El Análisis Transaccional (AT) es una forma ampliamente reconocida de la
psicología moderna, que consiste en un conjunto de herramientas conceptuales prácticas destinadas a promover el crecimiento personal y el cambio. Se considera una terapia fundamental para el bienestar y para ayudar a las personas a alcanzar su máximo potencial en todos los aspectos de la vida. En el asesoramiento terapia de TA es muy versátil, ya que puede ser utilizada en una amplia gama de áreas e incorpora temas clave del humanismo, integración, el enfoque psicodinámico, e incluso terapias psicoanalíticas. A pesar de que se reconoce comúnmente como un enfoque breve y centrado en soluciones, el Análisis Transaccional también se puede aplicar como una solución eficaz a largo plazo, con un tratamiento en profundidad. Fundada por Eric Berne a finales de 1950, la terapia de TA está basada en la teoría de que cada persona tiene tres estados del yo: padres, adultos e infantiles. Estos se utilizan junto con otras claves y conceptos de Análisis Transaccional, con ayuda de herramientas y modelos para analizar cómo las personas se comunican e identificar lo que necesitan para que la interacción ofrezca un mejor resultado. A lo largo de la terapia, el terapeuta TA trabajará directamente en el aquí y ahora, la resolución de problemas comportamientos, al tiempo que ayuda a los clientes a desarrollar herramientas del día a día para encontrar soluciones creativas constructivas. El objetivo final es asegurar que los clientes recuperen la autonomía absoluta sobre sus vidas. Eric Berne define esta autonomía como la recuperación de tres capacidades humanas vitales, la espontaneidad, la sensibilización y la intimidad. Un analista transaccional elaborará un diagrama en el que se podrá apreciar los estados del ego que se manifiestan en una transacción. Por ejemplo, una transacción Adulto-Adulto puede ocurrir cuando un cirujano está operando y hace una mirada a la enfermera para que le acerque la herramienta de trabajo. Ésta se lo acerca produciéndose una transacción complementaria, donde el gesto de mirar sería el estímulo de la transacción y la entrega de la herramienta la respuesta de transacción. La comunicación será fluida mientras las transacciones complementarias continúan. El ambiente que apoya el Análisis Transaccional es de no juzgar, seguro y respetuoso, asegurando que una relación positiva se forje entre el terapeuta y el cliente(s), con el fin de proporcionar un modelo para posteriores relaciones y la comunicación que se desarrollen fuera de la terapia. En esta configuración, el terapeuta trabaja en colaboración con el individuo para identificar lo que ha ido mal en su comunicación y proporcionar oportunidades para que cambien los patrones repetitivos que limitan su potencial. Los terapeutas TA reconocen que todos tenemos el potencial para vivir la vida que queremos, en lugar de la vida que estamos “programados” para vivir. A veces, sin embargo, este potencial se ve obstaculizada por los patrones repetitivos o secuencias de comandos “inconscientes” que se derivan de decisiones de la infancia y enseñanzas. A continuación, se muestra una exploración de algunos de los conceptos o motivaciones clave del Análisis Transaccional que un terapeuta va a utilizar en su trabajo. Estados del ego: Los Estados del ego se refieren a las tres partes principales de la personalidad de un individuo, y cada uno de ellos reflejan todo un sistema de pensamiento, sentimiento y comportamiento. Estos determinan cómo los individuos se expresan, interactúan entre sí y forman relaciones. Estos son: Estado de ego Padres – Un conjunto de pensamientos, sentimientos y conductas aprendidas de nuestros padres y otras personas importantes. Esta parte de nuestra personalidad puede ser de apoyo o crítica. Adulto estado de ego – Se refiere a dirigir las respuestas en el “aquí y ahora” que no están influenciados por nuestro pasado. Esto tiende a ser la parte más racional de nuestra personalidad. Niño estado de ego – Un conjunto de pensamientos, sentimientos y conductas aprendidas de nuestra infancia. Estos pueden ser libre y natural o muy adaptada a las influencias de los padres. Guiones inconscientes: Los terapeutas de TA utilizan la teoría de la escritura de guiones para identificar inconscientes. Estos serán analizados mediante el modelo de estado del ego, y su identificación es crucial para ayudar a los clientes se dan cuenta de cómo ciertos permisos y prohibiciones que recibieron cuando eran niños están impactando sus vidas y cómo se comunican. Estos escritos inconscientes a menudo existen patrones repetitivos como de comportamiento, pensamientos y sentimientos, características que sugieren que el estado de ego niño es agobiante y contamina otras partes de la personalidad de una persona. Transacciones: Cuando las personas se comunican, sus estados del ego interactúan para crear “transacciones”. Si los estados del ego interactúan y se mezcla de una manera saludable, las transacciones tienden a ser más saludables, pero a veces estados del ego pueden contaminar el uno al otro para crear una visión distorsionada del mundo. La comprensión de estas transacciones es clave para la resolución de conflictos. Trazos: Los trazos se refieren a los cumplimientos, la aceptación y el reconocimiento, que son influyentes en cómo las personas conducen sus vidas. La terapia TA reconoce que estamos motivados en gran medida por el refuerzo obtenemos, como cuando éramos niños, y si esto es disfuncional, seremos más propensos a adoptar patrones disfuncionales de la vida a medida que envejecemos. Intimidad: Otra motivación reconocida en el Análisis Transaccional es la intimidad. De manera similar a los trazos, si la intimidad de un niño experimenta es disfuncional, entonces van a aprender que este tipo de intimidad es el mejor que él o ella puede hacer para satisfacer las necesidades básicas y comunicarse con los demás. Esto puede conducir al desarrollo de patrones repetitivos de comportamiento que pueden obstaculizar el potencial de una persona. Redecisión: Esto se refiere a la capacidad de un individuo para decidir de nuevo y realizar cambios en ciertas decisiones que se tomaron cuando era un niño, de las que se derivan sus guiones inconscientes. La redecisión refleja el supuesto de la terapia de TA que los individuos tienen el potencial de conducir sus vidas como lo deseen. Esta energía se libera después de una redecisión, y se hace cuando el cliente se encuentra en su estado del yo-niño. En última instancia, los terapeutas usan estos conceptos en la Terapia de Análisis Transaccional para promover la reorganización estructural y de confusión del estado de ego hijo de un cliente. Ellos animar a los clientes a cuestionar sus creencias actuales y la forma en que él o ella utiliza su guion de vida. Esto les ayudará a comprender mejor la dirección y los patrones de la vida por sí mismos, y este conocimiento puede ayudar a tomar la decisión de cambiar su comportamiento. El análisis transaccional fue diseñado para promover el crecimiento personal y el cambio, el Análisis Transaccional ofrece la oportunidad de desarrollar fácilmente todo tipo de aprendizaje de habilidades que se pueden aplicar a todas las áreas de la vida. Esto hace que sea una terapia valiosa para ayudar a resolver muchos tipos de problemas, y se ha aplicado con éxito en una amplia variedad de entornos fuera de asesoramiento, incluida la formación y consultoría organizacional, la crianza, la educación y el entrenamiento. Esencialmente el Análisis Transaccional se puede utilizar en cualquier campo en el que hay una necesidad de una comprensión de los individuos, la comunicación y las relaciones. Como resultado, es particularmente útil cuando hay problemas de conflicto, confusión o cuando falta algo. Problemas de relación – entre familias, amigos y parejas – es una terapia que beneficia en gran medida, pues la TA anima a los clientes a hacer frente a los problemas que se han acumulado con el tiempo. Muchas personas encuentran la terapia de TA atractiva porque promueve una relación de igualdad entre el cliente y el terapeuta, en la que se recomienda al cliente para centrarse en su compromiso con el cambio. Berna cree todo el mundo tiene la capacidad de decidir lo que quieren para sus vidas, y la terapia ayuda a los clientes para reconocer su valor y el valor con el fin de ir sobre el logro de estos objetivos. El YO “PADRE” Y EL YO “ADULTO” En relación con el estado del yo “Padre”, cabe destacar que éste representa el concepto de la vida que se le ha enseñado a cada persona en particular, además se encuentra allí lo que la persona ha grabado de sus padres. Este estado puede manifestarse de dos formas: Padre crítico: se encarga de establecer modelos de conducta; fijar conductas, límites; aconsejar y brindar protección. Puede presentarse de dos maneras: positivo, que concuerda con la descripción anterior y negativo el cual generalmente exterioriza una conducta agresiva, que deshumaniza y se dirige a lograr el dominio del otro. Padre nutricio o nutritivo: es aquel que motiva, al igual que brinda apoyo y cuando te equivocaste da una palabra de aliento e incentiva a seguir hacia delante.
Tiende a manifestarse de dos maneras: positivo y negativo. El primero corresponde
al descrito en el párrafo antecedente y el último es aquel que promueve la dependencia, el fracaso y conlleva a la minusvalía. Con base en lo anterior se plantearon un número significativo de interrogantes que era posible responder tanto ampliamente o seleccionando entre las alternativas dadas (ver anexos 1y 2).Dichas interrogantes fueron formuladas a una persona de género masculino, con 21años de edad (cuyo demás datos importantes de su vida están registrados en un instrumento anexo). Cabe destacar que la sesión programa para la realización del AT, se llevó a cabo en un lugar específico, el cual reunía las características listadas a continuación: apartamento cómodamente amoblado, amenizado con un fondo musical muy leve, además de contar con una intervención mínima de agentes perturbadores. Bajo estas condiciones y con gran disponibilidad la persona objeto de este estudio emitió las respuestas pertinentes, las cuáles proporcionaron la información necesaria, para ser analizada y poder luego presentar conclusiones acerca de los “estados del yo” de la misma, es decir conclusiones de su estado como “Persona”. En función de la información que aportó la persona (objeto de estudio en el AT) se pudo concluir lo siguiente en lo concerniente a su “estado padre”: Lo expresó en un porcentaje aproximado de 31% al afirmar que acepta sin dificultad alguna las decisiones de sus superiores y actúa de acuerdo al deseo de éstos, igualmente al reconocer que su figura materna es muy sociable y complaciente, características que éste comparte con la misma. Aunado a lo anterior manifestó también su estado padre (específicamente el rasgo de seguridad) al puntualizar lo que estaría haciendo dentro de cinco años, ya sea si se mantuviera estable o se modificase el curso de su vida. A si mismo mostró este estado al referirse a lo que durante su infancia, hablaba su familia en la mesa, respuesta que dio centrándose en los temas relacionados con las normas y tradiciones, bajo las cuales se ha desarrollado ésta y por ende entorno a las que él ha crecido. Por tanto, es posible afirmar que ambos de los estados positivos del yo padre (padre crítico y padre nutricio) tienen gran predominancia en la persona estudiada, al momento de reaccionar ante diversos planteamientos o proposiciones. Aunque es oportuno aclarar que ésta al igual que todo las personas que lo rodean, tienen además tendencia a poder manifestar las dos formas negativas del estado padre.
El padre crítico negativo comportándose agresivo y dominante, en su caso, como
resultado del modelo autoritario trasmitido por su figura paterna, y el padre nutricio negativo al sentirse dependiente de lo que hagan o digan quienes lo rodean, siendo esto consecuencia de la continua actitud complaciente que le ha demostrado su madre. Este estado del yo puede ser contaminado cuando los otros estados tienen mayor predominio que él limitando así su libre ejecución Con respecto al estado del yo adulto, es pertinente destacar que se encarga de formular juicios, analizar la información, reflexionar, tomar decisiones, calcular las posibilidades; en fin, lo guía la razón, la lógica, el aquí y el ahora. Gracias a los resultados obtenidos de las preguntas que integraban el instrumento aplicado se pudo constatar lo siguiente en relación con el estado del yo “Adulto” La persona analizada reveló un grado elevado de preferencia a responder en base a la lógica y al presente inmediato. Ello se puede apreciar en su respuesta acerca del miedo que con frecuencia experimenta ante la toma de cualquier decisión y en la precisión con que sostuvo que rectificar es de sabios y que es esto lo que permite avanzar o superar las consecuencias de los errores cometidos. Otros ejemplos son la descripción que dio a sí mismo, señalando claramente, ser una persona normal, que ama la vida y que además haya una inmensa satisfacción al tratar con todos lo que a su alrededor se encuentran, al igual que se siente feliz por ser, como es, y la opinión acerca de la lectura” aprendí u decidí” del libro titulado La Culpa es de la Vaca (2003) la cual es necesaria citar textualmente. “el aprender es algo que tenemos que tomar en cuenta, debemos de ser mejores cada día, especialmente con quienes consideramos nuestros amigos, además considero que debemos aprender de nuestros errores porque es lo que nos ayudará a crecer tanto personal como colectivamente. Igualmente me parece sumamente importante conocer nuestro presente, lo que estamos viviendo, para poder comprender lo que acontecerá luego, ¡ah! No hay que vivir de los sueños sino de la realidad, no hay que vivir para soñar sino para descansar.” En efecto la persona analizada presentó una exclusión del adulto, respecto al padre y al niño, al momento de expresar su punto de vista acerca de la lectura ya mencionada, es decir que el adulto se impuso ante el niño u el padre impidiendo su expresión fluida. EL YO “NIÑO” El yo niño es aquella conducta que esta guiada por los deseos, sentimientos, emociones y necesidades que el individuo posee, siempre con un grado de creatividad, impulsividad y curiosidad. Como los sentimientos y todos los aspectos del “yo niño” son sumamente subjetivos, fue necesario aplicar un formato de cuestionario a los padres con el fin de corroborar y cruzar la información para su mejor procesamiento. Dicho estado se divide en cuatro tendencias: Niño libre: Que constituye la expresión libre e ilimitada de sentimientos y del disfrute saludable. Esta tendencia fue manifestada por la persona analizada cuando especifico y describió sus recuerdos de niño, juegos, cuentos o programas favoritos durante su época. Esto alojo resultados concordantes como los siguientes: Le gustaba mucho las caricaturas, cuentos y las salidas al parque. Tenía una tendencia positiva en cuanto a la relación con otras personas y el compartir con amigos de su misma edad. Era un niño muy participativo y se expresaba libremente. Tenía un gran fanatismo por los deportes de grupo. Niño rebelde: Es la conducta que se muestra desafiante y destructiva para si mismo y para los demás. Es conveniente precisar que la persona estudiada no manifestó durante el tiempo de la aplicación del instrumento el estado del niño rebelde, sin embargo, resulta erróneo pensar que este nunca se manifestara porque su exteriorización dependerá de la situación a la que se encuentre. Ubicándonos en el instrumento los mismos padres relatan que durante la etapa de la adolescencia hubo ciertos inconvenientes por los diversos cambios que se presentaban en la conducta del analizado, sin embargo, estos fueron pasajeros y no generaron mayores inconvenientes. Fue un tiempo donde el niño rebelde se expresó de forma intercalada.
Niño sumiso: Es aquella conducta que interviene sumergida en la búsqueda de
lastima y que la resolución de los problemas no puede depender de sí mismo sino en otros. Desde este punto de vista los resultados reflejan una total independencia desde la etapa de la niñez hasta el presente, los padres también expresan lo mismo al decir por ejemplo que el estudiado desde muy temprana edad iba al baño y hacia sus necesidades solo, además de que tenía un horario específico para dormir y realizaba sus tareas de forma individual, y cuando necesitaba ayuda manifestaba su duda y buscaba en la mayoría de los casos la respuesta por sí mismo. Niño Adaptado: Se entiende como la conducta que se ajusta a órdenes razonables y que permite aceptar las normativas. Utilizando lo anteriormente expuesto podemos afirmar que el individuo a estudiar presento total adaptación al estudio y a las órdenes dadas durante el mismo, de igual forma sus padres expresan que él siempre ha sido bastante adaptado y ajustado a las normas de la casa, de la escuela y de la comunidad, que jamás ha presentado problemas graves en este aspecto.