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Historia (Sistema Político Mexicano)

Para el siglo XIX, México se encontraba en una difícil situación de


consolidación como nación, que le permitiera ser reconocida como un Estado
independiente, la cual se dio en gran parte a la situación que prevalecía en Europa
y las ideas liberales de Francia y Estados Unidos. Las ideas liberales no traían
consigo únicamente movimientos insurgentes, sino que también contenían una
gran influencia política y una tolerancia de raza y culto.

Para 1821, México ya era una nación independiente, pero con muchos
aspectos políticos y sociales en desorden, entre todo ese desorden comenzaban
los intentos por conformar un congreso, lo cual promovería el surgimiento de
grupos que exigirían la abolición de la monarquía para proponer un nuevo sistema
político, el cual vendría a encabezar Iturbide, sin embargo poco después el
congreso fue disuelto y se consolidó uno nuevo, para provocar la abdicación de
Iturbide y éste nuevo congreso adoptara el poder absoluto con tres representantes
del poder ejecutivo dentro de los que se encontraba Guadalupe, Victoria. Estos
movimientos propiciaron que las provincias comenzaran a tomar cierta soberanía y
en Guadalajara un grupo político desconoció al congreso e impulso un movimiento
federalista que se uniría a los principales líderes políticos que buscaban consolidar
la República, por tanto los federalistas y los republicanos ya eran una fuerte
alianza política que buscaba un formal Poder Ejecutivo. Para 1824 se promulgó un
Acta Constitutiva de la Federación Mexicana la cual otorgaba amplia soberanía a
los estados particularmente en aspectos de justicia y recaudación, así mismo
delimito la nueva organización política, militar y judicial, así mismo se nombraron
las atribuciones del ejecutivo y permitió consolidar la integración territorial de los
estados gracias al federalismo. Posteriormente de manera formal y nombrado por
las legislaturas estatales sería nombrado Presidente Guadalupe Victoria.

Este nuevo orden político en México dio el poder necesario a los indígenas
en derechos de voto y en la integración en materia política, así mismo muchos de
los pueblos lograron consolidarse para establecer Ayuntamientos.
Sin embargo las pugnas comenzaron debido a que grupos conservadores
de la iglesia, militares, comerciantes se veían afectados en el aspecto económico
y político y pretendían el establecimiento de una República Federal, por otra parte
se agruparon grupos de caudillos de influencia franco-anglosajona que se abrían a
dos vertientes fuera conservadora o liberal.

La Constitución de 1824 se caracterizó por integrar los estados mexicanos,


con su libertad y soberanía en sus asuntos internos, definió la división de poderes
(Ejecutivo, Legislativo y Judicial), estableció la religión católica como única, así
como las libertades políticas en grupos indígenas y medios impresos, el Gobierno
se encontraría soportado burocrática y militarmente con recursos de los Estados,
sin embargo, esta situación no lograron soportarla mucho tiempo y los estados se
vieron sometidos a una crisis económica y política.

Por otra parte las reformas liberales reprimieron o restringieron asuntos de


la Iglesia que tenían o podían ser atendidas por autoridades civiles, así mismo
restringieron algunos privilegios del ejército, se amplió la libertad de expresión y
prensa, así mismo se dio impulso a la educación, se consolidó y se asignaron
fondos para afrontar la deuda pública se dio impulso a las costumbres y cultura
nacionales.

Posteriormente en 1835 se promulgó una nueva Constitución dando


comienzo a la primera República Centralista, la cual como su nombre lo indica
definía una forma de gobierno centralista, los estados ya contaban con más
limitaciones, se ratifica la religión católica y se creó el Poder Conservador que
tenía facultad de suprimir decisiones o acciones del Ejecutivo Federal, de la
Suprema Corte e inclusive del Congreso, la Constitución se convirtió en un
documento más restrictivo en relación con las libertades de los ciudadanos.

Por lo anterior las pugnas entre federalistas y centralistas continuaron y


cerca de la mitad del siglo XIX un nuevo Congreso al que se le denominó Junta
Nacional Legislativa elaboró unos preceptos en materia de la creación de una
Segunda República Centralista devolviendo facultades al ejército y la iglesia, así
mismo se fortaleció el Poder Ejecutivo y se constituyó el poder legislativo a través
de las cámaras de senadores y diputados, así mismo el Poder Judicial fue
otorgado a la Suprema Corte de Justicia.

De lo anterior se puede destacar, la inestabilidad política que como


consecuencia de los movimientos de Independencia el país sufrió, la constante
formación de Congresos y la enmendación y creación de la Constitución es
muestra fiel de la etapa larval en que se encontraba la estructura política de
México, la intención ya se tenía, sin embargo los intereses de determinados
grupos no permitían la gestación concreta de un sistema que permitiera darle
curso político correcto al país, su reconocimiento internacional independista ya
existía, las invasiones extranjeras eran menos latentes, sin embargo aún no se
fortalecían los aspectos sustanciales para la integración de una República Federal
como se tenía planeado y es que los grupos conservadores no permitirían tan
fácilmente ese cambio, posteriormente la llegada al Poder de Porfirio Díaz, daría
un tiempo muerto al progreso político de México, es importante señalar que éste
siglo define claramente el Sistema y la división de poderes que se requería
implementar en nuestro país, sin embargo, se requerían muchísimas herramientas
para darle poder y autonomía a la figura del Poder Ejecutivo y al mismo tiempo
permitir a los gobiernos locales su soberanía política sin que con ello buscaran su
independencia o manifestaran inconformidades que los orillaran a su
emancipación.
Sistema Político prevaleciente durante el Porfiriato.
MOMENTOS POLÍTICOS DE 1910 A 1928.
Este periodo se caracterizó por el estallido de la Revolución Mexicana, la inestabilidad
política, económica y social. La figura de Francisco I. Madero es sustancial tras su
levantamiento armado con el Plan de San Luis, a través de ideas o la bandera de la
repartición de tierras a campesinos la revolución mexicana detona la renuncia de Don Porfirio
Díaz a la presidencia, situando a un año de lucha armada a Francisco I. Madero como
máximo representante del Poder Ejecutivo.

Sin embargo, el grupo de caudillos con mayor representación en el estallido armado


como Emiliano Zapata y Francisco Villa no quedaron conformes con la disposición de las
tierras a las comunidades, por lo tanto la lucha armada se vuelca en contra de Madero.
Ahora Madero tendría que atender dos frentes, por un lado a los caudillos y por otro a la
gente del General Porfirio Díaz que aún se encontraba en pugna.

Una Revolución en busca del cambio de un sistema de gobierno por otro al termino de
cien años del nacimiento de un México independiente, es a mi punto de vista un poco
acelerado, pero tal vez necesario por el control hegemónico del General Porfirio, el cual a
pesar de los grandes avances industriales, económicos y la fuerte presencia de México a
nivel internacional como un Estado consolidado, ya se encontraban obsoletos o viciados por
tan larga espera de cambios en el poder Ejecutivo, no quiero decir con esto que la revolución
mexicana no sirvió de nada, sin embargo, no encontró los fines que desde sus orígenes la
motivaron, fueron fuerzas políticas nuevas las que fueron reemplazadas por aquellas que ya
habían permanecido por treinta años en la cúpula del Ejecutivo Federal y en los diferentes
cargos burocráticos ligados a este sistema.

Con la llegada de Madero al poder las emancipaciones no terminarían, la


inconformidad se encontraba en muchos rubros y las tendencias en los grupos eran muy
radicales y se mantenían siempre pretendiendo ocupar el lugar del Ejecutivo para con ello
atender o satisfacer las necesidades de grupos afines, dejando de lado la razón de ser de la
Revolución Mexicana.

En tanto al caudillismo que se presentó a lo largo de la lucha armada y tiempo


después, era claro que no serían sus ideas liberales o fervientes sentimientos de amor a la
tierra o la justicia lo que les daría las cualidades necesarias para ocupar cargos públicos que
le dieran la dirección correcta al ahora nuevo sistema político planteado, aun cuando el
ejército revolucionario era no solo un grupo armado sino un ente representativo de libertad y
justicia popular, por tal que por mucho tiempo muchos dirigentes ocuparan cargos en la
política mexicana de ese tiempo, mismos que a la larga terminaron siendo destituido o
restringidos en sus funciones para dar paso a las autoridades civiles a favor del Estado.

La etapa de posterior a la revolución no fijo un incremento en el desarrollo social o


económico del país, sin embargo fijó las bases para la determinación de necesidades, sobre
todo en materia de recursos primarios y reparto agrario.

Fue en este periodo donde aun cuando se encontraban grupos de presión se comenzó
a definir la necesidad de la creación de Instituciones que atendieran de manera particular los
asuntos de primera necesidad de la sociedad mexicana.

Por otra parte es el comienzo del partido hegemónico del siglo XX, lo que habla de
una nueva disciplina política y estructura interna que dará una fuerza y estabilidad más
robusta a la figura del Ejecutivo Federal.

La revolución trajo un cambio social que permitió involucrar a los mexicanos en temas
de los cuales estaban al margen de los mismos, comprendieron la necesidad de cambios y
ajustes en el sistema del cual a través del sufragio comenzaron a ser parte, la sociedad
mexicana de inicios del siglo XX dio forma a la nueva organización y atención de los asuntos
públicos, dieron pie a la creación de instituciones de gobierno que atendieran sus
necesidades las cuales ya las entendían y exigían, la revolución permitió una apertura de
interacción de la sociedad con temas políticos de los cuales por muchos años se encontraron
privados.

Aun cuando la estructura política posterior a la Revolución sufriría cambios con la


llegada de la promulgación de 1917, la sociedad política mexicana ya conocía
detalladamente las intenciones y el rumbo que se quería para México, ahora el problema no
radicaba en grupos sociales inconformes, ahora las pugnas eran por el control del Poder por
aquellos militares o civiles que anhelaban ostentar un cargo público y controlar el nuevo
partido hegemónico, el mantenimiento y control de los militares y sobre todo de aquellos que
aún ostentaran cargos públicos y fijar las nuevas políticas públicas a través de un sentido
institucional.
Elementos característicos del Sistema Político Mexicano

La base postrevolucionaria de México del siglo XX desprende un sistema


político presidencialista, el cual deriva del desprendimiento de dos factores importantes, el
primero es dejar a un lado el caudillismo, donde líderes militares predominaban para ostentar
cargos políticos de importancia, el segundo es fortalecer la figura del presidente ante el
congreso, acción que durante el siglo XIX fue recurrente el hecho que controlara o
manipulara las acciones del presidente en turno, hasta la llegada de Porfirio Díaz. Así mismo
en esta nueva etapa donde los sectores obreros, agrícolas y populares de la sociedad eran
determinantes para dar impulso a movimientos y candidaturas políticas a nivel nacional
permitió una independencia política y paulatinamente económica con otras naciones en
particular a la llegada de Lázaro Cárdenas a la presidencia, sin embargo, el sistema
presidencial no evolucionó con el tiempo y es que la hegemonía del Partido Revolucionario
Institucional y el corporativismo han retrasado el verdadero matiz democrático que propone la
Constitución de 1917, es conocido la cantidad de líderes sobrevalorados ya sea por sus
propuestas inconclusas o por su carismático acercamiento con la sociedad mexicana, sin
embargo, este planteamiento por parte de los presidentes cuando son candidatos han
generado el distractor necesario para ejecutar sus planes perfectamente articulados para la
sucesión presidencial dentro del mismo partido político, lo cual es muestra de disciplina
dentro del mismo pero un perjudicial síntoma de la falta de verdaderos contrapesos durante
el siglo XX.

El presidencialismo en México dejó a un lado el poder del Congreso para hacerse con
la fuerza necesaria para actuar casi de manera independiente a través de la respetada figura
del presidente donde la exigencia y rendición de cuentas parten de arriba hacia abajo y
nunca de abajo hacia arriba, aun cuando las Cámaras cuentan con cierta autonomía, la
presencia de la mayoría del partido dentro de ellas hacen el fuerte infranqueable para que las
decisiones presidenciales se concreten de manera satisfactoria por conducto de Instituciones
que llevan a cabo programas o acciones que no persiguen objetivos beneficien de manera
general, sino a sectores muy exclusivos, situación que ha llevado al descontento y el
empobrecimiento generalizado a lo largo del siglo.

Es una realidad que con las reformas a la Constitución se ha evitado la reelección


presidencial pero no la sucesión asignada por el propio representante del Poder Ejecutivo,
que a través de sus facultades metaconstitucionales ha logrado obtener un poder casi total
en la designación de cargos, dirección de las Fuerzas Armadas, acciones políticas y
comerciales hacia el exterior, control de empresas paraestatales, etcétera.

Aun con que desde 1994 las circunstancias políticas han cambiado debido a la llegada
de nuevos partido de izquierda con sus respectivos líderes políticos con pretensiones más
democráticas y reguladas por ente electoral (INE) las circunstancias no han variado del todo
en la forma de mantener el Poder, lo que es cierto es que el Partido hegemónico del siglo
XIX se ha debilitado lo que ha permitido la llegada a nuevos grupos con intereses diferentes
pero sin deformar la disciplina política ni la forma de gobierno, en donde las decisiones
presidenciales se ejecutan al pie de la letra a un nuevo estilo acorde a los principios del
partido que representa.

Fuentes de consulta:
 AUDELO CRUZ, Jorge Mario, Sobre el concepto del Corporativismo: Una revisión en el contexto político mexicano actual.
Capítulo Estudios en Homenaje a Don Jorge Fernández Ruiz. Derecho constitucional y político.
 CARBONELL José, El fin de las certezas autoritarias, Instituto de Investigaciones Jurídicas, UNAM, Serie Doctrina Jurídica No.
84, México, 2002. Capítulo segundo.
 GONZÁLEZ AYERDI, Francisco. “El Sistema Político Posrevolucionario (1920-1970)", en Sistema Político Mexicano. Antología
de Lecturas de Francisco González Ayerdi y Francisco Reveles Vázquez. México, FCPyS-UNAM, 207, pp. 21-30.
 MEYER Lorenzo, El Presidencialismo Mexicano: En busca del justo medio, CIDE. Nota en Internet.
 WELDON JEFFREY. “Las fuentes del presidencialismo en México”, en Sistema Político Mexicano. Antología de Lecturas de
Francisco González Ayerdi y Francisco reveles Vázquez. México, FCPyS-UNAM, 207, pp. 125-154.
 ZORAIDA VÁZQUEZ, Josefina, Liberales y conservadores en México: diferencias y similitudes, Revista de Estudios
Interdisciplinarios de América Latina y el Caribe, Colegio de México, Volumen 8, No. 1, Enero-Junio, México,1997. en:
http://eial.tau.ac.il/index.php/eial/article/view/1124/1154
 Autores varios, Nueva Historia General de México, El Colegio de México, 2010. (p.p. 397-592).

 Peña Medina Luis, Hacia el Nuevo Estado México, 1920-2000, Fondo de cultura económica, p.p. 54-84

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