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EXPEDIENTE: 1023-2013
ESPECIALISTA: ZARATE GENARO
APELACION DE SENTENCIA

SEÑOR JUEZ DEL TERCER JUZGADO ESPECIALIZADO DE TRABAJO DE LA CORTE


SUPERIOR DE JUSTICIA DEL CALLAO:

ELIAS CARDENAS HUAMAN, en el proceso contra


MUNICIPALIDAD DE CARMEN DE LA LEGUA sobre PAGO
DE BENEFICIOS SOCIALES E INDEMNIZACIÓN POR
DAÑOS Y PERJUICIOS, ante usted atentamente decimos:

Que, dentro del término de Ley, y al amparo de lo establecido por el artículo 32º de la Nueva
Ley Procesal del Trabajo, Ley Nº 29497, interponemos RECURSO DE APELACION contra
la Resolución Nº 10 de fecha 29 de setiembre de 2014, siendo notificada el mismo día, la
cual contiene la sentencia que declara fundada en parte la demanda, que declara Infundada
la demanda en el extremo de pago de indemnización por daños y perjuicios , en mérito a los
fundamentos de hecho y de derecho siguientes:

I. LA SENTENCIA APELADA HA AFECTADO EL PRINCIPIO Y DERECHO


CONSTITUCIONAL DEL DEBIDO PROCESO, TODA VEZ QUE NO HA EFECTUADO UNA
VALORACION CONJUNTA Y RAZONADA DE LOS MEDIOS DE PRUEBA ACTUADOS Y
APORTADOS AL PROCESO.-

1. En primer lugar, señor Juez, debemos hacer mención que todo proceso judicial más
allá de su naturaleza especializada, persigue como fin inmediato la prosecución de una
decisión continente de una verdad jurídica sustentada únicamente en una prudente y
efectiva valoración de los medios probatorios.

2. En nuestro ordenamiento procesal, el instituto valorativo de la prueba ha merecido


diversos tratamientos, caracterizados principalmente por la fluctuación entre el método de la
sana crítica judicial y el denominado sistema legal o tasado.

3. Es a partir del año 1993, con la entrada en vigencia del Código Procesal Civil, donde
se instaura una nueva metodología de valoración consistente en la estimación integral de
los medios probatorios con el concurso de la apreciación razonada por parte del
magistrado.

4. Dicha metodología es la que ha venido siendo puesta de manifiesto por la Corte


Suprema de la República, especialmente con mayor énfasis en la Casación Nº 2009-2006-
UCAYALI, de fecha 2 de agosto del 2007 (la cual adjuntamos al represente escrito como
Anexo 2-A), en la cual de modo adecuado se recoge el espíritu normativo del numeral “5”
del Artículo 139º de la Constitución Política del Estado.

“(…) La exigencia de que las decisiones judiciales sean motivadas en proporción a los
términos del inciso 5 del artículo 139 de la norma fundamental que garantiza que los
jueces, cualquiera sea la instancia a la que pertenezcan, expresen el proceso lógico
que los ha llevado a decidir una controversia asegurando que el ejercicio de la
potestad de administrar justicia se haga con sujeción a la Constitución y a la ley;
consolidando así la finalidad de facilitar un adecuado ejercicio del derecho de defensa
de los justiciables(…)”.

5. Precisamente, se establece que uno de los contenidos esenciales del derecho al


debido proceso es el derecho a obtener de los órganos judiciales una respuesta razonada,
motivada y congruente con las pretensiones oportunamente deducidas por las partes en
cualquier clase de procesos, lo que genera evidentemente en el Juzgador el deber
constitucional de efectuar una valoración conjunta y razonada de “todos” los medios de
prueba actuados y aportados por “las partes” al proceso, a fin de evitar la afectación del
principio y derecho constitucional del debido proceso.

6. No obstante lo señalado, al expedir la sentencia materia de apelación, su Despacho


contraviene tales exigencias, pues su decisión estimatoria no toma en consideración la
totalidad de los hechos ocurridos hasta el momento, el verdadero daño que he sufrido
porque la demandada no cumple con el pago de mis beneficios desde hace dos años,
cuando la ley establece que dicho pago debe de hacerse a los dos días de finalizada la
relación contractual, adolece de los fundamentos o razones adecuadas que respaldan su
decisión de excluir estas pruebas al momento de emitir su conclusión referente a que en el
proceso que ha declarado Infundada la demanda en el extremo del pago de daños y
perjuicios.

7. Al respecto, su Despacho debió haber sustentado su decisión con argumentos


jurídicos y fácticos válidos que le permitan respaldar su conclusión, ya que no basta que se
señale en forma genérica y abstracta que (a su criterio), “que se omite acreditar los
supuestos perjuicios ocasionales al actor respecto al dolor, angustia y sufrimiento por falta
de pago de la compensación por tiempo de servicios” cuando es de conocimiento público
que toda persona que es jubilado en una empresa espera el pago su pensión para subsistir
en parte y el pago de su Compensación por tiempo de servicios a efectos de agenciarse un
capital y afrontar lo que quede del resto de su vida.
8. En consecuencia, se advierte que en la sentencia apelada no se ha efectuado una
valoración conjunta y razonada de los medios de prueba actuados y aportados al proceso,
razón por la cual la fundamentación y motivación de la decisión adoptada afecta al principio
y derecho constitucional del debido proceso, que también exige que la sentencia
respectiva guarde reciprocidad y armonía con “todo” lo actuado en el proceso, de tal
suerte que el fallo del Juzgador no se convierta en un acto de arbitrariedad, lo que acarrea
ineludiblemente su invalidez insubsanable.

II. COMO CONSECUENCIA DE LO EXPRESADO ANTERIORMENTE, LA


SENTENCIA APELADA CONTIENE UNA MOTIVACION APARENTE QUE LA HACE
INURRIR EN UNA CAUSAL DE NULIDAD.-

1. En segundo lugar, señor Juez, de lo expuesto en el punto anterior, podemos concluir


que la sentencia emitida por su Despacho contiene una motivación aparente, toda vez que
no evalua la totalidad de los hechos, conforme lo manifestado en su escrito de demanda,
concluye en el considerando 23. de la sentencia “… que se omite acreditar los supuestos
perjuicios ocasionados al actor respecto al dolor y angustia y sufrimiento por la falta de pago
de la compensación por tiempo de servicios, tampoco se demuestra que tal situación
hubiese resquebrajadlo su estado anímico y emocional que amerita ser indemnizado por lo
que al no demostrarse el daño invocado corresponde desestimar la pretensión
indemnizatoria..” debió previamente hacer las indagaciones correspondientes en razón del
debido procedimiento y mi derecho de defensa, tal conforme lo establece la Constitución
Política del Estado.

2. Lo que debió hacer el Juzgado, es fundamentar las razones por las cuales nuestros
medios de pruebas aportados y actuados en la Audiencia de Juzgamiento no le producen
certeza (sólo se menciona la falta de pruebas y al mismo tiempo se desestima, cuando es
notorio el sufrimiento y padecimiento que vengo pasando al privarme del pago de mis
beneficios por más de dos años, a pesar que el demandante ha reconocido que me
corresponde los mismos, es decir, debió haber valorado los argumentos de defensa tanto
del demandante como de nuestra parte, a fin de alcanzar la verdad real respecto de si
habría cometido el daño por parte de la demandada, en lugar de eximirlo de toda
responsabilidad.

3. Por tanto, la fundamentación en la que pretende ampararse el Juzgado para declarar


Infundada la demanda en el extremo de los daños y perjuicios no resulta aplicable al caso
en concreto, razón por la cual debe declararse la nulidad de la sentencia al contener una
motivación aparente, con lo cual estaría afectando nuestro derecho al debido proceso y al
derecho de defensa.

4. En efecto, señor Juez, constituye un principio básico que el derecho al debido


proceso se sustenta en la posibilidad que tienen los sujetos procesales para hacer valer su
derecho de defensa y de contradicción, lo cual presupone la concurrencia de dos aspectos
esenciales: 1) la racionalidad y, 2) la razonabilidad de las decisiones; los cuales han sido
flagrantemente afectados con la sentencia emitida por su Despacho.

5. Respecto a la motivación racional, tenemos que indicar que presupone que el


sujeto procesal esté en aptitud de poder recorrer o reconstruir el itinerario mental seguido
por el juzgador para llegar a las conclusiones que configuran su fallo, para así poder
determinar si ha sido emitido con sujeción a las elementales reglas de la lógica jurídica y
formal.

6. Sobre el particular, Alfredo FRAGUEIRO señala que:

“(...) por encima de la ley y de la doctrina de eximios juristas, rige la lógica jurídica,
o sea aquel raciocinio correcto o inferencia natural que nuestro entendimiento
realiza por un proceso de análisis o identidad de conceptos. Este raciocinio natural,
que llamamos lógico, preexiste a la ley y a toda doctrina particular. Quien no
observa sus cánones necesariamente debe desembocar en el error, cuando no en
una verdad aparente, llamada falacia o sofisma”1.

7. Por su parte, la razonabilidad implica que la motivación esté vinculada con lo que se
consideran los parámetros socialmente aceptables en un contexto (de tiempo y lugar)
específicos. De tal forma, lo razonable puede ser medido en función a lo que realizaría
cualquier persona en base al sentido común, teniendo en cuenta los valores, criterios éticos,
políticos, económicos, sociales, religiosos, etc. que rigen una sociedad.

8. Juan MONROY GÁLVEZ, refiriéndose al deber de motivar los fallos, indica:

“Se trata, como se advierte, de analizar la esencia del razonamiento judicial a


efectos de encontrar métodos que permitan al juez conducir su decisión a un
contenido justo. Sin embargo, como lo justo no es precisamente un valor constante
e inmutable, los estudios jurídicos deben proveer al juez de técnicas que permitan

1
FRAGUEIRO, Alfredo. Citado por GHIRARDI, Olsen. El Razonamiento Judicial. Ed. Academia de la
Magistratura. Lima. 1997. Pág. 105 -106
acceder al sentido de justicia reconocido en el medio en donde se va a expedir la
decisión”2.

9. Piero CALAMANDREI, refiriéndose a este tema, indica lo siguiente:

“La censura por defecto de motivación, tal como se encuentra elaborado éste en la
práctica, tiende a someter la sentencia de mérito en todas sus partes a un control,
como si dijéramos de logicidad: puesto que la sentencia debe contener, en la parte
llamada “motivación”, la esquemática descripción del itinerario lógico que llevó al
juez a las conclusiones incluidas en la parte dispositiva, y la justificación de los
argumentos de derecho y de hecho que constituyeron las etapas de aquél
recorrido. [El] “defecto de motivación” puede extenderse a censurar, no sólo la
existencia sino también la consistencia, la perfección y la coherencia lógica racional
de esa motivación; no sólo a verificar si en la sentencia ha referido el juez cómo
razonó, sino también a controlar si razonó bien, es decir, en forma que respondiera
a las leyes de la lógica, y por tanto, de modo convincente y exhaustivo”3.

10. Por tanto, desde una perspectiva de lógica formal, implica el respeto a los
principios lógicos de identidad o congruencia y no contradicción, con lo cual una
decisión que no cumpla con estos requisitos de validez, deberá ser declarada nula, con la
consecuente necesidad de que dicho acto procesal vuelva a ser emitido.

11. Por su parte, la doctrina procesal distingue entre las siguientes modalidades de
defectos en la motivación:

a. Falta de motivación y/o motivación insuficiente. Como señala Raúl Eduardo


Fernández, este supuesto se refiere a aquellos casos en los cuales la motivación de
la resolución está ausente. (FERNÁNDEZ, Raúl E. “Los Errores “In Cogitando” en La
Naturaleza del Razonamiento Judicial. Ed. Alveroni. Córdoba. 1993. Pág.115 y ss.)
Ciertamente éste es el caso más remoto de defectos en la motivación; sin embargo,
no podemos dejar de mencionar que, al menos en la realidad judicial peruana es
perfectamente posible que se presente, por ejemplo, cuando el juzgador resuelve
sobre temas pretendidos sin ninguna fundamentación o con una insuficiente para
resolver el conflicto de intereses.

2
MONROY GÁLVEZ, Juan. Introducción al Proceso Civil, T.I. Ed. Temis. Santa Fe de Bogotá, 1996, Pág.
315

3
CALAMANDREI, Piero, Casación Civil, Ediciones Jurídicas Europa - América. Buenos Aires. 1959. Pág.
107
b. Motivación Aparente.- En este caso, se vulnera el principio lógico de razón
suficiente, de manera más sutil, toda vez que lo argumentado no es, ni puede ser, el
sustento real de la decisión adoptada. Podemos afirmar que nos encontramos frente
a una “fachada” o “cascarón” colocado para cumplir con la formalidad y pretender
sostener que la decisión “tiene” motivación; sin embargo, de la lectura y análisis de la
misma se puede advertir que ésta, en ningún caso, constituye la razón de lo resuelto.

c. Motivación Defectuosa.- Se presenta en aquellos casos en los que formal o


externamente existe un texto redactado que pretende hacer las veces de motivación;
sin embargo si se procede a una lectura mínimamente cuidadosa es posible advertir
que tal “motivación” es intrínsecamente incorrecta, en tanto afecta los principios
lógicos de identidad o congruencia y no contradicción.

12. En consecuencia, queda claro que la apelada estaría incursa en el segundo de los
vicios de motivación reseñados, consistente en la existencia de una motivación aparente,
toda vez que se da motivación de la sentencia, sin embargo esta se sustrae de los
hechos ocurridos, deja de lado los hechos ocurridos desde la puesta en jubilación de
mi persona, el incumplimiento del pago por parte de la demandada por más de dos
años y antepone una supuesta falta de actividad probatoria, sin realizar un mínimo
análisis respecto de que fui afectada por el proceder del demandado y que su Juzgado lo
ha eximido de toda responsabilidad.

III. CONTRARIAMENTE A LO CONSIDERADO POR EL JUZGADO, SE ME HA


OCASIONADO PERJUICIOS.-

1. Señor Juez, usted considera que se ha omitido acreditar cuales fueron los supuestos
perjuicios en relación al dolor, angustia y sufrimiento por el incumplimiento en su oportunidad
del pago de la compensación por tiempo de servicios, peor aún, considera que no está
demostrado que el incumplimiento por más de dos años no ha resquebrajado mi estado
anímico y emocional y por tanto no amerita ser indemnizado ya que no se habría
demostrado el daño invocado y desestima de plano la pretensión por daños y perjuicios.

2. Debemos resaltar que -contrariamente a lo considerado por su Despacho- no se ha


valorado la totalidad de los hechos acontecidos: Cuando fui pasado al retiro, la empresa
incumplió con pagarme mi compensación por tiempo de servicios, por lo que tuve que hacer
un trámite administrativo ante ella misma para el pago del beneficio, sin embargo la
demandada lejos de cumplir con su obligación, emite una resolución con la que señala que
se me debe pagar la compensación reclamada pero sólo es eso, un documento declarativo
que reconoce la existencia de mi derecho –es innegable su existencia por cuanto está
establecido en la Ley-. El documento que reconoce la compensación por tiempo de servicios
no señala la fecha de pago; es más, durante la audiencia de juzgamiento, el abogado de la
parte demandada señalaba que había cumplido al emitir esa resolución, cuando el
verdadero deber de ellos es pagar los beneficios sociales que corresponde.

3. No es posible que se considere como no acreditado el daño cuando los derechos de


una persona de 72 años que debieron cancelarse a los dos días, estén pendientes por más
de dos años, viviendo una incertidumbre si es que los podré cobrar en vida, esto
definitivamente afecta mi estado emocional, me desgasta, lo que queda de mi vida se ha
desencadenado en una serie de privaciones, una situación de incertidumbre y angustia ante
esta situación.

4. El daño moral, en efecto, es el fenómeno frente al cual el ordenamiento dispone ese


peculiar remedio que está presentado por el derecho del damnificado al resarcimiento, es
por ello que en el presente proceso respecto a la indemnización por daño moral, resulta
aplicable lo recogido en el artículo 1322º del Código Civil, en el cual se señala que:

“El daño moral, cuando él se hubiera irrogado, también es susceptible de


resarcimiento”

El daño moral derivado del incumplimiento injustificada del pago de mis beneficios sociales
por más de dos años es innegable, por cuanto al perder su principal fuente de ingresos para
el sustento personal, reitero que en mi calidad de jubilado he sido afectado por sentimientos
de temor y angustia, capaces de producirle alteraciones emocionales y de afectar su
equilibrio psíquico e incluso su salud física. Dicho daño sigue latente a pesar de culminado
el vínculo laboral, por la precariedad de las condiciones económicas y el estado de
necesidad en el que me veo afectado.

POR TANTO:

A su Despacho solicitamos se sirva elevar los actuados al Superior Jerárquico, donde


confiamos obtener la REVOCATORIA de la Sentencia Apelada, la misma que no se
encuentra arreglada a Ley.

PRIMER OTROSI DECIMOS: Que al amparo de lo dispuesto en el artículo 290° de la Ley


Orgánica del Poder Judicial, autoriza el presente escrito los abogados patrocinantes que
suscriben.

SEGUNDO OTROSI DECIMOS: Que, adjuntamos copias del presente escrito, así
como cédulas de notificación suficientes para la contraria.
Lima, 6 de octubre del 2014.

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