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La solicitud por reparación del daño moral por parte de los abogados demandantes en los procesos
judiciales, constituye un desafío muy importante en los peritos psicólogos que a través del dictamen
pericial, auxilian a estos procesos y coadyuvan en la toma de decisión por parte de los jueces en
emitir fallos que puedan favorecer o descartar lesiones de índoles psicológicos en la posible víctima
y que a su vez contribuyen a la reparación directa por parte del demandado. En el presente artículo
se aborda un supuesto habitual en la práctica pericial, como es la valoración psicológica por daño
moral, en este caso de una familia que ha sido objeto a desplazamiento forzoso, siendo éste un tipo
de situación muy común en el país, ya que existen zonas de alto riesgo por el conflicto
armado. Asimismo, se realiza una introducción al concepto legal del daño moral y se facilita un
modelo de informe emitido al respecto, complementando los resultados con diverso apoyo
bibliográfico.
PALABRAS CLAVE: Daño moral, trastorno de estrés agudo, perito psicólogo, reparación directa,
dictamen pericial.
Abstract
Concern for moral reparation by the plaintiffs’ lawyers in court proceedings, constitutes a major
challenge in the expert psychologists through expert opinion, auxilian these processes and contribute
to decision making by judges to make rulings capable of favoring or eliminating psychological natures
injuries the potential victim and in turn contribute to the direct compensation by the defendant. In
the present article addresses a common course in expert practice, as is the psychological evaluation
for moral damages, in this case of a family that has been forced to shift, and this is a very common
type of situation in the country, and that there are high-risk areas by armed conflict. It also
introduces you to the legal concept of moral damage and provides a model report issued in this
respect, complementing the results with different bibliographic support.
KEY WORDS: Moral damage, acute stress disorder, forensic psychologists, direct compensation
expert.
Para los efectos de Ley, el “daño psíquico” está referido al deterioro de las funciones psíquicas,
derivado de la ocurrencia de un evento externo sobre el cual puede reclamarse jurídicamente una
responsabilidad que origina la obligación de reparar el daño causado[3]y cuya búsqueda en lo forense
va orientada a ayudar en la determinación de las acciones de restauración que determine la
autoridad. En estos casos, a la valoración del estado actual de la víctima y la necesaria comparación
con el “estado anterior” Castellano y Gisbert (2005). La pericia estaría centrada en determinar si
la persona presenta sintomatología psíquica significativa derivada del delito del que fue víctima y
establecer el pronóstico, el tratamiento recomendado y su duración, para que la autoridad propenda
por su reparación.
El daño psíquico debe diferenciarse del daño moral subjetivo, también llamado dolor psicológico,
que se presenta como respuesta a la agresión sufrida con los hechos y se asimila al duelo normal; “…
muchas veces nada psíquico ha sido alterado o – digamos – afectado por el hecho que fue causa del
daño; pero puede haber un detrimento que enraíza en otros aspectos extrapatrimoniales entre ellos
considero, se encuentra el dolor… El daño moral es la impronta que deja el hecho traumático…
”Covelli y Rofrano (2008) Mientras que el daño moral subjetivo es equivalente a la consecuencia
esperada por cualquier pérdida, en la psiquis de la víctima de un delito. La estimación del daño
moral subjetivo no es una pericia psiquiátrica o psicológica forense, sino que compete al juez[4]. El
daño psíquico se evaluará en las categorías de magnitud, severidad de la afrenta y permanencia en
el tiempo, pronóstico, tratamiento recomendable y su duración, para que la autoridad propenda por
su reparación.
Todo lo anterior demuestra para que exista el “daño psíquico”, debe existir como primera instancia
la situación específica que genere tal padecimiento, en este caso el estresor o el agente estresante,
como segundo la respuesta psicológica, emocional y conductual frente a este evento estresor y
tercero las consecuencias patológicas, que se han de derivar de esta situación, teniendo en cuenta
que debe existir la proporcionalidad entre evento estresor y la respuesta psicológica, es decir, entre
mayor sea el agente estresante, mayor respuesta psicológica y posterior consecuencia o
trauma. Aunque muchas veces no se debe sostener al “efecto de halo”, dar por hecho tal situación,
ya que algunas veces esta respuesta obedecen a la subjetividad de la víctima. Esta relación entre
evento estresor y consecuencia psicológica, es lo que va a tener en cuenta el legislador al momento
de emitir su fallo en la reparación del daño psíquico o la existencia objetiva de este “daño” y otras
de índoles jurídicas por parte del demandado, tal aspecto le concierne demostrar la existencia entre
estas dos circunstancias específicas, al perito psicólogo en su experticia, ya que de ante mano hay
que señalar en una peritación esta relación, en caso contrario darlo a conocer para poder ayudar a
despejar la duda razonable.
Por otra parte el Código Penal Colombiano (Ley 599 de 2000), consagra en su artículo 94 “La conducta
punible origina obligación de reparar los daños materiales y morales causados con ocasión de
aquella”. Adicionalmente, en los Códigos de Procedimiento Penal vigentes (Ley 600 de 2000 y Ley
906 de 2004)[5][6], se establece el deber de las autoridades judiciales de adoptar las medidas
necesarias para que cesen los efectos producidos por el delito y las cosas vuelvan al estado anterior,
si ello fuere posible, de modo que se restablezcan los derechos quebrantados, independientemente
de la responsabilidad penal.
Así, en el marco de la Ley 600 de 2000 (C.P.P.)[7], el artículo 42 contempla lo relativo a la
“indemnización integral” y extinción de la acción penal, en los delitos que admiten desistimiento[8],
y los artículos 45 a 55, establecen lo concerniente a la acción civil derivada de la conducta
punible. Al respecto dice el artículo 45:
“La acción civil individual o popular para el resarcimiento de los daños y perjuicios individuales y
colectivos causados por la conducta punible, podrá ejercerse ante la jurisdicción civil o dentro del
proceso penal, a elección de las personas naturales o jurídicas perjudicadas, por los herederos o
sucesores de aquellas, por el Ministerio Público o por el actor popular cuando se trate de lesión
directa a bienes jurídicos colectivos…”. Adicionalmente, el artículo 46 señala: “Están
solidariamente obligados a reparar el daño y a resarcir los perjuicios causados por la conducta
punible las personas que resulten responsables penalmente y quienes, de acuerdo con la ley
sustancial, deban reparar el daño”.
En cuanto a la Ley 906 de 2004 (C.P.P. Sistema Penal Oral Acusatorio)[9], una de sus características
esenciales y propias es el derecho de las víctimas a acceder a la justicia, dentro del cual se inscribe,
entre otros contemplados en el artículo 11, el derecho “A una pronta e integral reparación de los
daños sufridos, a cargo del autor o partícipe del injusto o de los terceros llamados a
responder…[10]”. En su Título IV “Partes e intervinientes”, Capítulo IV (arts.13230 a 13731), se
contempla lo concerniente a las víctimas y su atención, protección, comunicación, información e
intervención en la actuación penal. Según el artículo:
“Se entiende por víctimas, para los efectos de este código, las personas naturales o jurídicas y
demás sujetos de derechos que individual o colectivamente hayan sufrido algún daño como
consecuencia del injusto. La condición de víctima se tiene con independencia de que se identifique,
aprehenda, enjuicie o condene al autor del injusto e independientemente de la existencia de una
relación familiar con este”. En el artículo 521, se establecen los mecanismos de justicia
restaurativa, a saber:
Como se ha visto, el derecho de reparación tiene una dimensión individual y otra colectiva. Sobre la
primera, que es el asunto materia de esta guía, ha explicado la Corte Constitucional “Desde su
dimensión individual abarca todos los daños y perjuicios sufridos por la víctima, y comprende la
adopción de medidas individuales relativas al derecho de (i) restitución, (ii) indemnización, (iii)
rehabilitación, (iv) satisfacción y (v) garantía de no repetición”[15]. También ha dicho la Corte “La
integralidad de la reparación comporta la adopción de todas las medidas necesarias tendientes a
hacer desaparecer los efectos de las violaciones cometidas, y a devolver a la víctima al estado en
que se encontraba antes de la violación”[16]
El Sr MB pone en conocimiento del caso ante la Fiscalía Regional, algunos de los funcionarios de
esta entidad previo estudio del caso deciden omitir la investigación, aludiendo que no existía delito
alguno y desisten del mismo. Con el tiempo tanto el Sr MB y su familia huyen sin paradero alguno,
al pasar un tiempo se aclara de donde vienen las amenazas y decide abrir un proceso administrativo
en contra de la Fiscalía regional. El Sr MB le otorga el poder legal a su abogado (JC) para que
adelante el proceso legal en contra de la Fiscalía regional, por consiguiente, el abogado estudie el
caso y con los elementos probatorios y testigos empieza la demanda administrativa a esta entidad y
al estado. De igual forma, en su escrito de la demanda solicita la valoración psicológica a esta
familia con el fin de que se le otorgue reparación al daño moral y posteriormente el respectivo
proceso penal a la Sra RE y sus colaboradores.
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Fecha y hora de la(s) Entrevista(s) y Examen realizados: xxxxxxxx ( Horas xxxxx). Entrevista
Semiestructurada y Pruebas Psicológicas complementarias.
-El Cuestionario para Experiencias Traumáticas (TQ). 1 Sesión de 15 minutos (Davidson JRT y
cols, 1990). Un instrumento sencillo y fácil de manejar para el cribado de pacientes con trastorno
por estrés postraumático. Consta de tres partes claramente diferenciadas: 1) Listado de
experiencias traumáticas; 2) Acontecimiento traumático que más preocupa en el momento actual;
3) – Listado de síntomas: 18 ítems que exploran los criterios B–D del DSM-IV.
A la Señora DJ (esposa del evaluado principal) se le aplicaron las siguientes pruebas psicológicas:
-Entrevista Clínica Estructurada para los Trastornos del eje I del DSM-IV. SCID-I. 1 Sesión de
15 minutos 18/01/2011. (M.B. First; M Gibbon; R.L. Spitzer; J.B.W. Williams; L. Smith
Benjamin). Evalúa los Trastornos del EJE I (Trastornos Clínicos) del DSM-IV.
A los hijos JBO (Hijo mayor), ABO (Hijo) y APBO (Hija menor) se les aplicaron las siguientes
pruebas psicológicas:
– Escala de Ansiedad Infantil de Spence, o SCAS. (Spence, 1997) Esta escala es una medida de
autoinforme, que evalúa los seis trastornos de ansiedad infanto-juvenil más frecuentes: trastorno
de pánico y agorafobia, trastorno de ansiedad por separación, fobia social, miedo al daño físico
como representante de las fobias específicas, trastorno obsesivo compulsivo y trastorno de ansiedad
generalizada. Para su creación, la autora se basó en los síntomas de los trastornos de ansiedad más
comunes en la infancia y adolescencia de acuerdo a las categorías diagnósticas del DSM-IV. Las
propiedades psicométricas de la prueba con una alta consistencia interna (alpha de Cronbach = 0,92-
0,94) y una validez convergente adecuada con otra medida de ansiedad (r=0,41), tanto en
poblaciones de escolares, como en poblaciones clínicas.
-Inventario de Depresión Infantil (Kovacs (1977). CDI es uno de los Test más usados para la
evaluación de la Depresión infantil en niños y adolescentes de 7 a 17 años. Esta escala se creó a
partir del Beck Depression Inventory (Beck, 1967). El CDI consta de 27 ítems que miden
sintomatología depresiva. Entre los síntomas que recoge incluye: el estado de ánimo deprimido,
problemas interpersonales, sentimientos de incapacidad, anhedonia y autoestima baja o
negativa. El test es de ágil aplicación, útil como instrumento diagnóstico para la depresión infantil.
1.3 Consideraciones Forenses[22]:
Tomado del acápite “Hechos” (Rad. xxxxxx). El abogado demandante (JC), expone lo siguiente en
el escrito de la Demanda:
…[Folio 4; acápite 7]: Mis poderdantes, a raíz de los hechos, tuvieron que desplazarse de su sitio
habitual de trabajo, residencia y lugar de estudios, que lo era el corregimiento “xxxxxxxx”
municipio de xxxxxxxxx y tuvieron que refugiarse en la vereda “xxxxxx” perteneciente a xxxxxx –
departamento xxxxx y los niños se enviaron a sus abuelos en el caserío “xxxxxxx” perteneciente a
xxxxxxxxx, hechos que generaron problemas de índole psicológicos, de inestabilidad, separación
forzosa de la familia, los niños no pudieron proseguir con sus estudios, la familia tuvo que huir…
…[Folio xx; acápite x]: Mis mandantes y sus hijos están padeciendo las siguientes consecuencias:
X: Sinceridad; si el paciente se inclina a ser franco y sincero o por el contrario reticente y reservado:
“X” entre 34 y 175, continuar con la calificación. “X” Inferior 34 o superior 175 Detener la
calificación.
Y: Deseabilidad Social; identifica el grado con que los resultados pueden encontrarse afectados por
la inclinación de los pacientes a mostrarse socialmente atractivos, moralmente virtuosos o
emocionalmente ajustados. >75 Tendencia del sujeto a presentarse de forma favorable o con
personalidad atrayente. Mientras más alto Sujeto trata de disimular sus aspectos psicológicos o
dificultades personales.
SUMA TOTAL 14
Indicador de Riesgo. TQ + (X) TQ –
(TQ + = 18: Gravedad Máxima) (TQ – = 0: No síntomas)
Fuente. M B
Interpretación:
Según el instrumento del cuestionario de experiencia traumática, arroja que el evaluado posee
síntomas positivos de haber sufrido un evento de estrés agudo. De los acontecimientos señalados
por el evaluado como generador de estrés; se encuentra “La amenaza seria o daño a un miembro de
la familia y agresión”. Estado moderado de los síntomas del estrés.
Resultado de la Entrevista Clínica Estructurada para los Trastornos del eje I del DSM-IV. SCID-
I.
Conclusión: Según los resultados obtenidos del Software del Test SCID I. La Sra DJ, no padece de
síntomas relacionados a los trastornos clínicos que aparecen en la tabla 2.
El Cuestionario para Experiencias Traumáticas (TQ).
Fuente. JO
Interpretación:
Según el instrumento del cuestionario de experiencia traumática, arroja que la Sra DJ posee
síntomas positivos de haber sufrido un evento traumático. De los acontecimientos señalados por la
señora DJ como generador de estrés; se encuentra “La amenaza seria o daño a un miembro de la
familia”. Estado leve de los síntomas del estrés.
subescalas Rango
Trastorno de ansiedad 0 – 18
generalizada
Trastorno obsesivo- 0 – 18
compulsivo
Pánico y agorafobia 0 – 27
Fobia social 0 – 18
Trastorno de ansiedad 0 – 18
por separación
Miedos físicos 0 – 15
Puntaje Total 114
Fuente: SCAS.
En la tabla 4. Representa el rango que oscila cada uno de las subescalas. En la tabla siguiente,
están definidas los puntos de corte del grado de significancia del SCAS, lo que indica que un puntaje
igual o mayor al punto de corte, indica que los evaluados poseen síntomas positivos en las subescalas.
Tabla 5. Resultados obtenidos de los evaluados del SCAS
Punto de Puntación % Puntación % Puntación
subescalas corte (Grado Directa * Directa** Directa*** %
de
significancia)
Trastorno de 12,8 18% 19% 32%
ansiedad por 6 10 15”
separación
Fobia social 11,3 15% 12% 11%
5 6 5
Trastorno 9,4 15% 23% 6%
obsesivo- 5 12” 3
compulsivo
Pánico / 11,2 26% 18% 17%
agorafobia 9 9 8
Miedos 12,8 6% 8% 19%
físicos 2 4 9
Trastorno de 7,4 20% 20% 15%
ansiedad 7” 10” 7”
generalizada
Puntaje 34 100% 51 100% 47 100%
Base
Indicadores Rango
No hay presencia de 1 – 13
síntomas depresivos.
Dentro de los límites
normales
Presencia de síntomas 14 – 26
depresivos mínima y
moderada
Presencia de síntomas 27 – 39
depresivos marcada o
severa
Presencia de síntomas 40 – 54
depresivos en grado
máximo
Puntaje Total 54
Fuente: CDI.
En la tabla 6. Representa el rango que oscila cada uno de los indicadores de la presencia de síntomas
positivos de la depresión infantil. En la tabla 7, están definidas los puntos de corte del grado de
significancia del CDI, lo que indica que un puntaje igual o mayor al punto de corte, indicarían que
los evaluados cumplen con los síntomas positivos en la categoría diagnostica.
Tabla 7. Resultados obtenidos de los evaluados.
Punto de Puntación % Puntación % Puntación %
subescalas corte (Grado Directa* Directa** Directa***
de
significancia)
Estado de 34 15 54% 18 58% 13 48%
Animo
Disfórico
Ideas de 20 13 46% 13 42% 14 52%
Auto
desprecio:
Puntaje 28 100% 31 100% 27 100%
Total
Eje II[33]–[34]
R69 [799.9].
Eje III[35]
Ninguno
Eje IV[36]
Eje V
EEAG[37] =
EEAG = 45 (en el ingreso, cuando sucedieron los hechos que hacen mención en la demanda Rad
xxxxxxxx)
EEAG = 90. (Actual). Crisis leve.
El anterior esquema del diagnóstico Multiaxial, indica que en el (eje I), el Señor MB cumple con
criterios que establecen el trastorno de ansiedad por estrés agudo y crisis de angustia, dado, a lo
sucedido en el 24 de mayo del 2009 y posteriores suceso que se hacen mención en el Rad
xxxxxxxxxxxx. Estos trastornos en los meses siguiente a los acontecido, se encontraba de manera
aguda. Actualmente los síntomas son mínimos, pero, aún se detectan secuelas del trauma
psicológico. Se descarta el trastorno de estrés pos traumático, ya que faltan criterios específicos
para la realización de este diagnóstico.
El evaluado no cumple con los criterios para un trastorno de la personalidad. Eje II. Tiene rasgos de
personalidad evitativo y personalidad tipo masoquista.
Dentro de los problemas psicosociales y ambientales (Eje IV) que contribuyen de alguna manera a
una inestabilidad psico-afectiva del evaluado, se tiene: la economía insuficiente y algunos problemas
de tipo psicosociales y ambientales, como exposiciones a desastres naturales y riesgo del conflicto
armado u otras hostilidades.
Presenta el Sr M B un funcionamiento estable (Eje V) actual en todas las áreas (en el hogar, en su
actividad de agro). En los meses posteriores a los eventos que se hace mención en la demanda,
tuvo dificultad en adaptarse a nuevas rutinas, generando problemas en su estado emocional,
problemas de sueño, angustia, desasosiego, zozobra y ansiedad. Estas dificultades se encontraban
en su máxima expresión en el periodo post-trauma, actualmente gracias a las redes de apoyo,
familiares, sociales, laborales, ha podido superar tales afectaciones psicológicas.
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Nombre de la evaluada. DJ
Eje I
F43.0 Trastorno por estrés agudo [308.3]. Premórbido
Trastorno Adaptativo Mixto (Ansiedad–depresión) por confirmar.
Eje II
Z03.2 [V71.09].
Eje III
Ninguno
Eje IV
Problemas económicos. Otros problemas psicosociales y ambientales
Eje V
EEAG = EEAG = 45 (para el año 2009) 75 (actual). Síntomas leves
__________________________________________________________________________
Eje I
F43.0 Trastorno por estrés agudo [308.3]. Premórbido
Eje II
Z03.2 [V71.09]
Eje III
Ninguno
Eje IV
Problemas económicos. Otros problemas psicosociales y ambientales
Eje V
EEAG = 45 (para el año 2009) 75 (actual). Síntomas leves
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1. 4. PARTE ARGUMENTATIVA
Con base a todo lo mencionado en este apartado, se establece aceptar la hipótesis A; ya que se
tienen suficientes elementos que permiten su apoyo y justificación en virtud a los resultados de la
exploración y evaluación psicológica realizada, así como con la confrontación con el material técnico
vigente que ha sido revisado y empleado.
4.2 Discusión y Formulación Forense
Las consecuencias del estrés agudo, conllevo no solo, a las dificultades emocionales de la familia,
sino que también traspasó al ambiente social y académico de los niños, tal como lo refiere el hijo
mayor de esta familia.
“…para esa época, tenía miedo ir al colegio, bajé en rendimiento de las clases (…) sentíamos miedo,
mis hermanos y yo, de que algo malo le fuera a pasar a mi papá, incluso si llegaría a pasarle algo,
jurábamos vengarnos (…) sentíamos rabia hacia ellos, no dormíamos pensando que le fuera a pasar
a mi papá o mamá y a mis hermanitos…” (Tomado de JBO)…
Toda esta situación post trauma, constituyó en el Sr M B, en convertirse en una persona evitativa y
sumisa, en el cual su comportamiento esta mediatizado a la paranoia; permanece alerta y siempre
en guardia, preparado para distanciarse de la anticipación ansiosa de las experiencias dolorosas o
negativamente reforzantes de la vida. Su estrategia adaptativa refleja su miedo y desconfianza
hacia los demás.
En el caso de los hijos, la situación post trauma le generó ansiedad generalizada y en el caso
de la niña ansiedad por separación, específicamente en el tiempo que duraron separados de sus
padres, el cual tuvieron que radicarse donde los abuelos maternos. Como se ha dicho anteriormente,
la ansiedad por separación, se caracteriza por la presencia de ansiedad excesiva producida por el
alejamiento del hogar o de aquellas figuras con las que existe un vínculo. Pueden vivir fantasías de
daño hacia los otros como accidentes o circunstancias adversas que les impidan volver a verlas. A
la hora de dormir suelen necesitar la presencia de sus padres hasta conciliar el sueño. Son incapaces
de permanecer solos en una habitación y prefieren permanecer al lado de sus padres, muy cerca de
ellos. Durante la noche es probable que se trasladen a la habitación paterna y que tengan pesadillas
de destrucción de su familia.
La literatura científica ha recogido que cuando existe un potencial evento estresor (por ejemplo
accidente, catástrofes, guerras, presiones estresantes), tanto adultos como los niños suelen tener
implicaciones tanto psicológicas, físicas, afectivas, sociales y demás. Aunque las implicaciones en
los niños, es más notorio en el sentido de la hetero-protección. Los síntomas sugestivos de afectación
por estrés agudo en niños y adultos, están determinados por la pérdida de energía, dificultad para
concentrarse, temor a que el trauma se repita, pesadillas, temor a dormir, pérdida de interés en
actividades que antes producían placer, etc.
Según el APA, (2002) el trastorno de estrés agudo “…se caracteriza por la aparición de ansiedad,
síntomas disociativos y de otro tipo que tiene lugar durante el mes que sigue a la exposición a un
acontecimiento traumático de carácter extremo… (p 440), esta situación suele aparecer en el
mismo momento del trastorno o con posterioridad a él, el individuo presenta los siguientes síntomas
disociativos: sensación subjetiva de embotamiento, desapego o ausencia de la realidad que le rodea;
desrealización; despersonalización, y amnesia disociativa. Después del acontecimiento traumático,
éste es revivido de forma recurrente; el individuo presenta un acusado comportamiento de evitación
de aquellos estímulos que pueden hacer aflorar recuerdos del trauma y presenta síntomas
significativos de ansiedad o aumento de activación (arousal). Los síntomas provocan un malestar
clínico significativo, interfieren acusadamente la actividad del individuo, o afectan notablemente a
su capacidad para llevar a cabo tareas indispensables. Estos síntomas del trastorno de estrés agudo,
fueron concordante a lo manifestado por la familia BO en la entrevista, son recogidos por los
instrumentos utilizados en el presente dictamen psicológico.
Según el APA (2002) las personas con este trastorno, nota una progresiva incapacidad para recordar
detalles específicos del acontecimiento traumático (amnesia disociativa). Además, debe haber por
lo menos un síntoma de cada grupo de síntomas requeridos para el diagnóstico de trastorno por
estrés postraumático. Al principio, el acontecimiento traumático es revivido repetidamente (p. ej.,
recuerdos, imágenes, pensamientos, sueños, ilusiones, episodios de flashback, sensación de estar
reviviendo el suceso o aparición de malestar al exponerse a estímulos que recuerdan el trauma).
Después, estos estímulos (p. ej., lugares, personas, actividades) propician comportamientos de
evitación. Por último, aparece un aumento de la activación (arousal) (p. ej., dificultad para dormir,
irritabilidad, falta de concentración, hipervigilancia, respuestas exageradas de sobresalto e
inquietud motora) como respuesta a estos estímulos.
Haciendo una revisión bibliografía e investigativa o estado del arte, sobre el tema de los traumas
psicológicos relacionados a eventos de desplazamiento forzoso, amenazas u otras hostilidades en
personas en estado de vulnerabilidad, se encontró que en la mayoría de los trabajos concuerdan
con los síntomas propios del trastorno de estrés agudo y el trastorno de estrés postraumático, crisis
de pánico expuesto por la APA (2002). Bravo (2012) describió que las consecuencias psicológicas de
una persona por haber presenciado situaciones de alto estrés, como el desplazamiento forzado u
amenaza contra la vida pueden ser “muy graves” llegando a modificar la actitud de estas personas
ante las cosas cotidianas. El autor explicó que tras padecer esto tipos de experiencias traumáticas,
las personas se vuelven en muchos casos “más sensibles”, llegando a sufrir una serie de síntomas
que los psicólogos denominan como síndrome de estrés postraumático o de estrés agudo. “El sujeto
revive aquella situación como si fuera en el momento actual, y no considera que es algo del pasado”,
agregó, síntomas como: híper-excitabilidad, inquietud, pesadillas o miedo a que esta situación
vuelva a repetirse, y aclaró que el tratamiento que deben seguir estas personas pasa por “tomar
conciencia de lo que le está ocurriendo” además de serle aplicadas “técnicas de sensibilización
sistemática”, exponiéndoles a la misma situación sufrida e “hipotéticamente presentarle situaciones
cada vez más graduales para que pueda ir aceptándolas”.
En lo que corresponde a las consecuencias psicológicas, por el desplazamiento forzado la literatura
científica, ha concluido que son numerosos los efectos en materia al deterioro de la salud mental
que se generan en personas, que han sido obligados por la fuerza de salir de su tierra u lugar de
orígenes. Los efectos más comunes son; trastornos de ansiedad, trastorno de estrés agudo, crisis de
pánico, estrés postraumático, depresión, trastorno adaptativo (ansiedad-depresión) entre
otros. Alguno autores como Busse y O’Mahony, (2001) señalaron que entre 1920 y 1989 se produjeron
255 artículos relacionados con diversos aspectos relacionados con la salud y el impacto emocional
en los desplazados por la violencia. Entre 1990 y 1998 hubo un incremento significativo de la
literatura científica alrededor de este tema, en comparación a los 69 años anteriores. En este
periodo se identifican 247 estudios. Como se aprecia hay un progresivo interés e importancia acerca
del impacto de las movilizaciones forzadas y la atención psicosocial en quienes deben abandonar sus
terrenos, ciudades o países.
De esta manera hoy se conoce que las alteraciones emocionales producto de los desplazamientos,
no desaparecen fácilmente ya que pueden mantenerse por tiempo variable y prolongado. Al
respecto hay informes que refieren como la permanencia de manifestaciones ansiosas y de otros
síntomas de carácter mental y comportamental, de estrés postraumático por ejemplo, pueden
alcanzar una duración entre 3, 10 y hasta de 50 años Goenjian et al, (2000)
El fenómeno de la expulsión de personas de su tierras, como otros sucesos en la vida traen cambios,
no solo en el ambiente físico y geográfico, sino en los esfuerzos que hace el individuo para adaptarse
psicológicamente a estas nuevas condiciones. Aquí es necesario comprender las funciones
psicológicas como un sistema, compuesto por diversos elementos que se relacionan mediante
dinámicas particulares en donde participan los diversos componentes cognitivo, emocional,
conductual y fisiológico que se hallan activamente relacionados, procesando continuamente
información y realizando permanentes ajustes a las variaciones que encuentra en su medio para
adaptarse a ellos Slaikeu, (1995)
En estos términos el individuo está en constante proceso de cambio, a las demandas del
entorno. Cuando estos recursos de adaptación no son eficaces para producir los resultados esperados
es cuando se identifica una “crisis”, que refiere un estado temporal de desorganización, confusión
e incapacidad para afrontar el medio Slaikeu, (1995)
Muchas son las circunstancias que pueden originar estos estados, unas propias del crecimiento y
desarrollo (crisis de los tres años, crisis de la adolescencia, crisis de la edad madura, etc.), otras
determinadas por algunos acontecimientos vitales que adquieren gran significado para las personas,
(matrimonio, nacimiento de un hijo, fallecimiento de un ser querido, etc.), y finalmente aquellos
que por su aparición repentina y con un potencial o real riesgo para la integridad emocional o física
para el individuo, son las que pueden desembocar también en una crisis, como es el caso de los
desplazamientos. Slaikeu, (1995)
Señala Slaikeu (1995) que uno de los aspectos más evidentes de la crisis en los desplazados, es la
alteración emocional y el desequilibrio experimentado, acompañándose también por sentimientos
de cansancio, desamparo, inadecuación, confusión, ansiedad, dificultades en su funcionamiento
familiar y laboral así como muchos síntomas físicos. Otro efecto de esta desorganización es la
reducción de la capacidad para defenderse, quedando en condiciones de vulnerabilidad emocional
y física. De allí que se haya identificado incremento en la aparición de enfermedades producto, de
esta situación Sandin et al, (1995)
En estos términos un cambio inesperado y abrupto como es el desplazamiento forzado origina en los
individuos severas crisis por las intensas e innumerables experiencias que debe afrontar; cuyos
efectos y duración están condicionados por las circunstancias en que se presenten, la posibilidad de
disponer de mecanismos de afrontamiento personales y de acceder o contar con otros medios de
ayuda emocional, bien sea familiar, comunitaria o profesional. Slaikeu, (1995)
Se pueden identificar algunos de estos aspectos en los hallazgos del Equipo Médicos del Mundo [2000]
en las que una de los principales experiencias del estado emocional de un grupo de desplazados es
la de sentirse diferente a como era antes, y la presencia de frecuentes miedos
injustificados. Aparecen también, en el 65% de los encuestados, crisis de nervios, reacciones de
agresividad y crisis de llanto en cerca de la mitad de los adultos estudiados. Hay un cambio en el
estado de alerta general observándose en este sentido muchas alteraciones en el sueño como es
dormir intranquilo y despertase sobresaltado en el 69% de los adultos y en el 47% de los
jóvenes. Como intento de adaptación el 82% de ello buscan formas para olvidar lo
ocurrido. Importante es la perdida de la perspectiva al futuro que en el 70.4% de los adultos sienten
que no pueden esperar nada más adelante, y también producto de esta crisis, en una tercera parte
de ellos se identificó también una desmotivación por el trabajo.
El trabajo, adelantado por la Procuraduría General de la Nación (Álvarez et al, 1998) en una
comunidad reubicada, encuentra que los efectos nocivos del desplazamiento se aprecian más en el
grupo de los niños y jóvenes. Para concluir esto parten de la estimación del estado emocional
percibido por sus padres, quienes consideraron que cerca de un 39% de los casos presentan cambios
importantes en el comportamiento de sus hijos. Posteriormente mediante el análisis de las
evaluaciones psicológicas, realizadas en estos niños confirman estas apreciaciones e informan
además otros elementos importantes acerca del impacto de la condición de desplazamiento. Los
niños y jóvenes aparecen con una considerable diminución en su autoestima, incremento de la
agresividad, retraso en su desarrollo, inseguros, y temerosos. Como con marcadas dificultades en el
rendimiento académico. En los grupos de más edad observaron además una agudización en las
relaciones padres – hijos y una actitud más desafiante y rebelde hacia las figuras de autoridad
(Álvarez et al, 1998)
A demás de lo anterior, estos estudios sobre el desplazamiento forzado encontraron que 21 de los
29 síntomas que reportaron como positivos en más del 50% de la población entrevistada. Casi de la
totalidad de la población estudiada por desplazamiento, manifestaron quejas acerca de la presencia
de recuerdos desagradables de lo ocurrido, el 95.7%., hay también elevada frecuencia en las
dificultades asociadas con el sueño, particularmente la sensación de que el sueño no es reparador
para el 80.4%, aparecen también con una elevada frecuencia las quejas por nerviosismo y miedos
para el 77.2% y 73.9% respectivamente. El 69.6% de la muestra reporto haber consultado por
problemas de salud, y para el 53.1% los motivos de consulta fueron los dolores generalizados en todo
el cuerpo, y las demás quejas el 32.8% de ellas, que motivaron la consulta médica corresponden a
sintomatología más específica como son los problemas por hipertensión, de origen renal, digestivos,
problemas asociados a la diabetes, etc. y las demás manifestaciones sintomáticas comprendieron
las molestias y procedimientos de tipo ginecobstétrico. (Álvarez et al, 1998)
Hernando y Millán (2010) a través de un estudio sobre desplazamiento y sus efectos psicosociales,
encontraron que el 60% de los síntomas es de tipo ansioso, que predominan en el 73.9% por los
miedos y por aquellas de tipo depresivo. Los síntomas que son compatibles con el estrés agudo,
aparece el 32,6%, de los casos. Un grupo de expresiones sintomáticas que aparecen con una
frecuencia importante, son las de tipo psicótico, en donde el 42,4% de los entrevistados reportaron
sentir más del 60% de las preguntas que exploran este estado.
Cabe desatar que la familia BO, dado, al hecho de ser expulsado de su tierra de manera hostil,
obtienen la figura de desplazado, por consiguiente, todo lo anterior señalado por la literatura
científica sobre el efecto psicológico del desplazamiento forzado le son aplicado a esta familia y son
consecuentes a los hallazgo en el presente dictamen psicológico.
CONCLUSIONES
El perito psicólogo firmante del presente informe y teniendo encueta los puntos solicitados en el
cuestionario objeto del dictamen, ha redactado su contenido con imparcialidad y con arreglo a su
leal saber y entender, y a los principios de la Psicología. Con todos los respetos al Sr MB y su
familia, y al Juzgado xxxxxxxxx y a todas aquellas personas, entidades y demás, que hacen parte
de este proceso, son emitidas las siguientes conclusiones:
PRIMERA: La familia BO, debido al evento traumático ocurrido en el año 2009 y como consecuencia
del mismo, sufrieron lo que se conoce como trastorno de estrés agudo y en el caso particular del Sr
MB además del anterior trastorno, sufrió Crisis de pánico. Para el momento posterior del evento los
síntomas propios de estos trastornos se encontraban de manera aguda. En la actualidad mantiene
algunos síntomas, pero, no de forma significativa que deteriore por completo la salud mental de los
evaluados. Hay que aclarar, que posterior al suceso en mención la secuela traumática afectaba a
la familia en sus diferentes áreas, personal, laboral educativa (en caso de los hijos), familiar y
social. Dado al apoyo laboral y familiares, la familia BO ha podido superar paulatinamente tal
trauma, aun existiendo indicio de manera leve del trastorno de estrés agudo.
SEGUNDA: La etiología de dicha manifestaciones psicológicas (Trastornos mencionados) se ubica,
verosímilmente, en la influencia directa de un estresor traumático derivado del suceso ocurrido para
el año 2009 exclusivamente y no de otra causa, ya que no existen antecedente traumáticos de otra
índole en los evaluados, por ejemplo abusos físicos, psicológicos, sexuales, agresiones
intrafamiliares, accidentes, algún tipo de catástrofes. Que dieran lugar como consecuencia directa
de los trastornos de estrés agudo o la crisis de pánico en esta familia.
TERCERA: Los resultados obtenidos por la familia BO en la evaluación técnica realizada constituyen
elementos consistentes con una situación de trauma psicológico. La situación del evento estresor
para el año 2009, no solo los afectó de manera personal, sino, que esta afectación se extrapoló en
sus relaciones familiares, económicas, laborales, sociales y educativos en caso de los hijos.
CUARTO: El suscrito Psicólogo Forense pone en manifiesto las impresiones encontradas en este
dictamen psicológico y da a conocer la incidencia y repercusiones que tienen los hallazgos
enunciados en este informe, por lo tanto los interesados deben tomar las decisiones
correspondientes al caso.