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GUIA DE MANEJO DEL DUELO ANTICIPADO EN CUIDADORES

PROGRAMA REMEO

Objetivos terapéuticos específicos


• Detectar los factores de riesgo y de protección en el doliente.
• Amortiguar el impacto de los factores de vulnerabilidad en la salud del doliente.
• Promover fortalezas, tanto instrumentales como emocionales, que faciliten el
afrontamiento de las dificultades en el proceso de duelo.

Abordaje terapéutico
Premisas básicas
• Individualizar la evaluación y la intervención.
• Respetar los ritmos de elaboración del Cuidador. Los tiempos requeridos son distintos
en cada persona, y forzarlos podría perjudicar la resolución.
• Estimular el uso de los recursos personales. Es importante encontrar el equilibrio entre
respetar los tiempos de asimilación y favorecer la resolución de dificultades.
Intervenciones recomendadas
En primer lugar, es fundamental recordar la necesidad de cautela en las intervenciones
preventivas. No obstante, por la importancia de empezar a intervenir antes del
fallecimiento del paciente, recordamos algunas medidas tan útiles como sencillas:
• Ayudar a traducir expresiones del tipo «Deseo que fallezca ya». Podemos comentar:
«Tengo la sensación de que te cuesta asumir que siga sufriendo más», «Tienes derecho
a decir que ya no puedes más y que tus fuerzas están al límite», etc.
• Promover la conservación de otros roles distintos al de cuidador: «Podemos pensar
juntos en cómo puedes seguir haciendo de madre, además de cuidar a la abuela».
• Promover un papel activo en la atención y control de los síntomas: «Necesitamos
especialmente tu apoyo para que pueda tomar la medicación». Además, reforzar la
sensación de utilidad:
• Ayudar a repartir tareas entre los miembros de la familia para que todos se sientan
partícipes y útiles: «Si el pequeño de 12 años baja a la farmacia, le podremos recordar
posteriormente que su papel fue importante en los cuidados».
• Favorecer la ruptura de la negación desadaptativa del familiar que comprometa los
cuidados: «Todos desearíamos que no fuera así, pero parece ser que realmente le duele
más. Prefiero ser claro contigo, porque sé que prefieres que esté bien cuidado».
• Favorecer la ruptura del pacto de silencio si el paciente no presenta negación
adaptativa: «Comprendo tu interés por proteger a María, pero no sé si se nos puede
volver en contra a todos, especialmente a ella, que la estemos engañando».
• Favorecer la ruptura de la incomunicación emocional: «Tengo la impresión de que los
dos necesitarían hablar entre ustedes, pero les da miedo hacerse daño. Si no es así,
¿qué crees que te impide hablar?».
• Facilitar que los familiares expresen los sentimientos con nosotros o con otros agentes
de la red formal o informal: «Desahogarnos, a veces, nos ayuda a tomar fuerzas para
seguir cuidando».
• Permitir que el paciente pueda «elegir» con quién morir, o una forma de cuidados, sin
que los demás cuidadores se sientan ofendidos: «Entiendo que te gustaría estar con
él… No siempre se elige morir con quien más se ama. A veces queremos proteger más
a quien más amamos».
• Explorar miedos y prever la organización de aspectos prácticos si el familiar se puede
encontrar solo en el momento del fallecimiento: «A algunas personas les inquieta estar
solos cuando fallezca su ser querido».
• Animar a resolver asuntos prácticos pendientes (por sí mismos o con ayuda): «¿Qué
asuntos crees que sería conveniente abordar con él o ella ahora?». Podemos anticipar
y resolver futuros problemas para dar la sensación al familiar de estar haciendo algo útil
y válido por su gente.
• Animar a resolver asuntos emocionales pendientes, anticipando que siempre quedará
alguno, pues no existe una relación perfecta: «¿Qué te gustaría poder expresarle antes
de que deje de estar entre nosotros?».
• Facilitar aquellos rituales que ayuden a los familiares a despedirse de su ser querido.

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