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Capitulo 1
Las concepciones de la adolescencia
Cuando hablamos de adolescencia, estamos aludiendo a un momento del ciclo vital en el q se suceden
multitud de cambios q afectan a todos los aspectos fundamentales de una persona. Se transforma nuestro
cuerpo, nuestra mente, nuestras relaciones familiares y sociales.
Las chicas y chicos realmente sufren esas transformaciones en la misma medida en q las disfrutan, ya q
esta etapa de la vida supone un espacio abierto a la inquietud y la tensión al mismo tiempo q la esperanza y el
placer.
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En relación con la familia, la extensión de la educación obligatoria y la salida del mercado laboral
terminó con la situación de semiindependencia de los padres en q podía vivir la juventud anterior. De hecho, los
jóvenes se enfrentan a la situación contradictoria de ganar en libertad para elegir su destino al mismo tiempo q
se ven confinados a depender de sus padres, por lo menos, en la esfera económica.
Por último, la educación formal no tenía el valor q le concedemos en la actualidad. Los niños y
adolescentes estaban incorporados al mundo laboral en la ocupación concreta q les habían asignado sus
padres.
Este conjunto de transformaciones sociales presenta una doble cara pues, aunq puedan entenderse
como progresos en la condición de los adolescentes y jóvenes, los han sumido en la dependencia de los
adultos y, por tanto, les han restado autonomía social y política. Por otro lado, las bases de esta condición
subordinada de los jóvenes no las han sentado sólo los cambios sociales, sino tb la ciencia psicológica ha
realizado su contribución.
En la actualidad, nos encontramos con una percepción de los adolescentes como personas limitadas q,
en algunos casos, lleva a la subestimación tanto de sus posibilidades como de sus progresos. Sin embargo, se
afirma q esta visión está siendo suplantada por una denominada “postmoderna”, en la q la adolescencia sería
sinónimo de elaboración y madurez en diferentes terrenos.
El estudio de la adolescencia
Esta etapa de la vida ha sido objeto de estudio por parte de numerosas disciplinas, como la medicina, la
historia, la sociología, la antropología, entre otras.
El afán q subyace a esto consiste en plantear la necesidad de un “enfoque multidisciplinar” a la hora de
comprender el fenómeno q es la adolescencia.
En la psicología encontramos tb una diversidad de enfoques ligados a diferentes marcos teóricos.
En este sentido, la teoría psicoanalítica ha aportado elementos fundamentales a la construcción de una
visión de la adolescencia q se hallaba muy cercana a la de Stanley Hall (1904). El denominado “descubridor de
la adolescencia” la concebía como un momento lleno de potencialidades pero marcado inexorablemente por la
turbulencia.
Los primeros psicoanalistas se ocuparon poco de la adolescencia ya q para ellos el escenario donde se
presenta la trama esencial q dará lugar a la personalidad es la primera infancia. Freud trató la adolescencia
como un período de desarrollo en el cual, debido en gran parte a los cambios fisiológicos, brotan los impulsos
sexuales y se produce la primacía del erotismo genital. Esta fase genital supone, por un lado, revivir los
conflictos edípicos infantiles y, por otro lado, la necesidad de resolverlos con una mayor independencia de los
progresos y un traspaso de los lazos afectivos a nuevos objetos amorosos.
La fuerza de las pulsiones hace q en la adolescencia se produzca una vulnerabilidad acentuada de la
personalidad. Esta debilidad requiere el empleo de diferentes mecanismos de defensa (como la
intelectualización y la sublimación) a la hora de encauzar la energía de una forma socialmente aceptable. La
inadecuación de estas defensas psicológicas pueden ser el origen de comportamientos mal adaptados. Así se
sostiene una concepción de adolescencia como etapa de mayor probabilidad de episodios psicopatológicos.
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Esta concepción la heredó Anna Freud. Para ella, la tarea fundamental q debía acometer el adolescente
consistía en lograr la autonomía y, en este camino, la independencia afectiva de los progenitores. La
culminación de este lazo, beneficioso tanto para los padres como para los jóvenes, no dejaba de acarrear
tensiones y conflictos q podían expresarse como ambivalencia e inconformismo.
Para esta autora, “la adolescencia constituye una interrupción del plácido crecimiento q recuerda
diversos problemas emocionales y trastornos estructurales. Ser normal durante la adolescencia es pos sí mismo
anormal”. Sin embargo, no todos los psicoanalistas han compartido esta perspectiva.
Así, Erikson se preocupó menos por los impulsos sexuales y de los rasgos “anormales” del
comportamiento adolescente y concedió un papel más relevante a los factores intelectuales y sociales en lo q,
para él, constituía el objeto psicológico central en la adolescencia: la construcción de una identidad coherente.
Otros enfoques han abordado el estudio de la adolescencia centrándose en otros aspectos: los
aprendizajes sociales q deben realizarse en esta etapa. Así, la visión psicosociológica presta una especial
atención a la experiencia adolescente de atravesar una etapa q aleja la niñez e introduce en la vida adulta. Esta
transición conlleva la necesidad de adoptar nuevos papeles sociales, q comprenden nuevos comportamientos,
actitudes, valores y tb una nueva definición de sí mismo. Este aprendizaje social puede resultar fuente de
problemas o producirse sin graves tensiones. En primer lugar, las influencias vendrán del marco social. El grado
de dificultad de la transición adolescente esta determinado por la mayor o menor discontinuidad de las pautas
de socialización. Una gran discontinuidad en la socialización implica q los jóvenes deben aprender en poco
tiempo papeles para los q no han sido preparados. Sociedades como la ntra. actual, q concede un estatus
difuso al adolescente, q no aclaran sus expectativas, y no brindan guías, pueden contribuir a aumentar las
dificultades de ser adolescente. En segundo lugar, el grado de dificultad de la transición dependerá de la
educación ofrecida por los progenitores.
Indudablemente, la propia personalidad del adolescente cumple tb su papel. En este sentido, Bandura
uno de los principales exponentes del enfoque del aprendizaje social, nos hace reflexionar sobre la influencia de
las representaciones q elabora cada individuo sobre sí mismo y las situaciones en q actúa. Sin embargo, no han
sido los más interesados en describir cómo se presenta el adolescente en el mundo físico y social. Más bien
esta función la han asumido los estudiosos dedicados a relacionar los cambios intelectuales con la experiencia
adolescente. Entre estas visiones cognitivistas ha ocupado un lugar la teoría de Piaget. Este autor considera q
un rasgo distintivo de esta etapa es la capacidad de ir más allá del presente y elaborar teorías sobre sí mismo,
la realidad física y social. Tb es la fuente de un nuevo egocentrismo q hace creer al adolescente q pensar en
cambios y realizarlos exige el mismo esfuerzo.
Las tres visiones anteriores (psicoanalítica, psicosocial y cognitiva) podrían recibir el nobre de
“enfoques clásicos”. En le panorama presente encontramos otros modelos (perspectiva del ciclo vital y le
modelo ecológico) q abundan en la importancia de acercarse al estudio de la adolescencia en los diferentes
contextos en q se desarrolla.
Desde la perspectiva del ciclo vital se ha subrayado la necesidad de considerar en el estudio del
desarrollo humano tres grupos de influencias: 1) influencias normativas dependientes de la edad (ej.
maduración biológica, el desarrollo cognitivo o el nivel escolar); 2) influencias normativas dependientes de la
historia (procesos biológicos y ambientales q se producen en un momento histórico concreto); 3) influencias no
normativas relacionadas con acontecimientos vitales (sucesos importantes q se dan en la vida de una persona
en particular).
Por su parte, el enfoque ecológico propone estudiar a los individuos dentro de un contexto compuesto
por niveles de coordinación múltiples e integrados, entre los q se incluyen el biológico, el individual-psicológico,
el interpersonal-social, el institucional, el cultural y el histórico. Bronfenbrenner concibe el desarrollo en el seno
de un conjunto de interacciones cada vez más complejas entre diferentes personas, grupos y escenarios. El
ambiente en q nos desenvolvemos incluye diferentes smas., desde el más cercano (microsistema) al más
alejado (macrosistema) de la persona.
El enfoque ecológico se ha convertido en una apróx. imprescindible en el estudio de la adolescencia.
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Texto: “Psicología de la Adolescencia”
Autor: Ariel E. Bianchi
Capítulo 2
Ordenamientos descriptivos
Introducción
La edad adolescente ha merecido con frecuencia estas calificaciones caracterizadoras como: la edad
del pavo, edad difícil o edad ingrata.
Si explicitamos sus contenidos podemos extraer una serie de proposiciones:
El adolescente se comporta como “persona sosa o incauta” porq pretende ser lo q todavía no
es, o porq no quiere admitir lo q todavía es; por lo tanto, es un desubicado; ni adulto, ni niño.
La adolescencia es una edad de cambios y desajustes q plantean nuevas necesidades y
respuestas de comportamiento q exigen el despliegue de aptitudes y capacidades distintas, en
circunstancias en q aumenta el nivel de expectativas y los fracasos duelen más; por tanto, es
una edad difícil.
El adolescente se encuentra en una realidad ambiental y social q debe aprender a reestructurar,
por lo tanto, la experiencia de la edad es ingrata.
Los aportes de distintos autores fueron ampliando observaciones manifiestas o latentes del saber popular.
Como por ejemplo, Edad: 1) de la tormenta y el ímpetu (S. Hall); 2) de la reconstrucción de la personalidad
sobre la base de una nueva cenestesia; 3) de la anarquía de las tendencias; 4) de los problemas de transición.
Existen tres líneas de conflictos imbrincados en los procesos evolutivos de esta edad:
a) Crisis biológica: manifiesta a través del último crecimiento del cuerpo con progresiva adaptación
del organismo en busca de su forma óptima;
b) Crisis psicológica: proceso de autoafirmación, de exploración expansiva del mundo externo y
profundización interna, enriquecimiento, despliegue y definición del yo;
c) Crisis social: manifiesta en una dialéctica de las relaciones del yo y el nosotros,, con
progresivos ensayos de nuevos roles y búsqueda de un estatus alto.
En todos los casos, crisis alude al momento de máxima dificultad en los procesos. El desarrollo es un continuo
con ritmos desiguales. La crisis aquí se conecta con una aceleración del desarrollo q multiplica posibilidades y
planteos de nuevas problemáticas, con la consecuente exigencia de rtas. inéditas.
Los tres espacios de problemas se intersectan y resuenan, las perspectivas se entrecruzan. Esto otorga una
cualidad inestable, de transición y, torna incierta la posición a quien la vive y de quienes la conviven.
Un esquema ideal de la adolescencia
R. Hubert ha ofrecido una descripción feliz de esta edad, en la q considera tres momentos seconfiguran
a través de dos ejes: la conducta sexo-afectiva y el proceso de individuación.
a) Preadolescencia o baja adolescencia (10 a 12 años en la niña, 12 a 14 del varón)
Equivale a la prepubertad y pubertad. Rasgo dominante: reactivación del egocentrismo, regreso al
período infantil. El desarrollo biológico es el núcleo de los problemas y es el factor decisivo de la nueva actitud y
conducta. No se plantea todavía la relación entre los sexos, hay más conciencia de las oposiciones y búsqueda
paradójica del apoyo en los compañeros del mismo sexo. Momentos de predominio de la intimidad, segregación
de los adultos, contra quienes inicia una rebelión parcial o total. Tiende a proyectar los estados de ánimo en la
naturaleza, el deporte, el arte, la política o la técnica.
b) Adolescencia Media (12 a 15 años en las niñas, 14 a 16 el varón)
Etapa de la búsqueda indefinida; apogeo de la anarquía de tendencias y los ciclos de
exaltación (depresión e introversión-extraversión). Hay ansiedad por indefinición del objeto buscado; se busca
algo pero no se sabe q; ni el sentimiento, ni la inteligencia quedan satisfechos. Pero se ambiciona con grandeza
(todo o nada). Se manifiesta entusiasmo por lo bello, lo justo, lo noble. Hay afán de manejar grandes síntesis,
palabras, cerrar la cadena de los interrogantes. En el plano de la acción se avanza con la contradicción y la
inconstancia, con reiterada inseguridad. La relación con el otro sexo se ensaya dentro de un cuadro tenso por la
polarización entre amor y sexo, q se instruyen como opuestos. Predomina el amor como ideal (abstracto). Lo
concreto resulta un efecto o consecuencia de la idealización (está enamorado del amor en gral. antes q de una
persona).
c) Alta adolescencia (16 a 17 años en adelante hasta el ingreso a la juventud)
Etapa de la definición y fijación de los objetivos intelectuales y afectivos. Se progresa en la
elección selectiva de los objetos de amor y de realización intelectual. Se avanza en elegir pareja y se decide el
destino profesional. Se logra la fusión de lo concreto-abstracto. Resta le largo camino de la realización, pero se
ha elegido la senda.
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Ensayo comprensivo inicial
Un adolescente normal busca metas productivas; intenta dar un sentido creador y personal de su vida.
Su drama se origina en la necesidad de tener q aprender para poder crear ya q todavía es incapaz de hacerlo. A
menudo la frustración lo hace caer en el desorden de las conductas. Su debilidad para vencer obstáculos, lo
tornan agresivo o regresivo. Aspira a ser autónomo, pero todavía no comprende q la autonomía no es
incompatible con la relación social constructiva.
Como es más fácil destruir q construir, adopta conductas negativas para sentirlas suyas.
El ajuste puede lograrse dentro de una síntesis de la personalidad y de la sociabilización en la cual, el
adolescente tiende a ver el conformismo como equivalente a una mera adaptación social pasiva. A medida q va
objetivando su voluntad de hacer con los demás, la adolescencia toma un sesgo maduro y define una forma y
estilo de vida positivos.
Capítulo 8
Significado del cuerpo y su imagen
El vestido
En cierta medida, los límites del cuerpo son elásticos y se extienden o se contraen según las
circunstancias. “Cualquier prenda q nos ponemos, inmediatamente se convierte en una parte de la imagen de
ntro. cuerpo y se colma de libido narcisista”. En los adolescentes el vestido cumple una doble función:
Protectora y Decorativa. Se produce al vestirnos una objetivación de lago q es tan subjetivo como es ntro
cuerpo.
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Nos parece q al cuidar ntro cuerpo y vestirlo transitamos en una curiosa alternancia entre un asimilarnos
a él y un cosificarlo para instrumentarlo a ntros fines. Cuando observamos ntra imagen en el espejo, nos
instalamos en la acera del observador q critica su propia imagen.
En la niñez, la preocupación por el vestido es inconstante. Se halla influida por la mayor o menor
preocupación q los mayores demuestren acerca del mismo y, aunq el niño se enorgullezca de estrenar alguna
prenda, pronto lo veremos olvidar la ropa y subordinarla a su actividad esencial: el juego. La función protectora
y decorativa se une al sentido simbólico q la ropa implica. Y no se crea q el adolescente q hace de la
negligencia en el vestir un símbolo de su rebeldía no otorga importancia a su atuendo.
Yo y cuerpo
La organización de la idea de “yo” se va elaborando sobre un basamento físico. Antes de conocernos
como persona, nos conocemos como cuerpo.
En la niñez el individuo debe avanzar en un proceso de constante consolidación del yo. Antes q nada se
da una unión difusa con el medio exterior (sincretismo). No hay conciencia del yo, porq no hay siquiera
diferenciación entre yo – no yo. Esta etapa (desciframiento) se cumple entre el 2º y 3º año de vida.
La distinción de las fronteras entre el “yo – no yo” determina una acentuación del yo. Así sobrevive a la
tercera etapa del proceso: la del egocentrismo. El contacto con otros niños lo hace avanzar hacia la
socialización.
La organización del esquema corporal sufre, las alternancias de todo este proceso de maduración en la
conducta social y delas funciones de la inteligencia. Antes de aprender a integrar la imagen del cuerpo, el niño
lo percibe fragmentariamente, de un modo animístico – mágico.
El progreso en la objetividad y la reciprocidad puede ser analizado concretamente sobre el aprendizaje
de las direcciones del espacio: derecha – izquierda. El espacio y sus partes van a quedar constantemente
ligados al esquema del cuerpo.
El momento crítico
La imagen del propio cuerpo se trona un problema a partir de la pubertad, y ello se torna problema a
partir de la pubertad. Esto es asi porq la desadaptación de la adolescencia comienza por el plano biológico.
El cuerpo busca su forma definitiva a través de un proceso más o menos largo y trabajoso. En tanto, la
figura pierde armonía y los movimientos se tornan torpes y bruscos. El adolescente se siente extraño en
relación a su cuerpo. Súbitamente empieza a interesarse y a dolerse por sí mismo; su cuerpo y su intimidad son
dos interrogantes q no sabe como comprender. Su inseguridad, desconfianza, crecen dentro de un medio q lo
sigue abrigando como antes, pero q él no quiere aceptar. La sensibilidad se agudiza; nadie experimenta el
miedo al ridículo como él, y tb temen q se burlen de él.
Paul Schilder ha resumido así las proposiciones fundamentales con relación a la sociología de la
imagen corporal:
La imagen corporal no se halla nunca aislada, sino en conexión con las imágenes corporales
del entorno.
Esta relación de imagen a imagen se establece sobre factores de aproximación o lejanía
espacial y emocional.
La intimidad de la relación se agudiza en las zonas erógenas.
Todo cambio en la imagen corporal de índole erótica se convierte en un fenómeno social q
transforma la percepción de las imágenes ajenas. Se infiere un continuo intercambio entre ntra
propia imagen y la de los demás.
Debe enfatizarse q la imagen corporal es una gestalt en continua transformación y nunca una
estructura estática.
Dentro de la compleja socialización de la imagen del cuerpo, el factor belleza juega un importante papel
en la adolescencia. Este factor no es sólo social porq resulta del constante intercambio entre imagen del
individuo y las de los demás, sino porq tb obedece su calificación a pautas o normas condicionadas por las
culturas y los tiempos históricos. La preocupación acerca de la belleza o la fealdad es crítica en la adolescencia,
dado q éste sobrevaloriza este factor.
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rigidez, violencia, etc. Por lo tanto, cada respuesta resultante de una situación revela q el cuerpo es la forma de
una circunstancia asumida.
Esta variedad de conductas las va concientizando el adolescente a partir del momento en q la
transformación del cuerpo fenoménico (el cuerpo vivido) va siendo objeto de su pensamiento.
Cada adolescente hace suyo ese descubrimiento del cuerpo q emerge de la unión con el mundo. El
adolescente se pone a desentrañar los jeroglíficos de su corporalidad; y en esta tarea se le escapa q los
mensajes secretos tienen su código en la intencionalidad de su cuerpo, expresado en posturas, gestos, mímica
y verbalización.
Por consiguiente, “mi cuerpo” no está disociado de mi, sino q es tanto mi conciencia manifiesta como mi
inconsciente sumergido. El cuerpo encarna su conciencia tanto como ésta asume su corporalidad.
El espacio y el tiempo sólo en relación con “mi cuerpo” se van haciendo heterogéneos; cualquier punto
del espacio, dentro de él, toma dimensiones, sentido y significaciones intransferibles.
El adolescente busca dilucidar el misterio de su cuerpo en los encuentros con los otros, especialmente
con sus pares. Este intercambio puede ser amistoso o agresivo; nadie como el adolescente para juzgar con
crueldad el cuerpo del otro y caricaturizar sus debilidades. Este acceso destructor al prójimo lleva una
intencionalidad reactiva, ya q encubre su propio temor a mostrar sus falencias.
Más tb, emergen los gestos reveladores del afecto: palmadas, voces de aliento, proximidad física, etc.
El adolescente, indefectiblemente, debe tomar conciencia de sí y de los otros a partir “de la invasión
irresistible del cuerpo sobre el yo”.
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Texto: “Adolescencia: Años de Transición”
Autor: J. Roy Hopkins
Capítulo 5
Desarrollo Cognitivo
Tanto las investigaciones como las teorías sobre el desarrollo cognitivo indican que el pensamiento
adolescente difiere en muchos aspectos importantes del pensamiento infantil.
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d) Metapensamiento
Los niños no tienen grandes dificultades en pensar acerca de cosas o sucesos. Sin embargo, si tienen
dificultad en pensar sobre el pensamiento, en mayor medida q los adolescentes.
Aunque la ejecución de los adolescentes es mejor q la de los niños en este tipo de tareas, aún no han
alcanzado el estadio del pensamiento reflexivo. Los adolescentes pueden pensar sobre los pensamientos de
otros, pero algunas veces fracasan al diferenciar entre lo q ellos están pensando y lo q piensan los otros.
Esta característica del pensamiento adolescente se relaciona con la autoconciencia, tal como ha
señalado Elkind: “así al no poder diferenciar entre lo q piensan los demás de sus propias preocupaciones
mentales, asume q los otros están obsesionados con su conducta y con su apariencia como él mismo.” Este
autor asemejó esta forma de reflexión a cierto tipo de egocentrismo conocido como la fábula personal. La fábula
personal adolescente consiste en la creencia exagerada en la propia singularidad e inmortalidad: escribir diarios
para la posteridad, confiar en la buena estrella de uno mismo y creer q las cosas malas “nunca van a
sucederme a mi”, son todos los aspectos de la fábula personal. De forma imprevista, uno nunca lega
completamente a superar la fábula personal, pero tiende a perder fuerza dps de la adolescencia.
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segundo aspecto es el concepto de “el todo estructurado”. Piaget insistió en la idea de q las estructuras de un
estadio de pensamiento se aplican de un modo gral. a cualquier tipo de problema o evento.
Estudios de entrenamiento
Los estudios de entrenamiento, en los q se intenta inducir el avance a un estadio superior, son un caso
especial de transición entre estadios. Estos estudios ofrecen los medios de estudiar los mecanismos q mejor
pueden inducir el paso de un estadio a otro, así como los medios de estudiar las características propias de un
determinado período de transición.
Equilibración
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Según los individuos van ganando experiencia con problemas similares, descubren modos de
analizarlos q los llevan a la solución. Con una experiencia suficiente, su aproximación total a problemas
similares se va desarrollando de modo q pueden resolverse rápidamente problemas nuevos de un tipo similar.
El pensamiento evoluciona hacia una forma nueva, q es diferente cualitativamente del antiguo enfoque dado a
los problemas. Piaget denominó equilibración a esta evolución.
Piaget mantenía q la transición de un estadio a otro conlleva un desequilibrio cognitivo. Él describía el
desarrollo completo de los estadios como el proceso q restablece el equilibrio relativo.
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Según lo q describió Piaget, el pensamiento formal está aparentemente más disponible en los
adolescentes mayores, aunq no lo demuestren de una forma espontánea. Es posible q los estudios q tratan de
fijar el razonamiento formal sin ofrecer entrenamiento, estén subestimando la competencia de los adolescentes
y de los adultos para razonar en el nivel de las operaciones formales.
CI y operaciones formales
Tanto el CI como los tests de ejecución se han diseñado para medir las diferencias individuales.
La perspectiva piagetiana de la interacción entre la maduración y la experiencia, destaca el importante
rol q juega esta última. Aunq el concepto de CI y el de inteligencia, según Piaget, son diferentes, deberían
mantener algún tipo de relación mutua si en ambos existe un componente experiencial.
Los niños con CI muy altos tienen una edad mental muy semejante a la de los niños mayores; por tanto,
si la edad mental fuese la responsable de los movimientos a través de los estadios de Piaget, sería
esperable q los niños con CI altos lleguen al estadio de las operaciones formales antes q sus iguales con CI
medios.
Aunq el CI facilita el movimiento a través de los estadios de Piaget, por sí mismo, un CI alto no es
suficiente para elicitar el pensamiento formal.
Las investigaciones sobre el CI y la inteligencia piagetiana, sugiere las siguientes conclusiones: el CI
con valores superiores al promedio facilita el avance a través de los estadios de Piaget en algunos niños y
adolescentes. Esto no significa q cualquiera q tenga un CI alto avance precozmente a través de los estadios de
Piaget, ya q ni siquiera los estudiantes universitarios con inteligencia alta, aplican de un modo consistente las
operaciones del pensamiento formal. Parece q existe muy poca relación entre el CI y la inteligencia piagetiana
entre los niños y adolescentes q tienen puntuaciones en el CI promedio o moderadamente bajas.
Cuestiones metodológicas
El enfoque de Piaget al estudio del desarrollo cognitivo difiere con respecto a la orientación
experimental dominante propia de la psicología americana. El método clínico, favorecido por Piaget, no puede
considerarse como método experimental.
Aunq fue criticado, Piaget siguió apegado al método clínico. Él señalaba q un control experimental
inflexible podría omitir la naturaleza fundamental del pensamiento del niño.
Los estudios de Piaget enfatizan la lógica, dado q estaba interesado en el desarrollo del pensamiento
científico. Las operaciones lógicas no reflejan necesariamente la complejidad del estatus cognitivo de un niño.
Piaget describe el pensamiento formal con proposiciones específicas de la lógica formal. Wohlwill criticó
esta descripción de las operaciones formales como un indicativo de su tendencia a “ver nada mas, a excepción
de una lógica y racionalidad perfectas en la inteligencia adulta”. Parece q un gran nro. de adultos no razonan de
esta manera y los q sí lo hacen, no son consistentes en el uso del razonamiento formal.
A pesar de los problemas sobre la recolección y la representación de los datos, las réplicas de otros
ivestigadores han confirmado la naturaleza secuencial de los estadios cognitivos. Aunq hay adolescentes y
adultos q fracasan al ejecutar las tareas de operaciones formales q diseñaron Inhelder y Piaget, la mayor parte
de ellos poseen en potencia el pensamiento formal. La mayoría de los preadolescentes (12 años apróx.)
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comienzan a cambiar el centro cognitivo de la realidad inmediata hacia las posibilidades y hacia el futuro. Los
rudimentos del pensamiento formal, con la manipulación de proposiciones lógicas, comienzan a estar presentes
en las soluciones q dan a los problemas. Demuestran tener la capacidad para razonar sobre situaciones
hipotéticas y para reflexionar sobre sus propios pensamientos. En la mayoría de los individuos de la sociedad
occidental, estos logros cognitivos generales quedan bien integrados.
La transición del pensamiento infantil al adulto hace q este período sea uno de los más interesantes y
diversos del ciclo vital. Como señaló Piaget, “esta es la edad de los grandes ideales y del principio de las
teorías, al tiempo q tb es el momento de la adaptación a la realidad presente”.
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