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ARQUEOLOGÍA DE LA PATAGONIA:

DE MAR A MAR
ARQUEOLOGÍA DE LA PATAGONIA: DE MAR A MAR

Ediciones CIEP / Ñire Negro Ediciones


www.ciep.cl www.nirenegro.cl

ISBN: 978-956-9832-00-0

Editor principal: Francisco Mena.

Cuerpo editorial:
Diego Andreoni, Gabriela Armentano, Cristina Bellelli, José Francisco Blanco, Florencia Borella, Damián
Bozzuto, María Laura Ciampagna, María Laura Casanueva, Gisela Cassiodoro, Marianne Christensen,
Hernán De Angelis, María Luz Funes, María Luisa Gómez, Mónica Grosso, Laura Magnin, María Estela
Mansur, María Gabriela Musaubach, Camila Muñoz, Sebastián Muñoz, Anahí Re, Diego Rindel, Verónica
Schuster, Francisco Zangrando.

Evaluadores del presente volumen:


Jimena Alberti, Ana María Albornoz, Pablo Ambrústolo, Amaru Argüeso, Diego Artigas, Carlos Aschero,
Juan Bautista Belardi, Cristina Bellelli, José Francisco Blanco, Rocío Blanco, Eric Boëda, Karen Borrazo, Luis
Borrero, Damián Bozzuto, Romina Braicovich, Valerio Buffa, Silvana Buscaglia, Luis María Calvo, María
Laura Casanueva, Alicia Castro, Mariana Carballido, Gonzalo Cerda, Carlos Ceruti, Marianne Christensen,
Laura Ciampagna, Ignacio Clemente, Hernán De Angelis, Silvana Espinosa, Cristian Favier Dubois, Mabel
Fernández, Pablo Fernández, María José Figuerero-Torres, Nora Franco, María Luz Funes, Christian García,
Juan F. Gibaja, María Luisa Gómez, Rafael Goñi, Mónica Grosso, Francisco Guichón, Luis Horta, Carlos
Landa, Liliana Lolich, Antoine Lourdeau, Lucía Magnin, M. Estela Mansur, Laura Marchionni, Francisco
Mena, César Méndez, Camila Muñoz, Sebastián Muñoz, Alberto Pérez, María Teresa Planella, Mercedes
Podestá, Alfredo Prieto, Hara Procopiou, Daniel Quiroz, Mariano Ramos, Anahí Re, Omar Reyes, Verónica
Reyes, Fernando Santiago, Ximena Senatore, Eduardo Silva, María Eugenia Solari, José Miguel Tejero,
Angélica Tivoli, Jimena Torres, Simón Urbina, Ximena Urbina, Martín Vásquez, Héctor Velásquez, Marcelo
Vitores, Francisco Zangrando, Mikel Zubimendi.

Primera Edición: Otoño 2016.

500 ejemplares.

Diagramación, correcciones y diseño de portada: Mauricio Osorio, Ñire Negro Ediciones.

Impresión: Andros Impresores, Santiago, Chile.


IX JORNADAS DE ARQUEOLOGÍA DE LA PATAGONIA

Coyhaique, 20 al 25 de octubre de 2014

Comisión Organizadora Local (CIEP)

Presidente
Francisco Mena

Coordinación general
Anabel Reis

Comisión Organizadora Permanente

Anahí Re (INAPL-CONICET-UBA)
Representante por Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano

Mariana De Nigris (INAPL-CONICET-UBA)


Representante por Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano

Mónica Grosso (INAPL)


Representante por Sociedad Argentina de Antropología

Francisco Zangrando (CADIC -CONICET-UBA)


Representante por Patagonia en la Comisión Permanente de Congresos Nacionales
de Arqueología Argentina

Colaboradores

Gabriela Armentano, Anahi Banegas, Fabien Bourlon, María José Figuerero-Torres,


Julieta Gómez Otero, Paulina González, Soledad Goye, Sergio Herrera, Eduardo Moreno,
Camila Muñoz, Mauricio Osorio, Santiago Peralta González, Francisco Quezada,
Mariano Reyes, Ariadna Svoboda
Organizadores

Sociedad Argentina de Antropología

Simpson 471 3 de Febrero 1378 - (CP 1426) Moreno 350 - (CP 1091)
Coyhaique Ciudad Autónoma de Buenos Aires Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Chile Argentina Argentina

Financistas
ÍNDICE

Prólogo 11

30 años de las Jornadas de Arqueología de la Patagonia 13

Homenaje a Victoria Horwitz 17

Resumen del Plenario 19

SIMPOSIOS

SISTEMAS CERRADOS Y ABIERTOS EN PATAGONIA: UNA REFLEXIÓN A PARTIR


DE INDICADORES DE GENERALIDADES Y LOCALISMOS EN EL REGISTRO
ARQUEOLÓGICO 21
Coordinadores: C. Muñoz y M. L. Gómez

Prospecciones y sondeos en los bosques del curso medio del río Ibáñez, en los Andes
Patagónicos, XI Región de Aysén, Chile 23
C. García

Aprovechamiento de recursos líticos en el valle del río Ibáñez, región de Aisén, Chile
(Andes centropatagónicos) 34
M.L. Gómez

Sistema de movilidad restringida y circulación en el valle del río Ibáñez, Andes centro-
patagónicos, Chile 48
F. Mena

Dar la mano y tomarse el todo: los sitios rupestres del Ibáñez medio como ventanas de
un mundo abierto a los sistemas culturales amplios 58
C. Muñoz y D. Artigas

PATAGONIA DIVERSA. LA ARQUEOLOGÍA HISTÓRICA COMO INTEGRADORA DE


MÚLTIPLES TEMÁTICAS Y ENFOQUES TEÓRICO-METODOLÓGICOS VIGENTES 67
Coordinadores: M. L. Funes y M. L. Casanueva

Una visión arqueológica de la arquitectura doméstica en la Patagonia argentina de los


siglos XVIII, XIX y XX 69
M. L. Casanueva

Usos y alcances de las fuentes documentales en la interpretación arqueológica:


Colonización Boer en Chubut- Argentina 80
M. L. Funes
El registro arqueológico de naufragios históricos: consideraciones metodológicas
sobre prospecciones costeras en el Atlántico Sur argentino 90
M. Grosso, D. Elkin, C. Murray y R. Bastida

Guafo, la isla de los tres nombres. Descripciones coloniales y representaciones


cartográficas en el proceso de conquista territorial 100
C. Lema e I. Moulian

Levantamiento del Complejo Industrial Maderero Puerto Yartou, Tierra del Fuego -
Chile 111
N. Recabarren y M. Fernández

Ciudades tempranas en territorio mapuche-huilliche (38°- 41° lat. Sur): urbanística,


cultura material y conformación social 120
S. Urbina y C. Chamorro

CADENAS OPERATIVAS: CONTEXTOS DE CONFECCIÓN Y USO DE


INSTRUMENTOS. ALCANCES TEÓRICO-METODOLÓGICOS Y CASOS DE
APLICACIÓN 131
Coordinadores: M. E. Mansur, H. De Angelis y M. Christensen

Aproximación experimental a las cadenas operativas de producción y uso de


instrumentos piqueteados y pulimentados 133
M. C. Alvarez Soncini

Modelo de interpretación de la producción y uso de material lítico: El caso del


Casapedrense (Meseta central de Santa Cruz) 144
A. Castro, L. Mazzitelli y M. Zubimendi

Tecnología ósea en Patagonia austral : la cadena operativa del trabajo sobre huesos de
guanaco en el sitio Offing 2 (Estrecho de Magallanes) 155
M. Christensen y D. Legoupil

Cadena operativa, materias primas y análisis tecnofuncional del conjunto lítico de


Kami 1, Tierra del Fuego 167
H. De Angelis

¿Eslabones sueltos o cadena en grandes espacios? La ruta del basalto en la cuenca de


los lagos Tar y San Martín (Santa Cruz, Argentina) 179
S. Espinosa y J. B. Belardi

Fabricación de instrumentos líticos en Cueva del Medio, Última Esperanza, Patagonia


Austral 189
C. Huidobro

Cadena operativa de manufactura y uso de las canoas monóxilas de la Patagonia


Septentrional 200
N. Lira
LA IMPORTANCIA DEL REGISTRO ARQUEOLÓGICO A CIELO ABIERTO EN
LA INVESTIGACIÓN ARQUEOLÓGICA PATAGÓNICA: ESTRUCTURAS DE
PIEDRA, CONCENTRACIONES DE SUPERFICIE, CONCHEROS Y DEMÁS 211
Coordinadores: G. Cassiodoro, D. Rindel y L. Magnin

Reflexiones en torno a la ubicación espacial de corrales de pesca en Chiloé insular y


continental 213
R. Alvarez

Variabilidad del registro arqueológico en sectores altos de Santa Cruz: tendencias


generales en el uso del espacio 224
G. Cassiodoro, R. Goñi y S. Pasqualini

Propuesta metodológica para el análisis del material lítico del sitio Playa Cisnes 2,
provincia de Santa Cruz, Patagonia argentina 235
M. T. Civalero

Aspectos tecnológicos y faunísticos en sitios a cielo abierto: variabilidad del registro


en los parapetos del sitio K116 (meseta del Strobel, provincia de Santa Cruz) 245
J. Dellepiane y J. Flores Coni

Entre basaltos y lagunas: las estructuras de piedra de la meseta de Somuncurá.


Apuntes para la reflexión de los patrones de movilidad de los cazadores-recolectores 256
L. Miotti, E. Terranova, R. V. Blanco, L. Marchionni, D. Hermo y L. Magnin

Movilidad y asentamiento en el interior de la estepa fueguina: la localidad Laguna


267
Amalia
J. Oría

Registro arqueológico a cielo abierto en las cuencas de los ríos Genoa y Pico 277
F. Rizzo, V. Scheinsohn y S. Leonardt

INTERACCIONES ENTRE HUMANOS Y PINNÍPEDOS EN PATAGONIA A LO


LARGO DEL TIEMPO: PROBLEMAS DE INVESTIGACIÓN Y PERSPECTIVAS 287
Coordinadores: F. Borella y S. Muñoz

Antes del Faro. La explotación de mamíferos marinos en la localidad de arqueológica


Faro San Matías durante el Holoceno tardío (Nordpatagonia, Argentina) 289
F. Borella

Humanos y lobos marinos al sur del río Santa Cruz durante el Holoceno: múltiples
líneas de evidencia para el estudio de las relaciones interespecíficas 299
S. Muñoz, I. Cruz y D. Cañete Mastrángelo

TECNOLOGÍA CERÁMICA EN PATAGONIA: CASOS DE ESTUDIO, PERSPECTIVAS


TEÓRICAS, ENFOQUES METODOLÓGICOS Y ESTUDIOS ARQUEOMÉTRICOS 311
Coordinadores: C. Bellelli y V. Schuster

Análisis de la cerámica de tradición indígena en la la jurisdicción de Valdivia: estilos


Valdivia, Tringlo y decorados con incrustaciones 313
L. Adán, R. Mera, D. Munita y M. Alvarado
La manufactura cerámica en el área del lago Traful. Evidencias desde el registro de la
Cueva Traful III, Neuquén 324
V. Aldazabal

Estudios macro y microscópicos de la cerámica de cazadores recolectores de la costa


oeste del golfo San Matías (Prov. se Río Negro, Argentina) 332
V. Schuster

MESAS DE COMUNICACIONES

LAS SOCIEDADES DE PATAGONIA Y LAS PLANTAS A TRAVÉS DE LA


RECONSTRUCCIÓN DE AMBIENTES Y LOS USOS EN EL PASADO 343
Coordinadores: D. Andreoni, M. L. Ciampagna y M. G. Musaubach

Prácticas en la gestión de recursos vegetales silvestres de grupos cazadores


recolectores en los sitios Cormorán Quemado y Nido del Águila, costa norte de Santa
Cruz, Patagonia Argentina 345
M. L. Ciampagna

POSIBILIDADES Y LÍMITES. ACTUALIZACIÓN DE LOS ENFOQUES TEÓRICO-


METODOLÓGICOS APLICADOS AL ANÁLISIS DE LA TECNOLOGÍA LÍTICA EN
PATAGONIA 355
Coordinadores: G. Armentano, J. F. Blanco

Una evaluación de las complejidades y posibilidades de análisis del registro


arqueológico lítico patagónico 357
N. Franco

Tratamiento térmico de artefactos líticos en Cerro Tres Tetas 1, meseta central de Santa
Cruz, Patagonia argentina 367
A. D. Frank

POSTERS

Arrinconamiento y marginalidad durante el siglo XX: La evidencia arqueofaunística


de los sitios Puesto Yatel y puesto Quintillán (Centro oeste de la provincia de Santa
Cruz, Patagonia argentina) 381
A. M. Agnolin y A. Nuevo

El uso de pigmentos en el área del lago Traful, río Negro (Argentina). Un estudio
interdisciplinario 390
V. Aldazabal, M. Silveira, L. López, G. Custo, M. Reinoso, E. Freire y L. Cerchetti

Caracterización tecnológica de xilópalos de la costa centro-septentrional de Patagonia:


tendencias temporales y potenciales fuentes de aprovisionamiento 401
A. Banegas, R. R. Pujana y J. Gómez Otero

Desde la meseta del Cardiel Chico a la margen norte del lago Viedma (Provincia de
Santa Cruz, Argentina): nuevos datos sobre el paisaje arqueológico 411
J. B. Belardi, S. Espinosa, F. Carballo Marina, G. Barrientos, P. Campan y A. Súnico
Primeros datos sobre arte rupestre en el litoral atlántico de Patagonia continental. Los
petroglifos de Punta Odriozola (Río Negro, Argentina) 421
N. Carden y F. Borella

Análisis preliminar de la gestión de restos vegetales en ocupaciones del Pleistoceno


final /Holoceno temprano en la Meseta Central de Santa Cruz 430
M. Cueto y D. Andreoni

Estrategias de caza y movilidad: parapetos del sitio K116 (meseta del Strobel, Santa
Cruz) 441
R. Goñi, G. Cassiodoro, J. Flores, J. Dellepiane, A. Agnolin y R. Guichón

Representaciones rupestres en los cañadones de la cuenca del lago Cardiel: Alero del
León y sitios aledaños (Santa Cruz) 450
F. Guichón

La madera en las embarcaciones de tradición indígena en la Patagonia septentrional 460


N. Lira y C. Lavier

Resultados preliminares del sitio Las Casitas 1 en un contexto de colonialidad. La


Candelaria, Río Grande, Tierra del Fuego, siglos XIX y XX 466
M. Martucci, P. García-Laborde y R. A. Guichón

Esquema cronológico y evolución del paisaje en el Bajo de Sarmiento (Chubut) 477


E. Moreno, H. Pérez y F. Ramírez

Las escenas de caza del Holoceno tardío en Patagonia centro-meridional 486


A. Re

Un acercamiento a las artes de pesca a partir del análisis de los pesos líticos en el área
de los lagos Musters y Colhué Huapi (provincia de Chubut) 496
M. Reyes y A. Svoboda

Cartografía histórica comparada de los castillos de Valdivia, El Estuario (bahía de


Corral) y el río Cruces, siglos XVII-XVIII 505
S. Urbina y C. Chamorro

ENCUENTRO COMUNIDAD/PREHISTORIA 515


SIMPOSIO

CADENAS OPERATIVAS:
CONTEXTOS DE CONFECCIÓN Y USO DE INSTRUMENTOS.
ALCANCES TEÓRICO-METODOLÓGICOS
Y CASOS DE APLICACIÓN

Coordinadores: M. E. Mansur, H. De Angelis y M. Christensen


Modelo de interpretación de la producción y uso de material lítico:
El caso del Casapedrense (Meseta central de Santa Cruz)

Alicia Castro, Lucía Mazzitelli y Miguel Zubimendi

RESUMEN

Dentro de las discusiones teóricas sobre el concepto cadenas operativas, se debate su valor de
interpretación para entender la organización tecnológica en grupos cazadores recolectores. El
concepto definido por Leroi-Gourhan se explica como la relación dialéctica entre el hombre y el
objeto. Tradicionalmente este enfoque ha reforzado el análisis del proceso de talla lítica, mientras
que el aspecto funcional ha quedado reducido a una interpretación derivada de las morfologías.
Sin embargo, el análisis funcional integrado en este marco, aporta datos para complejizar el es-
tudio de la cadena operativa y comprender mejor la relación dialéctica entre objeto e individuo,
interpretando adecuadamente el significado de conjuntos líticos en contextos tecnológicos. Se to-
mará el caso de los conjuntos líticos en contextos que denominados casapedrenses correspondien-
tes a ocupaciones humanas del Holoceno medio en la meseta central patagónica. Este conjunto
fue considerado como una "industria de láminas", excluyendo en esta definición técnico-morfoló-
gica cualquier otra posibilidad de interpretación. La incorporación del análisis funcional permitió
la re-conceptualización de estos conjuntos, tanto en la diversidad como en la complejidad de sus
instrumentos, producidos por secuencias técnicas que incluyen un diseño específico para la opti-
mización de los productos de uso.

Palabras clave: Tecnología; Cadenas operativas; Análisis funcional; Casapedrense.

ABSTRACT

The concept of chaîne opératoire was first defined by Leroi-Gourhan as the dialectic relationship
between man and object. As a methodology, this approach focused on the technical analysis of
knapping processes, meanwhile artifact’s function usually have been not included. Micro-wear
analysis gives diagnostic information to better understanding of the production of lithic artifacts.
Our purpose is to discuss the effective application of microscopic wear analysis in the chaîne
opératoire theoretical approach frame, to obtain a deeper knowledge of the lithic assemblage’s
production and the dialectic relationship between man and object. The artifacts defined as Ca-
sapedrense industry, from Patagonian’s middle Holocene human occupation, will be used as an
example to demonstrate how microware analysis allow as to fulfill these aims.

Keywords: Technology; Chaîne opératoire; Microwear analysis; Casapedrense.

Alicia Castro. Facultad de Ciencias Naturales y Museo, Universidad Nacional de La Plata (UNLP), Paseo del Bosque
s/n, La Plata, Buenos Aires. E-mail: aliciacastro52@gmail.com
Lucía Mazzitelli. Facultad de Ciencias Naturales y Museo, Universidad Nacional de La Plata (UNLP), Paseo del Bosque
s/n, La Plata, Buenos Aires. E-mail: lcmazzitelli@gmail.com
Miguel Zubimendi. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), Unidad Académica Caleta
Olivia, Universidad Nacional de la Patagonia Austral (UNPA-UACO), y Facultad de Ciencias Naturales y Museo,
Universidad Nacional de La Plata (UNLP), Paseo del Bosque s/n, La Plata, Buenos Aires.
E-mail: mikelzubimendi@gmail.com

144
Modelo de interpretación de la producción y uso de material lítico:
El caso del Casapedrense (Meseta central de Santa Cruz)

INTRODUCCIÓN (“chaînes de fabrication”), que posteriormente


es retomado y renombrado por Leroi-Gourhan
El objetivo de este trabajo es retomar algu- dándole su interpretación actual como chaîne
nos conceptos teóricos vinculados al estudio de opératoire: “La técnica es al mismo tiempo gesto
la tecnología lítica y reverlos a la luz del aporte y herramienta, organizada en cadena a través
de nuevas reflexiones para remarcar la impor- de una auténtica sintaxis, que da, a la vez, a la
tancia de incluir el análisis de micro-rastros de secuencia operativa, su estabilidad y su flexibi-
uso. Se discute el concepto de cadena opera- lidad” (Leroi-Gourhan 1971).
tiva, el cual juega su significado en las defini- La cadena operativa abarcaría un proceso
ciones tradicionales, aunque no se caracteriza complejo y vinculante entre el ser humano y
por metodologías precisas. En la definición de sus herramientas, desde la búsqueda de la ma-
la cadena operativa se incluye la noción de uso teria prima hasta que se desechan las piezas,
de artefactos, sin embargo el problema que ob- pasando por todas las etapas intermedias de
servamos es que su aplicacióna a este respecto su fabricación, uso, mantenimiento y descarte.
(para conocer el uso específico de un instru- En este sentido y actualizando este concepto, la
mento), no se realiza a partir de técnicas preci- cadena operativa es un proceso dialéctico que
sas como es, a nuestro criterio, el “análisis fun- el investigador transforma en su objeto de aná-
cional”. Para esto se presentan redefiniciones lisis y contexto de estudio.
basadas en las nociones de los autores que tra- Cuando se recurre al estudio de las cade-
bajaron y desarrollaron el concepto de cadena nas operativas, el objetivo no es la tradicional
operativa, y se retoma el análisis de una mues- ubicación de los restos en unas coordenadas
tra lítica de instrumentos denominados como cronológicas o culturales, a la manera del pa-
casapedrenses, acorde a la tipología tradicional radigma historicista tradicional, sino decidir el
de la zona (Cardich 1973), provenientes de las orden adecuado que ocupa cada objeto hallado
excavaciones de la cueva 13 de la localidad ar- dentro de la sucesión de gestos técnicos. Esto
queológica de Los Toldos, en la meseta central se aplica no sólo a herramientas propiamente
del Deseado (Santa Cruz, Patagonia Argenti- dichas, sino también a todo tipo de desechos
na). A partir de este caso de estudio, se intentan resultantes. La cadena operativa no solo es un
mostrar las diferencias interpretativas para un método, sino también un concepto teórico, que
mismo conjunto, con la inclusión de estudios nos permite entender la relación dialéctica en-
funcionales o sin ellos. tre el hombre y el objeto, y acceder a su particu-
lar contexto histórico y material de producción
y uso.
Cadena operativa Desde este punto de vista, se puede consi-
derar como un estudio dinámico y contextua-
La cadena operativa es una expresión que lizado que supera la tipología tradicional, que
en la década de 1960 el arqueólogo André sólo pretende organizar un universo de objetos
Leroi-Gourhan adaptó de la etnología de las con el fin de crear modelos de interpretación
técnicas (Creswell 1976 y Balfeth 1991), para a partir de morfologías estadísticamente re-
referirse a un método de investigación que le presentativas. Por supuesto que en la elección
permitiría llevar a cabo un estudio más com- y construcción de los tipos existe un modelo
pleto de los vestigios arqueológicos resultantes interpretativo de base técnico-morfológica,
de las actividades técnicas prehistóricas (Le- pero de orden estático. La tipología ordena un
roi-Gourhan 1971). Los antecedentes más di- universo caótico, mientras que el enfoque de
rectos del concepto desarrollado por este inves- cadena operativa, desde una aproximación di-
tigador se encuentran en los trabajos de Marcel námica y explicativa, encuadra los objetos en
Mauss (1974) quien subraya la necesidad de es- acciones socioeconómicas y aún simbólicas.
tudiar cada etapa del proceso de fabricación de En el marco de conceptos que teóricamente
una manufactura desde la materia prima hasta sostienen que la forma se define por la función
el objeto terminado. Marcel Maget (1953) pro- (Bordes 1961), la cadena operativa como con-
pone el concepto de “cadenas de fabricación” cepto analítico completaría las expectativas,

145
A. Castro, L. Mazzitelli y M. Zubimendi

pero a partir de los estudios traceológicos (Se- puesta de análisis, que incluye el conocimiento
menov 1964) aquellos que sostenemos a la me- de la función por medio del análisis funcional
todología del análisis funcional como la única para poder llegar a ese universo de los conoci-
vía de definir acertadamente la función o el uso mientos y habilidades humanas que considera
de un artefactos, ésta aparece como necesaria Lemonier (1976) y que nosotros parafraseamos
en este cuadro conceptual. con el término “síntesis conceptual”.
Una tipología
es un orden de
apariencias, es-
tudiar la cadena
operativa termina
en un esquema de
formas pero con
base interpretativa
del significado de Figura 1. Modelo propuesto para la re-definición del concepto de cadena operativa, repre-
cada tipo o grupo sentado en un esquema lineal de un orden conceptual.
en un proceso hu-
mano dinámico. Frederic Sellet (1993) plantea Según el esquema de la figura 1, las piezas
que “los análisis de las cadenas operativas son arqueológicas se refieren a los objetos artefac-
una aproximación tecnológica que busca re- tuales líticos, comprendidos por núcleos, pro-
construir la organización de un sistema tecno- ductos de talla (formas bases potenciales, lascas
lógico de un sitio arqueológico dado”, y cita a y láminas, y los desechos propiamente dichos)
C. Perlès (1987): “[la] cadena operativa puede y los instrumentos formatizados. Incluimos
ser definida como: una sucesión de operacio- dentro de este grupo a aquellos intermediarios
nes mentales y de gestos técnicos para satisfa- materiales utilizados para la confección de los
cer una necesidad (inmediata o no), de acuerdo productos de talla, como percutores, retocado-
con un proyecto preexistente. (…) Cadena ope- res, etc.
rativa apunta a describir y comprender todas El contexto de hallazgo o el contexto base de
las transformaciones culturales que atraviesa la acción tecnológica, correspondería a las ma-
una materia prima específica. Es una segmen- terias primas y las fuentes de aprovisionamien-
tación cronológica de las acciones y los proce- to que condicionaran materialmente las técni-
sos mentales requeridos en la manufactura de cas de talla, y en consecuencia los productos
un artefacto y en su mantenimiento dentro del finales y las conductas de conservación, entre
sistema técnico de un grupo prehistórico. La otras cosas.
etapa inicial de la cadena es el procuramiento La sucesión de gestos observables, es decir, la
de materia prima, y la etapa final es el descar- secuencia artesanal de gestos que dieron origen
te o pérdida del artefacto”. Por otro lado, Eric a un producto, dentro de los que intervienen el
Boëda (1997) nos dice que “un instrumento individuo (con sus capacidades, practicas he-
exterioriza las capacidades senso-motoras de redadas, aprendidas o copiadas) y el producto
los humanos”. Retoma a Leroi-Gourhan, quien con sus rastros y estigmas (negativos de lasca-
sostiene que el cambio tecnológico está basado dos, tipos de bulbos, tipo de talones, etc.), que
en un determinismo funcional, entre otros. Se- analizados pueden llegar a permitir esbozar
gún Lemmonier (1976), en toda cadena opera- una secuencia de acciones técnicas o secuencia
tiva se distinguen tres elementos principales: tecnológica. Desde un punto de vista metodo-
las piezas arqueológicas, la sucesión de gestos lógico, este paso nos remite forzosamente a una
observables, los conocimientos o habilidades, aproximación interpretativa: la Arqueología Ex-
y que nosotros nos tomamos la libertad de re- perimental para definir modelos analógicos de
definir en el siguiente modelo (Figura 1). Este observación.
modelo no es una sucesión estática de hechos De esta forma, una perspectiva del llamado
o factos sino simplemente la esquematización análisis microscópico de huellas de uso permi-
de los elementos constituyentes de nuestra pro- tiría definir la funcionalidad de los artefactos,

146
Modelo de interpretación de la producción y uso de material lítico:
El caso del Casapedrense (Meseta central de Santa Cruz)

es decir, para qué se usó, cómo se usó, cuánto Es importante señalar que los artefactos lí-
se usó un artefacto, y por ello es fundamental ticos pueden reinsertarse en el circuito de pro-
para poder definir el rol de ese artefacto en la ducción, dependiendo de factores técnico, cul-
sociedad. Si fue usado, se abre un abanico de turales, de disponibilidad, etc. Eso es lo que
consideraciones relativas al cómo, es decir si representan las flechas que forman una suerte
existió un diseño, un modelo mental previo de- de círculo, alrededor de los elementos principa-
finiendo necesidades y formas de satisfacerlas, les de la cadena.
si las conductas de producción fueron respues-
tas inmediatas a necesidades surgentes, etc. En
este punto estaríamos intentando comprender El análisis funcional
cómo se relaciona el universo mental y material
de los individuos. Del mismo modo, si un arte- Se ha dicho en algunas oportunidades que
facto no fue utilizado nos preguntamos acerca mediante el uso de ciertas herramientas meto-
de las fuerzas que hacen que un objeto que se dológicas, como el análisis de las huellas de uso
ha diseñado y manufacturado no sea utilizado, microscópicas, se puede saber cómo y para qué
o bien si existen formas de uso que no dejen se usaron los instrumentos líticos (Keeley 1980).
sus estigmas en la materialidad de las piezas Muchos autores discuten que sólo es posible
(por ejemplo, usos simbólicos). Para ello es de aplicar esta metodología a un número muy re-
utilidad el análisis funcional. ducido de piezas, excepcionalmente conserva-
Los análisis de cadena operativa tienen el das, dentro de la totalidad de la muestra recu-
objetivo de intentar relacionar varios subsis- perada en una excavación. Pero esto no es así
temas culturales, como el tecnológico, el eco- en la medida que las formas de aproximación
nómico y el social. En el marco del subsistema de la metodología de análisis funcional compa-
tecnológico podemos considerar las diversas tibilicen distintos niveles de observación (Cas-
formas de hacer las cosas, condicionado por las tro 1994). De esta manera el análisis de huellas
variables como disponibilidad de materia pri- de uso pasa a ser fundamental para cerrar el
ma, tipo de materia prima, estilo, conocimiento ciclo de interpretación de la cadena tecnológica
y habilidades, entre otras. Respecto a la econo- ya que nos remite a otras preguntas que enri-
mía, consideramos la satisfacción de necesida- quecen la comprensión del sistema tecnológico
des específicas, reveladas por el para qué, de completo.
los productos técnicos. Y respecto a la esfera
social, es el mundo de las decisiones, elecciones
y habilidades adquiridas o inventadas influi- El universo, el objeto
das o condicionadas por la tradición y el estilo,
entre otras. Así conceptualizamos la noción de El objeto, el artefacto en tanto sólo aque-
cadena operativa en este trabajo (ver Figura 2). llos materiales confeccionados por el hombre,
es para nosotros un universo que
comprende todas aquellas acciones
indicadas más arriba y que nos per-
mite inferir una serie de conductas
que son las que intenta estudiar el
enfoque que se define en el acápite
anterior
Un hemisferio (el superior en la
Figura 3), comprendería todas las
decisiones sociales para la búsque-
da, elección y selección de materias
primas, no siempre motivadas por
la mejor calidad de las mismas sino
tal vez también por una decisión de
Figura 2. Modelo de cadena operativa para el caso específico de la costos del grupo, luego un diseño
tecnología lítica.

147
A. Castro, L. Mazzitelli y M. Zubimendi

y las maneras de confección de


los artefactos líticos, mientras
que acorde a nuestra propues-
ta, e incluyendo los estudios de
microrrastros de uso, debemos
y podemos abarcar también el
hemisferio inferior, que inclu-
ye el uso y el rol que ese objeto
cumplió en su contexto sistémi-
co.

El Caso del Casapedrense de la


cueva 13 de Los Toldos
Figura 3. El universo de estudio y sus características.
La cueva 13 de la localidad
mental, que se define por las necesidades de
arqueológica de Los Toldos está ubicada en
aplicación del bien material y que responde en
el Cañadón de las Cuevas de la Estancia Los
parte a aquellas habilidades propias y aprendi-
Toldos en la meseta central de la provincia de
das por el individuo, una serie de gestos ma-
Santa Cruz. De las 14 cuevas del cañadón, se
nuales, lo que podríamos definir como el modo
estudiaron en distintas épocas y por diferentes
y la manera de hacer las cosas. En la esfera de
investigadores (O. Menghin, M. Bórmida, A.
lo ideal, el modo se refiere al diseño ideal, las
Cardich) las cuevas 2, 3, 9 y 13. La excavación
habilidades personales, al aprendizaje, a la tra-
de la cueva 13 presentó una secuencia estrati-
dición, a la motivación, entre otras. En la esfera
gráfica de capas naturales, una de ellas de ceni-
material, la manera incluye una secuencia de
za volcánica correlacionable con la capa 5 de la
gestos para manufacturar algo, una tradición
cueva 3 (Cardich et al 1973).
por enseñanza/aprendizaje, elecciones y deci-
En esta secuencia de la cueva 13, se deter-
siones, etc.
minaron dos componentes culturales corres-
El otro hemisferio (el inferior en la Figura 3),
pondientes a distintas ocupaciones anteriores
comprende los aspectos de aplicación del ob-
y posteriores al evento de cenizas, los niveles
jeto es decir su uso y los procesos de reactiva-
culturales debajo de la ceniza muestran dos pi-
ción, remodelación y descarte. En ese sentido
sos de ocupación intensa. Los fechados de los
un artefacto nos habla en gran medida de cómo
fogones de la cueva 3, permitieron cronologi-
y para qué fueran hechos los artefactos en el
zar en forma relativa las ocupaciones de los dos
marco de decisiones sociales que responden
componentes culturales estudiados, en el Holo-
a toda la organización tecnológica-económica
ceno medio (Cardich 1985).
del grupo. Este aspecto tan económico, no deja
En la Cueva 13, se definieron 11 capas na-
de lado otros aspectos, como los simbólicos,
turales. En la capa 6 debajo de la capa de ce-
más difíciles de abordar.
nizas y a 1,25 m de la superficie se hallaron
En este marco de conceptualizaciones, el
dos fogones que definirían uno de los pisos de
análisis funcional aparece como un paso im-
ocupación, los otros fogones y concentración
portante en la interpretación, ya que de no rea-
de materiales se hallaron asociados a lo que se
lizarla solo leeríamos uno de sus hemisferios.
denominó capa 9 a una profundidad de 1,60 m
El análisis funcional en su marco completo me-
de la superficie. La capa 10 también arrojó la
todológico permite conocer si un artefactos fue
presencia de un fogón asociado a material líti-
utilizado o no, y luego cómo y para qué se lo
co a una profundidad de 1,74 cm de la superfi-
utilizó. De manera que completa todo el círcu-
cie. Los conjuntos hallados en las capas 9 y 10
lo de interpretación necesario. Es decir, que los
fueron identificados como primer componente
estudios de cadena tecnológica abordarían sólo
cultural y segundo componente cultural a los
el hemisferio superior del esquema del univer-
materiales de las capas 6, 7 y 8. El primer com-
so de estudio, pudiendo discutirse los modos

148
Modelo de interpretación de la producción y uso de material lítico:
El caso del Casapedrense (Meseta central de Santa Cruz)

ponente cultural formado por los materiales de bases, ya que lo importante no solo es delimi-
las capas 9 y 10 constituye la concentración más tar las acciones de rebaje y formatización sino
importante, con un piso definido por la concen- de producción inicial de las formas bases. En la
tración más densa. Este conjunto lítico está con- tabla 1 se presentan los materiales recuperados
formado por gran cantidad de esquirlas, frag- en la excavación de la Cueva 13 de Los Toldos.
mentos indeterminados de lascas, láminas y La nomenclatura de algunos de sus tipos arte-
núcleos, lascas y láminas sin rasgos macroscó- factuales (raspador) es tomada del trabajo de
picos de uso y en menor medida instrumentos Cardich y Flegenheimer del año 1978, al que
formatizados. La materia prima predominante remitimos para su descripción.
es la toba silicificada, le siguen sílex, xilópalo,
obsidiana y basalto, este último probablemente
de disponibilidad local. RESULTADOS
El segundo componente cultural fue defi-
nido por los hallazgos que se encuentran in- El conjunto artefactual, conformado a partir
mediatamente debajo de la capa 5 de cenizas de los restos de las capas 9 y 10 podría definirse
volcánicas. Fue posible definir una superficie como el producto o los restos de una industria
de planta a partir de relaciones espaciales en- caracterizada por una tecnología de extracción
tre materiales líticos y estructuras de fogón, los de láminas y de instrumentos unifaciales de
materiales artefactuales en piedra se hallaron retoques marginales predominantemente ras-
distribuidos en una capa de 20 cm de espesor, padores. Los instrumentos formatizados han
el número de artefactos fue menor que en el pri- sido elaborados sobre láminas en su mayoría
mer componente cultural. El conjunto está con- (70%) y sobre lascas el resto (30%). No obstante
formado por esquirlas, fragmentos de lascas, los productos de talla, lascas, láminas y esquir-
láminas, lascas y restos de núcleos agotados y las son predominantes sobre los instrumentos
en menor número instrumentos formatizados. formatizados. La mayoría son raspadores, a ex-
Ambos componentes pueden ser caracte- cepción de una raedera y un cuchillo estarían
rizados por el predominio del mismo tipo de ausentes las formas más adecuadas para cortes.
instrumentos y tecnología, guardando la mis- No obstante, se advierte que los raspadores po-
ma proporcionalidad entre los diferentes tipos seen uno, dos o tres filos formatizados, en este
dentro de cada conjunto. caso son siempre el filo frontal y uno o dos filos
Para este trabajo retomamos la clasificación laterales, lo que se ha observado es que los ras-
inicial de los conjuntos, y elaboramos una nue- padores sobre lascas son los que poseen dos o
va sobre las variables técnico morfológicas que tres filos formatizados. Los que están elabora-
nos permitieron definir un proceso técnico de dos sobre láminas, los laterales son filos natu-
confección de cada uno de los objetos, la base ralmente rectilíneos y agudos, lo cual lo hemos
de tal clasificación se basó en los trabajos histó- interpretado como una vía de formatización
ricos de Bordes (1961), Brezillon (1969), Tixier general de la pieza cuando es sobre lasca.
(1980), Aschero (1975, 1983) y Castro (1994). Las técnicas de talla y retoque podría dife-
En el análisis de las formas bases láminas renciarse en dos: una técnica de talla de las-
y lascas pretendimos manejar además de los cas con percusión directa, posiblemente con
criterios métricos otras variables que indi- percutor duro y pesado, con bulbos espesos a
quen una suerte de intención o modelización semi-espesos y talones lisos sin preparación es-
de lo que sería el producto final, así aislamos pecial; y una técnica de talla de láminas que se
diferentes categorías de láminas de la misma infiere a través de los talones preparados, bul-
manera que las lascas y definimos láminas de bos levemente espesos a difusos y talones con
descortezamiento, láminas grandes y espesas, ausencia de marca de golpe. La presencia de
láminas propiamente dichas y laminillas. El grandes láminas con curvatura estaría indican-
objetivo fue entender cuáles fueron las cade- do el uso de preparación de los núcleos soste-
nas intervinientes en la gestación del conjunto nidos a mano, al menos en los primeros pasos
y reconocer posibles caminos de diferenciación o en las etapas de reactivación de los núcleos.
en la producción de los instrumentos y formas Hay gran cantidad de desechos propiamente

149
A. Castro, L. Mazzitelli y M. Zubimendi

dichos y ninguno de los Grupo tipológico Subgrupo tipológico 1° Comp. 2° Comp. Total
más adecuados presen- cultural cultural
ta evidencias de uso, Raspadores tipo EE 30 (1,51%) 14 (3,13%) 44 (1,8%)
así que posiblemente se Raspadores tipo B 1 (0,05%) 1 (0,22%) 2 (0,08%)
fracturaron en el proce- Raspadores tipo D - 2 (0,45%) 2 (0,08%)
so de manufactura y no
Raederas tipo O 1 (0,05%) - 1 (0,04%)
por su uso. La ausencia Instrumentos
formatizados Cuchillos tipo P 4 (0,2) - 4 (0,16%)
de lascas de descorte-
zamiento y láminas an- Indet. por fractura 6 (0,3%) 2 (0,45%) 8 (0,33%)
chas y espesas con cor- Bola de boleadora 1 (0,05%) - 1 (0,04%)
teza estaría sugiriendo Piezas diversas 4 (0,2%) - 4 (0,16%)
que los primeros pasos Instrumentos no Láminas con - 1 (0,22%) 1 (0,04%)
de las etapas de forma- estandarizados microrrastros de uso
tización del núcleo se Total Instrumentos 47 (3,53%) 20 (4,46%) 67 (2,75%)
realizaron fuera del si- Poliédrico de lascas 5 (0,25%) - 5 (0,21%)
tio. Prismático de 2 (0,1%) - 2 (0,08%)
Las mismas carac- láminas
terísticas de este con- Bifacial 1 (0,05%) - 1 (0,04%)
junto las comparte el Núcleos
Indet. por 12 (0,6%) 12 (2,68%) 24 (0,98%)
componente superior fragmentación
o segundo componente Lasca nucleiforme 1 (0,5%) - 1 (0,04%)
cultural. Éstas parecen
Globuloso 1 (0,05%) - 1 (0,04%)
ser el producto de un
proceso de obtención Total Núcleos 22 (1,12%) 12 (2,68%) 34 (1,39%)

de láminas y lascas di- Lascas de 20 (1,01%) 2 (0,46%) 22 (0,9%)


descortezamiento
ferenciando perfecta-
mente ambas técnicas Lascas de talla y 346 (17,39%) 63 (14,06%) 409 (16,78%)
desbaste
como si se tratara de
caminos de producción Lascas de retoque y 64 (3,22%) 12 (2,68%) 76 (3,12%)
preparación del talón
distintos, uno para la
Láminas de 16 (0,8%) - 16 (0,66%)
obtención de un tipo de descortezamiento
forma base y producto Productos de
talla Láminas anchas y 37 (1,86%) 1 (0,22%) 38 (1,56%)
y otro para otro. Ambos espesas
componentes se aseme-
Láminas 134 (6,73%) 33 (7,37%) 167 (6,85%)
jan o son tipológica-
Laminillas 31 (1,56%) 4 (0,89%) 35 (1,44%)
mente similares a los
que Cardich y colabo- Esquirlas 648 (32,56%) 181 (40,4%) 829 (34%)
radores (1973), Cardich Fragm. de lascas 426 (21,42%) 84 (18,75%) 510 (20,92%)
indet.
y Flegenheimer (1978)
y Cardich (1985), y Fragm. Indet. 199 (10%) 35 (7,81%) 234 (9,6%)
Menghin anteriormen- Total Productos de talla 1 9 2 1 415 (92,63%) 2336 (95,82%)
te (1952) denominaron (95,35%)
Casapedrense. En el Otros Hemirodado - 1 (0,22%) 1 (0,04%)
caso del sitio que nos Total otros - 1 (0,22%) 1 (0,04%)
ocupa se podría tratar Total general 1990 448 2438
de dos momentos dis-
tintos de la ocupación
de la cueva por grupos Tabla 1. Clasificación tipológica para el análisis comparativo de estos conjuntos.
con misma o similar tec-
nología de tipo casapedrense. En su mayoría ambos muestran una fuerte similitud en cuanto
las formas bases de los instrumentos son lámi- a los instrumentos y los filos retocados según se
nas, predominando sobre la forma base lasca, trate de formas bases láminas o lascas.

150
Modelo de interpretación de la producción y uso de material lítico:
El caso del Casapedrense (Meseta central de Santa Cruz)

La morfología laminar sería la buscada, con Las lascas seleccionadas no presentaron evi-
un alto porcentaje de desechos o productos de dencias de uso, mientras que todos los instru-
talla sobre instrumentos formatizados. Parece- mentos demostraron haber sido utilizados. Del
ría ser que, por una cuestión de tamaños, las total de láminas analizadas, una muestra (n
lascas son de módulos distintos a las láminas, total de láminas analizadas = 117), correspon-
esto se debe a que son tecnologías distintas: diente al subgrupo de láminas propiamente
una de producción de lascas y otra de láminas, dichas presentó claras evidencias de uso (bri-
además hay láminas de descortezamiento pero llos, micropulidos, estrías y microesquirlas y
redondeamiento de aristas), no así
las piezas representantes de los sub-
grupos láminas anchas y espesas y
de descortezamiento (ver Tabla 3).
Todos los raspadores se utiliza-
ron para raspar cuero realizando
movimientos transversales a su filo
frontal, uno solo trabajó sobre asta,
los demás cuero tanto fresco como
seco, tres han raspado hueso, y uno
Figura 4. Piezas líticas de la Capa 9 (A) de la cueva 13 de Los Toldos.
madera. Tres raspadores han sido
Referencias: a), b), c) y d) láminas; e), f) y g) láminas anchas y espesas; utilizados para realizar tareas com-
y h) raspador (modificado de Castro 1994). plementarias con uno de sus filos
laterales, en estos casos para traba-
no lascas de descortezamiento (ver Figura 4 jar hueso, en dos de los artefactos la función del
para algunos ejemplos). filo lateral, a juzgar por la intensidad del micro-
pulido, parece ser la más importante. Los que
trabajaron hueso demostraron tener evidencias
Análisis funcional del conjunto de ambos de enmangue. Los artefactos clasificados como
componentes culturales. cuchillos han sido utilizados para cortar, micro-
pulidos intensos diagnósticos de hueso, asocia-
Para realizar el análisis funcional según tec- dos a estrías, cuya orientación oblicua y longi-
nologías conocidas (Keeley 1980; Mansur-Fran- tudinal al filo y distribución bifacial indicarían
chomme 1983, entre otros), se seleccionaron que habrían cortado hueso.
muestras según los criterios definidos por Cas- Las láminas (n = 18) han sido utilizadas para
tro (1994) sobre las características de aquellas cortar cuero, se empleó el filo natural más re-
piezas factibles por forma y tamaño de ser uti- gular, dos presentan un micropulido indiferen-
lizadas. En la Tabla 2 se presenta la muestra se- ciado y tres presentan micropulido de hueso
leccionada para los análisis funcionalesá (cortar o aserrar), esto significa que los cuchi-
llos totalizarían 23 piezas. Los resultados de los
1º y 2º componente
Tipos
cultural análisis funcionales para las formas base poten-
ciales láminas se presentan en la Tabla 3 y en la
Lascas 17
Figura 5 un caso de análisis.
Láminas 124
Raspadores 44
Raederas 1 CONCLUSIÓN
Cuchillos 4
Fragmento de instrumento 1 Si bien estos resultados pueden ser estadís-
ticamente poco significativos, son sumamen-
Lámina con rastros de uso 1
te relevantes en términos de la interpretación
Total 192
arqueológica de las conductas sociales y en el
marco de la intención de demostrar la impor-
Tabla 2. Muestra seleccionada, tipos y cantidades para
tancia de integrar el análisis funcional en la
ambos componentes juntos.

151
A. Castro, L. Mazzitelli y M. Zubimendi

1º y 2º componente
Microrrastros
cultural
Sin rastros de uso 86
No pudieron ser analizadas 14
Micropulidos de gramíneas 1
Micropulidos de cuero 18
Micropulidos de hueso y
1
grasa
Micropulidos de hueso, grasa
2
y carne
Micropulido indiferenciado 2
Total 124 Figura 5. Algunos resultados de los análisis funcionales.
Tabla 3. Resultados del análisis funcional para productos El caso de la Pieza 2243 con micropulido de cuero; fun-
de talla Láminas. ción: cortar; aumento 280x.

interpretación de la cadena operativa. En este der a los conjuntos de una manera muy distin-
sentido, podemos afirmar que en este caso que: ta que aquella en la que se introduce en esta
• Los análisis funcionales aumentaron la va- cadena productiva el análisis de la función. En
riabilidad del conjunto. el caso de raspadores con filos sumarios, en la
• La función rectifica el proceso de conoci- primera clasificación se consideró la variación
miento de estos conjuntos. Además permitió de instrumentos con uno, dos o tres filos suma-
conjugar el enunciado de posibles interpreta- rios, siendo a nivel descriptivo y comparativo
ciones sobre el diseño ideal, en el proceso de el máximo nivel de interpretación. Por el con-
creación técnica de estos cazadores recolectores trario el análisis funcional sobre estas variacio-
que tallaron el conjunto casapedrense. nes permitió realizar dos inferencias directas:
• Aparece una nueva relación entre morfo- la utilización de raspadores como instrumen-
logía y función. En este sentido, una lámina sin tos múltiples y la utilización de enmangue; y
retoques en los filos, constituye un instrumento una indirecta: sobre su uso, que se realizó por
final, por su morfología como producto de un ausencia, es decir la falta de alteraciones en los
proceso de extracción específico, y de la adap- filos laterales retocados o formalizados. Esto
tabilidad de sus filos largos y agudos. último podría interpretarse como la necesidad
• Aparece un nuevo tipo. En este caso son de lograr formas rectangulares o sub-rectangu-
las láminas sin retoques de formatización utili- lares sobre lascas, para imitar formas más re-
zadas como “cuchillos”. gulares tipo láminas, posiblemente una forma
Se ha constatado que todos los instrumen- buscada por el grupo portador de las tecnolo-
tos formatizados han sido utilizados. A pesar gías que originaron estos conjuntos. El análisis
del reducido número de casos con evidencias funcional de estos conjuntos permitió observar
de uso en los filos laterales, es suficiente como que una categoría como los cuchillos, son más
para adquirir una idea de la variabilidad fun- numerosas de lo que parece, además permi-
cional de los mismos. Es muy distinto cuando, tieron realizar observaciones sobre aspectos
tratando de entender la organización tipológica de tipo tecnológico y tipológico asociado, por
de un grupo humano a través de sus compo- ejemplo estos conjuntos carecen de raederas
nentes artefactuales, se incluye en un mismo que sería una línea generadora de filos largos
tipo formas que encierran una variabilidad bifaciales o unifaciales −es decir instrumentos
funcional diferente. Ya que, si bien a nivel mor- para corte, de filos agudos−. Estas necesidades
fológico son similares, a nivel funcional se es- estarían suplidas por la producción de láminas.
tarían mezclando categorías con implicancias Con la aplicación del análisis de la cadena tec-
de comportamiento distinto. Es por ello que el nológica seguramente una raedera formalizada
proceso de análisis desde la interpretación de sería interpretada en el marco de un proceso
las etapas de trabajo técnico, llevaría a enten- diferente al de la lámina, que desde el punto
estrictamente técnico es correcto, pero la reali-

152
Modelo de interpretación de la producción y uso de material lítico:
El caso del Casapedrense (Meseta central de Santa Cruz)

dad estaría separando piezas de roles similares en Europe Occidentale et au Proche-Orient.


en el sistema tecnológico funcional completo. Habilitation à Diriger des Recherches, Uni-
En síntesis, cuando estos conjuntos se anali- versité de Paris X-Nanterre.
zaron por primera vez (ver bibliografía citada
más arriba) los productos de talla se analizaron Bordes, F.
métricamente, y así se clasificaron, pero poco 1961 Typologie du Paléolithique ancien et moyen.
se pudo decir sobre su significado. Aplicando Impriméries Delmas, Burdeos.
a estos conjuntos análisis orientados al proce-
so de su producción en el marco de los que se Brézillon, M.
denominó Cadena operativa, las conclusiones 1969 La dénomination des objets de Pierre taillée.
hubieran llevado a los mismos o similares tér- Centre National de la Recherche Scientifi-
minos, siempre que nada se diga de la función que, IV Sup. Gallia Pré-historique, París.
de los mismos. A través del análisis funcional
es posible arribar a interpretaciones más fe- Cardich, A., L. Cardich y A. Hadjuk
hacientes y directas sobre el significado mor- 1973 Secuencia arqueológica y cronología ra-
fológico-funcional y tecnológico de las piezas. diocarbónica de la Cueva 3 de Los Toldos
También es posible relacionar formas que en (Santa Cruz, Argentina). Relaciones de la So-
realidad pertenecerían a categorías técnicas ciedad Argentina de Antropología VII: 87-122.
distintas, la diferencia entre dos o más piezas
puede ser un hecho fortuito, tecnológico, etc., Cardich, A. y N. Flegenheimer
es decir, intencional o no; mientras que las dife- 1978 Descripción y tipología de las industrias
rencias funcionales son intencionales. líticas más antiguas de Los Toldos. Relacio-
Interpretamos que no se trata de un conjun- nes de la Sociedad Argentina de Antropología
to material con altas proporciones de desechos XII: 225-242.
y productos de talla sin bifacialidad, sino del
producto material de individuos que habrían Cardich, A.
desarrollado una tecnología para obtener ins- 1985 Una fecha radiocarbónica más de la Cue-
trumentos eficientes de corte sin necesidad de va 3 de Los Toldos, Santa Cruz. Relaciones
recurrir a instancias de talla y retoque que los de la Sociedad Argentina de Antropología XVI:
formaticen. 269-273.

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