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INFORME PERICIAL PSICOLÓGICO: VALORACIÓN DEL


DAÑO PSÍQUICO SOBRE UN PROCESO DE ACCIÓN
REPARACIÓN DIRECTA – JOSÉ CELEDÓN RIVERO –
COLOMBIA
02/07/2014

INFORME PERICIAL PSICOLÓGICO: VALORACIÓN DEL DAÑO PSÍQUICO SOBRE UN PROCESO DE


ACCIÓN REPARACIÓN DIRECTA.

PSYCHOLOGICAL EXPERT REPORT: PSYCHIC DAMAGE ASSESSMENT PROCESS ACTION ON A


DIRECT REPAIR. (MORAL DAMAGE AS LEGAL CONCEPT)

JOSÉ CELEDÓN RIVERO

AUXILIAR DE JUSTICIA CONSEJO SECCIONAL DE LA JUDICATURA CSJ-MONTERÍA (COLOMBIA)


Resumen

La solicitud por reparación del daño moral por parte de los abogados demandantes en los procesos
judiciales, constituye un desafío muy importante en los peritos psicólogos que a través del dictamen
pericial, auxilian a estos procesos y coadyuvan en la toma de decisión por parte de los jueces en
emitir fallos que puedan favorecer o descartar lesiones de índoles psicológicos en la posible víctima
y que a su vez contribuyen a la reparación directa por parte del demandado. En el presente artículo
se aborda un supuesto habitual en la práctica pericial, como es la valoración psicológica por daño
moral, en este caso de una familia que ha sido objeto a desplazamiento forzoso, siendo éste un tipo
de situación muy común en el país, ya que existen zonas de alto riesgo por el conflicto
armado. Asimismo, se realiza una introducción al concepto legal del daño moral y se facilita un
modelo de informe emitido al respecto, complementando los resultados con diverso apoyo
bibliográfico.
PALABRAS CLAVE: Daño moral, trastorno de estrés agudo, perito psicólogo, reparación directa,
dictamen pericial.
Abstract
Concern for moral reparation by the plaintiffs’ lawyers in court proceedings, constitutes a major
challenge in the expert psychologists through expert opinion, auxilian these processes and contribute
to decision making by judges to make rulings capable of favoring or eliminating psychological natures
injuries the potential victim and in turn contribute to the direct compensation by the defendant. In
the present article addresses a common course in expert practice, as is the psychological evaluation
for moral damages, in this case of a family that has been forced to shift, and this is a very common
type of situation in the country, and that there are high-risk areas by armed conflict. It also
introduces you to the legal concept of moral damage and provides a model report issued in this
respect, complementing the results with different bibliographic support.
KEY WORDS: Moral damage, acute stress disorder, forensic psychologists, direct compensation
expert.

Introducción: el concepto legal del Daño Moral


Aunque el daño moral es un concepto estrictamente jurídico (Celedón & Brunal, 2012), la valoración
de la misma constituye una materia a medio camino entre el mundo del derecho y el ámbito
científico ya que la repercusión de las anomalías o alteraciones psíquicas en la ejecución de hechos
traumáticos y en la responsabilidad por parte del demandado se encuentran recogida en nuestro
Código penal, civil, administrativo y demás, tratándose de una materia jurídica pero claramente
impregnada de un evidente carácter multidisciplinar.
Para la Real Academia Española, (2001) el concepto de “daño” supone la noción de un menoscabo
o detrimento sobrevenido respecto de una situación previa más favorable. Gobetti (2003) considera
que: “El daño moral es el padecimiento de índole espiritual que sufre una persona herida en sus
afecciones legítimas. Está en juego un interés jurídico de orden afectivo, es la incidencia del acto
ilícito en la psiquis del damnificado”. (p 2). Mientras que Mendoza (s, f) considera que el daño
moral lo constituye el dolor, la angustia, la aflicción física o espiritual, la humillación, y, en general,
los padecimientos que se han infligido a la víctima. De igual forma, la autora se pregunta lo
siguiente; ¿qué son en verdad esos dolores, angustias, aflicciones, humillaciones y padecimientos?
Según Mendoza estas consideraciones emocionales obedecen a las consecuencias del daño que lo
haya provocado. Por ejemplo, el dolor que experimenta la viuda por la muerte violenta de su
esposo, la humillación de quien ha sido públicamente injuriado o calumniado, el padecimiento de
quien debe soportar un daño estético visible, la tensión o violencia que experimenta quien ha sido
víctima de un ataque a su vida privada, son estados del espíritu de algún modo contingentes y
variables en cada caso y que cada uno siente y experimenta a su modo, posteriormente considera la
autora que los llamados “daños morales” son los infligidos a las creencias, los sentimientos, la
dignidad, la estima social, a la salud física o psíquica de quienes hayan sido víctimas de algún tipo
de suceso estresor fuerte.
De igual forma opina Carballal y et al (2003) cuando sostiene que el daño psíquico es aquel que
afecta a la víctima como consecuencia de haber experimentado una vivencia traumática que
necesariamente no tiene por qué acarrear consecuencias dolosas de carácter patrimonial o físicas
(a la salud), afectando en mayor o en menor medida al desempeño de las actividades de la vida
diaria –trabajo, relaciones sociales, ocio, relaciones familiares, etc.- que pueden verse afectadas
hasta el punto que el sujeto se vea en la obligación de abandonarlas debido a la incapacidad que
experimenta para llevarlas a cabo con éxito.

Ya en el ámbito forense, para Tkaczuk (2001), el daño psíquico es la consecuencia de un


acontecimiento que afecta la estructura vital y generalmente acarrea trastornos y efectos patógenos
en la organización psíquica. El daño psíquico no sólo es el resultante de un acontecimiento
inesperado y sorpresivo, sino también puede presentarse como el efecto de un proceso de erosión
lenta y persistente, que va lesionando la estructura física y psíquica que puede resultar hasta más
devastador.

Para los efectos de Ley, el “daño psíquico” está referido al deterioro de las funciones psíquicas,
derivado de la ocurrencia de un evento externo sobre el cual puede reclamarse jurídicamente una
responsabilidad que origina la obligación de reparar el daño causado[3]y cuya búsqueda en lo forense
va orientada a ayudar en la determinación de las acciones de restauración que determine la
autoridad. En estos casos, a la valoración del estado actual de la víctima y la necesaria comparación
con el “estado anterior” Castellano y Gisbert (2005). La pericia estaría centrada en determinar si
la persona presenta sintomatología psíquica significativa derivada del delito del que fue víctima y
establecer el pronóstico, el tratamiento recomendado y su duración, para que la autoridad propenda
por su reparación.

El daño psíquico debe diferenciarse del daño moral subjetivo, también llamado dolor psicológico,
que se presenta como respuesta a la agresión sufrida con los hechos y se asimila al duelo normal; “…
muchas veces nada psíquico ha sido alterado o – digamos – afectado por el hecho que fue causa del
daño; pero puede haber un detrimento que enraíza en otros aspectos extrapatrimoniales entre ellos
considero, se encuentra el dolor… El daño moral es la impronta que deja el hecho traumático…
”Covelli y Rofrano (2008) Mientras que el daño moral subjetivo es equivalente a la consecuencia
esperada por cualquier pérdida, en la psiquis de la víctima de un delito. La estimación del daño
moral subjetivo no es una pericia psiquiátrica o psicológica forense, sino que compete al juez[4]. El
daño psíquico se evaluará en las categorías de magnitud, severidad de la afrenta y permanencia en
el tiempo, pronóstico, tratamiento recomendable y su duración, para que la autoridad propenda por
su reparación.

Todo lo anterior demuestra para que exista el “daño psíquico”, debe existir como primera instancia
la situación específica que genere tal padecimiento, en este caso el estresor o el agente estresante,
como segundo la respuesta psicológica, emocional y conductual frente a este evento estresor y
tercero las consecuencias patológicas, que se han de derivar de esta situación, teniendo en cuenta
que debe existir la proporcionalidad entre evento estresor y la respuesta psicológica, es decir, entre
mayor sea el agente estresante, mayor respuesta psicológica y posterior consecuencia o
trauma. Aunque muchas veces no se debe sostener al “efecto de halo”, dar por hecho tal situación,
ya que algunas veces esta respuesta obedecen a la subjetividad de la víctima. Esta relación entre
evento estresor y consecuencia psicológica, es lo que va a tener en cuenta el legislador al momento
de emitir su fallo en la reparación del daño psíquico o la existencia objetiva de este “daño” y otras
de índoles jurídicas por parte del demandado, tal aspecto le concierne demostrar la existencia entre
estas dos circunstancias específicas, al perito psicólogo en su experticia, ya que de ante mano hay
que señalar en una peritación esta relación, en caso contrario darlo a conocer para poder ayudar a
despejar la duda razonable.

Por otra parte el Código Penal Colombiano (Ley 599 de 2000), consagra en su artículo 94 “La conducta
punible origina obligación de reparar los daños materiales y morales causados con ocasión de
aquella”. Adicionalmente, en los Códigos de Procedimiento Penal vigentes (Ley 600 de 2000 y Ley
906 de 2004)[5][6], se establece el deber de las autoridades judiciales de adoptar las medidas
necesarias para que cesen los efectos producidos por el delito y las cosas vuelvan al estado anterior,
si ello fuere posible, de modo que se restablezcan los derechos quebrantados, independientemente
de la responsabilidad penal.
Así, en el marco de la Ley 600 de 2000 (C.P.P.)[7], el artículo 42 contempla lo relativo a la
“indemnización integral” y extinción de la acción penal, en los delitos que admiten desistimiento[8],
y los artículos 45 a 55, establecen lo concerniente a la acción civil derivada de la conducta
punible. Al respecto dice el artículo 45:

“La acción civil individual o popular para el resarcimiento de los daños y perjuicios individuales y
colectivos causados por la conducta punible, podrá ejercerse ante la jurisdicción civil o dentro del
proceso penal, a elección de las personas naturales o jurídicas perjudicadas, por los herederos o
sucesores de aquellas, por el Ministerio Público o por el actor popular cuando se trate de lesión
directa a bienes jurídicos colectivos…”. Adicionalmente, el artículo 46 señala: “Están
solidariamente obligados a reparar el daño y a resarcir los perjuicios causados por la conducta
punible las personas que resulten responsables penalmente y quienes, de acuerdo con la ley
sustancial, deban reparar el daño”.

En cuanto a la Ley 906 de 2004 (C.P.P. Sistema Penal Oral Acusatorio)[9], una de sus características
esenciales y propias es el derecho de las víctimas a acceder a la justicia, dentro del cual se inscribe,
entre otros contemplados en el artículo 11, el derecho “A una pronta e integral reparación de los
daños sufridos, a cargo del autor o partícipe del injusto o de los terceros llamados a
responder…[10]”. En su Título IV “Partes e intervinientes”, Capítulo IV (arts.13230 a 13731), se
contempla lo concerniente a las víctimas y su atención, protección, comunicación, información e
intervención en la actuación penal. Según el artículo:
“Se entiende por víctimas, para los efectos de este código, las personas naturales o jurídicas y
demás sujetos de derechos que individual o colectivamente hayan sufrido algún daño como
consecuencia del injusto. La condición de víctima se tiene con independencia de que se identifique,
aprehenda, enjuicie o condene al autor del injusto e independientemente de la existencia de una
relación familiar con este”. En el artículo 521, se establecen los mecanismos de justicia
restaurativa, a saber:

– La conciliación preprocesal (cuando se trata de delitos querellables según lo establecido en el


artículo 522).

– La conciliación en el incidente de reparación integral (estando en firme la sentencia


condenatoria[11] y según lo establecido en los artículos 102 a 10834 ,,, [12][13][14]sobre el ejercicio del
incidente de reparación integral).

– La mediación (según lo establecido al respecto en los artículos 523 a 527).

Como se ha visto, el derecho de reparación tiene una dimensión individual y otra colectiva. Sobre la
primera, que es el asunto materia de esta guía, ha explicado la Corte Constitucional “Desde su
dimensión individual abarca todos los daños y perjuicios sufridos por la víctima, y comprende la
adopción de medidas individuales relativas al derecho de (i) restitución, (ii) indemnización, (iii)
rehabilitación, (iv) satisfacción y (v) garantía de no repetición”[15]. También ha dicho la Corte “La
integralidad de la reparación comporta la adopción de todas las medidas necesarias tendientes a
hacer desaparecer los efectos de las violaciones cometidas, y a devolver a la víctima al estado en
que se encontraba antes de la violación”[16]

Resumen del caso.

El Sr MB y su familia, se encontraban viviendo una zona rural del departamento de Córdoba; el Sr


MB se dedica al cuidado de la finca y todo lo relacionado al oficio del campo. La Finca que el Sr MB
administra actualmente pertenecía al Sr PM el cual hipotecó su finca a un tercero (El Sr AP). Por
cuestiones económicas y demás atrasos en los pagos de la hipoteca, el Sr PM perdió legalmente sus
derechos y jurídicamente le hacen entrega los predios al Sr AP; con todas las implicaciones de
Ley. El nuevo propietario de la finca el Sr AP deja a su cuidado la propiedad al Sr MB el cual junto
con su familia realizan los oficios que son concernientes a la actividad campesina. El anterior
propietario de la Finca tenía a una Sra (RE) y otros como administrador de ese predio. Al ocupar la
nueva propiedad el Sr AP coloca como capataz al Sr MB y despide a los antiguos administradores
cancelando todo los requerimientos laborales exigidos por la Ley en estos casos. Al pasar de un
tiempo el Sr MB y su familia reciben amenazas de muerte e intimidatoria por parte de la Sra RE y
otros con el fin de hacerlos desterrar de la Finca.

El Sr MB pone en conocimiento del caso ante la Fiscalía Regional, algunos de los funcionarios de
esta entidad previo estudio del caso deciden omitir la investigación, aludiendo que no existía delito
alguno y desisten del mismo. Con el tiempo tanto el Sr MB y su familia huyen sin paradero alguno,
al pasar un tiempo se aclara de donde vienen las amenazas y decide abrir un proceso administrativo
en contra de la Fiscalía regional. El Sr MB le otorga el poder legal a su abogado (JC) para que
adelante el proceso legal en contra de la Fiscalía regional, por consiguiente, el abogado estudie el
caso y con los elementos probatorios y testigos empieza la demanda administrativa a esta entidad y
al estado. De igual forma, en su escrito de la demanda solicita la valoración psicológica a esta
familia con el fin de que se le otorgue reparación al daño moral y posteriormente el respectivo
proceso penal a la Sra RE y sus colaboradores.

DICTAMEN PSICÓLOGICO FORENSE


_________________________________________________________________________
IDENTIFICACIÓN DEL EVALUADO:
Nombre: MB y otros
Lugar de Nacimiento: San Pedro de Urabá
Edad: 39 años
Sexo: Masculino
Dirección: xxxxxxxxxxxxxxxx
Tel: xxxxxxxxxxxxxxxx
Grado de Estudio: primaria completa.
Oficio: Administrador de finca.
________________________________________________________________________

Expediente Radicado xxxxxxxxxxxxxxx


JUZGADO xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx
Ref. Proceso Acción Reparación Directa.
Demandante: MB y otros.
Demandado: NF

_________________________________________________________________________
Fecha y hora de la(s) Entrevista(s) y Examen realizados: xxxxxxxx ( Horas xxxxx). Entrevista
Semiestructurada y Pruebas Psicológicas complementarias.

Solicitud: JC (Abogado demandante)


Complementos y Anexos:
 Constancia de diligenciamiento del consentimiento informado[17]. En el caso de los niños, la
autorización por parte de sus representantes legales.
 Constancias de los instrumentos psicológicos utilizados en la peritación. Cada uno de estos
instrumentos se encuentra la respectiva firma de los evaluados.

Estructura del Dictamen Psicológico:

El presente dictamen psicológico; está en base al Protocolo[18] Evaluación Básica en Psiquiatría y


Psicología Forenses (Código: DG-M-PROT-01-V01, Versión 01, Diciembre de 2009) del Instituto
Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses.
Las consideraciones metodológicas, contenidos y forma del presente dictamen psicológicos, son
consistente a la Guía para la Realización de Pericias Psiquiátricas o Psicológicas Forenses sobre Daño
Psíquico, con fines de Indemnización, Conciliación o Reparación [Versión[19] 01, Código: DG-M-GUÍA-
16-V01, Fecha de Vigencia 2011/05/06 del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias
Forenses][20].
1. 1. PARTE EXPOSITIVA

1.1 Motivo de la peritación:


El presente dictamen psicológico busca dar respuesta al cuestionario con los puntos específicos
señalados por la demanda y que son objeto de la peritación (Folio 7 del expediente). (Art, 236.
Código de Procedimiento Civil).
Según (xxxxxxxxx). Se me informa que el xxxxxxxxxxxxxxx me designa como perito psicólogo, para
que rinda dictamen tendiente “…a determinar los daños sicológicos y de cualquier índole conocida
que soporten los demandantes y sus hijos, y que tenga como causa los hechos narrados en la presente
acción…” [Folio xx: RAD xxxxxxx]
El suscrito psicólogo forense decide tomar en consideración dicha petición en el estudio del
caso. Posterior a la revisión del Expediente Rad xxxxxx, y posesión del cargo como perito psicólogo
(Fechaxxxxxx). Se toma nota de lo siguiente: a) se tiene como objeto del dictamen lo solicitado en
(folio xx); b) Se acata lo estipulado en (Auto fecha xxxx).
1.2 METODOLOGÍA Y TÉCNICAS
Para el desarrollo del siguiente informe psicológico se realizaron las siguientes entrevistas y pruebas
psicodiagnosticas complementarias.
ENTREVISTAS Y OBSERVACIONES:

– Entrevista semiestructurada[21]. Al señor MB y familia.


PRUEBAS PSICODIAGNOSTICAS:

Se evaluaron tanto al señor MB como a su esposa e hijos.

Al Señor MB se aplicaron las siguientes pruebas psicológicas:

– Inventario Clínico Multiaxial de Millon- Tercera Versión MCMI-III. 1 Sesión de 25


minutos. (Theodore Millon, 2006) El MCMI-III reúne los últimos avances teóricos, empíricos y
profesionales para conformar un instrumento muy útil en la toma de decisiones con los trastornos
comportamentales o síndromes clínicos. El inventario se apoya en un nuevo marco teórico: la teoría
evolutiva. Con la finalidad de optimizar la correspondencia con el DSM IV se han sustituido 95
elementos y se han añadido dos nuevas escalas: un patrón de personalidad clínico (Depresivo) y un
nuevo síndrome (Estrés postraumático). Evaluación de 4 escalas de control, 11 patrones clínicos de
personalidad, 3 rasgos patológicos, 7 síndromes de gravedad moderada y 3 síndromes de gravedad
severa. El usuario puede obtenerlos in situ en el caso de pacientes ambulatorios de centros de salud
mental, hospital general o clínica privada para informe pericial. Dispone de puntos de corte en las
escalas para tomar decisiones ante trastornos comportamentales o síndromes clínicos. Su corrección
se realiza con un disco de corrección/perfil.

-El Cuestionario para Experiencias Traumáticas (TQ). 1 Sesión de 15 minutos (Davidson JRT y
cols, 1990). Un instrumento sencillo y fácil de manejar para el cribado de pacientes con trastorno
por estrés postraumático. Consta de tres partes claramente diferenciadas: 1) Listado de
experiencias traumáticas; 2) Acontecimiento traumático que más preocupa en el momento actual;
3) – Listado de síntomas: 18 ítems que exploran los criterios B–D del DSM-IV.

A la Señora DJ (esposa del evaluado principal) se le aplicaron las siguientes pruebas psicológicas:

-Entrevista Clínica Estructurada para los Trastornos del eje I del DSM-IV. SCID-I. 1 Sesión de
15 minutos 18/01/2011. (M.B. First; M Gibbon; R.L. Spitzer; J.B.W. Williams; L. Smith
Benjamin). Evalúa los Trastornos del EJE I (Trastornos Clínicos) del DSM-IV.

-El Cuestionario para Experiencias Traumáticas (TQ).

A los hijos JBO (Hijo mayor), ABO (Hijo) y APBO (Hija menor) se les aplicaron las siguientes
pruebas psicológicas:
– Escala de Ansiedad Infantil de Spence, o SCAS. (Spence, 1997) Esta escala es una medida de
autoinforme, que evalúa los seis trastornos de ansiedad infanto-juvenil más frecuentes: trastorno
de pánico y agorafobia, trastorno de ansiedad por separación, fobia social, miedo al daño físico
como representante de las fobias específicas, trastorno obsesivo compulsivo y trastorno de ansiedad
generalizada. Para su creación, la autora se basó en los síntomas de los trastornos de ansiedad más
comunes en la infancia y adolescencia de acuerdo a las categorías diagnósticas del DSM-IV. Las
propiedades psicométricas de la prueba con una alta consistencia interna (alpha de Cronbach = 0,92-
0,94) y una validez convergente adecuada con otra medida de ansiedad (r=0,41), tanto en
poblaciones de escolares, como en poblaciones clínicas.
-Inventario de Depresión Infantil (Kovacs (1977). CDI es uno de los Test más usados para la
evaluación de la Depresión infantil en niños y adolescentes de 7 a 17 años. Esta escala se creó a
partir del Beck Depression Inventory (Beck, 1967). El CDI consta de 27 ítems que miden
sintomatología depresiva. Entre los síntomas que recoge incluye: el estado de ánimo deprimido,
problemas interpersonales, sentimientos de incapacidad, anhedonia y autoestima baja o
negativa. El test es de ágil aplicación, útil como instrumento diagnóstico para la depresión infantil.
1.3 Consideraciones Forenses[22]:
Tomado del acápite “Hechos” (Rad. xxxxxx). El abogado demandante (JC), expone lo siguiente en
el escrito de la Demanda:
…[Folio 4; acápite 7]: Mis poderdantes, a raíz de los hechos, tuvieron que desplazarse de su sitio
habitual de trabajo, residencia y lugar de estudios, que lo era el corregimiento “xxxxxxxx”
municipio de xxxxxxxxx y tuvieron que refugiarse en la vereda “xxxxxx” perteneciente a xxxxxx –
departamento xxxxx y los niños se enviaron a sus abuelos en el caserío “xxxxxxx” perteneciente a
xxxxxxxxx, hechos que generaron problemas de índole psicológicos, de inestabilidad, separación
forzosa de la familia, los niños no pudieron proseguir con sus estudios, la familia tuvo que huir…
…[Folio xx; acápite x]: Mis mandantes y sus hijos están padeciendo las siguientes consecuencias:

Los padres y los hijos


– Desintegración familiar, a los hijos se les privó del gozar del afecto de sus padres a los
padres se les privó de brindar atención y afecto de sus hijos.
– Elaboración del duelo por la pérdida de unión familiar, por la pérdida del hogar, de sus
enseres y el cambio brusco de un estilo de vida adquirido desde que se conformó la familia.
– Dolor y tristeza sufrida por el desplazamiento injusto y el daño a sus enseres.
– Rabia e impotencia contra la figura de autoridad por la falta de respeto a los derechos de
los niños.

1.4 Antecedentes Clínicos Familiares y Personales[23]


El señor MB nace en una familia compuesta por el padre el Sr LB (72 años de edad) y la madre la
Sra MT (Fallecida). Refiere el evaluado que las relaciones con sus padres han sido excelentes, a
pesar de que sus padres fueron toda la vida campesinos y trabajadores de la tierra, lo formaron
como un hombre de bien, bajo los principios y valores de la honestidad, respecto, responsabilidad,
especialmente el trabajo duro, el amor hacia la tierra y el campo. No refiere el evaluado trauma
significativo por parte de su antecedentes familiares, especialmente que le hallan ocasionado
heridas emocionales; manifiesta el evaluado, que sus padres mantenía una relación estable, sin
violencia intrafamiliar. La muerte por parte de su madre, fue una situación la cual le generó
angustia y tristeza, como a él y a sus hermanos y al padre, esta situación fue superada dentro del
tiempo o ciclo que se elabora un duelo. Manifiesta el Señor MB que del matrimonio BT, tuvieron 11
hermanos, el padre del evaluado había tenido un matrimonio anterior, el cual tuvo seis hijos de esa
relación. Manifiesta el Sr MB, que siempre ha tenido excelente relación con sus 17 hermanos,
mantienen comunicación con estos y que la mayoría están dedicados a la actividad del agro-
campesino.
Refiere el evaluado que ha trabajado toda su vida en el campo, fue lo que le aprendió a sus
padres. Ha trabajado en diferentes veredas y corregimientos y nunca ha tenido problemas con
compañeros, lindero u vecinos. Comenta el Sr M B, que a pesar de haber estado en regiones en
donde el orden público ha sido “grave” según el evaluado, no es un secreto que en muchas regiones
del país, incluyendo Córdoba, Urabá, Sucre y Antioquía, han tenido la presencia e influencia de
grupos al margen de la Ley (Guerrillas, Paramilitares y Bacrines) que estos de alguna manera han
ejercido dominio, ya sean de forma ideológica, política y de hostilidad en estas zonas. A pesar de
todo esto, el Sr M B ha sido una persona alejada de estos conflictos armados, ya que él considera
que lo más importante es velar por la tranquilidad y seguridad de sus familias. Refiere el Sr M B, es
neutral a toda esta lucha de poder militar, no es partidario de la violencia, y no entiende las razones
por las cuales fue “Lanzado de la finca” por las personas que hace mención en su demanda.
Comenta el Sr MB y su familia; que debido al evento que ocurrió el día 8 de noviembre del año 2009
en el predio ubicado a la entrada del corregimiento “xxxxxxxx” Kilometro xxxxx vía que xxxxxx
conduce a xxxxxxx, en donde (Rad xxxxx) la mencionada en la demanda y un grupo de personas
“armadas”, en conducta agresiva y hostil, utilizando la “amenaza como medio de persuasión” y
obligándolo a salir a él, a su esposa e hijos de la finca xxxxxx, refiere el evaluado que dentro de
esas “amenazas” le manifestaban que sí no abandonaban el predio, ponía en peligro la vida de él y
de sus familias, ya que “algo” podría ocurrirles, ya que le lanzaban expresiones como: “…soy de la
personas que mato y como del muerto…” según el evaluado, esto se lo dijeron para el fecha
xxxx. Desde ese entonces, según el evaluado se llenó de miedo, comenta el evaluado que vivía en
una constante zozobra, desconfiaba de todo el mundo que se acercaba a la finca, temía que en
cualquier momento atentaran contra él o contra algún miembro de su familia. Refiere el evaluado,
que se sentía impotente, ya que su vivienda era insegura, temía por todo, se levantaba en las
madrugadas para ver se venía alguien a tacarlos, manifiesta el evaluado, que no dormía pensando
que le podían hacer a él y a su familia. Refiere el evaluado, que las personas las cuales menciona
en su demanda venían en moto y fuertemente armado.
Comenta el evaluado, que para el xxxxx de noviembre de ese año, varias personas lo sacan a él y a
su familia de la vivienda de forma violenta, dañando sus enseres domésticos. El Sr M B, expresa que
esto le dolió en el alma, ya que para un campesino, que su salario no llega al mínimo, es un esfuerzo
enorme comprar sus “cositas”, y al ver todo lo que había logrado adquirir destrozado, en la vía
pública “le rompía el alma”, especialmente su televisor, que era el entretenimiento de sus
hijos. Manifiesta el evaluado que sin saber para dónde coger, sin vivienda o techo para su familia,
decide marcharse hasta la casa del su “patrón” el Sr xxxxxxx. Tres días después, consiguen una
vivienda con el fin de que sus hijos terminaran con su calendario escolar, ya que por todo lo ocurrido,
estos estaban viéndose afectado en su colegio, esto era en la región de xxxxxxxx. El Sr M B, expresa
que el problema no había terminado ahí, si no que continúo el hostigamiento por parte de estas
personas hacia él y su familia. Según el evaluado, las personas que lo acosaban a él y a su familia,
instigada por la Sra (ver Rad: xxxxx) eran “malandros”, ya que según el Sr M B, el comportamiento
era “atropellante” “…consumían vicios…tenían armas corta y de largo alcance.
Actualmente considera el evaluado, que persiste ese miedo, la finca es insegura, trabaja por la
necesidad, agradece al “patrón” por confiar en él y le permite seguir laborando en la finca después
de lo sucedido. Manifiesta el evaluado que todo lo que perdieron, fue en esa finca, y que ha sido
difícil lograr conseguir sus “cositas”. Considera el Sr M B, que su hogar se transformó y actualmente
están empezando desde “cero”. A partir de esa situación, las cosas cambiaron, ya que vivir con
temor; le genera sentimiento de inseguridad, desconfianza, angustia, exacerbaciones emocionales,
inquietud, poca concentración y bajo rendimiento en sus actividades cotidianas. De igual forma,
inestabilidad en la escuela de sus hijos. Según refiere el Joven JBO [Hijo mayor dela familia] “…para
esa época, tenía miedo ir al colegio, bajé en rendimiento de las clases (…) sentíamos miedo, mis
hermanos y yo, de que algo malo le fuera a pasar a mi papá, incluso si llegaría a pasarle algo,
jurábamos vengarnos (…) sentíamos rabia hacia ellos, no dormíamos pensando que le fuera a pasar
a su papá o a su mamá y a sus hermanitos…”
Según el Sr M B, considera que ha sido “injusto” lo que la ha pasado, ya que él no le ha hecho un
mal a nadie, que ha perdido la confianza en la justicia de su país, ya que cuando fue a poner su
denuncia, le comunican, que en lo de él “no existía delito alguno” Según el evaluado, “tenía que
haber muerto”, para que le pudieran “parar bolas”, el Sr MB indica, que solo quiere que se le haga
justicia, ya que para él la fiscalía les “cerró las puertas” y lo dejó solo, generándole unas serie de
sentimientos de incertidumbre y del vulnerabilidad, se consideró para la época en que ocurrieron
los hechos, un desplazado el cual se le violaron sus derechos a la protección civil, inclusive según el
evaluado en su derecho de ser escuchado frente a una denuncia “grave” de peligro en contra su vida
y de su familia, lo único que el Sr M B, esperaba según su apreciación, era que la fiscalía adelantara
una investigación al respecto a su denuncia penal.
Actualmente el Sr MB, reside en la finca del corregimiento de xxxxxxx con su esposa y sus cuatro
hijos. Manifiesta el evaluado que la relación con su esposa la Sra DJ y sus hijos, están dentro del
amor y la compresión, que a pesar de ser un campesino, quiere la mejor educación en valores para
sus hijos, él quiere que su hijo tenga lo que él nunca tuvo “educación profesional”. Dialoga con sus
hijos, sobre sus futuros, nunca los ha maltratado de física o de otra índole, según el evaluado los
corrige como cualquier padre corrige a sus hijos.
Refiere el evaluado no haber experienciado algún tipo de evento traumático en su niñez,
adolescencias u otra etapa de su vida. Cursó hasta el quinto año de primaria, sin antecedentes
conflictivo con sus compañeros u profesores. Dejó sus estudios, para dedicarse al trabajo del
campo. Sin referencias de antecedentes psicológicos u psiquiátricos, por parte de sus familiares
maternos u paternos. Comenta el Sr M B, que en su vida afectiva ha tenido una sola mujer su
esposa. Refiere no haber tenido problemas a nivel laboral, ya sea con sus patronos u compañeros
de jornales, se considera una persona equilibrada, consume esporádicamente alcohol, sin que esto
le genere deterioro en su vida familiar o social. Refiere no haber tenido problemas con la justicia o
cosas ilegales. El evaluado se percibe a sí mismo como víctima de la justicia y de personas
peligrosas, denotando sentimientos de indefensión y desabrigo social.
A nivel cognitivo, se indagó sobre la memoria a corto plazo y largo plazo del evaluado el Sr M B, se
encontró que se encuentra de manera adecuada. El evaluado evoca recuerdos episódicos y actuales,
por ejemplo en la entrevista se detallan estos aspectos. Para evidenciar esta situación, se detallan
aspectos relevantes de la entrevista. El evaluado evocó recuerdos del día anterior de la entrevista,
detallando contexto, lugar, modo y tiempo. De igual forma, el evaluado evocó recuerdo episódico
del evento que se hace mención en la demanda [Rad xxxxxx] detallando circunstancia, modo, lugar,
personajes y tiempo. A nivel afectivo, señaló relaciones afectivas con su familia, resonancia al
momento de evocar situaciones de vulnerabilidad expresada en su demanda. A nivel social, el
evaluado mantiene relaciones sociales con sus grupos de amigos, linderos, patrón, aunque se ha
distanciado en las actividades recreativas, de ocio y demás.
1. 2. PARTE REFLEXIVA

2.1. Exploración Psicopatológica del Evaluado.


El señor MB, como ya se ha anticipado es un señor de 39 años; edad aparente acorde a la edad
cronológica, con una presentación adecuada y de aspecto atlético. Se percibe el peso, talla y
estatura propia para su edad. Conoce su nombre y la razón por la cual está siendo
evaluado. Durante el análisis del estado mental el evaluado, se observa un buen ajuste a la realidad,
con una adecuada percepción y control de sí mismo. Se muestra lúcido, coherente en su
discurso. Orientado en persona, tiempo y espacio. No evidencia desorden conductual, buen
funcionamiento de la motricidad gruesa y fina. Lenguaje fluido, bien articulado, con un buen uso
gramatical y facilidad para el discurso, con resonancia emocional a la hora de abordar el tema objeto
de su demanda. Según impresión clínica, presenta una capacidad intelectual dentro del promedio
a su grupo de edad y nivel educativo (Desarrollada más la inteligencia cristalizada que la fluida). Es
decir, es capaz de aprender por experiencia y se adapta a diferentes contextos y actividades
laborales, que no requieran tecnicismos gruesos. Capacidad de analizar, argumentar y proponer
soluciones de problemas cotidianos.
No refiere alteraciones sensoperceptivas ni sensomotoras durante el proceso evaluativo, mostrando
en todo momento un apropiado nivel de conciencia, siendo constante y colaborador durante la
evaluación realizada, estableciéndose un correcto rapport con el evaluador desde el comienzo.
Cognitivamente normal, sin apreciarse alteraciones en el curso, forma o contenido del
pensamiento. Memoria remota e inmediata conservada.
2.2 Resultados de las Pruebas Psicométricas[24]

2. 2. 1 Resultados de las pruebas aplicadas al Sr MB

 Inventario Clínico Multiaxial de Millon- Tercera Versión MCMI-III.

Tabla 4. Puntuación de Corte y Promedio Estadístico MCMI-III.

Punto de corte 75 a 85. Promedio 60 – 74


Puntuación igual 75 o hasta 84 en los trastornos del Eje II (Personalidad). Puede
considerarse como un indicio de la presencia de rasgo de personalidades clínicamente
significativas. Punto de 85 o más se le denomina trastornos de la personalidad.
En el Eje I (Escalas de Síndromes Clínicos) una puntuación de 75 o hasta 84 indica la
presencia de un síndrome y una puntuación de 85 o más indica su prominencia.
Validez: 0: Protocolo válido

X: Sinceridad; si el paciente se inclina a ser franco y sincero o por el contrario reticente y reservado:
“X” entre 34 y 175, continuar con la calificación. “X” Inferior 34 o superior 175 Detener la
calificación.

Y: Deseabilidad Social; identifica el grado con que los resultados pueden encontrarse afectados por
la inclinación de los pacientes a mostrarse socialmente atractivos, moralmente virtuosos o
emocionalmente ajustados. >75 Tendencia del sujeto a presentarse de forma favorable o con
personalidad atrayente. Mientras más alto Sujeto trata de disimular sus aspectos psicológicos o
dificultades personales.

Z: Autodescalificación; (Alteración); >75 Inclinaciones a despreciarse o desvalorizarse intentando


mostrar más trastornos emocionales y dificultades personales. Mientras más alto un examen más
cuidadoso, “petición de ayuda o llamada de atención”. Es decir, aquellas personas que tratan de
mostrar más trastornos emocionales y dificultades personales de las que pudieran tener
objetivamente.
Perfil psicológico del Evaluado MCMI-III
Grafica 1. Grado de Validez de la Prueba
Fuente: M B
Protocolo válido, en el que el sujeto respondió a la prueba correctamente (validez 0). Sinceridad
(X = 61); el evaluado se inclina a ser franco y sincero frente a sus síntomas, se continua con la
calificación. Deseabilidad social (Y = 80); el evaluado se demuestra tal como es, no trata de simular
algún tipo de malestar para recibir beneficio externo (económico, sociales, legales u
otro). Alteración (Z = 70); el evaluado solicita psicológicamente, petición de ayuda o llamada de
atención.
Grafica 2. Trastornos de la Personalidad
Fuente: M B
La grafica 2 representa los patrones de personalidad anómala. En el caso del evaluado, las
puntuaciones directas no cumplen para considerarlo que posea algún tipo de trastorno de la
personalidad de la manera significativa. Solo se tiene rasgos característicos de personalidad
evitativo y personalidad tipo masoquista, sí que ello dé lugar a dificultades en conducirse a sus
relaciones afectivas, laborales y sociales. Se puede considerar al evaluado que experimenta pocos
refuerzos positivos de sí mismos y de los demás. Permanece alerta y siempre en guardia, preparado
para distanciarse de la anticipación ansiosa de las experiencias dolorosas o negativamente
reforzantes de la vida. Su estrategia adaptativa refleja su miedo y desconfianza hacia los
demás. Mantiene un control constante de sus impulsos y sus anhelos de afecto, para prevenir la
repetición del dolor y la angustia que han experimentado con otras personas. Sólo puede protegerse
a sí mismo mediante una retirada activa. A pesar de sus deseos de relacionarse, ha aprendido que
es mejor negar estos sentimientos y mantener bastante distancia interpersonal. La forma de
relacionarse el evaluado con otros es de forma servil y autosacrificada, permite y, quizá incluso,
alienta a los demás a explotarles o aprovecharse de él. Actúa típicamente de un modo modesto y
humilde. A menudo intensifica su déficits y se coloca en una posición inferior o despreciable.
Grafica 3. Patología de Personalidad Severa
Fuente: M B
La anterior grafica representa la patología de personalidad severa. En lo que corresponde a al
evaluado no posee dicha categoría. Es decir, no cumple para una patología severa de la
personalidad; esquizotipico, límite o paranoide.
Grafica 4. Síndromes Clínicos
Fuente: M B
En la gráfica 4, están consignados los trastornos clínicos que son arrojados por la prueba. Una
puntuación de 75 o hasta 84 indica la presencia de un síndrome y una puntuación de 85 o más indica
su prominencia. En lo que concierne al Sr MB y según sus puntuaciones se puede considerar que
cumple con la presencia del síndrome de ansiedad (puntaje de base 100) y características clínicas
del síndrome de Estrés Pos- trauma. Lo cual indica que en el evaluado posee sentimientos aprensivos
o específicamente fóbicos. El evaluado se encuentra en un alto grado de tensión, indecisión e
inquieto y atiende a quejarse de una variedad de malestares físicos, como tensión, excesiva
sudoración, dolores musculares indefinidos, nauseas. El evaluado muestra estado generalizado de
tensión manifestado por una incapacidad de relajación, movimientos nerviosos y rapidez para
reaccionar y sorprenderse fácilmente. Se muestra notablemente excitado y tiene un sentido
aprensivo de la inminencia de problemas, una hipersensibilidad a cualquier ambiente, inquietud y
susceptibilidad generalizada. Todas estas dificultades psicológicas la expresa el evaluado a través
de canales somáticos, períodos persistentes de agotamiento y abatimiento preocupación por la
pérdida de la salud y una variedad dramática de dolores en regiones diferentes. Normalmente las
quejas somáticas pretenden llamar la atención. En lo concerniente al estrés pos- trauma, evidencia
que el evaluado ha experimentado un suceso que implicaba una amenaza para su vida y reaccionaron
ante ello con miedo intenso o sentimiento de indefensión. Las persistentes imágenes y emociones
asociadas con el trauma llevan a recuerdos y pesadillas que reactivan los sentimientos generados
por el suceso original. Los síntomas de activación ansiosa (p ej., respuestas exageradas de sobresalto
e hipervigilancia) persisten, en este caso el Sr M B se esfuerza en evitar las circunstancias asociadas
con el trauma.
Grafica 5. Síndromes Clínicos Severos
Fuente: M B
La grafica 5 se muestra los síndromes[25] clínicos severos que son evaluados por la prueba. En el caso
del evaluado, no posee dicha categoría. Es decir, no cumple para una patología severa a nivel
clínico; Trastorno del pensamiento, depresivo mayor, delirante.
 El Cuestionario para Experiencias Traumáticas (TQ).

Tabla 1. Resultado de Riesgo para Experiencias Traumáticas (TQ).

SUMA TOTAL 14
Indicador de Riesgo. TQ + (X) TQ –
(TQ + = 18: Gravedad Máxima) (TQ – = 0: No síntomas)

Fuente. M B

Interpretación:
Según el instrumento del cuestionario de experiencia traumática, arroja que el evaluado posee
síntomas positivos de haber sufrido un evento de estrés agudo. De los acontecimientos señalados
por el evaluado como generador de estrés; se encuentra “La amenaza seria o daño a un miembro de
la familia y agresión”. Estado moderado de los síntomas del estrés.

2. 2. 2 Resultados de las pruebas aplicadas a la Sra DJ.

 Resultado de la Entrevista Clínica Estructurada para los Trastornos del eje I del DSM-IV. SCID-
I.

Tabla 2. Indicadores de Impresión diagnosticas del Eje I DSM-IV


Diagnósticos EJE I Puntuación Directa
T. DEPRESIVO 2
MAYOR
T. MANIACO 0
T. DISTIMICO 0
T. PSICÓTICO 0
CRISIS DE 0
ANGUSTIA
AGORAFOBIA 0
FOBIA ESPECÍFICA 0
FOBIA SOCIAL 0
T.O.C. 0
T.E.P.T. 0
T.A.G. 0
Fuente. DJ

Conclusión: Según los resultados obtenidos del Software del Test SCID I. La Sra DJ, no padece de
síntomas relacionados a los trastornos clínicos que aparecen en la tabla 2.
 El Cuestionario para Experiencias Traumáticas (TQ).

Tabla 3. Resultado de Riesgo para Experiencias Traumáticas (TQ).


SUMA TOTAL 10
Indicador de Riesgo. TQ + (X) TQ –
(TQ + = 18: Gravedad Máxima) (TQ – = 0: No síntomas)

Fuente. JO
Interpretación:
Según el instrumento del cuestionario de experiencia traumática, arroja que la Sra DJ posee
síntomas positivos de haber sufrido un evento traumático. De los acontecimientos señalados por la
señora DJ como generador de estrés; se encuentra “La amenaza seria o daño a un miembro de la
familia”. Estado leve de los síntomas del estrés.

2. 2. 3 Resultados de las pruebas aplicadas a los Jóvenes: JBO[26] , ABO[27] Y APBO[28] .


 Escala de Ansiedad Infantil de Spence, o SCAS.

Tabla 4. Síntomas elevados de ansiedad de los cortes de la prueba SCAS.

subescalas Rango
Trastorno de ansiedad 0 – 18
generalizada
Trastorno obsesivo- 0 – 18
compulsivo
Pánico y agorafobia 0 – 27
Fobia social 0 – 18
Trastorno de ansiedad 0 – 18
por separación
Miedos físicos 0 – 15
Puntaje Total 114
Fuente: SCAS.
En la tabla 4. Representa el rango que oscila cada uno de las subescalas. En la tabla siguiente,
están definidas los puntos de corte del grado de significancia del SCAS, lo que indica que un puntaje
igual o mayor al punto de corte, indica que los evaluados poseen síntomas positivos en las subescalas.
Tabla 5. Resultados obtenidos de los evaluados del SCAS
Punto de Puntación % Puntación % Puntación
subescalas corte (Grado Directa * Directa** Directa*** %
de
significancia)
Trastorno de 12,8 18% 19% 32%
ansiedad por 6 10 15”
separación
Fobia social 11,3 15% 12% 11%
5 6 5
Trastorno 9,4 15% 23% 6%
obsesivo- 5 12” 3
compulsivo
Pánico / 11,2 26% 18% 17%
agorafobia 9 9 8
Miedos 12,8 6% 8% 19%
físicos 2 4 9
Trastorno de 7,4 20% 20% 15%
ansiedad 7” 10” 7”
generalizada
Puntaje 34 100% 51 100% 47 100%
Base

Fuentes: JBO, ABO y APBO.

*Puntuación obtenida por JBO


** Puntuación obtenida por ABO
*** Puntuación obtenida por APBO
Percentil 84-93%
Para la interpretación de esta prueba se toma como punto de base, las puntuaciones directas
suministradas por los evaluados. Para el respectivo análisis, se tiene como medida de significancia,
los datos de las puntuaciones de corte, como indicador de síntomas positivos de las subescalas, es
decir, que una persona que en su puntuación directa sea igual o superior al punto de corte, cumple
objetivamente para el trastorno de la subescala. Por consiguiente, JBO cumple con síntomas
positivos de ansiedad generalizada [7/7]. Mientras que ABO, cumple con síntomas positivos de
obsesivo-compulsivo [12/9] y de ansiedad generalizada [10/7]. Por último la niña APBO cumple con
síntomas positivos de ansiedad por separación [15/12] y de ansiedad generalizada [7/7].
Los niños y adolescentes con Trastorno de Ansiedad Generalizada suelen preocuparse en exceso por
su rendimiento académico o la calidad de sus actuaciones no sólo en el ámbito familiar o social sino
también en el medio escolar. Se preocupan en exceso por sus logros escolares. Son descritos como
niños perfeccionistas, inseguros de sí mismos e inclinados a repetir sus trabajos al no sentirse a gusto
fácilmente con los resultados obtenidos. Los síntomas somáticos se relacionan con la presencia de
cefalea y dolor abdominal recurrente sin el hallazgo de una causa orgánica que explique el
cuadro. Mientras que Trastorno de ansiedad por separación, se caracteriza por la presencia de
ansiedad excesiva producida por el alejamiento del hogar o de aquellas figuras con las que existe un
vínculo. Dicha ansiedad es mayor en relación con aquella que puede llegar a presentarse
normalmente o de acuerdo con el nivel de desarrollo. Los niños que padecen de este trastorno
experimentan un malestar excesivo y recurrente al estar separado de su hogar o de las personas a
las cuales están vinculados. Requieren conocer su paradero y permanecer en contacto con
ellas. Pueden vivir fantasías de daño hacia los otros como accidentes o circunstancias adversas que
les impidan volver a verlas. Los niños con este trastorno suelen expresar miedo a perderse y no
reunirse nunca más con sus padres. A la hora de dormir suelen necesitar la presencia de sus padres
hasta conciliar el sueño. Son incapaces de permanecer solos en una habitación y prefieren
permanecer al lado de sus padres, muy cerca de ellos. Durante la noche es probable que se trasladen
a la habitación paterna y que tengan pesadillas de destrucción de su familia. Frente a la posibilidad
de separarse de los padres anticipatoriamente pueden presentar quejas físicas entre las que están
el dolor abdominal, náuseas y vómito.

 Inventario de Depresión Infantil CDI


Tabla 6. Valoración Diagnóstica de Síntomas Depresivos a través del CDI, para niños y adolescentes

Indicadores Rango
No hay presencia de 1 – 13
síntomas depresivos.
Dentro de los límites
normales
Presencia de síntomas 14 – 26
depresivos mínima y
moderada
Presencia de síntomas 27 – 39
depresivos marcada o
severa
Presencia de síntomas 40 – 54
depresivos en grado
máximo
Puntaje Total 54
Fuente: CDI.

En la tabla 6. Representa el rango que oscila cada uno de los indicadores de la presencia de síntomas
positivos de la depresión infantil. En la tabla 7, están definidas los puntos de corte del grado de
significancia del CDI, lo que indica que un puntaje igual o mayor al punto de corte, indicarían que
los evaluados cumplen con los síntomas positivos en la categoría diagnostica.
Tabla 7. Resultados obtenidos de los evaluados.
Punto de Puntación % Puntación % Puntación %
subescalas corte (Grado Directa* Directa** Directa***
de
significancia)
Estado de 34 15 54% 18 58% 13 48%
Animo
Disfórico
Ideas de 20 13 46% 13 42% 14 52%
Auto
desprecio:
Puntaje 28 100% 31 100% 27 100%
Total

Fuentes: JBO, ABO y APBO

*Puntuación obtenida por JBO


** Puntuación obtenida por ABO
*** Puntuación obtenida por APBO
Para la interpretación de esta prueba se toma como punto de base, las puntuaciones directas
suministradas por los evaluados. Para el respectivo análisis, se tiene como medida de significancia,
los datos de las puntuaciones de corte, como indicador de síntomas positivos de las subescalas, es
decir, que una persona que en su puntuación directa sea igual o superior al punto de corte, cumple
objetivamente para el trastorno de la subescala. En el caso de los jóvenes JBO, ABO y APBO Ortega,
no cumplen con los criterios para considerárseles positivos en la subescala, es decir, que ninguno de
ellos tienen síntomas depresivos.
3 PARTE INTERPRETATIVA

3.1 IMPRESIÓNES DIAGNOSTICAS[29]


Indicios diagnósticos[30]:
De los datos que se desprenden tanto de las escalas psicométricas de validez como dé la impresión
clínica, se observa que el evaluado y su familia, se han mostrado sinceros durante el proceso de
evaluación, mostrando actitudes colaboradoras en todo momento. Asimismo, los resultados
obtenidos han sido consistentes en los instrumentos utilizados. La impresión diagnostica presentada
a continuación está realizada en base a criterios DSM-IV TR, emitidos por la Asociación Americana
de Psiquiatría (APA), donde es propuesto un diagnostico Multiaxial y de la Organización Mundial de
la Salud (OMS) CIE-10.
Evaluación Multiaxial
Un sistema Multiaxial implica una evaluación en varios ejes, cada uno de los cuales concierne a un
área distinta de información que puede ayudar al clínico en el planeamiento del tratamiento y en la
predicción de resultados. En la clasificación Multiaxial DSM-IVTR se incluyen cinco ejes: (APA, 2002
p 27)
Nombre del evaluado. MB
Eje I[31]–[32]
F43.0 Trastorno por estrés agudo [308.3]. Premórbido
Crisis de angustia (panic attack)

Eje II[33]–[34]

R69 [799.9].

Eje III[35]
 Ninguno

Eje IV[36]

 Problemas económicos: economía insuficiente.


 Otros problemas psicosociales y ambientales. exposición a desastres, guerra u otras hostilidades.

Eje V
EEAG[37] =
EEAG = 45 (en el ingreso, cuando sucedieron los hechos que hacen mención en la demanda Rad
xxxxxxxx)
EEAG = 90. (Actual). Crisis leve.
El anterior esquema del diagnóstico Multiaxial, indica que en el (eje I), el Señor MB cumple con
criterios que establecen el trastorno de ansiedad por estrés agudo y crisis de angustia, dado, a lo
sucedido en el 24 de mayo del 2009 y posteriores suceso que se hacen mención en el Rad
xxxxxxxxxxxx. Estos trastornos en los meses siguiente a los acontecido, se encontraba de manera
aguda. Actualmente los síntomas son mínimos, pero, aún se detectan secuelas del trauma
psicológico. Se descarta el trastorno de estrés pos traumático, ya que faltan criterios específicos
para la realización de este diagnóstico.
El evaluado no cumple con los criterios para un trastorno de la personalidad. Eje II. Tiene rasgos de
personalidad evitativo y personalidad tipo masoquista.

Dentro de los problemas psicosociales y ambientales (Eje IV) que contribuyen de alguna manera a
una inestabilidad psico-afectiva del evaluado, se tiene: la economía insuficiente y algunos problemas
de tipo psicosociales y ambientales, como exposiciones a desastres naturales y riesgo del conflicto
armado u otras hostilidades.
Presenta el Sr M B un funcionamiento estable (Eje V) actual en todas las áreas (en el hogar, en su
actividad de agro). En los meses posteriores a los eventos que se hace mención en la demanda,
tuvo dificultad en adaptarse a nuevas rutinas, generando problemas en su estado emocional,
problemas de sueño, angustia, desasosiego, zozobra y ansiedad. Estas dificultades se encontraban
en su máxima expresión en el periodo post-trauma, actualmente gracias a las redes de apoyo,
familiares, sociales, laborales, ha podido superar tales afectaciones psicológicas.
__________________________________________________________________________

Nombre de la evaluada. DJ

Eje I
F43.0 Trastorno por estrés agudo [308.3]. Premórbido
Trastorno Adaptativo Mixto (Ansiedad–depresión) por confirmar.

Eje II
Z03.2 [V71.09].

Eje III
 Ninguno

Eje IV
 Problemas económicos. Otros problemas psicosociales y ambientales

Eje V
EEAG = EEAG = 45 (para el año 2009) 75 (actual). Síntomas leves
__________________________________________________________________________

Nombre de los evaluados. JBO, ABO y APBO[38]

Eje I
F43.0 Trastorno por estrés agudo [308.3]. Premórbido

Eje II
 Z03.2 [V71.09]

Eje III
 Ninguno

Eje IV
 Problemas económicos. Otros problemas psicosociales y ambientales

Eje V
EEAG = 45 (para el año 2009) 75 (actual). Síntomas leves
__________________________________________________________________________
1. 4. PARTE ARGUMENTATIVA

4.1 Contraste de Hipótesis


En el presente Informe Psicológico y partiendo de la información obtenida durante el proceso de
evaluación del evaluado y su familia, se propone las siguientes hipótesis:
Hipótesis A: Existen señales de síntomas y signos traumáticos (Estrés agudo- Crisis de pánico) en el
evaluado y su familia. Lo cual le ha generado conflictos socio-afectivos en las áreas personal,
laboral, familiar, social y a nivel educativo en caso de sus hijos. Además de problemas clínicos
significativos que le ha contribuido a un deterioro en la salud mental y emocional tanto del Señor
MB y su familia. Como consecuencia a lo expuesto en su demanda Rad xxxxxx, específicamente a
lo acontecido en el año 2009.
Hipótesis B: No existen señales de síntomas y signos traumáticos (Estrés agudo-Crisis de pánico) en
el evaluado y su familia. Por consiguiente, han presentado normalidad en su psiquismo tanto el Sr
MB y su familia; sin verse afectadas las áreas de su vida (personal, familiar, educativo y demás). En
virtud, no existe deterioro en la salud mental y emocional en los evaluados, dado, a lo mencionado
en el año 2009.
El contraste de hipótesis es emitido a partir de la exploración psicológica realizada sobre el
Señor M B y su familia y no exclusivamente a partir de las propias referencias pronunciadas por los
evaluados; es por ello que este contraste está fundamentado en la información obtenida a partir de
las entrevistas realizadas, la exploración psicopatológica, el análisis funcional de los problemas más
relevantes, y los resultados de las pruebas psicodiagnosticas empleadas y la consulta acerca de la
bibliografía relacionada con el trastorno de estrés agudo, Crisis de pánico y secuelas psicológicas
derivados hostilidades y desplazamiento forzado.
Retomando puntualmente el procedimiento empleado para la emisión del presente dictamen
hay que significar la importancia de la entrevista realizada, y en la cual se exploran por una parte
aspectos relevantes a la situación actual que vive el Señor M B y su familia y por otro lado datos e
información acerca de acontecimientos de la historia personal de los evaluados. De este modo se
ha tratado de obtener una información completa para poder analizar todos aquellos aspectos
considerados como relevantes a la hora de estudiar la situación actual de los evaluados.
Gracias al análisis en la formulación y discusión forense; sobre el tema en particular. Así
mismo, mediante la revisión de bibliografía científica tomada en consideración como relevantes para
el análisis de este caso, se ha podido obtener información acerca dela relación causal entre,
acciones hostiles (miedo-pánico) y trastornos psicológicos clínicos. Esto con el fin de verificar si se
está ante una situación problemática ya estudiada desde el ámbito de la ciencia de la psicología,
psiquiatría entre otros. Dando como resultado la existencia causal entre el evento ocurrido para el
año 2009, y el desarrollo del trastorno de estrés agudo y crisis de pánico en el evaluado y su familia.

Con base a todo lo mencionado en este apartado, se establece aceptar la hipótesis A; ya que se
tienen suficientes elementos que permiten su apoyo y justificación en virtud a los resultados de la
exploración y evaluación psicológica realizada, así como con la confrontación con el material técnico
vigente que ha sido revisado y empleado.
4.2 Discusión y Formulación Forense

Al momento de la exploración psicológica del Sr MB y su familia, estos presentan síntomas positivos


de trastorno de estrés agudo; de forma moderada para el Sr MB y de forma leve para su
familia. Además el Sr MB estaría presentando de manera leve Crisis de angustia (panic attack), todo
ello como consecuencia a los acontecimientos que son señalados en el objeto de la demanda Rad
[xxxxxxx] específicamente a lo acontecido en el año 2009. Si bien es cierto, este trastorno de estrés
agudo y crisis de angustia para la época posterior a lo señalado en la demanda se encontraba en su
máxima expresión, estas han mermado gracias al apoyo familiar, social y laboral que han tenido los
evaluados.
Tal como se ha señalado con anterioridad en este dictamen psicológico, la familia BO, en
los meses posteriores a los eventos que se hace mención en la demanda, tuvieron dificultades en
adaptarse a nuevas rutinas, generando problemas en su estado emocional, problemas de sueño,
angustia, desasosiego, zozobra y ansiedad. Estas dificultades se encontraban en su máxima
expresión en el periodo post-trauma. Esta situación traumática (Estrés agudo y crisis de pánico), le
generó a esta familia conflictos socio-afectivos en las áreas personal, laboral, familiar, social y a
nivel educativo en caso de sus hijos. Además de problemas clínicos significativos que le ha
contribuido a un deterioro en la salud mental y emocional tanto del Señor MB y su familia. Dado,
a las pruebas psicológicas utilizadas para el presente dictamen se evidencian la presencia de dichas
síntomas traumáticos en los evaluados, lo que demuestra la veracidad entre los síntomas expresados
por los evaluados y los signos, hallazgos encontrado por el perito psicólogo en la valoración realizada
a esta familia. Por consiguiente, el estrés pos trauma en este caso en particular, obedeció a la
experiencia de un suceso que implicaba una amenaza para la vida de estas personas y reaccionaron
ante ello con miedo intenso o sentimiento de indefensión. Para la época siguiente del evento
estresor, la familia BO mantenía una serie de imágenes y emociones asociadas con el trauma llevan
a recuerdos y pesadillas que reactivan los sentimientos generados por el suceso original. Los
síntomas de activación ansiosa (p ej., respuestas exageradas de sobresalto e hipervigilancia)
persisten hoy en día pero de una manera leve, que para la época 2009, fue de un alto grado de
significancia.
Las manifestaciones expresadas por los evaluados y que son recogidas en la entrevista
psicológica, son consecuentes a los síntomas del estrés agudo y la crisis de angustia; por ejemplo lo
referido por el Sr M B:
…Sentía miedo, vivía en una constante zozobra, desconfiaba de todo el mundo que se me acercaba
a la finca, temía que en cualquier momento atentaran contra mí o contra algún miembro de mi
familia. Me sentía impotente, ya que mi vivienda es insegura, temo por todo, me levantaba en las
madrugadas para ver se venía alguien a tacarme, no dormía pensando que me podían hacer a mi o
mí su familia….

Las consecuencias del estrés agudo, conllevo no solo, a las dificultades emocionales de la familia,
sino que también traspasó al ambiente social y académico de los niños, tal como lo refiere el hijo
mayor de esta familia.
“…para esa época, tenía miedo ir al colegio, bajé en rendimiento de las clases (…) sentíamos miedo,
mis hermanos y yo, de que algo malo le fuera a pasar a mi papá, incluso si llegaría a pasarle algo,
jurábamos vengarnos (…) sentíamos rabia hacia ellos, no dormíamos pensando que le fuera a pasar
a mi papá o mamá y a mis hermanitos…” (Tomado de JBO)…
Toda esta situación post trauma, constituyó en el Sr M B, en convertirse en una persona evitativa y
sumisa, en el cual su comportamiento esta mediatizado a la paranoia; permanece alerta y siempre
en guardia, preparado para distanciarse de la anticipación ansiosa de las experiencias dolorosas o
negativamente reforzantes de la vida. Su estrategia adaptativa refleja su miedo y desconfianza
hacia los demás.
En el caso de los hijos, la situación post trauma le generó ansiedad generalizada y en el caso
de la niña ansiedad por separación, específicamente en el tiempo que duraron separados de sus
padres, el cual tuvieron que radicarse donde los abuelos maternos. Como se ha dicho anteriormente,
la ansiedad por separación, se caracteriza por la presencia de ansiedad excesiva producida por el
alejamiento del hogar o de aquellas figuras con las que existe un vínculo. Pueden vivir fantasías de
daño hacia los otros como accidentes o circunstancias adversas que les impidan volver a verlas. A
la hora de dormir suelen necesitar la presencia de sus padres hasta conciliar el sueño. Son incapaces
de permanecer solos en una habitación y prefieren permanecer al lado de sus padres, muy cerca de
ellos. Durante la noche es probable que se trasladen a la habitación paterna y que tengan pesadillas
de destrucción de su familia.
La literatura científica ha recogido que cuando existe un potencial evento estresor (por ejemplo
accidente, catástrofes, guerras, presiones estresantes), tanto adultos como los niños suelen tener
implicaciones tanto psicológicas, físicas, afectivas, sociales y demás. Aunque las implicaciones en
los niños, es más notorio en el sentido de la hetero-protección. Los síntomas sugestivos de afectación
por estrés agudo en niños y adultos, están determinados por la pérdida de energía, dificultad para
concentrarse, temor a que el trauma se repita, pesadillas, temor a dormir, pérdida de interés en
actividades que antes producían placer, etc.
Según el APA, (2002) el trastorno de estrés agudo “…se caracteriza por la aparición de ansiedad,
síntomas disociativos y de otro tipo que tiene lugar durante el mes que sigue a la exposición a un
acontecimiento traumático de carácter extremo… (p 440), esta situación suele aparecer en el
mismo momento del trastorno o con posterioridad a él, el individuo presenta los siguientes síntomas
disociativos: sensación subjetiva de embotamiento, desapego o ausencia de la realidad que le rodea;
desrealización; despersonalización, y amnesia disociativa. Después del acontecimiento traumático,
éste es revivido de forma recurrente; el individuo presenta un acusado comportamiento de evitación
de aquellos estímulos que pueden hacer aflorar recuerdos del trauma y presenta síntomas
significativos de ansiedad o aumento de activación (arousal). Los síntomas provocan un malestar
clínico significativo, interfieren acusadamente la actividad del individuo, o afectan notablemente a
su capacidad para llevar a cabo tareas indispensables. Estos síntomas del trastorno de estrés agudo,
fueron concordante a lo manifestado por la familia BO en la entrevista, son recogidos por los
instrumentos utilizados en el presente dictamen psicológico.
Según el APA (2002) las personas con este trastorno, nota una progresiva incapacidad para recordar
detalles específicos del acontecimiento traumático (amnesia disociativa). Además, debe haber por
lo menos un síntoma de cada grupo de síntomas requeridos para el diagnóstico de trastorno por
estrés postraumático. Al principio, el acontecimiento traumático es revivido repetidamente (p. ej.,
recuerdos, imágenes, pensamientos, sueños, ilusiones, episodios de flashback, sensación de estar
reviviendo el suceso o aparición de malestar al exponerse a estímulos que recuerdan el trauma).
Después, estos estímulos (p. ej., lugares, personas, actividades) propician comportamientos de
evitación. Por último, aparece un aumento de la activación (arousal) (p. ej., dificultad para dormir,
irritabilidad, falta de concentración, hipervigilancia, respuestas exageradas de sobresalto e
inquietud motora) como respuesta a estos estímulos.
Haciendo una revisión bibliografía e investigativa o estado del arte, sobre el tema de los traumas
psicológicos relacionados a eventos de desplazamiento forzoso, amenazas u otras hostilidades en
personas en estado de vulnerabilidad, se encontró que en la mayoría de los trabajos concuerdan
con los síntomas propios del trastorno de estrés agudo y el trastorno de estrés postraumático, crisis
de pánico expuesto por la APA (2002). Bravo (2012) describió que las consecuencias psicológicas de
una persona por haber presenciado situaciones de alto estrés, como el desplazamiento forzado u
amenaza contra la vida pueden ser “muy graves” llegando a modificar la actitud de estas personas
ante las cosas cotidianas. El autor explicó que tras padecer esto tipos de experiencias traumáticas,
las personas se vuelven en muchos casos “más sensibles”, llegando a sufrir una serie de síntomas
que los psicólogos denominan como síndrome de estrés postraumático o de estrés agudo. “El sujeto
revive aquella situación como si fuera en el momento actual, y no considera que es algo del pasado”,
agregó, síntomas como: híper-excitabilidad, inquietud, pesadillas o miedo a que esta situación
vuelva a repetirse, y aclaró que el tratamiento que deben seguir estas personas pasa por “tomar
conciencia de lo que le está ocurriendo” además de serle aplicadas “técnicas de sensibilización
sistemática”, exponiéndoles a la misma situación sufrida e “hipotéticamente presentarle situaciones
cada vez más graduales para que pueda ir aceptándolas”.
En lo que corresponde a las consecuencias psicológicas, por el desplazamiento forzado la literatura
científica, ha concluido que son numerosos los efectos en materia al deterioro de la salud mental
que se generan en personas, que han sido obligados por la fuerza de salir de su tierra u lugar de
orígenes. Los efectos más comunes son; trastornos de ansiedad, trastorno de estrés agudo, crisis de
pánico, estrés postraumático, depresión, trastorno adaptativo (ansiedad-depresión) entre
otros. Alguno autores como Busse y O’Mahony, (2001) señalaron que entre 1920 y 1989 se produjeron
255 artículos relacionados con diversos aspectos relacionados con la salud y el impacto emocional
en los desplazados por la violencia. Entre 1990 y 1998 hubo un incremento significativo de la
literatura científica alrededor de este tema, en comparación a los 69 años anteriores. En este
periodo se identifican 247 estudios. Como se aprecia hay un progresivo interés e importancia acerca
del impacto de las movilizaciones forzadas y la atención psicosocial en quienes deben abandonar sus
terrenos, ciudades o países.
De esta manera hoy se conoce que las alteraciones emocionales producto de los desplazamientos,
no desaparecen fácilmente ya que pueden mantenerse por tiempo variable y prolongado. Al
respecto hay informes que refieren como la permanencia de manifestaciones ansiosas y de otros
síntomas de carácter mental y comportamental, de estrés postraumático por ejemplo, pueden
alcanzar una duración entre 3, 10 y hasta de 50 años Goenjian et al, (2000)
El fenómeno de la expulsión de personas de su tierras, como otros sucesos en la vida traen cambios,
no solo en el ambiente físico y geográfico, sino en los esfuerzos que hace el individuo para adaptarse
psicológicamente a estas nuevas condiciones. Aquí es necesario comprender las funciones
psicológicas como un sistema, compuesto por diversos elementos que se relacionan mediante
dinámicas particulares en donde participan los diversos componentes cognitivo, emocional,
conductual y fisiológico que se hallan activamente relacionados, procesando continuamente
información y realizando permanentes ajustes a las variaciones que encuentra en su medio para
adaptarse a ellos Slaikeu, (1995)
En estos términos el individuo está en constante proceso de cambio, a las demandas del
entorno. Cuando estos recursos de adaptación no son eficaces para producir los resultados esperados
es cuando se identifica una “crisis”, que refiere un estado temporal de desorganización, confusión
e incapacidad para afrontar el medio Slaikeu, (1995)
Muchas son las circunstancias que pueden originar estos estados, unas propias del crecimiento y
desarrollo (crisis de los tres años, crisis de la adolescencia, crisis de la edad madura, etc.), otras
determinadas por algunos acontecimientos vitales que adquieren gran significado para las personas,
(matrimonio, nacimiento de un hijo, fallecimiento de un ser querido, etc.), y finalmente aquellos
que por su aparición repentina y con un potencial o real riesgo para la integridad emocional o física
para el individuo, son las que pueden desembocar también en una crisis, como es el caso de los
desplazamientos. Slaikeu, (1995)
Señala Slaikeu (1995) que uno de los aspectos más evidentes de la crisis en los desplazados, es la
alteración emocional y el desequilibrio experimentado, acompañándose también por sentimientos
de cansancio, desamparo, inadecuación, confusión, ansiedad, dificultades en su funcionamiento
familiar y laboral así como muchos síntomas físicos. Otro efecto de esta desorganización es la
reducción de la capacidad para defenderse, quedando en condiciones de vulnerabilidad emocional
y física. De allí que se haya identificado incremento en la aparición de enfermedades producto, de
esta situación Sandin et al, (1995)
En estos términos un cambio inesperado y abrupto como es el desplazamiento forzado origina en los
individuos severas crisis por las intensas e innumerables experiencias que debe afrontar; cuyos
efectos y duración están condicionados por las circunstancias en que se presenten, la posibilidad de
disponer de mecanismos de afrontamiento personales y de acceder o contar con otros medios de
ayuda emocional, bien sea familiar, comunitaria o profesional. Slaikeu, (1995)
Se pueden identificar algunos de estos aspectos en los hallazgos del Equipo Médicos del Mundo [2000]
en las que una de los principales experiencias del estado emocional de un grupo de desplazados es
la de sentirse diferente a como era antes, y la presencia de frecuentes miedos
injustificados. Aparecen también, en el 65% de los encuestados, crisis de nervios, reacciones de
agresividad y crisis de llanto en cerca de la mitad de los adultos estudiados. Hay un cambio en el
estado de alerta general observándose en este sentido muchas alteraciones en el sueño como es
dormir intranquilo y despertase sobresaltado en el 69% de los adultos y en el 47% de los
jóvenes. Como intento de adaptación el 82% de ello buscan formas para olvidar lo
ocurrido. Importante es la perdida de la perspectiva al futuro que en el 70.4% de los adultos sienten
que no pueden esperar nada más adelante, y también producto de esta crisis, en una tercera parte
de ellos se identificó también una desmotivación por el trabajo.
El trabajo, adelantado por la Procuraduría General de la Nación (Álvarez et al, 1998) en una
comunidad reubicada, encuentra que los efectos nocivos del desplazamiento se aprecian más en el
grupo de los niños y jóvenes. Para concluir esto parten de la estimación del estado emocional
percibido por sus padres, quienes consideraron que cerca de un 39% de los casos presentan cambios
importantes en el comportamiento de sus hijos. Posteriormente mediante el análisis de las
evaluaciones psicológicas, realizadas en estos niños confirman estas apreciaciones e informan
además otros elementos importantes acerca del impacto de la condición de desplazamiento. Los
niños y jóvenes aparecen con una considerable diminución en su autoestima, incremento de la
agresividad, retraso en su desarrollo, inseguros, y temerosos. Como con marcadas dificultades en el
rendimiento académico. En los grupos de más edad observaron además una agudización en las
relaciones padres – hijos y una actitud más desafiante y rebelde hacia las figuras de autoridad
(Álvarez et al, 1998)
A demás de lo anterior, estos estudios sobre el desplazamiento forzado encontraron que 21 de los
29 síntomas que reportaron como positivos en más del 50% de la población entrevistada. Casi de la
totalidad de la población estudiada por desplazamiento, manifestaron quejas acerca de la presencia
de recuerdos desagradables de lo ocurrido, el 95.7%., hay también elevada frecuencia en las
dificultades asociadas con el sueño, particularmente la sensación de que el sueño no es reparador
para el 80.4%, aparecen también con una elevada frecuencia las quejas por nerviosismo y miedos
para el 77.2% y 73.9% respectivamente. El 69.6% de la muestra reporto haber consultado por
problemas de salud, y para el 53.1% los motivos de consulta fueron los dolores generalizados en todo
el cuerpo, y las demás quejas el 32.8% de ellas, que motivaron la consulta médica corresponden a
sintomatología más específica como son los problemas por hipertensión, de origen renal, digestivos,
problemas asociados a la diabetes, etc. y las demás manifestaciones sintomáticas comprendieron
las molestias y procedimientos de tipo ginecobstétrico. (Álvarez et al, 1998)
Hernando y Millán (2010) a través de un estudio sobre desplazamiento y sus efectos psicosociales,
encontraron que el 60% de los síntomas es de tipo ansioso, que predominan en el 73.9% por los
miedos y por aquellas de tipo depresivo. Los síntomas que son compatibles con el estrés agudo,
aparece el 32,6%, de los casos. Un grupo de expresiones sintomáticas que aparecen con una
frecuencia importante, son las de tipo psicótico, en donde el 42,4% de los entrevistados reportaron
sentir más del 60% de las preguntas que exploran este estado.
Cabe desatar que la familia BO, dado, al hecho de ser expulsado de su tierra de manera hostil,
obtienen la figura de desplazado, por consiguiente, todo lo anterior señalado por la literatura
científica sobre el efecto psicológico del desplazamiento forzado le son aplicado a esta familia y son
consecuentes a los hallazgo en el presente dictamen psicológico.
CONCLUSIONES
El perito psicólogo firmante del presente informe y teniendo encueta los puntos solicitados en el
cuestionario objeto del dictamen, ha redactado su contenido con imparcialidad y con arreglo a su
leal saber y entender, y a los principios de la Psicología. Con todos los respetos al Sr MB y su
familia, y al Juzgado xxxxxxxxx y a todas aquellas personas, entidades y demás, que hacen parte
de este proceso, son emitidas las siguientes conclusiones:

PRIMERA: La familia BO, debido al evento traumático ocurrido en el año 2009 y como consecuencia
del mismo, sufrieron lo que se conoce como trastorno de estrés agudo y en el caso particular del Sr
MB además del anterior trastorno, sufrió Crisis de pánico. Para el momento posterior del evento los
síntomas propios de estos trastornos se encontraban de manera aguda. En la actualidad mantiene
algunos síntomas, pero, no de forma significativa que deteriore por completo la salud mental de los
evaluados. Hay que aclarar, que posterior al suceso en mención la secuela traumática afectaba a
la familia en sus diferentes áreas, personal, laboral educativa (en caso de los hijos), familiar y
social. Dado al apoyo laboral y familiares, la familia BO ha podido superar paulatinamente tal
trauma, aun existiendo indicio de manera leve del trastorno de estrés agudo.
SEGUNDA: La etiología de dicha manifestaciones psicológicas (Trastornos mencionados) se ubica,
verosímilmente, en la influencia directa de un estresor traumático derivado del suceso ocurrido para
el año 2009 exclusivamente y no de otra causa, ya que no existen antecedente traumáticos de otra
índole en los evaluados, por ejemplo abusos físicos, psicológicos, sexuales, agresiones
intrafamiliares, accidentes, algún tipo de catástrofes. Que dieran lugar como consecuencia directa
de los trastornos de estrés agudo o la crisis de pánico en esta familia.
TERCERA: Los resultados obtenidos por la familia BO en la evaluación técnica realizada constituyen
elementos consistentes con una situación de trauma psicológico. La situación del evento estresor
para el año 2009, no solo los afectó de manera personal, sino, que esta afectación se extrapoló en
sus relaciones familiares, económicas, laborales, sociales y educativos en caso de los hijos.

CUARTO: El suscrito Psicólogo Forense pone en manifiesto las impresiones encontradas en este
dictamen psicológico y da a conocer la incidencia y repercusiones que tienen los hallazgos
enunciados en este informe, por lo tanto los interesados deben tomar las decisiones
correspondientes al caso.

Leída, se afirma ratifica y Doy fe.


Es cuanto cumple informar
En Ciudad, a xxxxxxxx.
DR. XXXXXXXXXXX
Psicólogo Forense.
Tarjeta profesional; xxxxxxxxxxxxxxxxx.
Auxiliar de Justicia
______________________________
CC xxxxxxxx
Normatividad[39]:
Artículos 233 al 243 capítulo V (Prueba Pericial), Código de Procedimiento Civil Decretos 1400 y 2019
de 1970). Libro primero. “Sujetos del proceso”. Sección primera. “Órganos judiciales y sus
auxiliares”. Título I. “Órganos judiciales”. Capítulo II. “Auxiliares de la justicia”. Artículos 8 al 11.
Sección segunda. “Reglas generales del procedimiento” Título
VIII. “Actuación”. Capítulo I. “Disposiciones varias”. Artículo 107. Capítulo V. “Prueba pericial”.
Artículos 233 al 243.
Acuerdo No 1518 de 2002, Título I; Naturaleza del servicio de los auxiliares de la justicia. Artículos
1 a 4, Ley 1090 de 2006; reglamento del ejercicio de la profesión de psicólogo. Art. 1; Capítulo VI
uso de material psicotécnico. Art 45; psicólogo como perito experto. Y demás normas concordantes
con el ejercicio del perito en Colombia.

Anexo 1. Modelo de Consentimiento Informado.


FORMATO DE CONSENTIMIENTO INFORMADO PARA LA REALIZACIÓN
DE VALORACIONES PSICOLÓGICOS-LEGALES. PARA
DICTÁMENES PSICOLÓGICOS
Numero de radicación_________________________________________
Fecha: día______ mes______ año______
Nombre completo de la persona que se valora psicológicamente:
______________________________________________________________________
Nombre del Representante Legal: (en casos de examen de menores o personas incapaces)
______________________________________________________________________
I. Yo ______________________________________________________________una vez informado
sobre los procedimientos que se llevarán a cabo, de la importancia de los mismos para la valoración
psicológica y las consecuencias posibles que se derivan de la imposibilidad de practicar dicha
valoración, otorgo de forma libre mi consentimiento
Si____ No____ a: ______________________________________________________
(Nombre de la entidad o persona quien realiza la valoración psicológica)
Para la realización dela valoración psicológica legal de:
______________________________________________________________________
Solicitado por: __________________________________________________________
II. Como parte de la realización de esta valoración psicológico legal autorizo efectuar:
Si___ No____ Entrevista psicológica o protocolo de entrevista (en sentido del asunto a tratar)
necesaria para la realización de análisis forenses complementarios.
Sí____ No___ Pruebas psicométricas o pruebas psicológicas (dependiendo del asunto a tratar)
Si____ No___ La realización del registro en video, audio evidencias y hallazgos durante la valoración
psicológica legal.
(En caso de no contar con material audiovisual, omitir este apartado)
Si usted accede (o permite de manera voluntaria, la valoración psicológica del Niño, Niña) a
participar en esta valoración psicológica, se le pedirá responder preguntas en una entrevista (o
realizar pruebas psicológicas, o lo que fuera según el caso)
La participación es este estudio es estrictamente voluntaria. (En caso de niños y niñas con la
autorización de su padres o quien haga la veces de representante legal). La información que se
recoja no será de todo confidencial, ya que se darán a conocer estrictamente a las personas u
autoridades que formen partes del proceso legal (Judicial)
Si tiene(n) alguna duda sobre esta valoración psicológica y sus fines, puede hacer preguntas
en cualquier momento durante su participación en él. Igualmente, puede retirarse del proceso en
cualquier momento sin que eso lo perjudique en ninguna forma.
Es importante que sea lo más sincero posible en la información que proporcione. Cabe
aclarar que los instrumentos psicológicos que se han de utilizar, tienen indicadores de sinceridad
que permiten concluir que tan honesto es usted al responder, al detectarse la no sinceridad de
usted, ello puede ser tomado de manera negativa por parte del destinatario de la información.
Usted tiene derecho a no auto incriminarse, a no denunciar ni a incriminar a sus familiares
hasta el cuarto grado de consanguinidad, primero civil y segundo de afinidad.
Hago constar que el presente documento ha sido leído por mí en su integridad, de manera libre y
espontánea.
_______________________________________________________
Firma
Documento de Identidad: ________________________de______________________
_______________________________________________________
Firma
Documento de Identidad: ________________________de______________________
Firma de quien realiza la valoración psicológica:
_______________________________________________________
Firma
Documento de Identidad: ________________________de______________________
Tarjeta Profesional: ______________________________________________________
NOTA: Tratándose de menores de edad, a los representantes legales se les debe hacer esta
declaración y solicitarle al menor si desea o no ser sometido a la evaluación, cuando de ella se pueda
desprender la incriminación a sus ascendientes o descendientes hasta en el mismo grado de los
adultos. Así lo recuerda el Tribunal Superior de Bogotá en la sentencia de segunda instancia, del 19
de septiembre de 2012, bajo el radicado 110016000017200705093 01.
NORMATIVIDAD
Ley 1090 de 2006, artículo 2, (n 5º), 13, 36, 50, 52. Ley 1616 de 2013; artículo 6º, numerales 13 y
14. Ley 1098 de 2006; artículo 3, 66. Artículo 34, 62, 1502, 1503, 1504, del Código Civil.
Ley 1306 de 2009.
Resolución 08430 de 1993 del Ministerio de Salud.
Constitución Nacional. Artículo 42, 43, 29.
Corte Constitucional (1992). Sentencia C- 449. Relatoría: Bogotá
Corte Constitucional (1996). Sentencia C- 264. Relatoría: Bogotá
Corte Constitucional (1999). Sentencia C- 449. Relatoría: Bogotá
Corte Constitucional (2011). Sentencia C- 574. Relatoría: Bogotá
Las sentencias: T-760 de 2008, T-216 de 2008, T-653 de 2008, T-560 A de 2007, T-866 de 2006, T-
1019 de 2006, T-866 de 2006, T-1019 de 2006, T-1229 de 2005, T-762 de 2004, T-1021 de 2003, T-
850 de 2002, T-823 de 2002, SU- 337 de 1999, C-616 de 1997, C-309 de 1997, C-221 de 1994, T-401
de 1994, T-493 de 1993.
Sentencia C-534 de 2005 de la Corte Constitucional.

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