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Los expertos creen que la función ejecutiva está regulada por el lóbulo frontal del cerebro,
la corteza prefrontal. Debido a que los humanos nacen con cerebros que no están
completamente desarrollados, los niños no nacen con estas habilidades, pero tienen el
potencial para desarrollarlas.
APOYO A LA ENSEÑANZA
Abordar un déficit requiere comprender el tipo de deficiencia que enfrenta el estudiante. Si
un estudiante carece de conocimientos, no sabe qué hacer o cómo realizar una tarea. Por
ejemplo, si los estudiantes no tienen la capacidad de regular sus impulsos para hablar
mientras otros hablan, el comportamiento de la escucha activa debe enseñarse
explícitamente mediante la identificación de ejemplos de escucha activa. Los educadores
también pueden crear una tabla con el aspecto y el sonido de los estudiantes cuando se
involucran en la escucha activa.
Un estudiante puede saber qué hacer para completar una tarea, pero puede tener
problemas para saber cuándo y cómo aplicar las habilidades apropiadas. Para un
estudiante con este tipo de déficit, el maestro puede confirmar que él o ella tiene todos los
materiales necesarios para completar una tarea. El profesor podría proporcionar una lista
de verificación con los materiales necesarios. Para los alumnos mayores, el profesor
podría pedir a los alumnos que generen la lista y luego reúnan los materiales apropiados.
Metacognición: otra estrategia para abordar los déficits en la función ejecutiva es usar
lenguaje metacognitivo. Por ejemplo, con un estudiante más joven, articular el desafío
podría ser útil. “Veo que te estás perdiendo un lápiz. Necesitará un lápiz para completar la
tarea. ¿Dónde podrías encontrar uno en el aula?
Mostrar los pasos o las preguntas que los estudiantes podrían hacerse en el aula también
es útil para promover la independencia con una habilidad. Los estudiantes pueden repetir
las instrucciones a un compañero y luego pedirle a un voluntario que repita la instrucción
para toda la clase. Este proceso toma menos de un minuto, pero permite tiempo adicional
para el procesamiento auditivo y la repetición para cualquier estudiante que pueda
necesitarlo.
Gestión del tiempo: los horarios de publicación pueden ser una herramienta útil para
desarrollar habilidades de gestión del tiempo. Un horario de clase resume todo el día y
prepara a los estudiantes para lo que viene a continuación. Un programa de actividades
divide un bloque de tiempo en partes más pequeñas y describe cómo se utilizará cada
período y en qué orden se presentarán las actividades. Estos horarios se colocan
comúnmente en lugares donde cada estudiante puede consultarlos durante el día.
Las tareas a largo plazo pueden ser particularmente difíciles para los estudiantes con
deficiencias en la función ejecutiva. Una forma de abordar este problema es enseñando
directamente a los estudiantes cómo trazar proyectos más grandes y dividirlos en partes
más pequeñas y manejables. Use un calendario para determinar cuándo será necesario
terminar cada tarea más pequeña y coloque los objetivos de referencia más pequeños en
el calendario.
Una revisión también puede tomar la forma de un mapa mental o concepto creado en
pequeños grupos. Los mapas conceptuales son organizadores gráficos útiles para tomar
notas, comparar / contrastar y escribir. Los organizadores gráficos pueden ser
particularmente útiles para los estudiantes con deficiencias en la función ejecutiva porque
organizar los pensamientos puede ser tan difícil como organizar el tiempo y los
materiales.