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En la actualidad se está tocando un tema demasiado controversial y chocante para

muchos;
El aborto. Para comprender esto, hay que tener en cuenta que es un aborto. El diccionario
lo define como: "Interrupción voluntaria o involuntaria del embarazo antes
De que el embrión o el feto estén en condiciones de vivir fuera del vientre materno". Y
conociendo esa definición es normal que se saquen innumerables conclusiones sobre el
Tema. Antes que nada, hay que tener en cuenta que existen muchos tipos de abortos, el
Aborto espontáneo (interrupción involuntaria) pero lo que estamos debatiendo aquí es la
Interrupción VOLUNTARIA: Acá existen muchos métodos para llevar a cabo un aborto. Pero
dentro de todo esto se conocen dos tipos: el aborto clandestino y el aborto seguro.
Actualmente, en el país, el aborto es legal solo en los casos en los que la vida de la mujer
Embarazada corre peligro. La norma que lo sustenta logró contar con una guía de atención
Para atención de aborto terapéutico en servicios de salud, tras nueve décadas de
Demandas de mujeres y de organizaciones, y frente a las dificultades presentadas por los
Vacíos al momento de la práctica médica. El Perú tiene la tasa más alta de denuncias por
violación en la región de Sud América. El 34%
De niñas y adolescentes víctimas de una violación sexual resultan embarazadas. El
38,9%de las
Mujeres alguna vez unida, fue víctima de violencia física y sexual por parte de su esposo o
Compañero. Promover la despenalización del aborto por violación sexual, no es promover
que haya más
Abortos, sino responder a la dramática situación de un embarazo impuesto, que afecta a
las
Mujeres en su dignidad, integridad, autonomía, así como en su proyecto de vida, pues no
existe
Otra situación que vulnere tantos derechos humanos en las mujeres, quienes son obligadas
Por ley a continuar un embarazo forzado.
Países HiperDesarrolados que permiten el aborto:
-España 14 semanas, pero legal hasta las 22 por motivos médicos.
-Holanda hasta las 24 semanas de gestación.
- Alemania 12 semanas, y en casos excepcionales hasta las 12.
-Reino unido, Inglaterra, Gales y Escocia hasta las 24 semanas.
-Francia 12 semanas entre la mayoría de países europeos
¿Y por qué en países del 3er mundo no es legal? Como Nicaragua el salvador
república dominicana, la mayoría de países de áfrica.
Si bien sabemos es legal el aborto terapéutico en el Perú desde 1924, por que en
casos de violación no es aplicable ¿? ¿?
“Que, el artículo 119º del Decreto Legislativo Nº 635, Código Penal “No es punible
el aborto practicado por un médico con el consentimiento de la mujer embarazada
o de su representante legal, si lo tuviere, cuando es el único medio para salvar la
vida de la gestante o para evitar en su salud un mal grave y permanente”
Científicamente el embrión desde el primer momento es una célula viva, pero no un
ser humano, lo es cuando el sistema nervioso y la corteza cerebral están
desarrollados y es capaz y esta consiente de percibir estímulos sensoriales. Antes
de eso es un organismo multicelular que está vivo, pero no es un ser humano.
Semanas 1ª-7ª: Aquí es cuando comienza el proceso de división celular que
contendrá la información genética de las partes en que está compuesto el
organismo del homosapiens.
En las semanas 8ª-10ª: comienzan los primeros receptores cutáneos y se producen
reflejos espinales. No obstante, no puede haber respuesta alguna a estímulos
inducidos porque no hay corteza cerebral ni sistema nervioso.
En las semanas 11ª-19ª: se aprecian reacciones a estímulos sensoriales, pero no
hay percepción consciente de éstos ya que las vías nerviosas y las conexiones entre
neuronas, la médula espinal y las neuronas del interior del cerebro no existen,
porque aún no hay corteza cerebral
En las semanas 22ª-27ª: comienza y termina el desarrollo de la corteza cerebral.
Hay respuesta sensorial a estímulos, pero no conciencia de ellos porque la corteza
cerebral está aún en formación.
En las semanas 28ª-30ª: hay respuestas sensoriales y se registra (s.30ª) la
primera actividad eléctrica por el electroencefalograma.
En conclusión, se puede afirmar científicamente que, a) el feto humano no
presenta reacciones a estímulos sistemáticos inducidos antes de la semana 22ª-24ª
del embarazo. No obstante, estas reacciones no son conscientes ya que carece de
percepción y sensibilidad para sentir dolor y gozo, porque no ha desarrollado las
estructuras, conexiones y funciones del sistema nervioso y, lo determinante, carece
de corteza cerebral completa hasta la semana 27-30, órgano indispensable para ser
considerado un ser humano; antes de eso se puede afirmar que es un órgano
multicelular con vida, pero no un ser humano, y b) la ciencia considera, por lo
tanto, que el status de ser humano se alcanza cuando el sistema nervioso y la
corteza cerebral están en condiciones de adquirir autonomía sensorial y consciencia
de los estímulos, y que esto se logra cuando el feto alcanza la autonomía fisiológica
al nacer, abandonando la dependencia del aporte nutricional y hormonal de la
mujer.
Como podemos ver Esta masiva y maciza ilegalidad refleja, además, una
desigualdad social endémica: las ricas abortan en clínicas privadas o en el
extranjero sin exponer su salud, mientras las pobres la arriesgan, muchas veces
con sus vidas, por abortar en condiciones sanitarias paupérrimas.
El aborto legal, en todas sus formas, en los países (desarrollados) donde se
practica, no es para nadie una imposición ni menos una obligación, sino un recurso
sanitario que lo usa el que lo crea necesario. Los religiosos pueden abstenerse si
piensan que el aborto atenta contra su fe. Es sintomático que la ortodoxia religiosa
se ha opuesto al divorcio, a la pastilla del día después, a la relación de pareja de
hecho y/o al matrimonio entre parejas del mismo sexo y, por supuesto, al aborto;
en rigor, a todos los derechos ciudadanos. Es lo que historia de los países
desarrollados, que ya superaron estos debates, nos puede enseñar.
Lamentablemente, Perú no es ni será la excepción.
La violación sexual expresa una de las formas más cruentas de violencia contra
las niñas, adolescentes y mujeres; puesto que afecta de manera múltiple la vida,
la salud física, la salud mental y en sí mismo el proyecto de vida; constituye una
Flagrante intromisión en el ámbito más íntimo de la persona como es la sexualidad
Frente a este gravísimo problema, es necesario que el Estado brinde una respuesta
Integral desde las políticas públicas que incluya no obligar a las mujeres a continuar
con un embarazo forzado; y que esta respuesta esté además centrada en
atender y reparar la afectación de las víctimas, pues hasta el momento se enfoca
básicamente en la persecución del delito y la sanción penal al violador.
Una respuesta integral implica una efectiva prevención de la violencia sexual, dado
que esta flagrante vulneración de derechos es prevenible y dado que el Estado debe
tomar todas las medidas que se requieran para contribuir a ese fin. Así también,
mediante sus instancias, debe brindar una atención de calidad a las víctimas, la
cual debe garantizar la no re victimización y el cese de daño y evitar que el perjuicio
producido por la violación se perpetúe. Las víctimas no cuentan con una atención
prioritaria a sus necesidades en salud física y mental
Las niñas, adolescentes y mujeres embarazadas producto de una violación sexual se
ven forzadas a continuar con él ya que la legislación las criminaliza imponiéndoles
penas que van desde los tres meses hasta los dos años. Así las empuja a someterse
a un aborto inseguro en condiciones de clandestinidad, que muchas veces puede
generar daños irreparables en la salud y, en otras, costarles la vida.
Al contrario de lo que se cree, muchas de las mujeres que interrumpen un
embarazo en el Perú, y que podrían ser víctimas de violación, vienen enfrentando
procesos legales. Según el Observatorio de Criminalidad del Ministerio Público,
a partir de los informes del Sistema de Información de Apoyo al Trabajo Fiscal
y del Sistema de Gestión Fiscal, entre los años 2009 y 2012 se registraron 3.271
denuncias por aborto a nivel nacional19. El Poder Judicial reportó que durante el
2012 hubo 141 denuncias contra mujeres por practicarse abortos.20
Enfrentar un proceso judicial demanda a las mujeres recursos económicos y
emocionales en medio de una gran crisis para sus vidas (como es recuperarse de la
violación sexual). El proceso legal, que si bien no podría culminar en cárcel efectiva,
implica cargar con el estigma de los antecedentes penales y con ello las dificultades
para lograr algunos empleos y/o estudios que les permita el desarrollo pleno de sus
capacidades personales. La violación sexual en sí misma es un crimen que resume una
serie de vulneraciones De derechos de las mujeres; derechos fundamentales para
garantizar el pleno
Desarrollo de la personalidad y su proyecto de vida. El Estado es el responsable de
Generar las acciones necesarias para garantizar y restituirlos.
La garantía del derecho a una vida libre de violencia
y cese de un nuevo acto de violencia
En su artículo 8, la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar
la Violencia Contra la Mujer –tratado internacional conocido como Convención de
Belém do Pará y ratificado por el Perú– establece que:
RESULTA URGENTE RESPONDER A LA DRAMÁTICA SITUACIÓN QUE GENERA UN
EMBARAZO IMPUESTO. ESTA SITUACIÓN AFECTA A LAS MUJERES EN SU SALUD,
DIGNIDAD, INTEGRIDAD Y AUTONOMÍA, ASÍ COMO EN SU PROYECTO DE
VIDA. NO EXISTE OTRA SITUACIÓN QUE VULNERE TANTOS DERECHOS HUMANOS DE LAS
MUJERES COMO ESTA.
Los estados partes condenan todas las formas de violencia contra la mujer y convienen en
adoptar, por todos los medios apropiados y sin dilaciones, políticas orientadas a
prevenir, sancionar y erradicar dicha violencia, y para ello
deben Tomar todas las medidas apropiadas, incluyendo medidas de tipo legislativo, para
modificar o abolir leyes y reglamentos vigentes, o para modificar
prácticas jurídicas o consuetudinarias que respalden la persistencia o la tolerancia de la
violencia contra la mujer. Por tanto, obligar a que las mujeres víctimas de violación sexual
continúen con un embarazo forzado a través de la penalización del aborto constituye un
nuevo acto de violencia contra las mujeres, esta vez cometida por el Estado. El Estado
Peruano, en consonancia con la Convención Belem do Pará, debería
despenalizar el aborto en los casos de violación sexual, pues resulta urgente
responder a la dramática situación que genera un embarazo impuesto. Esta
situación afecta a las mujeres en su salud, dignidad, integridad y autonomía, así
como en su proyecto de vida. No existe otra situación que vulnere tantos derechos
humanos de las mujeres como esta. La obligación del Estado a proteger la vida
de las mujeres víctimas de violación.
Según el artículo 2, inciso 1, de la Constitución Política del Perú “toda persona tiene
derecho a la vida (…)”. El artículo 4, inciso 1, de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos (CADH) –tratado también suscrito por el Perú– establece que
“toda persona tiene derecho a que se respete su vida (…)”.
Nuestra legislación nacional e internacional determina que las mujeres somos
titulares absolutas del derecho a la vida, por ende, el Estado debe garantizarlo. Si
bien nuestra legislación dota igualmente de protección constitucional al concebido
refiriendo que “es sujeto en todo cuanto le favorece”, el artículo 119 del Código Penal
–que despenaliza el aborto cuando la vida o salud de la mujer se encuentra en
riesgo– limita la protección de este bien constitucional priorizando la protección y
garantía del derecho a la vida de las mujeres.
Desde hace 90 años, los legisladores y el Estado Peruano han priorizado la vida de
las mujeres, señalando que a pesar de que ‘el concebido’ es sujeto de derecho, es
posible despenalizar el aborto y en especial el aborto por violación sexual. En noviembre
del 2012, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH)
resolvió en el Caso Atavía Murillo vs. Costa Rica22 que el embrión no deber ser
tratado de igual manera que una persona nacida, ni debe ser titular del derecho a la
vida.
El embrión y el feto gozan de una protección gradual e incremental, no absoluta,
recalcando que todo intento por proteger dicho interés debe ser armonizado con los
derechos fundamentales de otras personas, especialmente de la madre (párrafos
260 y 263).
De esta interpretación realizada por la Corte IDH sobre el derecho a la vida
(artículo 4,1 de la CADH), la protección absoluta de la vida en gestación puede tener
efectos negativos y generar limitaciones o barreras para el ejercicio y disfrute de
los derechos humanos de las mujeres –especialmente en sus derechos a la vida,
la salud, la libertad y autonomía reproductivas, la igualdad y no discriminación–,
contrariamente a lo que establecen los tratados internacionales de derechos
humanos y la propia Constitución Política del Perú.
Asimismo, acorde a la interpretación constitucional sobre los derechos
fundamentales, la cuarta disposición final y transitoria de la Constitución señala
que “las normas relativas a los derechos y a las libertades que la Constitución
reconoce se interpretan de conformidad con la Declaración Universal de Derechos
Humanos y con los tratados y acuerdos internacionales sobre las mismas materias
ratificadas por el Perú”, es decir, el criterio interpretativo realizado por la Corte es
constitucional y posibilita la despenalización del aborto por violación. Para el caso de Perú,
el Comité contra la Tortura27 determinó que la legislación
actual restringe severamente el acceso a interrupciones voluntarias del embarazo,
incluso en casos de violación, lo cual ha resultado en graves daños, incluso muertes
innecesarias de mujeres. Las alegaciones recibidas indican la omisión del Estado
parte en la prevención de actos que perjudican gravemente la salud física y mental
de las mujeres y que constituyen actos crueles e inhumanos. El Perú ha suscrito y
ratificado diversos tratados internacionales de derechos humanos; un compromiso que
implica que el Estado reconoce dichas normas como estándares nacionales, que se somete
a los comités que evalúan periódicamente el cumplimiento de cada tratado suscrito y que
hace suya cada recomendación que estos órganos emiten.
Por ello, desde hace algunas décadas, el Perú es sometido a evaluación
Internacional y, en materia de los derechos de las mujeres, diferentes comités de
Derechos humanos han recomendado al Perú despenalizar el aborto en los casos
De violación sexual por considerar dicha prohibición contraria al ordenamiento
Internacional.
La despenalización del aborto permitirá corregir una injusticia histórica y violencia estatal
de la imposición de un embarazo a una mujer violada, además de ser sometidas a sanción
social, estigmas y culpabilización.
Forzar a una mujer a continuar con el embarazo en estos casos constituye un nuevo acto
de violencia, esta vez cometida por el Estado.
Promover la despenalización del aborto por violación sexual, no es promover que haya más
abortos, sino responder a la dramática situación de un embarazo impuesto, que afecta a
las mujeres en su dignidad, integridad, autonomía, así como en su proyecto de vida, pues
no existe otra situación que vulnere tantos derechos humanos en las mujeres, quienes son
obligadas por ley a continuar un embarazo forzado.
En los países cuya legislación permite el aborto con un modelo de indicaciones amplias, las
complicaciones derivadas de un aborto inseguro son menores que en los lugares donde el
aborto legal está más restringido, tal como afirma la Organización Mundial de la Salud.
Al mismo tiempo, si lo que se busca es proteger al embrión, la penalización no es un medio
efectivo. Su protección puede lograrse mediante políticas públicas que sean, a la vez,
consistentes con los derechos de las mujeres.
La penalización solo hace que:
*Se valide un mercado no regulado y clandestino que lucra con la vida.
*se practiquen en forma insegura.
*aumente la mortalidad de las mujeres pobres y jóvenes.
Al despenalizar el aborto, no se producirán más abortos; sólo dará las condiciones legales
para que las mujeres que de todas maneras abortarán obligadas por las condiciones lo
hagan en condiciones médicamente humanas y dignas, sin poner en peligro sus vidas por
falta de condiciones médicas legales.
“Las mujeres embarazadas a causa de violencia sexual deberían tener derecho a decidir si
siguen adelante con su embarazo o tienen acceso a un aborto seguro y legal”
Se debe respetar la decisión de las mujeres respecto a la maternidad, sin considerar la
maternidad una obligación.
Si fuera cierta la afirmación de los antiabortistas militantes de que el embrión
es un ser humano, sería verdad que todo aborto es un delito. Ningún
argumento podría justificar el asesinato de una persona inocente. Pero es
precisamente esa afirmación la que hay que discutir. La argumentación de
nuestros obispos y de quienes los siguen da por supuesto que un embrión goza
de la misma dignidad que un padre de familia. Y no se trata solo de una
cuestión de tamaño, sino de diferenciar entre realidades cualitativamente
distintas.
Nadie niega que en el embrión hay vida. Incluso la hay en un óvulo o un
espermatozoide por separado. Pero el concepto de “vida humana” exige otras
condiciones, que no se limitan a su definición biológica.
El hecho de que en el embrión esté presente el código genético que dirigirá el
desarrollo futuro del organismo no significa que pueda ostentar la condición
humana: en ese caso cualquier célula podría exigir la misma consideración. Para
que exista una persona es necesario que ese código se desarrolle y genere un
organismo con las características morfológicas, funcionales y sociales que
definen a ser humano. Un feto en el útero no cumple plenamente esas
condiciones: no ha completado su desarrollo y no ha comenzado su proceso de
socialización, su participación en la sociedad que es la nota característica de la
especie humana.
Cuando la Iglesia y los sectores que la siguen se oponen a esta distinción entre
vida y vida humana no se atreven a expresar sus verdaderos argumentos, que
son los siguientes. La teología católica afirma que Dios infunde un alma inmortal
al embrión en el momento mismo de la concepción (aunque no siempre los
teólogos han sostenido esta doctrina, hasta el punto de algunos pensadores
antiguos postergaban la animación de las mujeres). Esta alma consiste en lo que
llaman una “sustancia incompleta”, es decir, una realidad que necesita de otra (el
cuerpo) para formar un ser completo. De ahí que no puedan aceptar ninguna
gradualidad en la aparición de la vida humana: se tiene un alma o no se la tiene.
Y como afirman que esa animación se produce en el momento en que el
espermatozoide fecundo al óvulo, la conclusión inevitable es que todo aborto es
un asesinato. Pero como este argumento se basa en creencias indemostrables,
prefieren hablar de un “derecho a la vida”, con el cual es difícil no estar de
acuerdo: afirmar que se defiende la vida suena mejor que asegurar una
intervención divina en el momento de la fecundación. Detrás de esta teoría
teológica está la tradicional penalización del sexo por parte de la Iglesia, con la
consiguiente condena de la anticoncepción, la masturbación o la homosexualidad.
ESTADISTICAS: Según los datos de la OMS, la agresión sexual perpetrada por la pareja es
el ámbito más habitual en el que las mujeres sufren violencia sexual. De hecho, suele ir
acompañada de violencia física o psicológica, aunque también se dan casos aislados de
violencia sexual por la pareja sin estos antecedentes.
En el caso de Perú, el 8,4% de mujeres alguna vez unidas refiere haber sufrido violencia
sexual. Si bien se reconocen subregistros, según cifras del Ministerio Público (2013) en
promedio se registran 49 denuncias diarias de violación sexual. Más del 90% de las
víctimas de delitos contra la libertad sexual son mujeres y las edades más vulnerables en
casos de violación sexual están entre 14 y 17 años de edad (PNCVHM 2009-2015). A estos
datos se suman que 90 de cada 100 embarazos de niñas son consecuencia de actos
incestuosos, y 34 de cada 100 adolescentes embarazadas como consecuencia de una
violación sexual, se suicidaron.
En la siguiente gráfica del estudio de la OMS puedes ver los países estudiados y la
situación de violencia sexual en la que se encuentra
Caso 1-

En el lejano pueblo joven de Picchu Alto, en la humilde vivienda de Nelly Robles Salas de
33 años, alguien la convenció de realizarse un aborto y ella tomó la decisión. Así, con una
barriga de ocho meses esta mujer sin mayor información y atormentada por su pobreza en
un acto desesperado acabó con su propia vida. Murió en el hospital de contingencia Qali
Runa en el Cusco, cuando los médicos intentaban salvarla.

Cuando la Policía investigó la terrible muerte de Nelly descubrió que su pareja es un


ranqueado delincuente conocido como "Pajarito”, Edwin Cáceres Ríos habría abusado de su
propia esposa y luego para no hacerse cargo del pequeño en camino la obligó a abortar en
condiciones infrahumanas acabando con su vida.

El hijo mayor de Nelly tiene 16 años y contó su testimonio, él mismo habría sido víctima de
abusos por parte de la pareja de su madre. "Primero le hizo tomar ruda con cerveza negra
y posteriormente, trajo una mujer a la vivienda, con quien se encerró, en la habitación de
mi madre, para que esta le practicara el aborto", contó el joven a los policías.

Este terrible caso nos pone frente a una realidad atroz y desgarradora. Mujeres que viven
alejadas de servicios de salud, incapaces de defenderse de sujetos que las dominan física,
psicológica y económicamente. Expuestas a perder la vida en circunstancias dolorosas y
que se pudieron evitar. Una más y contando.

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