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Actas del Sexto Congreso Nacional de Historia de la Construcción, Valencia, 21-24 octubre 2009,
eds. S. Huerta, R. Marín, R. Soler, A. Zaragozá. Madrid: Instituto Juan de Herrera, 2009

Materiales y sistemas constructivos en las escuelas de


instrucción primaria pública de Aragón (1923–1936)

Mónica Vázquez Astorga

El objetivo de estas páginas es determinar los materia- que la Dictadura de Primo de Rivera y, especialmente,
les y sistemas constructivos empleados en las cons- la Segunda República dieron al sistema educativo y,
trucciones escolares públicas proyectadas y/o cons- en concreto, a la instrucción primaria como instrumen-
truidas en Aragón entre 1923 y 1936, a partir de la to de consolidación y transformación social.
documentación conservada en el archivo de los arqui- Como señala Manuel de Puelles (2001, 11), si la
tectos zaragozanos Borobio. Y, en concreto, en los Dictadura fue en parte un paréntesis en la renovación
edificios destinados a escuelas de instrucción primaria pedagógica que recorrió la España de los primeros
proyectados en pequeñas ciudades o en municipios ru- veinte años, la Segunda República, y específicamen-
rales de esta región, sin acometer el análisis de los em- te el bienio azañista (1931–1933), representó, por el
prendidos en estos mismos años en las capitales de contrario, el mejor regeneracionismo pedagógico. En
provincia, puesto que son obras más ambiciosas y con este contexto, debe entenderse la implicación de la
perfiles propios. En relación con esto, hay que men- administración estatal con la subvención de escuelas
cionar que Regino Borobio (1895–1976) desempeñó, y las facilidades concedidas a los municipios para su
desde la década de los años veinte y hasta la de los se- construcción atendiendo a las teorías higienistas y
senta del siglo pasado, el cargo de arquitecto escolar pedagógicas de la época.
de las provincias de Zaragoza y Huesca, aunque en Para analizar este tema se procederá, en primer
1935 fue sustituido por su hermano José (1907–1984) lugar, a realizar un estudio de los modelos y de la ti-
como arquitecto escolar de la provincia de Huesca. pología arquitectónica de escuela primaria corres-
La primera fecha ha sido establecida a partir del ex- pondiente a este período; y, en segundo lugar, a es-
pediente más antiguo (1923), proyectado coincidiendo tablecer las características de las edificaciones
con el inicio de la Dictadura de Primo de Rivera escolares de instrucción primaria proyectadas y/o
(1923–1930). Por su parte, la segunda fecha (1936) ha construidas en Aragón en estas fechas, haciendo es-
sido fijada atendiendo a la cronología del expediente pecial hincapié en los materiales y sistemas cons-
más tardío encontrado, año que se corresponde con el tructivos empleados en las mismas.
comienzo de la contienda civil, que supuso no sólo la
paralización de numerosos proyectos y obras (algunos
de los cuales fueron retomados después de ésta) sino EDIFICACIONES ESCOLARES DE INSTRUCCIÓN
principalmente el quebranto del proceso de regenera- PRIMARIA: MODELOS Y CARACTERÍSTICAS
ción y modernización en materia educativa que se ha-
bía iniciado con el cambio de siglo. La elección de A mediados del siglo XIX quedó definida la tipolo-
este marco cronológico responde asimismo al impulso gía arquitectónica de edificio escolar destinado a la
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educación primaria. El aumento paulatino de las fijó las disposiciones pedagógicas de la primera mi-
construcciones escolares experimentado a partir de tad del siglo XIX y estableció las bases para la orde-
este siglo se debió, en parte, a la necesidad impuesta nación educativa. Mediante Real Decreto de 26 de
por el Estado de ofrecer una educación digna conce- octubre de 1901, el ministro de Instrucción Pública y
bida como factor de cambio social (Ortueta 1996, Bellas Artes, conde de Romanones, publicó un nuevo
411). plan de estudios para las escuelas primarias, quedan-
El modelo creado atendió a las orientaciones del do la enseñanza primaria pública dividida en tres
sistema pedagógico, a las disposiciones legales rela- grados: párvulos, elemental y superior, y se extendió
tivas a la organización de la educación primaria y a la escolaridad obligatoria hasta los 12 años (la Ley
las normas técnico-higiénicas que debían reunir estas Moyano la había establecido desde los 6 a los 9).
construcciones escolares conforme a las exigencias Asimismo, con el Real Decreto de 28 de abril de
de la pedagogía moderna. 1905 se impulsó la necesidad de construir un edificio
Como indica Elena de Ortueta (1997, 166), existen escolar con las mejores condiciones de salubridad e
dos sistemas pedagógicos: individual (destinado a higiene. Acompañando este decreto se encontraban
educar a un alumno de forma personalizada) y colec- unas Instrucciones Técnico-Higiénicas, a partir de las
tivo (dirigido a enseñar a una colectividad). Esta últi- cuales el arquitecto Luis Domingo de Rute, del Mi-
ma fórmula evolucionará desde la enseñanza unitaria nisterio de Instrucción Pública y Bellas Artes, diseñó
(consistente en reunir en un mismo aula a pupilos de doce modelos de escuela pública. Posteriormente, re-
diferentes niveles y edades) a la educación graduada sultó necesario formular nuevas escuelas modelo, por
(basada en la agrupación o «clasificación» de los ni- lo que el 16 de junio de 1911 se convocó un concur-
ños en distintas secciones según su grado de conoci- so a nivel nacional entre arquitectos españoles para
mientos y edad, aislados físicamente en aulas inde- la presentación de planos modelos de edificios esco-
pendientes y puestos a cargo de diferentes maestros lares, resultando premiada la propuesta del arquitecto
bajo la dirección de un maestro-director). La escuela Julio Sáenz Barés. Por tanto, hubo que esperar a la
graduada pública se estableció legalmente en España primera década del siglo XX para lograr una pro-
en 1898, convirtiéndose en una de las banderas del puesta de estandarización de la arquitectura escolar.
regeneracionismo y en una solución para afrontar el Mediante Real Decreto de 27 de marzo de 1922 se
deterioro educativo en que se vivía. Por su parte, en aprobaron los modelos para construcciones de escue-
las escuelas unitarias se impartían las clases según el las formulados por el arquitecto Antonio Flórez Ur-
método simultáneo, mutuo o mixto, quedando atrás dapilleta, al frente de la Oficina Técnica de Cons-
el llamado sistema individual. Con el procedimiento trucciones Escolares (OTCE), según el tipo de
simultáneo un maestro podía impartir varios niveles escuela (rurales, urbanas, unitarias, graduadas, etc.) y
en el mismo aula. Pronto se adoptó el sistema mutuo la adecuación a la climatología y a los distintos siste-
o recíproco, que se fundamentaba en aleccionar a un mas constructivos de cada región. Estos modelos se
grupo de alumnos bajo la dirección de un discípulo proyectaron teniendo como base las Instrucciones
aventajado o instructor, pero siempre bajo la tutela y Técnico-Higiénicas de 1905, que fueron refundidas,
vigilancia del maestro. Y también en muchos centros con ligeros cambios, en la siguiente publicación de
docentes se combinaron ambas enseñanzas, simultá- 1923 (Real Orden de 31 de marzo de 1923). Final-
nea y mutua, dando como resultado la denominada mente, no se puede soslayar el Real Decreto de 10 de
enseñanza mixta. julio de 1928 por el que la etapa primorriverista otor-
Por su parte, la legislación relativa a la educación gó un gran impulso a la creación de escuelas, que se
primaria se remonta a principios del siglo XIX y fue vería continuado y ampliado durante la Segunda Re-
determinante en la definición y evolución de las pública con la elaboración de un plan quinquenal
construcciones escolares. A este respecto, resulta in- para la construcción de escuelas. En tanto que con el
teresante mencionar que la primera alusión en torno Real Decreto de 15 de junio de 1934 se regularon los
a la obligatoriedad de la educación primaria se esta- aspectos técnicos, administrativos e higiénico-peda-
bleció en la Constitución española de 1813 (art. 366, gógicos de las construcciones escolares.
título IX). Y la Ley de Instrucción Pública, del 9 de En función de la legislación vigente y de las ins-
septiembre de 1857, rubricada por Claudio Moyano, trucciones técnico-higiénicas, las escuelas se empla-
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zaban en lugares sanos y soleados, de fácil acceso, y estas carencias mediante una política de subvencio-
con la debida orientación. Las clases tenían planta nes, hecho que permitió a diversos municipios edifi-
rectangular (con unas dimensiones, por lo general, de car los ansiados edificios. Un nuevo rumbo en la po-
9 × 6 m, y con unos 4 m de altura), con una capaci- lítica de construcciones escolares fue la publicación
dad acorde con la asignación de grados. Como refleja del Real Decreto de 23 de noviembre de 1920 por el
la documentación consultada, las clases de las escue- cual el Estado se hacía cargo directamente de lo con-
las graduadas estaban previstas para unos 42 alum- cerniente a la construcción de los edificios escolares.
nos mientras que las aulas de las escuelas unitarias Por su parte, sería obligación de los ayuntamientos
estaban pensadas para un número mayor, de unos 50 proporcionar el solar, con arreglo a las prescripcio-
o 60 colegiales. Se cuidaba la adecuada distribución nes higiénicas y pedagógicas. El referido decreto
de las distintas dependencias, así como una buena contemplaba también el funcionamiento de una Ofi-
iluminación y ventilación del edificio. Los ventana- cina Técnica de Construcciones Escolares (OTCE),
les ubicados en los lados mayores se situaban a que, bajo la tutela del arquitecto institucionista Anto-
1,20 m de altura del suelo y tenían como dimensio- nio Flórez, marcaría las pautas de modernización de
nes más habituales 1,80 × 2,40 m, siendo giratoria la este sector de la cultura escolar. La plantilla de la
última fila de cristales para conseguir una ventilación OTCE contaba con un arquitecto jefe, cinco arquitec-
constante. Por tanto, y como afirma Purificación tos proyectistas, un equipo de delineantes y personal
Lahoz (1992, 90), la higiene no sólo fue considerada administrativo. Como personal técnico a las órdenes
como materia para informar y formar hábitos de con- del jefe de la Oficina Técnica se designaron arquitec-
ducta sino también como exigencia arquitectónica y tos directores de obras, uno en cada provincia, ex-
de amueblamiento escolar. cepto en Madrid y su provincia.
En planta presentaban soluciones funcionales y Por tanto, el régimen legal vigente sobre construc-
sencillas, optando, en la mayoría de las ocasiones, ciones de edificios para escuelas estaba contenido en
por un diseño rectangular o en forma de «U» o de el Real Decreto ahora citado y en los Reales Decretos
«L». El edificio escolar se desarrollaba principal- de 3 de marzo de 1922 y de 17 de diciembre de 1922,
mente en una o en dos plantas. La distribución de las que reunían en un solo cuerpo legal todas las reglas
diversas piezas y su número dependía de si estaba vigentes para determinar las normas de colaboración
destinado a un sexo o a ambos. En el segundo de los entre la administración central y los ayuntamientos a
casos, se compartían determinadas zonas comunes la hora de llevar a cabo construcciones escolares.
como el comedor, la cocina o la biblioteca, y tenían Como se ha señalado anteriormente, Antonio Fló-
entradas independientes. El espacio destinado a rez diseñó, desde la jefatura de la OTCE, una colec-
aprendizaje de las niñas era idéntico al de los niños. ción de modelos para edificios escolares (adaptables
En un principio, fue habitual crear la escuela para ni- a los distintos tipos de escuelas, a los diferentes cli-
ños primero y demorar la de las niñas esperando mas y a la gran variedad de sistemas constructivos
tiempos mejores. existentes a nivel regional) (Lahoz 1993–1994,
Las dependencias de una escuela incluían: vestíbu- 121–148) que fueron aplicados durante la dictadura
lo, guardarropa, clase, despacho para el maestro/a, primorriverista y la Segunda República. En este sen-
biblioteca, almacén para material de enseñanza, lava- tido, cabe mencionar que los arquitectos contratados
bos, porche cubierto (para los días de lluvia o de ex- para la Oficina Técnica procedían, en general, en su
ceso frío) y campo escolar (que acercaba al niño a la formación de la Escuela de Madrid, donde habían re-
naturaleza a través del esparcimiento al aire libre). cibido las influencias de profesores como Velázquez
Los lavabos y aseos podían estar comprendidos en el Bosco, convirtiéndose en continuadores de la línea
edificio (y, en ese caso, alejados de las clases) o en regionalista que caracterizó muchos de los modelos
pabellones anejos a las escuelas. diseñados para la escuela pública en estos años. La
La proliferación de recintos escolares en la geo- Sección de Construcción de Escuelas del Ministerio
grafía española fue lenta, debido, en parte, a que los de Instrucción Pública y Bellas Artes tramitaba las
gastos ocasionados para su construcción y manteni- peticiones de los ayuntamientos, proponiendo su
miento corrían a cargo de las arcas municipales. Por concesión o denegación, pidiendo a dicha Oficina
este motivo, la administración central intentó paliar Técnica, una vez acordada su ejecución, la realiza-
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ción de los proyectos y planos que debían ajustarse a gremios o los sueldos de los distintos profesionales
las condiciones de la localidad. Como constata Fran- de la construcción. En relación con esto, es intere-
cisco Burgos (2007, 59–60), la arquitectura de la sante mencionar que los industriales que intervenían
Oficina plasmaba el programa pedagógico de la Ins- en estos edificios procedían de la capital de la pro-
titución Libre de Enseñanza, canalizada a través de vincia o de la localidad en la que se ejecutaban las
Manuel Bartolomé Cossío y el Museo Pedagógico obras. Asimismo, se tiene constancia de que, hacia
Nacional. Por tanto, con la década de los veinte se mediados de los años treinta, el precio del jornal de
abre un período de grandes avances en el campo le- los maestros albañiles era de 14 pesetas, el del oficial
gislativo y en el desarrollo de una arquitectura esco- albañil, de 12, el del peón, de 7, y el del oficial de
lar generada a partir de principios pedagógicos abier- carpintero, de 12 pesetas.
tos a las corrientes europeas. Los expedientes de obras encontrados correspon-
den a tres escuelas en Teruel, a veintiuna en Huesca
y a sesenta y tres edificios escolares en Zaragoza. La
ESCUELAS DE INSTRUCCIÓN PRIMARIA EN ARAGÓN labor desempeñada por Regino Borobio en Teruel es
puntual y consistió en la inspección de tres edificios
Tal y como se ha indicado anteriormente, este artícu- destinados a escuela y en la redacción de los perti-
lo se fundamenta en la documentación relativa a es- nentes informes. En el caso de la provincia de Hues-
cuelas conservada en el archivo de los arquitectos ca, se trata igualmente de visitas de inspección reali-
Borobio. A comienzos de los años veinte Regino Bo- zadas por este arquitecto con el fin de informar
robio fue designado arquitecto director de las obras acerca del estado y funcionamiento de los edificios
de construcción de edificios escolares en las provin- escolares y de la dirección de sus obras. Asimismo
cias de Huesca y Zaragoza (y, en algunas ocasiones, sucede en Zaragoza, en cuya provincia también aco-
se hizo también cargo de la redacción de los proyec- mete la redacción de proyectos de escuelas o la di-
tos), tarea en la que contó con la colaboración de su rección de las mismas. El número de escuelas crea-
hermano José, quien, en 1935, fue nombrado arqui- das en las provincias de Zaragoza y Huesca durante
tecto escolar de la provincia de Huesca. la etapa primorriverista fue prácticamente el mismo
Interesan los expedientes de edificios destinados a (e, incluso, podría decirse ligeramente superior) al
escuelas primarias suscritos para distintas localidades acometido durante la Segunda República.
aragonesas durante la dictadura primorriverista y la En la comunidad aragonesa existió una predilec-
Segunda República, en el contexto de una política de ción por ofrecer a sus municipios una educación de
inversión pública en beneficio del Ministerio de Ins- calidad. Se trata esencialmente de municipios de ca-
trucción Pública. Algunos de estos proyectos se que- rácter agrícola, con una densidad de población que
daron en papel o se suspendieron a causa del estalli- puede llegar a alcanzar los 5.000 habitantes. La cons-
do de la guerra civil, viendo su materialización trucción de escuelas se emprende, principalmente,
después de ésta. Asimismo, muchos de estos edifi- porque los edificios destinados a éstas se encontra-
cios han sufrido intervenciones posteriores que han ban en estado lamentable o porque resultaban insufi-
modificado su aspecto primitivo o han sido adapta- cientes para educar a la población escolar. Se pensó
dos para otras funciones. en escuelas unitarias para las localidades con escaso
Atendiendo a la documentación conservada, el censo poblacional y en escuelas graduadas para las
proyecto más antiguo localizado data de 1923 y el poblaciones más numerosas. De este modo, las es-
más reciente de 1936. Son expedientes de obras de cuelas propiamente rurales fueron las unitarias (para
escuelas en las provincias de Teruel, Huesca y Zara- niños y niñas o sólo para uno de estos sexos), cons-
goza, cada uno de los cuales consta, por lo general, truyéndose principalmente en número de dos (niños
de Memoria, Presupuesto, Pliego de condiciones fa- y niñas), salvo alguna excepción, donde se llegó a
cultativas y económicas, Planos y documentación re- proyectar hasta cinco escuelas unitarias: dos de ni-
lativa a las mismas (acta de recepción, etc.). A través ños, dos de niñas y una de párvulos, distribuyéndose
del presupuesto se conocen las aportaciones realiza- las cinco clases en un mismo edificio.
das por el Estado o por el Ayuntamiento y, en algu- La mayoría de las construcciones escolares desti-
nas ocasiones, los importes presentados por distintos nadas a la educación primaria pública que se promo-
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vieron en Aragón en estas fechas fueron subvencio- partida iluminación, a la par que una ventilación ade-
nadas, en su casi totalidad, por la administración es- cuada.
tatal. El presupuesto de ejecución material se en- Estos edificios escolares responden a tipos varia-
cuentra en las escuelas unitarias en torno a las 30.000 dos, que muestran en planta una organización senci-
pesetas (llegando, en casos excepcionales, a las lla y clara, con desarrollo en un solo bloque (en rec-
60.000 pesetas) y en las graduadas la cantidad au- tángulo), en forma de doble «T», de «U», de «L» o
menta considerablemente, alcanzado incluso las de doble «L». La planta en «U», de fisonomía simé-
350.000 pesetas, cifra por la que fueron presupuesta- trica, es la predominante, sobre todo, en los edificios
das las escuelas graduadas de La Almunia de Doña destinados a escuelas graduadas.
Godina (Zaragoza) en junio de 1924 por el arquitecto Presentan en altura una o dos plantas, predominan-
Joaquín Muro. Asimismo, fueron ideadas en función do estas últimas construcciones. Por lo general, los
de la legislación vigente en materia educativa (aco- edificios para escuelas unitarias tienen una planta y,
giéndose a lo preceptuado en el Real Decreto de 17 si están destinados a niños o niñas, constan de una
de diciembre de 1922, en las Instrucciones para la sola entrada en forma de pórtico que comunica con el
construcción de grupos escolares dictadas por la Di- vestíbulo, que da a su vez paso al resto de las depen-
rección de Primera Enseñanza, en 26 de enero de dencias: clase, despacho del maestro/a y departamen-
1923, y en el Real Decreto de 10 de julio de 1928) y to de lavabos. En caso de tener una sola planta y es-
para su programación se tuvieron en cuenta los datos tar destinados a niños y niñas (que es lo más
remitidos por el Ayuntamiento, las instrucciones téc- habitual), se proyectan con entradas independientes,
nico-higiénicas en vigor para este tipo de edificios, el con el fin de dar respuesta a la coeducación de sexos.
clima y las tradiciones constructivas locales. Se hallan divididos en dos partes simétricas (una
La documentación conservada revela que los pro- para cada sexo) y cuentan con idéntica distribución.
yectos eran encargados a un arquitecto de la Oficina Se componen, cada una de ellas, de un pórtico o in-
Técnica de Construcciones Escolares y que, por lo greso desde el cual se accede a un vestíbulo propio
general, el arquitecto escolar de la provincia se ocu- (y, eventualmente, también a los lavabos). Desde
paba de la dirección de las obras, aunque también, a este vestíbulo se pasa, también con independencia, a
veces, adaptaba dichos proyectos (que respondían a la clase, al despacho para el maestro o la maestra y,
los modelos diseñados por la OTCE) a las condicio- en ocasiones, a otras dependencias como el almacén,
nes climáticas y geográficas de la zona. En Aragón, la leñera o los lavabos. Se ingresa a la escuela por
los proyectos de edificios escolares emprendidos en medio de escalinatas o rampas para salvar el desnivel
estos años fueron formulados, en la mayoría de las existente entre el campo escolar y el edificio.
ocasiones, por arquitectos de dicha Oficina Técnica, En caso de núcleos con una elevada población in-
perteneciendo la mayor parte de ellos a los arquitec- fantil, los edificios para escuelas unitarias pueden
tos Jorge Gallegos, M. López Mora y Joaquín Muro. presentar dos plantas, con idéntica distribución, y
La dirección de las obras corrió a cargo de Regino una para cada sexo, reservando, por lo general, la
Borobio, en razón de su cargo de arquitecto director baja para las niñas y la alta para los niños. En cada
de las obras de construcción de escuelas de esta re- planta existen clases (generalmente una o dos), co-
gión. También, en alguna ocasión, tuvo que adecuar municadas por medio de una galería, con sus servi-
los proyectos de la OTCE a las características de la cios anejos de vestíbulo, guardarropa, despacho o
localidad o redactar proyectos adicionales para efec- sala de profesores, biblioteca, almacén para material
tuar pequeñas modificaciones. y lavabos. En ocasiones, y debido a la falta de agua a
Estos edificios se emplazan en solares propiedad presión, los servicios higiénicos no se hallan contem-
del Ayuntamiento, en lugares cercanos al núcleo po- plados en el proyecto, por lo que más tarde tenían
blacional (por lo general, a la entrada del mismo), en que construirse pabellones de servicios cerca del edi-
pleno campo, y libres de edificaciones próximas. Se ficio escolar y con entrada independiente. El ingreso
orientan preferentemente hacia mediodía y se cuidan a las escuelas se hace por medio de escalinatas o
las cuestiones relativas a iluminación y ventilación. rampas que conducen a las puertas de entrada, situa-
De este modo, se practican amplias ventanas en cla- das en puntos distintos del edificio para conseguir
ses y en vestíbulos para asegurar una abundante y re- accesos independientes para cada sexo, las cuales
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dan acceso a un vestíbulo, que articula su distribu-


ción interna.
Por su parte, las escuelas graduadas suelen tener
planta en «U» y dos pisos en altura, aunque también
pueden llegar a presentar tres pisos como sucede en
el edificio para escuelas graduadas de Uncastillo (Za-
ragoza), redactado por el arquitecto Joaquín Muro en
1923 con planta baja, principal y ático para dar cabi-
da a 252 alumnos (126 niños y 126 niñas), que, como
máximo, debían de asistir por clase (figura 1). Este
modelo de construcción escolar se extendió de modo
lento, fue más bien propio de grandes poblaciones
(cobrando sobre todo fuerza en la provincia de Zara-
goza), y atendió a secciones o grados, por lo general,
en número de tres o cuatro. Ofrecen un planteamien-
to y distribución bastante similar en planta: por me-
dio de rampas se alcanza el nivel de planta baja, en-
trando a ésta por medio de un vestíbulo que
comunica con el guardarropa y la galería, esta últi-
ma, además de lugar de espera común de alumnos y
maestros, sirve de paso a la sala de maestros, clases y
lavabos, y en ella se puede instalar la biblioteca o el
museo (orientados al Sur). La planta principal, desti- Figura 1
nada, en la mayoría de las ocasiones, a escuela gra- Fachada lateral del edificio para escuelas graduadas en Un-
duada de niñas, es idéntica a la anteriormente descri- castillo (Zaragoza), por el arquitecto Joaquín Muro, octubre
ta con la sola diferencia de la escalera necesaria para de 1923 (Archivo Borobio)
la subida a ésta.
En otros casos, como sucede en La Almunia de
Doña Godina (Zaragoza), el edificio destinado a es-
cuela graduada consta igualmente de dos plantas, Si la mampostería fue el material más utilizado en la
pero la escuela graduada para niños ocupa el cuerpo construcción de los muros exteriores, el ladrillo fue
del lado izquierdo del edificio mientras que la escue- el más usado en los tabiques interiores. El entrama-
la graduada para niñas se instala en el del lado dere- do de piso se forma con viguetas de hierro, bovedi-
cho, presentando ambas una análoga distribución en lla de rasilla hueca, relleno de enjutas de hormigón
planta. y tablero de rasilla para cielo raso. Así se constata,
Con el fin de evitar humedades procedentes del por ejemplo, en el edificio para escuela unitaria de
subsuelo se eleva la construcción unos 80 cm sobre asistencia mixta en Escuer (Huesca), proyectado por
el nivel del terreno. En las memorias de los proyec- el arquitecto Joaquín Muro en junio de 1928 (figura
tos se justifican, atendiendo a las condiciones técni- 2), o en el edificio para escuelas graduadas de Jaca
co-higiénicas vigentes para este tipo de edificios y (Huesca), redactado por el arquitecto Jorge Gallegos
al clima de la localidad, los materiales y las técnicas en septiembre de 1931 (figura 3), ocupándose de la
constructivas adoptados. De este modo, a partir de dirección de las obras el arquitecto Regino Borobio.
la documentación consultada se constata que el sis- La fábrica de hormigón para la cimentación y el la-
tema constructivo predominante es a base de ci- drillo para los muros de fábrica es habitual en la
mientos y muros de mampostería (piedra caliza o provincia de Zaragoza, salvo en las localidades con
arenisca) ordinaria con mortero de cal, recurriéndo- abundancia de piedra. Además, para una mejor im-
se al ladrillo o a la sillería labrada para determina- permeabilización presentan un zócalo de piedra o de
dos elementos (cornisas, repisas, arcos de huecos, mampostería concertada. Por lo general, la cubierta
etc.), quedando partes a cara vista y otras enlucidas. es de teja árabe sobre armadura de madera, de for-
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Figura 2
Escuela unitaria de asistencia mixta en Escuer (Huesca),
construida según el proyecto del arquitecto Joaquín Muro
(redactado en junio de 1928) (Archivo Borobio)

Figura 4
Sección del edificio para escuela unitaria de niñas en Nuez
de Ebro (Zaragoza), por el arquitecto Jorge Gallegos, di-
ciembre de 1923 (Archivo Borobio)

Figura 3
El edificio para escuelas graduadas de Jaca (Huesca) en
1934 (terminado en mayo de 1936) (Archivo Borobio)

mas o cuchillos, constituidos por dos pares, tal


como se aprecia en el edificio para escuela unitaria Figura 5
de niñas en Nuez de Ebro (Zaragoza), suscrito por Las escuelas de Daroca (Zaragoza) en construcción, años
treinta (Archivo Borobio)
el arquitecto Jorge Gallegos en diciembre de 1923 y
construido por el arquitecto Regino Borobio, o en
las escuelas de Daroca (Zaragoza) (figuras 4–5). Sin
embargo, en algunas localidades oscenses, como frecuente el tejado volado sobre las fachadas por
ocurre en el lugar de Sin y en la aldea de Salinas de medio de aleros de madera, propios de la región. Y,
Sin (partido de Boltaña) (donde se construyó una especialmente, en los edificios destinados a escuelas
escuela de asistencia mixta conforme al proyecto graduadas (como es el caso del planeado en la loca-
formulado por el arquitecto Jorge Gallegos en febre- lidad zaragozana de Tauste por el arquitecto Jorge
ro de 1924, haciéndose cargo de su dirección el ar- Gallegos en diciembre de 1928, de cuya dirección
quitecto Regino Borobio), se emplea cubierta de pi- se encargó el arquitecto Regino Borobio), se opta
zarra sobre armadura de madera (figura 6). Es por un estilo deudor de la tradición arquitectónica
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Figura 8
Edificio para escuelas unitarias de niños y niñas en Lanaja
(Zaragoza), construido por el arquitecto Regino Borobio,
1934 (Archivo Borobio)
Figura 6
Escuela unitaria de asistencia mixta en Sin y en Salinas de
Sin (Huesca), 1926 (Archivo Borobio)
tenía que reemplazarlos por materiales adaptados a
soluciones más económicas y de más fácil conserva-
ción. En este contexto, cabe citar el edificio para es-
cuelas unitarias de niños y niñas en Lanaja (Zarago-
za), que fue proyectado, tal como se recoge en la
memoria descriptiva redactada en abril de 1929, por
el arquitecto Regino Borobio con muros de mam-
postería (figura 8). Pero debido a las dificultades
existentes para «conseguir piedra de buena calidad»,
este arquitecto decide recurrir a una fábrica de blo-
ques de hormigón.
La sobriedad exterior de los edificios escolares se
Figura 7 mantiene también en los interiores. El pavimento de
Edificio destinado a escuelas graduadas para niños y niñas las clases y despachos de los maestros es de entarima-
en Tauste (Zaragoza), principios de la década de los años do de pino (para obtener un piso más abrigado) y el
treinta (Archivo Borobio) de las restantes dependencias y, sobre todo, en los de-
partamentos de lavabos, en el vestíbulo o en la galería
de comunicación se aplica el baldosín hidráulico o ce-
rámico (figuras 9–10). El embaldosado se asienta so-
aragonesa (teniendo como modelo las construccio- bre mortero de cemento. Las clases y despachos lle-
nes renacentistas) (figura 7). El resultado es una van un zócalo de 1,40 m de altura de lienzo pintado al
construcción sólida, de gran sobriedad formal, que óleo y los departamentos sanitarios un zócalo de azu-
atiende a los criterios higienistas-educativos postu- lejo. La carpintería de puertas y ventanas es sencilla
lados en la época. A este respecto, cabe mencionar de trazado y de madera de pino. Las obras de carpin-
que cuando las escuelas eran proyectadas por arqui- tería y fontanería se pintan al óleo, y los paramentos
tectos no conocedores de las condiciones climáticas verticales y techos, al temple en tonos claros. Como
de la región o había carencia de piedra se recurre a sistema de calefacción más económico y apropiado se
otros materiales (hormigón, etc.) y sistemas cons- opta por colocar en las clases estufas o chimeneas.
tructivos (cubierta plana, etc.), que resultaban poco Por su parte, el mobiliario escolar es sencillo, sólido y
propicios o aumentaban considerablemente el presu- fabricado en madera, recomendándose las mesas-ban-
puesto, por lo que el arquitecto director de las obras co bipersonales o de dos puestos con sus correspon-
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Materiales y sistemas constructivos en las escuelas de Aragón (1923–1936) 1439

Figura 11
Cerramiento para las escuelas unitarias de niños y niñas de
Gelsa (Zaragoza), por el arquitecto Regino Borobio, febrero
de 1926 (Archivo Borobio)
Figura 9
Interior de la clase de la escuela unitaria de niñas de Nuez
de Ebro (Zaragoza), 1926 (Archivo Borobio)
Por tanto, en las construcciones destinadas a la
educación primaria de carácter público en Aragón se
adoptaron técnicas y materiales propios de la región.
Esta situación cambió levemente tras la contienda ci-
vil, con el empleo de materiales fáciles de conseguir
y adaptados a soluciones más económicas.

LISTA DE REFERENCIAS

Burgos Ruiz, Francisco. 2007. La arquitectura del aula.


Nuevas escuelas madrileñas, 1868–1968. Madrid: Ayun-
tamiento de Madrid.
Lahoz Abad, Purificación. Mayo-agosto de 1992. «Higiene
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Lahoz Abad, Purificación. 1993–1994. «Los modelos esco-
lares de la Oficina Técnica para la Construcción de Es-
Figura 10
cuelas». Historia de la Educación, 12–13: 121–148.
Aspecto de la galería de las escuelas unitarias de niños y ni-
Ortueta Hilberath, Elena de. 1996. «Materiales y técnicas
ñas en Lanaja (Zaragoza), 1934 (Archivo Borobio)
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carácter público en la provincia de Tarragona». En Las
Casas Gómez, Antonio (coord.). Actas del Primer Con-
greso Nacional de Historia de la construcción, 411–418.
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maestro situada en un lugar preferente de la clase. Ortueta Hilberath, Elena de. 1997. «Modelos de escuelas de
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165–191.
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Puelles Benítez, Manuel de. 2001. «La educación en la Es-
bien de cerca de mampostería constituida por un zó- paña del siglo XX: políticas, instituciones, logros y fra-
calo y pilastras unidas por hierro forjado (figura 11). casos». En Álvarez Lázaro, Pedro (dir.). 2001. Cien años
Y, en ocasiones, se acompaña de viviendas para los de educación en España: en torno a la creación del Mi-
maestros emplazadas, salvo excepciones, en las in- nisterio de Instrucción Pública y Bellas Artes. Madrid:
mediaciones del edificio de las escuelas. Ministerio de Educación, Cultura y Deportes.
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