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LA PAZ COMO UN PROCESO DE CONSTRUCCIÓN

José De Jesús Rodelo Rodríguez

Universidad Del Atlántico

Facultad de química y farmacia

Programa

Química y farmacia

Barranquilla atlántico

2018

CLAUDIA PATRICIA BARRIOS DIAZ


Contenido
LA PAZ COMO UN PROCESO DE CONSTRUCCIÓN ............................................................................ 2

LA PAZ COMO UN PROCESO DE CONSTRUCCIÓN

La “Construcción de la Paz” es un concepto que se refiere al “conjunto de acciones (en el corto,


medio y largo plazo) que permiten a una sociedad prevenir, gestionar y resolver el conflicto - a
través de sus propias capacidades - sin recurrir al uso de la violencia” (iecah, 2014). Se remite a
acciones para aliviar las causas estructurales de los conflictos violentos, es decir a “Aquellos
factores de largo plazo que van creando las condiciones que alimentan un conflicto potencialmente
violento (estructuras estatales débiles, desigualdades horizontales entre grupos, exclusión
económica...)” (iecah). Construir paz sin dar prioridad a las causas estructurales del conflicto, las
cuales están estrechamente vinculadas con la Seguridad Humana y el Desarrollo Humano.

La construcción de la paz en un país determinado es una ruta multifacética y compleja que


involucra diferentes actores, visiones, escenarios, procesos, poderes y estructuras de dominio y
condicionantes externos. Como resultante histórica se construye en medio de altibajos, crisis,
consolidaciones parciales, avances y retrocesos. Por tanto, la paz no es un umbral que se alcanza y
no admite retorno, puede ser reversible, sus fronteras son móviles y su mantenimiento supone una
determinada correlación de fuerzas que le dé sustento social y estatal.

La paz social no puede entenderse como un irenismo o como una mera ausencia de violencia
lograda por la imposición de un sector sobre los otros. También sería una falsa paz aquella que
sirva como excusa para justificar una organización social que silencie o tranquilice a los más
pobres, de manera que aquellos que gozan de los mayores beneficios puedan sostener su estilo de
vida sin sobresaltos mientras los demás sobreviven como pueden. Las reivindicaciones sociales,
que tienen que ver con la distribución del ingreso, la inclusión social de los pobres y los derechos
humanos, no pueden ser sofocadas con el pretexto de construir un consenso de escritorio o una
efímera paz para una minoría feliz. La dignidad de la persona humana y el bien común están por
encima de la tranquilidad de algunos que no quieren renunciar a sus privilegios.
Es evidente que la guerra no ha terminado porque hay algunos que se niegan a abrazar la paz. Y
muchas dinámicas de la configuración histórica del Estado, que suponen el litigio de intereses
encontrados, seguirán estando mediadas por la pugna y el conflicto. Pero es tarea de todos lograr
que se tramiten ahora por los cauces de la política, es decir, de la paz. Porque la paz, amigos míos,
no es algo que se tiene, sino algo que se construye paso a paso y día a día en las acciones más
cotidianas y en apariencia insulsas. Claro que podemos criticar el proceso de paz y sus retos, sus
tareas y sus deficiencias, pero sería bonito (y sería también un primer paso para construir la paz)
que esa crítica no se hiciera con el lenguaje de la guerra. (Juan David Zuloaga D.)

BIBLIOGRAFIA

https://drive.google.com/file/d/1ZEs-B8NHgHvR6sfhlYLgwtJgQC5PM_-5/view

https://repository.unimilitar.edu.co/bitstream/handle/10654/11524/ENSAYO%20DE%20GRAD
O.pdf;jsessionid=38EABE6F2CE05580B788FEFEC67D991F?sequence=1

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