su pago” (art. 108, inc. 3 de este Có-
digo) con lo cual resulta incuestionable que el juez oficiado es
competente para condenar al pago de los honorarios regula-
dos por la tramitación del oficio o exhorto. Claro está que para
dictar esa condena, el Juez deberá requerir al Juez Oficiante
la información que le permita individualizar al comitente, be-
neficiario o condenado en costas.

211. EL COBRO DE HONORARIOS

El cobro de los honorarios regulados en un oficio o exhorto,


puede instarse por la vía ejecutiva que prevé el art. 124. El Juez
competente será el que esa norma prevé, inclusive tratándose de
oficios venidos de otra jurisdicción provincial, ya que según he-
mos visto el art. 12 del convenio ley 22.172 ha conferido al juez
oficiado la potestad de regular honorarios “de acuerdo a la ley
vigente en su jurisdicción”, lo que implica reconocerle una ju-
risdicción propia en esa materia (no delegada por el oficiante)
y conlleva la potestad de ejecutar los honorarios así regulados456.
Esa es la regla del art. 7º, inc. 1, del C. de P.C. que, con ajuste a
una norma vigente en los códigos de todo el país, confiere al
juez competente para resolver, la potestad de ejecutar lo re-
suelto.
En cuanto al título ejecutivo, será el que el art. 124 de este
Código prevé; pero para que el auto regulatorio indique, o el
actuario certifique, quién es el responsable del pago, será me-
nester que el Juez haya requerido información del Tribunal
oficiante. Lo más probable es que, para obtener un título ejecu-
tivo eficaz, sea necesario instar en todos los casos el incidente

456
Confr. RAMOS FEIJOO, Claudio - DANELIAN, Miguel, “Génesis, problemática y so-
luciones a la regulación de honorarios por el juez oficiado. El art. 12 de la ley con-
venio 22.172”, ED, 111-817.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


234 02/06/2014, 10:10
ART. 87 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 235

regulatorio, aún cuando haya base conocida, para obtener así


un pronunciamiento que, con ajuste al art. 108, inc. 3, indivi-
dualice inequívocamente a los obligados al pago.
La acción contra el comitente, o contra los beneficiarios si
los hubiese, estará expedita con la regulación firme, sin necesi-
dad de esperar que el juicio principal concluya; esto sin per-
juicio de que en definitiva pueda repetirse el pago contra el
condenado en costas. Sólo será menester esperar la condena
en costas, en un oficio o exhorto librado oficiosamente por el Tri-
bunal, cuando no se trate de un trabajo de beneficio común, en
cuyo caso el único obligado es el condenado en costas, y es ob-
vio que sólo lo habrá con la conclusión del pleito.

Comunicaciones entre distintas jurisdicciones

Art. 87. En las actuaciones profesionales derivadas de


la ley 22.172 sobre comunicaciones entre distintas ju-
risdicciones que se realizan sin intervención de los Tri-
bunales, el Colegio de Abogados del lugar que corres-
ponda, a pedido del profesional, estimará y certificará
el monto del arancel. Esta certificación sirve de títu-
lo a los fines de que el profesional interviniente soli-
cite la regulación definitiva ante el órgano jurisdic-
cional.

212. EL PROCEDIMIENTO REGULATORIO

En orden a la regulación de honorarios en el caso que este


artículo prevé, el convenio aprobado por ley 22.172 dispone que
el profesional deberá presentar al Tribunal local “fotocopia de
las actuaciones tramitadas y una constancia del organismo, fun-
cionario o entidad encargada de su diligenciamiento o toma de
razón, en la que se dará cuenta del resultado de la diligencia”
(art. 12, segundo párrafo). Ese es, en consecuencia, el “título”
en base al cual debe ser solicitada la regulación, no la certifica-
ción del Colegio de Abogados prevista en el artículo en comen-
tario. Esa certificación, que no es obligatoria, no cumple más
función que ilustrar al Tribunal que debe practicar la regula-
ción; ilustración ésta que, por estar referida a un tema jurídi-
co, poco agrega a la sapiencia que el Juez tiene sobre la cues-
tión (o al menos debe tener).

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


235 02/06/2014, 10:10
236 ADÁN LUIS FERRER ART. 88

En todo lo demás, son aplicables las normas sobre procedi-


miento, individualización de deudores y ejecución, que hemos
tratado respecto del artículo anterior.

Inscripciones registrales

Art. 88. En los pedidos de inscripción en el Registro


Público de Comercio los honorarios se regularán:
1) Inscripción en la matrícula de comerciante y otras
sin valor económico, mínimo veinte (20) Jus, y
2) Inscripción de contrato o estatuto, el diez por cien-
to (10%) de la escala del artículo 36 de esta ley sobre el
valor del acto sujeto a inscripción.
Salvo prueba en contrario, todo contrato presentado
para su inscripción en cualquier registro, se presume
redactado por el profesional que patrocina el pedido de
inscripción. Al resolver sobre la inscripción, los Tribu-
nales deberán regular los honorarios correspondientes
a esa actuación judicial y los devengados extrajudicial-
mente por la redacción, aun cuando tal regulación no
haya sido solicitada.

213. INSCRIPCIÓN EN LA MATRÍCULA

El inciso primero del artículo en comentario, fija un arancel


mínimo de veinte (20) jus, sin prever un tope máximo. Siendo
así, el juez está facultado para regular una suma superior a los
veinte jus, en mérito de las reglas de evaluación cualitativa que
enumera el art. 39. Sin embargo, es difícil imaginar hipótesis en
las que ese aumento se justifique, en función del citado art. 39,
por lo que el mínimo de veinte (20) jus se presenta como un va-
lor inamovible, salvo circunstancias de excepción, que el juez
deberá exponer en los fundamentos del auto regulatorio, según
lo establece el art. 29.

214. INSCRIPCIÓN DE CONTRATO O ESTATUTO

El inciso segundo fija para las inscripciones de contratos o


estatutos, una escala regulatoria, en base al valor del acto suje-
to a inscripción. Ocasionalmente el acto de que se trata puede
no expresar valor alguno, tal como ocurriría con una modifi-
cación de contrato social que no altere el capital ni la participa-
ción de los socios; en este caso el capital de la sociedad cuyo es-

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236 02/06/2014, 10:10
ART. 88 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 237

tatuto se modifica, será un valor de referencia, que el juez debe


meritar con ajuste a la previsión del art. 32, inc. 3.

215. EL TRÁMITE ADMINISTRATIVO

Los honorarios previstos en el artículo que comentamos in-


cluyen la tarea cumplida ante la Inspección de Sociedades Jurí-
dicas o el Registro Público de Comercio, ya que la norma hace
referencia a “los pedidos de inscripción en el Registro Público
de Comercio”, sin distinguir la gestión cumplida en sede admi-
nistrativa o judicial. Así lo ha resuelto en su momento el Tri-
bunal Superior de Justicia457.

216. LA PRESUNCIÓN DE AUTORÍA DEL CONTRATO INSCRIPTO

La ley ha establecido una presunción iuris tantum de que


el abogado que patrocina el pedido de inscripción, ha redac-
tado el contrato a inscribir. Obviamente esa presunción cede,
frente a la manifestación contenida en el pedido de inscripción,
aclarando que en el caso el abogado patrocinante no ha elaborado
el contrato. Sin esa manifestación, el juez debe obligadamente
regular honorarios, tanto por el trámite de inscripción, cuan-
to por la redacción del contrato.
Esa regulación oficiosa de honorarios a cargo del comitente,
contradice la regla general del art. 26, conforme al cual sólo se
regulan honorarios de oficio cuando están a cargo del condenado
en costas. Se trata, sin dudas, de un desliz de quienes, al san-
cionar la ley 8226, modificaron la regla general, pero olvidaron
modificar en el mismo sentido este artículo. Tampoco han ad-
vertido la contradicción los redactores de la ley 9459, pero lo
cierto es que el artículo que comentamos está vigente y marca
una excepción a lo normado por el art. 26.
No creemos que la firma del pedido de inscripción del con-
trato, sin referencia a quién lo redactó, implique una confesión
tácita del comitente de que el redactor fue el abogado patroci-

457
Sala Civ. y Com., Auto Nº 125, del 11/05/87, reseñado por ANDRUET, Armando
S. (h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A.- FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., p. 240, Nº 723.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


237 02/06/2014, 10:10
238 ADÁN LUIS FERRER ART. 88

nante, ya que siendo éste quien asesora jurídicamente a su clien-


te, tal confesión pudo ser el fruto de un asesoramiento inten-
cionadamente incompleto, del cual no puede prevalerse.
Así las cosas, resulta claro que el comitente tiene derecho
a destruir la presunción que ha servido de sustento a la regu-
lación de honorarios, demostrando que el abogado no ha sido
redactor del contrato. El problema es que el ordenamiento pro-
cesal no le acuerda vías fáciles a esos fines, según veremos se-
guidamente.
El comitente puede apelar la regulación de honorarios, pero
el trámite del recurso no admite la producción de prueba (art. 121
de este Código) con lo cual no abre alternativas para destruir la
presunción que ha servido de sustento a la regulación practica-
da. En cuanto a la ejecución promovida con ajuste al art. 124,
aún si entendiésemos que la defensa así articulada importa un
cuestionamiento a la legitimación activa o pasiva (admisible se-
gún el art. 809 del C. de P.C.) ocurre que esa defensa debe acredi-
tarse con las constancias del juicio o por documentos emanados
del ejecutante, prueba ésta que es casi imposible en el supues-
to que analizamos.
Así las cosas, el comitente se vería obligado a soportar la eje-
cución y promover juicio ordinario, en cual podría —ahora sin
limitaciones probatorias— demostrar que el abogado ejecutan-
te no ha sido redactor del contrato.
Ese desenlace no parece justo; en especial porque el aboga-
do no debe sorprender a su cliente con reclamos de honorarios
que éste no pudo prever, de modo que si pretende cobrar hono-
rarios por la redacción del contrato, debió incluir ese extremo
en el pedido de inscripción, para que el comitente, al firmarlo,
tuviese conocimiento de él.
Hay una alternativa para evitar ese desenlace: es acordar al
comitente la posibilidad de abrir un incidente destinado a des-
truir la presunción iuris tantum contenida en la norma que co-
mentamos, antes de que quede firme la regulación practicada en
el juicio. La solución es sin duda heterodoxa, pero es el medio
para acordar una alternativa defensiva que el procedimiento
no prevé, pese a estar autorizada por la ley sustantiva. Si el
artículo que comentamos presume que el abogado ha redacta-
do el contrato a inscribir, “salvo prueba en contrario” (sic) el
sistema procesal debe acordar la alternativa de producir esa

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


238 02/06/2014, 10:10
ART. 89 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 239

“prueba en contrario”, antes de que la regulación de honora-


rios adquiera firmeza y, con ello, acuerde al acreedor que pue-
de no serlo, un título ejecutivo que habilita el cobro de la deuda.
El incidente que sugerimos, es la vía por la cual puede cubrirse
esa necesidad.

Capítulo VI
Especialidades en función del fuero

Sección 1
Fuero Penal

Defensas penales, correccionales y de faltas

Art. 89. Cuando exista base económica en el proceso,


ya sea por el daño causado por el delito, por el ejerci-
cio de la acción resarcitoria o querella, por la condena
pecuniaria que impongan los Tribunales conforme al
artículo 29 y concordantes del Código Penal, o por cual-
quier otra causa, se practicará la regulación por la de-
fensa o patrocinio del actor civil o la víctima, como si se
tratase de un proceso de conocimiento en primera ins-
tancia, de acuerdo a la base del artículo 36 de esta Ley.
Cuando se carezca de base el Tribunal deberá estimarla,
a cuyo efecto se tendrá en cuenta el daño causado por el
delito, o el daño evitado que la imputación hubiera po-
dido traer aparejado, a los fines de la regulación.

217. VICIOS DEL CÓDIGO

Las leyes arancelarias desde siempre, y el Código Arance-


lario desde su sanción mediante ley 7269 y a través de las su-
cesivas reformas, hasta la que comentamos, acusan falencias
notables en orden a los honorarios devengados por la actividad
profesional en el fuero penal. Resulta claro que el arancelamiento
ha apuntado prioritariamente al fuero civil; tal vez porque el ho-
norario de las defensas penales es habitualmente pactado entre
el imputado y su defensor; acaso porque los honorarios son la
retribución por servicios contratados y ésa es materia de dere-
cho civil; o por el motivo que fuese, lo cierto es que los vacíos y
falencias del ordenamiento son en esta materia evidentes, lo que
obsta a un análisis sistemático del articulado pertinente. He-

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


239 02/06/2014, 10:10
240 ADÁN LUIS FERRER ART. 89

cha esta salvedad, el tema merece las consideraciones que ex-


pondremos seguidamente.

218. ÁMBITO DE APLICACIÓN

El artículo que comentamos se refiere a los honorarios “por


la defensa o patrocinio del actor civil o la víctima”. La frase es
confusa e interpretada literalmente podría hacer pensar que
se refiere sólo a la asistencia del actor civil; sin embargo, el res-
to del artículo, en especial cuando hace alusión a “el daño evita-
do que la imputación hubiera podido traer aparejado”, eviden-
cia que cuando alude a la “defensa”, está apuntando también a la
defensa del imputado, que devengará honorarios ajustados a este
artículo.

219. LA DEFENSA DEL IMPUTADO

En cuanto a la defensa del imputado se refiere, si existiese


constitución de parte civil deberán practicarse dos regulacio-
nes, una por la defensa penal y otra por la civil. Así surge del
art. 91, cuando fija un límite a los honorarios del defensor en
ese caso, “por ambas regulaciones”458.
El art. 85 de la ley 7269 determinaba la base regulatoria en
el proceso penal “ya sea por el ejercicio de la acción resarcito-
ria o querella, por la condena pecuniaria que impongan los Tri-
bunales conforme al art. 29 y concordantes, del Código Penal o
por cualquier otra causa”. En función de ese texto, cuando no
existía ejercicio de la acción resarcitoria ni condena pecunia-
ria, se discutía si el daño causado por el delito (no reclamado
por la víctima) constituía o no el monto del juicio a los fines
regulatorios459. La ley 8226, en texto que se mantiene en el ar-
tículo en comentario, agregó expresamente “el daño causado
por el delito” como elemento determinante de la “base econó-

458
En contra, sin meritar la norma del art. 91, Juzg. Correccional Nº 1, Córdoba,
01/10/1999, LL Cba., 2000, p. 414.
459
Esa discusión se expresa en los votos mayoritarios y disidente del fallo de
la Cámara de Acusación del 07/02/88, reseñado por ANDRUET, Armando S. (h)-
BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., ps. 244 y 245.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


240 02/06/2014, 10:10
ART. 90 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 241

mica”, con lo cual aquella disputa quedaría zanjada. Pero en la


parte final, al mencionar los elementos que deberán tenerse
en cuenta para fijar la base regulatoria cuando no la haya en el
juicio, vuelve a mencionar “el daño causado por el delito”, tal
como si éste no fuese, per se, determinante de la “base econó-
mica” sobre la cual debe aplicarse la escala arancelaria, sino
un mero elemento de juicio para que el tribunal la estime.
La interpretación que mejor se ajusta al texto legal, es asu-
mir el daño causado por el delito, en cuanto sea cuantificable,
como base regulatoria a los fines de aplicar la escala del art. 36,
y tomarlo simplemente como elemento de juicio para fijar la
base, en los casos en que su cuantificación no sea posible, por la
inexistencia de elementos de juicio suficientes para ello.
El sistema así estructurado, prioriza las consecuencias eco-
nómicas del delito como elemento determinante del monto de
los honorarios, postergando la entidad del hecho delictivo en
sí; la defensa del imputado por homicidio culposo, devengará
honorarios probablemente superiores a los que corresponden
por un robo calificado (si el monto de lo robado era reducido);
ello a despecho del mucho mayor compromiso que para la li-
bertad del imputado conlleva la segunda acusación. Esto sin
perjuicio de que, a los fines de fijar los honorarios, dentro de
los límites de la escala arancelaria, sea meritada “la gravedad
y número de los delitos imputados” (art. 39, inc. 11).
En cuanto “al daño evitado que la imputación hubiera podido
traer aparejado”, entendemos que ha querido referirse al daño
que la condena hubiese significado para el acusado absuelto,
ya que el daño causado por la imputación no puede evitarse,
desde que se consuma con la imputación misma, presupuesto
necesario de la actuación del defensor.

Distribución de honorarios conforme a etapas

Art. 90. En los procesos de instrucción judicial, corres-


ponderá a la etapa instructoria el setenta por ciento (70%)
de la regulación total si concluye con sobreseimiento o
desestimación; si no concluyere de dicha forma, el cien-
to por ciento (100%) se distribuirá de la siguiente ma-
nera: se regulará el cuarenta por ciento (40%) del total
para la etapa instructoria, correspondiendo el sesenta
por ciento (60%) restante a la etapa del juicio oral.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


241 02/06/2014, 10:10
242 ADÁN LUIS FERRER ART. 90

En los procesos de instrucción sumaria y correccional,


si concluyen mediante el pedido de sobreseimiento o des-
estimación, se regulará el cincuenta por ciento (50%) del
total; correspondiendo en todos los casos por la etapa
del juicio el cincuenta por ciento (50%) del total.

220. ANACRONISMO DEL TEXTO

El artículo conserva un texto que fue gestado por la ley 7269,


bajo la vigencia de un Código de Procedimiento Penal que fue
objeto de reformas, en especial por la ley 8123 y sus modifica-
ciones. Por ello, utiliza una terminología que no se ajusta al Có-
digo de Procedimiento Penal vigente. Sin embargo, no es difícil
trasladar al Código actual, los términos que utiliza el artículo,
aunque quedan algunos vacíos, como por ejemplo la falta de pre-
visión para el juicio abreviado.

221. PROCESO CONCLUIDO CON LA INVESTIGACIÓN PENAL


PREPARATORIA

El artículo cuantifica el valor porcentual de las distintas


etapas procesales. En vigencia la ley 7269 y el viejo Código
Procesal Penal, resultaba discutible la determinación de la
base regulatoria cuando, aun existiendo constitución de parte
civil, el proceso concluía por sobreseimiento en la etapa ins-
tructiva, ya que la constitución de parte civil no requería de-
terminación del monto pretendido por el accionante. Habién-
dose establecido que el daño causado por el delito hace a la base
regulatoria, haya sido o no promovida la acción civil (art. 89) y
requerida al actor civil la indicación del monto pretendido, al
tiempo de constituirse como parte en ese carácter (art. 98, CPP,
según art. 10, ley 8658) resulta ahora claro que ésa es la base
regulatoria, aun cuando no haya existido “demanda”, en el sen-
tido estricto del término, por no haberse arribado a la etapa de
juicio.

222. JUICIO ABREVIADO

La ley que comentamos, que como hemos dicho ha ignorado


la reforma del Código Procesal Penal, ha omitido prever el jui-
cio abreviado. Ante la falta de un distingo para este caso, enten-

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


242 02/06/2014, 10:10
ART. 91 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 243

demos que los honorarios están sujetos al mismo arancel que el


juicio común, sin perjuicio de que la menor tarea profesional
que demanda, deba ser meritada dentro de los límites de la
escala.

Acción resarcitoria o querella

Art. 91. En los procesos donde se ejerza la acción civil


resarcitoria o querella del particular ofendido, se re-
gulará por las actuaciones hasta la audiencia de con-
ciliación, inclusive, el equivalente al cuarenta por
ciento (40%) del total para el abogado del querellante y el
veinte por ciento (20%) para el abogado del querellado o
demandado civil en la etapa del juicio. Se regulará el
sesenta por ciento (60%) del total al primero y el ochen-
ta por ciento (80%) del total del segundo.
En todos los casos, al abogado de la parte vencida se le
reducirán los honorarios en un veinticinco por ciento
(25%) de lo que corresponda.
Los honorarios regulados a un mismo profesional por
su actuación en la defensa penal y civil, cuando se ejer-
cita en sede penal, no podrán superar el treinta por
ciento (30%) sobre la base, por ambas regulaciones.
En los juicios por faltas y contravenciones, la regula-
ción será equivalente al cincuenta por ciento (50%) de
la escala del artículo 36 de esta Ley.

223. ALCANCES DE LA NORMA: EL PRIMER PÁRRAFO

El art. 89 establece los criterios para regular honorarios


tanto por la defensa del imputado, cuanto por “el patrocinio del
actor civil o la víctima”. Resulta contradictorio, por tanto, que el
primer párrafo del art. 91 se refiera en forma específica a “los
procesos donde se ejerza la acción civil resarcitoria o querella
del particular ofendido”, desde que la primera hipótesis (actor
civil) está ya prevista en el art. 89. Ello, sumado al texto del ar-
tículo, ostensiblemente referido a la promoción de la acción
por la víctima en los delitos de instancia privada (de allí la re-
ferencia a la audiencia de conciliación) obliga a asumir la men-
ción del actor civil como un error y considerar el artículo aplica-
ble sólo al caso de la querella, exista o no simultánea promoción
de la acción resarcitoria.

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243 02/06/2014, 10:10
244 ADÁN LUIS FERRER ART. 92

224. ALCANCES DE LA NORMA: SEGUNDO, TERCER Y CUARTO


PÁRRAFOS. INAPLICABILIDAD DEL ART. 31

El segundo, tercer y cuarto párrafos del artículo, pare-


cen estar referidos no sólo al caso de la querella, sino a todos
los juicios penales (dice: “en todos los casos”) y al establecer
que los honorarios del perdidoso se reducirán en un veinticin-
co por ciento, excluye la aplicación en este fuero de los distin-
tos porcentajes que, en función del resultado del juicio, prevé
el art. 31. En cuanto a que los honorarios por la defensa pe-
nal y civil no podrán exceder, en conjunto, el treinta por cien-
to de la base, evidencia que, tal como ha sido estructurado el
sistema, la defensa civil y penal se regula sobre una misma
base (la prevista en el art. 89). La referencia a los juicios
por faltas o contravenciones, confirma nuestro criterio de
que estos tres últimos párrafos están referidos a todos los jui-
cios penales, no sólo al caso de los delitos de instancia pri-
vada.

Recursos

Art. 92. En los recursos de reposición, apelación, casa-


ción, inconstitucionalidad, apelación extraordinaria y
en el trámite de excepciones e incidentes, se procederá
de la misma manera que la establecida para los pro-
cesos de conocimiento.
Haya o no base económica, en ningún caso la regula-
ción podrá ser inferior a veinte (20) Jus por las actua-
ciones en sede instructoria o ante la Cámara, ni infe-
rior a sesenta (60) Jus por los recursos extraordinarios.

225. INAPLICABILIDAD DEL ART. 31

Conforme a este artículo, en materia recursiva o incidental


se aplican los arts. 40, 41, 83 y concordantes, aunque entende-
mos que la diferencia entre la gestión exitosa y la fracasada no
será la resultante del art. 31, sino la que prevé el segundo pá-
rrafo del art. 91, que por estar especialmente referida al fuero
penal prima sobre aquella norma general.

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244 02/06/2014, 10:10
ART. 93 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 245

Sección 2
Procesos constitucionales
Amparo y hábeas corpus

Art. 93. En los interdictos de inconstitucionalidad so-


bre derechos disponibles o libertad ambulatoria, los
honorarios serán regulados teniendo en cuenta la esti-
mación que efectúe el Tribunal, sobre la significación
de la lesión restrictiva. La regulación no será inferior
a cuarenta (40) Jus.
Cuando haya base regulatoria susceptible de apreciación
pecuniaria, se aplica la escala del artículo 36 de esta Ley.

226. ÁMBITO DE APLICACIÓN

La norma es aplicable, como dice el título que la precede, a


los amparos y hábeas corpus. Desde que la ley no distingue,
debe entenderse que comprende tanto al amparo regulado por
ley 4915, cuanto al amparo por mora, previsto en el art. 52 de la
Const. Pcial. Así lo tenía resuelto la jurisprudencia antes de la
sanción de la ley 8508, que reglamentó el amparo por mora460,
criterio que se ha mantenido con posterioridad461. Cae también
en el ámbito de aplicación de este artículo el hábeas data, por
ser una modalidad del amparo462.
A nuestro juicio la norma comprende también las llamadas
medidas autosatisfactivas, aún cuando reconocemos que este
novedoso instituto tiene formalmente analogía con las medi-
das cautelares463. Esto así porque la medida autosatisfactiva
es substancialmente un interdicto con sustento constitucio-
nal464, lo que justifica aplicar el artículo en comentario.

460
Confr. Cám 5ª. Civil y Com., 03/06/1994, LL Cba., 1995, p. 29.
461
Confr. Cám. Civ. y Com. San Francisco, 19/12/2000, Foro de Córdoba, Nº 71, p. 256.
462
Confr. Cám. 1ª Cont. Adm., autos: “Giordano, Marcela Alejandra c/ Superior
Gobierno de la Provincia - Hábeas data”, Sent. N° 176, 01/12/1997, BJC, t. IV,
octubre-diciembre, 1997, p. 1281.
463
Véase PEYRANO, Jorge W., Medidas autosatisfactivas, Rubinzal-Culzoni,Santa
Fe, 1999, ps. 13 y ss.
464
Confr. GARDELLA, Luis L., “Medidas autosatisfactivas: principios constitucio-
nales aplicables. Trámite y recursos”, en PEYRANO, Jorge W., Medidas autosatis-
factivas, p. 260 y ss.

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245 02/06/2014, 10:10
246 ADÁN LUIS FERRER ART. 93

227. LA ACCIÓN CON CONTENIDO ECONÓMICO

Difundida doctrina tiene dicho que la acción de amparo es,


por su naturaleza, un instituto jurídico carente de contenido
económico465, lo que ha justificado que ese tratamiento se die-
ra, por ejemplo, a los amparos promovidos con motivo del lla-
mado “corralito financiero” (ley 25.582 y dec. 214/2002) pese a que
la pretensión de los amparistas perseguía el reintegro de una
suma de dinero expresamente cuantificada466.
El Código Arancelario sienta la conclusión contraria, ya que
el segundo párrafo del artículo en comentario expresamente
admite que la acción de amparo puede tener un contenido eco-
nómico (y de hecho lo tiene, en la mayoría de los casos). Así lo
admite la jurisprudencia provincial, sin discusiones467.
La norma dispone que cuando la cuestión litigiosa sea sus-
ceptible de apreciación pecuniaria, se aplicará la escala del art. 36,
sobre la base que resulte de esa estimación económica. En caso
de que el objeto litigioso no tenga per se un valor mensurable,
pero existan valores de referencia, será de aplicación el art. 32,
inc. 3468.
En síntesis, a los fines regulatorios la acción de amparo se
valora como una acción declarativa. Como en todas ellas, la base
debe adecuarse, para una y otra parte, en función del resultado
del pleito (art. 31).

228. LA ACCIÓN SIN CONTENIDO ECONÓMICO

No tiene contenido económico el hábeas corpus, ni tampoco


el amparo por mora, según doctrina del Tribunal Superior469.
En estos casos, o en cualquier otro en que la cuestión debatida

465
Confr. SERANTES PEÑA, Oscar E. - PALMA, Jorge F., Aranceles de honorarios para
abogados y procuradores, 3ª ed., Depalma, Buenos Aires, 1987, ps. 146 y 147, ci-
tado por MARTÍNEZ CRESPO, Mario, Código Arancelario para Abogados y Procura-
dores, p. 220.
466
Confr. Cámara Fed. de Córdoba, en pleno, 21/03/2006, citado por MARTÍNEZ
CRESPO, Mario, Código Arancelario para Abogados y Procuradores, p. 222.
467
Confr. TSJ, en pleno, Sent. Nº 3, del 29/03/2006, in re “Amparo Presentado
por Silvana del Valle Ponte - Recurso de casación”.
468
Confr. Cám. 5ª Civ. y Com., 27/11/2007, LL Cba., 2008 (abril) p. 302.
469
Confr. Sala Cont. Administrativa, 16/12/1998, LL Cba., 1999, p. 1393.

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246 02/06/2014, 10:10
ART. 93 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 247

no tenga entidad económica, el primer párrafo del artículo en


comentario deja librada al juez la estimación de los honorarios,
según “la significación de la lesión restrictiva”. La solución no
difiere de la que es propia de todo juicio sin contenido econó-
mico, que hemos analizado al comentar el art. 32, inc. 4470.
La estimación a efectuar por el Tribunal debe ser motiva-
da, fundada en probanzas arrimadas al proceso y, en conse-
cuencia, susceptible de control por las partes. No se trata de
una discrecional apreciación del magistrado, sino de la racio-
nal determinación de “la significación de la lesión restricti-
va”471, entendiendo que “lesión equivale a agravio o detrimento
y significación supone la determinación de su importancia, gra-
vedad o extensión”472.
La falta de significado patrimonial del agravio que motiva la
demanda, no excluye que para regular honorarios sea meritada
la situación social y económica de las partes, según dispone el
art. 39, inc. 8.
No existiendo base regulatoria, no es aplicable el distingo
que, en función del resultado del juicio, prevé el art. 31. Sin em-
bargo, el juez no puede desoír esa pauta, que expresa la volun-
tad del ordenamiento; en consecuencia, al regular honorarios
deberá marcar una significativa diferencia entre el abogado
vencedor y el vencido.

229. EL MINIMO MINIMORUM

Tal como ha sido redactado el artículo, el mínimo de cua-


renta (40) jus parece aplicable sólo al primer párrafo, esto es
cuando no existe base económica. Habiendo base económica, el
segundo párrafo remite al art. 36, con lo cual el minimo minimo-
rum se reduciría a veinte o quince jus, según asimilemos el am-
paro a un juicio ordinario o a uno abreviado.
Sin embargo, esa interpretación literal conduce a un resul-
tado irrazonable, ya que no existe motivo alguno que pueda

470
Véase Nº 69.
471
Confr. Cám. 8ª C. y C., A. Nº 162, 06/06/88, reseñado por ANDRUET, Armando
S.(h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., p. 249, Nº 756.
472
Ibídem, p. 247, Nº 747 y ss.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


247 02/06/2014, 10:10
248 ADÁN LUIS FERRER ART. 94

justificar que el mínimo previsto para el amparo sin entidad


económica, se reduzca a la mitad, o menos, cuando la cues-
tión tiene trascendencia patrimonial. La solución adecuada
es asumir los cuarenta (40) jus como un minimo minimorum
aplicable a todos los casos, tengan o no significado económi-
co, a despecho de la redacción poco clara del artículo en co-
mentario.

Acciones de constitucionalidad y recurso


extraordinario ante la Corte Suprema de Justicia

Art. 94. Las acciones de constitucionalidad que son de


competencia originaria del Tribunal Superior de Jus-
ticia se consideran como un juicio ordinario común, y
los honorarios se regulan por aplicación de la escala
del artículo 36 de esta Ley, sobre el valor de los bienes
y derechos cuya protección se persigue. La regulación
no será inferior a cuarenta (40) Jus.
Las regulaciones de la Corte Suprema de Justicia de la
Nación no influyen en las que deben practicar los tri-
bunales ordinarios.

230. ÁMBITO DE APLICACIÓN

No existen “acciones de constitucionalidad” que sean de com-


petencia del Tribunal Superior de Justicia, sino “acciones decla-
rativas de inconstitucionalidad” (art. 165, inc. a Const. Pcial.).
A ellas se refiere el artículo que comentamos y el arancel apli-
cable es el mismo que el artículo anterior ha establecido para
la acción de amparo.
El segundo párrafo, en cuanto alude a la regulación de ho-
norarios que practique la Corte Suprema, está erróneamente
inserto en este artículo, ya que en función de su contenido sólo
puede referirse al recurso extraordinario del art. 14 de la ley 48,
no a la acción declarativa de inconstitucionalidad. Nos remiti-
mos al comentario del art. 41473.
La norma no comprende a los conflictos institucionales pre-
vistos en el art. 165, inc. b y c, de la Const. Pcial., ya que su trámite
no guarda analogía con la acción declarativa de inconstitucio-

473
Véase Nº 91.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


248 02/06/2014, 10:10
ART. 95 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 249

nalidad, aún cuando ambos casos sean de competencia originaria del


Tribunal Superior y se diriman a menudo por aplicación de nor-
mas constitucionales. Así lo tiene reiteradamente resuelto el
Tribunal Superior, asumiendo que el Código Arancelario no ha
previsto esta modalidad procesal, la que en principio no tiene
contenido económico474. Siendo así, la regulación queda libra-
da al prudente arbitrio del Tribunal, según resulta de la que en-
tendemos correcta interpretación del art. 32, inc. 4, del Código475.

Sección 3
Fuero contencioso
Acción contencioso - Administrativa
Art. 95. En la acción contencioso-administrativa se apli-
carán las mismas normas y escalas previstas para los
juicios declarativos.

231. APLICACIÓN DE LA NORMA

El texto es el mismo del art. 88 de la ley 7269, reproducido


en la ley 8226, y remite al arancelamiento de los juicios decla-
rativos. En las acciones por ilegitimidad, en principio no exis-
tirá base regulatoria precisa, por lo que ésta deberá establecer-
se en función de valores de referencia, si los hubiese (art. 32,
inc. 3) o, si ello no fuese posible, la regulación queda librada al
prudente arbitrio judicial, según la interpretación del art. 32,
inc. 4, que entendemos correcta476. En las acciones de plena ju-
risdicción, en cambio, en la mayoría de los casos lo debatido
tiene una entidad económica, que constituye la base regulato-
ria, la que deberá ajustarse para una y otra parte en función
del resultado del pleito, de conformidad al art. 31.
Cuando el caso no tiene contenido económico, en numero-
sos precedentes se ha recurrido a la aplicación analógica de

474
Confr. TSJ, en pleno, auto Nº 14, del 28/03/2006, in re: “ Tribunal de cuentas
de la Municipalidad de Los Cocos - Plantea Conflicto Interno Municipal”; auto
Nº 85 del 13/11/2003, in re: “Papel, Julio José y otros - Intendente y Concejales
de Salsacate - Plantean Conflicto Interno Municipal”, entre otros.
475
Véase Nº 69.
476
Ídem.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


249 02/06/2014, 10:10
250 ADÁN LUIS FERRER ART. 95

otros artículos del Código Arancelario, en particular el art. 72


de la ley 8226 (hoy art. 74)477. Esa línea jurisprudencial fue de-
jada de lado por el Tribunal Superior a partir de 2005, sentan-
do la conclusión de que el estipendio profesional debe concre-
tarse en un mínimo de quince (15) jus (tal el minimo minimorum
que para el juicio ordinario fija el art. 36) y por encima de esa
suma, la que el Tribunal estime justa, con ajuste a las pautas
cualitativas de valoración previstas en el art. 39478.
Cuando se impugna la separación del cargo de un agente de
la administración, durante mucho tiempo el criterio fue fijar
como base regulatoria el llamado “valor de reincorporación”,
consistente en una suma equivalente a un mes de sueldo por
cada año de servicio o fracción mayor de tres meses, desde
su ingreso y hasta la efectiva reincorporación479. A partir del
caso “Sosa, Héctor Humberto y otro c/ Municipalidad de Salsa-
cate”480, el Tribunal Superior sentó el criterio de no asignarle
un valor económico propio a la reincorporación, en supuestos
donde simultáneamente se pretende el reconocimiento y pago
de daños y perjuicios, los que se toman como entidad económi-
ca única del litigio; lo contrario, dice el Tribunal Superior, “im-
portaría una duplicación exagerada de los valores económicos
en juego”481. La vieja doctrina y, en consecuencia, la aplicación
del “valor de reincorporación”, ha sido mantenida cuando el
contenido de lo demandado se agota en la reincorporación sin
incluir el resarcimiento del daño causado482.

477
Confr. TSJ, Sala Cont. Administrativa, A.I. Nº 49/1989; 90/1990; 89/1999 y
Sent. Nº 25/2002.
478
Confr. TSJ, Sala Cont. Administrativa, 27/04/2006, in re: “B., H. E. c/ Tribu-
nal de Disciplina de Abogados - Plena Jurisdicción”, LL Cba., 2006, p. 1263;
Sent Nº 7/2007, in re: “Casanova, Carlos Raúl c/ Tribunal de Disciplina de Abo-
gados de la Provincia de Córdoba - Plena Jurisdicción”, entre otros.
479
TSJ, Sala Cont. Adm., autos Nº 14/87; 108/87; 28/95; Sent. Nº 16/2001; 84/
2002; 107/2002, entre otras.
480
TSJ, Sala Cont. Adm., Sent. Nº 37 del 22/05/2003.
481
TSJ, Sala Cont. Adm., Sent. Nº 5, del 13/02/2008 in re: “Conte, Ivonne del
Carmen c/ Estado Provincial - Plena Jurisdicción”. En el mismo sentido, entre
otros: Sent. Nº 18, del 07/03/2008, in re: “Aparicio, Carlos Esteban c/ Provincia
de Córdoba - Plena Jurisdicción”.
482
Confr. TSJ., Sala Cont. Administrativa, Sent. Nº 75, del 17/09/2007, in re
“Liberan, Julio c/ Empresa Provincial de Obras Sanitarias - Plena Jurisdicción”.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


250 02/06/2014, 10:10
ART. 95 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 251

Cuando se cuestiona la legitimidad del acto administrativo


que impuso un tributo, la base regulatoria es, conforme a juris-
prudencia que se mantiene desde hace años, el total del capi-
tal, intereses y recargos pretendidos por el estado demanda-
do 483.
Si la base regulatoria está dada por haberes pretendida-
mente adeudados, en su cálculo debe deducirse el aporte pre-
visional a cargo del accionante484. Se ha descartado en este caso
la aplicación analógica del art. 73 de la ley 8226 (hoy art. 75)485,
revirtiendo así un criterio que tenía precedentes jurispruden-
ciales, en el cuestionamiento de haberes jubilatorios486.
Cuando la sentencia anula una multa impuesta por la admi-
nistración demandada, el Tribunal Superior ha estimado que el
monto de la multa y sus accesorios no son base regulatoria, en
los términos del art. 29 de la ley 8226 (hoy art. 31) sino un valor
de referencia, con ajuste al art. 30, inc. 3 de aquella ley (hoy,
art. 32, inc. 3; sin embargo y atento a que ese valor “refleja de
modo directo e inmediato la cuantía del valor de referencia di-
recto de la cuestión litigiosa en juego”, la sala confirmó la apli-
cación de la escala arancelaria sobre el total de ese monto487.
Cuando lo discutido es la adjudicación de un contrato de
obra pública, el Tribunal Superior tiene dicho, con apoyo en
precedentes de la Corte, que no corresponde adoptar el mon-
to total del contrato, como base económica a fin de determinar
los estipendios de los letrados intervinientes, ya que el interés
del actor no es ése, sino la utilidad que le reportaría la ejecu-
ción del contrato. A partir de esa premisa, el criterio es aplicar
la escala arancelaria sobre un valor equivalente a un diez por

483
Confr. TSJ, Sala Cont. Adm., Sent. Nº 105/1998, in re: “Empresa Estrella c/
Municipalidad de Córdoba - Plena Jurisdicción”; Sent. Nº 52/2007, in re: “Nutri-
ción Profesional S.R.L. c/ Provincia de Córdoba - Plena Jurisdicción”.
484
Confr. TSJ, Sala Cont. Administrativa, Sent Nº 84/2002; 107/2002; 33/2003;
2/2005; 59/2005; 58/2007.
485
Confr. TSJ, Sala Cont. Adm., sent. Nº 58, del 06/08/2007, in re: “Defacci, Ali-
cia Beatriz y otras c/ Pcia. de Córdoba - Plena Jurisdicción”.
486
TSJ, Sala Cont. Adm. Autos Nº 202 del 16/05/1986 y Nº 138 del 21/04/1986,
reseñados por ANDRUET, Armando S. (h.) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁN-
DEZ, Raúl E., ob. cit., ps. 215 y 216.
487
Sala Cont. Adm., Sent. Nº 21, del 31 de mayo de 2006, in re: “Aguas Cordobe-
sas S.A. c/ Provincia de Córdoba - Plena Jurisdicción”.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


251 02/06/2014, 10:10
252 ADÁN LUIS FERRER ART. 96

ciento del precio total488. Cuando lo discutido es la resolución


de un contrato, que ha sido parcialmente ejecutado, el diez por
ciento se calcula sobre el excedente no ejecutado489.

Sección 4
Procesos expropiatorios
Expropiaciones
Art. 96. En los juicios de expropiación, se aplica la esca-
la del artículo 36 de la presente Ley, sobre el valor del
bien motivo del juicio.

232. APLICACIÓN DE LA NORMA

El artículo es aplicable a todas las modalidades de expro-


piación que prevé la ley 6394; esto es la expropiación regular
(art. 20) la irregular (art. 32) y la ocupación temporaria (art.
43). En este último caso, la base regulatoria estará dada por la
indemnización prevista en el art. 48 de la ley referida, desde
que ése es el valor del derecho expropiado.
En cuanto a la retrocesión (art. 37, ley citada) la base regu-
latoria será el valor del bien, sea que apliquemos esta norma,
sea que nos atengamos a la regla general del art. 32 del Códi-
go, por lo que dirimir el punto carece de trascendencia.
“El valor del bien motivo del litigio”, a que alude el artículo
en comentario como base regulatoria, no es necesariamente el
total del valor de lo expropiado, ya que el precio reconocido por
el expropiante y consignado con ajuste al art. 20 de la ley 6394,
está fuera del litigio. El art. 15 de la referida ley de expropia-

488
Así lo ha resuelto la Sala Cont. Administrativa, entre otros, en los au-
tos “Benatti, Víctor Hugo c/ Provincia de Córdoba”, Sent. Nº 6 del 03/06/1993;
“Macagno S.A. c/ Provincia de Córdoba - Cont. Adm. - Recurso de Apelación”
Sent. Nº 36 del 25/03/1999; “Incidente de Regulación de Honorarios de las Dras.
Susana V. Castellano y Marta F. Dorsch en autos ‘Benatti, Víctor Hugo c/ Di-
rección Provincial de Arquitectura - Cont. Adm. - Rec. de casación e inconstitu-
cionalidad’”, Sent. Nº 49 del 06/04/2000 y “Scala S.R.L. Empresa Constructora
c/ Municipalidad de Arias - Demanda Cont. Adm. de Plena Jurisdicción - Recur-
so de Casación”, Sent. Nº 121 del 25/08/2000.
489
Confr. TSJ., Sala Cont. Administrativa, Sent. Nº 19 del 07/04/2005, in re: “Empresa
Constructora Romero Camisa SRL c/ Municipalidad de Córdoba - Plena Jurisdicción”.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


252 02/06/2014, 10:10
ART. 97 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 253

ciones dispone que, no habiendo avenimiento entre expropian-


te y expropiado, el Juez “decidirá la diferencia por el trámite
del juicio verbal”; esa “diferencia”, es la materia litigiosa para
la cual se abre el trámite contencioso y es ése, en consecuencia,
el valor sobre el cual debe calcularse el arancel490.
La aplicación de la escala del art. 36 deberá, como en todos
los casos, hacerse sobre la base regulatoria que para cada abo-
gado resulta de la aplicación del art. 31, en función del resul-
tado de la gestión.

Sección 5
Fuero laboral
Regulaciones

Art. 97. Todo lo dispuesto en el presente Código con re-


lación a las regulaciones en el juicio civil, es aplicable a
las que se practiquen en el fuero laboral, con las excep-
ciones siguientes:
1) En el procedimiento común los porcentajes previstos
en el artículo 45 de esta Ley, serán los siguientes:
a) Demanda y contestación: treinta por ciento (30%);
b) Ofrecimiento de prueba: quince por ciento (15%);
c) Producción de la prueba en conciliación: quince por
ciento (15%), y
d) Audiencia de vista de causa: cuarenta por ciento (40%).
2) A los fines de la aplicación del artículo 83 de la pre-
sente Ley, se aplicará la escala correspondiente a los
incidentes tramitados como juicio declarativo cuando
se haya ofrecido y diligenciado prueba, y la escala re-
ducida cuando la cuestión haya sido de puro derecho.

233. APLICACIÓN DE LA NORMA

La ley mantiene un régimen arancelario único para los fue-


ros civil y laboral, tal como lo disponía la ley 8226. El Código
Arancelario prima frente a la ley 7987, por ser ley posterior y
en atención a su especialidad; en consecuencia, pese a lo dis-
puesto por el art. 64, inc. 4, del Código Procesal del Trabajo, en

490
Confr. CS, 13/06/1989, JA, 1990-I-32, citado por MARTÍNEZ CRESPO, Mario, Códi-
go Arancelario para Abogados y Procuradores, p. 224.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


253 02/06/2014, 10:10
254 ADÁN LUIS FERRER ART. 97

la sentencia se regularán honorarios sólo al abogado vencedor


en costas, al menos mientas no medie petición expresa por par-
te del vencido (art. 26 de este Código).
Algunas particularidades procesales del fuero laboral, me-
recen los comentarios que expondremos en los puntos siguien-
tes.

234. DESALOJO

En el juicio de desalojo previsto en el art. 77 de la ley 7987,


los honorarios deberán regularse por aplicación del art. 67 del
Código Arancelario, que comprende todos los casos de des-
alojo en que no existe contrato de locación. El trabajador que
ocupa la vivienda proporcionada por el empleador, es un “sim-
ple tenedor”, según lo normado por los arts. 2460 y ss., del
Código Civil, con lo cual el caso se ajusta a la previsión del ci-
tado art. 67.

235. APELACIÓN DE SANCIONES ADMINISTRATIVAS

La apelación de sanciones administrativas tiene, conforme


al art. 81 de la ley 7987, un trámite que no guarda analogía con
ningún proceso de primera instancia del procedimiento civil;
por ello y de conformidad al art. 110 de este Código, deberá
regularse aplicando por analogía el art. 40 de esta ley, referido
a los recursos ordinarios.

236. PROCEDIMIENTO SUMARIAL

El procedimiento sumarial previsto en el art. 83 del Cód.


de Proc. Laboral, deberá regularse como un incidente, desde
que como tal se tramita conforme a su texto. Habida cuenta
que no se trata de un trámite accesorio de otro, es de aplicación
obligada el inc. 1 del art. 83 de este Código, ya que no existe una
“base regulatoria del juicio principal”, que posibilite aplicar
el inc. 2. Ante la falta de un valor que sirva como base regu-
latoria, corresponde aplicar los incs. 3 o 4 del art. 32, según
haya o no valores de referencia.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


254 02/06/2014, 10:10
ART. 98 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 255

237. CONCILIACIÓN

La conciliación, cualquiera que sea la etapa procesal en que


se realice, importa una forma de transacción y como tal debe
considerarse, aplicando los arts. 31, inc. 3 y 44.

Remisión

Art. 98. Las regulaciones practicadas por los Jueces de


conciliación se recurren ante la Cámara del Trabajo.
Su ejecución debe tramitarse por el procedimiento de
apremio o ejecución de sentencia fijado en el Código de
Procedimiento Civil y Comercial de la Provincia de
Córdoba, ante el Juez de Conciliación o ante la Juris-
dicción Civil, a elección del profesional. Sirve a ese efec-
to de título suficiente la parte resolutiva que la fije, con
la constancia de encontrarse firme y ejecutoriada.

238. UNA NORMA SUPERFLUA

El texto ha sido copiado del último párrafo del art. 94 de la


ley 8226, sin suprimir siquiera sus errores, tales como hacer
referencia a una modalidad procesal desaparecida (el juicio de
apremio, que ha pasado a ser un ejecutivo especial a partir de
la reforma del Código Procesal por ley 8465).
La atribución de competencia recursiva a la Cámara del
Trabajo, reproduce la norma del art. 3º, inc. 2, de la ley 7987 y
en lo referente a la ejecución de los honorarios regulados, se
reitera la norma general contenida en el art. 124 del Código, al
cual nos remitimos. El artículo en cometario es, en consecuen-
cia, totalmente superfluo491.
Obviamente la competencia acordada al Juez de Concilia-
ción o al de primera instancia en lo Civil está referida sólo al
juicio ejecutivo especial; si se optase por el trámite de ejecu-
ción de sentencia, deberá forzosamente sustanciarse ante el
Tribunal previsto en el art. 7º, inc. 1, del C. de P.C., es decir el
Juez de Conciliación o la Cámara de Trabajo intervinientes en

Confr. OLCESE, Juan M., Código Arancelario para Abogados y Procuradores,


491

S&S Editores, Córdoba, 2008, ps. 76 y 77.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


255 02/06/2014, 10:10
256 ADÁN LUIS FERRER ART. 99

el caso, según corresponda. El art. 124 lo dice con mayor clari-


dad.
Sección 6
Administradores judiciales

Administradores, interventores y veedores judiciales

Art. 99. Los honorarios del profesional como adminis-


trador o interventor judicial, en cualquier clase de asun-
to, se regulan conforme a lo dispuesto en el artículo 716
del Código de Procedimiento Civil y Comercial de la Pro-
vincia de Córdoba, teniendo en cuenta las siguientes cir-
cunstancias:
1) El tiempo que duró la administración, cuando depen-
diere del plazo;
2) La ubicación de los bienes administrados;
3) Beneficios obtenidos, y
4) La naturaleza, complejidad y volumen de los negocios.
El administrador puede solicitar regulaciones parcia-
les sobre la base de rendiciones de cuentas admitidas
por los beneficiarios o judicialmente aprobadas.
Si el profesional actuare sólo como veedor, el honora-
rio se fijará en el treinta por ciento (30%) de lo que co-
rrespondería al administrador o interventor judicial.

239. ÁMBITO DE APLICACIÓN

El artículo alude a “los honorarios del profesional como ad-


ministrador o interventor judicial, en cualquier clase de asun-
to”, pero a continuación remite al art. 716 del C. de P.C., que le-
gisla sobre la remuneración del administrador de la herencia,
que en principio no es un profesional, sino uno de los herede-
ros (art. 697, CPC).
La primera duda es, en consecuencia, si la norma se aplica
sólo al administrador de la herencia, o también a otras formas
de intervención judicial, tales como las previstas en los arts. 113
y ss. de la ley 19.550 o 475 y ss. del C. de P.C. La amplitud del
texto y en especial la expresa referencia al veedor (figura en
principio ajena a la administración de la herencia) sugieren
que el legislador ha querido referirse a todas la formas de in-
tervención judicial, lo que obliga a compatibilizar esta norma
con el art. 480 del C. de P.C., superando así las deficiencias de
una superposición de normas que no debería existir.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


256 02/06/2014, 10:10
ART. 99 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 257

La segunda duda, es si el artículo se aplica sólo a los aboga-


dos que se desempeñen como administradores o interventores,
o también a otras personas que cumplan esas funciones, lo que
implicaría derogar lo que leyes especiales de cada estamento
profesional puedan disponer al respecto. Creemos que la pri-
mera es la respuesta correcta; el Código Arancelario que co-
mentamos está referido a la remuneración de abogados y peri-
tos (art. 1º)492 lo que limita la aplicación del artículo que nos
ocupa a los abogados, ya que la tarea del administrador es dis-
tinta de la que cuadra a los peritos. Si el interventor fuese un
contador, por ejemplo, sus honorarios se ajustarán a lo previs-
to al respecto por la ley 7626; y si se tratase de una persona no
comprendida en una reglamentación profesional, será de apli-
cación el art. 138 del C. de P.C., sin perjuicio de la norma del
art. 716 del mismo Código, si se tratase de un administrador de
la herencia.
Así las cosas, el artículo en comentario se aplica a los abo-
gados, cuando asumen la función de administrador o interven-
tor judicial, en cualquier tipo de proceso, sin perjuicio de que
pueda extenderse, por analogía, a otras personas que desem-
peñen esas tareas493.

240. EL ARANCEL Y SU PAGO

El art. 716 del C. de P.C. fija el arancel del administrador de


la herencia en no más de un cinco por ciento “del capital recibi-
do y de los valores líquidos percibidos o realizados en razón de
la administración”, regla ésta que el artículo en comentario hace
extensiva a todas las otras modalidades de administración o in-
tervención judicial, en tanto y en cuanto sean desempeñadas por
un abogado. Ese arancel no tiene un tope mínimo y deberá re-
ducirse al treinta por ciento, en el caso del simple veedor.
Tanto este artículo cuanto el 480 del C. de P.C., admiten la
regulación y pago parciales de honorarios, en función de la ta-
rea cumplida y aprobada.

492
El art. 1º menciona también a los procuradores, pero tal como hemos dicho
al comentar el art. 1º, esa especialidad profesional no existe en nuestro medio
(véase Nº 1).
493
Confr. VENICA, Oscar H., Código Procesal Civil y Comercial, t. VI, ps. 131/132.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


257 02/06/2014, 10:10
258 ADÁN LUIS FERRER ART. 100

Sección 7
Actividad administrativa

Actuaciones en sede administrativa

Art. 100. Las actuaciones que se realicen en sede admi-


nistrativa ante los distintos órganos del Estado Nacio-
nal, Provincial o Municipal y entes autárquicos, se regu-
lan en la misma forma y bajo las mismas prescripciones
que en los procesos ordinarios.
Los recursos administrativos también son remunera-
dos en la misma forma y en ambos casos independien-
temente de la regulación que corresponda a la jurisdic-
ción contencioso-administrativa.

241. ÁMBITO DE APLICACIÓN

Los trámites que se cumplan en jurisdicción nacional es-


tán, en principio, regidos en materia arancelaria por la ley na-
cional 21.839, por lo que no será aplicable este artículo, pese a
su texto494.
El trámite ante la Inspección de Sociedades Jurídicas, ten-
diente a la inscripción de un contrato social o su modificación,
u otros actos susceptibles de inscripción en el Registro Público
de Comercio, está regido por el art. 88 y no por el presente495.
Fuera de estos supuestos, las actuaciones que el abogado
desarrolla, como patrocinante o como apoderado, ante autori-
dades administrativas, están regidas por el artículo en comen-
tario.
Un caso particular es el de la actividad administrativa que
es meramente preparatoria o complementaria de una deman-
da, a la cual nos referiremos en el apartado siguiente.

242. ACTUACIONES ADMINISTRATIVAS CONEXAS AL JUICIO

La tarea profesional en sede administrativa, que es anexa o


preparatoria de un juicio, está comprendida en la regulación
de honorarios que corresponde a dicho juicio, o bien en la pre-

494
Véase Nº 1.
495
Véase Nº 215.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


258 02/06/2014, 10:10
ART. 100 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 259

visión del art. 104, inc. 5. Así, pues, no corresponde regular ho-
norarios por el diligenciamiento de un embargo ante el Regis-
tro General, o el requerimiento de un informe que luego se ad-
junta al proceso.
Constituye excepción a esa regla, el procedimiento en sede
administrativa cuya frustración conduce a la promoción del li-
tigio. Ello porque el artículo en comentario ha previsto expre-
samente un arancel para los honorarios devengados en los re-
cursos administrativos, disponiendo que su regulación será
independiente de la que corresponda a la jurisdicción conten-
cioso-administrativa. Queda claro, pues, que es procedente
regular honorarios por los recursos administrativos, con inde-
pendencia de los devengados en la ulterior acción judicial que
reitera la misma pretensión en el ámbito jurisdiccional. Esa
solución debe hacerse extensiva a otros supuestos en los cua-
les la demanda contra la administración, está precedida por un
obligado e infructuoso trámite previo formulado en sede admi-
nistrativa496.
Sin embargo, los honorarios regulados por esa actividad
previa a la judicial, no integran la condena en costas, des-
de que ésta es en principio ajena al procedimiento adminis-
trativo497. La condena en costas presupone la existencia de par-
tes en contradicción498 y el estado asume la condición de “parte”
solo cuando enfrenta la pretensión del administrado en sede
judicial499. Esa, es la doctrina adoptada por el Tribunal Supe-
rior, dirimiendo diferencias jurisprudenciales de las Cámaras
Civiles 500.

496
Confr. TSJ., Sala Civil A.I. Nº 426 del 30/11/1998, in re: “Asociación Civil
Amigos del País c/ Superior Gno. de la Pcia. de Córdoba”.
497
Confr. DROMI, José R., El procedimiento administrativo, Instituto de Estudios
de Administración Local, Madrid, 1986, p. 123; Cám. 5ª Civ. y Com., SJ, 1994-
B-558, citado por VENICA, Oscar H. - DE SOUZA, Roxana A. - FILIBERTI, Graciela del
Carmen, ob. cit., p. 280.
498
Confr. GONZÁLEZ PÉREZ, Jesús, Derecho procesal administrativo, Instituto de
Estudios Jurídicos, t. II, Madrid, 1957, p. 830.
499
Véase CHIOVENDA, José, ob cit., ps. 263 y ss.; en especial p. 275, Nº 218.
500
Sala Civil A.I. Nº 426 del 30/11/1998, in re: “Asociación Civil Amigos del País
c/ Superior Gno. de la Pcia. de Córdoba”, ya citado. En el mismo sentido, Cám.
Civ. Com. y Cont. Adm. Río Cuarto, 04/11/1999, LL Cba., 2000, p. 985.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


259 02/06/2014, 10:10
260 ADÁN LUIS FERRER ART. 101

243. ARANCEL APLICABLE

A los fines de regular honorarios por la actuación en sede


administrativa, deberán aplicarse las disposiciones del Código
Arancelario que, para las actuaciones judiciales, prevean una
actividad profesional análoga (art. 16 Cód. Civ. y 110, de este
Código). Será adecuado, en consecuencia, asimilar un recurso
de reconsideración a una reposición y un recurso jerárquico a
una apelación.
Esa analogía debe darse tanto en la entidad de lo debatido,
cuanto en la magnitud de la tarea desplegada. Así, pues, no será
válida la asimilación de un par de presentaciones ante el Tribu-
nal de Tasaciones, con la posterior tramitación de un juicio de
expropiación, aún cuando en ambos casos se reclame lo mismo
(un valor justo por el bien expropiado) ya que existe una mar-
cada diferencia en orden a la actividad profesional desarrolla-
da en uno y otro caso501.

244. REGULACIÓN DE HONORARIOS

La regulación de honorarios deberá ser solicitada al Juez,


tal como lo dispone el art. 108, desde que la autoridad admi-
nistrativa carece de competencia para practicarla. Al comen-
tar el art. 102, analizaremos las reglas procesales aplicables
al procedimiento regulatorio.

Mediación

Art. 101. En la mediación, conciliación en sede adminis-


trativa procesos arbitrales, contravencionales y de-
fensas de consumo, se aplicarán las normas de este Có-
digo, en cuanto fueren compatibles, bajo las mismas
prescripciones que en los procesos ordinarios.

501
Confr. Cám. 7ª C. y C., in re: “Incidente de regulación de honorarios por ta-
reas en sede administrativa del Dr. José I. Berrotarán en Dirección Provincial
de Hidráulica c/ Ricardo Escande - Expropiación”, A.I. Nº 237, 04/12/96; en el
caso la Cámara valoró la actuación administrativa como dos actos procesales (4
jus por cada uno de ellos, según art. 34 de la ley 8226).

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


260 02/06/2014, 10:10
ART. 101 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 261

En los casos de mediación judicial obligatoria y media-


ción extrajudicial, los honorarios del abogado de cada
parte se regularán de la siguiente manera:
1) Si culmina en transacción, la regulación se efectua-
rá conforme lo prescripto por el art. 44 de esta Ley, con
un mínimo de cuatro (4) Jus por cada audiencia, y
2) En el supuesto de no arribarse a un acuerdo, los ho-
norarios por esta tarea serán regulados en un diez por
ciento (10%) de la escala del artículo 36 de esta Ley, con
un mínimo de seis (6) Jus.
Estos honorarios integran la condena en costas.

245. ÁMBITO DE APLICACIÓN

El primer párrafo del artículo en comentario reitera, con


particular referencia a las transacciones celebradas en el ámbi-
to administrativo, la regla ya contenida en el primer párrafo
del art. 100, esto es la aplicación analógica de las normas pre-
vistas para la actuación en juicio502.
Sin embargo, a renglón seguido se establece un arancela-
miento particular para “los casos de mediación judicial obliga-
toria y mediación extrajudicial” (sic) lo que, interpretado literal-
mente, deja fuera de ese arancelamiento los acuerdos o tratativas
que no se lleven adelante con motivo de una mediación judicial
“obligatoria” o una mediación “extrajudicial” (tales las hipóte-
sis previstas en el segundo párrafo). Quedaría excluida inclu-
sive la mediación judicial, cuando no es obligatoria según la
previsión del art. 2º de la ley 8858, esto es cuando ha sido ins-
tada voluntariamente por una o ambas partes (art 6º, ley cita-
da).
Parece claro que ésa no ha sido la intención del legislador,
ya que no resulta razonable dar un tratamiento distinto a la
mediación judicial, según sea obligatoria o voluntaria. Antes
bien debemos asumir que hay un error en el texto (uno más,
de los muchos que tiene la ley) y que el sentido de la norma es
dar a la mediación, en cualquiera de sus formas, un tratamien-
to particularizado, que se aparta de la regla general contenida
en el primer párrafo.

502
Véase Nº 243.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


261 02/06/2014, 10:10
262 ADÁN LUIS FERRER ART. 101

Los acuerdos o transacciones celebrados en un trámite ad-


ministrativo distinto de la mediación, no están incluidos en este
particular arancelamiento, sino en el primer párrafo del artícu-
lo que comentamos. Esto así porque asimilar a la mediación
todos los acuerdos alcanzados en sede administrativa, no
se compadece con un texto que, al fijar mínimos en función
de audiencias, alude obviamente al trámite regulado por los
arts. 13, 38 y concordantes de la ley 8858. Esto sin perjuicio de
puntualizar que, cuando en definitiva la cuestión desemboca
en un acuerdo transaccional, la aplicación del art. 44 de este
Código se dará en todos los casos, sea porque así lo dispone ex-
presamente el inc. 1, para la mediación, o bien porque en los
demás casos así resulta del primer párrafo del artículo en co-
mentario, en coincidencia con el art. 100.

246. LA MEDIACIÓN JUDICIAL

La mediación judicial se presenta como un incidente den-


tro del proceso, en el sentido amplio que ese concepto tiene
en el art. 426 del C. de P.C. Consecuentemente, los honora-
rios que allí se devenguen deberán ser regulados por el juez, al
tiempo de dictar sentencia y, como dice la parte final del artícu-
lo, integran la condena en costas.
Existe contradicción entre el mínimo de cuatro (4) jus para
cada audiencia, que fija el inciso primero para la mediación que
desemboca en un acuerdo transaccional, y el minimo minimorum
que para cada clase de juicio prevé el art. 36, que puede ser
mayor o menor, según el número de audiencias y el tipo de
proceso. En razón de su especialidad, entendemos que debe
aplicarse la norma en comentario.
Por la misma razón, entendemos que priman los seis (6) jus
del inciso segundo, frente a los cuatro que el art. 36 otorga por
cualquier acto procesal. Y estos seis (6) jus no están compren-
didos en el minimo minimorum que corresponda al tipo de jui-
cio de que se trata, ya que provienen de un incidente, que ex-
cede “la tramitación total en primera instancia”, a la cual se
refiere el art. 36. Consecuentemente, si en un juicio ordina-
rio hubo un frustrado trámite de mediación, el minimo mini-
morum se elevará a veintiséis (26) jus, en vez de los veinte que
establece el art. 36.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


262 02/06/2014, 10:10
ART. 102 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 263

247. MEDIACIÓN EXTRAJUDICIAL

La mediación extrajudicial es ajena a un proceso en trámi-


te y se desarrolla en el ámbito administrativo o privado. Si se
arriba a una transacción, el juez puede regular honorarios al
homologar el acuerdo (art. 40, ley 8858) si así le fuese solicita-
do; el arancel aquí previsto corresponde al trámite de media-
ción, la celebración del acuerdo y comprende también el pedi-
do de homologación, al menos si lo formula el mismo abogado;
si la homologación fuese pedida por un abogado distinto, no
devengará más honorarios que los cuatro jus que corresponden
a un acto procesal (art. 36).
Si no se arriba a un acuerdo, o si no se solicita homologa-
ción judicial, los abogados intervinientes podrán solicitar re-
gulación de honorarios por la vía procesal del art. 108, cuestión
que analizaremos al comentar el artículo siguiente.
El párrafo final del artículo, según el cual “estos honorarios
integran la condena en costas”, no es aplicable a la mediación
extrajudicial, desde que en ella no existe un fallo judicial que,
con ajuste al art. 327 del C. de P.C., pueda pronunciarse en or-
den a la imposición de las costas.

Remisión de actuaciones

Art. 102. Para practicar la regulación de honorarios,


los jueces pueden requerir la remisión de las actuacio-
nes labradas en sede administrativa o en su defecto,
copia autorizada.

248. PROCEDIMIENTO

Tal como lo hemos anticipado al comentar el art. 100, el ór-


gano administrativo carece de competencia para regular hono-
rarios a los abogados que han intervenido en el trámite, por lo
que la regulación debe ser solicitada al Juez, por la vía proce-
sal que prevé el art. 108, para lo cual el artículo en comentario
dispone la remisión del expediente respectivo, o su copia. Otro
tanto ocurre en el caso de mediación extrajudicial.
De conformidad al inciso 3 del art. 108, el pronunciamien-
to deberá no sólo regular los honorarios devengados en favor
del accionante, sino también individualizar a los obligados al

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


263 02/06/2014, 10:10
264 ADÁN LUIS FERRER ART. 102

pago, los que serán parte necesaria en el proceso regulatorio


(art. 116).

249. COMPETENCIA

El Código Arancelario no ha previsto cuál es el tribunal


competente para solicitar regulación de honorarios por las
tareas desarrolladas en el ámbito administrativo o en un pro-
cedimiento de mediación. Siendo así, la solución debe buscar-
se en el ordenamiento procesal, lo que nos conduce al Juzga-
do de Primera Instancia en lo Civil y Comercial del lugar en
donde se ha desarrollado la tarea profesional, por aplicación
del art. 6, inc. 4, del C. de P. C., ya que se trata del ejercicio de
una acción tendiente al cobro de una obligación de origen con-
tractual; esto sin perjuicio de que el actor puede optar por el
domicilio del demandado, según la norma del art. 6º, in fine
del citado Código Procesal.
A nuestro juicio ésa es la regla aplicable, aún cuando se
trate de actuaciones preparatorias de la acción contencioso-
administrativa 503. Esto así porque la relación entre el abogado
y su cliente es siempre un contrato civil, aún cuando el servi-
cio profesional esté referido a materia propia de un fuero dife-
rente. Por otra parte —vale agregar— no podría suponerse com-
petente al fuero contencioso-administrativo, porque éste
tiene la acotada competencia que le asigna el art. 1º de la
ley 7182, sin que pueda asignársele competencia por conexi-
dad, porque los honorarios devengados en sede administrati-
va no integran la condena en costas en el ulterior juicio con-
tencioso 504.

503
Confr. TSJ., Sala Civ. Com. y Cont. Adm., Auto Nº 533, del 04/12/1986 rese-
ñado por ANDRUET, Armando S. (h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ,
Raúl E., ob. cit., p. 259, Nº 788. En contra: VENICA, Oscar H., Juicios verbales,
Marcos Lerner Editora Córdoba, Córdoba, 1986, p. 385, citando jurispru-
dencia nacional. Por nuestra parte hemos compartido esta última postura
en “Comentarios a la ley 8226” en Código Arancelario, Advocatus, Córdoba, 2000,
p. 226; pero nuevas experiencias y una mayor reflexión sobre el punto, han mo-
tivado el cambio de opinión que expresamos en el texto.
504
Véase Nº 242.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


264 02/06/2014, 10:10
ART. 103 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 265

Peritos

Art. 103. Las peritaciones que deban hacerse en vía ad-


ministrativa también son remunerables requiriendo
su determinación por el procedimiento y bajo las con-
diciones establecidas en el presente Código. Todas las
tareas profesionales regladas por esta Ley, cuando sean
válidamente realizadas en forma extrajudicial, deven-
gan honorarios iguales al cincuenta por ciento (50%)
de los previstos, los que se deducen de los que corres-
pondan por el trámite judicial, en caso de realizarse
éste.

250. HONORARIOS DE PERITOS EN SEDE ADMINISTRATIVA

La regulación de honorarios de los peritos que han actuado


en sede administrativa, está sujeta a la previsión del art. 49
y tramita por el procedimiento previsto en el art. 108, según
hemos dicho al comentar el art. 50505. En orden a la competen-
cia judicial, juegan las mismas reglas que hemos apuntado para
el abogado506; por un lado, por la asimilación que la ley ha es-
tablecido entre unos y otros (art. 49) y por el otro, porque aún
cuando entre el perito y el deudor de sus honorarios pueda
no mediar un contrato, la regla del art. 6º, inc. 4, del C. de P.C.
es aplicable a las obligaciones ex lege, que deben cumplirse
en el lugar en que acaece el hecho que la ley contempla como
presupuesto del vínculo obligacional (art. 618, CC)507.

251. LA ACTIVIDAD EXTRAJUDICIAL

La parte final del artículo en comentario está erróneamen-


te incluida en este lugar, desde que ninguna relación tiene con
la tarea pericial y no se refiere a actividad administrativa (sec-
ción 7) sino a actividades extrajudiciales, previstas en la sec-
ción siguiente.

505
Véase Nº 117.
506
Véase Nº 249
507
Confr. VENICA, Oscar H., Código Procesal Civil y Comercial, t. I, Marcos Lerner
Editora Córdoba, Córdoba, 1997, p. 37.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


265 02/06/2014, 10:10
266 ADÁN LUIS FERRER ART. 103

Idiomáticamente, la actividad en sede administrativa es


también actividad extrajudicial, pero en la terminología de
la ley, la expresión “actividades extrajudiciales”, ha sido usada
para designar servicios profesionales prestados fuera del ám-
bito judicial, y también ajenos al proceso administrativo.
Así, pues, si la gestión ha sido cumplida en sede adminis-
trativa, se aplica el art. 100, si lo ha sido fuera del ámbito ad-
ministrativo y judicial, se aplica este artículo, salvo que se trate
de lo actuado en una mediación privada, en cuyo caso es aplica-
ble el art. 101.

252. ARANCEL

Para que la prestación de servicios profesionales merezca


honorarios equivalentes al cincuenta por ciento de los que co-
rresponderían a la misma tarea, ejecutada en sede judicial, es
menester que exista entre el trabajo prestado y el que sería pro-
pio de un proceso, una clara analogía, tanto en la entidad de los
actos cumplidos, cuanto en la magnitud de la tarea desplegada.
Cuando, por ejemplo, un conflicto de intereses concluye en un
acuerdo transaccional, sin que haya mediado juicio, para que
sea procedente regular un cincuenta por ciento del arancel
que resulta de los arts. 36 y 44, será menester que ese acuerdo
haya sido el desenlace de una previa disputa, susceptible de
asimilarse a un litigio judicial; de lo contrario, la mera ins-
trumentación del acuerdo quedaría encuadrada en la previ-
sión del art. 107, inc. 2, que alude a todos los contratos que no han
sido objeto de un tratamiento particular en las normas preceden-
tes.
Del mismo modo, el cobro de una deuda dineraria se ajusta
al art. 105, no al artículo que comentamos, salvo que haya estado
precedido de una controversia que se haya desarrollado con in-
tervención del abogado.

253. PROCEDIMIENTO

Al igual que en las actuaciones cumplidas en sede adminis-


trativa o en mediación, la regulación de honorarios por aplica-
ción del artículo en comentario debe solicitarse por la vía proce-
sal del art. 108, ante el Juez en lo Civil y Comercial del lugar en

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


266 02/06/2014, 10:10
ART. 104 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 267

que los servicios fueron prestados, o del domicilio del demanda-


do 508.
La acción así promovida importa una verdadera acción de
cumplimiento de contrato, en la cual se requiere al Juez fije
el precio de los servicios prestados (art. 1627, CC) y condene
a su pago (art. 108, inc. 3, Cód. Aranc.) por lo que los hechos
controvertidos pueden ser no sólo la base regulatoria (como
es habitual en los incidentes de regulación de honorarios)
sino también la existencia y entidad de los servicios presta-
dos509. Obviamente la carga de la prueba pesa sobre el deman-
dante.

Sección 8
Actividades extrajudiciales

Consultas - Estudios

Art. 104. Las actividades extrajudiciales, relacionadas


con causa a iniciar o en trámite, son remuneradas de
la siguiente forma:
1) Consultas verbales, mínimo dos (2) Jus;
2) Consulta por escrito, mínimo cuatro (4) Jus;
3) Consultas que involucren el estudio de una causa en
trámite, mínimo ocho (8) Jus;
4) Estudios e información de títulos, mínimo el uno por
ciento (1%) de la base imponible de los bienes inmue-
bles o valuación de los muebles. La regulación en nin-
gún caso será inferior a ocho (8) Jus, y
5) Por las tareas previas a iniciar juicio, abrir carpe-
tas, fotocopias, etcétera, tres (3) Jus.

254. CONSULTAS Y ESTUDIOS DE TÍTULOS

El artículo alude a actividades extrajudiciales, “relaciona-


das con causa a iniciar o en trámite”. Interpretado literalmen-
te, ese texto dejaría fuera de su ámbito de aplicación las consul-
tas o estudios de títulos (incisos 1, 2 y 4) que sean ajenos a un
conflicto de partes, lo que no parece razonable. Por el contra-

Véase Nº 248 y 249.


508

Confr. MARTÍNEZ CRESPO, Mario, Código Arancelario para Abogados y Procura-


509

dores, p. 238.

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268 ADÁN LUIS FERRER ART. 104

rio, la consulta o el estudio de títulos, referidos a un litigio en el


que el abogado ejerce la defensa, en principio están comprendi-
dos en la tarea que es propia de esa defensa y no acuerda dere-
cho a una remuneración separada510; de modo que los incs. 1, 2
y 4 se aplican a los casos en que el servicio no es conexo a un
pleito.
Sólo por excepción podría arribarse a la conclusión opuesta,
cuando la consulta o el estudio tengan una entidad tal, que sea
posible individualizarla como un servicio distinto de la defen-
sa511.
Por esa misma razón, el inc. 3, referido a la consulta que in-
volucra el estudio de una causa en trámite, sólo será aplicable
cuando el abogado consultado no es el que ejerce la defensa en
la causa de que se trate, ya que el ejercicio de la defensa en prin-
cipio comprende el asesoramiento y los estudios que esa fun-
ción requiera.

255. LAS TAREAS PREVIAS A INICIAR JUICIO

El art. 95, inc. 5, de la ley 7269 tenía un texto análogo al


inc. 5 del artículo que comentamos, pero agregaba: “Ese im-
porte será incluido en la planilla de costas sin que se requie-
ran comprobantes”, lo que permitía entender que se trataba
de un gasto presumido por la ley 512. La ley 8226 suprimió el
último párrafo, dejando el texto tal como ha sido reproducido
en la ley 9459.
Esa modificación planteó dudas sobre si esos tres jus debían
o no incluirse en la planilla de costas, lo que merece una res-
puesta afirmativa, ya que si la condena en costas comprende
todos los gastos que el vencedor haya debido afrontar para
defender su derecho513 y el inciso en comentario impone al liti-
gante la obligación de pagar a su abogado tres jus “por las ta-
reas previas a iniciar juicio”, va de suyo que ese gasto debe es-

510
Confr. TSJ, Sala Civ. y Com., 30/11/1998, LL Cba., 1999, p. 1484.
511
Confr. Cámara Nac. Civ. Sala B, 29/11/76, ED, 75-647, Nº 72.
512
Confr. BORDENAVE, Horacio M., “El artículo 95, inc. 5 de la ley 7269 y el control
de oficio de constitucionales de las leyes”, LL Cba., 1989, ps. 566 y ss.
513
Véase REIMUNDÍN, Ricardo, La condena en costas en el proceso civil, 2ª ed.,
p. 167 y ss.

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268 02/06/2014, 10:10
ART. 104 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 269

tar comprendido en la obligación de reembolso que la condena


en costas pone a cargo del vencido.
Lo que ocurre que, a partir de la reforma contenida en la
ley 8226, no se justifica ya postular esos tres jus como un gasto.
Al igual que los establecidos en los otros incisos del artículo
que nos ocupa, se trata de honorarios del abogado, que se su-
man a los que correspondan por la actividad procesal y, en cuan-
to devengados con motivo del litigio, pueden y deben ser regula-
dos por el juez e integran la condena en costas514.
La norma alude a “las tareas previas a iniciar juicio”, por lo
que no se aplica al abogado del demandado, aún cuando asu-
mir la defensa pueda requerir también “abrir carpeta, fotocopias,
etcétera” 515.
En los pleitos de poca monta, los tres jus por tareas previas
a la iniciación del juicio suenan a veces excesivos (equivalen a
la mitad del mínimo que corresponde por un ejecutivo sin ex-
cepciones) y por eso se buscan caminos para reducirlos. Con
esa motivación (consciente o inconsciente) alguna jurispruden-
cia ha entendido que, para que la regulación de esos honora-
rios sea procedente, no basta con la petición que en el proce-
so formule el interesado, sino que sería menester “precisar
qué actividad dentro de la amplia y abierta gama de posibilida-
des sugerida en el precepto de marras habría sido cumplida”516.
No compartimos esa opinión; todo juicio requiere tareas pre-
vias a su iniciación, del tipo de las que el texto ejemplifica; por
tanto, su existencia no requiere más invocación ni prueba que
el proceso promovido, lo que basta para que sea procedente la
regulación de los honorarios previstos en el inciso que comen-
tamos 517.

514
Confr. TSJ Sala Civil y Comercial, in re: “Lares y Tonello S.R.L. c/ Carlos
Emilio Riva - Ejecutivo”, A.I. N° 84, 02/10/1996, Foro de Córdoba, N° 35, ps. 214
y ss. En el mismo sentido: TSJ, 02/06/2003, “Degano, Laura Yolanda c/ Cidem
SRL - Ejecutivo Especial”, citado por MARTÍNEZ CRESPO, Mario, Código Arancela-
rio para Abogados y Procuradores, p. 232.
515
Conf. Cám. 7ª Civ. y Com., A. N° 435 del 25/10/2007, Semanario Jurídico N°
1661 del 12/06/2008, p. 805.
516
Cám. Civ. y Com. Villa Dolores, 24/03/1998, LL Cba., 1998, p. 1364.
517
Confr. Cám. 6ª Civ. y Com., A.I. Nº 56, del 26/03/1996, in re: “Rueda, Pablo A.
c/ Enzo E. Rébora y Cía. S.R.L. - Apremio”, BJ, t. I, enero-marzo de 1996, p. 238.

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270 ADÁN LUIS FERRER ART. 104

En otros casos, se ha optado por reducir la remuneración


prevista en el inciso que comentamos, argumentando que en
un juicio ejecutivo “las actividades previas no van más allá de
la obtención de fotocopias, tarea de índole más administrtiva
que jurídica” 518, criterio que se ha aplicado con singular énfa-
sis en las ejcuciones fiscales, reduciendo estos honorarios al 20%
de tres jus (0,06% de un jus)519. Tampoco compartimos este cri-
terio, porque se aparta de una norma clara y expresa y “la con-
vicción personal de los jueces sobre la injusticia de la ley no los
habilita para prescindir de la norma legal imperativa” 520.
Creemos, sin embargo, que en los juicios ejecutivos por poco
monto, es realmente irritante que la magra tarea previa a pro-
mover el pleito, pueda devengar honorarios iguales a la mitad
de los que genera el proceso íntegramente concluido. Para evi-
tar que eso ocurra, es menester asumir que el minimo minimo-
rum previsto en el art. 36 por la tramitación en primera instan-
cia en cada tipo de proceso, incluye los honorarios por la tarea
previa a la iniciación del juicio, prevista en el art. 104, inc. 5. Esa
es, a nuestro juicio, la interpretación correcta, ya que si esas
tareas previas son parte ineludible e inescindible de la promo-
ción del pleito, debe entenderse que la mínima retribución jus-
ta para el litigio en cuestión, necesariamente las incluye.

256. EL ARANCEL

En relación a las consultas, los tres primeros incisos del


artículo en comentario fijan un arancel mínimo, lo que no ex-
cluye que pueda regularse una suma mayor, meritando las cir-
cunstancias cualitativas que enumera el art. 39, en especial la
complejidad y novedad del caso consultado y la cuantía del
asunto (incs. 2. 3 y 7 del art. 39).
En el estudio de títulos, el inciso 4 prevé también un aran-
cel mínimo (1% de la base imponible de los inmuebles) lo que
tampoco excluye una regulación por mayor suma, en función de

518
Cám. 3ª Civ. y Com., 12/10/2006, Semanario Jurídico N° 1587, del 07/12/2006,
p. 809.
519
Cám. 3ª. Civ. y Com., 21/04/2005, Semanario Jurídico N° 1513 del 23/06/2005.
520
CS, Fallos, 246:340.

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270 02/06/2014, 10:10
ART. 105 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 271

los parámetros que prevé el art. 39, incluido entre ellos el mayor
valor que pueda tener el inmueble, en relación a su base imponi-
ble. No creemos, sin embargo, que pueda requerirse una regula-
ción mínima sobre ese valor real, en vez de la base imponible,
porque la ley ha previsto esa alternativa para los procesos judi-
ciales (art. 32, inc. 2), pero no en el artículo que comentamos.
Finalmente, los tres (3) jus previstos en el inc. 5 son un aran-
cel fijo, al margen del valor o complejidad del litigio.

257. PROCEDIMIENTO

El procedimiento para obtener la regulación de honorarios


por los servicios que prevén los cuatro primeros incisos del ar-
tículo en comentario, es el que hemos analizado en relación al
artículo anterior521.
Los del inc. 5 los regula el Juez de la causa, a pedido del
interesado; sea al dictar sentencia, sea por separado. El he-
cho de que el abogado vencedor haya consentido la condena
en costas que no contiene regulación de honorarios por este
concepto, no implica que haya renunciado a cobrarlos y, en
consecuencia, puede solicitarla con posterioridad522; esa re-
gulación posterior al fallo no altera los alcances de la cosa juz-
gada, ya que la condena en costas se liquida con motivo de su
ejecución, oportunidad en la que puede solicitarse regulación
de los honorarios que están a cargo del vencido y aún no han
sido regulados; esto así tanto los del art. 104, inc. 5, cuanto los
que puedan corresponder a otras actuaciones que habitualmen-
te no son objeto de regulación oficiosa en la sentencia (medi-
das preparatorias, diligenciamiento de exhortos, etcétera).

Cobro extrajudicial de créditos

Art. 105. Cuando el cobro de créditos se efectuare extra-


judicialmente puede requerirse hasta el diez por ciento
(10%) al obligado e igual cantidad al comitente, más
los adicionales.

521
Véase Nº 253.
522
Confr. Cam. 3ª Civ. y Com., BJC, 1999-I-198, reseñado por VENICA, Oscar H.
-
DE SOUZA, Roxana A. - FILIBERTI, Graciela del Carmen, ob. cit., p. 282.

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271 02/06/2014, 10:10
272 ADÁN LUIS FERRER ART. 105

258. ÁMBITO DE APLICACIÓN

Alguna doctrina ha entendido que la norma es aplicable no


sólo al cobro de obligaciones de dar sumas de dinero, sino que
el término “crédito” debe entenderse con la amplitud que le
da el art. 496 del Cód. Civil523. No compartimos esa opinión; a
nuestro juicio la norma alude a las llamadas “cobranzas”, que la
práctica refiere a deudas dinerarias, líquidas y de plazo vencido.
Por otra parte, el artículo se aplica a la mera gestión de
cobro, no a la solución extrajudicial de un litigio. Cuando en-
tre dos personas existe una situación conflictiva, que se re-
suelve extrajudicialmente en el pago de una suma de dinero,
la norma aplicable es el art. 103, in fine y al abogado intervi-
niente le corresponderá un cincuenta por ciento de la escala
del art. 36 que, mientras no exista acuerdo en contrario, esta-
rán a cargo de su comitente. La “cobranza” es —se reitera— la
mera gestión de cobro de una deuda dineraria, líquida y de pla-
zo vencido.
El texto alude al caso en que el cobro “se efectuare”, de don-
de resulta que para su aplicación, es menester que el pago se
haya hecho efectivo; no basta la gestión, si no obtiene ese re-
sultado524.

259. OBLIGADOS AL PAGO

La norma impone el pago de los honorarios que establece,


al comitente y al deudor. Respecto del primero, la cuestión no
ofrece dudas; se trata de una locación de servicios, en la cual
el comitente adeuda honorarios por aplicación del art. 1627 del
Cód. Civil. En cuando al deudor, en cambio, no existe vínculo
jurídico alguno que imponga la obligación de pagar ese servi-
cio. El deudor de un pagaré que lo abona ante su presentación,
no tiene por qué adicionar a su deuda un diez por ciento, en ra-

523
Confr. voto del Dr. Venica en fallo del 25/04/1989 de la Cámara de San Fran-
cisco, LL Cba., 1990, p. 622.
524
Confr. Cám. Civ. y Com. San Francisco, Sent., Nº 101, 28/11/1996, Foro de
Cba., Nº 42, p. 250; Cám. 6ª Civ. y Com. 14/04/2003, citado por MARTÍNEZ CRESPO,
Mario, Código Arancelario para Abogados y Procuradores, p. 235.

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ARTS. 106 Y 107 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 273

zón de que el acreedor encomendó la gestión de cobro a un abo-


gado, en vez de ejecutarla personalmente. La norma provincial
—huelga destacarlo— carece de competencia para gestar rela-
ciones jurídicas substanciales, que la ley de fondo no ha previs-
to (art. 31 y 75, inc. 12, de la C.N.). Sólo mediando condena en
costas, el abogado puede reclamar el pago de honorarios a quien
no es su comitente525.
Así las cosas, en cuanto impone el pago de honorarios al deu-
dor ante quien se ejecuta la gestión de cobro, la norma es in-
constitucional, lo que la torna inaplicable526. Al mismo resultado
se ha arribado, sin pasar por la inconstitucionalidad, interpre-
tando que la norma no impone obligación alguna al deudor, sino
que se limita a autorizar al abogado a “requerir” el diez por cien-
to, pero no a forzar el pago compulsivo de ese porcentaje; se
trataría tan solo de legitimar un pedido, lo que libera de res-
ponsabilidad ética al abogado que lo formula, pero no genera
un crédito exigible527.

Redacción de contratos de sociedades,


asociaciones y fundaciones

Art. 106. Por redacción de contratos de constitución de


sociedad civil o comercial o estatutos, se remunera en-
tre el diez por ciento (10%) y el treinta por ciento (30%)
de la escala del artículo 36 de esta Ley. En todos los
casos se toma como base el capital suscripto. Los ho-
norarios no pueden ser inferiores a veinte (20) Jus.

Contratos generales y otros

Art. 107. La redacción de contratos se regula de la si-


guiente manera:
1) De locación, entre el uno por ciento (1%) y el cuatro
por ciento (4%) tomando como base el importe de los

525
Confr. MARTÍNEZ CRESPO, Mario, Código Arancelario para Abogados y Procura-
dores, p. 235.
526
Confr. Cám Apel. San Francisco, SJ, 1998-A-418, citado por VENICA, Oscar
H. - DE SOUZA, Roxana A. - FILIBERTI, Graciela del Carmen, ob. cit., p. 291.
527
Confr. Cam. 8ª Civ. y Com. SJ, 1994-A-334, citado por VENICA, Oscar H. - DE
SOUZA, Roxana A. - FILIBERTI, Graciela del Carmen, ob. cit., p. 290.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


273 02/06/2014, 10:10
274 ADÁN LUIS FERRER ART. 107

alquileres por el plazo del contrato, o el mínimo legal


si éste fuese mayor, y
2) De cualquier otra naturaleza y testamentos, entre
el uno por ciento (1%) y el cuatro por ciento (4%) de su
valor económico.
Los honorarios no serán inferiores, en ningún caso a
cinco (5) Jus.

260. ÁMBITO DE APLICACIÓN

Aún cuando los arts. 106 y 107 se refieren a “la redacción”


de contratos, la tarea que se remunera comprende no sólo dar-
le al acuerdo de las partes una forma instrumental jurídica-
mente eficaz, sino también el asesoramiento prestado en las
tratativas que han gestado ese acuerdo. Ello siempre y cuan-
do tales tratativas no hayan importado el desarrollo y tran-
sacción de una cuestión litigiosa, supuesto en el que sería de
aplicación el art. 103, 2º párrafo, con lo cual los honorarios
devengados serían la mitad de los que resultan de los arts. 36
y 44528.
En la modificación o prórroga de contratos, cuando éstas
no tenga per se una entidad económica precisa, el valor del
contrato modificado o prorrogado, será un valor de referen-
cia, en los términos del art. 32, inc. 3, aplicable por analogía.

261. OBLIGADOS AL PAGO

Los honorarios devengados por aplicación de los arts. 106


y 107, están a cargo de quienes han contratado los servicios del
abogado a esos fines. Pueden ser todos o alguno de los con-
tratantes; o inclusive puede ser un tercero, que haya reque-
rido los servicios del abogado para alguno de los otorgantes, o
para sí, cuando aún no siendo parte tuviese interés en el negocio.
Si se acredita que el abogado intervino en la negociación y
redactó el contrato, sin que exista prueba acerca de cuál de
los contratantes requirió sus servicios, debe entenderse que
fueron todos y que la tarea de asesoramiento y redacción bene-

528
Confr. Cám 7ª Civ. y Com., A.I. Nº 15, del 14/02/1997, Foro de Córdoba, Nº 39,
p. 246, y SJ, Nº 1163, t. 77, p. 438.

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274 02/06/2014, 10:10
ART. 108 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 275

fició a la totalidad de los otorgantes del acto529. Esto en rela-


ción a los contratantes principales, no los que tienen en el
negocio una participación meramente accesoria, ya que aqué-
llos, más que éstos, son los interesados en requerir el asesora-
miento. Por eso, se ha resuelto que los fiadores de un contrato
de locación, no son deudores de los honorarios del abogado
que lo redactó530. Queda al margen, obviamente, el supuesto
en que se demuestre que el fiador, u otro obligado o acreedor
accesorio, fue quien requirió los servicios del abogado.

262. MANCOMUNIÓN O SOLIDARIDAD

Tenemos dicho ya, que a los honorarios devengados por ta-


reas extrajudiciales, no se les aplica la solidaridad establecida
en el art. 14531. Hay sin embargo jurisprudencia para la cual se
trata de obligaciones convergentes o concurrentes, en las que
el acreedor tiene el derecho a exigir a cualquiera de los deu-
dores el pago íntegro de la deuda532. Creemos que eso será así,
sólo si así lo dispone la ley de fondo, en función de la particu-
lar relación contractual que en el caso exista entre el abogado
y sus clientes. La regla general, es siempre la mancomunión
simple (arts. 699 y ss., Cód. Civil).

TÍTULO III
RÉGIMEN PROCESAL DE LA REGULACIÓN

Capítulo I
Disposiciones generales

Objeto del incidente o proceso regulatorio

Art. 108. En el caso de honorarios diferidos por no ha-


ber base o por haberlo pedido expresamente el profe-

529
Confr. Cam. Civ. y Com. Rosario, Sala II, 02/08/1993, citado por MARTÍNEZ
CRESPO, Mario, Código Arancelario para abogados y procuradores, p. 237.
530
Confr. Cám. 1ª Civ. y Com. Sent. Nº 28, del 26/03/1998, Foro de Córdoba, Nº 46,
p. 295.
531
Véase Nº 23, in fine.
532
Confr. Cám. 5ª Civ. y Com., 23/07/1980, citado por MARTÍNEZ CRESPO, Mario,
Código Arancelario para Abogados y Procuradores, p. 237.

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275 02/06/2014, 10:10
276 ADÁN LUIS FERRER ART. 108

sional, así como en el supuesto de retribución por tra-


bajos extrajudiciales o ante la administración, el inci-
dente o proceso regulatorio tiene por objeto:
1) Pronunciarse sobre la procedencia de la regulación;
2) Regular los honorarios en su caso;
3) Determinar el cargo de su pago y la participación
que les corresponde a los obligados al pago, y
4) Establecer el cargo de los costos.
Estos puntos son materia de decisión expresa siempre
que no estuvieran resueltos.

263. NATURALEZA Y OBJETO DEL PROCESO REGULATORIO

El proceso regulatorio es un juicio de conocimiento, que


procura una decisión definitiva sobre el monto de los hono-
rarios y, en su caso, la individualización de los obligados al
pago, por lo que en principio no puede desembocar en una re-
gulación provisoria, ni omitir el juez pronunciarse sobre las pe-
ticiones formuladas533. La regulación sólo será provisoria cuan-
do haya sido solicitada antes de la conclusión del juicio, según
lo admite el art. 11.
En el sistema del Código Arancelario, a diferencia de o-
tras legislaciones provinciales, la instancia de regulación de
honorarios no es meramente declarativa, sino que importa el
efectivo ejercicio de la acción destinada al cobro de la suma
pretendida y el fallo que la resuelve es una verdadera condena,
susceptible de ejecución forzada (art. 119)534.
El fallo que resuelve el proceso regulatorio, hace cosa juz-
gada con respecto a la retribución total que corresponde por los
servicios profesionales de que se trata. Consecuentemente, nin-
guna de las partes puede con posterioridad pretender la modifi-
cación de esa cifra, ya que ha precluido toda discusión posible

533
Confr. TSJ, Sala C. C. y Cont. Adm., Auto Nº 184, del 12/05/86 y Sala C. y C.,
auto Nº 61 del 23/03/87, ambos reseñado por ANDRUET, Armando S. (h) - BUSTOS
ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., p. 266, Nos 802 y 803, p. 287;
Nº 868 y p. 288; Nº 872. En el mismo sentido: Sala Penal, Sent. Nº 8, del 02/03/
2001, Foro de Córdoba, Nº 68, p. 261.
534
Confr. TSJ. Sala Civ. y Com., A.I. Nº 447, 30/12/1997, Foro de Córdoba,
Nº 43, p. 227, Nº 5. Véase nuestra nota a fallo “¿Quiénes son parte en el proceso
regulatorio?, publicada en LL Cba., 1991, ps. 202 y ss.

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276 02/06/2014, 10:10
ART. 108 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 277

sobre el tema535. Esto así, aún cuando en una declaratoria de


herederos, por ejemplo, se arguya haber descubierto bienes de
la sucesión antes ignorados, cuyo valor debe sumarse a la base
regulatoria ya establecida. Así lo exige la seguridad jurídica y
el derecho del deudor a liquidar su deuda en términos irrever-
sibles. Ello sin perjuicio del reclamo de daños que el abogado
pueda intentar, si hubiese mediado una maniobra ilegítima
para ocultar la existencia del activo de la herencia.
Lo dicho no excluye que, en circunstancias de excepción,
pueda practicarse una regulación parcial, que comprenda sólo
parte de la tarea profesional cumplida, o de los bienes que com-
ponen la base regulatoria, cuando por algún motivo no sea po-
sible la regulación total.
El proceso que nos ocupa adoptará la forma de incidente,
cuando se procure regular los honorarios devengados en un jui-
cio, del cual la instancia regulatoria es un accesorio (art. 426,
CPC)536 y será un proceso autónomo, cuando se trate de hono-
rarios devengados por servicios profesionales extrajudiciales,
inclusive los prestados en sede administrativa. En ambos ca-
sos, sea que se trate de un incidente o de un proceso autóno-
mo, el procedimiento será el que prevé el Código Arancelario,
sin perjuicio de la alternativa de optar por el procedimiento
ordinario que acuerda el art. 115.
Tal como reza la parte final del artículo, los puntos enume-
rados en sus cuatro incisos son materia de decisión en la ins-
tancia regulatoria, “siempre que no estuvieran resueltos”, por lo
que, habiéndose resuelto en el juicio principal la distribución
de las costas, la cuestión no puede reverse en el incidente de
regulación de honorarios, el que en tal caso se limitará a fijar
el monto a pagar y, con ello, tornar ejecutable una condena ya
dictada.
En caso de que en la resolución que dio fin a un juicio con-
tencioso no exista pronunciamiento sobre costas, se entiende

535
Confr. Cám. Civ. y Com. Villa María, 25/09/1991, LL Cba., 1992, p. 852.
536
En contra, sosteniendo que no es un incidente sino una “incidencia colate-
ral”, ARBONÉS, Mariano, “Algunas apostillas del nuevo Código Arancelario”,
en Foro de Córdoba, Nº 121, p. 30. La diferencia sería meramente semánti-
ca.

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277 02/06/2014, 10:10
278 ADÁN LUIS FERRER ART. 108

que éstas corren por el orden causado537, decisión tácita que


tampoco puede ser revisada en el incidente regulatorio538.
El cargo del pago de los honorarios a regular, será objeto
de resolución en el proceso regulatorio, sólo cuando fuese in-
cierta o discutida la identidad de los deudores contra los cua-
les los honorarios son exigibles, según la regla del art. 15.
Obviamente los sindicados como deudores de los honorarios
a regular, serán parte en el proceso (art. 116).

264. CUÁNDO ES NECESARIO EL INCIDENTE REGULATORIO

El incidente no es necesario en todo caso en que la regula-


ción haya sido diferida, sino sólo cuando no existe base para
practicarla y el proceso incidental resulta necesario para esta-
blecer el monto del juicio. Cuando la base existe o es fácilmen-
te determinable, procede la regulación sin trámite y el dere-
cho de defensa de las partes se ejerce por medio del recurso
procedente contra la regulación practicada539. Tal sería el caso
de los honorarios de la parte perdidosa, que conforme al art. 25
no son regulados de oficio en la sentencia y deben serlo a peti-
ción del interesado, sin necesidad de abrir un incidente.
El incidente será necesario, además, cuando aún existiendo
base regulatoria, sea necesario determinar no sólo el monto de
los honorarios reclamados, sino también el cargo de su pago.
Esto así porque la persona sindicada como deudor, merece

537
Confr. VENICA, Oscar H., Código Procesal Civil y Comercial, t. II, p. 45, con co-
piosas citas doctrinarias y jurisprudenciales.
538
Confr. VENICA, Oscar H., Juicios verbales, p. 379.
539
Confr. Cámara 8ª C. y C., auto Nº 122, del 05/05/88, reseñado por ANDRUET,
Armando S. (h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., p. 266,
Nos 804 y 805; Cám. 5ª C. y C., auto Nº 114, del 10/06/92, reseñado en Foro de
Córdoba, Nº 12, ps. 127 y 128, y A.I. Nº 53 del 14/03/1997, BJC, enero-marzo 1997,
p. 137; Cám. 3ª Civ. y Com., SJ, 1995-A-657, reseñado por VENICA, Oscar H. -
DE SOUZA, Roxana A. - FILIBERTI, Graciela del Carmen, ob. cit., p. 295. En contra,
sosteniendo que si el pedido de regulación de honorarios contiene cálculo de in-
dexación e intereses debe darse noticia al deudor, aun no siendo el caso del art. 105
de la ley 7269 (análogo al actual art. 108); Sup. Tribunal, Sala Laboral, Sent. Nº 98,
del 19/12/86, reseñado por ANDRUET, Armando S. (h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Mi-
guel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., p. 287, Nros 869 y 870 y Sent. Nº 40, del 18/
05/87, reseñado en la misma obra, p. 288, Nº 873.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


278 02/06/2014, 10:10
ART. 108 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 279

una alternativa de defensa que puede no quedar cubierta con


la instancia de apelación, ya que ésta no brinda posibilidades
probatorias540.

265. LA ACCIÓN CONTRA EL FIADOR DEL CONDENADO EN COSTAS

Habida cuenta que, según hemos dicho, el incidente de re-


gulación de honorarios es una verdadera acción de cobro de
los servicios profesionales de que se trata y que entre sus fi-
nes está “determinar el cargo de su pago”, se ha considerado
que el incidente regulatorio es vía idónea para reclamar el pago
de honorarios al fiador del condenado en costas541, sin perjuicio
de la posibilidad de citarlo al juicio principal que reconoce el
art. 15.

266. OPORTUNIDAD PARA OPONER LA PRESCRIPCIÓN

Bajo la vigencia de sistemas anteriores al Código Arancela-


rio, al igual que en otras jurisdicciones provinciales, se ha sos-
tenido que la defensa de prescripción no es admisible en el in-
cidente de regulación de honorarios, al cual se le atribuyen
alcances meramente declarativos; la prescripción sería oponible
recién frente a la acción de cobro que pueda promover el acree-
dor.
Esa doctrina ha perdido sustento a partir de la sanción de la
ley 7269542 ya que, según hemos visto, en el ordenamiento del
Código Arancelario el proceso regulatorio tiende no sólo a de-
terminar el monto de los honorarios, sino que implica el ejerci-
cio de la acción de cobro en contra de los demandados543, por lo
que la oportunidad debida para oponer la defensa de prescrip-

540
Confr. TSJ Sala Civil y Comercial, in re: “Bco. de la Pcia. de Cba. c/ Sergio Ra-
mos - Empresa Constructora S.R.L. - Ejecutivo - Rec. dir.”, A.I. Nº 294, 09/09/1998.
541
Confr. Cám. 8ª Civ. y Com., A.I. Nº 210 del 25/07/1988, reseñado por ANDRUET,
Armando S. (h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., p.
267 y ss., Nº 809 y ss.
542
Pese a lo cual algún fallo la sostuvo, aún luego de su sanción (Cámara 4ª C. y
C., Auto Nº 353, del 21/10/88, reseñado por ANDRUET, Armando S. (h) - BUSTOS
ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., p. 325).
543
Véase Nº 263.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


279 02/06/2014, 10:10
280 ADÁN LUIS FERRER ART. 108

ción (art. 3962, CC) es la contestación de la demanda incidental


y no el juicio ejecutivo posterior544.
Esto así, en tanto estemos en un proceso regulatorio, pero
no cuando, existiendo base, la regulación se practica oficiosa-
mente545, o a pedido de parte pero sin substanciación alguna546.
En estos supuestos, la defensa de prescripción carece de vía
procesal para articularse y, por tanto, debe ser planteada fren-
te a la ulterior pretensión de cobro.

267. LAS EXCEPCIONES DE PAGO O FALTA DE ACCIÓN

Siendo que el incidente regulatorio es —se reitera— una ac-


ción de cobro del precio de los servicios prestados, va de suyo
que es procedente articular en su contra defensas fundadas en
la inexistencia del derecho a cobrar honorarios; sea la exceptio
sine actione agit, sea la extinción del crédito por honorarios, como
consecuencia de su pago o por cualquier otra causa547. Esto así,
aun cuando en alguna oportunidad se ha resuelto lo contrario548.
Tal como quedó dicho en relación a la excepción de pres-
cripción, esto es así en el incidente previsto en el artículo en
comentario; cuando la regulación se practica sin trámite pre-
vio, en cambio, las defensas substanciales son inadmisibles en
la instancia regulatoria y deben ser planteadas en la ulterior
acción de cobro549.
Como consecuencia de todo ello, la excepción de falta de
legitimación causal, que el art. 809 del C. de P.C. admite en la

544
Confr. CABALLERO, Luis A., “La prescripción de los honorarios de los abogados
y procuradores”, SJ, Nº 920, del 18/02/93, p. 57; TSJ, Sala Civil y Comercial, in
re: “Gómez, Miguel O. Miguel Asencio - Declaratoria de herederos - Recurso di-
recto”, A.I. Nº 447 del 30/12/1997.
545
Confr. TSJ., Sala Civ. y Com., A.I. Nº 40 de 1998, in re: “Durán, Pedro Julio c/
Central Córdoba S.A. - Ordinario”.
546
Confr. TSJ, Sala Civ. y Com., A.I. Nº 73 del 23/03/2000 in re: “Egea, Andrés
(h) y otro c/ Egea Hnos. S.A. - Amparo”.
547
Confr. TSJ, Sala Civ. y Com., A.I. Nº 447 del 30/12/1997, Foro de Córdoba, Nº
43, p. 227, Nº 5.
548
TSJ, Sala Civ. y Com., A.I. Nº 276 del 25/08/1995, con calificada disidencia
del vocal Luis Moisset Espanés.
549
Conc. TSJ, Sala Civ. y Com., Sent. Nº 59 del 19/12/2003, in re: “Duarte, Car-
los Daniel c/ José Alvarado y otro - Ordinario”

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280 02/06/2014, 10:10
ART. 109 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 281

ejecución de honorarios, sólo podrá plantearse cuando la re-


gulación no ha estado precedida de la instancia procesal que
prevé el artículo en comentario; esto es cuando se ejecutan ho-
norarios regulados oficiosamente, o a pedido de parte pero sin
necesidad de incidente. Cuando la regulación es el desenlace de
un proceso incidental en el cual ha sido parte el ejecutado, el
pronunciamiento que admitió la demanda incidental hace cosa
juzgada, en términos que impiden alegar en la ejecución, las
defensas que pudieron y debieron articularse en el incidente550.

Tribunal competente y unificación


del proceso regulatorio

Art. 109. En el proceso o incidente regulatorio es compe-


tente el Tribunal de Primera Instancia en el fuero Civil
y Comercial y de Familia cuando correspondiere, inclu-
sive en lo relativo a los trabajos de segunda instancia o
recursos y acciones extraordinarias, a cuyo efecto los
Tribunales Superiores al dictar sentencia, deben esta-
blecer los porcentajes que deben aplicarse por los tra-
bajos cumplidos ante ellos. En los fueros de instancia
única es competente el Tribunal de Juicio, salvo los
casos en que la actuación se hubiera agotado en la eta-
pa instructoria, en cuyo caso la practican los jueces
de instrucción o conciliación.

268. JUEZ COMPETENTE EN EL PROCESO REGULATORIO

Es competente para entender en el incidente regulatorio el


Tribunal de primera o única instancia en que el juicio princi-
pal se haya desarrollado.
Tal como hemos dicho al comentar el art. 102551, el Código
Arancelario no ha previsto cuál es el tribunal competente para
solicitar regulación de honorarios por las tareas desarrolladas
fuera del ámbito judicial. Siendo así, el art. 6º, inc. 4, del C. de
P.C. nos conduce al Juzgado de Primera Instancia en lo Civil y
Comercial del lugar en donde se ha desarrollado la tarea pro-

550
Conf. TSJ, Sala Civ. y Com. , A.I. N° 183 del 27/07/2010, in re “Municipalidad
de Córdoba c/ Chateau S.A.”
551
Véase Nº 249.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


281 02/06/2014, 10:10
282 ADÁN LUIS FERRER ART. 109

fesional, ya que se trata del ejercicio de una acción tendiente al


cobro de una obligación de origen contractual; esto sin perjui-
cio de que el actor puede optar por el domicilio del demandado,
según la norma del art. 6º in fine del citado Código Procesal.
A nuestro juicio ésa es la regla aplicable, aún cuando se tra-
te de actuaciones preparatorias de la acción contencioso-admi-
nistrativa552. Esto así porque la relación entre el abogado y su
cliente es siempre un contrato civil, aún cuando el servicio
profesional esté referido a materia propia de un fuero dife-
rente. Por otra parte —vale agregar— no podría suponerse
competente al fuero contencioso-administrativo, porque éste tie-
ne la acotada competencia que le asigna el art. 1º de la ley 7182,
sin que pueda asignársele competencia por conexidad, por-
que los honorarios devengados en sede administrativa no
integran la condena en costas en el ulterior juicio contencio-
so 553.

269. REGULACIÓN EN LA SEGUNDA INSTANCIA

El Tribunal de grado debe regular honorarios por los traba-


jos en la alzada, si hay base regulatoria para ello (art. 26). La
fijación sólo de porcentajes está limitada al caso en que no exis-
ta base determinada554. Esto así porque el artículo que comen-
tamos alude al proceso o incidente regulatorio y éste resulta
necesario sólo “en el caso de honorarios diferidos por no haber
base o por haberlo pedido expresamente el profesional, así como
en el supuesto de retribución por trabajos extrajudiciales o ante

552
Confr. TSJ., Sala Civ. Com. y Cont. Adm., Auto Nº 533 del 04/12/1986 rese-
ñado por ANDRUET, Armando S. (h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ,
Raúl E., ob. cit., p. 259, Nº 788. En contra: VENICA, Oscar H., Juicios verbales, p. 385,
citando jurisprudencia nacional. Por nuestra parte hemos compartido esta úl-
tima postura en “Comentarios a la ley 8226” (Código Arancelario, p. 226) pero
nuevas experiencias y una mayor reflexión sobre el punto, han motivado el cam-
bio de opinión que expresamos en el texto.
553
Véase Nº 242.
554
TSJ, Sala C., C. y Cont. Adm., Auto Nº 369, 19/08/86, reseñado en Foro de
Córdoba, Nº 7, p. 76; Sala C. y C., Auto Nº 158, 17/06/87, reseñado por ANDRUET,
Armando S. (h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - F ERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit.,
ps. 27 y 271, Nos 818 y 819.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


282 02/06/2014, 10:10
ART. 110 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 283

la administración” (art. 108). Fuera de ese caso, resulta aplica-


ble el art. 26 y la Cámara debe practicar la regulación al dictar
sentencia 555.
A la inversa, si la base no está determinada, procede diferir
la regulación, sin que oficiosamente la Cámara pueda fijarla por
aplicación del art. 30, incs. 3 o 4, porque ello implicaría privar a
las partes de la posibilidad de alegar y probar sobre el punto556.
En ocasiones, la fijación de porcentajes por las cámaras de
apelaciones se practica con cierta ligereza, lo que puede provo-
car desenlaces dudosos o injustos al tiempo de poner cifras al
monto de los honorarios de que se trata. Por ello, se ha enten-
dido que no violenta la cosa juzgada la adecuación de esos por-
centajes a las pautas que deban entenderse implícitas en la
resolución de la Cámara, aún cuando se aparten de su tenor
literal. Así, por ejemplo, se ha resuelto que cuando la Cámara,
con cita del art. 37 de la ley 8226 (hoy art. 40), ha fijado como
honorarios en apelación un porcentaje del monto demandado,
sin advertir que lo discutido en la alzada no era el total demanda-
do, procede practicar la regulación en función de lo que ha sido
motivo de agravios, con ajuste a la norma que sirve de sustento
a la resolución dictada557; del mismo modo, frente a una resolu-
ción que, con motivo de la denegatoria de casación, dispone que
los honorarios deben regularse “en el 30% de lo estimado en la
resolución opugnada”, se ha entendido que la base regulatoria
no es el monto regulado en la resolución recurrida, sino el va-
lor económico discutido en el recurso, aún cuando el tenor lite-
ral de la resolución sugiere lo contrario558.

Interpretación de la ley

Art. 110. En los casos de oscuridad, insuficiencia o si-


lencio de este Código se aplican analógicamente las nor-

555
TSJ Sala Civil y Comercial, in re: “Durán, Pedro Julio c/ Central Córdoba S.A.
- Ordinario - Incida. de ejec.”, A.I. N° 40, 12/03/1998.
556
Confr. Cám. 8ª C. y C., Auto Nº 147, 24/05/88, reseñado por ANDRUET, Arman-
do S. (h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., p. 267, Nos 806/808.
557
Conf. TSJ, Sala Civ. y Com. A.I. N° 195, 15/08/2007, in re “Banco de la Pro-
vincia de Córdoba c/ G.N.C. San Martin y otros”.
558
Cám. 7ª Civ. y Com. A. Nº 23, 18/02/2010, in re: “Sabagh, José Rodolfo c/ Ban-
co Francés S.A.”.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


283 02/06/2014, 10:10
284 ADÁN LUIS FERRER ART. 111

mas que más se adecuen a la actividad profesional reali-


zada, armonizándolas con los códigos de procedimiento
que correspondan, de manera que aseguren una retri-
bución digna y equitativa por la actividad cumplida.

270. LOS ALCANCES DE LA NORMA

El artículo en comentario poco agrega a lo que al respecto


dispone la ley de fondo. Ante el silencio u oscuridad de la ley,
la aplicación de normas análogas y los principios jurídicos refe-
ridos al caso, está ordenada por el art. 16 del Cód. Civil; y en
cuanto a la necesidad de que los honorarios a regular confor-
men una retribución digna y equitativa de la tarea profesional,
tiene sustento en el art. 14 de la Constitución Nacional559. El
art. 17 de la carta magna, como contrapartida, impone respetar
el derecho de propiedad del deudor de honorarios, frente a la
pretensión de regulaciones desorbitadas.
Pero aún cuando pudiera suponérsela sobreabundante, la
regla expresada en esa norma no es un mero alarde retórico,
sino una prescripción de la que no resulta legítimo apartar-
se560. Ante una situación atípica, no contemplada en el ordena-
miento, o frente al silencio u oscuridad de la ley, la regulación
debe practicarse en función del sistema y economía del Códi-
go Arancelario, valorado en su integridad561, procurando arri-
bar a una retribución digna y equitativa, tanto para el profe-
sional cuando para todos los involucrados, letrados y obligados
al pago 562. Pero —vale la pena recordarlo— la pauta para ca-
lificar la dignidad y equidad del arancel es la que resulta del
Código Arancelario, no la que surja del criterio personal del
Juez, que puede no coincidir con aquél.

Actuaciones, costos y honorarios de peritos

Art. 111. Todas las actuaciones destinadas a obtener


regulaciones de honorarios de abogados, procuradores

559
Confr. Corte Suprema, 20/09/67, LL, 28-207, citando fallos 248-681, 252-368, 253-456.
En el mismo sentido, los fallos de la Corte que se publican en LL, 1977-D-184; 1977-
C-425; 1978-D-503 y 1980-A-500, entre otros muchos.
560
Confr. Cám. 5ª Civ. y Com., 12/03/1998, LL Cba., 1999, p. 90.
561
Confr. Cám. 5ª Civ. y Com., 24/05/1995, LL Cba., 1996, p. 356.
562
Confr. Cám. Civil y Com. San Francisco, 29/07/1988, LL Cba., 1989, p. 68.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


284 02/06/2014, 10:10
ART. 111 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 285

o peritos judiciales, o a ejecutar los regulados o conve-


nidos, no están sujetas a aportes previsionales, cole-
giales o de cualquier otra naturaleza. Dichas actuacio-
nes así como las medidas cautelares que tuvieran por
objeto asegurar la percepción de honorarios, no abo-
narán al inicio del trámite impuestos o tasas debien-
do los mismos ser incluidos en la planilla final y so-
portados por quien corresponda. Los honorarios de los
peritos y demás costos del pedido de regulación, son a
cargo de la parte que no efectuó una estimación funda-
da, o en su caso, de aquella cuya estimación haya re-
sultado más alejada de la tasación pericial.

271. ALCANCES DE LA EXIMICIÓN DEL PAGO DE TASAS Y APORTES

El art. 106 a ley 8226, eximía del previo pago de tasas y


aportes a “las actuaciones destinadas a obtener regulaciones
de honorarios o a ejecutar los regulados”. La extensión a los pe-
ritos de las garantía y privilegios que la ley acordaba a los aboga-
dos (art. 47 de la ley referida) permitía entender que el beneficio
se extendía al pedido de regulación de honorarios formulado
por un perito judicial563; la ley 9459 expresa formalmente esa
conclusión, y además agrega a los procuradores, que como he-
mos visto son una especialidad profesional extinguida en nues-
tro medio564.
Por otra parte, el nuevo texto legal puntualiza que la eximi-
ción alcanza no sólo a la ejecución de los honorarios “regulados”,
sino también los “convenidos”, lo que importa incluir en su ám-
bito de aplicación a la acción de cumplimiento del pacto de hono-
rarios celebrado entre el abogado y su cliente, o bien entre el
perito de parte y su comitente, aún cuando no se trate propia-
mente de una “ejecución”, sino de una acción declarativa.
La eximición del previo pago de tasas y aportes se hace ex-
tensiva al pedido de quiebra formulado por el acreedor de hono-
rarios. Si bien en el caso no se trata, stricta sensu, de una actua-
ción destinada a ejecutar el crédito por honorarios, igualmente
se trata del ejercicio de una acción emergente de dicho crédi-

563
Confr. TSJ en pleno, SJ, 1998-A-334, reseñado por VENICA, Oscar H. - DE SOUZA,
Roxana A. - FILIBERTI, Graciela del Carmen, ob. cit., p. 303.
564
Véase Nº 1.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


285 02/06/2014, 10:10
286 ADÁN LUIS FERRER ART. 111

to, por lo que la identidad de legitimación sustancial en uno y


otro caso, justifica aplicarles el mismo régimen en orden a la
eximición del previo pago de cargas previsionales y fiscales
inherentes al ejercicio de la acción. La voz “ejecutar” emplea-
da por la ley, abarca en sentido amplio los mecanismos lega-
les brindados al acreedor de honorarios para que satisfaga de
una u otra manera su pretensión. Sería un contrasentido que
sólo para las ejecuciones individuales se permitiera la citada
prerrogativa, y se impusiera el pago de dichos gastos para los
casos de ejecución universal, en los que la satisfacción del ho-
norario es todavía más ardua, al tener que transitar por un li-
tigio en concurrencia con otros acreedores, y con una incierta
posibilidad de cobro565.

272. LOS COSTOS PERICIALES

Respecto de los costos periciales, la parte final del artículo


sienta un criterio específico, distinto de la imposición de cos-
tas al vencido, que constituye la regla general. Al margen de
que la sentencia acoja la posición de una u otra de las partes,
los gastos de la pericia serán pagados por quien no formuló es-
timación fundada del valor del bien objeto de la pericia o por el
litigante cuya estimación estuvo más alejada del valor que en
definitiva se reconoció correcto. Aun cuando el texto alude a
“la tasación pericial”, va de suyo que el cotejo debe efectuarse
en relación al valor que el fallo asume como correcto, que ex-
cepcionalmente pude no coincidir con el dictamen del perito566.
Así, pues, cuando las partes discuten si un bien determina-
do constituye o no la base regulatoria, el costo de su tasación
pericial caerá sobre quien formuló una estimación más alejada
de la realidad, aun cuando en definitiva ese valor no sea toma-
do como base regulatoria; la parte que niega que dicho bien
constituya la base regulatoria, está igualmente obligada a es-
timar fundadamente su valor, so pena de cargar con el gasto

565
Confr. TSJ Sala Civil y Comercial, in re: “Cabalén, Gustavo Abel, Quiebra
pedida”, A.I. Nº 266, 25/08/98.
566
Confr MARTÍNEZ CRESPO, Mario, Código Arancelario para Abogados y Procura-
dores, ps. 244 y 245.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


286 02/06/2014, 10:10
ART. 112 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 287

pericial. Esta es la conclusión que surge de la interpretación


literal del artículo y responde a la intención del legislador,
que habiendo suprimido en el proceso regulatorio la imposi-
ción de costas al vencido (art. 112) resuelve el cargo del gasto
pericial en función de su resultado, valorado como controver-
sia especial, al margen del desenlace del litigio567.
Cuando por exceso en el ejercicio del derecho de defensa, el
fallo impone costas según lo admite para ese caso el art. 112,
cae la regla que estamos comentando y los costos periciales se
incluyen en la condena en costas568. Según veremos al comen-
tar el artículo siguiente, esa sanción puede tener una particu-
lar modalidad de aplicación, en relación a los costos de la prue-
ba pericial569.

Honorarios en el incidente o proceso regulatorio

Art. 112. Toda actuación destinada a la determinación de


honorarios, no genera costas para ninguno de los aboga-
dos actuantes, sin perjuicio de los convenios entre letra-
dos y partes. En los casos de “plus petitio” inexcusable, o
cuando la oposición exceda los límites razonables de la
defensa, las costas se impondrán al abogado peticionante
o al abogado del oponente respectivamente.
La retribución de los peritos no puede exceder el uno
por ciento (1%) del valor de los bienes que sirven de
base a su determinación y, en ningún caso pueden su-
perar el treinta por ciento (30%) de los honorarios a
regular al letrado.

273. LAS COSTAS EN EL PROCESO REGULATORIO

El art. 103 de la ley 7269, reproducido en el art. 106 de la


ley 8226, disponía que “toda actuación destinada a la determi-
nación de honorarios, no devenga, a su vez, honorarios para nin-
guno de los abogados o procuradores actuantes, sin perjuicio de
los convenios entre letrados y partes”.

567
Confr. TSJ, Sala Civil y Comercial, in re: “Incidente de regulación de honora-
rios en Grosso, Elsa Ana c/ Hugo R. Maldonado - Ordinario - Perención de la ins-
tancia”, A.I. Nº 130 del 28/04/98.
568
Ídem.
569
Véase Nº 275

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


287 02/06/2014, 10:10
288 ADÁN LUIS FERRER ART. 112

La privación del derecho a cobrar honorarios por la tarea


profesional cumplida en el incidente regulatorio, fue declarada
inconstitucional por violentar la presunción de onerosidad en
la prestación de todo servicio que impone el art. 1627 del Códi-
go Civil y privar al abogado o procurador de una retribución
justa por su trabajo (art. 14, CN)570.
En busca de una interpretación que compatibilice la dispo-
sición del artículo con el ordenamiento jurídico todo, en parti-
cular con la ley de fondo y la Constitución Nacional, el Tribu-
nal Superior entendió que lo excluido en el incidente regulatorio
era no la regulación de honorarios, sino la imposición de costas,
cuestión ésta (la imposición de costas) que no compromete
principio constitucional alguno, mientras el trato sea igualita-
rio para ambas partes571.
El art. 112 de la ley 9459 ha procurado adecuar el texto a
esta última doctrina, para lo cual reemplaza las palabras “no
devenga, a su vez, honorarios”, por “no genera costas”.
Así las cosas, el texto del artículo resulta técnicamente la-
mentable, ya que no se trata de que el incidente no “genere cos-
tas”, sino que cada uno carga con las propias, y esto se da res-
pecto de las partes, no de “los abogados actuantes”. De todos
modos, la evaluación de los apuntados precedentes legislativos
y jurisprudenciales, da a la reforma un sentido que no ofrece du-
das: en el incidente regulatorio no hay condena en costas, salvo
el caso de plus petición inexcusable o exceso en la defensa. La
actuación de los abogados sí devenga honorarios, a cargo del
comitente.

274. ALCANCES DE LA EXIMICIÓN DE COSTAS

La no imposición de costas establecida en el artículo se refie-


re a todas las actuaciones destinadas a la determinación del

570
Cámara C. y C. de Bell Ville, autos Nº 140 del 23/12/86 y Nº 147, 20/12/85,
reseñados en Foro de Córdoba, Nº 6, p. 167, Nº 22; Cám. C. y C. de San Francis-
co, 06/05/87, reseñado en LL Cba., 1988, p. 951, Nº 103.
571
Confr. TSJ, Sala Civil, A.I. Nº 385 del 31/08/99, LL Cba., 1999, p. 699. En con-
tra, sosteniendo la inconstitucionalidad, MARTÍNEZ CRESPO, Mario, Código Arance-
lario para Abogados y Procuradores, p. 247.

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288 02/06/2014, 10:10
ART. 112 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 289

monto de los honorarios, incluidos los recursos contra la re-


gulación practicada en primera instancia, sea oficiosamente o
como consecuencia de un incidente regulatorio572. Sí procede,
en cambio, la imposición de costas en la ejecución de honora-
rios ya regulados, sea por ejecución de sentencia o en un pro-
ceso autónomo573. Es también procedente la condena en cos-
tas, en los recursos en los que se discute no solo el monto de
los honorarios, sino la imposición de su pago, desde que la dis-
cusión referida a la imposición de costas, es cosa distinta de “la
determinación de honorarios”, y es solo respecto de ésta que
el artículo excluye la condena en costas.
En el caso de incidentes sustanciados durante el proceso
regulatorio, entendemos que tampoco deberán imponerse cos-
tas, salvo que tuviesen un objeto ajeno a la determinación de
los honorarios (por ejemplo: incidente de levantamiento de un
embargo) o cuando la articulación incidental se presente como
un abusivo ejercicio del derecho de defensa, situación ésta pre-
vista en el artículo en comentario 574. La opinión contraria ha
sido sostenida con base en el carácter excepcional de la nor-
ma575, pero creemos que las cuestiones incidentales que se plan-
tean durante el juicio son parte de las actuaciones destinadas a
la determinación de los honorarios y, por tanto, están com-
prendidas en la excepción que el artículo consagra576, conclu-

572
Confr. Cám. 7ª C. y C., Auto Nº 249, 14/08/87, reseñado por ANDRUET, Arman-
do S. (h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., p. 280, Nº
845; Cám. Civ. y Com. San Francisco, A.I. Nº7, del 08/02/1999, Foro de Córdoba,
Nº 58, p. 238.
573
Confr. Cámara 8ª C. y C., 16/09/86, LL Cba., 1987, p. 699. TSJ, Sala C. C. y
Cont. Adm., Auto Nº 411, 12/09/86, reseñado por ANDRUET, Armando S. (h) - BUS-
TOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - F ERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., p. 322, N os 982 y 983;
V ENICA, Oscar H., Juicios verbales, p. 410, Nº 173.
574
Confr. TSJ, Sala Civ. y Com., A.I. Nº 385 del 31/08/1999, in re “Incidente de
revocatoria de cosa juzgada írrita en autos Ruiz, Daniel O. y Mierez, Jorge Al-
berto - Sol Regulación de Honorarios en autos Bco. Central de la Rep. Argentina
en Centro Financiero S.A. Cía Financiera - Inc. Verif. Tardía”.
575
Cám. 8ª C. y C., 16/08/91, SJ, Nº 886, 28/05/92, y 03/03/2003, SJ, 1405, p. 377,
ambos citados por MARTÍNEZ CRESPO, Mario, Código Arancelario para Abogados
y Procuradores, p. 247.
576
Confr., Cám. Civ. y Com. San Francisco, A.I. Nº 135, del 15/12/1997, Foro de
Córdoba, Nº 53, p. 367.

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289 02/06/2014, 10:10
290 ADÁN LUIS FERRER ART. 112

sión esta que la jurisprudencia ha hecho extensiva al incidente


de caducidad de instancia577.

275. IMPOSICIÓN DE COSTAS COMO SANCIÓN

En los casos en que se haya sido excedido el límite que mar-


ca un regular ejercicio del derecho de defensa, las costas se im-
ponen no en razón del principio objetivo del vencimiento, sino
como consecuencia de la inconducta procesal, al punto de que
se imponen no a la parte, sino a su letrado, al cual debe serle
imputable la inconducta578.
En orden a las sanciones que merece el abuso procesal, es
sabido que “la sola falta de razón no es motivo de temeridad, pues
de lo contrario todo litigante que perdiera el pleito sería pasible
de la sanción; no lo es tampoco el error ni la negligencia”579. De
ello resulta que la plus petición a que alude el artículo en co-
mentario, para ser inexcusable, debe haber sido fruto de la
mala fe, sin que se configure por el solo hecho de que la petición
sea superior a la regulación que en definitiva se practique580; del
mismo modo, los límites del derecho de defensa del demanda-
do, estarán excedidos sólo cuando litigue a sabiendas de la jus-
ticia de lo que se le pide, conclusión que no puede extraerse del
mero hecho del vencimiento, sino de la índole artificiosa de los
medios empleados en la defensa581. Como en todos los casos de
inconducta procesal, el límite de la potestad disciplinaria está

577
Conf. TSJ, Sala Civ. y Com. A.I. N° 228 del 13/08/2010, in re: “Giordano, Eduar-
do y otro c/ Cinetur S.A.”.
578
Conf. TSJ, Sala Civ. y Com. Auto Interlocutorio N° 26 del 15 de febrero de
2005 in re: “Municipalidad de Córdoba c/ Coincar LTDA”; A.I. N° 423, 26/12/
2007, “Municipalidad de Córdoba c/ Sociedad Italiana Unione y Fratellanza”,
579
DÍAZ, Clemente A., Instituciones de derecho procesal civil, t. II-A, Abeledo-
Perrot, Buenos Aires, 1972, ps. 282 y 283, nota 246.
580
Confr. Cám. 7ª C. y C., Auto Nº 322, 07/10/1988, reseñado por A NDRUET ,
Armando S. (h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit.,
p. 281, Nº 849.
581
Confr. Cám. 3ª C. y C., Auto Nº 282 del 23/09/88, reseñado por ANDRUET, Ar-
mando S. (h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., p. 283;
Cám. 7ª Civ. y Com. A.I. Nº 59 del 01/04/1997, in re: “Cuerpo de Ejecución en
autos Trevisiol Eduardo Féliz c/ Hermenegildo Trevisiol - División de Condomi-
nio”.

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290 02/06/2014, 10:10
ART. 113 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 291

determinado por la garantía de defensa (art. 18, CN), de modo


que su ejercicio debe ser sumamente prudente, omitiendo la
sanción en caso de duda582.
Desde que la imposición de costas es, en este caso, una san-
ción por inconducta, se ha considerado procedente la imposición
parcial al incidentista, limitada a la parte del litigio que se con-
sidera promovida temerariamente583. Así ocurriría, por ejemplo,
con el costo de tasación pericial de un bien que ostensiblemen-
te no integraba la base regulatoria, pese a lo cual fue propuesto
como tal, caso en el que se justifica apartarse de la regla del art. 111
in fine e imponer su costo al actor, aún cuando el oponente no
haya formulado estimación alguna del valor de dicho bien584.

276. LÍMITE A LOS HONORARIOS DEL PERITO

La parte final del artículo fija un límite a la regulación de


honorarios de los peritos intervinientes, pero no excluye que
dicha regulación debe practicarse aplicando el art. 49, con pres-
cindencia del valor de los bienes tasados o de la suma en que
sean fijados los honorarios del abogado incidentista. Sólo si los
montos ajustados a la previsión del art. 49, exceden el 1% del
valor del bien o el 30% de los honorarios regulados, jugará la
limitación establecida en el artículo que comentamos.

Capítulo II
El trámite del proceso o incidente regulatorio
para abogados y peritos

Medidas previas y preparatorias. Prueba anticipada

Art. 113. En cualquier estado del proceso que dé lugar


a una eventual regulación de honorarios o antes de
iniciarse éste, cuando se tratare de cuestiones extraju-

582
MARTÍNEZ CRESPO, Mario, Temas prácticos de derecho procesal civil, p. 181, con
numerosas citas jurisprudenciales.
583
Cám. 7ª C. y C., Auto Nº 322 del 07/10/1988, reseñado por ANDRUET, Armando S.
(h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., p. 281, Nº 849.
584
Véase Nº 272.

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291 02/06/2014, 10:10
292 ADÁN LUIS FERRER ART. 113

diciales o administrativas, los profesionales actuantes


—abogados o peritos— debidamente acreditada esta cir-
cunstancia, puede solicitar las medidas previas y pre-
paratorias que establece el Código de Procedimiento Civil
y Comercial de la Provincia de Córdoba en sus artícu-
los 485 y 486.

277. MEDIDAS PREPARATORIAS Y PRUEBA ANTICIPADA

Según dispone el artículo, las medidas preparatorias o la


prueba anticipada pueden ser solicitadas desde que ha comen-
zado la tarea profesional susceptible de devengar honorarios.
Para que esa instancia preliminar sea admisible, es menester
que se dirija contra el sujeto pasivo de la obligación, esto es el
comitente, el condenado en costas o sus garantes, según dispo-
ne el art. 15. Consecuentemente, el abogado de una de las par-
tes en un juicio contencioso, no puede iniciar medidas preparato-
rias o solicitar prueba anticipada en contra de la otra, mientras
no haya una condena que ponga a cargo de ésta las costas del
juicio. El deudor de honorarios es —vale recordarlo— el clien-
te que contrató los servicios del abogado; es recién la condena
en costas la que acuerda acción al abogado en contra del venci-
do; hasta entonces, el oponente es un tercero, ajeno a la rela-
ción contractual entre el abogado y su comitente.
En el caso de los honorarios de peritos, la cuestión pasará por
la solución a que se arribe en orden al sujeto pasivo de los honora-
rios periciales, cuestión que como hemos visto al comentar el
art. 49, se presenta confusa en la jurisprudencia local585.
Si bien en principio la producción de prueba anticipada pro-
cede ante “motivos para temer que la producción de las pruebas
que se indican pudiese resultar imposible o muy dificultosa en
el período respectivo” (art. 486 CPC), la doctrina y la jurispru-
dencia la admiten ante “la manifiesta necesidad de contar con
ciertos elementos de juicio para fundamentar adecuadamente
una pretensión” 586, doctrina ésta que es de indiscutida aplica-

Véase Nº 114.
585

Cám. 2ª CC La Plata, LL, 71-110 y Cám. Fed. Bahía Blanca, LL, 92-177,
586

ambos citados por Lino E. PALACIO, Derecho Procesal Civil, t. VI, Abeledo-Perrot
Buenos Aires, 1987, p. 18, nota Nº 12, in fine.

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292 02/06/2014, 10:10
ART. 114 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 293

ción, toda vez que la petición del actor “persigue obtener un dato
que le permita proponer la acción sin defectos y el que no podrí-
a conseguir sin la intervención judicial” 587. Con ajuste a ese
criterio, se ha admitido la producción de prueba pericial pre-
via al pedido de regulación de honorarios, cuando la base regu-
latoria está dada por valores inherentes a la actividad de una
sociedad, a cuyo conocimiento el peticionante no puede acce-
der extrajudicialmente588.
La prueba anticipada debe sustanciarse con intervención
del obligado al pago contra quien el peticionante decida pro-
mover la acción (art. 487, tercer párrafo, CPC) y por aplica-
ción del art. 486 del C. de P.C., también el deudor de honora-
rios puede solicitar las medidas que en él se prevén.
El plazo previsto en el art. 485 in fine del C. de P.C., deberá
computarse desde que el peticionante esté en condiciones de
solicitar regulación de sus honorarios; no sólo la regulación pro-
visoria que admite el art. 11, sino la definitiva que permite li-
quidar la deuda con eficacia de cosa juzgada.

Requisitos de la petición que abre el proceso


o incidente regulatorio

Art. 114. La petición que abre el proceso o incidente regu-


latorio debe formularse por escrito en la forma ordi-
naria y contener una estimación fundada de la base e-
conómica y de la regulación pretendida, bajo pena de
inadmisibilidad.

278. CONTENIDO DE LA DEMANDA

La petición que abre el proceso regulatorio tiene los efectos


de una demanda (art. 115) y, en consecuencia, debe satisfacer

587
Cám. Nac. Apelaciones del Trabajo, Sala VI, in re “Tamayo, José Eduardo
c/ Notur S.R.L.”, 16/07/2010, La Ley Online: AR/JUR/42960/2010. Conf.:
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal,
Sala IV, in re “G., E. D. c. Ministerio de Defensa”, 07/03/2007, La Ley Online:
AR/JUR/3874/2007.
588
Cám. 3ª Civ. y Com., A.I. N° 32, del 09/03/2012, in re: “Bertolotto, Osvaldo Remigio
y otro c/ Coop. T.A. Cord. Ltda.”; en el caso se resolvió, además, que no obstaba
a la prueba anticipada, el hecho de que el peticionante hubiese formulado
una estimación provisoria de sus honorarios, al solicitar embargo preventivo.

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293 02/06/2014, 10:10
294 ADÁN LUIS FERRER ART. 114

los recaudos previstos en el art. 175 del C. de P.C. Siendo así,


va de suyo que el pedido de regulación de honorarios, para ser
admisible, debe contener una estimación fundada, tanto de la
base regulatoria, cuanto de los honorarios pretendidos589.
Sin embargo, el artículo exige una “estimación fundada” de
las regulación pretendida, que no es lo mismo que establecer el
importe demandado, con la precisión que impone el art. 175,
inc. 3, del C. de P.C. Por ello, entendemos que el incidentista
puede estimar el monto de los honorarios entre el mínimo y el
máximo de la escala aplicable, supuesto en el cual el allana-
miento del deudor al pago del mínimo impone la fijación de
los honorarios en esa suma. El criterio opuesto ha sido soste-
nido por el miembro informante de la Cámara de Diputados
en oportunidad de aprobarse el art. 105 de la ley 7269, repro-
ducido textualmente en la ley actual590, pero no se advierte le-
sión al derecho de defensa del demandado en admitir la de-
manda así promovida y, por el contrario, se permite disminuir
la litigiosidad, posibilitando el estímulo al allanamiento por una
suma mínima, sin perjuicio de aspirar a la máxima si el deman-
dado decide litigar. En definitiva en cualquier juicio puede el
actor reclamar una suma y simultáneamente ofertar en la de-
manda la posibilidad de un allanamiento por importe menor.
Superando esa flexibilidad en la estimación de los honora-
rios pretendidos, una posición más extrema ha sostenido que
la única exigencia importante es indicar la base regulatoria,
no los honorarios pretendidos, ya que con la sola estimación
de la base el demandado está en condiciones de defenderse y
el Juez puede regular honorarios, valorando el trabajo reali-
zado a fin de aplicar la escala arancelaria 591. Sin embargo, si
el actor no estima el honorario pretendido, el demandado no
estaría en condiciones de allanarse, lo que importa una ilegíti-

589
Confr. Cám. Civ. y Com. Marcos Juárez, 04/06/1998, LL Cba., 1999, p. 1210.
590
ORTIZ PELLEGRINI, Miguel A., Código Arancelario para Abogados y Procuradores
de la Provincia de Córdoba, Marcos Lerner Editora Córdoba, Córdoba, 1985, p. 84.
591
Cám. Civ. y Com. Villa María, Sent. Nº 20 del 07/04/2002, Foro de Córdoba,
Nº 94, p. 318, doctrina que esa Cámara ha reiterado en otros pronunciamien-
tos (véase OLCESE, Juan M., Código Arancelario para Abogados y Procuradores,
ps. 87 y ss.) y ha merecido apoyo doctrinario de Mariano ARBONÉS, en “Algunas
apostillas al nuevo Código Arancelario”, Foro de Córdoba, Nº 121, ps. 32 y ss.

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294 02/06/2014, 10:10
ART. 114 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 295

ma frustración del derecho de defensa. Esto así porque, como


enseñaba MANRESA hace más de un siglo, frente a la demanda de
monto incierto “el demandado no podría allanarse fácilmente a
la pretensión, ni combatirla con pleno conocimiento de causa”592.
La cita es antigua, pero no tanto como una regla que no ha va-
riado: toda demanda debe poner al demandado en condiciones
de ejercer con pleno conocimiento de sus riesgos la opción pro-
cesal de allanarse o litigar, lo que obviamente requiere conocer
el monto de la pretensión que se ejerce en su contra593.

279. EFECTOS DE LA ESTIMACIÓN CONTENIDA EN LA DEMANDA

Dado que el artículo impone formular una “estimación” de


la base regulatoria y los honorarios pretendidos, sin requerir,
como lo hace el art. 175, inc. 3, del C de P.C. la determinación
del monto pretendido “designado con exactitud”, surge la duda
sobre si el Juez puede, en función de la prueba producida y el
derecho que considera aplicable, regular una suma mayor a la
estimación formulada por el accionante. En nuestra opinión la
respuesta afirmativa se impone, ya que el artículo ha modificado
la exigencia que a toda demanda impone el inc. 3 del art. 175
del C. de P.C. en orden a la determinación precisa de la cosa
demandada; si para el caso particular del incidente regulatorio
se requiere sólo una estimación de la base regulatoria y los ho-
norarios reclamados, lo razonable es acordar algún efecto a esa
expresión, que no puede ser otro que excluir el valor de esta
estimación como tope insuperable del monto a regular594. No
se nos oculta que el tratamiento parlamentario de la ley 7269,
cuyo texto se mantiene hasta hoy, sugiere la conclusión opues-
ta; pero no menos cierto es que “sólo es ley el texto que ha sido

592
MANRESA, Ley de Enjuiciamiento Civil, t. 3, Imprenta de la Revista de Legis-
lación, Madrid, 1887, p. 16.
593
Confr. TSJ 06/09/95, LL Cba., 1996-790, entre otros.
594
Confr. MARTÍNEZ CRESPO, Mario, Código Arancelario para Abogados y Procura-
dores, p. 250; ARBONÉS, Mariano, “Algunas apostillas al nuevo Código Arancela-
rio”, Foro de Córdoba, Nº 121, ps. 32 y ss. Cámara Nac. Civ., Sala D, 07/05/87,
LL, 1989-A-359, con nota de Jorge L. KIELMANOVICH (“Aplicando la ley nacional 21.839”).
En contra, TSJ, 12/05/1986, SJ del 04/09/1986, citado por M ARTÍNEZ CRESPO,
Mario, Código Arancelario para Abogados y Procuradores, p. 250.

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295 02/06/2014, 10:10
296 ADÁN LUIS FERRER ART. 114

sancionado como tal”595 y a nuestro juicio el texto conduce a la


conclusión que sustentamos.
Obviamente esa posibilidad de superar el monto de la esti-
mación contenida en la demanda, no puede conducir a regular
honorarios por trabajos respecto de los cuales no se formuló pe-
tición, o computar en la base regulatoria bienes que no fueron pos-
tulados como tales en la demanda, cuestiones éstas sobre las cua-
les el demandado no tuvo oportunidad de contestar o probar596.

280. AMPLIACIÓN DE DEMANDA

Aún si entendiésemos que la estimación formulada en la de-


manda fija un límite que la regulación no puede superar, igual-
mente cabría la posibilidad de ampliar la petición hasta el dic-
tado del decreto de autos, según disponen los arts. 179 y 180
del C. de P.C. Tradicionalmente esa ampliación se ha entendi-
do referida al vencimiento de nuevos plazos o cuotas de la obli-
gación demandada, tal como dispone para el juicio ejecutivo el
art. 530 del C. de P.C.597; ése es el sentido que la doctrina le
daba a la norma análoga contenida en el viejo Código de Santa
Fe, que es la fuente del nuestro en esta materia598, y es también
la regla consagrada en el art. 331 del Código Nacional. En Cór-
doba, calificada doctrina ha interpretado en esa forma nues-
tros arts. 179 y 180, sin perjuicio de extender la regla a situacio-
nes análogas, como el reclamo de intereses u otros accesorios de
la obligación que motiva el juicio599.
Sin embargo, desde hace tiempo en la práctica judicial se
ha difundido la doctrina opuesta, conforme a la cual “los arts. 179

595
TSJ, Sala C. y C., Auto Nº 359, 10/12/87, con referencia a la interpretación de
otro artículo de la misma ley, contradicho por el mismo informe parlamentario.
596
Confr. Cám. 7ª Civ. y Com. 15/08/86, reseñado por ANDRUET, Armando S. (h)
- B USTOS A RGAÑARÁS , Miguel A. - F ERN ÁNDEZ, Raúl E., ob. cit, ps. 289 y 290,
Nos 877/879.
597
Confr. RAMACCIOTTI, Hugo, Compendio de derecho procesal civil y comercial de
Córdoba, t. I, Depalma, Buenos Aires, 1978, ps. 425 y ss., citando en el mismo
sentido a COLOMBO, PARODY y vieja jurisprudencia.
598
Véase PARODY, Alberto, Comentarios al Código de Procedimiento en lo Civil y
Comercial de la Provincia de Santa Fe, t. I, Lajouane, Buenos Aires, 1912, p. 162.
599
Confr., VENICA, Oscar H., Código Procesal Civil y Comercial, t. II, p. 238, citan-
do doctrina y jurisprudencia.

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296 02/06/2014, 10:10
ART. 114 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 297

y 180, Código Procesal, constituyen normas genéricas y no cir-


cunscriptas a los vencimientos de cuotas o prestaciones de tracto
sucesivo con posterioridad a la demanda. En su virtud, y siempre
que los hechos aducidos no impliquen un cambio de la acción, es
factible ampliar la petición del demandante, lo cual puede ha-
cerse en cualquier estado del pleito y sin sustanciación (en el caso,
al alegar) y sin que tampoco la ley fije límite o proporcionalidad
alguna en relación con la estimación primigenia” 600.
Hemos criticado esa doctrina, en tanto se la suponga apli-
cable como regla general601, pero la entendemos admisible en
el proceso abierto con motivo de la regulación de honorarios,
en atención a la particularidad de una demanda en la cual, tal
como hemos visto, las estimación de los honorarios pretendi-
dos, no juega como extremo condicionante del fallo a dictar, en
función del principio de congruencia.

281. CONSECUENCIAS DE LA FALTA DE ESTIMACIÓN

Si el peticionante de la regulación de honorarios omite for-


mular una estimación fundada de la base regulatoria y de los
honorarios pretendidos, es de aplicación el art. 176 del C. de
P.C., que permite al juez rechazar in limine la demanda u or-
denar que el demandante salve la omisión, bajo apercibimiento
de tener por desistida la instancia602.
Si pese a esa falencia se diera trámite al proceso regulato-
rio, el demandado podrá oponer la excepción dilatoria de de-
fecto legal (art. 184, inc. 4, CPC) tal como cuadra en cualquier
juicio declarativo, la que deberá ser resuelta al dictar senten-
cia, salvo que se hubiese dado al litigio el trámite ordinario
(art. 115) en cuyo caso la excepción se tramita y resuelve en
forma de artículo previo (art. 183, CPC).
Tratándose del trámite abreviado, alguna jurisprudencia
ha acogido la defensa de libelo oscuro, aún sin formal articu-

600
Cám. 8ª Civ. y Com., 30/08/2001, LL Cba., 2002, ps. 225 y ss.
601
Véase “El Proceso de Daños”, en AA.VV., El proceso de daños y perjuicios,
Mediterránea, Córdoba, 2008, ps. 53 y ss.
602
Confr. MARTÍNEZ CRESPO, Mario, Código Arancelario para Abogados y Procura-
dores, p. 249.

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297 02/06/2014, 10:10
298 ADÁN LUIS FERRER ART. 115

lación de la excepción de defecto legal, con sólo que el deman-


dado haya pedido el rechazo de la demanda por falta de estima-
ción de la base regulatoria, o del monto pretendido en concepto
de honorarios, entre otros motivos603. Tal solución es harto dis-
cutible, ya que en tal caso se omite el traslado previsto en el
art. 510 del C. de P.C., lo que deja al actor sin posibilidades de
contestar la excepción articulada. Antes bien parece que si el
demandado consiente que el trámite se lleve adelante, sin oponer
formalmente la excepción dilatoria, es porque acepta afrontar
el litigio en esos términos y, en consecuencia, el Juez deberá
en la sentencia regular honorarios, conforme a la base regula-
toria que resulte de la prueba y al arancel aplicable.

Trámite
Art. 115. Presentada la petición, tiene los efectos de
una demanda. Se le otorga el trámite de juicio abre-
viado, salvo que el peticionante solicitare el trámite
de juicio ordinario, si éste correspondiere.

282. TRÁMITE

El proceso regulatorio tramita en principio como juicio


abreviado, con las modificaciones establecidas en este título.
El peticionante puede solicitar el trámite de juicio ordinario,
“si éste correspondiere”, esto es si los honorarios pretendidos son
superiores a doscientos cincuenta jus (art. 418, inc. 1, CPCC).
Alguna doctrina ha entendido que la opción por el trámite
de juicio ordinario, sólo sería procedente cuando el proceso
regulatorio constituye un juicio autónomo, por tratarse de
honorarios correspondientes a tareas extrajudiciales; no así
cuando se trata de un incidente conexo al juicio principal en el
que los honorarios se han devengado 604. No compartimos esa
postura, ya que el ordenamiento no hace distingo alguno, en
función de la accesoriedad o no del proceso regulatorio, ni en
éste ni en ningún otro de los artículos que integran el título III,
referido al procedimiento regulatorio.

603
Confr. Cam. Civ. y Com. Marcos Juárez, 04/06/1998, LL Cba., 1999, p. 1210.
604
MARTÍNEZ CRESPO, Mario, Código Arancelario para Abogados y Procuradores,
p. 252.

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298 02/06/2014, 10:10
ART. 115 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 299

Aún habiéndose ejercido la opción por el juicio ordinario,


serán de aplicación las normas procesales del Código Arance-
lario que resultan compatibles con ese procedimiento y consti-
tuyen reglas generales del proceso regulatorio, tales como los
arts. 109, 111, 112, 114 y 117. La opción por el juicio declarativo
implica la adopción de un procedimiento más amplio, pero no
descarta la aplicación de normas que el ordenamiento ha con-
siderado reglas básicas de esta particular modalidad de proce-
so. También resultan aplicables, aún cuando el incidente tra-
mite como juicio ordinario, las normas que regulan la instancia
recursiva (arts. 121 y 122) desde que el trámite del recurso no
está condicionado en el C. de P.C. por el tipo de juicio de que se
trate y los arts. 121 y 122 han sido concebidos como regla para
la impugnación de los autos o sentencia que regulan honora-
rios, sin formular distingos605.

283. ACCIÓN PROMOVIDA POR EL DEUDOR

La instancia regulatoria puede ser promovida por el deu-


dor606 desde que tiene derecho a desobligarse (art. 505, C. Ci-
vil). El Código, por otra parte, ha admitido expresamente esta
posibilidad en el art. 32, inc. 2. En tal caso el trámite no varia-
rá respecto de la acción promovida por el acreedor, e inclusive
entendemos que la no contestación de la demanda por el abo-
gado generará las presunciones en favor del actor emergentes
del art. 117, aun cuando éste las reconoce al “profesional peti-
cionante”, en alusión al acreedor de honorarios, no al deudor.
Así lo impone el art. 16 de la Constitución Nacional, que veda
un tratamiento desigual a las partes en el proceso607.
Admitida la posibilidad de que el proceso sea promovido
por el deudor de los honorarios, va de suyo que éste podrá so-
licitar se adopte el procedimiento de juicio ordinario, según
dispone el artículo que comentamos. Alguna doctrina ha sos-

605
Véase el comentario a los arts. 121 y 122.
606
Confr. VENICA, Oscar H., Juicios verbales, p. 381.
607
VENICA, Oscar H., Juicios verbales, p. 382, sostiene lo contrario, ateniéndose al
texto del artículo. Claro está que se refiere a la ley 7269, signada por un sentido
protector del abogado, ausente en el actual Código Arancelario.

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299 02/06/2014, 10:10
300 ADÁN LUIS FERRER ART. 116

tenido lo contrario, entendiendo que el trámite abreviado es


un beneficio acordado al profesional, que sólo él puede re-
nunciar 608; pero ello importaría quebrantar la igualdad de las
partes en el proceso, lo que no está tolerado por el art. 16 de la
Const. Nacional. Vale advertir que las leyes arancelarias han
dejado de ser un instrumento legal puramente protectivo de
los honorarios profesionales —como lo eran hasta fines de los
ochenta— por lo que no parece acertado suponer que la opción
que el artículo acuerda al peticionante, deba ser reconocida
sólo cuando el actor es el acreedor de los honorarios a regular,
no así cuando la instancia sea del deudor.

Citación

Art. 116. Los obligados al pago contra quienes se haya


optado por promover las diligencias regulatorias son
citados en el domicilio constituido en el juicio princi-
pal, aunque hubiese actuado por apoderados, salvo el
propio cliente del peticionante que lo es en su domicilio
real. Al practicarse la notificación, se deberá transcri-
bir el texto del artículo 117 de esta Ley en la cédula.

284. CONTRA QUIÉN PUEDE DIRIGIRSE LA ACCIÓN

Desde que el artículo impone la citación de los “obligados al


pago contra quienes se haya optado por promover las diligen-
cias regulatorias” resulta claro que el actor puede dirigir la ac-
ción contra todos o algunos de los obligados al pago previstos
en los arts. 14 y 15, lo que coincide con el sistema de la ley de
fondo en materia de obligaciones solidarias o concurrentes609.
Por cierto la regulación así obtenida no vinculará al deudor que
no fue parte en el proceso regulatorio, de donde resulta que el

608
Véase MARTÍNEZ CRESPO, Mario, Código Arancelario para Abogados y Procura-
dores, p. 252.
609
Confr. TSJ, Sala C., C. y Cont. Adm., Auto Nº 202, del 16/05/86, reseñado por
ANDRUET, Armando S. (h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob.
cit., p. 291, Nº 880; VENICA, Oscar H., Juicios verbales, ps. 391 y 392. La Cámara
Segunda Civil y Comercial, en fallo del 31/10/90, ha considerado forzosa la par-
ticipación en el juicio de todos los obligados al pago (publicado, con nuestra crí-
tica en LL Cba., 1991, p. 201).

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


300 02/06/2014, 10:10
ART. 116 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 301

demandado podrá pedir la citación como terceros de aque-


llos contra los cuales tenga derecho a repetir los honorarios
(art. 19) e inclusive de quienes son con él codeudores solida-
rios, obligados a participar en el pago de la deuda de conformi-
dad al art. 717 del Código Civil610. El sistema de la ley 7269, que
hasta hoy se mantiene, ha sustituido el procedimiento regu-
latorio oficioso y colectivo previsto en las leyes 4776 y 6052, por
una acción incidental regulatoria pendiente de la instancia del
acreedor de honorarios611.
Algún fallo ha debido declarar expresamene que el conde-
nado en costas citado al incidente regulatorio, no está legiti-
mado para pedir la citación del comitente del abogado inciden-
tista612, lo que es obviamente así, ya que no existe solidaridad
ni acción de regreso del condenado en costas hacia el vencedor
en el litigio. A la inversa, sí puede el comitente demandado,
pedir la citación del oponente condenado en costas, porque el
art. 19 le permite repetir el pago de los honorarios que deba
pagar a su abogado.

285. LITISCONSORCIO NECESARIO

Cuando una gestión profesional ha sido cumplida en forma


sucesiva o simultánea por dos o más abogados, el proceso de
regulación de sus honorarios deberá necesariamente compren-
derlos a todos, ya que por aplicación de los arts. 22 y 23, existe
entre ellos una distribución de los honorarios devengados en el
caso, tal que la demasía en la suma acordada a uno, puede per-
judicar al otro. Se trata de un litisconsorcio necesario, “porque
necesariamente la decisión comprende y obliga a todos”613.
Por ese mismo motivo, si los abogados que actuaron con-
junta o sucesivamente han promovido por separado procesos

610
Es uno de los casos típicos de procedencia de la citación de terceros al proceso
(Confr. DEVIS ECHANDÍA, Hernando, Teoría general del proceso, t. II, p. 411, Nº 109).
611
Véase nuestra nota a fallo “¿Quiénes son parte en el proceso regulatorio?”,
LL Cba., 1991, p. 201.
612
Cam. 4ª Civ. y Com. A. N° 600 del 20/12/2007, Semanario Jurídico N° 1561
del 03/04/2008.
613
DEVIS ECHANDÍA, Hernando, Teoría general del proceso, t. II, p. 375, Nº 18.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


301 02/06/2014, 10:10
302 ADÁN LUIS FERRER ART. 116

regulatorios, procede su acumulación. Así resulta del art. 449


del C. de P.C., según doctrina que ha considerado procedente la
acumulación en “los casos en que causas sustancialmente distin-
tas tienen, empero, en común el título o el objeto o ambos conjun-
tamente. O bien cuando el título u objeto de una de las deman-
das guarda tal relación con el título u objeto de la otra, que las
decisiones a pronunciarse en ellas deberán tener el mismo fun-
damento”614, ya que de lo contrario “se sustanciarán en distintos
procesos reclamaciones idénticas, o estrechamente unidas o re-
lacionadas entre sí, con los inevitables trastornos y la posibili-
dad de fallos contradictorios”615.
Conforme al art. 450 del C. de P.C., la acumulación podrá
ser ordenada tanto a petición de parte, cuanto de oficio.

286. EL SUPUESTO DE APLICACIÓN DEL ART. 1º DE LA LEY 24.432

Cuando los honorarios se reclaman contra el condenado en


costas y pueda ser de aplicación la limitación contenida en el
art. 1º de la ley 24.432, se configura también un litisconsorcio
necesario, que comprende a todos los acreedores comprendi-
dos en el tope del 25% previsto en el art. 505 del Cód. Civil,
ya que el pronunciamiento, además de regular los honorarios,
debe en su caso imponer el cargo de su pago con ajuste a aquel
límite, prorrateado entre los profesionales acreedores, quedan-
do el saldo a cargo del comitente616. Obviamente si el abogado
pretende cobrar ese saldo a su cliente, deberá también hacerlo
parte en el incidente.
El proceso deberá incluir, en consecuencia, a todos los acree-
dores de honorarios a cargo del condenado en costas (con ex-
cepción de los de su propia defensa) devengados en primera o
única instancia, los que podrán formular la estimación de sus
honorarios. La sentencia deberá contener la regulación de ho-
norarios de todos los interesados, aún de aquellos que no ha-

614
COLOMBO, citado por RAMACCIOTTI, Hugo, Compendio de derecho procesal civil y
comercial de Córdoba, t. I, p. 282.
615
CARAVANTES, citado por RAMACCIOTTI, Hugo, Compendio de derecho procesal civil
y comercial de Córdoba, t. I, p. 282.
616
Véase comentario al art. 36, Nº 76 y 77.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


302 02/06/2014, 10:10
ART. 116 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 303

yan concurrido al juicio, porque sólo así resulta posible ajustar la


responsabilidad del deudor al límite del art. 505. En su caso, el
fallo deberá practicar la reducción prorrateada que dispone el
referido artículo del Código Civil, e imponer el pago del sal-
do al comitente, si hubiese participado en el proceso.

287. NOTIFICACIÓN AL DOMICILIO REAL

La necesidad de citar al cliente del incidentista en el domi-


cilio real, se impone por razones obvias: la acción así promovida
importa contradicción de intereses entre el abogado y su cliente,
por lo que mal puede ser éste citado en el domicilio de aquél. Si
el ex cliente del peticionante ha comparecido al juicio y cons-
tituido un nuevo domicilio, la exigencia del artículo se satis-
face citándolo en el nuevo domicilio especial constituido617.
Calificada jurisprudencia ha considerado que esta exigencia
de notificación al domicilio real del cliente, debe hacerse ex-
tensiva a toda regulación de honorarios, desde que potencial-
mente se da la misma contradicción de intereses618, de donde
resultaría que “en la relación entre el profesional y el cliente repre-
sentado por el primero, una regulación de honorarios sólo queda
firme de resultar consentida, una vez transcurrido el plazo legal
a partir de la notificación en el domicilio real”619.
Tal conclusión importa negar en este caso particular los
alcances de la representación establecidos en el art. 94 del
C. de P.C. y arts. 1869, 1870, inc. 6, y 1946 del C. Civil y no condi-
ce con la práctica tribunalicia, que no requiere la notificación
de la sentencia que contiene regulaciones de honorarios al do-
micilio real de los litigantes, exigencia ésta que sería necesa-
ria como paso previo a la elevación del expediente a la Cá-
mara con motivo de cualquier recurso, si se supusiese que la
notificación practicada al apoderado o patrocinante es insufi-

617
Confr. VENICA, Oscar H., Juicios verbales, p. 393.
618
Cám. 8ª Civ. y Com. Auto Nº 195 del 07/07/88, reseñado por ANDRUET , Ar-
mando S. (h) - B USTOS A RGAÑARÁS , Miguel A. - F ERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit.,
p. 291, Nº 882; en el mismo sentido: Cám. 5ª Civ. y Com., in re: “Alos de Abdalar,
Graciela c/ Alcides Luis Vercellone - Desalojo”, A.I. Nº 224, 16/08/1996.
619
Cámara 8ª C. y C., Auto Nº 156, 25/06/1992, in re: “Recurso directo en Belar-
dinelli, Ángel J. c/ Enosis Construcciones S.A. - Ordinario”.

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303 02/06/2014, 10:10
304 ADÁN LUIS FERRER ART. 117

ciente para asegurar la eficacia del fallo en cualquiera de sus as-


pectos o respecto de cualquiera de los interesados. El mandante
es deudor de los gastos en que ha incurrido el mandatario y de
los honorarios de su gestión, los que en principio se producen
y liquidan sin intervención de aquél (arg. arts. 1952, 1956, 1957
y conc. del C. Civil), sin perjuicio de la responsabilidad emer-
gente de los arts. 1904, 1908 y conc. del Código Civil, que el man-
dante puede hacer valer frente al proceder culpable o doloso de
su representante.
Aun respecto del mero patrocinante (no apoderado) las con-
clusiones no variarán, porque el patrocinio importa el ejercicio
de la representación del cliente en materia de notificaciones
(arts. 143, inc. 2, y 146 del C. de P.C.).
A nuestro juicio la exigencia de notificación al domicilio real
contenida en el artículo en comentario, está referida al caso
en que el abogado haya resuelto promover en contra de su co-
mitente la acción incidental regulatoria, opción que marca un
enfrentamiento entre abogado y cliente que no cabe presumir
con motivo de la regulación de honorarios practicada oficiosa-
mente, como accesorio de la condena o absolución contenida en
la sentencia, por lo que ésta no requiere ser notificada al domi-
cilio real del comitente.

Falta de oposición

Art. 117. La falta de contestación de la petición o la fal-


ta de oposición fundada a la estimación de la base y de
la regulación efectuada por el profesional peticionante
creará una presunción favorable a las pretensiones de
éste; sin perjuicio de ello el Tribunal deberá proveer las
medidas necesarias para determinar, objetivamente, el
valor de los bienes o créditos base de la regulación, de-
terminación que se hará mediante resolución fundada.

288. CONSECUENCIAS DE LA FALTA DE OPOSICIÓN

El art. 108 de la ley 7269 (antecedente del actual art. 117)


disponía que “la inasistencia a la audiencia o la falta de oposi-
ción fundada a la estimación de la base y de la regulación efec-
tuada por el profesional peticionante, determina que se dicte
regulación en el mismo acto y sin más trámite, conforme a la

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


304 02/06/2014, 10:10
ART. 117 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 305

proposición formulada y a lo dispuesto por este Código”. La


ley 8226, en términos que la ley 9459 reproduce, asignó a la
inasistencia del demandado o su falta de oposición fundada, el
sólo alcance de constituir una presunción favorable a las pre-
tensiones del accionante, presunción ésta que no basta para
fundar el fallo, ya que se impone al juez la obligación de “pro-
veer las medidas necesarias para determinar objetivamente el
valor de los bienes o créditos base de la regulación”.
Así las cosas, resulta claro que la presunción impuesta en el
artículo encuadra en lo que la Ley Procesal llama “presuncio-
nes judiciales” (art. 316 del C. de P.C.) pero de una singular en-
tidad, ya que el sólo hecho de haber sido expresamente estable-
cida para este caso, significa que debe asignársele mayor poder
de convicción que a la prevista en la norma general del art. 192
del C. de P.C.
Cuando el demandado no contesta la pretensión regulato-
ria, la prueba que el juez debe producir oficiosamente, no es la
destinada a averiguar un extremo respecto del cual no existe
noticia alguna, sino la que permita confirmar o rectificar una
verdad presumida (la invocada por el accionante). Consecuen-
temente, si esa presunción está confirmada por indicios ciertos
emergentes de la causa, el juez tendrá fundamento suficiente
para practicar la regulación, sin necesidad de apelar a costo-
sos dictámenes periciales; si de tasar un automóvil se trata,
por ejemplo, el informe sobre el valor que a una unidad de esa
marca y modelo se asigna en los contratos de seguro, confirma-
torio de la estimación formulada por el actor, es suficiente para
dictar resolución, sin necesidad de nombrar un perito valuador;
otro tanto ocurrirá si ése es el valor que las partes han atribui-
do al bien de que se trate, en el contrato que motiva el juicio.
Éstas son las reglas cuando el demandado no contesta la
demanda que abre la instancia regulatoria. Cuando sí contesta,
pero al responder no discute el valor asignado a la base regula-
toria, entonces la presunción adquiere mucho más fuerza aún,
porque en este caso el silencio implica una confesión ficta, tal que
el sólo hecho de que los valores propuestos por el peticionante
no sean irracionales o estén desmentidos por las constancias de
autos, será fundamento suficiente para regular sobre esa base.
Esto es así porque, aun cuando la doctrina más difundida
aplica por igual la presunción del art. 192 del C. de P.C. a la de-

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


305 02/06/2014, 10:10
306 ADÁN LUIS FERRER ART. 118

manda no contestada y a la contestación insuficiente, sin em-


bargo siempre se le ha atribuido al segundo de los casos una
mucha mayor significación620, al punto de que la falta de negati-
va en él responde respecto de determinados extremos de la de-
manda, se ha considerado prueba suficiente de ese extremo621.
Si, tal como hemos dicho, la presunción del artículo en comenta-
rio debe valorarse como más fuerte que la emergente del art. 192
del C. de P.C., resulta claro que la conducta del demandado en el
incidente regulatorio, que no cuestiona fundadamente la esti-
mación de la base regulatoria formulada por el incidentista,
importa un reconocimiento del acierto de esa estimación.

289. CARGA DEL PAGO DE LA PERICIA OFICIOSA

Si ante la incontestación de la demanda y por aplicación del


artículo en comentario el juez decide producir prueba pericial,
su costo recaerá siempre sobre el demandado, ya que éste es
quien no efectuó una estimación fundada (art. 111) aun cuando
la conclusión del dictamen diste mucho de la formulada por el
accionante.

Régimen especial para la prueba pericial

Art. 118. A los fines de la prueba pericial, puede con-


cederse un tiempo suplementario cuando las circuns-
tancias así lo exijan, a criterio del Tribunal; pero debe
emplazarse por dicho término —que es perentorio—, a
los peritos, bajo apercibimiento de responder por las
costas de un nuevo peritaje.

290. LOS ALCANCES DE LA NORMA

En orden a la prueba pericial, la fijación de un plazo para


producir el dictamen y la posibilidad de una prórroga a solici-
tud del perito, están previstas en los arts. 265 y 276 del C. de
P.C. Habida cuenta el tiempo que demanda la designación de

Véase CARLI, Carlo, La demanda civil, Lex, Buenos Aires, 1973, ps. 256 y ss.
620

Véase la jurisprudencia citada por RAMACCIOTTI, Hugo, Compendio de derecho


621

procesal civil y comercial de Córdoba, t. I, p. 483, nota Nº 18.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


306 02/06/2014, 10:10
ART. 118 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 307

perito y aceptación del cargo, es habitual que el plazo para pro-


ducir el dictamen, termine superando los quince días del térmi-
no probatorio que el art. 511 del C. de P.C. prevé para el juicio a-
breviado. Así, pues, el artículo en comentario no innova cuando
alude a un “tiempo suplementario” para producir el dictamen.
La singularidad de la norma es que, conforme a su texto, en
el proceso regulatorio, cuando el plazo acordado para producir
el dictamen es prorrogado más allá del término de prueba, el
Juez debe conminar al perito bajo un apercibimiento que el or-
denamiento común no ha previsto, esto es exigir la presenta-
ción del dictamen, bajo apercibimiento de cargar con las costas
de un nuevo peritaje.
En la práctica judicial, tanto el plazo para producir el dicta-
men cuanto su eventual prórroga, se establecen sin formular el
apercibimiento del artículo en comentario. Si en algún caso se
lo pusiese en práctica, entendemos que el apercibimiento de
cargar con las costas de un nuevo peritaje, se suma al que prevé
el art. 280 del C. de P.C.
No se advierte el porqué de establecer un apercibimiento más
severo en el proceso regulatorio, respecto del aplicable en otros
tipos de juicios, pero lo cierto es que así resulta del artículo que
nos ocupa.

291. EL DICTAMEN EXTEMPORÁNEO

El plazo acordado al perito para producir el dictamen es


fatal (art. 49, inc. 4, CPC)622 pero, sin embargo, buena jurispru-
dencia tiene dicho, en relación al proceso regulatorio, que des-
de que el Juez puede acordar un término más amplio para produ-
cir la prueba pericial, nada obsta a que el dictamen sea agregado
luego de vencido el plazo, aun cuando la ampliación no haya
sido acordada previamente623. La solución es justa, al menos
mientras no haya existido un formal planteo de negligencia por
parte del oponente; esto en especial porque el art. 117 impone
al Juez un rol activo en la búsqueda del valor real de los bie-

Confr. VENICA, Oscar H., Código Procesal Civil y Comercial, t. II, p. 482.
622

Confr. Cám. 8ª C. y C., Auto Nº 179 del 15/06/1988, reseñado por ANDRUET,
623

Armando S. (h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., p. 295,
Nº 891.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


307 02/06/2014, 10:10
308 ADÁN LUIS FERRER ART. 119

nes objeto del juicio, lo que no se compadece con la privación


de un elemento de prueba relevante, en nombre del extremo
ritualismo.

292. LA PERICIA ORDENADA DE OFICIO

En el caso de la prueba pericial dispuesta oficiosamente


por el Juez por aplicación del art. 117, en los hechos la ins-
tancia para diligenciarla quedará a cargo del actor, pero aun
cuando éste considerase innecesaria esa prueba, no podrá in-
vocar el vencimiento del plazo del art. 511 del C. de P.C. —o el
de su ampliación— para requerir el inmediato dictado de sen-
tencia, ya que el art. 325 del C. de P.C. habilita al Juez para di-
ligenciar medidas para mejor proveer “una vez concluida la
causa”, norma que debe aplicarse por analogía, desde que en
ambos casos se trata de diligencias probatorias que el Juez
oficiosamente considera necesarias para dictar sentencia.

Articulaciones incidentales y sus recursos.


Efecto diferido

Art. 119. Las articulaciones incidentales que se promue-


van se tramitan como recurso de reposición y se re-
suelven en la sentencia.

293. ALCANCES Y APLICACIÓN DE LA NORMA

Obviamente la norma no es aplicable, cuando se trata de


incidentes que no obstan a la tramitación y desarrollo del pro-
ceso principal y, en consecuencia, constituyen una controversia
desvinculada de éste. Tal el caso, por ejemplo, de un incidente
de levantamiento de embargo, que puede y debe ser tramitado y
resuelto, al margen del proceso regulatorio, y que además con-
cluye en una resolución apelable, según dispone el art. 515, se-
gundo párrafo, del C. de P.C.
El artículo reproduce el texto del art. 114 la ley 8226, a su
vez tomado de la ley 7269. Bajo la vigencia del anterior C. de P.
C., (ley 1419) su aplicación resultaba imposible cuando en el
incidente había hechos controvertidos, ya que en aquél ordena-
miento la reposición no admitía apertura a prueba. Admitida
la apertura a prueba de la reposición por el nuevo art. 359 in

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308 02/06/2014, 10:10
ART. 120 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 309

fine del C. de P.C. (ley 8465) esa cuestión ha quedado supera-


da. Todo incidente se tramitará según el procedimiento pre-
visto en el citado art. 359 del C. de P.C., con apertura a prue-
ba si existiesen hechos controvertidos. Esto en orden al trámite
de la incidencia, no así en cuanto a los plazos para articularla;
si se trata de un planteo de nulidad, por ejemplo, será de apli-
cación el plazo de cinco días del art. 78 del C. de P.C., no el
de tres días que el art. 359 prevé para el recurso de reposi-
ción.
Tramitado el incidente, posponer su resolución para el dic-
tado de sentencia, puede carecer de sentido. Articulada la nu-
lidad de la citación del art. 116, por ejemplo, y tramitada la
incidencia, va de suyo que el Juez debe resolver esa contro-
versia, para así disponer la continuidad o anulación del pro-
ceso; lo contrario, implicaría desarrollar y tramitar un proce-
dimiento anticipadamente objetado en su validez. La Ley Procesal
ha tolerado esa posibilidad, por razones de economía procesal, al
disponer el efecto diferido de la apelación en el juicio abrevia-
do (art. 515, CPC); esto implica acordar ejecutividad a la reso-
lución de primera instancia, para evitar así que las apelacio-
nes de resoluciones interlocutorias dilaten la tramitación del
pleito; pero sin pronunciamiento de primera instancia y es-
tando ya tramitado el incidente, no se advierte razón ni eco-
nomía alguna en impedir que sea resuelto, arriesgando así
llevar adelante un proceso nulo. Creemos que en estos ca-
sos el Juez debe resolver el incidente y la resolución que dic-
te será apelable con los efectos diferidos que prevé el art. 515
del C. de P.C.

Recursos contra la resolución definitiva

Art. 120. Contra las resoluciones definitivas, proceden


los recursos ordinarios y extraordinarios, estableci-
dos en los códigos de procedimiento del fuero que co-
rresponda.

294. RECURSOS ADMISIBLES

Los recursos ordinarios serán procedentes cuando la regu-


lación no haya sido practicada por un Tribunal de segunda o

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


309 02/06/2014, 10:10
310 ADÁN LUIS FERRER ART. 120

única instancia, respecto de cuyos pronunciamientos sólo ca-


ben recursos extraordinarios624.
Los recursos extraordinarios procederán por las causales
que la ley establece respecto de cada uno de los fueros, sin que
pueda acordarse al artículo en comentario, el alcance de crear
un motivo de casación o inconstitucionalidad distinto del que
cada ordenamiento formal prevé625.
Sin perjuicio de ello, la norma obliga a interpretar extensiva-
mente el articulado de algún ordenamiento. Así, por ejemplo, el
motivo formal de casación se abrirá en materia penal, no sólo
por la inobservancia de normas del Código Procesal de ese fue-
ro, según dispone su art. 468, inc. 2, sino además ante la even-
tual infracción a las reglas de procedimiento que contiene el
Código Arancelario. Del mismo modo, habrá que reconocer le-
gitimación al abogado para recurrir sus honorarios, aún cuan-
do no esté entre quienes pueden interponer casación confor-
me a los arts. 470 y ss., del Código Procesal Penal626.
En el caso particular del fuero contencioso-administrativo,
el procedimiento es en principio de única instancia, salvo cuan-
do se trata de acciones promovidas en contra de la provincia,
supuesto éste en que la sentencia es apelable ante el Tribunal
Superior (art. 43, ley 7182). Siendo así y habida cuenta la asi-
milación ente la regulación de honorarios y la sentencia defi-
nitiva, contra la regulación de honorarios practicada por la
Cámara Contencioso-Administrativa procederá el recurso de
casación, no la apelación, salvo cuando en el juicio sea parte
la Provincia, supuesto en el que procede el recurso de apela-
ción, no así la casación627.

624
Confr. TSJ, Sala Cont. Adm., Auto Nº 21, 20/04/1987, BJC, vol. XXXI, t. II,
1987, p. 136.
625
Confr. TSJ, Sala Civ. y Com., 08/05/1996, LL Cba., 1997, p. 279, entre otros.
626
Confr. PERRACHIONE, Mario C., “Recursos contra la regulación de honorarios
según el foro”, Foro de Córdoba, Nº 17, ps. 93 y ss.
627
Confr. TSJ. Sala Civ. y Com., 01/06/1989, LL Cba., 1990, p. 309; TSJ, Fallo
Nº 37, 11/04/2001, in re: “Luzzardi, Juan Carlos c/ Superior Gobierno de la Pro-
vincia de Córdoba - Plena Jurisdicción”, citado por MARTÍNEZ CRESPO, Mario, Có-
digo Arancelario para Abogados y Procuradores, p. 258.

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310 02/06/2014, 10:10
ART. 120 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 311

295. PROCEDIMIENTO APLICABLE

El trámite de los recursos extraordinarios será el que co-


rresponda a cada fuero. La apelación, en cambio, en cualquier
fuero deberá ajustarse a lo previsto en los arts. 121 y 122 del
Código Arancelario, toda vez que lo impugnado sea sólo la re-
gulación de honorarios. Cuando se apela simultáneamente lo
resuelto sobre el fondo, el procedimiento es el que correspon-
de a la apelación sobre la cuestión principal, que deberá ajus-
tarse a la norma procesal aplicable al fuero de que se trate628.

296. LEGITIMACIÓN

En orden a la legitimación para recurrir la regulación de


honorarios, rige la regla general del art. 354 del C. de P.C., es
decir que puede recurrir el abogado acreedor de los honora-
rios y quienes están obligados al pago por aplicación de los
arts. 14 y 15; cada uno de ellos en función de su interés, esto
es el abogado para aumentar los honorarios regulados o el deu-
dor para reducirlos.
Por aplicación de esa regla, se ha dicho que el litigante no
puede pretender por vía recursiva que se aumenten los hono-
rarios de su abogado 629, aún cuando el recurso esté patrocina-
do por el letrado de cuyos honorarios se trata630, y se ha consi-
derado inadmisible el recurso en el cual el abogado que participa
en el juicio como apoderado de su cliente, recurre pidiendo
que sus honorarios sean aumentados, ya que es el abogado por
derecho propio y no su parte representada, quien tiene inte-
rés en aumentar los honorarios regulados631. Son conclusiones
técnicamente correctas, pero en especial la última suena de-
masiado a exceso ritual, ya que parece obvio que en tal caso el
abogado recurre por derecho propio, aún cuando inadvertida-
mente omita aclararlo en su presentación. Creemos que más ra-
zonable es requerir al recurrente que aclare la calidad en que
recurre.

628
Véase comentario al art. 121.
629
Cám. 7ª Civ. y Com. 19/11/2008, Semanario Jurídico N° 1700, 02/04/2009, p. 440.
630
Conf. TSJ, Sala Civ. y Com., 13/10/2010, LL Cba. 2011 (marzo), p. 163.
631
TSJ, Sala Civ. y Com., 17/09/1991, LL Cba., 1992, p. 344.

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312 ADÁN LUIS FERRER ART. 120

El abogado tiene acción para cobrar sus honorarios al con-


denado en costas (art. 15) pero ello no le confiere legitimación
para cuestionar el pronunciamiento sobre costas, cuestión que
involucra directa e inmediatamente a quien es parte en el pro-
ceso, no a su abogado. La causa del crédito por honorarios es
el contrato entre el abogado y su comitente y, por tanto, es en
principio éste el deudor del estipendio. La condena en costas
importa una obligación de reembolso de los gastos que ha debi-
do afrontar el vencedor para defender su derecho (entre otros
los honorarios profesionales) de donde resulta que es a la par-
te, no a su abogado, a quien beneficia o perjudica. La acción
directa que se acuerda al abogado contra el contrario conde-
nado en costas responde a razones de economía procesal, pero
es en definitiva una suerte de acción oblicua (art. 1196, CC)
que no altera el carácter resarcitorio de la condena en costas,
definida ésta como una “indemnización debida por el vencido a
su adversario”632. Esta es la doctrina sentada por el Tribunal
Superior desde hace algunos años633 y sostenida hasta donde
tenemos conocimiento634.

297. LA CASACIÓN CIVIL

En materia de casación, el fuero civil y comercial tiene la


particularidad de que el recurso por el motivo substancial,
está condicionado a la existencia de jurisprudencia contra-
dictoria (art. 383, inc. 3 y 4 del CPC) con lo cual la mera inob-
servancia de la ley sustantiva no basta para abrir la instancia
revisora.
En su momento y frente a la violación de las leyes arancela-
rias, el Tribunal Superior de Justicia sentó doctrina diciendo
que “las violaciones de las leyes arancelarias —normas integrati-
vas del Código Procesal en cuanto determinan el modo de liquidar
las costas— constituyen infracciones de forma susceptibles de ser
denunciadas y corregidas por la vía del inc. 5, art. 1272, CPC (hoy

632
REIMUNDÍN, Ricardo, La condena en costas en el proceso civil, p. 62.
633
Confr. TSJ Sala Civ. y Com., 06/02/1996, LL Cba., 1996, p. 681.
634
Confr. TSJ Sala Civ. y Com., Sent. Nº 97 del 25/08/1999, in re: “Muñoz, Lo-
renzo y otra c/ D.I.P.A.S. - Ordinario”; A.I. Nº 206 del 12/02/2000, in re: “I.C.I. Ar-
gentina S.A.I.C. c/ Daniel Víctor Regondi - Ordinario”.

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312 02/06/2014, 10:10
ART. 120 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 313

art. 383, inc. 1) medio impugnativo que autoriza al Tribunal a


controlar no sólo la estructura sino también el contenido de las de-
cisiones regulatorias para verificar en concreto el cumplimiento
de las disposiciones que fijan el honorario profesional”635. Esta
doctrina permitía corregir por esta vía no sólo los errores
in procedendo, sino también la errónea aplicación de la ley636,
sea esta sustancial o procesal, aunque por cierto lo corregible
por vía de casación era la errónea aplicación de la ley y no el
criterio con que el Juez había regulado honorarios dentro del
máximo y mínimo de la escala637.
A partir del caso “Chiggio” (A.I. Nº 190, 02/04/1996)638 la Sala
Civil del Tribunal Superior abandonó esa doctrina y sentó la
regla conforme a la cual la causal de casación por quebranta-
miento de formas (art. 383, inc. 1 CPC) se abre sólo con motivo
de la infracción a normas de procedimiento, no así por la viola-
ción de normas sustantivas, aún cuando éstas estén integradas
en el Código Arancelario. Esto así porque “lo que cuenta para
decidir el tipo de error cometido es la naturaleza de la norma
violada y no su origen (Congreso Nacional o Legislatura, v.gr.)
ni su inserción en un determinado cuerpo legal (Código Penal o
Código Procesal, v.gr.)”639.
La doctrina y jurisprudencia nacionales, siguiendo a CHIO-
VENDA 640, han reconocido a las costas como institución proce-
sal 641, por lo que la liquidación de éstas, regulada por la ley
arancelaria, se integra al Código de Procedimientos de cada

635
Sala C. C. y Cont. Adm., 12/02/86, reseñado por ANDRUET, Armando S. (h) -
BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., p. 299. Sala Laboral,
Sent. Nº 101, 09/11/87, reseñada en ob. cit., p. 307, Nº 934.
636
Véase GUEVARA, Carlos E., “La regulación de honorarios y el recurso de revi-
sión”, en Foro de Córdoba, Nº 1, p. 15, que valora esta jurisprudencia como una
“revolución”.
637
Confr. TSJ, Sala C. C. y Cont. Adm., Auto Nº 6, del 04/02/1986, reseñado por
ANDRUET, Armando S. (h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E.,
ob. cit., p. 299, Nº 905.
638
Publicado en LL Cba., 1997-187.
639
DE LA RÚA, Fernando, El recurso de casación en el derecho positivo argentino,
Víctor P. de Zavalía, Buenos Aires, 1968, p. 100, N° 24.
640
CHIOVENDA, José, La condena en costas.
641
Confr. PODETTI, Ramiro J., Tratado de los actos procesales, Ediar, Buenos Aires,
1954, p. 115, entre otros.

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314 ADÁN LUIS FERRER ART. 120

provincia. Sin embargo, desde que su contenido hace a la decla-


ración de un derecho sustantivo (el crédito por honorarios) va
de suyo que el articulado contiene tanto normas de procedi-
miento cuanto sustantivas, ya que las costas no son “un sistema
planetario que gire sobre órbitas independizadas del derecho
de las obligaciones”642. El distingo entre normas sustanciales y
procesales está en la finalidad y efectos de cada disposición le-
gal. “Si la norma tiene por fin establecer y resguardar derechos
subjetivos […] su naturaleza es sustantiva. Cuando su fin es en
cambio determinar el modo de conducta para […] pedir y otor-
gar el reconocimiento y eficacia jurisdiccional del derecho, su
naturaleza es procesal”643. La casación por quebrantamiento de
formas sólo es procedente ante la inobservancia de éstas, no
por el error en la aplicación de aquéllas.
El distingo entre normas procesales y sustanciales sobre las
bases expuestas es a menudo sutil, y ardua la tarea de practi-
carlo en el caso concreto, pero el tema se aclara atendiendo a
los efectos de la infracción legal imputada al fallo. Habrá un
error “in procedendo”, cuando la infracción ha generado o es
idónea para generar una actividad procesal viciada, y será
un error “in iudicando”, cuando el pronunciamiento, pese a la
regularidad del procedimiento, contiene una declaración de
derechos contraria a la ley. Para ejemplificarlo en relación a
la materia que nos ocupa, será un vicio formal, susceptible
de abrir la instancia casatoria por el motivo del art. 383, inc. 1,
la omisión del fundamento que requiere el art. 29 del Códi-
go Arancelario; pero no lo será, en cambio, la discutible apli-
cación del art. 32, inc. 3, cuando a juicio del recurrente existe
una base cierta, que habilita la aplicación del inc. 2 de ese ar-
tículo.
Obviamente en los fueros penal, laboral, contencioso admi-
nistrativo y de familia, la infracción de normas arancelarias
substanciales ha seguido posibilitando el recurso de casación,
aún después del caso “Chiggio”, desde que los ordenamiento
procesales aplicables en todos ellos abren la instancia extraor-

642
GOZAÍNI, Osvaldo A., Costas procesales, Ediar, Buenos Aires, 1991, p. 26.
643
DE LA RÚA, Fernando, ob. cit., ps. 100 y 101.

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314 02/06/2014, 10:10
ART. 120 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 315

dinaria por violación de la ley sustantiva, lo que en el fuero ci-


vil sólo resulta posible frente a jurisprudencia contradictoria
(art. 383, inc. 3 y 4 del CPC).

298. LOS ALCANCES DE LA APELACIÓN

Numerosos fallos han dicho que los jueces de primera ins-


tancia gozan de facultad soberana en la fijación de los porcen-
tajes regulatorios, siempre que se muevan entre los mínimos y
los máximos establecidos por la ley y que la decisión no repre-
sente un exceso censurable que exorbite el marco de justicia y
equidad, ya que es él quien debe apreciar la labor cumplida, efi-
cacia y mérito de los trabajos y regular los honorarios con pru-
dente arbitrio 644. Así, pues, en principio las Cámaras de Ape-
laciones no podrían revisar el porcentaje de la escala aplicado.
Con mejor criterio, a nuestro juicio, se ha sostenido que las
Cámaras de Apelaciones, como tribunales ordinarios de ape-
lación, están plenamente facultadas para controlar y, en su
caso, modificar las regulaciones de honorarios de abogados
practicadas en primera instancia dentro de las escalas le-
gales 645. Ello así, en primer lugar, porque no existe norma
alguna que disponga lo contrario, y además, porque el crite-
rio amplio es el que mejor se compadece con el sistema de
doble instancia y con el carácter eminentemente revisor que
ostenta el recurso de apelación, conforme al cual las Cámaras
están habilitadas a modificar la fijación de los hechos como a
adoptar una distinta solución de derecho, siempre que no in-
curra en reformatio in peius646. Esa es, por otra parte, la doctri-
na adoptada en su momento por el Tribunal Superior647.

644
Confr. Cam. Civ. Com. Villa Dolores, in re: “Suc. de Juan Manubens Calvet c/ Ma-
ría Eva Tapia de Mercado y otro - P.V.E.” (A.I. Nº 85 del 26/10/2006), entre otros.
645
Confr. FERNÁNDEZ, Raúl E., Impugnaciones ordinarias y extraordinarias en el
CPCC de Córdoba, Alveroni Ediciones, Córdoba, 2006, ps. 336 y ss.
646
Confr. Cam. 2ª Civ. y Com., Auto Nº 21 del 27/02/2006, in re: “Bandi, Sebastián
Alberto c/ Empresa Ciudad de Córdoba S.A.C.I. Y F. y otro - Ordinario - Daños y
Perjuicios”; Cam. 4ª Civ. y Com., Sent. Nº 41 del 03/05/2005, in re: “Alvarracín,
Norma del Valle c/ Aguas Cordobesas S.A. - Ordinario - Daños y Perjuicios”.
647
Confr. TSJ, Sala Civ. y Com., Sent. Nº 129 del 11/08//1998, in re: “Codes de
Giurda, Teresa E. c/ Pcia. de Cba. - Daños y Perjuicios”.

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315 02/06/2014, 10:10
316 ADÁN LUIS FERRER ART. 120

Claro está que para que el Tribunal de Segunda Instancia


revea la valoración que el Juez de primera instancia ha hecho,
en orden al porcentaje de la escala arancelaria que correspon-
de aplicar, será menester que la expresión de agravios con-
tenga una crítica puntual de las razones expuestas por el Juez
para estimar los honorarios en un determinado punto, o bien
señalar las pautas cualitativas que justifican la regulación pre-
tendida por el apelante648.

299. LOS LÍMITES DE LA CASACIÓN

Con ajuste a las reglas que desde antaño son propias del re-
curso de casación, el Tribunal Superior carece de competencia
para revisar las regulaciones de honorarios practicadas por
los Tribunales ordinarios dentro de los máximos y mínimos
de las escalas legales, pues ello atañe a criterios de ponde-
ración de circunstancias de hecho, en principio ajenos al con-
tralor del Máximo Tribunal provincial649.
Sin embargo, desde hace algún tiempo el Tribunal Superior
ha sorteado ese límite formal, incursionando reiteradamente
en la revisión de honorarios regulados en las instancias ordi-
narias650. El argumento es siempre “controlar la motivación de
la decisión cuando ella es el presupuesto necesario para que las
partes puedan verificar la razonabilidad o proporcionalidad
entre el porcentaje escogido y las pautas cualitativas que le sir-

648
Confr. Cám. 2ª Civil y Com., Auto Nº 472 del 28/11/2006, in re: “L’Equipe
Monteur S.A. c/ Provincia de Córdoba - Dirección de Rentas - Acción Declarati-
va de Certeza”; FERNÁNDEZ, Raúl E., Impugnaciones ordinarias y extraordinarias
en el CPCC de Córdoba, p. 338.
649
Confr. TSJ Sala Civil y Comercial, in re: “Durán, Pedro Julio c/ Central Cór-
doba S.A. - Ordinario - Incid. de Ejec. Recurso de revisión”, A.I. Nº 40, del 12/
03/1998; Sala Civ. y Com. 13/04/1999, Foro de Córdoba, Nº 53, p. 138; Sala C. C.
y Cont. Adm., Auto Nº 6, del 04/02/1986, reseñado por ANDRUET, Armando S. (h)
- BUSTOS A RGAÑARÁS, Miguel A. - F ERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., p. 299, Nº 905.
650
Sala Cont. Adm., Sent. Nº 10 del 22/03/2006, in re: “Severo Margarita y otros
c/ Pcia. de Córdoba - Plena Jurisdicción”; Sala Cont. Adm., Sent. Nº 21 del 31/
05/2006, in re: “Aguas Cordobesas S.A. c/ Provincia de Córdoba - Plena Jurisdic-
ción”.
Sala Civ. y Com. A.I. Nº 24 del 25/02/2009, in re: “Brizzio, Rubén A. - Declara-
toria de herederos”, citando en el mismo sentido A.I. Nº 230 del 10/09/2008.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


316 02/06/2014, 10:10
ART. 120 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 317

ven de objetivo sustento”651; eso y la habitual y comprensible par-


quedad con que las resoluciones que regulan honorarios meritan
los extremos del art. 39 del Código Arancelario, hace que en la
actualidad el Tribunal Superior, invocando vicios de funda-
mentación del pronunciamiento de mérito, actúe en la práctica
como una instancia ordinaria en esta materia.
Dos factores parecen haber incidido para que así ocurra:
por un lado, la progresiva supresión de los límites formales de
la casación que acusa la jurisprudencia, que en el fuero penal
tiene su máxima expresión en la doctrina sentada por la Corte
en el caso “Casal”652, con argumentos que pueden hacerse ex-
tensivos a todos los procesos de instancia única653, e inciden en
el ánimo con el que se juzga la casación civil; por el otro, el des-
crédito que padecen los honorarios profesionales de montos im-
portantes, objeto de una mala prensa a la cual los jueces no lo-
gran sustraerse.
Por último, el recurso de casación sólo procede contra la sen-
tencia definitiva que regula honorarios, por lo que no procede
en contra de regulaciones provisorias654 criterio que se ha he-
cho extensivo a la resolución que difiere la regulación655 o a la
que omite regular, vicio salvable mediante la simple petición de
que los honorarios sean regulados656.

651
Sala Cont. Adm., Sent. Nº 21 del 31/05/2006, in re: “Aguas Cordobesas S.A.
c/ Provincia de Córdoba - Plena Jurisdicción”, citando como precedentes en el mis-
mo sentido: Sent. Nº 37/2001, “Luzzardi, Juan Carlos…”; Nº 182/2001 “Racca,
Tomás…”; Nº 123/2002 “Tolosa, Julio A. y otros...”; Nº 127/2002, “Babini y Cía.
S.A. ...”; Nº 06/2003 “Incidente de regulación de honorarios…”; Nº 30/2003 “Mo-
yano, Jorge Eduardo…”; Nº 41/2003, “Gatti, Juan José…”; Nº 82/2005 “Ampo
S.A.C.I.F.A.”, entre otros.
652
CS, 20/09/2005, LL, 2005-E-657.
653
Véase FERRER, Sergio, “El recurso de casapelación. La Corte abre la casación
a las cuestiones de hecho”, en LL Cba., 2007, ps. 1 y ss.
654
Conf. TSJ, Sala C. C. y Cont. Adm., Auto Nº 189, del 13/05/1986, reseñado
por ANDRUET, Armando S. (h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E.,
ob. cit., p. 300, Nº 911.
655
Confr. TSJ Sala Cont. Adm., Auto Nº 21 del 20/04/87, reseñado por ANDRUET,
Armando S. (h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - F ERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit.,
p. 306, Nº 928.
656
TSJ, Sala C. C. y Cont. Adm., Auto Nº 359, 14/08/86, reseñado por ANDRUET,
Armando S. (h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - F ERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit.,
p. 303, Nº 921.

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317 02/06/2014, 10:10
318 ADÁN LUIS FERRER ART. 120

Claro está que si la regulación provisoria contiene conclu-


siones irrevisables por la regulación definitiva, la casación sí
será admisible, desde que la existencia de un agravio irrepara-
ble habilita esa instancia extraordinaria (art. 384, CPC)657; el
caso típico sería la regulación provisoria que dispone aplicar
una ley distinta de la que rige el caso, error que puede y debe
ser revisado en casación, por cuanto esa decisión en orden a la
ley aplicable hace cosa juzgada y tiene carácter definitivo,
pese a la provisoriedad de la regulación, desde que la regula-
ción definitiva no podrá adecuarse a un arancel distinto del que
ha sido ya establecido, ni comprender rubros que no hayan sido
objeto de regulación provisoria658.
Finalmente, vale apuntar que la regulación de honorarios
será recurrible en casación, aún cuando no lo fuese el fondo de
la cuestión resuelta en la sentencia (por ejemplo, en un juicio
ejecutivo) ya que respecto del precio de los servicios profesio-
nales prestados en el litigio, el fallo tiene efectos definitivos,
no susceptibles de revisión en un nuevo proceso sobre el fondo
de la cuestión debatida659.

300. EL RECURSO EXTRAORDINARIO FEDERAL

Como regla, lo atinente a los honorarios regulados en las


instancias ordinarias constituye materia ajena al recurso pre-
visto por el art. 14 de la ley 48, toda vez que la determinación
del monto del litigio, la apreciación de los trabajos profesiona-
les cumplidos y la interpretación y aplicación de las normas
arancelarias no son, en razón del carácter fáctico y procesal de
tales cuestiones, susceptibles de tratamiento en la instancia
extraordinaria 660.
Sin embargo, las excepciones que la Corte ha hecho a esa
regla son incontables, admitiendo el recurso toda vez que a su

657
Confr. TSJ, Sala Cont. Adm., 16/10/2007, in re: “Moreno, Carlos c/ Municipa-
lidad de Córdoba - Plena Jurisdicción”.
658
Confr. Cám. 8ª Civ. y Com., Auto Nº 251 del 09/09/87, reseñado por ANDRUET,
Armando S. (h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., p. 161.
659
Conf. CSJN, “D.N.R.P. c/ Vidal de Docampo, Clara Aurora s/ Ejecución fis-
cal”, 14/02/2006, Semanario Jurídico, Nº 1550 del 23/03/2006 .
660
CS, Fallos: 310-414; 307-919; 308-1837, entre otros muchos.

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318 02/06/2014, 10:10
ART. 121 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 319

juicio la resolución impugnada haya sido irrazonable o arbi-


traria661, extremo éste que comprende todas las formas de ar-
bitrariedad fáctica o normativa que el Alto Tribunal ha elabo-
rado jurisprudencialmente; desde la omisión de tratamiento
de agravios invocados por las partes 662, pasando por la pres-
cindencia de la norma arancelaria aplicable al caso 663 y hasta
el haber omitido meritar adecuadamente los trabajos de que
se trata 664. En definitiva, la regulación de honorarios abre el
recurso extraordinario cuando, a juicio de la Corte, el pronun-
ciamiento no es conclusión razonada del derecho vigente, con
particular referencia a las circunstancias comprobadas en la
causa. Tal la doctrina sobre arbitrariedad, que en materia de
honorarios es tan imprecisa como lo es en respecto de cualquier
otro tema. Como siempre, el fallo es arbitrario cuando la Corte
entiende que el fallo es arbitrario.
De todos modos, vale apuntar que el rechazo del recurso por
tratarse de cuestión no revisable por la vía del art. 14 de la ley 48,
aunque es el resultado de la mayoría de las quejas que arriban
a la Corte, lo es mucho más, aún, en materia de honorarios.

Trámite de los recursos locales. Adhesión

Art. 121. Los recursos ordinarios se articulan en el pla-


zo de cinco (5) días y deben fundarse ante el inferior en
el escrito de interposición, bajo pena de inadmisibili-
dad. Dentro de los cinco (5) días de notificado el decreto
o resolución que conceda el recurso, la contraria podrá
contestar o adherir. En caso de adhesión se confiere una
vista por cinco (5) días a la contraria para que conteste.
Todos los términos son perentorios; una vez vencidos
la causa se eleva, de oficio, al Superior.

301. ÁMBITO DE APLICACIÓN

La norma establece un procedimiento especial, cuyo ámbito


de aplicación supo ofrecer algunas dudas. Su ubicación en el

661
CS, Fallos 310-2237.
662
CS, Fallos 315-978; 313-248; 234-179.
663
CS, Fallos 295-382; 308-1079.
664
CS, Fallos 303-798.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


319 02/06/2014, 10:10
320 ADÁN LUIS FERRER ART. 121

Código Arancelario en el capítulo referido al “Trámite del pro-


ceso o incidente regulatorio”, ha permitido sostener que sólo
sería aplicable a la regulación que resulta de dicho procedimien-
to y no a la que el Tribunal practica oficiosamente, o a pedido de
parte pero sin sustanciación previa665. La práctica tribunalicia
no ha compartido este criterio, encontrándose ampliamente
aceptada desde hace años, la aplicación del artículo en los re-
cursos deducidos contra toda regulación de honorarios, haya exis-
tido o no incidente regulatorio666.
Es jurisprudencia consolidada, además, que en el proceso
regulatorio la apelación contra la resolución que regula los
honorarios está comprendida en el artículo que comentamos,
aún cuando el actor haya optado por el trámite declarativo,
según autoriza el art. 115. Esto así porque en el ordenamiento
procesal el trámite del recurso no está condicionado por el tipo
de juicio de que se trate y los arts. 121 y 122 han sido concebi-
dos como regla para la impugnación de los autos o sentencias
que regulan honorarios, sin formular distingos667.
Cuando se trata de la regulación practicada oficiosamente,
como accesorio del pronunciamiento sobre el litigio principal,
la apelación sobre el fondo de lo debatido comprende la regu-
lación de honorarios, respecto de la cual no corresponde expre-
sar agravios al apelar, sino en la oportunidad prevista por el
art. 371 del C. de P.C. En este caso carece de objeto desdoblar
la expresión de agravios, exigiendo la referida a honorarios al
interponer el recurso y el resto ante la Cámara, siendo que, ade-
más, muy a menudo existe entre las objeciones al pronuncia-
miento de fondo y el atinente a la regulación de honorarios una
relación inescindible. Por otra parte, vale agregar, la revoca-

665
Confr. VENICA, Oscar H., Juicios verbales, p. 405; Cám 1ª Civ. y Com. Río
Cuarto, 11/06/1992, LL Cba., 1993, p. 442.
666
Confr. Cám. 8ª C. y C., Auto Nº 186 del 24/06/88, reseñado por ANDRUET , Ar-
mando S. (h) - BUSTOS A RGAÑARÁS , Miguel A. - F ERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit.,
p. 316, Nº 966; TSJ Sala Civil y Comercial, in re: “Pessanha, Carlos...”, A.I.
Nº 469, 31/07/96.
667
Confr. TSJ, Sala Civil, A.I. Nº 20, del 13/03/2006, in re: “Espinosa, Carlos M.
c/ Sandi S.R.L. - Declarativo”, citando en el mismo sentido Autos Int. Números
198/1998; 46/2000; 68/2001; FERNÁNDEZ, Raúl E., Impugnaciones ordinarias y ex-
traordinarias en el CPCC de Córdoba, p. 334.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


320 02/06/2014, 10:10
ART. 121 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 321

ción de la resolución de primera instancia sobre lo principal, y


en especial respecto de la imposición de costas, deja sin efecto
los honorarios regulados en primera instancia, aún cuando no
hayan sido objeto de agravios, y deben ser regulados por la Cá-
mara en función del nuevo pronunciamiento dictado; así lo im-
pone el carácter accesorio que la cuantificación de las costas
tiene respecto del litigio en el cual los servicios han sido pres-
tados. Sólo cuando el recurrente apela exclusivamente honora-
rios, sin agraviarse del pronunciamiento sobre lo principal, es
de aplicación el artículo que comentamos y, en consecuencia, la
expresión de agravios al demandar es condición de la admisibi-
lidad del recurso668.
Como consecuencia de lo dicho, si el recurrente se limitó a
apelar el fallo que contiene como accesoria una regulación de
honorarios, sin fundar la impugnación, el recurso le será con-
cedido por aplicación del art. 368 del C. de P.C., pero la expre-
sión de agravios no podrá limitarse a cuestionar los honorarios
regulados, porque en tal caso era condición de la concesión
del recurso expresar agravios al tiempo de interponerlo.
Del mismo modo, no será admisible la adhesión al recurso
en segunda instancia (art. 372, CPC) si el apelante adhesivo
se limita a cuestionar los honorarios regulados669.
Finalmente, el trámite previsto en este artículo correspon-
de a los recursos contra las resoluciones definitivas (art. 120) es
decir las que oficiosamente o como desenlace de un inciden-
te regulan honorarios en primera instancia. Las apelaciones que
puedan resultar procedentes contra otras resoluciones adop-
tadas con respecto a la liquidación de honorarios, tramitan

668
Confr. TSJ, Sala Civ. y Com. A.I. Nº 47 del 27/03/2008, in re: “Los Conejitos
S.A. c/ Matesan, Andrés Nicolás y otro - Ejecutivo”, citando en el mismo sentido Autos
Int. Nº 191/1995; 149/1998; 58/2001; 263/2004. En el mismo sentido, además,
los precedentes citados por VENICA, Oscar H. - DE SOUZA, Roxana A. - FILIBERTI,
Graciela del Carmen, ob. cit., ps. 338 y 339.
669
Esto es así tanto si se interpreta el instituto de la adhesión con el criterio
amplio con que lo hace la más reciente jurisprudencia de la Sala Civil y Comer-
cial del Tribunal Superior (Sent. N° 24, 18/10/2011) cuanto aplicando la doctri-
na restrictiva que adoptan la Sala Penal (Auto N° 248, 05/08/2003) y la Con-
tencioso Administrativa (Auto N° 177, 25/10/2002)

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


321 02/06/2014, 10:10
322 ADÁN LUIS FERRER ART. 121

en la forma ordinaria670. Así ocurre, por ejemplo, con la apela-


ción contra la planilla que liquida los intereses devengados por
los honorarios en ejecución, o la que se concede contra la sen-
tencia de remate dictada en la ejecución promovida con ajuste
al art. 124.

302. EL PLAZO DE INTERPOSICIÓN

El plazo para apelar la regulación de honorarios es de cinco


días, aún cuando la sentencia sobre lo principal tenga un pla-
zo más breve. El artículo en comentario es una norma espe-
cial, que en cuanto tal prevalece frente al ordenamiento que
regula el tipo de proceso de que se trate671. Obviamente se tra-
ta de un plazo fatal, porque así lo dispone el art. 49, inc. 2, del
C. de P.C.

303. LA MATERIA DISCUTIBLE EN EL RECURSO

El artículo en comentario es aplicable aún cuando lo discu-


tido en apelación no sea el monto de los honorarios regulados,
sino otras cuestiones atinentes al crédito por honorarios como,
por ejemplo, el planteo sobre prescripción del derecho a co-
brarlos672. El proceso regulatorio tiene los variados objetos que
le asigna el art. 108, y es respecto de todos ellos que el Juez debe
pronunciarse y, por tanto, pueden ser objeto de apelación me-
diante el procedimiento especial que la ley ha instituido.
El artículo es aplicable, también, a la impugnación de con-
denaciones accesorias a la regulación de honorarios, como por
ejemplo la imposición o eximición de costas673 o la distribución
de los costos periciales.

670
Confr. TSJ, Sala C. y C., Auto Nº 307, 24/07/86, Foro de Córdoba, Nº 1, p. 74.
671
Confr. Cám. 8ª Civ. y Com, SJ, 1994-A-161, citado por VENICA, Oscar H. - DE
SOUZA, Roxana A. - FILIBERTI, Graciela del Carmen, ob. cit., p. 349.
672
Confr. TSJ Sala Civil y Comercial, in re: “De Vrient de Von Rennemkapff Lia
o Lya - Declaratoria de herederos - Incidente de Reg. de honorarios”. A.I. Nº 149
del 08/05/1998, Foro de Córdoba, Nº 47, p. 133.
673
Confr. Cám. 2ª Civ. y Com., A. Nº 513 del 10/09/2003, Foro de Córdoba, Su-
plemento de Derecho Procesal, Nº 6, p. 134.

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322 02/06/2014, 10:10
ART. 121 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 323

Por aplicación de esta doctrina, el Tribunal Superior tiene


resuelto que la apelación en contra del pronunciamiento so-
bre exclusión de los honorarios que se regulan del régimen de
consolidación de deudas, está sometida al procedimiento espe-
cial previsto en el artículo que comentamos y, por tanto, debe
ser fundamentada al tiempo de su articulación, aún cuando no
se cuestione el monto de los honorarios regulados674.
Vale una aclaración respecto del cargo del pago de los ho-
norarios regulados: si la cuestión ha sido materia de debate en
el proceso regulatorio (art. 108, inc. 3) la apelación a su respec-
to está sujeta a la norma que comentamos; si, en cambio, se tra-
ta de la condena en costas contenida en el fallo sobre lo princi-
pal, la cuestión escapa a la previsión de este artículo, en cuanto
se trata de materia vinculada a la condena o absolución dicta-
das. La apelación del pronunciamiento sobre costas contenida
en la resolución que da fin al litigio, o a un incidente, debe ser
apelada en la forma prevista en el art. 366 del C. de P.C. y el
recurrente, al expresar agravios en la alzada, podrá cuestionar
además el monto de los honorarios regulados, tal como podría,
según vimos en el punto precedente, hacerlo si se apela la con-
dena o absolución675.

304. LA APELACIÓN EN EL PROCESO CONCURSAL

Bajo la vigencia de la ley 19.551 y cuando el Código Proce-


sal de la Provincia era el sancionado por ley 1419, calificada
jurisprudencia dijo que la apelación contra la resolución que
regula honorarios en un proceso concursal, escapa a la previ-
sión del Código Arancelario, pues “en un proceso concursal sólo
es posible acudir a las leyes locales cuando el punto de que se
trata “no está expresamente dispuesto por esta ley” (art. 304,
Ley Concursal). La cuestión es cómo deben tramitar los recur-
sos de apelación, y ello está claramente previsto en el art. 296,

674
TSJ, Sala Sivil y Com. A.I. N° 372 del 09/11/2010, in re: “EPEC c/ Camarero
Juan Carlos”.
675
Confr. Cám. 3ª C. y C., auto Nº 202, 29/07/88, reseñado por ANDRUET, Arman-
do S. (h) - BUSTOS A RGAÑARÁS , Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., p. 318,
Nº 975.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


323 02/06/2014, 10:10
324 ADÁN LUIS FERRER ART. 121

inc. 4, de la Ley Concursal, debiéndose conceder en relación.


Luego, debe aplicarse el trámite de las leyes procesales pro-
vinciales tengan establecido al respecto. En Córdoba, las úni-
cas disposiciones relativas al trámite en relación del recurso
de apelación están contenidas en el art. 1309 y ss. del Cód. de
Proc. Civil”676.
El nuevo ordenamiento concursal (ley 24.522) sigue dispo-
niendo que “cuando se admite la apelación, se concede en rela-
ción y con efectos suspensivos” (art. 273, inc. 4) pero el Código
Procesal Civil de la Provincia, en su versión actual (ley 8465) ha
suprimido el viejo distingo entre recurso de apelación “libre” y
“en relación”, por lo que aquella argumentación cede en solidez.
Pese a ello y tal como lo hemos anticipado al comentar el
art. 62677, entendemos que esa doctrina sigue siendo válida. Esto
así porque la ley 24.522 contiene una norma específica sobre la
recurribilidad de las regulaciones de honorarios (art. 272) y la
alusión al recurso “en relación” contenida en el art. 273, inc.4,
nos remite al procedimiento general que para la apelación pre-
vé el ordenamiento local (en relación y con efecto suspensivo,
en alusión al Código Nacional). Así lo ha entendido el Tribu-
nal Superior, en oportunidad de aclarar que ésa es la regla res-
pecto de los honorarios a que se refieren los arts. 265 a 272 de la
ley 24.522, mas no así cuando se trata de “otros trámites o pro-
cedimientos que no están expresamente previstos allí, cuyos ho-
norarios se establecerían en cambio de conformidad a los pre-
ceptos arancelarios locales (arg. arts. 271 y 287)”678.
En otras provincias, la cuestión ha encontrado soluciones
diversas y muchas veces contradictorias679.

676
Cám. Civ. y Com. San Francisco, 12/03/1987, LL Cba., 1988, p. 958. En el
mismo sentido, TSJ, Sala Civ. y Com. A.I. Nº 504, 27/10/1992, Foro de Córdoba,
Nº 13, p. 126; 22/03/1994, LL Cba., 1994, p. 793; 11/02/1993, LL Cba., 1996,
p. 306, Nº 169.
677
Véase Nº 140.
678
Sala Civ. y Com. A.I. Nº 55, 25/03/2003, in re: “Barreneche, Juan José y María
Angélica Bartreneche y la Soc. de Hecho por ellos formada - Concurso Preventi-
vo”. En el caso se trataba de honorarios devengados en un incidente planteado
en una ejecución hipotecaria atraída por el juicio universal.
679
Véase jurisprudencia citada por RIVERA, Julio C. - ROITMAN, Horacio - VÍTOLO,
Daniel R., ob. cit., p. 375.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


324 02/06/2014, 10:10
ART. 121 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 325

Al margen del trámite a que el recurso esté sometido, en-


tendemos que por aplicación del art. 278 de la ley 24.522, sí se-
ría aplicable a la apelación de honorarios la regla del art. 112 de
este Código, en cuanto excluye la condena en costas, ya que se
trata de una norma local aplicable a todo procedimiento desti-
nado a la determinación de honorarios, que no resulta incom-
patible con la rapidez y economía del trámite concursal680.

305. MODO DE CONCESIÓN DEL RECURSO

El Código Procesal según ley 1419, vigente al tiempo en que


el Código Arancelario fue sancionado por ley 7269 y durante
buena parte de su vigencia, establecía dos modos de concesión
del recurso de apelación (libre y en relación) y en ambas estaba
prevista la expresión y contestación de agravios en la alzada.
En materia de honorarios, la práctica tribunalicia, si bien
exigía la fundamentación del recurso como condición de su
procedencia, era habitual que por error la apelación fuese con-
cedida “en relación”, lo que implicaba la adopción del procedi-
miento previsto en el arts. 1309 y ss. del viejo C. de P.C., en vez
del de la norma en comentario. El error justificaba el planteo
incidental previsto por los arts. 1255 y 1256 de aquél Código,
para el caso de error en el modo de concesión del recurso, pero
obvias razones de economía procesal hacían que habitualmente
no se lo articulara y la cuestión debía resolverse corriendo
traslado a quienes no habían contestado la expresión de agra-
vios en primera instancia, omitiendo al apelante y a quienes sí
lo habían hecho, por cuanto éstos habían utilizado ya esa opor-
tunidad de alegación. La solución era correcta, pues habién-
dose notificado al apelado la concesión de un recurso en rela-
ción, esa modalidad abría al litigante la posibilidad de contestar
ante el superior, de la cual no podía luego ser privado.
El nuevo Código de Procedimiento (ley 8465) ha suprimido
el distingo entre apelación “libre” y “en relación”, pero el re-
curso ajustado a la previsión del artículo en comentario, sigue

680
Confr. Cam. Civ. y Com. de Rosario, Sala I, 05/08/96, aplicando el art. 28, inc.
e, de la ley 6767 de la Pcia. de Santa Fe, LL Litoral, 1998-1622, citado por RIVE-
RA, Julio C. - ROITMAN, Horacio - VÍTOLO, Daniel R., ob. cit., p. 375.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


325 02/06/2014, 10:10
326 ADÁN LUIS FERRER ART. 121

siendo un modo particular, distinto del común, que impone un


trámite y cargas procesales distintas de las reguladas por los
arts. 361 y ss. del C. de P.C.
Si se trata de la apelación del fallo dictado en un proceso re-
gulatorio, tramitado según lo dispuesto en los arts. 108 y ss. del
Código Arancelario, el apelado conoce con la sola concesión del
recurso, que debe contestar agravios dentro de los cinco días; pero
si se trata de la apelación de honorarios regulados como acceso-
rios de un pronunciamiento principal, para que el apelado asu-
ma la carga de contestar los agravios o adherir dentro de los cin-
co días de notificada la concesión del recurso, es menester que el
decreto respectivo aclare que se trata de la apelación del art. 121
del Cód. Arancelario; de no ser así, en la Cámara deberá ordenar-
se traslado al apelado para que conteste la expresión de agravios
(art. 372, CPC) porque la concesión del recurso, sin aclaración
alguna, en un juicio en el que los recursos se tramitan según el
C. de P.C. implica para el que así se lo anoticia la alternativa de
alegación en la alzada. Es la misma situación que se daba bajo
el Código anterior, cuando el recurso era concedido “en relación”.
Si ante la apelación de honorarios se concede el recurso sin
aclaración alguna y en la alzada se dicta sentencia sin oír al
apelado, a nuestro juicio el procedimiento sería nulo, pero el
vicio quedará subsanado si el apelado consiente el llamamien-
to de autos en segunda instancia681.

306. EXPRESIÓN Y CONTESTACIÓN DE AGRAVIOS

La fundamentación del recurso implica una expresión de


agravios y, en consecuencia, debe constituir una crítica razona-
da de la regulación practicada en primera instancia; no satisfe-
cha esa exigencia, el recurso es inadmisible y así puede decla-
rarlo, aun de oficio, el Tribunal de grado682. Del mismo modo,

681
Bien entendido que el llamamiento de autos no es imprescindible, según ve-
remos al comentar el artículo siguiente.
682
Confr. Cám. 5ª C. y C., 29/10/85, reseñado por ANDRUET, Armando S. (h) - BUS-
TOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., p. 313, Nº 957. TSJ, Sala
C., C. y Cont. Adm., Auto Nº 574, del 12/12/86, reseñado en ob. cit., p. 313, Nos 955
y 956.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


326 02/06/2014, 10:10
ART. 121 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 327

puede el recurso ser denegado por el Juez de Primera Instan-


cia, si el recurso no se integra con sus fundamentos, esto es si
no contiene una crítica razonada de la motivación que sirve
de sustento a la regulación practicada. En la apelación de ho-
norarios, como en todas, el juicio sobre su admisibilidad es del
juez ante cual se articula el recurso, en primer término, y del
Tribunal de grado, en segundo lugar, desde que éste puede re-
visar lo que aquél ha resuelto, sea con motivo del recurso di-
recto que cuestiona la denegación, sea a pedido de parte u ofi-
ciosamente, para declararlo mal concedido.
La mera afirmación de que los honorarios regulados son ex-
cesivos, o insuficientes, no basta para cubrir la exigencia de fun-
damentación del recurso683. Para ello es menester explicar cuál
es el error cometido, sea en la fijación de la base regulatoria,
en la escala aplicada, o en el porcentaje de ésta que ha tomado
el Juez, apuntando inclusive cuál es la entidad y magnitud eco-
nómica del error684, al menos toda vez que no sea obvia.
En cuanto a la contestación de los agravios, debe producir-
se en primera instancia dentro de los cinco días de notificada
la concesión del recurso. Se trata de un plazo fatal, porque ésa
es la regla en el juicio abreviado (art. 516, CPC) que debe con-
siderarse aplicable en función del art. 116 del Cód. Arancela-
rio. Esto así, aún cuando no se trate de un proceso regulatorio
ajustado a esa norma, desde que —según hemos visto— el proce-
dimiento de apelación de honorarios es siempre el del artículo
que comentamos, aún cuando el demandante haya optado por
el juicio ordinario (art. 115) o se trate de honorarios regulados
como accesorios de una condena o absolución685. Por otra par-
te, ése es el sentido que tiene el último párrafo del artículo en
comentario, aún cuando erróneamente use la expresión “peren-
torios”, que sería superflua si aludiese sólo a la improrroga-
bilidad, ya que ésta es común a todos los plazos procesales
(art. 47, CPC).

683
Confr. Cám. 5ª Civ. y Com., Sent. Nº 38 del 27/10/1997, Foro de Córdoba, Nº 46,
p. 295.
684
Confr. Cám. 5ª Civ. y Com., A.I. Nº 109, 20/04/1998, Foro de Córdoba, Nº 50, p. 275
685
Véase Nº 301.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


327 02/06/2014, 10:10
328 ADÁN LUIS FERRER ART. 121

307. ADHESIÓN Y CUESTIONAMIENTO DE LA CONCESIÓN

Habida cuenta que el artículo siguiente dispone que la cáma-


ra dictará resolución sin sustanciación alguna, la única oportu-
nidad del apelado para adherir al recurso, es la contestación
que prevé el artículo que comentamos.
Ésta es, también, la única oportunidad procesal para cues-
tionar la concesión del recurso686. No es admisible el incidente
previsto en el art. 368 del C. de P.C.

308. LA APELACIÓN DE HONORARIOS DE OTROS PROFESIONALES

El artículo que comentamos es aplicable a la apelación de


las regulaciones de honorarios de peritos, ya que todo el Códi-
go está referido no sólo a los abogados, sino también a los peri-
tos (art. 1º).
Alguna jurisprudencia ha entendido que también sería apli-
cable a la apelación de regulaciones de honorarios de martille-
ros judiciales687. Otra, en cambio, ha sostenido que por su ca-
rácter excepcional, y en ausencia de una previsión expresa o
de remisión a ella, la norma sólo rige para la impugnación de
los pronunciamientos regulatorios sobre honorarios de aboga-
dos y peritos; no así los martilleros688.
Esta última, creemos, es la solución correcta; en especial
porque el procedimiento recursivo ordinario impone menos
condicionamientos a la concesión del recurso (no es necesario
fundarlo en el acto de interponerlo) por lo que la norma de ex-
cepción que estamos comentando, como toda aquella que limi-
ta alternativas de defensa, no debe ser aplicada por analogía.
No sería justo privar de la instancia revisora al martillero que
apela sus honorarios, porque no expresó agravios al recurrir,
siendo que ninguna norma le impone en forma expresa esa o-
bligación.

686
Confr. VENICA, Oscar H., Juicios verbales, p. 408.
687
Confr. Cám. 5ª Civ. y Com., A.I. N° 130 del 29/05/97, Foro de Córdoba, N° 46,
p. 296.
688
Cám. 2ª Civ. y Com., A. Nº 55 del 04/03/2004, SJ, t. 89, 2004-A-794.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


328 02/06/2014, 10:10
ART. 122 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 329

Resolución del recurso

Art. 122. La Cámara resuelve los recursos sin sustan-


ciación alguna.

309. EL EVENTUAL LLAMAMIENTO DE AUTOS

Expresados y contestados los agravios ante el Juez de pri-


mera instancia, el expediente se eleva a la Cámara al sólo
efecto de dictar sentencia. Ni siquiera es procedente la arti-
culación prevista en el art. 368 del C. de P.C., ya que según
hemos visto el planteo sobre inadmisibilidad del recurso debe
articularse en oportunidad de contestar agravios689.
Surge la duda sobre si el fallo de segunda instancia, debe o
no estar precedido por el llamamiento de autos. Existe un há-
bito tribunalicio, consistente en decretar “autos” toda vez que
el expediente pasa a despacho para resolver un artículo, lo que
no tiene sustento normativo. El llamamiento de autos está im-
puesto por el ordenamiento en la mayoría de los casos, pero no
en todos. No es necesario decreto de autos para resolver una
reposición, por ejemplo (art. 359, CPC) o la sustitución de em-
bargo regulada por el art. 463. Sí, hay que decretar “autos”, en
cambio, antes de dictar sentencia en el juicio ordinario (art. 506)
o abreviado (art. 514) y en el ejecutivo sólo cuando se hayan o-
puesto excepciones (arts. 546 y 555).
El artículo que comentamos no prevé el llamamiento de au-
tos, por lo que no creemos que sea necesario. Vale apuntar que
ello no priva a las partes de la posibilidad de recusar, ya que
ese derecho puede ejercerse “dentro de los tres días de llegados
los autos ante el superior, de notificado el decreto a estudio o el
de integración del Tribunal” (art. 19, inc. 2, CPC) de modo que
el litigante diligente sólo tiene que controlar la elevación del
expediente, para conocer cuando arriba a la Cámara y, en su
caso, plantear la recusación si fuese procedente690.

689
Véase Nº 307.
690
Para no frustrar la posibilidad de recusar, el Tribunal Superior decreta “au-
tos” en el recurso directo por casación denegada, pese a que el artículo 403 del C.
de P.C. no lo dispone; pero ese caso es distinto del de la apelación concedida,
porque en el directo el oponente ignora la existencia de la queja, mientras que
en la apelación la concesión del recurso lo anoticia de la elevación a la Cámara.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


329 02/06/2014, 10:10
330 ADÁN LUIS FERRER ART. 123

310. LA PRUEBA EN SEGUNDA INSTANCIA

La norma en comentario torna inaplicables las reglas sobre


producción de prueba en segunda instancia (arts. 375 y conc.
del C. de P.C.) lo que importa una clara limitación a las alter-
nativas probatorias que el ordenamiento común prevé.
En la apelación de honorarios no cabe la posibilidad de agre-
gar documentos con ajuste a lo previsto en los arts. 241, inc. 2,
del C. de P.C., o solicitar absolución de posiciones (art. 375,
inc. 3, d). Tampoco se puede insistir en la prueba omitida o de-
negada en primera instancia (art. 375, inc. 2) de modo que si
fuese motivo de agravio la indebida denegación de alguna me-
dida probatoria, entendemos que el acogimiento del planteo
motivará la anulación del fallo, en razón de la falta de toda
sustanciación en la alzada que impone el artículo en comenta-
rio 691.

Efectos del rechazo por razones formales

Art. 123. El rechazo del pedido de regulación por razo-


nes puramente formales, no hace cosa juzgada mate-
rial, y el pedido puede rearticularse dentro del plazo
de prescripción del crédito.

311. EL RECHAZO POR RAZONES FORMALES

El artículo es sobreabundante, ya que el rechazo de la de-


manda por razones formales (libelo oscuro, por ejemplo) en nin-
gún caso hace cosa juzgada material692. Posiblemente en el afán
de encontrarle un sentido a la norma, se ha sostenido que “si la
resolución admite el derecho del profesional, pero el defecto del
pedido estriba en la determinación de la base, sea que estimó o
probó la que no correspondía a la clase de trabajos realizados, o
que no se probó la estimada, la petición es susceptible de ser nue-

691
VENICA, Oscar H., Juicios verbales, p. 408, sostiene que la prueba omitida debe
recepcionarse en segunda instancia, a nuestro juicio en contradicción con el ar-
tículo que comentamos.
692
Confr. TSJ, Sala C. C. y Cont. Adm., Auto Nº 184 del 12/05/86, reseñado por
ANDRUET, Armando S. (h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob.
cit., p. 319, Nº 977.

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330 02/06/2014, 10:10
ART. 124 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 331

vamente articulada”693. No compartimos ese criterio; según di-


jimos al comentar el art. 108, el proceso regulatorio es un juicio
de conocimiento que procura una decisión definitiva e irrever-
sible sobre los puntos que constituyen su objeto; la omisión del
cumplimiento de la carga probatoria acarrea para el actor con-
secuencias que no puede subsanar en un proceso posterior. Lo
que ocurre es que ante la falta de prueba de los extremos que
condicionan el monto de los honorarios el juez no puede recha-
zar la demanda, ni tampoco reconocer al actor un derecho abs-
tracto a cobrar honorarios sin especificar su monto, sino regular
honorarios en función de los elementos de juicio incorporados en
autos, por magros que estos sean, apelando si fuese menester a
las medidas para mejor proveer (art. 325, CPC) ateniéndose en
última instancia a los mínimos que fija el art. 36, con prescinden-
cia del valor económico en juego.
Las “razones puramente formales” a que se refiere el artícu-
lo, no pueden ser otras que las enumeradas en el art. 184 del C.
de P.C., u otras que, como consecuencia de una inadecuada for-
mulación del proceso, impidan un pronunciamiento sobre el
derecho invocado. Tal sería, por ejemplo, la irregular integración
de la litis, por haberse omitido la participación de quienes son
litisconsortes necesarios en el proceso regulatorio, lo que im-
pide dictar sentencia, aún cuando el demandado no haya plan-
teado esa defensa694.

TÍTULO IV
DISPOSICIONES GENERALES Y COMPLEMENTARIAS

Trámite. Opción del profesional

Art. 124. El cobro de honorarios podrá demandarse, a


elección del actor, por el trámite del juicio ejecutivo o
por el de ejecución de sentencia en el juicio principal o
en el proceso especial regulatorio. La copia de la reso-
lución pertinente con la constancia de encontrarse fir-
me y ejecutoriada, y de quien resulta responsable del
pago, es título suficiente al efecto.
Si se optare por la vía del ejecutivo especial los honora-
rios que se devengaren en éste, sólo podrán perseguir-

693
VENICA, Oscar H., Juicios verbales, p. 399.
694
Véanse Nº 285 y Nº 286.

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331 02/06/2014, 10:10
332 ADÁN LUIS FERRER ART. 124

se por ejecución de sentencia en el ejecutivo espe-


cial.
El profesional podrá optar en todos los casos por la
Jurisdicción Civil, en el supuesto de demandar por el
juicio ejecutivo o declarativo.

312. LAS ALTERNATIVAS PROCESALES

El art. 119 de la ley 8226, en su versión originaria, acordó


al abogado el derecho a perseguir el cobro de sus honorarios
“por el trámite del juicio de apremio o por el de ejecución de sen-
tencia en el juicio principal o en el proceso especial regulatorio”
y estableció que “la copia de la regulación pertinente con la cons-
tancia de encontrarse firme y ejecutoriada, y de quien resulte res-
ponsable del pago es título suficiente al efecto”.
Obviamente la exigencia de acompañar como título la copia
de la regulación pertinente con la constancia de encontrarse
firme y ejecutoriada y de quien resulte responsable del pago,
era aplicable sólo en caso de que el actor promoviese juicio de
apremio; esto así porque si se tratase de ejecución de senten-
cia, en el expediente constan tanto la regulación de honorarios
cuanto la identidad del deudor y su ejecutividad, lo que torna
innecesaria la expedición de copias.
La reforma del Código de Procedimiento contenida en la
ley 8465, suprimió el juicio de apremio y, con el objeto de ade-
cuar el Código Arancelario a esa reforma, la ley 8824 modificó
el art. 119 de la ley 8226, cambiando la expresión “juicio de apre-
mio” por “juicio ejecutivo”.
Pese a la asimilación del cobro de honorarios regulados y la
ejecución de sentencia en una misma modalidad procesal (eje-
cutivo especial, arts. 801 y ss., CPC) el hecho de que el Código
Arancelario plantease la alternativa entre uno y otro, indicaba
que la ejecución de honorarios seguía teniendo dos caminos: la
ejecución de sentencia en el mismo juicio en que se ha practi-
cado la regulación, o bien en un juicio ejecutivo autónomo. Tal
la doctrina sentada por el Tribunal Superior a poco de entrar
en vigencia la reforma695, que ha sido sostenida con posteriori-

Confr. TSJ, Sala Civil, A.I. Nº 54 del 23/04/2001, in re: “Maquieira, Claudio
695

Omar y otro c/ U.O.M.R.A. - Ejec. Especial”.

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332 02/06/2014, 10:10
ART. 124 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 333

dad696. Consecuentemente, la copia y la certificación a que alu-


día el art. 119, seguían siendo innecesarias en la ejecución
promovida en el mismo juicio en que se practicó la regulación,
desde que en tal caso los honorarios regulados constan en el
expediente, al igual que la persona obligada al pago y la ejecu-
toriedad de la resolución regulatoria.
El art. 124 de la ley 9459 mantiene el texto de la ley 8226, re-
formada por ley 8824, y agrega: “si se optase por la vía del ejecu-
tivo especial los honorarios que se devengaren en éste, sólo podrán
perseguirse por ejecución de sentencia en el ejecutivo especial”. Ese
agregado, al margen de otras consecuencias que analizaremos
más adelante, ratifica el distingo entre la ejecución de sentencia
propiamente dicha (en el mismo expediente en que se practicó
la regulación) y el ejecutivo especial (promovido en expediente
separado).

313. EL EJECUTIVO ESPECIAL

La existencia de esas dos alternativas para el cobro judicial


de honorarios, permitió que en las cobranzas de escaso monto,
obtenida con la sentencia la regulación mínima de diez jus pre-
vista en el art. 34 de la ley 8226, el abogado, en vez de procurar
su pago, juntamente con el capital e intereses, por vía de ejecu-
ción de sentencia, promoviera por separado otro juicio ejecuti-
vo, obteniendo así una nueva regulación mínima. La maniobra
eventualmente podía reiterarse, iniciando sucesivos juicios au-
tónomos, cada uno de ellos tendiente al cobro de la regulación
mínima practicada en el anterior. Sólo luego de haber obtenido
varias regulaciones mínimas, la ejecución se llevaba efectiva-
mente adelante, contra un demandado generalmente indefen-
so.
La reforma introducida con el último párrafo del art. 36 de
la ley 9459, en principio frustra esa maniobra, porque supri-
me el arancel mínimo en juicios por monto inferior a veinte
jus, con lo cual el cobro de los honorarios mínimos regulados,
aún en juicio separado del principal, ya no puede devengar

696
TSJ, Sala Civil, A.I. Nº 2, del 18/02/2008, in re: “Fisco de la Provincia c/ Pérez
Villavicencio, Mauricio O. - Ejec. Fiscal”.

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333 02/06/2014, 10:10
334 ADÁN LUIS FERRER ART. 124

nuevos honorarios mínimos697. Además, el segundo párrafo del


art. 124 de la ley 9459, ha puesto un límite a esa sucesión de jui-
cios ejecutivos, al disponer que “si se optase por la vía del ejecu-
tivo especial los honorarios que se devengaren en éste, sólo podrán
perseguirse por ejecución de sentencia en el ejecutivo especial”.
En función de su ratio legis, esta limitación puede aplicarse
aún cuando la opción haya sido por el juicio declarativo, en vez
del ejecutivo especial (posibilidad ésta que analizaremos en
el N° 315); tanto en uno cuanto en otro caso, estaría vedada la
gestación de esta artificiosa multiplicación de procesos698.

314. EL ARANCEL EN EL EJECUTIVO ESPECIAL

La ejecución de honorarios regulados, tiene el mismo trá-


mite y la misma entidad económica, sea que se la promueva en
el mismo expediente en que se practicó la regulación, sea que
se inicie un juicio separado. Siendo así, en principio no se jus-
tifica que esa tarea profesional devengue para el ejecutante
honorarios distintos en uno y otro caso. Se trata en definitiva
de ejecutar una condena y, por tanto, corresponde aplicar el
arancel previsto en el art. 82 para la ejecución de sentencia, no
el que el art. 81, primer párrafo, asigna al juicio ejecutivo.
Si el ejecutado opone excepciones, entonces ya no estare-
mos ante una simple ejecución, sino ante un verdadero juicio
ejecutivo, con una amplitud de debate singularmente amplia,
como consecuencia de las defensas que en el caso admite el
art. 809 in fine del C. de P.C., que ha de desembocar en una sen-
tencia, que acoja o rechace las excepciones opuestas. En este
caso corresponde, sí, aplicar el art. 81, en su segundo párra-
fo, y en consecuencia regular honorarios según la escala del
art. 36, inclusive cuando el trámite se desarrolla en el mismo
expediente en que se practicó la regulación699.

697
Esto admitiendo la validez constitucional del art. 36 in fine de la ley 9459,
cuestión harto discutible, según hemos dicho en el N° 77.
698
Conf. Cám. 4ª Civ. y Com., 07/08/2009, Semanario Jurídico N° 1726 del 01/
10/2009, p. 482.
699
Esa es la interpretación que hemos propiciado al comentar los arts. 81 y 82,
en los Nos 183 y 187.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


334 02/06/2014, 10:10
ART. 124 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 335

Para ser coherentes con esa interpretación, es menester asu-


mir, además, que el minimo minimorum de diez (10) jus que el
art. 36 prevé en procesos “ejecutivos especiales”, no será aplica-
ble cuando, por no haberse opuesto excepciones, estemos frente
a una mera ejecución de sentencia, sea en el mismo o en distinto
expediente de aquél en que se practicó la regulación.
Esta interpretación del ordenamiento, además de ser justa,
elimina todo estímulo para el cobro de honorarios mediante jui-
cio ejecutivo especial, quedando esa alternativa para lo que en
realidad le acuerda sentido, esto es para cuando la acción se
promueve ante un Tribunal distinto del que practicó la regu-
lación, cuestión sobre la que abundaremos más adelante700.

315. LA “ORDINARIZACIÓN” DEL COBRO

Tanto bajo la vigencia de la ley 8226, cuanto luego de sancionada


la ley 9459, en no pocas ocasiones se ha instado el cobro de honora-
rios regulados, promoviendo un juicio separado y solicitando, ade-
más, la adopción del trámite de juicio declarativo, con el objetivo de
aumentar los honorarios que ha de devengar este nuevo proceso.
En principio, en nuestro ordenamiento procesal rige el prin-
cipio de legalidad de las formas; esto es que es la ley la que fija el
tipo de proceso que corresponde adoptar en cada caso, no la vo-
luntad de los litigantes, ni tampoco la del juez701. A diferencia
de lo que ocurre en el Código Nacional (art. 521) nuestro C de
P. C. no ha admitido la posibilidad de que la acción fundada en
un título ejecutivo se tramite, a instancias del acreedor, como
juicio declarativo. Sin embargo, bien puede admitirse esa al-
ternativa, porque ello no causa agravio al demandado y el actor
tiene derecho a un pronunciamiento que haga cosa juzgada subs-
tancial acerca de la existencia y exigibilidad de su crédito, lo
que no logra con la sentencia de remate, revisable en juicio ordi-
nario (art. 557, CPC)702.

700
Véase Nº 317.
701
Confr. DEVIS ECHANDÍA, Hernando, Teoría general del proceso, t. I, Universidad,
Buenos Aires, 1985, p. 25.
702
Ese es el fundamento que la doctrina asigna al art. 557 del Código Nacional
(Confr. PALACIO, Lino E. - ALVARADO VELLOSO, Adolfo, Código Procesal Civil y Co-
mercial de la Nación, t. 9, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 1995, p. 194, Nº 533.1.1).

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


335 02/06/2014, 10:10
336 ADÁN LUIS FERRER ART. 124

Esto, que es así de claro en el juicio ejecutivo que legislan


los arts. 526 y ss. del C. de P.C., no lo es tanto en la ejecución de
sentencia (o el ejecutivo especial del art. 801 y ss., que son la
misma cosa) porque el desenlace de la ejecución de sentencia,
en principio no está sujeto a revisión ulterior703, por lo que no
hay interés legítimo alguno que pueda justificar la adopción de
un trámite más amplio. Siendo así, cabría la negativa a impri-
mir al caso el trámite declarativo, o bien aceptarlo, pero aplican-
do a la regulación de honorarios la escala propia de la ejecución
de sentencia, ya que el mayor desarrollo procesal es inoficioso,
cuando no malicioso o temerario (art. 47).
El art. 124 de la ley 9459, agrega un último párrafo al texto de
la ley 8226, diciendo que “el profesional podrá optar en todos los
casos por la Jurisdicción Civil, en el supuesto de demandar por
el juicio ejecutivo o declarativo”. Ese agregado, al margen de acor-
dar competencia al juzgado civil, aún cuando la regulación proven-
ga de otro fuero, da por sentado que el acreedor de honorarios
regulados sí puede optar por instar el cobro en juicio declara-
tivo, lo que desarma el argumento con el cual, en la ley 8226, a
nuestro juicio cabía imprimir al caso el trámite de ejecución
de sentencia, aunque la demanda se presentase como declara-
tiva.
Pese a esta poco feliz normativa, los jueces siguen contando
con medios para impedir que se consume esta ardidosa “fabri-
cación” de honorarios. Aún cuando entendamos que el cobro de
honorarios puede llevarse adelante por el procedimiento del
juicio declarativo, igualmente esa amplitud de desarrollo pro-
cesal sigue siendo inoficiosa, cuando no maliciosa o de mala fe,
al menos mientras el actor no haya expresado un interés legí-
timo para obrar de ese modo, lo que permite, según hemos vis-
to, limitar los honorarios a los que son propios de la ejecución
de sentencia, por aplicación del art. 47 704.

703
No se nos oculta que no siempre es así, pero de todos modos la posibilidad de
revisar en juicio ordinario lo resuelto en vía de ejecución de sentencia, constituye
una excepción.
704
Conf. Cám. 3ª Civ. y Com. 22/06/2010, in re: “Revellino, Hugo c/ Flores, Ma-
nuel Timoteo”, Foro de Córdoba N° 145, p. 324; Cám. 6ª Civ. y Com., Sent. N° 131
del 07/07/2005, Semanario Jurídico N° 1523, del 01/09/2005.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


336 02/06/2014, 10:10
ART. 124 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 337

316. LEGITIMACIÓN ACTIVA Y PASIVA

Practicada la regulación de honorarios, el abogado titular


del crédito puede dirigir la instancia de cobro contra el comi-
tente, el beneficiario del servicio profesional y, en su caso, con-
tra el condenado en costas (art. 15). La misma legitimación os-
tenta el tercero que pagó la acreencia (art. 19).
Atento a que la obligación del comitente tiene por causa el
contrato celebrado con el abogado, no la condena en costas,
alguna vez se ha dicho que “resulta discutible habilitar la ‘vía
ejecutiva’ para reclamar el pago de los honorarios contra la
comitente en el supuesto del art. 15, LA, ya que la habilidad para
accionar ‘ejecutivamente’ debe surgir del título mismo (art. 121,
LA)” 705. No creemos que sea así; según veremos más adelan-
te (N° 318) en la ejecución de sentencia el título lo constituye el
proceso todo, en el cual consta la relación jurídica entre el abo-
gado y su cliente; y si se optase por ejecutar los honorarios en
un proceso separado, el título se integra con un certificado que
individualiza al obligado al pago (el comitente en su caso); como
vemos, tanto en uno cuanto en otro caso la condición de deudor
del ejecutado, consta en el título que sirve de base a la ejecu-
ción.
El cobro de los honorarios puede ser reclamado, además, en
la ejecución de sentencia que promueve el litigante vencedor
contra el condenado en costas. De hecho así ocurre habitualmen-
te en la ejecución de condenas a pagar una suma de dinero, en
las que la ejecución de sentencia comprende tanto el capital y
los intereses, cuanto las costas del juicio, incluidos los honora-
rios regulados al abogado del vencedor. Esto es así porque sien-
do la causa del crédito por honorarios el contrato celebrado en-
tre el abogado y su cliente, es éste el primer obligado a su pago,
y la condena en costas es la vía que el ordenamiento le acuerda
para resarcirse de los gastos que ha debido afrontar para hacer
valer su derecho.
Lo que el abogado no puede hacer, es promover la ejecución
de la condena incluyendo sus honorarios y, luego de optar por

Cám. 7ª Civ. y Com., A. N° 436 del 13/10/2010, Semanario Jurídico N° 1793


705

del 10/2/2011, p. 182.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


337 02/06/2014, 10:10
338 ADÁN LUIS FERRER ART. 124

esa vía ejecutoria, pretender escindir sus honorarios y ejecu-


tarlos por separado. Esto así porque “las vías con que cuenta el
abogado no son ‘acumulativas’ sino ‘alternativas’. Son ‘opciones’
que tiene el profesional, y como toda opción su ejercicio importa
la renuncia del resto de alternativas, al menos mientras esté
pendiente (o no agotada) la que fuera preferida por el interesa-
do” 706.

317. COMPETENCIA

Conforme a las normas generales referidas a la competen-


cia por conexidad, la acción por cobro de honorarios debería
ser promovida ante el mismo juez que practicó la regulación, ya
que “el nuevo proceso es consecuencia de uno precedente”707. Sin
embargo, desde siempre se ha admitido también su promoción
ante el juez de turno, o ante el juez del demandado, si éste re-
sidiese en otro lugar708, aunque algún fallo ha negado esa posi-
bilidad709.
El último párrafo del artículo en comentario, cuando expre-
samente dispone que el profesional podrá optar por accionar
en el fuero civil, aún cuando se trate de regulaciones practica-
das por jueces con otra competencia material, acuerda sustento
normativo a esa práctica jurisprudencial. El actor puede ate-
nerse a la competencia por conexidad del Juez que reguló los
honorarios, o declinarla y promover la ejecución ante el juez de
turno. Si elije la primera alternativa (ejecutar ante el juez que
practicó la regulación) estaremos ante una ejecución de senten-
cia, en el mismo proceso en que se regularon los honorarios, lo
quiera o no el ejecutante; abrir en este caso un proceso distinto,

706
TSJ, 13/04/2009, “Fisco de la Provincia c/ Mir, Juan”, A.I. N° 90 del 13/04/2009,
Semanario Jurídico N° 1710, 11/06/2009, p. 795.
707
PODETTI, Ramiro J., Tratado de la competencia, 2ª ed., Ediar, Buenos Aires,
1973, p. 543, Nº 210. Confr. MARTÍNEZ CRESPO, Mario, Temas prácticos de derecho
procesal civil, p. 342, Nº 11, citando jurisprudencia nacional.
708
Confr. ALSINA, Hugo, Derecho procesal, t. II, 2ª ed., p. 677; TSJ, Sala Civil, A.I.
Nº 233 del 19/08/1997, in re: “Del Cerro Jorge A. c/ Las Seis M S.A. - Apremio -
Cuestión de competencia”.
709
Conf. Cám. 1ª Civ. y Com. A. N° 742 del 25/11/2009, Foro de Córdoba N° 145,
p. 323.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


338 02/06/2014, 10:10
ART. 124 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 339

implicaría un desgaste procedimental innecesario, que no se


justifica.
Claro está que el apartamiento del forum conexitatis es una
alternativa acordada al profesional, no una imposición, de don-
de resulta que el juez que practicó la regulación está obligado a
admitir y dar trámite a la ejecución de los honorarios que ha
regulado, cuando es instada ante él por quién ostenta legitima-
ción para hacerlo.
La competencia para que el juez que reguló conozca en la
ejecución de los honorarios regulados, no ofrece dudas en el fue-
ro civil (art. 7º, inc. 1, CPC) ni tampoco en el laboral (art. 94,
ley 7987) de familia (art. 21, inc. 7, ley 7676) o contencioso ad-
ministrativo (art. 54, ley 7182) pero tratándose de regulacio-
nes prácticas en el fuero penal, el art. 530 del respectivo Códi-
go Procesal dispone que “la sentencia que condene a restitución,
indemnización, o reparación de daños, o el pago de costas, cuan-
do no sea inmediatamente ejecutada o no pueda serlo por simple
orden del Tribunal que la dictó, se ejecutará por el interesado
ante el Juez Civil que corresponda con arreglo al C. de P.C.”.
Así, pues, todo lo que el Juez del Crimen puede hacer en or-
den al pago de los honorarios que ha regulado, es ordenar el li-
bramiento de los fondos disponibles a esos fines; si de accionar
para cobrarlos se trata, el competente es el Juez de Primera
Instancia en lo Civil y Comercial.

318. TÍTULO EJECUTIVO

Tal como se ha dicho respecto del art. 19 de la ley 8226710, la


exigencia de acompañar como título la copia de la regulación
pertinente, con la constancia de encontrarse firme y ejecutoriada
y de quien resulte responsable del pago, es aplicable sólo en
caso de que el actor reclame el pago en un proceso autónomo;
esto así porque si se tratase de ejecutar el crédito por honora-
rios en el mismo juicio en que han sido regulados, en el expe-
diente constan tanto la regulación de honorarios cuanto la iden-
tidad del deudor y su ejecutividad, lo que torna innecesaria la
expedición de copias.

710
Véase Nº 312.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


339 02/06/2014, 10:10
340 ADÁN LUIS FERRER ART. 124

Cuando el acreedor de honorarios regulados reclama el pago


en un juicio ejecutivo autónomo, distinto de aquél en el que
se practicó la regulación, no siempre el título es tan complejo
como reza el texto del artículo en comentario. No podrá faltar,
por cierto, la copia de la resolución que regula honorarios, pero
la certificación de que se encuentra firme, sólo será necesaria
cuando esa regulación fuese susceptible de recursos con efec-
tos suspensivos, ya que no obsta al despacho de la ejecución, la
pendencia de recursos que no suspenden la ejecución del fa-
llo recurrido711; y la constancia de quien está obligado al pago,
sólo será exigible cuando su identidad no surge de la resolu-
ción regulatoria712. Es más: si la ejecución fuese despachada en
base al sólo auto regulatorio, buena jurisprudencia tiene dicho
que la falta de las certificaciones aludidas, en principio no obs-
ta a la procedencia de la acción, mientras el ejecutado no invo-
que la falta de firmeza de la regulación, “ya que lo importante
es determinar si está o no firme”713.
Lo esencial del título es la regulación judicial de los hono-
rarios reclamados; las certificaciones tan sólo relacionan lo que
resulta de la resolución que se ejecuta, por lo que en todo caso
se deberá estar a lo que ésta dispone. El certificado no legiti-
mará la acción promovida, si sindica como deudor de honora-
rios a una persona que no lo es conforme al fallo en ejecución; o
si erróneamente da cuenta de la firmeza de una resolución que
en realidad ha sido apelada.

319. PLAZO PARA TORNAR EXIGIBLES LOS HONORARIOS REGULADOS

La admisibilidad y despacho de la ejecución, requieren que


el título invocado acredite la existencia de un crédito exigible
(art. 517, CPC).
Respecto de los honorarios regulados, la duda radica en
establecer cuándo ese crédito es exigible. El Código Arancela-

711
Cám. 3ª Civ. y Com., auto Nº 167 del 17/06/88, reseñado por ANDRUET, Arman-
do S. (h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., ps. 19 y ss.,
Nos 24/28.
712
Cám. 5ª Civ. y Com., Sent. Nº 161 del 01/12/97, BJ, t. IV, octubre-diciembre
1997, p. 1253.
713
Cam. Civ. y Com. San Francisco, 22/12/1998, LL Cba., 2000-333.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


340 02/06/2014, 10:10
ART. 124 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 341

rio no ha fijado el plazo dentro del cual el obligado al pago debe


cancelar la deuda por honorarios714, y si tampoco lo hace la re-
solución que los regula, conforme a la regla general la ejecu-
ción puede despacharse inmediatamente de quedar consenti-
da o ejecutoriada715. Esto al margen de que, cuando se trata de
una resolución no susceptible de recursos con efectos suspen-
sivos, la ejecución puede promoverse de inmediato, Frente a
esa posibilidad, en algún caso se ha resuelto que “formulada la
petición en los términos del art. 115 de la ley 7269 (análogo al
artículo que comentamos) corresponde intimar su cumplimien-
to en un término prudencial”716, solución ésta que no tiene sus-
tento normativo.
A nuestro juicio, aunque no creemos que sea procedente el
previo emplazamiento dispuesto en la jurisprudencia antes ci-
tada, la ejecución promovida de inmediato, sin dar posibilidad
al deudor de desobligarse (art. 505, CC) importa un abuso de
derecho (art. 1071, CC) y justifica eximir de costas al deudor en
el proceso ejecutorio —o aún imponerlas al actor— si se con-
signa el monto adeudado inmediatamente de notificada la eje-
cución (art. 131, CPC).

320. LOS HONORARIOS DE PERITOS

Por aplicación del art. 49, las vías procesales que acuer-
da el artículo en comentario benefician también a los peri-
tos 717, pero respecto de éstos la legitimación pasiva presen-
ta las dudas que hemos planteado al comentar el referido
art. 49718.

714
Si lo hace, en cambio, la ley 21839, en jurisdicción nacional, en sus arts. 49
y 50.
715
Confr. PALACIO, Lino E. - ALVARADO VELLOSO, Adolfo, Código Procesal Civil y Co-
mercial de la Nación, t. 9, p. 92.
716
TSJ, Sala C., C. y Cont. Adm., Auto Nº 207, 20/05/86, reseñado por ANDRUET,
Armando S. (h) - BUSTOS ARGAÑARÁS, Miguel A. - FERNÁNDEZ, Raúl E., ob. cit., p. 321,
Nº 981.
717
Confr. MARTÍNEZ CRESPO, Mario, Código Arancelario para Abogados y Procura-
dores, p. 271.
718
Véase Nº 114.

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342 ADÁN LUIS FERRER ART. 125

Disposiciones transitorias y complementarias.


Aplicación

Art. 125. Este Código se aplica desde su entrada en vi-


gencia, incluido el valor asignado al Jus. En las causas
y actuaciones profesionales en trámite, o pendientes
de regulación y en las terminadas, donde no se hubie-
re practicado regulación, se aplicará la ley vigente al
tiempo en que se prestó la tarea profesional.

321. LOS ANTECEDENTES Y LA NORMA SANCIONADA

A lo largo del último medio siglo, se han sucedido múltiples


reformas arancelarias en la provincia de Córdoba (leyes 4276,
4776, 6052, 7269, 8226) y todas ellas han establecido que el
nuevo régimen era aplicable a las regulaciones de honorarios
a practicar, aún cuando se tratase de tareas profesionales de-
sarrolladas bajo la vigencia del ordenamiento anterior719.
La constitucionalidad de la aplicación retroactiva del aran-
cel no fue nunca discutida, tal vez por falta de estímulo, por-
que cada reforma importaba una mejora en la retribución de
los abogados720. El conflicto doctrinario estalló con el art. 120
de la ley 8226 que, siguiendo esa tradición legislativa, dispuso
que la reforma era aplicable, “desde su entrada en vigencia, a
todas las causas y actuaciones profesionales en trámite, o pen-
dientes de regulación y en las terminadas, donde no se hubiere
practicado regulación”. Pero ahora, por primera vez, se trataba
de una ley que reducía el arancel, y los abogados cuestionaron
la constitucionalidad de la aplicación del nuevo ordenamiento
a las tareas profesionales ejecutadas antes de su sanción.
En Tribunal Superior de la Provincia, con más énfasis que
razones, rechazó sistemáticamente esos planteos, hasta que la
Corte Suprema obligó a revisar esa doctrina, al anular un fallo

719
La ley 6052 fue más allá todavía, al disponer que el nuevo régimen se aplica-
ba a todo juicio “cuyos honorarios no hayan sido satisfechos en el momento en que
esta ley entre en vigencia” (art. 74).
720
Y por las dudas no fuese así, el art. 69 de la ley 4776, al igual que el art. 74 de
la ley 6052, acordaba al abogado la opción de solicitar que la regulación se prac-
ticase aplicando la ley anterior, sí así lo deseaba.

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ART. 125 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 343

de la Sala Civil porque —dijo— “no corresponde aplicar la ley


arancelaria que entró en vigencia con posterioridad a la acepta-
ción y ejecución de la tarea encomendada, pues no cabe privar
al profesional del derecho patrimonial adquirido al amparo de
una legislación anterior, sin que obste a ello la circunstancia de
hallarse pendiente de determinación sus honorarios, toda vez que
la regulación judicial sólo agrega un reconocimiento —y cuan-
tificación— de un hecho preexistente a la atribución del traba-
jo profesional” 721. De allí en más, los Tribunales Provinciales
han ajustado sus pronunciamientos a esa jurisprudencia, aún
cuando la Corte no ha sido del todo fiel a su propia doctrina,
habiendo llegado a afirmar, respecto de la aplicación de la
ley 24.432 a tareas profesionales desarrolladas antes de su
sanción, que “no resulta violatoria de derechos adquiridos des-
de que, no existiendo acto jurídico que fije en forma definitiva el
monto de los honorarios, no puede sostenerse que produzca ata-
que alguno al derecho de propiedad” 722.
Los autores de la ley 9459, se han sentido obligados a acatar
la directiva impuesta por la Corte en el caso “Bula […]”, pero
han intentado que el nuevo valor del jus, impuesto en el art. 36,
sea de aplicación inmediata, aún respecto de regulaciones por
tareas profesionales anteriores. Esto así porque las distorsiones
operadas en la remuneración de los magistrados judiciales,
plagada de adicionales y complementos, habían hecho que
el sueldo básico (que era la base para calcular el jus) quedara re-
ducido a un pequeño porcentaje del total de haberes y, con
ello, el jus dejaba de guardar con la retribución de los jueces, la
porcentualidad querida originariamente por el ordenamiento723.
Para lograr ese objetivo, en la discusión parlamentaria se
elaboró el poco feliz texto que luce el artículo en comentario,
cuyo sentido es —se dijo en la legislatura— que “al establecer

721
CS, 01/04/97, in re: “Bula, Carlos c/ Próspero Bonaudi”, Fallos 320:378. Esa
doctrina tuvo expresa ratificación en fallo de la Corte del 10/05/2005, en el
caso” Amigo, Pedro G. c/ Oviedo, Carlos A.”, LL, 2006-A-125.
722
CSJN, 14/02/2006, in re: “DNRP c/Vidal de Docampo,Calara Aurora s/ejecu-
ción fiscal”.
723
La discusión parlamentaria expresa esa intención del legislador, más allá
de toda duda, “porque si no el jus va a tener vigencia de aquí a dos años”, según
palabras del legislador Ortiz Pellegrini.

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344 ADÁN LUIS FERRER ART. 125

el Código el valor de 50 pesos por jus, está diciendo que a todas


las regulaciones que están medidas en esta unidad económica
debe aplicarse el valor que el Código establece, ya que lo hace
desde su vigencia” 724.

322. “JUS NUEVO” VS. “JUS VIEJO”

Una interpretación literal del artículo en comentario, condu-


ce a aplicar integralmente uno u otro ordenamiento (leyes 8226
y 9459) inclusive en relación al valor del jus que cada una de
ellas establece, según que las tareas profesionales de que se
trate hayan sido ejecutadas antes o después de la reforma; la
expresión “este Código se aplica desde su entrada en vigencia”,
que es mera aplicación del art. 3º del Cód. Civil, no excluye que,
como dice la segunda parte del artículo, “en las causas y actua-
ciones profesionales en trámite y pendientes de regulación y
en las terminadas, donde no se hubiere practicado regulación,
se aplicará la ley vigente al tiempo en que se prestó la tarea
profesional”; todo ello, obviamente, “incluido el valor del jus”,
párrafo que no pasa de ser un agregado sobreabundante.
Sin embargo, según hemos visto ese agregado fue una mo-
dificación al proyecto originario, que los legisladores intro-
dujeron para que, aún aplicando el arancel de la vieja ley, se
asigne al jus el valor que resulte del art. 36 del nuevo ordena-
miento y no un cuatro por mil de la remuneración básica men-
sual del Juez de Cámara, según disponía el art. 34 de la ley 8226.
Así, pues, una interpretación ajustada a la intención del legis-
lador, permitiría superar un yerro de redacción y asignarle a la
norma el sentido de imponer el nuevo valor del jus, aún cuan-
do la regulación se practique con ajuste a la ley 8226.
Una y otra interpretación han merecido apoyo doctrina-
rio 725 y jurisprudencial 726, con argumentos que obviamente

724
Legislador Carbonetti, en la discusión parlamentaria.
725
Muchos autores han tratado el tema, con opiniones contradictorias, en diver-
sas publicaciones especializadas, los que han sido reseñados por Federico A.
OSSOLA, en “El valor del jus: un debate que sigue abierto”, Abeledo Perrot Córdo-
ba, Nº 10, octubre 2008, p. 1104 y ss.
726
La Cámara Cuarta Civil y Comercial, se atuvo a la voluntad del legislador,
aplicando el nuevo jus, aun cuando el arancel sea el de la vieja ley (A. Nº 441

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ART. 125 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 345

no se agotan en el texto legal o la intención del legislador, sino


que abrevan en reflexiones jurídicas y axiológicas que sirven
para avalar una y otra postura. Así, la controversia tomó nom-
bre propio, como conflicto entre el “jus viejo” y el “jus nuevo”,
según nos atengamos a la letra de la ley o a la intención del le-
gislador, respectivamente.
El Tribunal Superior de Justicia en pleno, en la causa “Fe-
rreras, Juan Alberto c/ Municipalidad de Córdoba - ejecuti-
vo” 727, definió la cuestión asignando al jus el valor previsto en
la ley 9459, aún respecto de honorarios devengados antes de
su sanción, sin perjuicio de ajustar el arancel a la normativa
de la ley 8226.
Sería ocioso reseñar los argumentos que, en uno y otro sen-
tido, desarrollan los votos mayoritarios y minoritarios del fallo
mencionado, los que no dejan resquicio alguno para argüir algo
valioso, que no sea repetición lo que allí ha sido dicho. Antes
bien valdría asumir que, al margen de opiniones personales728,
la regla es la que el Alto Cuerpo ha decidido, ya que la función
uniformadora que cumple el Tribunal Superior, “define el sen-
tido y alcance de las normas, a tal punto que algunos autores
consideran que en su esencia trasciende a la actividad judicial,
emparentándose con una labor cuasi legislativa (cfr. HITTERS, Juan
Carlos, Técnica de los recursos extraordinarios y de la casación,
2ª ed., Platense, La Plata, 2000, p. 121)” 729.

del 29/09/2008, in re “Citibank N.A. c/ Hernández Ríos, Alberto Manuel - Ejecu-


ción Hipotecaria”; A. Nº 242 del 12/06/2008, in re: “Banco Central de la Rep. Ar-
gentina (BCRA) c/ Romano, Daniel Gustavo y otro - ejecutivo”, entre otros); el
mismo criterio campeaba en las regulaciones practicadas por la Cámara Se-
gunda; la Cámara Tercera, en cambio, cuando regulaba honorarios según el
arancel de la ley 8226, lo hacía aplicando el valor del jus que esa norma esta-
blece, criterio que hizo suyo la Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia, con
disidencia de uno de sus miembros (A. N° 161, del 23/07/2008, in re: “Carnero,
José Antonio p.s.a. homicidio culposo etc.”).
727
A.I. Nº 492 de la Sala Civ. y Com., 15 de diciembre de 2009.
728
Hemos expresado nuestra opinión coincidente con los votos minoritarios del
referido fallo, en la anterior edición de este comentario (Código Arancelario,
Alveroni Ediciones, Córdoba, 2009, p. 320 y ss., Nº 322).
729
TSJ, Sala Civil, Sentencia Nº 3 del 15/02/2001, citada por Raúl FERNÁNDEZ,
Impugnaciones ordinarias y extraordinarias en el CPCC de Córdoba, Alveroni
Ediciones, Córdoba, 2006, p. 424, nota Nº 638.

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346 ADÁN LUIS FERRER ART. 125

Sin embargo, la doctrina sentada por los fallos de Tribunal


Superior, que en casación cumple esa función “cuasi legislati-
va” a que hemos ludido, es revisable por la Corte Suprema, toda
vez que lesione garantías constitucionales.
En el caso que nos ocupa (Jus nuevo vs. Jus viejo) está en
discusión la validez constitucional de una interpretación que,
al acordar efectos retroactivos a una regla condicionante de
la regulación de honorarios, en principio contradice la juris-
prudencia de la Corte en el ya citado caso “Bula”. Esto así por-
que aquella doctrina, sentada en resguardo de los derechos del
abogado, tiene el mismo alcance en relación al deudor de los
honorarios, cuya obligación no puede verse incrementada en
forma retroactiva, por el nuevo valor del jus.
La mayoría, en el fallo que comentamos, salva esa objeción
constitucional apuntando que el Jus es un parámetro económi-
co variable, de donde resulta que adecuar los honorarios a su
valor, no implicaría aplicación retroactiva del arancel. La re-
forma —dicen los votos mayoritarios— “lejos de traducir un
cambio sustancial del mecanismo para determinar el valor del
Jus, tan sólo tiende a imprimir eficacia práctica a la legítima
aspiración de movilidad con la que dicha unidad arancelaria
fuera instituida en la ley 8226” (punto VII.4 del voto de los jue-
ces Cafure, Sesín y Andruet).
Difícilmente ese argumento convenza a quien contrató los
servicios profesionales con ajuste a un límite arancelario, y
luego de concluido el pleito —o el incidente— se encuentra
ante una obligación que multiplica aquel límite, tanto cuanto
se multiplica el valor del jus; esto así no por una variación en
los parámetros que la ley ha fijado para tarifar el jus, sino por
la resforma legislativa que cambió esos parámetros. Y si el liti-
gante no convencido articula recurso extraordinario, con los
mismos argumentos que abrieron la instancia federal en el
caso “Bula”, la impugnación sería formalmente admisible, en
función del art. 14 de la ley 48, con lo cual el mantenimiento de
esta doctrina quedaría supeditado a que la argumentación que
la respalda convenza a la Corte Suprema.
Ya ocurrió con el art. 120 de la ley 8226, cuya validez fue
sostenida por la jurisprudencia local, hasta que la revirtió la
Corte en el caso “Bula”. Sin embargo, es probable que ahora la
cuestión no llegue a ser resuelta por la Corte, porque la dife-

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ART. 125 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 347

rencia práctica entre uno y otro ordenamiento es significativa


sobre todo en los aranceles mínimos fijados en jus, cuyo redu-
cido monto acaso no justifique la interposición de un recurso
extraordinario, o su atención por la Corte, que puede desen-
tenderse por la vía que le acuerda el art. 280 del Cód. de Proc.
Nacional. Esto al margen de que los agraviados con la inter-
pretación que el Tribunal Superior daba al art. 120 de la ley 8226,
eran los abogados, mientras ahora son los justiciables, lo que
marca una diferencia en la vocación litigiosa de los ofendidos.
Así, pues, podría darse por cierto que, en función de la doc-
trina que informa el fallo en comentario, la cuestión queda en
la práctica resuelta: de aquí en más el valor del jus será el que
establece la ley 9459, aún cuando se trate de servicios profesio-
nales prestados íntegramente antes de su sanción.
Pero para que esto sea así, es menester que los integrantes
del Tribunal Superior que han votado en minoría en el fallo en
“Ferreras c/ Municipalidad de Córdoba”, declinen en su sala
esa postura y, sin perjuicio de su opinión personal, se atengan
a la doctrina del Tribunal en pleno, para evitar un desigual tra-
tamiento de la cuestión entre los diversos fueros. Esto así por-
que hay dos salas del Tribunal Superior, la penal y la laboral,
en las que, con su composición actual, la mayoría la conforman
dos integrantes de la minoría en el fallo que comentamos. Si
esas mayorías siguieran siendo tales en el ámbito de su compe-
tencia, ocurriría que en los juicios tramitados antes de la re-
forma arancelaria, se asignaría un valor al jus en las salas la-
boral y penal, distinto del que tiene en los otros fueros. Una
desigualdad que el Tribunal Superior debería evitar.
Por otra parte, uno de los votos mayoritarios en el fallo que
comentamos (el del Dr. García Allocco) ha puesto especial én-
fasis en que “tratándose de normas de naturaleza arancelaria,
el sistema positivo en su conjunto se encarga de flexibilizar sus
designios y, en cierto modo, relativizar su imperatividad, al con-
sagrar pautas de corrección específicamente destinadas a con-
jurar los eventuales excesos que pudieran derivar de la aplica-
ción mecánica del arancel” (punto V de su voto). Ese criterio
abre alternativas a una solución distinta de la adoptada en
este juicio, en situaciones en que la aplicación simultánea de
dos ordenamientos distintos (las leyes 8226 y 9459) conduzca a
situaciones singulares. Así, por ejemplo, al condenado en cos-
tas en un juicio declarativo que desembocó, bajo la vigencia de

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348 ADÁN LUIS FERRER ART. 125

la ley 8226, en una condena al pago de quinientos pesos, la a-


plicación del “jus nuevo” lo obligaría a pagar alrededor de mil
pesos de honorarios, por aplicación del minimo minimorum que
para el juicio abreviado fija el art. 39 de la ley 9459; pero sin
aplicación plena de la nueva ley, no podría prevalerse de lo que
dispone el último párrafo de ese mismo artículo, en función del
cual no puede pagar más de doscientos cincuenta. No me atreve-
ría a apostar cuál sería el resultado de un litigio así planteado.
El Tribunal Superior en pleno ha dirimido la disputa que la
ley 9459 provocó, en orden a la aplicación del “jus viejo” o el “jus
nuevo”. Lo ha hecho sin la contundencia que es propia de la fun-
ción “cuasi legislativa” que se asigna al alto cuerpo, habida cuenta
la cuestión federal involucrada en el tema (que abre la instancia
del art. 14 de la ley 48) y la precariedad de la mayoría lograda
en el fallo que, hasta hoy al menos, no coincide con los votos ma-
yoritarios de los integrantes de dos de las salas del Tribunal. Pese
a ello, suponemos que tarde o temprano todos los pronunciamien-
tos van a seguir la doctrina que aquí se ha establecido, a saber:
para regular honorarios por tareas profesionales anteriores
a la vigencia de la ley 9459, corresponde aplicar la normativa
entonces vigente (ley 8226, u otra anterior en su caso), pero el
valor asignado al jus a los fines de tarifar los honorarios, será
el que corresponde por aplicación de la ley 9459.

323. LA TAREA CUMPLIDA BAJO DOS LEYES

Al margen de las dudas referidas al valor del jus, el artícu-


lo que comentamos se ajusta a la doctrina sentada por la Corte
en el caso “Bula”, esto es que los honorarios deben ser regula-
dos por aplicación de la ley vigente al tiempo en que se presta-
ron los servicios.
Pero aquella doctrina de la Corte —y este artículo del Códi-
go Arancelario— deja en dudas la solución aplicable a la re-
gulación de honorarios por tareas profesionales cumplidas
parcialmente bajo la vigencia de un ordenamiento arancelario
y finalizadas luego de su reforma.
Al respecto se ha sostenido que cuando la reforma se produ-
ce en mitad de la sustanciación del juicio, los honorarios deben
ajustarse a la ley anterior respecto de todos los actos cumpli-
dos hasta su derogación, limitando la aplicación de la reforma

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348 02/06/2014, 10:10
ART. 125 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 349

a los ejecutados a partir de su entrada en vigencia730. Esto así


porque —se ha dicho— la prestación del servicio profesional
no constituye un hecho único extendido en el tiempo (la sus-
tanciación de todo el juicio o una de sus instancias) sino una
sucesión de actos, cada uno de los cuales genera el derecho a
retribución; avalaría esta afirmación el hecho de que la propia
ley estipule el fraccionamiento del juicio en etapas 731 y brin-
da un argumento adicional el art. 4032, inc. 1, in fine del CC
que, “en cuanto al pleito no terminado y proseguido por el mis-
mo abogado”, fija un plazo de prescripción para el cobro de ho-
norarios que se computa a partir de cada actuación732.
No creemos que esta conclusión sea correcta; a los fines
arancelarios, las distintas instancias del juicio están concebi-
das como una unidad (arts. 36, 40, 41, etc.) y el fraccionamiento
en etapas del art. 45 parece haber sido concebido en función de
la conclusión anticipada del proceso (art. 43) o la posible inter-
vención sucesiva de distintos abogados (art. 23) al punto de que
es sólo con motivo de su apartamiento del juicio o la paraliza-
ción de éste que se autoriza al abogado a pedir regulación de
honorarios por la tarea cumplida (art. 11); mal puede hablarse
de un derecho irrevocablemente adquirido, cuando su titular
no tiene acción para ejercerlo ni puede siquiera pedir que sea
determinado su objeto. Por otra parte, habitualmente al abo-
gado le es encomendada la defensa en el juicio, asumido como
unitario, no el cumplimiento de una sucesión de actos proce-
sales; el trabajo es total, no por escritos733. En cuanto al art. 4032,

730
Confr. Sup. Corte Tucumán, 08/11/74, JA, Serie Contemporánea, t. 26-1975,
p. 504, con muy fundado voto del Dr. López de Zavalía. Es también la forma
en que la Cámara de Apelaciones de San Francisco aplicó reformas arancela-
rias que no imponían retroactividad (respecto de la ley 7522, Sent. Nº 38 del 30/
09/87, reseñado en LL Cba., 1988-949; respecto de la ley 8158, Sent. Nº 99 del
11/11/92). En el mismo sentido, en relación al art. 292 de la ley 24.522, Cám. 3ª
Civ. y Com., 15/03/1996, LL Cba., 1997-307.
731
Así lo hace, entre nosotros, el art. 45.
732
Véase LLAMBÍAS, Jorge J., Tratado de derecho civil. Obligaciones, t. III, Abeledo -
Perrot, Buenos Aires, 1987, p. 422, Nº 2088; BORDA, Guillermo A., Tratado de dere-
cho civil. Obligaciones, t. II, 3ª ed., Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1969, p. 69, Nº 1108.
733
Es la opinión contenida en el voto en disidencia del Dr. Henderson Lencina,
en el ya citado fallo de la Sup. Corte Tucumán, del 08/11/74 (JA, Serie Contem-
poránea, t. 26-1975, p. 504).

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349 02/06/2014, 10:10
350 ADÁN LUIS FERRER ART. 125

inc. 1, del Código Civil, si bien es cierto que la prescripción co-


mienza a correr a partir de cada actuación, los sucesivos actos
cumplidos interrumpen el plazo734 de donde resulta que en de-
finitiva el pleito todo configura una unidad, salvo que se pro-
duzca su paralización por más de cinco años, plazo largamen-
te superior al del art. 11 del Código Arancelario, que habilita
a pedir regulación provisoria y, con ello, da origen a un dere-
cho adquirido.
Ésa, fue la interpretación legal que adoptó el Tribunal Supe-
rior de Justicia en relación a este tema, disponiendo que la ley
derogada era aplicable “a la tarea profesional íntegramente eje-
cutada, no a la que se encuentra en curso al producirse la re-
forma [...] Es la conclusión de la intervención del abogado en
el proceso (que confiere el derecho a pedir regulación proviso-
ria, art. 17 Código Arancelario) o el agotamiento de la gestión
correspondiente a cada instancia (que se produce con el decreto
de autos) lo que da por concluida la prestación del servicio y acuer-
da un derecho irrevocable a la percepción de honorarios, sobre las
bases y condiciones legal o contractualmente vigentes en ese mo-
mento” 735.
Sin embargo, la Corte anuló ese pronunciamiento por con-
siderarlo violatorio de los derechos adquiridos por el benefi-
ciario de la regulación (art. 17, CN); el Alto Tribunal hizo suyo
el dictamen del procurador general, que en forma expresa dijo:
“el recurrente desarrolló la mayor parte de su gestión profesio-
nal en primera instancia, hasta los alegatos de bien probado
inclusive, antes de que fuera publicada la ley 8226, razón que
considero más que suficiente para evaluar la aplicación de la
normativa arancelaria vigente durante la etapa procesal en que
cumplió su tarea profesional, es decir la ley 7269” 736.
Falta saber cuál hubiese sido la solución del caso, si la ta-
rea profesional ejecutada bajo la vigencia de la ley derogada,
no fuese “la mayor parte” sino, por ejemplo, tan sólo la deman-
da. Creemos que para ese supuesto el referido fallo de la

734
Confr. LLAMBÍAS, Jorge J., Tratado de derecho civil. Obligaciones, t. III, p. 422,
Nº 2088; BORDA, Guillermo A., Tratado de derecho civil. Obligaciones, t. II, 3ª ed.,
p. 69, Nº 1108.
735
Sala Civ. y Com., 21/2/2001, LL Cba., 2001, p. 883.
736
CS, 10/05/2005, LL, 2006-A-125.

Segundas Ferrer - Código Arancelario - 2ª ed.pmd


350 02/06/2014, 10:10
ART. 125 CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 351

Corte no cierra de un modo absoluto el debate, y así se ha en-


tendido en algún pronunciamiento, proponiendo aplicar la re-
forma, cuanto la demanda ha sido el único acto procesal cum-
plido estando en vigencia el ordenamiento derogado 737.

324. SITUACIONES SINGULARES EN EL PROCESO DESARROLLADO BAJO


DOS LEYES

Cuando la reforma arancelaria se produce durante la sus-


tanciación del pleito, puede ocurrir que la aplicación de dos
leyes diferentes, para regular honorarios en las distintas eta-
pas procesales, arroje resultados atípicos.
Por ejemplo: en el juicio de desalojo promovido antes de la
finalización del contrato de locación, la aplicación en la sen-
tencia de la base regulatoria prevista en el art. 64, inc. 2, de
la ley 8226, y para las actuaciones posteriores la base del art. 66
de la ley 9459, puede hacer que la regulación de segunda ins-
tancia o de ejecución de sentencia, arroje un resultado mayor
que el que corresponda a todo el trámite del juicio en prime-
ra instancia. Ese es el desenlace ineludible, aún cuando no se
ajuste a un sistema que ha fijado los honorarios recursivos y de
ejecución, en un porcentaje de los de primera instancia. Esto
así porque si la nueva ley es más justa, ese nuevo parámetro de
justicia debe alcanzar a la tarea profesional cumplida luego de
su sanción, aún cuando no pueda corregir las consecuencias de
los hechos consumados bajo el ordenamiento derogado.
Esa es, en principio, la solución para todos los casos simila-
res que puedan presentarse, con excepción de aquellos en que
la aplicación de dos aranceles distintos, arroje un resultado que
desborde el arancel total. Así ocurre, por ejemplo, si la declara-
toria de herederos se dictó durante la vigencia de la ley 8226
y el juicio sucesorio se abrió y tramitó luego de sancionada la
ley 9459; en tal caso la aplicación del art. 52 de la ley 8226 a
aquélla primera etapa del proceso y del art. 55 de la ley 9459 a
la ulterior partición de la herencia, conduciría a una regula-

737
Conf. Cám. 9ª Civ. y Com. A. N° 50 del 04/11/2010, in re “Pesqueira, Justo
Andrés c/ Moretta, Mónica - Ejecutivo”, voto de la Dra. Martínez de Petrazzini

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351 02/06/2014, 10:10
352 ADÁN LUIS FERRER ARTS. 126 A 129

ción de honorarios del 116% de la escala, lo que constituye un


despropósito.
El tema se soluciona limitando el total de los honorarios
al 100%, pero si una y otra tareas han sido cumplidas por aboga-
dos distintos, resulta obligado respetar para el primero el 66%
de la escala que fija la ley 8226 y reducir al 33% el porcentaje de
quien tramitó el juicio sucesorio. Esto así porque al tiempo de la
reforma el primer abogado tenía un derecho adquirido al 66%,
que no puede serle denegado por la nueva ley; el segundo abo-
gado, en cambio, afronta la tarea sin más alternativa regulato-
ria que el 33% restante, aún cuando el art. 56 del nuevo Código
le reconozca un porcentaje mayor. Lo contrario, esto es regu-
lar al segundo abogado según la nueva ley y, con ello, llevar el
total de los honorarios al 116% de la escala, sería lesivo del de-
recho de propiedad de los herederos, desde que ni el viejo ni el
nuevo ordenamiento han gravado en esa medida el costo del
juicio sucesorio.

Derogación

Art. 126. Derógase la Ley Nº 8226 y sus modificatorias.

Sustitución

Art. 127 (ommisis)

Vigencia

Art. 128: La presente Ley entra en vigencia a partir de


su publicación en el Boletín Oficial de la Provincia de
Córdoba.

De forma

Art. 129. Comuníquese al Poder Ejecutivo Provincial.

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ÍNDICE

Presentación ............................................................................................ 9

TÍTULO I
RETRIBUCIÓN DE LA ACTIVIDAD PROFESIONAL

Capítulo I
Disposiciones generales

1. El ámbito de aplicación ..................................................................... 11


2. Eficacia del arancel ........................................................................... 12
3. La libertad de contratación ............................................................... 17
4. Los efectos del pacto de honorarios ................................................... 18
5. La exigencia de firma de letrado ....................................................... 19
6. Responsabilidad por la firma del patrocinado ................................... 20
7. Cesión de honorarios prohibida ......................................................... 20
8. Contratos entre abogados .................................................................. 21
9. Un artículo superfluo ........................................................................ 22

Capítulo II
Contrato de honorarios y pacto de cuota litis

10. Recibo a cuenta y por saldo ............................................................. 23


11. Efectos de la registración ................................................................ 24
12. Alcances de la norma ...................................................................... 24
13. La renuncia del poder ..................................................................... 29
14. La revocación del mandato .............................................................. 29
15. El incumplimiento del abogado ....................................................... 30
16. Las vías procesales .......................................................................... 30
17. Aplicación práctica del artículo ....................................................... 32
18. El mínimo ....................................................................................... 33
19. Los procuradores fiscales ................................................................ 34
20. Forma del contrato .......................................................................... 35
21. Libertad de contratación ................................................................. 36
22. El límite del 30% ............................................................................. 37

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358 ADÁN LUIS FERRER

Capítulo III
Obligados al pago - generalidades

23. Alcances de la norma ...................................................................... 38


24. Constitucionalidad de la norma ...................................................... 40
25. El acreedor de la deuda solidaria ..................................................... 41
26. Condicionamientos de la acción por cobro de honorarios ................. 41
27. Problemas prácticos de su aplicación .............................................. 43
28. La acción contra el fiador ................................................................ 44
29. El sentido de la norma .................................................................... 45
30. El sentido de la norma .................................................................... 46
31. La vista ordenada ............................................................................ 47
32. Cómo simplificar las cosas .............................................................. 48
33. Participación como terceros interesados ......................................... 50
34. La cesión de derechos litigiosos ....................................................... 53
35. Subrogación legal ............................................................................ 53
36. Aplicación de la norma .................................................................... 53

Capítulo IV
Modalidades del patrocinio o representación

37. Continuidad y cese del servicio profesional ..................................... 54


38. Los honorarios compartidos ............................................................ 55
39. Distribución de los honorarios ......................................................... 56
40. La prohibición de pactar ................................................................. 57
41. Asesores Letrados ............................................................................ 57
42. El cobro al imputado sobreseído ...................................................... 57
43. El derecho a cobrar honorarios ....................................................... 59
44. El crédito fiscal ................................................................................ 59
45. El procedimiento ............................................................................. 60

Capítulo V
Regulación judicial de honorarios

46. La obligación de regular .................................................................. 61


47. La insistencia en un error .............................................................. 63
48. Límites de la provisoriedad ............................................................. 64
49. Los avatares de la regulación provisoria ......................................... 65
50. Alcances de la norma ...................................................................... 67
51. El origen de la norma ...................................................................... 68
52. Actualización e intereses ................................................................. 69
53. ¿Actualización o fijación de valores a la fecha de la regulación? ..... 72
54. La estructura del Código ................................................................. 74
55. Base regulatoria y monto de la demanda ........................................ 75

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CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 359

56. Ámbito de aplicación del artículo .................................................... 76


57. La base regulatoria para el abogado del actor ................................. 77
58. El abogado del demandado .............................................................. 78
59. Cómputo de intereses en la base regulatoria ................................... 78
60. La transacción ................................................................................ 79
61. Condiciones de la inoponibilidad ...................................................... 81
62. Situaciones análogas a la transacción ............................................. 81
63. La regulación del abogado ajeno al acuerdo .................................... 81
64. Las pautas interpretativas .............................................................. 83
65. Inexistencia de la opción acordada al profesional ............................ 85
66. Cuándo existe valuación judicialmente aprobada
y quiénes pueden objetarla ............................................................... 85
67. Oportunidad para objetar la valuación ........................................... 86
68. Los valores de referencia ................................................................. 87
69. El juicio carente de significación económica ................................... 89
70. Nulidad, revocación o resolución de actos jurídicos ........................ 89
71. Remisión .......................................................................................... 91
72. Intereses devengados por los honorarios regulados ......................... 92
73. La Unidad Económica y el Jus ....................................................... 94
74. La escala arancelaria ...................................................................... 96
75. El minimo minimorum .................................................................. 96
76. La ley 24.432 ................................................................................... 98
77. Las pequeñas causas y la Constitución ......................................... 101
78. Los honorarios en las ejecuciones fiscales ..................................... 103
79. Los acuerdos de pago ..................................................................... 104
80. La dación en pago .......................................................................... 105
81. La multa ....................................................................................... 106
82. Ámbito de aplicación ..................................................................... 107
83. Alcances ........................................................................................ 108
84. La dación en pago y la multa ........................................................ 108
85. Aplicación de la norma .................................................................. 109
86. Ámbito de aplicación ..................................................................... 110
87. La base regulatoria en apelación ................................................... 111
88. La interposición del recurso .......................................................... 113
89. El recurso directo .......................................................................... 114
90. El minimo minimorum ................................................................ 116
91. Ámbito de aplicación ..................................................................... 117
92. Arancel y base regulatoria ............................................................ 118
93. Recurso directo .............................................................................. 118
94. El minimo minimorum ................................................................ 120
95. Base regulatoria ............................................................................ 123
96. Ámbito de aplicación ..................................................................... 124
97. Base regulatoria ............................................................................ 124
98. Abogados ajenos a la conclusión anticipada del proceso ................ 125

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360 ADÁN LUIS FERRER

99. Ratio legis y aplicación de la norma ............................................. 125


100. Etapas procesales ........................................................................ 127
101. Acumulación de acciones ............................................................. 129
102. Demanda y reconvención ............................................................ 129
103. Actuación inoficiosa ..................................................................... 131
104. Inconducta ................................................................................... 133
105. ¿Reducción de los honorarios? ..................................................... 134
106. Litisconsortes pasivos .................................................................. 134
107. Citación de terceros ..................................................................... 135
108. Simultaneidad de las regulaciones de abogados y peritos ........... 137
109. El derecho a cobrar honorarios .................................................... 138
110. Los peritos oficiales ..................................................................... 138
111. Los peritos de control .................................................................. 139
112. El arancel .................................................................................... 139
113. Anticipo de gastos ........................................................................ 141
114. Deudor de los honorarios de perito .............................................. 142
115. Asimilación con los honorarios de abogados ................................ 144
116. El art. 30 del Código Procesal del Trabajo .................................. 145
117. Alcances de la derogación ............................................................ 146

TÍTULO II
MODALIDADES REGULATORIAS CONFORME LOS
DIVERSOS TIPOS DE PROCESOS

Capítulo I
Procesos universales y particionarios

Sección 1
Base regulatoria por actos de beneficio común

118. Trabajos de beneficio común ....................................................... 147


119. Base regulatoria .......................................................................... 148
120. Valor de los bienes ....................................................................... 150
121. El caso del bien de familia ........................................................... 150
122. Obligados al pago ......................................................................... 151
123. Oportunidad de la regulación ...................................................... 151
124. Actos de beneficio común producidos simultáneamente .............. 153
125. Tareas de beneficio particular ..................................................... 154

Sección 2
Juicio Universal de Sucesión y Anexos

126. Declaratoria de herederos ............................................................ 155


127. Contestación de la vocación hereditaria ...................................... 155

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CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 361

128. División de la herencia ................................................................ 156


129. Impugnación de las operaciones de inventario, avalúo y partición .. 157
130. Reducción de la escala ................................................................. 158
131. El resguardo de los honorarios, frente a la disposición por tracto
abreviado ........................................................................................ 159
132. Habilitación profesional del perito ............................................... 161
133. Sistema remuneratorio ............................................................... 162
134. La base imponible como base regulatoria .................................... 162

Sección 3
Juicio de división de cosas comunes

135. Mensura y deslinde ..................................................................... 163


136. División de condominio ................................................................ 164
137. La ejecución de sentencia ............................................................ 165
138. Operaciones particionales ............................................................ 166
139. Honorarios de beneficio particular .............................................. 166

Sección 4
Procesos concursales

140. Remisión a la ley de fondo ........................................................... 167


141. Aplicación de la ley 24.522 a los juicios en trámite ..................... 169
142. Pedido de quiebra rechazado ....................................................... 170
143. El concurso preventivo denegado ................................................. 171
144. Verificación ante el síndico .......................................................... 171
145. Incidente de revisión ................................................................... 172
146. Verificación tardía ....................................................................... 174
147. Incidentes de calificación de conducta y rehabilitación ............... 175
148. Los demás incidentes .................................................................. 175
149. Los honorarios del síndico en los incidentes ................................ 177

Capítulo II
Procesos relativos a derechos reales y personales sobre bienes

Sección 1
Acciones reales y posesorias

150. Aplicación del art. 32, inc. 2, in fine ........................................... 179


151. El valor del bien y el interés económico del caso ......................... 179
152. La base regulatoria ..................................................................... 182

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362 ADÁN LUIS FERRER

Sección 2
Acciones relativas a la contratación sobre bienes

153. Aplicación de la norma ................................................................ 183


154. El precio ...................................................................................... 183
155. Aplicación de la norma ................................................................ 184
156. La estimación del alquiler presunto y sus efectos ....................... 185
157. Ejecución de sentencia ................................................................ 186

Sección 3
Transferencias de dominio

158. Ámbito de aplicación ................................................................... 187


159. Base regulatoria .......................................................................... 187
160. El valor real y actual ................................................................... 188
161. La “actualidad” del valor ............................................................. 190

Capítulo III
Procesos relativos a cuestiones de familia,
minoridad, incapacidad y derechos de la personalidad

162. La pondera de la posición socio-económica del grupo familiar .... 191

Sección 1
Divorcio

163. La base regulatoria ..................................................................... 192


164. Liquidación de la sociedad conyugal ............................................ 193
165. Los acuerdos accesorios al divorcio ............................................. 194
166. Base regulatoria .......................................................................... 195
167. El mínimo legal ........................................................................... 196
168. Escala y mínimos aplicables ....................................................... 197

Sección 2
Procesos relativos a otras relaciones personales

169. Inexistencia de base regulatoria .................................................. 198


170. La base regulatoria en el juicio de alimentos .............................. 198
171. El arancel en el juicio de alimentos ............................................. 199
172. Aplicación analógica a otros casos ............................................... 200
173. Los juicios por tenencia de menores ............................................ 200
174. Ámbito de aplicación ................................................................... 201

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CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 363

Capítulo IV
Actos de jurisdicción voluntaria
Procesos generales - Sumarias

175. Ámbito de aplicación ................................................................... 202


176. Los valores descartados ............................................................... 202
177. Ámbito de aplicación ................................................................... 203
178. Base y escala aplicables ............................................................... 204
179. La autorización referida a bienes de incapaces ........................... 204
180. La autorización del artículo 1277 del Código Civil ...................... 205
181. Ámbito de aplicación ................................................................... 206
182. Interpretación del artículo ........................................................... 206

Capítulo V
Procesos especiales y auxiliares

Sección 1
Procesos Especiales

183. Ámbito de aplicación ................................................................... 208


184. Oposición de excepciones ............................................................. 209
185. Allanamiento ............................................................................... 210
186. El minimo minimorum ............................................................... 211
187. Ámbito de aplicación ................................................................... 213
188. Condena al pago de una suma líquida ......................................... 214
189. Condena al pago de una suma ilíquida ........................................ 214
190. Base regulatoria .......................................................................... 215
191. Condena distinta del pago de una suma de dinero ...................... 215
192. Regulación anticipada ................................................................. 216
193. El minimo minimorum ............................................................... 216

Sección 2
Procesos y actuaciones especiales y auxiliares

194. Base regulatoria en el inciso primero .......................................... 217


195. Base regulatoria en el inciso segundo ......................................... 218
196. Escala arancelaria aplicable ........................................................ 220
197. Incidentes que dan por concluido el juicio ................................... 222
198. Incidentes y segunda instancia ................................................... 223
199. El beneficio de litigar sin gastos .................................................. 224
200. La sustitución o modificación de medidas cautelares .................. 224
201. Sanción al litigante malicioso ..................................................... 225
202. Los valores en la tercería de dominio .......................................... 226
203. Base regulatoria y arancel .......................................................... 227

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364 ADÁN LUIS FERRER

204. Ámbito de aplicación ................................................................... 228


205. Los valores en juego .................................................................... 230
206. Base regulatoria y arancel .......................................................... 230
207. Límites en la aplicación de la norma .......................................... 232
208. Condiciones de admisibilidad del oficio ........................................ 232
209. Procedimiento regulatorio ........................................................... 233
210. Los obligados al pago ................................................................... 233
211. El cobro de honorarios ................................................................. 234
212. El procedimiento regulatorio ....................................................... 235
213. Inscripción en la matrícula ......................................................... 236
214. Inscripción de contrato o estatuto ............................................... 236
215. El trámite administrativo ........................................................... 237
216. La presunción de autoría del contrato inscripto .......................... 237

Capítulo VI
Especialidades en función del fuero

Sección 1
Fuero Penal

217. Vicios del Código .......................................................................... 239


218. Ámbito de aplicación ................................................................... 240
219. La defensa del imputado .............................................................. 240
220. Anacronismo del texto ................................................................. 242
221. Proceso concluido con la investigación penal preparatoria .......... 242
222. Juicio abreviado ........................................................................... 242
223. Alcances de la norma: el primer párrafo ..................................... 243
224. Alcances de la norma: segundo, tercer y cuarto párrafos
Inaplicabilidad del art. 31 ......................................................... 244
225. Inaplicabilidad del art. 31 ........................................................... 244

Sección 2
Procesos constitucionales

226. Ámbito de aplicación ................................................................... 245


227. La acción con contenido económico ............................................. 246
228. La acción sin contenido económico .............................................. 246
229. El minimo minimorum ............................................................... 247
230. Ámbito de aplicación ................................................................... 248

Sección 3
Fuero contencioso

231. Aplicación de la norma ................................................................ 249

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CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 365

Sección 4
Procesos expropiatorios

232. Aplicación de la norma ................................................................ 252

Sección 5
Fuero laboral

233. Aplicación de la norma ................................................................ 253


234. Desalojo ....................................................................................... 254
235. Apelación de sanciones administrativas ...................................... 254
236. Procedimiento sumarial .............................................................. 254
237. Conciliación ................................................................................. 255
238. Una norma superflua .................................................................. 255

Sección 6
Administradores judiciales

239. Ámbito de aplicación ................................................................... 256


240. El arancel y su pago .................................................................... 257

Sección 7
Actividad administrativa

241. Ámbito de aplicación ................................................................... 258


242. Actuaciones administrativas conexas al juicio ............................ 258
243. Arancel aplicable ......................................................................... 260
244. Regulación de honorarios ............................................................ 260
245. Ámbito de aplicación ................................................................... 261
246. La mediación judicial .................................................................. 262
247. Mediación extrajudicial ............................................................... 263
248. Procedimiento .............................................................................. 263
249. Competencia ................................................................................ 264
250. Honorarios de peritos en sede administrativa ............................. 265
251. La actividad extrajudicial ........................................................... 265
252. Arancel ........................................................................................ 266
253. Procedimiento .............................................................................. 266

Sección 8
Actividades extrajudiciales

254. Consultas y estudios de títulos .................................................... 267


255. Las tareas previas a iniciar juicio ............................................... 268
256. El arancel .................................................................................... 270
257. Procedimiento .............................................................................. 271

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366 ADÁN LUIS FERRER

258. Ámbito de aplicación ................................................................... 272


259. Obligados al pago ......................................................................... 272
260. Ámbito de aplicación ................................................................... 274
261. Obligados al pago ......................................................................... 274
262. Mancomunión o solidaridad ........................................................ 275

Título III
Régimen procesal de la regulación

Capítulo I
Disposiciones generales

263. Naturaleza y objeto del proceso regulatorio ................................. 276


264. Cuándo es necesario el incidente regulatorio .............................. 278
265. La acción contra el fiador del condenado en costas ..................... 279
266. Oportunidad para oponer la prescripción .................................... 279
267. Las excepciones de pago o falta de acción .................................... 280
268. Juez competente en el proceso regulatorio .................................. 281
269. Regulación en la segunda instancia ............................................ 282
270. Los alcances de la norma ............................................................ 284
271. Alcances de la eximición del pago de tasas y aportes .................. 285
272. Los costos periciales .................................................................... 286
273. Las costas en el proceso regulatorio ............................................ 287
274. Alcances de la eximición de costas .............................................. 288
275. Imposición de costas como sanción .............................................. 290
276. Límite a los honorarios del perito ................................................ 291

Capítulo II
El trámite del proceso o incidente regulatorio

277. Medidas preparatorias y prueba anticipada ................................ 292


278. Contenido de la demanda ............................................................ 293
279. Efectos de la estimación contenida en la demanda ..................... 295
280. Ampliación de demanda .............................................................. 296
281. Consecuencias de la falta de estimación ...................................... 297
282. Trámite ....................................................................................... 298
283. Acción promovida por el deudor ................................................... 299
284. Contra quién puede dirigirse la acción ........................................ 300
285. Litisconsorcio necesario ............................................................... 301
286. El supuesto de aplicación del art. 1º de la ley 24.432 .................. 302
287. Notificación al domicilio real ....................................................... 303
288. Consecuencias de la falta de oposición ......................................... 304
289. Carga del pago de la pericia oficiosa ............................................ 306
290. Los alcances de la norma ............................................................ 306

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CÓDIGO ARANCELARIO COMENTADO Y ANOTADO 367

291. El dictamen extemporáneo .......................................................... 307


292. La pericia ordenada de oficio ....................................................... 308
293. Alcances y aplicación de la norma ............................................... 308
294. Recursos admisibles .................................................................... 309
295. Procedimiento aplicable ............................................................... 311
296. Legitimación ............................................................................... 311
297. La casación civil .......................................................................... 312
298. Los alcances de la apelación ........................................................ 315
299. Los límites de la casación ............................................................ 316
300. El recurso extraordinario federal ................................................ 318
301. Ámbito de aplicación ................................................................... 319
302. El plazo de interposición .............................................................. 322
303. La materia discutible en el recurso ............................................. 322
304. La apelación en el proceso concursal ........................................... 323
305. Modo de concesión del recurso ..................................................... 325
306. Expresión y contestación de agravios .......................................... 326
307. Adhesión y cuestionamiento de la concesión ............................... 328
308. La apelación de honorarios de otros profesionales ....................... 328
309. El eventual llamamiento de autos ............................................... 329
310. La prueba en segunda instancia ................................................. 330
311. El rechazo por razones formales .................................................. 330

Título IV
Disposiciones generales y complementarias

312. Las alternativas procesales ......................................................... 332


313. El ejecutivo especial .................................................................... 333
314. El arancel en el ejecutivo especial ............................................... 334
315. La “ordinarización” del cobro ....................................................... 335
316. Legitimación activa y pasiva ....................................................... 337
317. Competencia ................................................................................ 338
318. Título ejecutivo ............................................................................ 339
319. Plazo para tornar exigibles los honorarios regulados .................. 340
320. Los honorarios de peritos ............................................................ 341
321. Los antecedentes y la norma sancionada .................................... 342
322. “Jus nuevo” vs. “Jus viejo” .......................................................... 344
323. La tarea cumplida bajo dos leyes ................................................ 348
324 . Situaciones singulares en el proceso desarrollado
bajo dos leyes .................................................................................. 351

Bibliografía .......................................................................................... 353

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Se terminó de imprimir en el mes de noviembre de 2012,
en los talleres de Gráfica Solsona S.R.L.,
Argensola 1942 de la ciudad de Córdoba.

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