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4 Consejos de un p a tr io ta anciano 'os duden
nos que han merecido la confianza de ser nom
brados electores en las asambleas p rim a ria s.
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proposiciones tan descabelladas y originales no se harán.
Como por ejemplo la insistencia en la formacion de go
biernos monárquicos para acomodaralgunos principes des-
grasiados por haberlos dejado sin bola haciendo el papel
de Juan Bacines. El de pediros millones por darnos la
carta de libertad, como si los americanos fuesemos sus es
clavos, &c,&c. Ojo alerta Vigilante. *;
Los mismos ilustrados editores en el mismo número
23 sostienen brillantemente sus opiniones sobre la elección"
de Presidente en su predilecto estimable canditato. lista
mos conformes con las ideas y máximas políticas, liberalí-
simas y universales en que las apoya ; mas los ilustrados
editores cuentan con sobrada confianza en la moderación,
desprendimiento, génio y carácter apacible de los pocos
fundadores que aun respiran, y de los valientes patriotas
republicanos viejos que sostuvieron la her&íca y grandiosa
empresa de nuestra gloriosa lucha desde el memorable 19
de Abril. Ellos son humanos y no ángeles para ser insen
sibles á un olvido tan ingrato y á un desprecio tan injusto.
Asi pensaba el ilustre caraqueño, el héroe de la indepen
dencia, el Libertador, y este grande hombre fue víctima
de su errado cálculo. Decia que el á quien contemplaba y
acariciaba eran á los patriotas bochincheros que ambicio
naban mando y empleos, porque eran los que podian pa
ralizar y anular sus grandes planes que tenían en su ca
beza, pues con los viejus y ijaciftcos putriutas no tenían el
menor cuidado, porque aunque se muriesen d e a m b re , es
taban contentos con el orgullo de ser patriotas viejos.
P ero se llevó un buen chazco (que le costó la vida) con
los primeros y también con los segundos, porque no con
tradijeron la terrible reacción que desplomó la Colombia.
H ay uua nación de negros en Africa, que adora al Diablo
y no á Dios, porque piensa muy justamente que Dios no
les puede hacer el menor mal sino mucho bien, y que el
Diablo no les puede hacer el menor bien sino mucho mal.
L a lógica salvage de estos negros se parece bastante á la
de aquellos blancos.
Vamos pues á hacer á los honorables electores el gran
servicio de indicarles la rica veta ó huella que deben se
guir para encontrar las m inas que deben explotar para
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sacar el oro puro de sus escogidos, que van á tomar el ti
món de la nave del Estado en el segundo periodo constitu
cional que comienza en el pr&ximo año de 35, y es im
portante sepan escogerlos entre los liberalotes europeos
y los liberales americanos, que tan solo son los que nos
convienen. Son muy parecidos porque totlos profesan
unos mismos^rincipios, semejantes i los mazones, pero
do por esto dejan de pertenecer á sus patrias diversas y
por consiguiente á los intereses políticos de cada una
de ellas.
Os recomendamos no os dejeis fascinar con los medios
sabios en vuestras elecciones porque estos hom bres son los
ciudadanos menos á propósito para legisladores ó magis
trados porque como nada saben á fundo sino superficial
m en te, sus cálculos siem pre son errados & equi ocados.
Debeis conocerlos por su pedantería y charlatanería ina
guantable, dando su opinion en todas m aterias en tono de
cisivo, sin embargo de no ser profesores en ninguna
cienciaú artes. Y cuandosp ven apurados salen del paso con
unas sentencias cortas (oyéndose siempre). Y a, así lo ha
bía yo pensado, es positivo, cabalmente, lo habia dem os
trado, p u es.........Hasta otro dia, &c. &c.
P R IM E R A M IN A .
L eed el acta de la junta suprema del m em orable 19
de Aliril en c u y o dia se puso la p ie d r a angular y echaron
los cim ientos del magestuoso edificio de la independencia
y libertad Exam inad las firmas que en ellas se encuen
tran de los fundadores que existen. Haced una lista de
ellos y echad una raya á los que hayan transigido con los
p rir cipios liberales y quebrantado sus graves juram en
tos, pasándose á la banda de nuestros antiguos amos, traba*
jando en unión con ellos en sus ejércitos, cortes y
gobiernos, pora sacar de cuajo las raíces echadas en el
memorable 19 de A bril, y la corta diferencia que os re
sulta de esta sencilla operacion aritm ética, esa resta, esa
diferencia es oro puro y de quilates m uy subidos. Ele
gidlos con los ojos cerrados porque en sus manos está se
gura la independencia y libertad. Agregad á los suscrip
tos en el acta los nombres de los gefes m ilitares en quie-
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□es se depositó la gran confianza del m ando de las armas
en las plazas, puntos m ilitares y cuerpos, v que trabaja
ron fielmente con la junta, con el objeto de llevar al cabo
la grande obra de nuestra justa revolución, eligiéndolos
tam bién, siem pre que no hayan traicionado los principios,
liberales, y que tengan las calidades legales que exige la
constitución. Haced la misma operacion ccfti la lista de
los suscriptos en el acta de la independencia, que tal vez
en estos escrutinios tropezareis con algunos dignos candi
datos para tadas vuestras elecciones constitucionales, que
defiendan en el congreso vuestras instituciones liberales,
vuestras preciosas garantías y vuestro gobierno republica
no y representativo. L a elección acertada de vuestros
senadores y representantes es la mas im portante. E n ella
estriba que consolidéis la libertad y vuestro gobierno li
bre, con las reformas vitales que se han de debatir y san
cionar en el segundo periodo constitucional.
Seguid el justo y virtuoso ejemplo que os han dado los
americanos del norte, que hasta ahora despues de cincuen
ta años no han elegido para la presidencia particularm en
te, como para el m inisterio y demas magistrados constitu
cionales, sino á patriotas purísimos é inmaculados ; que
sufrieron, padecieron y trahajaron en la gloriosa revolu
ción de aquellos dichosos estados, como tan interesados
en sostener y sacrificarse por la obra de sus manos. Con
esta conducta noble y justa han cogido el 6pimo fruto á la
vuelta de medio siglo de haber creado una república clá
sica de la libertad, y tan poderosa, que lo es mas que la
de los gobiernos de las naciones europeas de segundo ór-
den, y que nada tienen que tem er de las del prim er 6rden,
porque tienen una gran fuerza física m uy respetable en su
m arina y el poderoso ejército de su milicia nacional, y
una futrza moral en sus instituciones liberales, v organi
zación poderosa de su adm inistración; sus virtudes cívicas
y su general espíritu público es el paladión de su libertad.
Imitadlos. N o seas mas necios. Dejaos de esas mezquinas
ideas de ambición al mando y á los empleos Dejaos de
esas disenciones intestinas, (bochinches), que es el origen
de vuestros males, por sostener en el mando á algunos
fítuos presum idos, que gratuitam ente se creen necesarios.
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.A llá vá m i C an d id ato .
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CARACAS.
1894.