Você está na página 1de 10

Teoría del Apego.

Bowlby

John Bowlby (1907 – 1990) fue un psicólogo y psicoanalista británico el cual creía que el
apego que se crea en la primera infancia desempeña un papel fundamental en el poste-
rior desarrollo y funcionamiento mental.

La teoría evolutiva del apego de Bowlby sugiere que los niños vienen al mundo biológi-
camente preprogramados para formar vínculos con los demás, porque esto les ayudará a
sobrevivir.

Según Bowlby las conductas de apego son instintivas y se activarán por cualquier condi-
ción que parezca amenazar el logro de la proximidad, tales como la separación, la insegu-
ridad o el miedo.

Bowlby también postuló que el miedo a los extraños representa un mecanismo de super-
vivencia importante, incorporado por naturaleza.

Los bebés nacen con la tendencia a mostrar ciertos comportamientos innatos, llamados
liberadores sociales, que ayudan a asegurar la proximidad y el contacto con la madre o la
figura de apego, como por ejemplo, llorar, sonreír, gatear, etc. Estos son considerados
como comportamientos específicos de la especie humana.

Durante la evolución de la especie humana, los bebés que permanecían cerca a sus ma-
dres tenían más posibilidades de sobrevivir y posteriormente tambien tener su propia des-
cendencia.

A partir de estas observaciones, Bowlby planteó la hipótesis de que tanto los bebés como
las madres han desarrollado una necesidad biológica de mantenerse en contacto mutuo.
Estos comportamientos de apego inicialmente funcionan como patrones de acción fijos
que cumplían la misma función. El bebé produce conductas innatas de “reflejo social”,
como llorar y sonreír, que estimulan el cuidado por parte de los adultos. El factor determi-
nante del apego no es la alimentación, sino el cuidado y la capacidad de respuesta o sea
la protección.

1
Inicialmente Bowlby sugirió que el niño solo formaría un apego y que la figura de apego
funcionaría como una base segura para explorar el mundo.

Así la relación de apego actuaría como un prototipo para todas las demás relaciones so-
ciales futuras, por lo que su interrupción podría tener graves consecuencias.

Puntos clave en la teoría de Bowlby:

1. Monotropía: un bebe tiene una necesidad innata de unirse a una figura de apego prin-
cipal
Aunque Bowlby no descartaba la posibilidad de otras figuras de apego para el niño, sí
creía que debería existir un vínculo primario que fuera mucho más importante que cual-
quier otro, el cual está representado generalmente por la madre.
Bowlby creía dicho apego era cualitativamente diferente de los apegos posteriores. Él ar-
gumento que la relación con la madre era de alguna manera completamente diferente de
otras relaciones.
Esencialmente, Bowlby sugirió que la naturaleza de la monotropía, apego conceptualiza-
do como un vínculo vital y cercano con una sola figura de apego, significaba que si no se
iniciaba o se rompía el vínculo materno, se producirían graves consecuencias negativas,
posiblemente incluyendo los trastornos por carencia afectiva. La teoría de monotropía de
Bowlby condujo a la formulación de su hipótesis de privación materna.
El niño se comporta de manera que provoca contacto o proximidad con el cuidador.
Cuando un niño experimenta una mayor exaltación, él o ella envía señales a su cuidador.
El llanto, la sonrisa y la locomoción son ejemplos de dichos comportamientos. Instintiva-
mente, los cuidadores responden al comportamiento de sus hijos creando un patrón recí-
proco de interacción.

2. Un bebe debe recibir el cuidado continuo de esta única figura de apego principal duran-
te aproximadamente los primeros dos años de vida
Bowlby afirmó que la función de la maternidad es casi inútil si se retrasa hasta después de
12 primeros meses de edad del bebe, es decir, es este un período crítico, para algunos
bebes, los mas resilientes inclusive este periodo se puede extender hasta los dos y medio
o tres años.

2
Si la figura de apego se interrumpe durante este período crítico de dos años, el niño sufri-
rá consecuencias irreversibles a largo plazo a causa de la privación materna. Este riesgo
continúa inclusive hasta que el niño cumple la edad de cinco años.
Bowlby utilizó el término privación materna para referirse a la separación o pérdida de la
madre, así como a la falta de desarrollo del apego.
La suposición subyacente de la Hipótesis de Privación Materna de Bowlby es que la inter-
rupción continua del vínculo entre el niño y su cuidador principal es decir, la madre, podría
dar lugar a dificultades cognitivas, sociales y emocionales a largo plazo para dicho bebé.

3. Las consecuencias a largo plazo de la privación materna


La privación del apego materno a largo plazo pueden incluir las siguientes consecuencias:
• Delincuencia,
• inteligencia reducida,
• aumento de la agresión,
• depresión,
• psicopatía por carencia afectiva.
La psicopatía por carencia afectiva es la incapacidad de mostrar afecto o preocupación
por los demás. Tales individuos actúan por impulso con poca consideración por las conse-
cuencias de sus acciones. Por ejemplo, no mostrar culpa por el comportamiento antiso-
cial.

4. Robertson y Bowlby creían que la separación a corto plazo de una figura de apego pro-
voca angustia
El modelo PDD (Protesta, Desesperación y Desapego), Robertson y Bowlby encontraron
tres etapas progresivas de angustia:
Protesta: El niño llora, grita y protesta enojado cuando el madre o cuidador se retira. Tra-
tarán de aferrarse a la madre para evitar que esta se vaya.
Desesperación: la protesta del bebe comienza a detenerse, y al parecer esta más tran-
quilo, aunque todavía persisten las molestas. El bebe se niega a los intentos de consuelo
de los demás y, a menudo parece retraído y desinteresado en cualquier cosa.
Desapego: si la separación continúa, el niño comenzará a interactuar con otras personas
nuevamente. Rechazará a la madre o al cuidador a su regreso y mostrarán fuertes signos
de ira.

3
5. La relación de apego entre el niño y su cuidador principal conduce al desarrollo de un
modelo de funcionamiento interno
Este modelo de funcionamiento interno es un marco cognitivo que comprende represen-
taciones mentales para comprender el mundo, el yo y los otros.
La interacción de una persona con los demás está guiada por recuerdos y expectativas de
su modelo interno que influyen y ayudan a evaluar su contacto con los demás (Bretherton,
& Munholland, 1999).

Alrededor de la edad de tres años, estos parecen convertirse en parte de la personalidad


de un niño y, por lo tanto, afecta su comprensión del mundo y las interacciones futuras
con los demás. Según Bowlby, el cuidador principal actúa como un prototipo para las rela-
ciones futuras a través del modelo de funcionamiento interno.

4
Hay tres características principales del modelo de funcionamiento interno: (1) un modelo
de confiabilidad los otros, (2) un modelo valor del yo y (3) un modelo de efectividad del yo
cuando se interactúa con los demás.
Es esta representación mental la que guía el comportamiento social y emocional en el fu-
turo a medida que el modelo de funcionamiento interno del niño guía su receptividad ha-
cia los demás en general.

El estudio de los 44 ladrones juveniles

Bowlby creía firmemente en que la relación entre el bebé y su madre durante los primeros
cinco años de vida era crucial para la socialización.
Tanto así que la interrupción de dicha relación primaria podría conducir a una mayor inci-
dencia de delincuencia juvenil, dificultades emocionales y comportamiento antisocial.
Para probar su hipótesis, estudió a 44 delincuentes adolescentes en una clínica de orien-
tación infantil.

Objetivo del estudio: Investigar los efectos a largo plazo de la privación materna, para
determinar si los delincuentes habían sufrido privación. De acuerdo con la Hipótesis de
privación materna, romper el vínculo materno con el niño durante las primeras etapas de
su vida puede tener serios efectos sobre su desarrollo intelectual, social y emocional.

Metodología: Entre 1936 y 1939, se seleccionó una muestra por conveniencia de 88 ni-
ños de la clínica donde trabajaba Bowlby. De estos, 44 eran jóvenes que se encontraban
recluidos por hurto. Bowlby seleccionó a otro grupo de 44 niños para los cuales actuaron
como controles, los cuales fueron remitidos a la clínica debido a problemas emocionales,
pero que aún no habían cometido ningún delito.
Al ingresar a la clínica, cada psicólogo evaluó su coeficiente intelectual y también evaluó
las actitudes emocionales del niño hacia las pruebas. Al mismo tiempo, un trabajador so-
cial entrevistó a un padre para registrar los detalles de la vida temprana del niño, por
ejemplo, períodos de separación.
El psicólogo y el trabajador social realizaron informes independientes. Luego, un psiquia-
tra (Bowlby) realizó una entrevista inicial con el niño y el padre acompañante, en la cual
se realizaba un diagnóstico como, por ejemplo, psicopatía por carencia afecto.

5
Resultados: Más de la mitad de los ladrones juveniles habían estado separados de sus
madres por más de seis meses durante sus primeros cinco años de vida. En comparación
el grupo de control en el cual tan solo dos habían presentado una separación.
También descubrió que 14 de los jóvenes “ladrones” (32%) mostraron “psicopatía por ca-
rencia afectiva”, o sea no podían cuidar o sentir afecto por los demás. Ninguno de los in-
dividuos del grupo de control presentó psicópatas por carencia afectiva.
Bowlby descubrió que el 86% de los individuos que fueron diagnosticados como ‘psicópa-
tas carentes de afecto’ en el grupo 1 (“ladrones”) habían experimentado un largo período
de separación materna antes de los 5 años, muchos de ellos habían pasado la mayor par-
te de sus primeros años en hogares residenciales u hospitales y no solían ser visitados
por sus familias.

Tan solo el 17% de los pertenecientes al grupo de “ladrones” que no fueron diagnostica-
dos como “psicópatas” experimentaron una separación materna. Solo dos individuos del
grupo de control experimentaron una separación prolongada durante sus primeros 5 años
de vida.

Conclusión: Bowlby concluyó que la separación/deprivación materna en la vida temprana


del niño causó un daño emocional permanente. Bowlby determinó esto como una condi-
ción patológica y la denominó psicopatía por carencia afectiva. Según él, dicha condición
implica una falta de desarrollo emocional, caracterizado por la falta de preocupación por
los demás, la falta de culpa y la incapacidad para formar relaciones significativas y dura-
deras.

6
Más sobre la teoría de Bowlby:
El vínculo personal y la ansiedad de separación

El psicólogo británico John Bowlby fue el primero en describir el apego como una “cone-
xión psicológica duradera entre los seres humanos”. Él define el apego como un vínculo
emocional profundo y perdurable que conecta una persona a otra a través del tiempo
y el espacio.

Bowlby estaba interesado en la comprensión de la ansiedad por separación y la tristeza


que los niños experimentan cuando están separados de sus cuidadores primarios, gene-
ralmente sus padres.

Algunas de las primeras teorías del comportamiento sugerían que la unión entre personas
se debía simplemente un comportamiento aprendido. Estas teorías proponían que la
unión no era más que el resultado de la necesidad de cubrir las necesidades básicas del
niño y por parte del cuidador. En otras palabras, debido a que el cuidador alimenta al niño
y le proporciona cuidados, el niño se apega a su cuidador.

Pero lo que Bowlby observó fue que incluso aunque los siguieran alimentando y cuidando,
la ansiedad experimentada por los niños cuando son separados de sus cuidadores prima-
rios no disminuye. En su lugar, encontró que el apego se caracteriza por patrones de
comportamiento y motivación muy específicos. Cuando los niños tienen miedo, van a
buscar la proximidad de su cuidador principal con el fin de recibir tanto la comodidad
como su atención.

¿Qué es el apego?

Como ya hemos visto, el apego es un vínculo emocional con otra persona. Bowlby afirmó
que los enlaces formados por niños con sus cuidadores en sus etapas más tempranas,
tienen un tremendo impacto que no desaparece y continúa durante toda la vida.
Sugirió que este apego también sirve para mantener al bebé cerca de la madre, lo que
mejora las posibilidades de supervivencia del niño.

Él vio el apego como un producto de los procesos evolutivos. Mientras que las prime-
ras teorías del comportamiento de apego sugirieron que la unión era un proceso aprendi-
7
do, Bowlby y otros propusieron que los niños nacen con una tendencia innata a establecer
vínculos con los cuidadores.

A lo largo de la historia, los niños que mantienen la proximidad a una figura de apego te-
nían más probabilidades de recibir comodidad y protección, y por lo tanto más probabili-
dades de sobrevivir hasta la edad adulta. Es un sistema de motivación diseñado a través
del proceso de la selección natural, para regular el apego entre padres e hijos.
La idea central de la Teoría del Apego es que los cuidadores primarios que están disponi-
bles y que responden a las necesidades de un bebé, permiten al niño desarrollar un
sentido de seguridad. El niño sabe que el cuidador es fiable, lo que crea una base segu-
ra para el niño para luego explorar el mundo.

Estudios sobre la privación materna

Estudios realizados entre 1950 y 1960 por Harry Harlow sobre la privación materna y
el aislamiento social, también exploraron estos vínculos tempranos.

En una serie de experimentos, Harlow demostró cómo surgen tales vínculos y el fuerte
impacto que tienen sobre el comportamiento y funcionamiento futuros. En una versión de
su experimento, unos monos recién nacidos fueron separados de sus madres biológicas y
criados por “madres de alquiler”. Los monos se colocaron en jaulas junto con dos madres
artificiales. Una de las madres mona estaba hecha de alambre y tenía una botella de la
que el pequeño podía beber y obtener el alimento, mientras que la otra estaba cubierta
con una tela suave.

Harlow pudo observar que mientras los pequeños monos acudían a la madre de alambre
para obtener alimentos, pasaban la mayor parte de su tiempo con la madre del paño sua-
ve. Además cuando se asustaban, los monos bebé se iban hacia a su madre cubierta de
tela para buscar la comodidad y la seguridad.

El trabajo de Harlow también demostró que los primeros vínculos afectivos fueron el resul-
tado de la comodidad y de recibir atención de un cuidador, en lugar de simplemente ali-
mento.

8
Fases del apego

Según Bowlby, el establecimiento del vínculo afectivo consta de cuatro fases de evolu-
ción.

1. Fase Pre-apego
Desde el nacimiento hasta los 3 meses, los niños no muestran ningún apego particular a
un cuidador específico. Señales del bebé como el llanto y el malestar natural atraen la
atención del cuidador, y las respuestas positivas del bebé estimulan al cuidador a perma-
necer cerca para así poder atenderle.

2. Fase de formación del apego


A partir de alrededor las 6 semanas y hasta los 7 meses, los bebés comienzan a mostrar
preferencias por los cuidadores primarios y secundarios. Durante esta fase, los bebés
desarrollan un fuerte sentimiento de confianza. Mientras que todavía aceptan el cuidado
de otras personas, distinguen mucho mejor entre las que les son conocidas y las desco-
nocidas. También responden más positivamente al cuidador principal.

3. Fase de apego
En este punto, entre los 7 a los 11 meses de edad, los bebés muestran un fuerte apego y
la preferencia por un individuo específico. Protestan cuando se les separa de la figura de
apego primario (ansiedad de separación), y comienzan a mostrar ansiedad con los extra-
ños (ansiedad ante los extraños).

4. Formación de relaciones recíprocas


Después de aproximadamente los 9 meses de edad, los niños empiezan a formar fuertes
lazos emocionales con otros cuidadores más allá de la figura de apego primaria. Esto in-
cluye a menudo el padre, los hermanos mayores y los abuelos.

Aunque este proceso puede parecer sencillo, hay una serie de factores que pueden influir
en cómo y cuándo vínculos se desarrollan. En primer lugar, si los niños que no tienen una
figura de atención primaria, como sucede en los orfanatos, pueden no desarrollar el senti-
do de la confianza necesaria para formar un apego seguro. En segundo lugar, la presta-
ción de cuidados de calidad es un factor vital. Cuando los cuidadores responden de forma

9
rápida y consistentemente, los niños aprenden que pueden depender de las personas que
son responsables de su cuidado, que es la base fundamental para la unión.

Los tipos de apego

Apego seguro
El apego seguro sucede cuando el niño se angustia al separarse de sus cuidadores prin-
cipales y se tranquiliza cuando éstos regresan. Estos niños se sienten seguros y capaces
de depender de sus cuidadores adultos. Cuando se ausenta el adulto, el niño puede sen-
tirse molesto, pero él o ella se siente seguro de que la madre o el cuidador van a regresar.
Cuando se asustan, buscarán la comodidad de sus cuidadores. Estos niños saben que su
padre o cuidador les proporcionarán comodidad y seguridad, por lo que se sienten cómo-
dos al buscarlos en momentos de necesidad.

Apego ambivalente
Los niños con un apego ambivalente responden a la separación con angustia intensa y
mezclan comportamientos de apego con expresiones de protesta, enojo y resistencia. Las
investigaciones sugieren que el apego ambivalente es el resultado de la escasa disponibi-
lidad materna. Estos niños saben que no pueden depender de que su madre (o cuidador)
va a estar allí cuando el niño lo necesite.

Apego evitativo
Los niños con un apego evasivo tienden a evitar padres o cuidadores. Este tipo de apego
se da cuando el cuidador deja de atender constantemente las señales de necesidad de
protección del niño, lo que no le permite desarrollar el sentimiento de confianza que nece-
sita. Se sienten inseguros hacia los demás y esperan ser ignorados debido a las expe-
riencias pasadas de abandono. Cuando se les ofrece varias opciones, estos niños no
muestran ninguna preferencia entre un cuidador y un completo desconocido. La investi-
gación ha sugerido que este estilo de apego podría ser el resultado de los cuidadores
abusivos o negligentes. Los niños que son castigados por depender de un cuidador,
aprenderán a evitar la búsqueda de ayuda en el futuro.

10

Você também pode gostar